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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PREVALENCIA DE ALEXITIMIA EN ESTUDIANTES DE


UNA UNIVERSIDAD NACIONAL

Tesis para optar el título de Licenciado en Psicología

Fernando Raphael Carlos Moncada

Lima – 2013
“Todos

nacemos príncipes o princesas,

es la sociedad la que nos convierte en sapos o ranas”

Eric Berne
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTO

Agradezco:

A Dios por brindarme lo más valioso del universo: La Vida.

A mis padres, María y Rafael, por darme la oportunidad de estudiar esta carrera que
tanto amo: La Psicología.

A mis abuelos y abuelas por compartir conmigo el deseo por superar todos los
obstáculos que se vayan presentando en el camino.

A mi querida universidad por abrirme las puertas al conocimiento científico y humanista


en cada una de sus magistrales clases como en la calidad de persona que interactuaba
conmigo en sus pasillos.

Y, finalmente, dedico este logro a mis estrellas: Karen, Claudia y Gianella. Lo son todo
para mí, éxitos y buena vibra para ustedes.
RESUMEN

La presente investigación tiene como objetivo principal determinar la prevalencia de


alexitimia en estudiantes de una universidad nacional. Asimismo, se pretende comparar
las diferencias para cada variable (Sexo, Grupo de Edad, Año de Estudio, Especialidad);
y, finalmente, realizar un análisis psicométrico del instrumento a utilizar, la Escala de
Alexitimia de Toronto (TAS 20). La muestra estuvo comprendida por 223 estudiantes
de psicología, de ambos sexos, con un rango de edad entre los 17 y 28 años, de 1ro a 6to
año de estudio y de las 4 especialidades (Clínica, Social, Educativa y Organizacional).
Los resultados arrojaron que la Escala de Alexitimia de Toronto presenta un Alfa de
Cronbach de .83, así como, validez en su estructura. De acuerdo a la prevalencia total,
se encontró que el 26% de la muestra son considerados como casos de alexitimia.
Respecto a la variable Sexo, son las mujeres quienes obtuvieron un porcentaje mayor de
casos de alexitimia con el 60%. En cuanto al grupo de edad, porcentajes altos se
hallaron en el segundo grupo (De 20 a 22 años) con un 51.7%; del mismo modo, de
acuerdo a la variable año de estudio, los de 2do Año arrojaron un porcentaje de 25%
superando a los otros años y, según la especialidad, son los del área Clínica quienes
obtuvieron un porcentaje mayor de alexitimia con un 48%. A pesar de estos resultados,
no se hallaron diferencias significativas entre las medias de las variables. Finalmente, se
sugiere elaborar estrategias de intervención primaria; es decir, de promoción y
prevención para contrarrestar estos datos.

Palabras claves: Prevalencia, Alexitimia, Psicología, TAS 20.


ABSTRACT

This research has as main objective to determine the prevalence of alexithymia in a


national university students. It also seeks to compare the differences for each variable
(Sex, Age Group, Year of Study, Specialty) and finally psychometric analysis of the
instrument to be used, the Toronto Alexithymia Scale (TAS 20). The sample was
comprised of 223 psychology students of both sexes, with ages ranging between 17 and
28 years, 1st-6th year of study and of the 4 specialties (Clinical, Social, Educational and
Organizational). The results showed that the Toronto Alexithymia Scale has a
Cronbach's alpha of .83, as well as validity in its structure. According to the overall
prevalence was found that 26% of the sample are considered as cases of alexithymia.
Regarding the variable sex, it is women who obtained a higher percentage of cases of
alexithymia with 60%. As for the age group, higher percentages were found in the
second group (20 to 22 years) with 51.7%, the same way, according to the variable year
of study, 2nd Year showed a percentage of 25% outstripping other years and, by
specialty, are the clinical area who obtained a higher percentage of alexithymia with
48%. Despite these results, no significant differences were found between the means of
the variables. Finally, it is suggested that primary intervention strategies, promotion and
prevention to counter these data.

Key words: Prevalence, alexithymia, psychology, TAS 20.


ÍNDICE

ÍNDICE DE TABLAS

ÍNDICE DE GRÁFICOS

INTRODUCCIÓN

CAPITULO 1: PROBLEMA 1

1.1 Planteamiento 1

1.2 Formulación 3

1.3 Objetivos 3

1.4 Justificación e importancia 4

1.5 Variables 4

1.6 Antecedentes 5

CAPÍTULO 2: MARCO TEORICO 11

2.1. Alexitimia 11

2.1.1. Concepto 11

2.1.2. Aspectos históricos 14

2.1.3. Prevalencia 16

2.1.4. Características 20

2.1.5. Factores de riesgo 23

2.1.6. Evaluación y terapéutica 31


CAPÍTULO 3: METODOLOGÍA 36

3.1 Población y Muestra 36

3.2 Instrumento 38

3.2.1 Escala de Alexitimia – TAS 20 38

3.2.2 Validez y Confiabilidad 39

3.3 Procedimiento 41

CAPÍTULO 4: RESULTADOS 42

4.1 Características psicométricas del TAS – 20 42

4.1.1 Validez 42

4.1.2 Confiabilidad 44

4.2 Prevalencia 44

4.3 Comparación de Medias 49

CAPÍTULO 5: DISCUSIÓN 52

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Variables 5

Tabla 2. Fórmula del Muestreo Estratificado 37

Tabla 3. Distribución de la muestra por año de estudio 37

Tabla 4. Distribución de la muestra por especialidad 38

Tabla 5. Calificación de la TAS – 20 38

Tabla 6. Prueba KMO y Prueba de Bartlett de la TAS – 20

(Versión adaptada) 41

Tabla 7. Correlación de Pearson (versión adaptada) 41

Tabla 8. Prueba KMO y Prueba de Bartlett de la TAS – 20 42

Tabla 9. Índice de discriminación de la escala de alexitimia de Toronto en


estudiantes universitarios 43

Tabla 10. Alfa de Cronbach para la escala total 44

Tabla 11. Prevalencia del Total de Casos de Alexitimia 44

Tabla 12. Prevalencia de Casos según Sexo 47

Tabla 13. Prevalencia de Casos según Edad 46

Tabla 14. Prevalencia de Casos según Año de estudio 47

Tabla 15. Prevalencia de Casos según Especialidad 48

Tabla 16. Comparación de Medias según Sexo 49

Tabla 17. Comparación de Medias según Edad 50

Tabla 18. Comparación de Medias según Año de estudio 50

Tabla 19. Comparación de Medias según Especialidad 51


ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráfico 1. Prevalencia del Total de Casos de Alexitimia en estudiantes 45

Gráfico 2. Prevalencia de Casos de Alexitimia según Sexo 46

Gráfico 3. Prevalencia de Casos de Alexitimia según Grupo de Edad 49

Gráfico 4. Prevalencia de Casos de Alexitimia según Año de Estudio 48

Gráfico 5. Prevalencia de Casos de Alexitimia según Especialidad 49


INTRODUCCIÓN

La alexitimia es un constructo relativamente nuevo y poco conocido en el campo

de la psicología. Su creciente interés está generando, en los últimos tiempos, una serie

de investigaciones cuya finalidad es esclarecer, con mayor exactitud, su fenomenología

y relevancia en el campo de la salud mental.

La alexitimia alude a la incapacidad para expresar verbalmente los afectos. Sin

embargo, es más que eso; es un constructo multifacético que incluye un conjunto de

características: dificultad para identificar y describir las distintas emociones; problemas

para diferenciar los estados emocionales de las sensaciones corporales; limitación del

pensamiento simbólico y un pensamiento operatorio caracterizado por la tendencia a

centrar la atención en los aspectos externos de los sucesos dejando los aspectos internos

sin atender.

En el presente trabajo se determinará la prevalencia de casos con alexitimia en

estudiantes de psicología de una universidad nacional. Se eligió a estudiantes de

psicología porque, estos estudiantes, van a ser los encargados de facilitar bienestar a

otras personas cuando terminen con su formación y que, de presentar rasgos

alexitímicos, esta labor no sería la adecuada. Es importante señalar que el profesional en

psicología está preparado con diversas herramientas y técnicas de intervención para

facilitar el bienestar de las personas. Sin embargo, qué pasa cuando este profesional se

encuentra emocionalmente inestable o presenta conflictos que le impidan realizar su

trabajo con calidad; obviamente, perjudican de alguna u otra manera que aquella

persona que recurra a sus servicios no logre cumplir con los objetivos esperados; es

decir, el bienestar.
Esta investigación está dividida en cinco capítulos en donde el primero de ellos describe

con mayor detalle las características de esta investigación; es decir, se plantea el

problema, se formula la posterior pregunta a investigar; así como, los objetivos, general

y específicos que delimitan el desarrollo de dicho estudio.

En el capítulo dos hallaremos los aspectos teóricos y características de la alexitimia.

Asimismo, se menciona la etiología de dicha variable, los diversos instrumentos de

evaluación diseñados hasta ahora y, finalmente, las propuestas de intervención

terapéutica.

La metodología, el tipo de investigación, la población en donde se realizó el trabajo así

como la descripción del instrumento utilizado, la Escala de Alexitimia de Toronto (TAS

20), se encuentran en el capítulo tres.

En el capítulo cuatro se exponen los resultados hallados; es decir, las tablas que señalan

el porcentaje de casos en la muestra total así como por variable. Resulta conveniente

señalar que las variables que se están considerando son el sexo, el grupo de edad, el año

de estudio y la especialidad. Por otra parte, se describe brevemente el análisis

psicométrico realizado al instrumento.

Finalmente, el capítulo cinco está dedicado a la discusión de los resultados contrastando

con los antecedentes; y, además, se proponen alternativas para mejorar y/o reducir los

porcentajes obtenidos en el estudio.


CAPITULO 1: PROBLEMA

1.1 Planteamiento

La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura,

puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de

habilidades. Goleman (1995) en su obra “La Inteligencia Emocional” señala que la

habilidad fundamental para desarrollar esta inteligencia es la de conocer las propias

emociones; es decir, estar consciente de uno mismo. La capacidad de controlar

sentimientos de un momento a otro es fundamental para la penetración psicológica y la

comprensión de uno mismo.

Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más

probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos

mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner

cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad

de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad. Si no analizamos nuestros

sentimientos, no lograremos escapar de un estado de embotamiento emocional y así no

podemos esperar tener relaciones satisfactorias con los demás. Este embotamiento

emocional es conocido también como Alexitimia.

La alexitimia es aquel proceso cognitivo que se caracteriza por un déficit en la

comprensión, reconocimiento y concienciación de los sentimientos propios y ajenos. Es

decir, si la persona se encuentra en una situación que le provoca sentimientos de tristeza

o cólera, le resultará casi imposible comunicar estas sensaciones a otras personas; es

más, podría estar desarrollando algún síntoma físico, sin embargo, lo asume como un

rasgo independiente a la situación que desencadenó la respuesta emocional. Es frecuente


que ante la pregunta ¿Te pasa algo? Respondan “Nada”, con un tono de voz lineal y

monótona. Estas personas se encuentran en una “seudonormalidad” ya que creen estar

adaptados al medio, no obstante, no es así. Este embotamiento emocional les permite

percibir la realidad de esa manera, concreta y sin matices.

En efecto, parecen carecer de sentimientos, aunque esto puede deberse en realidad a su

incapacidad para expresar emociones más que a una ausencia de las mismas.

Ahora bien, el psicólogo es aquella persona que posee una formación científica,

tecnológica y humanística con la finalidad de promover y/o facilitar el bienestar; así

como, desarrollar el potencial de la sociedad. Debe poseer habilidades para conocer,

analizar y explicar las motivaciones que guían las relaciones humanas, en los ámbitos

social, laboral, familiar y educativo; dominar los métodos y técnicas de diagnóstico y

aplicarlos adecuadamente en las áreas clínicas, sociales, organizacionales y educativas.

Y debe ser capaz de orientar el desarrollo psicológico de los niños, manejar técnicas de

evaluación, diagnóstico y tratamiento que contribuyan al desarrollo del ser humano.

