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A continuación el fallo completo del TIP:

FALLO Nº:12/18 SALA "A": En la ciudad de Santa Rosa, Capital de la Provincia de La Pampa los
veintiséis días del mes de abril de dos mil dieciocho, se reúne la Sala "A" del Tribunal de
Impugnación, integrada por los señores Jueces Filinto Rebechi y Mauricio Piombi, asistidos por
la señora Secretaria María Elena Grégoire, a los efectos de resolver los Recursos de
Impugnación interpuestos por el señor Fiscal General de la Primera Circunscripción Judicial
Guillermo Sancho en fecha 16 de marzo de 2018 y el señor Defensor General Martín García
Ongaro en fecha 21 de marzo de 2018 en Legajo Nº25655/17 -registro de este Tribunal-,
caratulado: "GATICA, Carlos Daniel y otros S/ Recurso de impugnación", del que:

RESULTA: Que la Audiencia de Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, con fecha 6 de


marzo de 2018, mediante Sentencia Nº14/2018 -cuya copia fue adjuntada por la parte
recurrente (defensa) en ocasión de la presentación del recurso de impugnación- Falló:

1) Rechazar el pedido de Estado de Necesidad Exculpante (art.34 del C.P.) planteado por la
Defensa a cargo del Dr. Martín García Ongaro, en base a los fundamentos esgrimidos.

2) Absolver a Silvio Norberto ROJAS (...) en orden al delito de Sedición, Coacción y Daño
(artículo 229, 149 bis segundo párrafo y 183 todos del C. Penal), sin costas (...).

3) Absolver a Roberto Germán MORA BARTOLOME (...) en orden al delito de Sedición (artículo
229 del C. Penal) sin costas (...).

4) Absolver a José Luis FURRIOL (...), Daniel Narciso LOPEZ (...), Luis Rodrigo WIGGENHAUSER
(...), Carlos Daniel GATICA (...) y Marcelo Ormaldo CISNEROS (...) en orden al delito de Sedición
(artículo 229 del C. Penal) por el que resultaran acusados en el presente expediente, sin costas.

5) Condenar a Fernando Alberto ROLHAISER (...), Guillermo Julián GIMENEZ (...), Luis Horacio
BRUNO (...), Carlos Daniel MENDIBE (...) y Diego Hernán LOPEZ (...) como autores materiales y
penalmente responsables del delito previsto en el art.229 del C. Penal "Sedición", a la Pena de
TRES AÑOS de prisión de efectivo cumplimiento e Inhabilitación Especial para ejercer cargos
públicos por un tiempo doble del de la condena (art.235 primer párrafo del .Penal) (...).

Que contra dicha sentencia, el señor Defensor General Martín García Ongaro, por las
motivaciones de procedencia de "errónea aplicación de la ley sustantiva" (art.400 inc.1º del
C.P.P.), " inobservancia de las normas procesales "(art.400 inc.2º del C.P.P.) y "errónea
valoración de la prueba" (art.400 inc,3º del C.P.P.), interpone recurso de impugnación
conforme escrito presentado ante este Tribunal y agregado al sistema virtual, solicitando se
haga lugar al recurso interpuesto y en su mérito se absuelva a los sres. Fernando Alberto
ROLHAISER; Guillermo Julián GIMENEZ; Luis Horacio BRUNO; Carlos Daniel MENDIBE y Diego
Hernán LOPEZ.

Por su parte el señor Fiscal General Guillermo Sancho, interpone contra dicha sentencia,
recurso de impugnación en relación a la absolución de Daniel Narciso LOPEZ; Carlos Daniel
GATICA; José Luis FURRIOL; Marcelo CISNEROS y Luis Rodrigo WIGGENHAUSER, por la
motivación de procedencia de "errónea aplicación de la ley sustantiva" (art.400 inc.1º del
C.P.P.), conforme escrito presentado ante este Tribunal y agregado al sistema virtual,
solicitando se haga lugar al planteo formulado, dictándose sentencia condenatoria contra los
imputados aludidos precedentemente.

