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¿Por qué es importante leer críticamente en una sociedad como la

colombiana?

Beneficios de leer de forma crítica: desarrollo de un pensamiento


profundo
En la sociedad colombiana leer es una tarea cotidiana pero leer de forma crítica parece no
serlo. Colombia es un país del tercer mundo no solo en el ámbito económico y el plano
científico y tecnológico, sino también en la educación y el desarrollo de individuos con
pensamiento crítico y en esto radica la falta de lectura crítica. Los estudiantes invierten
bastante tiempo en comprender la información de los materiales de cada curso (libros,
monografías, artículos, separatas, presentaciones visuales, etc.), pero no son capaces de
asumir una posición respecto a lo leído. Leen para comprender y comprenden para
aprender, pero no leen para pensar críticamente. “Comprender requiere construir el
contenido pero también descubrir el punto de vista o los valores subyacentes (la
ideología)”, afirma Cassany (2009). Leer incentiva el placer por la lectura, la creatividad,
despliega la imaginación y ayuda a potenciar la capacidad del lenguaje.

La lectura además de una actividad lingüística, cognitiva y comunicativa, es una práctica


social y cultural que debe promoverse desde el currículo. Vigotsky (1988) ya había
concebido la idea de la lectura como una práctica social y como un proceso interactivo y
dinámico en el que el lector dialoga con el autor a través del texto. Otorgarle el carácter
social a la lectura, significa trascender la lectura de las líneas y la lectura entre líneas, para
avanzar a la lectura tras las líneas, en expresiones de Cassany.

La problemática que se encuentra inmersa en la educación colombiana en este aspecto es


mucho más compleja y profunda de lo que a simple vista parece. Es necesario tomar en
cuenta los aspectos históricos y culturales de nuestra sociedad, ya que Colombia es un país
con una extensa tradición oral, que a lo largo de estos dos últimos siglos fue la base de
nuestro aprendizaje, que nuestra cultura no tiene raíces en la letra impresa sino en la palabra
articulada, y que sólo hasta ahora empezamos a salir de ese letargo de analfabetismo que
nos ha tenido amarrados a la tradición de nuestros ancestros, aunque nutridos y hacen parte
de nuestra caracterización identitaria, aún estamos en un espacio de estancamiento,
sumando la falta de un sistema educativo carente de pedagogía en el desarrollo de
competencias lectoescritoras. De ahí quizá la afirmación de Jorge Orlando Melo en su
artículo publicado en la revista El Malpensante donde afirma que “el 90 % de los
colombianos siguen siendo funcionalmente analfabetas”.

Silvia Prada, gerente del Plan Nacional de Lectura y Escritura, afirma que es muy
importante que la gente lea porque además de adquirir conocimientos y vivir nuevas
experiencias, las personas que leen son diferentes de las que no, pues tienen un discurso
más enriquecido, selectivo y crítico. Otro aspecto a resaltar la importancia leer es, que para
adentrarse en el nivel profundo del discurso mediante la lectura crítica es medio y fin a la
vez para adquirir un pensamiento crítico, el cual, cumple un papel fundamental en la
formación de ciudadanos conscientes y responsables. la alfabetización crítica entraña el
desarrollo de todas las capacidades básicas de comunicación que le permitan al hombre
insertarse en el mundo del trabajo y en su cultura como formas de realización personal y
espiritual, de progreso social y desarrollo económico (Serrano de Moreno y Madrid de
Forero, 2007).

Desde esta perspectiva, la lectura crítica debe ser un objetivo prioritario del currículo. La
habilidad de ser un lector crítico es inherente a las personas y a las sociedades. Formar
profesionales con una actitud crítica frente a la vida y al mundo es el reto en la sociedad de
la información y del conocimiento. La lectura crítica y el pensamiento crítico son
construcciones culturales que necesitan educación, esfuerzo y cultivo.

De igual forma, Colombia necesita individuos críticos, vivimos en un contexto de guerra,


corrupción, ignorancia informativa, es por ello, que la lectura crítica incluida desde todos
los contexto que se desarrolla el colombiano, podrá ser un ente de cambio, especialmente
en este proceso de paz, el cual, es un indicio de nuevos acontecimientos que requieren
ciudadanos que utilicen toda su capacidad intelectual para construir un mejor porvenir a
este país que tan desangrado ha estado. La lectura crítica desarrolla un pensamiento crítico,
hace parte de una construcción de sujetos que desde su posición ayuden a buscar un bien de
la comunidad, desde el derecho de la democracia hasta el desenvolvimiento personal y
profesional, creando una cultura ciudadana, desde la perspectiva de individuos competentes
en su ejercicio ciudadano.

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