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Antecedentes
En 1808, Godoy, receloso de las intenciones de Napoleón, que había introducido sus tropas en la
Península para conquistar Portugal, planeó trasladar a los reyes a Andalucía. Cuando este proyecto se
difundió el 17 de Marzo estalló un motín en Aranjuez, localidad donde residían el monarca Carlos IV
y el valido Godoy. Ya había habido el año anterior una conspiración contra Godoy en El Escorial, sin
éxito. Sin embargo, esta vez, el Motín de Aranjuez fue un éxito. Godoy fue encarcelado y a Carlos
IV se le obligó a abdicar en su hijo Fernando, cuyos partidarios habían financiado y organizado la
revuelta. El motín se reprodujo en Madrid y en otros puntos de España. El nuevo rey, Fernando VII,
confirmó su alianza a las tropas napoleónicas que entraban en Madrid. El que un monarca legítimo
fuera derrocado por una revuelta popular era un hecho sin precedentes, ya que ponía de manifiesto
el grado de descomposición política al que había llegado la corona española. Ante esta situación,
Napoleón decidió instaurar una monarquía satélite de Francia, poniendo al frente de ella a algún
miembro de su propia familia.
El estallido de la guerra
El estallido de la guerra fue provocado por las maniobras de Napoleón, quien atrajo a Carlos IV,
a Fernando VII y a Godoy (Que había sido liberado) a Bayona, una población francesa cercana a
la frontera con España. Una vez allí, Napoleón logró que ambos monarcas renunciaran a la corona
española y se la ofreció a su hermano José Bonaparte, que reinaría con el nombre de José I, para
que implantara en el país reformas y reforzara la alianza con Francia. Carlos IV y Fernando VII
renunciaron a sus derechos a la corona sin demasiadas complicaciones
Mientras, en Madrid, se registraban constantes incidentes entre la población y las tropas francesas,
que desde Marzo habían ocupado la ciudad y se habían convertido en el auténtico poder político. Esta
situación desembocó en un motín popular el 2 de mayo de 1808. A la noticia de la salida de la familia
real siguió el rumor de una posible traición francesa, es decir, que los soldados de Napoleón no venían
a apoyar a Fernando VII sino a deponerlo; la gota que colmó el vaso fue el intento de los franceses
de sacar rumbo a Bayona a los últimos miembros de la familia real que quedaban en la capital: María
Luisa, reina de Etruria, y al infante Francisco de Paula
En esta sublevación las clases populares madrileñas combatieron a los franceses en diversos puntos de
Madrid. El grueso de los insurrectos lo formaron paisanos, pero hubo todo tipo de gentes implicadas,
incluso presos liberados para la ocasión; las autoridades de gobierno se acobardaron y ordenaron
que las tropas permaneciesen en los cuarteles, que no se luchase contra los franceses y llamaron
a la calma a la población. Las únicas tropas que lucharon contra los franceses fueron soldados a
título individual que desertaron, las tropas de artillería del Parque de Artillería de Monteleón y una
compañía del Cuerpo de Voluntarios del Estado que acudió a Monteleón gracias a las argucias de
Pedro Velarde. Las tropas francesas situadas fuera de la capital, al mando de Joachim Murat entraron
en la capital y comenzaron a sofocar la revuelta. La defensa más encarnizada tuvo lugar en el Parque
de Artillería de Monteleón, donde los artilleros Luis Daoíz y Pedro Velarde, junto con la compañía
de los Voluntarios del Estado y los soldados que guardaban el parque, tomaron prisioneros a los
franceses que se encontraban custodiando el parque y junto con los numerosísimos paisanos que se
les unieron procedieron a una resistencia gloriosa pero suicida contra las tropas francesas en la que
tanto Daoíz como Velarde y la mayoría de los defensores murieron (Monteleón era prácticamente
indefendible) aunque causaron numerosas bajas a los franceses e incluso llegaron a tomar prisioneros
durante la batalla. Los franceses acabaron sofocando la revuelta y ocuparon por completo la capital
Sofocada la revuelta, las tropas de Napoleón, al mando de Murat, llevaron a cabo una represión
muy dura y fusilaron salvajemente a muchos madrileños en las afueras de la ciudad; cualquier
persona que fuese sorprendida con cualquier objeto susceptible de ser usada como arma, desde
herramientas de trabajo o una simple navaja era pasada por las armas. El eco de la revuelta y la noticia
de las abdicaciones llegaron a todos los rincones de la Península y dio comienzo la Guerra de la
Independencia
La guerra
La Guerra de la Independencia es una guerra de desgaste, que supone la ruptura del proyecto imperial
napoleónico. Es también una guerra de liberación que, con excepción de los afrancesados, implica a
todo el espectro social, lo que conlleva la mitificación de un concepto de pueblo un tanto ambiguo
durante el resto del siglo
-Ser un conflicto internacional: Fue un episodio de un conflicto internacional más amplio iniciado
desde la Francia revolucionaria en 1792, continuado después por Napoleón y finalizado en 1815
(Congreso de Viena). La guerra no afectó únicamente a España y a Francia, sino también a Portugal,
que fue invadido por tropas francesas. En el conflicto participó también el Reino Unido, el gran
enemigo de Francia y, hasta 1808, de España. Las tropas británicas desembarcaron en la Península y
utilizaron Portugal como su base de operaciones para combatir a los franceses. Su intervención fue
decisiva para apoyar a los españoles sublevados y, especialmente, para abastecer a Cádiz, uno de los
centros de la resistencia antinapoleónica
-Tener rasgos de guerra civil, pues los franceses no entraron en la península como invasores, sino
como colaboradores. Traían consigo, además, las ideas surgidas de la revolución francesa. Estas ideas
encontraron eco en España, principalmente entre parte de la élite intelectual, política y social que
colaboró con los franceses, los llamados afrancesados. Sin embargo, muchos españoles de todo el
espectro social, desde políticos ilustrados hasta las clases populares, se rebelaron contra la ocupación
-Estar acompañada de una crisis política: La ausencia del monarca legítimo provocó un vacío
de poder y, por tanto, una grave crisis política. Como buena parte de la administración española
colaboraba con el ejército francés, se improvisó un poder político alternativo que actuaba en nombre
del rey, aunque, en realidad, el poder lo ejercían sus súbditos. Este fue un hecho revolucionario que
dio lugar al proceso del que surgieron las cortes de Cádiz que elaboraron y aprobaron la Constitución
de 1812
-Mayo-Octubre de 1808: El ejército francés fue incapaz de dominar la península Ibérica. Numerosas
ciudades, como Zaragoza y Gerona, se rebelaron y fueron sitiadas. Las tropas francesas que invadían
Andalucía fueron derrotadas en Bailén (Jaén) en Julio de 1808 por un improvisado ejército español al
mando del general Castaños; los soldados de Napoleón que ocupaban Portugal se rindieron frente a
los británicos en Sintra, cerca de Lisboa. Estas derrotas obligaron al ejército invasor a replegarse hacia
Euskadi
-Julio de 1812-1814: En esta fase tuvo lugar una gran ofensiva de los aliados que culminó con
la expulsión y retirada de las tropas francesas, cuyo número había disminuido al ser destinados
muchos soldados a la calamitosa campaña de Napoleón en Rusia. Al mando de Wellington británicos,
portugueses y españoles vencieron en la Batalla de Arapiles (Salamanca, Julio de 1812) y en Vitoria
y San Marcial (Guipúzcoa) en 1813. Tras la firma del tratado de Valençay (Diciembre de 1813)
Napoleón reconoció a Fernando VII como Rey de España
La guerrilla
La guerrilla eran una serie de cuadrillas y bandas armadas irregulares improvisadas, formadas
por oficiales y soldados huidos del ejército, paisanos, bandoleros, aventureros e incluso clérigos.
Hostigaban constantemente a las tropas francesas y boicoteaban sus líneas de comunicación. El
guerrillero se convierte en el héroe popular. La guerrilla supone el surgimiento de ideales colectivos
frente a la ley. Muchos pequeños propietarios se unen a la guerrilla al sufrir atropellos o saqueos por
parte de los franceses, lo que supone el encumbramiento de los líderes naturales de la comunidad
frente a las autoridades civiles; mucha gente se une también a la guerrilla no por ideales o patriotismo,
sino para vengar afrentas de los franceses. La familia es la base del reclutamiento de la guerrilla.
Supone también la perpetuación de la identidad local frente a la identidad nacional, pues el guerrillero
solo defiende su región. La guerrilla se convierte en una forma de vida, muchos guerrilleros son
incapaces de readaptarse a la vida civil y se convierten en bandoleros, figura un tanto mitificada
que ejerce la justicia social y que solo desaparecerá con la llegada del ferrocarril y el telégrafo.
Guerrilleros famosos serán El Empecinado, el Charro, el Cura Merino y el Chaleco
El gobierno de ocupación
El rey títere José Bonaparte (Pepe Botella) se rodeó de ilustrados y afrancesados españoles para
tratar de dar legitimidad a su reinado. Para ello, incluso antes de desplazarse a Madrid, convocó una
asamblea de notables españoles en Bayona con el fin de aprobar una nueva ley fundamental para el
reino, conocida como estatuto de Bayona. Esta carta otorgada, de un reformismo moderado, no se
llegó a aplicar en toda su extensión a causa de la guerra. Con esta ley se creaba un régimen autoritario
basado en el poder casi absoluto del rey, aunque se reconocían algunos derechos individuales y
libertades económicas; también se proclamaba el catolicismo como religión única y oficial del reino.
Además establecía unas cortes en las que estaban representados los tres estamentos.
