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El futbolista que no se organiza para escribir su ensayo

Por Eduardo Daniel Libreros Galicia

-¡Sube, Juan!

El grito del defensa antes del cambio de juego puso en alerta a Juan, quien se encontraba
cerca de la portería del equipo contrario. Recibió con el pecho el pase y consiguió acomodar
el balón frente a él para disparar al costado izquierdo del portero, quien lo único que
alcanzó a hacer fue tenderse cuan largo era para observar cómo la pelota se incrustaba en
la red.

-¡Goooool!- exclamaron los asistentes al juego, en su mayoría compañeros de escuela de


Juan. Al fin habían logrado empatar el juego frente al campeón de la temporada anterior.
Nada mal para su primera participación en el torneo.

El árbitro dio por finalizado el encuentro diez minutos después de la anotación, quedando
el marcador empatado a dos goles. Mientras ambas escuadras caminaban hacia sus
respectivas bancas, Juan se acercó a Héctor, mediocampista del equipo, para comentar los
pormenores del juego.

-¿Viste cómo la bajé, papá? Pechito y ¡bum! A la red.

-¡Pura suerte, Juanito! Pero la verdad qué bueno que te salió, porque si no, hubieras
desperdiciado un muy buen pase.

Juan sonrió. Él y Héctor eran amigos desde que iban en la primaria y siempre les gustó el
futbol. Pasaban horas practicando después de clases y ahora, ya en bachillerato, eran
miembros titulares del equipo de su escuela. A veces se ponían a soñar con disputar un
partido en el Estadio Azteca, inmueble al que habían ido una vez para ver jugar a la selección
mexicana.

Ambos recogieron sus cosas y se dirigieron a la tienda que se encontraba a las afueras del
campo de juego. El calor de ese día los había hecho sudar de más, por lo que entre los dos
compraron un jugo y unos vasos desechables para compartir el líquido con otros de sus
compañeros. Se sentaron a la sombra de un árbol y comenzaron a platicar del juego de la
siguiente semana.

-¡Ese va a estar más fácil!- comentó Miguel, el portero del equipo – No creo que ellos lleguen
a las finales. La temporada pasada quedaron en último lugar y nosotros, aunque seamos
nuevos en la liga, jugamos mejor que ellos.
-Pues esperemos que no te metan dos goles como hoy, mi buen –comentó Julián, defensa
que dio el pase para el gol de Juan-. El segundo estaba re fácil de parar. ¡Hasta mi abuelita
la hubiera agarrado, y eso que tiene una mano ocupada por el bastón!

Todos rieron excepto, obviamente, el pobre Miguel. Trató de defenderse diciendo que el
sol le impidió ver el balón; sin embargo, Julián comentó que no se preocupara, que en
realidad ambos goles era difíciles de parar y sólo estaba bromeando a sus expensas.

La plática de los muchachos siguió por un rato hasta que, de repente, Juan se incorporó
sobresaltado, poniéndose una mano en la cabeza.

-¡No inventes, se me olvidó hacer el ensayo sobre el texto de Benedetti!

Sus amigos lo miraban extrañados hasta que Héctor le dijo:

-¿Y? Todavía te queda una semana.

-¿En serio?- respondió Juan- ¿No era para mañana?

-¡No, hombre!- exclamó Héctor mientras le daba una palmada en la nuca -Es para el otro
lunes.

-¡Sí! ¡Me salvé! Aún tengo bastante tiempo para hacerlo. Igual lo empiezo… no sé… tal vez
el viernes que no vamos a tener clases.

Héctor se llevó la mano al rostro. A veces no podía creer cómo su amigo había llegado hasta
el bachillerato siendo tan desorganizado con sus tareas. Con frecuencia lo veía sufriendo a
última hora para hacer sus trabajos, provocando que sus notas fueran más bajas de lo que
esperaba.

-¿Es en serio que esperarás hasta el viernes para hacerlo? Estamos a una semana y yo ya
tengo un primer borrador. Acuérdate que la maestra nos dijo que debíamos darle a leer
nuestro avance a alguna persona para que nos hiciera observaciones.

-Yo no necesito hacer un borrador –respondió Juan-. Mejor hago de una vez la versión final
para no hacer doble trabajo.

-¿Y al menos ya tienes la parte de la pre-escritura? En clase nos dieron unas


recomendaciones para ordenar nuestras ideas. El proceso era más lento pero el resultado
es mucho mejor que el que consigues haciéndolo la noche anterior como acostumbras.

-Ah, pues… pues no me acuerdo, la verdad. ¿Lo habré anotado en mi libreta?

-Si serás… -comentó Héctor- Vamos a mi casa y te presto mi libreta, sirve que te explico en
el camino lo que tienes que hacer.
Guía docente

A partir de la lectura del texto, pídale a sus alumnos que reflexionen sobre lo siguiente:

 Héctor y Juan practican futbol desde pequeños, pero necesitaron de bastante


tiempo de práctica para mejorar sus habilidades. ¿Qué actividad consideran que
ustedes llegaron a mejorar a partir de la práctica constante?
 Ambos amigos tienen un sueño en mente, que es jugar en el Estado Azteca. ¿Qué
características creen que tienen los sueños? ¿Cómo influye el concepto de la
libertad en un sueño?
 Juan tiene problemas para organizar su tiempo y cumplir con las tareas escolares.
¿Les ha pasado esto? ¿Cuáles consideran que son los factores que provocan que
alguien postergue sus obligaciones?

