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HISTORIA DE ESPAÑA (1808-1875) (UCM)

HISTORIA DE ESPAÑA S. XIX

SANCHEZ GARCIA, RAQUEL 12-13


Parte 1 Orígenes de la España Contemporánea

Tema 1 La Guerra de Independencia

Antecedentes

En 1808, Godoy, receloso de las intenciones de Napoleón, que había introducido sus tropas en la
Península para conquistar Portugal, planeó trasladar a los reyes a Andalucía. Cuando este proyecto se
difundió el 17 de Marzo estalló un motín en Aranjuez, localidad donde residían el monarca Carlos IV
y el valido Godoy. Ya había habido el año anterior una conspiración contra Godoy en El Escorial, sin
éxito. Sin embargo, esta vez, el Motín de Aranjuez fue un éxito. Godoy fue encarcelado y a Carlos
IV se le obligó a abdicar en su hijo Fernando, cuyos partidarios habían financiado y organizado la
revuelta. El motín se reprodujo en Madrid y en otros puntos de España. El nuevo rey, Fernando VII,
confirmó su alianza a las tropas napoleónicas que entraban en Madrid. El que un monarca legítimo
fuera derrocado por una revuelta popular era un hecho sin precedentes, ya que ponía de manifiesto
el grado de descomposición política al que había llegado la corona española. Ante esta situación,
Napoleón decidió instaurar una monarquía satélite de Francia, poniendo al frente de ella a algún
miembro de su propia familia.

El estallido de la guerra

El estallido de la guerra fue provocado por las maniobras de Napoleón, quien atrajo a Carlos IV,
a Fernando VII y a Godoy (Que había sido liberado) a Bayona, una población francesa cercana a
la frontera con España. Una vez allí, Napoleón logró que ambos monarcas renunciaran a la corona
española y se la ofreció a su hermano José Bonaparte, que reinaría con el nombre de José I, para
que implantara en el país reformas y reforzara la alianza con Francia. Carlos IV y Fernando VII
renunciaron a sus derechos a la corona sin demasiadas complicaciones

Mientras, en Madrid, se registraban constantes incidentes entre la población y las tropas francesas,
que desde Marzo habían ocupado la ciudad y se habían convertido en el auténtico poder político. Esta
situación desembocó en un motín popular el 2 de mayo de 1808. A la noticia de la salida de la familia
real siguió el rumor de una posible traición francesa, es decir, que los soldados de Napoleón no venían
a apoyar a Fernando VII sino a deponerlo; la gota que colmó el vaso fue el intento de los franceses
de sacar rumbo a Bayona a los últimos miembros de la familia real que quedaban en la capital: María
Luisa, reina de Etruria, y al infante Francisco de Paula

En esta sublevación las clases populares madrileñas combatieron a los franceses en diversos puntos de
Madrid. El grueso de los insurrectos lo formaron paisanos, pero hubo todo tipo de gentes implicadas,
incluso presos liberados para la ocasión; las autoridades de gobierno se acobardaron y ordenaron
que las tropas permaneciesen en los cuarteles, que no se luchase contra los franceses y llamaron
a la calma a la población. Las únicas tropas que lucharon contra los franceses fueron soldados a
título individual que desertaron, las tropas de artillería del Parque de Artillería de Monteleón y una
compañía del Cuerpo de Voluntarios del Estado que acudió a Monteleón gracias a las argucias de
Pedro Velarde. Las tropas francesas situadas fuera de la capital, al mando de Joachim Murat entraron
en la capital y comenzaron a sofocar la revuelta. La defensa más encarnizada tuvo lugar en el Parque
de Artillería de Monteleón, donde los artilleros Luis Daoíz y Pedro Velarde, junto con la compañía
de los Voluntarios del Estado y los soldados que guardaban el parque, tomaron prisioneros a los
franceses que se encontraban custodiando el parque y junto con los numerosísimos paisanos que se
les unieron procedieron a una resistencia gloriosa pero suicida contra las tropas francesas en la que
tanto Daoíz como Velarde y la mayoría de los defensores murieron (Monteleón era prácticamente
indefendible) aunque causaron numerosas bajas a los franceses e incluso llegaron a tomar prisioneros
durante la batalla. Los franceses acabaron sofocando la revuelta y ocuparon por completo la capital

Sofocada la revuelta, las tropas de Napoleón, al mando de Murat, llevaron a cabo una represión
muy dura y fusilaron salvajemente a muchos madrileños en las afueras de la ciudad; cualquier
persona que fuese sorprendida con cualquier objeto susceptible de ser usada como arma, desde
herramientas de trabajo o una simple navaja era pasada por las armas. El eco de la revuelta y la noticia
de las abdicaciones llegaron a todos los rincones de la Península y dio comienzo la Guerra de la
Independencia

La guerra

La Guerra de la Independencia es una guerra de desgaste, que supone la ruptura del proyecto imperial
napoleónico. Es también una guerra de liberación que, con excepción de los afrancesados, implica a
todo el espectro social, lo que conlleva la mitificación de un concepto de pueblo un tanto ambiguo
durante el resto del siglo

La Guerra de Independencia se caracterizó por:

-Ser un conflicto internacional: Fue un episodio de un conflicto internacional más amplio iniciado
desde la Francia revolucionaria en 1792, continuado después por Napoleón y finalizado en 1815
(Congreso de Viena). La guerra no afectó únicamente a España y a Francia, sino también a Portugal,
que fue invadido por tropas francesas. En el conflicto participó también el Reino Unido, el gran
enemigo de Francia y, hasta 1808, de España. Las tropas británicas desembarcaron en la Península y
utilizaron Portugal como su base de operaciones para combatir a los franceses. Su intervención fue
decisiva para apoyar a los españoles sublevados y, especialmente, para abastecer a Cádiz, uno de los
centros de la resistencia antinapoleónica

-Tener rasgos de guerra civil, pues los franceses no entraron en la península como invasores, sino
como colaboradores. Traían consigo, además, las ideas surgidas de la revolución francesa. Estas ideas
encontraron eco en España, principalmente entre parte de la élite intelectual, política y social que
colaboró con los franceses, los llamados afrancesados. Sin embargo, muchos españoles de todo el
espectro social, desde políticos ilustrados hasta las clases populares, se rebelaron contra la ocupación

-Estar acompañada de una crisis política: La ausencia del monarca legítimo provocó un vacío
de poder y, por tanto, una grave crisis política. Como buena parte de la administración española
colaboraba con el ejército francés, se improvisó un poder político alternativo que actuaba en nombre
del rey, aunque, en realidad, el poder lo ejercían sus súbditos. Este fue un hecho revolucionario que
dio lugar al proceso del que surgieron las cortes de Cádiz que elaboraron y aprobaron la Constitución
de 1812

Hay discusión sobre si la Guerra de Independencia fue o no un levantamiento espontáneo. Un


levantamiento espontáneo requiere un pueblo concienciado, lo que no parece ser el caso del pueblo
de la época. También se discute si la victoria se debe más a los ingleses o al ejército español, pues el
ejército español de la época era un ejército anticuado, incapaz de aplicar las nuevas tácticas militares.
Se trata de un ejército aristocrático que irá convirtiéndose en un ejército nacional; se enfrentará al
poder civil y será reticente frente a los ingleses; el 22-9-1812 Wellington será nombrado comandante
en jefe de los ejércitos aliados en España. Tras la guerra el ejército español se transformará y
modernizará, incorporando como oficiales a muchos guerrilleros.

Desarrollo del conflicto

Desde la perspectiva militar, la guerra se desarrolló en tres etapas:

-Mayo-Octubre de 1808: El ejército francés fue incapaz de dominar la península Ibérica. Numerosas
ciudades, como Zaragoza y Gerona, se rebelaron y fueron sitiadas. Las tropas francesas que invadían
Andalucía fueron derrotadas en Bailén (Jaén) en Julio de 1808 por un improvisado ejército español al
mando del general Castaños; los soldados de Napoleón que ocupaban Portugal se rindieron frente a
los británicos en Sintra, cerca de Lisboa. Estas derrotas obligaron al ejército invasor a replegarse hacia
Euskadi

-Octubre de 1808-Julio de 1812: A pesar de la hegemonía militar francesa, existieron importantes


focos de insurrección que las tropas de Napoleón no pudieron controlar. El relieve de la Península
y la resistencia local dificultaron el avance del ejército francés. Este, pese a la presencia del propio
Napoleón, durante los últimos meses de 1808 no pudo tomar Lisboa y Cádiz, que se convirtieron en
los dos focos de resistencia. Durante esta etapa se incrementó la actividad guerrillera

-Julio de 1812-1814: En esta fase tuvo lugar una gran ofensiva de los aliados que culminó con
la expulsión y retirada de las tropas francesas, cuyo número había disminuido al ser destinados
muchos soldados a la calamitosa campaña de Napoleón en Rusia. Al mando de Wellington británicos,
portugueses y españoles vencieron en la Batalla de Arapiles (Salamanca, Julio de 1812) y en Vitoria
y San Marcial (Guipúzcoa) en 1813. Tras la firma del tratado de Valençay (Diciembre de 1813)
Napoleón reconoció a Fernando VII como Rey de España

La guerrilla

La guerrilla eran una serie de cuadrillas y bandas armadas irregulares improvisadas, formadas
por oficiales y soldados huidos del ejército, paisanos, bandoleros, aventureros e incluso clérigos.
Hostigaban constantemente a las tropas francesas y boicoteaban sus líneas de comunicación. El
guerrillero se convierte en el héroe popular. La guerrilla supone el surgimiento de ideales colectivos
frente a la ley. Muchos pequeños propietarios se unen a la guerrilla al sufrir atropellos o saqueos por
parte de los franceses, lo que supone el encumbramiento de los líderes naturales de la comunidad
frente a las autoridades civiles; mucha gente se une también a la guerrilla no por ideales o patriotismo,
sino para vengar afrentas de los franceses. La familia es la base del reclutamiento de la guerrilla.
Supone también la perpetuación de la identidad local frente a la identidad nacional, pues el guerrillero
solo defiende su región. La guerrilla se convierte en una forma de vida, muchos guerrilleros son
incapaces de readaptarse a la vida civil y se convierten en bandoleros, figura un tanto mitificada
que ejerce la justicia social y que solo desaparecerá con la llegada del ferrocarril y el telégrafo.
Guerrilleros famosos serán El Empecinado, el Charro, el Cura Merino y el Chaleco

El gobierno de ocupación

El rey títere José Bonaparte (Pepe Botella) se rodeó de ilustrados y afrancesados españoles para
tratar de dar legitimidad a su reinado. Para ello, incluso antes de desplazarse a Madrid, convocó una
asamblea de notables españoles en Bayona con el fin de aprobar una nueva ley fundamental para el
reino, conocida como estatuto de Bayona. Esta carta otorgada, de un reformismo moderado, no se
llegó a aplicar en toda su extensión a causa de la guerra. Con esta ley se creaba un régimen autoritario
basado en el poder casi absoluto del rey, aunque se reconocían algunos derechos individuales y
libertades económicas; también se proclamaba el catolicismo como religión única y oficial del reino.
Además establecía unas cortes en las que estaban representados los tres estamentos.

Se obsesionará con convertir Madrid en la gran capital de España. Intentará desligarse en cierto
modo de Napoleón, creando un régimen autónomo. No lo logró debido a la dependencia militar y
económica con respecto a Francia. Sin embargo, emprendió una serie de reformas (Abolición de
los derechos señoriales y de la inquisición, supresión de las órdenes religiosas masculinas y de las
órdenes militares, desaparición de la mayoría de los Consejos, división del país en prefecturas y
desamortización de bienes del clero y la nobleza) que perpetuaban en parte el espíritu del despotismo
ilustrado borbónico, aunque resultaron prácticamente inaplicables en una España en guerra

Juntas y cortes

Se produjo una auténtica revolución política, surgiendo una serie de instituciones nuevas que decían
actuar en nombre del rey, pero cuya única legitimidad procedía del pueblo español, que las creó y
apoyó. Entre esas instituciones las más importantes fueron las juntas, organismos de ámbito local
y provincial compuestos por ilustrados, militares, clérigos y otras personalidades elegidas por los
ciudadanos. La necesidad de coordinarse política y militarmente obligó a formar juntas supremas
provinciales y, más tarde, una Junta Suprema Central en Aranjuez, formada en su mayoría por nobles
reformistas, presidida por Floridablanca y con la presencia destacada de Jovellanos. La Junta Suprema
Central tuvo que establecerse en Cádiz, huyendo del ejército francés. A pesar de las discrepancias, al
final se tomó la decisión de convocar unas cortes en Cádiz para contrarrestar la asamblea convocada
por José Bonaparte y el Estatuto de Bayona. Hay en estas cortes enfrentamientos entre los tres grupos
ideológicos presentes:

-Izquierda: Liberales partidarios de emprender cambios radicales y de dotar a las Cortes, como
Asamblea Nacional, de toda la soberanía. Entre ellos destacó Agustín de Argüelles. Fueron los
auténticos triunfadores, ya que lograron imponer sus criterios

-Centro: Jovellanistas que abogaban por establecer un compromiso entre la nación y el reya través de
unas cortes estamentales. A la larga, su criterio se impondría en el siglo XIX y en las constituciones
futuras

-Derecha: En el ala derecha, los absolutistas, enemigos de las reformas y partidarios del sistema
tradicional absolutista, en el que la soberanía del rey emanaba de Dios. Esta teoría sería respaldada
por Fernando VII a su vuelta del exilio y por los carlistas a los largo del siglo XIX

Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de medidas que desmantelaban en gran parte el Antiguo
Régimen. La más importante de estas medidas fue la aprobación el 19 de Marzo de 1812 de la
Constitución de 1812, también conocida como de Cádiz o, más popularmente, como la Pepa, por
haber sido aprobada el día de San José. Constituyó la primera ley fundamental aprobada por un
parlamento nacional en la historia de España

Los afrancesados
Los afrancesados eran aquellas personas ``francófilas´´ que veían en Francia un modelo a seguir para
modernizar España. En muchos casos colaboraron con los ocupantes franceses, por lo cual durante la
Guerra de Independencia lo afrancesado se desprecia. Los afrancesados son políticos y funcionarios,
eclesiásticos, aristócratas, militares, hombres de negocios y propietarios, y hombres de letras; estamos
ante un grupo heterogéneo social e ideológicamente. Ideológicamente los afrancesados abarcan desde
reformistas del despotismo ilustrado, liberales moderados, ilustrados y jacobinos. También están los
juramentados (Españoles que lucharon en el ejército francés). El afrancesamiento, antes de la guerra
es por convencimiento, pero con la invasión francesa surgirán afrancesados por conveniencia; los
motivos para hacerse afrancesado pueden ser:

-Por convencimiento

-Por agotamiento del reformismo borbónico

-Por miedo a los desórdenes públicos y a que se propague a España la Revolución Francesa

-Oportunismo

-Supervivencia

-Alcanzar una posición preeminente que permita la revancha contra enemigos personales o políticos

El afrancesamiento queda proscrito tras la ocupación napoleónica y los afrancesados y los


juramentados son perseguidos y exiliados en base a la Real Cédula del 30-5-1814 que establece la
expulsión y prohibición de entrada en España de Empleados del gobierno intruso, empleados de la
administración borbónica que continuaron en sus cargos con José I, militares bajo mando de José
I (Juramentados), empleados de la policía josefina y religiosos que colaboraron con la monarquía
josefina

Tema 2 El absolutismo de Fernando VII, el Trienio Liberal, la Década Ominosa y los orígenes
del carlismo

La Primera Restauración

Fernando VII llegó de Francia en 1814, aclamado por el pueblo. El monarca recibió también presiones
(Como el Manifiesto de los Persas) por parte de altos oficiales del ejército, la iglesia y políticos
reaccionarios para que anulase la Constitución y disolviese las Cortes, reunidas entonces en Madrid.
El borbón dio un golpe de estado el 4 de mayo de 1814 al promulgar en Valencia un decreto que
anulaba todas las reformas aprobadas en las Cortes, incluida la constitución de 1812. Al decreto siguió
la detención de los políticos liberales más importantes y la disolución de las Cortes por la fuerza.
Numerosos liberales tuvieron que exiliarse huyendo de la persecución. Finalmente el borbón entró
en Madrid aclamado por sus súbditos y restableció las instituciones y el estado de cosas absolutista
de 1808. Hasta 1814 Fernando VII tiranizará el país y concentrará todo el poder en sus manos. Era
un monarca educado en una corte que cuestionaba sus orígenes (Se creía que era bastardo) en un
ambiente receloso, que había recibido una educación tradicionalista (Aunque también era campechano
y populista y gustaba de frecuentar ambientes de la clase baja) y que gustaba de enfrentar entre sí a las
distintas camarillas de la corte. Sin embargo, su régimen absolutista pronto se enfrentó a una serie de
problemas insalvables:
-Inestabilidad en el gobierno: Los ministros, en especial el de Hacienda, eran relevados continuamente
debido a la influencia de la camarilla y a la incapacidad de gobernar con un sistema político obsoleto

-Crisis de la hacienda estatal: La crónica deuda del estado español se agravó con la Guerra de la
Independencia y los trastornos económicos que generó, agravados por la independencia de las
colonias americanas que privaba al estado de ingresos fundamentales y obligaba a enviar tropas
para sofocar las revueltas independentistas (Aunque desde hacía años que los territorios americanos
apenas generaban ingresos debido a la ausencia de una flota para contactar con América, tras ser esta
destruida en Trafalgar). Además, resultaba imposible imponer un sistema tributario que garantizara
al estado los ingresos necesarios sin alterar los privilegios económicos y sociales de los grupos
oligárquicos

-La acción de la oposición política liberal: Al no poder expresarse públicamente, los liberales
recurrieron a la conspiración y a la rebelión militar, a las sociedades secretas y a los pronunciamientos
(Desde entonces deporte nacional por excelencia durante toda la historia de España hasta nuestros
días por los siglos de los siglos y hasta el infinito y más allá). Estas acciones revolucionarias eran
protagonizadas por militares descontentos, burguesías urbanas y liberales exiliados. Tras varias
sublevaciones fracasadas, el militar Rafael de Riego se sublevó en Enero de 1820 en Cabezas de
San Juan (Sevilla) sublevando las tropas concentradas para partir a América a sofocar las revueltas
independentistas y proclamando la vigencia de la Constitución de 1812. La acción de Riego contó
con el respaldo de la burguesía liberal gaditana, pero no encontró apoyo del resto de la población.
Sin embargo, en otras localidades (La Coruña, Zaragoza) se produjeron insurrecciones militares que
secundaron la de Riego. Como las tropas leales al rey tampoco intervenían en su defensa, Fernando
VII decidió restablecer la Constitución de 1812, lo que hizo caer el régimen absolutista e instauró el
Trienio Liberal

El Trienio Liberal (1820-1823)

De 182 a 1823 tiene lugar el Trienio Liberal, la primera aplicación práctica de la Constitución
de Cádiz. Se restablecieron leyes aprobadas en Cádiz, como la supresión definitiva del Tribunal
de la Inquisición (1820) y la abolición del régimen señorial. Se reemprendió la desamortización,
aplicándola a los mayorazgos, que fueron suprimidos. También se abordó una reforma eclesiástica
para reducir el número de monasterios y órdenes religiosas; los bienes de las órdenes eliminadas se
nacionalizaron y se vendieron. Se redujo a la mitad el importe del diezmo cobrado por la iglesia. Se
aprobó el Reglamento General de Instrucción Pública, el Primer Código penal y una nueva división
del territorio español en 52 provincias. También se creó la Milicia Nacional, una organización
paramilitar formada en cada localidad por civiles armados adictos al régimen liberal y reservada a
personas con propiedades, pues los milicianos debían costear su equipo, aunque con el tiempo los
ayuntamientos empezaron a costear los gastos y pudieron incorporarse a ella las clases populares
urbanas.

En este período los liberales se fueron dividiendo en dos facciones cada vez más definidas:

-Moderados: También llamados doceañistas, creían que bastaba con aplicar las medidas aprobadas
entre 1810 y 1813. Presidieron los gobiernos hasta Agosto de 1822. Líderes: Agustín de Argüelles y
Francisco Martínez de la Rosa
-Exaltados: Eran los organizadores de la revolución de 1820. Reivindicaban reformas más radicales.
En 1822 se hicieron con el gobierno. Inauguraron los movimientos populares liberales en el mundo
urbano. Líderes: Rafael de Riego, Juan Álvarez Mendizábal y Antonio Alcalá Galiano

Surgió también una oposición reaccionaria al régimen liberal, liderada por el borbón, cuyos poderes
estaban muy limitados por la constitución y que se enfrentó varias veces con los ministros y las cortes:

-Sectores del ejército y élites del antiguo régimen

-La mayoría del clero, que se oponía a las reformas y la desamortización y atrajo a la causa
reaccionaria al mundo rural

-El campesinado, que en su mayoría no simpatizaba con el liberalismo, que percibía como un
movimiento de clases medias urbanas que favorecía a los terratenientes, acababa con los beneficios
de uso de las tierras comunales y la antigua vida comunal y convertía a los campesinos en meros
contribuyentes y asalariados sometidos a los terratenientes

La contrarrevolución realista se manifestó en diversas rebeliones militares urbanas, como la que tuvo
lugar el 7 de Julio de 1822 en Madrid, cuando la Guardia Real intentó un golpe de Estado con la
Complicidad del monarca.

Los realistas también organizaron contra el régimen del Trienio Liberal una guerra de guerrillas rural,
que se prolongó hasta 1823, aunque rebrotó posteriormente a lo largo del siglo XIX. Las guerrillas
más activas se encontraban en Cataluña, Euskadi, Navarra y el Norte de Castilla. En el Pirineo
Catalán se llegó a formar un gobierno absolutista, conocido como la Regencia de Urgel (1822) Fue
suprimido por las tropas gubernamentales, y sus miembros se refugiaron en Francia

Los liberales trataron de difundir entre la población los principios del liberalismo, por medios de
imágenes, obras de teatro, canciones (Trágala y el Himno de Riego) periódicos (Hay una gran
proliferación de cabeceras de prensa) mítines, sociedades patrióticas (Clubes de discusión política,
llegando a haber más de 200 por todo el país) cafés (Como La Fontana de Oro, en Madrid) y tertulias.
Estos intentos de acercar el liberalismo a las masas no fructifican en el Trienio liberal, al ser en la
época el liberalismo una ideología propia de reducidas élites burguesas

El Trienio Liberal fue derrocado por la intervención extranjera, acordada por varios países en el
Congreso de Verona (1822) y solicitada por el propio Fernando VII; paradójicamente, la propia
demagogia del régimen liberal español acabó provocando en buena medida la intervención al alarmar
a las potencias absolutistas europeas. Francia, para rehabilitarse internacionalmente, organizó una
expedición invasora de tropas francesas ayudada por realistas españoles, conocida como los Cien Mil
Hijos de San Luis, que penetró, con poca oposición. Tras los primeros choques del ejército liberal con
los invasores en Cataluña los liberales constatan la generalizada ausencia de resistencia popular a la
invasión

El rey se niega a trasladar las cortes al sur para huir de los invasores y las cortes le tienen que declarar
enajenado para poder trasladarlas a Cádiz, llevándose al borbón como rehén. Madrid se rinde sin
oponer resistencia. Los liberales se atrincheran en Cádiz; pero los invasores asedian y bombardean la
ciudad. Tras la caída del fuerte del Trocadero la situación de los asediados se vuelve insostenible, y
al final se llegó a un pacto con los franceses: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad
alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812, y a cambio se rendiría la plaza. Fernando
VII salió de la ciudad, pero de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la
abolición de cuantas normas jurídicas habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando
fin al Trienio Liberal. Fernando VII es restaurado como monarca absoluto y el régimen liberal es
derrocado.

La Década Ominosa

En 1823 acaba el Trienio Liberal y se restaura el absolutismo con la entrada en España de los
Cien Mil Hijos de San Luis. En la Década Ominosa se reprime al liberalismo con fusilamientos
y ejecuciones, juntas de fe y juntas de depuración en la iglesia, el ejército, la universidad y la
administración. Estas purgas llevan el caos a la administración y Fernando VII se ve obligado a
recolocar en sus puestos a los mismos afrancesados a los que antes había reprimido. La imposibilidad
de seguir gobernando con instituciones del Antiguo Régimen obligó a crear otras más eficaces;
entre ellas se encontraban el Consejo de Ministros y el Ministerio de Fomento (El Ministerio de
Fomento aparece por primera vez en la historia en 1832 con la creación de la Secretaría de Despacho
de Fomento General del Reino que se convertiría en 1833 en el Ministerio de Fomento General del
Reino, denominándose en 1834 Ministerio de Interior. Desaparece en 1836 y reaparece en 1847
como Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas. En 1851 se denomina ya Ministerio de
Fomento). En el Ministerio de Hacienda destacó la labor de su titular, Luis López Ballesteros, que
elaboró los primeros Presupuestos Generales del Estado, liberalizó la economía moderadamente,
promovió la elaboración de un nuevo código de comercio (Realizado por Pedro Sainz de Andino en
1829) y creó la Junta de Aranceles, las Intendencias de Guerra y Marina, la Caja de Amortización
de la Deuda, el Libro de la Deuda, el Banco Real de San Fernando y la Bolsa de Madrid. En este
reformismo también destacan las figuras de Cea Bermúdez y Javier de Burgos. Sin embargo, este
reformismo administrativo era tímido, no atacaba de raíz los problemas del estado (Por ejemplo, no
se llevó a cabo una profunda reformas fiscal) y además era atacado por los sectores más ultras del
absolutismo, que veían las reformas como pérfidos intentos de implantar lentamente el liberalismo
que el rey consentía fruto de intrigas liberales y malos consejos; por todo ello este reformismo no
consiguió arreglar la base de los problemas que aquejaban al régimen absolutista

Como oposición a la Milicia Nacional se crea el Cuerpo de Voluntarios Realistas, una organización
paramilitar absolutista formada por los elementos más intransigentes del absolutismo español;
dependía de los ayuntamientos y estaba bajo la autoridad del capitán general de su capitanía,
excepto en el País Vasco, en el que el control lo ejercían las diputaciones forales. Los Voluntarios
Realistas siembran el terror en las zonas rurales y pequeñas ciudades, donde reprimen el liberalismo
salvajemente con saqueos, palizas, ejecuciones y desapariciones, así como con organizaciones como
las Juntas Apostólicas y sociedades secretas como el Ángel Exterminador. Los Voluntarios Realistas
además acabarán presionando además al borbón al considerar que hace demasiadas concesiones a los
afrancesados y liberales que le asesoran en el gobierno, llevando a cabo insurrecciones y medidas de
presión como:

-Insurrección del brigadier Capapé en Aragón (1824)

-Insurrección de Jorge Bessières (1825)

-Manifiesto de la Federación de Realistas Puros (1826, por su lenguaje posiblemente falso o redactado
por liberales? No se sabe muy bien)

-Sublevación de los Malcontents (1827)

En 1826 hay numerosas crisis. En Portugal el hijo del rey portugués independiza Portugal de Brasil
(Crisis Portuguesa de 1826) y hay miedo de que la situación política portuguesa se contagie a España.
Se acaban de perder las colonias, salvo algunas como Cuba y Filipinas, tanto por las rebeliones como
por las presiones e intrigas anglo-francesas que buscaban la destrucción del imperio colonial español
para acceder a mercados antes cautivos. El estado absoluto, a pesar de las tímidas reformas se hunde
por los problemas que hemos visto antes (Inestabilidad del gobierno, crisis de la Hacienda, oposición
liberal) así como por las presiones de los sectores más ultras del absolutismo

Los liberales en el exilio adquieren formación política; muchos liberales en el exilio se establecen
en Francia y en Londres, así como en Grecia y Portugal. En 1827 los exiliados españoles crearon en
Londres la Junta Directiva del Alzamiento de España (Junta de Londres) frente a la cual pusieron
a José María Torrijos Uriarte, convirtiéndose este en el máximo dirigente de la conspiración para
derribar al poder absoluto por la fuerza. Los liberales españoles también se imbuyen de la mística del
romanticismo, y muchos liberales extranjeros acuden a España a luchar contra el absolutismo, por
ejemplo junto a Torrijos (Con quien acuden estudiantes ingleses) que intenta en 1831 una sublevación
sin éxito, siendo fusilado. Espoz y Mina también se alzará sin éxito (Insurrección de Vera, 1830)
aunque conseguirá huir a Francia. El liberalismo de esta época será, por tanto, ante la posibilidad de
actuar políticamente, insurreccional, de campaña. Numerosos líderes liberales, como el Empecinado,
Riego o Torrijos serían ejecutados.

