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Rosa León
Introducción
La familia era el núcleo social, constituían pequeños grupos formados por unas
pocas familias ,las que podían tener 3 o 4 generaciones por descendencia
conformada bajo el principio patrilineal y patrilocal. Con un fuerte concepto de
Cada grupo ocupante de un haruwen estaba vinculado con uno de los cuatro
puntos cardinales, denominados "shó'on" (cielo). Si por cualquier razón un
individuo cambiaba de residencia, automáticamente pasaba a pertenecer
al "cielo" de su nuevo territorio.
Vivienda y vestimenta
Existen indicios de que a partir del año 6.000 a.C. estos cazadores utilizaron
boleadoras esféricas para cazar y herramientas para manipular los alimentos.
Eran de estatura elevada y contextura robusta, la gran agilidad en los hombres
les permitía éxito en la caza, la mujer era más baja y propensa a aumentar de
peso. Las normas estéticas de su cultura los obligaba a depilarse todas las
áreas del cuerpo menos la cabellera que usaban larga y abundante.
Vivienda: Los selk´nam tenían dos tipos de vivienda, kaulvi: la menos usada
usada era una choza cónica y la más común, una tienda o paravientos.
Construían la chozas en zonas de bosque, donde había madera necesaria.
Hacían las paredes con troncos delgados y largas ramas, que enterraban en
forma de círculo, enlazando las puntas en ápice. Ataban una manta de cueros
raspadas de guanaco a la pared, mediante tiras insertadas en los mismos
cueros, o simplemente los afirmaban a intervalos sobre la pared entre los
troncos y las ramas.
Cosmovisión
Pese a la simplicidad de su tecnología, éste grupo étnico poseía un
mundo de creencias muy rico que se expresaba a través de sus mitos,
leyendas y ceremonias sociales que reflejaban su cosmovisión muy particular.
Dentro de la tradición selk´nam, cada cerro, cada curso de agua, cada lugar,
tenía un sentido preciso en el que se mezclaban los aspectos prácticos de la
vida diaria con las abstracciones de carácter sobrenatural. Los selknam no
creen en un ser, que juzgue las acciones humanas. Entre ellos no existe el
concepto de adoración, no veneran al sol, la luna, las estrellas, no conocen
leyes que limiten su comportamiento, ni su importancia como pueblo, sólo
saben distinguir entre la luz y la oscuridad (en este caso los astros de luz son el
sol, la luna y las estrellas pero no son objeto de adoración).
Creen que las estrellas son hombres que han muerto como el fin de la
existencia, por lo tanto dentro de su cosmovisión no figura la idea de otro
mundo después de morir.
Tienen en sí el concepto de la vida y la muerte pero no le temen a ella,
por otro lado si creen en el poder de médicos enemigos que puedan enviarles
la muerte como venganza o castigo de sus acciones.
Ni los hombres ni las mujeres dan a conocer un indicio de práctica religiosa.
Los Onas reconocían a Temaukel, creador el cielo y de la tierra, que era
también dador de la vida y de la muerte. Debemos incluir también a Kénos,
héroe civilizador que en tiempos inmemoriales formó el cielo y la tierra, y era
portador de la ley moral. El arco de lo sobrenatural se completa con una serie
de demonios que, por lo general, acechaban a las mujeres.
Poseían un mundo de creencias muy rico expresado a través de sus mitos,
leyendas y ceremonias sociales. La principal ceremonia era el Hain, reunión
secreta organizada por los hombres, destinada a lograr cuatro propósitos
vitales:
1.- La iniciación de los adolescentes masculinos o Klóketen, quienes pasarían a
formar parte de los cazadores adultos una vez superadas múltiples pruebas.
2.- La 'instrucción' de las mujeres, sobre quienes los hombres manifestaban su
dominación, en especial durante la ceremonia.
3.- Reunir a personas que rara vez se encontraban, aún hombres que eran
enemigos participaban en el mismo Hain.
4.- Realizar los rituales considerados indispensables para la perpetuación de la
sociedad.
Esta ceremonia duraba comúnmente varias semanas o meses y
representaba no sólo una verdadera escuela para los jóvenes, sino también la
ocasión para reafirmar el rol dominante del hombre en la sociedad. Este
complejo evento constituía en su conjunto el eje cultural y psicológico de la
comunidad Selknam.
Creen que las estrellas son hombres que han muerto como el fin de la
existencia, por lo tanto dentro de su cosmovisión no figura la idea de otro
mundo después de morir.
Tienen en sí el concepto de la vida y la muerte pero no le temen a ella,
por otro lado si creen en el poder de médicos enemigos que puedan enviarles
la muerte como venganza o castigo de sus acciones.
Ni los hombres ni las mujeres dan a conocer un indicio de práctica
religiosa.
Los Onas reconocían a Temaukel, creador el cielo y de la tierra, que era
también dador de la vida y de la muerte. Debemos incluir también a Kénos,
héroe civilizador que en tiempos inmemoriales formó el cielo y la tierra, y era
portador de la ley moral. El arco de lo sobrenatural se completa con una serie
de demonios que, por lo general, acechaban a las mujeres.
