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Para entender los procesos fisiológicos de la corteza cerebral hay que estudiar
a Pavlov. Lo que le debemos es la concepción de la “actividad nerviosa
superior”, el concepto de “unidad de aprendizaje”, la doctrina de los
analizadores y los aportes acerca de la fisiopatología de la actividad nerviosa
superior, entre otros aportes.
En los últimos años de su vida, desde 1927 a 1936, Pavlov se ocupó del
lenguaje.
Entendía que el lenguaje resultaba de la organización de las excitaciones
cinestésicas de los órganos de la palabra y era concomitante con el desarrollo
del lóbulo frontal.
En el hombre se agrega otro sistema que no existe en el animal y está
relacionado con los lóbulos frontales.
El lenguaje se constituye en un segundo sistema de señales, que amplía las
posibilidades con relación al primer sistema de señales constituido por el
conjunto de las excitaciones sensoperceptivas, común al hombre y a los
animales.
3.3.8 valoración del aporte de Pavlov al conocimiento de las funciones
cerebrales superiores
El cuerpo en apertura
El enfoque y encuadre psicomotor esta compuesto por 3 dimensiones de
funcionamiento que constituyen el concepto de globalidad psicomotriz.
Ante la pregunta, de que se ocupa la psicomotricidad? Es común la
respuesta: del cuerpo en su globalidad, en sus tres dimensiones, la
instrumental, la cognitiva y la tónico emocional.
Los 3 fenómenos delinean fenómenos del orden de la conciencia.
La emoción, como sitúa Freud, es una descarga en percepción. Por ej: la
risa, el llanto, un temblor, el sonrojarse, son descargas tónicas del cuerpo que
denotan un factor emotivo.
Tanto los afectos como las emociones no son constituyentes, sino
epifenómenos de lo que a través del significante se opera en el deseo. Lo que
permite que el deseo se constituya es el hecho de que Otro coloque en juego una
marca (el nombre) que aliena al sujeto de su objeto, que lo separa, esa marca es
del orden del lenguaje. Lenguaje ya no como función psicológica sino como
estructura que captura al sujeto y lo sitúa en relación con la cultura.
A lo icc no se lo discrimina del nivel emocional, se lo engloba dentro del
mismo paquete. Se lo ignora y no se lo analiza, aunque se afirme q se lo tiene en
consideración dentro de lo emocional. Sin embargo, lo icc opera como efecto de
estructura: en nuestro acto clínico hay que analizarlo, operando, interviniendo en
la transferencia. El hacer, la experiencia psicomotriz, da cuenta de un discurso
donde opera el icc del sujeto.
El deseo implica la búsqueda, que algo ha caído y que faltara como causa de
su deseo. El simbolismo en espiral nos permite explicitarlo.
Simbolismo en circulo es el religioso, teológico.
Simbolismo en espiral es un circulo remitido al infinito, es dialéctica;
sobre la espiral las cosas retornan pero a otro nivel: hay retorno en diferencia y no
repetición en la identidad. La espiral regula la dialéctica entre lo viejo y lo nuevo.
Nada sucede por primera vez y no obstante, todo es nuevo.
Sujeto y cuerpo
Hay que diferenciar: cuerpo, corporal, sujeto.
Al ser captados por el lenguaje, los seres humanos nos diferenciamos de los
animales, no somos puro cuerpo, sino que por el ingreso al universo simbólico
podemos tenerlo y ser sujetos con un cuerpo. Si el cuerpo es algo que el sujeto
tendrá que tener y conquistar, es que el sujeto no es lo mismo que su cuerpo y
por eso puede jugar a tenerlo.
El niño pasará primero de una dispersión corporal efectuada y producida por
el lenguaje, a una apropiación del cuerpo imaginario especular (estadio del
espejo) a una apropiación simbólica (fort-da).
Por efecto del lenguaje se produce la separación entre sujeto y cuerpo.
Ya Descartes en 1637 diferenciaba el cuerpo del hombre, del de una
maquina del de un animal: Nunca una maquina podrá usar palabras ni signos
equivalente a ellas como hacemos nosotros para declarar nuestros pensamientos.
Lo que no es posible es que hable contestando con sentido todo lo que se diga en
su presencia, como hacen los hombre menos inteligentes. En cuanto a la
diferencia con el cuerpo animal: no hay hombre que no coordine varios vocablos
formando partes para expresar sus pensamiento y ningún animal puede hacer lo
mismo. Por ej un loro, no piensa lo que dice y los sonidos los sonidos que emite
no constituyen un lenguaje, porque este requiere un fondo en el pensamiento.
El planteo de Descartes ubica al pensamiento y la razón como causas de la
diferencia con el animal, donde el pensamiento es la causa del lenguaje.
En planto que proponemos es diferente. Tal como lo enuncio Freud, el
pensamiento es secundario, lo primario es el universo simbólico del lenguaje,
tomando éste como estructura que determina a un sujeto. Y de lo que carece los
animales es de este órgano estructurante de lo humano: el órgano simbólico, del
lenguaje. Por lo tanto, el cuerpo humano se constituye por efecto del lenguaje y
son estos efectos dados por el Otro los que marcan al cuerpo de un sujeto como
deseante.
Es decir que lo simbólico, el lenguaje, pre-existe al nacimiento del niño. El
sujeto pre-existe al cuerpo y subsiste tras la muerte de él. Pre-existe porque son
los padres quienes, antes que el niño tenga un cuerpo, ya se lo imaginan; piensan
un nombre, imaginan su cuerpo.
Antes del nacimiento ya hay un sujeto en juego. Ya hay un cuerpo de hecho,
éste que se imaginan los padres; ya hay un cuerpo para ese hijo que va a nacer;
hay deseos, hay palabras, tiene un nombre, un lugar, una posición: un cuerpo sin
cuerpo, un primer cuerpo simbólico.
Los psicomotricistas se ocupan de la historia del sujeto con su cuerpo, y del
recorrido y la ubicación del cuerpo o de lo corporal, en el mito familiar. Es decir el
pasaje de lo carnal a la letra. Hablar de cuerpo es hablar de la existencia de 2
ámbitos simultaneaos, 2 realidad que se encabalgan: la 1º (la anatómica) es el
limite de posibilidad y de significación de la 2º (la erógena), la cual es quien
otorga la dimensión de sentido a la 1º.
El cuerpo se construye, se constituye, a partir de una historia que comienza
y se desarrolla sin que le niño pueda elegir nada de ella, ésta es su origen, lo
constituye, lo hace humano.
El cuerpo en el discurso
El cuerpo es discursivo porque el cuerpo de un niño se metaforiza en el
lenguaje (condición del cuerpo humano). Cuando la madre mira, habla o acaricia a
su niño, le da un sentido a esta experiencia corporal, le da el lenguaje, ella
decodifica y comprende la pura experiencia corporal y la trasforma en un decir, lo
articula en una cadena discursiva.