Sin embargo, que ocurre cuando este profesional sufre o padece rasgos que le dificultan

expresar sus sentimientos o tomar decisiones en su centro de labores; es muy probable

que, en lugar de facilitar bienestar, estarían perjudicando a la o las personas que acudan

a él.

En el Perú son varias las universidades que cuentan con una facultad de psicología; y,

solo 4 en entidades públicas. Un estudio realizado por la Asamblea Nacional de

Rectores (ANR, 2008) indica que el número de postulantes a esta carrera alcanzó el

2.37% a nivel nacional, equivalentes a 4491 postulantes a universidades públicas y 6949

a las privadas. De los cuales, 594 ingresaron a una universidad pública y 5946 a una

privada alcanzando el 3.02% del total.


Dicho esto, es necesario conocer si, en estos futuros profesionales de la salud, existe un

grado de alexitimia crítico que les dificulte desarrollar sus potenciales humanos y,

sobretodo, facilitar el bienestar a los demás.

1.2 Formulación

¿Cuál es la prevalencia de la alexitimia en los estudiantes de psicología de una

universidad nacional de Lima Metropolitana?

1.3 Objetivos

Objetivo General:

Determinar la prevalencia de alexitimia en estudiantes de psicología de una

universidad de Lima Metropolitana, de acuerdo al sexo, edad, año de estudio y

especialidad.

Objetivos Específicos:

1. Determinar las propiedades psicométricas de la Escala de Alexitimia de Toronto

(TAS 20)

2. Comparar los niveles de alexitimia según sexo en estudiantes de psicología de

una universidad de Lima Metropolitana.

3. Comparar los niveles de alexitimia según edad en estudiantes de psicología de

una universidad de Lima Metropolitana.

4. Comparar los niveles de alexitimia según año de estudio en estudiantes de

psicología de una universidad de Lima Metropolitana.

5. Comparar los niveles de alexitimia según especialidad en estudiantes de

psicología de una universidad de Lima Metropolitana.


1.4 Justificación e Importancia

Se sabe que la Psicología es la ciencia que estudia la conducta humana y los

procesos psíquicos que intervienen en esta. Asimismo, el profesional de la psicología,

independientemente del área donde se desempeñe, cumple con la función de informar,

evaluar e intervenir de acuerdo al caso con el único objetivo de facilitar bienestar.

Sin embargo, qué ocurre cuando estos profesionales, a pesar de la formación científica y

tecnológica que han recibido, muestran dificultades para reconocer y resolver sus

propios conflictos emocionales, el servicio que puedan brindar para la persona o grupo

que lo requiera no será el adecuado.

En Argentina, algunas universidades consideran necesario que el alumno de psicología

del nivel de pregrado inicie con el proceso terapéutico desde que inicia con la formación

para que, al terminar los 6 años de carrera, se encuentre en un equilibrio emocional que

le permita actuar de manera eficiente en su centro de labores. No obstante, aquí en el

Perú, eso no ocurre. Por el contrario, los estudiantes de los últimos ciclos ya están

realizando prácticas en centros de atención psicológica, colegios, comunidades o

empresas sin siquiera percatarse de sus conflictos.

Si bien la alexitimia es un constructo que se ha investigado muy poco en nuestro país,

resulta interesante contribuir con la comunidad científica realizando estudios de este

tipo; o sea, que pretendan determinar el porcentaje de casos con alexitimia en una

población determinada, sobretodo, en el sector salud.

1.5 Variables

En la siguiente tabla se observan las variables que se están considerando para el

siguiente estudio. (Tabla N° 1)


Tabla 1. Tabla de Variables

Variable Definición Tipo Dimensión


Incapacidad para expresar
emociones debido a que estas
personas no son capaces de
Alexitimia Cuantitativo Unidimensional
identificar, entender o reconocer lo
que sienten
Puntaje >o= 56
Es un proceso de combinación y
mezcla de rasgos genéticos a
menudo dando por resultados la Hombre o
Sexo Cuantitativo
especialización de organismos en Mujer
variedades femeninas y masculinas.
Hombre = 1; Mujer = 2
Tiempo transcurrido a partir del
nacimiento de un individuo
Edad Cuantitativo Agrupada
Grupos de edad (17 a 19; 20 a 22;
23 a 25; 26 a 28)
Nivel académico en el que se
encuentra una persona en una
Año de Estudio Cuantitativo -
institución educativa
De 1ro a 6to
Distintas vertientes de la psicología
que tienen aplicación directa en la
solución de problemas y
Especialidad optimización de procesos humanos Cuantitativo -
con fines profesionales.
Clínica = 2; Organizacional = 3;
Educativa = 4; Social = 5

1.6 Antecedentes

A nivel nacional son pocas las investigaciones realizadas sobre esta variable;

solo la UNMSM y la PUCP son las únicas universidades que presentan por lo menos

una investigación en sus bibliotecas sobre alexitimia.


Torres (2007) realizó un estudio sobre la relación entre los estilos de personalidad y

alexitimia en pacientes con antecedentes de suicidio. Dicha investigación arrojó

correlaciones estadísticamente significativas entre las personalidades esquizoide,

evitativo, histriónico, autoderrotista y esquizotípico con la alexitimia. Asimismo, la

Escala de Alexitimia de Toronto (TAS 20), instrumento que se utilizó en esta

investigación, presentó adecuados indicadores psicométricos en nuestro medio.

Romero en el 2009 investigó el nivel de alexitimia en pacientes con trastorno de

ansiedad generalizada en contraste con un grupo control. Se encontró que el grupo

clínico presentan niveles más elevados de alexitimia a diferencia del grupo control;

sobre todo si tienen mayores dificultades para identificar sus sentimientos y

diferenciarlos de sus sensaciones corporales. Del mismo modo, los pacientes que no

reportaron pensamientos anticipatorios en sus momentos de ansiedad y los que

reportaron desesperanza, vacío o un desconocimiento sobre la causa de su ansiedad

puntuaron más alto en la escala total de alexitimia. Lo mismo sucedió con los pacientes

que habían recibido tratamientos previos -psicológicos o psiquiátricos- al ser

comparados con aquellos que recibían ayuda psiquiátrica por primera vez.

Finalmente, encontramos a Vásquez (2009) quien busca la relación entre alexitimia y

las autolesiones en un grupo de escolares de Lima Metropolitana. Se pudo notar que la

TAS 20, a pesar de ser confiable para nuestra muestra, presenta ciertas dificultades,

sobre todo en cuanto al factor 3. No obstante, los resultados demuestran que la

alexitimia si se encuentra relacionada a las autolesiones, pero que existen otras variables

que influyen en esa relación.

A nivel internacional, se hallan estudios realizados en España, México y Brasil, entre

otros; siendo los del país vasco quienes destacan por haber enfocado años de
investigación sobre esta variable, en la revisión de los conceptos teóricos; así como, en

la relación con otras variables.

Destaca en España el trabajo de Fernández y Yárnoz en el 1994; quienes realizan una

revisión bibliográfica sobre el concepto alexitimia. Señalan los hallazgos hechos por

Sifneos (1973) al organizar las observaciones clínicas realizadas décadas antes por otros

autores a pacientes psicosomáticos. Del mismo modo, proponen una definición de

alexitimia; así como, un debate entre si deben considerarla un rasgo de personalidad, a

modo de constructo o variable graduada o continua en la que todas las personas pueden

tener un mayor o menor grado de alexitimia, o como un estado, a modo de condición o

trastorno que se tiene o no se tiene. Finalmente, muestran las diferencias entre

alexitimia y la represión emocional psicoanalítica; así como, las técnicas de evaluación

y tratamiento.

Otero (1999), también, realiza una revisión del concepto de alexitimia: los antecedentes,

la aparición y el desarrollo del constructo, las críticas más importantes, el estado actual

del tema y la propuesta de distinción entre alexitimia primaria y secundaria. Sostiene

que la alexitimia primaria es el resultado del bloqueo temprano en el desarrollo afectivo

del niño y tendría un significado etiológico de predisposición personal cognitivo-

afectiva. Mientras que la alexitimia secundaria es una reacción transitoria específica que

acompaña o permanece tras una situación de enfermedad orgánica, un traumatismo

importante o determinadas situaciones de conflicto en cualquier sujeto, que puede

desaparecer cuando la situación remite (alexitimia secundaria aguda) o puede ser un

estado permanente en pacientes cuya enfermedad o cuyo traumatismo tiende hacia un

desarrollo crónico (alexitimia secundaria crónica).


Del mismo modo, Moral de la Rubia y Retamales en el 2001, presentan unos datos

sugerentes de la distinción entre alexitimia primaria y secundaria propuesta por

Freyberger (1977). Deducen que el rasgo central de la alexitimia es el déficit de la

función simbólica, y se plantea la hipótesis de un continuo entre el síndrome de

Kranner, el síndrome de Asperger, la alexitimia primaria, la alexitimia secundaria y la

funcionalidad simbolizadora (o metarrepresentación) del mundo vivencial interno.

Por otra parte, Martínez, Ortiz y Ato, (2003), realizaron un estudio con el objetivo de

diferenciar la estabilidad temporal de los niveles de alexitimia en relación a los cambios

experimentados en el malestar emocional (ansiedad y sintomatología somática) causado

por los exámenes universitarios. Los resultados mostraron que mientras las medidas de

malestar emocional cambiaron significativamente durante las diversas fases, el grado de

alexitimia permaneció inalterable. Concluyen afirmando que la alexitimia constituye un

rasgo estable de personalidad.

En cuanto a la valoración de la hipótesis que sostiene que la alexitimia está determinada

por un déficit cognitivo en la capacidad para procesar estímulos afectivos, Martínez y

Marín en 1997 estudian el procesamiento de información emocional en relación con la

alexitimia. Para ello aplicaron una tarea computarizada que reproducía el efecto Stroop

emocional, utilizando dos tipos de palabras, emocionalmente activadoras (por ejemplo,

SIDA), y emocionalmente neutras (por ejemplo, GAFAS). Consistentes con las

predicciones, en la fase experimental los sujetos categorizados como alexitímicos

tardaron menos tiempo en responder ante las palabras emocionalmente activadoras que

los calificados como no alexitímicos. Estos resultados sugieren que los alexitímicos son

menos hábiles para reconocer estímulos emocionales que los no alexitímicos, además

apoyan la validez de constructo de la alexitimia.


Asimismo, Martínez, Montero y de la Cerra (2002); investigaron la existencia de sesgos

cognitivos en el reconocimiento de expresiones vocales emocionales, generadas usando

procedimientos de conversión texto a voz por síntesis de formantes, en relación a la

capacidad para procesar estímulos emocionales en la alexitimia, con el objeto de valorar

si ésta refleja un déficit en el procesamiento emocional. Sometieron a un grupo formado

por 162 sujetos a diversos estímulos en los que debían identificar la emoción (neutra,

alegre, triste, airada) que expresaba el hablante. El análisis de las matrices de confusión

de los resultados mostró que los sujetos con altos niveles de alexitimia reconocían

significativamente menos expresiones emocionales que quienes tenían bajos niveles de

alexitimia durante la primera mitad del experimento. Estos resultados sugieren que los

alexitímicos son menos hábiles para reconocer estímulos vocales emocionales, además

proveen de validez al constructo de alexitimia.

En México, Moral de la Rubia (2006) realizó un estudio en una muestra de 362

estudiantes con el objetivo de determinar la relación entre alexitimia y depresión,

observar la relación entre alexitimia, medidas por la TAS 20, con las escalas de

validación y clínicas del MMPI, en especial con la depresión y la somatización; y,

finalmente, establecer si la relación entre alexitimia y somatización es directa o está

mediada por la depresión.

A partir de los resultados de este estudio se puede afirmar que la alexitimia y la

depresión son dos variables que se correlacionan de una forma significativa, directa y

moderadamente baja; resultan ser dos conceptos claramente distinguibles y no se puede

reducir la alexitimia a un rasgo depresivo y menos aún de depresión enmascarada.