Se obsesionará con convertir Madrid en la gran capital de España. Intentará desligarse en cierto
modo de Napoleón, creando un régimen autónomo. No lo logró debido a la dependencia militar y
económica con respecto a Francia. Sin embargo, emprendió una serie de reformas (Abolición de
los derechos señoriales y de la inquisición, supresión de las órdenes religiosas masculinas y de las
órdenes militares, desaparición de la mayoría de los Consejos, división del país en prefecturas y
desamortización de bienes del clero y la nobleza) que perpetuaban en parte el espíritu del despotismo
ilustrado borbónico, aunque resultaron prácticamente inaplicables en una España en guerra
Juntas y cortes
Se produjo una auténtica revolución política, surgiendo una serie de instituciones nuevas que decían
actuar en nombre del rey, pero cuya única legitimidad procedía del pueblo español, que las creó y
apoyó. Entre esas instituciones las más importantes fueron las juntas, organismos de ámbito local
y provincial compuestos por ilustrados, militares, clérigos y otras personalidades elegidas por los
ciudadanos. La necesidad de coordinarse política y militarmente obligó a formar juntas supremas
provinciales y, más tarde, una Junta Suprema Central en Aranjuez, formada en su mayoría por nobles
reformistas, presidida por Floridablanca y con la presencia destacada de Jovellanos. La Junta Suprema
Central tuvo que establecerse en Cádiz, huyendo del ejército francés. A pesar de las discrepancias, al
final se tomó la decisión de convocar unas cortes en Cádiz para contrarrestar la asamblea convocada
por José Bonaparte y el Estatuto de Bayona. Hay en estas cortes enfrentamientos entre los tres grupos
ideológicos presentes:
-Izquierda: Liberales partidarios de emprender cambios radicales y de dotar a las Cortes, como
Asamblea Nacional, de toda la soberanía. Entre ellos destacó Agustín de Argüelles. Fueron los
auténticos triunfadores, ya que lograron imponer sus criterios
-Centro: Jovellanistas que abogaban por establecer un compromiso entre la nación y el reya través de
unas cortes estamentales. A la larga, su criterio se impondría en el siglo XIX y en las constituciones
futuras
-Derecha: En el ala derecha, los absolutistas, enemigos de las reformas y partidarios del sistema
tradicional absolutista, en el que la soberanía del rey emanaba de Dios. Esta teoría sería respaldada
por Fernando VII a su vuelta del exilio y por los carlistas a los largo del siglo XIX
Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de medidas que desmantelaban en gran parte el Antiguo
Régimen. La más importante de estas medidas fue la aprobación el 19 de Marzo de 1812 de la
Constitución de 1812, también conocida como de Cádiz o, más popularmente, como la Pepa, por
haber sido aprobada el día de San José. Constituyó la primera ley fundamental aprobada por un
parlamento nacional en la historia de España
Los afrancesados
Los afrancesados eran aquellas personas ``francófilas´´ que veían en Francia un modelo a seguir para
modernizar España. En muchos casos colaboraron con los ocupantes franceses, por lo cual durante la
Guerra de Independencia lo afrancesado se desprecia. Los afrancesados son políticos y funcionarios,
eclesiásticos, aristócratas, militares, hombres de negocios y propietarios, y hombres de letras; estamos
ante un grupo heterogéneo social e ideológicamente. Ideológicamente los afrancesados abarcan desde
reformistas del despotismo ilustrado, liberales moderados, ilustrados y jacobinos. También están los
juramentados (Españoles que lucharon en el ejército francés). El afrancesamiento, antes de la guerra
es por convencimiento, pero con la invasión francesa surgirán afrancesados por conveniencia; los
motivos para hacerse afrancesado pueden ser:
-Por convencimiento
-Por miedo a los desórdenes públicos y a que se propague a España la Revolución Francesa
-Oportunismo
-Supervivencia
-Alcanzar una posición preeminente que permita la revancha contra enemigos personales o políticos
Tema 2 El absolutismo de Fernando VII, el Trienio Liberal, la Década Ominosa y los orígenes
del carlismo
La Primera Restauración
Fernando VII llegó de Francia en 1814, aclamado por el pueblo. El monarca recibió también presiones
(Como el Manifiesto de los Persas) por parte de altos oficiales del ejército, la iglesia y políticos
reaccionarios para que anulase la Constitución y disolviese las Cortes, reunidas entonces en Madrid.
El borbón dio un golpe de estado el 4 de mayo de 1814 al promulgar en Valencia un decreto que
anulaba todas las reformas aprobadas en las Cortes, incluida la constitución de 1812. Al decreto siguió
la detención de los políticos liberales más importantes y la disolución de las Cortes por la fuerza.
Numerosos liberales tuvieron que exiliarse huyendo de la persecución. Finalmente el borbón entró
en Madrid aclamado por sus súbditos y restableció las instituciones y el estado de cosas absolutista
de 1808. Hasta 1814 Fernando VII tiranizará el país y concentrará todo el poder en sus manos. Era
un monarca educado en una corte que cuestionaba sus orígenes (Se creía que era bastardo) en un
ambiente receloso, que había recibido una educación tradicionalista (Aunque también era campechano
y populista y gustaba de frecuentar ambientes de la clase baja) y que gustaba de enfrentar entre sí a las
distintas camarillas de la corte. Sin embargo, su régimen absolutista pronto se enfrentó a una serie de
problemas insalvables:
-Inestabilidad en el gobierno: Los ministros, en especial el de Hacienda, eran relevados continuamente
debido a la influencia de la camarilla y a la incapacidad de gobernar con un sistema político obsoleto
-Crisis de la hacienda estatal: La crónica deuda del estado español se agravó con la Guerra de la
Independencia y los trastornos económicos que generó, agravados por la independencia de las
colonias americanas que privaba al estado de ingresos fundamentales y obligaba a enviar tropas
para sofocar las revueltas independentistas (Aunque desde hacía años que los territorios americanos
apenas generaban ingresos debido a la ausencia de una flota para contactar con América, tras ser esta
destruida en Trafalgar). Además, resultaba imposible imponer un sistema tributario que garantizara
al estado los ingresos necesarios sin alterar los privilegios económicos y sociales de los grupos
oligárquicos
-La acción de la oposición política liberal: Al no poder expresarse públicamente, los liberales
recurrieron a la conspiración y a la rebelión militar, a las sociedades secretas y a los pronunciamientos
(Desde entonces deporte nacional por excelencia durante toda la historia de España hasta nuestros
días por los siglos de los siglos y hasta el infinito y más allá). Estas acciones revolucionarias eran
protagonizadas por militares descontentos, burguesías urbanas y liberales exiliados. Tras varias
sublevaciones fracasadas, el militar Rafael de Riego se sublevó en Enero de 1820 en Cabezas de
San Juan (Sevilla) sublevando las tropas concentradas para partir a América a sofocar las revueltas
independentistas y proclamando la vigencia de la Constitución de 1812. La acción de Riego contó
con el respaldo de la burguesía liberal gaditana, pero no encontró apoyo del resto de la población.
Sin embargo, en otras localidades (La Coruña, Zaragoza) se produjeron insurrecciones militares que
secundaron la de Riego. Como las tropas leales al rey tampoco intervenían en su defensa, Fernando
VII decidió restablecer la Constitución de 1812, lo que hizo caer el régimen absolutista e instauró el
Trienio Liberal
De 182 a 1823 tiene lugar el Trienio Liberal, la primera aplicación práctica de la Constitución
de Cádiz. Se restablecieron leyes aprobadas en Cádiz, como la supresión definitiva del Tribunal
de la Inquisición (1820) y la abolición del régimen señorial. Se reemprendió la desamortización,
aplicándola a los mayorazgos, que fueron suprimidos. También se abordó una reforma eclesiástica
para reducir el número de monasterios y órdenes religiosas; los bienes de las órdenes eliminadas se
nacionalizaron y se vendieron. Se redujo a la mitad el importe del diezmo cobrado por la iglesia. Se
aprobó el Reglamento General de Instrucción Pública, el Primer Código penal y una nueva división
del territorio español en 52 provincias. También se creó la Milicia Nacional, una organización
paramilitar formada en cada localidad por civiles armados adictos al régimen liberal y reservada a
personas con propiedades, pues los milicianos debían costear su equipo, aunque con el tiempo los
ayuntamientos empezaron a costear los gastos y pudieron incorporarse a ella las clases populares
urbanas.
En este período los liberales se fueron dividiendo en dos facciones cada vez más definidas:
-Moderados: También llamados doceañistas, creían que bastaba con aplicar las medidas aprobadas
entre 1810 y 1813. Presidieron los gobiernos hasta Agosto de 1822. Líderes: Agustín de Argüelles y
Francisco Martínez de la Rosa
-Exaltados: Eran los organizadores de la revolución de 1820. Reivindicaban reformas más radicales.
En 1822 se hicieron con el gobierno. Inauguraron los movimientos populares liberales en el mundo
urbano. Líderes: Rafael de Riego, Juan Álvarez Mendizábal y Antonio Alcalá Galiano
Surgió también una oposición reaccionaria al régimen liberal, liderada por el borbón, cuyos poderes
estaban muy limitados por la constitución y que se enfrentó varias veces con los ministros y las cortes:
-La mayoría del clero, que se oponía a las reformas y la desamortización y atrajo a la causa
reaccionaria al mundo rural
-El campesinado, que en su mayoría no simpatizaba con el liberalismo, que percibía como un
movimiento de clases medias urbanas que favorecía a los terratenientes, acababa con los beneficios
de uso de las tierras comunales y la antigua vida comunal y convertía a los campesinos en meros
contribuyentes y asalariados sometidos a los terratenientes
La contrarrevolución realista se manifestó en diversas rebeliones militares urbanas, como la que tuvo
lugar el 7 de Julio de 1822 en Madrid, cuando la Guardia Real intentó un golpe de Estado con la
Complicidad del monarca.
Los realistas también organizaron contra el régimen del Trienio Liberal una guerra de guerrillas rural,
que se prolongó hasta 1823, aunque rebrotó posteriormente a lo largo del siglo XIX. Las guerrillas
más activas se encontraban en Cataluña, Euskadi, Navarra y el Norte de Castilla. En el Pirineo
Catalán se llegó a formar un gobierno absolutista, conocido como la Regencia de Urgel (1822) Fue
suprimido por las tropas gubernamentales, y sus miembros se refugiaron en Francia
Los liberales trataron de difundir entre la población los principios del liberalismo, por medios de
imágenes, obras de teatro, canciones (Trágala y el Himno de Riego) periódicos (Hay una gran
proliferación de cabeceras de prensa) mítines, sociedades patrióticas (Clubes de discusión política,
llegando a haber más de 200 por todo el país) cafés (Como La Fontana de Oro, en Madrid) y tertulias.
Estos intentos de acercar el liberalismo a las masas no fructifican en el Trienio liberal, al ser en la
época el liberalismo una ideología propia de reducidas élites burguesas
El Trienio Liberal fue derrocado por la intervención extranjera, acordada por varios países en el
Congreso de Verona (1822) y solicitada por el propio Fernando VII; paradójicamente, la propia
demagogia del régimen liberal español acabó provocando en buena medida la intervención al alarmar
a las potencias absolutistas europeas. Francia, para rehabilitarse internacionalmente, organizó una
expedición invasora de tropas francesas ayudada por realistas españoles, conocida como los Cien Mil
Hijos de San Luis, que penetró, con poca oposición. Tras los primeros choques del ejército liberal con
los invasores en Cataluña los liberales constatan la generalizada ausencia de resistencia popular a la
invasión
El rey se niega a trasladar las cortes al sur para huir de los invasores y las cortes le tienen que declarar
enajenado para poder trasladarlas a Cádiz, llevándose al borbón como rehén. Madrid se rinde sin
oponer resistencia. Los liberales se atrincheran en Cádiz; pero los invasores asedian y bombardean la
ciudad. Tras la caída del fuerte del Trocadero la situación de los asediados se vuelve insostenible, y
al final se llegó a un pacto con los franceses: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad
alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812, y a cambio se rendiría la plaza. Fernando
VII salió de la ciudad, pero de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la
abolición de cuantas normas jurídicas habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando
fin al Trienio Liberal. Fernando VII es restaurado como monarca absoluto y el régimen liberal es
derrocado.