La madre decodifica una acción (por ej llanto), pero esto solo no basta. Si la
madre toma esa acción unívocamente (que para ella significa siempre lo mismo),
el llanto se transforma en signo de una misma idea: así cada vez que llore le dará
de comer.
En esta certeza materna no hay lugar para la duda, para la falta es la
certeza psicótica que psicotiza al niño trasformando su cuerpo y su accionar en
una cosa para si, en donde ella goza con ese cuerpo-cosa que la completa.
Una buena madre (madre castrada) debe decodificar y comprender la acción
del niño. Y la comprensión implica la duda acerca del llanto. Así este se desliza en
una cadena significante y se trasforma en cada ilación discursiva.
Cuando la madre decodifica la acción y se pregunta sobre lo que al niño lo
hace llorar, lo hace a través del lenguaje, o sea que lo carnal, corporal, empieza a
tener significación y palabras en un principio para la madre y esto es lo que
permite que también tenga un sentido y una significación para el niño.
Funciones
Jackobson, Establece que las funciones del lenguaje se manifiestan en la
puesta en acto de la lengua a través de enunciados que comprometen al hablante.
Define 6 funciones del lenguaje:
1. Expresiva o emotiva: centrada en el locutor que porta lo emotivo.
2. Conativa o apelativa: orientada hacia el oto en su carácter
interpelante.
3. Fática: Lo que se dice solo sirve para establecer y conservar el
vinculo.
4. Referencial
5. Metalingüística
6. Poética.
Las tres últimas no son explicadas por la autora porque no requieren
explicación alguna, ya que su nombre alude a su concepto.
En contraposición con lo que piensa Chomsky, Kerbrat Orecchioni, plantea
una relación intersubjetiva en la que interviene la competencia de cada sujeto.
Estos ocuparan lugares distintos: emisor – receptor, teniendo el primero un
modelo de producción y el segundo un modelo de interpretación.
La autora cree que ambos esquemas son válidos.
Desde la subjetividad
En este párrafo, Levin toma varias citas de Bajtin. Lo que se puede rescatar
es que este plantea la perspectiva de que todo hablante es de por si un
contestatario. Esto hace referencia a destacar la capacidad de escuchar como
previa a la de hablar. También a través de citas de Bajtin menciona que no es lo
mismo percibir un discurso amoroso, que un discurso enojoso o indiferente. No
solo se internaliza la gramática sino, toda una gama de intencionalidades jugadas
en encuentros de dos que no son simétricos ni reversibles.
Otra aclaración importante que se desprende de diferentes citas, es que en
la situación de dialogo participan tres personajes: Hablante/Oyente ese otro que
se hace dos, ubicandose en un plano imaginario y en un plano de realidad externa
y dos subjetividades, dos conciencias: yo/tu. El mecanismo de apropiación, de
hacer propio lo ajeno, no es neutro, es el deseo que nos envuelve el que nos
permite ir desarrollando la estructura del lenguaje.
Por último la autora quiere mencionar la relación: juego/lenguaje. Mientras
mas perturbado estaba el lenguaje, mas profunda es la inhibición para al actividad
lúdica. La lengua materna se domina más rápidamente cuando su adquisición
tiene lugar en medio de una actividad lúdica.
Lo obvio y no hablado.
El habla además de ser la puesta en acto de la estructura de una lengua,
constituye el escenario través del cual el sujeto hablante se exhibe en lo que
muestra, actuando y verbalizando.
El acto de hablar no es todo lo dicho, sino también un mostrar con el cuerpo, los
gestos, las posturas, la vestimenta, etc.
La lengua es orden y está sujeta leyes gramaticales, lógicas y sociales, en
cambio La singularidad del lenguaje esta teñida por la estructura deseante y la
afectividad de un sujeto. La lengua se estructura en el infante, sustentada en la
situación dialógica, fundamento del lenguaje.
Situación dia – lógica inicial (a través de la palabra)
La compleja palabra materna cumple varias funciones, dando significados,
significancia y sentido a las emisiones sonoras emitidas del infante. Le responde
concurriendo a su encuentro, por lo cual lo reafirma en su condición de invocante.
Significa lo que el niño emite, le da sentido.
La situación dialógica primaria se juega estableciendo roles y turnos no
simétricos. Por un lado encontramos el lugar del q habla, rol actuante; por otro, el
lugar del q escucha, rol interpretante. Hay un doble rol del otro:
destinatario/alocutorio (aquel que esta situado fuera de mi). Un semejante con
algo desconocido, capaz de dar la respuesta inesperada, de sorpresa, etc.
El otro primordial, no solo ofrece a estructura de la lengua, sino también el
permiso y el reconocimiento para que un extraño ingrese en ese espacio
placentero y hable.
El escuchar es quedar suspendido en la actuación yoica para dar lugar al otro
con la aceptación de su discurso que le da presencia, creándose un espacio de
interacción en el cual cada uno, alternativamente, es escuchado en su hablar. Así
la madre ejerciendo dominación y poder, se ofrece como fuente de todo placer y
saber, mientras el infante se inicia como escuchante de ella y de sí, como lector
del rostro, gestos, miradas y como intérprete de sus pulsiones y como hablante
balbuceante.
Este será el núcleo de la situación dia-lógica q promoverá o no el proceso de
construcción del lenguaje, conjugándose el espacio visible y el auditivo.
Entonces, la lengua se estructura en el infante, sustentada en la situación
dialógica. En esta situación, el infante recibe un discurso amoroso portador de los
constituyentes de la lengua y que tiene como grano la voz.
Sinécdoque
¿Qué percibe ese escuchante? A) una voz sexuada, femenina, singular,
deseante y réplica a la supuesta demanda. B) la emotividad de ese otro levemente
diferente, de ese igual a mi que puede manifestarse amante, rechazante,
indiferente o conflictiva. C) una actitud demandante de atención, respuesta de
amor. D) formas gramaticales de la lengua adulta. E) elementos paraverbales,
tales como, pausa, distancia, miradas, gestos, intencionalidad.
De la Apropiación
El lenguaje es un largo proceso de construcción que un ser humano produce
en relación con otro, se inicia apropiándose de la lengua en uso.
La lengua le es dada al niño como un bien, brindándole formas gramaticales
que le permitirán desarrollar todo el aparato simbólico para relacionarse con los
demás. En esta situación se definene lugares: uno que dice y otro que oye, ve
espera y los cuales juegan roles: hablante e invocante/escuchante, lector,
intérprete y replicante. La apropiación de la lengua estará sujeta a la aceptación o
el rechazo de la situación primordial: un niño carente que necesita de la “ayuda
especifica”, y alguien proveedor, donante, que impulsa la libidinizacion de las
formas lingüísticas, contenedoras de afectos. En esta situación materno - filial, el
infante será escuchante de esa madre que además mediatiza la estructura familiar
y el grupo social mezclados con sus propias pulsiones y deseos.