En esta época van a ir convergiendo una serie de movimientos absolutistas que acabarán
desembocando en el surgimiento del carlismo y las Guerras Carlistas. Los realistas exaltados se
convirtieron en carlistas a causa del pleito desencadenado por la sucesión de Fernando VII. Hasta el
nacimiento en 1830 de Isabel (La futura Isabel II) el hermano del rey, Carlos María Isidro, había sido
el heredero al trono. Meses antes del alumbramiento de Isabel, Fernando VII había hecho publicar la
Pragmática Sanción, que permitía a las mujeres reinar en España (La Pragmática Sanción restablecía
la costumbre, tradicional en los reinos cristianos medievales de la Península, de que las mujeres
pudieran acceder al trono. La publicación de esta norma implicaba su entrada en vigor. Desaparecía
así la Ley Sálica, impuesta por Felipe V, según la cual las mujeres no podían reinar). Los partidarios
de Carlos María Isidro consideraron este hecho fruto de una conspiración liberal, y aprovecharon la
enfermedad del rey en 1832 para provocar los llamados Sucesos de la Granja, presionando, sin éxito,
al borbón y a su esposa María Cristina para que la Pragmática Sanción fuese abolida y Carlos María
Isidro pudiera reinar. Durante la enfermedad del borbón María Cristina se hizo con el gobierno y
decretó una amnistía para que los liberales exiliados pudieran retornar. Fernando VII murió en 1833 y
por las mismas fechas estalló la Primera Guerra Carlista

Parte 2 Liberalismo

Tema 1 Características básicas del liberalismo europeo y español

El liberalismo es una ideología muy heterogénea. El liberalismo procede, en cuanto a término,


del mundo ético, pero más tarde adquiere connotaciones políticas. El liberalismo español está
obsesionado, en todas sus vertientes, con expresar sus ideas en textos constitucionales que dan lugar
a uno u otro modelo de sociedad. Los liberales españoles desconfían de la sociedad española y al
compararla con la inglesa, paradigma de la sociedad liberal, observan que carece de su iniciativa y
su dinamismo. Los liberales españoles ven al pueblo como inanimado, apolítico y pasivo y afirman
que las transformaciones sociales deberán ser llevadas a cabo por el estado; son en muchos casos
elitistas. Muchos liberales son historicistas y iusnaturalistas. La cultura católica tiene mucho peso en
el liberalismo español. Hay una pugna a partir de la desamortización entre iglesia y estado liberal, la
iglesia no reconoce a Isabel II y prohíbe comprar bienes desamortizados bajo pena de excomunión.
Los liberales españoles tienen una vivencia religiosa de lo político. Entenderán la nación como un
ente étnico. No atribuyen los derechos a los individuos sino a la nación, a la colectividad.
Políticamente sus modelos son:

-USA (Aunque su elitismo les hace despreciar el igualitarismo de la sociedad norteamericana de la


época)

-Reino Unido, que será su modelo a seguir en muchos aspectos, como en la concepción de la
soberanía o el número de cámaras del sistema parlamentario

-Francia es también un modelo, pues hay evidentes influencias de la revolución francesa

Sin embargo también pesa la tradición española. Los liberales se verán obligados a hacer concesiones
a la iglesia católica, como proclamar el catolicismo religión oficial del estado o que la iglesia sea
financiada por el estado, para que la iglesia coja cierta adición al estado liberal y deje de apoyar al
carlismo y de llamar desde el púlpito a la insurrección contra el estado liberal, como hacían muchos
curas y obispos, especialmente en el País Vasco y Navarra. A cambio los liberales conseguirán la
libertad de cultos y el fin de la represión religiosa; esto estaba especialmente pensado para que los
protestantes o anglicanos extranjeros (Especialmente ingleses y franceses) que venían a España a
trabajar como ingenieros o técnicos pudieran practicar su religión libremente; fuera de la aplastante
mayoría católica de la población la práctica de otras religiones no-católicas distintas al protestantismo
o el anglicanismo era prácticamente inexistente

El primer liberalismo español es un liberalismo de combate, golpista, conspirador e insurreccional.


Durante los reinados absolutos de Fernando VII muchos liberales se tienen que exiliar, hasta tal
punto que en muchos casos la mayoría de prohombres del estado liberal alguna vez han tenido que
exiliarse. La insurrección se interioriza como una forma liberal de cambio político y lo militar se
inserta dentro del mundo político. El político es despreciado por sus manejos, intrigas y corruptelas
y el militar glorificado por ser expresión del vigor, el dinamismo y el valor. Muchos de los líderes
liberales serán militares, ya que el tener a un militar en la cúpula de un grupo político daba prestigio
y proyección pública. El liberalismo español será en general elitista, reservado a la élite burguesa,
con una concepción social progresiva y un sufragio censitario masculino reservado a personas con un
determinado nivel de renta, según estos liberales solo han de poder votar quienes tienen propiedades
que perder, educación y conocen la realidad económica, política y social del país. Sin embargo
hay grupos liberales muy minoritarios que defienden un liberalismo popular, cercano a las clases
populares; estos grupúsculos, situados a la izquierda del partido progresista y en ciertas unidades
radicalizadas de la Milicia Nacional (Como el Batallón de la Blusa en Barcelona) acabarán dando
lugar al Partido Demócrata primero, y, más tarde, a las corrientes republicanas, socialistas, etc. Sin
embargo en general el liberalismo en el s. XIX es un pensamiento y un modo de hacer política que ni
sabe hablar a las clases populares ni tiene nada que ofrecerlas; las clases populares tan solo apoyarán
al liberalismo cuando no tengan nadie mejor a quien apoyar, hasta el surgimiento de movimientos
socialistas, marxistas, comunistas y republicanos

El liberalismo se ve influenciado:

-Por la modernización económica que trae la industrialización, la cual aumenta el número de


trabajadores

-Por la universalización del sufragio (A medida que más capas sociales acceden al voto aumenta el
trucaje de las elecciones, llegando a ser descarado, pero también comienzan a aparecer concejales
republicanos y socialistas)
-Por la Revolución de 1848 cargada de simbolismo. En esta revolución el pueblo se politiza,
pues aparece en París la bandera roja, se escribe el Manifiesto Comunista y aparece el dilema
del liberalismo: Libertad u orden público; la Revolución de 1848 coincide con una gran crisis
económica y supone el límite de apertura del liberalismo y su escisión: Con el tiempo una parte
del liberalismo evolucionará hacia el republicanismo, el marxismo y el socialismo y otra hacia el
nacionalismo reaccionario, el tradicionalismo y, en el siglo XX, el fascismo. En España Narváez
reprime militarmente los conatos de la Revolución de 1848 que llegaron desde el extranjero

-Por la Revolución de 1868, donde gentes como el general Prim se dan cuanta de la necesidad de
refundar el liberalismo

-Por el republicanismo, que acabará siendo una opción liberal de regeneración y limpieza frente a la
corruptela de la monarquía de Isabel II

Partidos políticos liberales tradicionales de España: Características generales

Los partidos políticos liberales del s. XIX son partidos de notables con redes clientelares de
corrupción. En la política no se nombra a nadie para un cargo en base a su aptitud, sino a su lealtad y
servilismo hacia quien el ha nombrado. También se coloca a familiares en puestos clave para evitar
traiciones. Asimismo los poderes y las élites locales y centrales intercambian favores y corruptelas.

Hay dos corrientes principales dentro del liberalismo español, los progresistas y los moderados, ambas
antagónicas y cada una con su propio partido (Partido Progresista y Partido Moderado, aunque luego
se irán escindiendo en Partido Demócrata, Unión Liberal, etc) Su ideario a grandes rasgos es:

-Los progresistas defienden la descentralización del poder y la entrega de competencias a los


municipios, la soberanía nacional, el sistema unicameral (Solo una cámara abierta a todos los
ciudadanos) y partidarios de conceder más derechos civiles.

-Los moderados defienden la centralización del poder, la soberanía compartida entre el rey y las
cortes, el sistema bicameral (Una cámara abierta a todos los ciudadanos y luego el senado, una cámara
restringida a ciertos estamentos) y conceden menos (Muy pocos) derechos civiles

Tema 2 Partido Progresista

El Partido Progresista es un partido de notables. Su mito es la constitución de Cádiz. Se definen como


partido en las Cortes del Estatuto. Sus instrumentos de presión son las Juntas y la Milicia Nacional, la
cual les fue afín y actuó en defensa de los más destacados líderes progresistas. Personajes destacados
del partido progresistas son Mendizábal, Fermín Caballero y Joaquin Mº López. Sus bases sociales
son las clases medias urbanas (Comerciantes, profesionales, empresarios medios) y algunos miembros
de la aristocracia y la alta burguesía, así como las clases bajas, que les apoyan por no haber un partido
más cercano a sus intereses. Entre sus órganos de prensa destacan Eco del Comercio, El Clamor
Público e Iberia

Los progresistas están en el poder en las siguientes ocasiones:


-Gobierno de Mendizábal (1835-1836)

-Gobierno de José Mª Calatrava (1836-1837)

-Regencia de Espartero (1840-1843)

-Gobierno de Espartero y O’Donnell (1854-1856)

Ideario del Partido Progresista (En general, muchos aspectos variaban en función de la facción del
partido):

-Defensa de las libertades: Libertad de expresión y libertad religiosa (Esta última quedó aparcada, ya
que consideraban que en la España de la época no se daban las condiciones) libertad de imprenta sin
censura previa

-Soberanía nacional

-Sufragio censitario más abierto por la Ley Electoral de 1837, que ampliaba el cuerpo electoral

-Descentralización de la administración territorial. Elección de los alcaldes por los concejales locales

-Imagen de regeneración de la vida política frente a la corrupción de los moderados y la actuación


política de la Corona)

-Continuación y ampliación de la Desamortización

-Mantenimiento de la Milicia Nacional

-Iberismo: Cooperación e intentos de acuerdos políticos con Portugal. El iberismo era algo común
entre moderados, progresistas y, más tarde, republicanos

El Partido Progresista está dividido en varias facciones:

-Facción conservadora

. Rechazo de los medios insurreccionales, prefieren la vía legal, hasta que los progresistas son
marginados del sistema político (Entonces volverán a hacerse adictos al deporte nacional del
golpismo)

. Reformismo: Buscan ampliar las bases sociales del liberalismo

. Mantienen relaciones con los moderados puritanos y junto con ellos conforman lo que sería el centro
político parlamentario.

. Acaban formando parte de la Unión Liberal

. Defienden la supresión de la milicia nacional

. Personalidades de la facción: Prim, Manuel Cortina, Claudio Luzuriaga

- Facción centrista
. Son lo que daríamos en llamar ``progresistas puros´´

. Buscan la realización de la revolución liberal

. Están marcados por la ambigua figura de Espartero. Espartero era un militar ayacucho enriquecido
gracias a su adicción a las apuestas en los juegos de cartas, tras lo cual invirtió sus ganancias en las
propiedades desamortizadas. Tenía un gran carisma entre las clases bajas que poco a poco se irá
erosionando, especialmente tras el Bombardeo de Barcelona.

. En 1863 rompen con la monarquía isabelina

. Personalidades: Madoz, conde de las Navas, Fernández de los Ríos, Olózaga

-Facción izquierdista

. Grupo poco numeroso

. Gran preocupación por la cuestión de los derechos civiles

. Defienden el sufragio universal masculino

. Tienen gran admiración por la Constitución de 1812

. En 1848 se escinden del Partido Progresista y crean el Partido Demócrata

. Personalidades: Manuel Becerra, José Ordáx, Avecilla, José Mª Orense, Nicolás Mª Rivero

Realizaciones en el poder del Partido Progresista

Los gobiernos progresistas duran poco por las intrigas de los moderados y de la reina Isabel
II, pero tienen un gran impacto en el desarrollo económico del país, sobre todo debido a las
desamortizaciones. Los progresistas, especialmente Mendizábal, tenían pésimas relaciones con la
regente María Cristina, que por su absolutismo y su educación conservadora prefería a los moderados
como ``mal menor´´; los progresistas eran marginados del poder tanto por la corona como por los
moderados y normalmente su única manera de alcanzar el poder era no por medios pacíficos sino por
medio de insurrecciones y pronunciamientos

-Mendizábal lleva a cabo una primera desamortización de los bienes del clero regular en 1836-1837,
y vende las tierras desamortizadas al mejor postor, pero Calatrava hace un proyecto para entregar las
tierras desamortizadas a los pequeños propietarios, junto con aperos de labranza y semillas a crédito,
pero casualmente el proyecto no prospera (¿Intrigas de los grandes terratenientes?). En 1841 los
gobiernos progresistas de Espartero desamortizan los bienes del clero secular y suprimen los diezmos.
En 1855, con el ministro de Hacienda Pascual Madoz, culminaría el proceso desamortizador; la
desamortización de Madoz afectó no solo a las posesiones de la iglesia, sino también a las tierras
y bienes y municipios del estado, subastándose todos los bienes raíces que no perteneciesen a
individuos privados. Al final lo único que consiguen las desamortizaciones es aumentar el llamado
hambre de tierras y crear una clase terrateniente parasitaria que sume en la miseria a regiones enteras
(Especialmente en Andalucía) y vive a costa de un verdadero ejército de míseros jornaleros.

-Cuando gobiernan restablecen la Milicia Nacional


-En 1837 promulgan la Constitución de 1837

-En 1836-37 los progresistas abolen los señoríos y mayorazgos, convirtiendo la propiedad vinculada
del Antiguo Régimen en propiedad libre que podía circular por el mercado.

-Disuelven los gremios y suprimen la Mesta.

-Durante los gobiernos de Espartero este intenta firmar un acuerdo de librecambio con el Reino
Unido, lo cual le granjeó la enemistad de Francia (Donde se habían refugiado la reina María Cristina
y muchos militares moderados que se le oponían, Francia que se sentía perjudicada porque el acuerdo
daba preferencia a las relaciones comerciales con el reino Unido) y de la industria textil catalana (Que
reivindicaba un mayor proteccionismo de sus productos y la imposición de altos aranceles aduaneros
que obstaculizaran la importación de tejidos británicos

-Al retornar al poder en el Bienio Progresista (1854-1856) restauran medidas y organismos de su


anterior estancia en el poder en la década de 1830: Ley de Imprenta, Ley electoral, instituciones de
gobierno local y Milicia Nacional.

-Desarrollan la banca y el ferrocarril (Ley de Concesiones ferroviarias de 1855 y Leyes Bancarias de


1856) tratándose de consolidar un mercado de ámbito nacional, así como de impulsar el crecimiento
económico.

-En 1856 elaboran una constitución, que no llegó a promulgarse; era similar a la de 1837, mantenía
el bicameralismo, aunque electivo para ambas cámaras, y la potestad legislativa compartida con las
Cortes y el rey, afirmaba la soberanía nacional y ampliaba la lista de derechos individuales.

