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LIMA – PERÚ
2012
I
TRASTORNOS DE INICIO DEL
COMPORTAMIENTO DISRUPTIVO EN
ESTUDIANTES DE 8 A 11 AÑOS DE UNA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA – CALLAO
II
JURADOS DE TESIS
III
Índice de Contenidos
INTRODUCCIÓN 1
Problema de investigación 3
Planteamiento 3
Formulación. 4
Justificación. 4
Marco referencial 5
Antecedentes. 5
Marco teórico. 11
Definición de trastornos. 12
Definición de conducta. 12
Las conductas disruptivas. 12
El comportamiento. 13
Los trastornos del comportamiento disruptivo. 13
Causas del trastorno 14
Evolución de los trastornos del comportamiento disruptivo. 15
Categorías de los trastornos de inicio del comportamiento disruptivo. 16
Trastornos de inatención - impulsividad - hiperactividad (IIH). 16
Inatención o distracción. 17
Impulsividad. 18
Hiperactividad. 19
Trastorno pre-disocial (TPD). 19
Trastorno disocial (TD). 20
Trastorno oposicionismo desafiante (T.O.D). 21
Objetivos 23
Objetivo general. 23
Objetivos específicos. 23
MÉTODO 24
Tipo y diseño de investigación 24
Variable 24
IV
Definición conceptual. 24
Definición operacional. 25
Operacionalización de las variables. 25
Participantes 26
Antecedentes familiares. 26
Instrumento de investigación 26
Ficha técnica del instrumento de investigación. 26
Confiabilidad del instrumento. 28
Procedimientos 28
RESULTADOS 29
Discusión, conclusiones y sugerencias 31
Discusión 31
Conclusiones 35
Sugerencias 36
REFERENCIAS 38
ANEXOS
Ficha técnica
Validez por juicio de expertos
Matriz del instrumento
Instrumento validado.
Manual del instrumento
Cronograma de actividades
V
Índice de tablas
VI
Índice de figuras
VII
Resumen
El objetivo de esta investigación descriptiva simple fue determinar los trastornos de inicio
del comportamiento disruptivo en estudiantes de 8 a 11 años de edad, de una Institución
Educativa del Callao. Se contó con una muestra disponible de 100 estudiantes
comprendidos en el rango de edad ya indicado. Se utilizó el Cuestionario para la
detección de los trastornos del comportamiento en niños y adolescentes “ESPERI” de
Parellada, San Sebastián y Martínez (2009). Los resultados señalaron un nivel grave en
los trastornos de: inatención- impulsividad e hiperactividad, oposicionismo desafiante,
predisocial y el trastorno disocial. Obtuvieron puntuaciones superiores a los 77%. Se
concluye que los estudiantes de 8, 9, 10 Y 11 años de edad de una institución educativa
pública del nivel primario del Callao, presentan niveles graves de trastornos del
comportamiento.
Abstract
This descriptive simple research aimed to determined the beginning of disruptive behavior
disorders in the students aged 8-11 years of a public school in Callao. The samples were
100 students aged 8-11 years. The questionnaire for detection of behavior disorders in
children and adolescents “ESPERI” of Parellada, San Sebastian and Martinez, (2002) was
used. The results showed a severe (serious) level of inattention, impulsivity and
hyperactivity, oppositional defiant disorder, pre-disocial personality disorder and disocial
disorder, all of which rated over 77%. It is concluded that the 8,9,10 and 11-year-old
primary students of a public school in Callao have serious levels of beginning of disruptive
behavior disorders.
VIII
IX
1
Introducción
Los trastornos de inicio del comportamiento disruptivo que presentan los estudiantes de
8 a 11 años de edad en los centros escolares han estado y están continuamente
presentes como problemas manifestados por los niños y adolescentes en su interacción
en distintos contextos, entorno escolar, de pares e incluso entorno familiar, esta situación
se ha convertido en una preocupación permanente para los padres de familia, los
profesores y psicólogos debido a las consecuencias que implican en la vida diaria de
los niños. Situación que sucede en todo el mundo. “La violencia en la escuela es reflejo
de la sociedad, especialmente en el mundo no desarrollado”. (Monclus, 2005. p.13)
(Tomada de la revista Iberoamericana de Educación) la preocupación del Fondo
Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Con
esta versión podemos reafirmar que los estudiantes solo demuestran en la escuela lo que
sucede en sus casas.
En este sentido, dentro del contexto escolar, una de las grandes dificultades de
todos los maestros que laboramos en Instituciones públicas es no contar con psicólogos,
con docentes capacitados en estos temas, no recibir capacitaciones o actualizaciones en
estos temas, no desarrollar programas de modificación de conductas mucho menos saber
2
Problema de investigación
Planteamiento.