Poseían un mundo de creencias muy rico expresado a través de sus
mitos, leyendas y ceremonias sociales. La principal ceremonia era el Hain,
reunión secreta organizada por los hombres, destinada a lograr cuatro
propósitos vitales:
1.- La iniciación de los adolescentes masculinos o Klóketen, quienes pasarían a
formar parte de los cazadores adultos una vez superadas múltiples pruebas.
2.- La 'instrucción' de las mujeres, sobre quienes los hombres manifestaban su
dominación, en especial durante la ceremonia.
3.- Reunir a personas que rara vez se encontraban, aún hombres que eran
enemigos participaban en el mismo Hain.
4.- Realizar los rituales considerados indispensables para la perpetuación de la
sociedad.
Esta ceremonia duraba comúnmente varias semanas o meses y representaba
no sólo una verdadera escuela para los jóvenes, sino también la ocasión para
reafirmar el rol dominante del hombre en la sociedad. Este complejo evento
constituía en su conjunto el eje cultural y psicológico de la comunidad Selknam.
Caza y recolección
Resulta una dieta variada la del grupo Selk’nam , se sirven del medio
ambiente cuando les resulta favorable. Su dieta puede ser de un consumo
variado pero, la mayoría de las carne que consume provienen del guanaco ,
moluscos , y ballenas varadas en la costa .Aun así la variedad de aves resultan
importantes como el Colono Austral , Gansos (una variedad de la zona).
Entre las frutas comestibles de la tierra del fuego, debe citarse la frutilla,
que abunda en ciertos sectores en cantidades enormes, y el calafate, que
existen tres tipos, pero de que una sola da frutos y del que se hace un vino
pasable. Esta fruta llamada meech, en ona se produce en racimos de granos
grandes del porte de una arveja grande, de color negro morado, y tiene sabor
agradable, y que conocieron por el hombre blanco, ya que antes creían que a
medida que comían esa fruta se iban poniendo mas negros, otras frutas que
recolectaban eran la murtilla.
Los onas o selknam tenían tendencia a engordar, pese a tener
actividades como la caza, recolección y otros tipo de ejercicios que hacían
mantenerlos en buen estado físico, el hecho de que pasaran temporadas de
hambruna, o escasez de alimento o la incertidumbre del mañana, hacia que
cuando tenían la abundancia de alimentos, comían en grandes cantidades, solo
el amor a la belleza corporal detienen su glotonería.
El indio no usa la sal, teniendo el desconocimiento de este u otro
condimento, siendo la carne su principal alimento no siente la necesidad de el,
solo en los casos en que no encuentra carne y debe alimentarse de vegetales
por varios días, estos no lo satisfacen y sienten que les falta algo que no es
otra cosa que los principios minerales.
El ona es sumamente gourmet , y en consecuencia, ama los bocados
sumamente delicados, como las aves, los huevos, los guanaquitos chicos, y
por sobretodo la gordura de las carnes.
No tienen horas fijas para comer, comen cuando sienten apetito, lo que
si se sabe, es que comen siempre por las mañanas, y en abundancia antes de
salir a cazar. Siente hambre cuatro horas después de haber comido. Nunca
come o bebe cuando despierta de noche.
Son las carnes, principalmente las del guanaco, el principal alimento de
los onas. Las come asadas cortándola con mejillones, piedras afiladas o mas
comúnmente con cuchillos o fierros afilados, que encuentra en la playa y que
provienen de los naufragios. Como tenedor usa sus dedos.
Los onas eran bastante afectuosos, pese a lo que se podría creer, se les veía
acariciando a los niños e incluso los hombres se demostraban afectos entre
ellos con un aparente abrazo que se daba a través del acercamiento en
posición de lucha, que era para mostrar respeto. El respeto era uno de los
sentimientos más fuertes entre los selknam, se respetaba mucho a los mayores
y se solía atender a los consejos de estos.
No era común ver relaciones de afecto entre hombres y mujeres, aunque
fueran matrimonio o vivieran en la misma choza, era una relación mas distante,
al menos públicamente. Sin embargo existe un elemento primordial en la que
los selknam solian mejor demostrar el afecto, el respeto y el cariño, y esa es
con la comida. Los selknam gustaban de compartir mientras comían, daban los
trozos mas grandes a sus invitados o a los mayores, y eran grandes anfitriones,
disfrutaban de atender a sus mas cercanos a través de los alimentos y pese a
que existían delimitaciones entre los grupos, respecto al territorio, cuando
había abundancia de comida, en el caso de ballenas varadas por ejemplo,
llamaban a sus vecinos e invitaban a todos a comer y hacer provecho de la
comida.
Extinción de la etnia
El impacto de la colonización moderna iniciada a fines del siglo pasado,
producto de la explotación del oro en los ríos y el desarrollo masivo de la
actividad ganadera en la Isla de Tierra del Fuego, ocasionó la rápida extinción
de la etnia. Matanzas, deportaciones masivas practicadas por el hombre
blanco, junto a enfermedades infecto-contagiosas introducidas, terminaron por
romper el equilibrio natural de estos grupos. El uso de vesturario occidental,
inadecuado para la lluvia y para las costumbres higiénicas de ellos, puso punto
final a la sobrevivencia de este pueblo.