La Década Ominosa
En 1823 acaba el Trienio Liberal y se restaura el absolutismo con la entrada en España de los
Cien Mil Hijos de San Luis. En la Década Ominosa se reprime al liberalismo con fusilamientos
y ejecuciones, juntas de fe y juntas de depuración en la iglesia, el ejército, la universidad y la
administración. Estas purgas llevan el caos a la administración y Fernando VII se ve obligado a
recolocar en sus puestos a los mismos afrancesados a los que antes había reprimido. La imposibilidad
de seguir gobernando con instituciones del Antiguo Régimen obligó a crear otras más eficaces;
entre ellas se encontraban el Consejo de Ministros y el Ministerio de Fomento (El Ministerio de
Fomento aparece por primera vez en la historia en 1832 con la creación de la Secretaría de Despacho
de Fomento General del Reino que se convertiría en 1833 en el Ministerio de Fomento General del
Reino, denominándose en 1834 Ministerio de Interior. Desaparece en 1836 y reaparece en 1847
como Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas. En 1851 se denomina ya Ministerio de
Fomento). En el Ministerio de Hacienda destacó la labor de su titular, Luis López Ballesteros, que
elaboró los primeros Presupuestos Generales del Estado, liberalizó la economía moderadamente,
promovió la elaboración de un nuevo código de comercio (Realizado por Pedro Sainz de Andino en
1829) y creó la Junta de Aranceles, las Intendencias de Guerra y Marina, la Caja de Amortización
de la Deuda, el Libro de la Deuda, el Banco Real de San Fernando y la Bolsa de Madrid. En este
reformismo también destacan las figuras de Cea Bermúdez y Javier de Burgos. Sin embargo, este
reformismo administrativo era tímido, no atacaba de raíz los problemas del estado (Por ejemplo, no
se llevó a cabo una profunda reformas fiscal) y además era atacado por los sectores más ultras del
absolutismo, que veían las reformas como pérfidos intentos de implantar lentamente el liberalismo
que el rey consentía fruto de intrigas liberales y malos consejos; por todo ello este reformismo no
consiguió arreglar la base de los problemas que aquejaban al régimen absolutista
Como oposición a la Milicia Nacional se crea el Cuerpo de Voluntarios Realistas, una organización
paramilitar absolutista formada por los elementos más intransigentes del absolutismo español;
dependía de los ayuntamientos y estaba bajo la autoridad del capitán general de su capitanía,
excepto en el País Vasco, en el que el control lo ejercían las diputaciones forales. Los Voluntarios
Realistas siembran el terror en las zonas rurales y pequeñas ciudades, donde reprimen el liberalismo
salvajemente con saqueos, palizas, ejecuciones y desapariciones, así como con organizaciones como
las Juntas Apostólicas y sociedades secretas como el Ángel Exterminador. Los Voluntarios Realistas
además acabarán presionando además al borbón al considerar que hace demasiadas concesiones a los
afrancesados y liberales que le asesoran en el gobierno, llevando a cabo insurrecciones y medidas de
presión como:
-Manifiesto de la Federación de Realistas Puros (1826, por su lenguaje posiblemente falso o redactado
por liberales? No se sabe muy bien)
En 1826 hay numerosas crisis. En Portugal el hijo del rey portugués independiza Portugal de Brasil
(Crisis Portuguesa de 1826) y hay miedo de que la situación política portuguesa se contagie a España.
Se acaban de perder las colonias, salvo algunas como Cuba y Filipinas, tanto por las rebeliones como
por las presiones e intrigas anglo-francesas que buscaban la destrucción del imperio colonial español
para acceder a mercados antes cautivos. El estado absoluto, a pesar de las tímidas reformas se hunde
por los problemas que hemos visto antes (Inestabilidad del gobierno, crisis de la Hacienda, oposición
liberal) así como por las presiones de los sectores más ultras del absolutismo
Los liberales en el exilio adquieren formación política; muchos liberales en el exilio se establecen
en Francia y en Londres, así como en Grecia y Portugal. En 1827 los exiliados españoles crearon en
Londres la Junta Directiva del Alzamiento de España (Junta de Londres) frente a la cual pusieron
a José María Torrijos Uriarte, convirtiéndose este en el máximo dirigente de la conspiración para
derribar al poder absoluto por la fuerza. Los liberales españoles también se imbuyen de la mística del
romanticismo, y muchos liberales extranjeros acuden a España a luchar contra el absolutismo, por
ejemplo junto a Torrijos (Con quien acuden estudiantes ingleses) que intenta en 1831 una sublevación
sin éxito, siendo fusilado. Espoz y Mina también se alzará sin éxito (Insurrección de Vera, 1830)
aunque conseguirá huir a Francia. El liberalismo de esta época será, por tanto, ante la posibilidad de
actuar políticamente, insurreccional, de campaña. Numerosos líderes liberales, como el Empecinado,
Riego o Torrijos serían ejecutados.
En esta época van a ir convergiendo una serie de movimientos absolutistas que acabarán
desembocando en el surgimiento del carlismo y las Guerras Carlistas. Los realistas exaltados se
convirtieron en carlistas a causa del pleito desencadenado por la sucesión de Fernando VII. Hasta el
nacimiento en 1830 de Isabel (La futura Isabel II) el hermano del rey, Carlos María Isidro, había sido
el heredero al trono. Meses antes del alumbramiento de Isabel, Fernando VII había hecho publicar la
Pragmática Sanción, que permitía a las mujeres reinar en España (La Pragmática Sanción restablecía
la costumbre, tradicional en los reinos cristianos medievales de la Península, de que las mujeres
pudieran acceder al trono. La publicación de esta norma implicaba su entrada en vigor. Desaparecía
así la Ley Sálica, impuesta por Felipe V, según la cual las mujeres no podían reinar). Los partidarios
de Carlos María Isidro consideraron este hecho fruto de una conspiración liberal, y aprovecharon la
enfermedad del rey en 1832 para provocar los llamados Sucesos de la Granja, presionando, sin éxito,
al borbón y a su esposa María Cristina para que la Pragmática Sanción fuese abolida y Carlos María
Isidro pudiera reinar. Durante la enfermedad del borbón María Cristina se hizo con el gobierno y
decretó una amnistía para que los liberales exiliados pudieran retornar. Fernando VII murió en 1833 y
por las mismas fechas estalló la Primera Guerra Carlista
Parte 2 Liberalismo
-Reino Unido, que será su modelo a seguir en muchos aspectos, como en la concepción de la
soberanía o el número de cámaras del sistema parlamentario
Sin embargo también pesa la tradición española. Los liberales se verán obligados a hacer concesiones
a la iglesia católica, como proclamar el catolicismo religión oficial del estado o que la iglesia sea
financiada por el estado, para que la iglesia coja cierta adición al estado liberal y deje de apoyar al
carlismo y de llamar desde el púlpito a la insurrección contra el estado liberal, como hacían muchos
curas y obispos, especialmente en el País Vasco y Navarra. A cambio los liberales conseguirán la
libertad de cultos y el fin de la represión religiosa; esto estaba especialmente pensado para que los
protestantes o anglicanos extranjeros (Especialmente ingleses y franceses) que venían a España a
trabajar como ingenieros o técnicos pudieran practicar su religión libremente; fuera de la aplastante
mayoría católica de la población la práctica de otras religiones no-católicas distintas al protestantismo
o el anglicanismo era prácticamente inexistente
El liberalismo se ve influenciado:
-Por la universalización del sufragio (A medida que más capas sociales acceden al voto aumenta el
trucaje de las elecciones, llegando a ser descarado, pero también comienzan a aparecer concejales
republicanos y socialistas)
-Por la Revolución de 1848 cargada de simbolismo. En esta revolución el pueblo se politiza,
pues aparece en París la bandera roja, se escribe el Manifiesto Comunista y aparece el dilema
del liberalismo: Libertad u orden público; la Revolución de 1848 coincide con una gran crisis
económica y supone el límite de apertura del liberalismo y su escisión: Con el tiempo una parte
del liberalismo evolucionará hacia el republicanismo, el marxismo y el socialismo y otra hacia el
nacionalismo reaccionario, el tradicionalismo y, en el siglo XX, el fascismo. En España Narváez
reprime militarmente los conatos de la Revolución de 1848 que llegaron desde el extranjero
-Por la Revolución de 1868, donde gentes como el general Prim se dan cuanta de la necesidad de
refundar el liberalismo
-Por el republicanismo, que acabará siendo una opción liberal de regeneración y limpieza frente a la
corruptela de la monarquía de Isabel II
Los partidos políticos liberales del s. XIX son partidos de notables con redes clientelares de
corrupción. En la política no se nombra a nadie para un cargo en base a su aptitud, sino a su lealtad y
servilismo hacia quien el ha nombrado. También se coloca a familiares en puestos clave para evitar
traiciones. Asimismo los poderes y las élites locales y centrales intercambian favores y corruptelas.
Hay dos corrientes principales dentro del liberalismo español, los progresistas y los moderados, ambas
antagónicas y cada una con su propio partido (Partido Progresista y Partido Moderado, aunque luego
se irán escindiendo en Partido Demócrata, Unión Liberal, etc) Su ideario a grandes rasgos es:
-Los moderados defienden la centralización del poder, la soberanía compartida entre el rey y las
cortes, el sistema bicameral (Una cámara abierta a todos los ciudadanos y luego el senado, una cámara
restringida a ciertos estamentos) y conceden menos (Muy pocos) derechos civiles
Ideario del Partido Progresista (En general, muchos aspectos variaban en función de la facción del
partido):
-Defensa de las libertades: Libertad de expresión y libertad religiosa (Esta última quedó aparcada, ya
que consideraban que en la España de la época no se daban las condiciones) libertad de imprenta sin
censura previa
-Soberanía nacional
-Sufragio censitario más abierto por la Ley Electoral de 1837, que ampliaba el cuerpo electoral
-Descentralización de la administración territorial. Elección de los alcaldes por los concejales locales
-Iberismo: Cooperación e intentos de acuerdos políticos con Portugal. El iberismo era algo común
entre moderados, progresistas y, más tarde, republicanos
-Facción conservadora
. Rechazo de los medios insurreccionales, prefieren la vía legal, hasta que los progresistas son
marginados del sistema político (Entonces volverán a hacerse adictos al deporte nacional del
golpismo)
. Mantienen relaciones con los moderados puritanos y junto con ellos conforman lo que sería el centro
político parlamentario.
