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1. CONSIDERACIONES GENERALES
La pena en sentido naturalistico es un mal que priva o restringe al penado, de
Sus bienes jurídicos. En tanto, que la pena en sentido material es aquel mal que se
Impone a la persona del culpable, luego de haber sido sometido a un proceso penal
Con todas las garantías, en el cual se enerva el principio de presunción de inocencia
y en cuyo fallo jurisdiccional final se le impone una pena q e significa la privación o
Restricción de un bien jurídico de alta significancia social. Para CUELLO CALON la pena
es una privación o restricción de bienes jurídicos establecida por la ley e impuesta
por el Órgano jurisdiccional competente al que ha cometido una infracción penal. La
pena como consecuencia jurídica del delito no siempre ha significado una respuesta
racional a la conflictividad social producida por el delito, en el Ancien Regime y en
los Estados totalitarios, la pena no desplegaba significado alguno para la persona
del penado, únicamente era un castigo que servía de expiación y de tormento en una
lucha mendaz contra la criminalidad, donde la pena se ejecutaba corporalmente,
cometiendo las más graves atrocidades de la humanidad, siendo el infractor concebido como un
objeto ante la vindicta de un Estado orientado a sus fines políticos y
de utilización al penado como un simbolismo que transmitía respeto de los súbditos
hacia los gobernantes.
El sistema de punición adoptado por el Código Penal de 1991 supone una innovación y notable
progreso en relación al sistema de penas establecido en el Código
de Maurtua, un progreso que obedece a la evolución de las ideologías penales que tuvieron un
hito en los pensadores del Iluminismo y la Ilustración, elevándose a la persona humana al mas alto
escalafón categorial; a partir de BECCARIA (“De los delitos y las penas") se abolieron la pena
capital y el tormento en las legislaciones europeas. El estallido de la Revolución Francesa supuso
un rechazo y protesta ante las flagelaciones humanas acontecidas en el antiguo régimen, de esta
forma la tendencia hacia la humanización de las penas era una tendencia insoslayable. Para
MELOSSI y PAVARINI la evolución de las penas tiene su origen en los cambios de las estructuras
económicas, la mutación de las estructuras económicas producen cambios en las estructuras
sociales que originan a su vez nuevas políticas criminales conducentes a reorientar el gasto del
Estado, una alta población carcelaria implica mayor gasto estatal, un Estado agobiado por la crisis
debe siempre economizar sus gastos en el marco de una política de austeridad. En este sentido se
orienta la Exposición de Motivos. al momento de justificar la adopción de nuevas medidas
sancionatorias menos gravosas y económicas que la pena privativa de libertad: “Por otro lado, los
elevados gastos que demandan Ia construcción y sostenimiento de un centro penitenciario,
obligan a imaginar nuevas formas de sanciones para los infractores que no amenacen
significafivamente la paz social y la seguridad colectivas”. Entonces el
replanteamiento del sistema de punición, no sólo se ubica en un contexto ideológico
y programático de las ciencias penales, sino también el iceberg se forma por las
necesidades sociales que deben campear Estados deprimidos económicamente como
el nuestro, en una coyuntura permanente de convulsión social, donde los sectores
sociales y laborales demandan diariamente mejoras salariales y mayores puestos de
empleo, en un país carente de oferta laboral y sumido en una alta crisis política, el
sistema penitenciario no será en la agenda un problema principal al cual hay que
afrontar. Los reformadores de 1991, fueron conscientes de tal situación, aunado al
hecho de la potencialidad de la prisión como factor criminógeno. de sustituir la pena
privativa de libertad en los delitos menos graves (de bagatela) por otras sanciones
que no suponen privación de libertad, por lo tanto. menos disocializadoras y menos
gravosas para las áreas del Estado.
Las penas restrictivas de libertad (art.30°); son las siguientes a) la expatriación tratándose de
nacionales; y, b) la expulsión, tratándose de condenados extranjeros. Penas que son criticadas por
PEÑA CABRERA, al considerarse que violan elprecepto constitucional (artículo 2°, inciso l l) no
permite que la persona sea separada de su lugar de residencia y no es conveniente afirmar que el
texto constitucional lo permite Sin duda, ambas medidas sancionatorias suponen la imposición de
un doble castigo sobre la persona del culpable, vulnerándose las más importantes
garantías de un derecho penal liberal, que debe poner límites a la pretensión punitiva del Estado,
en este caso, se violenta el principio del non bis in idem, pues ambas penas restrictivas de libertad
se aplicarán después de cumplida la pena privativa de libertad. Con aquello el Estado ejercita
doblemente el ius imperium sobre el individuo, una doble criminalización que vulnera los
principios del Derecho intenacional y un sistema de punición asentado sobre la estructura de un
Derecho Penal del acto.
