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PENSAMIENTO CRÍTICO
Inteligencia Emocional
Período 41
Introducción
La inteligencia es un aspecto complejo que debe ser dimensionado desde diferentes puntos de
vista, considerando los aspectos individuales, sociales y culturales. La inteligencia emocional
traduce la capacidad para ejercer adecuado autoconocimiento emocional, autocontrol y
automotivación, estos logros se verán reflejados en habilidades sociales como la empatía, la
comunicación, la relación interpersonal, el liderazgo y la convivencia.
Automotivación
Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer
nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos. En este factor es imprescindible cierto
grado de optimismo e iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con
tesón y de forma positiva ante los imprevistos. La diferencia es que en el primero hace referencia
a nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre conectados a nuestros valores,
a nuestra esencia y en el segundo permite orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarse de los
contratiempos, de gestionar el estrés.
Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los
demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La detección
de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden expresar mediante signos no
estrictamente lingüísticos (un gesto, una reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer
vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos.
Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es el primer paso para
comprender e identificarnos con las personas que los expresan. Las personas empáticas son las
que, en general, tienen mayores habilidades y competencias relacionadas con la Inteligencia
Emocional.
El objetivo principal de esta área, va a ser conocer aquellas distintas emociones que nos vamos a
encontrar en nuestras experiencias de relación con las personas. Emociones que aprenderemos a
reconocer cuando las observamos en los demás, pero que sobre todo tenemos que aprender a
diferenciar cuando las experimentamos en nosotros mismos, por lo que es necesario conocer los
diferentes tipos de emociones del ser humano como un concepto dentro de la inteligencia y
encontramos las siguientes:
1. Emociones primarias saludables: Son las respuestas fundamentales a las situaciones. - Llegan
con rapidez y se van con prontitud. - Son la fuente de la inteligencia emocional. - Si se las reconoce
se puede usar como guía.
2. Emociones primarias no saludables: Siguen siendo los sentimientos más básicos, “verdaderos”
pero han dejado de ser saludables. Surgen como reacción a una situación externa o interna. La
situación ya paso, pero sigue perdurando la emoción. Son sentimientos que te mantienen prisionero
y te desorganizan.
3. Emociones secundarias o reactivas: Son un tipo de emoción que responde a un sentimiento más
primario. La mujer educada en la sumisión llora cuando está enfadada, el hombre que ha escuchado
que tiene que ser fuerte se enfada cuando tiene miedo. Se vuelven recurrentes en bucles
interminables, sin ninguna causa manifiesta.
4. Emociones instrumentales: Expresa esas emociones porque has aprendido que las demás
personas reaccionarán del modo que uno quiere. No se es consciente. Las personas pueden llegar
a sentirse manipuladas y se alejan. Se lloriquea para conseguir compasión. Se muestra el enfado
como forma de control de otras personas. Se muestra miedo para evitar
En el mundo cotidiano, para tener éxito ninguna inteligencia es más importante que la personal,
según Gardner, psicólogo de la Facultad de Ciencias de la Educación de Harvard, uno no la tiene,
elegirá inadecuadamente con quién casarse, qué trabajo aceptar, entre otros factores e incluye las
capacidades para discernir y responder adecuadamente al humor, el temperamento, las
motivaciones y los deseos de los demás.
La inteligencia interpersonal es la capacidad para comprender a los demás: qué los motiva, cómo
operan, cómo trabajar cooperativamente con ellos. Y la distingue de la inteligencia intrapersonal,
clave del autoconocimiento, como el acceso a los propios sentimientos y la aptitud de recurrir a
ellos para guiar nuestra propia conducta.
Conclusiones: