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LA INTELIGENCIA

La capacidad de generar información nueva combinando la que


recibimos del exterior con aquella de la que disponemos en nuestra
memoria. Se trata de una capacidad general que implica varios
factores: el pensamiento abstracto dirigido hacia la resolución de
problemas o en la capacidad de adquirir conocimientos.
la inteligencia es el término global mediante el cual se describe una
propiedad de la mente en la que se relacionan habilidades tales como
las capacidades del pensamiento abstracto, el entendimiento, la
comunicación, el raciocinio, el aprendizaje, la planificación y la
solución de problemas.
La RAE define la inteligencia, entre otras acepciones, como la
«capacidad para entender o comprender y para resolver problemas».
La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como
la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o
capacidad de almacenarla.
La inteligencia es una capacidad mental muy general que, entre otras
cosas, implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas,
pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender
rápidamente y aprender de la experiencia. No es un mero aprendizaje
de los libros, ni una habilidad estrictamente académica, ni un talento
para superar pruebas. Más bien, el concepto se refiere a la capacidad
de comprender nuestro entorno.
Desarrollo de la inteligencia.
Los test para evaluar el cociente intelectual fueron empleados,
inicialmente, para predecir el rendimiento escolar.
los pedagogos muestran gran interés en los diferentes aspectos
relacionados con la inteligencia y sus factores 1422 condicionantes,
tanto psicológicos y biológicos como socioculturales. Algunos de
estos condicionantes son:
-Factores hereditarios: el carácter hereditario no significa una
relación lineal ni que se encuentre predeterminado. La combinación
de genes ofrece multitud de posibilidades. Es un factor más, no
determinante. Es un factor más, no determinante.
-Otros factores biológicos: la migración de mayor densidad de
neuronas especializadas en almacenar conocimiento, desde el
tronco encefálico hacia la corteza cerebral, crea conexiones
sinápticas más entrelazadas en los primeros meses de vida.
-Factores ambientales: el entorno del individuo es crucial para el
desarrollo de la inteligencia; situaciones muy opresivas pueden
limitarla al generar inestabilidad emocional. El medio sociocultural es
muy importante en el desarrollo intelectual de un individuo.
Educación: una educación esmerada puede proporcionar valiosas
herramientas para desenvolverse.
Motivación: un individuo puede desarrollar mejor su inteligencia si es
motivado por su familia o personas de su entorno a mejorar su
percepción cognitiva.
Hábitos saludables: una dieta sana genera mejores condiciones para
desarrollarse. Dormir adecuadamente facilita el desarrollo de los
procesos cerebrales.
Principio de lateralidad.
El neurofisiólogo Roger Sperry en sus trabajos demostró que
nuestros dos hemisferios cerebrales. El hemisferio cerebral izquierdo
domina aspectos como el lenguaje, la solución de problemas lógicos
y el pensamiento analítico; mientras que en el hemisferio derecho
destacan la comprensión espacial, musical o el dibujo.
-La creatividad. En el proceso creativo, los hemisferios cerebrales se
encuentran en actividad al mismo tiempo, funcionando de forma
coherente e integrada en el acto creador, aunque cada hemisferio es
dominante en ciertas actividades, los dos están básicamente
capacitados en todas 1424 las áreas y las habilidades mentales se
hallan distribuidas por toda la corteza.
Robert Plutchik, quien identificó y clasificó las emociones en 1980
propuso considerar ocho categorías básicas de emociones las cuales
motivan varias clases de conducta adoptiva: temor, sorpresa,
tristeza, disgusto, ira, esperanza, alegría y aceptación.
-Aspectos fisiológicos de las emociones. La emoción es un fenómeno
consciente de nuestra capacidad de respuesta. El humano responde
a circunstancias y a entradas específicas con combinaciones de
reacciones mentales y fisiológicas. Estas respuestas son
frecuentemente inducidas por sustancias químicas que estimulan el
sistema límbico, esto es, el hipotálamo y la amígdala cerebral. El
cerebro actúa como instrumento de control de las emociones.
El hipotálamo contiene los centros que gobiernan los dos sistemas
autónomos (simpático y parasimpático), por lo que ejerce un papel
esencial en el conjunto de la vida afectiva, pasional y emocional, Las
emociones van siempre acompañadas de reacciones somáticaspero
las más importantes son:
-Las alteraciones en la circulación.
-Los cambios respiratorios.
-Las secreciones glandulares
El Sistema Nervioso es el encargado de regular los aspectos
fisiológicos de las emociones. El sistema nervioso autónomo acelera
y desacelera los órganos a través del simpático y para-simpático; la
corteza cerebral puede ejercer una gran influencia inhibitoria de las
reacciones fisiológicas.
Es importante recordar que aun las emociones llamadas ‘positivas’
pueden tener aspectos peligrosos o inconvenientes. Por ejemplo: el
entusiasmo, a veces, puede conducir a un comportamiento impulsivo.
Imaginemos que en una reunión es presentado un proyecto que nos
entusiasma tanto que nos ofrecemos voluntarios para dirigirlo, a
pesar de que estamos saturados de trabajo. O la alegría que nos
produce un ascenso, lo que hace que vayamos por ahí jactándonos
ante nuestros colegas, uno de los cuales ha sido rechazado.
Podemos aprender muchísimo (y ejercer influencia) sobre nuestras
emociones, así como aprendemos sobre matemáticas o geografía.
Entrenarse en el desarrollo de las aptitudes emocionales permite
desarrollar la capacidad de manejar las emociones idóneas para
cada acción y regular su manifestación, manteniendo el equilibrio
emocional; transmitiendo estados de ánimo para generar actitudes y
respuestas positivas; aprendiendo a evaluar el ‘costo emocional’ de
situaciones y acciones; desarrollando destrezas sociales, forjando y
manejando relaciones con clientes, proveedores, colegas, etc.,
extendiéndolo a la vida familiar y social. De hecho, la estructura
emocional básica puede ser modificada mediante una toma de
conciencia y cierta práctica: los circuitos neurológicos involucrados
pueden alterarse o reforzarse con la repetición de ciertos hábitos. Allí
se abre una oportunidad única para desarrollar la Inteligencia
Emocional: la infancia y la adolescencia son dos momentos
El aprendizaje es capaz de moldear, en definitiva, algunos aspectos
importantes de la realidad emocional individual y colectiva.
mañana, porque el cerebro emocional tarda semanas y meses en
cambiar sus hábitos, no horas y días. Para llegar al punto en que un
hábito nuevo reemplaza a otro se requiere cierta práctica. Los
estudios clínicos realizados sobre cambios de conducta demuestran
que, cuanto más tiempo pasa alguien esforzándose por cambiar, más
durable será ese cambio. Cuando la persona tiene un conocimiento
eficaz sobre la Inteligencia Emocional puede encauzar, dirigir y
aplicar sus emociones, permitiendo así que las mismas trabajen a
favor, y no en contra de su personalidad. De esta forma, las
emociones pueden guiar todas las actitudes de nuestra vida hacia
pensamientos y hábitos constructivos, que mejoren en forma
absoluta los resultados finales que queremos alcanzar.
A causa de que las emociones, los pensamientos y las acciones se
entrelazan, nuestras estrategias para forjar una educación
emocionalmente inteligente debe hacer uso de varios principios a la
vez. No se trata de un procedimiento simplista ni demasiado
complejo, sino meramente realista y práctico.

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