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La Invisibilidad de la cuestión Malvinas:

La Soberanía Nacional y el estudio en la Universidad


La disputa de soberanía hoy más viva que nunca y sin embargo una asignatura pendiente
en su estudio en nuestra Facultad de Derecho

Por Juan Augusto Rattenbach

Todos sabemos algo sobre Malvinas. Desde pequeños (y no tanto) que el “2 de abril de
1982” se nos repite permanentemente. Dos islas al sur de nuestro continente por el cual se
movilizó nuestro pueblo a una guerra cuyo desenlace se tradujo en una derrota bélica. Sin
embargo no podemos eludir la contextualización de ese dramático episodio: Se dio ni más
ni menos que en el ocaso de una dictadura cívico-militar, la más terrible de nuestra historia,
autora de un plan sistemático de desaparición forzada de personas, debilitada por la
resistencia de un pueblo movilizado que, a través de sus organizaciones políticas y
sindicales, reclamaba por paz, pan, trabajo y democracia. Luego, tras el conflicto bélico
llegaron el silencio y la oscuridad. Los jóvenes soldados conscriptos quienes dieron su vida
por una causa noble fueron ocultados. Desde ese entonces las Malvinas se pintaron de
amarga derrota y fue evocada por mucho tiempo con lágrimas y nostalgia. Sin embargo
tras este hecho tan sensible de nuestra historia nos preguntamos ¿Qué hay en Malvinas?
¿Existe Malvinas después de la guerra? ¿Las vamos a recuperar o sólo nos limitaremos a
observar cómo, a tan sólo unos pocos kilómetros de nuestra Patagonia, flamea injustamente
una bandera británica?

MALVINAS ¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?

Malvinas: Una disputa territorial

Las Malvinas, ante todo, es un archipiélago conformado por dos islas mayores: Isla
Soledad (hacia el este) e Isla Gran Malvina (al oeste) separadas entre sí por el estrecho San
Carlos y rodeadas por más de 200 islas menores. Si bien en los mapas tradicionales de la
Argentina las vemos como muy pequeñas, su superficie equivale en realidad a 60 veces la
Capital Federal o media Provincia de Tucumán. A diferencia de las Georgias del Sur que su
formación es la continuación de la cordillera de los Andes, el archipiélago de Malvinas
emergen como continuación de nuestra extensa plataforma continental submarina.

Sin embargo, además del archipiélago Malvinas, tenemos con Gran Bretaña, una
inmensa disputa territorial mucho mayor a media provincia de Tucumán.

En 2010 se aprobó por unanimidad en el Congreso de la Nación la ley 26.651. Dicha ley
consistía en establecer la obligatoriedad del uso en todo el sistema educativo del mapa
bicontinental argentino. En dicho mapa se configuran las reales proporciones de nuestro
país, en una escala de 1 a 5 millones, revolucionando la tradicional iconografía de nuestras
dimensiones territoriales. En dicho mapa podemos divisar que nuestro país se puede dividir
a su vez en tres grandes categorías: La Argentina continental (correspondiente a la
delimitación territorial de la América del Sur), la Argentina insular (donde se ubican las
Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur) y la Argentina antártica donde obtenemos
nuestro reclamo de soberanía en el continente blanco.

La razón por la cual se aprobó este mapa en 2010 y no antes es porque en 2009 fue el
año de vencimiento por el cual, los Estado-parte firmantes de la Convención del Mar que
tenían una extensa plataforma continental submarina (caso nuestro), podían presentar ante
la ONU la extensión de su zona económica exclusiva (tradicionalmente limitada a 200
millas desde la línea de base) por 150 millas más, haciendo un total de 350 millas.

Teniendo en cuenta las 350 millas que se proyectan desde las líneas de base de nuestra
costa atlántica en la Argentina continental (desde el Río de la Plata hasta Tierra del Fuego),
sumado a las proyecciones de 350 millas de la Argentina insular y antártica tenemos en
disputa con Gran Bretaña aproximadamente 6 millones de kilómetros cuadrados que
equivalen aproximadamente a 2 Argentinas continentales.

