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Trabajo Científico

Situación sanitaria de las abejas melíferas en Uruguay

Invernizzi, C.1; Antúnez, K.2; Campa, J.P.3; Harriet, J.3; Mendoza, Y.4; Santos, E.5; Zunino, P.2

RESUMEN SUMMARY
En los últimos años se ha constatado una pérdida alarmante de In the last years, considerable loss of honeybees colonies has
colonias de abejas melíferas en muchos países del mundo, espe- been detected in many countries around the world, and mainly
cialmente en los del Hemisferio Norte. Los patógenos y parási- in Northern Hemisphere ones. Pathogens and parasites are ahead
tos de las abejas aparecen en primer lugar como posibles res- as likely responsible agents of such loss. In Uruguay, mortality
ponsables de dichas pérdidas. En Uruguay, la mortandad de of colonies has increased significantly in the last decades, though
colonias ha tenido un incremento significativo con relación al de not as much as in the United States of America and some Euro-
décadas atrás, aunque el problema no alcanza la magnitud en- pean countries. The mite Varroa destructor is the main sanitary
contrada en Estados Unidos y algunos países de Europa. El problem, causing colony if it is not properly deparasited. Mo-
ácaro Varroa destructor aparece como el principal problema reover, the ocurrence of this parasite is associated to the pre-
sanitario, causando generalmente la muerte de las colonias si no sence of some ARN viruses widely distributed in the country:
se desparasitan correctamente. Además, la presencia de este Acute bee paralysis virus, Chronic bee paralysis virus, Black
patógeno se ha visto asociada a diferentes virus ARN, amplia- queen-cell virus, Deformed wing virus and Sacbrood bee virus.
mente distribuidos en el país: virus de la parálisis aguda, virus So far, Kashmir bee virus and Israeli acute bee paralysis virus,
de la parálisis crónica, virus de la celda real negra, virus de las both related to depopulation of colonies, have not been detec-
alas deformadas y virus de la cría ensacada. Hasta el momento ted. The fungi Nosema ceranae occurs in all the country but has
no se han detectado el virus Kashmir y el virus de la parálisis not been associated to considerable loss of colonies. Interestin-
aguda Israelí, ambos relacionados con despoblamiento de colo- gly, a decrease in the prevalence of brood diseases such as Ame-
nias. El hongo Nosema ceranae está presente en todo el territo- rican foulbrood (Paenibacillus larvae), European foulbrood
rio, pero no ha sido asociado con pérdidas relevantes de colo- (Melissococcus plutonius), Chalkbrood (Ascosphaera apis) and
nias. Llamativamente, se verifica una disminución de la preva- Sacbrood (virus SBV) has been detected. The increased hygie-
lencia de las enfermedades de la cría como la Loque Americana nic behaviour of honeybees in the last 15 years could account
(Paenibacillus larvae), Loque Europea (Melissococcus pluto- for this improvement.
nius), Cría Yesificada (Ascosphaera apis) y Cría Ensacada (vi-
Key words: Honeybees, bee diseases, Varroa destructor, Nosema
rus SBV). El aumento del comportamiento higiénico de las abejas
ceranae, Uruguay.
constatado en los últimos 15 años podría explicar esta mejora.
Palabras clave: Abejas melíferas, enfermedades de las abejas,
Varroa destructor, Nosema ceranae, Uruguay.

INTRODUCCIÓN cos relevantes es de aproximadamente Al igual que en otros países con activi-
La apicultura uruguaya tuvo un desarro- 12.000 toneladas que se destinan en más de dad apícola desarrollada, en Uruguay la
llo significativo en la década de 1960 cuan- un 90% a la exportación, generando con los sanidad de las abejas constituye el prin-
do se hicieron efectivas las primeras ex- precios actuales más de 20 millones de dó- cipal problema que enfrentan los apicul-
portaciones de miel. En los años 70 y 80 lares por año (DIGEGRA, 2009). tores. Diferentes enfermedades afectan la
se convirtió en un sector de neto perfil La mayoría de los apicultores tienen apia- rentabilidad de las empresas apícolas al
exportador y ya en los 90 la miel era el rios fijos, aunque en los últimos años el aumentar la mortandad de colonias, dis-
segundo producto de exportación de ori- deterioro de algunas zonas apícolas debi- minuir la producción de miel, incremen-
gen granjero, detrás de los cítricos. do al avance de la agricultura ha fomenta- tar los costos de curaciones y control,
do la trashumancia de colmenas. En este entre otros perjuicios. Las investigacio-
Actualmente existen algo más de 3200 nes sobre los diferentes patógenos y pa-
productores que manejan cerca de sentido es significativo el incremento del
número de colmenas que se trasladan a rásitos de las abejas se han intensificado
500.000 colmenas en todo el territorio en los últimos años como consecuencia
nacional. La producción de miel en años las forestaciones de Eucalyptus grandis
al final del verano. de la importante pérdida de colonias que
en que no se presentan problemas climáti-

1
Facultad de Ciencias, Iguá 4225, CP 11400, Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: ciro@fcien.edu.uy
2
Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
3
Dirección de Laboratorios Veterinarios.
4
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.
5
Facultad de Química.
Recibido: 30/8/10 Aprobado: 21/12/10

