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EN MEXICO: UN ENFOQUE
SOCIO-ESPACIAL
TOMO VIII
EN MEXICO: UN ENFOQUE
SOCIO-ESPACIAL
TOMO VIII
DR © 1995, Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática
Edificio Sede
Av. Héroe de Nacozari Núm. 2301 Sur
Fracc. Jardines del Parque, CP 20270
Aguascalientes, Ags.
Impreso en México
ISBN 970-13-0417-9 (Tomo VIII)
ISBN 970-13-0736-4 (Edición Completa)
ACTUALIZACION CARTOGRAFICA
EL TRABAJO DE CAMPO
Para llevar a cabo este Proyecto, el INEGI hizo uso, una vez más, de la
amplia colaboración que había obtenido del medio académico a lo largo del
proceso censal y contando con el apoyo del Instituto de Investigaciones
Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México (IISUNAM),
invitó a participar dentro del mismo al propio Instituto y al Centro Regional
de Investigaciones Multidisciplinarias, ambos de la UNAM, a El Colegio
de México, al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y ala
Secretaría de Salud. En las tareas de coordinación general del proyecto
agradecemos, de manera especial, la muy entusiasta participación del
Profesor Raúl Benítez Zenteno y la colaboración del Act. Javier Gutiérrez
Guzmán.
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
CARLOS M. JARQUE
Presidente del INEGI
1.1. INTRODUCCION. 1
1.2. LOS ESTUDIOS SOBRE VIVIENDA EN MEXICO. 1
1.2.1. La vivienda urbana. 1
1.2.2. La vivienda urbana en México. 2
1.2.3. La vivienda rural. 4
1.3. UBICACION DE ESTA INVESTIGACION EN EL
CONTEXTO DE LOS ESTUDIOS SOBRE VIVIENDA. 4
SERVICIOS, 1990. 15
IV. 1. INTRODUCCION. 39
IV.2. CARACTERISTICAS SOCIODEMOGRAFICAS Y CALIDAD
DE LA VIVIENDA. 39
IV.2.1. Tamaño y tipo de hogares. 39
IV.2.2. Edad del jefe del hogar. 42
IV.2.3. Sexo del jefe del hogar. 43
IV.2.4. Migración. 45
IV.3. CARACTERISTICAS SOCIOECONOMICAS Y CALIDAD
DE LA VIVIENDA. 47
IV.3.1. Ingresos percápita en la vivienda. 47
IV.3.2. Ocupación del jefe del hogar. 49
IV .4. TENENCIA DE LA VIVIENDA Y CARACTERISTICAS
DE LOS HOGARES. 51
IV.4.1. Características sociodemográficas. 51
IV.4.2. Características socioeconómicas. 56
BIBLIOGRAFIA. 69
ANEXO I. 73
ANEXO II. 79
ANEXO III. 83
CAPITULO I
PRESENTACION DE LA INVESTIGACION.
1.1 INTRODUCCION. el capítulo II, con el fin de conocer algunos cambios que
tuvieron lugar en las últimas décadas, se hace un seguimiento
El objetivo de este trabajo es presentar un análisis de la histórico de: el aumento del número de viviendas, la evolución
situación de la vivienda en México a partir de los datos del del tamaño y forma de ocupación de las mismas, sus
último Censo General de Población y Vivienda de 1990, con transformaciones estructurales, la difusión de los servicios
el fin de brindar una visión actualizada de algunos aspectos de básicos y las formas de tenencia de las viviendas, tanto a nivel
la problemática habitacional del país, poniendo énfasis, asi- rural como urbano. Los capítulos III y IV se centran en el
mismo, en las cuestiones metodológicas implicadas y en las análisis de los datos del Censo del 90, tomando como base la
posibilidades que brinda esa fuente de información para llevar muestra a la que ya hicimos referencia; en el capítulo III se
a cabo la investigación. construyen índices que miden la calidad de la vivienda y sus
servicios integrando variables referidas a su estructura, uso
De entrada quisiéramos dejar sentado que hemos contado del espacio y servicios, y se relaciona esa calidad con la
con muestra del 1 % de dicho Censo; ello nos ha permitido tenencia y tipo de vivienda, tanto a nivel nacional como de las
explonr qué puede obtenerse a partir de una serie de cruces de regiones y tamaños de localidad en el país; en el capítulo IV,
varitblt* que hasta ahora casi no se habían efectuado para el por otra parte, se relaciona la calidad y tenencia de la vivienda
conjunto del país. Nos referimos sobre todo a aquellos cruces con las características socio-demográficas y socio-económi-
que permiten vincular la situación de las viviendas con las cas de los hogares que las habitan, en un intento por vincular
características de las familias, en diferentes zonas de la vivienda y familia también en distintos niveles espaciales. El
República Mexicana. En este sentido, el trabajar con una estudio termina con un capítulo V de conclusiones generales y
muestra nos ha facilitado también avanzaren un conocimiento recomendaciones para futuros censos de población y vivienda.
más profundo de la problemática socio-habitacional en dife-
rentes regiones y tamaños de localidad, desde aquellas consi- 1.2 LOS ESTUDIOS SOBRE VIVIENDA EN MEXICO.
deradas como rurales, pasando por las semi-rurales, las urbanas
de distinto tamaño, hasta llegar a las tres áreas metropolitanas 1.2.1. La vivienda urbana.
mayores del país. Con un análisis de este tipo estamos en
condiciones de superar las generalizaciones que muchas ve- La investigación referida a la vivienda ha tenido un lugar
ces se han realizado al respecto, por ejemplo, a la vivienda de destacadodentrodel campo de los estudios urbanos en México.
los migrantes recientes, al tipo de población que habita la De acuerdo con una amplia investigación que hemos llevado
vivienda rentada, mostrando asimismo con cierto rigor y a cabo recientemente sobre el desarrollo de ese campo del
detalle cómo la situación habitacional cambia según la región conocimiento (Schteingart, et al, 1994) hemos podido com-
o tipo de localidad considerada. probar que una proporción muy importante de los trabajos
publicados están dedicados a esa temática y que ella se ha
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
También quisiéramos aclarar que el presente estudio constituido en una línea de investigación yamuy consolidada.
tiene fundamentalmente un carácter descriptivo, tanto en lo Mientras otros aspectos de la realidad urbana del país recién
que se refiere al análisis de la situación actual, como de los comienzan a aparecer como objetos relevantes de estudio en
cambios ocurridos en las últimas décadas. Esto esconsecuencia los años ochenta, la problemática habitacional ya tiene una
de que muchas veces no es posible explicar las causas de presencia importante dentro del campo mencionado desde los
algunos fenómenos observados, ya que ello implicaría un años sesenta y, como veremos más adelante, esa presencia se
mayor grado de conocimiento de situaciones locales o de intensifica en las décadas posteriores.
aspectos que van más allá de la problemática de la vivienda,
conocimiento difícil de obtener o de manejar para un estudio No obstante que la «cuestión habitacional» siempre
global como el que aquí se presenta. apareció como una línea de investigación indiscutible de los
estudios urbanos (mientras se dieron grandes discusiones con
Este trabajo consta de cinco capítulos. En el primero de respecto a la pertinencia de introducir otros temas), lo que no
ellos, además de esta Introducción, se expone una revisión de resulta evidente es qué estudiar cuando se hace referencia a la
los estudios sobre vivienda urbana en México, se hacen investigación habitacional. La vivienda es una estructura
algunas referencias a la vivienda rural (la cual ha sido en construida, que incluye un conjunto de servicios, con un
general objeto de muy pocas investigaciones e implica una diseño espacial que refleja, y al mismo tiempo influye, en el
problemática diferente) y se ubica este trabajo con relación a estilo de vida de los hogares que la habitan (Ball, 1987); se
algunos similares que se han llevado a cabo anteriormente. En constituye, además, en un uso del suelo dominante en las
1
ciudades, es objeto de ganancia para una señe de agentes En los años setenta, el número de estudios sobre esta te-
inmobiliarios y constructores que participan en su proceso de mática aumentó más de cinco veces con respecto a la década
producción y distribución en el mercado, y es también objeto anterior, presentándose también una diversificación de las
de políticas del Estado que fundamentalmente tratan de faci- orientaciones prevalecientes, del tipo de instituciones en las
litar el acceso a la misma a sectores menos favorecidos de la que la investigación se llevó a cabo, así como de las discipli-
sociedad, pero sujetos decrédito, a través de un ñnanciamiento nas involucradas. Durante los primeros años de la década
a largo plazo. Sin embargo, en los países del Tercer Mundo, continuó el análisis orientado por una concepción físico-
una mayoría de la población más pobre produce su vivienda espacial déla problemática de la vivienda (BANOBRAS.1970
al margen del sector inmobiliario moderno y de las políticas e INFONAVIT, 1975), aunque se incluyeron también trabajos
habitacionales de los gobiernos, en los llamados asentamientos realizados dentro de la perspectiva sociológica funcionalista
irregulares urbanos, por lo cual durante muchos años la vi- (Cornelius, 1973). Se puso, entonces, mucho énfasis en los
vienda producida como bien de uso dentro de esa modalidad efectos de los asentamientos «marginales» sobre los migran-
resulta una estructura precaria e insuficiente que no es capaz tes recientes: se pensaba que el lugar de residencia y, más
de responder a las necesidades esenciales de las familias específicamente, las necesidades de la población en lo que se
involucradas. refería a tierra, servicios y vivienda, influían de manera
relevante en la conducta y actitudes políticas de los migrantes.
Como consecuencia de lo arriba apuntado no puede La erradicación de estos asentamientos, tal como se había
existir una teoría unitaria ni un modo único de estudiar la propuesto en los años cincuenta, ya no era necesaria, y ellos
vivienda, además de que se pueden identificar importantes podían transformarse en lugares donde los migrantes tendrían
cambios históricos en los contenidos de muchos conceptos y la posibilidad de integrarse al medio urbano.
categorías de análisis que se manejan en esta área del conoci-
miento; esos cambios se refieren tanto a la manera de fijar los También a comienzos de la década de los 70, el inglés John
criterios mínimos para determinar si una vivienda constituye Turner, junto a algunos de sus seguidores y colaboradores,
realizaron estudios en México como consultor de instituciones
una estructura aceptable, pasando por la forma de considerar
oficiales; su punto de partida era que la vivienda autoconstruida
lo que significa ser o no ser propietario de una vivienda, hasta
era superior a la vivienda terminada producida con el apoyo de
el sentido de las políticas del Estado o el contenido de las
instituciones gubernamentales, y sus recomendaciones tendían
acciones de los diferentes agentes capitalistas que participan
a estimular políticas adecuadas para impulsar esa forma de
en su producción (Ball, 1987).
producción habitacional (Turner, 1971 y Sudra, 1975).