Tema 2 Partido Moderado

El Partido Moderado es un partido de agregación, formado en su dirigencia por personajes muy


diversos: Antiguos afrancesados como Javier de Burgos, realistas reformistas del final del reinado
de Fernando VII, moderados del Trienio Liberal, carlistas adheridos al Convenio de Vergara y ex-
miembros conservadores del Partido Progresista. Sus bases sociales son las clases altas y medias-altas,
que acabarán dando lugar a una oligarquía liberal política y económica. Entre sus órganos de prensa
están El Heraldo, El Español, La Época y El Correo Nacional

Ideario del Partido Moderado (En general, muchos aspectos variaban en función de la facción del
partido):

- Fortalecimiento de la autoridad real (Soberanía compartida entre el rey y las cortes)

-Defensa a ultranza del orden público (Represión salvaje contra opositores y disidentes) y de la
propiedad privada

-Centralizan el poder; los alcaldes pasarían a ser delegados del estado salvo los de las capitales de
provincia, que serían elegidos por la corona

-Defienden la supresión de la Milicia Nacional


-Conceden muy escasas libertades civiles. Limitan la libertad de imprenta

-Defienden que la iglesia tenga un papel social

-Defienden el sufragio censitario. Reducen el número de electores

El Partido Progresista está dividido en varias facciones:

-Facción de la derecha conservadora autoritaria:

. Defienden que haya carta otorgada en lugar de constitución

. Piden la incorporación de los carlistas al partido y al régimen

. Su acción más destacada es el intento de matrimonio de Isabel II con Carlos VI; esta maniobra
fracasará al negarse muchos liberales a este matrimonio, pues se creía que de efectuarse el enlace su
nuevo esposo podía influirla en contra del régimen liberal

. Personalidades: Marqués de Viluma, Santiago Tejada

-Facción moderada centrista:

. Es un grupo doctrinario

. Es el sector mayoritario del partido

. Sus divisas son: Orden y libertad / Rey y Pueblo

. Defienden la soberanía compartida y el sistema de doble confianza

. Buscan modificar la Constitución de 1837

. Buscan la construcción del estado liberal

-Facción puritana

. Es el sector del partido más abierto políticamente

. Personalidades: Istúriz, O’Donnell

. Buscan mantener la Constitución de 1837

. No excluyen a los progresistas del juego político

Realizaciones en el poder del Partido Moderado

-Énfasis en el orden público (Represión):


. Supresión de la Milicia Nacional, por considerarla un nido de progresismo y revolución, y creación
en su lugar de la Guardia Civil por el Duque de Ahumada en 1844. La Guardia Civil en principio
buscaba combatir al bandolerismo y a las partidas carlistas. Representaban la autoridad del estado en
los pueblos y las zonas rurales aisladas. Combatían a rebeldes y bandoleros por medio del control de
la población y de las ``redes familiares´´ que apoyaban a estos grupos ilegales. También eran, en la
práctica, y especialmente en Andalucía, un ejército privado al servicio de los terratenientes y caciques
locales cuya principal función era reprimir sin piedad a los jornaleros, los mineros y las protestas
populares, las cuales disolvían con gran violencia y causando muchos muertos; por ejemplo Gerald
Brennan afirma que en Andalucía la Guardia Civil se comportaba como un ``ejército de ocupación´´

. Ley de Poderes Excepcionales (1848) para reprimir los brotes de la Revolución de 1848 en España.
Narváez solicita y obtiene la aprobación de esta ley, en virtud de la cual el susodicho queda investido
de plenos poderes a fin de frenar la revolución y mantener a salvo el trono de Isabel II. Quedan en
suspenso las garantías constitucionales y muchos opositores son deportados o encarcelados. Donoso
Cortés defendería estas medidas dictatoriales en las cortes

-Ley Mon-Santillán de 1845, con la cual la Hacienda se modernizó, simplificando y racionalizando


los impuestos existentes y adaptándolos al nuevo estado liberal, creándose un nuevo sistema fiscal no
progresivo, pro-oligarca y basado en impuestos indirectos, los llamados consumos, que se aplicaban
a los artículos de primera necesidad (Leña, comestibles, etc) y perjudicaban sobre todo a las clases
populares: progresistas y, más tarde, republicanos, pedirían la abolición de los consumos

-Construcción de la administración del Estado

. Creación de los ministros de Gobernación, Fomento y Ultramar, así como la aparición de la figura
de Jefe de Gobierno, a fin de servir de cabeza de turco y proteger a la institución monárquica de sus
corruptelas

. Profesionalización de la carrera administrativa (1852) En el régimen liberal de la época en


España los funcionarios son todos cesantes, colocados en el puesto no por su aptitud sino por su
adicción al partido en el gobierno, siendo removidos al llegar el partido rival al poder y quedándose
desempleados hasta que ``su partido´´ retornaba al poder (De ahí el nombre) La aparición del
funcionariado no acabó totalmente con esta práctica pero trajo consigo la aparición del escalafón de
funcionarios y la profesionalización de la carrera administrativa

-Adopción para toda España del Sistema Métrico Decimal

-Codificaciones legales:

. Constitución de 1845, que reforzó los elementos conservadores de la de 1837

. Intento de Código Civil (1851) que quedó en proyecto. No se aprobaría un código civil hasta finales
de siglo

. Código penal pro-oligárquico y centrado en defender la propiedad privada, y que registra la pena de
muerte como castigo; las ejecuciones serían un espectáculo de masas hasta la Primera Restauración,
cuando las ejecuciones públicas fueron abolidas
-Sistema educativo (Era de tipo burgués, centrado en la enseñanza secundaria, el bachillerato, con el
fin de que los burgueses y los oligarcas formasen a sus hijos como profesionales liberales. También
buscaba mantener a las clases populares en la ignorancia más absoluta para impedir que se rebelasen.
La educación era concebida como algo propio exclusivamente de las élites. Hay obsesión entre las
clases bajas por el estudio, que es visto como único medio de movilidad social. A finales de siglo los
krausistas, la iglesia, los partidos obreros y los sindicatos se lanzarán a crear escuelas nocturnas y
dominicales para obreros y campesinos)

. Ley Provisional de Instrucción Primaria

. Plan Pidal (1845) por el cual se crean los institutos

. Ley Moyano de 1857. Su esencia sigue en las disposiciones educativas hasta 1970. Establece la
obligatoriedad de la enseñanza elemental, que en teoría era pagada por los ayuntamientos, pero
en la práctica la manutención del profesor era pagada por los padres de los alumnos poniendo el
ayuntamiento únicamente el local. Se crearon también escuelas de magisterio siguiendo el modelo
francés.

-Administración territorial (Se buscará centralizar el poder y el estado)

. Diseño de una división territorial en provincias, realizada por Javier de Burgos en 1933

. Ley de organización y atribuciones de los ayuntamientos (1845)

. Ley de organización y atribuciones de las diputaciones provinciales (1845)

. Ley de organización y atribuciones de los Consejos provinciales

. Ley para el gobierno de las provincias (1845) Se creó en las provincias el cargo de gobernador civil,
que casualmente solía ser el líder de los moderados en la zona

. El gobierno nombraba a los alcaldes de las ciudades importantes y el gobernador civil, a los del resto
de municipios

-Relaciones con la iglesia

. Suspensión de la venta de propiedades del clero desamortizadas y devolución a la iglesia de los


bienes no vendidos

. Papel social de la iglesia. Se busca reconstruir las relaciones con la iglesia para que esta apoye al
liberalismo y ayude a mantener el orden social.

. Ley de dotación de culto y clero

. Concordato de 1851, donde se establecía la exclusividad de la religión católica como la oficial


del estado, la renovación del Regio Patronato, la intervención de la Iglesia en la educación y el
reconocimiento de las ventas realizadas en la desamortización y el pago por el estado a la iglesia de
una cantidad anual fijada en compensación por la desamortización

. Se intentan enviar tropas para ayudar al papa contra los nacionalistas italianos de Giusseppe
Mazzini, que habían tomado Roma y proclamado la República Italiana. Cuando llegan las tropas
españolas Napoleón III ya ha acabado con los hombres de Mazzini
Tema 3 Derrumbe del sistema político de Isabel II

Tras el Bienio Progresista hay un período de alternancia entre los moderados y la Unión Liberal
donde fracasa el intento de logar la alternancia pacífica en el poder de los distintos grupos liberales
debido a:

-Los moderados se presentan como garantes del liberalismo, demonizando a los progresistas,
tachándoles de republicanos y subversivos y marginándoles del poder. Esto dio lugar a insurrecciones
de los grupos que se consideraban marginados del poder, como los progresistas, que comenzaron a
colaborar con los demócratas

-Conspiraciones alentadas por progresistas y demócratas que pasaron a estar dirigidas no ya contra el
gobierno de turno, sino contra la reina misma

-Disturbios como la protesta estudiantil universitaria de la Noche de San Daniel (1865) o la


sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil (Madrid, 1866)

-Oposición de intelectuales críticos con el régimen isabelino. Estaban vinculados al periodismo y a la


universidad; entre ellos se encontraban Francisco Pi i Margall, Emilio Castelar, Laureano Figuerola,
Eugenio montero Ríos, y Segismundo Moret. Algunos de ellos serían figuras políticas relevantes en
las décadas siguientes

-La reina carece de educación política y en vez de actuar como reina constitucional al estilo inglés
intriga y se inmiscuye continuamente en política, además de pasear por su alcoba a diversos amantes
entre intriga e intriga

-No se cumple lo establecido en la Constitución

-Con la excusa del mantenimiento del orden se establece un régimen rayano en el autoritarismo. La
disidencia y las protestas son reprimidas salvajemente

-Manipulación política

. Manipulación del sistema de la doble confianza (Norma procedente del liberalismo doctrinario según
la cual un político para formar gobierno necesita la confianza, no sólo de las Cortes sino también de la
corona)

. Fraude electoral

. Uso arbitrario de la potestad de la Corona para nombrar y separar ministros

. Suspensión de las Cortes

. Firma irregular de leyes y decretos


-Camarillas cortesanas y personajes oscuros que manipulan a la reina Isabel II (Padre Claret, Sor
Patrocinio de las Llaves…)

-Corrupción descarada y sin límites en la que están implicadas incluso la reina Isabel II y su madre
María Cristina (Especialmente en la construcción del ferrocarril)

Finalmente, las distintas fuerzas de oposición al régimen promovieron, desde el exilio, un acuerdo de
actuación, el Pacto de Ostende (Bélgica, 1866) Tras la muerte de O´Donell (1867) y Narváez (1868)
que eran los principales apoyos de la reina, se adhirieron al pacto incluso los unionistas. por último,
la recesión económica de 1866-1868 aumentó el descontento general, especialmente en el ámbito
empresarial y de los negocios. Todos estos factores desencadenaron la revolución

Parte 3 Carlismo

Tema 1 Descripción general del carlismo

El carlismo es un movimiento absolutista, legitimista, tradicionalista, antiliberal y


contrarrevolucionario. Es un movimiento que se define por aquello a lo que se opone, por lo ``anti´´.
Su lema era ``Dios, Patria y rey´´´. Es un movimiento involucionista que busca volver al Antiguo
Régimen y acabar con el legado de la gloriosa Revolución Francesa.

Los carlistas esgrimían como motivo principal de su movimiento la cuestión sucesoria, en virtud de la
cual ellos negaban la legitimidad de Isabel (Y de las mujeres) para ocupar el trono, y la de su madre,
la reina María Cristina, para ejercer la regencia durante la minoría de edad de su hija, y reivindicaban
que Carlos, el hermano de Fernando VII, debía ser rey de España. Tras la muerte de Carlos VI sus
descendientes (Su hijo, Carlos VI para los carlistas) conde de Montemolín, y su nieto (Carlos VII)
siguieron encabezando esta facción; el pleito dinástico carlista pervivió hasta avanzado el siglo XX.
A pesar de todo, a cuestión sucesoria era más que otra cosa una excusa para defender un modelo de
sociedad opuesto al liberalismo

El éxito del carlismo, como el del resto de legitimismos que inundan la escena política europea del
momento, se basa en su inconcrección, la inconcrección del ideario carlista es la base de su éxito; el
carlismo podría tacharse, perdonando el anacronismo, de populista; el discurso carlista es de carácter
irracional y emocional, y, a diferencia del liberalismo, si que llega a calar entre el pueblo llano y los
iletrados.

El carlismo busca captar a las masas campesinas damnificadas por el nuevo régimen de propiedad y
economía del liberalismo, obteniendo por ello un gran apoyo en el mundo rural; el carlismo también
era apoyado por diversos sectores de la sociedad española, por algunas regiones (Debido a la Cuestión
Foral) e incluso por las potencias absolutistas europeas; Austria, Prusia, Rusia, Nápoles y los Estados
Pontificios (El papado rompió relaciones diplomáticas con el régimen liberal Español en 1836,
aunque mantuvo un papel ambivalente en el conflicto, sin apoyar decididamente a ninguno de los
dos bandos) apoyaron a los carlistas. Sin embargo, se opusieron en general al carlismo las grandes
ciudades, la burguesía comercial, industrial y financiera, los trabajadores de las ciudades, las altas
jerarquías eclesiásticas (Fueron pocos los obispos que se pronunciaron abiertamente a favor del
carlismo, a pesar de la ambigua actitud de la iglesia) la alta nobleza (Satisfecha tras la disolución del
régimen señorial que le permitía vender y comprar libremente sus propiedades) y la mayor parte del
ejército; en el ámbito internacional se oponían al carlismo Francia y Reino Unido, los cuales firmaron
con el régimen liberal español y con Portugal la Cuádruple Alianza (1834) comprometiéndose
a apoyar a los regímenes liberales de España y Portugal. Numerosos voluntarios y mercenarios
extranjeros lucharon en uno y otro bando durante las guerras carlistas

El carlismo es un movimiento plural, hay tantos carlismos como carlistas. Paradójicamente, será uno
de los primeros movimientos de masas de la historia, con Círculos Carlistas (Sociedades Políticas
creadas en el marco de modernización política del carlismo tras la Revolución de 1868) y fiestas
propias como la Fiesta de los Mártires de la Tradición. Son los primeros en crear merchandising
político para consumo de sus adictos, e incluso hacen tours propagandísticos y mítines. En el carlismo
la mujer es el canal comunicador de las gestas y hazañas de los antepasados. Los curas rurales son
los grandes agitadores carlistas. El carlismo tiene dos figuras míticas, sus dos comandantes militares
más destacados, Tomás de Zumalacárregui (Muerto al sitiar Bilbao en la Primera Guerra Carlista,
lo que le elevaría a los altares de la mitología carlista) y Ramón Cabrera, el Tigre del Maestrazgo
(Cabrera formaba parte del sector más radical del carlismo, y luchó muchos años sin tregua contra
el régimen liberal en el Maestrazgo, pero en el exilio se casó con una acaudalada inglesa, se afincó
en Londres y desde entonces se dio a la buena vida sin volver a participar en el carlismo más allá de
aportes económicos puntuales a la causa)

Bases ideológicas del carlismo:

-Pensamiento antiilustrado y antiliberal

-Monarquía absoluta

-La tradición como base de la legitimidad

-La religión católica, base social, política y espiritual

-Sociedad estamental

-Los fueros

Bases sociales del carlismo

-Campesinos, especialmente los pequeños propietarios. Temían convertirse en jornaleros o


arrendatarios de los grandes terratenientes.