Detrás de la aparente pequeña pelea por el archipiélago de Malvinas se esconde una de


las disputas por soberanía territorial más grandes del mundo donde las dimensiones
“tradicionales” de nuestro país podrían verse triplicadas en su tamaño.

Malvinas: una disputa económica

Cambiada ya la imagen tradicional de nuestro país, observamos que su mayor parte es


agua. No sólo con el mapa bicontinental vemos que somos un país más grande de lo que
creíamos ser, sino que también, nos sirve para cambiar nuestro concepto de riqueza.

Históricamente siempre se asoció a la Argentina con la producción agrícola-ganadera, al


punto tal, que nos ganamos el mote de “granero del mundo”. Cada vez que pensamos en la
riqueza de nuestro país pensamos en la pampa húmeda, la soja y la cría de ganado bovino
de raza. Detrás de eso la clásica y peligrosa hegemonía de Buenos Aires por sobre las
demás provincias.

Sin embargo en el nuevo mapa bicontinental vemos que la Argentina tiene un gran
potencial de riqueza en los mares, no sólo por la pesca sino también por el petróleo.
Malvinas, en particular, se ubica ni más ni menos que dentro de la zona más rica de
nuestro Mar Argentino. El archipiélago es rodeado por la corriente fría de Malvinas que es
un desprendimiento de la corriente circunpolar antártica haciendo de las aguas bajas en
salinidad y ricas en nutrientes.

Los británicos e isleños depredan nuestros recursos en Malvinas en connivencia con


empresas de capital económico de otras potencias como EEUU, España, Japón, Taiwán y
Corea del Sur. Tomando en cuenta en el contexto que vivimos de Fondos Buitres, sólo por
la de pesca del Calamar en 2012 se calcula que tanto los británicos como las empresas
privadas de pesca obtuvieron ganancias por encima de los u$s 1600 millones de dólares.

De esto desprendemos una importante conclusión: el apoderamiento de Malvinas es


económicamente rentable. No sólo es, como se creía históricamente, un punto geopolítico
estratégico en el Atlántico Sur. Detrás de esta disputa económica, entendemos también,
porque los británicos son tan reacios a devolvernos lo que es nuestro.

HISTORIA JURÍDICA DE MALVINAS

Las Islas Malvinas son argentinas: Pero… ¿desde cuándo?

Nuestro sustento de reclamo de soberanía es histórico-jurídico. Antes de ser nuestras,


fueron de España pero los primeros en colonizarlas fueron los franceses. En 1764 una
expedición francesa coloniza por primera vez el archipiélago instalándose en la Isla
Soledad, fundando Puerto San Luis en honor al monarca. Los franceses bautizaron el
archipiélago como Iles Malouines porque los expedicionarios provenían del puerto de Saint
Maló. Los españoles reclamaron su soberanía sobre las islas argumentando que se
encontraban dentro del paralelo del Tratado de Tordesillas. Los franceses aceptan la
soberanía española solicitando a cambio que les paguen la expedición y la colonización.
Los españoles entran en acuerdo en 1767, pagan la instalación francesa y se encargan de
ocupar las islas, cuya administración empezó a depender de Buenos Aires, y castellanizaron
su nombre que devino en Islas Malvinas

Malvinas y la Revolución de Mayo

Todo sabemos que el 25 de mayo es entendido como el día que comenzó a forjar el
territorio argentino tal cual es, sin embargo ¿Cuánto tiempo transcurrió hasta que las
Malvinas pasaron a ser definitivamente argentinas?

A tan sólo 5 días de la Revolución (30 de mayo de 1810) la Primera Junta dicta una
resolución, firmada por su presidente Don Cornelio Saavedra, en el cuál afrontaba los
pagos de salarios del personal que se ubicaba dentro de las Islas. De esta manera
observamos como Malvinas fue de la mano de nuestra historia desde sus momentos más
embrionarios.