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se ha constatado en muchos países del se de la hemolinfa de las pupas. Las abe- permitió incluso que muchos apicultores
mundo, especialmente en los del Hemis- jas adultas infectadas tienen una menor prescindieran de tratamientos acaricidas.
ferio Norte (Neumann y Carreck, 2010; longevidad, disminuyen su capacidad de Pese a que esta situación cambió radical-
vanEngelsdorp y Meixner, 2010). aprendizaje y presentan dificultad para mente a lo largo de la última década, aún
En Uruguay están presentes las enferme- retornar a la colmena (Rosenkranz y col., es posible encontrar zonas donde las co-
dades infecciosas y parasitosis más co- 2010). En la década de 1990, las investi- lonias se mantienen libres de ácaros sin
nocidas de las abejas, que se encuentran gaciones sobre la Varroosis sufrieron un tratamientos de control.
en prácticamente todos los países donde cambio drástico al encontrarse que este Diferentes hipótesis se han propuesto
se ha desarrollado la actividad apícola, ácaro actúa como vector o inductor de para explicar el motivo de la buena tole-
aunque aspectos como la prevalencia, dis- virus de las abejas. Estos virus (u otros rancia que presentaron las abejas melífe-
tribución y virulencia de los diferentes patógenos secundarios), y no los ácaros, ras a V. destructor durante muchos años
agentes causales presentan muchas veces podrían ser los verdaderos responsables en Uruguay. Ruttner y col. (1984) sugi-
particularidades distintivas. de la muerte de las colonias (Allen y Ball, rieron que en Uruguay los ácaros presen-
1996; Ball y Bailey, 1997, Shen y col., taban una tasa reproductiva y nivel de
Los proyectos de investigación y de vali-
2005a; Shen y col., 2005b; Yang y Cox- hormona juvenil diferente a la encontrada
dación tecnológica nacionales relaciona-
Foster, 2005, Yue y Genersch, 2005; en otros países donde la parasitosis cau-
dos con patógenos y parásitos de las abe-
Chen y Siede, 2007). Este ácaro, cuyo sa pérdidas económicas cuantiosas. Kirs-
jas han tenido un incremento importante
huésped original es la abeja asiática Apis ch y Rosenkranz (1998) encontraron que
en los últimos 10 años y provienen de
cerana, infestó a A. mellifera cuando las el daño causado por V. destructor variaba
investigadores y técnicos de diferentes
dos especies entraron en contacto debido según las zonas del país constatando una
instituciones. Los estudios abarcan des-
a la actividad apícola a principios del si- reducida descendencia de ácaros machos
de experiencias al nivel de campo hasta el
glo pasado. Mientras en A. cerana sólo y hembras.
empleo de técnicas de análisis de ADN
se reproduce en celdas de zánganos, en A.
en laboratorio utilizando equipamiento de Otra de las hipótesis que sustenta la po-
mellifera también utiliza las de obreras,
alta tecnología. La mayoría de los resul- sible tolerancia de la abeja a la Varroosis
siendo ésta una de causas que explican el
tados obtenidos han sido publicados en es el grado de africanización de las abejas
enorme daño que causa en esta última
revistas científicas y difundidos entre los en Uruguay. En este sentido, Burgett y
especie (Bailey y Ball, 1991, De Jong,
productores a través de diferentes me- col. (1995) empleando análisis morfomé-
1997; Rosenkranz y col., 2010).
dios, especialmente en eventos apícolas. tricos y moleculares (ADNmt) encontra-
Varroa destructor ingresó y se dispersó ron que el 30% de las colonias corres-
El objetivo de esta revisión es hacer una
por distintas regiones de Europa, África pondían a abejas africanizadas y el 53% a
puesta a punto de la situación sanitaria
y Sudamérica en las décadas de 1970 y híbridos africanizados. También Diniz y
de las abejas en Uruguay, incluyendo in-
1980 llegando a EE.UU. en 1987. Actual- col. (2003), sobre la base de análisis de
formación histórica en los casos en que
mente es casi cosmopolita, aunque aún loci de alozimas y ADNmt, confirmaron
esté disponible, aportes que surgieron de
no ha sido encontrada en Australia (De que las abejas en Uruguay tienen un alto
investigaciones recientes y recomendacio-
Jong, 1997; Rosenkranz y col., 2010). grado de africanización con un gradiente
nes técnicas para controlar las enferme-
dades. También se considerarán diferen- En Uruguay la especie se detectó por decreciente de norte a sur. A su vez, Issa
tes factores que pueden incidir en la sani- primera vez en 1978 en el departamento y col. (2000) hallaron una variación de
dad de las abejas y las amenazas más im- de Montevideo, y rápidamente se disper- los índices de infestación de V. destructor
portantes que podrían deteriorar la ac- só por todo el territorio nacional (Tosca- en la zona de transición de las abejas afri-
tual situación sanitaria. no, 1980). De acuerdo a registros de la canizadas y europeas (paralelos 30º a 35º
Dirección de Laboratorios Veterinarios sur), siendo menores hacia las zonas con
PARASITOSIS CAUSADAS POR «M. C. Rubino» (MGAP) en el período mayor africanización. La mayor toleran-
ÁCAROS comprendido entre 1985-2005, de 38.464 cia de las abejas africanizadas con rela-
muestras de abejas analizadas el 77,4% ción a las europeas fue constatada en nu-
Varrosis presentaron ácaros, siendo el promedio merosos estudios y podría explicarse por
de infestación (Nº de ácaros/100 abejas), mecanismos de resistencia comportamen-
Desde hace varios años la Varroosis, cau-
de 7,9%. En los años 2001 y 2005 se re- tales (comportamiento higiénico, gro-
sada por el ácaro ectoparásito Varroa
gistraron los mayores porcentajes de oming), atractividad de la cría, duración
destructor, es considerada el principal
muestras de abejas infestadas (89,8% y del período de operculado de la cría, ta-
problema sanitario de las abejas melífe-
97,6%, respectivamente), mientras que en maño de las celdas, tendencia a enjam-
ras en el mundo, y causa pérdidas econó-
los años 1994 y 2005 se registraron los brar, fertilidad y fecundidad del ácaro,
micas millonarias en la industria apícola,
promedios de infestación más altos entre otros, que varían entre abejas afri-
especialmente en los países con climas
(10,0% y 11,1%, respectivamente). canizadas y europeas (revisados en De
templados (Rosenkranz y col., 2010).
No obstante la presencia y prevalencia Jong, 1997; Büchler, 1994; Rosenkranz
Las hembras adultas de V. destructor tie-
de V. destructor en el país, durante varios y col., 2010).
nen una fase forética sobre el cuerpo de
las obreras y zánganos y se reproducen años el daño causado a las colonias fue Esta situación de tolerancia se prolongó
dentro de las celdas de cría alimentándo- menor al reportado en otros países lo que hasta fines de la década de los 90, cuando

