Un mar de estrellas
Gn 15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y
cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así
será tu descendencia.
Gál 4:28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos
hijos de la promesa.
Introducción
Muchas veces cuando uno no tiene esperanzas en algo, busca
mirar hacia algún lado para tener algo en lo que agarrarse o copiarse para
ver si la situación mejora.
Por muchos siglos, las personas han visto a las estrellas en la búsqueda de
ese algo, las han visto desde el punto de vista científico, poético,
romántico y belleza.
Es que es difícil no mirar la belleza de las estrellas en el
firmamento, sobre todo cuando se va la luz y podemos observarlas mucho
mejor y pareciera que brillaran más.
Mucha gente ve al cielo cuando se sienten desesperados, otros, ni
se acuerdan que hay cielo, no se dan un momento para respirar y ver la
inmensidad de lo que Dios ha creado.
Un mar, lo conocemos como una gran cantidad de agua, pero
también se usa para expresar Abundancia extraordinaria de ciertas cosas.
Por ejemplo: Lloró un mar de lágrimas.
Y las estrellas, las que vemos en el cielo, ¿qué son? Cada una de
ellas, es un sol, así como el que vemos todos los días, solo que aquellos
son de diversos tamaños, unos son millones de veces más grande que
nuestro sol y otros más pequeños.
Cuando hago referencia a un mar de estrellas, es a la esperanza y
promesas de Dios, las cuales son muchas para nosotros y una más
cuantiosa que otra, es decir, en una sola hay mucha cantidad, que es la
vida eterna, la más grande de todas las promesas.
Efe 2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,
sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Recuerdo que cuando yo estaba así y veía caballeros del zodiaco me
imaginaba a los dioses y broma y me preguntaba si eran reales, pero luego
me acordaba que Zeus se convirtió en toro y tuvo relaciones sexuales con
una mujer y se me pasaba, no podía ser eso posible. Pero en medio de la
dificultad en la que yo me encontraba, siempre buscaba un respiro, algo
que me ayudara a aguantar un día mas, puesto que tuve una infancia
difícil y el ambiente donde crecí también fue difícil y siempre que podía,
en el patio de la casa miraba al cielo y veía una estrella que siempre
brillaba más que las otras, esa no es una estrella común y silvestre, es un
planeta que refleja de manera intensa la luz del sol, el planeta es venus,
eso lo supe tiempo después y por esa estrella media la intensidad de las
situaciones del día en la casa y me basaba en el horóscopo, así que un día
era la estrella de Aries, de tauro y así hasta llegar al final, claro que es algo
infantil, pero ¿cómo puede hacer un joven sin esperanza ni conocimiento
para conocer a Dios?
De alguna manera, todos estábamos así en mayor o menor medida, así
están muchos hoy en día, pero no ven las estrellas sino sus propios
deleites y sus propios pecados en los cuales se gozan, no buscan una
solución como nosotros hicimos.
Yo no conocía las promesas ni siquiera la de la vida eterna y muchos
siguen sin conocerla.
Recuerdo que muchas veces me acosté diciéndole a Dios: si en verdad tú
existes dime algo, no pasó nada, hasta le pedía que me abrazara porque a
mi papa no lo tuve de esa manera.
Claro que años después si conocí a Dios, porque esa vez sí que tuve
que acceder a conocerlo de manera activa, con una búsqueda constante.
Pero hoy en día la gente se pierde de todo eso porque no quiere
escuchar y no hay mucha gente que les diga, por eso El Señor ha levantado
nuevamente al ministerio juvenil en la iglesia para que por medio nuestro
el haga sus maravillas, pero todo depende de lo que nosotros estemos
dispuestos a hacer para que Dios nos use, porque hay gente de aquel lado
sin esperanza y sin Dios en el mundo que no sabe qué hacer y de este lado
estamos los que tenemos esperanza y tenemos a Dios y que si sabemos
que hacer y debemos hacerlo.
Hoy cerramos un año, ya vieron lo que es el ministerio juvenil pero
solo una parte, solo falta que cada uno asuma el compromiso para el año
que viene de lo que Dios quiera hacer.
Mira las estrellas, si puedes contarlas así será tu bendición porque así
son las promesas que Dios ha prometido a los que le aman.
Gál 3:29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa.
Como ya somos de cristo, somos linaje de Abraham porque hemos
nacido según la fe que es en cristo Jesús y somos automáticamente
herederos de la promesa, ¿de cuál? De la vida eterna, de protección que
Dios da, de provisión, de bendición, de darte lo que pides en su nombre y
muchas más.
Por eso hay gente que pide y solo recibe por la misericordia de Dios,
esto me refiero a los que no son sus hijos, por eso hay gente que no es
cristiana y se sana de cáncer y de otras cosas solamente por la
misericordia de Dios porque Dios se apiada y mostrarles su poder y amor
pero aun así ellos no le reciben.
Pero a nosotros se nos ha dicho en la biblia que es por la promesa que
recibimos tales cosas y esas promesas están basadas en él mismo en nadie
más.
Recordemos que muchas cosas están prometidas para nosotros y
tenemos esperanza, solo tenemos que cumplir con fe y paciencia
creyéndole que así será.
2Co 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales
promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne
y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios.
Hay que limpiarnos constantemente para eso, para las
promesas, muchas veces esto tiene que ver con dejar la
profesión que uno ejerce si solo te lleva a hacer cosas en
contra de Dios, supongamos que eres un empleado en un
fábrica de yeso y te mandan a hacer un ídolo, una virgen.
¿Qué harías?
Significa también que muchas veces tendremos que dejar
nuestra vida social, supongamos que tus amigos te
invitan a una reunión familiar y resulta que es un culto
santero ¿Qué harías? ¿Te quedarías?
Significa también que muchas veces deberemos cortar lazos
familiares cuando estos nos lleven a hacer algo que Dios
no quiere, tal como estar en reuniones donde se adoran a
otras cosas que no es Dios o ir a fiestas que puedan
hacernos pecar o buscan tentarnos usando palabras
engañosas.
He 10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la
promesa.
Y teniendo esa paciencia, haciendo la voluntad de Dios, obtendremos la
promesa que él ha dicho para nosotros. Hay una que dice:
Mar 10:29-30 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que
no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o
hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras,
por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces
más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas,
madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo
venidero la vida eterna.
Joel 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre
toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes
verán visiones.
1Jn 2:25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
Stg 2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a
los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y
herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
Heb 8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades.
No debemos dudar, porque tenemos ese mar de estrellas, esas promesas,
con esperanza con un Dios que todo lo puede que promete por sí mismo y
no falla.