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Lecciones de Células – Pág.

Boga mar adentro


Texto: San Lucas 5:1-5(Leer)
Introducción:
Cuando la Biblia hace mención a los pescadores, diciendo que “lavaban sus redes”, esto
significaba: “ya he terminado la tarea”. Ellos se iban frustrados a sus casas, pero Jesús
estaba allí aguardando. Y cuando terminó de hablar, dijo a Simón:
-“Boga mar adentro y echa tu red para pescar otra vez”
Respondiendo Simón, le dijo:
-“Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu
palabra echaré la red”.
Pedro, a pesar de todo, dijo: - “En tu palabra echaré la red”

La importancia de la Palabra de Dios:


Para algunos, la Palabra, de por si sola, puede ser un libro más, aunque sea el más vendido
del mundo. Es el libro que la gente consulta. Muchos miran la letra y el relato. Pero la Biblia
dice que en las palabras de Dios hay vida. “Mis palabras son espíritu y son vida”.
Cuando Pedro creyó a la palabra, el Espíritu de Dios lo tocó y posiblemente dijo para si: -
“Lo voy a hacer una vez más, lo voy a intentar una vez más. En vez de volver a mi casa
frustrado pensando: todo se terminó... lo voy a volver a intentar”.
El Señor nos está diciendo a nosotros: -“Este es el año de la bendición, de la abundancia,
boga mar a dentro”.

Debes meterte en las profundidades:


La palabra “bogar” significa “remar”, meterte en la profundidad. Esto nos insta a no
quedarnos en la orilla. Nos habla de ir a aquel lugar donde habíamos fracasado, porque allí
nos espera la victoria.
¡Este es el año para volver a echar las redes, creyendo en la palabra de Dios!
Hay una unción especial para este año que te está esperando. No te quedes en la orilla.
Porque la “orilla”, significa en la Biblia: falta de búsqueda, de compromiso, tanto con Su
palabra, como con la oración y el servicio.
Las “profundidades espirituales” se alcanzan si se tiene la intención de ir hacia el lugar del
encuentro. Y el Señor dice: - “Mientras vayas al lugar del encuentro, y te encierres en tus
aposentos, Yo te sorprenderé”.

Comienza a creer y a poner por obra Su palabra:


¡No hay que darle lugar al desánimo!
Pedro le dijo: -“Toda la noche hemos estado trabajando, estamos cansados” El diablo
seguramente te dijo: -“Todo este año estuviste cansado, agotado, ya no tienes más fuerzas.
Todo sigue igual, nada va a cambiar”.
Pero Pedro dijo: “Aunque nos hemos sentido fracasados y frustrados, intentaremos
nuevamente, confiando en la palabra que has dicho”.
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Vuelve mar a dentro y lo que no esperabas, te estará esperando. Lo que no encontraste, lo


vas a hallar. Lo que no lograste, lo vas a lograr.
Si dices: -“no veo nada, todavía no hay victoria, la familia sigue mal, la violencia está allí,
los problemas, la depresión”. Pero Dios está diciendo que hay algo mar adentro esperándote
en este año.
Declará: “En tu palabra iré mar adentro”. A pesar de que las olas del mundo me empujen
hacia la orilla. Yo voy contra la corriente, porque estoy tomando fuerzas del Señor, que me
prometió abundancia.

El mundo te dirá:
-“Esta bien que vayas a la iglesia, pero no lleves a tus hijos, no estés todo el tiempo leyendo
la Biblia, no te comprometas tanto. Se tú mismo”.
La Biblia nos habla de ese espíritu de rebeldía que el mundo tiene, diciendo por ejemplo: “Yo
soy mi propio jefe”. “Yo no tengo que pedirle permiso a nadie. No tengo que mirar en la
Biblia si esta bien o mal lo que hago”, pero la Biblia dice que el mundo no tiene la
capacidad de entender la sabiduría de Dios. Lo que Dios llama correcto, el mundo llama
incorrecto, porque los parámetros de Dios no son como los nuestros. La corriente de este
mundo nos lleva a los rencores, a las amarguras.

Conclusión:
Este es el día donde Dios te lleva a las profundidades de su presencia, para hacerte libre de
los temores, de la amargura, de los reproches, de la auto-compasión.
Dios dice: “Boga mar adentro”.
¡Esta es la palabra para este tiempo!
Pedro, al oír la palabra podría haber dicho: -“Estoy muy cansado de trabajar todo el día, ya
lavé las redes, ya me declaré fracasado”.
El Señor te dice: - “Mientras yo este en tu barca no te declares fracasado”.
¡El tiempo del milagro llegó! ¡Lo último que esperaba Pedro, era esa pesca milagrosa!
El Señor quiere sorprenderte en este nuevo año que está por concluir. Lo único que te pide,
es que bogues mar adentro.

Preguntas de Reflexión:
1. ¿Qué significa lavar las redes?
2. ¿En qué áreas de tu vida, ya estás lavando las redes (desanimado)?
3. ¿Por qué crees que Pedro creyó y obedeció la palabra de Jesús?
4. ¿Estas oyendo y obedeciendo la Palabra de Dios para tu vida?
5. ¿Crees que metiéndote mar adentro en la presencia de Dios, él te va a sorprender como
lo hizo con Pedro? ¿Por qué si/no?
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La actitud
Texto: Josué 9 y 14.
Introducción: Los hombres y mujeres que logran cosas extraordinarias son aquellos que
tienen una actitud diferente a la del resto. La actitud te puede llevarnos a lograr grandes
victorias o grandes derrotas.
¿Qué es la actitud? La actitud es esa disposición, ese esfuerzo personal, esa manera de
enfrentar la vida, es cuando uno realmente se dispone a darle todo a Dios y no rendirse ante
los inconvenientes.
Veamos una historia donde se refleja la importancia de la actitud:
El pueblo de Israel después de ser liberado en Egipto, tuvo que dar vueltas cuarenta años en el
desierto a causa de su incredulidad, hasta que su generación fue remplazada por gente de fe,
que por medio de Josué y Caleb entraron a la tierra prometida. Allí se encontraron con una
ciudad llamada Jericó, que contaba con inmensos muros pero Dios les dio la victoria y su
fama comenzó a extenderse por toda aquella región. Los israelitas no eran expertos militares,
sin embargo estaban parados en las promesas de Dios. La fuerza de ellos era su actitud,
comandados por Josué se dieron cuenta que era el tiempo para ir a tomar la tierra. Y
comenzaron a apropiarse de las ciudades que Dios les había prometido. El pueblo de Israel se
atrevió a creerle a Dios, y comenzó a conquistar. La tierra que ellos iban a tomar estaba
poblada por gigantes, pero su fuerza estaba cimentada en la palabra de Dios, no en sus
posibilidades. Al igual que nosotros, dependemos de la palabra de Dios y de sus promesas.
Veamos un ejemplo de una actitud negativa: Y dice la escritura en Josué 9:1-16. (Leer)
¿Usted se preguntara que tiene que ver este relato con la actitud? Miremos en Josué 10:2.
(Leer) Gabaón era una gran ciudad y los gabaonitas eran hombres fuertes, pero cuando vino la
prueba, cuando vino una oportunidad para pelear ellos tuvieron una mala actitud. En vez de
enfrentar al enemigo, las circunstancias, comenzaron a considerarse menos y dijeron:
“Nosotros no podemos, vamos a vestirnos de harapientos, vamos a usar la astucia,
busquemos una manera para que no nos destruyan”.
No sabemos si ellos podrían haber vencido al pueblo de Israel, pero lo que si notamos, es que
eran un pueblo fuerte y grande que se dejo vencer en su actitud. “Habían perdido la batalla
antes de empezar a luchar”.
“Los Gabaonitas se despojaron de lo que eran y se vistieron de lo que no eran”.
Cuantas veces vivimos bajo una actitud de miseria en lo emocional diciendo: Nunca voy a
cambiar, este país no se va a levantar más, mis circunstancias son demasiado difíciles, las
puertas nunca se van a Abrir”. “Estos Gabaonitas se vistieron como miserables, aparentaban
ser miserables y terminaron siendo miserables”. En Josué 9:27. (Leer)

¡Estaban para grandes cosas y terminaron de aguateros! Estaban para ser protagonistas pero se
vistieron de dolor, de derrota, optaron por fingir y obtuvieron los resultados. Tenemos una
cultura que nos dice que tenemos que llorar para poder recibir, utilizando frases como por
ejemplo: “No tengo nada, estoy seco, etc.”. Y muchas veces esto se refleja en lo espiritual.
“Lo que nosotros confesamos y creemos, vamos a terminar siendo”. No debemos tener una
actitud equivocada, olvidándonos que Dios nos ha llamado a hacer grandes cosas, el nos dio la
fuerza, el llamado, pero debemos romper con ciertos argumentos de nuestra cultura en lo
personal, como iglesia y como nación. El Salmo 8:5-6. (Leer) Nos habla de lo que Dios ya
hizo por nosotros y de quienes somos en Él. Ya nos coronó de favor y majestad, nos puso para
tener autoridad a través de su palabra. Los israelitas no eran mejores que los Gabaonitas, pero
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ellos se habían aferrado a la palabra y vivían con su confianza en ella. El Señor les había
dicho: “Cada lugar que pise la planta de tus pies será tuyo”. Los Gabaonitas no veían lo que
tenían. Como mucha gente que hoy vive dando lastima porque no sabe lo que realmente tiene
de parte de Dios. No quiere vivir en el Espíritu y busca utilizar sus recursos humanos tales
como: La astucia, la mentira, la viveza. Estas son cosas que tienen que cambiar en nuestros
corazones y si lo hacemos comenzando por nosotros, nuestra familia va a cambiar y nuestra
nación va a ser totalmente transformada. ¡Estamos para influenciar!