-Baja nobleza del norte de España. Se sentía amenazada por el fin de los mayorazgos y de la exención
de impuestos.

-Nueva nobleza carlista: Carlos María Isidro a base de la concesión de títulos creará una nueva
nobleza carlista afín

-Sectores conservadores de la iglesia: Clero rural y regular. Eran contrarios a las medidas
desamortizadoras y a la supresión de órdenes religiosas.

-Grupos de artesanos de ciudades de la Meseta Norte. Temían la desaparición de los gremios

-Algunos oficiales del ejército. Estaban descontentos a causa de la evolución del país o debido a su
situación profesional, que no les resultaba satisfactoria

-Habitantes de áreas rurales, donde las relaciones de protección y clientelismo estaban muy arraigadas
-Residentes en regiones como Euskadi, Navarra, Cataluña, áreas del este peninsular como la comarca
del Maestrazgo y Castilla. Querían salvaguardar sus costumbres, fueros y tradiciones

Los carlistas en sus territorios crean un estado paralelo con su propia administración. El carlismo
también cuenta con su propia prensa, con diarios como La Esperanza, que distribuyen en los Círculos
Carlistas, y realizan incluso falsos panfletos anarquistoides y republicanos donde se incita al caos,
a matar curas y quemar iglesias; esta actividad no tenía otro fin que atemorizar a la población y
desprestigiar al liberalismo y al republicanismo retratándolos como anárquicos y subversivos para que
la población aterrorizada se adhiriese al carlismo

Tema 2 Evolución del carlismo

El carlismo antes del carlismo

-Regencia de Urgel (1822)

-Creación de los Voluntarios Realistas (1823)

-División interna en el absolutismo en la década de 1820 a raíz de la incorporación al gobierno de


Fernando VII durante la Década Ominosa de liberales reformistas y afrancesados, lo que no aceptarán
los sectores más ultras del absolutismo

-Insurrección del brigadier Joaquín Capapé (Zaragoza, Mayo de 1824) instigado por Carlos María
Isidro

-Conspiración de Jorge Bessières (Agosto de 1825) Bessiéres era un militar de origen francés, que
después de haberse pasado al lado español durante la Guerra de Independencia, había cambiado el
republicanismo en el que militó durante el Trienio por la oposición ultraconservadora en esta etapa
del reinado de Fernando VII. Como los participantes en el complot de Capapé no habían podido
ser capturados, Cea Bermúdez esperaba el estallido de una nueva traición para poder arrestar a los
culpables. Esta nueva intentona estaría protagonizada por este curioso personaje; Bessiéres, que era el
brazo armado de la conjura, se lanzó prematuramente a la calle en Getafe el 15 de agosto con varias
compañías del regimiento de caballería de Santiago. Los levantamientos que debían secundarlo en las
provincias no se produjeron y Bessiéres fue arrestado y fusilado el 26 de Agosto.

-Manifiesto de la Federación de Realistas Puros (1827): Manifiesto que dirige al pueblo español una
Federación de Realistas Puros, sobre el estado de la nación y sobre la necesidad de elevar al trono al
Serenísimo Señor Infante Don Carlos. Hay dudas sobre la autoría del manifiesto

-Sublevación de los Malcontents en Cataluña (1827) Fue promovida por el campesinado descontento
con los impuestos y la administración; a ellos se sumaron voluntarios realistas de toda España. Para
sofocar la rebelión fue preciso enviar al ejército y al propio monarca

Hechos y circunstancias en la evolución del carlismo

-El problema sucesorio

-La Primera Guerra Carlista. Se desarrolló en cuatro etapas:


. Formación del foco de insurrección vasco-navarro (1833-1835): Los carlistas intentaron provocar
una insurrección general del país; al no lograrlo, se inició una guerra civil. El ejército isabelino
consiguió reprimir los núcleos carlistas, excepto en el País Vasco y Navarra, donde el coronel
carlista Tomás de Zumalacarregui creó un ejército a partir de las cuadrillas carlistas ya existentes;
Zumalacárregui no pudo tomar ni Pamplona ni las capitales vascas ya que murió durante el fracasado
asedio de Bilbo (Junio de 1835)

. Las expediciones nacionales (1836-1837): Durante este período, los carlistas organizaron incursiones
fuera de los dos núcleos que controlaban (Euskadi-Navarra y el Maestrazgo, donde se había hecho
fuerte el general Cabrera): la Expedición Gómez (1836) y la Expedición Real (1837). En esta etapa
fracasó de nuevo el proyecto de conquistar Bilbo gracias a la victoria en el Puente de Luchana en
Diciembre de 1836 del general isabelino Baldomero Espartero, que se convirtió en un ídolo militar y
popular.

. La iniciativa isabelina y el Convenio de Vergara (1837-1839): El ejército gubernamental, liderado


por Espartero, pasó a la ofensiva. Por su parte, el general Maroto (Jefe supremo de las tropas carlistas)
era partidario de negociar el final de la guerra. La firma del Convenio de Vergara (Guipúzcoa, Agosto
de 1839) fue sellada simbólicamente con el abrazo entre Maroto y Espartero. Este acuerdo puso fin a
la guerra en Navarra y el País Vasco. Carlos María Isidro, contrario al pacto, siguió luchando pero tras
ser derrotado en Álava y Navarra lo que quedaba del ejército carlista se exilió en Francia

. El final de la guerra en el Maestrazgo (1839-1840): El general Cabrera y sus tropas se negaron a


acatar el Convenio de Vergara y siguieron luchando hasta que el general Espartero tomó Morella
(Castellón) su principal reducto en el Maestrazgo. En Julio de 1840 los últimos combatientes carlistas
se vieron obligados a cruzar los pirineos con destino a Francia

-Los fueros: Los carlistas reivindicaban el mantenimiento de los fueros y privilegios tradicionales
frente a la política centralizadora del régimen liberal, es decir, el foralismo, según el cual las regiones
debían mantener sus instituciones de gobierno autónomas, sus sistema de justicia propio y la exención
fiscal y de quintas para el servicio militar. Tras la Primera Guerra Carlista, los gobiernos del general
Espartero suprimieron las tradicionales instituciones de Navarra que aún pervivían: Las cortes
y las aduanas interiores (1841) No obstante, se dotó a Navarra de una considerable autonomía
administrativa y se creó un órgano de gobierno nuevo, la Diputación Foral. Los fueros vascos, por su
parte, no se suprimirían hasta 1876, con la Tercera Guerra Carlista. En Navarra y el País Vasco, la
oposición en defensa de los fueros fue muy grande y dio lugar a pronunciamientos promovidos contra
Espartero por los moderados

-El Convenio Eliot (1835) firmado entre el jefe carlista Tomás de Zumalacárregui y el isabelino
Gerónimo Valdés gracias a la intervención de lord Eliot, enviado por el gobierno británico, para
dar fin a los fusilamientos indiscriminados de prisioneros y promover el canje de los mismos. Se
respetaría irregularmente durante el resto de la Primera Guerra Carlista

-La Expedición Gómez (1836) al mando del general del mismo nombre, que con menos de 3000
hombres, aunque con el apoyo de Cabrera en algunos momentos difíciles, atravesó España desde el
Cantábrico hasta Cádiz, entró en algunas ciudades (Santiago, Cáceres, Córdoba, Almadén, Algeciras y
otras) e hizo miles de prisioneros

-La Expedición Real (1837) en la que Carlos María isidro dirigió un ejército de 14000 hombres
que llegó hasta las puertas de Madrid, pero sin atreverse a entrar, y se retiró, cruzando el Ebro en
Octubre de 1837, sin el apoyo popular que buscaba y habiendo desertado por el camino muchos de
sus hombres. La posible actitud de reconciliación entre María Cristina y el Pretendiente, temerosos
ambos de los progresistas, es probablemente lo que habría llevado al segundo hasta Madrid. Se
trataba, casi al estilo medieval, de concertar un matrimonio para el futuro entre los hijos de ambos.
La falta de respuesta de maría cristina es lo que hizo al Pretendiente desistir del ataque a la capital,
que, dadas las fuerzas de ambos, quizá hubiera podido ocupar. El problema en caso de tomar la capital
habría sido que hacer al día siguiente sin el acuerdo de María Cristina

-División interna en el carlismo entre quienes presentaban una ideología más moderada (Por ejemplo
no deseaban restablecer la Inquisición) como el general Maroto, y los sectores más ultras del
absolutismo, los llamados apostólicos, que deseaban volver al absolutismo más rancio, como el
general Cabrera. Habrá entre las dos facciones luchas de poder y asesinatos, lo que desacreditó al
Pretendiente a ojos de sus seguidores y de los gobiernos extranjeros

-El Convenio de Vergara (Guipúzcoa, Agosto de 1839) firmado, con la mediación del almirante
inglés lord John Hay, entre el régimen liberal y el sector pactista del carlismo, representado por el
general Maroto (Opuesto al sector más ultra del carlismo, los apostólicos, como el general Cabrera) El
convenio contó, y fue sellado simbólicamente con el abrazo entre los generales Maroto y Espartero,
y ponía fin a la guerra en Navarra y Euskadi. Implicaba la admisión de los militares carlistas en
el ejército isabelino, respetándoles su categoría. El gobierno se comprometió, además, a remitir la
cuestión foral a las cortes para su discusión. El Pretendiente y los apostólicos (Entre ellos el general
Cabrera) así como parte importante de la oficialidad y del clero carlista, no aceptaron el convenio
y o bien marcharon junto con el Pretendiente al exilio a Francia tras la derrota en el Norte, o bien
continuaron la guerra por su cuenta, como fue el caso de Cabrera. Para estos sectores, Maroto será un
traidor y el acuerdo entre Maroto y Espartero sería conocido como la Traición de Vergara

-Carlos Luis de Borbón y Braganza, conde de Montemolín, hijo de Carlos María Isidro, es nombrado
nuevo pretendiente carlista tras la abdicación de su padre con el nombre de Carlos VI

-Segunda Guerra carlista, o Guerra de los Matiners (1846-1849) Se desarrolló principalmente en


Cataluña y tuvo como pretexto inmediato el fracaso de la planeada boda entre Isabel II y el nuevo
pretendiente carlista, Carlos VI. Coincidió con una gran crisis económica europea, y en España, el
descontento social a causa de la crisis se canalizó a través del carlismo. Participó en este conflicto
el general Cabrera, y las tropas carlistas llegaron a recibir el apoyo de partidas de guerrilleros
republicanos; sin embargo, el régimen liberal volvió a imponerse en la contienda

-Desembarco en San Carlos de la Rápita (Abril de 1860) En el monasterio de San Carlos de la Rápita
fueron tomados prisioneros por el ejército liberal Carlos VI y su hermano Fernando cuando, con el
apoyo del Capitán General de Baleares, que fue fusilado, intentaban introducirse en España. Durante
su cautiverio ambos serían obligados a renunciar a sus derechos a la sucesión, decisión de la que se
retractarían después, lo que dio lugar a una curiosa disputa en el seno de la familia carlista pues el
tercero de los hijos de Carlos María Isidro, Juan de Borbón, asumió también los derechos dinásticos
carlistas, y hasta la muerte de Carlos VI y su hermano Fernando de tifus poco tiempo después, en
1861, hubo dos pretendientes carlistas

-A la muerte de Carlos VI, Juan de Borbón quedó como el único pretendiente, pero por sus ideas
liberales tuvo escasos apoyos entre los carlistas, y acabó en Madrid pidiendo jurar fidelidad a la reina
Isabel; la viuda de Carlos María Isidro, María Teresa de Braganza, princesa de Beira, ejerció durante
este tiempo como la verdadera cabeza del movimiento carlista hasta que tiempo después Juan de
Borbón abdicó a favor de su hijo mayor, Carlos María de Borbón y Austria-Este, duque de Madrid,
que se convirtió en el nuevo pretendiente con el nombre de Carlos VII. Carlos VII acabó siendo
despreciado por ciertos sectores del carlismo debido a su afición al ocio y su falta de dedicación a la
causa carlista

- Proceso de modernización política. Con la Revolución de 1868 y la caída de Isabel II el carlismo


experimentará un proceso de modernización política, creándose Círculos Carlistas (Sociedades
políticas carlistas). Durante el sexenio los carlistas aceptaron el juego parlamentario de forma
temporal a pesar de ser antidemócratas; constituyeron la extrema derecha parlamentaria, obteniendo
buenos resultados electorales en País Vasco y Navarra, aunque en el parlamento constituían una
minoría muy exigua

-La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) Este conflicto se desarrolló en Cataluña, Navarra y el
Euskadi, donde los carlistas volvieron a intentar, una vez más sin éxito, la ocupación de Bilbao.
También se produjeron expediciones hacia el interior de la Península, como el célebre y cruel saqueo
de Cuenca (1874) La restauración de los borbones en el trono (1875) supuso el declive del carlismo,
ya que la derecha monárquica se aglutinó en torno a la figura de Alfonso XII. Cánovas aprovechó
los últimos estertores de la guerra para pasear a Alfonso XII por la retaguardia del frente para que la
propaganda del régimen encumbrase al nuevo borbón como caudillo militar y ``pacificador´´

Parte 4 Movimientos políticos premarxistas: Demócratas y republicanos. El nacimiento del


socialismo y del anarquismo en España

Tema 1 Demócratas y republicanos

El Partido Demócrata

La Revolución de 1848 hace aflorar los límites del liberalismo, provocando que en 1849 se escinda
del Partido Progresista un ala izquierda que forma en 1849 el partido demócrata. El Partido
Demócrata mezclaba el ideal liberal con sus inquietudes sociales, dando lugar a una especie de
``liberalismo democrático´´

Ideario del Partido Demócrata

-Defensa de la soberanía popular, del mandato imperativo y de la preponderancia del poder legislativo
(Cortes unicamerales y no bicamerales como venía siendo hasta entonces)

-Pleno reconocimiento de los derechos ciudadanos y las libertades individuales

-Sufragio universal masculino (Aunque excluyen a las mujeres del voto)

-Tienen un ideal de la fraternidad universal y una concepción armónica de la comunidad. Su lenguaje


y su concepción de la sociedad están basados en el socialismo utópico y en un cristianismo primitivo
laicizado
-Quieren crear lo que ellos llamaban la ``ciudadanía vigilante´´: Una ciudadanía que controlase los
excesos del gobierno y que participase en la vida política, en los jurados y en la Milicia Nacional; los
demócratas ven la participación del ciudadano en la vida política casi como una obligación.