Partiendo de su capacidad innata para producir cualquier lengua del mundo,
el niño, desde su condición de escuchante, ira internalizando la gramaticidad de la
lengua, gracias a su participación en la situación dialógica primordial libidinizante
con otro. Produciendo los sonidos pertinentes a la lengua materna y, sofocando
las posibilidades no usadas, formara parte de la representación de una gramática
infantil, abierta a transformaciones hasta llegar al dominio de la gramática adulta.
Del lenguaje
El producto fonológico que tempranamente se realiza y la facultad de
significación tienen que ver con el otro, sustentado en la aprobación-rechazo, en
el placer-displacer y en la demanda, gestando una matriz comunicacional.
En esta situación dialógica tempranamente instalada, un infante anónimo
para sí llama con sonidos a otro no conocido.
Es aquella voz libidinizante de la madre y la aceptación del infante, el núcleo
a partir del cual se conformará el espacio auditivo abierto a la lengua.
El niño desde su condición de escuchante ira internalizando la gramaticalidad
de la lengua, gracias a su participación en la situación dialógica primordial
libidinizante con otro.
A su vez, dichas reglas, podrán ir siendo aprehendidas gracias al arco
ordenador que la introducción de la función paterna habilita.
Es necesario, que ingrese otro diferente (un tercero) entre la dupla madre-
hijo, que posibilite al niño a hablar adecuado a las normas del bien decir de la
lengua (reglas lingüísticas, sociales y culturales) con el fin de evitar la exclusión
del grupo humano. Ese otro es el “alocutario”. Un semejante con algo
desconocido, capaz de dar la respuesta inesperada, de sorpresa. Se impone
estableciendo otra situación y exigiendo, el acatamiento a las normas de la lengua
en uso.
A partir de aquí, la estructura triádica conducirá lo que resta del proceso de
construcción del lenguaje. Incluyéndose luego, en tal estructura, los distintos
ámbitos escolares y culturales en los que participara el niño.
Destinatario identificación con el bebé.
Plenitud del entendimiento y el afecto.
Hablante
(Adulto
Estructurado)
Otro – Diferenciado de mi - Alocutario
lo desconoci, que plantea dudas.
Resultando la llave para re ediciones
De nuevos encuentros siempre
Fallidos.
Valor de la voz
Es muy importante la voz, en el sentido en que la voz representa al que dice,
crea un espacio con otro que escucha.
Creencia
La creencia en la palabra materna surge como necesidad vital en la lucha por
la afirmación de sí. El niño descubre que la madre puede mentir. De esta manera
se deja ese mundo de certezas en el cual la seguridad estaba depositada en la
creencia del decir y hacer materno.
Con el descubrimiento de la mentira, comienza el conocimiento de lo oculto. Lo
que escapa a la mirada ajena.
Júbilo en el pensar
Tiempo
La referencia al pasado y al futuro surgen juntas. Esta es dada por el adulto
ej: madre: vamos al baño, niño: ba (mientras se dirigen al baño). Es una
referencia a algo por – venir. Futuro. Un tiempo de espera y una esperanza se
anida.
La pregunta
Si seguimos indagando en el período previo a la asunción subjetiva del yo,
nos encontramos con la gran estructura de la pregunta, impregnada de nociones
espaciales y temporales.
La pregunta exige dos participantes: el que pregunta y el que responde. El
que pregunta es alguien que lo hace desde un saber que no conoce, que intuye,
sino no preguntaría, porque no sabría que preguntar. Por lo cual la pregunta lleva
implícita una respuesta desconocida. La característica que tiene la pregunta es
que obliga la participación del otro, exigiendo su concurrencia que, con su
respuesta, inhibe la actuación del que pregunta.
M. M. Lewis: “Las preguntas al comienzo no son un medio para obtener
información, sino una modalidad de acción que utiliza el niño para obtener
acciones de los demás”. “En un comienzo no expresa un deseo de saber, sino un
deseo de poseer”
Es frecuente que el adulto al preguntar al pequeño y siempre que éste esté
atento, obtenga una respuesta que será respuesta a la forma interrogativa.
Resulta evidente que es el otro, que en un juego libidinal, privilegia y promueve el
interés por el lenguaje. La autora presenta varios ejemplos en los cuales es muy
curioso ver como las preguntas de los niños no esperaban respuestas. Era un
hablar preguntando. No implicaba relación de causalidad.
Sinécdoque
El niño, desde el comienzo de su vida, opera con esta en ambos sentidos:
- “La parte por el todo”: la visualización del rostro materno que
comprende toda la persona, con la voz sucede lo mismo.
- “El todo por la parte”: cuando el pequeño cree haberse golpeado o
lastimado en su totalidad, cuando solo fue una parte de su cuerpo.
Esta se atenúa con el desarrollo, pero perdura como marca primaria para
surgir, a veces, con fuerte intensidad en situaciones angustiantes.
El niño preguntara por la referencia y comienza a cobrar sentido el
significado.
El campo de la palabra adquiere prestigio, intentara asumirse como sujeto de
la enunciación, en busca de sentido.
La metáfora
Escena: maría de 2 años y su madre, ambas mirando una lámina donde
había un mono con una computadora. María: Un mono con una computadora.
Madre: tiene una computadora como papa. Silencio. María: el mono es el papa de
María. ¿Se podría pensar que incurrió en un error o que realizó una metáfora? No,
a esta edad aparece desajustado el uso de expresiones metafóricas. Otro ejemplo
que se acopla a este es el del chiste, este también por esta edad ofrece una difícil
comprensión.
Una metáfora establece una relación analógica entre términos
sustituyéndolos. En muchas ocasiones los padres dan a los hijos respuestas
metafóricas que los pequeños no pueden comprender, ellos toman el sentido
literal de la frase, la autora dice que hay que estar atentos a la comprensión que
ellos pueden hacer de nuestro discurso. También puede suceder que un pequeño
sustituya una palabra por otra y parecer que formo una metáfora pero no lo logra
porque la relación resulto inadecuada. Ej: Pequeño de 6 años, hablaba sobre las
cosas que tenía miedo, pero afirmaba que el no era miedoso, ya que esto indicaría
cobardía. “Cuando tengo miedo apago los ojos”, sin duda estableció una relación
entre “apagar” y “ver”, además hubo sustitución pero la relación resulto ser
inadecuada, así que tampoco aquí se produce metáfora.
Este es un recurso lingüístico que el niño va a ir adquiriendo a lo largo del
camino en la construcción del lenguaje adulto.
Otros componentes
El lenguaje ordinario está saturado de implícitos que tienen que ver con
aquello que no se dice pero está tácito en el conocimiento compartido con el otro.
Un ejemplo de esto son los actos de habla indirectos, se esta diciendo algo, pero
en realidad significa su contrario por ej: ¿se agarran las tijeras? – nooo, dice el
niño, pero la sigue agarrando. No entendió que su madre le estaba diciendo
indirectamente deja esa tijera porque te podes lastimar. Esta es otra de las cosas
que se van construyendo y comprendiendo con el tiempo.
Momentos claves
Hay varios momentos claves dentro del proceso de apropiación de la lengua
y construcción del lenguaje. Uno de ellos será aproximadamente a los tres años
cuando empiece a usar el pronombre yo, asunción subjetiva del yo. El otro
período es más o menos a los 5 años, cuando se inicia en la escolaridad, va
apareciendo la preocupación por el habla del otro en relación al sentido, ya sea
literal/figurado.
Hasta los 3 años, el universo de “todo mío” está fuertemente consolidado y
se acompaña con el afán de dominación que puede llevarlo a dolorosos desafíos.
Luego el dominio y posesión se resquebrajará y la posesividad virará en la etapa
siguiente, hacia la relación de un individuo con otro, en franca lucha por su
autonomía.
Ese momento, llamado “período de crisis”, “afirmación de si”, no es solo eso,
sino que en este período se abre otra etapa, será “yo” con “tu”. Dos personas que
dicen de algo o de alguien.
Desde aquí en adelante surge un período de cuestionamientos. Se despierta
el interés por la vida, la muerte, la naturaleza, la cultura se debate con
razonamientos y sublimaciones realizadas en el juego y grafismo. Se afirma la
identidad, ej: soy tal, me llamo…… hija de tal y tal.
Pero como ya dijimos anteriormente, no solo es un período de crisis, de
dependencia/independencia. Conjuntamente aparece la dimensión por lo roto lo
perdido, lo ido, lo recobrado, la sangre, la muerte.
Discurso adulto
Como ya dijimos la mayoría de los adultos hablamos a los niños en un nivel
que ellos no logran comprender, por ej: pégale a la pared que es mala mala. ¿No
sería mejor dejar a la pared en su lugar como siempre estuvo? Este tipo de
verbalizaciones lo único que hace es confundirlos.
Chicas acá viene un cuadro que está re bueno empieza en la pag 24 y con eso
termina el texto. El cuadro es una recopilación de datos desarrollados. No lo puse
porque era largo mírenlo!
Capítulo 2
ONTOGENIA DEL LENGUAJE
Se extiende desde el primer año de vida hasta aprox. los 5 años. Se trata de
uno de los períodos más ricos en el desarrollo del lenguaje.
El sustrato fisiológico está formado por la gradual adquisición de estereotipos
fonemáticos, por la ampliación de significados y por incesantes síntesis en la
actividad gnósico-práxica infantil con las actividades del lenguaje.
La adquisición de estereotipos fonemáticos sigue una constante
consolidación de algunos de ellos con la supresión de muchas otras producciones
del juego vocal. Y la formación de nuevas palabras resultará de la actividad
fisiológica de combinación (análisis y síntesis) de los estereotipos fonemáticos.
Estos han sido consolidados en el juego vocal y constituyen una unidad fisiológica
dotada de la suficiente estabilidad que se seguirá reforzando en el futuro, por la
repetición y por la estimulación auditiva en palabras con función comunicativa.
Ahora se produciran nuevas combinaciones entre estereotipos fonemáticos
correspondientes a nuevas palabras. El resultado es la media lengua infantil con
sus imperfecciones fónicas. En su curso interviene la actividad analítico-sintética
de los dos analizadores del lenguaje (cinestésico-motor y verbal).
La inclusión de nuevos estereotipos fonemáticos a continuación de otros
exige una actividad de síntesis que inicialmente, es lábil e insegura y que se va
consolidando constantemente por la reiteración. Esta repetición asegura la
continuidad de las aferencias propioceptivas y auditivas del estereotipo, de modo
que constituyen ahora nuevas síntesis entre dos estereotipos fonemáticos iguales,
luego entre dos diferentes y así. Simultáneamente, la inhibición diferencial va
suprimiendo todo aquello que no es inherente a la palabra como tal (como es
oída) o sea, todos los componentes del nuevo estereotipo que no sean reforzados.
Este proceso que ahora ya es aprendizaje en sentido fisiológico, hace que las
combinaciones de estereotipos fonemáticos se estabilicen como estereotipos
motores verbales, el soporte fisiológico de las palabras.
Otro proceso es simultáneo, y es la incorporación de significados.
Los primeros significados tienen todas las propiedades de las señales de los
reflejos condicionados. Estímulos visuales, acústicos, gustativos, combinados en
síntesis especiales (gnosias) pasan a ser sustituidos por una sola señal de tipo
verbal. Tal es el tránsito que se da entre el primer sistema de señales y el
segundo. El proceso cursa en este estadio como una sustitución de unas señales
sensorioperceptivas por otras verbales (auditivas combinadas de una determinada
manera y con un timbre, melodía, intensidad, étc.).
En este estadio hay una generalización primaria, propia de las palabras y
distinta de la inicial del condicionamiento. Una palabra tiene la propiedad de
representar una diversidad de objetos que pueden tener entre sí una relación más
o menos circunstancial.
Este estado de generalización primaria pasa insensiblemente a transformarse
en la adquisición de significados para cada palabra, proceso que tiene una base
fisiológica en la actividad analítico-sintética del analizador verbal y una base
lingüística en el conjunto de las influencias culturales que rodean al niño.
Por obra de este proceso dinámico y creciente, cada palabra va excluyendo
(análisis) significados que no se corresponden con el uso corriente de la lengua y
va adquiriendo otros que sí le son propios (síntesis).
Se produce el paso del estadio sensoriomotor al pensamiento preoperatorio,
caracterizado por una complejidad creciente de los esquemas de acción y por la
posibilidad de trasladarlos de uno a otro conjunto de objetos.
Etapa de la palabra-frase
Este período se extiende en gral después del año hasta casi los 2 años.
La base fisiológica de esta etapa es la posesión de las primeras síntesis y el
enriquecimiento de las significaciones que les son inherentes (estereotipos
verbales).
En el aspecto lingüístico, la etapa se caracteriza por la ampliación de los
recursos fonológicos. La palabra es utilizada en un contexto del que se desprende
su valor comunicativo. La palabra no necesariamente la msima que la del adulto.
Se trata de fusiones de dos palabras en una, palabras a las que se les ha
suprimido una sílaba o hasta neologismos. Lo que le confiere el valor de palabra
es su uso.
Dentro del estadio sensorio motor, los objetivos que concentran las
motivaciones del niño son fisiológicos, afectivos, lúdicos, y va en desarrollo hacia
una etapa de comunicación de carácter social.
La frase simple
Capítulo 8 Bruner.