Veamos ahora un ejemplo de lo que es una buena actitud. Josué 14:6-12. (Leer)
Características de un hombre o una mujer de Dios que tienen la actitud diferente:

1- Son atrevidos. En el vs.7a. (Leer)


En el vs.7a. (Leer).
Son personas, que no se estancan, que siempre quieren más, no se conforman con lo que ya
obtuvieron, que miran adelante.
Josué y Caleb iban hacia delante, ellos reconocieron la tierra.
El hombre y la mujer de Dios reconocen la tierra y avanza hacia la promesa. Esta debe ser
nuestra actitud en cada área de nuestra vida.
2-Declaran lo que creen.
En el vs. 7b. (Leer) Los demás espías que fueron ha reconocer la tierra con ellos, al ver a los
gigantes sintieron temor, se sintieron intimidados y dijeron: “Somos como langostas”, pero
Josué y Caleb dijeron de estos mismos gigantes:
“Los comeremos como a pan”
Ellos no se dejaron influenciar por la opinión de la mayoría sino que se mantuvieron firmes
en lo que creían. No debemos dejarnos influenciar por las opiniones de personas que quieren
desanimarnos. Sino pararnos firmes en la palabra de Dios.
3-Son sólidos en sus convicciones.
En el Vs 8. (Leer) Aquellos que tuvieron una mala actitud terminaron muriendo en el desierto,
sin entrar a conquistar la tierra que Dios les había prometido. Sin embargo Josué y Caleb no
se dejaron influenciar por los demás, ellos siguieron y obedecieron a Jehová. En el vs.11.
(Leer)Hay personas que todavía mantienen la fuerza de su fe intacta a través del paso de los
años y hay otros que con el pasar del tiempo fueron perdiendo las fuerzas y el entusiasmo.
Después de cuarenta y cinco años, Caleb continuaba con la misma fuerza y firmeza. Debemos
mantenernos firmes a lo largo de los años creyendo y esperando en la palabra de Dios. En el
vs. 9. (Leer) A pesar del paso del tiempo el siguió confiando y proclamando: “todavía quiero
esa tierra”
4-Aman la vida.
En el vs. 10. (Leer) Evidentemente estos cuarenta y cinco años de la vida de Caleb fueron de
luchas y batallas, pero él tenía ganas de vivir, ganas de agradar a Dios. Alguien dijo una vez:
“La tragedia de la vida no es la muerte, sino lo que muere dentro de nosotros mientras
vivamos”
La vida se compone de pequeños momentos que debemos aprender a disfrutar. Por que Dios
esta preparándonos para disfrutar lo grande que tiene para nosotros.
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5-Son sanamente ambiciosos.


En el vs. 12. (Leer) y Salmo 60:12. (Leer)¿Que representan los montes para nosotros hoy?
Son los imposibles, aquellas cosas que todavía no se cumplieron.
Debemos pedirle al Señor, diciendo: ¡dame ese monte!, ¡Todavía tengo fuerzas para seguir
conquistando!

Conclusión:
Este es el día para que comiences a tener una actitud conforme al corazón de Dios.
Renunciando a la miseria y dejando de conformarte con la mediocridad. ¡No te rindas antes de
comenzar a luchar! Acuérdate que naciste para disfrutar cosas grandes de parte de Dios.
Debes ser atrevido, declarar lo que crees con firmeza, sólido en tus convicciones, amar la vida
y ambicioso sanamente en Dios.

Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué es la actitud?
2. ¿Cuál fue la actitud de los Gabaonitas y cuál la de los Israelitas de la nueva generación?
3. ¿Con qué actitud te sientes más identificado con los de Israel o con los de Gabaón? ¿Por
qué?
4. De tres ejemplos de una persona con una mala actitud.
5. De tres ejemplos de una persona con una buena actitud.
6. Según lo estudiado: ¿Cuáles son las cinco características de una persona con una actitud
diferente?
7. ¿Tienes montes (sueños, metas) por conquistar en diferentes áreas de tu vida? ¿Cuáles?
8. ¿En que áreas de tu vida piensas que tu actitud fue menguando?
9. ¿Cómo es tu actitud frente al futuro? Y ¿Cómo te ves proyectado/a de acá a uno, cinco y
diez años?
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Como conquistar lo inconquistable / 1


Texto: San Marcos 10:46-52.
Introducción:
Este relato hace referencia a un hombre ciego llamado Bartimeo. Dice la palabra de Dios,
que Jesús estaba pasando por Jericó, cuando comenzó a escuchar su clamor.
El mismo Jesús que estuvo con Bartimeo es él que está hoy entre nosotros. La Biblia dice que
“Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos”Heb. 13:8.
Este es un concepto que nos cuesta entender, porque vivimos en una sociedad de cambio
continuo. Lo podemos notar en la tecnología y en los celulares, que antes eran llamados
“ladrillos” por su gran tamaño, y hoy son extremadamente pequeños y delicados. Es por
esto, que nos es difícil comprender que nuestro Dios no cambia, es eterno y actual al mismo
tiempo. Para poder conquistar lo inconquistable, es necesario que comprendamos quien es
Dios.
“El milagro que recibió Bartimeo puede ocurrir hoy mismo en tu vida”, porque desde el
momento en que vino Jesús a la tierra, existe la posibilidad de conquistar lo inconquistable.
¿Cómo podemos conquistar lo inconquistable?
Veamos primero: ¿Quién era Bartimeo?:
Él era un personaje muy conocido en Jericó. Era ciego y mendigaba. Su vida era diferente a
la de los demás, porque según cuenta la historia, en aquella época los ciegos eran
rechazados en la sociedad como los mismos leprosos. Se identificaba con una capa, la cual
daba señal de su ceguera. Él dependía de la limosna de los demás, de la lastima de las
personas de Jericó. Era una persona sin sueños ni proyectos seguramente. Alguien sin metas,
victima de su circunstancia, que debía resignarse a vivir de esa manera por el resto de sus
días. Para este hombre, era imposible soñar con una vida mejor, pero la Biblia nos
demuestra que él usó lo que tenía para conquistar lo que no tenia: “la vista”.
Cuantas veces estamos lamentándonos por lo que no tenemos y decimos: “Si tuviera un auto,
una esposa que me comprendiera, un mejor trabajo o una familia diferente; entonces sería
feliz”. Esta actitud nos impide conquistar lo imposible.
¿Cómo hizo Bartimeo para poder lograrlo? “El utilizó lo que tenia para cambiar su
circunstancia”.
1--Lo primero que tenía eran sus oídos, él podía oír.
Él comenzó a oír palabras que alimentaban su fe. En San Marcos 9:23 dice: “Jesús le dijo:
Si puedes creer, al que cree todo le es posible”. Al oír, fue desarrollada su esperanza, que lo
llevó a recuperar sus sueños. Esto generó que al escuchar la Palabra de Dios, la fe
comenzará a invadir su corazón para transformar su realidad. También habrán llegado a sus
oídos otras voces de los religiosos de la época, diciendo que Jesús seguramente era un
impostor, que no se ilusionará porque él le iba a fallar. Pero Bartimeo optó por escuchar
palabras que aumentaron su fe y esperanza. Es fundamental que podamos decidir que es lo
que realmente queremos oír. Podemos dejarnos llevar por palabras de duda o los chismes,
que hieren y dividen; o por la verdad de Dios, que nos restaura cambiando nuestra
condición, sanando nuestras heridas y levantándonos.
Dice la Palabra en Santiago 1:6 dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que
duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte
a otra”. “El que duda no provoca el milagro”, porque la fe depende de una decisión y de un
compromiso.
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Este hombre comenzó a llenar sus oídos, escuchando y creyendo en los milagros de Jesús. “Si
queremos ver cambios en nuestras vidas, debemos esperar en fe”.
En la agenda de Dios estaba señalado ese día para que Jesús pasara por Jericó e hiciese un
milagro con el ciego Bartimeo. “Este es el día en que Jesús tiene agendado tu nombre para
hacer un milagro en tu vida”.
2 --Lo segundo que Bartimeo tenía para cambiar su circunstancia era su voz.
En el Versículo 47, dice que él empezó a gritar, a clamar cuando Jesús pasaba por aquel
lugar. Bartimeo no dejó pasar su oportunidad. A él no le interesó el “que dirán”, no se dejó
dominar por el temor hacia los demás. Bartimeo le pedía a Jesús misericordia. Esto significa:
“Señor yo no puedo solo, tú eres el Hijo de Dios, todo esta en tus manos”.
A muchos, el orgullo no le permite pedir ayuda. Pero detrás el orgullo, hay una condición de
inseguridad, de temor, disfrazada de rebeldía y autosuficiencia, que nos impide alcanzar el
milagro de Dios. El orgullo se manifiesta en que muchas veces nos cuesta que nos dirijan y
nos digan lo que debemos hacer. El orgulloso no se deja enseñar. El camino al milagro es el
corazón humilde que dice: “necesito de Dios”.
3 -Y lo tercero que Bartimeo tenía que hacer para cambiar su circunstancia, era dejar su
capa.
La capa era la que lo identificaba con su actual condición de ciego, con su inferioridad ante
los demás y con sus años de dolor. El versículo 50 nos dice, que él arrojó su capa para ir
hacia Jesús, y recibió la vista. El arrojar la capa era señal de que este hombre se estaba
identificando con lo que iba a venir y no con su pasado. ¡Él esperaba el milagro de Jesús en
su vida! Él no se dejó condicionar por su historia, sino que al tirarla estaba diciendo: -“Mi
vida a partir de hoy va a cambiar, porque Jesús esta pasando por aquí”. Hoy es el día para
renunciar a nuestra capa de dolor, de pecados ocultos, de tristeza, de derrota, de temor, de
angustia y de incredulidad; cosas que nos paralizan, frenando nuestra vida cristiana. ¡Así
podremos experimentar el milagro de Jesús en nuestra vida, llevándonos a conquistar lo
inconquistable!
Conclusión:
El corazón de Dios está esperando que comiences a ver todo lo que Él ya puso en tu mano:
Tus oídos espirituales, tu voz de clamor y el poder para dejar atrás la capa de tu pasado.
¡Comienza a conquistar lo inconquistable!
Preguntas de reflexión:
1- ¿Quién era Bartimeo y cuál era su condición? ¿Cuál es tu condición espiritual?
2-Dice la Biblia que Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. ¿Por qué nos cuesta
tanto asimilar este concepto?
3-Bartimeo decidió escuchar y creer en las palabras de fe, y rechazar las mentiras de los
enemigos de Jesús. ¿Qué tipo de palabras estás escuchando y creyendo, las de Dios o las de
tus circunstancias? ¿Por qué?
4-Bartimeo gritaba al pasar Jesús, él no dejó pasar su oportunidad para recibir el milagro.
¿Tienes esta misma actitud frente a las promesas de Dios o dejaste de gritar hace rato?
¿Por qué?
5-¿Cuál era el significado de la capa? ¿Qué mensaje estaba dando al arrojarla? ¿Estás
arrojando tu capa o la tienes puesta? ¿Qué simboliza en tu vida en particular la capa?
6- Bartimeo sabía lo qué quería ¿Cuál es el milagro específico qué estas necesitando de parte
de Dios?
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Como conquistar lo inconquistable / 2

