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12 km caminando con Jesús - Camino a Emaús

Antes de comenzar los invito a que juntos leamos Lucas 24:13-35.

Doce kilómetros era la distancia entre Jerusalén y Emaús. Era el primer día de la semana.
Dos discípulos de Cristo caminaban tristes y sin esperanza en dirección a Emaús, pues Jesús había
muerto. En el camino Jesús se une a ellos en el viaje, costumbre común en esa época, para brindarse
compañía y protección unos a otros.

Ahora que hemos leído y que ya conocemos el contexto, les voy a pedir que se separen en
grupos y puedan responder las siguientes preguntas.

Preguntas para dialogar:

1. Imaginen la conversación que llevaban los dos discípulos antes de que Jesús se les uniera.
Escriban cómo se sentían los discípulos en ese camino.

2. Los versículos 26 y 27 dice que Jesús se puso a explicarles las profecías sobre el Mesías
desde el principio de las Escrituras, en vez de presentarse directamente como Jesús
resucitado, ¿Por qué habrá hecho eso Jesús? ¿Y qué importancia tienen entonces que
conozcamos las profecías y la Biblia?

3. Los versículos 28-31 dice que los discípulos invitaron a Cristo entrar. ¿Qué hubiese pasado
con los discípulos si ellos no hubiesen invitado a Jesús? ¿Qué lección nos enseña esto?

La primera pregunta que debían responder fue hecha para que ustedes se pusieran en el lugar de
los discípulos. Ellos iban camino a Emaús, a doce kilómetros de Jerusalén, como de aquí a Hualpén
(la calle donde se va a la desembocadura del Bío Bío) en una línea lo más recta posible. Son como 3
h aproximadamente a un paso tranquilo (4km/h).

La Biblia nos dice que ellos iban hablando sobre lo que había estado ocurriendo ese día, que
había sido el juicio y posterior crucifixión de Cristo, eventos de los cuales habían sido testigos.
Como eran discípulos, lo más seguro es que se sentían abatidos, llenos de dudas, confundidos por
no entender o saber si ése era realmente el Mesías prometido, quizás decepcionados.

Entonces, Jesús en forma de un hombre corriente se les unió en la caminata y su primera


pregunta fue “¿Qué conversan entre ustedes?” ¿Cuál es la causa de su tristeza? ¿No les llama la
atención su pregunta? Dice el libro El deseado de todas las gentes en el capítulo 83 que lo que
Cristo más quería era consolarlos y seguramente mostrárseles como el Cristo que había vencido la
muerte y que era el verdadero Mesías y así disipar toda duda, y con ella la tristeza. Pero no, Jesús
decidió que lo mejor era primero hablarles sobre las profecías mesiánicas a los discípulos. La
segunda pregunta consistía en eso. ¿Por qué Jesús concluyó que era mejor hacer eso?

Quizás una pista la tenemos en el versículo 20 y en el 21. Imagínense cómo se habrá sentido
Jesús sabiendo que los discípulos sólo se acordaban de una parte de lo que él había dicho.
Recordemos que Cristo había empezado a anunciar su muerte y resurrección desde el principio de
su ministerio (Mateo 16:21; Marcos 8:31). Pero ahora ellos ni lo recordaban. Por esta razón Cristo
comenzó a hablarle de sí mismo a partir del principio del Antiguo Testamento. El DTG lo relata así:

“Si se hubiese dado a conocer primero, el corazón de ellos habría quedado satisfecho. En la
plenitud de su gozo no habrían deseado más. Pero era necesario que comprendiesen el testimonio
que le daban los símbolos y profecías del Antiguo Testamento. Su fe debía establecerse sobre
éstas. Cristo no realizó ningún milagro para convencerlos, sino que su primera obra consistió en
explicar las Escrituras.”

Y luego dice:

“Los milagros de Cristo son una prueba de su divinidad; pero una prueba aún más
categórica de que él es el Redentor del mundo se halla al comparar las profecías del Antiguo
Testamento con la historia del Nuevo”

He ahí la respuesta, pero también la lección para nosotros, y quizás la amonestación. La pregunta
es: ¿estamos nosotros también escudriñando las Escrituras como Cristo quiere que hagamos? ¿Está
nuestra fe fundada en la Palabra o en los milagros y otras manifestaciones? Muchas veces nos dicen
que como adventistas no somos iglesia de Dios porque no tenemos “milagros” o no hablamos “en
lenguas”, si bien sí tenemos milagros, y conocemos cuál es fue el verdadero don de lenguas, aun
así, ese argumento no es suficiente. Al menos no para Cristo. Y es por eso que la Iglesia Adventista
promueve el estudio personal de las Escrituras, de las profecías, tenemos muchos recursos. Como
dijo antes otro predicador, somos una iglesia que espera que la gente piense por sí misma y llegue a
las verdades bíblicas por su propia cuenta también. Y de hecho se nos conoce por ser eruditos de la
Palabra.

