Você está na página 1de 2

El nuevo modelo educativo

Después de las revueltas sociales producidas durante el gobierno de Gonzalo


Sánchez de Lozada da como resultado su dimisión y el ascenso de un nuevo
gobernante más indigenal que cambia las políticas educativas bajo el nuevo modelo
educativo socio-comunitario productivo.

Con la implementación de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez el sentido de la


educación es abrirse a la comunidad y aprender mediante el diálogo entre
estudiantes/participantes, maestros, comunidad, y cosmos. Éste nuevo modelo
educativo toma en cuenta las diferentes culturas para enriquecerlos unos con otros
y sacando lo mejor de ellas.

Los pueblos originarios e indígenas son tomados en cuenta y se plantea una


educación popular por regiones acorde a sus necesidades y orientada a la mejora
desde y para la comunidad, es una educación que busca el “vivir bien” donde todos
deben estar en armonía, en comunidad con otros.

El nuevo modelo educativo busca la “descolonización”, esto significa que permiten


formar hombres y mujeres orgullosos de su cultura e historia, de sus raíces con los
que produzcan conocimientos desde su realidad para transformarla y de esta
manera contribuir a la consolidación de una identidad nacional.

El viejo modelo educativo

El viejo modelo educativo tiene sus raíces en la época colonial y como tal estaba
influenciada y sobre todo orientada por la iglesia católica y los poderes de turno que
modificaban a su antojo las políticas educativas de Bolivia. La ideología dominante
llevaba implícita exaltación de los valores hispánicos coloniales y el desprecio por
lo indígena y el trabajo manual.

En algunos sectores se apreciaba la clara orientación capitalista de las escuelas ya


que se formaban mano de obra calificada para la integración en la industria
capitalista.
En los sectores rurales, se trae la “modernidad educativa” imitando los modelos
pedagógicos de escuelas europeas y ve al “indio” boliviano portador de vicios y
defectos por lo tanto no eran agentes de progreso y desarrollo del país.

Pese a todos los esfuerzos para cambiar el viejo modelo educativo neocolonial, no
se logran avances significativos; es más, no se notan los resultados propuestos, por
lo tanto, es un fracaso.

En el viejo modelo educativo sólo importaba que el estudiante memorice y repita los
contenidos. El profesor era quien lo sabía todo y era el dueño del conocimiento.

Una gran parte de los contenidos eran descontextualizados y no se tomaban en


cuenta nuestros saberes y costumbres.

Conclusión y opinión personal

Las políticas educativas en Bolivia han pasado por un largo proceso de


transformación, que, de acorde a sus promotores, estaba sujeto a los intereses de
las élites gobernantes.

Si bien actualmente tenemos un nuevo modelo educativo, no está carente de


falencias. Esto no quiere decir que éste nuevo modelo educativo sea malo,
simplemente es diferente; al contrario de sus predecesores está más orientado a
nuestra identidad cultural, es más introspectiva.

Aún hay mucho trabajo por hacer, se tiene que trabajar con las herramientas que
contamos para poder seguir construyendo nuevos paradigmas, nuevas políticas que
nos permitan el crecimiento como cultura, nación y como seres humanos.

Você também pode gostar