Información adicional

La libreta de Héctor, a diferencia de la de Juan, estaba completa y bien organizada. En ella


aparecen los siguientes puntos:

 Un buen escrito debe incluir la fase de pre-escritura. Howard Becker aconseja que
al inicio de esta fase se escriba de manera libre un primer texto sin preocuparse por
reglas ortográficas o gramaticales. Esto le permite al escritor descubrir las ideas que
tiene sobre algún tema y que serán la base para su primer borrador.
 Prosa del autor (por Linda Flower): la prosa del autor “otorga libertad al escritor para
generar un cúmulo de información y una variedad de relaciones alternativas en lugar
de encerrarse en una formulación prematura.” El concepto de formulación
prematura significa que quien escribe un primer borrador no puede ni debe
preocuparse por trabajar la estructura final, ya que eso puede frustrar la generación
de las primeras ideas del escrito.
 Se recomienda hacer un primer ejercicio utilizando la propuesta de escritura libre
de Howard Becker. Destinar 15 minutos, con ayuda de un cronómetro, para redactar
un texto que plasme “lo primero que le venga a la mente” del escritor sobre el tema
que va a trabajar.

Actividad 1: Escribe con libertad. Con base en los puntos anteriores, invite a sus estudiantes
a realizar un escrito libre. Utilice un cronómetro para marcar el tiempo y, después, haga que
intercambien los escritos con un compañero para trabajar las ideas plasmadas en el papel.
Recuérdele a sus estudiantes que en esta fase no deben preocuparse por revisar la
estructura de las oraciones o la ortografía, y que deben ser empáticos con al realizar las
recomendaciones que consideren pertinentes. Al final, pregunte a sus estudiantes cuál fue
su percepción del ejercicio y cómo les ayudó a delimitar sus ideas.

El proceso de investigación

Un buen ensayo es aquel que proporciona evidencias que sustenten los argumentos
plasmados en él. En esta fase del proceso de escritura, los estudiantes deberán trabajar con
fuentes que les permitan enriquecer su texto. El ejercicio de escritura libre realizado en la
Actividad 1 les permite delimitar la información que necesiten investigar.

Actividad 2: Apóyate en Wikipedia. Aunque Wikipedia es comúnmente considerada como


una fuente poco confiable, en realidad puede ayudarnos a obtener información preliminar
del tema que queremos abordar. Es muy útil también revisar las referencias que se
encuentran al final de cada artículo publicado en esa red. Lo mismo puede hacerse al
consultar libros de texto u otras páginas de internet. Esto ayuda al escritor a obtener un
parámetro para evaluar la calidad de la información que proporciona la fuente que está
consultando. Haga que sus estudiantes realicen lo siguiente:

1) Consulta de las fuentes de Wikipedia. Pídales que (de tarea o en clase, dependiendo
de los recursos con los que cuente su aula) seleccionen dos artículos de Wikipedia
relacionados con su tema y que consulten al menos dos de las fuentes que aparecen
al final de los mismos (puede sustituir Wikipedia por algunos artículos o libros de
texto y realizar el mismo proceso).
2) A partir de las referencias seleccionadas, solicite la elaboración de fichas de resumen
o un archivo digital en donde vayan guardando la información que encuentren. Esto
será con el fin de que tengan a la mano los datos de la fuente y que puedan regresar
con facilidad a ella cuando elaboren la siguiente fase de su ensayo.
3) De ser posible, haga que construyan sus referencias en formato APA (puede
consultar una versión condensada de la sexta versión del formato APA en el perfil
del asesor @Eduardo en la plataforma de Comunicación de la COSDAC para
compartirlo con sus estudiantes).

Elaboración del primer borrador

Con el escrito libre revisado en binas y la información obtenida en el proceso de


investigación, la siguiente etapa es realizar un primer borrador del ensayo. Es importante
aclarar que este primer borrador no será el que anteceda a la versión final, ya que antes de
esta deberá realizarse otra fase que involucra la edición del texto. Sin embargo, la actividad
propuesta a continuación tiene como objetivo mostrarle a nuestros estudiantes que la tarea
de escribir un buen ensayo no debe tomarse a la ligera, y que involucra un proceso
cuidadoso si lo que se busca es obtener mejores resultados.

Actividad 3: Destrozando el borrador. Pídale a sus estudiantes que transcriban su ejercicio


de escritura libre poniendo atención únicamente en la coherencia de las ideas (sin entrar
aún en el proceso de edición de gramática y ortografía). Cuando terminen, haga que
identifiquen las partes del texto que necesiten fundamentación. Esto significa que, si el
alumno está afirmando algo, ¿incluye información que puede ayudarle a sustentar lo dicho?
Pídales que marquen con otro color las partes que necesiten información adicional, y que
revisen las fuentes que buscaron en el proceso de investigación. Generalmente los
estudiantes se dan cuenta que necesitan más información que la que tienen hasta el
momento, lo que implica una mayor reflexión sobre lo que buscan plasmar en su ensayo.

En la siguiente entrega, profundizaremos en la elaboración del segundo borrador y en la


fase de edición del ensayo.

Referencias

Flower, L. (1979) Writer-Based Prose: A cognitive basis for problems in writing. College
English, Vol. 41, No. 1, pp. 19-37

Becker, H. (20o7) Writing for social scientist. How to start and finish your thesis, book, or
article. Chicago: The University of Chicago Press

Cassany, D. (2007) Afilar el lapicero. Guía de redacción para profesionales. Barcelona:


Anagrama

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