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B I E N V E N I D O A L P L A N E TA

¿ PA R A Q U É E S TO Y A Q U Í E N L A T I E R R A ?
1ª Parte: El desafío de avanzar

“A no ser que Dios creó la Tierra


demos por sentado por lo tanto…
la existencia de Su creación deber tener un __________________
Dios, la cuestión del por lo tanto…
propósito de la vida
no tiene sentido”.
Mi vida tiene un propósito
por lo tanto…
Bertrand ___________________ mi propósito o lo ___________________

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de
antemano a fin de que las pongamos en práctica”. Efesios 2:10
SI DECIDES CONOCER LOS PROPÓSITOS DE DIOS PARA TU VIDA,
estos serán los temas que consideraremos durante las próximas 5 semanas:

EL PLAN DE DIOS NUESTRA RESPUESTA

1. Fuiste planeado para agradar a Dios Honra a Dios con ____________


Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Marcos
12:30

2. Fuiste hecho para la familia de Dios Relaciónate con ____________________


También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los
demás. Romanos 12:5

3. Fuiste creado para ser como Cristo Crece a _____________


La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús. Filipenses 2:5

4. Fuiste formado para servir a Dios Descubre _____________


Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido. 1 Pedro 4:10

5. Fuiste hecho para una misión Gana _____________ para Cristo


Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno.
Colosenses 4:5

MI PRÓXIMO PASO POSIBLE TUS 5 SEMANAS DE DESAFÍO

“Cuánta información…No estoy seguro… _____________ la verdad


Quiero saber cómo es este asunto de Dios”.

“Me considero 'cristiano’… _____________ a la verdad


pero realmente no vivo como si lo fuera”.

“No tengo solo el rótulo de cristiano… la verdad ________________ tu vida


soy un discípulo de Cristo”.

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BIENVENIDO AL PLANETA: ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN
LA TIERRA?
1ª parte: El desafío de avanzar

Estamos comenzando una serie llamada: “Bienvenido al planeta: ¿Para


qué estoy aquí en la Tierra?” Hoy, en la primera parte, vamos a hablar
acerca del desafío de avanzar. Hoy quiero darles un panorama general de
hacia dónde nos dirigiremos durante las próximas cinco semanas. Quiero
desafiarlos para que avancen y vean si hay una respuesta a la pregunta:
¿Para qué estoy aquí en la Tierra?”

Pero para hacer esto tienen que determinar en sus corazones y mentes el
hecho de la existencia de Dios. No todo el mundo cree que hay un Dios. Si
Dios no existiera, la vida probablemente no tendría sentido. He puesto,
tanto en sus notas la cita de un ateo famoso, Bertrand Russell, que dijo: “A
no ser que demos por sentado la existencia de Dios, la cuestión del
propósito de la vida no tiene sentido”. En realidad tenemos dos opciones.
La primera consiste en creer que Dios no existe, que estás aquí por
accidente. Que hace millones y millones y millones y millones de años
algo sucedió; cierta explosión en un vacío oscuro, y de esa explosión nació
y comenzó a desarrollarse la humanidad. Y que hemos evolucionado para
llegar a ser la clase de seres que somos hoy, con las mentes que tenemos,
el sistema reproductivo que tenemos, y con nuestro modo actual de pensar,
actuar y procrear. Un pequeñísimo espermatozoide puede fertilizar un
óvulo, lo que produce que un niño pueda nacer. Y todo lo que sabemos,
pensamos, hacemos y somos se originó en una explosión fortuita hace
millones y millones de años.
Tal vez crees que hay un Dios. Que es el Creador y Diseñador de toda esta
cosa increíble que llamamos “Tierra”. Y si hay un Diseñador que creó
todas las cosas, entonces tenemos dos opciones: una de ellas es muy
popular y se llama: deísmo. El deísmo dice que hay un dios que creó el
universo y luego se alejó de él. Es un dios impersonal y distante, que no
quiere tener nada que ver con ustedes. Solo creó el universo y luego se
desentendió de él.

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La otra visión es la que enseña la Biblia. La Biblia enseña que Dios creó
este centro de recreación llamado Tierra con un propósito definido. Y
también nos creó a ti y a mí; nos creó con un propósito definido Y DE
ESO VAMOS HABLAR.

