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1.

Introducción
El debido proceso es el derecho fundamental que tienen todas las personas a
participar en procedimientos dirigidos por unos sujetos con unas determinadas
condiciones y cuyo desarrollo en forma y decisión de los intervinientes deberá
sujetarse a los lineamientos establecidos en las normas jurídicas. Es un derecho
fundamental que reclama de procedimientos pluralistas y ampliamente
participativos, en los que se asegure la igualdad y un debate que permita la
defensa de todos sus participantes.
Dichos procedimientos, en los que sólo podrá decidirse de fondo de conformidad
con el derecho sustancial preexistente, deberán ser desarrollados de conformidad
con las formas preestablecidas en el ordenamiento y estar dirigidos por terceros,
exclusivos, naturales, imparciales e independientes
2. Desarrollo

El concepto de “debido proceso legal” se corresponde con el término en inglés


“due process of law”, cuyos antecedentes remotos se encuentran en la Magna
Carta inglesa de 1215 y en una ley del estado de Massachusetts de 1692.

En México, es un derecho que comenzó a interpretarse en 1975, el núcleo de este


derecho, encontró su desarrollo en la interpretación sistemática de los artículos 14
y 16 constitucionales, y fue entendido como una garantía individual.

El párrafo segundo del artículo 14 de la Constitución Mexicana exige que todo acto
privativo sea dictado por tribunales previamente establecidos, en un juicio en el
que se observen las formalidades esenciales del procedimiento. La Constitución
señala en el sexto párrafo, del artículo 18 constitucional, que; A partir de la
reforma constitucional en materia de Derechos Humanos del 10 de junio de 2011,
la Constitución Política en el artículo 1o., constitucional dio apertura precisa a los
de Derechos Humanos reconocidos por los tratados internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte. Sus implicaciones nos obligan a conocer el desarrollo
del derecho al debido proceso legal en el ámbito interno, y también en el Derecho
internacional de los Derechos Humanos.

El Juez interamericano Eduardo Ferrer Mac-Gregor, define al debido proceso


como: un derecho humano abierto de naturaleza procesal y alcances generales,
que busca resolver de forma justa las controversias que se presentan ante las
autoridades judiciales, con la finalidad de proteger a las personas y asegurar la
justicia.

Las “formalidades esenciales del procedimiento” son de carácter complejo e


involucra cuestiones muy diversas. La Constitución hace referencia, a lo que en
otros sistemas jurídicos denomina el “debido proceso” o también el “debido
proceso legal”. La C.I.D.H. señala que el debido proceso legal se refiere al
“conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales a
efectos de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente
sus derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos, cualquier
actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un proceso, sea
administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal

para que una autoridad pueda afectar a un particular en su persona o en sus


derechos, tal acto de afectación en principio debe estar precedido de un
procedimiento en el que se oiga previamente al afectado, en defensa de sus
derechos, dándole a conocer todos los elementos del caso en forma completa,
clara y abierta y dándole también una oportunidad razonable, según las
circunstancias del caso, para probar y alegar lo que a su derecho convenga; y el
acto de afectación, en sí mismo, debe constar por escrito y emanar de autoridad
legalmente facultada para dictarlo, y en dicho acto o mandamiento deben hacerse
constar los preceptos legales que funden materialmente la afectación al individuo,
así como los hechos que hagan que el caso actualice las hipótesis normativas y
den lugar a la aplicación de los preceptos aplicados.

Las formas alternativas de justicia deberán observarse en la aplicación de este


sistema, siempre que resulte procedente. El proceso en materia de justicia para
adolescentes será acusatorio y oral, en el que se observará la garantía del debido
proceso legal, así como la independencia de las autoridades que efectúen la
remisión y las que impongan las medidas. Éstas deberán ser proporcionales al
hecho realizado y tendrán como fin la reinserción y la reintegración social y familiar
del adolescente, así como el pleno desarrollo de su persona y capacidades
3. Conclusión
En conclusión; el debido proceso es un derecho fundamental contentivo de
principios y garantías que son indispensables de observar en diversos
procedimientos para que se obtenga una solución sustancialmente justa, requerida
siempre dentro del marco del estado social, democrático y de derecho. Es un
derecho de toda persona a participar en un procedimiento dirigido por unos sujetos
con unas cualidades y funciones concretas, desarrollado de conformidad con las
normas preestablecidas en el ordenamiento jurídico, en los que se debe decidir
conforme al derecho sustancial preexistente, siempre y cuando se dé la
oportunidad de oír o escuchar a todos los sujetos que puedan ser afectados con
las resoluciones que allí se adopten.

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