Você está na página 1de 22

La repercusión económica del

deporte:
marco teórico y problemas
prácticos
Instituto de Sociología Prof. Dr. Klaus Heinemann
Universidad de Hamburg heinemann@sozwi.sozialwiss.uni-
(Alemania) hamburg.de

Ponencia presentada en II Congreso Navarro del Deporte, Pamplona 22-24 de Diciembre de 2000,
organizado por Gobierno de Navarra, Instituto Navarro de Deporte y Juventud

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 43 - Diciembre de 2001

1/3

1. Sobre la problemática de la repercusión económica del deporte

1.1. Estado de la cuestión

Mi conferencia tiene como objetivo explicar la diversidad de repercusiones


económicas y, por tanto, la significación económica del deporte en una
economía nacional. Se plantean no obstante dos complejos problemas. El
primero: al menos en lo que se refiere a España apenas se han realizado
estudios detallados que faciliten datos prácticos sobre el tema. Aunque gracias
a ciertos análisis empíricos específicos se dispone de algunas informaciones
sobre:

 el presupuesto que el Estado dedica al deporte - como estudio


comparativo internacional recogido en el World Bank Report
(Andreff, Weber 1995);
 cuánto dinero gastan los españoles en la compra de materiales
deportivos, ropa deportiva, etc. (Dehesa, 2000);
 la tasa de empleo creado por el deporte (véase Heinemann, 1998,
211 y Martínez del Castillo 1993);
 los presupuestos de los clubes deportivos, aunque referido
únicamente a la provincia de Barcelona (Heinemann 1998,
Heinemann. 1999, Heinemann/Puig 1997);
 análisis sistemáticos sobre las repercusiones económicas de
grandes eventos deportivos - tomando como base el ejemplo de
los Juegos Olímpicos de Barcelona (Brunet 1992, Heinemann,
1998).

Sin embargo, esto es poco si tenemos en cuenta la gran envergadura de las


repercusiones y la significación económica del deporte. En Alemania Weber y
otros (1996) realizaron un amplio estudio sobre la repercusión económica del
deporte. En la primera parte de mi conferencia me referiré principalmente a
este estudio. Por lo demás existen análisis de coste-beneficio referentes a
grandes eventos deportivos. Recientemente se ha publicado un libro de
Meyer/Ahlert (2000) "Die ökonomische Perspektive des Sports" ('la perspectiva
económica del deporte') en el que se presenta un modelo de simulación
diferenciado para averiguar la significación económica de distintas actividades
deportivas.

En vista de la escasez de material, centraré mi reflexión en diferenciar de


forma teórica las variadas repercusiones económicas del deporte y mostrar las
distintas posibilidades existentes para averiguar estas repercusiones
económicas y las dificultades de su aplicación.

Llego así al segundo problema planteado en mi conferencia: las


repercusiones y la significación económica del deporte son tan amplias que en
el tiempo del que dispongo únicamente puedo exponer un primer atisbo que
me permita transmitirles una impresión sobre la diversidad de interrelaciones
entre deporte y economía y la dificultad de averiguar cantidades económicas
fiables que plasmen la significación económica del deporte. Los distintos
aspectos que deben tratarse en este tema forman el amplio entramado de ésta
mi aportación:

1.2. Una primera aproximación tipológica a la repercusión económica


deldeporte

En la figura 1 se representa un esquema general de las distintas


repercusiones económicas del deporte. De esta imagen puede deducirse lo
siguiente:

Figura 1. El impacto económico del deporte

1. Pueden distinguirse dos tipos distintos de actividades deportivas


relevantes económicamente cuya significación económica es
interesante analizar. Una de estas actividades es la práctica
deportiva de la población y su interés por el deporte y, por tanto,
los efectos económicos que se derivan de estas actividades -
referidas a un período determinado de tiempo -. Un segundo
grupo de repercusiones económicas es el de los grandes eventos
deportivos. Nos referimos aquí a los Juegos Olímpicos o a
campeonatos del mundo de atletismo o de fútbol. La diferencia
con el primer tipo de actividad deportiva es que en estos grandes
encuentros las repercusiones económicas están limitadas en el
tiempo, se distribuyen además de forma distinta en cada región
geográfica, es decir, afectan principalmente a una sola región.
Esto plantea problemas específicos a la hora de elaborar un
análisis coste-beneficio. Entre ambos modelos podemos situar
otro tipo de actividades económicas que tienen como objetivo la
mejora de las infraestructuras deportivas en zonas turísticas como
podría ser, por ejemplo, la construcción de nuevas pistas de
esquí, de puertos deportivos y similares. Se combinan aquí efectos
limitados en el tiempo y una región geográfica -nos referimos a
las inversiones de las instalaciones- con un beneficio económico
(previsiblemente) duradero para la región.
2. En el marco de estas dos o tres formas de actividades económicas
relevantes económicamente hay que detenerse de nuevo en el
análisis de cuatro efectos económicos distintos entre sí:

 El valor del gasto para accesorios deportivos realizado por los


hogares o consumidores, por un lado, y el valor de los productos
y servicios producidos y comercializados para el deporte, por otro.
Con mayor precisión podemos decir que se trata: 1° de la
cuestión de cuánto dinero gastan los habitantes de un país para el
deporte, qué proporción del presupuesto doméstico se dedica a
los gastos relativos al deporte y, por ende, a cuánto se eleva la
demanda de un país en cuanto a temas deportivos. Y 2°, qué
valor poseen los bienes y servicios deportivos producidos y
vendidos en un país y las instalaciones deportivas y, en
consecuencia, qué aportación supone el deporte al producto
interior bruto o a la renta per capita, es decir, el montante al que
se eleva la creación de riqueza obtenida en este sector
económico. El deporte se trata en este sentido como un sector
económico, análogo a la industria metalúrgica de construcción,
industria química, el sector agrario, por lo que se controla qué
valor monetario adquieren los productos y servicios producidos
por este sector.
 Los bienes y servicios del deporte son (también) parte del
comercio exterior. Muchos bienes y servicios se exportan (tema de
especial importancia en España, sobre todo por lo que al turismo -
deportivo- se refiere) y a su vez se importan también del
extranjero, por ejemplo, ropa deportiva y muchos aparatos de
deporte. Resumiendo: el deporte influye también en la balanza de
pagos de un país con signo positivo o negativo. Esto es de gran
interés para España dado el continuo incremento del turismo
deportivo que contribuye así a disminuir el gran déficit creciente
de la balanza comercial.
 El "sector económico deporte" ocupa a una gran cantidad de
personas; se puede considerar pues un mercado de trabajo. Hay
que analizar cuántas personas trabajan en colegios, clubes y
sociedades deportivas, en la Administración Pública, como
proveedores comerciales, en el turismo deportivo y, sobre todo
también, en aquellas empresas que fabrican aparatos deportivos,
ropa deportiva, alimentos deportivos, etc. o en la construcción de
instalaciones deportivas. El deporte como sector económico puede
ser pues una contribución para reducir la tasa de desempleo.
 Finalmente habrá que tener en cuenta los denominados efectos
externos de esta rama de la economía. Es éste, como veremos
más adelante, el capítulo más difícil en la valoración de la
repercusión económica del deporte. Quiero mencionar únicamente
dos ejemplos. Si en una región se construye una nueva pista de
esquí, un puerto deportivo o un campo de golf, generalmente se
modifican los precios, entre otros, del suelo en esa región. En
algunas zonas los precios se incrementarán porque el área es más
atractiva y aumenta la demanda, pero en otros puede ser que
disminuyan los precios porque, por ejemplo, las personas que allí
viven tienen molestias a causa del ruido, la contaminación o el
tráfico generados. Otro perjuicio posible son los daños
medioambientales que se producen por este tipo de complejos
deportivos debidos al tráfico, la acumulación de gente que
practica allí ese deporte. Es decir, las actividades económicas
deportivas afectan de forma positiva pero también de manera
negativa a personas que no tienen una relación de mercado
directa con aquellos que invierten, gastan su dinero o lo ganan en
dichos complejos deportivos.

Estos efectos económicos y sus interrelaciones van a ser analizados


posteriormente con mayor detenimiento. Se plantearán algunos aspectos
teóricos y al mismo tiempo se mencionarán problemas prácticos que se derivan
de este análisis.

2. La repercusión económica de la práctica deportiva

2.1. Bases teóricas

La figura 2 muestra otra diferenciación más de los distintos efectos


económicos relacionados con el deporte. En esta figura 2 muestra la necesaria
distinción entre los efectos macro-económicos y los efectos micro-económicos.
Los efectos macroeconómicos son aquellos que afectan a toda una economía
nacional o al menos a una región, es decir a toda la población. Como se refleja
en la figura 2, estos efectos adquieren la forma de una modificación de la
demanda económica, en forma de modificación de precios (puede por ejemplo
acelerar la inflación) y de intereses, de los ingresos fiscales del Estado, del
mercado exterior y del empleo. Este tema se trata más ampliamente en el
apartado 4.2 al tratar las repercusiones económicas de los grandes eventos
deportivos.

Figura 2. Efectos económicos relacionados con el deporte

Los efectos microeconómicos afectan únicamente a algunas personas o


grupos de personas, como pueden ser los inversores con sus beneficios y
pérdidas, los deportistas que compran sus aparatos deportivos, etc. Son pues
repercusiones que afectan directamente a los individuos y a los ofertantes que
fabrican y venden los bienes y servicios correspondientes. Pero por otro lado,
no hay que olvidar las repercusiones externas que ya se han mencionado
anteriormente.

A continuación me ocuparé en primer lugar de los efectos macroeconómicos


de la práctica del deporte por parte de la población, es decir, de la parte
superior derecha de la figura 1. Las relaciones existentes se muestran en las
figuras 3 y 4. De estas figuras puede deducirse lo siguiente.
Figura 3. Las dos posibilidades para calcular el valor económico del deporte

La significación económica del deporte puede determinarse desde dos


puntos de vista (véase figura 3). Por un lado, podemos partir de los gastos que
realiza la población de un país o de una región para el deporte. Estos gastos
pueden recopilarse bajo el epígrafe "gastos relacionados con el deporte". Por
otro lado, puede determinarse el valor de todos los bienes y servicios
producidos y vendidos para el deporte, o, dicho de otra forma, el valor
económico del deporte se deduce bien de la suma de la demanda de los
hogares relacionada con el deporte o del valor de las ofertas relevantes para el
deporte. Ambos valores deben ser en principio equivalentes - teniendo siempre
en cuenta el comercio exterior - puesto que lo que demanda o compra una
parte debe corresponder al valor de los bienes y servicios ofertados por la otra
parte. Generalmente se realizan ambos cálculos al mismo tiempo ya que en
ambos casos existen grandes fuentes de error que se tratan de compensar
mediante la comparación del resultado de ambos procedimientos.

En la figura 4 se establece una diferenciación más dentro de esta imagen


todavía sencilla,1 estableciendo la separación dentro de la demanda relacionada
con el deporte entre aquellos que practican deporte activamente frente a los
deportistas pasivos, puesto que tanto el ámbito como la estructura de los
gastos de estos dos grupos de personas van a ser distintos. Según el grupo al
que pertenezcan no se obtendrán los mismos datos sobre dónde gastan los
hogares particulares su dinero para el deporte, en qué tiendas, o qué
proveedores de artículos deportivos se dirigen a ellos, etc. y con ello qué
organizaciones ofrecen para ellos bienes y servicios deportivos y facilidades
para los que practican deporte.
Figura 4. Estructura de la demanda deportiva y flujos de dinero

Fijémonos en primer lugar en el valor de la demanda relacionada con el


deporte. Debe subrayarse aquí:

a. ¿en qué gasta la gente el dinero? Distinguimos entre: en la


compra de bienes y servicios en el comercio; para acudir a
presenciar eventos deportivos, al practicar personalmente algún
deporte en las instalaciones facilitadas por los ofertantes -
vacaciones de deporte, proveedores comerciales de deporte,
clubes deportivos, deporte estatal, deporte escolar -; y en
apuestas deportivas.
b. qué bienes y servicios se compran en cada momento. En el
siguiente cuadro se recogen los distintos gastos que en conjunto
forman "la demanda relacionada con el deporte".