Si hay un Dios que creó los cielos y la Tierra, es decir, un diseñador,


alguien que la imaginó y la construyó, tal como la Biblia enseña; entonces
la creación debe tener un PROPÓSITO. Si Dios creó todo el universo
con un propósito, entonces mi vida también debe tener un propósito.
Si Dios hizo los cielos, la Tierra y al hombre con un propósito,
entonces mi vida debe tener un propósito porque soy parte de la
humanidad. Puedo creer que la felicidad consiste en vivir de acuerdo a
ese propósito. Por lo tanto, mi vida tiene un propósito. ¡Excelente!

En consecuencia, si mi vida tiene que cumplir su propósito, mi tarea debe


ser descubrirlo y realizarlo. Piénsenlo. Si hay un propósito, si Dios creó la
Tierra y la humanidad con un propósito, y si mi vida tiene un propósito;
entonces debo CUMPLIR ese propósito, tratando de aferrarme a él y de
vivir conforme a él. Puesto que, de hecho, Dios lo estableció, es muy
probable que valga la pena vivir de acuerdo a su propósito. Mi otra opción
es IGNORAR mi propósito. Realmente, esas son mis opciones: cumpliré
los propósitos de Dios para mi vida o los ignoraré.

Durante las próximas semanas voy a enseñarles lo que dice la Biblia, la


Carta de Amor que Dios nos ha escrito. Voy a enseñarles lo que la Biblia
dice acerca de los propósitos de Dios. Luego, ustedes decidirán si van a
aceptar lo que Dios dice o no. ¿Los cumpliré o los ignoraré? Hay un
versículo clave que quiero dejarles esta semana y es Efesios 2:10, que
dice: “Porque somos hechura de Dios”. Encierra en un círculo la palabra:
“hechura”. Dice la Biblia que somos hechura de Dios, “creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica”.

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Les pido que se detengan a considerar este versículo. Somos hechura de
Dios (ustedes y yo), creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras que
él preparó de antemano. Esto significa que Dios tenía un propósito para
nosotros desde antes que fuéramos creados. Somos hechura de Dios.

La razón por la que les pedí que encerraran en un círculo la palabra


“hechura” es que si es cierto que él nos hizo; esto significa que él, como
diseñador, tiene un gran interés en su creación. No sé si se dieron cuenta
cuando entraron aquí, pero pusimos una obra de arte en esta carpa. Es una
obra original. Hay un solo ejemplar de esa pieza, no es una copia que
usamos para mostrarle a la gente. Es una pieza original. Muchos de
ustedes no se han enterado, porque si lo hubieran sabido, habrían
comenzado a cuchichear: “¿No te parece increíble que esté aquí?” Y les
resultaría difícil cantar, reírse y concentrarse en la reunión; porque estarían
todo el tiempo enfocados en la obra de arte. Tuvimos que sacarla de aquí
porque teníamos miedo de que se cayera. Estaba en un lugar muy
expuesto. Es una obra de arte… sé que ustedes son muchos y realmente no
pueden verla muy bien, por eso le sacamos una foto, una foto pequeña. En
realidad, la foto no puede captar la esencia de semejante obra de arte, pues
incluso está compuesta de dos piezas.

Hice esto cuando estaba en el jardín de infantes. En la parte de atrás tiene


una “D”. No es la nota que me saqué. Es la primera letra de mi nombre:
“Doug”. Esta es mi obra de arte. Me acuerdo lo emocionado que estaba
cuando me dieron ese pedazo de arcilla con el que pude moldear este
pequeño jarrón. Luego, agarré mis lápices y puse toda mi atención para
pintarlo y barnizarlo. (Sé que algunos están pensando: “¿Hiciste eso
cuando estabas en el jardín de infantes? Parece que lo hubiera hecho un
estudiante del primer año de la universidad”. Sé que está muy bueno.
Algunos de ustedes dirán: “No sabía que en esa época aprendían
alfarería”. (¡También las escuelas tenían un solo salón de clases y yo tenía
que ir a la escuela en tren!) Estaba tan feliz con mi creación que cuando
llegué a mi casa se la mostré a mi papá. Mi papá la trató como si fuera una
obra de arte. La puso en su escritorio y desde entonces la conservó con él

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hasta que murió, hace unos meses. De modo que la tuvo consigo por 35
años. Después de que mi papá murió, mi mamá me la entregó: “Doug,
creo que te gustaría tener esto”. Algunos de ustedes no me darían más de
cinco dólares por esto. (Quizá me darían los cinco dólares para estrellarla
contra la pared y ver qué hago). Pero la mayoría no me daría un centavo
por esto, porque para ustedes, esto es un pedazo de basura. Pero para mí,
como el diseñador, esto es un trofeo, un tesoro, una obra maestra. Es algo
que hice cuando era niño y significa mucho para mí.

