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SEDE IBARRA
Son los que se desarrollan en la naturaleza de manera espontánea o natural sin la intervención
del ser humano; se forman con el paso del tiempo y tienen características particulares de clima,
suelo y cantidad de lluvia.
En los ecosistemas habitan una multitud de seres propios de la zona, los cuales están
acostumbrados a vivir bajo esas condiciones, y tienen como fuente principal de energía al Sol.
El Sol proporciona la energía que aprovechan las plantas para realizar la fotosíntesis, y las
plantas son el primer nivel en las cadenas alimentarias de donde los demás seres vivos obtienen
la energía que necesitan.
Son ejemplos de ecosistemas naturales los bosques, el desierto, las praderas, etcétera.
El Ecuador presenta una gran biodiversidad por la cantidad de ecosistemas naturales que
tenemos, pero muchos están desapareciendo, debemos cuidar nuestro patrimonio cultural ya que
si no lo hacemos destruiremos estos ecosistemas y así acabaríamos con nuestra gran
biodiversidad. Para que un ambiente se le pueda llamar ecosistema influyen varios factores entre
los que destacan, ambiente abiotico y el biotico. Las plantas y animales junto con los diferentes
elementos agua, tierra aire, conviven en armonia y mantienen ciclos de vida continuos, un
ecosistema es capaz de mantener a todos los seres vivos y manten a sus poblaciones en niveles
estables para mantener el ecosistema sano.
http://www.tareasya.com.mx/index.php/tareas-ya/primaria/quinto-grado/ciencias-
naturales/1139-Ecosistemas-naturales-y-artificiales.html
Los ecosistemas agrícolas tradicionales comprenden el tipo de tecnologías agrícolas que la gente
desarrollaba antes de la aparición de la tecnología moderna. La agricultura tradicional se
desarrolló durante muchos siglos mediante un proceso de ensamble cultural de ensayo y error.
dependen de la agricultura tradicional. “Muchos ecosistemas agrícolas tradicionales son
semejantes a los ecosistemas naturales porque los agricultores tradicionales en vez de combatir
a la naturaleza, han diseñado sus ecosistemas agrícolas para aprovechar los procesos naturales.
Por ejemplo, es común que la agricultura tradicional presente una mezcla de muchos cultivos en
el mismo terreno, lo mismo que en los ecosistemas naturales hay una mezcla de diferentes
especies de plantas. Este estilo de agricultura se llama ‘cultivo mixto’, o policultivo” (3). La
agricultura tradicional requiere menos insumos que la moderna, de manera que resulta más
autosuficiente. La agricultura tradicional también genera menos productos que la moderna –
produce menos cosechas y menos contaminación. La agricultura orgánica moderna, que lucha
por estar en armonía con la naturaleza mientras proporciona alimentos libres de compuestos
químicos tóxicos, es similar a la agricultura tradicional.
Las ciudades son la base de la civilización humana. Las primeras ciudades aparecieron hace
unos 6,000 años. Aunque la mitad de la población humana actual vive en ciudades, en el pasado
la mayoría de la gente vivía en ecosistemas urbanos más pequeños y más simples, como las
aldeas. El crecimiento de las ciudades se aceleró considerablemente después de la Revolución
Industrial, pero la dominancia de las ciudades que conocemos hoy en día es aún más reciente. A
principios del Siglo XX, sólo 14 por ciento de la población humana vivía en ciudades.
Actualmente, 75 por ciento de las personas que habitan las naciones industrializadas vive en
ciudades. Aunque sólo 35 por ciento de la población del mundo en vías de desarrollo
actualmente vive en ciudades, el número real de personas en las ciudades del mundo en vías de
desarrollo es ya mayor que el número que se encuentra en las ciudades de las naciones
industrializadas.
“El ecosistema urbano genera sus condiciones ambientales, lumínicas, geomorfológicos, etc.,
independientemente del entorno, pues supone una alteración importante en las condiciones
ambientales del territorio” (5).
Además, la conductividad calórica de los materiales de las ciudades es superior al que tendrían
los territorios naturales. Las superficies asfaltadas modifican la escorrentía superficial frente a la
evacuación de aguas pluviales, lo cual lleva a la creación de otras vías, también impiden la
penetración de agua en el subsuelo, y aumentan el albedo (relación entre la radiación incidente y
la reflejada) del suelo y la radiación difusa.
Puede decirse que el suelo desaparece en el ecosistema urbano, al menos en su mayor parte.
Este cumple una serie de funciones importantes en los ecosistemas naturales terrestres: sirve de
nutriente a plantas y animales, garantiza la renovación de las aguas subterráneas, constituye un
sistema de filtrado y amortiguación vital, etc.). En los ecosistemas urbanos esta función queda
restringida a los espacios abiertos (jardines, zonas verdes, etc.), mientras que en las restantes
zonas, la compresión y aislamiento del suelo, así como la acumulación de residuos (que con
frecuencia alcanzan niveles tóxicos).
Tipología de paisajes
Este principio se puede utilizar a través del análisis de aquellos componentes relativamente más
estables en el proceso de evolución natural, en un lapso determinado, por ejemplo la litología, la
estructura geológica y el tipo de clima.
Atendiendo a la intensidad del factor antrópico en la creación del paisaje actual, en Asturias se
pueden distinguir tres modelos de paisaje:
En conclusión es útil distinguir entre tres tipos principales de ecosistemas. Los ecosistemas
naturales se organizan a sí mismos. Sus productos para uso humano incluyen los recursos
naturales renovables como la madera, los peces y el agua. Los ecosistemas agrícolas y urbanos
están organizados parcialmente por el insumo humano de materia, energía e información. El
resto de su organización proviene de los mismos procesos de auto-organización que conforman
los ecosistemas naturales.
Los ecosistemas agrícolas proporcionan productos en forma de alimentos, fibras y otros
recursos renovables.
Los ecosistemas urbanos proporcionan vivienda humana y productos industriales.
Los ecosistemas agrícolas y urbanos que difieren más de los naturales requieren mayores
insumos humanos más intensos para su construcción y mantenimiento.
Los paisajes toman en cuenta la interacción que tiene el hombre con la naturaleza, en donde
muchos de ellos solo intervienen en forma indirecta y directa sobre el ambiente.
Estructura y tipología del paisaje de Asturias. Consultado el 11/04/2012; disponible en:
http://www.asturias.es/portal/site/medioambiente/menuitem.1340904a2df84e62fe47421ca6108a0c/?vg
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