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fueron detectados daños superiores a los bien pobladas y con suficientes reservas diagnóstico de la Dirección de Laborato-
ocurridos hasta entonces y los apiculto- de alimento, y multiplicar las colonias que rios Veterinarios «M. C. Rubino»
res sufrieron cuantiosas pérdidas inver- hayan sobrevivido a un despoblamiento (MGAP). Durante las décadas de 1950 a
nales de colonias. Los apiarios que en- causado por Varroosis. 1980 se le atribuyó a este ácaro la res-
tonces fueron sometidos a tratamientos Actualmente los esfuerzos para contro- ponsabilidad de numerosas pérdidas de
acaricidas presentaron índices de mortan- lar la Varroosis se enfocan en dos áreas. colonias. A partir de los años 90 la inci-
dad menores que aquellos que no recibie- Por un lado, se busca optimizar los trata- dencia de la acariosis disminuyó signifi-
ron tratamiento alguno. mientos con sustancias orgánicas y ela- cativamente y actualmente esta enferme-
Las pautas consensuadas entre técnicos borar un protocolo de manejo orgánico dad tiene baja prevalencia en el país. Se
particulares y oficiales para controlar la de la Varroosis, a efectos de disponer de presume que la aplicación de acaricidas
Varroosis se resumen en la Cartilla Nº5 una alternativa válida a las moléculas sin- contra V. destructor pudo disminuir las
(2007) elaborada por técnicos del Insti- téticas (Ramallo y col., 2008; Santos y poblaciones de A. woodi. El tratamiento
tuto Nacional de Investigaciones Agro- col., 2009; Vera y col., 2009). Por otro que demostró ser más eficiente para des-
pecuarias y la Dirección de Laboratorios lado, se están estudiando varios compo- parasitar las colonias es la evaporación
Veterinarios «M.C. Rubino» (MGAP). Se nentes de resistencia de las abejas melífe- de salicilato de metilo durante ocho se-
recomienda un tratamiento acaricida en ras a V. destructor para incluirlos en pro- manas continuadas.
otoño utilizando un producto de síntesis gramas de mejoramiento genético (San-
habilitado, y el seguimiento estacional chez y col., 2009). ENFERMEDADES CAUSADAS
por vía del muestreo de ácaros foréticos POR HONGOS
el resto del año. En aquellos casos en que Acariosis
exista necesidad de reiterar los tratamien- Nosemosis
La Acariosis es causada por el ácaro
tos en invierno, primavera o verano, se Durante décadas se asumió que el hongo
Acarapis woodi que vive y se reproduce
recomienda la administración de sustan- microsporidio Nosema apis era el único
en las tráqueas de las abejas alimentán-
cias acaricidas orgánicas (ácido oxálico, agente causal de la Nosemosis en las abe-
dose de la hemolinfa. Las abejas parasi-
ácido fórmico o timol). Uruguay dispone jas adultas. Sin embargo, recientemente
tadas presentan dificultades en la respi-
de cuatro principios activos para comba- se encontró que N. ceranae, cuyo hués-
ración porque los ácaros obstruyen el
tir la parasitosis. El piretroide fluvalina- ped original es la abeja asiática A. cerana
pasaje de aire. Este parásito está presen-
to se utiliza desde 1989 presentando un (Fries y col., 1996) «saltó» a las abejas
te en todos los continentes aunque su dis-
comportamiento acaricida aceptable en europeas hace algo más de 20 años y ac-
tribución aparece parcheada, posiblemen-
todo el país, salvo en algunas zonas del tualmente está presente en todo el mun-
te debido a que las técnicas de detección
litoral oeste y centrosur donde se utilizó do (Higes y col., 2006; Klee y col., 2007;
son complejas, costosas y poco eficien-
en exceso y actualmente presenta una efi- Huang y col., 2007; Chen y col., 2008;
tes cuando el parásito se encuentra en
ciencia menor a la esperada (Campa y Higes y col., 2009; Invernizzi y col., 2009;
densidades muy bajas (Wilson y col.,
col., 2007). Posteriormente fueron regis- Giersch y col., 2009; Fries, 2010). Las
1997). El nivel de daño que A. woodi
trados la formamidina amitraz, el pire- dos especies de Nosema se reproducen
causa en las colonias aún no está claro.
troide flumetrina y el organofosforado en las células epiteliales del ventrículo de
Durante años se sospechó que pudo ser
cumafós. Este último producto, destaca- las abejas afectando las funciones diges-
el agente causal de la mortandad masiva
do por su eficacia acaricida en la mayor tivas, lo que conduce a desnutrición, en-
de colonias en la Isla de Wight (Reino
parte del país, ha presentado inconve- vejecimiento fisiológico y reducción de
Unido) en 1905, pero actualmente se cree
nientes en el departamento de Colonia la longevidad de las mismas. La Nosemo-
que varios factores actuaron en el episo-
identificándose algunos apiarios donde V. sis también provoca la reducción de las
dio (Neumann y Carreck, 2010). En Méxi-
destructor manifestó una importante re- glándulas hipofaríngeas en las abejas no-
co y EEUU se registraron cuantiosas pér-
sistencia (Maggi y col., 2010). Esta re- drizas, determinando una disminución en
didas de colonias en los años siguientes
sistencia fue verificada tanto en pruebas la producción de jalea real con el consi-
al ingreso de A. woodi en 1980 y 1984,
de campo como de laboratorio constatan- guiente deterioro en la alimentación de
respectivamente. Llamativamente en Eu-
do en estas últimas que en los ácaros re- las larvas. Cuando la reina es la infectada,
ropa las abejas presentan mayor resis-
sistentes la LC 50 de cumafós fue hasta las obreras suelen sustituirla rápidamen-
tencia a la Acariosis posiblemente por-
889 veces mayor que la correspondiente te y eventualmente las colonias pueden
que llevan mucho más tiempo convivien-
a los ácaros susceptibles (Maggi y col., quedar huérfanas (Bailey y Ball, 1991;
do con el ácaro. Desde hace varios años
2010). En relación con la aplicación de Fries, 1997; Hornitzky, 2008). La pre-
la Acariosis no es identificada en el mun-
acaricidas también se considera relevante sencia de N. ceranae, aparentemente más
do como un problema sanitario impor-
la rotación de los productos disponibles virulento que N. apis (Higes y col., 2007;
tante (Shimanuki y col., 1992; Wilson y
evitando la aplicación del mismo produc- Martín-Hernández y col., 2007; Paxton
col., 1997).
to por más de dos años, excepto el cuma- y col., 2007; Higes y col., 2008), es se-
fós que no debe utilizarse dos años se- La presencia de A. woodi en Uruguay fue guida con atención pues podría explicar
guidos por su elevada residualidad en cera reportada por primera vez en 1953 en el las elevadas pérdidas de colonias ocurri-
y miel. Complementariamente se reco- departamento de Paysandú. Desde enton- das en los últimos años en Europa y Es-
mienda iniciar la invernada con colonias ces se incluyó su análisis en el servicio de tados Unidos, aunque este punto es muy