¿Adónde voy con todo esto? Dios es el Diseñador de tu vida y de la mía.


Cuando miramos a nuestro alrededor es posible que otras personas no se
interesen por nosotros. Quizá te miras al espejo y no te interesas cómo te
ves. Tal vez creciste en una familia que no te dio amor. Pero déjame que te
diga algo acerca del carácter de Dios. Dios te ama con toda su mente y con
todo su corazón, porque él te creó. La Biblia dice que eres hechura de
Dios.

En esta serie vamos a considerar lo que dice la Biblia sobre los propósitos
de la vida, la intención de Dios con la humanidad. Si estás aquí y crees
que Dios no existe, si crees que eres un accidente, mi amigo, será una
pérdida de tiempo. Quizá puedas comer algunas rosquillas o conocer a
otras personas. Pero no ocurrirá nada en tu vida por lo cual valga la pena
regresar. Les daré un panorama breve de lo que la Biblia enseña sobre el
plan de Dios para nosotros.

SI DECIDES CUMPLIR LOS PROPÓSITOS DE DIOS PARA TU


VIDA… en las próximas cinco semanas te enseñaré…

Pueden ver en sus notas que he hecho una lista de cinco cosas que vamos a
estudiar durante las cinco semanas siguientes: se trata del plan de Dios y
de nuestra respuesta al mismo. Vamos a echarle un vistazo al bosquejo.

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El plan de Dios…
1. Fuiste planeado para agradar a Dios.
Dios nos creó para poder relacionarse con nosotros. Piensa en lo que dice
este versículo en Marcos 12: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Puedes
escribir la palabra “adoración” en el margen de tu bosquejo. Porque eso es
la adoración: amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi mente y con
todas mis fuerzas. Muchas veces, tanto en esta iglesia como en tantas
otras, la palabra “adoración” solo significa cantar. Algunos de ustedes
dicen: “Me gusta ir a Saddleback porque tienen buena adoración”. Se
están refiriendo a la música. O dicen: “Voy a una iglesia de aquí cerca. La
adoración es excelente”. Se están refiriendo a las canciones. Pero cuando
se trata de definir la adoración, la Biblia es mucho más amplia. Adorar
es… lo que ustedes están haciendo ahora mismo: escuchar y tomar notas.
¿Sabían que la Biblia lo considera un acto de adoración? Cuando escuchas
la Palabra, estás adorando.

Les hablo a los que suelen ir al pequeño buzón de la parte de atrás y ponen
sus ofrendas: ¿sabían que ofrendar es un acto de adoración? Cuando oras,
estás adorando. Claro que también adoras cuando cantas, pero la adoración
es mucho más que cantar. La Biblia dice que Dios nos creó para que le
agrademos, es decir, para que tengamos una relación de amor con él. Nos
creó para que lo adoremos y celebremos su bondad.

Mucha gente piensa que Dios quiere que seamos religiosos. Eso no es
verdad. Dios no está interesado en cuál es tu religión. Pienso que Dios está
muy interesado en que tengas una relación con él. Muchos de nosotros
decimos: “Deberías conocer a mi amigo, él es muy religioso”. He
conocido a mucha gente religiosa que no conoce nada de Dios. Si quieres
descubrir qué enojaba más a Jesús, presta atención a lo que dice el Nuevo
Testamento… ¿sabías que Jesús a veces se enojaba? A Jesús lo enojaban
los “religiosos”. Él les dijo a unos religiosos: “¿Saben lo que son ustedes?
Quien está hablando es Jesús, Dios hecho hombre. Les dijo: “Ustedes son

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tumbas blanqueadas”. Esto quiere decir: lucen bien por fuera, pero por
adentro están muertos.

