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I. INTRODUCCIÓN
Hoy la sociedad asiste al proceso de diversificación e integración sociocultural a escala global, es
decir, la “forma de ser, pensar y actuar” también se globaliza, se torna más común. La educación, es
vehículo de transmisión de la cultura, moldea las variables hereditarias que traemos al nacer: la
inteligencia, el pensamiento, las diversas capacidades, etc., y son completadas por la acción educativa en
todo ámbito de interacción social, adaptándose a su ecología social, especialmente al clima social
proporcionado por los individuos importantes de su entorno.
También se sabe de las evidencias empíricas sobre los beneficios de la educación emocional en el
individuo; pero, que hay sobre ¿las interrelaciones sociales? Hoy, en general la importancia de cultivar la
inteligencia social son más que enormes, porque mejora la salud colectiva, evita todo tipo de conflicto
prejudicial, la capacidad de desempeño en los centros laborales es más apropiado y sobre todo, se es más
feliz; entonces para convivir en armonía es preciso no sólo el bienestar personal y sino también es
imprescindible lo social, para posibilitar el aprendizaje significativo en los discentes y contribuya en ellos a
conseguir los objetivos educativos planteados por Jacques Delors de la UNESCO (1996): Aprender a
conocer, aprender hacer, aprender a convivir y aprender a ser(1).
1
Para efectos de esta investigación, se consideró como soporte teórico los trabajos de Daniel
Goleman de su libro “Inteligencia Social – La nueva Ciencia de las Relaciones Humanas” (2006)(2), que
divide la inteligencia social en dos grandes componentes o categorías, la Conciencia Social (es
decir, lo que sentimos sobre los demás) y la Aptitud Social (es decir, lo que hacemos con esa
conciencia). Y lo planteado por Karl Albrecht, en su libro “Inteligencia Social – La Nueva Ciencia del Éxito”
(2007) (3), el Modelo SPACE (consciencia situacional, presencia, autenticidad, claridad y empatía)
Para Daniel Goleman, en su libro Inteligencia Social(2) “La inteligencia social es la capacidad
humana para relacionarse”. Sustenta esta afirmación sosteniendo desde una perspectiva evolucionista, y
dice: “la inteligencia se encuentra entre esas capacidades humanas que han ayudado a nuestra especie a
sobrevivir. El cerebro social se desarrolló muchísimo en las especies de mamíferos que viven en grupo,
perfeccionándose como un mecanismo de supervivencia. El cerebro social y por ende la inteligencia social
se desarrolló para enfrentar los desafíos que enfrentaban en grupo los primates: quién es el macho alfa,
con quién se puede contar para la defensa, a quién debe uno agradar y cómo los humanos, muestran la
necesidad de coordinar, cooperar y también competir, impulsó la evolución de nuestro tamaño cerebral y
de la inteligencia en general” (2).
Para poder desarrollar esta inteligencia social, y conseguir unas relaciones productivas y
personales saludables, eficaces y eficientes, Goleman nos propone 8 habilidades a desarrollar cimentadas
en dos presunciones esenciales: la Conciencia Social y la Aptitud Social (2).
La Conciencia Social vendría a ser el cúmulo de sentimientos que tenemos hacia los demás,
derivados de la capacidad cerebral que nos permite ser empáticos, y que estaría compuesta por lo que
Goleman define como la empatía primordial, la sintonía, la exactitud empática y la cognición social.
Por su lado, la Aptitud Social vendría determinada por lo que hacemos con esa conciencia social,
es decir, nuestro comportamiento relacional y que estaría determinado por la sincronía, la presentación de
uno mismo, la influencia y el interés por los demás (2).
Karl Albrecht en su libro Inteligencia Social (3), la define: “Como la disposición de llevarse bien con
los demás y ganarse su cooperación. Una combinación de sensibilidad hacia las necesidades e intereses
de los otros – nuestro “radar social” –, y una actitud de generosidad, consideración y habilidad para
interactuar con cualquier persona en todo los ámbitos”.