Finalmente, Freire (2010), a partir de la diferenciación conceptual que realiza entre las

emociones y los sentimientos con los aportes de LeDoux y Damasio, utiliza esa base
para abordar el concepto y origen de la alexitimia. Sostiene que un alexitímico no

consigue realizar el pasaje emoción-sentimiento; es decir, el circuito neuronal que

permite la autoconciencia emocional (percepción consciente de las sensaciones

subjetivas que acompañan la emoción) no se completa de forma satisfactoria, resultando

un circuito que no permite regulación. Ese circuito deficiente impide la generación de

un sentimiento consciente. Señala, además, que reconocer lo que se está sintiendo exige

un proceso de aprendizaje que el ser humano desarrolla desde su nacimiento, a partir de

aparatos cerebrales solo disponibles en el ser humano, y de ambientes adecuados para el

desarrollo del mismo; por lo que, un alexitímico, carece de ello.


CAPITULO 2: MARCO TEÓRICO

2.1 Alexitimia

2.1.1 Concepto

La alexitimia es un constructo que aparece en 1972, propuesto por Sifneos a

partir de investigaciones realizadas con Nemiah y otros colaboradores. Se trata de un

síndrome que los investigadores observaron en una serie de pacientes psicosomáticos

(Sivak y Wiater, 1998). Sin embargo, el creciente interés en este constructo ha originado

un gran cuerpo de investigaciones que supera el área de la psicosomática.

La alexitimia se define por una dificultad para reconocer, identificar y describir las

distintas emociones. Asimismo, los individuos que la padecen tienen problemas para

diferenciar los estados emocionales de las sensaciones corporales. Otro elemento

importante es la limitación del pensamiento simbólico, la cual se ve reflejada en la poca

capacidad para fantasear. Por último, los alexitímicos presentan un pensamiento

operatorio –concepto introducido por Marty y De M´Uzan-, caracterizado por una

tendencia a centrar la atención en los aspectos externos de los sucesos dejando los

aspectos internos sin atender.

Al respecto, Fernández-Montalvo y Yárnoz (1994) indican que la persona logra hacer

descripciones bastante detalladas de sus acciones, hechos o gestos pero sin integrar el

elemento afectivo. Los problemas concretos ocupan todo el campo de atención y queda

excluida toda representación afectiva unida a los recuerdos.

Conviene aclarar que las personas en las que se observan niveles elevados de alexitimia

tienen un déficit en la regulación del afecto o en el procesamiento de la información

emocional y, por lo tanto, tienen dificultades distinguiendo y verbalizando estados


emocionales. Sin embargo, no tienen dichas dificultades en la experimentación de estos

estados (Velasco, 2000). Por ello, Bodni (1991) afirma que la alexitimia es como una

dislexia afectiva. Menciona que el sujeto, pese a la intensidad de los afectos, no

discrimina matices. En otras palabras, Sivak et al. (1998) señalan que el sujeto

alexitímico tiene emociones, pero no puede expresar sus sentimientos -si se toma la

definición de emoción como la dimensión biológica del afecto y la definición de

sentimiento como el aspecto psicológico de éste-. Es por ello que las respuestas

comportamentales y fisiológicas predominan en sujetos que padecen de alexitimia.

Algunos autores como Salminen, Saarijärvi, Äärelä y Tamminen (1994 citados en

Velasco, 2000), opinan que la alexitimia es una condición permanente a través del

tiempo. No obstante, existen otros como Keltikangas-Jarvinen (1985 citado en Velasco,

2000), que proponen que puede ser una condición transitoria, siendo una característica

del paciente circunscrita a un momento determinado. Se podría deber a ciertas variables

traumáticas de la situación que estaría atravesando el paciente.

Por otra parte, Martínez-Sánchez, Ato y Ortiz (2003), investigaron sobre la estabilidad

temporal de los niveles de alexitimia en relación a los cambios generados por el

malestar emocional ocasionados frente a eventos estresantes concluyendo que la

alexitimia constituía un rasgo estable de la personalidad; similar conclusión fue hallada

por Salminen et al. (referidos por Velasco, 2000), quienes constataron que el nivel de

alexitimia permaneció estable en un grupo de pacientes admitidos en un hospital

mientras que otras variables tales como malestar psicológico, depresión y ansiedad

disminuyeron. Otros investigadores tales como Keltikangas-Jarvinen (citados en

Velasco, 2000), señalan que la alexitimia podría disminuir en algunos pacientes

considerándola bajo estos resultados como un estado más que como un rasgo de la

personalidad.
Apoyando lo anterior, Roca, Tejero, Trujols, Soler, Cid, Camping y Pinet (1999),

señalan que la alexitimia es un rasgo de personalidad que suele asociarse a diversos

trastornos, ya que al presentar una limitada conciencia emocional y afectiva, facilita la

amplificación de las sensaciones físicas de las emociones, explicando de esta manera la

tendencia a desarrollar trastornos por somatización y psicosomático, presentando una

mayor vulnerabilidad al estrés.

Finalmente, la alexitimia, tal como señala Velasco (2000), no puede ser contemplada

como un fenómeno de todo o nada, sino que podría ser considerada como una

característica de intensidad variable o como un estado temporal del pensamiento y de

las modalidades de expresión. Fernández-Montalvo et al. (1994), declaran que la

alexitimia es un concepto de rango, y que no todos los individuos tienen el mismo grado

de alexitimia, siendo común la presencia de cantidades pequeñas.

Entre los aportes de otros autores, es Freyberger (citado por Otero, 1999), quien

introduce el término alexitimia secundaria, haciendo referencia a una reacción temporal

especifica que acompaña o subsiste tras una situación de enfermedad orgánica; un

traumatismo significativo o determinadas situaciones de conflicto en cualquier sujeto

que puede dispersarse cuando la situación decrece, denominada alexitimia secundaria

aguda; o puede ser un estado permanente en pacientes cuya enfermedad o traumatismo

tiende hacia un desarrollo crónico, alexitimia secundaria crónica. A diferencia de la

alexitimia primaria que se refiere al efecto del bloqueo temprano en el desarrollo

afectivo del niño y tendría un significado etiológico de predisposición personal

cognitivo-afectiva.

Coincidiendo con Freyberger, Sifneos (1977, véase en Sivak et al., 1997), también toma

en cuenta la alexitimia primaria y secundaria. Indica que la primaria tiene mayor


relación con las concepciones neurofisiológicas, mientras que la secundaria posee una

etiología más psicológica.

Por último, Páez, Fernández y Mayordomo (2000), señalan que la alexitimia secundaria

hace referencia a la poca expresión verbal y una respuesta subjetiva poco elaborada

frente situaciones emocionales, y por ejemplo suele ser característico de la cultura

china.

2.1.2 Aspectos históricos

En la década de los ’70, Sifneos y Nemiah (Sivak et al., 1997) observaron en

pacientes psicosomáticos una dificultad para expresar sus estados afectivos con

palabras, así como para diferenciar sensaciones corporales de afectos. Lo consideraron

una perturbación cognitivo – afectiva que denominaron alexitimia (del griego a: “falta”,

lexis: “palabra”, thymós: “afecto”), que significa “ausencia de verbalización de afectos”.

De esta manera, Sifneos, el creador del constructo, define la alexitimia en la

personalidad de nuestro tiempo indicando que este conjunto de características

corresponde al perfil socialmente esperado de los individuos. Si bien la alexitimia está

estrechamente ligada a la cultura, por razones históricas está vinculada a la

psicosomática, y a su descubrimiento por Sifneos ha sido efectuado en ese contexto.

(Pedinielli, 1992; véase en Sivak et al., 1997)

La alexitimia fue observada inicialmente en algunos pacientes con trastornos

psicosomáticos. Éstos manifestaban una pobre capacidad de fantasear y mostraban gran

resistencia a aceptar las interpretaciones psicoanalíticas tradicionales. También se

observaba que las relaciones interpersonales con frecuencia eran rígidas y

estereotipadas.
Algunas características similares a la alexitimia fueron señaladas por S. Ferenczi

(1924), quien observó pacientes en los que no se hallaba fantasía investida de afecto.

Propuso la represión del material psíquico y la supresión del afecto como modelo

defensivo principal.

Para G. Zilboorg (1933) la ausencia del aspecto ideacional del afecto se debe a una

regresión a un estado primitivo de indiferenciación psique-soma, además de las defensas

de negación y represión.

J. Ruesch (1948) propueso el concepto de “personalidad infantil” que supone una

alteración de la capacidad de comunicación. Las habilidades comunicativas se

adquieren por el intercambio social con el ambiente y se considera que los pacientes

psicosomáticos presentan una detención del desarrollo por insuficiencia de estas

capacidades, lo cual provoca restricción de la fantasía, dependencia objetal y conducta

social hiperadaptada. Del mismo modo, hacía hincapié en la pobreza de la

simbolización del paciente psicosomático, mientras que Groen y Bastiaans (1951)

revelaban que estos pacientes no eran capaces de desprenderse del impacto afectivo en

las situaciones de estrés emocional y que continuaban tratando estas situaciones como si

fuesen situaciones normales. M. Freedman y B. Sweet (1954) hablan de estos pacientes

como “analfabetos emocionales”.

H. Shands (1968, 1975) describió un grupo de pacientes “difíciles, con inhabilidad de

describir sus sentimientos, escaza utilización del pronombre ‘yo’ en un contexto

emocional”, y tomó en cuenta las determinaciones culturales. J. Krystal y H. Raskin

(1979) trabajaron los conceptos de dediferenciación afectiva, deverbalización y

resomatización en relación con sobrevivientes de campos de concentración y adictos al

alcohol y a drogas, y observaron en ellos características similares a la alexitimia.


P. Mac Lean (1949) postulaba que la incapacidad de verbalizar las emociones refleja las

conexiones inadecuadas entre el sistema límbico y el neocórtex, y esa perturbación

provocaría la falta de elaboración por parte del córtex, de las emociones originadas en la

parte más primitiva del cerebro (rinencéfalo), por lo que ellas se expresarían a nivel

somático.

Posteriormente, los psicoanalistas franceses Marty y De M´Uzan (1963) introducen el

concepto de pensamiento operatorio para caracterizar las aparentes particularidades de

los pacientes psicosomáticos, y que se refiere a un tipo de pensamiento que reduplica la

acción en sí misma; es decir, el sujeto describe acciones, hechos o gestos tal y como se

producen pero sin integrar connotación afectiva. (Fernández y Yarnoz, 1994).

Esta forma de pensamiento es excesivamente pragmática y detallista, centrada en

acontecimientos presentes y cotidianos, con una capacidad limitada de fantasía.

También señalaron en estos pacientes la reduplicación proyectiva como un tipo de

percepción narcisista donde los otros son vistos como una imagen estereotipada de sí

mismo. (Sivak et al., 1997)

2.1.3 Prevalencia

En general, la bibliografía consultada sobre estudios realizados en los últimos años

permite destacar desde el punto de vista epidemiológico que:

- Población General

Son pocas las investigaciones sobre la tasa de prevalencia de alexitimia en población

general. Encontramos los estudios realizados por Blanchard, Arena y Pallmeyer (1981)

en población estudiantil donde se obtuvo una tasa que oscila entre el 8 y 10%.
Por otra parte, Loas, Fremaux, Otmani y Verrier (1995) estudiaron dos grupos de

sujetos sanos, 183 normales y 263 estudiantes universitarios. La prevalencia en el grupo

de sujetos normales fue de 23% y en el grupo de estudiantes fue de 17,1%.

- Género y Alexitimia

En cuanto a la distribución por sexos, se ha encontrado una mayor tendencia por parte

de los hombres a ser alexitímicos. Así, en los estudios realizados por Blanchard et al., se

hallaron unas tasas del 8% de varones alexitímicos frente al 1,8% de las mujeres.

Del mismo modo, Levant, Hall, Williams and Hasan en el 2009 señalan que los

hombres tienden a puntuar más alto que las mujeres, al menos en muestras no clínicas.