LOS FORMATOS DE LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE
Algunas conclusiones
Acerca de la forma en que la interacción social puede ayudar al niño a
desarrollar su comprensión de la sintaxis, Marilyn Shatz presenta cuatro
concepciones:
1.la sintaxis se deriva directamente del conocimiento social previo; 2.la
sintaxis se deriva de representaciones semánticas previas que alcanzan la
estructura al ser transformadas por la interacción social; 3.la sintaxis no se deriva
de la interacción social, únicamente se ve facilitada por su rutinización, que libera
una cantidad de capacidad de procesamiento necesaria; 4.la sintaxis y las
complejidades de la interacción social sometida a reglas dependen de los mismos
tipos de procesos cognitivos, los niños avanzan al mismo tiempo en el aprendizaje
de dos sistemas diferentes.
Creo que el sistema de clasificación de esta autora es restrictivo porque no
asigna al adulto un papel lo sufucuentemente amplio y porque realiza un análisis
incompleto de la naturaleza de los formatos en los que tiene lugar el aprendizaje
interactivo y la adquisición sintáctica del niño. Tiene un aprendizaje solitario del
aprendizaje social que no es suficiente.
En cambio, según Vygotsky (Zona de Desarrollo Proximal), el niño aprende
lo que se puede hacer con el lenguaje al tiempo que lo utiliza en las situaciones
organizadas por el adulto. Plantea la hipótesis de que el dominio de una forma
inferior da lugar como estado terminal a un aumento de conciencia, o
metacognición. Caracteriza este paso a la Zona de Desarrollo Proximal como un
préstamo de conciencia que el niño recibe de manos del adulto y que conserva
hasta que puede valerse por si mismo. Este paso se realiza no sólo estructurando
el mundo de modo adecuado, sino ofreciendo claves y elementos accesorios, que
serán asimilables en el grado en que el adulto y el niño puedan permanecer
dentro de este formato informativo y accesible. Papel de los formatos como
ayudas esenciales al aprendizaje.
Finalmente, acerca de la intersubjetividad de las formas lingüísticas, y a
partir de autores como Peirce, Benveniste y Jakobson, destaco que sería imposible
aprender un lenguaje sin conocer de antemano o aprender a la vez las complejas
perspectivas que supone el uso de un mismo conjunto de símbolos para la
representación y la comunicación. Por ello no considero la adquisición del lenguaje
como una virtuosa descomposición del código lingüístico, un subproducto del
desarrollo cognitivo normal o un imposible tour de force inductivo que permite al
niño alcanzar gradualmente el habla adulta. Más bien, la adquisición del lenguaje
sería un sutil proceso en el que los adultos organizan de modo artificial el mundo,
para que el niño pueda desenvolverse bien culturalmente, participando en cuanto
sucede de modo natural y con la cooperación de los otros.
Durante la primera infancia, solo los primeros números son accesibles para el
niño, porque son intuitivos y corresponden a figuras perceptibles.
Hasta los 7 años, no aparece la serie indefinida de numeros y las
operaciones de suma, de multiplicación.
LA ADOLESCENCIA
Conclusión:
La unidad profunda de los procesos que , desde la construcción del universo
practico, debido a la inteligencia sensorio-motriz del lactante, desembocan en la
reconstrucción del mundo por el pensamiento hipotético-deductivo del
adolescente, pasando por el conocimiento del universo concreto debido al sistema
de las operaciones de la segunda infancia.
Estas construcciones sucesivas han descentrado el punto de vista egocéntrico,
para situarlo en una coordinación cada vez mas amplia de relaciones y de
nociones, de manera, que cada agrupamiento Terminal integrará mas la actividad
propia adaptándola a una realidad mas extensa.
La afectividad se va desligando poco a poco del yo, para someterse, gracias
a la reciprocidad y a la coordinación de los valores y leyes. Esta designa un valor a
las actividades y regula su energía.
La afectividad no es nada sin la inteligencia, que le procura los medios y le ilumina
los objetivos.
La tendencia de toda actividad humana es la marcha hacia el equilibrio y la razón,
que expresa las formas superiores de dicho equilibrio, reúne en ella inteligencia y
afectividad.
Segunda parte.
Capitulo 2: el pensamiento del niño pequeño.
I: el niño y el adulto.
El niño comienza siendo “prelógico”, no en el sentido de una heterogeneidad
fundamental entre el niño y el adulto, sino en el de la necesidad de una
construcción progresiva de las estructuras lógicas. Esta hipótesis ha sido muy
criticada. Le han dicho q el niño era mas lógico en acciones q el pal. Las
operaciones no están acabadas hasta alrededor de los 7 u 8 años, hay un periodo
preoperatorio del desarrollo, q corresponde a lo antes llamaba prelógico (las
operaciones, a su vez, se constituyen en dos etapas sucesivas: una concreta,
entre los 7 y 11 años, q esta mas ligada a la acción, y otra formal o proposicional,
solo después de los 11 o 12 años).
Piaget había sostenido q el pensamiento del niño era egocéntrico, se trataba
de una diferenciación inicial de los puntos de vista, q hacía necesaria una
diferenciación por descentramiento para llegar a la objetividad. El estudio del
desarrollo sensorio – motor del espacio, en los niveles anteriores a la adquisición
del lenguaje, conduce exactamente a los mismos resultados: el desarrollo
comienza con la construcción de una multiplicidad de espacio heterogéneos, cada
uno de los cuales esta centrado en el cuerpo o la perspectiva propios; luego, al
termino de una especie de revolución copernicana en pequeño, el espacio acaba
por constituir un continente general, en el q se hallan contendido todos los objetos
incluido el propio cuerpo, y q de esta forma se convierte en descentrado.
No existe diferencia de naturaleza entre la lógica verbal y la lógica inherente
a la coordinación de las acciones, pero la lógica de las acciones es mas profunda y
mas primitiva; se desarrolla mas rápidamente y supera mas de prisa las
dificultades q se plantean, las cuales, por otra parte, son las mismas dificultades
de descentramiento q mas tarde habrán de presentarse en el plano del lenguaje.
El carácter mas general q hace q la lógica inicial del niño sea distinta de la
nuestra es la irreversibilidad, debida a la ausencia inicial de descentramiento q
conduce a las no – conservaciones. Las operaciones lógico – matemáticas son
acciones interiorizadas, reversibles y coordinadas en estructuras de conjunto. El
niño procede al principio por acciones simples, de sentido único, con
centramientos en los estados, sin ese descentramiento q es el único q permite
alcanzar las transformaciones cm tales. No hay de forma inmediata conservación
de los objetos, conjuntos, cantidades, etc., antes del descentramiento operatorio,
por ej, la permanencia de un objeto individual q sale del campo perceptivo se
adquiere solo progresivamente al nivel sensorio – motor (8 a 12 meses).
La razón profunda de la no – conservaciones se debe a que el niño pequeño
razona sólo acerca de los estados o configuraciones estáticas y desprecia las
transformaciones cm tales: para alcanzarlas, hay q razonar mediante operaciones
reversibles y éstas no se constituyen sino poco a poco, por una regulación
progresiva de las compensaciones q intervienen.
Para Bajtin no hay psiquismo fuera de la materia de los signos. No hay hecho
de conciencia fuera del lenguaje interior. Es el lenguaje interior el que impone a la
conciencia su trama semiótica.
