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IEEE80
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA ELÉCTRICA
MEDELLIN
2017
INTRODUCCIÓN.
En la actualidad, la conexión a tierra de un sistema eléctrico es una decisión
que deben encarar muchas veces los ingenieros encargados del diseño,
planificación, modificación u operaciones de los sistemas de distribución
eléctrica o sistemas eléctricos industriales.
Por lo tanto, las características del electrodo de tierra y el método de conexión
a tierra tienen un efecto significativo en la magnitud de los voltajes fase a tierra
que pueden producirse bajo condiciones de régimen permanente y de
condiciones transitorias.
Es pertinente mencionar que, en sistemas eléctricos no conectados a tierra,
los efectos de fallas a tierra se traducen en sobrevoltajes severos que reducen
la vida útil del aislamiento y en consecuencia la de los equipos. De lo anterior,
la experiencia práctica ha demostrado que el uso de sistemas eléctricos
conectados a tierra presenta significativas ventajas técnico-económicas,
debido a que permite controlar de manera efectiva las sobretensiones
causadas por fallas a tierra en el sistema eléctrico, lo cual se traduce en la
posibilidad de usar aislamiento reducido en los equipos, aspecto que a su vez
reduce los costos de inversión inicial. Por otro lado, al existir un elemento de
conexión a tierra que contribuye en el control del número y magnitud de las
sobretensiones en el sistema, también se contribuye en el alargamiento de la
vida útil de los equipos.
Ahora bien, el uso de los sistemas eléctricos conectados a tierra generalmente
lleva asociada la presencia de altas corrientes como consecuencia de fallas a
tierra. La circulación de elevadas corrientes a tierra conlleva al desarrollo de
altos gradientes de potencial eléctrico a través de la superficie del suelo como
resultado de la resistencia del suelo. En términos prácticos, esto tiene como
consecuencia el desarrollo de voltajes de toque, paso y transferido que pueden
resultar peligrosos a las personas, sistemas o equipos y su presencia puede
ser el resultado de una falla, de un efecto inductivo o de ambos.
En síntesis, la concepción básica de un sistema de puesta a tierra tiene las
características operativas, tales como:
Seguridad: Capacidad para proteger la integridad física de las personas,
equipos e instalaciones del efecto de las diferencias de potencial
(voltajes de toque y de paso) y de las sobrecorrientes productos de fallas
a tierra.
Servir como referencia operativa para equipos, principalmente en
equipos y sistemas electrónicos.
Conducir y drenar a tierra, de manera segura, las sobrecorrientes de tipo
impulsos producidos por impacto de descargas atmosféricas en o cerca
de las instalaciones.
OBJETIVOS
Diseñar un sistema de puesta a tierra para una subestación de media
tensión mediante la metodología propuesta por la norma IEEE80
consistente en una malla rectangular con electrodos, con el fin de
proporcionar los medios para disipar corrientes de falla a tierra sin
exceder los límites de operación y los límites de los equipos, proteger la
vida de las personas asegurando que aquellas que estén en la vecindad
del sistema aterrizado no estén expuestos a choques eléctricos
peligrosos, proteger la vida de equipos y la compatibilidad
electromagnética.
Garantizar tensiones de paso, de toque y transferidas seguras para las
personas y los equipos mediante el cálculo de estas usando la norma
IEEE80.
Hacer uso de los datos tomados en la práctica de medición de
resistividad mediante el método Wenner para hacer un diseño real
aplicando el método Box Cox.
Obtener la corriente de falla del sistema mediante el uso de ATP.
Diseñar un sistema de puesta a tierra con una buena oferta técnico-
económica para garantizar así un sistema eficiente a bajo costo.
DESARROLLO.
Presentación de la subestación.
La subestación a la cual se le va a diseñar el sistema de puesta a tierra tiene
un área de 77.28 m2 y contiene los siguientes equipos:
- Dos transformadores de 400 kVA
- Grupo Electrógeno de 100 kVA con tanque de combustible.
- Dos celdas de seccionador.
- Celda de medida.
- Dos ML de protección principal.
- Dos celdas del transformador.
- ML ascensores.
- ML aire acondicionado.
- ML principal.
- ML Iluminación.
La distribución de dichos equipos en la subestación se puede observar en el
plano 1.
Perfil Vertical
Distancia (m) Resistencia (Ω) Resistividad (Ω-m)
2 2.42 30.41
4 0.82 20.60
8 0.13 6.53
Tabla 2. Medidas Perfil Vertical.
Perfil diagonal
Distancia (m) Resistencia (Ω) Resistividad (Ω-m)
2 3.04 38.20
4 0.57 14.32
8 0.09 4.52
Tabla 3. Medidas Perfil Diagonal.
30
25
Resistividad (Ohm-m)
20
15
10
0
2 3 4 5 6 7 8
Distancia (m)
Cálculo de resistividad.
Usando el método de Box Cox el cual es un método probabilístico para suelo
homogéneo y que entrega una resistividad con una probabilidad del 70% , se
obtienen los resultados consignados en la tabla 4.
Ρi Xi (Xi –X)2
35.61 3.57 0.7921
16.75 2.81 0.0169
5.35 1.67 1.02
Tabla 4. Resultados procedimiento Box Cox.
X=2.689 ꭍ=0.7808
Finalmente la resistividad del terreno es:
ρ= 22.15 Ω-m
Cálculo del conductor.
Se procede a hacer el cálculo del conductor que llevará el SPAT. Los datos que
se tomaron como los suministrados por el operador de red se encuentran en
la tabla 5.
𝐼𝐹 𝑥 𝐾𝐹 𝑥 √𝑇𝑐
𝐴𝑀𝐶𝑀 =
1.9737
Donde:
IF : Corriente de falla monofásica asimétrica. Para este caso se ha tomado
10.3 kA como lo entrega el operador.
KF: Constante para Copper, Commercial hard-drawn para una
temperatura de 40°. Para este caso el valor es de 7.06.
Tc: Duración de la corriente en segundos. Para este caso 0.5s.
𝐴𝑀𝐶𝑀 = 26.06 𝑚𝑚2 ≈ 26 𝑚𝑚2
El calibre del conductor no debe ser menor a 50 mm2 por lo tanto se
toma un calibre 2/0 AWG.
Donde:
LT : Longitud total de conductores enterrados en m.
ρ: Resistividad del terreno Ω-m.
A: Área ocupada por la malla de tierra en m2 .
h: Profundidad de la malla en m.
Para este caso el área es de 94.08 m2 teniendo en cuenta que la malla sobresale
un metro más allá del área de la subestación, esto con el fin de proteger a las
personas que se acerquen a ésta. La profundidad de la malla, h, es de 0.5m.
La longitud total del conductor se puede hallar utilizando la fórmula:
𝐿 𝑇 = 𝐿𝑐 + (𝑁 𝑥 𝐿𝑣 )
Donde:
Lv: Longitud del electrodo vertical, para este caso 2.4m.
N: Número de electrodos verticales de la maya, para este diseño se
utilizaron 8 electrodos.
Lc: Longitud de los conductores horizontales, esta longitud se calcula
mediante:
𝐿𝑐 = 𝑁𝐿𝑥 + 𝑀𝐿𝑦
Donde:
tf: Duración de la falla en s.
Ta: Constante de tiempo de la componente DC
Esta componente Ta a su vez se calcula de la siguiente manera:
Donde X, R son las componentes de la impedancia subtransitoria de falla que
se usa para determinar la relación X/R, la cual es dada por el operador de red
y que para este caso es la monofásica con un valor de 1.24. Para éste diseño el
factor de decremento hallado fue:
Df=1.003
Así, la corriente de falla asimétrica es:
IG_Asimétrica = IG_Simétrica x Df = 766.54 A
Para mallas con o sin varillas de tierra, la longitud efectiva del conductor
enterrado, Ls es:
Se asume que la tensión real de paso máxima ocurre sobre una distancia de
1m hacia fuera del conductor perimetral en el ángulo que biseca la esquina
más extrema de la malla. El valor de Ks está dado con la siguiente ecuación y
es sólo válida para profundidades de enterramiento de 0.25m < h <2.5m.
Así, Ks= 0.3904. Finalmente el valor de la tensión real de paso es, Ep-50=120.7v
120.7<1866.87
Ep<Ep-50
Cuando se diseña un sistema de puesta a tierra, este debe cumplir:
- Tensión de toque.
- Tensión de paso.
- Tensión transferida.
Así el valor de resistencia de puesta a tierra este dentro del rango permisible
por la norma, todo con el fin de garantizar la seguridad de las personas. Si
alguno de estos requisitos no se cumple el diseño debe ser refinado. En el caso
del diseño llevado a cabo en este trabajo la tensión de toque y la tensión de
paso cumplen, pero la transferida no lo hace pues el GPR es mayor que la
tensión de toque tolerable.
Remitiendo el caso a la norma, ésta en su numeral 8.2; Situaciones típicas de
choque eléctrico, menciona que es impráctico y a menudo imposible diseñar
un sistema de tierra basado en la tensión de toque causada por voltajes
transferidos externos, sin embargo remite al numeral 17.9 para tratar la
disminución de los daños que este tipo de tensiones pueden causar a causa de
no estar por debajo de las tensiones tolerables de toque.
Puesto que, las tensiones transferidas pueden superar el GPR debido a la
inducción de voltajes originados por circuitos que no se encuentran blindados,
entonces, la norma sugiere tomar ciertas medidas en elementos que son
sensibles a transferir este tipo de tensiones. Algunas medidas son:
En circuitos de comunicación se han desarrollado dispositivos aisladores
y transformadores. Una opción viable es la implementación de fibra
óptica.
Los rieles metálicos que llegan a la subestación pueden generar
aumento en la tensión transferida, por lo que se recomienda remover
un pedazo de este en cuanto la subestación comienza a operar, también
se pueden usar franjas aislantes.
Los cables de neutro de circuitos de bajo voltaje se deben aislar del
sistema de tierra de la subestación.
