La extraña semejanza entre todas las lenguas romances
He mostrado, en los capítulos sobre el vocabulario y la gramática, cuán próximas son las lenguas romances entre sí, cualquiera que sea su posición geográfica (desde Rumania hasta Portugal), y cualquiera que sea la fecha de la ruptura con el Imperio romano. Recuerde todas esas palabras de la vida corriente casi idénticas en todas las lenguas romances y en todos los casos completamente diferentes de las palabras latinas.
Recuerde todas las formas gramaticales idénticas en todas las
lenguas romances y que difieren del latín: la ausencia de declinaciones, la carencia de género neutro, el pasado compuesto, el tratamiento de usted… Para ilustrar aún más la fuerte semejanza entre todas las lenguas romances, he tomado cuatro frases latinas al azar y las he traducido en cuatro lenguas romances. Juzgue por usted mismo la impresionante semejanza entre las frases romances y qué divergentes son del latín. Usted notará que el orden de las palabras de una frase (lo que los gramáticos denominan la sintaxis) es siempre la misma en todas las lenguas romances, y es siempre diferente de la sintaxis en latín. Comencemos por una frase muy simple.
Latín Musicane delectaris?
Francés Tu aimes la musique ? Español ¿Te gusta la música ? Italiano Te piace la musica ? Rumano Iti place muzica ?
En latín sólo se ve la forma interrogativa –NE como sufijo. No
queda de ella la menor traza en las lenguas romances. En latín solo vemos la forma pasiva que utiliza una R final (DELECTO: atraer, DELECTOR: ser atraído). No queda la menor traza de eso en las lenguas romances. No hay artículos en latín. Los hay en todas las lenguas romances. Para estas cuatro frases romances, encontramos la misma sintaxis, incluso frases casi idénticas.
Latín Quo eunt equi quatuor ?
Francés Où vont les quatre chevaux ? Español ¿A dónde van los cuatro caballos ? Italiano Dove vanno i quattro cavalli ? Rumano Unde merg cei patru cai ? En este ejemplo, se ven claramente sintaxis completamente diferentes: el latín (caballos cuatro) corresponde a ‘los cuatro caballos’ en todas las lenguas romances.
La palabra latina EQUUS (caballo) no existe en lengua romance
alguna, en las que se utiliza la palabra CAVAL más o menos deformada.
Nos queda la palabra QUATRE que parece tan cercana al latín.
¡Atención! La palabra termina en latín en “T-vocal”, mientras que en todas las lenguas romances termina en “T-R-vocal”.
Latín Facilius in mensa ponitur poculum
Francés Il est plus facile de poser le verre sur la table Español Es más fácil poner el vaso sobre la mesa Italiano E piu facile de porre il bichierre sul la tavola Rumano Este mai usor sa pui paharul pe masa
En esta frase tenemos numerosas formas gramaticales
propias del latín, inexistentes en las lenguas romances: sintaxis, verbo deponente, comparativo, ausencia de artículo, conjugación. A la inversa, observe cómo las frases en las lenguas romances son tan próximas entre sí tanto en el plano del vocabulario como en el de la sintaxis. Además, el latín FACILIUS es el comparativo de FACILIS y quiere decir “más fácil”. No existe ninguna lengua romance que, para formar un comparativo, agregue tal terminación al adjetivo. Las lenguas romances utilizan los adverbios PLUS/PIU o MAS/MAI.
Latín Certus sum me Alicujus rei oblitum esse
Francés Je suis sûr d’ avoir oublié quelque chose Español Estoy seguro de haber olvidado algo Italiano Sono sicuro di avere dimenticato qualcosa Rumano sunt sigur ca am uitat ceva
En este último ejemplo, se encuentra el uso en latín de un verbo
deponente, forma gramatical que no existe en las lenguas romances. Notamos igualmente que el verbo latino “ser” (esse) se traduce en todos los casos como “haber”. La traducción palabra por palabra de esta frase es la siguiente: «seguro estoy mi alguna cosa olvidado ser». Este ejemplo ilustra una vez más que el orden de las palabras en las frases latinas no tiene correspondencia en las lenguas romances, y que el orden de las palabras de las frases de las lenguas romances es siempre el mismo.
Una fuerte similitud a pesar de las diversas influencias
La fuerte similitud entre las lenguas romances no puede explicarse por una evolución idéntica del latín en todas las regiones del Imperio romano ya que cada una de las zonas geográficas romanas (la Dacia, la península ibérica, la Galia, etc.) tiene su propia historia lingüística. En cada ocasión, la nueva lengua aportada por los romanos fue adoptada por los hablantes de lenguas diversas, y transformada luego bajo la presión de los sucesivos invasores. En lo que se refiere a la Galia, por ejemplo, podemos imaginar que los galos cruzaron su lengua con la de los romanos para hacer un galo-romano, sometido mas tarde a la influencia de los francos que hablaban la lengua “franca”. En Rumania, el escenario fue el mismo: los dacios adoptaron el habla de los romanos para crear un dacio-rumano el cual, a su vez, fue sometido a la influencia de los pueblos germánicos y eslavos durante el periodo de las invasiones. Las historias de las lenguas francesa y rumana son totalmente diferentes. Deberíamos, por tanto (si el francés y el rumano fuesen ambos surgidos del latín), encontrar transformaciones diferentes del latín. Por ejemplo, una lengua podría haber conservado el género neutro, la forma pasiva, un subconjunto de las declinaciones… Pero lo que hemos constatado, en los capítulos sobre el vocabulario y la gramática, es que el francés y el rumano abandonaron —supuestamente— las mismas palabras latinas y las mismas formas gramaticales, y adoptaron —también supuestamente— las mismas palabras no latinas y las mismas formas gramaticales no latinas. La única explicación posible que podemos dar a la semejanza entre las lenguas, a pesar de las influencias exteriores muy diferentes, es que los romanos aportaron una lengua romance y no el latín. Y esta lengua romance no puede ser otra que el italiano. De igual manera, la idea generalmente extendida según la cual el francés es diferente del latín a causa de las influencias lingüísticas sucesivas (el galo y el franco) no resiste el análisis. Si el francés y el rumano son diferentes del latín, no fue debido a la influencia de los galos y de los Francos, para el caso del primero, ni bajo la influencia de los dacios y de los invasores germánicos y eslavos en el caso del segundo, ya que no vemos por medio de qué milagro, pueblos tan diferentes, habrían podido realizar exactamente las mismas modificaciones.