Texto: Ezequiel 37:1-10


Introducción:
En la lección pasada hablamos de Bartimeo, y en esta oportunidad, haremos referencia al
profeta Ezequiel. Notamos a través de este texto, que la obediencia es la única actitud para
lograr lo inalcanzable.
El Señor quiere que seamos obedientes cuando nos pide cosas, que a nuestro modo de ver,
nos resultan ilógicas. Para que Él nos use, debemos ejercitar la obediencia. No importa
cuantos sean los desafíos o los problemas que enfrentemos (emocionales, familiares,
laborales, etc.); Cristo es la única respuesta, porque cuando Él da la palabra, las cosas son
transformadas.
El “valle de los huesos secos”, era un lugar sin esperanzas, de escasez, de angustia y
desesperación. En medio de aquel cuadro, Ezequiel recibe la pregunta de parte de Dios:
“¿Vivirán estos huesos?”
Y él responde: - “Señor, Tú lo sabes”. Queriendo decir: “La respuesta esta en ti”. “Veamos
tres aspectos a tener en cuenta, para conquistar lo inconquistable”

1-La visión. Aquel panorama era devastador, lo único que se podía ver era un montón de
huesos secos. Aparentemente no tenía sentido. El valle representa las adversidades, las luchas,
los momentos difíciles. ¡No importa cual fuere nuestra situación, la visión que tengamos del
problema, o nuestros limites humanos! Porque este problema no tenía respuesta desde el
punto de vista teológico, ni desde el científico, y mucho menos desde el punto de vista humano.
¡En ese mismo valle, Dios nos dará respuesta!
2-La declaración. El vs. 4 comienza diciendo: “Así dice el Señor”…
Es fundamental que comencemos a declarar la palabra profética de Dios cuando nos
encontramos en situaciones adversas. ¡No es lo que puedas hacer, sino lo que Dios es capaz
de hacer, a través de la fe!
Dios le estaba diciendo: -“Si lo crees, decláralo”. Porque todo lo que hoy vemos, existe a
través del “poder de la palabra”. En el vs.7 dice que comenzó a escucharse un ruido, a causa
de la declaración. Ese es el ruido de la victoria, de la fe. Este suceso se repite en dos
oportunidades a través de la Biblia: Una de ellas es relatada en el libro de los Hechos Cáp.2,
cuando vino el Espíritu Santo, este fue el ruido de la visitación de Dios a su pueblo. Y la
segunda vez que sucedió, se relata en Hechos Cáp. 16: 25–26, cuando Pablo y Silas estaban
aprisionados y encadenados. A la media noche, ellos comenzaron a cantar, y de repente, se
oyó un gran ruido de terremoto que abrió las cadenas y las puertas, dándoles la libertad.
Este es él ruido de la fe, que derriba todo lo imposible, transformándolo en posible.

3-Los resultados. En el Vs.7 dice que cada hueso se junto con sus huesos. Ya no eran solo
huesos, sino cuerpos ordenados, sin espíritu.
-El orden. Lo primero que notamos, es que donde había desorden, Dios puso orden. Cuando
el Espíritu Santo nos toca, comenzamos a ordenar nuestras prioridades: Primero
Dios, después la familia, etc.
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-La vida. En el Vs9. Dios le dice a Ezequiel que declare vida sobre lo que estaba muerto. Y
llame al Espíritu para que sople su aliento sobre este gran ejército. La palabra
“Espíritu”, esta relacionada con la palabra griega “Dunamis” en el nuevo
testamento, que significa: poder, dinamita, fuerza. Esto hace referencia a la vida
de Dios en nosotros por medio del Espíritu Santo.
-El resurgimiento. El Señor nos dice que no solo va a ordenar nuestra vida, sino que nos va
a dar el “dunamis”. Nos va a dar su poder para que recibamos su
fuerza para alcanzar lo inalcanzable. Haciendo resurgir todo lo que
hemos dejado de lado, como los sueños, las expectativas de superarnos,
las esperanzas, la restauración de nuestra familia, etc.

Conclusión: Primero debes visualizar tu situación, sin dejarte dominar por el panorama,
porque El Señor ya te dio la palabra profética. Dios te está diciendo: “Si lo crees, decláralo”.
Y comenzarás a escuchar un ruido, a causa de tu declaración. Ese es el ruido de la victoria, de
la fe que derriba todo imposible, transformándolo en posible. Luego que declares, el Espíritu
Santo te da Su vida. El Señor te dice que no solo va a ordenar tu vida, sino que te va a dar su
“dunamis” (su poder) para ser restaurado y alcanzar lo inalcanzable.

Preguntas de reflexión:
1- ¿Cuál era la situación en que se encontraba Ezequiel? ¿Alguna vez te encontraste en una
situación parecida?
2- ¿Cuál es la visión de tu vida hoy?
3-¿En qué ocasiones de la Biblia se oye el ruido de la fe? ¿En qué áreas de tu vida necesitas
volver a oír ese ruido?
4- ¿Cuál es el significado de la palabra griega “Dunamis”? ¿Te estás moviendo en esa
dimensión? ¿Por qué?
5-¿Cuáles deben ser los resultados del impacto del Espíritu Santo en tu vida? ¿Los estas
experimentando? ¿Por qué?
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¿Martha o María?
Texto: San Lucas 10:38-42.
Introducción:
Podemos interpretar leyendo el Vs. 38, que aparentemente Jesús fue a ver a Marta, porque
ella lo invitó a comer. El texto dice que estaba sumamente ocupada con sus quehaceres. En
ese mismo momento llegó Jesús. Ella estaba preocupada por la limpieza y por la comida,
cosas que para Jesús no eran tan importantes, porque él se dedicaba a la gente, a tener
comunión con las personas. Mientras, María abandono todo para estar con Jesús. Se dio
cuenta que lo más importante no era estar en la cocina. (todo tiene su tiempo).
¿Cuál era el problema de Marta?
Su problema era que estaba en la cocina, mientras el Salvador visitaba su casa. La cocina
representa nuestro mundo de problemas y preocupaciones.
¿Qué cosas le preocupaban a Marta?
A ella también le preocupaba mucho el “que dirán”. Tal vez se preguntaba: ¿Qué van a
pensar? O ¿Qué imagen tendrán de mí los demás?
¿Qué diferenciaba a María de Marta?
A diferencia de Marta, María se sentó a disfrutar de la presencia y comunión con Jesús.
“Mientras una trabajaba, la otra lo escuchaba”. (No es malo trabajar lo contrario, pero hay
que aprovechar bien el tiempo y aún más si es el tiempo de estar con Jesús)
¿Cuál es la diferencia entre un religioso y un verdadero adorador?
El religioso siempre está pensando en cumplir y se olvida de disfrutar. Ejemplo: Es el que va a
la iglesia para cumplir con Dios y aquietar su conciencia, pensando: -“Ya cumplí con mi
obligación”. Mientras que el verdadero adorador, es aquel que cumple con Dios, va a la
iglesia y disfruta de Su presencia a cada instante. Es el que está en Su presencia todos los días
de la semana.
¿Qué nos convierte en religiosos? El temor al hombre:
Pensar más en lo que el otro dirá o como pensará de nosotros, se llama tener “temor al
hombre”. Pero debemos movernos de ese estado hacia el temor de Dios (respeto y reverencia
en un vínculo de amor). Lo primero que tiene que importarnos es: ¿Qué opina Dios de
nosotros?
En Lc. 24:13-32. Jesús camino a Emaús:
El texto relata que Jesús estaba caminando junto a dos de sus discípulos. Él caminaba junto a
ellos, pero ellos no podían verlo.
¿Por qué no lo podían ver? No lo veían por darle más lugar a sus preocupaciones que a Su
presencia. Esto es lo mismo que nos pasa hoy en día: Jesús está caminando a nuestro lado, Él
esta en nuestra casa; y nosotros estamos en la cocina, con nuestras preocupaciones, sin
poderlo disfrutar.
En la historia de Marta y María podemos notar dos tipos de creyentes:
1- Los creyentes tipo “Marta”.
Son los que ponen su atención en el cumplir con Dios. Su atención está puesta en el “hacer” y
no en el “ser”.
Son los que siempre se están quejando y tienden a echarle la culpa a los demás de sus errores
y fracasos.
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2- Los creyentes tipo “María”. Son los que ponen como prioridad cultivar su relación con el
Señor. Buscar su rostro, anhelar su amistad, conocer su corazón y toda su vida esta centrada
en una verdadera adoración. Como consecuencia de esta relación, surgen el compromiso y la
obediencia. No es una carga servirle, no es una molestia, sino una inmensa satisfacción.
Conclusión: Hoy es el día para salir de la “cocina” y dejar de quejarnos. El Señor quiere
trasformarnos de “Martas”(turbados y afanados) a “Marías”(verdaderos adoradores) para
que comencemos a disfrutar de Su presencia, recordando que una sola cosa es necesaria, y es
estar con Él.
Preguntas de reflexión:
1-¿A quien fue a visitar Jesús aparentemente?
2-¿Cuál era el problema de Marta?
3-¿Que actitud tomo Marta y cual María cuando Jesús estaba en su casa? ¿Que actitud estas
tomando hoy ante la presencia de Jesús en tu vida?
4-¿Cómo podemos diferenciar a un religioso de un verdadero adorador?
5-Los discípulos que caminaban con Jesús ¿Por qué no lograban reconocerlo? ¿Estas
reconociendo que Jesús esta caminando a tu lado?
6-A través de este relato podemos distinguir a dos tipos de creyentes, los Martas y los Marías.
¿Con cual te sentís más identificado? Y¿ Por qué?
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El milagro de Ana
Texto: 1 Samuel 1: 1-20.
Introducción:
En este tiempo podemos observar, como Dios está ubicando a la mujer en un lugar
estratégico de la historia de la humanidad. Hoy, ellas ocupan altos cargos como
“presidentes” o “ministros”, para tomar decisiones importantes en las naciones. Por eso, es
el momento de prepararse para ser un instrumento en las manos del Señor. Él nos ha hecho
nacer en un tiempo como este, para poder ser protagonistas.
No es casualidad que estemos viviendo un gran despertar en este aspecto social. La mujer ya
posee mucho valor en sí misma, y mucho más cuando está ungida por el Espíritu Santo. No
estamos al favor del feminismo ó del machismo, porque reconocemos el orden dado por Dios
a través de Su Palabra: La cabeza de la iglesia es Jesús, debajo de él está el varón, y la
mujer es su ayuda idónea.

En este relato, vemos a una familia hebrea que vivía bajo las costumbres de su época. En
aquellos tiempos, existía la poligamia, y por eso Ana tenía que compartir a su marido con
otra mujer llamada Penina.
A diferencia de Penina, Ana era una mujer estéril. Esto era algo muy mal visto para ese
tiempo, porque se consideraba que el único propósito de la mujer era procrear. Estaba
relegada a estar en su casa, criando a sus hijos; y cuantos más tuviese, era mejor vista y más
honrada para su marido y la sociedad.
Ser estéril era considerado una maldición, al igual que la lepra. La diferencia es que los
leprosos estaban destinados a vivir en lugares apartados. Las mujeres estériles podían vivir
entre los demás, pero estaban marginadas socialmente. Eran criticadas, despreciadas, y
juzgadas por los demás. No se las tenía en cuenta.

