Você está na página 1de 3

La cultura como praxis

La intencionalidad selectiva de diferentes culturas para formalizar la


nuestra.

Si bien como seres humanos tenemos la capacidad de apropiarnos de


diferentes tradiciones culturares con el objeto de formalizar una nueva cultura
de tal manera que somos parte constantes cambios puesto que en cada
momento reformamos nuestro estilo de vida.

Cuando hablamos de praxis se generan diferentes puntos de vista de carácter


ambiguo es decir que la cultura no solo se refiere a la preservación de nuestras
tradiciones sino también a la invención de nuevas formas de cultura,
basándonos en la continuidad y discontinuidad de actos y hechos, un claro
ejemplo es la apreciación del lenguaje español y el catolicismo en las etnias
indígenas, el cual fue impuesto por la cultura española en el periodo de la
esclavitud donde los indígenas sufrieron ruptura de los modelos impuestos por
su tradición sometidos a las nuevas normas dadas por los españoles.

La cultura siempre está expuesta a cambios, según Zygmunt Bauman uno de


los principales teóricos sociales de la actualidad habla sobre la cultura como
praxis, tomando el término de praxis como oposición al vocablo conducta: la
conducta es un concepto costumbrista o psicológico relacionado en si en la
forma en que interactuamos con el medio en que vivimos y como nos
adaptamos a él ; mientras la praxis es un concepto antropológico que
presupone la conducta, y aun así vuelve hacer una nueva forma de conducta
cuando por ejemplo se automatiza como una rutina, Entonces la praxis es el
resultado de anamorfosis de conductas antes ya establecidas dentro de las
sociedades.

El objetivo de la cultura no es tanto la perpetuación como asegurar las


condiciones de nuevas experimentaciones y cambios. De este modo, por una
parte la cultura sería una actividad del espíritu libre, de la creatividad, de la
invención, de la capacidad de resistirse a las normas, de la irreverencia ante la
tradición, mientras de otra, la cultura se plantearía como un instrumento de
continuidad al servicio de la rutina y el orden social.

Cabe resaltar que la praxis diversifica la cultura, nos da un modo amplio de ver
nociones que todo momento ha cegado a la sociedad. Un claro ejemplo de
cultura jerárquica fue el determinado movimiento Nazi que excluía desde todo
punto de vista (Natural, social, físico, intelectual, religioso) a otras culturas
tratándolas de inferiores por no cumplir con parámetros asociados a su
identidad, abriendo en si el paradigma de culturas con privilegios y otras
desfavorecidas.
La praxis como ente diferenciador, la práctica nos ayuda a poder entender la
forma en que nosotros nos relacionamos con las tradiciones de diferentes
culturas, desde la óptica del comportamiento, las costumbres y la relación con
el medio natural , a su vez según Bauman, se emplea para dar cuenta de
diferencias aparentes entre comunidades de gentes. Sus promotores
reivindican la identidad y la singularidad de una cultura y rechazan la mezcla
de culturas como algo indeseable.

La creatividad sería la referencia ritualizada del origen de todo lo que es


cultural en tanto que opuesto a lo natural. Desde este punto de vista
antropológico la cultura humana sería ese formidable esfuerzo universal para
descifrar el orden natural del mundo y para imponer sobre él un orden artificial.
Un mecanismo a través del cual el hombre empieza adaptándose al entorno y
acaba controlándolo.

Dina Luz Cabrera Torres


Socioantropología
Psicología, universidad Reformada

Você também pode gostar