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controversial (Cox-Foster y col., 2007; entonces, los valores se mantuvieron por de eucaliptos. Estos resultados muestran
Chen y col., 2008; Gómez Pajuelo y col., debajo del 30%. Se observa que la Nose- que el manejo de la dieta proteica de las
2008; Invernizzi y col., 2009; Mayack y mosis desde el año 1990 en adelante (con colonias podría utilizarse para reducir el
Naug, 2009; Forsgren y Fries, 2010). la presencia segura de N. ceranae) no se impacto de la Nosemosis.
La Nosemosis está presente en Uruguay ha incrementado en forma sostenida (In- Por otro lado, Harriet y col. (2009) com-
desde la década de 1940 y, al igual que en vernizzi y col., 2009). Este comporta- pararon la eficacia del antibiótico fuma-
otros países, se creyó que el parásito res- miento de la enfermedad es muy diferen- gilina y el extracto alcohólico de propó-
ponsable era N. apis. Sin embargo, recien- te al patrón epidemiológico encontrado leos en la reducción de la Nosemosis en
temente Invernizzi y col. (2009) hallaron en España en el período 1999-2005 ca- colonias que explotaban E. grandis veri-
que la especie presente en muestras de racterizado por un incremento notable de ficando la eficacia del antibiótico y obte-
abejas infectadas proveniente de todo el muestras positivas hasta superar el 90% niendo resultados muy limitados con el
país era N. ceranae. En este estudio tam- del total (Martín-Hernández y col., propóleos.
bién se reportó la presencia de N. ceranae 2007).
en una muestra de abejas obtenida antes de En Uruguay la Nosemosis se presenta Ascosferiosis
1990, siendo este el registro más antiguo de indefectiblemente en colonias que se en- La Ascosferiosis o Cría Yesificada es una
esta especie que se conoce en el mundo cuentran activas en otoño e invierno como enfermedad que afecta a las larvas de las
(Paxton, 2010). De todos modos, no se ocurre en las forestaciones de E. grandis abejas melíferas, causada por el hongo
puede descartar la presencia de N. apis o en la franja costera atlántica (Santos y heterotálico Ascosphaera apis, que espo-
en baja frecuencia. col., 2005). Sin embargo, no se aprecian rula sólo cuando se encuentran juntos
La Dirección de Laboratorios Veterina- pérdidas importantes de colonias asocia- micelios con distinto tipo de apareamien-
rios «M. C. Rubino» (MGAP) cuenta con das a esta enfermedad y la utilización del to. Las larvas ingieren las esporas junto
registros de Nosemosis de muestras de antibiótico fumagilina se reduce a casos con el alimento y éstas germinan en el
abejas enviadas por los apicultores desde puntuales. Las colonias muy infectadas extremo distal del intestino entre el octa-
el año 1964 al 2007 (Nº muestras/año: pero con buena población que se retiran vo y noveno día del ciclo, cuando las cel-
127-3487, muestras totales: 61.916) (Fi- de las forestaciones de eucaliptos inme- das comienzan a ser operculadas. Los
gura 1). Según estos registros la mayor diatamente después de culminada la flo- micelios se expanden rápidamente, atra-
incidencia de la Nosemosis corresponde ración normalmente sobreviven el invier- viesan la membrana peritrófica y tres días
a los años 1964-1967 con más de 40% de no si se las atiende correctamente. después llegan a la superficie de las lar-
muestras positivas. En los años siguien- En un estudio realizado en un apiario vas continuando su crecimiento en forma
tes los valores disminuyen hasta alcan- emplazado en una forestación de E. gran- aérea. Las larvas afectadas finalmente
zar en el periodo 1978-1983 un prome- dis Santos y col. (2005) hallaron que las quedan yesificadas o momificadas y pue-
dio inferior a 10%. El segundo período de colonias que disponían de polen de di- den tener el color blanco del micelio o
mayor incidencia de la Nosemosis corres- verso origen botánico presentaban menos gris-negro si se forman cuerpos fructífe-
ponde a los años 1998-2002 con más del abejas infectadas de Nosema sp. que las ros (Gilliam y Vandenberg, 1997; Horni-
35% de muestras positivas. A partir de que disponían principalmente del polen tzky, 2001; Aronstein y Murray, 2010).
La Ascosferiosis se encuentra presente
en casi todos los países con industria
apícola desarrollada y su incidencia es
mayor en las zonas templadas. Aunque
ha sido reconocida y estudiada en Euro-
60
pa desde la década de 1910, en las demás
regiones recién fue detectada, o su inci-
50
dencia incrementada, en torno a los años
Positive samples (%)

80 (Bailey y Ball, 1991; Gilliam y Van-


40
denberg, 1997; Hornitzky, 2001; Arons-
tein y Murray, 2010).
30
En Uruguay, la Ascosferiosis se hizo muy
20
visible en la década de 1980, aunque se-
guramente ya estaba presente con ante-
10
rioridad (Toscano H., 2005*). En los años
90 era frecuente encontrar colonias en-
0
fermas en los apiarios de producción, fun-
damentalmente durante la primavera y el
64 966 968 970 972 974 976 978 980 982 984 986 988 990 992 994 996 998 000 002 004 006 verano (Corbella, 1996). Sin embargo, en
19 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 2 2
Year los últimos años se ha percibido una sen-
sible disminución de la prevalencia de esta
Figura 1. Proporción de muestras infectadas con Nosemosis en Uruguay desde 1964
a 2007. (Tomado de Invernizzi y col., 2009). *
Comunicación personal.

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enfermedad, siendo difícil encontrar co- cas luego de suministrarles alimento con horas de desarrollo se vuelven resisten-
lonias afectadas. Aparece en forma espo- esporas de A. apis (Invernizzi, 2001; In- tes (Brødsgaard y col., 1998; Crailsheim
rádica, y generalmente asociada a un des- vernizzi y col., 2010). La selección de y Riessberger-Galle, 2001). Las abejas
balance poblacional de la colonia que fa- colonias con buen comportamiento higié- adultas no desarrollan la enfermedad, pero
vorece el enfriamiento de la cría; de este nico constituye un camino para reducir las esporas sobreviven en el tracto diges-
modo, es común encontrarla en los nú- las enfermedades de la cría, entre ellas la tivo favoreciendo su diseminación. Las
cleos confeccionados en la primavera Ascosferiosis como lo muestra una expe- esporas pueden permanecer viables por
temprana, y que sufren despoblamientos. riencia a pequeña escala realizada en Uru- períodos prolongados, llegando a repor-
El enfriamiento de la cría, aunque sea sólo guay (Invernizzi y Rodríguez, 2007). La tarse una supervivencia de hasta 35 años
por pocas horas, aparece como el princi- posibilidad de seleccionar colonias con (Haseman, 1961)
pal factor que favorece el desarrollo de A. mayor resistencia fisiológica a A. apis Las larvas infectadas mueren luego de ser
apis (Bailey y Ball, 1991; Puerta y col., también puede ser una alternativa para operculadas y se degradan, formando una
1994; Flores y col., 1996). Generalmente controlar la Ascosferiosis. En este senti- masa gomosa, viscosa y amarronada, que
la Ascosferiosis evoluciona en forma be- do, Invernizzi (2006) encontró que las luego se deshidrata dando lugar a una es-
nigna, y desaparece cuando se superan larvas de obreras de distintas colonias cama que queda adherida al fondo de la
las causas que la ocasionaron. expresan diferente resistencia fisiológica celda (Dancer y Chantawannakul, 1997;
Respecto al control químico de la Ascos- a la Ascosferiosis, aunque la respuesta Hansen y Brødsgaard, 1999; Yue y col.,
feriosis, hasta el momento no se ha con- manifestada por las colonias en diferen- 2008). Se estima que cada larva muerta
seguido un producto que reúna la capaci- tes evaluaciones es muy variable. Em- pueden contener hasta unos 2500 millo-
dad de reducir los síntomas, de fácil apli- pleando una selección bidireccional en la nes de esporas (Sturtevant, 1932).
cación en las colmenas, que no afecte a la que no se controló la paternidad de la cría
La Loque Americana está mundialmente
cría o a las abejas adultas, y que no deje se obtuvieron colonias que presentaban
distribuida. Durante décadas, esta enfer-
residuos en la miel. En la actualidad, nin- diferente resistencia a la enfermedad. Este
medad causó pérdidas millonarias en la
gún país con apicultura desarrollada cuen- estudio demostró que si bien existe un
industria apícola, lo que motivó numero-
ta con productos comerciales habilitados componente genético que afecta la resis-
sos estudios y medidas restrictivas en el
para el control de la Ascosferiosis tencia fisiológica, el ambiente incide fuer-
comercio de miel y material vivo con el fin
(Gilliam y Vandenberg, 1997; Hornitzky, temente en la expresión de la respuesta.
de controlarla. Con el agravamiento de la
2001; Davis y Ward, 2003). Para reducir A nivel intracolonial, Invernizzi y col.
situación respecto al ácaro V.
los perjuicios causados por la Ascosfe- (2009) también encontraron que las lar-
destructor, la Loque Americana pasó a un
riosis se aconseja evitar manejos que pro- vas de diferentes líneas paternas varia-
segundo plano como problema sanitario de
voquen un despoblamiento excesivo de ban en su resistencia a la Ascosferiosis.
las abejas (Shimanuki, 1997; Genersch,
las colonias, fortalecer las colonias poco Ambos estudios dejan abierta la posibili-
2010).
pobladas y mantener las colmenas con dad de seleccionar abejas con buena re-
buena ventilación. La posibilidad de ob- sistencia fisiológica a la micosis. En 1989 la Loque Americana fue detecta-
tener abejas que presenten resistencia a da por primera vez en la región en Argen-
la Ascosferiosis aparece como una alter- ENFERMEDADES CAUSADAS tina, en la Provincia de Buenos Aires
nativa promisoria. El principal compo- POR BACTERIAS (Alippi, 1992) y posteriormente se de-
nente de resistencia encontrado es el com- tectó en todos los centros de producción
portamiento higiénico de las abejas adul- Loque Americana apícola de ese país (Alippi, 1996), lo que
tas que consiste en desopercular las cel- La Loque Americana es una enfermedad puso en alerta a los apicultores urugua-
das que contienen las larvas enfermas y de origen bacteriano que afecta a las lar- yos. De acuerdo a los análisis presenta-
limpiarlas extrayendo su contenido vas de las abejas melíferas. El agente cau- dos por Sattler (1994) las muestras de
(Rothenbuhler, 1964). Cuando este com- sal es Paenibacillus larvae, un bacilo gram mieles de Uruguay no presentaban espo-
portamiento se realiza de manera eficien- positivo, formador de endosporas ras de P. larvae. Sin embargo, en octubre
te se consigue retirar de la colmena el (Hansen y Brødsgaard, 1999). Las larvas de 1998 se realizó el primer diagnóstico
material infectante evitando la propaga- de obreras, reinas y zánganos se infectan en colmenas con síntomas clínicos de
ción de la enfermedad. Existen numero- al ingerir alimento contaminado con es- Loque Americana en Paysandú (Harriet
sas evidencias que muestran que las colo- poras (Woodrow y Holst, 1942). La sus- y col., 2000) y posteriormente se realizó
nias muy higiénicas son más resistentes a ceptibilidad a la enfermedad podría estar el primer aislamiento de P. larvae a partir
la Ascosferiosis que las poco higiénicas, relacionada con el tipo de alimentación, de muestras de abejas adultas y larvas
e incluso, en la mayoría de los casos, eli- ya que las larvas de reinas, alimentadas con síntomas de la enfermedad prove-
minan todos los síntomas clínicos con muy poca cantidad de polen, son las nientes de Colonia y Paysandú (Piccini y
(Gilliam y col., 1983; Milne, 1983; más susceptibles, mientras que las larvas Zunino, 2001). La presencia de P. larvae
Gilliam y col., 1988; Spivak y Gilliam, de zánganos, alimentadas principalmen- también fue confirmada empleando téc-
1993; Spivak y Reuter, 1998). En Uru- te con polen, son las más resistentes nicas de análisis de ADN (Piccini y col.,
guay también se ha encontrado que las (Hansen y Brødsgaard, 1999). Las larvas 2002). Según un relevamiento realizado
colonias higiénicas presentan menos sín- menores a 24 hs son susceptibles a la in- en el año 2003, basado en la presencia de
tomas de la micosis que las poco higiéni- fección mientras que las larvas con más esporas de este bacilo en mieles, se en-