- Facción centrista
. Son lo que daríamos en llamar ``progresistas puros´´
. Están marcados por la ambigua figura de Espartero. Espartero era un militar ayacucho enriquecido
gracias a su adicción a las apuestas en los juegos de cartas, tras lo cual invirtió sus ganancias en las
propiedades desamortizadas. Tenía un gran carisma entre las clases bajas que poco a poco se irá
erosionando, especialmente tras el Bombardeo de Barcelona.
-Facción izquierdista
. Personalidades: Manuel Becerra, José Ordáx, Avecilla, José Mª Orense, Nicolás Mª Rivero
Los gobiernos progresistas duran poco por las intrigas de los moderados y de la reina Isabel
II, pero tienen un gran impacto en el desarrollo económico del país, sobre todo debido a las
desamortizaciones. Los progresistas, especialmente Mendizábal, tenían pésimas relaciones con la
regente María Cristina, que por su absolutismo y su educación conservadora prefería a los moderados
como ``mal menor´´; los progresistas eran marginados del poder tanto por la corona como por los
moderados y normalmente su única manera de alcanzar el poder era no por medios pacíficos sino por
medio de insurrecciones y pronunciamientos
-Mendizábal lleva a cabo una primera desamortización de los bienes del clero regular en 1836-1837,
y vende las tierras desamortizadas al mejor postor, pero Calatrava hace un proyecto para entregar las
tierras desamortizadas a los pequeños propietarios, junto con aperos de labranza y semillas a crédito,
pero casualmente el proyecto no prospera (¿Intrigas de los grandes terratenientes?). En 1841 los
gobiernos progresistas de Espartero desamortizan los bienes del clero secular y suprimen los diezmos.
En 1855, con el ministro de Hacienda Pascual Madoz, culminaría el proceso desamortizador; la
desamortización de Madoz afectó no solo a las posesiones de la iglesia, sino también a las tierras
y bienes y municipios del estado, subastándose todos los bienes raíces que no perteneciesen a
individuos privados. Al final lo único que consiguen las desamortizaciones es aumentar el llamado
hambre de tierras y crear una clase terrateniente parasitaria que sume en la miseria a regiones enteras
(Especialmente en Andalucía) y vive a costa de un verdadero ejército de míseros jornaleros.
-En 1836-37 los progresistas abolen los señoríos y mayorazgos, convirtiendo la propiedad vinculada
del Antiguo Régimen en propiedad libre que podía circular por el mercado.
-Durante los gobiernos de Espartero este intenta firmar un acuerdo de librecambio con el Reino
Unido, lo cual le granjeó la enemistad de Francia (Donde se habían refugiado la reina María Cristina
y muchos militares moderados que se le oponían, Francia que se sentía perjudicada porque el acuerdo
daba preferencia a las relaciones comerciales con el reino Unido) y de la industria textil catalana (Que
reivindicaba un mayor proteccionismo de sus productos y la imposición de altos aranceles aduaneros
que obstaculizaran la importación de tejidos británicos
-En 1856 elaboran una constitución, que no llegó a promulgarse; era similar a la de 1837, mantenía
el bicameralismo, aunque electivo para ambas cámaras, y la potestad legislativa compartida con las
Cortes y el rey, afirmaba la soberanía nacional y ampliaba la lista de derechos individuales.
Ideario del Partido Moderado (En general, muchos aspectos variaban en función de la facción del
partido):
-Defensa a ultranza del orden público (Represión salvaje contra opositores y disidentes) y de la
propiedad privada
-Centralizan el poder; los alcaldes pasarían a ser delegados del estado salvo los de las capitales de
provincia, que serían elegidos por la corona
. Su acción más destacada es el intento de matrimonio de Isabel II con Carlos VI; esta maniobra
fracasará al negarse muchos liberales a este matrimonio, pues se creía que de efectuarse el enlace su
nuevo esposo podía influirla en contra del régimen liberal
. Es un grupo doctrinario
-Facción puritana
. Ley de Poderes Excepcionales (1848) para reprimir los brotes de la Revolución de 1848 en España.
Narváez solicita y obtiene la aprobación de esta ley, en virtud de la cual el susodicho queda investido
de plenos poderes a fin de frenar la revolución y mantener a salvo el trono de Isabel II. Quedan en
suspenso las garantías constitucionales y muchos opositores son deportados o encarcelados. Donoso
Cortés defendería estas medidas dictatoriales en las cortes
. Creación de los ministros de Gobernación, Fomento y Ultramar, así como la aparición de la figura
de Jefe de Gobierno, a fin de servir de cabeza de turco y proteger a la institución monárquica de sus
corruptelas
-Codificaciones legales:
. Intento de Código Civil (1851) que quedó en proyecto. No se aprobaría un código civil hasta finales
de siglo
. Código penal pro-oligárquico y centrado en defender la propiedad privada, y que registra la pena de
muerte como castigo; las ejecuciones serían un espectáculo de masas hasta la Primera Restauración,
cuando las ejecuciones públicas fueron abolidas
-Sistema educativo (Era de tipo burgués, centrado en la enseñanza secundaria, el bachillerato, con el
fin de que los burgueses y los oligarcas formasen a sus hijos como profesionales liberales. También
buscaba mantener a las clases populares en la ignorancia más absoluta para impedir que se rebelasen.
La educación era concebida como algo propio exclusivamente de las élites. Hay obsesión entre las
clases bajas por el estudio, que es visto como único medio de movilidad social. A finales de siglo los
krausistas, la iglesia, los partidos obreros y los sindicatos se lanzarán a crear escuelas nocturnas y
dominicales para obreros y campesinos)
. Ley Moyano de 1857. Su esencia sigue en las disposiciones educativas hasta 1970. Establece la
obligatoriedad de la enseñanza elemental, que en teoría era pagada por los ayuntamientos, pero
en la práctica la manutención del profesor era pagada por los padres de los alumnos poniendo el
ayuntamiento únicamente el local. Se crearon también escuelas de magisterio siguiendo el modelo
francés.
. Diseño de una división territorial en provincias, realizada por Javier de Burgos en 1933
. Ley para el gobierno de las provincias (1845) Se creó en las provincias el cargo de gobernador civil,
que casualmente solía ser el líder de los moderados en la zona
. El gobierno nombraba a los alcaldes de las ciudades importantes y el gobernador civil, a los del resto
de municipios
. Papel social de la iglesia. Se busca reconstruir las relaciones con la iglesia para que esta apoye al
liberalismo y ayude a mantener el orden social.
. Se intentan enviar tropas para ayudar al papa contra los nacionalistas italianos de Giusseppe
Mazzini, que habían tomado Roma y proclamado la República Italiana. Cuando llegan las tropas
españolas Napoleón III ya ha acabado con los hombres de Mazzini
Tema 3 Derrumbe del sistema político de Isabel II
Tras el Bienio Progresista hay un período de alternancia entre los moderados y la Unión Liberal
donde fracasa el intento de logar la alternancia pacífica en el poder de los distintos grupos liberales
debido a:
-Los moderados se presentan como garantes del liberalismo, demonizando a los progresistas,
tachándoles de republicanos y subversivos y marginándoles del poder. Esto dio lugar a insurrecciones
de los grupos que se consideraban marginados del poder, como los progresistas, que comenzaron a
colaborar con los demócratas
-Conspiraciones alentadas por progresistas y demócratas que pasaron a estar dirigidas no ya contra el
gobierno de turno, sino contra la reina misma
-La reina carece de educación política y en vez de actuar como reina constitucional al estilo inglés
intriga y se inmiscuye continuamente en política, además de pasear por su alcoba a diversos amantes
entre intriga e intriga
-Con la excusa del mantenimiento del orden se establece un régimen rayano en el autoritarismo. La
disidencia y las protestas son reprimidas salvajemente
-Manipulación política
. Manipulación del sistema de la doble confianza (Norma procedente del liberalismo doctrinario según
la cual un político para formar gobierno necesita la confianza, no sólo de las Cortes sino también de la
corona)
. Fraude electoral
-Corrupción descarada y sin límites en la que están implicadas incluso la reina Isabel II y su madre
María Cristina (Especialmente en la construcción del ferrocarril)
Finalmente, las distintas fuerzas de oposición al régimen promovieron, desde el exilio, un acuerdo de
actuación, el Pacto de Ostende (Bélgica, 1866) Tras la muerte de O´Donell (1867) y Narváez (1868)
que eran los principales apoyos de la reina, se adhirieron al pacto incluso los unionistas. por último,
la recesión económica de 1866-1868 aumentó el descontento general, especialmente en el ámbito
empresarial y de los negocios. Todos estos factores desencadenaron la revolución
Parte 3 Carlismo
Los carlistas esgrimían como motivo principal de su movimiento la cuestión sucesoria, en virtud de la
cual ellos negaban la legitimidad de Isabel (Y de las mujeres) para ocupar el trono, y la de su madre,
la reina María Cristina, para ejercer la regencia durante la minoría de edad de su hija, y reivindicaban
que Carlos, el hermano de Fernando VII, debía ser rey de España. Tras la muerte de Carlos VI sus
descendientes (Su hijo, Carlos VI para los carlistas) conde de Montemolín, y su nieto (Carlos VII)
siguieron encabezando esta facción; el pleito dinástico carlista pervivió hasta avanzado el siglo XX.
A pesar de todo, a cuestión sucesoria era más que otra cosa una excusa para defender un modelo de
sociedad opuesto al liberalismo
El éxito del carlismo, como el del resto de legitimismos que inundan la escena política europea del
momento, se basa en su inconcrección, la inconcrección del ideario carlista es la base de su éxito; el
carlismo podría tacharse, perdonando el anacronismo, de populista; el discurso carlista es de carácter
irracional y emocional, y, a diferencia del liberalismo, si que llega a calar entre el pueblo llano y los
iletrados.