Vargas y Coutiño (2011) confirman el estudio de los ingleses en su trabajo sobre la

expresión de sentimientos entre novios. En dicha investigación se pudo ver que las

mujeres reportaban más que los hombres ciertos problemas para expresar sus

sentimientos, aunque estos no eran graves, sin embargo en el caso de los hombres, estos

no reportaban problema alguno para expresar sus sentimientos, pero cuando tenían

problemas, estos eran severos o alexitímicos. Los autores discuten sobre lo

recomendable que resultaría el tratamiento psicoterapéutico oportuno de estos casos,

para mejorar la experiencia del noviazgo y para mejorar también el pronóstico de la

pareja.

- Relación con el nivel sociocultural

Se ha encontrado una mayor incidencia de alexitimia en que pertenecen a un nivel

socioeconómico bajo y con un nivel intelectual y educativo también bajo. (Cerezo et al.,

1988; véase en Martínez et al., 1994).


Algunos autores han planteado que la alexitimia es más elevada cuando el nivel

intelectual es más bajo, ya que la incapacidad para expresar los sentimientos sería un

reflejo de la limitación de la actividad cognitiva relacionada con la posición social de

los sujetos. (Sivak et al., 1997). No hay muchos trabajos que se hayan interesado en

evaluar alexitimia y competencias intelectuales.

- Alexitimia y Trastornos Psicosomáticos

Del 20 al 45% de los pacientes gastroenterólogos, del 42 al 48% de los diabéticos y el

27% de los que sufren artritis son alexitímicos. En patología respiratoria, entre un 33 y

47% de los sujetos presentan características de alexitimia. Respecto de los pacientes

dermatológicos con psoriasis o eccema, con los cuales trabajó Acklin tomando

Rorschach, se observó que presentan más características de alexitimia que el grupo

control. Para Fukunishi, un 30% de las insuficiencias renales en hemodiálisis son de

personas alexitímicas. Entre sujetos con dolores crónicos el porcentaje de alexitímicos

oscila entre el 30 y el 66%. (Sivak et al., 1997)

- Alexitimia y Adicciones

En un estudio realizado con la Escala de Alexitimia de Toronto (Taylor, Ryan y Bagby,

1985) con el objetivo de investigar la prevalencia de alexitimia entre pacientes

dependientes a sustancias psicoactivas, de los 44 que componían la muestra el 50% eran

alexitímicos. (Taylor, James, Parker y Bagby, 1990; véase en Martínez et al., 1994).

Asimismo, los pacientes alexitímicos estaban significativamente más ansiosos y

deprimidos que los no alexitímicos, y presentaban un mayor número de quejas físicas y

alteraciones psicológicas generales.


- Alexitimia y Desórdenes Alimenticios

En Londres, Troop, Schmidt y Treasure (1995) estudiaron la alexitimia en pacientes con

trastornos de conducta alimentaria y compararon los resultados con población normal.

Se administró la TAS a pacientes con anorexia nerviosa (n=29), bulimia nerviosa

(n=83), anorexia con subtipo de bulimia (n=15) y 79 mujeres estudiantes. Los tres

grupos con trastornos de conducta alimentaria fueron menos capaces de identificar sus

sentimientos, y las pacientes con anorexia nerviosa tuvieron mayor disminución de la

fantasía que las pacientes con bulimia y las estudiantes.

Un trabajo de Groot, Rodin y Olmsted (1995) en Ontario, Canadá, evaluó la alexitimia

en mujeres con bulimia nerviosa y su relación con depresión y síntomas somáticos. Los

autores se propusieron determinar si un programa intensivo de psicoterapia de grupo

contribuye a reducir el grado de alexitimia. Utilizando la TAS se encontró que un

significativo grupo de mujeres bulímicas eran alexitímicas antes del tratamiento

(61,3%) y después del tratamiento (32,3%) en comparación con el grupo control (5,0%).

Torres, Prista Guerra, Lencastre, Vieira, Roma-Torres y Brandao (2011) realizaron una

investigación sobre la prevalencia de alexitimia en una muestra de pacientes con

anorexia nervosa y su relación con variables clínicas y sociodemográficas, como el

índice de masa corporal, la duración de la enfermedad, edad, educación y nivel

socioeconómico.

Los resultados arrojaron que, por una parte, la alexitimia no se correlaciona con las

variables clínicas y sociodemográficas consideradas, a excepción de la educación cuya

asociación con esta variable fue positiva y baja. Por otra, los pacientes con anorexia

nervosa presentan dificultades en la regulación de las emociones con mayor frecuencia,

independientemente de su peso, la duración de la enfermedad, edad y nivel


socioeconómico. Sugieren que el tratamiento debe centrarse en la intervención

sistemática en el campo de las emociones.

2.1.4 Características

Si se entiende la alexitimia como una alteración de la personalidad como detalló

Kristal (referido por Sivak et al., 1997), se pueden diferenciar tres áreas de trastornos:

- Cognitivo: Corresponde a los rasgos descritos en el pensamiento operatorio,

en el cual las dificultades para simbolizar no corresponden a una limitación

intelectual. Utilizan los símbolos como signos, sin creatividad y sin

integrarlos en un contexto personal.

- Afectivo: Se refiere a la dificultad para verbalizar las emociones y a la

dificultad de diferenciar sensaciones corporales y actuaciones impulsivas.

- De las relaciones interpersonales: Ya que supone una alteración de la

empatía.

Tal como señala Velasco (2000, p. 25): La alexitimia aparece como un fenómeno con

varias caras; las consecuencias de la incapacidad para verbalizar sentimientos y

emociones repercute en las relaciones interpersonales, la creatividad, el reconocimiento

de un espacio interior, así como la riqueza comunicacional y la naturaleza del

sufrimiento.

Retamales (1989) califica los rasgos que caracteriza la alexitimia en esenciales y

accesorios. Los esenciales constituyen el núcleo del trastorno y los accesorios se dan en

gran parte de los casos. (Sivak et al., 1997).


Rasgos esenciales de la alexitimia:

 Pensamiento simbólico reducido o ausente: Es utilitario y minucioso; está

centrado en los detalles del entorno, referido a acontecimientos externos sin

que el sujeto sus sentimientos, tensiones, deseos o motivaciones.

 Limitada capacidad para fantasear: Inhibición de la fantasía como

realizadora de deseos, impidiéndole la representación de sus impulsos paso

previo a la actuación.

 Dificultad para expresar sus propios sentimientos con palabras: Por ser

personas que tienen muy poco contacto con su realidad psíquica, se

encuentran limitadas para diferenciar estados emocionales, así como

también para localizar sensaciones y experiencias corporales.

Rasgos accesorios de la alexitimia:

 Alto grado de conformismo social: Son personas aparentemente bien

adaptadas, pero como señala McDougall (1987), se trata de una

“seudonormalidad”, pues su comportamiento es muy rígido y dependiente

de las convenciones sociales.

 Relaciones interpersonales estereotipadas: Como tienen relaciones

inmaduras pueden establecer con facilidad relaciones de dependencia o caer

en aislamiento, evitando el contacto con la gente.

 Impulsividad como expresión de conflictos: Pueden llegar a la expresión

afectiva descontrolada por su tendencia a expresar conflictos sin elaborarlos

previamente.

 Personalidad Inmadura: Se relaciona con su expresión simbólica.


 Resistencia a la psicoterapia tradicional: Es difícil que puedan realizar una

introspección necesaria para concretar cualquier tipo de psicoterapia que

pretenda descubrir los mecanismos profundos de su trastorno por la

incapacidad de relacionar sus trastornos fisiológicos con sus conflictos y

como consecuencia de su incapacidad para simbolizar.

La incapacidad que se observa en sujetos alexitímicos para distinguir entre las

emociones (fenómeno fisiológico) y los sentimientos (fenómeno psicológico) lleva a

que se confundan los sentimientos y las emociones.

Para esto Freire (2010) basándose en los estudios de LeDoux (2007) y Damasio

(1994/1996, 1999/2000); señala que un sentimiento es un proceso cognitivo que activa

diferentes sistemas neuronales a través de la corteza prefrontal; en cambio, una emoción

utiliza principalmente procesos subcorticales, los cuales detectan y responden

automáticamente ante estímulos emocionales, comunes en humanos y no humanos.

Siguiendo al autor, cita a Damasio al referir que las emociones son cuantificables y

observables en la persona “emocionada” por una tercera persona (Expresión facial,

ritmo y movimiento del cuerpo, etc.). Los sentimientos son resultado de esa percepción,

de esas reacciones por la propia persona. Son, por lo tanto, experiencias subjetivas,

solamente accesibles por la propia persona. En conclusión, para que haya un

sentimiento es necesario una secuencia entre las áreas subcorticales de la emoción, y las

áreas corticales prefrontales, responsables de la cognición para que la persona cree

sentimientos conscientes. En algunas personas ese pasaje no es realizado de forma

satisfactoria por lo que se les conoce como “Alexitímicos”.

En la alexitimia predominan las respuestas fisiológicas y comportamentales en

detrimento de otras respuestas. Nemiah y Sifneos observaron la aparición de la emoción


de manera brusca como una respuesta inmediata al estímulo, aislada, discontinua; ligada

al estímulo pero sin relación con lo que ha pasado antes o después, como una ostra que

se abre y se cierra rápidamente. (Sivak et al., 1997)

Con respecto a la limitación de la vida imaginaria, la mayoría de los investigadores

acuerdan en que los alexitímicos sueñan poco o nada; que el contenido de sus sueños es

pobre y realista, y que los sueños diurnos son poco frecuentes.

Por otra parte, el pasaje al acto en sujetos alexitímicos se puede observar a veces frente

a situaciones de sobrecarga psíquica, de conflictos o situaciones traumáticas; anulando,

de esa manera, toda referencia a una situación emocional, produciéndose la descarga.

El alto grado de conformismo social es un rasgo que tiene que ver con la sensación de

normalidad que transmiten estos pacientes y se vincula a estereotipos culturales; siendo

McDougall quien utiliza los conceptos de “normopatía” y de “seudonormalidad”.

Finalmente, Fernández-Montalvo et al. (1994), Sivak et al. (1997) y Crespo (2002),

detallan que la alexitimia no es una característica diagnóstica psiquiátrica incluida en el

Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales en sus diversas revisiones, tratándose

más bien de una caracterización del tipo de pensamientos, sentimientos y procesos

relacionados que pueden existir en sujetos con una amplia variedad de diagnósticos

psiquiátricos.

2.1.5 Factores de riesgo

Sivak et al. (1997) hacen una revisión de las distintas propuestas etiológicas que

explican la alexitimia y que se detallarán a continuación. En ésta incluyen a autores

como Nemiah, Sifneos, Taylor, Freyberger, Krystal, McDougall, Marty y M‟Uzan,


entre otros. Estos autores agrupan las propuestas etiológicas en tres modelos principales:

el neuropsicológico, el psicodinámico y el sociocultural.

- Modelo Neuropsicológico:

Siguiendo el punto de vista neuropsicológico, existen dos modelos principales:

aquel que se centra en el estudio de la transmisión de información entre el neocórtex y

el sistema límbico (modelo vertical); y el que se centra en la especialización hemisférica

(modelo transversal).

La escuela de Boston, con Nemiah y Sifneos como sus representantes más importantes,

postula una conexión inadecuada entre el sistema límbico -lugar de las emociones- y el

neocórtex, conocido como el lugar de la palabra. Nemiah plantea que los impulsos

destinados hacia la corteza cerebral estarían bloqueados por el sistema límbico,

haciendo imposible el conocimiento de las emociones. En este bloqueo estaría

implicada la dopamina. Nemiah menciona que la causa de este bloqueo podrían ser

mecanismos de defensa psicológicos, así como también algunas discontinuidades

fisiológicas en la estructura neuronal y vías de paso, que son las bases anatómicas de los

procesos psicológicos (Sivak et al., 1997).