En nuestro país existe un grave problema con los trastornos de inicio del comportamiento
disruptivo de niños y niñas, así como muestra el estudio realizado por (Parellada, San
Sebastián y Martínez, 2009:p.9) quienes confirman que, “Las conductas agresivas se
presentan desde el nido y afecta entre 7% y 10% de escolares”. El Comercio.pe (Abril, 14
del 2012), da a conocer el estudio realizado por Oliveros donde destaca que, en colegios
de la costa, sierra y selva entre los años 2007 y 2010 las agresiones entre compañeros
se basan en “Los apodos, las patadas, robos y amenazas, son, en ese orden, las
principales formas de expresión del acoso entre estudiantes, que no distingue clase social
ni sexo.”
Del mismo modo estos trastornos de inicio del comportamiento disruptivo que
presentan los estudiantes influyen en el desarrollo de sus aprendizajes, pues con
frecuencia son interrumpidas la secuencia de aprendizaje con conductas de indisciplina y
agresión, recortando así el tiempo del desarrollo de las actividades pedagógicas y lo más
importante cortando la ilación de los temas que se están tratando. Estas constantes
interrupciones perjudican al estudiante en su normal desenvolvimiento como persona y
como estudiante dentro de la sociedad.
que ellos imitan en su entorno social y hacen que cada día vaya progresando estos
trastornos.
Por estas razones la presente investigación pretende dar respuestas al siguiente
problema general:
Formulación.
¿Cuál es el nivel del trastorno disocial (DI) en estudiantes de 8 a 11 años de edad de una
institución educativa del Callao?
Justificación.
Desde el punto de vista pedagógico permitirá identificar los trastornos de inicio del
comportamiento disruptivo, las características de sus manifestaciones y entender de
mejor manera la realidad de los estudiantes, a partir de ello reformular el programa
curricular de la institución educativa y aplicar estrategias de enseñanza acordes a las
características reales de los estudiantes y así prevenir las consecuencias que traen
estos problemas.
Marco referencial
Antecedentes.
Los trastornos de inicio del comportamiento disruptivo por ser muy poco utilizado en las
investigaciones con esa denominación y no habiendo un instrumento adecuado y
específico para la evaluación de los trastornos que lo conforman, no se pudo hallar
antecedentes de éste tipo, pues la mayoría de las investigaciones realizadas fueron
utilizando otros términos para denominar estas mismas conductas que presentan los
estudiantes en las aulas y que impiden el normal desarrollo de la sesión de clase o el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Específicamente en el Perú no existen
investigaciones sobre estos temas y si existen generalmente son para diagnosticar a los
adultos y no así a niños. Pero si existen programas de control de conductas. Por tal
motivo, para la presente investigación se presentan antecedentes internacionales y
algunas nacionales con temas similares. Entre estos estudios se pueden señalar los
antecedentes:
Bordallo, Zagalaz y Arenas (1995) realizaron una investigación sobre los trastornos
de conducta infantiles en medios socioeconómicos diferentes. Con el objetivo de
identificar la prevalencia del trastorno disocial y las causas que provocan en la sociedad.
Con una muestra constituida por un total de 262 participantes, de ambos sexos, con
edades comprendidas entre los 11 y los 15 años. Comprendió 163 colegios privados y
99 de colegio público. Se aplicó un cuestionario sobre esas conductas. Para lo cual se
utilizó el método descriptivo comparativo. Se obtuvo los siguientes resultados: del total de
la muestra 13.7% presentaban frecuentes conductas disruptivas, frente al 86,3% cuya
frecuencia es escasa a nivel de colegios, en ambas instituciones existe un claro
predominio de las conductas disruptivas en los varones.
Así mismo, Buela y Del Carpio (2001) en una investigación realizada con el
propósito de identificar, en el ámbito escolar, a aquellos sujetos que se encuentran en
situación de riesgo de desarrollar un patrón de conducta antisocial. Con una muestra de
526 estudiantes que oscilan entre los 10 y los 17 años de ambos sexos. Para tal efecto se
utilizó la Escala de conducta antisocial ASB, adaptada. Con un método descriptivo
correlacional. Donde los resultados demuestran que los estudiantes presentan moderado
riesgo de desarrollar patrones de riesgo antisocial y se demostró que existen diferencias
significativas en las manifestaciones de la conducta en función de género.
En una investigación realizada por León (2001) con el propósito de determinar los
efectos de un programa de intervención con técnicas conductuales cognitivas en los
problemas de conducta de desobediencia y agresión, trastornos que constituyen un tema
de gran relevancia social. Con tal propósito se aplicó un diseño experimental de tipo
multielemento de sujeto único a un niño de 6 años y una niña de 7 años. Los resultados
reflejan que las técnicas de economía de fichas, manejo de contingencia, juego de roles,
autoinstrucciones y generalizaciones de la conducta que constituyeron elementos del
programa de intervención. Fueron efectivos en la reducción de la conducta de
desobediencia y agresión.
para ello los criterio psicométrico del ADHD (Déficit de atención e hiperactividad) RS-IV.
