Uno de los aspectos importantes de la neurofisiología es el conocimiento del sentido de la visión y las implicaciones clínicas que trae consigo. A continuación, se proporcionará una breve revisión del procesamiento nervioso de los estímulos que actúan en la retina humana.
Uno de los aspectos importantes de la neurofisiología es el conocimiento del sentido de la visión y las implicaciones clínicas que trae consigo. A continuación, se proporcionará una breve revisión del procesamiento nervioso de los estímulos que actúan en la retina humana.
Uno de los aspectos importantes de la neurofisiología es el conocimiento del sentido de la visión y las implicaciones clínicas que trae consigo. A continuación, se proporcionará una breve revisión del procesamiento nervioso de los estímulos que actúan en la retina humana.
La retina es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior
globo ocular. Posee diversos tipos neuronales: Fotorreceptores (conos y bastones), células horizontales, células bipolares, células amácrinas, células ganglionares y las no muy abundantes células interplexiformes. Al existir dos tipos diferentes de Fotorreceptores; encontramos que las vías son diferentes. En la vía de los conos existe una transmisión de señales a través de tres células: cono, célula bipolar y célula ganglionar, considerada una vía más rápida. Por otro lado la vía de los bastones incorpora también a las células amácrinas, por lo que es una vía más lenta. En ambas, interactúan células horizontales y amácrinas que transmiten las señales de forma lateral y además tienen un carácter inhibidor de las señales. Los conos y bastones liberan glutamato en las sinapsis con la célula bipolar. Se describe un mínimo de ocho neurotransmisores de tipo inhibidor liberados por las células amácrinas, entre los cuales se encuentra la glicina, acetilcolina, dopamina, GABA e indolamina. Las células horizontales liberan neurotransmisores inhibidores. La transmisión en la mayoría de los impulsos en las neuronas de la retina se produce por conducción eléctrica y no por potenciales de acción, lo que permite una conducción escalonada de la potencia de la señal, y evita que la señal se reduzca al principio de todo o nada ante estímulos más débiles. Las células horizontales aportan siempre una inhibición lateral para garantizar la transmisión de patrones visuales con su debido contraste. Dentro de las células bipolares tenemos dos tipos: las despolarizantes y las hiperpolarizantes. Las primeras responden con una despolarización frente a la liberación de glutamato de los fotorreceptores, transmitiendo así el impulso. La segunda por otro lado, es de tipo inhibitoria debido a su recepción de señales por células horizontales, lo que constituye un proceso para separar los márgenes de contraste de la imagen visual. Se han identificado unas 30 clases de células amácrinas según su morfología e histología, y se ha determinado funciones diferentes para al menos una docena de ellas. En cierto sentido, éstas son interneuronas que sirven para analizar las señales visuales antes de que abandonen la retina. Existe una cantidad exponencialmente menor de células ganglionares frente a la cantidad de fotorreceptores existentes. Existen tres tipos de célula ganglionar: las “W” transmiten la visión de los bastones, las “X” transmiten la imagen visual y el color y las “Y” que transmiten cambios instantáneos en la imagen. Además, las células ganglionares transmiten mediante potenciales de acción continuos y espontáneos, que según el cambio de la intensidad lumínica desencadenan una propiedad llamada “encendido-apagado” Finalmente, la célula ganglionar puede ser estimulada por varios o por pocos conos, en donde para el contraste de colores es excitada por unos e inhibida por otros, lo que nos dice que el análisis del color empieza en la retina y no el cerebro.