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1600 a 1400 AC

- ETAPA DE ESCLAVITUD EN EL ANTIGUO EGIPTO

Los israelitas permanecieron en Egipto


400 años, Vivian pacíficamente al
principio pero más tarde fueron hechos
esclavos por el faraón de Egipto y
utilizados como mano de obra para la
construcción de grandes obras públicas.

Era una minoría y estaba formado y


representada por prisioneros, diversas
formas de servidumbre, destacan los
trabajos forzados, constantes
obligaciones, Tenían derechos legales y
en muchos casos podían recibir un
salario.

1400 AC – 1300AC
- NACIMIENTO DE MOISES

La princesa egipcia descubrió la cesta y a Moisés dentro


de ella, la criatura fue entregada a la princesa, Moisés
fue criado como si fuese un hijo de la princesa egipcia y
el hermano menor del futuro faraón de Egipto.

Escogido por Dios para que fuera un líder y pudiera sacar


a su pueblo Israel de la esclavitud que permanecía más
de 400 años permanecían en el antiguo Egipto, Moisés se
retira a vivir al desierto de Madian a la edad de 40 años
y pasó otros 40 años en el desierto.

Dios se aparece a Moisés en una zarza de fuego que


ardía sin quemarse y le anuncio que sería el libertador del
pueblo y un instrumento de Dios.

1280 AC
- PASCUA JUDIA

El día 10 del mes de abib, las familias escogían una


oveja o una cabra de un año de edad y el día 14 la
sacrificaban. En la primera celebración de la pascua,
los israelitas salpicaban sangre del animal sobre la
parte superior de la entrada y sobre los postes de la
puerta, lo asaron y se lo comieron (Éxodo 12:3-9).

Fiesta central del cristianismo, para los israelitas el día


empezaba con la puesta de sol, Dios les ordeno a los
israelitas que se sacrificaran una oveja justo después de la puesta de Sol que
daba inicio al 14 de nisán y que comieran su carne esa misma noche, así es
que sacrificaban el animal y se lo comían el 14 de nisan.

1200 AC
- 40 AÑOS EN EL DESIERTO Y LOS 10 MANDAMIENTOS

El pueblo tuvo que caminar durante 40 años en el


desierto para llegar a la tierra prometida. Dios
llamo a Moisés al monte Sinaí y allí permaneció 40
años y 40 noches. En las cuales Dios le indicó la
manera en que el pueblo debía organizarse para
rendir culto.

Mientras tanto, los israelitas se olvidaban de la


alianza y cayeron en la idolatría. Como Moisés
demoraba en bajar del monte, le pidieron a su
hermano Aarón que construyera un becerro de
oro para poder adorarlo como un Dios. Así lo
hicieron, rompiendo por primera vez la alianza y
faltando a su pacto con Dios. Pero frente a la
dureza del corazón de los hombres Dios
misericordioso los perdono.

El pueblo construyo un Arca para guardar las tablas de los mandamientos


que Dios le había dado a Moisés. Esto les recordaría el pacto de amor por el
cual Dios lo había elegido como a su pueblo y la promesa de fidelidad que
ellos habían hecho de cumplir sus mandamientos.

Antes de morir, Moisés nombró a Josué como su sucesor, encargándole que


guiara al pueblo en el tiempo de la conquista.

1200 – 1100 AC
- CONQUISTA DE LA TIERRA PROMETIDA

Después de tantos años los israelitas


llegaron a la Tierra Prometida. Era alrededor
del año 1200 AC y Josué, desde la otra orilla
del río Jordán, se preparó para llevar
adelante la conquista. Josué partió con un
grupo de israelitas a explorar la tierra de
Canaán. La conquista de la tierra se realizó
en sucesivas batallas, logró ganar una a
una las ciudades, de sur a norte.

Acabada la conquista, Josué reunió a los israelitas en la ciudad de Siquiem,


en donde se levantó un altar para ofrecer a Dios sacrificios en acción de
gracias. Sobre las piedras de ese altar, grabó cada uno de los
mandamientos de la Ley que Dios había dado a Moisés. Y frente al Arca de
la Alianza, todo el pueblo juró fidelidad a Dios para siempre.

1100 – 1000AC
- LOS JUECES

La figura de Josué fue fundamental para la conquista de la Tierra prometida


por su valentía y por su fuerza para conducir al pueblo, pero por sobre todo,
por su fidelidad a Dios.

Ya anciano, recibió el saludo de los representantes de cada una de las tribus,


que le agradecían por haberlos guiado y conducido en la conquista.

Las tribus estaban constituidas como clanes, cada una de ellas bajo la
autoridad de un jefe o caudillo, a los que se conoce con el nombre de
jueces. Estos hombres no eran los encargados de administrar justicia, sino los
que organizaban la vida de cada una de las tribus para que vivieran todas
en fidelidad a la alianza, poniéndose al frente del pueblo en los momentos
de amenaza o peligro.

Cada tribu se conducía de forma independiente, pero todas se sentían


parte de un mismo pueblo. Esta conciencia de unidad se despertaba
cuando alguna de las tribus se encontraba frente al enemigo; muchas se
unían en su defensa y, desaparecida la amenaza, volvía cada uno de ellas
a su lugar.

El Arca de la Alianza permanecía en el centro de la tierra, en la región de


Silo, recordándoles la presencia de Dios entre ellos.

Poco a poco, el pueblo de Dios fue adaptándose a la vida sedentaria. Los


israelitas habían vivido muchísimos años de esclavitud, después de los cuales
tuvieron que caminar como nómades por el desierto. No era fácil ahora
organizarse como nación y empezar a vivir en lugares fijos. En muchas
regiones, los israelitas convivían en el mismo territorio con los cananeos,
intercambiando sus diferentes formas de vida. Los cananeos creían en
muchos dioses a los que llamaban BAALES.
El pueblo de Israel aprendió de sus vecinos a trabajar la tierra, y
lentamente los hombres comenzaron a vivir como agricultores, pero también
fueron seducidos por los cananeos para adoptar sus costumbres, adorar a
sus dioses y caer en la idolatría. Era difícil mantener la propia fe y cumplir los
mandamientos. Muchas veces el pueblo rompió el pacto de alianza que
había hecho con Dios.

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