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Dr. Pedro Casanova Sotolongo,1 Dr. Pedro Casanova Carrillo2 y Lic. Carlos Casanova Carrillo 3
Resumen
Actualmente existe una gran confusión sobre la individualidad del DEMAE como entidad clínica.
Esto se debe al empleo de diversas denominaciones para designar procesos diferentes, surgidos
de estudios con distintas metodologías y concepciones diagnósticas e interpretativas.5 (Casanova
Sotolongo P, Casanova Carrillo P, Casanova Carrillo C. Trastornos de la memoria asociados con la
edad en la Atención Médica Básica. Aspectos conceptuales y epidemiológicos. (En proceso
editorial).
Entre los numerosos términos existentes, los autores emplean en este trabajo, el de deterioro de
la memoria asociado con la edad (DEMAE) considerado conceptualmente como un estado clínico
caracterizado por una declinación de la función mnésica vinculada con el envejecimiento en
personas con 50 y más años de edad, con sensación subjetiva de pérdida de memoria en una
intensidad de por lo menos 1 desviación estándar (DE) por debajo del promedio para adultos
jóvenes en los patrones de mediciones de función de memoria sin ser dementes y sin otra
condición médica o psiquiátrica que explique su causa. 6,7
Los trastornos cognitivos vinculados con la edad se han convertido en un problema importante de
salud. En Cuba, al cierre del 2001, el 14,6 % de su población (más de un millón y medio de
habitantes) tenía más de 60 años y según estimaciones para el 2050 el país se convertirá en uno
de los más envejecidos del mundo. En el ámbito nacional, los trabajos realizados con respecto al
deterioro cognitivo han mostrado cifras de prevalencia en la comunidad de 4,2 a 19,6 %. Cuando
se incluyen personas desde los 50 años, el promedio general puede ser más bajo en comparación
con los grupos a partir de 65 años.1,6,7
En general, existe una tendencia al incremento de los casos en función de la edad. Sin embargo,
hay autores con resultados totalmente contradictorios en que la prevalencia del DEMAE decrecía
más bien con los años, un hallazgo contrario a lo esperado. Esto puede deberse al procedimiento
usado en la evaluación psicológica y de la influencia de la educación, entre otros factores. No
obstante, es evidente el papel de la edad como factor de riesgo para el origen del DEMAE, sobre
todo entre 80 y 89 años.10-15
Consideraciones diagnósticas
A pesar de que los defectos conductuales asociados con el DEMAE son fenómenos cognitivos
relativamente modestos y leves en comparación con los observados en las demencias, ellos
pueden ser molestos y difíciles para muchos adultos de la mediana y tercera edad con labores que
demandan actividad intelectual.6
Se señala por diversos autores que el DEMAE es un fenómeno del envejecimiento normal,
aunque el término “ normal” es dudoso por el hecho de que hay ancianos que no presentan el
trastorno. Por lo tanto, no es correcto identificar el DEMAE como una consecuencia natural del
envejecimiento. La opinión que prevalece actualmente es que no se debe considerar el olvido
como inevitable y propio de la edad avanzada pues puede ser consecuencia de entidades que van
desde problemas ligeros hasta tan devastadores como la enfermedad de Alzheimer (EA). Se debe
desmitificar la idea de que los trastornos de la memoria son normales en la tercera edad. Todo el
que los presente debe acudir a consulta y someterse a un diagnóstico de su posible causa.26-28
Por otra parte, la posibilidad de que existan ancianos sanos ha suscitado amplios debates en la
actualidad, pues los cambios que acompañan al proceso de envejecimiento provocan insuficiencias
funcionales, a veces múltiples, en su organismo. Esto entorpece como es natural su
desenvolvimiento físico y social, lo que hace difícil hablar de "ausencia de enfermedad" o "pleno
bienestar".16
Sin embargo, los límites entre las alteraciones cognitivas del envejecimiento “ normal” y el
patológico son muy sutiles y, en ocasiones, difíciles de definir. La pérdida de memoria aparece en
el envejecimiento y en las demencias, pero los patrones clínicos son cualitativamente y
cuantitativamente diferentes. En las demencias el deterioro neuropsicológico es más global y
abarca a las llamadas funciones cerebrales superiores.7
Los estudios epidemiológicos realizados demuestran que los individuos con DEMAE, por lo
general, con manifestaciones clínicas ligeras, tienen un mayor riesgo de EA y, probablemente de
otra forma de demencia. Es posible que el DEMAE pueda presentarse como un pródromo de
demencia vascular o de EA. Sin embargo, no pocos investigadores consideran que aún es
imposible predecir con certeza la prevalencia o el pronóstico de los ancianos con deterioro
cognitivo ligero.29,31,32
Es dudoso que el DEMAE sea una condición precedente de una futura demencia senil o de otra
enfermedad como se ha señalado y no debe ser confundido con la demencia pues los problemas
mnésicos del envejecimiento normal no tienen una repercusión tan grave y puede ser bastante
común. La mayor parte de los investigadores propone que el DEMAE se reconozca como una
entidad nosológica individualizada para describir una involución de la memoria propia de la edad
sin otra causa y para la cual se han ensayado esquemas terapéuticos. 10,18,22,23,25
Un problema mencionado por diversos autores en cuanto al reconocimiento del DEMAE es la poca
definición de los criterios diagnósticos y, por ello, la posible existencia de errores en el aspecto
etiológico y en los estudios epidemiológicos realizados. En la práctica parece que muchas
personas ancianas tratadas por DEMAE o de supuesta EA podrían estar afectadas por otras
condiciones médicas o por ingestión de medicamentos, lo que técnicamente imposibilitaría el
diagnóstico y esto debe ser tenido en mente en los estudios de prevalencia del DEMAE. Esta es un
área controversial dada la posible atracción para la industria farmacéutica de delinear una
enfermedad o desorden nuevo y muy común y el crecimiento de la población destinada al
tratamiento con drogas para prevenir los aspectos del envejecimiento.6,7,25,31
Las bases fundamentales del diagnóstico del DEMAE son la confección por parte del médico de
una anamnesis adecuada, larealización de un examen físico completo, incluidos el neurológico, la
evaluación neuropsicológica y estudios complementarios. Se ha estimado que esta conducta
facilitaría el diagnóstico clínico del DEMAE con más del 80 % de seguridad.1,22,24,31,32
Un primer paso en el proceso de reconocer al trastorno es demostrar la presencia de un síndrome
amnésico. En el anexo 1 se muestran los lineamientos propuestos por Allegri (Allegri RF. Del
Olvido a la Amnesia. Memoria y Olvido. Buenos Aires, Argentina; 1994.) para lograr este objetivo.
