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Esta Fruta es rica en vitamina C y A, también aporta en pequeñas cantidades vitaminas

como la Tiamina (B1), Riboflavina (B2), y Niacina además de fibra y fósforo.


La vitamina A desempeña funciones esenciales en la visión nocturna y en muchos
desordenes de los ojos y el buen funcionamiento de los tejidos.
La vitamina C forma junto con las vitaminas A y E el trío de los grandes antioxidantes.
La Tiamina ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía. Es
esencial para el funcionamiento del corazón, los músculos y el sistema nervioso. La niacina
interviene en el funcionamiento de sistema digestivo, la piel y los nervios.
Además de las propiedades medicinales como purificar la sangre, disminuir la albúmina de
los riñones, aliviar los problemas de la garganta, fortificar el nervio óptico, limpiar las
cataratas y aliviar la amibiasis.

El néctar de Aguaymanto es el producto alimenticio, líquido, pulposo, elaborado con la


pulpa del Aguaymanto (Physalis Peruviana) maduros, sanos, limpios, lavados y finamente
divididos, adicionados de agua, edulcorantes nutritivos y aditivos alimentarios permitidos,
envasado en recipientes herméticamente cerrados y sometido a un proceso térmico que
asegure su conservación.

Los néctares deberán cumplir con las características sensoriales de color, olor y sabor
propias de las frutas de que proceden. Deberán ser elaborados en condiciones higiénicas y
sanitarias, de acuerdo con las normas con las que se trabaje, mismas que son previamente
establecidas por los organismos de control alimentario. Existen dos aspectos importantes a
considerar en la elaboración de néctares, como es propiciar la destrucción de las levaduras
que podrían causar fermentación, así como hongos y bacterias que podrían originar malos
sabores y altercaciones; y conservar en el producto el sabor de la fruta y su poder
vitamínico. La materia prima para la elaboración de néctar deberá ser extraída de frutas
maduras, sanas y frescas, convenientemente lavadas y libres de restos de plaguicidas y otras
sustancias nocivas, en condiciones sanitarias apropiadas. Una de las ventajas de la
elaboración de este producto es que la forma de procesamiento permite el empleo de frutas
que no son adecuadas para otros fines por su forma y tamaño. El néctar no es un producto
estable por sí mismo, es decir, necesita ser sometido a un tratamiento térmico adecuado
para asegurar su conservación. Es un producto formulado, que se prepara de acuerdo a una
receta o fórmula preestablecida y que puede variar de acuerdo a las preferencias de los
consumidores.
El defecto más común en la elaboración de néctares es la fermentación, misma que se debe
a una insuficiente pasteurización o a un mal cerrado del envase. Es importante recordar que
la efectividad de la pasteurización va a estar en función de la carga microbiana que presenta
el producto a ser pasteurizado, por lo que es necesario tomar precauciones en cuanto a la
calidad microbiológica de la materia prima, así como trabajar durante todo el
procesamiento guardando la debida higiene.
La mayoría de néctares son inestables pues los sólidos de los mismos precipitan en el fondo
del envase; por ello para darle una mejor apariencia, consistencia y textura se utilizan
sustancias estabilizadoras o gomas, como gelatinas o gomas sintéticas como metilcelulosa y
CMC. Esta última es un estabilizador que tiene excelente afinidad con el agua y buena
estabilidad durante la pasteurización. Además tiene la propiedad de aumentar la viscosidad
de la solución a la que es aplicada. Se recomienda realizar los controles para el
rendimiento, la medición de los grados Brix, el pH, la acidez, recuento de hongos y
levaduras y un análisis sensorial en general del producto. Todas las frutas tienen su propia
acidez, pero una vez que se incorpora el agua ésta se debe corregir. Para saber si el jugo o
la pulpa diluida poseen la acidez apropiada, se recomienda medir su grado de acidez
mediante el uso de un potenciómetro o peachímetro; también se puede utilizar papel
indicador de acidez, con su respectiva tabla de colores, pero para mayor exactitud es
recomendable el uso del peachímetro. La azúcar blanca es más recomendable porque tiene
pocas impurezas, no tiene coloraciones oscuras y contribuye a mantener en el néctar el
color, sabor y aroma natural de la fruta. El azúcar rubia es más nutritivo que la azúcar
blanca, pero le confiere al néctar un aspecto oscuro, sin brillo y con sabor acaramelado. El
uso excesivo de los conservantes químicos puede ser perjudicial para la salud del
consumidor, por lo que es necesario regirse a las normas técnicas que se han establecido, en
las cuales se regulan las dosis máximas permitidas de uso.

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