Fuimos creados para agradar a Dios, no para ser pequeños robots que
trabajen para él, haciendo una cosa u otra. Nuestro propósito es celebrarlo,
amarlo con toda nuestra alma y mente. La respuesta, allí en sus notas, debe
ser que vemos el plan de Dios y decidimos honrarle con nuestra vida.
Honra a Dios con TU VIDA. No solo los diez minutos que cantamos los
domingos en el templo. Eso es cantar. Pero cuando vienes y escuchas,
estás adorando. Cuando das tu ofrenda, estás adorando. Cuando oras, estás
adorando. La adoración es toda tu vida cuando la vives para agradar a
Dios. Romanos 12:1 dice: Cada uno de ustedes, en adoración espiritual,
ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Esto
significa que adorar a Dios depende de cómo vivimos. Fuiste creado para
adorar a Dios, de modo que puedas conocerle y tener una relación con él.
Esto equivale a celebrarlo y adorarlo. Este es el primero de los propósitos:
honrar a Dios con nuestras vidas.

La segunda parte del plan de Dios, la segunda razón por la que él nos creó
es el segundo de los propósitos de nuestra vida…

2. Fuiste hecho para la familia de Dios.


Seguro que alguna vez, pasando los canales de televisión, has ojeado
algún programa o canal cristiano; tal vez, has visto alguna película en la
que un predicador se dirigía a su audiencia llamándolos: “¡Hermanos y
hermanas!”. La razón por la que dicen “hermanos y hermanas” es que la
Biblia dice que cuando eres cristiano te vuelves parte de la familia de
Dios. Eso quiere decir que los demás cristianos son tus hermanos
espirituales. A veces, en la iglesia escuchas a algunos decir: “Este es mi
hermano (o hermana)”. Eso forma parte de la terminología de la familia
de Dios. Romanos 12 dice: “…nosotros, siendo muchos, formamos un
solo cuerpo en Cristo y cada miembro está unido a todos los demás”.
Escribe en el margen de tu bosquejo la palabra “iglesia”. Eso es la iglesia.
Todos somos diferentes.

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Cuando los jóvenes de secundaria vienen a la iglesia es difícil identificar a
qué grupo pertenecen. Pero mañana podría visitar alguna escuela de la
vecindad y al caminar por la escuela vería lo que ustedes hacen. Los vería
separados cada uno en su grupo particular… los atletas, los patinadores,
los que se drogan, o los que almuerzan en la biblioteca. Todos ustedes se
separan en distintos grupos. El mundo hace eso todo el tiempo.

Pero tú y yo fuimos creados para ser parte de la familia de Dios. La


respuesta es que fuimos creados para relacionarnos con OTROS
CRISTIANOS. Esto significa tener relaciones personales, estar vinculado
con otros cristianos. Si alguien me pide: “Resume el cristianismo”, esto es
lo que diría: “Dios te creó para que tengas una relación con él y con los
demás”. Todas las relaciones humanas: la amistad, el noviazgo, el
matrimonio, etc., nunca funcionarán bien hasta que no tengamos una
relación correcta con el autor y creador de todas las relaciones.

Encontré esta foto y me pareció muy buena. Pensé que era una buena foto
que representaba a estudiantes secundarios de razas diferentes. Cada uno
tenía una sonrisa en su cara. Concluí que se trataba de una foto que
ilustraba la amistad de gente que podía convivir de esta manera. Todos
queremos tener amigos. Nadie quiere andar solo por la vida. Hay quienes
dicen: “No necesito amigos”. Estas personas están engañadas, mienten, o
como no tienen amigos están tratando de sobrevivir en un mundo sin
amigos. No es verdad. Necesitamos relacionarnos con otras personas. Está
en nuestro ADN, pues de esa manera Dios nos creó: para que nos
relacionemos con él y con los demás. Esa es nuestra respuesta.

Ahora, permítanme que les muestre la foto de una persona que no tiene
amigos. Todo lo que tiene es un perro. Sé lo que dice el refrán: “El perro
es el mejor amigo del hombre”, pero la realidad es… ¿saben de dónde
proviene el mal aliento de la mañana? Se los voy a decir: te levantas a la
mañana mirando hacia la cola de tu perro. Fuiste planeado para agradar a
Dios, fuiste formado para la familia de Dios.