Veremos en seguida cómo se ha ido configurando la
Desde 1975, comenzó a darse en México una nueva
«cuestión habitacional» en México en las últimas décadas, a
orientación a la investigación habitacional, la cual coincidió
partir de los estudios realizados desde diferentes perspectivas
con una época de búsqueda de nuevas perspectivas en la
teóricas de análisis y de la consideración de los distintos
investigación social en general, con un momento en que la
aspectos y problemas incluidos en esa «cuestión».
aplicación de la teoría histórico-estructural al análisis de los
fenómenos urbanos alcanzó un punto culminante, y con la
1.2.2. La vivienda urbana en México.
creación e implementación de una serie de nuevas institucio-
2
habitacionales del Estado», realizado en esa misma época, se Los estudios sobre asentamientos irregulares cambiaron
llevó a cabo en El Colegio de México, a solicitud del Banco completamente de orientación con respecto a aquellos efec-
Interamerícano de Desarrollo (BID), como parte también de tuados durante los años setenta; así, los más recientes analizan
una serie de estudios sobre esta problemática efectuados en sobre todo los procesos de apropiación irregular del suelo, las
varios países latinoamericanos (Garza y Schteingart, 1978). políticas de regularización de las colonias y las luchas de la
En esta investigación un análisis de la situación deficitaria de población por mejorar sus condiciones de vida. La existencia
la vivienda en el país precedió al estudio y evaluación de cada de estos asentamientos se explica a partir de un marco analí-
uno de los programas habitacionales que existían en México tico histórico-estructural, que toma como referencia el proce-
en ese momento. Sin embargo, los procesos de producción de so global de la urbanización capitalista y los procesos de
la vivienda sólo se analizaron de manera muy general, sin producción del marco construido habitacional. Dentro de este
introducir el estudio de las prácticas de agentes privados cuyas último aspecto hay que destacar los aportes de los trabajos
acciones se articulan a las políticas del Estado. Esta importan- sobre «autoconstrucción» realizados para varias ciudades del
te articulación es tratada en trabajos posteriores sobre el país, los cuales han ayudado a superar las grandes generaliza-
«sector promocional de la vivienda» (Schteingart, 1979). ciones y las discusiones ideologizantes que sobre este tema se
habían presentado en laetapaanterior(Bazant, 1982;Legorreta,
Durante los años ochenta se da nuevamente un aumento 1984; Hiemaux, 1986 y Castañeda y Villarreal, 1986).
considerable en el número de estudios y publicaciones sobre
estos tópicos. Mientras en los setenta se encuentran 32 títulos Por otra parte, en esa última década predominó la inves-
sobre problemas habitacionales en la literatura analizada1, en la tigación de tipo individual, que intentaba producir un mayor
década sigi :snte el número aumentó a 137, es decir, más de conocimiento sobre procesos y casos específicos. Estos estu-
cuatro veces. La mayor proporción de trabajos en esta última dios específicos se refirieron principalmente a los asenta-
década se refiere a «asentamientos populares» y mientos irregulares, a políticas coyunturales del Estado, a
«autoconstrucción» (32% del total); le siguen en importancia los ciertas prácticas asociadas a diferentes agentes que actuaban
estudios sobre «políticas de vivienda» (16%) y aquellos referi- tanto en la producción capitalista como dentro del sector
dos a «acceso al suelo». En cambio en la década anterior fueron popular de la vivienda, y a fenómenos que comenzaron a
más frecuentes los estudios sobre políticas de vivienda y la emerger junto con la crisis. Asimismo, los sismos de 1985
situación habitacional, quedando aquellos referidos a asenta- también generaron un número considerable de investigacio-
mientos populares en un tercer lugar. nes referidas al problema de la vivienda, sobre todo en la
Ciudad de México (Azuela, Connolly y Duhau, 1987).
En cuanto a los trabajos que analizan las políticas
habitacionales, hemos podido comprobar que en los años 70 Los análisis de los agentes capitalistas que participan en la
éstos tenían un carácter globalizante y abarcativo mientras producción de la vivienda, y para los cuales ésta es más que nada
que en los 80's los estudios se centran fundamentalmente en el un objeto de lucro, son aún limitados, a pesar de que investiga-
análisis de algunas instituciones, políticas particulares y co- ciones sobre otras ciudades del país se agregaron a aquellas
y unturales, con el objeto de profundizar en el conocim iento de referidas a la Ciudad de México (Connolly, 1987; García, 1986;
situaciones específicas y superar las grandes general izaciones Martínez del Villar, 1986 y Schteingart, 1983,1987 y 1990).
que se habían venido haciendo con anterioridad.
La evolución de la problemática de la vivienda en renta
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
En lo concerniente a los estudios sobre la situación ha recibido en general poca atención en los estudios recientes,
habitacional, se pueden distinguir los trabajos realizados en el no obstante el impacto que ella ha tenido en una parte consi-
Sector Público (COPLAMAR, 1982 y Stolarski, 1982), de derable de la población; sin embargo, algunos interesantes
tipo más descriptivo, en los que se relevan los aspectos físicos estudios han aparecido en los últimos años (Coulomb, 1985 y
de la vivienda, se trata de hacer una tipificación de la misma, 1987 y Méndez 1986 y 1987), particularmente dirigidos a la
con la perspectiva tradicional del déficit, y con el fin de cuestión del llamado «alquiler popular» en los asentamientos
establecer bases y ofrecer lincamientos para la propuesta de iiTcgulares de las periferias urbanas del país.
políticas habitacionales. En cambio en los trabajos realizados
en el sector académico (Rebolledo, 1985 y Azogue, 1983), la Esta intensa actividad investigativa se ha acompañado de
situación física-espacial de la vivienda se trata de vincular a una revisión de marcos teóricos y también de nuevas maneras
factores sociales como la ubicación de las familias dentro de de vincular los investigadores a los «pobladores», incluyendo
la estructura de clases de la sociedad, o bien a las políticas del un mayor desarrollo de la investigación-acción o de la inves-
Estado y su incidencia sobre la producción, circulación y tigación participan va, sobre todo en los estudios vinculados a
consumo habitacional, en diferentes periodos históricos. la «urbanización popular» o a los mencionados asentamientos
ilegales.
Estas consideraciones se basan en la mencionada investigación para En los últimos cinco años, los análisis referidos a las
llevar a cabo un "balance de la in vetigación urbana en México". Para este «políticas habitacionales del Estado» (CID AC, 1991; Coulomb,
balance se revisó una completa bibliografía de títulos publicados en
forma de libros y artículos en los últimos 30 años. Ver. Urban Research 1991; Duhau, 1988 y Reyes, 1989), han tendido a evaluar los
in Mexico, Colombia and Central America. An Agenda for the 1990s. M. cambios que se han planteado en los 80 s para la mayor parte
Schteingart, M. Lungo y O. Saenz. Centre for Urban and Community de las instituciones especializadas del Gobierno, poniendo
Studies, Toronto, Canadá, en prensa. énfasis en el estudio del significado de la reforma del Estado
3
en este sector, acorde con las tendencias más generales orienta- Si bien el impacto de las políticas públicas de vivienda no
das a privatizar algunos aspectos de la gestión pública, a adaptar son en general muy importantes, él es mucho menor en las
las políticas de crédito a las nuevas circunstancias económicas zonas rurales que en las urbanas. En primer lugar los esque-
y sociales del país, y a asignar a los sectores público, privado y mas financieros y crediticios incluidos dentro de los diferentes
social un nuevo papel en el marco de esa reforma. programas de vivienda urbana no se aplican al sector rural ya
que los campesinos no son, en general, sujetos de crédito, por
Asimismo, nuevos aspectos han comenzado a ser consi- las características irregulares de sus ingresos y por no existir
derados por la investigación social en los últimos cinco años; las garantías bancarias que satisfacen un crédito a largo plazo.
éstos tienen que ver con la «mujer y la vivienda» (Massolo,
1991), la «vivienda y los servicios urbanos» (Hiernaux, Las formas de producción masiva observados para la
1991), la «participación de nuevos agentes y organizaciones vivienda urbana tampoco son aplicables ala vivienda rural, por
sociales en los procesos habitacionales» (Connolly, 1989a; los altos costos indirectos que ellas implicarían (costos de
Coulomb, 1990; Sandoval, 1989 y Schteingart, 1989). transportación, de administración, de asistencia técnica, etc).
Los pocos programas de vivienda campesina que han existido
La mayor parte de los estudios pertenece al área de la en el país han tenido fuertes problemas para su puesta en
sociología urbana y, en mucha menor medida, de la econom ía práctica. Muchos de ellos han sido elaborados desde el Centro,
(Connolly, 1988 y Maydón, 1988), mientras se encuentran inspirados en experiencias muy alejadas de la realidad rural
muy pocos trabajos dentro de la geografía, la antropología y mexicana y sin los conocimientos mínimos necesarios sobre
la historia. En aquellos estudios en los que el marco teórico las comunidades campesinas de este país. Esto ha producido,
es más explícito, la influencia históríco-estructural es todavía ciertamente, rechazos hacia los técnicos por parte de la pobla-
importante, aunque también se pueden encontrar trabajos de ción campesina, tanto en lo que se refiere a sus propuestas de
orientación neo-weberíana o «marginalista». Por último, si tipos de vivienda como a los programas financieros ofrecidos,
bien una gran parte de los análisis se refiere aún a la Zona los cuales no se adaptan a la precaria situación económica de
Metropolitana de la Ciudad de México, se puede observar, no esa población. Se puede decir, entonces, que si bien dentro de
obstante, un aumento considerable de estudios sobre otras la vivienda urbana el impacto de la producción del Estado ha
ciudades del país, principalmente sobre Guadalajara (García, sido considerable, como lo veremos más adelante, en el caso
1989; Gilbert y Varley, 1990 y Vázquez, 1989), Monterrey de la vivienda rural, casi no puede hablarse de políticas del
(Pozas, 1989 y Villarreal, 1992), Puebla (Melé, 1989) y Estado para la vivienda campesina.
también algunos sobre ciudades fronterizas (Alvarez y Ranfla,
1991; Caraberos y Barajas, 1988 y Herzog, 1989). 1.3. UBICACION DE ESTA INVESTIGACION EN EL
CONTEXTO DELOS ESTUDIOS SOBRE VIVIENDA.