El carlismo busca captar a las masas campesinas damnificadas por el nuevo régimen de propiedad y
economía del liberalismo, obteniendo por ello un gran apoyo en el mundo rural; el carlismo también
era apoyado por diversos sectores de la sociedad española, por algunas regiones (Debido a la Cuestión
Foral) e incluso por las potencias absolutistas europeas; Austria, Prusia, Rusia, Nápoles y los Estados
Pontificios (El papado rompió relaciones diplomáticas con el régimen liberal Español en 1836,
aunque mantuvo un papel ambivalente en el conflicto, sin apoyar decididamente a ninguno de los
dos bandos) apoyaron a los carlistas. Sin embargo, se opusieron en general al carlismo las grandes
ciudades, la burguesía comercial, industrial y financiera, los trabajadores de las ciudades, las altas
jerarquías eclesiásticas (Fueron pocos los obispos que se pronunciaron abiertamente a favor del
carlismo, a pesar de la ambigua actitud de la iglesia) la alta nobleza (Satisfecha tras la disolución del
régimen señorial que le permitía vender y comprar libremente sus propiedades) y la mayor parte del
ejército; en el ámbito internacional se oponían al carlismo Francia y Reino Unido, los cuales firmaron
con el régimen liberal español y con Portugal la Cuádruple Alianza (1834) comprometiéndose
a apoyar a los regímenes liberales de España y Portugal. Numerosos voluntarios y mercenarios
extranjeros lucharon en uno y otro bando durante las guerras carlistas
El carlismo es un movimiento plural, hay tantos carlismos como carlistas. Paradójicamente, será uno
de los primeros movimientos de masas de la historia, con Círculos Carlistas (Sociedades Políticas
creadas en el marco de modernización política del carlismo tras la Revolución de 1868) y fiestas
propias como la Fiesta de los Mártires de la Tradición. Son los primeros en crear merchandising
político para consumo de sus adictos, e incluso hacen tours propagandísticos y mítines. En el carlismo
la mujer es el canal comunicador de las gestas y hazañas de los antepasados. Los curas rurales son
los grandes agitadores carlistas. El carlismo tiene dos figuras míticas, sus dos comandantes militares
más destacados, Tomás de Zumalacárregui (Muerto al sitiar Bilbao en la Primera Guerra Carlista,
lo que le elevaría a los altares de la mitología carlista) y Ramón Cabrera, el Tigre del Maestrazgo
(Cabrera formaba parte del sector más radical del carlismo, y luchó muchos años sin tregua contra
el régimen liberal en el Maestrazgo, pero en el exilio se casó con una acaudalada inglesa, se afincó
en Londres y desde entonces se dio a la buena vida sin volver a participar en el carlismo más allá de
aportes económicos puntuales a la causa)
-Monarquía absoluta
-Sociedad estamental
-Los fueros
-Baja nobleza del norte de España. Se sentía amenazada por el fin de los mayorazgos y de la exención
de impuestos.
-Nueva nobleza carlista: Carlos María Isidro a base de la concesión de títulos creará una nueva
nobleza carlista afín
-Sectores conservadores de la iglesia: Clero rural y regular. Eran contrarios a las medidas
desamortizadoras y a la supresión de órdenes religiosas.
-Algunos oficiales del ejército. Estaban descontentos a causa de la evolución del país o debido a su
situación profesional, que no les resultaba satisfactoria
-Habitantes de áreas rurales, donde las relaciones de protección y clientelismo estaban muy arraigadas
-Residentes en regiones como Euskadi, Navarra, Cataluña, áreas del este peninsular como la comarca
del Maestrazgo y Castilla. Querían salvaguardar sus costumbres, fueros y tradiciones
Los carlistas en sus territorios crean un estado paralelo con su propia administración. El carlismo
también cuenta con su propia prensa, con diarios como La Esperanza, que distribuyen en los Círculos
Carlistas, y realizan incluso falsos panfletos anarquistoides y republicanos donde se incita al caos,
a matar curas y quemar iglesias; esta actividad no tenía otro fin que atemorizar a la población y
desprestigiar al liberalismo y al republicanismo retratándolos como anárquicos y subversivos para que
la población aterrorizada se adhiriese al carlismo
-Insurrección del brigadier Joaquín Capapé (Zaragoza, Mayo de 1824) instigado por Carlos María
Isidro
-Conspiración de Jorge Bessières (Agosto de 1825) Bessiéres era un militar de origen francés, que
después de haberse pasado al lado español durante la Guerra de Independencia, había cambiado el
republicanismo en el que militó durante el Trienio por la oposición ultraconservadora en esta etapa
del reinado de Fernando VII. Como los participantes en el complot de Capapé no habían podido
ser capturados, Cea Bermúdez esperaba el estallido de una nueva traición para poder arrestar a los
culpables. Esta nueva intentona estaría protagonizada por este curioso personaje; Bessiéres, que era el
brazo armado de la conjura, se lanzó prematuramente a la calle en Getafe el 15 de agosto con varias
compañías del regimiento de caballería de Santiago. Los levantamientos que debían secundarlo en las
provincias no se produjeron y Bessiéres fue arrestado y fusilado el 26 de Agosto.
-Manifiesto de la Federación de Realistas Puros (1827): Manifiesto que dirige al pueblo español una
Federación de Realistas Puros, sobre el estado de la nación y sobre la necesidad de elevar al trono al
Serenísimo Señor Infante Don Carlos. Hay dudas sobre la autoría del manifiesto
-Sublevación de los Malcontents en Cataluña (1827) Fue promovida por el campesinado descontento
con los impuestos y la administración; a ellos se sumaron voluntarios realistas de toda España. Para
sofocar la rebelión fue preciso enviar al ejército y al propio monarca
. Las expediciones nacionales (1836-1837): Durante este período, los carlistas organizaron incursiones
fuera de los dos núcleos que controlaban (Euskadi-Navarra y el Maestrazgo, donde se había hecho
fuerte el general Cabrera): la Expedición Gómez (1836) y la Expedición Real (1837). En esta etapa
fracasó de nuevo el proyecto de conquistar Bilbo gracias a la victoria en el Puente de Luchana en
Diciembre de 1836 del general isabelino Baldomero Espartero, que se convirtió en un ídolo militar y
popular.
-Los fueros: Los carlistas reivindicaban el mantenimiento de los fueros y privilegios tradicionales
frente a la política centralizadora del régimen liberal, es decir, el foralismo, según el cual las regiones
debían mantener sus instituciones de gobierno autónomas, sus sistema de justicia propio y la exención
fiscal y de quintas para el servicio militar. Tras la Primera Guerra Carlista, los gobiernos del general
Espartero suprimieron las tradicionales instituciones de Navarra que aún pervivían: Las cortes
y las aduanas interiores (1841) No obstante, se dotó a Navarra de una considerable autonomía
administrativa y se creó un órgano de gobierno nuevo, la Diputación Foral. Los fueros vascos, por su
parte, no se suprimirían hasta 1876, con la Tercera Guerra Carlista. En Navarra y el País Vasco, la
oposición en defensa de los fueros fue muy grande y dio lugar a pronunciamientos promovidos contra
Espartero por los moderados
-El Convenio Eliot (1835) firmado entre el jefe carlista Tomás de Zumalacárregui y el isabelino
Gerónimo Valdés gracias a la intervención de lord Eliot, enviado por el gobierno británico, para
dar fin a los fusilamientos indiscriminados de prisioneros y promover el canje de los mismos. Se
respetaría irregularmente durante el resto de la Primera Guerra Carlista
-La Expedición Gómez (1836) al mando del general del mismo nombre, que con menos de 3000
hombres, aunque con el apoyo de Cabrera en algunos momentos difíciles, atravesó España desde el
Cantábrico hasta Cádiz, entró en algunas ciudades (Santiago, Cáceres, Córdoba, Almadén, Algeciras y
otras) e hizo miles de prisioneros
-La Expedición Real (1837) en la que Carlos María isidro dirigió un ejército de 14000 hombres
que llegó hasta las puertas de Madrid, pero sin atreverse a entrar, y se retiró, cruzando el Ebro en
Octubre de 1837, sin el apoyo popular que buscaba y habiendo desertado por el camino muchos de
sus hombres. La posible actitud de reconciliación entre María Cristina y el Pretendiente, temerosos
ambos de los progresistas, es probablemente lo que habría llevado al segundo hasta Madrid. Se
trataba, casi al estilo medieval, de concertar un matrimonio para el futuro entre los hijos de ambos.
La falta de respuesta de maría cristina es lo que hizo al Pretendiente desistir del ataque a la capital,
que, dadas las fuerzas de ambos, quizá hubiera podido ocupar. El problema en caso de tomar la capital
habría sido que hacer al día siguiente sin el acuerdo de María Cristina
-División interna en el carlismo entre quienes presentaban una ideología más moderada (Por ejemplo
no deseaban restablecer la Inquisición) como el general Maroto, y los sectores más ultras del
absolutismo, los llamados apostólicos, que deseaban volver al absolutismo más rancio, como el
general Cabrera. Habrá entre las dos facciones luchas de poder y asesinatos, lo que desacreditó al
Pretendiente a ojos de sus seguidores y de los gobiernos extranjeros
-El Convenio de Vergara (Guipúzcoa, Agosto de 1839) firmado, con la mediación del almirante
inglés lord John Hay, entre el régimen liberal y el sector pactista del carlismo, representado por el
general Maroto (Opuesto al sector más ultra del carlismo, los apostólicos, como el general Cabrera) El
convenio contó, y fue sellado simbólicamente con el abrazo entre los generales Maroto y Espartero,
y ponía fin a la guerra en Navarra y Euskadi. Implicaba la admisión de los militares carlistas en
el ejército isabelino, respetándoles su categoría. El gobierno se comprometió, además, a remitir la
cuestión foral a las cortes para su discusión. El Pretendiente y los apostólicos (Entre ellos el general
Cabrera) así como parte importante de la oficialidad y del clero carlista, no aceptaron el convenio
y o bien marcharon junto con el Pretendiente al exilio a Francia tras la derrota en el Norte, o bien
continuaron la guerra por su cuenta, como fue el caso de Cabrera. Para estos sectores, Maroto será un
traidor y el acuerdo entre Maroto y Espartero sería conocido como la Traición de Vergara
-Carlos Luis de Borbón y Braganza, conde de Montemolín, hijo de Carlos María Isidro, es nombrado
nuevo pretendiente carlista tras la abdicación de su padre con el nombre de Carlos VI
-Desembarco en San Carlos de la Rápita (Abril de 1860) En el monasterio de San Carlos de la Rápita
fueron tomados prisioneros por el ejército liberal Carlos VI y su hermano Fernando cuando, con el
apoyo del Capitán General de Baleares, que fue fusilado, intentaban introducirse en España. Durante
su cautiverio ambos serían obligados a renunciar a sus derechos a la sucesión, decisión de la que se
retractarían después, lo que dio lugar a una curiosa disputa en el seno de la familia carlista pues el
tercero de los hijos de Carlos María Isidro, Juan de Borbón, asumió también los derechos dinásticos
carlistas, y hasta la muerte de Carlos VI y su hermano Fernando de tifus poco tiempo después, en
1861, hubo dos pretendientes carlistas
-A la muerte de Carlos VI, Juan de Borbón quedó como el único pretendiente, pero por sus ideas
liberales tuvo escasos apoyos entre los carlistas, y acabó en Madrid pidiendo jurar fidelidad a la reina
Isabel; la viuda de Carlos María Isidro, María Teresa de Braganza, princesa de Beira, ejerció durante
este tiempo como la verdadera cabeza del movimiento carlista hasta que tiempo después Juan de
Borbón abdicó a favor de su hijo mayor, Carlos María de Borbón y Austria-Este, duque de Madrid,
que se convirtió en el nuevo pretendiente con el nombre de Carlos VII. Carlos VII acabó siendo
despreciado por ciertos sectores del carlismo debido a su afición al ocio y su falta de dedicación a la
causa carlista
-La Tercera Guerra Carlista (1872-1876) Este conflicto se desarrolló en Cataluña, Navarra y el
Euskadi, donde los carlistas volvieron a intentar, una vez más sin éxito, la ocupación de Bilbao.
También se produjeron expediciones hacia el interior de la Península, como el célebre y cruel saqueo
de Cuenca (1874) La restauración de los borbones en el trono (1875) supuso el declive del carlismo,
ya que la derecha monárquica se aglutinó en torno a la figura de Alfonso XII. Cánovas aprovechó
los últimos estertores de la guerra para pasear a Alfonso XII por la retaguardia del frente para que la
propaganda del régimen encumbrase al nuevo borbón como caudillo militar y ``pacificador´´
El Partido Demócrata
La Revolución de 1848 hace aflorar los límites del liberalismo, provocando que en 1849 se escinda
del Partido Progresista un ala izquierda que forma en 1849 el partido demócrata. El Partido
Demócrata mezclaba el ideal liberal con sus inquietudes sociales, dando lugar a una especie de
``liberalismo democrático´´
-Defensa de la soberanía popular, del mandato imperativo y de la preponderancia del poder legislativo
(Cortes unicamerales y no bicamerales como venía siendo hasta entonces)
-Defienden el federalismo y la descentralización del poder; para ellos, cuanto más descentralizado
esté el poder, más libertad hay. Defienden la libre elección de las autoridades locales con el fin de
fomentar el aprendizaje político de los ciudadanos
-Tienen un programa social: reforma de los consumos, instrucción primaria gratuita, la intervención
del estado en las relaciones laborales para evitar abusos y la abolición de las quintas
El Partido Demócrata actuó de manera parcialmente clandestina hasta la llegada del Bienio
Progresista durante el reinado de Isabel II. En este momento aglutinó a algunos militares
descontentos, al incipiente movimiento obrero y campesino, republicanos e intelectuales; el bienio
ayudó a la expansión del partido. Con la llegada de la Unión Liberal al gobierno, regresa a la
ilegalidad. En este momento se produce un debate abierto en el que se fija una aproximación al
Partido Progresista, se declara abiertamente el republicanismo de la formación y los fundamentos del
programa económico se acercan al pensamiento socialista. Su figura más relevante en este momento
será Pi i Margall que es quien le da un verdadero contenido político y determina una mayor influencia
en la sociedad gracias a su atractivo personal. Tras los fracasos del general Juan Prim en sus distintas
sublevaciones, firmaran el Pacto de Ostende en 1866 y el de Bruselas en 1867 para llevar a cabo junto
con los progresistas la Revolución de 1868. Tras la Revolución de 1868 los demócratas quedaron
excluidos del gobierno provisional, aunque tenían una gran influencia en las juntas revolucionarias
de las ciudades, desde las que se reclamaba la implantación de derechos democráticos y la supresión
de los consumos y las quintas. Esto dio lugar a una situación de doble poder gobierno provisional-
juntas revolucionarias que se resolvió a favor del gobierno; este disolvió las juntas y sus grupos
de voluntarios armados. A cambio, el gobierno procedió a cumplir la mayor parte del programa
demócrata, con excepción del asunto de las quintas, lo que provocó la inmediata escisión del partido
Demócrata en dos facciones:
-Los cimbrios: Estaban dispuestos a cooperar con el gobierno al margen del régimen político
(Monarquía o república) siempre que se respetase la democracia. En este grupo se encontraban
Nicolás María Rivero, Manuel Becerra y Cristino Martos
-Los republicanos: Creían indispensable para garantizar la existencia de una democracia popular en
España la implantación de una república federal. En este grupo se encontraban, entre otros, Francisco
Pi y Margall y Estanislao Figueras
El partido se deshará parcialmente después de las elecciones de 1869, integrándose sus miembros en
otras formaciones de contenido republicano. Los restos del mismo desaparecerán definitivamente en
1912
El republicanismo
Ya desde el Trienio Liberal había movimientos republicanos marginales, pero es durante el Sexenio
cuando el republicanismo se constituye en opción de régimen y de gobierno gracias al sufragio
universal masculino de las elecciones a cortes constituyentes de 1869, que permite el surgimiento
del Partido Republicano Federal, el primer partido de masas de la historia de España. El Partido
Republicano Federal se encontraba presente en las cortes constituyentes de 1869 y era el segundo
en número de diputados. Su programa, además de la proclamación de la república federal, incluía
la abolición de las quintas, la supresión de la esclavitud en las colonias (Lo que les enfrentará a la
sacarocracia cubana, que para evitar que los republicanos lleven a cabo la abolición de la esclavitud
apoyarán a los monárquicos) y una legislación que protegiera a los trabajadores, los cuales, junto con
las clases medias urbanas, constituían su clientela política. Su propuesta federal les proporcionaba un
gran apoyo en Aragón, Cataluña, Valencia y Andalucía. Personales destacadas del partido republicano
federal son Francisco Pi y Margall, Emilio Castelar (Que luego pasaría a las filas del republicanismo
unitario, de carácter centralista y antifederal) y Estanislao Figueras. También había grupos y partidos
republicanos centralistas y antifederales. Las diferentes tendencias y facciones de los republicanos
tenían numerosos órganos de prensa
-El dilema republicano entre la forma de proclamar la república: La vía parlamentaria y la vía
insurreccional:
. Los partidarios de la llamada vía insurreccional eran los llamados ``intransigentes´´, una facción del
partido Republicano Federal Favorable a la insurrección armada y al federalismo constituido ``desde
abajo´´, es decir, mediante pactos libres entre los poderes locales de municipios o juntas. Esta facción
extremista dificulto la actuación política de los republicanos
-Hay una etapa de pactos entre comités provinciales del Partido republicano Federal. El líder del
comité catalán del Partido Republicano, Valentí Almirall, firma en Tortosa un pacto federal entre los
comités del Partido Republicano de Cataluña, Aragón, País Valenciano y Baleares, donde se prefigura
el modelo de organización de una república federal, se fija la meta de convertir el pronunciamiento
de Septiembre de 1868 en una revolución y de articular una organización federal de las provincias
unidas por similitudes geográficas y pasado histórico común; asimismo, se rechazaba el uso de la
fuerza para alcanzar los objetivos propuestos. De inmediato se firmó un pacto similar en Córdoba,
congregando a los comités federales de Andalucía, Extremadura y Murcia, aunque en esta ocasión
se probó el derecho a la insurrección si los principios de la ``Revolución Española´´ se atacaban y
si los medios legales no fueran suficientes para alcanzar la república federal. Los comités de ambas
Castillas y de las provincias de León los siguientes en firmar en Valladolid un pacto federal en el que
se proclamaba el derecho a la insurrección de ser atacados los derechos individuales conseguidos en
la revolución. En la Coruña se firmó el pacto de Asturias y Galicia y en Eibar el de Euskadi. Todo el
mes en el que se desarrolló este proceso de pactos culminó con la firma el 30 de Junio en Madrid del
``Pacto Nacional´´, según el cual:
. Se creaba una asamblea central con tres representantes por cada cinco pactos regionales,
responsables ante sus respectivos comités
. Se firma un manifiesto en el que Pi invitaba a todos los firmantes a establecer un ``lazo común´´ y
determinar la estrategia del Partido Republicano Federal, que, en cualquier caso, no estaría por encima
de la soberanía de cada pacto regional
-El contenido social de las sublevaciones de 1868-1869 y 1873: En el último tercio del siglo XIX
muchos trabajadores identificaban el término república con cambios estructurales profundos,
distribución de la riqueza, reparto de tierras (La cuestión agraria, el llamado ``hambre de tierras´´,
la existencia de grandes masas de la población sin tierras propias que no tenían más remedio que
trabajar para los terratenientes como jornaleros por sueldos de miseria, comienza a tomar importancia
en las reivindicaciones) y justicia social. A las reivindicaciones de los trabajadores se unieron las de
la facción intransigente del Partido Republicano Federal, dentro del cual los grandes parlamentarios
estaban preocupados por las libertades, los derechos ciudadanos y las formas de gobierno, pero los
líderes locales estaban más interesados en las demandas de menestrales y campesinos republicanos
que sufrían en sus familias las quintas o los impuestos. Como consecuencia de todo ello no tardaron
en estallar sublevaciones republicanas de contenido social en:
. Jerez (Donde en Marzo de 1869 los campesinos se amotinaron contra la quinta decretada por Prim y
pidieron la devolución de los bienes comunales)
. En 1873, durante la Primera República, hubo movimientos sociales como los de los campesinos
andaluces (Que ocupaban tierras para repartírselas) o el de los obreros de Alcoy (Que promovieron
una huelga general).
-La proclamación de la Primera República (11 de Febrero de 1873) y el Proyecto Constitucional (No
fue promulgado) de 1873
Durante el Sexenio se hizo patente la desconfianza de los trabajadores hacia el liberalismo tradicional;
los motines de subsistencia, los promovidos contra las quintas y las huelgas industriales organizadas
fueron los primeros pasos de un movimiento obrero que comenzaba a alejarse de los partidos políticos
dirigidos por la burguesía. Los obreros emplearon dos vías para reivindicar sus derechos:
-La acción directa contra los empresarios mediante la convocatoria de huelgas y la creación de
sindicatos o sociedades de resistencia estables y organizadas.
-La acción política, destinada a presionar a las autoridades mediante elecciones, actos multitudinarios
(Mítines y manifestaciones) y, aprovechando la libertad de asociación que concedía la Constitución de
1869, la creación de formaciones políticas que buscaban convertirse en partidos de masas
Con estas acciones los trabajadores pretendían no solo mejorar sus condiciones de vida, sino también
promover una revolución política y un cambio social profundo. Los medios debían ser asociaciones
y métodos de lucha exclusivos de los trabajadores, sin atarse a las organizaciones de la izquierda
liberal y burguesa. Los anarquistas eligieron la vía de la acción directa, mientras que los socialistas,
inclinados hacia el marxismo, combinaron ambas, aunque prefirieron la acción política.
El anarquismo
Más tarde, llegó a España de la mano del partidario de Bakunin Giusseppe Fanelli la Asociación
Internacional de Trabajadores (AIT o Primera Internacional) Junto a Fanelli surgieron los primeros
líderes obreros de España, influidos por el anarquismo, como el tipógrafo Anselmo Lorenzo. En
1870, los bakunistas (Anarquistas seguidores del ideólogo anarquista Mijail Bakunin) crearon la
Federación Regional Española (FRE) sección de la AIT que en 1873 contaba con entre 30.000 y
40.000 afiliados. Su estructura organizativa se construyó de forma autónoma, según los principios
anarquistas, dándose mucha libertad a las secciones de cada oficio. La FRE se distinguió también por
ser apolítica y mostrar una indiferencia total hacia las elecciones. El desprecio por el parlamentarismo
y el rechazo de la centralización que implicaba el estado liberal, así como la defensa de la acción
directa y la autonomía regional y local hicieron del anarquismo una fuerza enormemente popular
entre los obreros industriales de las regiones mediterráneas y entre los jornaleros andaluces. En 1874,
la FRE fue prohibida, por lo que sus miembros tuvieron que pasar a la clandestinidad. Más tarde
(1876) la AIT se disolvió. Sin embargo, la FRE resurgió en 1881 con el nombre de Federación de
Trabajadores de la Región Española (FTRE); en ella las organizaciones andaluzas (Partidarias de
la acción violenta directa) adquirieron enorme influencia (Dos tercios del total en 1882) frente a los
representantes de las asociaciones catalanas. En 1888 la FTRE se extinguió fruto de la división entre
las organizaciones anarquistas y la represión
El socialismo
En 1872 un pequeño grupo de obreros de Madrid que habían sido expulsados de la FRE, bajo el
liderazgo de Pablo Iglesias, creó un grupo de inspiración marxista-socialista; en 1873 este grupo
se incorporó a la Sociedad General del Arte de Imprimir, una sociedad de socorro mutuo para los
tipógrafos. En 1879 este grupo marxista-socialista de trabajadores fundó, con Pablo Iglesias al
frente de nuevo, el Partido Socialista Obrero Español, y a partir de la Sociedad General del Arte
de Imprimir creó en 1888 un sindicato afín, la UGT (Unión General de Trabajadores). La UGT se
nutrió de obreros cualificados y urbanos que, a su vez, formaban parte de las sociedades de oficio.
Estas constituían federaciones nacionales que se unían, por profesiones, en el seno del sindicato
socialista, dotado de una dirección más centralizada que la anarquista; los miembros de la UGT
empleaban, además, unas tácticas mucho más moderadas. Durante la última década del siglo XIX la
UGT tuvo dos núcleos fundamentales: Las sociedades de oficio madrileñas y las sociedades obreras
de metalúrgicos y mineros en el norte de España. El PSOE fundo en 1886 su propio periódico, El
Socialista, participó en la creación de la Segunda Internacional (1889) y rechazó toda colaboración
con los partidos políticos burgueses. La influencia del PSOE se limitaba, a principios del siglo XX, a
organizar desde 1890 manifestaciones pacíficas cada Primero de Mayo para reivindicar la jornada de
ocho horas. También obtuvieron algunas concejalías en ayuntamientos
La evolución económica de España en el s. XIX se puede dividir en dos etapas: Una de mayor
estancamiento (1800-1860) en la que se produjeron descensos permanentes de precios (Que
perjudicaban el crecimiento económico) guerras y pérdida de las colonias americanas, y otra
(1860-1901) caracterizada por un ritmo de crecimiento más rápido. El s. XIX español fue en el ámbito
económico un período de lento crecimiento y atraso en comparación con la evolución del resto de
países industrializados de Europa Occidental y Central, EEUU y Japón; España formó parte del
conjunto de países y regiones periféricas de deficiente industrialización situados sobre todo en Europa
oriental y meridional
Tema 1 Agricultura
-La absorción de un capital que debería de haberse destinado a la industria (La burguesía invierte en
tierras en vez de en la industria ya que para ellos es una inversión más segura)
-Su incapacidad para reducir la mano de obra empleada (Ya que la única manera de reducir la
necesidad de mano de obra es la mecanización, la cual en el campo español era escasa, ya que era más
barato pagar a los jornaleros sueldos de miseria que comprar máquinas)
-La falta de poder adquisitivo de los agricultores españoles, incapaces de generar un mercado con
poder adquisitivo suficiente para fomentar la producción industrial
-Ley de 1811: Aprobada por las Cortes de Cádiz, suprime el régimen señorial, los derechos feudales y
los señoríos jurisdiccionales; se mantuvieron los señoríos territoriales y los antiguos señores feudales
se convirtieron en propietarios de las tierras
-Leyes de 1820 y 1823: Aprobadas durante el Trienio Liberal. Se aprueba la desvinculación de los
mayorazgos, pero los liberales creen que la desvinculación total puede dar lugar a situaciones injustas,
por lo que fragmentan su disponibilidad: La mitad del patrimonio del mayorazgo se puede vender,
pero la otra mitad queda para el heredero siguiente. También se suprime el régimen señorial. Serán
derogadas por Fernando VII.
-Leyes de 1836 y 1837: Se vuelve a decretar la desaparición de los señoríos y mayorazgos. En 1841
Espartero promulga una nueva ley al respecto
Esta ley satisface a la alta nobleza pues la disolución del Antiguo Régimen de propiedad le permitía
vender y comprar libremente sus propiedades, y a la burguesía, pues le permite comprar estas
propiedades cuando se ponen en venta
Las desamortizaciones
-Primeros intentos con Carlos IV (1798) Las deudas heredadas del reinado de Carlos III y las guerras
contra los británicos pusieron a la corona al borde de la bancarrota y Godoy se vio obligado a buscar
financiación. A partir de 1798 el estado se apropió de bienes de la iglesia y los vendió. El importe
resultante se empleó para hacer frente al pago de las deudas
. La guerra contra los carlistas obligaba al nuevo estado liberal a obtener recursos para financiar las
campañas bélicas
-Desamortizaciones de Mendizábal:
. Desamortización de los bienes del clero secular y supresión del diezmo (Julio 1837)
Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron únicamente eclesiásticos, principalmente aquellos
que habían caído en desuso. A pesar de que se expropiaron gran parte de las propiedades de la Iglesia,
esta no recibió ninguna compensación a cambio. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar
tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se
decidieran a comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de intermediarios o testaferros.
-Ley de Septiembre de 1841, durante la regencia de Espartero, con el mismo contenido que la de
1837. Esta ley durará escasamente tres años y al caer Espartero fue derogada
-Durante la Década Moderada los moderados suspenden de la venta de propiedades del clero
desamortizadas y devuelven a la iglesia de los bienes no vendidos. En 1851 firman con la iglesia un
concordato por el cual el estado paga a la iglesia una cantidad anual en concepto de indemnización
por la desamortización
-Desamortización general de Madoz (1855) que afectó no solo a los bienes de la iglesia sino también
a las tierras y bienes municipales, y en virtud de la cual se subastaron todos los bienes raíces que
no perteneciesen a individuos privados (Salvo excepciones). Esta desamortización también buscaba
destinar parte de lo recaudado a subvencionar el ferrocarril. En 1856 se suspende la desamortización
de Madoz. En Octubre de 1858 O´Donell restablece la desamortización de Madoz, pero excluyendo
del ámbito de la misma los bienes de la iglesia. Hubo oposición en las cortes por parte de diputados
como Claudio Moyano y Andrés Bueno a la desamortización de bienes comunales, que consideraban
lesiva para los campesinos, pero al final la oligarquía impuso la desamortización de dichos bienes
para expoliárselos al campesinado. Hubo también quien afirmó que esta desamortización era una
violación del Concordato de 1851, pero los progresistas afirmaron que esta desamortización era
necesaria para el desarrollo del país y que ellos no habían firmado el concordato
Los bienes desamortizados podían ser adquiridos por los interesados mediante el pago de dinero en
metálico o canjeándolos por títulos de deuda pública. Cuando se compraban bienes desamortizados
sólo se abonaba el 10-20% (Dependiendo de la ley desamortizadora) al contado. Los compradores
de bienes desamortizados solían ser casi siempre la burguesía urbana, la burguesía rural y la nobleza.
La iglesia se opuso ferozmente a la desamortización de sus bienes, con excomuniones y apoyos al
carlismo, aunque manteniendo un papel ambiguo y sin llegar a enfrentarse frontalmente con el estado
liberal. Las zonas donde mayor incidencia tuvieron las desamortizaciones fueron Castilla-León,
Castilla-La Mancha, La Rioja, Extremadura y Cataluña; las zonas donde tuvieron menor incidencia
fueron Canarias, País Vasco, Asturias, Navarra, Baleares, Galicia y Cantabria.
-Surgimiento del problema agrario, el ``hambre de tierras´´: La existencia de una masa de campesinos
sin tierras que, privados de los censos o del uso de las tierras comunales se veían abocados a la
miseria más absoluta y no tenían más remedio que vender su fuerza de trabajo como jornaleros a los
grandes terratenientes por sueldos de miseria para sobrevivir. Esto dará lugar a ocupaciones de tierras
y rebeliones en el mundo agrario que normalmente acababan con matanzas de campesinos a manos de
la Guardia Civil
-Fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía urbana para crear la nueva elite
terrateniente.