Sifneos, quien trabajó conjuntamente con Nemiah, concuerda con esta hipótesis y

agrega otras posibles hipótesis causales (Pedinielli, 1992 citado en Sivak et al., 1997),

entre las cuales se encuentran una falla en la transmisión entre los hemisferios

cerebrales y otras debido a factores psicodinámicos, socioculturales o traumáticos que

abordaremos más adelante.

Siguiendo la revisión teórica, Taylor (1984), concordando con la hipótesis de la

interconexión hemisférica que expone Sifneos, señala que no existe suficiente evidencia

para afirmar que se trate de un defecto en la conexión entre el sistema nervioso y el


neocórtex. Por otro lado, menciona, existen resultados de investigaciones que indicarían

que la alexitimia se podría deber a una imposibilidad en la transferencia adecuada de

información de un hemisferio a otro, así como también podrían estar involucradas

ciertas limitaciones o un funcionamiento disminuido del hemisferio derecho.

Posteriormente, en el 2000, Taylor realizó una revisión bibliográfica donde identificó

una propuesta en la cual existiría un rompimiento en la comunicación entre los dos

hemisferios cerebrales en pacientes alexitímicos; o sea, una comisurotomía funcional,

referida en la limitada capacidad de coordinar e integrar actividades interhemisféricas.

(Lumley y Sielky, 2000; véase en Freire, 2010).

Sabemos, desde la neurofisiología, que las funciones del hemisferio derecho y del

izquierdo no son las mismas. El hemisferio izquierdo dirige funciones superiores como

el lenguaje, la praxis y la gnosis; es analítico y discursivo. El hemisferio derecho en los

diestros se ocupa de la comprensión y la expresión, de las emociones y comprensión de

elementos afectivos.

Para Hoppe (1988), citado por Pedinielli, el hemisferio derecho sería el lugar del

inconsciente, de lo imaginario y de la simbolización representativa. Mientras que el

hemisferio izquierdo es el lugar de los preconsciente, del lenguaje interior y de la

simbolización discursiva. Como la alexitimia es una forma de no expresar emociones,

puede que el hemisferio derecho esté implicado.

En general, los resultados sugieren que la alexitimia puede deberse a una imposibilidad

de transferencia correcta de información entre el hemisferio derecho y el hemisferio

izquierdo, y también a limitaciones o un hipofuncionamiento del hemisferio derecho.

(Sivak et al., 1997)


Finalmente, Freyberger (1977), plantea la diferenciación entre la alexitimia primaria y

secundaria. La alexitimia primaria es de origen en parte genético y neurofisiológico,

irreversible y solo tratable con psicofármacos, refractaria a la psicoterapia verbal. La

alexitimia secundaria sería de índole psicogénica, y atribuible a perturbaciones en la

dinámica temprana de las relaciones madre-hijo o a situaciones afectivas traumáticas; es

posible la psicoterapia verbal.

- Modelos Psicodinámico:

Desde la perspectiva psicodinámica se estudia la alexitimia como un mecanismo

de defensa o como un déficit en la organización psíquica.

Krystal (1979; véase a Sivak et al., 1977), atribuye la alexitimia a una detención en el

desarrollo del afecto por un trauma psíquico infantil o por una regresión afectivo-

cognitiva después de una catástrofe traumática en la vida adulta. Esta negación de

afectividad no se limita a los afectos dolorosos, sino que, también, presentan una

incapacidad para expresar satisfacción y placer, denominada anhedonia.

De acuerdo a Pedinielli (1992), para Krystal, el proceso de verbalización y de

desomatización de las emociones se realiza originariamente en la relación madre-hijo y

continúa hasta la adolescencia. La alexitimia surge frente al fracaso de este proceso. El

traumatismo infantil provoca una detención en el desarrollo de los afectos y no se crean

así objetos transicionales y del desarrollo de la simbolización y de la creatividad. Así, la

frustración del futuro alexitímico surge de constatar la separación entre la madre y el

hijo, y de la imperfección de ésta.

Por otra parte, para Mc Dougall (1994), la alexitimia surge como defensa frente a

terrores primitivos. El psiquismo se estaría defendiendo del desborde del mundo

imaginario debido a una frustración intensa o al dolor psíquico. Es así que se estaría
manifestando un intento de autoprotección frente a angustias psicóticas, mediante la

escisión y el repudio. Debido a que el afecto comprende un aspecto fisiológico –

emoción- y uno psíquico –sentimiento-, la expresión afectiva en el alexitímico se

escinde y se repudia el correlato psíquico de ésta, quedando sólo el aspecto fisiológico.

Es así que la conciencia no captaría ninguna representación de la experiencia afectiva,

sino que tan sólo tendría sensaciones físicas. El correlato psíquico, al ser demasiado

intenso, es repudiado debido al terror que existe de un desborde de lo imaginario, que

podría convertirse en una crisis psicótica (Mc Dougall, 1982, 1987 citada en Sivak et

al., 1997).

Debido a que en el alexitímico el aspecto psíquico del afecto es alejado de la

consciencia mediante el repudio, la mente es incapaz de procesar la experiencia

afectiva, ya que es vivida tan sólo como una experiencia fisiológica. Por lo tanto, los

actos y las somatizaciones ocupan el lugar de la expresión de los sentimientos (Mc

Dougall, 1994).

En Francia, los autores que conforman la Escuela Psicosomática de París, como Marty y

M’Uzan, quienes trabajaron con el concepto de “pensamiento operatorio” (Marty, 1990)

-que sirvió de inspiración para Sifneos y Nemiah al proponer el concepto de alexitimia-

proponen que la alexitimia se debe a un déficit de la estructura psíquica, que es

ocasionada por algunos disturbios en las fases tempranas de la relación madre-hijo

(Sivak et al., 1997). Freyberger (1977) concuerda con ellos y menciona que esto podría

ocasionar lo que se conoce como alexitimia secundaria.

Según los autores de la Escuela Psicosomática de París, la característica del

pensamiento operatorio –que forma parte de la definición de alexitimia- es un

pensamiento detallista, centrado en el presente y carente de fantasía (Marty, 1992).


Dichos autores sugieren que esto se debería a una pérdida del valor funcional del

preconsciente y por ello el registro almacenado en este no estaría siendo de utilidad para

la persona (véase en Sivak et al., 1997).

- Modelo Sociocultural:

Si bien la alexitimia ha sido descrita como un síndrome clínico, algunos autores

como Ahrens, Gyldenfeldt y Runde (1979) y Prince (1987), explican que lo que los

clínicos denominan alexitimia no es una patología, sino el diagnóstico que el clínico

determina ante la diferencia entre el discurso de un paciente que por factores culturales

no comunica sus afectos y el discurso rico en afectos que espera el clínico. Es así que lo

que se conoce como alexitimia no sería para estos autores más que el reflejo de la

frustración del clínico ante el encuentro con un paciente proveniente de otro marco

cultural en el que se reserva la expresión verbal de los sentimientos. Entonces, esta

característica no sería patológica, sino de origen cultural. Parece ser que en culturas

colectivistas, aquellas en las que se mantienen distancias jerárquicas muy marcadas y en

las culturas predominantemente masculinas no se suele priorizar la expresión verbal de

las emociones y es por ello que sus pobladores podrían dar mayores índices de

“alexitimia” debido a lo aprendido culturalmente (Páez, Fernández & Mayordomo,

2000).

Desde esta explicación sociocultural de la alexitimia, autores como Kirmayer y

colaboradores (1987, 1993 citados en Sivak et al., 1997), mencionan que la alexitimia es

el resultado de un proceso cultural y social, ya que en todas las culturas existen las

emociones, pero no todas utilizan los sentimientos intrapsíquicos para entenderlas. Es

así que culturas como la japonesa, la china y la coreana suelen darle menor importancia

a la expresión y comunicación de los afectos; incluso prohíben la comunicación de ellos


fuera del grupo más cercano de pertenencia. Además, parece ser que sectores

marginales y pobres de las sociedades occidentales también manifiestan un pobre uso de

adjetivos, adverbios y, en general, de palabras que designen sentimientos.

Páez et al., (2000), basándose en los valores culturales propuestos por Hofstede en 1991

explican que en culturas colectivistas no se prioriza la mirada ni la expresión de los

sentimientos que uno experimenta. Mencionan que más bien en culturas individualistas

la mirada hacia las propias emociones y la expresión de estas está más presente.

Asimismo, señalan que en culturas en las que existe mayor horizontalidad en el trato

entre personas de distintas posiciones jerárquicas se suele hablar más de las propias

emociones, mientras que en las de mayor verticalidad no se suele hablar de éstas.

Agregan además, que en culturas en las que predominan los roles estereotipados de

género y los valores como la competencia, el dinero, el éxito y la asertividad –o culturas

masculinas como las denominó Hofstede- la expresión verbal acerca de los propios

sentimientos no es muy usual. Sin embargo, las personas sí presentan una activación

fisiológica debida a las emociones. Esto quiere decir que el correlato psíquico no es

expresado, pero sí existe una reacción emocional, más no sentimental, al menos no

sentimental verbalizada.

Por otra parte, Onnis y Di Genaro (1987, referidos por Espina, Ortego, Ochoa &

Alemán, 2001), interesados en el ámbito familiar, plantean que la alexitimia, más que

un problema individual, es un síntoma de una familia que evita el conflicto y las

tensiones emocionales; las dificultades para verbalizar experiencias emocionales son

debidas a que las emociones son bloqueadas en estas familias, para mantener un clima

armónico.
Si bien existen diversas aproximaciones teóricas en relación al constructo de alexitimia,

muchas de ellas aparentemente opuestas, es importante rescatar que todas desembocan

en un mismo planteamiento: de alguna manera el campo emocional ha perdido su

vínculo con las representaciones mentales; específicamente, se ha perdido una adecuada

conexión entre las emociones –entendidas como el correlato biológico del afecto o su

forma más primitiva- y el lenguaje.

La propuesta de Mc Dougall (1994) refleja una visión bastante integradora –dado que

no excluye las explicaciones biológicas e incluye la influencia cultural- e interesante al

referirse a este fenómeno.

Más allá de la etiología vincular que propone, el gran aporte de esta autora es el modo

en que describe la escisión que se produce entre las emociones y las representaciones

mentales. Para ella lo que sucede se asemeja a una situación de divorcio donde, además,

se ha originado una especie de amnesia entre ambas partes. En algún momento se

produjo una separación entre las emociones y las representaciones mentales y cada uno

se olvidó del otro. De este modo, quedó excluida la necesidad de la búsqueda mutua;

cada cual “sigue con su vida” y “soluciona sus problemas” de la manera que puede y sin

recurrir al otro.

Así mismo, Martínez-Sánchez et al. (2001), señalan que la manera más adecuada de

entender la alexitimia es considerarla como una alteración multicausal, en la cual

confluyen influencias genéticas, socioculturales, alteraciones neurobiológicas, déficits

en el desarrollo afectivo, así como deficiencias en el procesamiento cognitivo de la

información y regulación afectiva.

En síntesis, la alexitimia puede estar expresando un conflicto intrapsíquico de

importancia o quizás un patrón aprendido por el sujeto en su calidad de actor social y


participante cultural. Es posible relacionarla con ciertas determinaciones culturales, pero

no de modo excluyente.

2.1.6 Evaluación y Terapéutica

- Evaluación

Se han diseñado diferentes técnicas de evaluación para el constructo alexitimia:

escalas, cuestionarios, guías de observación, técnicas proyectivas, análisis de contenido

verbal. A continuación se mencionarán alguno de ellos.