Veterinaria, (Montevideo) 47 (181) 15-27 (2011) 19


cir la incidencia de la Loque Americana.
En este sentido, Invernizzi y Rodríguez
(2007) encontraron a lo largo de seis años
de mejoramiento genético de abejas que
las colonias higiénicas presentaban me-
nos enfermedades de la cría, entre ellas la
Loque Americana, que las menos higiéni-
cas. Complementariamente fueron apo-
yadas otras iniciativas tendientes a des-
truir las esporas de P. larvae cuya capa-
cidad de sobrevivencia es muy elevada.
Así, las plantas procesadoras de cera que
elaboran la cera estampada incorporaron
sistemas de autoclavado para esterilizar
la cera que los apicultores usan en sus
colmenas. Por otro lado, las empresas
apícolas de mayor tamaño también im-
plementaron sistemas de esterilización
del material de madera para lograr su reuti-
lización.
Todas las pautas señaladas se divulgaron
ampliamente entre los apicultores median-
te jornadas técnicas y folletos informati-
vos, y a esto se atribuye que la enferme-
dad no produjese daños mayores. Estu-
dios de seguimiento de incidencia de Lo-
Figura 2. Patrón de distribución de esporas de P. l. larvae en muestras de miel en que Americana en Uruguay indican que
Uruguay. (Tomado de Antúnez y col., 2004). actualmente la enfermedad se halla en
valores de incidencia inferiores al 1%
(Harriet, J., información no publicada),
contró que la bacteria estaba marcadamen- dad, en la eliminación de las colmenas afec- indicando que el conjunto de pautas re-
te zonificada en Uruguay siendo la zona tadas por vía del fuego con enterramiento comendadas ocasionó una drástica reduc-
del litoral oeste la más afectada (Antú- de las cenizas y el aislamiento de las col- ción en la incidencia de esta enfermedad.
nez y col., 2004) (Figura 2). Este hallaz- menas del apiario que no presentan sín-
go no fue sorprendente dado que esa es la tomas. La formación de paquetes o el Loque Europea
región de mayor producción apícola de doble «cepillado» de abejas como estra- La Loque Europea es una enfermedad de
nuestro país y es donde el patógeno fue tegia alternativa para reducir el número las larvas de las abejas causada por la
aislado por primera vez. Por otra parte, de colonias enfermas sólo se aconsejó para bacteria Gram positiva Melissococcus
el número de esporas por gramo de miel apicultores con pocas colmenas y restrin- plutonius. Afecta principalmente la cría
detectadas disminuyó gradualmente de gido a periodos de fuerte ingreso de néc- no operculada, ocasionando su muerte
suroeste a noreste. Estos resultados con- tar. Además se indicaron medidas profi- (Bailey, 1961). La transmisión y persis-
cuerdan con el fuerte impacto de la enfer- lácticas en el apiario (lavado de palanca, tencia del patógeno en la colmena depen-
medad en los departamentos del litoral etc.) y se desaconsejó la alimentación ar- de de la supervivencia de individuos afec-
oeste y centro-sur en los años siguientes tificial con miel. El uso de antibióticos tados, quienes depositan las bacterias jun-
al ingreso de la Loque Americana. sintéticos fue prohibido por el riesgo de to con las heces en las celdas al pupar. La
En un estudio realizado con el fin de iden- facilitar la generación de cepas resisten- bacteria permanece viable en estos depó-
tificar las cepas de P. larvae circulantes tes de la bacteria, así como la posible con- sitos por largos períodos (Bailey, 1959),
en Uruguay, se encontraron dos genoti- taminación de los productos finales (miel y si bien las celdas son limpiadas algunas
pos. Uno de estos genotipos es de distri- y propóleos). Como alternativa se pro- bacterias pueden permanecer infectando
bución mundial y el segundo se ha de- movió el uso de jarabes con extracto al- nuevos individuos. Las abejas adultas y
tectado exclusivamente en Argentina, con- cohólico de propóleos, mediante alimen- la miel pueden actuar como vectores y
firmando el desplazamiento de P. larvae tador o mediante asperjado sobre la cá- transportar bacterias entre colmenas y
entre ambos países, posiblemente a través mara de cría, como forma natural de dis- apiarios (Belloy y col., 2007; McKee y
del Río Uruguay (Antúnez y col., 2007). minuir el número de esporas de P. larvae col., 2003; Forsgren, 2010).
en las colmenas (Antúnez y col., 2008).
Desde el ingreso de la Loque Americana a Los brotes de esta enfermedad se han aso-
Además, se recomendó el empleo de abe-
Uruguay, la pauta recomendada de mane- ciado a condiciones de estrés en la colo-
jas seleccionadas que expresen un eficien-
jo sanitario se basó en el reconocimiento nia, como la ausencia de alimento o agua.
te comportamiento higiénico para redu-
temprano de los síntomas de la enferme- Factores genéticos y las condiciones cli-