Estas mujeres, padecían un dolor enorme en su alma. Se sentían frustradas e incompletas por
su condición; y eso mismo era lo que Ana estaba viviendo. La Biblia también cuenta sobre
otras mujeres que padecieron esterilidad. Por ejemplo Elizabeth, que por un milagro de Dios,
dio a luz a Juan el Bautista. También podemos encontrar a Sara, una mujer de noventa años,
que recibió una Palabra de parte de Dios, y Él le dio un hijo. Ellas no podían ser madres de
forma natural, pero lo lograron a través de un encuentro con Dios, el Todopoderoso. Dice la
Escritura, que Ana iba a adorar a Dios al templo y en una de esas tantas ocasiones, llegó el
momento de su milagro. ¡Este es el día de tu milagro!

Veamos cual fue la actitud que tuvo Ana, para recibir un milagro de parte de Dios:

No se resignó a asumir su condición de sufrimiento.


Ana fue una mujer de sufrimiento. La vida no la trató bien. Las circunstancias que vivió, no
fueron las mejores. Sin embargo, y a pesar de todas esas “contras” que tenía, no perdió su fe
en Dios.
Podemos observar en el párrafo que va desde el versículo 1 al 20, como es transformada su
condición. Ella estaba tan turbada y atribulada, que había dejado de alimentarse.
Lecciones de Células – Pág. 13

Seguramente, se encontraba muy debilitada física y moralmente, sintiéndose sin derecho a


ser feliz.
Podemos notar que ella no se resignó a su condición de sufrimiento.

Se determinó a creerle a Dios.


Pero más allá de su situación, ella pudo recibir su milagro al creer en un Dios grande, que
hizo maravillas y obras asombrosas, a lo largo de la historia de su pueblo.
Este es el mismo Dios que hoy te quiere bendecir, dándote el milagro que estás esperando. Él
quiere sanar las heridas de tu corazón, así como lo hizo con Ana.
Ella se determinó a creerle a Dios y no a su condición actual.

Se levantó, en fe.
Ella se levantó un día, determinada a vivir como una hija de Dios. No perdió el tiempo en
hablar cosas indebidas, o en murmurar de los demás. Ella se concentró en la necesidad que
tenía, y en poder recibir ese milagro. Ana le creyó al Señor y eso hizo la diferencia. Pero no
solo creyó, sino que se levantó y fue a la casa de Dios con esta fe.
A veces estamos en la iglesia, pero parecería que no tuviéramos ese deseo que Dios espera
encontrar para producir un milagro. No es que se haya terminado la época de lo
sobrenatural. Es que ha cesado la fe en nuestros corazones.

Tuvo un espíritu de oración.


Este es el tiempo de pedirle a Dios una fe ferviente y un corazón como de niño, inocente, que
crea al poder de Su Palabra. Entonces, experimentaremos la gloria de Dios, al igual que
Ana. Este es el tiempo donde Dios quiere hacer un milagro en medio de su pueblo. No nos
sirve de nada ir a la iglesia sin una fe verdadera y una pasión genuina por Él. Necesitamos
ser personas comprometidas y apasionadas. Gente que viva a Jesucristo.

Recibió el milagro de parte de Dios.


Cuando Ana fue tocada por el poder de Dios, dio a luz el más grande profeta, sacerdote y
juez de toda la historia de Israel. El que ungió a David, y de el linaje de David nació el Señor
Jesús. Ana le entregó lo que más amaba (su hijo Samuel) a Dios y como consecuencia de esa
entrega, concibió tres hijos varones y dos hijas mujeres más. Dios cambia todos los
pronósticos contrarios de sobre tu vida.

Conclusión:
Para recibir el milagro de parte de Dios, debes levantarte. No puedes quedarte postrado
esperando tu milagro. En la misma forma que Ana, debemos clamar delante de la Presencia
de Dios hasta que Él nos de ese milagro.
Es tiempo de determinarnos, dejando la tibieza de lado. No debemos vivir una vida religiosa,
sino apasionada. Cuando usted se apasiona y lo sirve con toda su vida, no habrá nada que el
Señor no le conceda.
Debemos levantarnos como iglesia, sellados por el poder del Espíritu Santo y con un espíritu
de oración mayor del que hemos tenido hasta aquí.
Lecciones de Células – Pág. 14

Preguntas de reflexión:
¿Cómo era vista una mujer estéril, por la sociedad en la época de Ana?
¿Cuál sería a tu parecer el ánimo de esta mujer?
¿Por qué cree que en su momento de mayor dolor y necesidad fue al templo a derramar su
corazón en presencia de Dios?
¿Se resignó a asumir su condición de sufrimiento?
¿Por qué cree que se determinó a creerle a Dios y no a sus circunstancias?
Esta mujer se levantó en medio de la adversidad. ¿Cómo estas reaccionando cuando te
encontrás en medio de luchas y pruebas?
¿Dice la Biblia que ella fue al templo a orar?
¿Cuál es la importancia que le estás dando a la oración en tu vida?
¿Cuál es la actitud que tomó Ana para recibir el milagro de parte de Dios? y ¿Cual es la
actitud que usted esta tomando?
Lecciones de Células – Pág. 15

¿Cómo te encuentra Jesús?


Texto: San Juan 20:11 al 18.

Introducción:

En este relato nos habla de Jesús que se levantó de la tumba. Este es uno de los pilares de
nuestra fe cristiana, y nos lleva a comprender que no estamos solos. El Señor está caminando
a nuestro lado, a pesar de que muchas veces no lo tenemos en cuenta o no lo reconocemos.
Debemos confiar en Cristo que nos guía y nos acompaña en cada momento por medio de su
Espíritu.
¡Así podremos experimentar una sensación de seguridad y de entusiasmo al saber que no
estamos solos!
Si miramos los relatos posteriores a la resurrección, podremos notar diferentes momentos
del encuentro de Cristo con sus discípulos. Él los halló en distintas circunstancias.
Analicemos algunas de ellas:

1) – Encontró a Tomás dudando (San Juan 20:24-29).

A pesar de haber recibido el testimonio de sus compañeros (los discípulos), Tomás, aún así,
no creyó. Esto mismo también sucede en nuestros días. Jesús hoy se encuentra con muchos de
nosotros, que estamos dudando. Tal vez, estamos pasando por momentos donde la confianza,
la fe y la paciencia parecen agotarse. O puede que nos esté encontrando con una
argumentación, o un espíritu critico.
¿Será que estamos dejando de confiar como lo hace un niño?
Quizás, nos sentimos identificados con Tomás. Estamos dentro de la casa, y de la fiesta, en
medio del Espíritu de la resurrección; pero en nuestro interior decimos: - “Yo no puedo
creerlo. No tengo esa capacidad de confianza, no puedo entregarle a Dios todas mis cargas”.
Hay gente que dice: - “Me cuesta creer que Dios me ame a mí. Que esa muerte en la cruz del
calvario me dé la capacidad de contar con un Dios personal, y el perdón de todos mis
pecados”.
La Biblia dice que Jesús resucitó, y a traves de su sangre, todos nuestros pecados, pasados,
presentes, y aún los del futuro, ya han sido perdonados. Él se llevó todas nuestras culpas,
todos nuestros temores y toda nuestra angustia. Lo único que debemos hacer para recibir
estos beneficios, es creer. Es por eso, que la Palabra de Dios dice: “Bienaventurados los que
no vieron y creyeron”. Aquellos que a pesar de no verle, tuvieron la fe y la valentía de
declararle su Salvador personal.

2) – Encontró a los discípulos volviendo atrás (San Juan 21:1 – 7).

Ellos estaban confundidos, y Pedro se hallaba diciéndole a los demás: - “Yo me vuelvo
atrás”. Tal vez, Pedro sentía aún algo de culpa por negar a Jesús, a pesar de haber sido ya
perdonado por este. En una oportunidad Pedro dijo: - “Me voy a pescar nuevamente. Vuelvo
a mi camino original, donde me encontró Jesús”. Los demás le dijeron: - “Nosotros también
vamos contigo”. Y fueron allí a pescar, pero no pescaron nada. Ellos se encontraron con una
Lecciones de Células – Pág. 16

noche de fracaso. Este hecho enseña algo: Yo no conozco a ninguna persona que allá vuelto
atrás en su fe, y sea realmente feliz. El “volverse atrás” o el decir: - “Ya no creo y no quiero
seguir perseverando”; no es solamente darle lugar al desanimo. La Biblia dice que aquel que
se aparta, permite que espíritus malignos aun peores que los que lo habían tomado antes de
convertirse, vengan a él y lo dañen espiritualmente. Es por eso que la Palabra de Dios nos
dice que de “los valientes” es el Reino de los Cielos.
Jesús vino a sus discípulos, y les pidió algo de comer. Ellos le respondieron que no tenían
nada. Es que el que está apartado de Dios no tiene nada para dar.
El enemigo te quiere generar desanimo, culpa o insinuar que estabas mejor antes. Pero no
debemos olvidar que el diablo es padre de mentira (o sea es un mentiroso). Porque Jesús vino
para que tengamos vida y vida en abundancia.
¡Siempre debemos recordar que fuera de Cristo no hay nada!
De hecho, los discípulos estaban tratando de lograr algo con su propia fuerza, cuando Jesús
se acercó y les pidió de comer. Al ver que no tenían nada para ofrecerle, les dijo: - “Echen
las redes a la derecha y hallareis”. Ellos lo obedecieron y luego se dieron cuenta que había
una cantidad de peces tremenda. Entonces Juan comenzó a gritar: -“Es Jesús”. Esto nos
demuestra que cuando uno le es fiel a Dios, Jesús siempre le va a traer abundancia.

