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SUPUESTO Que no puede ser afirmado con completa certeza que sea lo que el nombre
expresa.
VIOLATORIOSQue viola una ley, tratado, precepto, promesa, etc. Medida violatoria de los
derechos humanos.
Que es la eutanasia?
Hoy, más estrictamente, se entiende por eutanasia el llamado homicidio por compasión, es
decir, el causar la muerte de otro por piedad ante su sufrimiento o atendiendo a su deseo de
morir por las razones que fuere.
Sin embargo, en el debate social acerca de la eutanasia, no siempre se toma esta palabra en el
mismo sentido, e incluso a veces se prefiere, según el momento, una u otra acepción para
defender tal o cual posición dialéctica. Esto produce con frecuencia la esterilidad del debate y,
sobre todo, grave confusión en el común de las gentes.
Baste pensar que, en la lógica antes referida, se abren también tortuosos caminos de
resultados impredecibles en su monstruosidad. Al desactivar los límites morales ante la vida,
evidentemente, será una opción mucho más rentable para empresas aseguradoras, de
medicina prepaga o de jubilaciones privadas, entre otras, el inducir a la muerte, antes que el
abonar tratamientos o montos jubilatorios por tiempos prolongados.
Los hombres tenemos el deber indeclinable de asumir la defensa del derecho humano a la
vida. No existe un derecho a la muerte. Por eso nuestras constituciones, tanto nacional como
provincial, garantizan la vida a cada hombre y mujer desde la concepción, o sea desde el
nacimiento del impulso vital del nuevo ser, y hasta su muerte. La muerte, en definitiva, no es
un accidente imprevisto o impensado de la vida, sino un contenido de su esencia.
Nacer y morir implica el principio y fin del argumento necesario y personalizado del mandato
biológico de cada uno de nosotros; seres únicos e irrepetibles. Siempre se nace y se muere
físicamente. Pero, en esos extremos esenciales e inmutables, la riqueza de la existencia se da
en la posibilidad de dar contenido propio al gran acto de vivir, aunque conozcamos el final.
La vida misma es el fundamento de todos los bienes, la fuente y condición necesaria de toda
actividad del hombre y de toda convivencia social.
NORMAS VIGENTES
Nuestro Código Penal, en el título referido a los Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud,
tipifica el delito de "Homicidio por piedad", en el artículo 112 del citado cuerpo normativo; no
se utiliza pues el término eutanasia.
"El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y
consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa
de libertad no mayor de tres años".
Tal como señala el Dr. Luis Alberto Bramont-Arias Torres , especialista en Derecho Penal,
nuestra legislación ha tipificado en el homicidio por piedad a la eutanasia activa, mas no a la
pasiva (no prolongar artificialmente la vida de quienes indefectiblemente están destinados a la
muerte, en la medida en que tal alargamiento sólo traiga efectos de sufrimientos), ni la
indirecta (que supone el adelantamiento de la muerte -que se conoce como cierta- mediante
el suministro de medicamentos que sirven para mitigar el dolor físico del enfermo). Pero, no
obstante tipificar el homicidio por piedad, el legislador lo ha atenuado disponiendo una pena
máxima de 3 años pues brinda vital importancia al consentimiento expreso y voluntario del
enfermo, colocando al que realiza la eutanasia como un mero colaborador, por lo que es este
acto de colaboración lo que se castiga. Así, existen tres aspectos fundamentales para concluir
que estamos, legalmente, frente a la figura de la eutanasia activa u homicidio por piedad: el
móvil de piedad que es el que impulsa al autor del hecho, la petición expresa y consciente de
la víctima y la existencia de dolores intolerables que hacen difícil la vida del paciente.