1.2.3. La vivienda rural.
La investigación que expondremos a continuación, vista en el
La vivienda rural ha sido mucho menos estudiada que la vivienda contexto de los estudios sobre vivienda que acabamos de
urbana la cual,como vimos,constituye una temática muy importan- presentar, se ubicaría dentro de la temática que hemos deno-
te dentro del campo de los estudios urbanos. minado situación de ¡a vivienda, en la cual se ha tendido a
describir las características físicas y socio-espaciales de la
4
cuestas. El segundo trabajo mencionado se apoyó en datos mente, de fuertes discusiones, y para los cuales no existía una
censales, con el fin de describir la situación física de las base empírica amplia y confiable. Nos referimos a la discusión
viviendas en el país, distinguiendo sólo las zonas urbanas de sobre la vivienda en renta, como consecuencia del intento de
las rurales, para luego calcular y proyectar el déficit y propo- modificar la legislación vigente referida a la misma. Así,
ner estrategias de acción para el sector. hemos dedicado a ese tipo de tenencia de la vivienda una parte
considerable de esta investigación, con el fin de contribuir a
Sin embargo, este trabajo se distingue de los anteriores aclarar, en la medida de lo posible, aspectos oscuros de esta
por varias razones. Por ejemplo, en ningún momento pensa- compleja problemática.
mos que de una descripción de las condiciones físicas y
sociales de la vivienda, o de la adecuación entre vivienda y Asimismo, al desagregar la información para los distintos
familia, podrían surgir propuestas para hacer frente a la niveles espaciales, hemos querido superar la muy gruesa
problemática habitacional del país, tal como de alguna manera distinción entre rural y urbano, que está presente en la mayoría
se desprende de la lectura de la investigación del IMSS. Por de los estudios globales para el país. La posibilidad de distin-
otra parte, este trabajo tampoco pretende, como el de guir la situación de la vivienda en ciudades de distintos
COPL AM AR, ofrecer elementos para una programación de la tamaños, y además en las tres áreas metropolitanas mayores
futura política de vivienda. (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey), nos permite
salir al encuentro de algunas generalizaciones que se han
Como ya lo expresamos al comienzo de este capítulo, hecho sin una base empírica adecuada.
nuestro objetivo es mucho más modesto en el sentido de que
sólo pretendemos presentar una descripción física y socio- Sabemos que investigaciones de este tipo resultan útiles
espacial de la vivienda, sobre todo en 1990, mostrando las a nivel de la producción de conocimiento, pero que entre
particularidades que se perciben en los distintos niveles espa- conocimiento y solución de los problemas existe todavía una
ciales, y con relación a algunos aspectos específicos de la brecha muy grande a salvar, que además no sólo depende de
problemática habitacional, que habían sido objeto, reciente- estudios como el que aquí se presenta.
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
5
CAPITULO II
7
MEXICO: NUMERO DE VIVIENDAS EN LAS LOCALIDADES RURALES Y URBANAS, 1950-1990. CUADRO I
Localidad
Año País Rural Urbana
Abi. % Abi. Ab*
1950 5,259,208 100 n/d n/d
1960 6,409,096 100 3J85.498 51.3 3,123,593 48.7
1970 8,367,400 100 3,455,736 41.3 4,911,664 58.7
1980 12,074,609 100 3,919,156 32.5 8,155,453 67.5
1990 16,035,233 100 4,324,154 26.9 11,711,079 73.1
n/d No disponible.
FUENTES: COPLAMAR y Censos de Población y Vivienda de 1980 y 1990.
torales
1 66.26 73.06 44.52 43.49
2 22.64 16.08 33.70 30.99
3 6.09 5.93 13.43 14.89
4 2.17 2.24 5.24 6.17
5 0.78 0.90 1.74 2.44
6 y más 2.06 1.79 1.37 2.02
Jibanas
1 44.55 40.35 24.55 23.21
2 26.22 24.65 27.50 24.83
3 12.50 14.70 20.52 21.75
4 7.28 8.94 14.07 15.61
5 3.79 4.70 6.46 7.48
6 y mis 5.66 6.66 8.80 7.12
8
II.2.2. Tamaño de las viviendas. MEXICO: INDICE DE PERSONAS POR
CUARTO EN LAS LOCALIDADES RURALES
A continuación podremos apreciar cómo ha evolucionado, entre Y URBANAS, 1960-1990. CUADRO IV
1960 y 1990, el tamaño de las viviendas a partir del número de
Año
cuartos, tomando en cuenta el país en su conjunto y distinguien- Localidades I960 1970 1980 1990
do, además, las localidades rurales de las urbanas3.
País 2.90 2.57 2.24 1.93
Como se puede observar en el cuadro III, las viviendas de Rurales 3.35 3.23 3.01 2.69
un cuarto han decrecido sustancialmente desde 1960, produ- Urbanas 2J7 2.25 1.98 1.73
ciéndose la mayor disminución en los años 70. Ellas represen- FUENTE: Cenaos de Población y Vivienda, 1960,1970,1980 y 1990.
taban casi el 56% del total en 1960 y poco menos del 30% en
1990. Las viviendas de tres y cuatro cuartos aumentan, en
cambio, de manera notable su presencia en el país, al duplicar y cuarto ha bajado a 1.9 en 1990, resulta todavía bastante
triplicar sus porcentajes, respectivamente, en ese periodo. elevado si lo comparamos con los que presentan los países
europeos, Canadá y EE.UU., cuyos índices se ubican entre 0.6
Cuando se analiza el tamaño de las viviendas, de manera y 0.9 personas por cuarto.
separada para las localidades rurales y urbanas, se puede com-
probar que en las zonas rurales se presentan porcentajes bastante II.3. EVOLUCION DE LOS MATERIALES DE LAS
más altos de viviendas de un cuarto que en las localidades VIVIENDAS.
urbanas, siendoademás su declinación entre 1960y 1990menos
pronunciada. En cambio las viviendas de tres y más cuartos Los censos de población y vivienda hacen referencia al tipo de
tienen mucha mayor presencia en las áreas urbanas que en las materiales predominante en paredes techos y pisos, informa-
rurales. ción muy general para conocer realmente su calidad, ya que
ella no especifica si esos elementos tienen o no acabados
n.2 .3. Ocupación de las viviendas. (salvo en el caso de los pisos), su edad o mantenimiento. Sin
embargo, las distinciones que podemos hacer a partir del tipo
A partir de los datos del cuadro IV podemos notar que el índice de materiales, nos pueden dar una idea de si se trata de
de personas por cuarto, que mide el grado de hacinamiento de viviendas sólidas o precarias, o si presentan mínimamente
las viviendas, ha declinado entre 1960 y 1990, tanto a nivel condiciones higiénicas o de protección necesarias para la vida
nacional como para las localidades rurales y urbanas. Se pasa de las familias que las habitan.
así de 2.90 a 1.93 personas por cuarto en todo el país; de 3.35
a 2.69 en las zonas rurales y de 2.57 a 1.73 personas por cuarto II.3.1. Materiales de las paredes.
en las zonas urbanas. El hacinamiento es lógicamente bastante
más alto en las localidades rurales que en las urbanas donde, Del cuadro V podemos deducir que m ¡entras las viviendas con
como ya vimos, hay mayor proporción de viviendas de un paredes de tabique, ladrillo, block o piedra, aumentan mucho
cuarto y donde además las familias son más grandes. Si bien su presencia entre 1950 y 1990(pasando de alrededor del 18%
el hacinamiento, en general, tiene consecuencias muy negati- a casi el 70% del total), aquellas con materiales naturales
9
MEXICO: MATERIAL PREDOMINANTE EN PAREDES DE LAS VIVIENDAS
EN LAS LOCALIDADES RURALES Y URBANAS, 1950-1990.
(% de viviendas) CUADRO V
País
Embarro o bajareque 8.16 7.72 5.02 3.61 2.36
Madera 19.79 9.18 15.90 9.42 8.17
Adobe 41.65 49.67 30.11 21.32 14.69
Tabique, ladri.,block o piedra 18.45 24.14 44.15 56.10 69.89
Otros mat. 11.95 9.29 4.82 9.55 4.89
Rurales
Embarro o bajareque n/d n/d 8.94 7.87 6.00
Madera n/d n/d 25.37 17.60 17.43
Adobe n/d n/d 38.67 34.74 30.78
Tabique, ladri.,block o piedra n/d n/d 21.14 24.34 36.84
Otros mat. n/d n/d 5.88 15.45 8.95
Urbanas
Embarro o bajareque n/d n/d 2.27 1.56 1.02
Madera n/d n/d 9.23 5.49 4.75
Adobe n/d n/d 24.09 14.87 8.75
Tabique, ladri., block o piedra n/d n/d 60.33 71.36 82.10
Otros mat. n/d n/d 4.08 6.71 3.33
n/d No disponible.
Nota: Para comparar con los censos anteriores los tipos de materiales fueron reclasificados para 1990. Pira conocerlos número absolutos ver cuadro
B, Anexo I.
FUENTES: COPLAMAR, Necesidades esenciales en México, No.3, Siglo XX1,1982; e LNEGI, Tabulaciones especiales del XI Censo General de Población y
Vivienda, 1990.
etc., aumentan a una tasa de crecimiento media anual de Si tenemos en cuenta que el asbesto es un material que tiene
6.34% entre 1950 y 1990, mucho más alta que la del total del ciertos riesgos para la salud, el gran aumento de la presencia del
crecimiento de las viviendas en ese lapso (2.84). Los demás
materiales, en cambio, crecen muy poco o disminuyen, como mismo en las viviendas no puede considerarse muy positiva. Es
es el caso del embarro y bajareque. ampliamente conocido que el contacto prolongado con la fibra
suelta del asbesto, por ejemplo para los trabajadores de las
II.3.2. Materiales de techos. fábricas donde se elaboran productos con este material, es
Los cambios más importantes que se han producido en los considerado muy peligroso para la salud, ya que él produce
materiales de techos, entre 1970 y 1990 (antes de 1970 no fibrosis o cáncer de pulmón. Aunque las planchas de asbesto-
existía esta información en los censos), se pueden observar en cemento que se usan en los techos no implican un peligro tan
el cuadro VII. directo, ellas pueden significar un riesgo para la salud cuando el
material no se encuentra en buen estado, tal como lo han
También en el caso de los techos se puede notar un gran
descenso de los materiales naturales y tradicionales, un au- demostrado algunas investigaciones médicas (Rom et al, 1990,
mento considerable de techos de concreto o tabique y particu- 129-135); por esta razón en un país como E.E. U.U. está
larmente de asbesto; este último material, a partir de 1980, está prohibido su uso para viviendas, escuelas y otros espacios
contenido en la categoría «otro», para poder comparar los habitables.
datos con aquellos referidos a 1970.
10
En el cuadro VII se pueden comprobar también las fuertes MEXICO: MATERIAL PREDOMINANTE
diferencias que existen en cuanto a materiales de techos, entre EN TECHOS DE LAS VIVIENDAS EN LAS
zonas urbanas y rurales. Si bien la tendencia general apuntada a LOCALIDADES RURALES Y URBANAS,
nivel nacional se mantienen para ambos tamaños de localidades, 1970-1990.
es en los poblados rurales donde los porcentajes de viviendas (% de viviendas) CUADRO VII
con materiales naturales es mucho más alta (a pesar de su
Año
signiñcativadisminución en la década de los 70), el crecimiento
de los techos de concreto es bastante menor que en las ciudades, Material y localidad 1970 1980 1990
destacándose el gran aumento, a partir de 1980, de la lámina de País
asbesto (que aparece dentro de «otros materiales»).