-Defienden el federalismo y la descentralización del poder; para ellos, cuanto más descentralizado
esté el poder, más libertad hay. Defienden la libre elección de las autoridades locales con el fin de
fomentar el aprendizaje político de los ciudadanos

-Libertad religiosa y de asociación sindical

-Desamortización de todos los bienes de la Iglesia

-Tienen un programa social: reforma de los consumos, instrucción primaria gratuita, la intervención
del estado en las relaciones laborales para evitar abusos y la abolición de las quintas

El Partido Demócrata actuó de manera parcialmente clandestina hasta la llegada del Bienio
Progresista durante el reinado de Isabel II. En este momento aglutinó a algunos militares
descontentos, al incipiente movimiento obrero y campesino, republicanos e intelectuales; el bienio
ayudó a la expansión del partido. Con la llegada de la Unión Liberal al gobierno, regresa a la
ilegalidad. En este momento se produce un debate abierto en el que se fija una aproximación al
Partido Progresista, se declara abiertamente el republicanismo de la formación y los fundamentos del
programa económico se acercan al pensamiento socialista. Su figura más relevante en este momento
será Pi i Margall que es quien le da un verdadero contenido político y determina una mayor influencia
en la sociedad gracias a su atractivo personal. Tras los fracasos del general Juan Prim en sus distintas
sublevaciones, firmaran el Pacto de Ostende en 1866 y el de Bruselas en 1867 para llevar a cabo junto
con los progresistas la Revolución de 1868. Tras la Revolución de 1868 los demócratas quedaron
excluidos del gobierno provisional, aunque tenían una gran influencia en las juntas revolucionarias
de las ciudades, desde las que se reclamaba la implantación de derechos democráticos y la supresión
de los consumos y las quintas. Esto dio lugar a una situación de doble poder gobierno provisional-
juntas revolucionarias que se resolvió a favor del gobierno; este disolvió las juntas y sus grupos
de voluntarios armados. A cambio, el gobierno procedió a cumplir la mayor parte del programa
demócrata, con excepción del asunto de las quintas, lo que provocó la inmediata escisión del partido
Demócrata en dos facciones:

-Los cimbrios: Estaban dispuestos a cooperar con el gobierno al margen del régimen político
(Monarquía o república) siempre que se respetase la democracia. En este grupo se encontraban
Nicolás María Rivero, Manuel Becerra y Cristino Martos

-Los republicanos: Creían indispensable para garantizar la existencia de una democracia popular en
España la implantación de una república federal. En este grupo se encontraban, entre otros, Francisco
Pi y Margall y Estanislao Figueras

El partido se deshará parcialmente después de las elecciones de 1869, integrándose sus miembros en
otras formaciones de contenido republicano. Los restos del mismo desaparecerán definitivamente en
1912

El republicanismo
Ya desde el Trienio Liberal había movimientos republicanos marginales, pero es durante el Sexenio
cuando el republicanismo se constituye en opción de régimen y de gobierno gracias al sufragio
universal masculino de las elecciones a cortes constituyentes de 1869, que permite el surgimiento
del Partido Republicano Federal, el primer partido de masas de la historia de España. El Partido
Republicano Federal se encontraba presente en las cortes constituyentes de 1869 y era el segundo
en número de diputados. Su programa, además de la proclamación de la república federal, incluía
la abolición de las quintas, la supresión de la esclavitud en las colonias (Lo que les enfrentará a la
sacarocracia cubana, que para evitar que los republicanos lleven a cabo la abolición de la esclavitud
apoyarán a los monárquicos) y una legislación que protegiera a los trabajadores, los cuales, junto con
las clases medias urbanas, constituían su clientela política. Su propuesta federal les proporcionaba un
gran apoyo en Aragón, Cataluña, Valencia y Andalucía. Personales destacadas del partido republicano
federal son Francisco Pi y Margall, Emilio Castelar (Que luego pasaría a las filas del republicanismo
unitario, de carácter centralista y antifederal) y Estanislao Figueras. También había grupos y partidos
republicanos centralistas y antifederales. Las diferentes tendencias y facciones de los republicanos
tenían numerosos órganos de prensa

Hechos y circunstancias en la evolución del Partido Republicano Federal y el republicanismo desde el


inicio del Sexenio:

-El dilema republicano entre la forma de proclamar la república: La vía parlamentaria y la vía
insurreccional:

. Los partidarios de la vía parlamentaria

. Los partidarios de la llamada vía insurreccional eran los llamados ``intransigentes´´, una facción del
partido Republicano Federal Favorable a la insurrección armada y al federalismo constituido ``desde
abajo´´, es decir, mediante pactos libres entre los poderes locales de municipios o juntas. Esta facción
extremista dificulto la actuación política de los republicanos

-Hay una etapa de pactos entre comités provinciales del Partido republicano Federal. El líder del
comité catalán del Partido Republicano, Valentí Almirall, firma en Tortosa un pacto federal entre los
comités del Partido Republicano de Cataluña, Aragón, País Valenciano y Baleares, donde se prefigura
el modelo de organización de una república federal, se fija la meta de convertir el pronunciamiento
de Septiembre de 1868 en una revolución y de articular una organización federal de las provincias
unidas por similitudes geográficas y pasado histórico común; asimismo, se rechazaba el uso de la
fuerza para alcanzar los objetivos propuestos. De inmediato se firmó un pacto similar en Córdoba,
congregando a los comités federales de Andalucía, Extremadura y Murcia, aunque en esta ocasión
se probó el derecho a la insurrección si los principios de la ``Revolución Española´´ se atacaban y
si los medios legales no fueran suficientes para alcanzar la república federal. Los comités de ambas
Castillas y de las provincias de León los siguientes en firmar en Valladolid un pacto federal en el que
se proclamaba el derecho a la insurrección de ser atacados los derechos individuales conseguidos en
la revolución. En la Coruña se firmó el pacto de Asturias y Galicia y en Eibar el de Euskadi. Todo el
mes en el que se desarrolló este proceso de pactos culminó con la firma el 30 de Junio en Madrid del
``Pacto Nacional´´, según el cual:

. Se creaba una asamblea central con tres representantes por cada cinco pactos regionales,
responsables ante sus respectivos comités
. Se firma un manifiesto en el que Pi invitaba a todos los firmantes a establecer un ``lazo común´´ y
determinar la estrategia del Partido Republicano Federal, que, en cualquier caso, no estaría por encima
de la soberanía de cada pacto regional

. Se reconocía el derecho y el deber a la insurrección cuando se violasen los derechos individuales

-El contenido social de las sublevaciones de 1868-1869 y 1873: En el último tercio del siglo XIX
muchos trabajadores identificaban el término república con cambios estructurales profundos,
distribución de la riqueza, reparto de tierras (La cuestión agraria, el llamado ``hambre de tierras´´,
la existencia de grandes masas de la población sin tierras propias que no tenían más remedio que
trabajar para los terratenientes como jornaleros por sueldos de miseria, comienza a tomar importancia
en las reivindicaciones) y justicia social. A las reivindicaciones de los trabajadores se unieron las de
la facción intransigente del Partido Republicano Federal, dentro del cual los grandes parlamentarios
estaban preocupados por las libertades, los derechos ciudadanos y las formas de gobierno, pero los
líderes locales estaban más interesados en las demandas de menestrales y campesinos republicanos
que sufrían en sus familias las quintas o los impuestos. Como consecuencia de todo ello no tardaron
en estallar sublevaciones republicanas de contenido social en:

. Cádiz y Málaga (Diciembre de 1868)

. Jerez (Donde en Marzo de 1869 los campesinos se amotinaron contra la quinta decretada por Prim y
pidieron la devolución de los bienes comunales)

. Cataluña, Valencia y Andalucía (Septiembre-Octubre de 1869) En Cataluña hubo una revuelta


federal con reivindicaciones y participación obrera. En Andalucía, al grito de ``¡¡¡Viva la República
Federal!!´´ los jornaleros ocuparon tierras, y exigieron tierras, trabajo, la inmediata abolición de las
quintas y de la matrícula de mar, el desestanco de la sal y del tabaco y la supresión del ejército.

. En 1873, durante la Primera República, hubo movimientos sociales como los de los campesinos
andaluces (Que ocupaban tierras para repartírselas) o el de los obreros de Alcoy (Que promovieron
una huelga general).

La reacción gubernamental a todos estos movimientos será normalmente la suspensión de las


garantías constitucionales y la represión militar; por ejemplo, el 5 de Octubre de 1869 Prim suspendió
las garantías constitucionales para sofocar las revueltas de Andalucía, Cataluña y valencia

-La proclamación de la Primera República (11 de Febrero de 1873) y el Proyecto Constitucional (No
fue promulgado) de 1873

- El movimiento cantonal y el republicanismo: Los republicanos intransigentes impulsaron, a partir


del verano de 1873, un movimiento federalista espontáneo que pretendía establecer de manera
inmediata y directa la estructura federal del estado, combinada con algunas medidas de carácter
social. Este movimiento fue conocido como cantonalismo porque creó cantones (Municipios
autónomos) en Levante, Murcia, y Andalucía. Entre ellos destacaron el de Málaga y, sobre todo, el
de Cartagena. Este cantón, que incluso llegó a pedir la anexión a los Estados Unidos, fue liderado
por Roque Barcia y resistió hasta Enero de 1874 gracias al apoyo de los marinos sublevados de la
Base Naval de Cartagena. El cantonalismo fue en general una revolución protagonizada por una clase
media radicalizada junto con trabajadores de las ciudades. Para sofocar el cantonalismo, la república
dio un giro hacia la derecha apoyándose en el ejército, en especial en militares alfonsinos (Como los
generales Pavía y Martínez Campos) con experiencia militar (Habían luchado contra los carlistas)
pero de nula lealtad a la república (De hecho ambos la traicionarían)
Tema 2 El nacimiento del anarquismo y del socialismo en España

Durante el Sexenio se hizo patente la desconfianza de los trabajadores hacia el liberalismo tradicional;
los motines de subsistencia, los promovidos contra las quintas y las huelgas industriales organizadas
fueron los primeros pasos de un movimiento obrero que comenzaba a alejarse de los partidos políticos
dirigidos por la burguesía. Los obreros emplearon dos vías para reivindicar sus derechos:

-La acción directa contra los empresarios mediante la convocatoria de huelgas y la creación de
sindicatos o sociedades de resistencia estables y organizadas.

-La acción política, destinada a presionar a las autoridades mediante elecciones, actos multitudinarios
(Mítines y manifestaciones) y, aprovechando la libertad de asociación que concedía la Constitución de
1869, la creación de formaciones políticas que buscaban convertirse en partidos de masas

Con estas acciones los trabajadores pretendían no solo mejorar sus condiciones de vida, sino también
promover una revolución política y un cambio social profundo. Los medios debían ser asociaciones
y métodos de lucha exclusivos de los trabajadores, sin atarse a las organizaciones de la izquierda
liberal y burguesa. Los anarquistas eligieron la vía de la acción directa, mientras que los socialistas,
inclinados hacia el marxismo, combinaron ambas, aunque prefirieron la acción política.

El anarquismo

Más tarde, llegó a España de la mano del partidario de Bakunin Giusseppe Fanelli la Asociación
Internacional de Trabajadores (AIT o Primera Internacional) Junto a Fanelli surgieron los primeros
líderes obreros de España, influidos por el anarquismo, como el tipógrafo Anselmo Lorenzo. En
1870, los bakunistas (Anarquistas seguidores del ideólogo anarquista Mijail Bakunin) crearon la
Federación Regional Española (FRE) sección de la AIT que en 1873 contaba con entre 30.000 y
40.000 afiliados. Su estructura organizativa se construyó de forma autónoma, según los principios
anarquistas, dándose mucha libertad a las secciones de cada oficio. La FRE se distinguió también por
ser apolítica y mostrar una indiferencia total hacia las elecciones. El desprecio por el parlamentarismo
y el rechazo de la centralización que implicaba el estado liberal, así como la defensa de la acción
directa y la autonomía regional y local hicieron del anarquismo una fuerza enormemente popular
entre los obreros industriales de las regiones mediterráneas y entre los jornaleros andaluces. En 1874,
la FRE fue prohibida, por lo que sus miembros tuvieron que pasar a la clandestinidad. Más tarde
(1876) la AIT se disolvió. Sin embargo, la FRE resurgió en 1881 con el nombre de Federación de
Trabajadores de la Región Española (FTRE); en ella las organizaciones andaluzas (Partidarias de
la acción violenta directa) adquirieron enorme influencia (Dos tercios del total en 1882) frente a los
representantes de las asociaciones catalanas. En 1888 la FTRE se extinguió fruto de la división entre
las organizaciones anarquistas y la represión

El socialismo

En 1872 un pequeño grupo de obreros de Madrid que habían sido expulsados de la FRE, bajo el
liderazgo de Pablo Iglesias, creó un grupo de inspiración marxista-socialista; en 1873 este grupo
se incorporó a la Sociedad General del Arte de Imprimir, una sociedad de socorro mutuo para los
tipógrafos. En 1879 este grupo marxista-socialista de trabajadores fundó, con Pablo Iglesias al
frente de nuevo, el Partido Socialista Obrero Español, y a partir de la Sociedad General del Arte
de Imprimir creó en 1888 un sindicato afín, la UGT (Unión General de Trabajadores). La UGT se
nutrió de obreros cualificados y urbanos que, a su vez, formaban parte de las sociedades de oficio.
Estas constituían federaciones nacionales que se unían, por profesiones, en el seno del sindicato
socialista, dotado de una dirección más centralizada que la anarquista; los miembros de la UGT
empleaban, además, unas tácticas mucho más moderadas. Durante la última década del siglo XIX la
UGT tuvo dos núcleos fundamentales: Las sociedades de oficio madrileñas y las sociedades obreras
de metalúrgicos y mineros en el norte de España. El PSOE fundo en 1886 su propio periódico, El
Socialista, participó en la creación de la Segunda Internacional (1889) y rechazó toda colaboración
con los partidos políticos burgueses. La influencia del PSOE se limitaba, a principios del siglo XX, a
organizar desde 1890 manifestaciones pacíficas cada Primero de Mayo para reivindicar la jornada de
ocho horas. También obtuvieron algunas concejalías en ayuntamientos