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3. Fuiste creado para ser como Cristo.
Algunos no van a entender lo que significa esto. “Pensé que Jesucristo era
Dios hecho hombre. ¿Acaso fui creado para convertirme en un dios?” Eso
es lo que creen algunas religiones, pero no es lo que enseña la Biblia.
Algunos de ustedes, si quieren, pueden parecerse a Jesús exteriormente.
Pueden dejarse el pelo largo. Ponerse sandalias. O quizá podrían comprar
este pequeño kit: peluca de apóstol y barba real. Viene en color marrón. Lo
vi y lo compré. Y como pronto será la fiesta del día de brujas, tal vez
alguno de ustedes se quiera disfrazar de Jesús. ¡Adelante! Pero no fuiste
creado para eso, para verte como él por fuera. Fuiste creado para llegar a
tener su carácter.

Permítanme ilustrarlo de esta manera. Antes de convertirme en cristiano,


vivía de acuerdo con el mundo. No sabía nada de Dios. No sabía nada de
la iglesia. Lo único que sabía era que debía vivir para tener éxito según las
pautas del mundo. Te cuidas solo a ti mismo, te vuelves egoísta, tratas de
conseguir todo lo que puedas, y todo lo demás. Cuando estaba en 9º grado,
un amigo me invitó a la iglesia. Fui a la iglesia y un hombre dijo: “Jesús te
ama, murió por ti en la cruz, quiere perdonarte y tener una relación
contigo”. De repente, ese día, abrí mi corazón adolescente de 9º grado. No
lo había entendido todo, pero dije: “Dios, invade mi vida. Si esto es
verdad, lo quiero”. Crucé la línea, espiritualmente hablando. Dejé atrás la
manera de vivir del mundo y comencé el lento camino de vivir de acuerdo
a la voluntad de Dios. A lo largo de ese lento proceso el poder del Espíritu
de Dios (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), invade tu vida y
comienza a moldearte y formarte a la imagen de Jesucristo. Para mí ha
sido un proceso de 25 años. ¿He terminado? No. Pero ese es uno de los
propósitos de Dios para nosotros.

Fuiste planeado para agradar a Dios, fuiste hecho para su familia, y fuste
creado para ser como Cristo. Filipenses 2:5 dice:“La actitud de ustedes
debe ser como la de Cristo Jesús”. Esa es una de las razones por las que
fuiste creado: para ser como Cristo. Nuestra respuesta es aprender a crecer

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responsablemente. Aprender a crecer espiritualmente es NUESTRA
RESPONSABILIDAD. Escuchen, Dios está obrando… es muy
importante que lo entiendan. Dios hace su obra y nosotros hacemos
nuestra parte. Nosotros hacemos lo posible creyendo que Dios hará lo
imposible para cambiar nuestras vidas. Si solo creces espiritualmente
cuando vienes a la iglesia a escuchar este o cualquier otro sermón, mini
historia cristiana sermón, charla, mensaje, enseñanza o clase; (no sé como
querrías llamarla). Pero si ese es el único momento en que te alimentas
espiritualmente, entonces no estás creciendo responsablemente. Si el único
momento de crecimiento espiritual en tu vida se da cuando vienes y te
sientas a esta mesa; entonces yo me convierto en una especie de maestro,
líder, gurú espiritual o como quieras llamarlo. Pero ¿adivina lo que sucede
cuando te gradúas y el maestro se va? Te gradúas de tu fe. Esa es la razón
por la que tenemos grupos pequeños, para relacionarnos con otros
creyentes. Esa es la razón por la que tenemos HÁBITOS. Esa es la razón
por la que te animamos a servir en un ministerio. Queremos que
comiences a crecer a imagen de Cristo, de modo que cuando te gradúes de
la secundaria, no te gradúes de tu fe.

Estoy feliz por ser maestro. Estoy feliz por ser pastor de esta iglesia. Me
hace feliz enseñarles la Biblia. Me fascina ver cómo la gente viene todas
las semanas. Me fascina cumplir ese rol. Pero Dios te creó para que
crezcas, para que seas como Jesús. Y tienes que aprender a alimentarte por
ti mismo. Por supuesto, estoy hablando de crecimiento espiritual. Así que,
fuiste creado para ser como Cristo. Fuiste hecho para la familia de Dios.
Fuiste planeado para agradar a Dios.