Los casos de TDAH, según la lista denominada Entrevista diagnóstica para niños de
acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental. Los resultados indican una tasa global de
prevalencia del 6,66% de los cuales el 1% fueron del tipo hiperactivo, el 1,27% de tipo
inatento y el 4.38% del sub tipo combinado. La prevalencia en varones es
significativamente superior al de las mujeres, con similares resultados en primaria y
secundaria.
Jiménez, Pérez, Medina y Rivera (2010) el presente estudio es una revisión que
trata de analizar las causas y la evolución de los trastornos del comportamiento
perturbador en la infancia y la adolescencia, así como su repercusión en el desarrollo de
un posible trastorno por abuso de sustancias. La metodología utilizada fue la búsqueda
bibliográfica, utilizando los descriptores MESH, “Los trastornos de conducta y trastornos
de abuso de sustancias”. Con esta metodología, se seleccionaron un total de 35 estudios,
por su especial relevancia y relación con el tema objeto de esta revisión. El análisis y
lectura crítica de los estudios revisados nos llevan a concluir que: a) existe una relación
de causalidad entre los trastornos del comportamiento perturbador y el desarrollo de un
trastorno por abuso de sustancias; b) la gran influencia que en esta evolución tiene el
entorno familiar y comunitario requiere que la prevención y el tratamiento deban centrarse
en la familia (agente socializador más importante); también son necesarias actuaciones
en el ámbito escolar, social (grupo de iguales) y comunitario.
11
Marco Teórico.
Definición de conducta.
“Son aquellas que influyen negativamente en el proceso docente y/o supone un grave
trastorno para el normal desarrollo de la vida escolar”. Entonces podemos definir como
aquella conducta que genera conflictos en el aula de un centro de estudios o un grupo de
niños o adolescentes que se encuentran bajo la dirección de un tutor. (García, 2008:P.37).
13
El comportamiento.
Para Greciano (diciembre, 2001) menciona lo dicho por Watson (1924), según la cual “la
conducta es lo que el organismo hace o dice tanto interna como externamente”. (p.2).
Entonces se puede mencionar que Watson no reducía el comportamiento únicamente a la
actividad motora, sino que admitía la existencia de otros tipos de actividad del organismo
como la emocional.
Por tanto para Pedreira (2004) refiere que estos trastornos van más allá de la
simple travesura infantil o rebeldía adolescente y al momento de evaluar los
comportamientos de un niño es importante tener en cuenta la edad y el nivel de
desarrollo que presente el individuo, pues la mayoría de las conductas disociales pueden
ser normales en una determinada edad o situación y lo que es patológico puede ser la
edad en que aparecen.(p 10).
Según Rodríguez (2008) señala que hasta un 40% de los niños con trastornos del
comportamiento pueden evolucionar en adultos con trastornos antisociales de la
personalidad y que es la variante de personalidad más perniciosa socialmente, así mismo
, los trastornos de comportamiento en la infancia presentan una prevalencia superior al
5%. Se diagnostican con más frecuencia en el sexo masculino. (p. 951).
De acuerdo a los estudios realizados por Ramón (2010) la causa del trastorno del
comportamiento disruptivo en sí es desconocida. La prueba conocida del trastorno del
comportamiento disruptivo indica que es de base “genética”. “Causa neurobiológica (del
cerebro); ya que se encuentran unos niveles bajos de dopamina y noradrenalina
(neurotransmisores). Se observa que esta disfunción dopaminérgica afecta a las zonas
del cerebro encargadas de la atención y las tareas ejecutivas que repercuten en los
procesos que participan del juicio social (gracias a la capacidad de inhibición y
autocontrol), así como al movimiento. Aunque esta base neurobiológica genera una
predisposición orgánica, siendo las condiciones del contexto en el que se desenvuelve el
sujeto el que determina tanto la manifestación del problema, pero sobre todo su
evolución”. (p.2).
Según Rodríguez (2008) señalan que los trastornos del comportamiento disruptivo
pueden evolucionar a trastornos de la personalidad, si no se detectan a tiempo, estas
conductas observables pueden ser identificadas: “De inicio: especialmente aquellos que
fueron diagnosticados como trastorno disocial y trastorno oposicionista desafiante”
conductas, típicas de niños menores de 10 años, que presentan diagnósticos; De
comportamientos antisociales simples y graves; de gran variedad de síntomas, que
aparecen con mucha frecuencia en diversas situaciones y lugares; De conductas que
provocan desorganización y conflicto intrafamiliar; De psicopatologías en los padres,
sobre todo antisocial y alcoholismo. Algunas estadísticas indican que un 40% de niños
16
Del mismo modo Parellada, Et al. (2009) explican que el bajo rendimiento escolar,
la deserción temprana de la escuela, el bajo autoestima y el aislamiento de su grupo
social, representan algunos de los efectos de estos trastornos. En la mayoría de los
casos, los trastornos del comportamiento disruptivo, se asocia con ambientes de crianzas
desfavorables, familias desintegradas, aspectos que son necesarios tener en cuenta
para un abordaje integral y adecuado de los problemas del menor. (p.8).