Habiéndosele dado el trámite abreviado (art.416 del C.P.P.), ha quedado ésta en condiciones
de ser resuelta, habiéndose establecido el orden de votación correspondiente, siendo el
primero el señor Juez Filinto Rebechi y luego el señor Juez Mauricio Piombi, y:

CONSIDERANDO:

El señor Juez Filinto Rebechi, dijo:

En principio cabe afirmar que los recursos de impugnación deducidos por la defensa de los
condenados Rolhaiser; Giménez; Bruno; Mendibe y López, como así también el interpuesto por
el señor Fiscal General, resultan admisibles a tenor de lo establecido en los arts. 400 incs. 1º,
2º y 3º, 402, 403 y 405 inc.1º de nuestro ordenamiento procesal.

Otro de los requisitos esenciales para la viabilidad de estos recursos, o sea los motivos en los
que se fundamentan, se encuentran debidamente explicitados, brindando los mismos el marco
de avocamiento y contralor que este Tribunal revisor debe efectuar. En el caso del interpuesto
a favor de las personas condenadas, a los efectos de garantizar a los mismos el derecho que
tienen de que la imputación concreta en su contra sea analizada una vez más en forma
integral, a los fines de legitimar plenamente el poder punitivo estatal, conforme lo dispuesto
por la Convención Americana de los Derechos Humanos (art.8:2) y el Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos (art.14.5), incorporados a nuestra Carta Magna como
ordenamiento legal positivo, con la reforma constitucional de 1994.

En tal sentido, la C.S.J.N. en el Fallo "Casal, Matías y otro" (del 20/09/05), al referirse sobre los
alcances de esta segunda instancia o doble conforme, expresó que: "(...) debe entenderse en el
sentido de que habilita a una revisión amplia de la sentencia, toda lo extensa que sea posible al
máximo esfuerzo de revisión de los jueces de casación, conforme a las posibilidades y
constancias de cada caso particular y sin magnificar las cuestiones reservadas a la inmediación,
solo inevitable por la oralidad, conforme a la naturaleza de las cosas".

Que teniendo en cuenta lo expresado precedentemente, habré de ingresar al tratamiento de


las cuestiones planteadas, con la amplitud de conocimiento y revisión expuesta.

En este sentido, el Tribunal de Juicio dio por probado el siguiente hecho: "(...) que el día
miércoles 11 de diciembre de 2013, a las 23:00 horas aproximadamente, Fernando A.
Rolhaiser -cabo primero-, Diego H. López -agente-, Guillermo J. Giménez -cabo primero-, Luis
H. Bruno -cabo primero- y Carlos A. Mendibe -sargento ayudante-, todos empleados policiales
cumpliendo funciones en la Policía de esta Provincia, ingresaron, junto a otros funcionarios
policiales uniformados y de civil, los que portaban armas de fuego, en forma violenta y con
ejercicio de la fuerza, al interior de la Jefatura de Policía, sita en intersección de calles
Pellegrini y Escalante de esta ciudad, haciéndose del mando de la misma, lo que permitía el
poder de disposición libre de sus instalaciones y de las dependencias que allí funcionan como
también de la oficina del CECOM (contigua a Jefatura), donde funciona el 101 -llamados de
emergencia-, obligando a los operadores a no atender los llamados, levantando el teléfono y
cortando, interrumpiendo de esta manera su normal funcionamiento; así expulsaron,
sacándolos por la fuerza, también por medios violentos a los Comisarios Eloy Rodríguez y
Francisco Icuza que en esos momentos se encontraban a cargo de la Jefatura y del CECOM
respectivamente; situación ésta que duró hasta el día siguiente, jueves 12 de diciembre
inclusive. Estos hechos violentos llevados a cabo y descriptos, tuvieron como única finalidad
exigir al Poder Ejecutivo Provincial el cumplimiento inmediato de doce peticiones que por
escrito le habían hecho llegar el mismo día 11 de diciembre en horario nocturno y al no recibir
la respuesta en forma inmediata a lo que pretendían, se sucedieron los hechos referidos. La
situación descripta finalizó en la noche del día jueves 12 de diciembre de 2013 al conceder en
entonces Gobernador de la Provincia un aumento salarial".

Las pruebas tomadas en cuenta por el a-quo a los efectos de dar por acreditado el hecho
descripto precedentemente, son:

1) la declaración prestada por el Comisario Mayor Eloy Rodríguez

2) lo declarado por los empleados policiales Luciano Martín y Carlos Bustamante;

3) la declaración del Comisario Roberto Castro

4) lo declarado por el Comisario Inspector Francisco Icuza que se encontraba a cargo del
CECOM;

5) la declaración de los operadores del 101 Alberto Echeveste y Cristina Piermattei.

6) la declaración prestada por el señor Jefe de Policía Ricardo Baudaux

7) La declaración efectuada por el entonces señor Gobernador Contador Oscar Mario Jorge;

8) la declaración de los siguientes funcionarios policiales:

a) Temístocles Torreani (Jefe de la Seccional 1ºa.)

b) Juan Mendiz (sub-Jefe de la Seccional 1ºa)

c) Omar Obholz (Jefe de la Seccional 2da.)

d) Germán Schamber (Sub-Jefe de la Seccional 2da.), y

e) Brian Elizondo (Oficial Inspector adscripto a la Seccional 3ra.)

9) la declaración de Enrique Calderón (Jefe de la Brigada de Investigaciones)

10) la declaración de Oscar Darío Paredes, y

11) la declaración de Diego Martínez (Sub-Jefe de Policía)

En primer lugar se analizarán los agravios expresados por la defensa:

A) Errónea aplicación de la ley sustantiva (art.400 inc.1º del C.P.P.)


A-1) Errónea aplicación de los dispositivos de los arts.45 ss. y cc. del C. Penal:

En relación a este agravio, la defensa considera que en orden a la aplicación de las reglas de
participación criminal y la imputación subjetiva consecuente (arts.45 ss. y cc. del C. Penal), el
déficit de la conclusión condenatoria con la que se funda el señalamiento subjetivo,
imprescindible para que se pueda configurar afirmativamente un juicio de autoría. Esto
(considera la defensa) significa un trato desigual entre los imputados, siendo que la situación
procesal de todos era la misma, sin embargo la sentencia operó selectivamente respecto de la
suficiencia de la acusación.

Basta ejemplificar (agrega más adelante) que ante la hipótesis de que las personas que habrían
ingresado al CECOM eran aproximadamente más de 40, no se explica cómo puede haber solo
una docena de imputados las personas que fueron traídas a proceso y -a la postre- solo cinco
de ellos fueron merecedores de reproche penal.

Esta postura de la defensa, si bien comprensible desde el punto de vista de su función técnica,
no es compartida por el suscripto, toda vez que el Tribunal de Juicio, dio razones suficientes
por las cuales arribó a una conclusión condenatoria contra un grupo de funcionarios policiales
y por otro lado, también dio sus fundamentos por los cuales resolvió la absolución de Rojas,
Mora, Furriol, López Daniel, Wiggenhauser, Gatica y Cisneros.

En este sentido, entraremos a merituar las pruebas por las cuales Rolhaiser, Giménez, Bruno,
Mendibe y Diego López, resultan condenados por el a-quo:

En primer lugar contamos con la declaración prestada por el señor Comisario Mayor Eloy
Rodríguez a cargo de la seguridad y guardia de la Jefatura de Policía, quien al tomar
conocimiento de los hechos, se dirige al CECOM. Que cuando se retira de este lugar, se
encuentra con "Rolhaiser", manifestándole que se retire, atento a que era un área restringida,
no haciéndole caso por lo que intenta retirarlo por la fuerza produciéndose un forcejeo con el
nombrado. Que este testigo debido al ininterrumpido forcejeo sufre un sofocamiento, cayendo
al piso. Que otras de las personas que identificó que ingresaron a Jefatura, son "Bruno",
"Mendibe" y "Giménez". Esta situación vivida por el Comisario Rodríguez, se encuentra
corroborada por los empleados policiales Luciano Martiní y Carlos Bustamante, observando
cuando el Comisario caía al piso, identificando ambos testigos a "Mendibe", "Giménez" y
"Rolhaiser".