Para que una pena pueda ser legítimamente aplicada en el marco del Estado de
Derecho, deben confluir conjuntivamente los siguientes presupuestos:
“Pero con ello no basta; la pena legal requiere que sea impuesta tras el correspondiente juicio, en
el que se hayan preservado todas las garantías; además, el principio de legalidad también abarca
la forma de ejecutar la pena, pues ésta ha de realizarse de acuerdo con lo legalmente establecido,
las penas se encuentran conminadas en abstracto, es decir, se dirigen de forma imperativa a los
ciudadanos a fin de que adecuen su dirigibilidad conductual conforme a Derecho, pero, para que
esta se imponga a la persona del culpable, necesitan ser instrumentalizadas en un
proceso penal rodeado con todas las garantías para los justiciables. El Debido Proceso (Due
Process) significa priorizar las libertades civiles con el fin de asegurar la
absolución del inocente, únicamente el proceso penal regido por el principio acusatorio puede
encuadrarse bajo las aristas del Debido Proceso, donde las partes confrontadas : imputado y
agente fiscal se sitúan en un plano de igualdad y donde, sólo el juez competente (juez natural) es
el legitimado para imponer una pena, una pena que para poder efectivizarse en los bienes
jurídicos del imputado, necesita adquirir calidad de “sentencia firme consentida y/o ejecutoriada
(nemo damnetur nisi per legale iudicium) como señala GÓMEZ ORBANEJA para que pueda
imponerse una pena, no sólo es necesario que haya infracción (delito o falta), sino también es
necesario que haya proceso, es una garantía que se deriva del principio de jurisdiccionalidad . La
pena no es sólo un efecto (jurídico) del delito, sino a la vez es un efecto
del proceso. Al respecto el artículo V del Título Preliminar del Código Penal consagra
el principio del “Debido Proceso” al señalar “Sólo el juez competente puede imponer
penas o medidas de seguridad, y no puede hacerlo sino en la forma establecida en la
ley”. Y una vez impuesta, sólo podrá ejecutarse en la forma prescrita por la ley y
reglamentos que la regulen, es decir, de conformidad a la legalidad imperante, tal
como lo prescribe el artículo VI del título Preliminar del Código Penal “No puede
ejecutarse pena alguna en otra forma que la presenta por la ley y reglamentos que la
desarrollen. En todo caso, la ejecución de la pena será intervenida judicialmente”.
Este principio garantiza que la pena sea ejecutada dentro del marco legal que la
Constitución de 1993 ha graficado en el artículo 2, inc. 24, literal h, a fin de que el
condenado no sea “sometido a torturas o tratos inhumanos o humillantes”, en tal
sentido las penas deben ejecutarse de acuerdo a los parámetros garantizadores de
la Constitución y del Código de Ejecución Penal.
Parte 2
2.2 Principio de Culpabilidad
3. CLASES DE PENAS
CARRARA, clasificaba las penas en razón al coste gravoso que aquellas suponían
en los bienes jurídicos del condenado, es decir, al grado de afectación o de perjudicialidad en su
persona -tanto fisica como moral-, clasificación que sirve únicamente como precedente histórico,
mas no como recogimiento de un sistema de sanciones bajo el marco del Estado Social y
Democrático de Derecho, que supone el destierro de penas que signifiquen un mal irreparable y
que atenten contra la dignidad humana y el respeto a su ontologismo. CARRARA distinguía cuatro
clases de penas:
a) Penas capitales, que son las que privan de la vida al delincuente,
b) Penas aflictivas, que son las que hacen sufrir fisicamente al culpable, sin llegar a quitarle
la vida, en este rubro se comprenden las penas corporales.
c) Penas infamantes, que son las que lesionan al delincuente en el patrimonio de honor, vendrían
a ser aquellas de naturaleza moral e humillantes, como la amonestación; y,
d) Penas pecuniarias, que es cualquier disminución de nuestras riquezas, sancionada por Ley,
como castigo de un delito.