Economía española en el s. XIX

La evolución económica de España en el s. XIX se puede dividir en dos etapas: Una de mayor
estancamiento (1800-1860) en la que se produjeron descensos permanentes de precios (Que
perjudicaban el crecimiento económico) guerras y pérdida de las colonias americanas, y otra
(1860-1901) caracterizada por un ritmo de crecimiento más rápido. El s. XIX español fue en el ámbito
económico un período de lento crecimiento y atraso en comparación con la evolución del resto de
países industrializados de Europa Occidental y Central, EEUU y Japón; España formó parte del
conjunto de países y regiones periféricas de deficiente industrialización situados sobre todo en Europa
oriental y meridional

Tema 1 Agricultura

La agricultura es el sector primordial de la economía española en el

siglo XIX. A comienzos de siglo la Guerra de la Independencia es desastrosa para la economía


española y también para la agricultura; sin embargo a partir de 1830 tiene lugar un crecimiento de
la producción agrícola, pero no por el incremento de la productividad agrícola, sino por el aumento
de la superficie cultivada. Las reformas agrarias liberales modificaron sustancialmente la estructura
agraria y acabaron con el régimen de propiedad del Antiguo Régimen; entre dichas reformas
hay que destacar la supresión de los señoríos y mayorazgos y los procesos desamortizadores. La
agricultura presentaba un perfil típicamente mediterráneo, basado en el trigo, la vid y el olivo; estuvo
básicamente dividida entre un sector exportador y competitivo, dedicado a la vid, naranjas y frutos
secos, y otro atrasado y de subsistencia, conformado por la producción de cereales. Hay un gran
debate entre el librecambismo y proteccionismo también en el marco de la agricultura, con grandes
presiones de los lobbys a favor del proteccionismo. Hay también entre las distintas regiones una gran
diversidad de cultivos y de estructuras de propiedad

El sector agrario de la España decimonónica se caracterizaba por:

-La baja productividad

-La absorción de un capital que debería de haberse destinado a la industria (La burguesía invierte en
tierras en vez de en la industria ya que para ellos es una inversión más segura)
-Su incapacidad para reducir la mano de obra empleada (Ya que la única manera de reducir la
necesidad de mano de obra es la mecanización, la cual en el campo español era escasa, ya que era más
barato pagar a los jornaleros sueldos de miseria que comprar máquinas)

-La falta de poder adquisitivo de los agricultores españoles, incapaces de generar un mercado con
poder adquisitivo suficiente para fomentar la producción industrial

La abolición del régimen de propiedad del Antiguo Régimen

-Ley de 1811: Aprobada por las Cortes de Cádiz, suprime el régimen señorial, los derechos feudales y
los señoríos jurisdiccionales; se mantuvieron los señoríos territoriales y los antiguos señores feudales
se convirtieron en propietarios de las tierras

-Leyes de 1820 y 1823: Aprobadas durante el Trienio Liberal. Se aprueba la desvinculación de los
mayorazgos, pero los liberales creen que la desvinculación total puede dar lugar a situaciones injustas,
por lo que fragmentan su disponibilidad: La mitad del patrimonio del mayorazgo se puede vender,
pero la otra mitad queda para el heredero siguiente. También se suprime el régimen señorial. Serán
derogadas por Fernando VII.

-Leyes de 1836 y 1837: Se vuelve a decretar la desaparición de los señoríos y mayorazgos. En 1841
Espartero promulga una nueva ley al respecto

Esta ley satisface a la alta nobleza pues la disolución del Antiguo Régimen de propiedad le permitía
vender y comprar libremente sus propiedades, y a la burguesía, pues le permite comprar estas
propiedades cuando se ponen en venta

Las desamortizaciones

La herramienta fundamental para la ``reforma agraria´´ fue la desamortización, que se desarrolló


desde la época de Godoy durante todo el siglo XIX en las siguientes fases:

-Primeros intentos con Carlos IV (1798) Las deudas heredadas del reinado de Carlos III y las guerras
contra los británicos pusieron a la corona al borde de la bancarrota y Godoy se vio obligado a buscar
financiación. A partir de 1798 el estado se apropió de bienes de la iglesia y los vendió. El importe
resultante se empleó para hacer frente al pago de las deudas

-Desamortización de José I (Decretos de Chamartín) Fue una pequeña desamortización que no


implicó la supresión de la propiedad, sino la confiscación de sus rentas para el avituallamiento y
gastos de guerra de las tropas francesas, de forma que se devolvieron en 1814.

-Decreto desamortizador de las Cortes de Cádiz (1813)

-Ley de supresión de órdenes monacales y reforma de órdenes regulares (1820)


-A partir de 1833 el proceso desamortizador se precipitó por varias causas:

. La guerra contra los carlistas obligaba al nuevo estado liberal a obtener recursos para financiar las
campañas bélicas

. Se difundió en el país un clima anticlerical.

. Los antiguos compradores de bienes desamortizados en el Trienio, expropiados en 1823,


presionaban al gobierno para que les devolviera sus bienes.

-Desamortizaciones de Mendizábal:

. Desamortización de los bienes del clero regular (Febrero 1836)

. Desamortización de los bienes del clero secular y supresión del diezmo (Julio 1837)

Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron únicamente eclesiásticos, principalmente aquellos
que habían caído en desuso. A pesar de que se expropiaron gran parte de las propiedades de la Iglesia,
esta no recibió ninguna compensación a cambio. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar
tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se
decidieran a comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de intermediarios o testaferros.

-Ley de Septiembre de 1841, durante la regencia de Espartero, con el mismo contenido que la de
1837. Esta ley durará escasamente tres años y al caer Espartero fue derogada

-Durante la Década Moderada los moderados suspenden de la venta de propiedades del clero
desamortizadas y devuelven a la iglesia de los bienes no vendidos. En 1851 firman con la iglesia un
concordato por el cual el estado paga a la iglesia una cantidad anual en concepto de indemnización
por la desamortización

-Desamortización general de Madoz (1855) que afectó no solo a los bienes de la iglesia sino también
a las tierras y bienes municipales, y en virtud de la cual se subastaron todos los bienes raíces que
no perteneciesen a individuos privados (Salvo excepciones). Esta desamortización también buscaba
destinar parte de lo recaudado a subvencionar el ferrocarril. En 1856 se suspende la desamortización
de Madoz. En Octubre de 1858 O´Donell restablece la desamortización de Madoz, pero excluyendo
del ámbito de la misma los bienes de la iglesia. Hubo oposición en las cortes por parte de diputados
como Claudio Moyano y Andrés Bueno a la desamortización de bienes comunales, que consideraban
lesiva para los campesinos, pero al final la oligarquía impuso la desamortización de dichos bienes
para expoliárselos al campesinado. Hubo también quien afirmó que esta desamortización era una
violación del Concordato de 1851, pero los progresistas afirmaron que esta desamortización era
necesaria para el desarrollo del país y que ellos no habían firmado el concordato

Los bienes desamortizados podían ser adquiridos por los interesados mediante el pago de dinero en
metálico o canjeándolos por títulos de deuda pública. Cuando se compraban bienes desamortizados
sólo se abonaba el 10-20% (Dependiendo de la ley desamortizadora) al contado. Los compradores
de bienes desamortizados solían ser casi siempre la burguesía urbana, la burguesía rural y la nobleza.
La iglesia se opuso ferozmente a la desamortización de sus bienes, con excomuniones y apoyos al
carlismo, aunque manteniendo un papel ambiguo y sin llegar a enfrentarse frontalmente con el estado
liberal. Las zonas donde mayor incidencia tuvieron las desamortizaciones fueron Castilla-León,
Castilla-La Mancha, La Rioja, Extremadura y Cataluña; las zonas donde tuvieron menor incidencia
fueron Canarias, País Vasco, Asturias, Navarra, Baleares, Galicia y Cantabria.

Consecuencias de las desamortizaciones:

-Saneamiento de la hacienda pública; las desamortizaciones no resolvieron el problema de la deuda,


pero si contribuyeron a atenuarlo

-Ampliación de la superficie cultivada

- El 20-25% del territorio nacional pasó a manos privadas

-Aumento del número de grandes propietarios y jornaleros. Se reafirmó la gran propiedad y no se


cumplió el objetivo de crear una clase de pequeños y medianos propietarios

-En la desamortización de Mendizábal, como la división de los lotes se encomendó a comisiones


municipales, éstas se aprovecharon en la mayoría de los casos de su poder para hacer manipulaciones
y configurar grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios pero pagables, en cambio, por
las oligarquías adineradas que podían comprar tanto grandes lotes como pequeños. Los pequeños
labradores no pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas en su mayoría por nobles y
burgueses adinerados; el proceso se repetiría en líneas generales en la desamortización de Madoz, a
pesar de en esa ocasión hubo más compradores al estar las fincas divididas en lotes más pequeños. Por
todo ello no pudo crearse una verdadera burguesía o clase media en España que sacase al país de su
marasmo. A pesar de la teoría realmente los desamortizadores en general no buscaban ni un reparto
de las tierras ni una reforma agraria, sino beneficiar a quienes, como ellos mismos, pertenecían a la
elite financiera y comercial y buscaban consolidar su prosperidad económica con la compra de bienes
inmuebles.

-Surgimiento del problema agrario, el ``hambre de tierras´´: La existencia de una masa de campesinos
sin tierras que, privados de los censos o del uso de las tierras comunales se veían abocados a la
miseria más absoluta y no tenían más remedio que vender su fuerza de trabajo como jornaleros a los
grandes terratenientes por sueldos de miseria para sobrevivir. Esto dará lugar a ocupaciones de tierras
y rebeliones en el mundo agrario que normalmente acababan con matanzas de campesinos a manos de
la Guardia Civil

-Fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía urbana para crear la nueva elite
terrateniente.

-Distrae de la inversión industrial capitales que van a parar a la compra de bienes y tierras
desamortizadas

-La privatización durante la desamortización de Madoz de los bienes comunales que pertenecían a
los municipios hizo que muchos campesinos se vieran afectados al verse privados de unos recursos
que contribuían a su subsistencia (Leña, pastos etc) y cayeran en la más absoluta miseria al no poder
satisfacer ya sus necesidades más básicas; esto acentuó la tendencia emigratoria de la población
rural, que se dirigió a zonas industrializadas del país o a América. Este fenómeno migratorio alcanzó
niveles muy altos a finales del siglo XIX y principios del XX. A pesar de todo hay pueblos donde
los campesinos se asocian y se hacen con los bienes municipales desamortizados en las subastas para
reintegrárselos al pueblo

-Concentración la propiedad en cada región en proporción al grado existente previamente, por lo que
no se produjo un cambio radical en la estructura de la propiedad

-Abolición de los diezmos y las prestaciones señoriales

-Se desamortizaban también los censos agrarios, pero antes de proceder a la pública subasta de esos
censos, se le ofrecía al censatario que pudiese comprar el censo y convertirse así en pleno propietario,
habiendo así muchos casos donde los censatarios pasan a ser propietarios

-Las condiciones de vida de muchos pequeños campesinos y asalariados agrícolas empeoraron con la
revisión de rentas y el endurecimiento de las condiciones de los contratos de los nuevos propietarios

-Exclaustración de miles de religiosos, muchos de los cuales, especialmente los más mayores, que no
podían trabajar, cayeron en la miseria

-Muchos cuadros y libros de monasterios fueron vendidos a precios bajos y acabaron en otros
países, aunque gran parte de los libros fueron a engrosar los fondos de las bibliotecas públicas o
universidades. También muchos fueron a parar a manos de particulares, que sin tener noción del valor
real de los mismos, se perdieron para siempre. Quedaron abandonados numerosos edificios de interés
artístico, como iglesias y monasterios, con la subsecuente ruina de los mismos, pero otros en cambio
se transformaron en edificios públicos y fueron conservados para museos u otras instituciones

-La desamortización supuso el paso a manos privadas de millones de hectáreas de montes, que
acabaron siendo talados y roturados, causando un inmenso daño al patrimonio natural español, lo cual
aún hoy es perceptible, y obligó al intervencionismo del Estado con la Ley de Montes de 24 de mayo
de 1863

-En el aspecto urbanístico, la desamortización de los conventos incentivó la especulación urbanística


con la compra de solares y propiedades para especular. También contribuyó a la modernización de las
ciudades; se pasó de la ciudad conventual, con grandes edificios religiosos, a la ciudad burguesa, con
construcciones de más altura, ensanches y nuevos espacios públicos.

Tema 2 Industrialización y comercio exterior

La industrialización

En el siglo XIX en España la industria no se estancó, pero su desarrollo fue excesivamente lento,
quedando España rezagada del proceso que se estaba produciendo en otros países europeos. La
industria no encuentra suficiente demanda interna y tiene que orientarse a la exportación. No hay
suficiente inversión en industria, ya que los inversores españoles prefieren invertir en tierras, por lo
que habrá que recurrir a capital extranjero; también se depende del extranjero para conseguir materias
primas e innovaciones técnicas. La industrialización es fomentada por el fin del sistema gremial
que da lugar a la liberalización del mercado de trabajo, que permite la necesaria movilidad de la
mano de obra para nutrir de trabajadores a las fábricas. La industria española sufre un problema de
falta de recursos energéticos debido a la baja calidad del carbón español. Tiene lugar también una
regionalización de los grupos industriales

La industria textil

Es el sector donde se inicia la industrialización. La industria textil se desarrolla especialmente


en Cataluña, donde hay tradición previa de textiles. Ha también industria textil en otros lugares
como Béjar, Antequera, Alcoy y Valencia. El éxito de la implantación de la industria textil se
debe a la concentración de capitales procedentes de América o de la agricultura, que permitieron
la constitución de sociedades anónimas, y a la introducción de maquinaria moderna en las plantas
textiles cuyo resultado fue una mejora de la calidad de los productos y una reducción de los precios.
La mecanización del sector textil requiere menos capital que otros sectores, por lo que puede haber
industrias textiles en manos de una sola familia y se mecaniza el sector textil catalán; los trabajadores
al principio reaccionarán a la mecanización y el desempleo que esta traía consigo de forma violenta,
destruyendo las máquinas de fabricación (Ludismo) pero más tarde se organizaron en asociaciones
para defender sus derechos, como el Sindicato de Tejedores de Barcelona. De 1830 a 1860 el textil
catalán alcanza su máximo apogeo. El ``Hambre de Algodón´´ causado por la Guerra de Secesión
Americana hace que Egipto pase a ser el suministrador. El textil catalán es muy dependiente del
proteccionismo, de factores productivos no españoles y de la competencia británica. Los industriales
textiles catalanes serán un importante grupo de presión en la política española, especialmente a la hora
de aprobar políticas proteccionistas o librecambistas

La industria siderúrgica

El desarrollo de la industria siderúrgica en España estuvo condicionado hasta finales del siglo XIX
por la escasa demanda; el principal demandante fue el ferrocarril. La industria siderúrgica española
padeció una insuficiencia energética y tecnológica. Las zonas de producción siderúrgica se situaron
cerca de los centros de producción de hierro: Andalucía, Asturias y el País Vasco