Por su parte el Comisario Roberto Castro que era Jefe del Departamento de Operaciones en
Jefatura, al hacerse presente en el lugar no pudo ingresar. Que las personas eran comandadas
por "Giménez", que lo sacaron a empujones y que fueron agresiones físicas.

En relación a lo ocurrido en la oficina del CECOM, de la declaración prestada por el Comisario


Inspector Francisco Icuza que se hallaba a cargo, surge que un grupo de personas entre las que
se encontraba "Rolhaiser", ingresaron manifestando que a partir de ese momento iban a
tomar el CECOM, produciéndose una fuerte discusión entre estas personas y el Comisario Eloy
Rodríguez.
Este testigo posteriormente efectúa un relato de lo sucedido a partir de que estas personas
intentaban ingresar al CECOM. En esa oportunidad "Diego López" le expresó que lo dejara
entrar, expresándole que más vale lo hiciera por las buenas, siempre con amenazas.

Continúa relatando este testigo, que tuvo un intercambio de palabras con Diego López,
ubicándose uno de los ingresantes en la silla de los operadores del 101, expresando que iban a
apagar todo y que se quedaban en el lugar, cuando les dije que no lo hicieran, "me tomaron
del cuello, otro de los brazos y me sacaron".

Estas manifestaciones del Comisario Icuza, se encuentran corroboradas por los testimonios de
Alberto Echeveste y Cristian Piermattei, que se encontraban operando el 101 y fueron
retirados por las personas que ingresaron al lugar. Que 4 ó 5 personas lo sacaron por la fuerza
a Icuza agregando Piermattei, que "no tocaba el suelo con los pies".

En relación a que efectivamente se produjo la interrupción del 101 en esa oportunidad, el


señor Jefe de Policía Ricardo Baudaux, expresó que esa línea (la del 101) estaba interrumpida,
que la comunicación estaba cortada. Agrega que el señor Gobernador le comentó que intentó
hacer una llamada a la línea de emergencia y no fue atendido.

Por otra parte los testigos Temístocles Torreani, Juan Mendiz, Omar Obholz, Germán
Schamber y Brian Elizondo (de las Seccionales 1º, 2º y 3º de esta ciudad), resultan contestes en
declarar que los servicios de seguridad a la comunidad no podía prestarse eficazmente, toda
vez que faltaba personal, móviles y que el servicio del 101 se encontraba interrumpido.

Si analizamos estas pruebas glosadas precedentemente, es indudable que los funcionarios


policiales que resultaron condenado en la sentencia recurrida, tuvieron intervención directa en
lo sucesos acecidos el día 11 de diciembre de 2013 en la Jefatura de Policía de esta ciudad,
donde actuando por medio de la fuerza, se hicieron del control de la misma y por ende de las
dependencias que allí funcionan, incluyendo la oficina del CECOM, donde funciona el 101 de
emergencia para la población de esta ciudad, la cual se acreditó que dejó de funcionar,
poniendo en peligro la seguridad de los integrantes de esta comunidad, por no poder concurrir
la autoridad policial ante un llamado de emergencia.

En base a estas consideraciones y teniendo en cuenta que indudablemente no ha existido por


parte del a-quo un trato desigual, entre aquellos imputados que resultaron condenados y
aquellos por los cuales se ha dispuesto su absolución, toda vez que aquellos (los condenados)
se ha llegado a acreditar fehacientemente su intervención en el hecho motivo de estas
actuaciones, mientras que en el caso de los absueltos, aún cuando hayan tenido intervención
en el hecho, el accionar de los nombrados (de acuerdo a las conclusiones del a-quo y que
posteriormente se analizarán al tratar el recurso de Fiscalía), no se ha podido determinar que
sean merecedores de un reproche penal. De esta manera el agravio de la defensa en este
sentido, no puede prosperar.

IV a.2) Errónea aplicación del art.229 del C. Penal:

Entiende la defensa, que el Tribunal de Juicio ha aplicado erróneamente el delito de sedición


previsto en el art.229 del C. Penal, toda vez que se verifica un defecto en lo que concierne a la
corroboración de afectación del bien jurídico protegido por la norma penal, es decir no se
encuentra probada la lesión al bien jurídico que compromete el delito de sedición.