M. Cono DEL ROSAL y T.S. VIVES ANTÓN, señalan que las penas pueden clasificarse
en base a muy distintos criterios. Así, puede atenderse a su gravedad, dividiéndolas
en graves, menos graves (en el caso de que se adopte una división tripartita de las
infracciones) y leves y a su posición funcional según la cual puede hablarse de
penas principales (que se aplican directamente en razón del delito) y accesorias (que
se aplican al delito en razón de haberse impuesto otra principal, que las conlleva),
esta clasificación puede encuadrarse en parte, en un sistema de punición que se
sujete a los postulados de un Estado Social de Derecho. Una comprensión clasificatoria según su
gravedad adoptaba el Código Penal de 1924. que en su Título IV,
artículo 10 establecía que “Las únicas penas y medidas de seguridad que puede
imponerse son las de muerte, internamiento, penitenciaria, relegación, prisión, expatriación,
multa e inhabilitación”. Desde una perspectiva político-criminal podrían
clasificarse a las penas en humanas e inhumanas, en las primeras el penado es
sometido a una sanción bajo la premisa de posibilitarse su enmienda o rehabilitación, Y de esperar
mediante el tratamiento penitenciario individualizador reinsertar
al penado no bajo una manipulación ideológica, sino de dotarle de mecanismos
viabilizadores de poder reafirmarse en los valores comunitarios de una sociedad
democrática; asimismo, supone rebajar la pena a los límites legales de la pena justa
en razón de consideraciones preventivas e incluso prescindirla. Mientras, que en las
penas inhumanas comprendemos a la pena capital (de muerte) y la segregación
perpetua, su legalidad únicamente encaminada a imponer la fuerza coactiva de las
normas, de someter al penado a un castigo irreversible en aras de afirmar una
política criminal funcionalmente dirigida a la política de la Seguridad Nacional y de
utilizar la ejemplificación del castigo, como puro efecto cognitivo, de amedrentamiento hacia el
colectivo social, donde el condenado es sólo un objeto de los fines
políticos del Estado, rebajado en su dignidad y desconociéndolo como un sujeto de
derechos, como un ser de segundo nivel -política criminal irreconducible en el Estado Social y
Democrático de Derecho.
4. CLASIFICACIÓN DE LAS PENAS EN EL CÓDIGO PENAL DE 1991
Las penas en nuestro corpus punitivo, pueden clasificarse: 1. Según su posición funcional; 2. Según
su incidencia aplicativa; y, 3. Según el bien jurídico que afectan o de contenido material.
b. Penas Accesorias.- Las penas accesorias son aquellas que acompañan impositivamente a las
penas principales, se aplican bajo un régimen de simultaneidad, ante aquello cabe el axioma “lo
accesorio sigue la suerte de lo principal", es decir, su aplicación se encuentra subordinada a la
aplicabilidad de la sanción principal. Tanto la expatriación como la expulsión (art. 30°), se aplican
luego de cumplida la pena privativa de libertad, asimismo la pena de inhabilitación puede ser
impuesta como principal o accesoria (art. 37°).
c. Penas Sustitutivas.- Son aquellas penas que pueden ser sustituidas unas
por otras, sobre todo aquellas que suponen una menor dosis de afectación a los
bienes jurídicos del condenado. El Código Penal en sus arts. 32-33, prevé la posibilidad cie aplicar
como penas sustitutivas a la pena privativa de libertad, las penas de
prestación de servicios a la comunidad y limitativa de días libres.
Las penas en este rubro son clasificadas según la naturaleza jurídica del interés
jurídico afectado por la sanción punitiva, y son:
1) Perpetuas.- Son aquellas penas indeterminadas, que no tienen fijación temporal en su etapa de
culminación, ejemplo palmario en nuestro derecho positivo es la pena de cadena perpetua“.
parte de sol:
lada por ley (artículo 39). Hay que precisar que lapena accesoria
que el juez la imponga expresamente en la sentencna condenatoria .
. los criterios
determinación administrativa). constituida paz“. Bm mm “Mi
de legalidad.
de legalidad.