Pero entonces, ¿es eso una realidad aquí y ahora? Hace algún tiempo me alegré que la
iglesia comenzara a promover el estudio de los tiempos finales, las profecías. Ya sea en la semana
de la familia del año pasado (2016) o los 10 días de oración de este año, o las semanas de oración
que se hacen. Pero también con mucha pena me doy cuenta que muchos de nosotros no vamos más
allá que lo que acá se nos enseña. No hay muchos que por su propia cuenta estudien la Palabra y
que conozcan las profecías de nuestro tiempo. O que si se les hace una pregunta un poco difícil de
su fe no sepan qué contestar.

Muchos jóvenes, quienes deben ser un ejemplo en estas cosas (1 Timoteo 4:12-16) hoy en
día no lo están siendo. Me hace recordar los tiempos del comienzo de nuestra iglesia (1844), donde
los jóvenes sí amaban estudiar las escrituras, se dice que los niños de 12 años sabían las profecías
de las 2300 tardes y mañanas, y pensemos en que Elena de White comenzó a recibir visiones a los
17 años.

Por ejemplo, ¿cuántos de aquí saben esa profecía (2300)? ¿O saben por qué nosotros no
danzamos o no se habla en lenguas como en otras iglesias? ¿Cómo se manifiesta el Espíritu Santo?
¿Cuál es la posición de la Biblia y de la iglesia respecto al aborto u otros temas así?

Tenemos una gran responsabilidad sobre nuestros hombros, y no estamos cargándola bien.
No estamos aprovechando las instancias que nos da la iglesia, y no lo estamos haciendo tampoco en
nuestros hogares. Pero es necesario. Más necesario que el ver milagros, más necesario lo vio Cristo
en sus discípulos, y sé que también lo piensa así hoy.

Mi invitación es que seamos proactivos en el estudio de las profecías del último tiempo, en
las doctrinas. Y si hacemos eso, y también invitamos a Cristo a nuestra vida como dice que los
discípulos lo hicieron, entonces el resultado vienen por sí solo: versículos 32 al 34 de Lucas 24.

Sólo cuando entendieron en qué estaba basada su fe y cuando reconocieron a Cristo en su


vida, los discípulos pudieron ser misioneros y también su fe estuvo completa.
Preguntas para dialogar:

1. Imaginen la conversación que llevaban los dos discípulos antes de que Jesús se les uniera.
Escriban cuáles serían sus sentimientos en ese camino.

2. Los versículos 26 y 27 dice que Jesús se puso a explicarles las profecías sobre el Mesías
desde el principio de las Escrituras, en vez de presentarse directamente como Jesús
resucitado, ¿Por qué habrá hecho eso Jesús? ¿Y qué importancia tienen entonces que
conozcamos las profecías y la Biblia?

3. Los versículos 28-31 dice que los discípulos invitaron a Cristo entrar. ¿Qué hubiese pasado
con los discípulos si ellos no hubiesen invitado a Jesús? ¿Qué lección nos enseña esto?

Preguntas para dialogar:

1. Imaginen la conversación que llevaban los dos discípulos antes de que Jesús se les uniera.
Escriban cuáles serían sus sentimientos en ese camino.

2. Los versículos 26 y 27 dice que Jesús se puso a explicarles las profecías sobre el Mesías
desde el principio de las Escrituras, en vez de presentarse directamente como Jesús
resucitado, ¿Por qué habrá hecho eso Jesús? ¿Y qué importancia tienen entonces que
conozcamos las profecías y la Biblia?

3. Los versículos 28-31 dice que los discípulos invitaron a Cristo entrar. ¿Qué hubiese pasado
con los discípulos si ellos no hubiesen invitado a Jesús? ¿Qué lección nos enseña esto?
Preguntas para dialogar:

1. Imaginen la conversación que llevaban los dos discípulos antes de que Jesús se les uniera.
Escriban cuáles serían sus sentimientos en ese camino.

2. Los versículos 26 y 27 dice que Jesús se puso a explicarles las profecías sobre el Mesías
desde el principio de las Escrituras, en vez de presentarse directamente como Jesús
resucitado, ¿Por qué habrá hecho eso Jesús? ¿Y qué importancia tienen entonces que
conozcamos las profecías y la Biblia?

3. Los versículos 28-31 dice que los discípulos invitaron a Cristo entrar. ¿Qué hubiese pasado
con los discípulos si ellos no hubiesen invitado a Jesús? ¿Qué lección nos enseña esto?

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