4. Fuiste formado para servir a Dios.


Me encanta este verso: 1 Pedro 4:10 “Cada uno ponga al servicio de los
demás el don que haya recibido”. Encierren en un círculo la expresión “el
don”. Permítanme retomar la historia que les estaba contando. Cuando era
adolescente no sabía nada de Dios, pero le entregué mi vida a él; crucé la
línea y le dije: “Señor, te invito a que seas el Señor de mi vida, invade mi
vida”. ¿Y saben lo que sucedió allí mismo? Él celebró una fiesta de

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cumpleaños. Esa es la parte en la que sueles escuchar la frase “nuevo
nacimiento”. Naces espiritualmente. En verdad, es un nuevo nacimiento.
Pero no es como pensaba aquel hombre hace dos mil años, que se acercó a
Jesús y le preguntó: “¿Cómo puede nacer de nuevo un hombre siendo
viejo? ¿Entrará de nuevo en el vientre de su madre?” No, no es un nuevo
nacimiento físico. Es un nuevo nacimiento espiritual. Naces de nuevo
cuando invitas a Dios a ser parte de tu vida: le abres tu vida y entonces él
te dice: “¡Feliz cumpleaños!” Dice la Biblia que Dios nos da dones
espirituales. No tienes que tener todos lo dones espirituales mencionados
en la Biblia, porque si así fuera, no necesitarías de las personas que están
sentadas contigo en la mesa. Ninguno tiene todos los dones espirituales,
pero Dios le da un don espiritual a cada cristiano.

Una de las cosas que más me gusta decirles a ustedes es: “¡Felicitaciones
por tu don!” Aunque no lo sepas todavía, te felicito por el don que has
recibido. Una de las razones por las que fuimos creados es la de servir a
Dios. Si esto es verdad, entonces tenemos la responsabilidad de descubrir
NUESTROS DONES. No debemos desperdiciar los talentos especiales
que Dios nos ha dado. Él te ha dado dones espirituales; llenó tu corazón
con un propósito. Te ha dado habilidades increíbles, experiencias únicas y
una personalidad especial. Si juntas todas esas cosas te darás cuenta de
que has sido formado para servir a Dios.

5. Fuiste hecho para una misión.


Esta es una de las partes del plan de Dios. Fuiste hecho para una misión.
¿Sabes lo que pasa apenas escuchas las palabras “hecho para una misión”?
Este fin de semana visitaron mi casa algunos estudiantes de secundaria y
uno de ellos dijo: “¿De qué va a hablar este fin de semana? Quiero invitar
a un amigo”. Repentinamente, ya no importa lo que voy a hablar las
demás semanas. Lo relevante es saber qué voy a predicar el día que vas a
invitar a un amigo. Entonces, les dije: este es el bosquejo de mi sermón,
estoy pensando en hablar sobre esto. Cuando la persona vio que decía:
“Fuiste hecho para una misión”, de inmediato me preguntó: “¿Eso quiere
decir que tengo que convertirme en misionero?” No. No quiere decir que

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tienes que ser un misionero, solo significa que Dios tiene una misión para
ti. Es común que siempre que escuchas algo así, tiendas a pensar: “Estos
quieren que me vuelva misionero. Que vaya a un país extraño a
evangelizar salvajes que se agujerean la nariz con los dedos. Tengo que
hablarles del evangelio y ni siquiera sé el idioma de ellos. No me gusta
viajar. Tal vez, hasta vomite en el avión… creo que no debería meterme en
eso”.

No. Dice la Biblia en Colosenses 4: “Compórtense sabiamente con los


que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento
oportuno”. Uno de los propósitos para el que Dios nos creó es cumplir la
misión de ganar para Cristo a otros que no conocen a Dios. Esa es la
misión. Tal vez, algún día tu campo misionero sea África. Pero tal vez sea
Trabucco Hills High School, El Toro High School, Irvine High School, o
cualquier escuela a la que vayas. Tal vez sea en el equipo de béisbol del
que formas parte, el de fútbol, o tu grupo de gimnasia. Fuiste hecho para
una misión.

Cuando estaba en noveno grado alguien me preguntó: “¡Doug! ¿Quieres


venir conmigo a la iglesia?” Yo le respondí: “En realidad no, me parece
aburrido” Y me dijo: “No, va a ser genial. Hay un comediante”. ¿Saben lo
que hizo Dios a través de esa persona? Tocó el corazón de Doug Fields y
lo cambió para siempre.

Una de las razones por las que Dios nos creó y nos deja aquí en esta tierra
es para que les contemos a otras personas las Buenas Nuevas. Las Buenas
Nuevas de que él los ama, y que Jesús murió en la cruz por sus pecados.
Que cuando él resucitó de entre los muertos demostró que es Dios y que
quiere tener una relación personal con nosotros. Nuestra respuesta a esta
realidad es ganar A OTROS para Cristo. Esa es nuestra respuesta.
Comunicarles las Buenas Nuevas.