Gastos de los hogares relacionados con el deporte


Se refleja aquí fielmente el valor de los bienes y servicios que ofrecen o
venden a la población las ya mencionadas instituciones. En el siguiente cuadro
se recogen los sectores relacionados con este tema.

La oferta

De esta tabla se deduce que el cálculo de la creación de riqueza por el lado


de la oferta incluye los clubes y asociaciones, el sector comercial privado y el
sector estatal y que puede averiguarse en base a los presupuestos de dichas
organizaciones.

2.2. Problemas metodológicos


Establecemos aquí los planteamientos previos, o para ser más exactos: la
clasificación de los gastos de los hogares para fines deportivos y de los diversos
proveedores de bienes y servicios y las instalaciones deportivas son la base
para un análisis práctico. Pero antes de poder iniciar un estudio de este tipo, es
necesario aclarar algunos conceptos:

A saber:

 Aclarar qué se entiende por deporte. Se pueden argumentar todo


tipo de conceptos teóricos al respecto. No obstante, corremos el
peligro de que el resultado no concuerde con la opinión general
de la población. Podemos también recoger la opinión de las
propias personas a las que se plantea esta pregunta en una
encuesta. Está claro que el resultado de un estudio sobre la
repercusión económica del deporte depende esencialmente de la
cuestión de qué se entiende por deporte. Si se incluye en esta
categoría actividades del tipo "recoger setas", la caza, "pasear con
el perro" se obtendrán resultados muy distintos a los deducidos si
se incluye únicamente el deporte de competición tradicional.
 Determinar qué productos componen los conceptos de ropa de
deporte, materiales deportivos o aparatos de deporte -esto es
sencillo en muchos casos - por ejemplo si se trata de raquetas de
tenis, bicicletas de carrera o un equipo de deportes acuáticos.
Resulta más difícil sin embargo catalogar aquellos materiales que
no son de uso exclusivo para el deporte - como las zapatillas de
deporte, las mochilas y también las bicicletas y la ropa deportiva -
.
 Determinar qué se entiende por turismo deportivo y cuál es el
límite entre el turismo deportivo y el turismo habitual en el que
también se practica (algo de) deporte.
 Determinar qué fabricantes y comercios pertenecen al sector del
deporte; esto no es problema si se trata de tiendas específicas de
deporte, pero existen también muchos comercios, grandes
almacenes, que venden también ropa de deporte, zapaterías que
incluyen en sus programas zapatillas deportivas.

Una vez aclaradas todas estas cuestiones se inicia el trabajo práctico. La


demanda relacionada con el deporte sólo puede determinarse mediante una
encuesta representativa de la población. En esta encuesta deberán recogerse
los resultados de forma exacta y clasificarlos de acuerdo a las categorías
presentadas en la tabla "gastos de los hogares relacionados con el depporte".
No es necesario decir que no siempre se obtendrán resultados fiables; esto no
depende únicamente de la buena memoria y la buena disposición de los
encuestados, sino que es aún más difícil calcular los gastos realizados en
equipamiento deportivo durante varios años y extrapolarlos a un solo año.
Técnicamente no plantea problema alguno calcular esta extrapolación, pero
supone un gran gasto de tiempo y económico.
Si mediante la encuesta se ha podido averiguar la demanda relacionada con
el deporte de una muestra representativa de la población, podemos extrapolar
estos resultados al conjunto de la población y determinar así la repercusión del
deporte en la economía nacional.

De la misma forma es necesario investigar de forma empírica la creación de


riqueza desde la perspectiva de la oferta. También al tratar de determinar el
índice de creación de riqueza por parte de la oferta se plantean los
correspondientes problemas empíricos que resultan aún más complejos por no
existir una lista de direcciones de las empresas cuya creación de riqueza debe
analizarse. Es relativamente sencillo determinar los gastos estatales, puesto que
se puede tener acceso a los presupuestos de las diversas corporaciones locales
y así extraer los gastos relacionados con el deporte. De forma similar se puede
actuar cuando se refiere a federaciones deportivas. Es más difícil sin embargo
averiguar los gastos financieros de los clubes porque en España apenas se tiene
conocimiento del número, la estructura y la situación financiera de las
asociaciones. Al realizar hace algunos años una análisis sobre la situación de las
asociaciones en Cataluña, éstos eludían o respondían de forma incompleta a las
preguntas relacionadas con sus presupuestos. Es indispensable para averiguar
la repercusión económica del deporte el realizar una encuesta representativa de
las asociaciones y recoger los datos sobre sus ingresos y sus gastos.

Tenemos que mencionar todavía una dificultad más: existen en España


además de las asociaciones y la oferta pública y privada, una serie de
organizaciones que recogen junto a otras muchas actividades ofertas deportivas
en sus programas. Me refiero por ejemplo:

 Las empresas que realizan ofertas deportivas para sus trabajadores y sus
familiares.
 Los departamentos de deporte de las universidades; es decir, las ofertas
que hacen las universidades para dotar a sus miembros (estudiantes y
empleados) de la posibilidad de practicar deporte.
 En este contexto son especialmente relevantes las múltiples asociaciones
de vecinos y de urbanizaciones que la mayoría de las veces también
realizan ofertas deportivas.
 Asociaciones de padres y madres del alumnado de colegios.
 Otras muchas organizaciones - vinculadas a las iglesias, asociaciones
benéficas, asociaciones de tiempo libre, entre otras - que también se
ocupan del deporte.