Parellada, et al. (2009) menciona en su libro las clasificaciones realizadas por el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM_IV), Asociación Americana
de Psiquiatría, (APA 1994), Clasificación Internacional de las Enfermedades ( CIE–10) y
el Organismo Mundial de la Salud, (OMS 1992) contemplan tres tipos de trastornos del
comportamiento: El trastorno inatención-impulsividad e hiperactividad (IIH), el trastorno
negativista desafiante (TND), El trastorno disocia o trastorno de conducta (TD). De
acuerdo a la (OMS 1992) El trastorno predisocial se incluye en este grupo con el
propósito de detectar el trastorno del comportamiento disruptivo encubierto
especialmente en niñas (p.11).
Para la asociación Americana de Psiquiatría, tomada de Díaz (2011) son conductas que
se presentan con una frecuencia e intensidad mayor que lo observado en niños en
igualdad de condiciones de edad y sexo. Trastornos predictivos del trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH) son trastornos que afecta aproximadamente de 3 a 5%
de los niños en edad prescolar y escolar, lo que quiere decir que en una clase de 25 a 30
niños, hay probabilidad que uno tenga trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
De acuerdo a las clasificaciones del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos
mentales (DSM-IV), Asociación Americana de Psiquiatría (APA 1994), Clasificación
17
Inatención o distracción.
Según la definición de la real Academia Española dice: “Falta de atención”. (p. 853).
La inatención “es una atención inestable, dispersa y fatigable, que les impide
centrar y mantener la atención, comparar la información, no atender a información
relevante y seleccionarla, mientras que atienden a estímulos poco importantes,
dificultando así la adaptación a la realidad y entorpeciendo el aprendizaje” .(Bengoechea,
p:183)
presentado sucio y descuidado y elaborado sin previa reflexión; Los niños suelen
presentar dificultades para mantener la atención en actividades académicas o lúdicas,
resultándoles difícil mantenerse en una tarea hasta finalizarla. (p. 82-83)
Impulsividad
Hiperactividad.
Así mismo Díaz (2010) menciona las explicaciones del Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR (2002) plantea subtipos
neuropsicológicos para poder diagnosticas la hiperactividad, cuando demuestra
conductas como: Mueve en exceso manos y pies; Abandona su asiento en la clase; Corre
o da saltos en situaciones inapropiadas; Tiene dificultad para realizar actividades
tranquilas; Habla en exceso; Actúa como si estuviese impulsado “por un motor. (p. 3).
Según Parellada (2006) definen lo expuesto por la Organismo mundial de la Salud (OMS)
al trastorno predisocial “como conjunto de conductas de agresión y exclusión hacia otras
personas”. Este factor incluye conductas y maneras de actuar, las primeras, observables,
las segundas, más encubiertas, que pueden estar ocultos a un trastorno disocial o
evolucionar hacia él. Situaciones como: “Humillo a otras personas”, Dejo en ridículo a
otros” , “He hecho sufrir a mi compañero en la escuela”, ”No suelen formar parte de los
20
Ortiz, Giraldo y Palacios (2007) señalan que, los niños que presentan este
trastorno, tienden frecuentemente a oponerse a las reglas de los adultos y a molestar
deliberadamente a otras personas. Suelen sentirse enojados, resentidos y fácilmente
irritados por aquellas personas que les culpan por sus propios errores o dificultades.
Usualmente tienen una baja tolerancia a la frustración y pierden el control fácilmente.
Este tipo de comportamiento suele ser más evidente en el contacto con los adultos o
compañeros que el niño conoce bien. (p.4).
Así mismo Pichot, López y Valdés (1995) de acuerdo al (DSM-IV) señala que la
mayoría de los síntomas observados en estudiantes que padecen el trastorno negativista
desafiante, surgen, en niños y niñas hasta la adolescencia. Muchos de ellos, cuando
están cansados, con hambre o disgustados, tienden a desobedecer, discutir con sus
padres, profesores, compañeros y hermanos y desafiar la autoridad. Según el (DSM-IV-
TR, 2002) propuso una serie de criterios para poder llevar a cabo un diagnóstico para el
trastorno oposicionismo desafiante, destacando estas conductas: A menudo, se
encoleriza e incurre en pataletas; A menudo, discute con adultos; A menudo, desafía
activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus obligaciones; A menudo, acusa de sus
errores a otros; A menudo es colérico; A menudo es rencoroso y vengativo. (p. 98).