Método Directo de Evaluación

a. BIQ: Cuestionario del Beth Hospital de Boston

Diseñado por Sifneos en el ’73; está compuesto por 17 ítems con opciones

dicotómicas marcadas por el evaluador en función de lo observado. Ocho de

estos ítems permiten evaluar alexitimia. Un puntaje igual o superior a 6

señala la presencia de este constructo.

b. SSPS: Schalling-Sifneos Personality Scale

Diseñado por Sifneos (1979), es un cuestionario autoaplicable de 20 ítems

con un puntaje tipo Likert de 1 a 4 según el grado de presencia del ítem. El

sujeto puede obtener un puntaje mínimo de 20 y máximo de 80. A menor

puntaje, mayor evidencia de alexitimia. Con un puntaje menor a 50 se

podría suponer que la persona tendría características de alexitimia.

c. APRA: Cuestionario Provocador de Alexitimia

Diseñado por Krystal; se administra como una entrevista estructurada

integrada por 17 preguntas con el propósito de evaluar la capacidad de un

sujeto para usar un lenguaje “afectivo”, ubicado en la situación imaginaria


de estar viviendo una situación estresante (Krystal, 1979, véase en Sival et

al., 1997)

d. La Escala de Alexitimia del MMPI

Compuesta por 22 ítems del MMPI que correlacionan con las puntuaciones

de alexitimia en el BIQ. El punto de corte es 14. Esta escala fue cuestionada

en distintos trabajos, sobre todo en su consistencia interna. Falta, por lo

tanto, argumentos válidos en su favor.

e. La TAS 20: Escala de Alexitimia de Toronto de 20 elementos

Desarrollado por Bagby, Taylor y Parker en 1994; es la más conocida y

utilizada a nivel mundial, siendo traducida en varios idiomas. Es

autoaplicable y cuenta con 20 ítems con puntuación tipo Likert de 1 a 5

siendo el punto de corte 61. Cuenta con tres factores; F1: Dificultad para

identificar las propias emociones y sentimientos, F2: Dificultad de describir

esas emociones y sentimientos a otros, y, F3: Estilo de pensamiento

orientado hacia el exterior. Finalmente, la administración de esta escala dura

entre 10 a 15 minutos y puede ser aplicada de manera individual o colectiva.

Método Indirecto de Evaluación

Ruesch empleó el TAT (Test de Apercepción Temática) y el Rorschach para

analizar el nivel de fantasías. (Ruesch, 1948; véase en Sivak et al., 1997). Los estudios

realizados con el TAT muestran características alexitímicas en sujetos con patrón de

conducta tipo A, lo que concuerda con las descripciones que se hacen de estos sujetos

negadores que utilizan la acción como estrategia básica de afrontamiento, pragmáticos y

con nula capacidad de fantasear. (García-Esteve, 1988; véase en Fernández-Martínez et

al., 1994).
Otra técnica proyectiva utilizada para la evaluación de la alexitimia es el SAT9, Test

Arquetípico de Evaluación Objetiva. Es un test grafoproyectivo con el que se intenta

estudiar la función simbólica en los sujetos alexitímicos. La consigna es pedirle al

paciente que construya un dibujo uniendo nueve elementos simbólicos y después

escribir un breve relato explicando el dibujo. Las personas alexitímicas tienen

dificultades para armar el relato, en general describen los nueve elementos.

- Terapéutica

Los alexitímicos rara vez buscan terapia por su propia voluntad. Generalmente

cuando buscan tratamiento es debido a la presión de alguna persona importante para

ellos. Este tipo de presión es ejercido principalmente por el cónyuge o pareja que se

queja de la pérdida de comunicación en la relación, o por parte del médico, que se siente

incapaz de encontrar una explicación a las quejas físicas vagas, cambiantes y

refractarias al tratamiento médico. (Swiller, 1988; véase en Fernández-Montalvo et al.,

1994).

Para Pedinielli, la psicoterapia de pacientes con trastornos psicosomáticos y grados

diversos de alexitimia presenta dificultades; una de ellas es la enfermedad física. Si el

terapeuta no reconoce el sufrimiento del paciente es percibido por éste como frío y no

empático. Si lo reconoce demasiado corre el riesgo de reforzar la dependencia. A la vez,

advierte que las relaciones entre psicoterapeuta y paciente somatizador son complejas y

conflictivas.

Una terapia psicoanalítica comporta riesgos y compromiso emocional, lo que requiere

un espacio de potencialidad creativa, que en ellos es escaza. Las psicoterapias

psicoanalíticas fracasan en estos pacientes porque los conflictos infantiles tempranos,

causa de la alexitimia, son difíciles de verbalizar. Los pacientes continúan pensando


que sus manifestaciones somáticas les permiten controlar el mundo, ilusión a la que

deberían renunciar ante una situación que los expondría a la impotencia. (Pedinielli,

1992; citado por Sivak et al., 1997).

El trabajo clínico, que precedería el trabajo analítico propiamente dicho, debe

sustentarse en:

a. Atender a la contratransferencia. Superando el fastidio o el aburrimiento; el

trabajo consistirá en contener y restituir los elementos proyectados por el

paciente.

b. Renunciar a las interpretaciones sobre el material edípico.

c. Adaptar intervenciones educativas.

Las terapias cognitivas podrían acercarse a la alexitimia con dos objetivos distintos: El

tratamiento de la alexitimia en sí misma, o de rasgos ligados a ella, como la aseveración.

(Pedinielli, 1992)

El sujeto debería poder:

a. Aprender a observar y notar sus reacciones, y a reconocer, si no su carácter

patológico, al menos los límites que le son impuestos.

b. La terapia debe lograr enseñar al paciente a notar la debilidad de su

actividad imaginaria, sus reacciones a las situaciones estresantes y la

modalidad de sus discursos.

c. El sujeto debería poder lograr la adquisición de su capacidad para nombrar

emociones y enriquecer su vida imaginaria.


Por otra parte, la aseveración corresponde a la capacidad de expresar sus opiniones, sus

deseos, su molestia excesiva o sentimiento de humillación, defendiendo su punto de

vista y sus derechos sin negar aquellos de los otros.

Entre las técnicas utilizadas pueden mencionarse el role playing, el aprendizaje por

imitación, el refuerzo, la reestructuración cognitiva, el modeling y el vídeo.

Los role playing filmados, el análisis críticos del filme, la proposición de modelos y su

imitación han sido utilizados hasta lograr hallar modelos aceptables para reproducir en

la realidad.

Para concluir, considero evidente la necesidad de ampliar los recursos clásicos de la

psicoterapia verbal ante la dificultad de sujetos con alexitimia para las terapias de

insight.
CAPITULO 3: METODOLOGÍA

La investigación es de tipo descriptiva comparativa dado que apunta describir la

presencia de alexitimia; y, al mismo tiempo, pretende comparar el porcentaje obtenido

en una muestra de estudiantes de psicología de una universidad nacional de Lima

Metropolitana.

El diseño de esta investigación es de tipo transversal de un solo grupo (Hernández y

Batista, 2010); así como, no experimental puesto que no se está manipulando la variable

y se han observado en su ambiente natural.

3.1 Población y Muestra

Las características de la población para esta investigación es que sean alumnos

de la Facultad de Psicología de una Universidad Nacional de Lima Metropolitana,

matriculados en el año académico 2011, de ambos sexos y sin límite de edad.

La universidad cuenta con un total de 1308 alumnos matriculados en la facultad de

psicología por lo que se realizó un estudio piloto de 30 personas para delimitar la

muestra general. (Véase Tabla 2)


Tabla 2. Fórmula del Muestreo

Z.Z (α/2). (DS)(DS)


n=
(e)(e)

Donde:

 N = Tamaño de la muestra
 Z = Nivel de Confianza
 α= Coeficiente del Alfa de Cronbach
 DS = Desviación Estándar
 E = Error

La fórmula utilizada corresponde al muestreo de tipo probabilístico estratificado

proporcional; la cual consiste en representar adecuadamente cada estrato en la muestra

de acuerdo al tamaño de la población, obteniendo una muestra total de 233 estudiantes.

(Véase Tabla 3).

Tabla 3. Distribución de la muestra por año de estudio

N Total N Muestra
1ro 155 27
2do 282 48
3ro 249 42
4to 231 39
5to 227 39
6to 164 28
Total 1308 223
Luego de delimitar la muestra a partir de lo arrojado por el estudio piloto, se procedió a

estratificar las variables Año de Estudio y Especialidad en proporción al tamaño de la

población. (Véase Tabla 4)

Tabla 4. Distribución de la muestra por especialidad

4to n 5to n 6to n Total


Clínica 110 18 108 19 69 12 49
Orga. 99 17 78 13 72 12 42
Social 9 2 20 3 12 2 7
Educa. 13 2 21 4 11 2 8
231 39 227 39 164 28 106

En la Tabla 4 se observa la distribución realizada por especialidad correspondiente a los

tres últimos años de la carrera profesional de Psicología.

3.2 Instrumento

3.2.1 Escala de Alexitimia de Toronto – TAS 20

La escala consta de 20 preguntas con cinco alternativas de respuesta, según el

modelo Likert, dando lugar a una puntuación total que oscila de 20 a 100 con un punto

de corte de 56 para determinar la presencia de rasgos alexitímicos en la persona

(Kendall & Rodríguez, 2003); donde los ítems 4, 5, 10, 18 y 19 son negativos. La tabla

siguiente (Tabla 5) describe la forma de calificación:

Tabla 5. Calificación de la TAS – 20

Calificación Directa Inversa


Totalmente en desacuerdo 1 5
Moderadamente en desacuerdo 2 4
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo 3 3
Moderadamente de acuerdo 4 2
Totalmente de acuerdo 5 1
El tiempo aproximado en el llenado de la escala fue de 10 a 15 minutos. Es una prueba

de lápiz y papel, cuya aplicación puede ser individual o colectiva.

Finalmente, cuenta con tres factores propuestos por Bagby, Parker & Taylor (1994).

 Dificultad para la discriminación verbal de las emociones (ítems 1, 3, 6, 7,

9, 13 y 14)

 Dificultad en la expresión verbal de las emociones (ítems 2, 4, 11, 12 y 17)

 Pensamiento orientado hacia detalles externos (ítems 5, 8, 10, 15, 16, 18, 19

y 20)

3.2.2 Validez y Confiabilidad

Kendall et al. (2003) validaron el TAS 20 en una muestra conformada por un

grupo de estudiantes universitarios de la ciudad de Lima, cuyas edades comprendían

entre 18 a 40 años.

Inicialmente se aplicaron algunas pruebas estadísticas necesarias como condiciones

previas a un análisis factorial. Estas fueron: a) Prueba de Esfericidad de Bartlett, para

indicar la presencia de correlación entre los ítems; b) Medida de Adecuación Muestral

de Kayser-Meyer-Olkin (KMO), para indicar si es posible o no aplicar el análisis

factorial; y, c) Determinante (det) de la matriz de correlaciones.

Los resultados arrojaron que el índice KMO obtuvo un valor alto de 0.813 indicando la

posibilidad de aplicar el análisis factorial. Por otra parte, se calculó la matriz de

correlaciones bivariadas para explorar el grado de correlación entre las variables,

encontrándose correlaciones no muy altas pero significativas dejando así, satisfecha una

de las condiciones para llevar a cabo el análisis factorial; siendo corroborado con la
Prueba de esfericidad de Bartlett, que arrojó un valor p cercano a cero, es decir,

altamente significativo. (Ver Tabla 6)

Tabla 6. Prueba KMO y Prueba de Bartlett (Tomada de Kendall et al., 2003)

.813
Medida de Adecuación Muestral de Kaiser-Meyer-Olkin

Chi cuadrado aprox. 860.043


Prueba de Esfericidad de Bartlett gl 190
p .000

det |Matriz de Correlaciones| 0,0159

De acuerdo al gráfico de sedimentación, se pudo identificar el número de factores

agrupados a través de la comparación entre los intervalos grandes con los intervalos

pequeños en el eje de autovalores (ordenadas). Allí se pudo observar que los

componentes o factores 1, 2 y 3 sobresalen, es decir tienen varianzas altas, confirmando

así lo propuesto por los autores iniciales. No obstante, se presentaron diferencias con

algunos de los ítems y su categorización, no concordando con los resultados obtenidos

por otros investigadores (ítem 20, autovalor de 0,423; ubicándolo en el 2do factor).