Al estudiar la creación de riqueza de los clubes topamos por ende con otra
enorme dificultad: es típico que los servicios ofrecidos por las asociaciones sean
realizados mediante personal voluntario, sin remuneración económica por su
trabajo. Además en muchos casos los miembros de la asociación no abonan sus
aportaciones en metálico, sino que su importe se traduce en inversión de
tiempo. Es decir, si queremos calcular de forma realista el valor económico de
los servicios ofertados por las asociaciones debe valorarse la significación y el
valor del tiempo empleado por los colaboradores voluntarios de la asociación y
transferir el resultado a su valor económico. Si tomamos como ejemplo la
situación en Alemania podemos afirmar que el valor económico de los
colaboradores voluntarios es superior al valor de las aportaciones económicas
de los socios. Este cálculo del valor económico del tiempo en los clubes
adquiere especial relevancia por una razón: así como en algunas regiones -
como por ejemplo en Andalucía - la oferta deportiva proviene sobre todo del
servicio público o de las ofertas comerciales, en otras regiones -como puede ser
el caso de Cataluña - la oferta deportiva también se presenta más a través de
clubes deportivos, con lo que el resultado se vería falseado si no se tuviera en
cuenta el valor económico del tiempo puesto que se ignoraría una parte
importante de la repercusión económica del deporte en Cataluña.

Grandes problemas se plantean también al tratar de averiguar de forma


empírica el valor de los bienes y servicios producidos y vendidos por diversos
proveedores comerciales. No existe una lista de direcciones de estos ofertantes
y buscar una muestra representativa de este sector requiere un complejo
procedimiento que no quiero detenerme a explicar en este momento.

2.3. El mercado laboral

En este contexto podemos recopilar también los datos sobre el mercado


laboral, distribuido en los siguientes sectores:

Mercado de trabajo deportivo

 En las organizaciones deportivas


 En el sector empresarial
 En el sector público

Hay que suponer aquí las mismas dificultades que se habían planteado ya al
calcular la creación de riqueza del sector del deporte:

'El deporte' no es una industria o una rama industrial como, por ejemplo, la
minería, las compañías de seguros, la construcción de maquinaria, la agricultura
o similares. Por eso los puestos de trabajo referidos al deporte no se recogen
estadísticamente de forma específica. Los datos han de deducirse de diversos
cálculos, encuestas y estadísticas y valorarse posteriormente:

 La selección de las áreas profesionales que deben vincularse al deporte


depende no sólo de la definición misma del deporte y sus límites frente a
otras actividades físicas y de tiempo libre, sino que es más complejo aún
establecer los límites de las personas que trabajan en diversas áreas
profesionales que también tienen que ver con el deporte. ¿Deben
incluirse en el mercado laboral del deporte profesionales como el
arquitecto que (también) realiza el proyecto del polideportivo, el
encargado de marketing de una empresa que esponsoriza a un equipo,
el portero de un colegio que se ocupa también de las instalaciones
deportivas?; debe incluirse el trabajador de una fábrica de zapatos de
deporte que también utilizan los deportistas; el comercial de una
empresa de seguros que vende un seguro de un barco deportivo, el
empleado de un local de apuestas cuyos ingresos soportan gran parte de
la financiación del deporte?
 También se dedican al deporte gran cantidad de trabajadores de
temporada. El profesor de esquí que en verano se dedica a la
agricultura, el profesor de vela que en invierno trabaja como
representante de una compañía de seguros... Resulta muy difícil
clasificarlos en un determinado sector profesional.
 Además estos números no aportan información alguna sobre la situación
jurídico-laboral de estos empleados pues en muchos casos se trata de
puestos de trabajo de jornada reducida, a menudo pluriempleados cuya
remuneración no es suficiente como único sustento para el trabajador.

Deben tenerse en cuenta todas estas limitaciones a la hora de valorar los


resultados obtenidos en España, que a continuación se refieren (Martínez del
Castillo, 1993):

 en 1973, los ayuntamientos, centros de enseñanza no universitaria,


entidades privado-asociativas y empresas privadas ofrecían 9.824
puestos de trabajo relacionados con el deporte. Esta cifra pasó a ser de
42.679 en el año 1991, que es el último del cual se dispone de datos
fiables. Ello representa un incremento neto de 32.855 puestos de
trabajo; es decir, una variación del 434,44 %; en 1973, lo citados
puestos de trabajo representaban un 0,08 % de la población activa,
mientras que en 1991 el porcentaje pasó a ser del 0,34 %;
 en estos cálculos tan sólo se mencionan actividades relacionadas con los
sectores de entrenamiento, animación, docencia y dirección. Si se
tuvieran en cuenta otros tales como el comercio y la industria se puede
estimar que el sector deportivo empleaba en España en 1991 a un 0,96
% de la población activa (Alonso et al., 1991).

3. Repercusión económica y consecuencias de un gran evento


deportivo
- El ejemplo de los Juegos Olímpicos

A continuación trataré el segundo gran tema referido a la repercusión


económica del deporte, los costes y beneficios de los grandes eventos
deportivos, por ejemplo, de los Juegos Olímpicos. Hablamos pues de la línea
inferior de la figura 1. Un análisis de coste-beneficio de este tipo adquiere
especial interés porque se realiza a menudo ya antes de tener lugar los Juegos
u otros importantes eventos deportivos, para poder evaluar qué ventajas e
inconvenientes económicos derivan de uno de estos eventos y quién debe
responsabilizarse de ellos. Esto es especialmente significativo para el Estado
cuando tiene que plantearse soportar la financiación de un acto de este tipo y
debe analizar si no sería más beneficioso realizar una inversión de esta
envergadura en otra área. Por eso los países que se plantean celebrar los
Juegos Olímpicos deben someter su proyecto en primer lugar a uno de estos
análisis de coste-beneficio

Los Juegos Olímpicos son una significativa empresa económica y un factor


financiero determinante para el país que los celebra. Vamos a demostrar esta
afirmación tomando como ejemplo los Juegos Olímpicos de Barcelona2 .

