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La neumonía se define como cualquier infección del parénquima pulmonar. La infección del
pulmón es más frecuente que cualquier otro órgano visceral. En general, los microorganismos
son inhalados, pero la neumonía también puede ocurrir por propagación hematógena o
inoculación directa. A menudo dividido en comunidad adquirida, hospital adquirido y neumonía
por aspiración. los signos y síntomas más frecuentes de la neumonía son: dificultad para respirar,
fiebre, tos productiva, malestar, y frotamiento por fricción (si es pleuritis fibrinosa). Los agentes
comunes son:
Staphylococcus aureus,
Streptococcus pneumoniae,
Haemophilus influenzae,
Moraxella catarrhalis,
Legionella pneumophila,
Pseudomonas aeruginosa,
coliformes.
Objetivo
Figura 1
Desarrollo de la Discusión
La neumonía adquirida en la comunidad (PAC) se define como neumonía no adquirida en un
hospital o en un centro de cuidados de larga duración. Los pacientes con neumonía adquirida en
la comunidad suelen presentar tos, fiebre, escalofríos, fatiga, disnea, rigores y dolor torácico
pleurítico. Cuando un paciente presenta una sospecha de neumonía adquirida en la comunidad,
el médico debe primero evaluar la necesidad de hospitalización utilizando una herramienta de
predicción de la mortalidad, como el índice de severidad de la neumonía, combinado con juicio
clínico.
Fisiopatología
La neumonía se debe a una alteración de los mecanismos de defensa normales, o a una menor
resistencia del huésped. Los mecanismos normales de defensa son el aclaramiento nasal
(estornudos, soplado, deglución), aclaramiento traqueobronquial (acción mucociliar) y
aclaramiento alveolar (macrófagos alveolares). El deterioro se debe a la inmunosupresión
primaria o adquirida, a la supresión del reflejo de la tos (drogas, virus, coma, anestesia), lesión al
aparato mucociliar (tabaquismo, virus, síndrome de Kartegeners), lesión de macrófagos (tabaco,
alcohol, anoxia) edema o acumulación de secreciones (fibrosis quística). (2,4,5)
Diagnóstico
Los signos y síntomas de la neumonía son a menudo inespecíficos y varían ampliamente en función
de la edad del paciente y de los organismos infecciosos involucrados.
Observar el esfuerzo respiratorio del niño durante un examen físico es un primer paso importante
en el diagnóstico de la neumonía. Los umbrales de la frecuencia respiratoria de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) para identificar a los niños con neumonía son los siguientes:
Tratamiento
Antes de dar un tratamiento se tiene que tomar en cuenta la valoración inicial de la gravedad de
la neumonía.
Factores de riesgo.
Criterios de hospitalización.
Terapia antibiótica
Terapia primaria
Influenza A, dentro de las 48 horas del inicio de Amantidina, rimantadina, oseltamivir, zanamivir
los síntomas o huésped inmunocomprometido
Tratamiento de soporte
Cuando la gravedad del caso requiera su hospitalización, en función del grado de afectación del
estado general, podemos establecer una serie de medidas entre las que podemos señalar:
Complicaciones:
La transferencia puede necesitar ser iniciada en un umbral más bajo para bebés o niños pequeños,
ya que la descompensación puede ser rápida. La transferencia de lactantes o niños pequeños muy
enfermos a una UCI pediátrica se realiza mejor con un equipo especializado de transferencia
pediátrica, aunque conlleva una espera ligeramente más larga que el transporte médico
convencional o incluso el transporte aéreo.
Derrame pleural
Empiema
Pneumatocele
Absceso pulmonar
Neumonía necrotizante
Infección sistémica con focos metastásicos
Hipertensión pulmonar neonatal persistente
Síndrome de fuga de aire, incluyendo neumotórax, pneumomediastino, neumopericardio y
enfisema intersticial pulmonar
Lesión de las vías aéreas
Secreciones obstructivas de las vías respiratorias
Hipoperfusión
Enfermedad pulmonar crónica
Lesión de órgano terminal con lesiones hipóxico-isquémicas y citocinas
Septicemia (3,4)
Conclusiones:
Existe amplia evidencia de que una radiografía de tórax es útil para confirmar el diagnóstico de
neumonía. Varios estudios han demostrado la falta de sensibilidad y especificidad de los hallazgos
en la toma de historia y el examen físico. Los signos y síntomas que tienen un alto grado de
sensibilidad (por ejemplo, fiebre y taquipnea) carecen de especificidad, y aquellos con un alto grado
de especificidad (por ejemplo, rales y dolor pleurítico) carecen de sensibilidad. Las radiografías de
tórax que muestran infiltrados lobulares consolidados, en particular si hay un gran derrame pleural
o cualquier necrosis parenquimatosa, son indicativos de una causa bacteriana. Cuando el recuento
de células blancas, el recuento diferencial y el nivel de proteína C reactiva son muy anormales,
también tienen un valor predictivo con respecto a la neumonía bacteriana y pueden corroborar un
diagnóstico basado en información clínica e histórica.
Tabla 2
Referencias