Sin embargo jurídicamente nuestras Islas pasan a ser nuestras por un principio
denominado Uti Possidetis. Dicho figura jurídica es la que regirá los procesos
independentistas de todos los Estados de América del Sur, que sucederán
jurisdiccionalmente las antiguas delimitaciones virreinales establecidas por España. Siendo
las Islas Malvinas dependientes del Virreinato del Río de la Plata, específicamente tuteladas
por Buenos Aires, es así como vía Uti Possidetis pasaron a ser argentinas.

Malvinas: Juan Manuel de Rosas y la resistencia a la usurpación británica

En tiempos de las guerras de independencia el país era regido por el Directorio, gobierno
unipersonal y centralista con sede en Buenos Aires. En 1820 el Directorio cae por
oposición de los caudillos federales (Artigas, Estanislao López, Francisco Ramírez) por lo
que el país se atomiza en las autonomías provinciales. Es así como Malvinas desde 1820
hasta la usurpación británica de 1833 dependerá única y exclusivamente de la gobernación
de la Provincia de Buenos Aires como en tiempos coloniales. Entre medio tenemos el
tratado de “Amistad, Comercio y Navegación” de 1825 suscripto entre la Argentina y Gran
Bretaña. Si bien económicamente era desfavorable para nuestro país Gran Bretaña
reconocía la independencia argentina incluyendo, indirectamente, nuestra soberanía por las
Islas Malvinas.

Sin embargo la depredación de los anfibios (lobos y elefantes marinos) en las costas
malvineras por parte de las potencias de época era atroz por lo que la Provincia de Buenos
Aires crea la Comandancia Político Militar de Malvinas en 1829 para regular la caza y
pesca indiscriminada obligando a los buques extranjeros a tener un permiso o autorización
del Estado. Es así como en 1831 Luis Vernet (Comandante de las Islas) apresó a 3 buques
norteamericanos. Como represalia una corbeta militar norteamericana (la Lexington)
bombardea las Islas, destruyendo y saqueando el pueblo argentino que habitaba en las Islas.
En respuesta a esto, Juan Manuel de Rosas exige una indemnización al gobierno
norteamericano. Rosas en este sentido buscó reforzar al pueblo argentino en Malvinas
enviando una corbeta militar en su defensa. Sin embargo en enero de 1833, a un mes de
finalizado su mandato y reemplazado por Balcarce, los británicos usurparon las Islas
desalojando a la población argentina. Manuel Moreno (hermano de Mariano) embajador
argentino en Gran Bretaña nombrado por Dorrego y luego por Rosas, fue quién se encargó
de iniciar el reclamo pacífico e ininterrumpido de soberanía por nuestras Islas hasta
finalizar su mandato en 1852. Todo esto en simultáneo con la defensa de nuestros ríos en la
Batalla de Vuelta de Obligado de 1845.
Malvinas: Perón y las Naciones Unidas

Tras la Segunda Guerra Mundial se crean las Naciones Unidas con el fin de promover la
paz entre los pueblos del Mundo y dar lugar a la existencia de un ámbito internacional para
dirimir las disputas entre los Estados. Sin embargo previo a suscribir a la Carta de Naciones
Unidas los Estados (como cualquier otro tratado internacional) podían plantear reservas. Es
así como en 1946, en tiempos de Perón, la Argentina plantea su reserva previo ingreso a
Naciones Unidas reclamando la soberanía argentina sobre las Islas.

En 1960 se crea el Comité de Descolonización cumpliendo con los principios de


Naciones Unidas de eliminar el colonialismo en el mundo. Es así como en 1964, bajo la
gobernación de Illia, los embajadores argentinos presentan el ingreso de la cuestión
Malvinas a dicho comité. Los argumentos histórico-jurídicos se plasmaron en lo que hoy
llamamos el “alegato Ruda” que dio como resultado la Resolución 2065 por la cual
cuestión Malvinas ingresaba al comité de descolonización e instaba a los dos Estados a
resolver mediante el diálogo la disputa de soberanía. Dicha resolución es la base de todo
nuestro reclamo jurídico hasta el día de hoy.