3.1. El presupuesto del Comité Organizador

El presupuesto del Comité Organizador de Barcelona recoge ingresos y


gastos por valor de 1,45 millones US $. Este balance puede compararse al de
una empresa de economía individual. Se recogen únicamente los costes e
importes monetarios directos soportados o recibidos por el organizador, o mejor
dicho, por el Comité Organizador Olímpico, para la preparación y celebración de
los Juegos Olímpicos. No existe pues gran diferencia con los balances de
empresas económicas privadas. Se ofrecen -como en cualquier otra empresa-
bienes y servicios cuya producción supone unos costes. Estos costes deben ser
financiados. Esta financiación se realiza mediante la venta de los productos en
el mercado, recogida en la columna izquierda del balance. Así financia el Comité
Organizador de Barcelona sus costes en aproximadamente un 97% mediante
ventas - el 35% de éstas es la venta de derechos de retransmisión por
televisión, el 36% son ingresos de los espónsores, el 10% la concesión de
licencias (por la mascota olímpica y otros), el 8% ingresos de los espectadores,
etc. El Comité Organizador es pues una empresa orientada y financiada por el
mercado.

No obstante, existen dos diferencias entre una empresa privada y el Comité


Organizador de los Juegos: a. Los Juegos Olímpicos no tienen un propietario
privado que pueda obtener los beneficios. b. El escaso coste de los actuantes.
Es lo que distingue principalmente a esta empresa; el protagonista, - es decir
los (aproximadamente 15.000) atletas y su equipo que mediante la oferta de su
actividad constituye el atractivo principal de los juegos y es por tanto la causa
exclusiva de los grandes ingresos no recibe remuneración alguna. Los
ganadores son principalmente el Comité Olímpico Internacional y el Comité
Olímpico Nacional.

Al determinar y evaluar los costes y beneficios y con ello la repercusión


económica de los Juegos Olímpicos no es posible referirse únicamente a los
costes e ingresos monetarios directos; habría que calcular aún con más
detenimiento todos los efectos externos que afectan a los grupos más dispares.
Por un lado, los Juegos Olímpicos suponen unos costes que no aporta la
organización, es decir el Comité Organizador, y, por otro lado, se obtiene una
gran diversidad de ingresos que no revierten en los organizadores sino que
benefician a terceras personas (véase la figura 5).
3.2 Repercusiones macroeconómicas de los Juegos

Los gastos del Comité Organizador, las inversiones públicas y privadas y los
gastos de los espectadores venidos de otros lugares o de los participantes en
los Juegos Olímpicos suman una aportación total de 8,9 mil Millones $. Estos
gastos producen otra serie de efectos económicos derivados del efecto
multiplicador.3 En los modelos de cálculos para Barcelona se parte de la base de
que los gastos procedentes de las Jueogs Olímpicos se multiplican por 2,7 a
otras actividades económicas, de tal modo que los incrementos de ingresos del
conjunto económico se calculan de la forma siguiente:

Efecto económico directo ----- 8,9 mil millones $


Efecto económico inducido ----- 23,3 mil millones $
= efecto económico total ----- 32,2 mil millones $
para el período de 1987 a 1992.

Este importe, sobre todo porque se concentra en la región Barcelona, tiene


amplísimas consecuencias económicas. El incremento de la demanda económica
en general - condicionado por el aumento de las inversiones públicas y
privadas, el consumo público y privado y los gastos para consumo
primordialmente de los visitantes extranjeros de los Juegos Olímpicos - deriva
en primer lugar en un aumento de la demanda económica general (véase figura
5).
Figura 5 Efectos del deportes sobre la economía
El ejemplo de los Juegos Olimpicos

Esto aumenta la producción correspondientemente. Y esto induce


nuevamente - aumentado aún más por el efecto multiplicador - a nuevas
inversiones privadas, lo que conduce a un nuevo aumento de la demanda del
conjunto económico.

Se produce así un aumento de la ocupación laboral4 y con ello un incremento


de los ingresos y por tanto de la demanda de los hogares particulares. Estos
inducen a su vez a mayores gastos de consumo y estos por su parte a
inversiones privadas.

Para una región un aumento tal de la actividad económica supone un shock


económico. Su primer efecto será: los precios y con ellos el coste de la vida
aumenta: Al mismo tiempo aumentan los tipos de interés puesto que muchas
de estas inversiones se financian mediante créditos y este hecho deriva a su
vez en un nuevo incremento de los gastos. Los ingresos reales se reducen, al
mismo tiempo se reduce la capacidad competitiva internacional por el continuo
aumento del nivel de precios interior.

El continuo incremento de precios y gastos se traduce en una disminución de


la demanda de bienes y servicios, una menor tasa de empleo y con ello una
caída de la producción. Estos efectos se ven acrecentados por el mismo
multiplicador, pero en este caso de forma negativa. Al mismo tiempo suceden
también una serie de consecuencias de economía externa: la posibilidad de
vender bienes en el extranjero, es decir de exportar, se reduce porque los
bienes internos son ahora más caros, por el contrario aumentará el número de
importaciones porque será más económico comprar en el extranjero. Todo esto
tiene repercusiones negativas sobre la demanda del conjunto económico.

Los efectos positivos de los Juegos Olímpicos, expuestos en la primera parte


de este apartado, derivados del aumento de los ingresos y el crecimiento de la
tasa de empleo se enfrentan pues a otros efectos negativos: los ingresos reales
y el empleo retroceden. Se añade a esto que el esperado aumento del empleo
no se produjo porque muchas empresas respondieron al mayor volumen de
pedidos no como se esperaba, creando nuevos puestos de trabajo, sino
mediante las horas extras y racionalizando los procesos productivos. Junto a
estos efectos macroeconómicos directos deben tenerse en cuenta efectos
externos, pero no exclusivamente para este tipo de grandes eventos deportivos,
sino también para las actividades económicas de las que hemos hablado en el
apartado 2.

4. Efectos externos

4.1. Una clasificación de los efectos externos

En este último apartado trataré de los efectos externos del deporte


relevantes económicamente, es decir, de la última columna de la figura 1.

En primer lugar explicaremos mediante ejemplos a qué nos referimos cunado


hablamos de efectos externos: si un empresario abre un nuevo centro de
deporte y tiempo libre confrontará sus costes de inversión y también sus costes
habituales con los ingresos que él calcula que obtendrá y decidirá realizar la
inversión si puede prever unos beneficios. Pero este cálculo de economía
individual no es completo. Por un lado, el inversor podría robar clientes a un
competidor, producirle pérdidas e incluso llevarle a la quiebra. Estas inversiones
podrían ser causa por ejemplo también de mayores molestias de ruidos y tráfico
para los residentes en la zona, podría destruirse el paisaje, podría ocurrir que la
comunidad se viera obligada a enfrentarse a nuevas inversiones de
infraestructuras para hacer frente a la mayor cantidad de tráfico, en la zona
podrían producirse gran cantidad de accidentes (piénsese en una pista de
esquí) que tendrían como consecuencia a su vez pérdidas de horas de trabajo y
un aumento de los gastos del sistema sanitario. Un empresario particular nunca
incluiría estos costes en sus cálculos, porque no le corresponde a él costearlos.

Por otro lado, también podría ocurrir que se incrementaran los precios de los
terrenos y los alquileres en esa zona porque ha ganado atractivo, de forma que
los propietarios de terrenos sin esfuerzo adicional alguno disfrutarían del
incremento de valor de sus tierras; también podría suponer un nuevo campo de
ganancias para otras empresas, por ejemplo para las empresas de artículos
deportivos, de actividades turísticas, etc.; el Estado obtendría así mayores
ingresos fiscales con los que financiar proyectos que beneficiaran a todos. En
resumen: de las actividades econónimcas de iniciativa individual resultan gastos
y beneficios para consumidores, empleados, propietarios de capital y para un
conjunto de individuos que va mucho más allá de lo incluido en un cálculo de
economía individual que afecta también a personas que no tienen una relación
de mercado directa con los causantes de estos efectos.

Figura 6. Estructura de la demanda deportiva y flujos de dinero


Struktur der Sportnachfrage und Geldflüsse

En la figura 6 vemos los diversos efectos externos con los que hay que
contar. Aunque en la figura no se ve claramente la compleja diversidad de
posibles efectos externos, no es posible presentar una imagen completa sin que
se produzca un caos ininteligible. Así aparecen efectos externos del consumo no
siempre iguales que fueron mencionados en la figura 6, que se tratan
únicamente como efectos colaterales de la producción y sobre la producción;
los efectos colaterales producidos por el mercado se pueden considerar tanto
efectos colaterales del consumo como de la producción. Al estudiar la figura 6
no debe olvidarse que

 No todos los efectos colaterales aparecen de la misma forma y con la


misma importancia en todas las actividades deportivas relevantes
económicamente.
 La aparición de los efectos externos es un proceso temporal, es decir
que muchos efectos aparecen después de un período de tiempo más o
menos lejano del momento de la inversión inicial - un caso típico es el de
los daños medioambientales o los daños a la salud;
 Algunos de estos efectos son implícitos pero otros aparecen como
efectos no implícitos que no estaban previstos entre los objetivos de los
actuantes;
 Entre los distintos efectos externos existen ciertas interdependencias que
pueden provocar la aparición de otros efectos distintos, pero que los
efectos también pueden compensarse entre sí. Los efectos externos se
distribuyen en cierto modo de forma "jerárquica".

Este esquema deja clara otra nueva dificultad. Los efectos externos pueden
ser tanto positivos como negativos. Qué efectos son positivos y cuáles
negativos es cuestión de valoración, por parte de los afectados, de los
actuantes y también de los distintos grupos de interés o partes interesadas, y
en algunos casos, de valores e ideologías camuflados tras estándares
económicos. Este tipo de valoraciones no suelen ser unitarias; es más, pueden
llevar a conflictos entre las distintas valoraciones de los efectos externos
realizadas por los distintos grupos de afectados, de actuantes y del estándar
comercial existente. En este esquema se representan los efectos colaterales de
forma neutral, por lo que se habla por ejemplo de ruidos y no de molestias
causadas por los ruidos o de la reducción de ruidos, al hablar de efectos
externos con influjo en el mercado se habla de modificación de la ocupación y
no de paro o de nuevas posibilidades del mercado de trabajo.

Son significativos en este contexto dos nuevos fenómenos. Por un lado, que
puedan aparecer a la vez efectos externos calificados de positivos y de
negativos, y por otro, que estos efectos calificados como positivos o negativos
pueden afectar a distintos grupos de personas; es decir, que el deporte puede
por sus efectos externos producir efectos de redistribución. Se plantea pues
además la cuestión de la redistribución, es decir una carga por los efectos
negativos y un beneficio por efectos positivos que afecta a distintos grupos de
personas o a diversas regiones. Un ejemplo de estos efectos positivos es el
efecto sobre el empleo. Las inversiones y los gastos de consumo influyen sobre
el aprovechamiento de toda la capacidad, y por tanto también sobre el empleo.
A menudo se producen precisamente por ello en una situación de baja tasa de
empleo.

