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Resumen: M-073

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E


Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2005

Evaluación antropométrica en niños de 6 a 12 años


de la Ciudad de Corrientes en el año 2004

Rey, Ana E. - Palladino, Alberto - Loizaga, Guadalupe M. - Zarratea, Cristina M. - Melgar, Carolina

UNNE - Facultad de Medicina .


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Antecedentes:
La antropometría ha sido ampliamente usada como un indicador que reúne varias condiciones relacionadas a la
salud y a la nutrición. Es por ello que la recolección de datos antropométricos en la población puede ser usada para
planeamiento de programas, acción y evaluación (11).
La determinación del crecimiento sirve como medio para evaluar la salud y el estado nutricional de los niños,
así como también proporciona una medida indirecta de la calidad de la vida de una población entera (14) .
Bajo peso para la talla
El índice peso/talla refleja el peso relativo para una talla dada y define la masa corporal. También se llama
emanciación o adelgazamiento e indica en muchos casos un proceso severo y reciente de pérdida de peso, que
generalmente está asociado con inanición aguda y/o enfermedad severa. Sin embargo la emanciación también puede ser
el resultado de una condición desfavorable crónica. Siempre que no haya escasez severa de alimentos la prevalencia de
emanciación es generalmente menor al 5%, aun en países pobres. Si el punto de corte en las tablas (15) indica un 90% de
adecuación, el niño tiene un peso adecuado para su talla. Clasificación:
 Grado 1: el punto esta entre el 90% (-10 de las tablas), y el 80% de adecuación (-20 de las tablas). (- 1 DE)
 Grado 2: el punto esta entre el 80% (-20 de las tablas) y el 70% de adecuación (-30 de las tablas) (-2 DE)
 Grado 3: el punto esta por debajo del 70% de adecuación (-30 de las tablas) (-3 DE)
Baja talla para la edad
El índice talla/edad refleja el crecimiento lineal alcanzado y sus déficit se relacionan con alteraciones
acumulativas de largo plazo en el estado de salud y de nutrición.
Se define también como desnutrición de tipo crónica. Se presenta como una baja talla para la edad, debido a
que la baja estatura es producto de una carencia prolongada de nutrientes. La edad de los niños es un factor a considerar
en la interpretación de este indicador pues en razón de la gran velocidad de crecimiento, en los menores de dos años
refleja un proceso agudo y vigente de desnutrición, mientras que en los niños mayores debe interpretarse como secuela
de un proceso pasado (3).
Para este indicador se consideraron dos puntos de corte:
• Grado I (por debajo del percentilo 10 de las tablas), niños en riesgo de presentar baja talla para la
edad (- 1 DE)
• Grado II (por debajo del percentilo de 3 de las tablas) baja talla para la edad. ( -2 DE)
Bajo peso para la edad
Se define también como un déficit ponderal y sirve para evaluar la desnutrición global. Refleja la masa
corporal relativa con la edad cronológica. Es influenciada tanto por la altura del niño (talla para la edad) como por su
peso (peso para la talla). El peso para la edad no puede diferenciar entre niños bajos con adecuado peso, y niños altos
delgados. En términos generales, la variación a nivel mundial de bajo peso para la edad y distribución etárea son
similares a los de baja talla para la edad (17). Los grados, de aparición sucesiva son:
 Grado I (Leve): Déficit ponderal del 10-24%. (-1 DE)
 Grado II (Moderado): Déficit ponderal del 25-39%.(- 2 DE)
 Grado III (Grave): Déficit ponderal del 40%. (-3 DE)
Materiales y Métodos
Incluimos a los niños de 6 a 12 años de la Ciudad de Corrientes en el año 2004, que asistan a los
establecimientos escolares que incluimos en el muestreo.
Según datos obtenidos del censo del año 2001 del INDEC. la población total de niños de 6-12 años de la
ciudad de Corrientes es de 47.372 niños. De estos, 23.420 (49.43%) pertenecen al género femenino y 23.952 (50.56%)
pertenecen al género masculino.
Durante el periodo de Julio y Noviembre se estudiaron 895 niños de 6 a 12 años, de ambos géneros, que
cursaban los años de 1ro a 6to del ciclo EGB I y II en 8 establecimientos situados en la ciudad de Corrientes., los años
se seleccionaron según conveniencia, no hubo criterios de selección que priorice la elección de uno sobre otro, cuando
existían varias secciones para cada uno.
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Habiendo obtenido el mapa oficial del INDEC (provisto por la Dirección de Estadística y Censos) de la ciudad
de Corrientes, el cual mostraba a la misma dividida por radios censales según el porcentaje de hogares con Necesidades
Básicas Insatisfechas (NBI) como indicador de pobreza estructural, se obtuvieron las siguientes categorizaciones:
• zona I: 0 - 5 % de la población presenta NBI
• zona II: 5 % - 15% de la población presenta NBI
• zona III: 15% - 25% de la población presenta NBI
• zona IV: 25%- 40% de la población presenta NBI
• zona V: más del 40 % de la población presenta NBI
Si bien el NBI es un índice de pobreza estructural que no considera otros aspectos más dinámicos de la
situación, pueden observarse diferencias importantes en la prevalencia de índices antropométricos bajos según
condición de NBI (11).
De acuerdo a esta distribución, fueron seleccionados los establecimientos escolares. Se le asignó un número a
cada establecimiento situado en la zona a evaluar, y posteriormente mediante el uso de bolillero, se extrajeron 8 de la
totalidad de los mismos. Formaron parte de la muestra solo aquellos niños cuyos padres autorizaron la participación de
sus hijos en el estudio. Ninguno fue excluido del estudio por negativa a participar.
El tamaño de la muestra fue obtenido mediante la siguiente formula:

n = p . q / d2

Siendo: “n” el tamaño de la muestra (895), “p” la proporción esperada, en este caso del 6%, “q” el resultado de 1 – p (1
- 0.06 = 0.94), y “d”, (error muestral) en este caso de un 0,8%.
Los objetivos y metodología de estudio fueron explicados a los directivos de los colegios, maestros y padres a
través de una notificación escrita.
La determinación del peso corporal se realizó utilizando una balanza de piso con precisión de 100 mg,
registrándose el peso en Kg. Los individuos se ubicaron de frente a la balanza y vestidos con ropa liviana, descalzos, sin
campera o abrigos. Una medición para cada individuo y cada 10 pesados se controló la nivelación y calibración de la
balanza (Tipo CAM).
Para medir la altura se utilizó cinta métrica metálica graduada en centímetros y décimas de centímetro, y un
plano para ser utilizado tangencialmente sobre la cabeza. Los individuos se midieron descalzos, ubicados en posición
erguida, con los pies, talones y rodillas juntas, cabeza correctamente alineada mirando al frente, en posición ortostática.
Luego de lo cual se realizo la determinación registrándose la talla en cm.
Discusión de resultados
Según el indicador talla edad encontramos una prevalencia del 10% (88 casos) correspondientes al déficit
nutricional grado I (-1 DE), y del 6% (55 casos) correspondientes al grado II (-2 DE). No se observaron individuos que
presentaran grado III.
Para el indicador de peso para la talla se encontró una prevalencia de 19% (174 casos) que correspondían al
grado I de emanciación (-1 DE); y de 5% (41 casos) que presentaron grado II de emanciación (-2 DE). Tampoco se
encontraron casos de emanciación grado II para este indicador.
De acuerdo al indicador de peso para la edad, observamos una prevalencia de déficit ponderal grado I (-1 DE)
de 8% (69 casos), y de un 4 % (33 casos) correspondientes al grado II de emanciación (-2DE). No se encontraron casos
de emanciación grado III para este indicador.
Si comparamos los indicadores (peso/talla, peso/edad, talla/edad) para ver la distribución de la
población según los estratos de NBI, observamos que en todos los indicadores hay una mayor cantidad de población que
se ubica en el estrato 5 de NBI, afirmando la hipótesis de que dentro de éste existiría una mayor probabilidad de déficit
nutricional.
Un hallazgo interesante fue que los niños que corresponden al NBI 3 prevalecen por encima de los niños
correspondientes al NBI 4 en todos los indicadores, donde las condiciones de vida serían más desfavorables.
Si nos enfocamos en el indicador peso/talla, se observa un mayor porcentaje de niños con esta alteración, es
decir que hay un mayor porcentaje de niños con pérdida reciente de peso o una desnutrición severa.
Teniendo en cuenta el indicador talla/edad, el porcentaje es mayor en los niños con NBI 3, inclusive mayor que
los niños con NBI 5, esto significaría que en este estrato social hay mayor cantidad de desnutrición crónica, aunque las
diferencias entre los mismos no es muy amplia. Tomando en cuenta los estratos de NBI 1,2 y 4 encontramos poca
diferencia de población, es decir, que los que se encuentran dentro de mejor nivel socioeconómico tienen el mismo
porcentaje que los de menor nivel socioeconómico.
Considerando el indicador peso/edad observamos poca variación entre los distintos estratos de NBI, éste
indicador es el que primero se altera en caso de déficit, por lo que significaría desnutrición aguda. La población
correspondiente al NBI 1 es menor que para el resto de los estratos, esto afirmaría que los niños con alto nivel
socioeconómico no presentan en gran porcentaje este déficit. Sin embargo los porcentajes de NBI 3 son superiores al
NBI 4 y similares al NBI 5.
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Si consideramos únicamente valores de grado II (-2DE) se observa que en el indicador peso/talla hay un gran
porcentaje de niños que se encuentran dentro del NBI 2, sin embargo entre los estratos NBI 3, NBI 4, y NBI 5 no se
encuentran grandes diferencias.
En el indicador peso/edad hay una amplia diferencia de los que pertenecen al NBI 3 con respecto al resto, le
siguen en frecuencia los de NBI 5. Se encontraron pocas diferencias entre los estratos 1,2 y 4, por lo que es muy
probable que éstos últimos se encuentren en sobrepeso, correspondiendo a niños “desnutridos ocultos” es por eso que
no se encuentran por debajo del percentilo 3 (-2DE).
Con respecto al indicador talla/edad existen amplias diferencias, preveleciendo los niños de NBI 3 y 5 sobre el
resto. Como esperábamos los que se encuentran dentro de NBI 1 son los que poseen menos porcentaje.
Se comparó estrato del mayor nivel socioeconómico con los demás estratos según la categorización descripta
en material y métodos, quedando como expuestos al factor de riesgo los estratos II, III, IV y V de NBI y como no
expuesto el estrato I. Se calculó el riesgo relativo, el mismo tuvo un valor de: 0,96 para el indicador de peso/talla, de 1,7
para el indicador de talla/edad y de 1,71 para el de peso/edad. Asimismo, se determinó el Odds Ratio para cada
indicador y los valores fueron de 0,92 para peso/talla (chi 2= 1,14; IC 95%=0,60; p=0,28), 1,84 para talla/edad (chi2
4,27; IC 95%=1, 02; p=0,038) y 1,77para peso/edad (chi2= 2,78; IC 95%=0,89; p=0,095).
Pareciera que el NBI no representaría un factor de riesgo párale indicador de peso/talla, lo cual no significa que
el problema no exista, la asociación estadistica es uno de los componentes de la causalidad, no el único. Para utilizar el
odds ratio, debemos tener en cuenta que el OR está siempre más alejado de 1 que el RR, y si el riesgo es bajo, son muy
parecidos.
Con los datos obtenidos en nuestro trabajo podríamos decir que en nuestra población los niños padecen baja
talla en un 6%, pero con respecto al indicador peso/edad es del 4%, eso nos llevaría a pensar de que éstos mantienen su
peso correspondiente a su edad, entonces podríamos pensar de que no se trata de niños desnutridos sino de que estas
corresponden a una alteración de tipo intergeneracional, es decir, que si sus padres son de baja talla es muy probable
que sus hijos también, esta hipótesis sería un buen punto de partida para un nuevo trabajo de investigación.
Hemos observado que los niños de las escuelas de alto nivel socioeconómico presentaban un porcentaje de
baja talla para la edad grado II (-2DE) del 1.44% (2 individuos) mientras que los niños de las escuelas de bajo nivel
socioeconómico presentaron un porcentaje de 20,29% (28 individuos), con estos datos podríamos establecer una
relación entre el bajo nivel socioeconómico y el aumento del porcentaje de baja talla.
Con respecto al grado II (-2DE) para el indicador peso/edad,observamos que los individuos de alto nivel
socioeconómico presentaban una prevalencia del 0,72% (1 individuo), y en los de bajo nivel socioeconómico la
prevalencia asciende a 10,14%(14 individuos), aquí podemos observar que la diferencia es notoria y vale decir que
nuevamente hay una relación positiva entre el nivel socioeconómico y el estado nutricional.
Con esto no queremos decir que la desnutrición abunda en escuelas de bajo nivel socioeconómico ya que
como hemos descrito antes, no todas las bajas tallas se deben atribuir a malas condiciones nutricionales, muchas son
causa de un fuerte componente genético. Esto se observa en las bajas cifras de prevalencia de peso/talla, indicador
válido de desnutrición global.
Queremos decir con éstos que si bien existen muchos niños con baja talla para su edad éstos no deberían ser
diagnosticados como desnutridos ya que tienen un peso adecuado para su talla.
Esto podría dar lugar a nuevos trabajos de investigación en el área determinando la causalidad entre éstos
factores y la baja talla para la edad.
Para medir el nivel socioeconómico de los encuestados utilizamos los porcentajes de NBI según zona de la
ciudad de Corrientes, si recordamos el gráfico donde se midió los distintos indicadores solo con lo que poseen grado II
expresado en números porcentuales, fue llamativo que los de NBI 3 sobrepasaban a todas las columnas incluso a los de
NBI 5, es muy probable que éstos niños pertenezcan a familias que han cambiado sus hábitos alimenticios por poseer
menos recursos que en el pasado, es decir, familias que pertenecieron a clase media y en los últimos tiempos ésta ha
desaparecido, ahora pertenecen a la clase pobre entonces al cambiar su estilo de vida, al cambiar su alimentación, se
observa mayor número de déficit en comparación con el resto.
Según la Organización Mundial de la Salud, para solucionar el problema de la desnutrición no es suficiente un
plan con "una buena cobertura técnica". Lo que distingue a los programas exitosos es que en ellos "las comunidades
están involucradas en identificar los problemas y movilizar la acción y los recursos para resolverlos".
Como hemos visto en varios estudios realizados previamente, las altas prevalencias de niños con baja talla se
encuentran mayormente en el nordeste de nuestro país (3, 7, 9, 11). Hemos notado que las cifras arrojadas por nuestro
estudio concuerdan con estos datos. Sin embargo, no coincidimos con la mayoría de ellos que diagnostican esta
condición como una desnutrición crónica, ya que la baja talla para la edad es resultante de una combinación de factores,
y no únicamente de la ingesta insuficiente de nutrientes a largo plazo.
Según los datos que encontramos, nuestra población de estudio se encontraría en una condición pobre según el
índice de severidad de desnutrición que la OMS propone para situaciones de emergencia basado en la prevalencia de
emanciación, ya que el punto de corte entre una condición aceptable y una condición pobre es una prevalencia menor al
5%, y nuestra población presenta cifras del 5%. De todos modos nuestro país puede presentar variaciones entre las
distintas regiones con esta clasificación.
Asimismo para el índice de severidad de baja talla y bajo peso para la edad, nuestra población estudiada se
encuentra en una clasificación de severidad baja.
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Si bien la variación mundial para este indicador va desde un 5% aun 65% en los países menos desarrollados; la
prevalencia de nuestro país, aun en el nordeste donde existen las cifras más altas, no supera el 20%, colocándonos en
una clasificación de severidad baja
Conclusión
Como conclusión podríamos decir que en lo que respecta al crecimiento del niño no es posible con una sola
medida antropométrica poder afirmar si éste es desnutrido en algún índice o no, para que sea mas exacto es necesario un
seguimiento desde el nacimiento, conocer a sus padres observar su estructura y es muy importante conocer también el
medio ambiente en el que crecen ellos junto a su familia.
Si observamos los porcentajes de niños que se encuentran en grado II de los indicadores, ya sea el de talla/edad
o peso/talla, y etc. y prestando atención a su NBI veremos que en las zonas con mayor porcentaje de éste éstos
números aumentan eso podría reforzar la hipótesis de que el nivel socioeconómico está relacionado directamente con
los estilos de vida y con su alimentación, sin dejar de lado que todos estos factores cooperan junto con la expresión de
sus genes manifestándose como niños de bajas tallas o bajos pesos.
Según la bibliografía consultada el crecimiento está condicionado por ambos elementos, es por eso que el ideal
de peso y de talla de un niño no parece asignarse o pertenecer a uno u otro percentil o desviación estándar si mantiene
su canal propio e individual. Pero debemos tener una forma de comparación con poblaciones de referencia por lo que se
utilizan las tablas.
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