PRÓXIMOS PASOS POSIBLES…

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Al mirar tus notas y ver las cinco cosas que constituyen el plan de Dios, se
produce el desafío que busca este mensaje. Quiero hablarte de uno de los
pasos que puedes dar. Al reunir toda esta información, pensé: “¿Cuál será
la respuesta de la gente a este mensaje?” Pensé: “Casi mil estudiantes de
secundaria escucharán el mensaje de este fin de semana. Una respuesta
será esta: “¡Guau! Hablaste de muchas cosas. No sé si creer en esto. No
estoy muy seguro de haberlo entendido. Sólo estoy considerando todo esto
acerca de Dios”.

Justo. Totalmente justo. Has sido invitado por un amigo. O viniste por la
fuerza. O tal vez estás evaluando al cristianismo desde afuera y en realidad
no lo entiendes. Está bien. Mi desafío es el siguiente. Lo llamo el desafío
de las cinco semanas. Te desafío a que BUSQUES la verdad. Es
respetable el hecho de que investigues intelectualmente si Cristo fue en
verdad quien dijo que era. Quiero desafiarte a que investigues la verdad
durante las próximas cinco semanas. Averigua. Si al final de estos cinco
servicios piensas que no es verdad y decides hacer otra cosa con tu vida,
deséchalo; tal vez Dios no existe, o si existe, no está interesado en ti. ¿Te
importa tu vida lo suficiente como para responder la pregunta: “¿Para qué
estoy aquí en la Tierra?”?

La segunda respuesta posible vendrá de quienes digan: “Me considero


cristiano... pero no vivo como tal…”. Hay un montón de gente así, aquí,
esta noche. Pienso mucho en toda esa gente que dice: “Sí, soy cristiano.
Sí, voy a Saddleback. He ido a la iglesia toda mi vida. Mis padres son
cristianos, por lo tanto yo también debo ser cristiano”. Espero que
entiendan que eso es un error. El cristianismo no se hereda con el
parentesco. Ir a la iglesia no te hace un cristiano. Tener una familia
cristiana no te hace cristiano, del mismo modo que ir todos los días a Taco
Bell no te hace un burrito. Te conviertes en cristiano cuando le abres tu
corazón y tu vida a Dios. Es un acto de tu voluntad.

Ayer a la noche hablé con una muchacha. Ella me contó sobre su trabajo.
Trabaja en una sala de cine. Me dijo: “Pienso que soy la única cristiana en

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ese lugar. Una de las personas dice ser cristiana pero no lo demuestra”. Tal
vez, tú eres uno de esos que dicen ser cristianos pero que no viven como
tales. No eres lo que dices ser. Mi desafío para ti estas cinco semanas es:
VUELVE a la verdad. ¿Querrías volver a la verdad? ¿Vendrías todas las
semanas que faltan con corazón abierto, como si fueras un niño de sexto
grado al que le hablan del cielo y dice: “No quiero arder en el infierno,
quiero ser un cristiano”? Ese fue el momento en que aceptaste a Cristo. O
cuando tenías cinco años y te arrodillaste al lado de tu cama para recibir a
Jesús; luego de que tu abuela te habló del amor de Cristo. O quizá fue la
semana o el año pasados, en este mismo grupo. Sea cual sea el modo en
que te alejaste de Dios, ¿regresarías a su lado? Algo sucedió en ese
momento, ya sea en la cama con tu abuela, en el campamento de sexto
grado, o hace un año o una semana. Algo sucedió cuando Dios tocó tu
corazón y dijiste “sí”. Te desafío a volver a ese momento. ¿Te gustaría que
durante las próximas cinco semanas hablemos de cómo recuperar es
primer amor?

Luego, hay un tercer desafío. Termino con esto. Tú eres de los que dice:
“No soy de los que solo dice que es cristiano. Soy un discípulo de Cristo.
Estoy comprometido y vivo para él. No tienes que hablarme de esto. Estoy
aquí. Sé cual es mi propósito”. He conocido a muchas personas que se
consideran a sí mismas cristianos comprometidos. Pero cuando hablo con
ellos me doy cuenta de que muchos solo están comprometidos con uno o
dos de los propósitos. Están comprometidos a adorar y tener
compañerismo con otros cristianos. Pero no están cumpliendo su misión
en la vida. No están comprometidos a ser transformados a imagen de
Cristo. Si eres uno de aquellos que dicen, “No soy de los que solo dice que
es cristiano. Soy un discípulo de Cristo”; te desafío a que dejes que esta
verdad REVOLUCIONE tu vida las próximas cinco semanas. Permite
que los cinco propósitos inunden tu vida de tal modo que cambien todos
los aspectos de tu ser. Este es mi desafío para ustedes.