23
Objetivos
Objetivo General.
Objetivos Específicos:
Método
M O
Dónde:
Variable
Definición conceptual.
El trastorno de inicio del comportamiento disruptivo es un “término diagnóstico de inicio
habitual en la infancia”. En grado extremo puede llegar a violaciones de las normas y
25
Definición operacional.
Participantes
Tabla 1
Edades f % f % f %
8 12 55 10 45 22 22
9 9 33 18 67 27 27
10 13 43 17 57 30 30
11 6 29 15 71 21 21
Total 40 40 60 60 100 100
Instrumento de investigación
Procedimientos
Resultados
Tabla 2
Niveles de los trastornos de inicio del comportamiento disruptivo de la muestra
evaluada.
Inatención- Oposicionismo
Impulsividad-
Hiperactividad. Desafiante Predisocial Disocial.
Niveles f % f % f % f %
Leve 3 3 3 3 1 1 1 1
Moderado 8 18 20 20 4 4 3 3
Grave 79 79 77 77 95 95 96 96
En la tabla 1 se aprecia que los cuatro factores del trastorno del comportamiento
ocupan niveles altos de gravedad con porcentajes superiores al 77%.
Tabla 3
Puntuaciones de los factores del trastorno de inicio del comportamiento disruptivo, según
edad.
Edad
8 años 9 años 10 años 11 años
DE M DE M DE M DE M
Factores
Inatención-Impulsividad-
hiperactividad 50.17 6.70 47.92 44.70 9.47 8.99 40.14 6.62
Oposicionismo desafiante
35.13 6.98 36.81 7.82 31.67 7.03 30.67 7.31
Predisocial
27.22 6.48 29.92 7.46 36.10 6.04 26.05 8.74
Disocial
31.17 7.14 33.15 8.74 30.47 8.12 29.14 7.44
Discusión
se encolerizan con frecuencia por cualquier situación; discuten y los desafían a sus
padres, profesores o alguna persona adulta; infringen las normas de convivencia del aula;
son renuentes para cumplir sus obligaciones; acusan por sus errores a otros; es
rencoroso y vengativo… estos resultados coinciden con los hallazgos de Parellada, Et
al.(2009) quienes demuestran que el trastorno oposicionismo desafiante en estudiantes
de 8 años se encuentran en los grupos de moderado a grave mientras que los niños de
9 y 10 años en los grupos de grave a moderado y el grupo de 11 años se ubica en el
grupo de grave. Así mismo con los resultados obtenidos por Ortiz, Giraldo y Palacios
(2007) y Rigau, García y Arteaga (2006) quienes dan a conocer que en los últimos años
la prevalencia del trastorno oposicionismo desafiante ha aumentado, debido a los cambios
sociales que experimentamos a diario, no solo en zonas urbano marginales sino también
en adolescentes de clase media alta. Cabe destacar que, así como va en aumento la
evolución del trastorno oposicionismo desafiante en niños y adolescentes, también existen
alternativas de solución, precisamente lo mencionan Javaloyes y Redondo (2010) donde
señalan que un diagnóstico de prevención a inicio de la evolución del trastorno, tratado
con especialistas, siguiendo un programa adecuado a la edad, sexo y circunstancias del
medio social y familiar con mucha responsabilidad, esta puede lograr cambios positivos y
reinsertarse a la sociedad sin problemas, De lo contrario es muy difícil y tedioso el
tratamiento. Corrobora esta tesis León (2001) en la que sugiere que, la aplicación de
técnicas de economía de fichas, manejo de contingencia, juego de roles, auto
instrucciones y generalizaciones de la conducta que constituyen elementos del programa
de intervención. Son efectivos en la reducción de la conducta de desobediencia y
agresión.
Los resultados de las puntuaciones obtenidas del factor disocial presenta un nivel grave
reflejado por el 96%, con puntuaciones altas en los estudiantes de 9 años, con un
promedio de 33.15 y una desviación estándar de 8.74, seguido de los estudiantes de 8, 10
y 11 años. Estos niños con frecuencia presentan conductas como: Inicia peleas; utiliza
objetos(palo, botella, lápices) para causar daño físico al compañero; manifiesta crueldad a
los animales; coge sin permiso los útiles escolares de sus compañeros; hace pintas,
rompe los bienes de la institución e incluso sus propios materiales; toma objetos ajenos
sin permiso; miente para obtener beneficios, favores o evitar obligaciones; no cumple con
las normas de convivencia del aula; permanece fuera de casa durante las tardes y hasta
altas horas de la noche a pesar de las prohibiciones de su madre o abuelos; se escapa
del colegio sin permiso; hace chacota en clase por cualquier motivo. Etc. Los resultados
obtenidos en esta investigación coinciden con la investigación hechos por Parellada. Et al.