-Distrae de la inversión industrial capitales que van a parar a la compra de bienes y tierras
desamortizadas
-La privatización durante la desamortización de Madoz de los bienes comunales que pertenecían a
los municipios hizo que muchos campesinos se vieran afectados al verse privados de unos recursos
que contribuían a su subsistencia (Leña, pastos etc) y cayeran en la más absoluta miseria al no poder
satisfacer ya sus necesidades más básicas; esto acentuó la tendencia emigratoria de la población
rural, que se dirigió a zonas industrializadas del país o a América. Este fenómeno migratorio alcanzó
niveles muy altos a finales del siglo XIX y principios del XX. A pesar de todo hay pueblos donde
los campesinos se asocian y se hacen con los bienes municipales desamortizados en las subastas para
reintegrárselos al pueblo
-Concentración la propiedad en cada región en proporción al grado existente previamente, por lo que
no se produjo un cambio radical en la estructura de la propiedad
-Se desamortizaban también los censos agrarios, pero antes de proceder a la pública subasta de esos
censos, se le ofrecía al censatario que pudiese comprar el censo y convertirse así en pleno propietario,
habiendo así muchos casos donde los censatarios pasan a ser propietarios
-Las condiciones de vida de muchos pequeños campesinos y asalariados agrícolas empeoraron con la
revisión de rentas y el endurecimiento de las condiciones de los contratos de los nuevos propietarios
-Exclaustración de miles de religiosos, muchos de los cuales, especialmente los más mayores, que no
podían trabajar, cayeron en la miseria
-Muchos cuadros y libros de monasterios fueron vendidos a precios bajos y acabaron en otros
países, aunque gran parte de los libros fueron a engrosar los fondos de las bibliotecas públicas o
universidades. También muchos fueron a parar a manos de particulares, que sin tener noción del valor
real de los mismos, se perdieron para siempre. Quedaron abandonados numerosos edificios de interés
artístico, como iglesias y monasterios, con la subsecuente ruina de los mismos, pero otros en cambio
se transformaron en edificios públicos y fueron conservados para museos u otras instituciones
-La desamortización supuso el paso a manos privadas de millones de hectáreas de montes, que
acabaron siendo talados y roturados, causando un inmenso daño al patrimonio natural español, lo cual
aún hoy es perceptible, y obligó al intervencionismo del Estado con la Ley de Montes de 24 de mayo
de 1863
La industrialización
En el siglo XIX en España la industria no se estancó, pero su desarrollo fue excesivamente lento,
quedando España rezagada del proceso que se estaba produciendo en otros países europeos. La
industria no encuentra suficiente demanda interna y tiene que orientarse a la exportación. No hay
suficiente inversión en industria, ya que los inversores españoles prefieren invertir en tierras, por lo
que habrá que recurrir a capital extranjero; también se depende del extranjero para conseguir materias
primas e innovaciones técnicas. La industrialización es fomentada por el fin del sistema gremial
que da lugar a la liberalización del mercado de trabajo, que permite la necesaria movilidad de la
mano de obra para nutrir de trabajadores a las fábricas. La industria española sufre un problema de
falta de recursos energéticos debido a la baja calidad del carbón español. Tiene lugar también una
regionalización de los grupos industriales
La industria textil
La industria siderúrgica
El desarrollo de la industria siderúrgica en España estuvo condicionado hasta finales del siglo XIX
por la escasa demanda; el principal demandante fue el ferrocarril. La industria siderúrgica española
padeció una insuficiencia energética y tecnológica. Las zonas de producción siderúrgica se situaron
cerca de los centros de producción de hierro: Andalucía, Asturias y el País Vasco
En Andalucía, en 1826 Manuel Agustín de Heredia constituyó una sociedad, La Constancia, dedicada
a la explotación del criadero de hierro magnético de Sierra Blanca. Seis años después los altos hornos
de La Constancia y La Concepción se convirtieron en la base y promesa de la siderurgia española.
Se instalaron altos hornos en otros lugares, pero no obstante, hasta 1861, Andalucía producía el 55%
del hierro peninsular. Poco a poco, la industria siderúrgica andaluza perdió su privilegiada posición y
entró en decadencia
En la década de 1850 tiene lugar el desarrollo de la industria siderúrgica asturiana en la cuenca del
Nalón, y en la década de 1880 el desarrollo de la
industria siderúrgica vasca en la cuenca del Nervión, destacando el papel de la familia Ybarra
Otras industrias
-Industria tipográfica y editorial (Madrid y Barcelona) que con su desarrollo abarata los periódicos y
los libros
-Industria del gas: Inicialmente concentrada en Barcelona y destinada a alumbrar la ciudad hasta que
posteriormente se extendió por Madrid, Bilbao, Zaragoza y Sevilla
-Industria química
El comercio
El ferrocarril
En el siglo XIX pronto se hizo imprescindible la creación de una red ferroviaria, que se fue creando
poco a poco desde mediados de siglo, aunque con enormes deficiencias, como una construcción
tardía, precipitada, poco planificada, con problemas de financiación, muy dependiente del capital
francés y con un ancho de vía distinto al del resto de Europa (Para evitar que un hipotético país
invasor enviase a sus tropas en tren por dentro del territorio español). El ferrocarril unía centros
industriales y mineros y era considerado indispensable tanto para el desarrollo interno de la economía
como para la integración de la economía internacional.
-Período 1855-1868: El Partido Progresista concibió al ferrocarril como un elemento básico para
la modernización del país. Durante este período la legislación bancaria y ferroviaria del Bienio
Progresista, así como el uso de fondos procedentes de la Desamortización de Madoz para financiar
el ferrocarril, favorece la expansión del ferrocarril en España. El punto de partida legislativo hay que
situarlo en la Ley General de Ferrocarriles de 1855, que dispuso todas las facilidades posibles para la
construcción de la red:
. Sistema de subvenciones
Destacaban dos compañías, Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España, financiada por
Crédito Mobiliario Español-Credit Mobilier (Familia Pereire), que realizó los tramos Madrid-
Valladolid, Valladolid-Burgos y Burgos-Irún, y la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza
y Alicante (MZA) financiada por José de Salamanca y la Sociedad Española Mercantil e Industrial
(Familia Rothschild) que realiza los tramos Madrid-Aranjuez (1851) Aranjuez-Albacete (1856) y
Albacete-Alicante (1858). Había otras compañías ferroviarias, como la Compañía Nacional de los
Ferrocarriles del Oeste, y también compañías destinadas a explotar tramos locales al margen de la red
local, como la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. A partir de 1860 el ritmo de construcción
de nuevas vías disminuyó, coincidiendo con el déficit presupuestario y la crisis política que afectaba
al estado; además, en 1866 estalló una crisis económica que frenó la expansión ferroviaria. La
recuperación no llegó hasta el último cuarto de siglo, cuando habían desaparecido casi todas las
compañías ferroviarias excepto dos, la del Norte y la MZA, que pudieron sobrevivir gracias a un
acuerdo que evitó la competencia entre ambas
Dinero y banca
El Código de Comercio de 1829 permite crear la bolsa de valores de Madrid en 1830, y la bolsa va
adquiriendo un papel progresivo como medio de financiación, a pesar de las limitaciones existentes:
Las acciones de empresa apenas representaban el 1% de la contratación real, el resto correspondía
a la Deuda Pública. En muchas ocasiones estos títulos estaban mal documentados, reconocidos de
forma deficiente desde el punto de vista jurídico y sin un plazo seguro de amortización, las empresas
cotizadas tenían una representación testimonial, sus títulos estaban bastante desprestigiados y en la
práctica la bolsa era simplemente un medio del estado para financiar la Primera Guerra Carlista
-El Banco Español de San Fernando (1829): Reemplazó al Banco de San Carlos, el cual, cargado de
deudas, fue liquidado, sus deudas saldadas y el capital restante destinado al Banco de San Fernando.
Era un banco de préstamos y descuentos cuyo objetivo era la financiación de las actividades del
estado
-El Banco de Isabel II (1844): Fue el primer organismo español de crédito. Se configuró como
un banco de préstamos y descuento similar al de San Fernando. Otorgó generosos préstamos a
empresas industriales y mineras, pero también a destacados miembros de la familia real como
la madre de la reina Isabel II, María Cristina de Borbón, y a su esposo, ambos muy dados a la
especulación en empresas ferroviarias. También favoreció a los gobiernos moderados de Ramón
María Narváez; compró acciones de otras entidades financieras francesas y británicas, así como de
las propias empresas a las que concedía préstamos. Su vida fue relativamente corta al sufrir una gran
concentración de riesgos en algunas operaciones crediticias, con lo que estuvo al borde de la quiebra;
sin embargo, gracias a las influencias del Marqués de Salamanca, consiguió evitar la quiebra y el
Ministro de Hacienda Ramón Santillán lo fusionó con el Banco de San Fernando, mucho más saneado
por concentrar su actividad en las operaciones financieras del Estado, dando lugar en 1847 al Banco
Español de San Fernando, el cual en 1856 pasaría a llamarse Banco de España
-El Banco de Barcelona (1844): Fue el primer banco comercial privado. Desarrolló operaciones de
emisión y comerciales, como el descuento de letras, préstamos con garantía, aceptación de depósitos y
mantenimiento de cuentas corrientes
-Deuda pública y clases pasivas (Aquellos que eran mantenidos por el estado: Viudas, exmilitares,
etc): 1/3 del presupuesto. En 1870 el servicio de la deuda supera la ½ del presupuesto
. 90% infraestructuras
. 0,6% educación
. 0,5% vivienda
. 1% asistencia sanitaria
Estamos ante una estructura de gastos propia de un estadio liberal y oligárquico, donde apenas se
destina dinero a servicios sociales, que eran vistos como un asunto privado de cada ciudadano y, en
casos de necesidad, de las organizaciones de caridad y beneficencia
En 1845, durante la Década Moderada, se lleva a cabo la reforma Mon- Santillán, una reforma fiscal
que buscaba la unificación del sistema fiscal, unificando y suprimiendo muchos pequeños impuestos,
acabar con las pervivencias del Antiguo Régimen en materia fiscal, dotar al estado liberal de una
financiación suficiente y priorizar los impuestos directos sobre los indirectos. La reforma estableció
impuestos directos e indirectos:
-Impuestos directos:
. Derecho de inquilinato (Que fue suprimido al año de implantarse debido a las protestas)
-Impuestos indirectos
. Derechos de hipoteca
La reforma Mon-Santillán no incluía en el sistema fiscal las rentas del trabajo y del capital, sobre
las que se asentaron en Europa los impuestos durante la industrialización. La reforma reordenó
la Hacienda pública, y perduró hasta las reformas de finales del siglo, pero no cumplió todos sus
objetivos y el sistema reformado tampoco fue suficiente para cubrir las necesidades del Estado, pues
los ingresos eran escasos. Los gastos, además de los propios de la administración consignados en
los presupuestos, eran generados en buena medida por la deuda. Asimismo generó protestas por el
incremento de los consumos. Los presupuestos del estado español, salvo en años concretos, arrojarían
un déficit continuo durante todo el siglo XIX
Laureano Figuerola, ministro de hacienda durante la mayor parte del sexenio, intensificó las medidas
liberalizadoras del Bienio Progresista:
-Estableció en 1868 la Peseta como única moneda nacional, con el fin de crear un mercado interior
unificado. Era de patrón bimetálico y el monopolio de emisión residía en el Banco de España
-Rebajó los aranceles aduaneros en contra de los intereses proteccionistas mediante la Ley de Bases
Arancelarias de 1869, el llamado ``arancel Figuerola´´
Sin embargo, no abordó ninguna reforma fiscal, por lo que el volumen de la deuda pública no se
redujo y pesó como una losa sobre los gobiernos del sexenio
Tras las reformas de Figuerola, en 1873 se creó el Banco Hipotecario de España; en ese mismo año
también se vendieron las minas de Río Tinto a empresas británicas para hacer frente al problema de la
deuda