En las tuberías metálicas, que siempre deben estar conectadas al
sistema de tierra de la subestación, se recomienda insertar secciones
aislantes de suficiente longitud para evitar que hayan derivaciones en
suelos adyacentes.
En el plano 2 se puede observar el sistema de puesta a tierra para la
subestación, donde se muestra la conexión a tierra para cada uno de los
equipos y el número de electrodos usados en el diseño.
PRESUPUESTO.
El costo total del sistema de puesta a tierra es de y la discriminación total del
proyecto se puede ver en la figura 4.
RECOMENDACIONES.
La malla de puesta a tierra debe hacerse siguiendo la geometría
mostrada en el plano adjunto en cable de cobre No. 1/0 AWG a 0.5m de
profundidad, medidos a partir de la superficie del terreno, utilizando
para esto uniones de soldadura exotérmica con carga fundente de
acuerdo a lo mostrado en el plano adjunto.
Unir la malla de puesta a tierra con la bajante más cercana del sistema
de apantallamiento existente o futuro de la edificación mediante cable
1/0 AWG, preferiblemente enterrado a 0.5 m de profundidad y
soldadura exotérmica de 90q de carga fundente.
Las soldaduras deben realizarse con las cargas fundentes que se
muestran en el plano adjunto, siguiendo los procedimientos y las
precauciones dadas por el fabricante. El molde y las soldaduras deben
ser los adecuados para el tipo y el espesor de los elementos a unir.
Deben repetirse las soldaduras que no presenten uniformidad o si
presentan porosidad superior al 20%.
Las varillas de puesta a tierra deben enterrarse en su totalidad, de tal
manera que se facilite la unión al cableado de la malla de puesta a tierra.
La parte superior del electrodo debe quedar a mínimo 15cm de la
superficie.
Construir una caja de inspección de 0.3 m de lado con tapa, para la
posterior revisión y medida de resistencia de puesta a tierra de la malla.
En el plano se sugiere un sitio para la construcción de la caja, no
obstante, esta puede ser construida en un punto diferente,
dependiendo de las facilidades de montaje o accesibilidad en el sitio.
La cantidad de materiales y la localización de las colas de conexión
deberá verificarse en sitio en el momento del montaje.
Aunque en este trabajo no se realizaron los cálculos referentes a
tensiones de toque metal a metal, esto se deben hacer debido a la
inclusión del grupo electrógeno con tanque combustible. La norma
IEEE80 sugiere una tensión entre la carcasa del tanque y cualquier punto
del SPAT de 65 v y 130 v con base a recomendaciones de los fabricantes
de los equipos.
CONCLUSIONES.
La evaluación de los potenciales de toque, de paso y transferidos
representan un aspecto crítico de atención, debido a que se relacionan
directamente con el nivel de seguridad que el sistema de puesta a tierra
proporciona a las personas expuestas a una descarga eléctrica. Por lo
tanto sin importar la magnitud de la corriente de malla que circule en el
sistema, es de vital importancia que las magnitudes de dichas tensiones
se mantengan dentro de un rango que no sea nocivo para las personas
y esto se logra mediante un diseño apropiado.
Un mayor número de perfiles con amplio número de medidas favorece
el diseño debido pues se mejora la exactitud de las variables
monitoreadas.
El diseño de un sistema de puesta a tierra mediante el uso de las normas
técnicas garantiza el objetivo principal del sistema que es garantizar la
vida de los seres vivos, la vida de los equipos y la compatibilidad
electromagnética, pues las normas entregan los procedimientos para el
diseño y las acciones necesarias en caso de requerirse acciones
correctivas.
En una aplicación 100% real es necesaria la aplicación de métodos que
aproximen correctamente el terreno a su constitución real, pues
generalmente el suelo está constituido por diferentes tipos de
materiales y el método Box Cox es usado cuando se asume un suelo
homogéneo, esto queda demostrado con la variación de medidas
obtenidas en la primera muestra y las demás.
A medida que transcurre el tiempo, es posible que las condiciones
originales de diseño se vean afectadas por diferentes factores como
sobretensiones, condiciones climáticas y de operación; acelerando el
deterioro de estos sistemas. Es por esta razón que la selección de
materiales y empleo de métodos constructivos aprobados es
fundamental para garantizar la integridad y efectividad de los sistemas
de puesta a tierra a lo largo de la vida útil de las instalaciones. Además
es imprescindible la evaluación periódica de los sistemas de puesta a
tierra, registrando condiciones de impedancia y de la continuidad y la
interconexión de los circuitos y también la visualización del estado físico
de los conductores y conexiones superficiales.
Un sistema de puesta a tierra es eficiente cuando cumple con su función
de proteger la vida de las personas, facilita un medio para llevar las
corrientes de falla a tierra y es económicamente viable para el cliente,
siempre buscando el presupuesto más económico sin descuidar la
calidad del servicio.
BIBLIOGRAFÍA.
IEEE Std80-2000. IEEE guide for safety in AC subestation grounding, New
York, USA, 30 de enero de 2000.