En 1973, nuevamente en tiempos de Perón, se dicta la Resolución 3160, que reforzaba


la anterior, pero reconocía especialmente los esfuerzos de la Argentina por dirimir la
disputa colonial. Ya para 1974 el Estado argentino había desembarcado sobre las Islas,
donde operaba un aeródromo, LADE (líneas áreas del Estado), YPF, Gas del Estado y
Correo Argentino. Los isleños se atendían en los Hospitales de Río Gallegos y Comodoro
Rivadavia, estudiaban en la Universidad de Buenos Aires y por primera vez llegaban las
maestras argentinas a las Islas. Estuvo a punto de ratificarse un convenio de soberanía
compartida en donde ambas banderas iban flamear sobre las Islas y por un tiempo
determinado (aproximadamente 50 años) Gran Bretaña iba a devolver definitivamente las
Islas.

Malvinas: la Dictadura, la Guerra y el Informe Rattenbach

Tras una larga tradición de 149 años de reclamo pacífico y diplomático ininterrumpido
se produce el inicio de la guerra el 2 de abril de 1982. Tan sólo dos días antes (el 30 de
marzo) se produce la gran jornada de protesta convocada por la CGT bajo la consigna “Paz,
Pan y Trabajo”. La protesta fue duramente reprimida por la dictadura. De la plaza de la
represión se pasa a la euforia de la plaza colmada del 2 y el 10 de abril reclamando por
Malvinas. Sin embargo, lejos estábamos de un triunfo militar frente a Gran Bretaña sumada
a los esfuerzos de la OTAN. Tras la derrota del 14 de junio, aquellos que fueron a dar su
vida por Malvinas fueron ocultados por la dictadura. Tomando en cuenta el rol de los
medios de comunicación en tiempos de guerra, el pueblo buscaba una respuesta acerca de
lo que había sucedido en las Islas. Es así como se crea la Comisión de análisis y evaluación
de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur
(C.A.E.R.C.A.S.) eligiendo al Tte. Gral. (RE) Benjamín Rattenbach como su presidente. La
Junta Militar especuló políticamente que Rattenbach, de prestigio sanmartiniano y al no
haber estado involucrado con la dictadura, haría una evaluación condescendiente con la
conducción de la guerra, salvaguardando así los intereses de aquellos militares que
ostentaban ilegalmente el poder del Estado. Lejos de lo esperado por la dictadura, el
Informe que presentó la comisión fue muy dura políticamente con la Junta, estableciendo la
irresponsabilidad de llevar a cabo la guerra como una “aventura militar” siendo funcional a
los intereses británicos, la desfavorable situación política internacional del gobierno
argentino por las graves denuncias de violaciones a los Derechos Humanos y la triste
comprobación de que hubo casos de soldados que fueron sometidos a prácticas inhumanas
como la desnutrición. La guerra a su vez, fue llevada precipitadamente con el objeto de
revitalizar el gobierno de la dictadura. Las fojas del Informe parecían direccionarse hacia
una sola conclusión: Galtieri debía de recibir la pena de muerte conforme el Art. 747 del
Código de Justicia Militar. Sin embargo, la Junta, lejos de su propósito original decidió
archivar el Informe prohibiendo su difusión. Como consecuencia de la guerra, todo lo que
se había avanzado en 1974 se había echado atrás. Es hasta el día de hoy que el Estado
argentino no volvió a pisar suelo malvinero.

Malvinas: Democracia, Kirchner y el futuro de la soberanía

Tras el retorno de la democracia se produce la total ruptura de relaciones diplomáticas


con Gran Bretaña a lo largo de toda la década del 80’. En los 90’, mediante los acuerdos de
Madrid, se busca un acercamiento sin discutir soberanía pero con el objeto de compartir
regalías de las licitaciones de pesca.