Palma, tejamanil o madera 26.28 9.97 8.57
Es decir, que en las áreas rurales ha habido una baja Teja 21.35 14.40 9.61
relativamente fuerte de materiales naturales a favor de la Concreto o tabique 34.19 44.41 51.72
lámina de asbesto, mientras en las localidades urbanas domi- Otro» 18.18 31.22 30.10
nan ampliamente los techos de concreto.
Rurales
n.33. Materiales de pisos.
Palma, tejamanil o madera 40.21 20.41 16.52
También para el caso de los pisos, el análisis sólo puede partir Teja 29.39 24.96 20.69
del año 1970, ya que antes no se consignaban esos datos. Concreto o tabique 15.13 16.71 17.52
Otro* 15.27 37.92 45.27
El cuadro VIII nos muestra que, para el conjunto del país la
Urbanas
disminución del peso de las viviendas con piso de tierra es muy
acentuada entre 1970y 1990,bajandocasialamitadel porcentaje Palma, tejamanil o madera 16.48 4.95 5.64
de unidades con ese tipo de piso; sin embargo, la caída se dió Teja 15.69 9.33 5.53
fundamentalmente en la década de los 70, ya que durante los Concreto o tabique 47.60 7.12 64.34
ochenta, años de fuerte crisis económica, la disminución fue Otro* 20.23 8.00 24.49
relativamente pequeña y aún casi el 20% de las viviendas del
país siguen teniendo piso de tierra. Es importante aclarar que ese * Para poder compararlo! datosdeloscensosdel980y 1990con los de 1970,
se agregó al rubro «otro» la categoría correspondiente a «lámina de
piso también constituye un indicador muy relevante de las asbesto», que no aparecía en el primero. Ver los números absolutos en el
condiciones higiénicas de las viviendas, ya que su presencia cuadro C del Anexo I.
tiene efectos muy negativos para la salud de sus ocupantes, tal FUENTES: COPLAM AR, Necesidades esenciales en México, No. 3, Siglo
como lo señala la literatura epidemiológica Al considerar los XXI; e INEGI, Tabulaciones especiales del XI Censo General
datos según localidades rurales y urbanas podemos comprobar de Población y Vivienda, 1990.
que las viviendas con piso de tierra se dan fundamentalmente en
el medio rural, sobre todo a partir de 1980. En 1990 menos del
MEXICO: MATERIAL PREDOMINANTE
10% de las viviendas urbanas tiene ese tipo de piso, cuando en
EN PISOS DE LAS VIVIENDAS EN LAS
las localidades rurales cerca del 50% aún los presenta. Nueva-
11
MEXICO: DISPONIBILIDAD DE SERVICIOS BASICOS DE AGUA,
DRENAJE Y ELECTRICIDAD EN LAS VIVIENDAS, 1960-1990.
(% de viviendas) CUADRO IX
Año
Servicios básicos 1960 1970 1980 1990
Agua dentro de la vivienda 23.48 38.37 49.71 50.34
Agua dentro de la vivienda y
del lote o edificio 32.30 48.90 65.64 76.45
Drenaje 28.89 41.12 51.00 63.63
Electricidad 28.36 58.28 74.85 87.52
Nota: Ver los números absolutos en el cuadro E del Anexo I.
FUENTES: COPLAMAR, Necesidades esenciales en México, No. 3, Siglo XXI; e INEGI; Tabulaciones de los Censos de Población y Vivienda de 1980 y
1990.
Para conocer la disponibilidad de agua entubada los censos nen de baño o excusado con agua comente, páralos años 1960
distinguen si la vivienda tiene el servicio dentro de la misma, si a 1990, podemos comprobar que ellos se asemejan mucho a
está fuera de la vivienda pero dentro del edificio o terreno, si aquellos correspondientes a las viviendas con agua entubada
dispone de agua entubada de llave pública o hidran te o si no tiene dentro de las mismas.
ningún acceso a la misma. Para nuestro estudio nos ha parecido
importante considerar si se dispone o no de agua dentro de la Mientras las proporciones de viviendas con agua dentro
vivienda, ya que las otras opciones no representan una solución son menores que las de viviendas con drenaje, los porcentajes
para el consumo de las familias; sin embargo, también nos ha correspondientes a la categoría más amplia de servicio de
interesado comparar la presencia de ese servicio con el relativo agua entubada, resultan siempre mayores. Vale la pena
a la provisión de agua fuera de la vivienda pero dentro del lote. aclarar que en 1990 casi 4,200,000 viviendas (26% del total)
Algunos estudiosen profundidad que hemos realizado en colonias tenían agua fuera de la misma, pero en el lote, situación que
se da en una medida importante en las colonias populares de
populares de la Ciudad de México (Schteingart, 1993), nos han
las ciudades. Justamente en la investigación antes citada,
mostrado que aquellos hogares que no disponen de agua dentro
referida a asentamientos populares de la Ciudad de México,
de la vivienda siguen consumiendo cantidades muy limitadas de
hemos podido observar que una proporción mayoritaria de las
ese líquido, con las consiguientes consecuencias negativas familias no está en condiciones de llevar a cabo las obras
sobre la higiene y salud de los individuos. necesarias para introducir el servicio de agua dentro de la
vivienda, ya que esa instalación es demasiado onerosa para los
Sólo a partir de 1980 se distingue en los censos el tipo de magros ingresos de este tipo de familias (Schteingart, 1993).
drenaje de las viviendas, aclarándose si está conectado a la red
de la calle, si está conectado a fosa séptica o si el desagüe es Por otra parte, las cifras referentes al servicio de drenaje,
al suelo, río, etc. Anteriormente sólo se aclaraba si la vivienda que se presentan en el cuadro IX, comprenden todos los tipos
tenia o no «drenaje o albañal», siendo el concepto utilizado de desagüe, incluyendo la categoría « drenaje a la calle, río,
mucho más amplio (INEGI, 1993). etc.». Esto es así por razones de tipo comparativo, ya que,
como dijimos, sólo a partir de 1980 se hace la distinción entre
En cuanto a la energía eléctrica, los diferentes censos sólo
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
Como se puede deducir del cuadro IX, ha existido un El combustible usado para cocinar también aparece en
aumento importante de viviendas con agua, drenaje y electrici- los censos, y nos ayuda a comprender mejor las condiciones
dad entre 1960 y 1990, siendo este último servicio el que más de vida que se desprenden de la utilización de la vivienda (por
se ha difundido. La mayor expansión del servicio de agua se da ejemplo, cocinar con leña o carbón puede tener un efecto muy
en la década de los años 70, mientras que en los 80s el nocivo en la salud de los habitantes de una vivienda).
crecimiento fue mucho menor, sobre todo en los que se refiere
al servicio de agua dentro de la vivienda. En cambio la El cuadro X nos muestra claramente la drástica disminu-
expansión del drenaje ha sido más pareja en las tres décadas ción del peso de las viviendas en las que se cocina con lefia o
consideradas. carbón y el gran crecimiento,en cambio, de aquellas en las que
se utiliza gas o electricidad4. Resulta impactante comprobar
Es interesante señalar que si consideramos la categoría
«agua entubada dentro de la vivienda» los porcentajes de
unidades que poseen este servicio son bastante menores que 4
Dentro de esta categoría predomina ampliamente el uso del gas, ya que las
aquellos referidos a los casos que también incluyen viviendas viviendas en las que se cocina con electricidad son muy pocas; apenas
con agua fuera de la misma pero dentro del lote o edificio. Al representan 0.3% y 0.6% del total de viviendas que caeirtlentro de esta
examinar los porcentajes referidos a las viviendas que dispo- categoría, en 1980 y 1990, respectivamente.
12
MEXICO: VIVIENDAS SEGUN aumento considerable del peso de la vivienda propia en
EL COMBUSTIBLE UTILIZADO México; este fenómeno también se observa en muchos otros
PARA COCINAR, 1960-1990. países, y tiene que ver con los cambios en las formas de
(% viviendas) CUADRO X producción, financiamiento y distribución habitacional y,
para los países de América Latina, también con el gran
Combustible
desarrollo de los asentamientos irregulares periféricos de las
Año Leña o Petróleo Gas o ciudades, donde las clases populares habitan viviendas preca-
carbón electricidad rias que aparecen como propias, aunque muchas veces los
1960 64.21 18.32 17.47 terrenos no están regularizados.5
1970 44.21 11.77 44.02
1980 28.57 5.94 65.49 Para las últimas tres décadas el cuadro XI muestra un
1990 21.18 0.78 78.04 predominio de viviendas en propiedad, y al mismo tiempo
una tendencia decreciente de las «no propias», dentro de las
Nota: Ver kx números absolutos en el cuadro F del Anexo I. cuales se incluyen las rentadas, prestadas, etc*. Mientras las
FUENTE: Censo* de Población de 1960 a 1990.
viviendas propias constituyen alrededor del 64% del total en
que, mientras en 1960menos del 18% de las viviendas del país 1950, ellas se acercan al 78% en 1990, quedando sólo
utilizaban gas para cocinar, en 1990cerca del 80% k) estaban alrededor de un 22% de viviendas no propias en ese último
usando. Esto está vinculado al proceso de urbanización del año. Fue sobre todo en la década de los 80 cuando el
país que ha tenido lugar en las últimas décadas, a la gran crecimiento de las viviendas en propiedad fue más importan-
difusión del gas envasado, y significa, indudablemente, una mejoría te. Sin embargo, como veremos en el próximo capítulo, al
importante en las condiciones sanitarias de las viviendas. analizar la tenencia por tamaño de localidad a partir del
Censo de 1990, es en las zonas rurales donde el peso de las
Ü.5. EVOLUCION DE LA TENENCIA DELA VIVIENDA. viviendas en propiedad es mayor (ellas representan casi un
89% del total de viviendas en las localidades menores de
El tema de la tenencia de la vivienda reviste particular impor- 2500 habitantes, mientras en aquellas de 15,000 y más
tancia ya que ella configura diferentes tipos de problemáticas habitantes su peso desciende a 76.6%).
habitacionales, vinculadas a las características económicas y
sociales de las familias, a los procesos de producción y Los capítulos siguientes permitirán conocer con mayor
distribución de las viviendas y, además, se relaciona con profundidad qué ocurre con cada tipo de tenencia de la
cambios más generales de la sociedad, en diferentes momen- vivienda, incorporando además al análisis las características
tos de desarrollo de la misma. El cuadro XI muestra un de los hogares.