Este agravio deducido por la defensa, a criterio del suscripto no resulta procedente toda vez
que como bien lo ha explicitado el a-quo, el accionar de los imputados-condenados, fue muy
clara y concreta, en primer lugar la de tomar el mando de la Jefatura de Policía de esta ciudad
y que para lograr dicho objetivo, debieron ejercer fuerza y violencia física, como así tomando
el control del llamado del 101 que resulta ser el utilizado por la población, para requerir el
auxilio de la fuerza policial en caso de necesitarlo y el cual dejaron de atender dichos llamados.
Si a ello le sumamos que algunos de los imputados portaban armas de fuego
(independientemente de si fueron blandidas o no), nos da un cuadro claro y preciso en
relación al accionar de los nombrados. Todo ello con la finalidad de obtener por parte del
Poder Ejecutivo Provincial una serie de exigencias que incluso excedían un reclamo salarial
(como por ejemplo que cambiaran al señor Jefe de Policía Provincial).

La acción típica de esta figura (que resulta similar al delito de rebelión del art.226 del C. Penal),
consiste en "alzarse en armas", el cual consiste en una actividad grupal, relativamente
organizada, que implique una irrupción violenta, con uso de la fuerza (por ej. ocupación de
lugares y edificios) y disponiendo de armas -aunque no se lleguen a utilizarlas-. Debe además
tratarse de una actividad con idoneidad para oponerse a las fuerzas del gobierno en hostilidad
abierta (C.S.J.N. Fallos 54:432) (Código Penal Comentado y Anotado- Andrés D´ Alessio -Parte
Especial pag.731).

En lo que respecta al elemento subjetivo del tipo, es decir el accionar doloso de quienes
efectúan este tipo de hechos, debe tratarse de un dolo específico, es decir que el sujeto activo
tenga la intención de conseguir con dicho accionar, la finalidad que se propone al realizar el
acto, en el caso sub-examen, conseguir por parte del Poder Ejecutivo Provincial, una serie de
pedidos efectuado en un petitorio.

Tal como se ha venido analizado supra, es indudable que esa fue la finalidad de quienes
ejercieron el acto llevado a cabo (tomar la Jefatura, suspender la atención del 101, etc.), por lo
que es criterio del suscripto, que el elemento subjetivo del ilícito, se ha encontrado presente
en los imputados condenados en el presente legajo, por lo que el agravio de la defensa en este
sentido, no puede prosperar.

IV a.3) Errónea aplicación del art.34 del C. Penal:

En relación a este agravio, la defensa considera que por el modo en que pudo acreditarse en
juicio sobre las circunstancias evolutivas que secuenciaron los hechos atribuidos, que existió
una persistente y sostenida protesta de un sector importante de la población que por la
gestión de ese conflicto precipitó en los hechos que merecieron el reproche penal que culminó
con la condena.

En ese sentido se sostenía que la imposibilidad de articular un reclamo legítimo por parte de
los uniformados y el cierre de canales de diálogo por parte de las autoridades, favorecía un
marco de protesta que tuviera mayor impacto, sin que ello implique el reconocimiento de
acciones bajo la figura penal que la Fiscalía entendió verificadas.
La postura de la defensa en este sentido, de que es lógico que la causal de exculpación se
ponga en debate respecto de todos y no de modo singularizado por parte de cada imputado,
considerando la legitimidad de las acciones que fueron llevadas adelante por sus defendido,
tratándose de un acto de protesta de tipo sectorial.

Si bien en un comienzo, existió una legitimidad en cuanto al reclamo sectorial de los


funcionarios policiales, el mismo se excedió cuando por medio de la fuerza, ingresan a la
Jefatura de Policía, portando armas de fuego y logrando tener el control de la misma, lo que
trajo como consecuencia que pudieran acceder a las oficinas del CECOM en donde funciona el
101, interrumpiendo la atención del mismo y por ende dejando desprotegida a la población
civil ante cualquier tipo de reclamo.