Este lenguaje interior se forma interiorizando el habla, y de ella retiene,
aunque en diverso grado, su característica más constitutiva: la dialogicidad. La
comunicación es la función esencial del lenguaje, ya que el lenguaje no sólo sirve
para comunicarse, sino que es la actividad comunicativa misma que modela, la
que forma al lenguaje. Siempre el lenguaje está orientado hacia otro, en una
actividad dialógica más o menos mediata. La dialogicidad del lenguaje también se
observa en el proceso de adquisición.
Pero el discurso no es dialogico sólo porque se orienta hacia otras personas,
sino porque se relaciona con otros enunciados. El diálogo es siempre una sucesión
orgánica de enunciados a cargo de distintos sujetos.
Entonces, la mente “individual” es en realidad social, en su génesis y en su
funcionamiento. El lenguaje interior se origina por introyección del habla
comunicativa, y de ella retiene sus propiedades. Los signos, en su carácter
externo, son instrumentos objetivos de la relación con otros. Al volverse interiores,
se convierten en instrumentos internos y subjetivos de la relación con uno mismo.
No estoy ya dialogando con otro, sino conmigo mismo. Y lo hago por medio de
una herramienta social, que imprime toda su sociabilidad a mi actividad mental. La
conciencia aparece, entonces, como una forma de contacto social con uno mismo.
El signo no verbal.
II
Ontogenéticamente, la relación entre el desarrollo del pensamiento y el del
lenguaje es mucho más oscura, pero aquí también podemos distinguir 2 líneas
separadas que emergen de 2 raíces genéticas diferentes.
La existencia de una fase pre-lingüística del desarrollo del pensamiento de los
niños ha sido sólo recientemente corroborada por pruebas objetivas. Los experimentos
de Koehler, modificados, fueron llevados a cabo con niños que todavía no habían
aprendido a hablar. El mismo Koehler efectuó experiencias con niños, con el propósito
de establecer comparaciones, y Buhler llevó a cabo un estudio sistemático dentro de
los mismos lineamientos. Tanto en los experimentos realizados con niños como en los
efectuados con monos los descubrimientos fueron similares.
Las acciones de los niños, dice Koehler, son exactamente iguales a las de los
chimpancés, de modo tal que esta etapa de la vida infantil podría denominarse la edad
del chimpancé, y correspondería a los 10, 11 y 12 meses de edad. En esta edad del
chimpancé se producen las primeras invenciones.
En ésta como en las experiencias con los chimpancés, lo más importante
teóricamente es el descubrimiento de la independencia de las reacciones intelectuales
rudimentarias respecto del lenguaje. Buhler comentó que se acostumbra decir que el
habla es el comienzo de la hominización, puede ser, pero antes que el lenguaje está el
pensamiento involucrado en el uso de herramientas, es decir, aparece la acción que se
torna subjetivamente significativa (concientemente intencional).
Desde hace tiempo se conocen las raíces pre-intelectuales del habla en el
desarrollo infantil: el balbuceo, los gritos, y aún sus primeras palabras son etapas
establecidas, que no tienen nada que ver con el desarrollo del pensamiento. Estas
manifestaciones han sido consideradas como formas predominantemente emocionales
de la conducta. No todas ella, sin embargo, cumplen una mera función de descarga. La
función social del lenguaje se manifiesta ya claramente durante el primer año, en la
etapa pre-intelectual del desarrollo del lenguaje. Tempranamente, durante la primer
semana de vida, se observan respuestas bastante definidas a la voz humana, y la
primera reacción específicamente social se produce durante el segundo mes. También
las risas, los sonidos inarticulados, los movimientos, etc., constituyen medios de
contacto social desde los primeros meses de vida del niño.
Por lo tanto, las dos funciones del lenguaje que hemos observado en el
desarrollo filogenético se encuentra ya y son evidentes en los chicos de menos de un
año de edad.
Pero el descubrimiento más importante es que aproximadamente a los 2 años,
las dos curvas de desarrollo: la del pensamiento y la del lenguaje, hasta entonces
separadas, se encuentran y se unen para iniciar una nueva forma de comportamiento.
La explicación que da Stern de este hecho trascendental es la primera y la mejor.
Muestra cómo el deseo de conquistar el lenguaje sigue a la primera realización confusa
del intento de hablar; esto sucede cuando el niño descubre que cada cosa tiene
su nombre.
Este instante crucial en que el lenguaje comienza a servir al intelecto, y los
pensamientos empiezan a ser expresados, está señalado por 2 síntomas objetivos:
1) La repentina y activa curiosidad del niño acerca de las palabras, su pregunta
sobre cada cosa nueva;
2) Los rápidos y cada vez más amplios aumentos resultantes de su vocabulario.
Antes de llegar al punto decisivo, el niño reconoce un reducido número de
palabras que sustituye, como en un condicionamiento, por objetos, personas, estados
o deseos. En esa edad conoce solamente las palabras que los otros le suministran.
Luego la situación cambia: el niño siente la necesidad de palabras, y trata
activamente a través de sus preguntas de aprender los signos vinculados a los
objetos. Parece haber descubierto la función simbólica de las palabras. El habla, que
en su primer estadio era afectiva-conativa, entra ahora en la fase intelectual. Las
líneas de desarrollo del lenguaje y el pensamiento se han encontrado.
Considerar qué es lo que sucede exactamente cuando el niño hace “su gran
descubrimiento”, y si la interpretación de Stern es correcta.
Tanto Buhler como Koffka comparan este descubrimiento con las invenciones
de los chimpancés. De acuerdo a Koffka, el nombre, una vez descubierto por el niño,
entra a formar parte de la estructura del objeto, así como el palo forma parte de la
situación de querer alcanzar la fruta.
El “descubrimiento más importante del niño” sólo se hace posible cuando se ha
alcanzado un determinado nivel, relativamente alto, en el desarrollo del pensamiento y
el lenguaje. En otras palabras, el lenguaje no puede ser “descubierto” sin el
pensamiento.
Brevemente podemos concluir que:
1- En su desarrollo ontogénico, el pensamiento y el lenguaje provienen de
distintas raíces genéticas.
2- En el desarrollo del habla del niño podemos establecer una etapa pre-
intelectual, y en su desarrollo intelectual una etapa pre-lingüística.
3- Hasta un cierto punto en el tiempo, lo 2 siguen líneas separadas,
independientemente una de otra.
4- En un momento determinado estas líneas se encuentran, y entonces el
pensamiento se torna verbal y el lenguaje, racional.
III
IV
Capítulo 4
DESARROLLO DEL CEREBRO EN RELACIÓN CON EL LENGUAJE
Marcus Jacobson
El desarrollo del lenguaje, dentro del marco de la biología evolutiva, está
relacionado con el aumento de conexiones en la corteza cerebral y, con el desarrollo y
conectividad de las células estrelladas y granulosas ( neuronas tipo II). Los circuitos
neuronales que sirven al lenguaje no se han identificado todavía. Se propone el
concepto de “especificación” de las neuronas que sirven al lenguaje, consistiendo esta
especificación en la restricción gradual e irreversible de sus posibles papeles
funcionales. La regulación o reorganización de las funciones del lenguaje después de
una lesión cerebral puede ocurrir:
1- mediante re-especificación,
2- mediante reorganización de las células nerviosas por muerte selectiva,
renovación selectiva o migración y cambio de lugar,
3- mediante reorganización de las conexiones nerviosas.
Después de daños cerebrales hay una recuperación mayor en la infancia que en
edades posteriores, porque estos mecanismos son más eficientes y activos en las
neuronas jóvenes que en las viejas. Algunos de los desarreglos del lenguaje que
siguen a daños cerebrales parecen ser síndromes de mala conexión.
Conclusión
Se ha dicho que la estructura y desarrollo del lenguaje se corresponde con la
estructura y desarrollo del cerebro y que los principios operativos y organizativos que
subyacen al cerebro tienen paralelismos lingüísticos.
El cerebro en desarrollo atraviesa un período de variabilidad muy considerable.
Cada ramificación, dendrítica o axónica, pasa durante el curso de su formación por un
período caótico, un período de ensayo durante el que se envían al azar transmisiones
experimentales, la mayor parte de las cuales están destinadas a desaparecer.
En los últimos años se han captado de forma más completa tanto las
propiedades variables e invariables cuanto de las operaciones de las células nerviosas.
Reconocemos ahora que las características estables e invariables se expresan más
claramente por las grandes células nerviosas con axones largos ( neuronas de tipo I)
que cubren las conexiones fijas del cerebro. Por otro lado, reconocemos también la
variabilidad estructural y funcional de las pequeñas neuronas de axones cortos
(neuronas de tipo II) que se pueden considerar el componente plástico del cerebro.
No obstante, cuando consideramos cualquier función compleja del cerebro en
su totalidad y no meramente de las unidades neurales simples, vemos que la
estabilidad y la variabilidad reside en el mismo contexto y nos preguntamos si la
dicotomía morfológica (unidades invariables frente a variables) sirve o no a la
dicotomía funcional (estabilidad frente a plasticidad) que se observa tanto en los
lenguajes naturales como en el cerebro.
Capítulo 5
CORRELATOS MIELOGENÉTICOS DEL DESARROLLO DEL HABLA Y DEL
ELNGUAJE
André Rosch Lecours
Introducción
El proceso madurativo del cerebro se manifiesta por cambios químicos e
histoanatómicos. Entre los que se puede observar con procesos sencillos, está la
mielogénesis. Ésta, sigue una secuencia temporal ordenada en los distintos
componentes del SNC del hombre.
Yakovlev y Lecours comunicaron los resultados de investigación sobre el
desarrollo cronológico de la mielinización de diferentes sistemas de fibras y regiones
del encéfalo y prosoencéfalo, teñidos. Estos autores han definido empíricamente el
concepto de ciclo mielogenético de un sistema de fibras o región, como el periodo
que se extiende desde el momento en que aparecen por primera vez vainas de mielina
teñidas hasta la edad en que la intensidad del teñido no muestra incrementos
ulteriores distinguibles visualmente, cuando se compara el mismo sistema con el del
cerebro normal de un adulto de 28 años, procesado con el mismo método. Este
estudio demostró que la mielogénesis de algunos sistemas comienza pronto, mientras
que la de otros comienza mas tarde. Independientemente de esto, puede ser
relativamente breve en algunos casos, completado antes del término de la gestación o
poco después, mientras que en otros casos es largo y se prologan durante meses o
años después del nacimiento.
Es razonable suponer que los ciclos de mielinización reflejan la maduración
funcional del cerebro y pueden relacionarse con la aparición y diferenciación gradual
en el hombre de pautas de conducta tales como la locomoción, manipulación de
instrumentos, habla articulada y lenguaje. El desarrollo de mielina en las vainas de un
sistema de fibras puede tomarse como índice de que la conducción del impulso en este
sistema se ha tornado comprometido espacialmente en una vía invariable.
Correspondientemente, se puede asumir que el sistema de fibras que completó su ciclo
mielogenético, alcanzó su madurez funcional.
FIGURA 5-1. Ciclos mielogenéticos de algunos de los sistemas y vías que sirven a la
producción del habla y del lenguaje en el hombre y secuencia temporal aproximada de
algunas de las conductas observadas en el bebé y en el niño durante el desarrollo del
habla y el lenguaje.
(los primeros tipos de diagramas no los copio porq son muy específicos y no los van a
tomar…si creen q si avísenme y los paso!!)
Con respecto a las conductas observadas en bebés y niños:
Balbuceo: fase de producción espontánea de sonidos. Se observa en bebés de
2 a 3 meses. Su importancia disminuye cuando aparece la ecolalia.
Ecolalia: fase de imitación de sonidos que hacen otros. Comienza normalmente
hacia los 4 a 6 o 7 meses.
Adquisición de un sistema morfológico-sintáctico : hasta los 18-24 meses, la
mayor parte de las emisiones del niño son unitarias, es decir, se usan como
unidades lingüísticas-simples, sin asociar. El proceso complejo y de múltiples
etapas de adquirir el dominio de un sistema morfológico-sintáctico durará 5-6
años.
Vocabulario: un niño de 12 meses puede haber adquirido 5-10 palabras y 6
meses después usar el doble. 24 meses, 200 palabras. Un niño normal de 5
años puede usar 1500 palabras.
Lectura y escritura: a los 7 años aproximadamente. (Componentes léxicos)
Semántica: el proceso de aprender la significación simbólica de los sonidos del
habla, que capacita para comprender y producir palabras significativas es largo
y gradual.
Al término del período senso motor el niño ha adquirido una capacidad suficiente, en
dominio de la imitación así generalizada, para que sea posible la imitación diferida:
realmente la representación en actos se libera de las exigencias senso motora de copia
perceptiva directa para alcanzar un nivel intermedio en el que el acto se hace de significante
diferenciado, y en parte se representase su pensamiento. Con el juego simbólico y el dibujo
es el caso de la representación en acto a la representación pensamiento se ve reforzado.
- signos que son arbitrarios o convencionales; debe ser colectivo: el niño lo recibe
por el canal de la imitación, pero esta vez como adquisición de modelos exteriores
II El juego simbólico
Señala el apogeo del juego infantil. El niño es obligado a adaptarse a un mundo
social de mayores, los intereses y reglas les son exteriores, y a un mundo físico que todavía
comprende mal, el niño no llega como nosotros a satisfacer las necesidades afectivas e
intelectuales de su yo en esas adaptaciones. Es indispensable a su equilibrio afectivo e
intelectual que pueda disponer de un sector de actividad cuya motivación no sea la
adaptación a lo real sino la asimilación de lo real al yo, sin coacciones ni sanciones: tal es el
juego, que transforma lo real, a las necesidades del yo, mientras que la imitación es
acomodación a los modelos exteriores, y la inteligencia es equilibrio entre la asimilación y la
acomodación.