III. RESULTADOS:
En este apartado presentamos la descripción de la muestra Grafico 01 y los resultados más importantes,
en razón de las variables generales gráficos 2, 3, 4 y tablas 1.
2
Grafico 01
Tabla 01 Grafico 02
Grafico 03 Grafico 04
IV. CONCLUSIONES:
Según el Cuestionario Inteligencia Social Laboral, el nivel de inteligencia social de la mayoría de
profesionales se encuentran en un nivel alto; con el 70 % se ubican entre alta y media, el 30 % de
diferencia en el nivel bajo. Destacando la habilidad de trabajo en equipo, sintonización y empatía.
Según el Cuestionario de Inteligencia Social Personal, ratifica los resultados ubicándose entre el nivel
3
de inteligencia media y alta, donde el 87 % del personal obtuvo medias mayores 0.60, y el porcentaje
de diferencia se ubica en el nivel bajo.
Las habilidades y/o cualidades de inteligencia social en el centro laboral, se encontró valores más
altos en las habilidades de: TRABAJO EN EQUIPO, SINTONIZACIÓN, EMPATÍA y CONCIENCIA
ORGANIZACIONAL; lo que significa que los objetivos corporativos pueden ser alcanzados
satisfactoriamente, por intermedio de acuerdos, entendimientos, consensos y predisposiciones que
involucre la identidad y mejora de la organización.
Según el (CISP), el componente y habilidad más relevante es del denominado Modelo SPACE, donde
la habilidad CLARIDAD tiene la media más alta, lo que significa que los profesionales pueden:
comunicar eficazmente, trasmitir claridad en sus mensajes y adaptarse para lograr cooperación de los
demás.
El segundo componente con mayor fuerza es el de APTITUD SOCIAL, cuyas habilidades
predominantes son: INFLUENCIA e INTERÉS POR LOS DEMÁS, implicando que: pueden causar
una impresión favorable hacia los demás, demostrar amabilidad en su trato y manifestar fiabilidad en
sus palabras, comunicar asertivamente sus mensajes, relacionarse íntimamente para entender a
otras personas y pueden desarrollar acciones sociales para beneficio de los demás. Lo anterior nos
indica que las cualidades de inteligencia social en los docentes en estudio son relativamente
apropiadas para el ejercicio profesional.
Respecto al nivel de inteligencia por componentes diferenciado por el género, media de edades
recodificadas, media del tiempo de servicio no existe diferencia significativa en los componentes
mencionados. Mientras que el nivel de inteligencia diferenciado por la condición laboral, estado civil,
nivel y especialidad, existe mínima diferencia estadística.
V. RECOMENDACIONES:
Realizar una ampliación de la investigación con la finalidad de estandarizar los instrumentos.
Desarrollar el constructo inteligencia social en cualquier tipo de organización; para evitar conflictos a
la organización y potenciar el desempeño de sus integrantes.
Para la organización en estudio y similares, sería beneficioso el diseño y aplicación de programas de
educación en inteligencia social en las instituciones educativas, juntamente con las que corresponden
a las competencias y capacidades docentes.
Fomentar el desarrollo de habilidades sociales en los docentes por ser generadores de cambio
social, generando un ambiente de armonía, que implica relaciones no toxicas entre sus pares
profesionales.
Propiciar, que la Universidad Peruana Los Andes, de atención al tema en estudio, por ser el
constructo, temática del campo de la psicología y de pronto necesarios en la formación de los futuros
profesionales de la salud mental.
Co. EE.UU.
(4) OMS Informes obre la Salud en Mundo 2002 (Cap.4) Disponible en
http://www.who.int/whr/2002/en/whr02_es.pdf. Accedido el 07 de Julio del 2014.
(5) Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee. HARVARD BUSINESS REVIEW. Filadelfia, EE.UU.
– 2008.