Posteriormente, procedieron a validar el instrumento a través del método ítem-test,

usando el coeficiente de correlación de Pearson; arrojando como resultado la validación

de los tres factores, confirmándose así una validez interna del instrumento. (Ver Tabla

7)

Tabla 7. Correlación de Pearson (Tomada de Kendall et al., 2003)

Puntaje Puntaje Puntaje


Factor 1 Factor 2 Factor 3
Correlación de
.747 .575 .311
Pearson
Una vez validado el instrumento, se determinó el grado de confiabilidad; por lo cual se

utilizó la Prueba Alfa de Cronbach, obteniendo un alfa de .78; indicando una alta

confiabilidad.

3.3 Procedimiento

La presente investigación se llevó a cabo en la facultad de psicología de la

Universidad Nacional Federico Villarreal. En cuanto a la administración del

instrumento, esta se realizó bajo el consentimiento de los participantes y la

confidencialidad del evaluador; de acuerdo a la disponibilidad de los estudiantes, es

decir, individual o colectiva.

Para el análisis de los resultados se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 18 el cual

contiene los elementos necesarios para determinar las frecuencias y porcentajes de las

variables a utilizar en la investigación; así como, los estadísticos necesarios para

examinar la confiabilidad y validez de los resultados.

Con respecto al número total de casos se procedió a agruparlos en dos grupos, los que

presentan alexitimia; o sea cuando el puntaje era igual o mayor a 56 cuyo código era

“1”, y los que no presentaban con código “0”.


CAPITULO 4: RESULTADOS

Antes de presentar los resultados oficiales que señalan la prevalencia de

alexitimia en la muestra estudiada, se presentarán las características psicométricas

obtenidos de la TAS 20.

4.1Características psicométricas de la escala de alexitimia de Toronto.

4.1.1 Validez

Con la intención de conocer si el número de factores del instrumento es similar

al estudio original se procede a realizar un Análisis Factorial Exploratorio; para esto,es

necesario aplicar antes algunas pruebas estadísticas.

Una de ellas es la Prueba de Esfericidad de Bartlett, la cual nos indica la presencia de

correlación de los ítems estudiados; otra es La Medida de Adecuación Muestral de

Kayser-Meyer-Olkin (KMO, la que nos indica si es posible o no aplicar el análisis

factorial a través de las correlaciones parciales; y, el Determinante (det) de la matriz de

correlaciones, el que nos indica el grado de intercorrelaciones; es decir, una

determinante muy baja significa que hay ítems con correlaciones muy altas. (Ver tabla

8)

Tabla 8. KMO y Prueba de Bartlett


Medida de Adecuación Muestral de Kaiser-
,857
Meyer-Olkin
Chi cuadradoaprox. 1265,029
Prueba de Esfericidad
gl 190
de Bartlett
p. ,000
El índice KMO tiene un valor alto de 0,857 lo que indica que es posible aplicar el

análisis factorial. Se corrobora lo anterior al haber obtenido un valor de “p” cercano a

cero en la Prueba de Esfericidad de Bartlett; es decir, es altamente significativo. Sin

embargo, al realizarse un análisis factorial exploratorio, se obtuvieron 8 factores a

diferencia de la versión original que cuenta con 3. Ante este hecho, se decidió optar por

otro método que determine si el instrumento utilizado es válido o no; ya que el objetivo

es reconocer si nos encontramos frente a un test válido y confiable, en lugar de un

análisis estadístico más riguroso.

Para ello se analizó cuánto aporte el ítem al instrumento; es decir, verificar si los ítems

miden lo que dicen medir a través del índice de discriminación.Se observa que el ítem 5

obtiene una correlación de .066 con el puntaje total, así mismo los ítems 16, 18 y 20

logran valores por debajo del .20, encontrándose el resto de los ítems entre .68 a .20

(Tabla 9)

Tabla 9. Índice de Discriminación del TAS 20

Alfa de Cronbach Alfa de Cronbach


Correlación Correlación
si ítem es si ítem es
Ítem-Total Ítem-Total
eliminado eliminado
A1 ,640 ,811 A11 ,598 ,814
A2 ,546 ,816 A12 ,326 ,827
A3 ,506 ,819 A13 ,621 ,813
A4 ,448 ,821 A14 ,467 ,820
A5 ,066 ,837 A15 ,398 ,823
A6 ,502 ,818 A16 ,145 ,835
A7 ,603 ,814 A17 ,482 ,819
A8 ,232 ,832 A18 ,122 ,836
A9 ,680 ,810 A19 ,208 ,833
A10 ,349 ,826 A20 ,195 ,834
4.1.2 Confiabilidad

Una vez validado el instrumento, corresponde determinar el grado de

confiabilidad; para lo cual hemos utilizado la prueba del Alfa de Cronbach, obteniendo

un valor de .83 siendo un indicador de alta confiabilidad.

Tabla 10. Alfa de Cronbach de la escala total

Escala Total N° Ítems


Alfa de
,831 20
Cronbach

4.2 Prevalencia

A continuación los resultados de la investigación serán presentados en orden por

los objetivos mencionados anteriormente. En primer lugar, se expondrán los hallazgos

hallados en la muestra total identificando el porcentaje de “Casos” y “No casos”. Y,

posteriormente, la variable sexo, edad, año de estudio y especialidad.

En la tabla 10 se puede apreciar que el porcentaje de casos en el total de la muestra es

de 26.9% equivalente a 60 personas.

Tabla 11. Prevalencia del total de Casos de alexitimia en estudiantes

n %
No Casos 163 73.1
Casos 60 26.9
Total 223 100

Como se observa en el Gráfico 1, aproximadamente, la cuarta parte de la población

presenta rasgos alexitímicos.


Gráfico 1. Prevalencia del total de Casos de Alexitimia en estudiantes

Alexitimia

Casos

No Casos

En cuanto al sexo (Tabla 12) se puede apreciar que los hombres son quienes presentan

mayores casos de alexitimia con un 32% de la muestra total. Las mujeres, por otra parte,

representan un 24% de casos.

Tabla 12. Prevalencia de Casos según sexo

n N %
Hombre 24 74 32.43
Mujer 36 149 24.16
Total 60 233

En el Gráfico 2, se puede observar que el porcentaje de casos hallados en los hombres

resulta significativamente mayor que el que se puede observar en el grupo de las

mujeres.
Gráfico 2. Prevalencia de Casos según Sexo

35
30
25
20
Hombre
15 Mujer
10
5
0

En la variable Grupo de Edad, el 1er grupo, de 17 a 19 años arrojó el 31% de casos

respecto a la muestra total; el grupo de 20 a 22 años un 31.6%; el grupo de 23 a 25,

18%; y, finalmente, el de 26 a más, 21%. (Ver Tabla 13)

Tabla 13. Prevalencia de Casos según Edad

n N %
17 a 19 14 45 31.11
20 a 22 31 98 31.63
23 a 25 12 66 18.18
26 a más 3 14 21.43
Total 60 233

Estos resultados señalan que a menor edad hay más probabilidades de presentar

alexitimia. (Ver Gráfico 3)


Gráfico 3. Prevalencia de Alexitimia según Grupo de edad

35
30
25
20
15
10
5
0

17 a 19 20 a 22 23 a 25 26 a más

Respecto al Año de Estudio, los de 1er Año obtuvieron un porcentaje del 37% de casos

con alexitimia de acuerdo a la muestra total. Los de 2do Año, 31%; los de 3er Año,

23.8%; los de 4to Año, 33%. Finalmente, en los últimos años, 5to y 6to, se hallaron

20.5% y 14%, respectivamente. (Ver Tabla 14)

Tabla 14. Prevalencia según Año de Estudio

N N %
1ro 10 27 37.03
2do 15 48 31.25
3ro 10 42 23.8
4to 13 39 33.34
5to 8 39 20.51
6to 4 28 14.28
Total 60 233

De acuerdo a los hallazgos, se concluye que son los de 1er Año quienes obtuvieron un

porcentaje mayor de alexitimia. No obstante, son los de 4to Año el otro grupo con

porcentaje de casos elevados cuando se esperaba que fuesen los de 2do Año por la
correlación de edades, aparentemente. Por otra parte, los de 6to Año obtuvieron el

14.28%, siendo el más bajo de todos. (Ver Gráfico 4)

Gráfico 4. Prevalencia de Alexitimia según Año de Estudio

40

35

30

25

20

15

10

0
1ro 2do 3ro 4to 5to 6to

Finalmente, en cuanto a la Especialidad, solo se están considerando las cuatro

especialidades (Clínica, Educativa, Organizacional y Social) que comprenden los

últimos tres años de estudio. Se observa en la Tabla 15 que la especialidad o área

Clínica presenta 12 casos de alexitimia respecto a la muestra lo que equivale al 24%; el

área Educativa, con solo un caso, presenta un 14%. El área Organizacional obtuvo un

23.8% de casos y, finalmente, el área Social arrojó un 25%.

Tabla 15. Prevalencia de Casos según Especialidad

N N %
Clínica 12 49 24.48
Educativa 1 7 14.28
Organizacional 10 42 23.8
Social 2 8 25
Total 25 106
Los resultados indican que la especialidad de Social, la Clínica y la Organizacional

arrojaron porcentajes altos de casos con alexitimia en sus respectivas muestras; a

diferencia del área Educativa. (Ver Gráfico 5)

Gráfico 5. Prevalencia de casos de Alexitimia según Especialidad

30

25

20

15

10

0
Clínica Educativa Organizacional Social

4.3 Comparación de Medias por cada variable

Para la variable Sexo se obtuvo una media de 45.5 en hombres y de 44.3 en mujeres

(Tabla 16). Esto indica que, a pesar de haber diferencia entre ambas, ésta no es

estadísticamente significativa, por lo que no es posible afirmar que el porcentaje

obtenido sea mayor en mujeres que en hombres como señalamos anteriormente.

Tabla 16. Comparación de Medias según Sexo

Sexo Media DE t Sig


Hombre 45.5 11.136
.79 .42
Mujer 44.3 10.031
En cuanto a la variable Grupo de Edad, se observa en la Tabla 17 que a medida que va

aumentando la edad, la media también aumenta. No obstante, no existen diferencias

significativas entre los distintos grupos, por lo que no es posible afirmar lo anterior.

Tabla 17. Comparación de Medias según Grupo de Edad

Gpo. Edad Media DE F Sig


17 – 19 46,56 10,463
20 – 22 45,50 10,209
1,892 ,132
23 – 25 42,27 10,486
26 – 28 44,79 10,116

De acuerdo al Año de Estudio, existe una aparente diferencia entre los grupos, como se

puede observar en la Tabla 18; sin embargo, tampoco es estadísticamente significativa,

por lo que no se puede afirmar que la media entre el 1er (48.81) y el 6to año (41.68) sea

mayor.

Tabla 18. Comparación de Medias según Año de Estudio

Año Media DE F Sig


1 48,81 10,569
2 46,90 9,267
3 44,10 10,464
2.085 .68
4 43,15 13,353
5 43,59 9,107
6 41,68 7,587
Finalmente, en cuanto a la diferencia de medias entre las especialidades, los datos

(Tabla 19) indican que son los de la especialidad de Clínica quienes obtuvieron una

media mayor a las otras especialidades; sin embargo, no es estadísticamente

significativa.

Tabla 19. Comparación de Medias según Especialidad

Especialidad Media DE t Sig


General 46,33 10,095
Clínica 44,24 10,854
Educativa 37,57 10,998 2,256 . 064
Organizacional 42,55 9,650
Social 41,50 12,166
CAPÍTULO 5: DISCUSIÓN

De acuerdo a los resultados podemos advertir que existen diferencias de

importancia respecto a la muestra y la media de edad con otros obtenidos en un estudio

transcultural (véase a Páez et al., 1999).