(2009) El trastorno disocial en las edades de 8 a 11 años se ubica en el nivel grave. Así
mismo López, Castro, Alcántara, Fernández y López (2009) señalan en los resultados de
la investigación, que no existe diferencias entre niños y niñas en el trastorno disocial; del
mismo modo Espinoza y Laverde (2011) demuestran que existe rangos de severidad de
Trastorno disocial en niños que en niñas. En cambio los estudios realizados por Bordallo,
Zagalaz y Arenas (1995) demuestran lo contrario, señalan que no existen diferencias
importantes en cuanto a la prevalencia de trastornos de conducta en la infancia en medios
socioeconómicos diferentes. Aunque en ambos niveles son los varones los que
presentan estas conductas. Frente a esta realidad presumo que, en los años 90 la
presencia de los trastornos no se evidenciaban tanto ya que en casa casi siempre se
encontraba la madre presente o una persona adulta que se preocupaba de educar a los
hijos en valores y con el buen ejemplo, hoy en día, ambos padres trabajan y los hijos se
quedan solos en casa al libre albedrío, transfiriendo el papel de la educación de sus hijos
al internet y a la televisión. Los estudiantes que viven en el cercado del Callao, lugar
donde se realizó la investigación son provenientes de familias de estratos
socioeconómico pobre y de extrema pobreza. De acuerdo a los informes del Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) (2007) a través de la página web presenta
los resultados de los Censos Nacionales 2007: XI de población y VI de Vivienda. Datos
que nos permitan visualizar y entender de mejor manera la realidad de la población del
distrito del Callao, as, podemos observar a nivel del distrito del Callao; de un total de 176
640 habitantes entre hombres y mujeres mayores de 14 años de edad, 7 932 representa
35
Conclusiones
Los estudiantes de 8 a 11 años de la institución educativa pública del nivel primario del
Callao presentan un nivel grave de trastornos de inicio del comportamiento disruptivo.
Sugerencias
Concientizar a los padres de familia a través de talleres de escuela de padres sobre: Los
estilos de crianza y las consecuencias que provoca en el futuro un trastorno de
comportamiento crónico en un niño, pues se sabe que los trastornos de inicio del
comportamiento disruptivos son los trastornos predictores de los trastornos antisociales.
38
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Autores: María José Parellada Redondo, Javier San Sebastián, Rosario Martínez Arias
Javier Martín.
Confiabilidad: 0,84
Ítems 1 2 3 4 5 V
1 1 1 1 1 1 1.00
2 1 1 1 1 1 1.00
3 1 1 1 1 1 1.00
4 1 1 1 1 1 1.00
5 1 1 1 1 1 1.00
6 1 1 1 1 1 1.00
7 1 1 1 1 1 1.00
8 1 1 1 1 1 1.00
9 1 1 1 1 1 1.00
10 1 1 1 1 1 1.00
11 1 1 1 1 1 1.00
12 1 1 1 1 1 1.00
13 1 1 1 1 1 1.00
14 1 1 1 1 1 1.00
15 1 1 1 1 1 1.00
16 1 1 1 1 1 1.00
17 1 1 1 1 1 1.00
18 1 1 1 1 1 1.00
19 1 1 1 1 1 1.00
20 1 1 1 1 1 1.00
21 1 1 1 1 1 1.00
22 1 1 1 1 1 1.00
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24 1 1 1 1 1 1.00
25 1 1 1 1 1 1.00
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27 1 1 1 1 1 1.00
28 1 1 1 1 1 1.00
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30 1 1 1 1 1 1.00
31 1 1 1 1 1 1.00
32 1 1 1 1 1 1.00
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34 1 1 1 1 1 1.00
35 1 1 1 1 1 1.00
36 1 1 1 1 1 1.00
37 1 1 1 1 1 1.00
38 1 1 1 1 1 1.00
39 1 1 1 1 1 1.00
40 1 1 1 1 1 1.00
41 1 1 1 1 1 1.00
42 1 1 1 1 1 1.00
43 1 1 1 1 1 1.00
44 1 1 1 1 1 1.00
45 1 1 1 1 1 1.00
46 1 1 1 1 1 1.00
47 1 1 1 1 1 1.00
Procedimiento.
Autores:
María José Parellada
Javier San Sebastián
Rosario Martínez Arias.
JUSTIFICACIÓN TEORICA.