No resulta posible justificar este tipo de acciones por parte de una fuerza de seguridad de la
Provincia, exhibiendo portación de armas de fuego y realizando acciones violentas con la
finalidad de obtener lo que solicitaban, que si bien podía llegar a ser justo dicho reclamo, no
resulta posible que para la obtención del mismo, se empleen medios violentos que en
definitiva afectaron a la sociedad en su conjunto.

La defensa trata de justificar el accionar de sus defendidos, haciendo alusión a los Convenios
Internacionales (convenios de la OIT) y los derechos sindicales de los empleados en fuerzas de
seguridad. Es indudable que dichos trabajadores, poseen todos los derechos protegidos
constitucionalmente, pero cuando dichos trabajadores, a los efectos de conseguir sus
reclamos, utilizan medios violentos o dejando de atender los medios puestos a su disposición
para garantizar las seguridad del grupo social con el que conviven (como serían ingresar por la
fuerza en Jefatura de Policía con la finalidad de no permitir el funcionamiento del 101 por
parte de la población civil), ese accionar excede los derechos constitucionales de los
intervinientes y pasan a constituir un ilícito penal por el cual resultaron condenados en el
presente legajo.

Es por estas consideraciones que este agravio de la defensa no puede prosperar.

IV.a.4) Errónea aplicación de los arts.40 y 41 del C. Penal:

La fundamentación del a-quo a los efectos de imponer la pena a sus defendidos, resulta ser
arbitraria, ya que la puesta en riesgo del bien jurídico, o su eventual lesión es la base para
tener por configurada la figura penal, que se intenta debatir en su aplicación, lo que implica
que resulta irrazonable y reiterativa su mención como una circunstancia que permita merituar
la cantidad de pena a imponer.

Esta postura de la defensa, no es compartida por el suscripto, toda vez que (como ya lo he
expresado en otras oportunidades), a los efectos de la merituación de la pena a imponer a un
imputado (en cualquier tipo de ilícito por el cual resultara condenado), el Tribunal de Juicio,
debe merituar dentro de la figura penal impuesta, la mayor o menor gravedad del hecho
cometido (además de otras características del imputado) dentro de la figura que corresponda
y en base a dichas circunstancias, fijar el monto punitivo a imponer.

Tal circunstancia no significa como pretende la defensa que a los efectos de la aplicación de la
pena a imponer se analiza la figura penal por la que fuera condenado, siendo dicho accionar
reiterativo, sino que indefectiblemente el sentenciante, dentro de la figura imputada, debe
merituar la mayor o menor actividad desarrollada por el activo en la figura penal por el que
resultara condenado, sucediendo dicho análisis en la aplicación de cualquier ilícito establecido
en las leyes penales.

En este sentido el a-quo en el análisis de los hechos y demás circunstancias de los sujetos
activos del ilícito, fijo una pena acorde con las mismas, la cual a criterio del suscripto, resulta
ser razonable. En base a estas argumentaciones, este agravio de la defensa no puede
prosperar.

B) Inobservancia de dispositivos procesales (art.400 inc.2º del C.P.P.):

En relación a este agravio, la defensa considera que los efectos de la acusación fiscal,
representan un déficit de orden procesal que también merece ser incorporado en el marco de
los agravios de inobservancia de normas rituales.

Este orden de agravios tiene una raíz de derecho fundamental y constitucional porque existe
por parte de los imputados el derecho fundamental de ser acusados por una acusación
congruente y ese derecho tiene la contrapartida de que el Ministerio Público Fiscal tiene la
responsabilidad y obligación política de probarlo.

Si bien la postura de la defensa, al considerar que la acusación del Ministerio Fiscal efectuó
una acusación incongruente y que no se ha acreditado el hecho motivo de la acusación, puede
llegar a entenderse teniendo en cuenta la función defensiva que debe cumplir, la misma no es
compartida por el suscripto. Ello toda vez que si analizamos los fundamentos vertidos por el
señor Fiscal General Guillermo Sancho al producir sus alegatos de apertura y clausura en el
transcurso de la Audiencia de Debate, surge claramente y sin lugar a ningún tipo de dudas, que
la acusación producida es totalmente congruente y que los hechos enrostrados a aquellos
funcionarios policiales que resultaron condenados, se encuentran plenamente acreditado, tal
como lo he descripto ut-supra, ya que la portación de armas de fuego se encuentra acreditado
con los dichos de testigos presenciales, como así también que los intervinientes eran un grupo
significativo de personas (aún cuando solamente se reconocieron unos pocos) y que
indudablemente se encontraban perfectamente organizados.

