Você está na página 1de 3

Sexta prueba

Las lenguas romances son casi idénticas entre sí

La extraña semejanza entre todas las lenguas romances


He mostrado, en los capítulos sobre el vocabulario y la
gramática, cuán próximas son las lenguas romances entre sí,
cualquiera que sea su posición geográfica (desde Rumania hasta
Portugal), y cualquiera que sea la fecha de la ruptura con el
Imperio romano. Recuerde todas esas palabras de la vida corriente
casi idénticas en todas las lenguas romances y en todos los casos
completamente diferentes de las palabras latinas.

 VOLCAN, BAHIA, PLAYA, ROCA, LAVA…


 PANTALON, CAMISA, VESTIMENTA…
 GATO, CABALLO, JUMENTO, RATA …
 MAÑANA, TARDE, JAMAS, SEMANA, JORNADA…
 CONDE, VASALLO, ASAMBLEA, RAZA…
 PALABRA, ORGULLO, FUERZA, COSA…

Recuerde todas las formas gramaticales idénticas en todas las


lenguas romances y que difieren del latín: la ausencia de
declinaciones, la carencia de género neutro, el pasado compuesto,
el tratamiento de usted…
Para ilustrar aún más la fuerte semejanza entre todas las lenguas
romances, he tomado cuatro frases latinas al azar y las he traducido
en cuatro lenguas romances.
Juzgue por usted mismo la impresionante semejanza entre las
frases romances y qué divergentes son del latín.
Usted notará que el orden de las palabras de una frase (lo que
los gramáticos denominan la sintaxis) es siempre la misma en todas
las lenguas romances, y es siempre diferente de la sintaxis en latín.
Comencemos por una frase muy simple.

Latín Musicane delectaris?


Francés Tu aimes la musique ?
Español ¿Te gusta la música ?
Italiano Te piace la musica ?
Rumano Iti place muzica ?

En latín sólo se ve la forma interrogativa –NE como sufijo. No


queda de ella la menor traza en las lenguas romances. En latín solo
vemos la forma pasiva que utiliza una R final (DELECTO: atraer,
DELECTOR: ser atraído). No queda la menor traza de eso en las
lenguas romances. No hay artículos en latín. Los hay en todas las
lenguas romances. Para estas cuatro frases romances, encontramos
la misma sintaxis, incluso frases casi idénticas.

Latín Quo eunt equi quatuor ?


Francés Où vont les quatre chevaux ?
Español ¿A dónde van los cuatro caballos ?
Italiano Dove vanno i quattro cavalli ?
Rumano Unde merg cei patru cai ?
En este ejemplo, se ven claramente sintaxis completamente
diferentes: el latín (caballos cuatro) corresponde a ‘los cuatro
caballos’ en todas las lenguas romances.

La palabra latina EQUUS (caballo) no existe en lengua romance


alguna, en las que se utiliza la palabra CAVAL más o menos
deformada.

Nos queda la palabra QUATRE que parece tan cercana al latín.


¡Atención! La palabra termina en latín en “T-vocal”, mientras que
en todas las lenguas romances termina en “T-R-vocal”.

Latín Facilius in mensa ponitur poculum


Francés Il est plus facile de poser le verre sur la table
Español Es más fácil poner el vaso sobre la mesa
Italiano E piu facile de porre il bichierre sul la tavola
Rumano Este mai usor sa pui paharul pe masa

En esta frase tenemos numerosas formas gramaticales


propias del latín, inexistentes en las lenguas romances: sintaxis,
verbo deponente, comparativo, ausencia de artículo, conjugación.
A la inversa, observe cómo las frases en las lenguas romances son
tan próximas entre sí tanto en el plano del vocabulario como en el
de la sintaxis.
Además, el latín FACILIUS es el comparativo de FACILIS y
quiere decir “más fácil”. No existe ninguna lengua romance que,
para formar un comparativo, agregue tal terminación al adjetivo.
Las lenguas romances utilizan los adverbios PLUS/PIU o MAS/MAI.

Latín Certus sum me Alicujus rei oblitum esse


Francés Je suis sûr d’ avoir oublié quelque
chose
Español Estoy seguro de haber olvidado algo
Italiano Sono sicuro di avere dimenticato qualcosa
Rumano sunt sigur ca am uitat ceva

En este último ejemplo, se encuentra el uso en latín de un verbo


deponente, forma gramatical que no existe en las lenguas
romances. Notamos igualmente que el verbo latino “ser” (esse) se
traduce en todos los casos como “haber”.
La traducción palabra por palabra de esta frase es la siguiente:
«seguro estoy mi alguna cosa olvidado ser». Este ejemplo ilustra
una vez más que el orden de las palabras en las frases latinas no
tiene correspondencia en las lenguas romances, y que el orden de
las palabras de las frases de las lenguas romances es siempre el
mismo.

Una fuerte similitud a pesar de las diversas influencias


La fuerte similitud entre las lenguas romances no puede
explicarse por una evolución idéntica del latín en todas las regiones
del Imperio romano ya que cada una de las zonas geográficas
romanas (la Dacia, la península ibérica, la Galia, etc.) tiene su
propia historia lingüística. En cada ocasión, la nueva lengua
aportada por los romanos fue adoptada por los hablantes de lenguas
diversas, y transformada luego bajo la presión de los sucesivos
invasores.
En lo que se refiere a la Galia, por ejemplo, podemos imaginar
que los galos cruzaron su lengua con la de los romanos para hacer
un galo-romano, sometido mas tarde a la influencia de los francos
que hablaban la lengua “franca”.
En Rumania, el escenario fue el mismo: los dacios adoptaron el
habla de los romanos para crear un dacio-rumano el cual, a su vez,
fue sometido a la influencia de los pueblos germánicos y eslavos
durante el periodo de las invasiones.
Las historias de las lenguas francesa y rumana son totalmente
diferentes. Deberíamos, por tanto (si el francés y el rumano fuesen
ambos surgidos del latín), encontrar transformaciones diferentes
del latín. Por ejemplo, una lengua podría haber conservado el
género neutro, la forma pasiva, un subconjunto de las
declinaciones… Pero lo que hemos constatado, en los capítulos
sobre el vocabulario y la gramática, es que el francés y el rumano
abandonaron —supuestamente— las mismas palabras latinas y las
mismas formas gramaticales, y adoptaron —también
supuestamente— las mismas palabras no latinas y las mismas
formas gramaticales no latinas.
La única explicación posible que podemos dar a la
semejanza entre las lenguas, a pesar de las influencias
exteriores muy diferentes, es que los romanos aportaron una
lengua romance y no el latín. Y esta lengua romance no puede
ser otra que el italiano.
De igual manera, la idea generalmente extendida según la
cual el francés es diferente del latín a causa de las influencias
lingüísticas sucesivas (el galo y el franco) no resiste el análisis.
Si el francés y el rumano son diferentes del latín, no fue debido
a la influencia de los galos y de los Francos, para el caso del
primero, ni bajo la influencia de los dacios y de los invasores
germánicos y eslavos en el caso del segundo, ya que no vemos
por medio de qué milagro, pueblos tan diferentes, habrían
podido realizar exactamente las mismas modificaciones.

Você também pode gostar