Un bonito ejemplo de redistribución local de ventajas e inconvenientes de


una instalación deportiva se encuentra en Bale (1993, 104). Calculó por un lado
la distribución de los ingresos adicionales obtenidos gracias a los gastos de los
visitantes en tiendas, restaurantes y kioskos cercanos, aparcamientos,
empresas de transporte y vendedores de entradas dependiendo de la distancia
a un estadio; por otro lado, evaluó los daños y perjuicios producidos por los
fans, el ruido del tráfico y los atascos, los problemas de aparcamiento, el
vandalismo, los controles policiales, etc. que debían soportar los residentes
también dependiendo de la distancia que les separaba del estadio. Como
resultado: las molestias no son superiores a las ventajas; se distribuyen además
de forma distinta según su localización: las molestias se concentran más en la
zona circundante al estadio mientras que las ventajas se extienden a un área
más amplia

Por tanto, puede que los que se benefician sean personas distintas a las que
sufren (a su vez) las molestias. Esto puede tener como consecuencia una
redistribución regional, como la que describe Bale, y también una redistribución
entre los distintos grupos de personas, por ejemplo, grupos en función de los
ingresos. Esta redistribución puede ser involuntaria e incluso no deseada. Hay
que preguntarse en este caso si los usuarios están dispuestos, están en
posición o tienen la intención de compensar las pérdidas. La redistribución
puede ser, no obstante, deseada, por ejemplo cuando se trata de la
construcción de un puerto de recreo subvencionado por el Estado tiene como
finalidad el fomento económico de alguna región debilitada. Una redistribución
de este tipo se justifica por el hecho de que grupos de personas con menos
poder adquisitivo, o regiones débiles, obtengan un mayor aprovechamiento de
esta medida de fomento que los costes correspondientes a los que deben hacer
frente regiones más fuertes o mejor desarrolladas económicamente.

En resumen podemos decir pues que las actividades deportivas generan


unos costes y unos beneficios para consumidores, trabajadores, propietarios de
capital y para un grupo restante de personas que va mucho más allá de los
productores y deportistas. Los efectos colaterales externos representan por
tanto costes e ingresos de la producción o del consumo, que no afectan
directamente de la empresa productora o al hogar consumidor sino que
benefician o cargan a terceras (Heinemann 1998).

Esta intrincado panorama debe tenerse en cuenta pero no puede incluirse de


forma sistemática en el análisis. A continuación explicamos, teniendo en cuenta
esta premisa, los efectos colaterales representados en la figura 6:

4.2. Efectos colaterales relacionados con el mercado

Debemos clasificar los efectos colaterales según sean producidos por el


mercado o fuera del mercado, es decir por agentes externos. Así los efectos
colaterales de las repercusiones económicas del deporte pueden transferirse de
unos mercados a otros. Distinguiremos entre los siguientes casos:

La construcción de un centro deportivo, un puerto deportivo, por ejemplo,


con instalaciones adicionales, la construcción de un astillero, la instalación de
comercios pueden producir modificaciones de precios en diversas áreas del
mercado. Por ejemplo, la demanda de terrenos puede elevar sus precios porque
la localización es gracias al complejo deportivo ahora más atractiva; por el
contrario, puede ocurrir que bajen los precios porque los ruidos, el tráfico, etc.
hace la zona menos atractiva para los compradores.

Al construir un centro deportivo (como un puerto deportivo por ejemplo) se


produce un demanda adicional de bienes y servicios complementarios. Se
establecen comercios de artículos de vela, mantenimiento, reparación,
almacenes de invierno, nuevos restaurantes y asimismo los comercios ya
existentes pueden contar con nuevos clientes; se fomenta el turismo. Así
empresas individuales que no participan en la inversión se benefician de nuevas
posibilidades comerciales; pero también el Estado puede alegrarse de obtener
nuevos ingresos procedentes de los impuestos5.

Si estas inversiones aumentan el atractivo del deporte de la vela, lo hacen


más sencillo, cómodo y seguro de practicar, cada vez más gente se animará a
convertirlo en su actividad de tiempo libre, lo que significa a su vez, a gastar su
dinero en la zona, con lo que se modifica la demanda de otras ofertas
alternativas. Mientras se practica la vela no es posible dedicarse a otras
actividades; quien gasta su dinero en un velero costoso no dispondrá de fondo
suficiente para comprar un coche mejor. Probablemente descenderá la
demanda de otros bienes de consumo, restaurantes museos, conciertos y otras
ofertas de tiempo libre y vacaciones. Esto implica a su vez una serie de
repercusiones. Los precios de las ofertas alternativas, en otras zonas de recreo
por ejemplo- se reducirán, pero también sus beneficios. Esto afectará a su vez
al empleo en este sector y por ende a los ingresos fiscales del estado. Al
mismos tiempo la reducción de precios repercute en las ofertas de la
competencia de las nuevas instalaciones.

Estos mismos efectos se detectan cuando por ejemplo una comunidad


construye una piscina cubierta, o una asociación ofrece subvenciones en forma
de ayudas, créditos a bajo interés o ventajas fiscales para la construcción de
pistas de tenis o similares. Generalmente esto provoca que los precios de
aprovechamiento de esa instalación sean más económicos que los de una
instalación similar de financiación privada. Así los usuarios necesitan menos
dinero para dedicarse al ocio de baño o de tenis y se benefician de ello puesto
que disponen de más dinero ahorrado para comprar otras cosas, o con el
dinero previsto pueden ir más a menudo a bañarse o a jugar al tenis. El
propietario privado tendrá que rebajar sus precios, o quizá incluso cerrar su
negocio, porque ya no es competitivo. Son estas repercusiones colaterales de
una nueva instalación de natación o tenis: ventajas para los deportistas que
utilizan las instalaciones públicas, costes económicos que corren a cargo de los
bolsillos de los contribuyentes y finalmente pérdidas de beneficios para los
propietarios particulares de instalaciones similares.

4.3. Efectos colaterales del deporte ajenos al mercado

Otro tipo de efectos colaterales se refiere a las repercusiones ajenas al


mercado. En la figura 7 se distingue entre repercusiones del consumo y
repercusiones de la producción, sabiendo que tanto los efectos descritos
anteriormente como los recogidos en este capítulo puede traducirse a la vez en
efectos del consumo y también en efectos de la producción. Los efectos
externos de la producción son aquellas consecuencias que se derivan de la
producción y la venta de bienes y servicios del deporte, los efectos colaterales
del consumo se producen al consumir dichos bienes, por ejemplo al practicar
deporte o al realizar un desplazamiento hacia el complejo deportivo.