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máticas o geográficas también jugarían un trada de la colmena (Bailey y col., 1963, Por otro lado, en el año 2003 aparecieron
papel importante (Bailey, 1961). Bailey, 1975). El ABPV causa síntomas colonias con los síntomas comúnmente
La Loque Europea se encuentra presente similares, pero es más virulento (Bailey asociados a la presencia de ABPV y
en todos los continentes y no es conside- y col., 1963). El DWV también afecta a CBPV. Esto llevó a la realización del pri-
rada una enfermedad importante por la las abejas adultas causando deformidad mer análisis de la presencia de estos vi-
mayoría de los apicultores. Los síntomas en las alas, pero se ha detectado en hue- rus en abejas colectadas de diferentes de-
se presentan de forma estacional y el im- vos, larvas y pupas (Ball y Bailey, 1997). partamentos de nuestro país. El 78 % de
pacto en las colonias es variable (Shima- Por otro lado, los virus BQCV y SBV las muestras presentaron uno de los dos
nuki, 1997; Forsgren, 2010). afectan principalmente las larvas y pu- virus y el 43 % estaba co-infectada con
pas de las abejas aunque son detectados ambos (Antúnez y col., 2005). Durante
En Uruguay la Loque Europea se presen-
de forma asintomática en abejas adultas. el invierno del año 2005 se realizó un se-
ta como brotes puntuales en los inicios
El BQCV fue primeramente detectado en gundo análisis, donde se analizó también
de primavera, y en algunos años en oto-
la cría de reinas que cambiaban su color la presencia de BQCV. El 94 % de las
ño. En la mayoría de los casos desapare-
tornándose amarronadas a negras, aunque muestras resultaron infectadas con al
ce cuando las condiciones ambientales son
posteriormente se comprobó que afectan menos un virus, estando la mayoría (88
favorables. La presencia de Loque Euro-
también a la cría de abejas obreras sin %) infectadas con BQCV (Antúnez y col.,
pea se asocia a desbalances poblaciona-
ocasionar síntomas (Bailey y Woods, 2006). En el verano del mismo año se rea-
les, colonias que son divididas artificial-
1977). El SBV causa una coloración ama- lizó un tercer análisis, donde se incluye-
mente y condiciones meteorológicas ad-
rilla pálida y el fluido se acumula debajo ron los virus SBV, KBV y el DWV. En
versas. Generalmente la enfermedad evo-
de la piel de las larvas formando un saco este caso, el 100 % de las muestras anali-
luciona en forma benigna, y afecta a un
característico (Ball y Bailey, 1997). El zadas resultó co-infectada con BQCV,
bajo número de colonias. La pauta sani-
KBV afecta todos los estadios del ciclo SBV y DWV (Antúnez y col., 2006)
taria recomendada para enfrentar a la Lo-
de vida de las abejas causando mortali- (Figura 3).
que Europea es lograr un diagnóstico pre-
dad, aunque no ocasiona síntomas espe- Los virus ABPV, BQCV y DWV también
coz de la enfermedad, y cuando el apicul-
cíficos. se detectaron en muestras provenientes
tor está en presencia de casos graves se
recomienda la eliminación de la colonia, A pesar de que algunos de estos virus de Argentina y Brasil, sugiriendo que es-
y no el uso de antibióticos. Preventiva- presentan síntomas claramente identifi- tos virus están distribuidos en América
mente se recomienda el recambio parcial cables, todos pueden persistir en estado del Sur (Antúnez, K., información no
anual de los panales de la cámara de cría, latente en colmenas aparentemente sanas publicada; Teixeira y col., 2008). El virus
el mantenimiento de colonias con abun- (Ball y Bailey, 1991). En determinadas KBV no fue detectado en Argentina, Bra-
dante población, y la regulación del espa- condiciones, pueden afectar dramática- sil ni Uruguay.
cio interno de la colmena. El uso de colo- mente la salud de las abejas acortando su La alta prevalencia, alto porcentaje de co-
nias de abejas con buen comportamiento vida (Ball y Allen, 1988; Martin, 2001). infección y amplia distribución geográfi-
higiénico también es una buena medida para La importancia de estos virus ha ganado ca de estos virus en nuestro país, sugie-
reducir la incidencia de la enfermedad (In- atención durante los últimos años, espe-
vernizzi y Rodríguez, 2007). cialmente por su posible relación con los
episodios de despoblación de colmenas.
Virus ARN Por este motivo están siendo ampliamen-
Se han descrito y caracterizado más de te estudiados. Actualmente se encuentran
dieciocho virus ARN que afectan a las distribuidos en todo el mundo, siendo el
abejas melíferas. Entre los virus más co- KBV y el IAPV, los únicos virus que aún
múnmente estudiados se encuentran el no se han detectado en Sudamérica (Chen
virus de la parálisis crónica (CBPV), el y Siede, 2007).
virus de la parálisis aguda (ABPV), el vi-
En Uruguay, los síntomas de virosis en
rus de la celda real negra (BQCV), el vi-
abejas adultas eran observados en algu-
rus de la cría ensacada (SBV), el virus de
nas ocasiones pero sin confirmación de
las alas deformadas (DWV), el virus
diagnóstico de laboratorio. En particular,
Kashmir (KBV) y el virus de la parálisis
el SBV si está presente en Uruguay des-
aguda Israelí (IAPV) (Ball y Bailey, 1991;
de muchos años atrás, apareciendo pun- Figura 3. Patrón de co-infección de
Chen y Siede, 2007; Maori y col., 2007).
tualmente en algunas colonias. Los api- diferentes patógenos: virus
El CBPV y el ABPV fueron los primeros
cultores lo conocieron como consecuen- (ABPV, BQCV, CBPV, SBV y
virus en ser aislados y estudiados en abe-
cia del ingreso de Loque Americana, ya DWV), V. destructor y
jas adultas. El CPBV causa una enferme-
que se incentivó la observación de la cría. Nosema spp. en muestras de
dad caracterizada por temblores, des-
Los síntomas tienden a desaparecer cuan- diferentes zonas geográficas
orientación y en ocasiones presencia de
do se produce un fuerte ingreso de néctar de Uruguay, colectadas
abejas negras, de apariencia gomosa, que
a la colmena (Harriet y col., 2003). durante el año 2006 (Tomado
vuelan desorientadas alrededor de la en-
de Antúnez y col., 2009).

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ren que los mismos están establecidos en Los síntomas que caracterizan el «Mal polen de diverso origen botánico induce a
las colonias de Uruguay. Si bien estos vi- de Santa Lucía» no se describen clara- una mayor actividad de la glucosa oxida-
rus se detectaron en colmenas con sínto- mente en la literatura especializada en sa comparado con el de las dietas mo-
mas de despoblación, también se detec- sanidad apícola. Para identificar las cau- noflorales, incluyendo dietas ricas en pro-
taron en colmenas aparentemente sanas, sas que impiden el normal desarrollo de teína. Así, la pérdida de recursos poliní-
indicando su presencia en una etapa sub- las larvas se han realizado análisis del agua feros puede repercutir en una menor ca-
clínica. que rodea los apiarios y el polen colecta- pacidad del sistema inmune de las abejas
do por las abejas en búsqueda de agro- para defenderse de diferentes patógenos.
El «Mal de Santa Lucía» tóxicos o micotoxinas, así como presen- La respuesta de los productores ante esta
Con el nombre de «Mal de Santa Lucía» cia de virus. Sin embargo, hasta el mo- situación ha sido la incorporación de ma-
se identifica un problema de desarrollo mento no se ha podido encontrar la causa nejos de suplementos alimenticios y de
de las larvas de las abejas que se presenta del problema (Mendoza, Y., información traslado de apiarios hacia zonas donde
al final de la primavera y el comienzo del no publicada). aún se dispone de diversidad floral. De
verano. En las primeras etapas, en las Existe creciente preocupación de apicul- este modo, los efectos directos e indirec-
colonias muy pobladas se observan lar- tores ya que el problema parece ir en au- tos de la agricultura en las poblaciones de
vas pequeñas que no se desarrollan y mento y afecta una superficie importan- abejas han elevado los valores habituales
normalmente no llegan al tercer día de vida. te de nuestros montes ribereños, donde de mortandad de colonias y aumentado
A medida que transcurren los días la si- el potencial de producción es grande. sensiblemente el costo de producción de
tuación se agudiza encontrándose solo las empresas apícolas afectadas.
huevos y ausencia de larvas. Las colonias Factores que pueden incidir
afectadas reducen su población por falta negativamente en la sanidad de las CONSIDERACIONES FINALES
de reposición de abejas y, si el cuadro abejas Aunque en Uruguay el número de muer-
clínico se extiende, puede ocasionar la tes de colonias ha tenido un incremento
Un motivo de preocupación del sector
muerte de las mismas. Muchas veces, si significativo con relación al que se verifi-
apícola en Uruguay es el gran incremento
las condiciones ambientales cambian, co- caba décadas atrás, los valores a escala
del área sembrada por cultivos industria-
mienza a normalizarse el desarrollo de global no configuran una situación alar-
les de invierno y de verano que se verifi-
larvas y la colonia se recupera. mante como la que se ha dado reciente-
ca en los últimos años. La agricultura ocu-
El «Mal de Santa Lucía» tiene un compo- mente en EEUU y algunos países de Eu-
pa grandes superficies en las zonas don-
nente geográfico muy importante, afecta ropa (Neumann y Carreck, 2010; vanEn-
de antes se encontraban instaladas pra-
todos los apiarios y a todas las colonias gelsdorp y Meixner, 2010). En este sen-
deras de leguminosas forrajeras, campo
de cada apiario de la zona donde se pre- tido, se puede afirmar que en Uruguay no
mejorado y campo natural. En esos cam-
senta. En las colonias con mayor capaci- existen casos claros de muerte por sín-
pos los apicultores instalaron histórica-
dad de pecoreo es donde primero se ob- drome de despoblamiento de colonias (fe-
mente sus colmenas por los buenos ren-
servan los síntomas y dónde estos se pre- nómeno conocido como Colony Collap-
dimientos de cosecha de miel provenien-
sentan con mayor intensidad. se Disorder), con el cuadro sintomático
tes de las floraciones de las praderas.
hallado en EE.UU. y en España
Este cuadro se describe por primera vez Además, la agricultura conlleva el uso de (Oldroyd, 2007; Martín Hernández y
en 1951 en apiarios ubicados en la ribera diferentes agroquímicos. La presencia de col., 2007; Higes y col., 2008).
del río Santa Lucia, al sur de Uruguay estas sustancias agresivas para los insec-
atribuyéndose la responsabilidad a la Las pérdidas de colonias que incluyen
tos y la abundancia de abejas no logran
Amebiasis causada por el protozoario despoblamiento aparecen relacionadas, en
encontrar un equilibrio, motivando en
Malpighamoeba mellificae que ataca el la mayoría de los casos, a la Varroosis.
muchos casos que los apicultores deban
sistema digestivo de las abejas adultas Los productores que desparasitan eficien-
trasladar sus apiarios a zonas del país
(diario La Mañana, 1951; Muniz y temente sus colonias al final del verano y
donde abundan montes naturales, cam-
Toscano, 1975). En 1978 los síntomas se dejan suficientes reservas de alimento no
pos serranos donde no es posible la agri-
detectan nuevamente en la misma zona tienen pérdidas importantes durante la
cultura o a las forestaciones industriales
(Villalba M., 1978 *). En los últimos años invernada.
de eucaliptos, especialmente las de E.
el problema está siendo reportado cada grandis. Otro efecto adverso de la agri- La presencia de N. ceranae en Uruguay
vez con más frecuencia y con mayores cultura para las abejas es el uso intensivo desde antes de 1990, que posiblemente
daños para las colonias, en el litoral oeste de herbicidas que eliminan las malezas desplazó en buena medida a N. apis, no
del país sobre la ribera de ríos y arroyos adventicias. Esta vegetación espontánea afecta la población de las colonias de
de la cuenca del río Uruguay. Hasta hace era una fuente alimenticia en la dieta de modo de comprometer su supervivencia,
un tiempo se asociaba el «Mal de Santa las abejas que aseguraba diversidad de aunque no se puede descartar que even-
Lucía» a años secos en que ocurría un nutrientes. En los últimos años es común tualmente cause daños severos en algu-
corte en la entrada de néctar y polen. encontrar colonias de abejas que ingresan nos ambientes como en las forestaciones
Actualmente el problema se presenta to- al invierno con muy pocas reservas, prin- comerciales de E. grandis en otoño.
dos los años, aunque la gravedad varía cipalmente de polen. Recientemente, Por otro lado, llama la atención la dismi-
según las condiciones ambientales. Cedric y col. (2010) encontraron que el nución de la prevalencia de las principa-
*
Comunicación personal.