MEXICO: VIVIENDAS SEGUN TENENCIA, ' Los censos de población y vivienda no captan el fenómeno de la
1950-1990. uibanización irregular o ilegal, es decir, de las viviendas que se
a utoccaistnj yen sobre terral os invadidos o sobre fraccionamientos ilegales,
(% de viviendas) CUADRO XI sin servicios, que en general no cumplen con las normas de edificación
fijadas por los gobiernos locales, y que se van produciendo y consolidan-
Año do a lo largo de muchos años. Estas viviendas irregulares" aparecen, sin
13
CAPITULO III
III.1. ASPECTOS METODOLOGICOS. (CONS- de viviendas 'buenas' y 'muy malas' se ubican los casos
TRUCCION DE LOS INDICES). extremos, ya que las primeras cuentan con todos los atributos
que hemos considerado como 'ideales', mientras que las
El objetivo de este capítulo es presentar una descripción de las segundas no cuentan con ninguno de ellos. La categoría de
condiciones de la vivienda y sus servicios en el país utilizando 'regular' en cada uno de los índices va a aparecer como
producto de combinaciones de atributos individuales1 'buenos'
una Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda de
y 'no buenos', pero ella no existe a nivel de cada variable.
1990. Aunque se pierde información, el procedimiento sirve como
recurso para para clasificar mejor, segmentando por el alto
Apoyándonos en experiencias anteriores1 construímos una nivel y forzando las diferencias.
serie de indicadores a partir de los datos del Censo; las
características descriptivas de las viviendas fueron transfor- El primer índice se basa en la consideración de los
madas en indicadores de calidad de la vivienda (ver Anexo II aspectos «estructurales» de la vivienda, y para construirlo se
para conocer detalles técnicos de la construcción de los utilizaron como variables los materiales ^
índices). y pisos. Si bien lo que hemos "¡"nerif el ¡UU«
tos Materiales de ta Vivienda (INÍCI^IW ffififc estricta-
Se estableció una tipología para las viviendas y otra para jMOto esa calidad, pues esto implicaría disponer de mayor
información acerca de los mismos (por ejemplo, conocer su
los servicios, ya que con esta separación se puede distinguir
antigüedad y nivel de deterioro, datos que no se incluyen en el
entre aquellas condiciones que se vinculan con aspectos o
Censo), sí es posible distinguir, a partir del tipo de material, su
estrategias de tipo más individual, vinculados a las familias; resistencia a soportar la acción de los fenómenos naturales y
y aquellos que tienen que ver con procesos más colectivos, las condiciones de higiene que proporcionan, tal como vimos
relacionados con la urbanización a nivel de la ciudad o la en el capítulo anterior. Así, los distintos materiales de pare-
colonia, y más específicamente, con la dotación de infraes- des, techos y pisos que se clasificaron como 'buenos' son los
tructura para la prestación de servicios básicos. A su vez, en siguientes:
lo que se refiere a la vivienda, se determinaron dos índices
relacionados con su estructura (materiales) y con los usos de Paredes
los espacios al interior de la misma (hacinamiento, presencia Buenos: Tabique, ladrillo, block, piedra o cemento.
de excusado y cocina); ambos sirvieron como componentes
del índice general de la vivienda. Finalmente se elaboró un Techos
Buenos: Losa de concreto, tabique o ladrillo3.
índice síntesis, en el cual se integran los dos aspectos: el de la
vivienda, vista como estructura y como contenedora de espa- Pisos
cios habitables y funcionales, y el de los servicios básicos a los Buenos: Madera, mosaico u otros recubrimientos y firme o
que hace referencia el Censo. cemento4.
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
15
Una vivienda 'buena' atendiendo al INDCM es aquella Integrando las variables anteriores resulta que la vivienda
que tiene materiales de buena calidad en paredes, techos y con INDCE 'bueno' es aquella que tiene un cuarto exclusivo
pisos; esto es, paredes de tabique, ladrillo, block, piedra o para cocinar, un excusado y no está hacinada, es decir, que
cemento; techo de losa de concreto, tabique o ladrillo y piso el número de personas por dormitorio es igual o menor a25.
de madera, mosaico u otros recubrimientos, o de fume o
cemento. Es 'regular' si alguno de los materiales de las Las viviendas 'regulares' según el INDCE son las que no
paredes, el techo o el piso no es bueno. Una vivienda 'mala' cumplen con alguno de los tres atributos que deben reunir las
es la que sólo tiene uno de los tres elementos estructurales, 'buenas'; las que son clasificadas como 'malas' sólo tienen
pared, techo o piso, de buena calidad; y es muy mala' cuando uno de estos atributos y las 'muy malas' ninguno.
ninguno de los materiales considerados como 'buenos' está
presente para las tres variables'. A partir del INDCM y del INDCE se contruyó otro índice
que conjunta ambas formas de calificar a la vivienda, el que
El segundo índice se refiere al uso del espacio, pues aun hemos llamado Indice de Calidad de la Vivienda (INDCV).
Dentro de él se considera que una vivienda es 'buena' si los
cuando la vivienda puede cumplir con los requisitos físicos
materiales con que se construyó son buenos y si reúne los tres
necesarios para resguardar a quienes las habitan, el
atributos referentes al uso del espacio.
hacinamiento, la falta de un lugar donde preparar los alimen-
tos, la carencia de un baflo o excusado, implican una situa- El límite entre las viviendas 'regulares' y 'malas' se
ción adversa para el mantenimiento de condiciones de vida determinó a partir de la combinación de los valores extremos
adecuadas. que pueden tener los índices de materiales y de espacio, es
decir, de la combinación de 'bueno' con 'muy malo'. Así, las
Las variables que se seleccionaron para componer el viviendas que se encuentran en esta situación se clasifican
Indice de Calidad del Espacio en la Vivienda (INDCE)' son: como regulares y las que acumulan menos puntos se ubican en
1) el número de personas por dormitorio, 2) la existencia o no el intervalo correspondiente a 'malas' viviendas.
de un lugar donde cocinar y 3) si la vivienda tiene excusado.
Hubiera sido muy conveniente añadir información que nos Para elaborar el Indice de Calidad de Servicios (INDCS)
permitiera saber si el excusado se encuentra dentro o fuera de se tomaron en cuenta las siguientes variables: 1) si el agua está
la vivienda, pero ese dato no se incluye en el Censo7. disponible dentro de la vivienda'; 2) si el drenaje está conec-
tado al de la calle o a fosa séptica; 3) si se dispone de
El criterio para clasificar a la vivienda según el número de electricidad; y 4) si el combustible para cocinar es gas o
personas por dormitorio ha sidoel siguiente: si hay 2.5* o menos electricidad1*.
personas en cada dormitorio, la vivienda es 'buena', pero si tal
relación es mayor a 2.5 entonces la vivienda es 'mala'. En lo Según el INDCS las viviendas buenas', regulares',
'malas' y muy malas' se determinan de la siguiente manera:
que respecta al cuarto de baflo, la vivienda es 'buena' si tiene
Buenas: son las unidades que tienen agua dentro de la vivien-
excusado, de lo contrario es 'mala'. En el caso de que la
da, drenaje conectado a la calle o a fosa séptica, luz eléctrica
vivienda cuente con un cuarto exclusivo para cocinar se y el combustible para cocinar es gas o electricidad. Regulares:
etiqueta como buena', pero si en este cuarto también se son las que no cuentan con uno o dos de las características
duerme o no se dispone de un lugar donde cocinar, entonces anteriores. Malas: tienen sólo uno de los servicios. Muy
ella es mala'. malas: no cumplen con ninguno de los cuatro atributos.
El análisis de los datos a nivel nacional muestra que las En el primer ejercicio que se realizó para clasificar a las
viviendas construidas con materiales de buena calidad re- viviendas por su estructura física se utilizaron criterios más
presentan el 48.2%, es decir qu casi la mitad de las estrictos para los materiales considerados como buenos; así,
viviendas del país tienen parede de tabique, ladrillo, block, no se incluían como parte de las viviendas 'buenas' a aquellas
GRAFICA I
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDA
Y DE LOS SERVICIOS, 1990.
( % de viviendas)
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
17
con piso de firme o cemento. Siguiendo ese criterio" sólo un las que tienen buen material en paredes, techos y pisos, no
23.2% de las unidades eran buenas, la mitad de las que están hacinadas, tienen un excusado o un cuarto exclusivo
resultaron incorporando al modelo de vivienda 'buena' las para cocinar, constituyen el 29.3% del total.
que incluían piso de cemento o firme12.
Las unidades que no cumplen con ninguno de los atribu-
m.2.2. Uso del espacio en la vivienda. tos anteriores (cuando el INDCV es 'muy malo') son alrede-
dor de 500,000, el 3.2% del total el país; mientras las vi-
En lo que respecta al uso del espacio, se encontró que cerca de viendas 'malas' constituyen el 17.5% de ese total y las
1,000,000 de viviendas en el país (6.2%) están hacinadas (la regulares' superan el 50% (ver cuadro 1 y gráfica I).
relación de personas por dormitorio es mayor a 2.5), no tienen
excusado, ni un cuarto exclusivo para cocinar13. Las viviendas que pertenecen a la categoría de 'muy
buenas' (tal como la hemos definido anteriormente), utilizan-
Las viviendas con INDCE 'malo', esto es, aquellas que: do criterios más estrictos tanto en lo que se refiere al INDCM
están hacinadas y no tienen excusado, o que están hacinadas como al INDCE, representan sólo el 11.6%; en números
y no tienen un cuarto exclusivo para cocinar, o no tienen ni absolutos, se está hablando de unos 2,000,000 de viviendas.
baño ni cocina14, representan un 20.2%. En términos absolutos
resulta que 3,931,800viviendas se encuentran en alguna de las 111.2.4. Calidad de los servicios.
condiciones descritas anteriormente.
Según el INDCS el 8.5% de las viviendas son muy malas',
Las viviendas que no están hacinadas, tienen excusado y aproximadamente 1,300,000 viviendas; ellas no disponen de
un cuarto exclusivo para cocinar representan el 40.5% del ningún servicio; el 12.1% de las unidades son malas' ya que
total y son, aproximadamente, 6,000,000 de viviendas. Las sólo disponen de sólo uno de los cuatro servicios considerados.
'regulares', de acuerdo con nuestra definición alcanzan el
33.1% restante (ver cuadro 1 y gráfica I). Las viviendas que tienen drenaje conectado al de la calle
o a fosa séptica, agua dentro de la vivienda, electricidad y
Para determinar las características de la vivienda buena', cocinan con gas o electricidad, representan el 44.6% de las
según el INDCE, también se realizó un ejercicio preliminar viviendas del país, y las que no cuentan con uno o dos de los
con criterios más estrictos: el límite aceptable del número de servicios mencionados, las viviendas 'regulares', según el
personas por dormitorio fue más bajo (2 personas por dormi- INDCS, son el 34.8% (ver cuadro XII y gráfica I).
torio) y se incluía una variable que medía el número de cuartos
cuya función es distinta a la de dormir o cocinar, como puede Del análisis de estos datos podríamos concluir que existe
ser el comedor o la sala (cociente entre número de cuartos y una proporción mucho mayor de viviendas 'buenas' por sus
número de dormitorios); si la vivienda contaba con un cuarto servicios que por la calidad de sus materiales y organización
extra, entonces se clasificaba como 'buena'. El resultado de del espacio tomados conjuntamente.
este ejercicio mostró la existencia de un grupo de viviendas
que podrían denominarse como 'muy buenas', y que represen- 111.2.5. Calidad de la vivienda y sus servicios.
tan sólo el 21.5%. del total de unidades del país.
18
altos en aquellos referidos a la calidad de los servicios, y sobre 'buenas', según el INDCS, se observa una mayor concentra-
todo a la calidad de los materiales. En este último caso, la ción en la categoría de 'buenas' en el caso de las viviendas
relativamente alta proporción de viviendas con materiales rentadas que en las propias; los datos son: 59.3% y 42.7%,
'muy malos' responde, como ya explicamos antes, al criterio respectivamente.
un poco estricto que adoptamos para definirlos, aplicándolo
Para las viviendas propias el porcentaje de unidades 'muy
de la misma manera para todo el país. Aunque reconocemos
malas' y 'malas' es bastante mayor que el correspondiente a
las limitaciones implícitas en este tipo de definición, debemos
las viviendas rentadas: las viviendas 'muy malas' propias
aclarar que después de consultas con especialistas en la representan un 9.6% del total mientras las rentadas sólo
materia, encontramos difícil aplicar diferenciaciones según se alcanzan el 2%; asimismo, mientras las 'malas' propias cons-
trate de áreas rurales o urbanas, o de diferentes regiones del tituyen el 13.6%, las rentadas sólo representan el 3.5%. Las
país, ya que esas diferenciaciones también podrían prestarse viviendas en 'otra situación' se encuentran en una posición
a grandes desacuerdos y discusiones. Por otra parte, si bien similar a las propias, de acuerdo al INDCS.
algunos materiales naturales usados en zonas rurales podrían
ser adecuados para el clima, en general, presentan serios Los datos anteriores confirman el hecho de que las
problemas de mantenimiento y durabilidad, así como proble- viviendas rentadas estarían localizadas en mayor medida en
mas para la salud de sus habitantes. áreas urbanas y más centrales, donde la dotación de servicios
es más amplia que en áreas rurales o periféricas".
III.2.6. Relación de la calidad de la vivienda y sus servicios
Al considerar el Indice de Calidad de Vivienda y Servi-
con la tenencia y tipo de las unidades. cios según la tenencia, podemos notar que la distancia entre las
viviendas propias y rentadas aumenta, pues los porcentajes
La posibilidad de realizar este análisis a partir de una muestra correspondientes a la categoría de viviendas 'malas' es de
del Censo de 1990, nos permitirá mostrar la relación entre la 26.2% para las primeras y sólo de 8.7% para las segundas,
calidad de la vivienda y los servicios, tal como fue descrita en aunque la proporción de viviendas 'buenas' es similar para
los apartados anteriores, con la tenencia de la vivienda, ambos tipos de tenencia. Dentro de las viviendas 'en otra
variable que, en general, ha sido analizada de manera separada situación' las consideradas como 'malas' representan un
a partir de los censos. porcentaje bastante alto, 29.4%, en cambio las 'buenas' no
llegan al 15%.
El número de viviendas propias es mucho mayor que el de
las rentadas o las que están en otra situación (prestadas, etc.); Al analizar el comportamiento de los componentes del
estas tres formas de tenencia representan el 77.8%, 14.9% y índice global se puede apreciar que las viviendas 'buenas' que
7.3%, respectivamente, en el total del país. están en otra situación' alcanzan tal valor no tanto por pro-
blemas en la dotación de servicios, como por la calidad de sus
Atendiendo a la tipología de vivienda que arroja el materiales y por las deficiencias en la organización y uso de su
INDCV, se tiene que aquellas en "otra situación" alcanzan la espacios (ver cuadro XIII y gráfica II).
proporción más elevada de unidades de 'muy mala' y mala'
Los diferentes tipos de vivienda aparecen por primera
calidad (26%). En segundo término se encuentran las vivien- vez en el Censo General de Población y Vivienda de 1990;
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
das propias con el 22.1 % y las rentadas son las que cuentan con éstos son: las casas solas, los departamentos o vecindades y
una menor cantidad relativa de viviendas 'muy malas' y los cuartos de azotea. A nivel nacional, existen 13,516,100
'malas' (10.6%). casas solas, 2,211,000 departamentos o vecindades y 35,400
cuartos de azotea", que representan el 85.7%, 14.0% y 0.3%
En cuanto a las viviendas 'buenas', los porcentajes co- del total, respectivamente.
rrespondientes a las unidades propias y rentadas son práctica-
mente iguales (30.2% y 30.1%, respectivamente); en cambio, Como el Censo no separa las viviendas de los departa-
las viviendas 'buenas' en 'otra situación' únicamente repre- mentos, exploraremos a continuación un método para poder
identificar ese tipo de vivienda que, durante muchos afios
sentan el 18.5%. Es probable que una cjerta cantidad de
constituyó la forma habitacional más frecuente para los
viviendas urbanas populares (de 'mala calidad'), rentadas sin sectores populares urbanos. Entenderemos por vecindad una
contrato, aparezcan como en otra situación', frente al temor vivienda agrupada, rentada, y que comparte con otras unida-
de los entrevistados en el Censo de declarar la renta de su des algunos servicios o lugares, como por ejemplo: el patio,
vivienda al margen de la legalidad vigente. el espacio para cocinar y/o para lavar ropa, el baflo o
excusado. Resulta imposible a partir de la información
En suma, se puede decir que la diferencia entre las censal identificar los espacios compartidos, y en cuanto al
viviendas propias y las rentadas es que la cantidad relativa de
unidades 'malas' es mayor en las primeras (ver cuadro XIII).
11
Esto se verá como mayor detalle >1 analizar la tenencia por tamaño de
Desde el punto de vista de los servicios se observan localidad.
14
mayores diferencias entre las viviendas propias y las rentadas. Los datos relativos a los departamento» o vecindades y a los cuartos de
En la distribución de las unidades en 'malas', 'regulares' y azotea sólo aparecen separados en la muestra, pues en el Censo de
Población y Vivienda de 1990 ellos no están desglosados.
19
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDA,
Y LOS SERVICIOS, SEGUN TENENCIA, 1990/
(% de viviendas) CUADRO XIII
GRAFICA II
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDA Y LOS
SERVICIOS, SEGUN TENENCIA, 1990.
(% de viviendas)
excusado tampoco es factible saber si él es común aproximadamente un 25% del total incluido dentro de este
a varias unidades o si no se dispone del mismo en tipo y de alrededor del 3% del total de viviendas del país. Si
absoluto. Por ello decidimos explorar el dato este dato nos acerca ala realidad de las vecindades, podría-
relativo a la disponibilidad de aguas dentro de la mos concluir que para los sectores populares de México ella
vivienda, suponiendo que aquellas unidades que
no constituye actualmente una forma muy frecuente y
no disponen de agua dentro tenderían a compartir
baño y cocina, aunque reconocemos que este tampoco una problemática muy relevante en ei país. Sin
tampoco constituye en criterio totalmente ade- embargo, consideramos que este aspecto merece una inves-
cuado. De acuerdo con el análisis efectuado pode- tigación de mayor profundidad.
mos observar que unas 540,000 viviendas en el
país pertenecen a la categoría de 'departamentos Del total de casas solas se tiene que, según el INDCV,
y vecindades y no disponen de agua corriente el 23.2% pertenece al conjunto de viviendas 'malas', el cual
dentro de la unidad', es decir que se trata de resulta de unir las categorías 'muy malo* y 'malo'; un por-
20
centaje similar, 27%, corresponde a las 'buenas'. Para los S i bien para todos los tipos de vivienda la calidad de los
departamentos o vecindades se observa claramente en el
servicios es bastante mejor que la calidad de la vivienda, es
INDCV una concentración importante de unidades en la
cnlos cuartos de azotea donde el contraste entre ambos
categoría de 'buenas', dicho porcentaje asciende al 41,3%,
mientras la proporción correspondiente a la categoría de índices es mayor.
'malas' se ubica alrededor del 3.0%. En cambio, las casas
solas presentan un 22.3% en la categoría de 'buenas' y un III.3. SITUACION DE LA VIVIENDA A NIVEL
27.2% en la correspondiente a 'malas' (ver cuadro XIV y REGIONAL.
gráfica III). Los cuartos de azotea presentan bajos porcenta-
jes en el rubro referido a 'malas' viviendas, tanto para el Después de considerar la situación de la vivienda a nivel
INDCV como para el INDCS. Este último índice muestra
del conjunto del espacio nacional, estimamos necesario pre-
que más de la mitad de esos cuartos cuentan con todos los
sentar sus diferencias regionales, para comprobar en qué
servicios (56.9%), mientras los materiales aparecen en
peores condiciones, lo cual hace que la mayoría de medida la situación particular de la vivienda resulta coheren-
ellos queden clasificados como 'regulares' al construir te o no con nivel de marginación de la región en cada caso.
el INDCV (76.7%).
GRAFICA III
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDA Y LOS
SERVICIOS, SEGUN TIPO, 1990.
(% de viviendas)
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
21
MAPA 1
MEXICO: REGIONALIZACION MOCEMEX, 1990.
FUENTE: Cálculos propú» * putir del XI Censo Genenü de Ftoblidón y Vivienda, 1990.
22
RACIONALIZACION MOCEMEX, 1990
Población de Población de %dela
Núm. Nombre Entidades que la integran la entidad la región población
respecto al
paíi
País 81 249 645 81 249 645 100.0
Chiapas 3 210496
Pacifico Sur Guerrero 2620637
Oaxaca 3 019 560 8 850 693 10.9
23
MEXICO: NUMERO DE VIVIENDAS La región I es la que presenta el mayor número de vivien-
POR REGION, 1990. CUADRO XV das con INDCM muy malo (44.3%). En segundo término se
encuentra la región II (Golfo-Centro) en la cual una cuarta
Región Viviendas %
parte de las viviendas son 'muy malas' (24.4%). Las regiones
País 16,025,600 100.0 III a VI (Centro-Norte, Centro-Poniente, Sureste y Pacífico-
Centro) tienen un porcentaje de viviendas 'muy malas' que
I 1,682,100 10.5
oscila entre 10% y 20%, y en las regiones VII a X esa cantidad
H 2,533,400 15.8
ffl 618,000 3.9 es menor al 10%.
IV 1,542,800 9.6
V 770,000 4.8 La región IX (Baja California, Baja California Sur y
VI 852,000 5.3 Sonora) presenta la proporción más alta de viviendas' malas'
Vü 1,247,300 7.8 (23.9%), aunque una porción similar, 23.2%, la tiene la
VIH 2,064,200 12.9
DC 805,700 5.0 región VIII (Norte). En tercer lugar está la región III con el
X 3.910.100 24.4 22.7%, y le sigue la I con el 20.6%. La X es la única que
FUENTE: Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda, 1990. tienen un porcentaje de viviendas con INDCM' malo' menor
al 10% (ver cuadro XVI). Aquí llama mucho la atención,
sobre todo, el comportamiento del INDCM para la región IX,
ya que él no correponde al bajo nivel de marginación general
nü.1. Calidad de los materiales. de la misma".