El instrumento esencial de adaptación es el lenguaje, que le es transmitido en
formas ya hechas, impropias para expresar las necesidades o las experiencias vividas por el
yo. Es indispensable para el niño que puede disponer de un medio propio de expresión, de
un sistema de significantes construidos por él y adaptables a sus deseos: tal es el sistema de
los símbolos propios del juego simbólico, tomados de la imitación a título de instrumentos;
pero de una imitación utilizada como medio evocador al servicio de la asimilación lúdica: tal
es el juego simbólico que no es sólo asimilación de lo real al yo, como el juego en general,
sino asimilación asegurada por un lenguaje simbólico construido por el yo y modificable a la
medida de las necesidades.
Karl Groos: fue el primero en descubrir que el juego de los niños tiene una
significación funcional esencial y no es un simple desahogo. Él veía en el juego un pre-
ejercicio de las actividades futuras del individuo.
Buytendijk: liga el juego a las leyes de la dinámica infantil. Esa dinámica no es lúdica
en sí misma y para darse cuenta de lo que juego presenta de específico, es necesario apelar
a un polo de asimilación al yo, distinto del polo acomodador de imitación y del equilibrio
entre esos (inteligencia); en el juego simbólico, esa asimilación sistemática se traduce en
una utilización particular de la función semiótica, consistente en construir símbolos a
voluntad para expresar todo lo que, no podía ser formulado y asimilado sólo por los medio
del lenguaje. Pero ese simbolismo centrado en el yo no consiste sólo en formular y en
alimentar los diversos intereses conscientes del sujeto. El juego simbólico se refiere también
a conflictos inconscientes: intereses sexuales, defensa contra la angustia, fobias, agresividad
o identificación con agresores. El simbolismo del juego se une esos casos al del sueño.
Los límites entre la cc y lo ic, que dan testimonio del juego simbólico del niño, hacen
pensar que el simbolismo del sueño es análogo al de juego, porque el durmiente pierde la
utilización razonada del lenguaje, el sentido de lo real y los instrumentos deductivos o
lógicos de su inteligencia.
III . EL dibujo
Es una forma de la función semiótica que se inscribe a mitad de camino entre juego
simbólico, del cual presenta el mismo placer funcional y la imagen mental con la que
comparte el esfuerzo de imitación de lo real.
Luquet considera al dibujo como un juego. Antes de él, los autores tenían 2
opiniones: unos decían que los primeros dibujos de niños son esencialmente realistas; otros
insistían en la idealización testimoniada por los dibujos primitivos. Luquet demostraba que el
dibujo del niño, hasta los 8/9 años, es esencialmente realista de intención, pero que el
sujeto comienza por dibujar lo que sabe de un personaje o de un objeto mucho antes de
expresar gráficamente lo que ve en él. El realismo del dibujo pasa, por diferentes fases:
Realismo visual: 8,9 años. El dibujo representa lo que es visible desde un punto de
vista perspectivo particular: un perfil proporciona lo que se da de perfil. El dibujo tiene en
cuenta la disposición de los objetos según un plan de conjunto y sus proposiciones métricas.
IV Imágenes mentales
La psicología asociación consideraba la imagen como un prolongamiento de la
percepción, y como un elemento del pensamiento, porque este no consistía sino en asociar
sensaciones e imágenes. Las "asociaciones" son siempre asimilación. En cuanto a las
imágenes mentales, existen buenas razones para dudar de su filiación directa a partir de la
percepción.
2. Dos tipos de imágenes – Hay una diferencia entre las imágenes de nivel
preoparatorio (hasta los 7 u 8 años, pero con numerosos residuos tardíos) y las de los
niveles operatorios.
Al nivel preoperatorio, las imágenes mentales del niño son casi exclusivamente
estáticas, con dificultad para reproducir movimientos o transformaciones, así como sus
resultados en sí. Sólo al nivel de las operaciones concretas (después de los 7-8 años), los
niños consiguen esas reproducciones de movimientos anticipadoras de categorías
correspondientes. Esto parece probar: 1) que la reproducción imaginada de movimientos o
de transformaciones, supone también una reanticipación; 2) que toda imagen (reproductora
o anticipadora) de movimientos o de transformaciones se apoya sobre las operaciones que
permiten comprender esos procesos, a la vez que imaginarlos.
3. Las imágenes-copias – En ellas, el modelo queda ante los ojos del sujeto o
acaba de ser percibido, sin que haya evocación diferida a días o semanas de distancia.
Experiencia hecha por Matalon: coloca un tallo horizontal sobre una hoja de papel y
pide al niño que dibuje su prolongación inmediata, a la derecha: 1) después de haber
imaginado que la hoja ha dado una vuelta de 180 o para colocarse en esa posición; 2)
después de haber imaginado que se la empuja en esa misma posición; y 3) a titulo de simple
copia gráfica. Se comprueba que la copia gráfica 3) es, a los 5 años, más corta que el
modelo; y esa devaluación sistemática disminuye luego con la edad. Explicación: están
habituados a juzgar las longitudes de manera ordinal y no métrica, es decir, por el orden de
los puntos de llegada y no por el intervalo entre las extremidades. Los muchachos procuran
no sobrepasar la frontera terminal del modelo.
En los casos de las cuestiones 1) y 2), los dibujos obtenidos son más reducidos aún.
El niño sabe dibujar bien en copia (desde los 5 años y medio) al modelo exacto. Y, el
dibujo de representación imaginada, no de copia, no se logra, por término medio, sino a los
7 años o más.
Vemos así que no es exagerado hablar del carácter estático de las imágenes
preoperatorias, ya que las imágenes cinéticas y de transformación sólo son posibles después
de los 7 u 8 años, y ello gracias a anticipaciones o reanticipaciones que se apoyan, ellas
mismas, en la comprensión operatoria.
5. Imágenes y operaciones
VI. El lenguaje
En el niño normal, el lenguaje aparece aproximadamente al mismo tiempo que las
otras formas del pensamiento semiótico.
1. Evolución: comienza tras una fase de balbuceo espontáneo (como a los niños
de todas las culturas, de los 6 a lo 10-11 meses) y una fase de diferenciación de fonemas
por imitación (desde los 11 a los 12 meses), por un estadio situado al término del periodo
senso-motor y que ha sido descrito como el de las “palabras-fases”. Esas palabras únicas
pueden expresar deseos, emociones o comprobaciones (porque el esquema verbal se hace
instrumento de asimilación y de generalización a partir de los esquemas senso-motores).
Desde el fin del segundo año se señalan frases de dos palabras, luego, pequeñas
frases completas sin conjugaciones y después una adquisición progresiva de estructuras
gramaticales.
3. lenguaje y lógica: