Los Derechos Políticos en Guatemala se encuentran fundamentados en la Constitución de
la República, y regulados, además, por el ordenamiento legal vigente sobre la materia. El régimen jurídico guatemalteco consagra un conjunto normativo que exalta el ejercicio libre y democrático de los derechos políticos que corresponden al ser humano, en su condición de ciudadano con capacidad para participar en el desenvolvimiento de la vida pública del país. No obstante lo anterior, en la práctica el ejercicio de los derechos políticos no se efectúa a plenitud, conformándose una situación que no es acorde con lo establecido constitucionalmente. En el presente Capítulo, la Comisión analizará diferentes aspectos relativos a los derechos políticos, así como su reglamentación legal y la observancia de los mismos en la realidad guatemalteca. Evolución política en las últimas décadas Para comprender la situación de los derechos políticos en el contexto tanto teórico como práctico de Guatemala, es preciso conocer su evolución política en las últimas décadas, por cuanto esa evolución ha sido un factor preponderante que gravita en la realidad actual de la vida pública del país. En consideración a lo anterior, en el presente literal se hará un análisis, a grandes rasgos, de la evolución política guatemalteca en los últimos cuarenta años. A mediados de la década de 1940 se produce en Guatemala un movimiento revolucionario con participación de civiles y militares que rompe el esquema de tradicionalismo político prevaleciente hasta entonces. El 20 de octubre de 1944 el poder de la Nación es asumido por un triunvirato integrado por un civil, Jorge Toriello, y dos militares, Jacobo Arbenz Guzmán y Francisco Javier Arana. Este hecho contó con la simpatía y el respaldo de la mayoría del pueblo guatemalteco y dio inicio a una etapa política que ha tenido poderosa influencia en la orientación del destino de ese país. El movimiento revolucionario referido sustituyó al régimen del General Jorge Ubico quien gobernó de 1931 a 1944. Como consecuencia de la presión pública, el 30 de junio de 1944 Ubico renuncia al poder en tres generales, y el 3 de julio del mismo año es designado Presidente Federico Ponce Vaides, también militar. En diciembre de 1944 se realizan elecciones, que son ganadas en forma abrumadora por el doctor Juan José Arévalo, un prestigioso educador que vivía en la Argentina y quien asume la Presidencia de la República el 15 de marzo de 1945, concluyendo su período constitucional de seis años en 1951. El Gobierno de Arévalo se caracterizó por su apoyo a la cultura en sus distintos órdenes, por la promoción y el apego a la democracia pluralista, por la promulgación de leyes de gran importancia, tales como el Código de Trabajo y la Seguridad Social, por el auspicio del desarrollo del sindicalismo libre, y por el respeto a los otros poderes del Estado, el Congreso y el Poder Judicial, no obstante que le tocó afrontar varios movimientos subversivos para terminar con su Gobierno reformista. Arévalo es sucedido en la presidencia por el Coronel Jacobo Arbenz Guzmán quien en 1951 llega a la presidencia en elecciones consideradas democráticas. En junio de 1954 Guatemala es invadida por fuerzas comandadas por el Coronel Carlos Castillo Armas que concentró desde el exilio la oposición al Gobierno de Arbenz Guzmán. Este movimiento da lugar a que el Presidente entregue el poder a un triunvirato militar, el cual negocia en El Salvador con Castillo Armas que se incorpora a la Junta Militar de Gobierno, y quien pocas semanas después controla el poder absoluto como único gobernante. Castillo Armas es asesinado en junio de 1956. Durante su Gobierno se produjeron violaciones masivas a los derechos humanos. A raíz de la muerte de Castillo Armas asumió el Primer Designado a la Presidencia quien convocó a elecciones que fueron ganadas por el General Miguel Ydígoras Fuentes pero su triunfo no le fue reconocido. Hubo disturbios populares, cayó el Gobierno y asumió un triunvirato militar que pretendió quedarse en el Gobierno. Cayó el triunvirato y asumió el Segundo Designado a la Presidencia de la República quien convocó a nuevas elecciones que se llevaron a cabo el 19 de enero de 1958, las ganó el General Miguel Ydígoras Fuentes quien asumió la Presidencia el 15 de marzo de 1958 hasta que fue derrocado el 31 de marzo de 1963 por su Ministro de Defensa, Coronel Enrique Peralta Azurdia. El Gobierno del General Ydígoras Fuentes se considera democrático y se caracteriza por el funcionamiento normal de los poderes del Estado y por el impulso a la integración centroamericana. Por otra parte, este Gobierno es objeto de reiteradas acusaciones de corrupción administrativa. De 1963 hasta 1966 gobierna el Coronel Peralta Azurdia, quien trata de establecer el orden sobre la base de la represión política. En su mandato de facto resurge la guerrilla, y se emite por la Asamblea Nacional Constituyente la actual Constitución de 1965. SITUACIÓN REAL DE LOS DERECHOS POLÍTICOS Los derechos políticos en la realidad guatemalteca se desarrollan en condiciones totalmente diferentes de los principios consagrados constitucionalmente. Si bien es cierto que en los últimos años no han habido alteraciones del régimen jurídico y que se ha mantenido la continuidad constitucional formal, a través de elecciones cada cuatro años, ese contexto teórico carece de una realidad pragmática por cuanto los derechos políticos en la práctica han sido objeto de graves y constantes violaciones. En la realidad de la vida política guatemalteca ha existido una participación predominante del Ejército, a tal grado que en los últimos tres períodos constitucionales los presidentes del país han sido militares y en los dos últimos de esos períodos, todos los candidatos presidenciales fueron miembros del Ejército de alta graduación. Por otra parte, han existido y funcionado en Guatemala partidos políticos de distintas tendencias, y en ese contexto ha tenido una actuación influyente por su alianza con los sectores militares, el Partido de Liberación Nacional considerado ultra-derechista, fundado por Carlos Castillo Armas a raíz de la toma del poder con la invasión de 1954. En los últimos años algunas organizaciones políticas se han fraccionado y subdividido, y, con raras excepciones, no han expuesto planteamientos ideológicos consistentes que orienten y concienticen a los distintos sectores de la sociedad guatemalteca. El texto constitucional expresa, en lo referente a ciudadanía, que son ciudadanos todos los guatemaltecos, hombres y mujeres, mayores de 18 años. Como derechos y deberes inherentes a la ciudadanía, se establecen los siguientes: 1. Elegir y ser electo. 2. Optar a cargos públicos. 3. Velar por la libertad y efectividad del sufragio y por la pureza del procedimiento electoral. 4. Defender el principio de alternabilidad y no reelección en el ejercicio de la Presidencia de la República, en cualquier forma que se hubiere ejercido, como norma invariable en el sistema político del Estado. 5. Inscribirse en el Registro Electoral.