En el anexo 2 se han empleado en el diagnóstico del DEMAE, los criterios recomendados por el
NIMH. En el anexo 3 se agregan además, las recomendaciones formuladas para su exclusión. 6,25,32
A la hora de extraer conclusiones acerca del rendimiento del paciente en las diferentes pruebas, el
examinador deberá contemplar los posibles fallas extracognitivos que pudieran estar contaminando
el desempeño. Por ejemplo, los trastornos visuales pueden provocar fallas en tareas de atención o
memoria visual, sin que sea estrictamente un trastorno de la atención o de la memoria. 1,5,10,14
Un criterio importante y uno de los más fiables es el tiempo, pues es raro que la causa del DEMAE
se mantenga dudosa a los 2 años de la primera consulta, pues los casos que van a evolucionar a
una demencia, pasado ese intervalo de tiempo ya presentan manifestaciones, aunque leves,
típicas de la enfermedad en la mayoría de las ocasiones. Para poder realizar el diagnóstico
etiológico lo más precozmente posible es necesario contar con recursos técnicos modernos, de
eficacia probada, pero muy caros.6,7,25
Se ha destacado que marcadores de la EA como las lesiones patológicas (placas seniles y ovillos
neurofibrilares) se encuentran también en un gran número de cerebros de personas ancianas
normales y que la EA es tanto cualitativa como cuantitativamente diferente de la declinación normal
de la senectud.25,29-31
En las demencias corticales tipo EA, la memoria episódica muestra fallas severas tanto en el
archivo como en la búsqueda de la información, como lo demuestran los resultados del recuerdo
simple y del recuerdo facilitado. La memoria a corto plazo está relativamente preservada hasta
etapas tardías de la enfermedad y la mayor afectación es en la memoria a largo plazo. A diferencia
de la memoria episódica, la memoria semántica se afecta sólo en la EA y no en el envejecimiento
normal.29
En general, los pacientes con EA realizan las pruebas psicológicas de manera similar a los
ancianos sanos, pero a un nivel inferior, y siempre existe un solapamiento entre las puntuaciones
de ambos grupos, lo que apoya la hipótesis de la continuidad en cuanto al rendimiento en
memoria. Aún no se ha conseguido diseñar una prueba que discrimine con el 100 % de precisión
entre la demencia leve y el envejecimiento normal, una prueba diagnóstica de memoria en las que
fallen sistemáticamente los pacientes EA y sea realizada correctamente por los ancianos sanos. 29
La mayoría de los autores consideran el DEMAE como una entidad clínica bien individualizada. La
relativa facilidad de su diagnóstico por métodos clínicos, neuropsicológicos y de imagen hace que
pueda ser una herramienta eficaz en manos de los médicos de familia. Sin embargo, el hecho
demostrado de que la enfermedad de Alzheimer y otras demencias pueden, en las etapas iniciales,
presentar la apariencia de un DEMAE reafirma la importancia que reviste la detección precoz de
los trastornos cognitivos y, en especial, de la memoria como signos frecuentes e iniciales de los
síndromes demenciales. Los principales problemas diagnósticos entre el DEMAE y la demencia
son la ausencia de criterios de amplia aceptación y utilización; el amplio rango de pruebas
psicométricas usadas actualmente, algunas de las cuales aun no tienen una adecuada validación
en los ancianos y que hace difícil comparar los diferentes estudios entre sí; el número
relativamente pequeño de sujetos que han sido adecuadamente evaluados y seguidos por un
periodo de tiempo conveniente y las escasas investigaciones neuropatológicas y neuroquímicas en
estos pacientes con defectos ligeros de la memoria.
Tomado de: Allegri RF. Del Olvido a la Amnesia. Memoria y Olvido. Buenos Aires, Argentina;
1994.
Anexo 2. Criterios diagnósticos propuestos por el grupo de trabajo del Instituto Nacional de Salud
Mental de Estados Unidos para el deterioro de la memoria asociado con la edad
Tomado de: Crook y otros. Age-associated memory impairment: Propose criteria and measures of
clinical change. Report of the National Institute of Mental Health work group. Dev. Neuropsychol.
1986;2:261-76.
Anexo 3. Criterios de exclusión para el diagnóstico del deterioro de la memoria asociado con la
edad
Tomado de: Crook y otros. Age-associated memory impairment: Propose criteria and measures of
clinical change. Report of the National Institute of Mental Health work group. Dev. Neuropsychol.
1986;2:261-76.
Summary
Key words: Dementia, cognitive deterioration, Alzheimer's disease, aging, risk factors, memory
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