Todas estas características fueron aludidas por el señor Fiscal general al momento de efectuar
su alegato, por lo que no puede hablarse de de que "eligió una figura penal en forma
antojadiza", sino que basó la misma, en pruebas claras y concretas.

Por lo expuesto, este agravio de la defensa no puede prosperar.

C) Errónea valoración de la prueba (art.400 inc.3º del C.P.P.).

En relación a este agravio, la defensa considera que la sentencia recurrida, incurre en una
errónea valoración de la prueba en atención a la situación planteada y relacionada al CECOM y
la Jefatura de Policía.

La postura de la defensa en el sentido de que el criterio de fiscalía de que hubo trastorno en el


servicio, modificando posteriormente el mismo, en la dirección de que algunos teléfonos no
fueron atendidos, carece de veracidad toda vez que el 101 en ningún momento perdió su
continuidad, no se compadece con lo informado por Icuza y Rodríguez, como así también por
lo expresado por funcionarios policiales que se encontraban en el CECOM y que fueron
obligados a dejar ese lugar a los manifestantes que ingresaron.

Por otra parte, es indudable que la finalidad de las personas que ingresaron por la fuerza a la
Jefatura de Policía y especialmente al CECOM donde funciona el 101, lo fue con la intención
clara y concreta de que este último servicio hacia la comunidad, no fuera atendido ello con la
finalidad de ejercer presión sobre el Poder Ejecutivo para obtener lo que estaban reclamando

Es criterio del suscripto, que resulta innecesario volver a relatar lo expresado por los testigos
que declararon en el debate respecto a la situación de desprotección en que se encontró la
sociedad en oportunidad de los hechos descriptos, toda vez que tanto Fiscalía en su alegato
como el a-quo en la sentencia recurrida, manifiestan con claridad y en forma muy precisa esa
situación, por lo que a lo allí expresado "brevitatis causa" me voy a remitir y por ende
desacreditan lo expresado por el recurrente, respecto al normal funcionamiento del 101 y que
fuera motivo del presente agravio. A modo de complemento, debo hacer alusión a lo
declarado por Hugo Alberto Echeveste (cumpliendo funciones en el CECOM), expresando que
una vez que los manifestantes estuvieron dentro, no pudieron recibir ningún llamado porque
les dijeron que no atendieran ningún teléfono, sonaron los teléfonos y no fueron atendidos.
Por lo expuesto, el presente agravio deducido por la defensa, no puede prosperar.

Es por estas consideraciones, que corresponde no hacer lugar al recurso de impugnación


interpuesto por el señor Defensor General Martín García Ongaro en fecha 21 de marzo de
2018, confirmando en consecuencia el Punto Quinto de la Sentencia Nº14/18 de fecha 6 de
marzo de 2018, dictada por la Audiencia de Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, sin
costas (art. 474 y c.c. del C.P.P.).

Seguidamente se pasará a analizar el Recurso Interpuesto por el señor Fiscal General:

A) Inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva (arts.400 inc.1º del C.P.P.

El agravio del Ministerio Fiscal, está basado en considerar que las absoluciones de Daniel
Narciso LOPEZ; Carlos Daniel GATICA; José Luis FURRIOL; Marcelo CISNEROS y Luis Rodrigo
WIGGENHAUSER, deben ser revocadas, al entender que la circunstancia de que estos no hayan
ejercido violencia contra los jefes Icusa y Eloy Rodríguez para poder ingresar, ya sea a la
Jefatura de Policía o al CECOM, no los excluye de haber tomado parte en la ejecución de los
hechos violentos que tuvo por acreditado el Tribunal.

El Tribunal de Juicio al resolver la absolución de los nombrados y que fuera motivo de agravio
por parte de Fiscalía, considera que no existe prueba alguna que de manera directa o indirecta
involucre a los nombrados durante la sucesión de los eventos motivo del presente Legajo.