En mayo de 2003 asume Néstor Kirchner como presidente. Dos meses después participa
de un encuentro de presidentes en Londres. Mientras saluda a Tony Blair y rompiendo todo
protocolo diplomático, Kirchner reclama la soberanía argentina sobre nuestras Islas en
suelo británico haciendo énfasis en las licitaciones ilegales de pesca. De ahí en más la
política internacional de Malvinas da un vuelco significativo y se vuelve a reclamar por la
soberanía de nuestras Islas. Es así como Malvinas pasa a estar en la primera prioridad de la
agenda política nacional cobrando importancia y adherencia en los distintos organismos
multilaterales como UNASUR, MERCOSUR, ALBA y CELAC. Tras lograr el apoyo
unánime y en total solidaridad con los pueblos latinoamericanos la Argentina obtiene
también el apoyo de la Unión Africana. En 2014 se produce un hito de reclamo muy
importante, la adopción por parte de Rusia y China (miembros permanentes del Consejo de
Seguridad de la ONU) de la postura argentina de soberanía sobre las Islas. Como reflejo de
éste fenómeno remalvinizador se crea la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas
Malvinas en 2013 y el Museo Malvinas e Islas del Altántico Sur en 2014.

Cómo reflejo de éstas políticas de Estado y la reanudación con fuerza del reclamo
diplomático y pacífico Gran Bretaña sólo pudo responder de dos maneras: Con el fallido
referéndum de los isleños del 2013 que ni siquiera fue reconocido políticamente por EE.UU
y la remilitarización de las Islas como muestra de debilidad política.

CONCLUSIÓN: MALVINAS ES UN FENÓMENO ESENCIALMENTE


JURÍDICO

Nuestro reclamo de soberanía tiene un claro sustento jurídico y ahí es donde nosotros,
los abogados, entramos en escena. En definitiva, si las recuperamos, no lo vamos hacer de
manera bélica, sino de manera pacífica. Y tras los argumentos del reclamo, estará el
derecho presente. Estando hoy la causa Malvinas más viva que nunca y siendo una cuestión
netamente de índole jurídica se debería estudiar en nuestra Facultad. La recuperación de
nuestras Islas se dará también de la mano de un pueblo con acceso a la información sobre lo
que es nuestro y nosotros, los futuros abogados debemos de estar a la altura de las
circunstancias. Es una contradicción que en nuestro país se formen miles y miles de
abogados y que no haya detrás de esa formación una política educativa orientada a la
defensa jurídica de nuestra patria, de lo que nos pertenece y de lo que nos fue apropiado y
que debemos como argentinos, recuperar.

Bibliografía
-BECERRA, Alfredo, Protestas por Malvinas (1833-1946), Caja Editora, Buenos Aires,
1998
-FINO, Luciano Oscar y PEZZANO, Luciano, Malvinas y la libre determinación de los
pueblos, en “Malvinas en la Universidad: Concursos de Ensayos 2012”, Ministerio de
Educación, Buenos Aires, 2013, pp. 13 a 36
-MUÑOZ ASPIRI, Jose Luis, Historia Completa de las Islas Malvinas, Editorial Oriente,
1966
- RATTENBACH, Augusto y RATTENBACH, Juan Augusto, Informe Rattenbach, en
“Malvinas un anacronismo colonial”, Honorable Cámara de Diputados de la Nación,
Buenos Aires, 2014, pp. 179-194
-SALDÍAS, Adolfo, Historia de la Confederación Argentina, Editorial Juan Carlos Granda,
1967

Fuentes
-ALEGATO RUDA (Presentado ante la Asamblea General de Naciones Unidas en 1964)
-DECLARACIÓN DE USUAHIA (H. Cámara de Senadores/Diputados Feb/Mar 2012)
-Resolución 2065 de la Asamblea General de Naciones Unidas
-Resolución 3160 de la Asamblea General de Naciones Unidas

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