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replicación de otros patógenos (Yang y
100 Cox-Foster, 2005; Antúnez y col., 2009).
Tasa de desoperculado (%)

Otro aspecto que puede deteriorar la si-


90 tuación sanitaria de las abejas en Uru-
guay es el ingreso de nuevos patógenos,
80 parásitos y predadores, o de variantes
más virulentas de patógenos ya presen-
tes. En este sentido, en Uruguay aún no
70
se ha detectado la presencia de los virus
KBV y IAPV que en otros países se aso-
60 cian a despoblamientos de colonias
(Antúnez y col., 2006). Una de las prin-
50 cipales especies a vigilar es el ácaro asiá-
tico Tropilaelaps clareae, cuyo huésped
( )

ar 3 (2 7)

(2 )
9)
ar (1 )
a (1 )
ar (1 )
ar (1 )
a (1 )
ar (1 )
a ( )
ar 9 ( 1)
a 0 ( 2)

( )
pi 11 2

14 009
A io 2 94
A io 3 994
A rio 995
A io 5 995
A io 6 995
A rio 995
A io 8 996

2
A rio 200

A io 1 200

00
A rio 200
A io 1 200

A io 1 200
original es la abeja asiática Apis dorsata.
ar 19
pi 1 (

2
pi 4

pi 7

Su comportamiento es similar al de V. des-


io

io
ar

tructor pero a diferencia de éste causa más


ar
ar
pi

pi
pi

pi
pi

pi
pi
pi

pi
pi
A
A

daño a A. mellifera en las zonas tropica-


les que en las templadas. Actualmente su
Figura 4. Valores promedio de comportamiento higiénico (medido como Tasa de
distribución se encuentra restringida al
desoperculado) de colonias evaluados en diferentes años en apiarios sin
sureste asiático y su propagación repre-
selección previa en ningún sentido.
senta una amenaza para la apicultura en
otras partes del mundo (De Jong, 1997).
les enfermedades de la cría como son la gada de la Loque Americana al país las Entre los predadores se destaca el peque-
Loque Americana, la Loque Europea, la empresas que producen láminas de cera ño escarabajo de las colmenas Ahetina
Ascosferiosis y la Cría Ensacada en todo comenzaron a esterilizar el producto con tumida originario de las regiones subsa-
el territorio. Dos factores, además de los un proceso de autoclavado para eliminar harianas de Africa, donde no causa gran-
controles que realiza el productor, po- esporas de P. larvae. Este tratamiento fue des daños a las razas de abejas allí pre-
drían explicar este fenómeno: 1) las colo- muy bien valorado por los productores sentes. Sin embargo, cuando en el año
nias de producción que no han tenido nin- que prestaron especial atención al mane- 1998 A. tumida ingresó a Estados Unidos
gún tipo de selección previa, manifiestan jo de la cera en el recambio de panales de se propagó rápidamente y su efecto en
actualmente un comportamiento higiéni- sus colmenas. Aunque la esterilización de las colonias de abejas fue devastador. En
co más eficiente que el que presentaban la cera surgió para eliminar las esporas de el año 2002, el escarabajo llegó al sur de
hace unos años atrás (Figura 4). Este com- P. larvae, seguramente también contribu- Australia pero en este país los perjuicios
portamiento constituye un mecanismo de yó a eliminar otros patógenos redundan- económicos fueron menores que en Esta-
resistencia importante frente a las enfer- do en una mejor condición sanitaria de la dos Unidos y la propagación fue más con-
medades de la cría mencionadas (Rothen- cría. trolada. A. tumida se alimenta de la cría
buhler, 1964; Gilliam y col., 1988; En este escenario, la principal amenaza de las abejas, del polen y de la miel tanto
Spivak y Gilliam, 1993; Spivak y inmediata de la apicultura uruguaya en el en la colmena como en el material guarda-
Reuter, 1998; Spivak y Reuter, 2001; In- terreno de la sanidad lo constituye la di- do en edificios. Ya que este escarabajo
vernizzi y Rodríguez, 2007; Invernizzi y ficultad para controlar la Varroosis. La también puede reproducirse alimentándo-
col., 2010) y ayuda a controlar la Varroo- creciente aparición de resistencia a los se de varias frutas, el comercio interna-
sis (Boecking y Drescher, 1992; Spivak, acaricidas de síntesis más utilizados en V. cional de éstas es una vía de propagación
1996; Spivak y Reuter, 2001). El cambio destructor y la ausencia de moléculas de difícil control que preocupa a los api-
favorable en este comportamiento de re- nuevas obligan a buscar herramientas al- cultores de todo el mundo (Hood, 2004).
sistencia a los parásitos que afectan la ternativas de control. La utilización efi- También merecen atención las avispas
cría de las abejas puede responder a dos ciente de productos orgánicos puede predadoras. Un ejemplo a tener en cuen-
factores: i) la eliminación natural o por constituir un camino para reducir el im- ta es el ingreso accidental de la avispa
acción del apicultor de colonias enfermas pacto de esta parasitosis. asiática Vespa velutina en el sur de Fran-
de Loque Americana durante los años si- cia en el año 2004, seguida de su rápida
Por otro lado, se debe tener en cuenta
guientes a la detección de la enfermedad dispersión que seguramente alcanzará a
que la presencia y co-existencia de los
en el país (1998); ii) la pérdida de colo- muchos países de Europa, y ha generado
diferentes patógenos, especialmente V.
nias por Varroosis debido a la falta de gran preocupación por los daños severos
destructor y N. ceranae, no solamente
curaciones o a la resistencia de los ácaros que causa a las colonias de abejas
ocasionan los problemas directos relacio-
a los acaricidas. Ambas enfermedades (Muller y col., 2009). En relación al ries-
nados a la presencia de cada patógeno,
posiblemente constituyeron presiones de go de que lleguen al país patógenos más
sino que ocasionan la depresión del sis-
selección que llevaron al aumento del virulentos que los que actualmente circu-
tema inmune, facilitando la infección y
comportamiento higiénico. 2) Con la lle- lan Uruguay, una situación que preocupa

Veterinaria, (Montevideo) 47 (181) 15-27 (2011) 23


es la presencia en Argentina de una cepa de riamente ingresar al país, realizar un efi- La investigación nacional enfocada en las
P. larvae muy virulenta que aún no se ha ciente control sanitario del mismo. De to- principales enfermedades de las abejas y
detectado en el país (Antúnez y col., 2007). dos modos, la principal vía de ingreso de sus agentes etiológicos tiene un rol funda-
Para evitar la introducción de nuevas enfer- abejas del exterior es a través del contra- mental en la prevención y control de las
medades o el agravamiento de las ya exis- bando y de forma natural, desde Argentina mismas. Para ello es necesario elaborar pau-
tentes es necesario desalentar, y eventual- y principalmente Brasil. Frente a estas si- tas de manejo y recomendaciones a partir
mente prohibir, el ingreso de material vivo tuaciones las medidas a implementar son de los resultados obtenidos y transferirlos
del exterior y, en caso de que deba necesa- muy limitadas y de escasa eficacia. eficientemente al sector apícola.

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