En Andalucía, en 1826 Manuel Agustín de Heredia constituyó una sociedad, La Constancia, dedicada
a la explotación del criadero de hierro magnético de Sierra Blanca. Seis años después los altos hornos
de La Constancia y La Concepción se convirtieron en la base y promesa de la siderurgia española.
Se instalaron altos hornos en otros lugares, pero no obstante, hasta 1861, Andalucía producía el 55%
del hierro peninsular. Poco a poco, la industria siderúrgica andaluza perdió su privilegiada posición y
entró en decadencia

En la década de 1850 tiene lugar el desarrollo de la industria siderúrgica asturiana en la cuenca del
Nalón, y en la década de 1880 el desarrollo de la

industria siderúrgica vasca en la cuenca del Nervión, destacando el papel de la familia Ybarra

Otras industrias

-Industria harinera castellana (En la cual aparecen sindicatos católicos verticales)


-Industria vitivinícola (Andalucía, Castilla la Mancha, Cataluña): Se desarrolló tras la plaga de la
filoxera en Francia, que obligó a la compra por Francia de uvas españolas

-Industria del corcho (Norte de Cataluña)

-Industria del tabaco

-Industria tipográfica y editorial (Madrid y Barcelona) que con su desarrollo abarata los periódicos y
los libros

-Industria del gas: Inicialmente concentrada en Barcelona y destinada a alumbrar la ciudad hasta que
posteriormente se extendió por Madrid, Bilbao, Zaragoza y Sevilla

-Industria química

-Industria de explosivos: Con el desarrollo de la minería tuvo lugar el surgimiento de la empresa


Sociedad Española de Dinamita, en torno a Bilbao y con capital francés, británico y belga

El comercio

España se especializó en exportar materias primas y productos semielaborados; existió, a lo largo


del siglo XIX, un déficit comercial crónico, financiado por las remesas de dinero enviadas por los
inmigrantes, las importaciones de capital y los préstamos suscritos en el extranjero por el estado. Las
medidas adoptadas en materia de comercio fueron mayoritariamente proteccionistas por los intereses
de los productores de cereales y de las industrias. La actividad comercial española está marcada
ya desde comienzos de siglo por la pérdida de la flota en Trafalgar, lo que impide comerciar con
América y hace que las colonias se reorienten hacia mercados europeos. A lo largo del siglo habrá
una progresiva diversificación de las exportaciones. Se importan algodón, bienes de equipo, carbón y
alimentos. Se exportan vino, aceite, minerales, lana y aguardiente

Tema 3 Transportes y comunicaciones

Tradicionalmente, la ausencia en España de una red de transportes impedía integrar el mercado


nacional. El escarpado relieve peninsular perjudicaba las comunicaciones, que se llevaban a cabo
por transporte fluvial, navegación de cabotaje o transporte terrestre; los conflictos bélicos (Guerra
de la Independencia y Guerras Carlistas) así como el bandolerismo, hacían peligrosos los viajes y el
transporte. Hay a pesar de todo algunas compañías de transporte, como la Sociedad de Diligencias
y Mensajerías de Cataluña o la Compañía de Reales Diligencias. A partir de mediados de siglo
se realizaron importantes esfuerzos para la creación de carreteras que facilitaran la comunicación
interprovincial. El transporte marítimo experimentó también importantes avances; la navegación a
vapor tuvo escasa importancia, pero a partir de 1870 fue impulsada desde el País Vasco; Cataluña, en
cambio, permaneció vinculada a la navegación a vela

El ferrocarril

En el siglo XIX pronto se hizo imprescindible la creación de una red ferroviaria, que se fue creando
poco a poco desde mediados de siglo, aunque con enormes deficiencias, como una construcción
tardía, precipitada, poco planificada, con problemas de financiación, muy dependiente del capital
francés y con un ancho de vía distinto al del resto de Europa (Para evitar que un hipotético país
invasor enviase a sus tropas en tren por dentro del territorio español). El ferrocarril unía centros
industriales y mineros y era considerado indispensable tanto para el desarrollo interno de la economía
como para la integración de la economía internacional.

La construcción de la red de ferrocarriles se realizará en dos etapas:

-Período 1844-1854: Caracterizado por la inexistencia de un plan general de ferrocarriles, los


problemas de capitalización y las carencias de la legislación vigente que se limita a la R.O.
31.12.1844 de Regulación de las Construcciones Ferroviarias y a la Ley Provisional de 20.2.1850
de Regulación de la Garantía de Interés. Se levanta una red radial centralizada en Madrid (Problema
que persiste hasta nuestros días) La concesión de los tramos se caracteriza por la especulación y la
corrupción, que implicaba incluso a la familia real. Los primeros tramos de ferrocarril son los tramos
La Habana-Bejucal (1837), Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851) enlaces cortos y sin
duda insuficientes para el ritmo económico del país

-Período 1855-1868: El Partido Progresista concibió al ferrocarril como un elemento básico para
la modernización del país. Durante este período la legislación bancaria y ferroviaria del Bienio
Progresista, así como el uso de fondos procedentes de la Desamortización de Madoz para financiar
el ferrocarril, favorece la expansión del ferrocarril en España. El punto de partida legislativo hay que
situarlo en la Ley General de Ferrocarriles de 1855, que dispuso todas las facilidades posibles para la
construcción de la red:

. Sistema de subvenciones

. Participación del Estado

. Fijación de tarifas por parte del Estado

. Concesión de tramos por un máximo de 99 años

. Facilidades para la creación de sociedades anónimas

. Facilidades para la expropiación de terrenos

. Exención de aranceles aduaneros para la importación de material ferroviario (Locomotoras, raíles y


máquinas) Esto suponía una concesión a las presiones de los inversores extranjeros, mayoritariamente
franceses, más interesados en una importación de material que les permitiese obtener una rentabilidad
inmediata que en fomentar el desarrollo de la industria siderúrgica española comprando los materiales
en el país

Destacaban dos compañías, Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España, financiada por
Crédito Mobiliario Español-Credit Mobilier (Familia Pereire), que realizó los tramos Madrid-
Valladolid, Valladolid-Burgos y Burgos-Irún, y la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza
y Alicante (MZA) financiada por José de Salamanca y la Sociedad Española Mercantil e Industrial
(Familia Rothschild) que realiza los tramos Madrid-Aranjuez (1851) Aranjuez-Albacete (1856) y
Albacete-Alicante (1858). Había otras compañías ferroviarias, como la Compañía Nacional de los
Ferrocarriles del Oeste, y también compañías destinadas a explotar tramos locales al margen de la red
local, como la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. A partir de 1860 el ritmo de construcción
de nuevas vías disminuyó, coincidiendo con el déficit presupuestario y la crisis política que afectaba
al estado; además, en 1866 estalló una crisis económica que frenó la expansión ferroviaria. La
recuperación no llegó hasta el último cuarto de siglo, cuando habían desaparecido casi todas las
compañías ferroviarias excepto dos, la del Norte y la MZA, que pudieron sobrevivir gracias a un
acuerdo que evitó la competencia entre ambas

Tema 4 La banca, el sistema financiero y la hacienda

Dinero y banca

En el siglo XIX la banca y el sistema financiero se vieron en la necesidad de modernizar la estructura


bancaria debido a la falta de medio de pago y a la creación de un nuevo marco legal e institucional
con el surgimiento del estado liberal

El Código de Comercio de 1829 permite crear la bolsa de valores de Madrid en 1830, y la bolsa va
adquiriendo un papel progresivo como medio de financiación, a pesar de las limitaciones existentes:
Las acciones de empresa apenas representaban el 1% de la contratación real, el resto correspondía
a la Deuda Pública. En muchas ocasiones estos títulos estaban mal documentados, reconocidos de
forma deficiente desde el punto de vista jurídico y sin un plazo seguro de amortización, las empresas
cotizadas tenían una representación testimonial, sus títulos estaban bastante desprestigiados y en la
práctica la bolsa era simplemente un medio del estado para financiar la Primera Guerra Carlista

En la etapa 1829-1848 existían las siguientes entidades:

-El Banco Español de San Fernando (1829): Reemplazó al Banco de San Carlos, el cual, cargado de
deudas, fue liquidado, sus deudas saldadas y el capital restante destinado al Banco de San Fernando.
Era un banco de préstamos y descuentos cuyo objetivo era la financiación de las actividades del
estado

-El Banco de Isabel II (1844): Fue el primer organismo español de crédito. Se configuró como
un banco de préstamos y descuento similar al de San Fernando. Otorgó generosos préstamos a
empresas industriales y mineras, pero también a destacados miembros de la familia real como
la madre de la reina Isabel II, María Cristina de Borbón, y a su esposo, ambos muy dados a la
especulación en empresas ferroviarias. También favoreció a los gobiernos moderados de Ramón
María Narváez; compró acciones de otras entidades financieras francesas y británicas, así como de
las propias empresas a las que concedía préstamos. Su vida fue relativamente corta al sufrir una gran
concentración de riesgos en algunas operaciones crediticias, con lo que estuvo al borde de la quiebra;
sin embargo, gracias a las influencias del Marqués de Salamanca, consiguió evitar la quiebra y el
Ministro de Hacienda Ramón Santillán lo fusionó con el Banco de San Fernando, mucho más saneado
por concentrar su actividad en las operaciones financieras del Estado, dando lugar en 1847 al Banco
Español de San Fernando, el cual en 1856 pasaría a llamarse Banco de España

-El Banco de Barcelona (1844): Fue el primer banco comercial privado. Desarrolló operaciones de
emisión y comerciales, como el descuento de letras, préstamos con garantía, aceptación de depósitos y
mantenimiento de cuentas corrientes

La promulgación de la Ley de Bancos de Emisión y la Ley de Sociedades de Crédito en 1856 puede


considerarse el punto de arranque de la modernización del sistema bancario español. Con la Ley
de Bancos de Emisión tiene lugar la pluralidad en la emisión, la limitación a un banco por ciudad,
y un gran desarrollo de la banca de emisión. Con la Ley de Sociedades de Crédito (1856) tiene
lugar la inversión en comercio, industria, y obras públicas (Ferrocarril) por medio de la emisión
de obligaciones. También es una vía para la entrada de capitales extranjeros: Sociedad General de
Crédito Mobiliario (Familia Pereire) Compañía General del Crédito Español (Familia Prost) Sociedad
Española Mercantil e Industrial (Familia Rothschild) En 1874 el ministro José Echegaray decreta el
monopolio de emisión de billetes para el Banco de España

Hacienda y deuda pública

El establecimiento de un sistema moderno de hacienda se realizó muy lentamente y constituyó uno de


los problemas clave de la economía española. El estado tenía un déficit crónico debido a la herencia
económica del Antiguo Régimen, la inestabilidad política, con continuas guerras y disturbios que
suponían una sangría para los recursos del estado, y a las carencias del sistema impositivo liberal, que
no conseguía recaudar lo suficiente como para sufragar los gastos que conllevaba un estado liberal.
Todo esto hizo ver la necesidad de establecer una contribución única de todos los ciudadanos en
función de su renta

Estructura de gastos de la hacienda liberal:

-Deuda pública y clases pasivas (Aquellos que eran mantenidos por el estado: Viudas, exmilitares,
etc): 1/3 del presupuesto. En 1870 el servicio de la deuda supera la ½ del presupuesto

-Guerra, Marina, Gobernación y Gracia y Justicia: + 1/3 del presupuesto

-Fomento: 9% del presupuesto

. 90% infraestructuras

. 0,6% educación

. 0,5% vivienda

. 1% asistencia sanitaria

Estamos ante una estructura de gastos propia de un estadio liberal y oligárquico, donde apenas se
destina dinero a servicios sociales, que eran vistos como un asunto privado de cada ciudadano y, en
casos de necesidad, de las organizaciones de caridad y beneficencia

En 1845, durante la Década Moderada, se lleva a cabo la reforma Mon- Santillán, una reforma fiscal
que buscaba la unificación del sistema fiscal, unificando y suprimiendo muchos pequeños impuestos,
acabar con las pervivencias del Antiguo Régimen en materia fiscal, dotar al estado liberal de una
financiación suficiente y priorizar los impuestos directos sobre los indirectos. La reforma estableció
impuestos directos e indirectos:

-Impuestos directos:

. Contribución sobre bienes inmuebles, cultivos y ganadería


. Subsidio industrial y de comercio (Que desencadenó protestas de los empresarios)

. Derecho de inquilinato (Que fue suprimido al año de implantarse debido a las protestas)

-Impuestos indirectos

. Derechos de hipoteca

. Impuestos sobre el consumo

La reforma Mon-Santillán no incluía en el sistema fiscal las rentas del trabajo y del capital, sobre
las que se asentaron en Europa los impuestos durante la industrialización. La reforma reordenó
la Hacienda pública, y perduró hasta las reformas de finales del siglo, pero no cumplió todos sus
objetivos y el sistema reformado tampoco fue suficiente para cubrir las necesidades del Estado, pues
los ingresos eran escasos. Los gastos, además de los propios de la administración consignados en
los presupuestos, eran generados en buena medida por la deuda. Asimismo generó protestas por el
incremento de los consumos. Los presupuestos del estado español, salvo en años concretos, arrojarían
un déficit continuo durante todo el siglo XIX

Tema 5 Transformaciones económicas en el Sexenio Democrático

Laureano Figuerola, ministro de hacienda durante la mayor parte del sexenio, intensificó las medidas
liberalizadoras del Bienio Progresista:

-Estableció en 1868 la Peseta como única moneda nacional, con el fin de crear un mercado interior
unificado. Era de patrón bimetálico y el monopolio de emisión residía en el Banco de España

-Suprimió los consumos

-Rebajó los aranceles aduaneros en contra de los intereses proteccionistas mediante la Ley de Bases
Arancelarias de 1869, el llamado ``arancel Figuerola´´

-Promulgó la Ley de Minas (1868) la llamada ``desamortización del subsuelo´´. Consistió en la


venta de las minas, hasta entonces un monopolio de la corona, a empresas privadas (Generalmente
extranjeras) para que las explotasen. Con estas medidas se pretendía aplicar el principio liberal de
pasar a manos privadas los bienes desamortizados. A su vez, se obtenían recursos que permitían
reducir el déficit presupuestario del estado

Sin embargo, no abordó ninguna reforma fiscal, por lo que el volumen de la deuda pública no se
redujo y pesó como una losa sobre los gobiernos del sexenio

Tras las reformas de Figuerola, en 1873 se creó el Banco Hipotecario de España; en ese mismo año
también se vendieron las minas de Río Tinto a empresas británicas para hacer frente al problema de la
deuda

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