Existen muchas revisiones en la literatura que dan cuenta de la gran estabilidad de los
comportamientos disruptivos de la infancia a la edad adulta 8Loeber y Coie, 2001), y
existen multiples factores que hacen que esto sea así. Entre ellos, hay factores
genéticos, neuroquímicos, ambientales y neuropsicopatológicos que sustentan esa
continuidad de comportamientos antinormativos a lo largo de la vida. Aun así, no todas las
formas de conductas perturbadoras se mantienen igual en el tiempo, sino que existen
factores que permiten predecir en mayor o menor medida la continuidad de los
problemas conductuales. Uno de los ejemplos más claros esta en la edad de inicio de los
trastornos. Se ha comprobado repetidamente, que los trastornos comportamiento de inicio
más temprano tienden a persistir más que los de inicio tardío, y que los trastornos de los
jóvenes en que hay mayor variedad y mayor frecuencia de conductas antisociales
también se asocian con mayor persistencia en la edad adulta (Loeber, 1982).
Una cuestión aun objeto de investigación es que conductas transgresoras de los niños, si
es que existen, constituyen elementos fundamentales o eslabones necesarios para llegar
a constituir un trastorno de conducta. Se sabe que hay distintas trayectorias evolutivas
que pueden desembocar en un trastorno de conducta. Las dos más evidentes y
estudiadas serían aquellas que va del trastorno negativista- desafiante (TND) de la
infancia al trastorno de conducta, y la que transcurre desde el trastorno de déficit de
atención e hiperactividad (TDAH) al trastorno de conducta. En este sentido es también
fundamental la detección precoz de indicadores de trastorno antisocial de la
personalidad, que sería el trastorno de peor pronóstico en la vida adulta como evolución
de un trastorno de conducta.
Para asegurar una adecuada validez de contenido, el diseño inicial de los cuestionarios
comenzó con el desarrollo de la matriz de especificaciones de los trastornos de
comportamiento en la infancia y en la adolescencia, tal como aparecen presentados en el
DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) y en la CIE-1 (OMS,1992). Un equipo
de profesionales expertos en psiquiatría infanto-juvenil, desarrollaron las especificaciones,
que fueron las mismas para los cuatro cuestionarios. A partir de la matriz se redactó un
conjunto extenso de elementos (aproximadamente 90 para cada uno de los cuestionarios)
dirigidos a la medida de los diferentes conjuntos de síntomas. Básicamente, los elementos
fueron los mismos, excepto por algunas diferencias relativas a la edad de los sujetos, que
desaconsejaron la inclusión de determinadas conductas, según la edad de los sujetos.
En la segunda parte del Manual (Justificación estadística) se presentan con detalle los
factores resultantes del análisis de las respuestas de los cuestionarios ESPERI y que
permiten elaborar los perfiles en términos de los factores del cuestionario y no de
trastornos. Los factores descritos no coinciden exactamente con los trastornos de la
infancia y la adolescencia descritos en el DSM-IV. Puntuaciones altas ponen de relieve
una mayor probabilidad de trastornos, como se ha explicado anteriormente y los sujetos
detectados con estas puntuaciones deberán ser objeto de diagnóstico posterior.
Existen algunas diferencias en los factores de primer orden derivados de los
cuestionarios entre el de 8-11 años y el de 12-17, seguramente debidas a la edad de los
sujetos. Los factores obtenidos como factores de 2º orden, obtenidos a partir de las
correlaciones entre las puntuaciones en los factores de primer orden, son básicamente los
mismos: Conducta antisocial y hiperactividad/ inatención/ impulsividad.
Los factores derivados de los cuestionarios (básicamente coincidentes con los de la
Escala del Profesor) son los siguientes:
El análisis factorial de las puntuaciones en los cuatro factores de primer orden, dio lugar a
dos macrofactores de 2º orden, con una interpretación similar:
1. Factor Inatención / Hiperactividad / Impulsividad con Oposicionismo, que incluye
los factores 1 y 4 anteriores.
2. Factor Disocial o Conducta antisocial, que incluye los factores de primer orden
Disocial y Predisocial, dentro de los que aparecían algunos de los ítems de
psicopatía.
Estudio piloto:
A partir de los resultados de este estudio, se llevó a cabo en todos los casos un análisis
de conjunto de elementos iniciales, encontrando que el número de factores se adecuaba,
en general a las matrices de especificaciones desarrolladas por los expertos:
impulsividad, inatención, conducta Disocial, conducta Predisocial y psicopatía, no
apareciendo como factor claro el Oposicionismo desafiante. El análisis de elementos y de
la fiabilidad de las escalas permitieron una reducción del número de ítems a entre 60 y
47 elementos para la medida de los factores objetivo en los cuestionarios, según la
versión del cuestionario. Incluyéndose además algunos elementos que evalúan aspectos
de la conducta positivos, que no se utilizan en la puntuación.
Procedimiento:
Estas normas están recogidas en las estandarizadas normas para las pruebas educativas
y psicológicas. (AERA, APA, NCME, 1999). Las principales propiedades se resumen bajo
las evidencias de validez, Fiabilidad, Análisis de Elementos y Normas de Interpretación.
Participantes.