En relación a la situación de Wiggenhauser y Furriol, el a-quo considera que, si bien los


nombrados participaron de la reunión con los funcionarios políticos del gobierno provincial,
ello no implica bajo ningún concepto que por esa sola circunstancia hayan cometido delito
alguno.
Con respecto a la nota remitida por el Comisario Eloy Rodríguez al señor Fiscal General Juan
José Baric, al poner en conocimiento de los hechos acaecidos, identificó a los ingresantes en
Jefatura a Carlos Gatica y Germán Bartolomé, al momento en que el nombrado Rodríguez
declara como testigo en la Audiencia de Debate, nada dice respecto a Gatica, considerando el
a-quo, que esta declaración prestada como testigo, posee más valor que un documento.

Por otra parte, considera que en el caso de Bartolomé, el nombrado no pudo ser reconocido
por Rodríguez, por lo que el Ministerio Fiscal no lo acuso por no haber sido reconocido por el
testigo, surgiendo de ello, que en la misma situación se encontraría el caso de Gatica.

Con relación a la presencia de Furriol en la Dirección de Comunicaciones de la Escuela de


Policía, el Comisario Vigne a cargo de dicha dependencia, expresa que si bien Furriol se hizo
presente en el lugar, junto a otras personas, luego de conversar se retiraron del lugar sin
realizar ningún acto de hostilidad o violencia.

Es indudable que el Tribunal de Juicio, ha arribado a una conclusión absolutoria respecto a los
imputados por los cuales se agravia el Ministerio Fiscal, luego de analizar las pruebas
producidas y también el conocimiento personal de los nombrados, que brinda en tal sentido la
inmediación que permite la realización de la Audiencia y que indudablemente, resulta de
fundamental importancia cuando se debe resolver la situación procesal de un imputado,
máxime en este estado procesal, que para arribar a una sentencia condenatoria, debe estar
acreditado fehacientemente que el accionar de un imputado, resulta encuadrable en una
figura penal, en el caso sub-examen, en el delito de Sedición (art.229 del C. Penal).

En este sentido, si bien el a-quo no hace alusión que en el caso de Daniel López, Carlos Gatica,
José Furriol, Marcelo Cisneros y Luis Wiggenhauser, debe ser aplicado el principio "in dubio pro
reo" es indudable que en el espíritu del juzgador, ha existido una duda más que razonable
respecto a que los nombrados habrían cometido el delito que le imputara la Acusación, por lo
que resolvieron su absolución, situación legal ésta, que el suscripto considera ajustada
plenamente a derecho.

Que teniendo en cuenta dicha premisa, corresponde no hacer lugar al recurso de impugnación
interpuesto en fecha 16 de marzo de 2018, por el señor Fiscal General Guillermo Sancho,
confirmando en consecuencia el Punto Cuarto de la Sentencia Nº 14/2018 de fecha 6 de marzo
de 2018, dictada por la Audiencia de Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, sin costas
(arts.474 del C.P.P.).

El señor Juez Mauricio Piombi, dijo:

Que compartiendo los fundamentos de mi colega de Sala, expido mi voto en el mismo sentido.

En mérito al acuerdo que antecede, el TRIBUNAL DE IMPUGNACIÓN PENAL:

FALLA:

PRIMERO: No haciendo lugar al recurso de impugnación interpuesto por el señor Fiscal General
Guillermo Sancho en fecha 16 de marzo de 2018, confirmando en consecuencia el Punto
Cuarto de la Sentencia Nº14/2018 de fecha 6 de marzo de 2018, dictada por la Audiencia de
Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, sin costas (arts.474 y c.c. del C.P.P.).

SEGUNDO: No hacer lugar al recurso de impugnación interpuesto por el señor Defensor


General Martín García Ongaro en fecha 21 de marzo de 2018, confirmando en consecuencia el
Punto Quinto de la sentencia Nº14/2018 de fecha 6 de marzo de 2018, dictada por la
Audiencia de Juicio de la Primera Circunscripción Judicial, sin costas (arts.474 y c.c. del C.P.P.)

TERCERO: Protocolícese, notifíquese y remítase el presente a la Oficina Judicial de esta ciudad.

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