Este estudio señala que la primera de las muestras estuvo constituida por 602 sujetos

(417 mujeres y 185 varones) de la comunidad de Murcia siendo su media de edad 19,38

años, mientras que la muestra procedente de la comunidad autónoma Vasca fue de 108

sujetos (79 mujeres y 29 varones) con una media de edad 23,15 años. Asimismo, una

tercera muestra formada por 108 sujetos (58 mujeres y 50 varones) tuvo como media de

edad 21,23 años, procedente de México. A diferencia de nuestro estudio que estuvo

compuesto por una muestra de 223 estudiantes universitarios (149 mujeres y 74

varones) siendo nuestra media de edad 21.67 años.

Con respecto a las propiedades psicométricas del instrumento; los datos arrojan que se

trata de un test válido y confiable, a pesar de haberse realizado un análisis factorial

exploratorio el cual indica haber encontrado diferencias en la cantidad de factores entre

la versión original y la utilizada en el presente estudio. No se procedió a realizar un

análisis factorial confirmatorio puesto que el objetivo era básicamente determinar si el

instrumento es válido y confiable, independientemente del tipo de análisis que se

hiciera. Es por eso que se optó por otro método que verifique la validez, hallando en el

análisis de discriminación para cada ítem resultados favorables.

En cuanto a la prevalencia, es interesante que, aproximadamente, en la cuarta parte de la

muestra (26.9%) se hallan detectado casos de alexitimia. Estudios realizados con

anterioridad en una muestra de estudiantes, encontramos a Chávarri en el 2005, quien

realizó un estudio sobre el coeficiente emocional en una muestra de estudiantes de una


institución universitaria privada obteniendo como resultados que el 76.1% necesita

desarrollar su inteligencia emocional. Asimismo, señala que dentro de este porcentaje,

los sub componentes que presentan entre un 70 a 100% de déficit encontramos a la

Empatía, a las Relaciones Interpersonales (98.9%) y a la Comprensión de sí mismo

(72.8%), elementos importantes que constituyen la variable estudiada en la presente

investigación; es decir, la alexitimia. Asimismo, se halló en Ferreyros (2005), un alto

porcentaje de estudiantes presentan déficit en la forma cómo afrontan el estrés.

Finalmente, Auqui (2005), sostiene que uno de los hallazgos más relevantes de su

estudio fue que si bien la gran mayoría (61%) de los estudiantes presenta un nivel de

autoestima dentro de los niveles aceptables; resulta preocupante que cuatro de cada diez

tengan un nivel de autoestima bajo.

En cuanto al análisis de las variables; se puede observar que los hombres, así como se

menciona en los antecedentes, son quienes presentan un porcentaje mayor de casos de

alexitimia en comparación con las mujeres. No obstante, no es posible realizar una

comparación por factor debido a que no se encontraba ese procedimiento dentro de los

objetivos de este estudio.

Respecto a los grupos de edad, se deduce que a menor edad las probabilidades de

presentar alexitimia son mayores; es decir, este porcentaje va disminuyendo a medida

que van pasando los años. No obstante, no se puede afirmar esta conclusión debido a

que la diferencia entre las medias resulta no significativa. Del mismo modo ocurre con

el año de estudio; el cual indica que los del 1er año quienes presentan mayor porcentaje

de casos a diferencia del último (6to año).

De acuerdo a la prevalencia de casos según especialidad; fue el área Social la que arrojó

valores más altos en comparación con las otras especialidades; seguido muy de cerca
por el área Clínica. Resulta importante advertir que un porcentaje significativo de

estudiantes en psicología, responsables de facilitar salud emocional a quien lo requiera,

ya sea en un ambiente clínico o comunitario, presentan alexitimia; o mejor dicho,

carecen de habilidades para expresar lo que están sintiendo, reconocer las sensaciones

que cualquier evento estresante genere en ellos y, sobretodo, tomar decisiones eficaces

que le permitan superar dichos eventos.

Es evidente que estamos frente a una situación alarmante puesto que, si estos resultados

obtenemos en una muestra de pregrado cuál será el porcentaje que hallaríamos en una

muestra de profesionales que se encuentran ejerciendo, más aun si se desempeñan en el

área de la salud donde interactúan con las personas. Ante esta realidad conviene seguir

realizando estudios donde se comparen grupos ya sea en esta población o en

profesionales con años de experiencia correlacionándolo con la calidad de su trabajo; es

decir, eficiencia y eficacia. Por otra parte, podría investigarse en otros profesionales de

la salud y determinar el grado de alexitimia por escuela profesional; así como, mejorar

los instrumentos que se vayan a utilizar con la finalidad de obtener datos cada vez más

precisos.

CONCLUSIONES
1. La TAS 20 presenta adecuados valores psicométricos con un alfa de Cronbach de

0.83; esto indica que los resultados obtenidos son confiables.

2. La Prevalencia de Casos de Alexitimia en la muestra total es del 26.9%; es decir, más

de la cuarta parte de estudiantes de psicología presenta rasgos alexitímicos.

3. En cuanto a la variable Sexo, el 32% de Casos corresponde a los hombres y el 24% a

las mujeres.

4. Respecto a los Grupos de Edad, los de 20 a 22 años, 31.6%, alcanzando el mayor

porcentaje de casos de alexitimia; el de 17 a 19 años obtuvo un 31.1%; el grupo de 23

a 25 arrojó un 18% y, finalmente, el grupo de 26 años a más, 21.4%.

5. En cuanto al Año de Estudio, los de 1er año obtuvieron un 37% de casos de

alexitimia; los de 2do año presentan un 31.25%; los de 3er Año, 23.8%; los de 4to

Año, 33.3%; los de 5to, 20.5% y, los de 6to Año, 14.2%.

6. Finalmente, de acuerdo a la variable Especialidad, observamos que la especialidad

Clínica obtuvo un 24.4% de casos de alexitimia; seguido por la especialidad

Organizacional con 23.8%; luego, la especialidad Social con el 25%; y, cierra la

Educativa con un 23.8%.

RECOMENDACIONES
 En primer lugar, realizar más investigaciones sobre la prevalencia de alexitimia

en profesionales dedicados al campo de la clínica y/o la salud. Asimismo,

diseñar instrumentos más precisos.

 Diseñar un programa de intervención terapéutico para los estudiantes que

ingresen a la facultad de psicología con la finalidad de que, al término de la

formación académica, se encuentren aptos y capacitados para tratar a las

personas a nivel profesional.

 Finalmente, realizar campañas de salud en la población adulta en general sobre

educación emocional brindando las herramientas necesarias para reconocer,

manejar y expresar estas emociones de manera saludable.

Referencias Bibliográficas
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ANEXOS

ESCALA DE ALEXITIMIA DE 20 ELEMENTOS (TAS 20)

PROTOCOLO DEL INSTRUMENTO

Nombre: ___________________________________________________________ Sexo (M)


(F)
Edad: _____ Grado de Instrucción: ___________________ Fecha: ___________

Instrucciones:
Señala con una “X” el grado en que estas características se ajustan a tu modo de ser habitual. En
caso de equivocarte tacha y coloca una “X” en la opción correcta. No hay respuestas buenas ni
malas; contesta lo más sinceramente posible.

TD Totalmente en Desacuerdo
MD Moderadamente en Desacuerdo
NN Ni de acuerdo Ni en desacuerdo
MA Moderadamente de Acuerdo
TA Totalmente de Acuerdo

TD MD NN MA TA
1. A menudo me encuentro confundido(a) sobre cuál es la emoción que estoy
sintiendo.
2. Me es difícil encontrar las palabras exactas para expresar mis sentimientos.

3. Tengo sensaciones físicas que incluso ni los médicos las entienden.

4. Soy capaz de expresar mis sentimientos con facilidad.

5. Prefiero analizar los problemas en vez de describirlos o explicarlos.

6. Cuando estoy mal no sé si estoy triste, asustado(a) o enfadado(a).

7. A menudo estoy confundido(a) con las sensaciones de mi cuerpo.


8. Prefiero dejar que pasen las cosas en vez de analizar por qué han ocurrido
así.
9. Tengo sentimientos que no puedo identificar.

10. Es esencial estar en contacto con las emociones y sentimientos.


TD Totalmente en Desacuerdo
MD Moderadamente en Desacuerdo
NN Ni de acuerdo Ni en desacuerdo
MA Moderadamente de Acuerdo
TA Totalmente de Acuerdo

TD MD NN MA TA
11. Me es difícil describir o explicar lo que siento sobre las personas.

12. La gente me dice que explique con más detalles mis sentimientos.

13. No sé qué está pasando dentro de mí.

14. A menudo no sé por qué estoy enfadado(a).


15. Prefiero hablar con la gente de sus actividades diarias que de sus
sentimientos.
16. Prefiero ver en la TV programas superficiales de entretenimiento en vez de
complicados dramas psicológicos.
17. Me es difícil revelar mis más profundos sentimientos, incluso a mis
amigos íntimos.
18. Puedo sentirme cercano a alguien, comprender sus sentimientos incluso en
momentos de silencio.
19. Me resulta útil examinar mis sentimientos para resolver problemas
personales.
20. Buscar el significado profundo de las películas distrae de la diversión que
se pueda sentir viéndolas simplemente sin complicaciones.
ESCALA DE ALEXITIMIA DE 20 ELEMENTOS (TAS 20)

FICHA TÉCNICA

DATOS GENERALES

Autores: Michael Bagby, James Parker & Graeme Taylor

Año: 1994

Objetivo: Medir las tres dimensiones de alexitimia

 Dificultad para la discriminación verbal de las emociones


 Dificultad en la expresión verbal de las emociones
 Pensamiento orientado hacia detalles externos

Dirigido: Estudiantes universitarios

Tiempo: 10 – 15 min.

Adaptación: Rommy Kendall & Eduardo Rodríguez (2003)

ASPECTOS TEÓRICOS

La Alexitimia se refiere a un trastorno cognitivo-afectivo caracterizado por la dificultad en


identificar y describir sentimientos y en elaborar fantasías. El concepto de alexitimia se derivó
de observaciones clínicas de pacientes con enfermedades psicosomáticas clásicas. Se ha
asociado a varios trastornos, incluyendo conductas compulsivas, trastornos de ansiedad y
enfermedad somática con o sin síntomas.

Algunas investigaciones señalan que los individuos alexitímicos mantienen pobres relaciones
interpersonales; además de ello, hallazgos recientes señalan que tienen dificultad para expresar
emociones.

Taylor (1984, 1994) plantea que el término alexitimia describe un trastorno específico en el
procesamiento emocional que se manifiesta principalmente mediante: 1) Dificultad para
identificar y describir sentimientos y emociones verbalmente; 2) Dificultad para distinguir entre
sentimientos y los componentes somáticos que acompañan a la activación emocional; y, 3) Un
patrón de pensamiento orientado a lo externo, así como a una marcada constricción en los
procesos simbólicos (Citado por Martínez-Sánchez, 1998).

DESCRIPCIÓN GENERAL

Es un cuestionario auto administrado que consta de 20 reactivos tipo Likert, con 5 posibilidades
de respuesta que se puntúan de 1 a 5 dando lugar a una puntuación total que oscila de 20 a 100,
mostrando así el grado de conformidad y/o disconformidad con cada enunciado. Los autores
plantean un punto de corte de 61 para diagnosticar a un evaluado alexitímico.

Los tres factores que se presentan en la Escala de Alexitimia son:

 F1: Dificultad para la discriminación verbal de las emociones


Ítems: 1, 3, 6, 7, 9, 12 y 14
 F2: Dificultad en la expresión verbal de las emociones
Ítems: 2, 4, 11, 12 y 17
 F3: Pensamiento orientado hacia los detalles externos
Ítems: 5, 8, 10, 15, 16, 18, 19 y 20

Se debe tener en cuenta que los ítems 4, 5, 10, 18 y 19 son de calificación inversa o negativa.

Tabla 1. Calificación de la Escala de Alexitimia – Versión adaptada

Calificación Negativa Positiva

Totalmente en Desacuerdo 5 1
Moderadamente en
4 2
Desacuerdo
Ni de acuerdo ni en desacuerdo 3 3

Moderadamente de Acuerdo 2 4

Totalmente de Acuerdo 1 5

Fuente: Kendall & Rodríguez (2003)

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