El estudio de validación fue de 1126. De ellos, el 51,3% fueron varones y el 48,7%
mujeres. Los participantes procedían de varias Comunidades Autónomas del Norte,
Centro y Este de España, de centros educativos públicos y privados.
La edad media de los participantes fue de 9 años, con una desviación típica de 1,19 y un
rango de 8-11 años, de educación primaria.
Los estadísticos previos basados en las matrices de correlaciones entre los elementos
pusieron de relieve la adecuación de los datos para llevar a cabo una reducción de las
dimensionalidad mediante el análisis factorial. El valor del índice de adecuación
muestral de Kaiser- Meyer- Olkin fue de 0,952 (máximo 1) y la prueba de esfericidad de
Bartlett proporcionó un estadístico de 11666,75 (p<.001). Se examinaron soluciones con
2, 3,4, y 5 factores. El test apoyaba una solución de tres factores. De entre las
soluciones exploradas, es también la de tres factores la que mejor se adecuaba a las
dimensiones hipotetizadas, explicando un 34% de la varianza total. Un examen de esta
solución mostraba claras evidencias de los factores siguientes:
Dada la importancia del trastorno para el diagnóstico en este nivel de edad, se procedió
a mantener sus elementos fuera del análisis factorial y mantenerlos como una escala
separada, tal como se hace en muchos cuestionarios utilizados para el diagnóstico
clínico. Se examinaron las correlaciones entre estos elementos, así como su
consistencia interna, para determinar si se podía establecer como una subescala
separada, útil en el diagnóstico. Todas las correlaciones fueron positivas y
estadísticamente significativas, con valores en general superiores a 0,25. Las
correlaciones elementos –total fueron todas superiores a 0,35 y la consistencia interna fue
de 0,73.
Todos estos indicadores apuntan a la posibilidad de mantener esta subescala como una
escala separada, válida para el diagnóstico.
Los análisis factoriales realizados con los mismos métodos de extracción y de rotación
ya señalados, con los restantes elementos, apuntan ahora a una solución con los
mismos tres factores señalados anteriormente: Inatención- Hiperactivida-Impulsividad,
Predisocial y Disocial, que juntamente representan el 45% de la varianza total.
Los valores de los índices de discriminación de los ítems son en general muy
elevados, superando en todos los casos el límite convencional de 0,30. En la tabla se
presenta un resumen, que es la mediana de los índices de discriminación del conjunto
de los ítems que componen cada factor.
En esta tabla se presentan los centroides de los grupos y las desviaciones típicas de
cada uno de los conglomerados establecidos por el procedimiento de conglomerados en
dos fases.
Puede observarse que los grupos difieren en sus niveles medios en los cuatro
factores. Los grupos podrían clasificarse como:
Grupo 4. Bajo (n=173)
Grupo 3. Leve (n=90)
Grupo 2. Severo (n=13)
Grupo 1. Moderado (n=55)
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<01) entre todos los grupos
en los factores Predisocial y Disoscial, no mostrandosé estas diferencias entre los
grupos Moderado y Severo en Inatención –Impulsividad e Hiperactividad y
Oposicionismo.
Puede observarse que los grupos difieren en sus niveles medios en los cuatro
factores. Los grupos podrían clasificarse como:
Grupo 1. Bajo (n=135)
Grupo 2. Leve (n=272)
Grupo 4. Moderado (n=110)
Grupo 3. Severo (n=34).
Se mostraron diferencias estadísticamente significativas entre los cuatro grupos de
severidad en todos los factores, exepto en Inatención- Hiperactividad entre los grupos
Moderados (4) y Severo (3).
Tipología para el grupo de 11 años.
Puntuación total:
Puede calcularse una puntuación total sumando las respuestas de los 42 elementos
anteriores o más fácilmente sumando las puntuaciones totales de los 4 factores:
Inatención /Impulsividad/ Hiperactividad + Oposicionismo + Predisocial + Disocial.
ESPERI
CUESTIONARIO PARA LA DETECCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL
COMPORTAMIENTO EN NIÑO DE 8-11 AÑOS.
APELLIDOS
NOMBRES
I.E. N°
Edad
Hombre
Sexo Mujer
A continuación vas a encontrar una serie de afirmaciones que debes valorar según el
siguiente criterio:
1 2 3 4 5
nunca Muy pocas Algunas veces Bastantes veces siempre
veces
Salvo la última pregunta que se valora de 0 a 10.
Las respuestas no hay que pensarlas demasiado.
Para realizar esta prueba no hay un tiempo determinado.
1 2 3 4 5
Recuerda que: nunca Muy pocas Algunas Bastantes siempre
veces veces veces
1 Soy desobediente.
3 Soy peleandero/a.
28 Pierdo cosas.
29 Amenazo a otros niños/as.
31 Me enfado.
34 Me cuesta esperar.
44 Soy desordenado/a.