3) – Encontró a sus discípulos discutiendo, “chusmeando” y criticando. (Lc. 24:13 - 31)

La Escritura dice que unos discípulos iban de camino, hablando sobre las cosas que habían
sucedido. ¿Qué estaban hablando? Seguramente, estarían hablando mal de Pedro en ese
mismo instante. Jesús se paró al lado de ellos y no lo reconocieron. Cuando uno está con un
espíritu de queja y critica, lo primero que pierde es la Presencia de Dios, y deja de tener
revelación de Cristo.
Jesús caminó con ellos y no lo registraron. El Señor les preguntó: ¿Cómo están? Ellos lo
miraron y le respondieron: - ¿De donde venís? ¿No sabes lo que ha pasado acá, las cosas
que han sucedido? ¿En qué planeta vivís? ¿Sos forastero? Cristo anduvo con ellos, los
escucho en medio de sus quejas y sus murmuraciones. Vio los enojos entre ellos y su
desanimo. Él los había dejado un par de días, y los discípulos ya estaban dudando, volviendo
atrás y criticándose.
Jesús se acercó a ellos para enseñarles una gran lección. Cuando llegaron al lugar donde
iban a quedarse, El Señor hizo como que se iba a ir. Estos, al verlo, le pidieron que se quede,
aún sin saber quien era. En el momento en que Jesús parte el pan, los ojos de los discípulos
fueron abiertos y reconocieron que era Jesús.
¿Por qué le reconocieron justamente cuando partió el pan?
Porque el “pan” en la Biblia representa al cuerpo de Cristo y a la unidad. Es todo lo
contrario a cómo estaban ellos (en un espíritu de división), criticándose entre ellos. Habían
perdido de vista a Jesús y estaban poniendo sus ojos en sus propias necesidades e intereses.
Es por esto que Jesús vino a identificarse como el Dios del “cuerpo”. Cuando ellos partieron
el pan, recordaron las veces que Jesús les dijo: -“Este es mi cuerpo que por vosotros es
partido”. Que aún siendo muchos, pertenecen a un mismo pan. Ellos, en ese mismo momento,
se dieron cuenta que pertenecían a un mismo cuerpo. Que tenían que amarse, soportarse y
trabajar juntos. Cada uno, al lado de su hermano, para poder así avanzar en medio de las
adversidades.
Lecciones de Células – Pág. 17

La clave para no volvernos atrás, caer en la duda, la critica ó el chisme esta en la


“Unidad”.

El fruto de la unidad.
(Hechos 2:1-4)
En este pasaje, el Señor les enseñó a sus discípulos el principio de la unidad; y que a través
de esta, viene la visitación de Dios. Este es el tiempo para estar unidos, unánimes. No
solamente juntos, porque podemos estarlo, pero con un espíritu de critica o de diferencia, sin
solucionarlo aún en nuestra familia.
La Biblia nos habla en el libro de Efesios sobre el enojo. Nos da a entender que es lícito que
nos enojemos, pero las cosas deben ser arregladas antes de irse a dormir. El texto dice: “No
se ponga el sol sobre nuestro enojo, ni deis lugar al diablo”

¿Qué significa dar lugar al diablo?


Esto se produce cuando uno discute, se enoja o comienza a tratar mal a otra persona por
más de un día. Allí el se para en el medio es el diablo para traer dolor, angustia y heridas.
Por eso, es tan importante que aprendamos a no dar lugar al diablo por medio de la unidad
con los hermanos, nuestra familia y en todo ámbito en el que nos movamos a diario. La
Biblia dice que cuando los discípulos estaban unánimes, juntos; en ese momento vino sobre
ellos el Espíritu Santo.
Jesús oró por la perfecta unidad de su pueblo (Juan 17:20-23).
Dice la Biblia que si permanecemos en unidad, el mundo creerá.

Preguntas de reflexión:
1- ¿Cómo encontró Jesús a sus discípulos?
2-¿Cómo te encuentra Jesús hoy?
3-¿Cuál era el ideal de Cristo para sus discípulos según Juan 17:20-23?
4-¿Estas viviendo en la perfecta unidad de la cual hablo Jesús, con tu familia, con tus lideres
y pastores?
Lecciones de Células – Pág. 18

Coraje y Ánimo en medio de la crisis


Texto: San Mateo 14:22-33.
Lo primero que vemos aquí es que Jesús vino en el momento justo en medio de la crisis.
Muchas veces cuando uno está pasando pruebas, hay una pequeña voz que retumba en el oído de
parte del enemigo que nos dice: -“¿Dónde está Dios, donde están los hermanos, donde está la
victoria?”-
Este pasaje nos demuestra que Jesús viene siempre, justo en el momento en que lo necesitamos.
Y es muy interesante porque Jesús como maestro, les instruyó diariamente a través de sus
enseñanzas pero en un momento en particular les dijo: -"Bueno ahora que han aprendido, que han
recibido toda esta palabra los voy a dejar solos por un momento"-. Y el maestro se quedó en el monte
y los discípulos se fueron al aula de clase, que era el mar. Allí tenían que aprender, poniendo en
acción todo lo que Jesús les había enseñado.
Hay momentos en nuestra vida donde parecería que estamos solos. Este momento es para poner
por obra todo lo que hemos aprendido, porque es necesario que comencemos a poner en práctica
nuestra fe. La fe, lo que nosotros hemos recibido de Dios, tenemos que ponerlo por obra. No es
solamente teoría, es práctica. Es por eso que debemos aprender a confiar en Dios en medio de la
necesidades, todos los días de nuestra vida.
Hay tiempos donde te sentirás solo porque estás pasando una tormenta personal, aún dentro de
una iglesia grande donde hay tanta gente, a veces uno se siente solo porque está pasando por
problemas personales. Muchas veces recibimos enseñanzas a través de las predicas, pero también hay
momentos en que pareciera que Dios nos dejara solos para ver como actuamos en las diferentes
circunstancias de la vida.
Entonces vienen los problemas en lo financiero, en las emociones, en el trabajo, y uno comienza a
aprender a reaccionar frente a esos asuntos. Es allí donde se puede notar la diferencia en nuestras
reacciones. Por Cristo en nuestro corazón, deberíamos notar la diferencia entre como
actuábamos antes y como lo hacemos ahora que tenemos fe. Antes nos asustábamos, nos
desesperábamos, caíamos en depresión, en el medio de una crisis pero desde el momento en que nos
encontramos con Jesús, él comienza a tomar control de nuestro corazón aún en los momentos
difíciles.
Dios no nos abandona, solo quiere que pasemos de grado. Que podamos acceder a una madurez
mayor en lo espiritual.
Es fundamental que mantengamos nuestra confianza en Dios, en medio de cada tormenta para
aprender lo que Él quiere enseñarnos:
Lo primero que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que Su presencia
está con nosotros.
La escritura dice (vs.25) que Jesús vino en la cuarta vigilia de la noche, este era el momento más
oscuro.
En medio de cada batalla viene Jesús. El Señor se revela en cada tormenta, y después de cada
tormenta tenemos una mayor revelación de Su presencia.
Los discípulos conocieron a Jesús de una manera diferente. Ellos necesitaron una tormenta para
verlo caminar sobre las aguas, necesitaron un momento contrario, un momento difícil para ver una
dimensión sobrenatural de Dios que no habían visto antes. En otras palabras, la tormenta o la lucha
que estás teniendo ahora, es porque Dios te está enseñando y se va a manifestar de una manera
aún mayor de lo que lo habías visto antes.
¡Él permite esa tormenta para que comience un testimonio nuevo en tu vida!
Lo segundo que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que Él es nuestro
proveedor.
En medio de la tormenta el Señor le dio a Pedro la capacidad de entender que en cada momento
de la vida donde parece que no hay salida, hay una solución y también hay provisión.
Lecciones de Células – Pág. 19

Pedro dijo (Parafraseado): -"Si eres tú, provee que yo haga algo que tú me mandes a hacer,
provéeme ahora algo que yo no he experimentado aún"- y Jesús le dijo: -"Si, Pedro. Te voy a mandar
que camines sobre las aguas, que salgas de tu bote y comiences a caminar sobre las aguas así como
yo lo estoy haciendo."- Pedro pudo salir de la barca cuando el Señor le dijo: -"Ven"-.
Esto nos enseña que detrás de cada lucha hay provisión divina de recursos.
El pueblo de Israel experimentó esta verdad (Éxodo 17:1-8) cuando se encontraba en medio del
desierto. Ellos estaban cansados y sedientos y en medio del desierto, Dios les dice que de una roca
seca iba a salir un manantial de agua, la provisión.
El Señor tiene depósitos de provisión alrededor nuestro. Aunque no podamos verlos, están justo
delante de nosotros. Dios tiene una provisión en medio de cada batalla.
Pedro no esperaba comenzar a caminar sobre las aguas milagrosamente, pero el Señor lo llevó a
un nuevo nivel de fe, le proveyó lo sobrenatural: le dio algo que él no tenía.
En su presencia hay provisión milagrosa, contra todos los malos informes, contra todos los
pronósticos negativos, el Señor es capaz de revertirlos.
Dios sorprendió a Pedro quebrando las leyes naturales por que Él es sorprendente. No podemos
predecir a Dios.
Hay varios versículos que le dan veracidad a esta verdad:
"Estad quietos y conoced que yo soy Dios"
(Salmos 46:10)
"No te dejará ni te desamparará" (Deut 31:6)
El Señor llevó a Pedro a caminar sobre las aguas, y también te sorprenderá de manera
sobrenatural. Este momento de crisis te va a llevar a conocer a Dios en una dimensión mayor.
Lo tercero que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que debemos estar
siempre atentos a Su voz, confiando en Su palabra.
El diablo en el medio de la crisis le habló a Pedro diciéndole (parafraseado): -"¿Qué sucedería si
Dios no te sostiene más. Qué sucedería ahora si el Señor quitara su protección de ti?"-.
Mientras nosotros oímos la voz de Dios caminamos, el problema es cuando dejamos de oír Su voz y
comenzamos a oír la voz del enemigo. Es ahí cuando nos empezamos a hundirnos. El diablo nos dice:
-"Todos te van a ver hundirte, has ido muy lejos en tu fe y has hablado a muchos de Dios y ahora se
reirán cuando vean que ya no te puedes sostener... Si no se soluciona ese problema, ¿Cómo vas a
quedar ante los demás?"-
Cuando Pedro comenzó a pensar que sucedería, empezó a decaer, empezó a darle lugar a Satanás
y esto lo llevó a temblar de miedo y a hundirse. En el medio de la crisis vas a escuchar voces
diciendo: -"¿Y si todo lo que te dice la Biblia no se hace realidad en tu vida? ¿Y si todo lo que te
enseña el pastor no se cumple? "-, siempre el diablo te va a predicar un mensaje contrario al que te
está predicando el pastor. El pastor te dice: -"Confía, seguí adelante, pon tus ojos en el Señor,
alábalo, vas a ver la gloria de Dios"- Pero por otro lado, el diablo se para cerca y te dice: -"Todo va
mal, te vas a hundir pronto, ¿que sucedería si las cosas no se resuelven?"-
La verdad es que el Señor está a tu lado y no te va a dejar. “He aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo. Amén”. (San Mateo 28:20)
Lo cuarto que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que podemos
experimentar el poder de Dios de una manera directa.
Pedro pudo experimentar este poder de una manera directa, al caminar sobre las aguas tomado de
la mano de Jesús.
Y cuando nuestra fe se quebranta y cuando nosotros caemos, el Señor nos levanta, nos sostiene,
no importa cual sea nuestra condición. Hoy el Señor nos levanta con su fe y con sus manos de amor
y de misericordia nos saca de la angustia y nos pone en marcha otra vez. Este es el tiempo para los
que están caminando por fe. ¡Sigan adelante, no duden, ni escuchen la voz del enemigo! Sigan
creyendo que la victoria completa viene a tu vida!!
Preguntas de reflexión:
Lecciones de Células – Pág. 20

¿Cuáles son las enseñanzas que el Señor quiere dejarte en cada tormenta de tu vida?
¿Estas experimentando Su presencia a pesar de las tormentas?
¿Confías plenamente en la provisión de Dios para vos en cada área de tu vida?
¿Por qué es tan importante estar siempre atentos a Su voz y confiando en Su palabra?
¿Crees que podes experimentar el poder de Dios de una manera directa en medio de las pruebas?
Lecciones de Células – Pág. 21

Nuestra porción diaria


Introducción:

Texto: Éxodo 16:4.


“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí Yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá y
recogerá diariamente la porción de un día, para que Yo lo pruebe si anda en mi ley, o no”.
Esto quiere decir que diariamente, Dios tiene algo para darnos. Hay una porción, una palabra
para fortalecer nuestras vidas.
Dice la Biblia, en el libro de Éxodo, que el pueblo de Israel vagó cuarenta años por el
desierto. Ellos recibieron cada día el sustento de parte de Dios, en la entrada de sus tiendas
(carpas), a través del pan (maná) que caía literalmente del cielo.
Esto hace referencia al cuidado que El Señor tenía con su pueblo y, también era una figura del
Mesías que vendría, porque Jesús es nuestro sustento espiritual.

-La importancia de nuestra confianza:


Lo que debían hacer cada uno de los israelitas, era salir a recoger la porción justa,
demostrando así la confianza en que Él cumpliría su promesa de suplirlos al día siguiente.
A través de esta enseñanza, Dios les estaba diciendo: -“Confíen que cada día les voy a
proveer”. Es lo mismo que nos esta diciendo hoy a nosotros.
¿Cuántas veces estamos batallando con este tipo de dudas? Pensamos: “Hoy se que Dios está
conmigo, pero... ¿Veré las promesas del Señor cumplirse en mi vida cada día? ¿Será que
mañana voy a ver los cielos abiertos?
El pueblo de Israel debía buscar su ración y no guardar para el siguiente día, demostrando
fe en su Palabra.

-Esta es una clave fundamental para nuestra vida cristiana:


Debemos ir a recibir cada día la porción que Dios tiene para nosotros. El Señor les dijo: -
“Yo les voy a hacer llover el pan en la puerta de sus casas”. No les dijo: -“Habrán la
boca que yo se los voy a poner dentro”. El les mandó: “Vayan a tomarlo”. De alguna
manera, estaba mostrando la necesidad que tenemos, cada uno de nosotros, de ir a buscar
de Dios diariamente. Es cierto que nos cuesta buscarlo, leer la palabra, levantar nuestros
brazos en medio de luchas o pruebas. Pero el Señor nos dice que cada día Él nos va a
sustentar.
La orden de Dios fue que el pueblo comiera diariamente de ese Maná. Y dice la Escritura,
que ninguno del pueblo que peregrinó por el desierto, sufrió ningún tipo de enfermedad
(tampoco se gastó su calzado y su vestido). Ellos se acostumbraron a vivir en lo
milagroso. Porque el Maná tenía los nutrientes necesarios para mantener su estado físico
en perfectas condiciones.

-La importancia nuestra comunión diaria:


Al buscar nuestra porción diaria en la presencia de Dios, cada día, comenzaremos a vivir
firmes, contentos, seguros, sanos (física y emocionalmente) y prósperos. Así entramos en
la esfera de lo sobrenatural que El Señor preparo para nosotros.
Se van a ir los temores, los complejos y las depresiones. La gente comenzará a
preguntarnos: -“ ¿Qué vitamina estas tomando? Querrán saber como hacemos para estar
tan bien y tan felices, a pesar de nuestros problemas. Nosotros vamos a responderles, que
la formula esta en ir a buscar a Dios cada día y recibir lo que el tiene para nosotros.
¡Porque Cristo es el pan de vida!
Lecciones de Células – Pág. 22

El Salmo 104:15 dice:


“Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace brillar el rostro, Y el pan
sustenta la vida del hombre”
El vino es símbolo de la presencia del Espíritu Santo en nosotros. Es muy importante tener en
cuenta, que también dice la Biblia que los borrachos no heredaran (entraran) el reino de los
cielos.
Tomando vino o aceite no se sustenta el cuerpo, sino que se sustenta comiendo del Maná (del
cielo), que es la vida de Cristo. No solo en los cultos de fines de semana o en la célula, sino
buscando cada día su presencia en oración, para recibir nuestro sustento espiritual.

-La importancia de la oración:


Uno de los puntos débiles de la iglesia de hoy es la falta de oración. Muchas veces esa falta de
oración, no nos permite ver su gloria y recibir así todo aquello que Dios tiene para nosotros.
Por eso dice la Biblia en Marcos 14:38. “Velad y orad, para que no entréis en tentación”
En el libro de Lucas 9:32, dice:
“Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; más permaneciendo
despiertos, vieron la gloria de Jesús”
¡Si permanecemos despiertos espiritualmente (en oración), veremos la gloria de Dios en
nuestras vidas!
El sueño en la Biblia tiene que ver con esa falta de entusiasmo, de disciplina, de dejar nuestra
búsqueda para mañana. Diciendo: “hoy estoy cansado, tengo problemas”. Sin entender que
ese es el día en donde Dios quiere revelarse en nuestras vidas.
Una persona no puede subsistir comiendo solo una comida por semana.
Los mismo médicos recomiendan que comamos cada tres o cuatro horas para que el
metabolismo este en constante funcionamiento.
Nuestro organismo necesita el sustento para mantenerse saludable, al igual que nuestra
vida espiritual necesita de la comunión con Dios para fortalecerse.

Conclusión:
Dios tiene una porción para ti cada día, de fortaleza, favor, palabra, sabiduría, gozo y e
victoria, por medio de Su sustento espiritual.
Por eso es tan importante orar, leer la Biblia, escuchar música cristiana, leer libros
cristianos; para que tu espíritu sea enriquecido. Así cuando llegue la tentación, te
encontrara fortalecido espiritualmente.
¡Este es el día para que tomes esa porción que Dios tiene para tu vida!

Preguntas de reflexión:
-¿Por qué el pueblo de Israel no debía tomar más de una porción diaria?
-¿Estás confiando en la provisión de Dios para tu vida en lo diario, o le estas dando lugar
a la duda?
-¿Por qué el Señor les dejaba el pan a la entrada y no se los daba en la boca?
-¿Estás yendo a buscar tu porción diaria a la presencia de Dios cada día? ¿Por qué?
-Dice la Biblia que el pan sustenta la vida del hombre. ¿Está siendo sustentada tu vida
espiritual a diario con el pan del cielo (la presencia del Espíritu Santo)?
-¿Cuáles son los impedimentos que traban tu vida de oración? ¿Cómo puedes
contrarrestarlos?
Lecciones de Células – Pág. 23

Las Propuestas del Diablo


Texto: Éxodo Cap. 8:25-35
El primer y gran engaño del diablo, comenzó diciéndole al hombre, que si aceptaba sus
sugerencias, podría obtener algo mayor a lo que Dios ya le había dado. Lo convenció de
llegar a ser aún más poderoso, como Dios.

Cuando la mujer probó del árbol, probó la desobediencia. Comió del fruto del cual Dios le
había advertido: “Si comieres, ciertamente morirás”. Por eso, comprobó que tal propuesta
del enemigo era mentira. Siempre que viene la tentación y la sugerencia del enemigo, detrás
de eso, hay “muerte”. La Biblia dice que el diablo viene a matar, hurtar y destruir.

La tentación es una estafa, una gran mentira. El enemigo estafó a Adán y Eva, mostrándoles
algo que en realidad no existía. Podemos decir el proverbio “El hombre propone y la mujer
dispone” al lenguaje Cristiano sería “El Diablo propone y yo dispongo”. Satanás sigue
intentando estafar al hombre. Una de sus características es la persistencia. Y lo consigue,
porque la ausencia de Dios en el hombre genera frustración.

Egipto: tierra de esclavitud (el mundo).


Faraón: El pueblo lo tenía como un dios, simboliza al Diablo que presenta sus propuestas al
creyente (Moisés).
Moisés: Instrumento de Dios, creyente actual que no acepta las propuestas del Diablo.

Veamos las diferentes propuestas que el Faraón le hizo a Moisés y que el diablo nos hace a
nosotros en nuestros días:

La primera propuesta fue: -“Ustedes quieren adorar a Dios. No hay problema. Adoren a
Dios, pero no se vayan de Egipto”.
Egipto representaba en aquel momento a la tierra de esclavitud. Significaba el pasado, el
lugar en donde ellos no querían estar. Allí estaban bajo la autoridad de los ídolos
abominables a Dios, las imágenes de los egipcios.

Trayéndolo al tiempo presente, significaría tener una “imagen cristiana” (venir a la iglesia
los domingos) pero estar en “Egipto” (símbolo de las costumbre mundanas) durante la
semana. Es decir, vivir todos los días, compartiendo con los ídolos del mundo y sus
costumbres, pero el domingo ir a adorar a Dios en la iglesia.
La primera propuesta es “ser hipócrita”. La hipocresía espiritual es un gran adversario que
debemos vencer dentro de la iglesia.
En cada uno de nosotros, está esa tendencia a tener una imagen fuera y a tener una imagen
dentro. A vivir de una manera dentro, y de otra afuera. Nos mostrarnos muy espirituales y
dadivosos aquí, pero en lo cotidiano somos un mundano más. Nos reímos con los mismos
chistes. Miramos lo mismo y hablamos como ellos. Usamos su “lenguaje”. O tal vez tenemos
la misma filosofía del mundo, de astucia y mentira.

La Biblia dice en Romanos 12:2 “no os conforméis a este siglo”. Esto significa: “No tomen
la forma del mundo, no se parezcan. No sean hipócritas como los religiosos de aquel
entonces”. En la época de Jesús, los religiosos estaban en las esquinas, y levantaban sus
vestiduras, en las que llevaban unos hilos largos, que representaban su santidad. Levantaban
sus brazos y la gente les rendía honor y admiración. Pero Jesús pasaba y les decía: -
“Sepulcros blanqueados, por fuera están blancos pero por dentro están podridos, arruinados,
muertos”. Dios detesta la hipocresía, la “careta”, la falta de sinceridad.
Lecciones de Células – Pág. 24

No conviene estar en la iglesia y no cambiar. Aquí estamos para ser transformados, no para
ser “religiosos”. Estamos para tener un corazón rendido ante Dios. Nuestra repuesta es:
“No conviene que hagamos así..” Exodo 8:26

La segunda propuesta fue: -“Conságrense pero no vayan muy lejos. No se comprometan


demasiado”. (Vs. 26-28).
El Faraón dijo: -“Bueno... ¿Quieren ser cristianos? Esta bien, pero no se vayan muy lejos
del mundo. Quédense cerca”. Y entonces Moisés le respondió: -“No, esto no es conforme a lo
que nosotros queremos”.

El muy lejos significa no te comprometas mucho con las cosas de Dios, dile no al liderazgo,
al evangelismo y a todo lo que tu pastor te quiere comprometer. No nos conviene estar cerca
de la tentación ni jugar con el pecado. El que se constituye amigo del mundo, se hace
enemigo de Dios. Por eso, para ser amigos de Dios y tener comunión con el Espíritu Santo,
tenemos que tomar decisiones, y cortar con áreas de nuestra vida que son parte del pasado.

La tercera propuesta fue:-“Si quieren adorar a Dios, que vayan los adultos, pero que se
queden los jóvenes”. (Éxodo 10:8-10).
Este es el principio de lo que el diablo quiere mostrar: “la diversión esta en el mundo”.
Hay jóvenes que dicen: - “A mi no me conviene la iglesia, porque hay muchas cosas que no
puedo hacer. Esto no coincide con esta etapa de mi vida. La fe es para los mayores”. Esto es
exactamente lo que estaba diciendo el Faraón. La mentira del diablo es que “la fe es para los
viejos y la diversión de Egipto para los jóvenes”.

Nuevamente, Moisés le respondió: “No, irá toda la familia junta”.

Yo he escuchado a padres decir lo siguiente: “Mi hijo todavía no quiere venir a la iglesia. No
lo voy a obligar. Va a llegar el tiempo en que lo va a aceptar”.
Hermano, luche a través de la oración y el ayuno, y no deje a su hijo un minuto más en
“Egipto”. Pelee por él, sáquelo de Egipto. En Egipto hay muerte, SIDA, promiscuidad, hijas
embarazadas, droga, etc. Esto es para que tomemos conciencia. Si nuestros hijos están en el
mundo, están en peligro. Y la propuesta del enemigo hoy es:
- “Andad a la iglesia, buscad de Dios, pero que el nene o la nena que hagan su vida; total
cuando sean grandes, van a decidir”. Por supuesto que no los podemos obligar a venir a la
iglesia, pero lo podemos ganar en el Espíritu, en la fe y la oración.
¡Tu familia completa tiene que adorar a Dios! Su lugar no es “Egipto”, donde hay muerte;
sino en Dios, donde está la vida. Lejos del pecado, de la perversión y la inmundicia.
Josué les dijo a los hijos de Israel, cuando estaban entrando en la tierra prometida: -“Elijan
a quien van a adoran; si a los dioses paganos o al único Dios verdadero. Yo ya elegí. “Mi
casa y yo serviremos a Jehová”. ¡No negocies a tu familia!

La cuarta propuesta fue:- “Vayan todos, pero que se quede el ganado” (Éxodo 10:24 y 26).
En pocas palabras les dijo: -“Sean cristianos, váyanse del mundo, con familia y todo.
Solamente dejen el bolsillo”.
Esto representa a aquellos que dicen: -“Que el pastor no me pida el diezmo. Que no me
enseñen a dar, porque yo tengo mis maneras de ganar dinero. La mía es al estilo del mundo,
y todo lo demás lo tengo consagrado”.
Lecciones de Células – Pág. 25

Hay cristianos a los que les gusta todo de la iglesia, menos una “parte”. Es importante ser
íntegros en nuestros trabajos, en el pago de los impuestos y en el desarrollo de la profesión.
Esto también es parte importante de la vida cristiana. Es una forma de ser luz, un
instrumento de Dios que marque la diferencia.
Hay gente que va a preguntar: -“¿Por qué tu pagas todos tus impuestos y también das en la
iglesia? Seguro usted le va a contestar: - “Porque me convertí con bolsillo y todo. Todo
pertenece a Dios, y yo soy un simple administrador”.

¡No tengas temor de entregarle a Dios todo, porque Él lo va a bendecir cien veces más!

Preguntas de reflexión:
¿Cuáles fueron las cuatro propuestas que el Faraón le hizo a Moisés, las mismas que el
diablo nos hace a nosotros en nuestros días?
La primera propuesta fue: “Adoren a Dios, pero sin irse de Egipto”. ¿Estas adorando a
Dios de continuo con tu vida y acciones o hay áreas que todavía están comprometidas con
Egipto?
La segunda propuesta fue: “Conságrense pero no vayan muy lejos. No se comprometan
demasiado”. ¿Cómo estas en cuanto al compromiso con la Presencia de Dios?
La tercera propuesta fue: “Si quieren adorar a Dios, que vayan los adultos, pero que se
queden los jóvenes”. ¿Cuál es tu opinión al respecto, es el evangelio solo para las personas
mayores? ¿Por qué?
La cuarta propuesta fue:- “Vayan todos, pero que se quede el ganado” ¿Te cuesta darle a
Dios o lo haces de todo corazón?
Lecciones de Células – Pág. 26

Cien Veces Más


Texto: Génesis 26: 12 - 13

Este texto hace referencia a un hombre que aparentemente no tenía demasiado dinero. Había
crecido en una tierra y en una situación complicada bajo circunstancias muy difíciles. Este
relato nos ayuda y también nos desafía a entender que la realidad que hoy estamos viviendo
en realidad es el lugar y el momento indicado para que Dios se glorifique.
La Biblia también hace referencia en el libro de Gálatas 6:7 a que todo lo que el hombre
siembre, eso justamente es lo que va a cosechar. En otra palabras, si sembramos sonrisas,
cosecharemos sonrisas; si sembramos en nuestra casa abrazos, respeto, honra... eso mismo
vamos a cosechar. Así es que debemos intentar sembrar cosas buenas para obtener en este
año la victoria de las cien veces más.
Hoy vamos a ver a través del contexto, cuatro cosas importantes que le ocurrieron a Isaac,
para tener bendición cien veces más!!

Podemos hallar el primer principio en los versículos del 1 al 6.

Para poder recibir cien veces más debes evitar tomar atajos.
Evita ir a Egipto. Rehúsa tomar atajos en lugar de confiar y mantenerte firme. Egipto
representaba en esa época a la tierra de la abundancia a causa del río Nilo, donde el terreno
era fértil y siempre había abundantes cosechas. Pero Isaac habitó en la tierra de Gerar, un
lugar desértico, donde había hambre. Tenemos que tener en cuenta que este hombre estaba
con su familia y con personas a su cargo que seguramente le preguntaban que debían hacer.
Isaac, entonces, consultó a Dios si podían bajar a Egipto (donde estaba el río, la fertilidad,
donde su ganado se multiplicaría, allí estaba la solución temporal a todos sus problemas),
pero la respuesta fue una negativa rotunda: -“No desciendas a Egipto”-. Egipto era un atajo.
Muchas veces nos ocurre que teniendo algún tipo de problema, creemos que no necesitamos
orar, que no necesitamos preguntarle a Dios si lo que pienso que soluciona mi situación está
bien o no, simplemente decido actuar con lo primero que se me ocurre y termino usando mis
propios medios... termino confiando solo en mis fuerzas. Pero Dios nos enseña el principio de
esperar firmes y confiados, aún en medio de una tierra donde no pasa nada, para hacernos
grandes.

Para recibir cien veces más debes quedarte en la tierra donde Dios te puso.

Si Isaac iba tras la abundancia visible de Egipto, entonces rehusaba a las promesas visibles
de la abundancia de Dios. Si queremos tener cien veces más debemos confiar en las promesas
de Dios. El significado del nombre de aquella ciudad llamada Gerar quiere decir “dar
vueltas”. Podemos llamarlo rutina, como que siempre es lo mismo, pero Dios te bendecirá en
esta tierra. No descender a Egipto le abría la puerta a la abundancia plena de Dios. No
elijamos atajos, esperemos con fe en Dios. Lo fácil es corto y pasajero. Egipto representaba
lo fácil y Gerar representaba confiar en las promesas y escuchar la voz de Dios esperando la
salida que Él les daría.
La Biblia dice en Gálatas capitulo 2, que las promesas que le dio a Abraham y a Isaac son
para nosotros. Si nos quedamos en la voluntad de Dios, aunque parezca lento y que estamos
dando vueltas, a través de la fe y la obediencia vamos a recibir toda la bendición.
En Génesis 22 también podemos notar el ejemplo de fe y de obediencia de Abraham, padre de
Isaac, donde éste último pudo demostrar fidelidad hacia a Dios porque vivió situaciones
difíciles, de las cuales Jehová lo salvó.
Lecciones de Células – Pág. 27

Para recibir cien veces más debes dejar de lado el temor.


Podemos notar en los versículos 6 y 7 que Isaac antes de recibir cien veces más tuvo que
luchar contra el temor en su vida. La misma palabra: temor, que se utiliza aquí es igual a la
que el apóstol Pablo le compartió a Timoteo, cundo le dijo: “Dios no te ha dado un espíritu
de temor, sino de fe, de dominio propio, de conquista”.
El temor también se puede entender como timidez o vergüenza. Muchas personas fracasan o
se esconden por encerrarse en esa postura tímida y vergonzosa por miedo a que lo que
desean salga mal. Muchas veces le damos lugar al temor, a los complejos diciendo: “no
puedo, no sirvo, no soy capaz, no puedo hacer lo que otros hacen”. Pero si nos mantenemos
en su voluntad, Él cambiará lo débil en fuerte. Cambia el espíritu de derrota por el espíritu
de victoria que Cristo ya te entregó.