24
GRAFICA IV
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LOS MATERIALES EMPLEADOS EN LA
CONSTRUCCION DE LA VIVIENDA POR REGIONES, 1990.
( % de viviendas)
iv v vi vn vni ix x
III.3.2. Calidad del espacio. 10.6%. Ese porcentaje baja a menos del 3% para el caso de las
regiones con mayor proporción de unidades de buena calidad.
En lo que respecta al INDCE resulta que sólo tres regiones En lo que respecta a las viviendas 'malas' se tiene que los
(VII, VIII y IX) tienen una proporción de viviendas 'buenas' extremos son la región I con 34% y la IX con 12%; también
superior al 50%; en cambio para la región X esa proporción es tienen bajos porcentajes de viviendas 'malas', las regiones
ligeremente inferior, 47.7%. De nueva cuenta la región I es la
VII y VIII (12.4% y 13.7%)y la X se encuentra cercana a estas
que tienen menor cantidad relativa de viviendas "buenas"
cifras, con un 15.2% de viviendas'malas'. Habría que llamar
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
Indice
Región Muy malo Malo Regular Bueno
I 14.4 34.0 31.7 19.9
H 10.6 27.5 31.8 30. J
m 5.8 23.3 33.2 37.7
IV 6.3 22.8 34.1 36.8
V 7.7 25.7 34.5 32.1
VI 5.3 19.1 37.5 38.1
VH 2.4 12.4 33.7 51.5
VID 2.9 13.7 31.5 51.9
IX 2.1 12.0 34.2 51.7
X 3.9 15.2 33.2 47.7
25
GRAFICA V
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DEL ESPACIO
DE LA VIVIENDA POR REGIONES, 1990.
(% de viviendas)
in iv v vi vnvmix x
Calidad de la vivienda. calidad son las que presentan los menores niveles de margi-
nación, exceptuando la región IX, debido a la situación que
Se confirma que la región I tiene una proporción mucho mayor observamos al considerar la calidad de los materiales (ver
de viviendas 'malas' y 'muy malas', y que aquellas que cuadro XVIII y gráfica VI).
concentran los porcentajes más altos de unidades de buena
26
GRAFICA VI
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDA
POR REGIONES, 1990.
( % de viviendas)
n m vi vn vm ix
mj.4. Calidad de los servicios. pues el 68% de las viviendas cuentan con agua dentro de la
vivienda, drenaje conectado al de la calle o a fosa séptica, luz
En la región I el 23.5 % de las viviendas no cuenta con ningún eléctrica y gas o electricidad para cocinar. En las regiones
servicio; las regiones II y III alcanzan una proporción arriba VIII, IX y X, más de la mitad de las viviendas tienen INDCS
del 10%, y la que presenta el porcentaje más bajo de bueno', en cambio en las I y II sólo encontramos el 17.2% y
viviendas que se encuentren en esta situación es la X (1.9%) 26.8%,respectivamente,de viviendas de buena calidad. Llama
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
(ver cuadro XIX y gráfica VII). Laregión VII (Aguascalientes, particularmente la atención la región V (Sureste) por el alto
Colima y Jalisco) es la que está mejor dotada de servicios. nivel de viviendas con malos servicios.
27
GRAFICA VII
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LOS SERVICIOS
EN LA VIVIENDA POR REGIONES, 1990.
(% de viviendas)
n m vi vn vni ix x
mj.5. Calidad de la vivienda y sus servicios. y gráfica VIII). Con la excepción de la región correspondiente
a Baja California, Baja California Sur y y Sonora (región IX),
Al intersectar el INDCV y el INDCS, los porcentajes de aquellas con mayor proporción de viviendas 'buenas' son las
viviendas 'buenas' se reducen considerablemente, lo mismo que tienen los niveles más bajos de marginación. La región I
que habíamos observado para el nivel nacional. En las
se encuentra en una situación extrema, pues solamente el
regiones que tienen porcentajes más altos, éstos no sobrepa-
7.1% de sus viviendas tienen INDCVS 'bueno', proporción
28
GRAFICA VIH
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LAS VIVIENDAS Y LOS
SERVICIOS POR REGIONES, 1990.
( % de viviendas)
100
ZW
VI VII VIII
m.4. SITUACION DE LA VIVIENDA SEGUN TAMAÑO siguiente tamaño de localidad, de 2,500 a 14,999 habitantes,
DE LA LOCALIDAD.
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
29
MEXICO: NUMERO DE VIVIENDAS En los poblados de 1 a 2,499 habitantes se presenta el
POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990. CUADRO XXI porcentaje más alto de viviendas con INDCM' malo' (26.8%),
Tamaño de Viviendas mientras que en las ciudades de 500,000 y más habitantes ese
localidad Abs. % índice es el más bajo (16.5%). En cambio, no es en este último
País 16,025,600 100.0 tamaño de localidad donde existe la proporción más alta de
Rural 4,267,700 26.7 viviendas 'buenas'; éstas se localizan en las ciudades medias
Seminiral 2,024.000 12.6 (los porcentajes son 58.1% y 67.0%, respectivamente).
Cd:. pequeña» 1,954.500 12.2
Cd«. inedias 2.553,900 15.9
Cd». glandes 997,600 6.2 En el medio urbano los porcentajes de viviendas con
A.M.C.MEX. 3,120,700 19.5 INDCM 'bueno' se acercan al 50.0% (en el caso de las
A.M.C.MONT. 528,200 3.3 ciudades pequeñas) o por arriba de éste; en cambio en los
A.M.C.GUAD. 579,000 3.6
poblados rurales y semirurales, esta proporción se aleja bas-
FUENTE: Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda, 1990.
tante del 50%: en las localidades de 1 a 2,499 habitantes
apenas sobrepasa el 10% y en el siguiente tamaño de locali-
dad sólo representan una tercera parte del total.
m.4.1. Calidad de los materiales.
En cuanto a las tres áreas metropolitanas mayores, la de
En los datos del INDCM por tamaño de localidad se puede la Ciudad de México tiene menor proporción de viviendas
apreciar que hay un distancia bastante grande entre los buenas' pero también menor porcentaje de 'malas'. Compa-
poblados de 1 a 2,500 habitantes y el resto de los tamaños de radas con los otros tamaños de localidad, las grandes metró-
localidad. A medida que aumenta el número de habitantes polis sólo son superadas por las ciudades medias en lo que
disminuye la proporción de viviendas con INDCM 'muy concierne a los porcentajes de viviendas buenas; en cambio,
malo' y malo'.
los porcentajes de viviendas malas' bajan considerablemen-
te en las tres áreas metropolitanas.
La disminución más drástica de viviendas con mala
calidad de materiales se ubica entre los poblados de 2,500 a
m.4.2. Calidad del espacio.
14,999 habitantes y los de 15,000 a 99,999 habitantes; en los
primóos el porcentaje de viviendas 'malas' es del 23.9%,
mientras que en los segundos es del 17.0%. Asimismo, el En la distribución porcentual que resulta del INDCE se vuelve
porcentaje de viviendas 'muy malas' es muy alto en localida- a repetir la misma tendencia: el porcentaje de viviendas muy
des rurales: 39.6%; disminuye al 17.9% para el siguiente malas* y 'malas' disminuye conforme aumenta el tamaño de
tamaño de localidad; y para las ciudades pequeñas este localidad; en este caso, se observa que el decremento más
porcentaje se reduce más de cuatro veces (baja al 17.5%). importante ocurre entre los poblados de 1 a 2,499 habitantes
Finalmente, en las ciudades medias las viviendas 'muy ma- y el siguiente tamaño de localidad. En las localidades rurales
las' solamente representan el 4.8%, y en las grandes el 3.9% el 50% de las viviendas presentan serios problemas de espa-
30
GRAFICA IX
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LOS MATERIALES EMPLEADOS EN LA
CONSTRUCCION DE LA VIVIENDA POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990.
( % de viviendas)
" r
Rural Semirural Cds.pequeñas Cd.s. medias Cd.s. grandes A.M.C.MEX. A.M.MONT. A.M.GUAD.
condiciones, pues son las que no tienen baño, ni cocina y están viviendas buenas, aunque menor que en el caso anterior. En lo
hacinadas; en términos absolutos son alrededor de 1,500,000 que se refiere a las tres áreas metropolitanas, con excepción de
viviendas. Por otro lado, sólo el 16.5% de las viviendas rurales la Ciudad de México, ellas tienen porcentajes más altos de
son 'buenas'(ver cuadro XXIII y gráfica X). viviendas buenas y más bajos de viviendas malas.
A diferencia de lo observado para la calidad de los En conclusión, podemos decir'que existe una situación más
materiales, al considerar la calidad del espacio la mejoría que favorable en cuanto a materiales que en cuanto a calidad del
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
se presenta al tomar en cuenta tamaños de localidad mayores espacio en todos los tamaños de localidad y grandes áreas
es un poco menor. Al pasar de las ciudades medias a las metropolitanas, salvo en los poblados senúrurales, donde la
grandes se vuelve a notar una baja en la proporción de distribución de los dos índices es muy parecida.
31
GRAFICA X
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DEL ESPACIO EN
LA VIVIENDA POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990
(% de viviendas)
80%
60%
40¾
20%
0%
Rural Semiiural Cds. pequeñas Cds. grandes Cds. medias A.M.C.MEX. A.M.MONT. A.M.GUAD.
5SSSSS8 Malo E ::::: Regular NW1 Bueno
FUENTE: Cuadro XXIII.
32
GRAFICA XI
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LA VIVIENDAPOR
TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990.
(% de viviendas)
100
i i r
Rural Semiiural Cds.Pequeñas Cds. Medias Cds.Grandes A.M.C.MEX. A.M.MONT. A.M.GUAD.
rurales y sem i-rurales. Las áreas metropolitanas de Monterrey MEXICO: INDICE INTEGRADO DE
y Guadalajara se destacan por sus altos porcentajes de vivien- CALIDAD DE LA VIVIENDA Y SUS
das 'buenas', en cambio el Area Metropolitana de la Ciudad SERVICIOS POR TAMAÑO DE
de México está peor que las ciudades medidas y grandes (ver LOCALIDAD, 1990.
cuadro XXV y gráfica XII). (% de viviendas) CUADRO XXVI
Tamaño de Indice
Como se puede apreciar, hay diferencias sustanciales al localidad Muy malo Malo Regular Bueno
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
33
GRAFICA XII
MEXICO: INDICES DE CALIDAD DE LOS SERVICIOS EN LA
VIVIENDA POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990.
( % de viviendas)
GRAFICA XIII
MEXICO: INDICE INTEGRADO DE CALIDAD DE LA VIVIENDA Y SUS
SERVICIOS POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990.
(% de viviendas)
34
MEXICO: INDICE INTEGRADO DE CALIDAD DE LA VIVIENDA Y SUS SERVICIOS
SEGUN LA TENENCIA, POR TAMAÑO DE LOCALIDAD, 1990.
(% de viviendas) CUADRO XXVII
Tamaño de la Propia Rentada Otra situación
localidad Malo Reg. Bueno Malo Re* Bueno Malo Reg- Bueno
Rural 65.3 33.2 1.5 54.8 43.3 1.9 58.0 42.0 0.0
Semi rural 28.5 61.9 9.6 22.7 68.1 9.2 35.2 57.6 11
Cds. pequeñas 11.9 63.0 25.1 9.6 71.0 19.4 24.3 61.7 14.0
Cds. medias 7.2 49.1 43.7 4.7 61.7 33.6 17.3 59.5 23.2
Cds. grandes 9.1 54.0 36.9 4.9 65.6 29.5 21.2 58.8 20.0
A.M.C.MEX. 2.9 52.5 44.6 1.8 66.0 32.2 6.3 71.7 22.0
A.M.MONT. 3.6 40.9 55.5 2.3 57.7 40.0 11.4 58.8 29.9
A.M.GUAD. 2.2 45.9 51.9 1.5 55.2 43.3 7.6 59.1 33.3
Nota: Ver Anexo m, cuadro A, donde consta el número de viviendas por tenencia y tamaño de localidad.
FUENTE: Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda, 1990.
poblados rurales y semirurales se tienen porcentajes pequeños localidades de menos de 2,500 habitantes, donde las vivien-
de vivienda y servicios de buena calidad y porcentajes altos de das propias tienen una mayor proporción de unidades con
viviendas y servicios muy malos y malos, sobre todo en las INDCVS 'malo'.
localidades de menos habitantes.
En las ciudades, la calidad de la vivienda y los serví vios
Las áreas metropolitanas mayores presentan la mejor es bastante mejor para lavivienda propia que para la rentada,
situación en la calidad de sus viviendas y servicios y las
aunque los porcentajes de viviendas 'malas' son un poco
ciudades medias alcanzan porcentajes similares al del Area menores éntrelas rentadas. Las mismas diferencias se mantie-
Metropolitana de la Ciudad de México en lo que se refiere a
nen tanto para las ciudades pequeñas como para las grandes
las viviendas buenas.
y las áreas metropolitanas. En el caso de las viviendas en 'otra
m.4.6. Calidad de la vivienda y sus servicios según tenencia situación' (entre las que se encuentran las viviendas prestadas
y tipo. y posiblemente viviendas populares rentadas sin contrato) el
porcentaje de unidades 'buenas' es considerablemente menor
En los poblados rurales y semirurales la cantidad relativa de aumentando, sobre todo con respecto a las propias y rentadas,
viviendas propias con INDCVS malo' es mayor a la propor- las viviendas de mala calidad.
ción de viviendas rentadas 'malas'. En cambio, los porcentajes
de viviendas "buenas' es muy similar para ambas formas de En síntesis, las viviendas propias tienen mayor propor-
tenencia. Aquellas que están en 'otra situación' presentan más ción de viviendas 'buenas' que las rentadas, encontrándose
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
altos porcentajes de viviendas malas' (incluyen 'muy malas' y las de en 'otra situación' en condiciones mucho peores (ver
'malas1) que las rentadas y las propias, salvo en el caso de las cuadro XXVII y cuadro A del Anexo III).
35
MEXICO: DISTRIBUCION DE LAS VIVIENDAS POR TAMAÑO DE LOCALIDAD Y
REGION, 1990.
(% de viviendas) CUADRO XXIX
Localidad
Región Rural Semirural Cds. pequeñas Cds. medias Cds. grandes
I 52.5 17.9 14.2 8.6 6.8
H 38.3 20.2 16.8 16.0 8.7
DI 44.5 15.5 16.1 23.9 0.0
IV 34.5 15.1 19.2 22.5 8.7
V 30.0 18.3 18.9 16.9 15.9
VI 35.1 16.8 9.6 38.5 0.0
VH 30.0 22.7 30.9 16.4 0.0
VIH 19.5 8.4 19.5 34.2 18.4
IX 14.8 10.3 15.8 40.4 18.7
X 33.4 30.6 12.6 23.4 0.0
Nota. En la legión X el porcentaje de viviendas rurales aumenta porque se quitaron las viviendas del A.M.C.MEX. que son muy numerosas.
FUENTE: Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda, 1990.
Respectoaladistribución porcentual del INDCVS según el Respecto a las localidades de 2,500 a 14,999 habitantes,
tipo de vivienda, vemos queen las localidades rurales solamente la región X es la que presenta el porcentaje más alto de
existen alrededor de700viviendas clasificadas como cuartos de viviendas en esos poblados (por la razón ya apuntada), mien-
azotea; deéstos500 tienen INDCVS 'regular'. Los departamen- tras las regiones VIII y IX acusan las proporciones menores.
tos o vecindades tan sólo representan un 0.7% del total de La región VII, por su parte, tiene el mayor porcentaje de
viviendas rurales; las localidades semirurales presentan una viviendas en ciudades pequeñas (30.9%) y la VI es la única
situación similar, por lo cual los datos no arrojan resultados con menos del 10%. Con más del 30% de viviendas en
relevante. En los tres tamaños de ciudades, la calidad de la ciudades medias se encuentran las regiones VI, VIII y IX y
vivienda y los servicios es claramente mejor para los departa- sólo en la región I las viviendas de ciudades medias represen-
mentos o vecindades que paralas casas solas, y ello se hace más tan menos del 10%. Son seis las regiones que tienen ciudades
evidente en el caso de las grandes ciudades, pero también de las grandes; en tres de ellas (V, VIII y IX) las viviendas alcanzan
proporciones superiores al 15% y en las otras tres (I, II y IV)
áreas metropolitanas de Ciudad de México y Guadalajara. En las
la proporción es menor al 10% (ver cuadro XXIX).
ciudades medias y el Area Metropolitana de Monterrey el
porcentaje de unidades 'buenas' es muy similar para esos dos
a. Localidades rurales.
tipos de vivienda, aumentando en cambio el porcentaje de
'malas* en el caso de las casas solas. Cabe aclarar que en la Las regiones I y II son las que tienen más altos porcentajes
" En este análisis no se incluyen las áreas metropolitanas mayores porque En este tamaño de localidad hay una mejora de la calidad de
ellas ya fueron consideradas de manera separada. Hay que aclarar que la vivienda y los servicios, pues los porcentajes de viviendas
esas áreas pertenecen a las regiones VII, VIII y X.
36
MEXICO: INDICE INTEGRADO DE CALIDAD la IV y la IX tienen los porcentajes más bajos de viviendas y
DE LA VIVIENDA Y SUS SERVICIOS servicios con mala calidad. En estas ciudades no hay tantas
EN LOS POBLADOS RURALES, diferencias entre las regiones como en los poblados rurales y
POR REGIONES, 1990. semtrorales (ver cuadro XXXII).
(% de viviendas) CUADRO XXX
Indice
Región Malo Regular Bueno d. Ciudades medias.
I 85.1 14.5 0.4 Dentro del Sistema Nacional de Ciudades hay, en 1990,50
H 72.5 26.0 1.5 ciudades medias, de las cuales 22 son capitales de diferentes
m 64.5 34.4 1.1 estados de la República Mexicana1*.
IV 54.8 43.2 2.0
V 64.5 34.5 1.0 En los datos del cuadro XXXHI se puede observar que no
VI 45.6 52.3 2.1
hay una relación sistemática entre la pobreza y marginación
VH 37.7 57.0 5.3
Vm 52.5 45.5 2.0 de las regiones y la calidad de la vivienda y los servicios en las
IX 37.0 60.9 2.1 ciudades medias de cada una de ellas. En cierta medida ello es
X 60.1 37.4 2.5 lógico porque en general las regiones más pobres lo son
FUENTE: Muestra del 1% del Censo de Población y Vivienda, 1990. fundamentalmente por el peso de sus zonas rurales, más que
por el nivel de vida de algunas de sus ciudades. Si bien la
'malas' en todas las regiones disminuyen considerablemente región más pobre tiene la menor proporción de viviendas
respecto al tamaño de localidad anterior. Baja sobre todo en la 'buenas' en sus ciudades medias, no es en las regiones de
región VII, la que además de tener el porcentaje más pequeño menor nivel de marginación donde se encuentran las mejores
de viviendas 'malas', presenta el más alto porcentaje de condiciones de vivienda y servicios. Estas se hallan justamen-
viviendas 'buenas' (19.5%). Las regiones con más altos te en la región III (con ciudades como San Luis Potosí y
porcentajes de vivienda mala' son, en orden decreciente las Zacatecas), en la región VII (con Aguascalientes y Colima) y
I, V, II y X; por otra parte, aquellas con mayor proporción de en la región IV (con Querétaro, Morelia, Uruapan, Zamora y
vivienda 'buena' son las VII, III, VI y IV (ver cuadro XXXI). varias ciudades de Guanajuato como Celaya, Irapuato,
Salamanca, Silao y Valle de Santiago). En cambio, las ciuda-
Se puede concluir que para este tamaño de localidad no des medias de la región IX (con Mexicali, Ensenada, La Paz,
se observa, en general, una relación entre la calidad de la Nogales, Ciudad Obregón, Guaymas y Delicias) tienen el
vivienda y el nivel de marginación de las regiones.
c. Ciudades pequeñas. " Las capitales de entidades federativas son: Aguascalientes, Cubarán,
Mexicali, Morelia, Queréis ro.Du rango, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa
De nueva cuenta es en la región VII donde el Indice de Calidad Pachoca, Campeche, La Paz, Toluca, Cuemavaca, Jalapa, Oaxaca, Zaca-
tecas, Colima, Saltillo, San Luis Potosí, Tepicy Hermosillo. Las entidades
INEGI. Vivienda y familia en México : un enfoque socio - espacial. 1994
de la Vivienda y los Servicios está mejor. Junto con esta región federativas con mis ciudades medias son Tamaulipas y Veracruz.
37
MEXICO: INDICE INTEGRADO mayores niveles y generales de marginación) que en los
DE CALIDAD DE LA VIVIENDA poblados rurales donde la vivienda se encuentra en una
Y SUS SERVICIOS EN LAS CIUDADES situación relativamente privilegiada dentro del país. La región
MEDIAS,POR REGIONES, 1990. VII, en cambio, tiene los más altos porcentajes de vivienda
(% de viviendas) CUADRO XXXIII buena' tanto en poblados rurales como en las ciudades,
mientras las región I se encuentra en las peores condiciones en
ambos tipos de localidades.
38