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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

2123/2016.
RECURRENTES: **********.

PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ


SECRETARIA: MÓNICA CACHO MALDONADO

SUMARIO

El ocho de junio de dos mil siete, **********, demandó en la vía ordinaria civil a
**********, ********** y a **********, **********, la reivindicación de una bodega
construida por las personas físicas demandadas sobre un terreno del cual el actor
tiene el usufructo vitalicio, con sus frutos y accesiones; entre otras prestaciones.
Este juicio se registró con el número ********** del índice del Juzgado de Primera
Instancia de La Barca, Jalisco; al cual se acumuló el diverso juicio **********
promovido por todos los quejosos contra las mismas demandadas, en que
reclamaron la reivindicación del terreno del cual, a ********** corresponde el
usufructo vitalicio y al resto de los actores, la nuda propiedad; así como sus frutos
y accesiones, entre ellos, la bodega construida sobre el predio, y otras
prestaciones. En primera instancia se dictó sentencia absolutoria por considerar
no probado que la bodega se hubiera construido sobre el terreno. Lo cual fue
confirmado en apelación interpuesta por la parte actora. En el juicio de amparo
********** se otorgó la protección federal a los actores por estimar que sí se
demostró la identidad formal del bien cuya reivindicación se reclamó. En
cumplimiento, la Sala responsable revocó la sentencia de primer grado para
condenar a la reivindicación. En el juicio de amparo ********** promovido por los
demandados, se concedió el amparo a efecto de que se estimara que **********
actuó de mala fe por consentir la construcción de la bodega, en tanto que los
demandados actuaron de buena fe. Al cumplir, la Sala responsable estableció la
condena a la reivindicación, previo pago a los demandados del valor de los
materiales, costos de mano de obra y gastos de edificación. En nuevo juicio de
amparo promovido por los demandados, **********, se concedió el amparo a
efecto de que, en aplicación de la última parte del artículo 931 del Código Civil del
Estado de Jalisco, se determine que los dueños del inmueble sólo tienen derecho
al pago del precio del terreno. Esta resolución es combatida en este recurso por
los terceros interesados, en cuanto a la constitucionalidad del mencionado
precepto.

CUESTIONARIO

 ¿La disposición contenida en la última parte del artículo 931 del Código Civil
del Estado de Jalisco equivale a una expropiación de propiedad a la cual le
resulten exigibles las condiciones impuestas constitucionalmente a ésta?
 ¿Es incorrecto que el legislador considere la conducta subjetiva del propietario
del bien y de quien edifica, siembre o plante sobre él, para determinar el
derecho que correspondería a cada uno, concretamente, que constriña al
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propietario del terreno a recibir el precio del suelo donde se edificó, cuando
actúa de mala fe?
 ¿El precepto impugnado vulnera el derecho de audiencia porque no se podrían
presentar pruebas durante el juicio reivindicatorio, sobre la buena o mala fe del
propietario?
 ¿El artículo 931, última parte, del Código Civil del Estado de Jalisco vulnera la
garantía de seguridad jurídica por no precisar cómo se determinará el precio
del terreno?

Ciudad de México. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, en la sesión correspondiente al día nueve de noviembre
de dos mil dieciséis emite la siguiente:

SENTENCIA

Mediante la que se resuelve el amparo directo en revisión 2123/2016,


promovido por **********, **********, **********, **********, **********,
**********, ********** y **********, por conducto de su abogado patrono
**********, contra la sentencia de veintidós de enero de dos mil
dieciséis, dictada por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Tercer Circuito en el juicio de amparo directo **********.

I. ANTECEDENTES

1. Mediante escrito presentado el ocho de junio de dos mil siete,


********** demandó en la vía ordinaria civil a **********, **********
y a **********, **********, las siguientes prestaciones:

 La reivindicación de la bodega ********** de la calzada Adolfo


Ruiz Cortines, construida sobre una fracción de **********
(**********) del predio denominado “**********”;
 La entrega material y jurídica de dicha fracción de terreno, con sus
frutos y accesiones;

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 Daños y perjuicios por la ocupación del inmueble;


 La nulidad del contrato de arrendamiento celebrado el quince de
marzo de dos mil, entre ********** y **********, como
arrendadores y **********, ********** como arrendataria,
respecto de la referida bodega, así como cualquier otro suscrito
con posterioridad;
 Gastos y costas; y
 En lo particular a **********, el pago de la renta cobrada por el
arrendamiento de la bodega.

2. Mediante auto de quince de junio de dos mil siete, se admitió la


demanda y se registró con el número ********** del índice del
Juzgado de Primera Instancia de la Barca, Jalisco.

3. Luego del emplazamiento, los demandados contestaron a la demanda,


en sendos escritos donde opusieron excepciones y defensas.
Posteriormente, hicieron del conocimiento del juez la existencia del
juicio **********, en el que se habían opuesto las excepciones de
litispendencia y conexidad, las cuales habían sido admitidas.

4. En resolución de treinta de enero de dos mil nueve, dictada por el


mismo juez en el diverso juicio **********, se acogió la excepción de
conexidad y se ordenó acumular ese juicio al **********.

5. El juicio ********** se originó mediante escrito presentado el diez de


junio de dos mil ocho, en el Juzgado de Primera Instancia de La Barca
Jalisco, **********, **********, **********, **********, **********,
**********, ********** y **********, demandaron en la vía ordinaria
civil a **********, ********** y a **********, **********, las
siguientes prestaciones:

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 La declaración de que a ********** le corresponde el usufructo


vitalicio y al resto de los actores el dominio directo del predio rústico
denominado **********, ubicado ********** al Norte de La Barca,
con superficie de ********** ********** hectáreas, ********** y
********** áreas, cincuenta y siete centiáreas, así como de la
bodega en él construida, marcada con el número ********** de la
calzada Adolfo Ruiz Cortines de dicha ciudad;
 La entrega material y jurídica de la posesión de dicho inmueble, con
sus frutos y accesiones;
 El pago de daños y perjuicios;
 La nulidad del contrato de arrendamiento celebrado el quince de
marzo de dos mil, entre ********** y **********, como
arrendadores y **********, ********** como arrendataria,
respecto de la referida bodega; así como cualquier otro suscrito con
posterioridad;
 Gastos y costas; y
 De **********, en ejercicio de la acción de enriquecimiento
ilegítimo, la indemnización que por concepto de renta ilegalmente
cobró por el arrendamiento de la bodega mencionada.

6. En dicho juicio los demandados opusieron las excepciones de


litispendencia y conexidad que dieron lugar a la acumulación de los
juicios.

7. Seguidos los juicios acumulados por sus etapas procesales, el


veintidós de octubre de dos mil doce el juez dictó sentencia en la cual
declaró improcedente la acción ejercida y absolvió a los demandados
de las prestaciones reclamadas, por haber considerado no probado
que la bodega sea parte del predio del cual se acreditó la propiedad de
los actores.

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8. Inconformes con la resolución, los actores interpusieron recurso de


apelación, del cual conoció la Novena Sala del Supremo Tribunal de
Justicia de Jalisco, en el toca **********. El recurso se resolvió el dos
de julio de dos mil trece, en el sentido de confirmar la sentencia
apelada.

9. Juicio de Amparo Directo **********. Inconforme con la resolución


anterior, la parte actora promovió juicio de amparo directo, del cual
correspondió conocer al Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Tercer Circuito, donde se registró con el número **********.

10. Seguido el juicio por sus trámites, el Tribunal Colegiado dictó


sentencia el siete de noviembre de dos mil catorce, mediante la cual
otorgó el amparo a los quejosos, para el efecto de que la autoridad
responsable dejara insubsistente la sentencia reclamada y emitiera
otra, en la que considerara apta la prueba documental rendida para
acreditar la identidad formal de la superficie cuya reivindicación se
reclamó, así como su propiedad y, en consecuencia, resolviera
nuevamente sobre las prestaciones exigidas.

11. En cumplimiento a esa ejecutoria, la Sala responsable dictó una nueva


sentencia el dos de diciembre de dos mil catorce, en la cual revoca la
sentencia recurrida, para declarar procedente la acción reivindicatoria
ejercida, por lo cual se condenó a los demandados a la entrega de la
posesión jurídica y material de la bodega y se absolvió del pago de los
frutos, daños y perjuicios, gastos y costas.

12. Juicio de Amparo Directo **********. Inconformes con la resolución


anterior, los demandados promovieron juicio de amparo directo, del
cual conoció el mismo tribunal colegiado, y se registró con el número
**********.

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13. Seguido el juicio por sus trámites, el Tribunal Colegiado dictó


sentencia el veinticinco de junio de dos mil quince en la cual concedió
el amparo a efecto de que la autoridad responsable dejara
insubsistente la sentencia reclamada y emitiera otra, donde
considerara que ********** actuó de mala fe, en tanto los
demandados edificaron la bodega de buena fe.

14. En la sentencia dictada en cumplimiento a ese fallo el cinco de agosto


de dos mil quince, la responsable condenó a los demandados a la
entrega del terreno y de la bodega, previa indemnización a cargo de
los actores, del valor de los materiales, costos de mano de obra y
gastos de edificación.

II. TRÁMITE

15. Juicio de Amparo Directo. Inconformes con la resolución anterior, los


demandados promovieron juicio de amparo directo en contra la
sentencia señalada en el punto anterior. El asunto fue turnado al
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, donde
se registró con el número **********.

16. La parte quejosa hizo valer lo siguiente:

 La autoridad responsable solamente se ha ocupado de las


prestaciones reclamadas en el juicio **********, pero no del juicio al
cual se acumuló, **********.

 Fue incorrecto que en la primera sentencia de amparo se tuviera


por demostrado que la bodega fue construida en el predio
denominado “**********”, pues tal consideración deriva de una
interpretación aberrante de los preceptos relativos a los interdictos.

 Son incorrectas las consideraciones de la Sala responsable,


consistentes en que de conformidad con lo establecido en el
artículo 932 del Código Civil del Estado de Jalisco, al haberse
estimado que ********** obró de mala fe, pues a su vista, ciencia y
paciencia consintió la edificación de la bodega en su predio y los

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demandados ********** y ********** no actuaron de mala fe al


realizar dicha construcción, procedía condenar a éstos a la entrega
material y jurídica del citado terreno y la construcción, previa
indemnización del valor de los materiales, costos de mano de obra
y gastos de edificación de la bodega en cuestión.

 Lo anterior, porque de conformidad con lo establecido en la


segunda parte del artículo 931 del Código Civil del Estado de
Jalisco, al estimarse que ********** actuó de mala fe y los quejosos,
de buena fe, los segundos tienen derecho a conservar la posesión
del inmueble, con la sola obligación de pagar el precio del terreno.
Esto, pues dicho precepto, en su segunda parte, establece que en
caso de buena de por parte del que construyó, y mala fe del dueño
del terreno, éste sólo tendrá derecho a que se le pague el precio del
suelo.

 La sentencia reclamada incumple el principio de claridad previsto


en el artículo 87 del Código de Procedimientos Civiles del Estado
de Jalisco, al establecer que la indemnización por el valor de los
materiales, mano de obra y gastos de edificación de la bodega, se
determinará mediante pericial en etapa de ejecución de sentencia,
sin señalar las bases sobre las cuales se desahogaría la pericial, ni
si los valores y precios a considerar son los del tiempo en que se
hizo la construcción, o los actuales.

17. El Tribunal Colegiado dictó sentencia el veintidós de enero de dos mil


dieciséis, mediante la cual otorgó el amparo a los quejosos, con base
en las siguientes consideraciones:

 Como señalan los quejosos, debe aplicarse la segunda parte del


artículo 931 del Código Civil del Estado de Jalisco, según el cual, si
el dueño del terreno actuó de mala fe, éste sólo tiene derecho a que
se le pague el precio del suelo.

 Al haberse aplicado el artículo 932 del Código Civil de Jalisco, la


responsable transgrede en perjuicio de los demandados el principio
de legalidad, establecido en el artículo 14 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, pues no resolvió de
conformidad con las leyes aplicables al caso concreto ni de acuerdo
a su letra.

 Lo anterior, toda vez que el artículo antes mencionado prevé que el


que edifica, planta o siembra de mala fe en terreno ajeno, pierde lo

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edificado, plantado o sembrado, sin derecho a reclamar


indemnización alguna del dueño del suelo, ni de retener el bien; sin
embargo, en el presente caso los demandados no actuaron de mala
fe, por lo que dicho precepto no es aplicable ni siquiera a contrario
sensu, pues el artículo 931 del Código antes mencionado,
expresamente establece el modo de proceder cuando el dueño del
terreno actúa de mala fe y el que edifica, de buena fe; en el sentido
de que el segundo tiene derecho a conservar la posesión del
inmueble, con la sola obligación de pagar el precio del terreno,
previo avalúo por peritos en la materia, en ejecución de sentencia,
al precio comercial vigente en la fecha de la sentencia en que se
declaró o reconoció la propiedad de los nudos propietarios, con la
actualización a la fecha de los peritajes y hasta que se haga el
pago, sin tomar en cuenta los aprovechamientos urbanísticos o de
infraestructura.1

 En consecuencia, se concede el amparo a efecto de que se dicte


nueva resolución en que se prescinda de hacer la condena en los
términos del acto reclamado, y se determine que, aun ante la
procedencia de la acción reivindicatoria, los dueños del terreno sólo
tienen derecho a que se les pague su valor, previo avalúo por
peritos en la materia, en ejecución de sentencia, al precio actual.

 Es innecesario el estudio del resto de los conceptos de violación,


sobre la violación al principio de claridad, ya que éste deja de tener
sentido ante la concesión de amparo.

18. Recurso de revisión. Inconformes con la resolución anterior, los


terceros interesados interpusieron recurso de revisión el veinticinco de
febrero de dos mil dieciséis ante la Oficina de Correspondencia
Común de los Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer
Circuito. En los agravios hicieron valer lo siguiente:

 El recurso de revisión es procedente, ya que la sentencia recurrida


constituye el primer acto de aplicación del artículo 931 del Código
Civil del Estado de Jalisco, en perjuicio de los terceros interesados 2.

1
Cita la tesis P. XXI/2004, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIX, Mayo de 2004, pág.
144, del siguiente rubro: SENTENCIAS DE AMPARO. CUANDO EN LA VALUACIÓN DE UN
INMUEBLE EXPROPIADO SE CONSIDERARON LAS EDIFICACIONES Y OBRAS DE
INFRAESTRUCTURA POSTERIORES A LA FECHA EN QUE OPERÓ LA REVERSIÓN, DEBE
ORDENARSE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO INCIDENTAL RELATIVO AL
CUMPLIMIENTO SUSTITUTO.

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 Considera que es inconstitucional el artículo 931 del Código Civil


del Estado de Jalisco, en la parte donde establece que el dueño del
terreno sólo tiene derecho al pago del precio del suelo cuando
actúa de mala fe ante la edificación sobre el predio.

 Lo anterior, por contravenir los derechos de propiedad privada, pro


persona, seguridad jurídica y de audiencia previstos en los artículos
1°, 14, 16 y 27 de la Constitución, 1°, 2° y 21 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en cuanto a que, al regular el
derecho de accesión, limita el ejercicio del derecho de propiedad
sobre el bien, al privarlo de su uso, goce y disfrute, pues sólo se le
concede derecho a recibir el pago del precio, lo cual equivale a una
expropiación a favor de un particular, quien únicamente pagaría el
precio del terreno para que el verdadero dueño pierda la propiedad.

 Esto, sin siquiera exigir utilidad pública o interés social, únicas


hipótesis en que se admite una expropiación conforme a los
artículos 27 Constitucional y 21 de la Convención, máxime que es
en beneficio de un particular y no de la colectividad.

 La disposición, aun siendo de derecho privado, debe respetar los


derechos humanos, pero no lo hace, ya que pretende regular un
conflicto de propiedad, calificando las conductas subjetivas de los
involucrados, entre el dueño del terreno y quien sin derecho edifica,
siembra o planta sobre el mismo, para determinar el derecho de
cada uno, y sanciona al propietario a la pérdida de su propiedad por
la mala fe.

 También se afectan los derechos humanos de audiencia y


seguridad jurídica previstos en el artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque se afecta la
propiedad sin permitir al propietario oponer una defensa adecuada,
pues la determinación es emitida hasta que se resuelva el juicio
reivindicatorio, por lo cual no puede presentar pruebas para
acreditar su buena o mala fe.

 De igual forma, el precepto no establece las bases para cuantificar


el supuesto precio que deberá pagarse al propietario que actuó de
mala fe, los cuales son aspectos de fondo que no deben resolverse
hasta la etapa de ejecución, además de que al dueño se le negaría
la reivindicación del bien a pesar de haberse considerado
procedente su acción, y tal aspecto no formó parte de la litis.
2
El recurrente aclara que hizo valer la inconstitucionalidad del artículo 931 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, en el amparo directo **********, relacionado,
pero dicha impugnación estuvo dirigida a la primera parte del precepto, que sirvió de base para
condenar a la entrega a los actores de la bodega, previa indemnización a los demandados del valor
de los materiales y demás costos de lo edificado.

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19. En auto de cuatro de marzo de dos mil dieciséis, el presidente del


tribunal colegiado ordenó el envío de las constancias a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.

20. Recibidos los autos en este Alto Tribunal, por acuerdo de presidencia
de veintidós de abril de dos mil dieciséis se admitió el recurso de
revisión, se registró con el número 2123/2016, se ordenó que el
expediente pasara a la Primera Sala del propio órgano, para el efecto
de que su Presidente dictara el trámite respectivo, en virtud de que la
materia del asunto corresponde a la especialidad de ese órgano.
Asimismo, se turnaron los autos a la Ponencia del señor Ministro José
Ramón Cossío Díaz por encontrarse adscrito a dicha Sala.

21. El Presidente de esta Primera Sala, en proveído de seis de junio de


dos mil dieciséis ordenó que la Sala se avocara al conocimiento del
asunto y se devolvieran los autos a la Ponencia del Ministro José
Ramón Cossío Díaz, a fin de elaborar el proyecto de resolución
correspondiente.

III. COMPETENCIA

22. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es


legalmente competente para conocer y resolver el presente asunto, de
conformidad con los artículos 107, fracción IX, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 83 de la Ley de Amparo
vigente, 21, fracción III, inciso a), así como el punto Tercero del
Acuerdo General 5/2013 del Pleno de este alto tribunal, toda vez que
el recurso de revisión se interpuso en contra de una sentencia dictada
por un tribunal colegiado de circuito en un juicio de amparo directo en

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materia civil, donde se alega la subsistencia de un planteamiento de


constitucionalidad.

IV. OPORTUNIDAD

23. El presente recurso fue interpuesto en tiempo, puesto que la parte


quejosa fue notificada de la sentencia recurrida, por lista el miércoles
diez de febrero de dos mil dieciséis; la notificación surtió efectos al día
hábil siguiente, jueves once, por lo que el plazo de diez días para
interponer el recurso transcurrió del viernes doce al jueves veinticinco
de febrero de dos mil dieciséis, sin contar los días trece, catorce,
veinte y veintiuno de febrero de dos mil dieciséis por tratarse de días
inhábiles de conformidad con el acuerdo de sesión privada del Pleno,
de once de febrero de 2016, y el artículo 19 de la Ley de Amparo.

24. Por tanto, si el recurso de revisión fue presentado el veinticinco de


febrero de dos mil dieciséis ante la Oficina de Correspondencia
Común de los Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer
Circuito, su interposición es oportuna.

V. PROCEDENCIA

25. De conformidad con las reglas establecidas en la fracción IX del


artículo 107 de la Constitución Federal; la fracción II del artículo 81 de
la Ley de Amparo actual, y la fracción III del artículo 10 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, para que un recurso de
revisión interpuesto contra las sentencias dictadas por los tribunales
colegiados de circuito en los amparos directos sea procedente, es
necesario que las mismas decidan sobre la constitucionalidad de
normas legales (leyes federales y locales, tratados internacionales y
reglamentos federales y locales) o establezcan la interpretación directa
de un precepto de la Constitución Federal o de algún derecho humano

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contenido en tratados internacionales de los que sea parte el Estado


mexicano, o bien que en dichas resoluciones se omita hacer un
pronunciamiento al respecto, cuando se hubiera planteado en la
demanda. Además, es necesario que la cuestión de constitucionalidad
tenga la potencialidad de llevar a la fijación de un criterio de
importancia y trascendencia. En todos los casos, la decisión de la
Corte en vía de recurso debe limitarse a la resolución de las
cuestiones propiamente constitucionales.

26. Los requisitos de procedencia de la revisión en amparo directo han


sido interpretados y clarificados en numerosas tesis jurisprudenciales y
aisladas de esta Corte y desarrollados normativamente por el Acuerdo
General Plenario 9/2015, que contiene los criterios para identificar
cuándo es procedente este recurso excepcional. En esa labor de
identificación se distinguen dos momentos.

27. En el primero se parte de que el recurso de revisión es procedente en


contra de las sentencias que en materia de amparo directo pronuncien
los Tribunales Colegiados de Circuito, siempre y cuando en ellas se
decida o se omita decidir sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de una norma general, o se establezca la
interpretación directa de un precepto constitucional o de derechos
humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, siempre que dichos temas hubieren sido
planteados en la demanda de amparo.

28. En adición a lo anterior y como segundo paso debe analizarse, para


efectos de la procedencia del recurso, si los referidos temas de
constitucionalidad entrañan la fijación de un criterio de importancia y
trascendencia, requisitos que se actualizan:

i) Cuando se trate de la fijación de un criterio novedoso o de


relevancia para el orden jurídico nacional; o,

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ii) Cuando las consideraciones de la sentencia recurrida entrañen


el desconocimiento u omisión de los criterios emitidos por la
Suprema Corte referentes a cuestiones propiamente
constitucionales.

29. En el caso se cumplen los requisitos para la procedencia del recurso


de revisión, pues si bien no hay un tema de constitucionalidad
planteado en la demanda de amparo ni estudiado en la sentencia
recurrida, en este recurso de hace valer por la parte tercera interesada
la inconstitucionalidad del artículo 931, última parte, del Código Civil
del Estado de Jalisco, que fue aplicado por primera vez en perjuicio de
los recurrentes, en la sentencia recurrida por el tribunal colegiado.

30. Tema sobre el cual también se cumpliría el requisito de conducir a la


emisión de un criterio de importancia y trascendencia, debido a que no
se tienen precedentes en esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
sobre esa cuestión constitucional.

VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS.

31. Problemática a resolver. De acuerdo con el planteamiento de


inconstitucionalidad formulado en el recurso de revisión, deben
resolverse diversas cuestiones relacionadas con el artículo 931, en su
última parte, del Código Civil del Estado de Jalisco, que quedarían
reflejadas en las siguientes preguntas:

 ¿La disposición contenida en la última parte del artículo 931 del


Código Civil del Estado de Jalisco equivale a una expropiación
de propiedad a la cual le resulten exigibles las condiciones
impuestas constitucionalmente a ésta?
 ¿Es incorrecto que el legislador considere la conducta subjetiva
del propietario del bien y de quien edifica, siembre o plante sobre
él, para determinar el derecho que correspondería a cada uno,

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concretamente, que constriña al propietario del terreno a recibir


el precio del suelo donde se edificó, cuando actúa de mala fe?

 ¿El precepto impugnado vulnera el derecho de audiencia porque


no se podrían presentar pruebas durante el juicio reivindicatorio,
sobre la buena o mala fe del propietario?

 ¿El artículo 931, última parte, del Código Civil del Estado de
Jalisco vulnera la garantía de seguridad jurídica por no precisar
cómo se determinará el precio del terreno?

32. Para estar en condiciones de responder a las citadas interrogantes, se


estima necesario hacer referencia a la institución del derecho de
accesión, en que se inscribe la disposición cuestionada.

33. El derecho de accesión se encuentra regulado en el Código Civil del


Estado de Jalisco, dentro del Capítulo III, del Título Quinto De la
Propiedad, del Libro Tercero De los bienes, su propiedad y sus
diferentes manifestaciones, y, conforme al artículo 917, aparece
definido del siguiente modo: La propiedad de los bienes da derecho a
todo lo que ellos producen o se les une o incorpora natural o
artificialmente. Por tanto, es un modo de adquirir la propiedad por
extensión del dominio, que se funda en el principio de que lo accesorio
sigue la suerte de lo principal.

34. Así, pertenecen al propietario los frutos naturales, industriales y civiles


que produzca el bien (artículo 918), así como todo lo que se une o se
incorpora a la cosa, lo edificado, plantado y sembrado, así como lo
reparado o mejorado en el terreno o finca (artículo 926).

35. Esto es, respecto de los bienes inmuebles, el derecho de accesión,


también conocida bajo el nombre de continua, se verifica por efecto de
la naturaleza o por industria del hombre. La natural puede tener cuatro

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causas: el aluvión, la avulsión, el nacimiento de una isla o la mutación


de cauce; todo ello en predios colindantes con algún cuerpo de agua,
sea río, laguna, estanque, etc. La artificial o por industria del hombre
se produce por tres causas principales: edificación, plantación o
siembra.

36. En esta última, que es la que interesa para efectos de este asunto, la
accesión tiene lugar por la incorporación de bienes muebles al
inmueble para formar un todo con éste que, de acuerdo con la
clasificación de los bienes, ya deberán ser reputados como inmuebles,
según lo prescrito en el artículo 799 del mismo ordenamiento legal. 3

37. De ahí que, como se señaló, en este derecho rige el principio de que
lo accesorio sigue la suerte de lo principal, por lo cual la cosa mueble
incorporada al inmueble, pasa a formar un todo con éste y, por tanto, a

3
Art. 799. Son bienes inmuebles por su naturaleza, aquellos que no puedan trasladarse de un
lugar a otro, ya por si mismos o por efecto de una fuerza exterior sin que se alteren su substancia y
en su forma. Siempre se considerarán como tales:
I. El suelo y las construcciones adheridas a él;
II. Las plantas y árboles, mientras estuvieren unidas a la tierra, y los frutos pendientes de los
mismos mientras no sean separadas de ellos por cosechas o cortes regulares;
III. Todo lo que esté unido a un inmueble de manera fija, de modo que no pueda ser separado sin
deterioro de él o del objeto a él adherido;
IV. Las estatuas, relieves, pinturas y otros objetos de ornamentación colocados en predios y
edificios, de tal forma que revele el propósito de unirlos de un modo permanente por el dueño;
V. Los invernaderos, palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos análogos, cuando el
propietario los conserve con el propósito de mantenerlos unidos a la finca y formando parte de ella
de un modo permanente;
VI. Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios que se encuentren en una finca destinados por
el propietario directa y exclusivamente a la explotación industrial o agropecuaria;
VII. Los abonos destinados al cultivo de un predio, que estén en las tierras donde hayan de
utilizarse y las semillas necesarias para el cultivo;
VIII. Los aparatos o mecanismos operados con cualquier tipo de energía, con sistemas de cómputo
o sin él, o de aprovechamiento de corriente de aire y sus accesorios adheridos al suelo o a los
edificios;
IX. Los manantiales, estanques, aljibes y corrientes de agua, así como los acueductos y los ductos
de cualquier especie que sirvan para conducir los líquidos, gases y energía;
X. Los animales de trabajo así como los que forman el pie de cría en los predios pecuarios;
XI. Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, estén destinados por su objeto y
condiciones a permanecer en un punto fijo de un río, lago o costa;
XII. Los derechos reales sobre inmuebles;
XIII. El material rodante de los ferrocarriles, las líneas telefónicas, telegráficas y de transmisión y
distribución eléctrica y las estaciones radiotelefónicas y radiotelegráficas fijas; así como las antenas
receptoras o emisoras, su instrumentación y equipamiento; y
XIV. Las plantas, instalaciones o establecimientos para el uso y aprovechamiento de las
concesiones a que se refiere el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que tengan por objeto el aprovechamiento de medios o energías y aquéllas cuyo fin
requiera el establecimiento de plantas o instalaciones adheridas al suelo.

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la propiedad del dueño del predio. Lo cual genera dos presunciones


legales, iuris tantum, previstas en el artículo 927 del Código Civil
jaliciense:

a) Todas las obras, siembras y plantaciones ejecutadas en un terreno


son hechas por el propietario.
b) Tales obras, siembras y plantaciones se han efectuado a expensas
del propietario.

38. La presunción se explica en que si, como se indica, los bienes


muebles, como materiales o semillas, pasan a formar parte del predio,
sólo su dueño tendría interés en realizar las obras, siembras o
plantaciones.

39. Sin embargo, el legislador ha tenido en cuenta situaciones que han


tenido y tienen lugar en la realidad, en que las edificaciones, siembras
o plantaciones son efectuadas a costa de alguien diferente al
propietario, de ahí que la presunción legal admita prueba en contrario.

40. Esta situación da lugar a diversas consecuencias jurídicas entre el


dueño del terreno y el dueño de los materiales, plantas o semillas 4 en
que, al intervenir necesariamente la voluntad del hombre, deben
resolverse atendiendo a la forma en que haya obrado uno y otro: de
buena o de mala fe. Esto, por consideraciones de equidad y de orden
público, entre cuyas manifestaciones se encuentra el principio de que
nadie puede enriquecerse sin causa, a costa de otro.

41. Conforme al artículo 935 del Código Civil del Estado de Jalisco, se
entiende que hay mala fe de parte del edificador, plantador o
sembrador, cuando hace la edificación, plantación o siembra, o
4
El código también prevé la hipótesis donde pueden intervenir tres sujetos: el dueño del predio, el
que edifica, siembra o planta, y el dueño de los materiales, plantas y semillas; al que no se hará
referencia por no haber tenido lugar en este asunto.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

permite, sin reclamar, que con material suyo las haga otro, en terreno
que sabe que es ajeno, no pidiendo previamente al dueño su
consentimiento por escrito.

42. Asimismo, de acuerdo con el artículo 936 del mismo ordenamiento, se


entiende haber mala fe por parte del dueño del terreno, siempre que a
su vista, ciencia y paciencia se hiciere el edificio, la siembra o la
plantación.

43. En el primer caso la mala fe deriva de la conciencia y conocimiento de


que es ajeno el bien donde se finca, planta o siembra; y de llevar a
cabo esto en forma unilateral, sin recabar el consentimiento del dueño
del predio. Y en el segundo, del conocimiento y silencio de este último
sobre la edificación, plantación o siembra que se hace en su terreno
con materiales, semillas o plantas de otro.

44. Así, la primera regla consiste en establecer que el dueño del terreno
que siembre, plante o edifique en su predio con semillas, plantas o
materiales ajenos, adquiere la propiedad de unas y otros, es decir, de
las semillas, plantas o materiales, pero con la obligación de pagarlos
cualquiera haya sido su conducta de buena o de mala fe. Y si se llega
a probar que actuó de esta última forma, también debe resarcir al
dueño de los materiales, plantas y semillas, de los daños y perjuicios.

45. En el supuesto a que se refiere esta primera regla, la mala fe deriva de


que el dueño del terreno sabe o tiene conciencia de que las plantas,
semillas o materiales que usa en la plantación, siembra o edificación
dentro de su predio, son propiedad de otra persona.

46. Lo anterior tiene en cuenta los principios ya enunciados de que lo


accesorio sigue la suerte de lo principal, así como los de equidad e
interés público porque por virtud de la edificación, plantación o siembra
los materiales, plantas y semillas quedan incorporados al suelo y

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

pierden individualidad propia, de modo que dejan de existir como


bienes muebles para crear una especie nueva; y ya no podrían ser
reivindicados por el dueño, pues no son susceptibles de vindicación
las cosas que ya no existen; además de que podría resultar en mayor
perjuicio para ambos la destrucción de lo edificado, plantado o
sembrado para lograr esa reivindicación; a pesar de que el interés del
dueño de los materiales, plantas o semillas puede verse satisfecho
con el pago de éstos y, en su caso, de los daños y perjuicios
causados.

47. De ahí que en la primera parte del artículo 929 del Código Civil
jaliciense se prohíba al dueño de las semillas, plantas o materiales
pedir la devolución de éstos, cuando tal devolución implique la
destrucción de la obra o plantación.

48. Sin embargo, dicha prohibición no subsiste cuando: a) las plantas no


han echado raíces y pueden sacarse sin sufrir detrimento; b) las
semillas o materiales no estén aun aplicados a su objeto ni
confundidos con otros; según se advierte de la segunda parte del
precepto citado, así como del artículo 930.

49. Esto se debe a que en tales casos no existen las causas que motivan
la prohibición de la ley, porque no habiendo echado raíces las plantas,
ni habiéndose aplicado a su objeto las semillas y los materiales, tales
plantas, semillas y materiales no están incorporados al suelo y
conservan íntegra su sustancia como bienes muebles susceptibles de
vindicación.

50. La segunda regla prevista en la ley, en la primera parte del artículo


931, se refiere al supuesto en que alguien diferente al dueño del
terreno edifica, siembra o planta en éste, con materiales propios, de
buena fe; es decir, cuando no tiene conocimiento de que el terreno es

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

ajeno (por algún motivo lo considera propio), o bien, cuando tiene


consentimiento por escrito por parte del dueño del predio para realizar
las obras. Esta regla supone buena fe en ambos sujetos.

51. En tales casos, la ley concede al dueño del terreno la alternativa de


optar entre: a) hacer suya la obra, siembra o plantación, caso en el
que debe pagar el precio o valor de lo edificado, plantado o sembrado;
b) obligar al edificador a pagar el precio del terreno ocupado por la
construcción, con lo cual la propiedad del inmueble pasaría a éste; o
de obligar al que sembró o plantó, a pagar una renta, supuesto en que
el sembrador o plantador mantendría la propiedad de lo sembrado o
plantado.

52. Con esta regla se busca un justo medio entre los intereses de cada
uno de los sujetos involucrados, porque habiendo obrado de buena fe
quien realizó las obras, siembras o plantaciones, resultaría excesivo
obligarlo a la destrucción de lo llevado a cabo, en perjuicio de su
patrimonio; de ahí que, en cambio, se conceda al dueño del terreno el
derecho a decidir si se queda con las obras, siembras o plantaciones
mediante el pago de su precio; o bien, que las abandone a favor de
quien las efectuó exigiéndole el precio del terreno (si es edificación) o
de una renta (si es plantación o siembra). Esto, pues no podría
obligarse al dueño del terreno a adquirir la construcción, si no tiene
elementos para cubrirla.

53. La tercera regla se contiene en la segunda parte del artículo 931,


referente al supuesto en que se edifica, planta o siembra en terreno
ajeno de buena fe y, en cambio, el dueño del terreno obra de mala fe,
es decir, este último tiene conocimiento de la realización de la obra,
siembra o plantación en su terreno por otro y, sin embargo, se
mantiene pasivo o en silencio, dejando que las obras se realicen.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

54. Evidentemente, no habrá mala fe del dueño del terreno cuando el que
edifica, siembra o planta recaba previamente el consentimiento por
escrito de aquél, sino que en tal caso habría buena fe de ambos, ya
que el dueño de los materiales, plantas o semillas tendría
conocimiento de lo ajeno del terreno pero actuaría con consentimiento
del propietario del bien y, por su parte, este último habría manifestado
su voluntad para la realización de las obras, siembras o plantaciones
en su terreno. Asimismo, si el dueño de los materiales obrara fuera de
lo consentido por el dueño del terreno, habría mala fe de su parte y,
por tanto, tampoco tendría lugar el supuesto a que se refiere la regla
analizada.

55. Por tanto, la hipótesis a la que se refiere la norma más bien trata de
cuando el que lleva a cabo las obras, siembras o plantaciones lo hace
sin el conocimiento de que el terreno es ajeno (lo considera propio) y,
por su parte, éste último sabe o conoce de la realización de las obras,
plantaciones o siembras en su predio y, sin embargo, se mantiene
inactivo, sin sacar de su error al otro sujeto.

56. Esa conducta del dueño del terreno implica un enriquecimiento sin
causa a costa de otro, por lo cual la ley ya no le concede el derecho de
optar por apropiarse de las accesiones mediante su compensación,
sino sólo le deja la posibilidad de recibir el precio del terreno, si se
trata de edificación, o el pago de una renta, si es plantación o siembra.
Es decir, la mala fe del propietario del predio se castiga retirándole la
alternativa que se le concede si hubiera obrado de buena fe, para
ahora circunscribirlo a la segunda de las consecuencias que implica no
apropiarse de las accesiones, sino dejarlas a favor de quien edificó,
plantó o sembró.

57. Con esto también se busca atender a la equidad, porque tendría más
derecho quien actuó de buena fe a quedarse con la propiedad de lo

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edificado, plantado o sembrado, que quien actuó de mala fe. Y para


conseguirlo en el caso de la edificación, sólo puede hacerse a través
de la adquisición del suelo, con el pago de su precio, pues la
edificación forma un solo inmueble o cosa con el terreno en que se
encuentra.

58. La cuarta regla se contiene en los artículos 932 y 933 del Código Civil
del Estado de Jalisco, y se refiere al supuesto en que se edifica,
siembra o planta con materiales propios en terreno ajeno, de mala fe,
es decir, a sabiendas de que el terreno es ajeno y sin haber recabado
previamente el consentimiento por escrito del dueño.

59. En tal caso, el dueño de los materiales, semillas o plantas pierde lo


edificado, plantado o sembrado, sin derecho a indemnización alguna,
ni a retener el bien. Incluso, el dueño del terreno puede pedir la
demolición de la obra y la reposición de las cosas a su estado
primitivo, a costa del edificador. Esta última situación obedece a la
posibilidad tenida en cuenta por el legislador, de que el edificio
construido de mala fe no sea útil al dueño del terreno, sino antes bien,
perjudicial.

60. Por último, la quinta regla se prevé en el artículo 934 del citado
ordenamiento, referente al supuesto en que ambos sujetos obraron de
mala fe, es decir, a vista, ciencia y paciencia del dueño del terreno y
con conocimiento del edificador de lo ajeno del predio, sin previo
consentimiento por escrito de aquél; en tal caso, se entiende
compensada esa circunstancia y se arreglan los derechos de uno y
otro, conforme a lo resuelto para el caso de haberse procedido de
buena fe. Esto es, conforme a lo previsto en la primera parte del
artículo 931.

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

61. Con lo anterior quedan explicadas las reglas sobre el derecho de


accesión en que se ubica la disposición cuya constitucionalidad se
impugna, por lo cual se procede a dar respuesta a las interrogantes
formuladas.

62. Primera cuestión: ¿La disposición contenida en la última parte del


artículo 931 del Código Civil del Estado de Jalisco equivale a una
expropiación de propiedad a la cual le resulten exigibles las
condiciones impuestas constitucionalmente a ésta?

63. La respuesta a esta interrogante es negativa.

64. En el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos y el 21 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, establecen las garantías de protección al derecho de
propiedad privada de las personas frente a la acción del Estado, la
cual puede tener lugar a través de la expropiación, que constituye un
medio final o de última ratio por el que se afecta la propiedad de un
particular por parte de la autoridad, impuesto por exigencias de utilidad
pública o de interés social, mediante una indemnización justa, y en los
casos y según las formas establecidas por la ley.

65. En cambio, lo regulado en la disposición legal analizada son los


derechos de propiedad que corresponden a dos sujetos cuyos
intereses pueden verse contrapuestos: el dueño de un predio y el
dueño de materiales, semillas o plantas con que se edifica, siembra o
planta en ese predio.

66. El hecho de que la consecuencia prevista para el caso de que el


primero actúe de mala fe y el segundo de buena fe, sea la de que el
primero sólo tenga derecho a recibir el pago del precio del suelo por
parte del segundo, busca preservar el derecho de propiedad de
ambos, con preferencia para adquirir la totalidad del inmueble al dueño

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

de los materiales con que se edificó, por haber sido, de ambos, quien
actuó de buena fe.

67. Por tanto, el precepto regula el derecho de propiedad de dos sujetos


que son sus titulares respecto de distintos bienes (de un predio o de
materiales, semillas o plantas con que se lleva a cabo una edificación,
siembra o plantación sobre el terreno). Por lo cual no tiene
equivalencia con la expropiación, donde no se presenta ese conflicto
en el derecho de propiedad de distintos sujetos, sino donde el Estado,
en ejercicio de su potestad soberana, se ve precisado a afectar la
propiedad particular de un sujeto por motivos de utilidad pública o de
interés público.

68. El planteamiento del recurrente pareciera estar apoyado en la premisa


de que la propiedad de un predio sólo puede perjudicarse con motivo
de una expropiación y que, por tanto, deben satisfacerse las garantías
previstas en la Constitución o la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, es decir, la comprobación de una causa de
utilidad pública o interés social, así como una justa indemnización 5. Sin
5
EXPROPIACIÓN. LA CAUSA DE UTILIDAD PÚBLICA Y LA INDEMNIZACIÓN RELATIVA SON
GARANTÍAS DE PROTECCIÓN DEL DERECHO DE PROPIEDAD (INTERPRETACIÓN DE LOS
ARTÍCULOS 27, PÁRRAFO SEGUNDO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 21.2 DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS). El artículo 27, segundo párrafo,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos determina que las expropiaciones sólo
podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización. Por su parte, el artículo
21.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que ninguna persona puede
ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de una indemnización justa, por razones de
utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley. En
dichos términos, la afectación a la propiedad privada, por parte del Estado, es constitucionalmente
posible al reconocerse la figura de la expropiación. No obstante, dicho acto implica la afectación del
derecho de propiedad, el cual no puede ser arbitrario porque, en el caso contrario, el derecho de
propiedad no tendría vigencia real. Es decir, el titular de la propiedad no puede considerar
protegido su bien si el Estado tuviera la posibilidad de afectarlo sin estar sujeto a restricciones que
autoricen su actuación. Por ello, si la propiedad privada se encuentra protegida frente al interés de
expropiación por parte del Estado, se debe a que la actuación de este último está sujeta a dos
elementos que le exigen ejercer la afectación sólo cuando existe justificación y se realice una
reparación al titular de la propiedad privada. Es decir, la causa de utilidad pública y la
indemnización no son derechos humanos sino garantías de protección del derecho humano a la
propiedad privada, frente al interés de expropiación por parte del Estado.
Tesis: 1a. CCLXXXVIII/2014 (10a.), de la Primera Sala, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 9, Agosto de 2014, Tomo I, pág. 529. Amparo
directo en revisión 1182/2013. Textiles San Juan Amandi, S.A. de C.V. y otra. 28 de agosto de
2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Óscar Echenique Quintana.

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

embargo, esa premisa es incorrecta en el sentido de que sólo tiene en


cuenta la afectación a la propiedad por acción de la autoridad o del
Estado, pero en cambio, el precepto impugnado simplemente regula
uno de los aspectos del derecho de propiedad de los particulares y la
solución a los conflictos que puede haber entre sus titulares.

69. Segunda cuestión: ¿Es incorrecto que el legislador considere la


conducta subjetiva del propietario del bien y de quien edifica,
siembre o plante sobre él, para determinar el derecho que
correspondería a cada uno, concretamente, que constriña al
propietario del terreno a recibir el precio del suelo donde se
edificó, cuando actúa de mala fe?

70. Esta Primera Sala no encuentra inconstitucionalidad alguna en el


hecho de que la disposición cuestionada considere la forma de
actuación de cada uno de los sujetos involucrados en la hipótesis en
que se edifica, siembra o planta sobre un terreno ajeno, para
determinar el derecho o la consecuencia que pueda corresponder a
cada uno.

71. Lo anterior, porque como quedó establecido, la propiedad por


accesión, cuando tiene lugar por medios artificiales como la
edificación, la siembra o la plantación en un terreno, necesariamente
involucra la voluntad humana y, por razones de equidad, es preciso
atenderla para determinar lo que en justicia corresponda a cada uno
de los sujetos: tanto el dueño del predio como el dueño de los
materiales, semillas o plantas.

72. Y no se encuentra motivo de inequidad en que, en el supuesto en que


el edificador obra de buena fe (bajo la creencia de que el predio donde
edifica es suyo), en tanto el propietario del predio permite la edificación
a su vista, ciencia y paciencia, sin sacar al otro de su error; se

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

establezca la consecuencia de que este último sólo tenga derecho a


recibir el precio del suelo, a fin de que sea el edificador quien tenga la
propiedad del inmueble, es decir, tanto de la edificación efectuada a su
costa, como del suelo en que se asienta. Esto, porque en esas
circunstancias, tiene mayor derecho al inmueble quien obró de buena
fe, por sobre quien lo hizo de mala fe.

73. Tercera cuestión: ¿El precepto impugnado vulnera el derecho de


audiencia porque no se podrían presentar pruebas durante el
juicio reivindicatorio, sobre la buena o mala fe del propietario?

74. La respuesta a dicha cuestión es negativa, pues no es función de la


disposición analizada regular lo concerniente al proceso jurisdiccional
donde pueda ventilarse el derecho de propiedad por accesión.

75. Esto es, la norma es de carácter sustantivo y no se refiere a la


oportunidad de ofrecer pruebas en juicio sobre la buena o la mala fe
con que se condujo cada uno de los sujetos involucrados en el
derecho de accesión. En todo caso, es en las disposiciones
procesales donde debe considerarse la previsión de las formalidades
esenciales que aseguren una adecuada y oportuna audiencia a favor
de los justiciables6.

76. Además, si en los hechos discutidos dentro del juicio reivindicatorio se


encuentra lo relativo a que una de las partes tiene la propiedad sobre

6
FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA
ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia
establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de
defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o derechos, y su
debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de que en el juicio que se
siga "se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son las que resultan
necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que, de manera
genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del procedimiento y
sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la
defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones
debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de
audiencia, que es evitar la indefensión del afectado.
Tesis de Jurisprudencia P./J. 47/95, del Pleno, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, Diciembre de 1995, pág. 133.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

el predio y otra llevó a cabo una edificación sobre él, es necesaria la


discusión sobre la forma de actuación de cada una de las partes para
determinar el derecho que corresponde a cada uno, por ser esto
determinante según las reglas establecidas en la ley sobre el Derecho
de Accesión, para que así, las partes puedan formular sus
pretensiones, excepciones, pruebas y alegatos sobre los hechos
discutidos.

77. Cuarta cuestión: ¿El artículo 931, última parte, del Código Civil
del Estado de Jalisco vulnera la garantía de seguridad jurídica por
no precisar cómo se determinará el precio del terreno?

78. La vulneración alegada no se actualiza porque la norma, al establecer


que si el dueño del terreno ha procedido de mala fe, sólo tendrá
derecho de que se le pague el precio de ese bien, ofrece suficiente
certeza sobre el derecho que corresponde a cada uno de los sujetos:
el dueño del terreno recibirá el precio de su predio y el que edificó de
buena fe, se convertirá en el nuevo propietario del inmueble
(edificación unida al suelo).

79. No es forzoso que el precepto establezca cómo se determinará el


precio del terreno, porque el legislador remite al concepto comercial
del valor de los bienes en el comercio, al que debe atender el juez
para fijarlo, si hay controversia entre las partes sobre ese punto; en el
entendido de que esa fijación puede tener lugar en la etapa de
ejecución de sentencia, donde válidamente puede presentarse un
procedimiento incidental cuyo objeto sea dirimir el litigio entre las
partes sobre la forma de determinar el valor del bien o el importe
mismo. Sin que tal circunstancia implique afectación al derecho de
seguridad jurídica, porque existen reglas de las cuales puede valerse
el juez para resolver un litigio de esa naturaleza, como allegarse de la
prueba pericial con el nombramiento de un perito valuador por cada

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

una de las partes y de un tercero, para el caso de discordia, por


ejemplo.

VI. DECISIÓN

80. En virtud de lo anterior, al no haberse encontrado vicio de


inconstitucionalidad en la última parte del artículo 931 del Código Civil
del Estado de Jalisco, por no tener equivalencia alguna con la
expropiación, por atender a la equidad al considerar la conducta de
buena o mala fe de los sujetos involucrados para fijar la consecuencia
respectiva, así como por no tener la función de establecer la
oportunidad de prueba de la buena o mala fe dentro del proceso, ni la
de fijar la forma de cuantificar el precio del terreno; lo procedente es,
en la materia de la revisión, confirmar la sentencia recurrida que
concede el amparo a la parte quejosa. En consecuencia, esta Primera
Sala.

RESUELVE:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se confirma la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a **********,


********** y **********, **********, **********, en contra de la sentencia de
cinco de agosto de dos mil quince, dictada en el toca **********, por la
Novena Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos


relativos al lugar de su origen; y, en su oportunidad archívese el toca
como asunto concluido.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, y Presidenta
Norma Lucía Piña Hernández. En contra del emitido por el Ministro
José Ramón Cossío Díaz (Ponente). Ausente el Ministro Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena.

Firman la Ministra Presidenta de la Sala y el Ministro Ponente, con la


Secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe.

PRESIDENTA DE LA PRIMERA SALA

MINISTRA NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ

PONENTE

MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ

SECRETARIA DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. MARÍA DE LOS ÁNGELES GUTIÉRREZ GATICA

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 2123/2016

En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18


de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información
considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos.

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