Entre los efectos del consumo destacan sobre todo aquellos que suponen
una modificación de la situación social existente. Son muestras de este tipo de
modificaciones de contexto y estructura por ejemplo, los conflictos entre la
gente de la zona y los visitantes o turistas, la destrucción de la cultura y la
forma de vida tradicional y también cambios en la cultura y la tradición de una
especialidad deportiva.

Como ejemplos de efectos externos de la producción se mencionan en la


figura 6 sobre todo las repercusiones sobre el medio ambiente, por ejemplo por
una disminución del nivel de ruidos y de la polución debido a la fabricación de
nuevos motores, cambios en el estado de las aguas marinas debido a nuevas
pinturas (más o menos nocivas) para la protección de los barcos. No hay que
olvidar tampoco las consecuencias que una popularización forzada, conseguida
gracias a las innovaciones técnicas, de un deporte relacionado con la naturaleza
puede tener sobre la salud y también sobre la relación con la naturaleza y la
técnica.

A veces es imposible resolver el problema de la valoración de costes y


beneficios no monetarios puesto que no pueden evaluarse en precios de
mercado. El valor de los problemas de salud producidos por la contaminación
del aire, las molestias en el descanso dominical por los ruidos producidos por
los jugadores de tenis o la imposibilidad de bañarse en aguas limpias, es tan
subjetivo como el valor de las culturas de vida tradicional, etc.

Mi aportación únicamente ha podido ofrecer una primera visión de la


diversidad y el intrincado entramado de repercusiones económicas del deporte.
Traducir esto en análisis empíricos es una tarea dificultosa pero muy rentable.
Estos resultados demostrarían no sólo que el deporte es un factor económico
significativo con peso propio en la economía nacional (en Alemania es similar a
la aportación de la industria química) sino que, lo que es más, podría servir
para indicar criterios de eficacia para la correcta utilización de los medios
económicos aportados, por ejemplo por el Estado. Además aportaría a la
economía importantes datos sobre las posibilidades de mercado que se abren
en este sector y por último podría indicar las posibilidades para el mercado de
trabajo que ofrecen los distintos sectores del deporte.

Notas

1. Véase Weber, 1995


2. Las cantidades presentadas en esta conferencia se encuentran, por un lado, en un estudio "El impacto
macroeconómico de los JJ.OO. de Barcelona" del Gabinete Técnico de Programación, Ajuntament de Barcelona 1991
y de un "Dossier de Prensa" 1992. Me referiré también a datos recogidos por Brunet (1992). Además comentaré
costes derivados de Juegos Olímpicos y que no provienen de cálculos realizados en Barcelona. En cierta forma
también se realizaron estos análisis para Seul (véase Ritchie/Brent 1988).
3. El multiplicador es un factor que indica en cuánto se han modificado en total los ingresos de un país o una región
cuando los gastos de consumo o inversión aumentan/disminuyen en una unidad. En su representación gráfica el
multiplicador indica que los gastos de unos suponen ingresos para otros, después de nuevo gastos, éstos de nuevo
ingresos, éstos de nuevo gastos, etc. Que este proceso no se repita indefinidamente se debe a que una parte de los
ingresos se destina al ahorro, otra parte se gasta en el extranjero. Supongamos que el multiplicador se eleva a 2,7.
Si por ejemplo se gastan 1000 Pts. más, esta reacción en cadena provocará un ingreso más por valor de un total de
2700 Pts. de forma que el incremento total de los gastos se eleva a 3700,-- DM.
4. La planificación preveía que en Barcelona se crearían por los Juegos Olímpicos aproximadamente 32.000 nuevos
puestos de trabajo.
5. Merecería un estudio por si mismo la diversidad de las "micro-modificaciones sociales, económicas, etc. de una zona,
que están causadas por la construcción de un puerto deportivo: agricultores que habilitan sus establos y después se
animan a construir alguna nave para guardar los barcos durante el invierno; las ventas de accesorios, los fabricantes
de velas, el servicio de motores, el comercio de productos electrónicos, el mantenimiento de mástiles, y además los
restaurantes, tiendas de alimentación etc., que se establecen en la zona y pueden cambiar drásticamente el aspecto
de una pequeña comunidad.

Bibliografía

 Alonso, J. Ruesga, S. Sáez, F. Vicens, J.: Impacto económico del deporte


en Espana. En: Revista de Investigación y Documentación sobre las
Ciencias de la Educación Física y el Deporte. Madrid 18 (1991).
 Andreff, W. Weber, W. : Economy. In: Committee for the Development
of Sport (ed.): The significance of sport for society - health, socialisation,
economy.Council Europe Press 1995.
 Bale, J.: Sport, Space and the City. London/New York 1993.
 Brunet, F.: Economia de los Juegos Olimpicos Barcelona '92. Barcelona
1992.
 Heinemann, K.: Introducción a al economía del deporte. Barcelona:
Paidotribo 1998.
 Heinemann, K.: Sociología de las orgamizaciones voluntarias. El ejemplo
del club deportivo. Valencia: Tirant lo Blanch, 1999
 Heinemann, K. Puig, N.: Clubs deportivos en España y Alemania: Una
comparación teórica y empírica. In: Apunts - Educación Física y Deportes
49/3 1997.
 Martínez del Castillo, J. Navarro, C. Fraile, A. Jiménez, P. Martínez, J./ de
Miguel, J.: Deporte, sociedad y empleo. Proyección del mercado
deportivo laboral en la Espana de los noventa. En los sectores de
entrenamiento, docencia, animación y dirección. Madrid, Ministerio de
Educación y Ciencia. Consejo Superior de Deportes 1993.
 Meyer, B. Ahlert, G.: Die ökonomischen Perspektiven des
Sports. Schorndorf: Hofmann 2000.
 Ritchie, J. Brent, F.W.: The Souls Olympics as a Tourism Management:
Understanding and Enhancing the long term Impacts. Paper to Korean
National Tourist Organization 1988.
 Weber, W. u.a.: Die wirtschaftliche Bedeutung des Sports. Schorndorf:
Hofmann 1996.

Você também pode gostar