Anoche una persona me dijo: “Ya he cumplido con los propósitos”. Le


pregunté: “¿Qué significa que ya has cumplido los cinco propósitos?” “Ya

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sé cuáles son. Los he practicado”. Le respondí: “No se trata de hacerlo, se
trata de vivirlos”. Adoras a Dios mientras vives. Vives en comunidad con
otros cristianos. Vives para crecer a la imagen de Cristo. Vives usando tu
forma para servir a otros. Tienes la misión de comunicar las buenas
nuevas. No es como hacer una lista de tareas, marcar que las hiciste y
seguir con otra cosa. Cuando los propósitos inundan tu vida, ocurre una
verdadera revolución.

Una de las cosas que me gusta de este servicio es que desde aquí arriba
puedo ver todo lo que ustedes hacen. Veo sus gestos. Veo todo. De los tres
servicios, este es el que tienen el porcentaje más alto de gente realmente
interesada. Sé que no a todos les importa. No vivo de ilusiones falsas. No
creo que todos los estudiantes que están aquí estén interesados en su vida
espiritual. Pero este servicio siempre parece un tanto diferente. Quizá por
eso es uno de mis servicios favoritos. Aprecio la actitud de ustedes. Quiero
pedirles algo. ¿Me dirían donde van a estar las próximas cinco semanas?
Mi desafío consiste en darles cuatro opciones.

La opción A es decir: “Sí, Doug. Acepto el desafío. Acepto el desafío


de las próximas cinco semanas”.
La opción B es decir: “No, no puedo. Vengo aquí semana por medio.
Me toca estar un fin de semana con mi papá y el siguiente con mi mamá.
No puedo comprometerme las próximas cinco semanas”.
La opción C es: “No sé lo que quiero hacer. No sé si este es el
momento para hacerlo. No voy a comprometerme con nada”.
La opción D es: “No me importa. Esto no me interesa en absoluto. De
hecho, preferiría que me den una patada en la cabeza, a tener que volver la
semana que viene”.

¿Podrías decirme cuál opción eliges? Es solo entre tú y yo, entre tú y Dios.
En sus bosquejos verán que hay una sección para cortar. No estás obligado
a escribir tu nombre allí si no quieres hacerlo, pero me encantaría si lo
haces. Solo quiero que marcas la opción A, B, C o D. Dóblala y
deposítala, ya sea en tu mesa o en el buzón de atrás. No te pido que so la

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muestres a un amigo. Solo quiero leerlas y saber cuantos de ustedes
quieren conocer el propósito de su vida aquí en la Tierra. O los que dicen
que no saben, no pueden, o no les importa.

Sería un regalo para mí. Me encantaría que todos lo hicieran. Obviamente,


ustedes toman sus propias decisiones y no tienen por qué hacerlo si no lo
quieren, pero no creo que sea una amenaza. No les estoy pidiendo su
número de seguro social o el de la cuenta bancaria de sus padres. Sólo A,
B, C o D. Si lo hicieran, sería grandioso. Déjenlo sobre la mesa o
deposítenlo en el buzón.

Oremos juntos.

Dios, gracias por el día de hoy. Gracias por las personas que han venido
este fin de semana a escuchar este mensaje que nos desafía a conocer
nuestro propósito aquí en la Tierra. Señor, te pido que la reunión de hoy
nos transforme en personas diferentes. Señor, te pido por este viaje de
cinco semanas, para que mientras vamos descubriendo tus propósitos,
seamos verdaderamente transformados. Queremos celebrar y agradecer
tu presencia y tu amor. Gracias por amarnos tal cual somos, no por
cuanto dinero tenemos, por nuestro aspecto exterior o por nuestras
calificaciones en la escuela. Te alabamos porque nos amas, por eso nos
creaste, para tener una relación contigo. Señor, te pido que al separarnos,
podamos acordarnos de tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.

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