Para recibir cien veces más debes arrepentirte de todo pecado oculto
En los versículos 8 y 9 podemos observar que Isaac engaña al rey diciéndole que Rebeca era
su hermana, por temor a sufrir la muerte, hasta que es visto abrazándola por el mismo rey
quien lo llama y le recrimina su actitud mentirosa. Muchas veces Dios, antes de una gran
victoria, permite que sea abierta una ventana en nuestra vida para que podamos ver cosas de
las cuales tenemos que arrepentirnos delante de Él, para poder vivir en un tiempo de
abundancia. El rey le dijo: “¿Por qué no me dijiste antes?, yo no te hubiera matado”, es más,
dice la escritura que a pesar de todo Isaac halló gracia delante del rey y éste terminó
diciendo al pueblo que nadie debía tocar a Isaac ni a Rebeca, porque si alguien se atrevía,
pagaría con su propia vida.
Luego de este hecho, Isaac sembró en aquella tierra y cosechó al ciento por uno.

Conclusión

Es tiempo de confiar en que Dios quiere bendecirte cien veces más! No tomes atajos, ni
salidas rápidas que puedan alejarte de Dios y del plan maravilloso que tiene para tu vida.
Busca lo bueno de cada situación y verás que donde Dios te puso, hay bendición.
Atrévete a sumergirte en su Palabra y en sus Promesas. Dios no desampara a quienes le
creen!! Él tiene un amor perfecto y sin límites para ti.

Preguntas de reflexión:

1- ¿Qué significaba ir a Egipto? ¿Alguna vez has querido tomar “atajos” frente a algún
problema?
2- ¿Hay bendición donde Dios nos pone? ¿Qué representa Egipto y que representa
Gerar en mi vida?
3- ¿Qué es necesario dejar de lado para ser bendecido cien veces más?
4- ¿Hay algún área en tu vida donde sientas que por el temor no te animas a avanzar?
Lecciones de Células – Pág. 28

La Comunión tiene Recompensa


San Mateo 6:6

En los tiempos bíblicos donde se establecía una batalla, una lucha, la recompensa se llamaba
botín. El ganador tenía derecho de recoger el botín, el cual podía consistir en oro, riquezas,
tierras o esclavos. Para poder tener una recompensa hay que pasar primero por una batalla,
un desafío y ganar, entonces la comunión tiene recompensa.

No permitas que el fuego se apague


La Biblia nos cuenta que Jesús al irse de esta tierra, dijo que iba a enviar a uno como Él, el
llamado paracletos (al Espíritu Santo). Jesús subió a los cielos sabiendo que volvería a
buscar a su pueblo, pero mientras tanto dejó al paracletos, para que cada vez que clames a
Él, cada vez que lo busque de una manera especial, se haga real en tu habitación.
Es importante que entendamos que el Espíritu Santo no es una persona física, sino espiritual,
y al encontrarnos con él estamos teniendo comunión con una persona que siente, una persona
que piensa, una persona que tiene voluntad, una persona que quiere hacernos bien y que
nunca nos va a fallar. Él es nuestro mejor amigo.
En San Mateo 6:6 dice: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora
a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Esto quiere decir que hay recompensa a la comunión.

¿Cómo viene la recompensa? Viene cuando me encierro y me dispongo a orar.


En el libro de Malaquías 1:10a. (Leer) el profeta está diciendo: “Yo prendí el fuego en el
altar, pero las puertas del templo están abiertas y el frío gélido del mundo, el viento del
mundo está comenzando a soplar y el altar que yo encendí se está apagando.
Esto nos lleva a reflexionar sobre los vientos, Jesús se tuvo que enfrentar a una tormenta y
reprendió los vientos. El Señor nos dice: “Cierra la puerta porque hay correntada y se está
apagando el fuego”. Los vientos tipifican a las modas, las tendencias y las tentaciones que
vienen a apagar lo que Dios encendió. Él está llamando a sus sacerdotes, a su iglesia, a cada
uno de nosotros para decirnos: “En estos días el viento está soplando más que nunca sobre
este mundo, la frialdad, la apostasía y la rebeldía se han instalado. Una forma tibia e
irreverente delante de Dios se ha instalado y sabemos según la Biblia que todo esto irá de
mal en peor. Pero mientras esto suceda en el mundo, en la iglesia se deben cerrar las puertas
y se debe cuidar el fuego. Esto es para nuestro corazón y también para la iglesia; no debemos
permitir que las corrientes de este mundo ingresen a la iglesia diciendo: “Bueno, si en el
mundo se hace, ¿porque no acá?”. Entonces sucede como dice la Biblia, que comenzamos a
llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno. No permitamos que los vientos apaguen el fuego.
No hay nada más frustrante que haber recibido algo de Dios, una fuerte pasión por su
presencia y haberlo perdido, dejando que el viento frío del mundo entre a nuestro corazón.

Cierra la puerta
En el libro de Nehemías capitulo uno, nos habla del pueblo que salió cautivo de Jerusalén.
Nehemías 1:3(Leer).
Las puertas en la Biblia nos indican acerca de la autoridad y de la influencia. Los sabios, los
profetas, las personas de autoridad, aquellas personas que tenían algo para hacer o para
decir se sentaban a las puertas. Las puertas cerradas establecían un marco de protección
para las naciones. Cuando vinieron los enemigos de Israel a atacarlos, lo primero que
hicieron fue derribar los muros y quemar las puertas y cuando esto aconteció, entraron y
tomaron cautivos al pueblo de Dios. Pero hay una gran noticia: “Jesús reconstruye puertas”,
Lecciones de Células – Pág. 29

esta palabra es para que nuestra vida espiritual sea reconstruida y para comenzar a vivir en
victoria.
En San Mateo 6:6 nos dice que debemos cerrar la puerta cuando oremos.
Este es el tiempo donde nosotros tenemos que definirnos y pararnos firmes diciendo: “Este es
el año donde voy a tomar la victoria, donde voy a vivir una nueva realidad espiritual, donde
voy a tomar lo que he estado esperando por años”.
¿Cuál es el secreto, o la clave para que esto ocurra?
Cuando el Señor habla de cerrar la puerta está haciendo referencia a la privacidad, lo cual
significa que no hay nada más importante que Él y que debe ser el centro de atención. El
Señor está queriendo decir que al cerrar la puerta debemos establecer un marco donde lo que
voy a hablar con él, no debe compartirse con los pensamientos y la preocupaciones ya que lo
único que provocan es distracción que me impide llegar a una buena comunión con el Señor.
Debemos aprender que al cerrar la puerta, estamos entrando en un tiempo exclusivo con
Dios, dejando de lado todo tipo de distracción.
También la Biblia dice que debemos orar en nuestro cuarto. No dice que lo hagamos en la
cocina, o mirando televisión, mientras caminamos, en el subte, donde podemos distraernos,
sino que nos dice que cuando oremos en nuestro cuarto, Él se manifestará y nos
recompensará en público. Dios quiere un lugar exclusivo para estar con Él.
Cuando el Señor hace referencia al cuarto, en realidad está hablando de intimidad, donde
somos nosotros mismos, donde nos sinceramos, donde somos transparentes y auténticos,
donde no mostramos una imagen, una apariencia, donde no tenemos un prestigio o un
nombre que cuidar, donde somos simplemente una persona necesitada, hambrienta y
desesperada por Dios.
Es en ese cuarto donde vas a tener acceso exclusivo hacia Dios. Él y tu persona se unirán en
un encuentro espiritual que cambiará y renovará tu vida para siempre.

El Lugar secreto
Cuando el Señor dice en su palabra: “Ora a tu Padre que está en lo secreto”
Aquí podemos encontrar otra clave importante. Cuando el Señor dice en su palabra “Buscad
y me hallareis, llamad y se os abrirá”
Cuando habla del secreto, pereciera que el Padre nos deja ver en su palabra que Él tiene
como un lugar exclusivo, un escondite que para el mundo está cerrado pero para sus hijos
está abierto. Quiero animarte a frecuentar ese escondite, como lo hizo Moisés cuando le dijo:
“Señor si tu gloria, si tu presencia que yo frecuento cada día no ha de ir conmigo, entonces
no me saques de aquí”
David dijo: “El que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente”,
ese es el lugar secreto, el abrigo del altísimo. El que habita en el lugar secreto morará bajo
la sombra del omnipotente, David continuó diciendo: “Diré yo a Jehová; castillo mío,
fortaleza mía, mi Dios en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador y de la peste
destructora, con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro”. Dios quiere que
descubramos nosotros también ese lugar secreto en el cual David habitaba.

En 2 de Reyes 4:1-5 (Leer)


¿Que ocurrió cuando ella se tuvo que encerrar?
Ella al encontrarse con Eliseo le dijo que no tenía nada, que iba a perder a sus hijos, quienes
serían llevados como esclavos. Y el hombre de Dios le respondió en otras palabras: “La
solución está detrás de la puerta, cuando te encierres, Dios cancelará todas tus deudas, él se
comenzará a glorificar en tu vida y el aceite del Espíritu Santo no va a cesar de fluir”.
¿Qué tuvo que hacer esta mujer para recibir el milagro de parte de Dios?
Lecciones de Células – Pág. 30

Tuvo que encerrarse y creer; eso es lo que nosotros debemos hacer para ver la gloria de Dios
fluir en nuestra vida, porque hay recompensa a la comunión.
Las vasijas fueron llenas del aceite. Si en tu vida hay un vacío, Dios lo llenará con su aceite
fresco!!
Podemos encontrar otro ejemplo en la historia de la mujer sunamita. Esta historia hace
referencia a una mujer que invitaba insistentemente a Eliseo para que comiera en su casa y
cuando él pasaba por aquella ciudad, venía a comer a su casa, hasta que esta mujer terminó
preparándole un cuarto en su casa para él. Luego Eliseo le declaró que ella tendría un hijo,
este nació, se crió y siendo ya más grande se descompuso y murió. Ella fue y lo acostó en el
cuarto donde años atrás había dormido el profeta, en la misma cama. Y luego fue a buscar a
Eliseo, lo convenció al profeta para que volviera a aquel cuarto.
Dice la escritura en 2 de Reyes 4:32-36 (Leer) que Eliseo cerró la puerta y oró. ¿Qué pasó
luego?
Dios lo resucitó. Volvieron a la vida los proyectos que representaba ese niño, cuando él cerró
la puerta y oró, el calor del Espíritu Santo vino sobre ese niño y revivió.

La recompensa viene detrás de la comunión, cuando nos encerramos con Dios y oramos algo
pasa.
Dios resucitará tus sueños y proyectos cuando te encierres a buscarlo detrás de la puerta y a
solas!!

Preguntas de reflexión:
-¿Cuáles serían para nosotros hoy en día los vientos que pueden apagar el fuego del altar?
-¿Qué representaban las puertas de una ciudad en los tiempos bíblicos? ¿Cómo se
encuentran las puertas de tu vida?
-¿Por qué creés que dice en San Mateo 6:6, que la puerta debe estar cerrada?, ¿a que está
haciendo referencia?
-¿Cuál es el lugar indicado para orar según este pasaje?

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