Para 1966 quedaban aún 13 indígenas de origen sélknam, la mayoría de ellos
mestizos, en el sector argentino de la isla. En mayo de 1974, moriría en la
ciudad de Río Grande, Angela Loij, la última india selknam pura, quien antes de
morir trabajó intensamente con la antropóloga francesa Anne Chapman en la
reconstitución de la historia y cultura de su pueblo en un trabajo de gran valor
antropológico e histórico.
ANEXOS
ANEXOS
Luna es Sho',On Tam, la hija del Cielo, su hermana es Nieve. Su esposo, Sol,
es hermano de Viento. Nieve, el hermano de la Luna, se casó con la hermana
de Lluvia.
Luna (Kre) y Nieve (Xoshé) pertenecen al Sud. Sol (Kren) y Viento (Shenu) son
del Oeste. Lluvia (Chalu), Mar (Ko'oh) y su hermana Tempestad (O'oké) son del
Norte. Este, lugar de la cordillera resbaladiza era el "centro" del universo y la
sede del poder chamánico. Allí está Temukel, Palabra, el más poderoso de
todos.
En la era mítica que se llama hówenli, todas estas fuerzas, lo mismo que
algunas estrellas, habitaron la tierra y fueron poderosos chamanes. Y esa
"gente" de la era de hówenh se llaman los hówenh. Cuando se originó el
mundo actual y la sociedad humana, la mayor parte de los hombres y de las
mujeres howenh fueron transformados en los animales, cordilleras, corros y
acantilados, pampas y valles, lagos y lagunas de la tierra, o sea en lo que se
conoce hoy en día como la Isla Grande, Tierra del Fuego. Uno de los hówenh
se convirtió en arco iris. Tanto antes como después de la metamorfosis, todos
pertenecían a uno de los cuatro cielos (sho'on), como pertenecían también
todos los humanos, los selk'nam, por transmisión patrilineal.
Al igual que los selk'nam después, los hówenh tuvieron sus territorios bien
delimitados, sus har wenh. Toda la isla estaba dividida entre ellos. El har wenh
de Luna, por ejemplo, se llama Apen y se encuentra al sud de la isla, a los pies
de una cordillera de nieves eternas donde, desde luego, habitaba también su
hermano Nieve.
En la era de hówenh Luna era el chamán más poderoso, con excepción de
Palabra. Ella y las demás mujeres dominaron a los hombres. La sociedad
hówenh era pues un Matriarcado. Los grandes chamanes hombres: Sol, Viento,
Lluvia y Nieve, así como todos los hombres, se ocuparon de las tareas
humildes: de llevar las cargas cuando las familias se desplazaban, de cocinar,
de vigilar a los bebés y a los hijos pequeños, de traer el agua para el uso
doméstico, etc.
Las jóvenes hówenh accedían a la posición social de mujer adulta por medio
del rito a lo cual aludimos, llamado ha¡ . A la choza ceremonial, una gran
construcción cónica hecha de troncos, también se le decía hain. En
preparación a la ceremonia ciertas mujeres hówenh, ya iniciadas, se
disfrazaban de espíritus, usando altas máscaras hechas de corteza de árbol o
cuero de guanaco que les llegaban hasta los hombros o hasta las rodillas.
Otros espíritus eran representados por mujeres cuyos cuerpos se pintaban con
arcilla roja y blanca y cenizas sobre lo cual se trazaba dibujos geométricos,
símbolos de su identidad. Un espíritu se cubría de plumones blancos pegados
al cuerpo desnudo y su máscara. Los maquillajes, las máscaras y los
movimientos del cuerpo traducían con tal exactitud la imagen de los espíritus
que los hombres, hówenh, espectadores pasivos, confundían a los actores con
los personajes representados. Los hombres creían que los espíritus surgían de
las entrañas de la tierra y descendían de los cielos para participar de la
iniciación de las mujeres jóvenes en el recinto del hain donde ningún hombre
podía penetrar y ni siquiera aproximarse. Así cada vez que se celebraba el rito
los hombres vieron a los espíritus manifestar su solidaridad con las mujeres y
su aprobación por el dominio que ellas ejercían sobre la sociedad hówenh. Así
era el orden inquebrantable del universo.
Por lo menos así parecía desde "siempre", hasta que un día unos hombres
hówenh, los que después fueron transformados en Sít, (un ostrero), en Kehke
(borotero) y en Chechu (chingolo), todos asociados al cielo del Oeste (el de
Sol), se acercaron al hain para espiar (4). Y lograron sorprenderlo a uno de
los ,,espíritus" en el acto de disfrazarse. Era uno llamado Mata. Se dieron
cuenta enseguida que todos los "espíritus" no eran sino mujeres disfrazadas.
Descubierta la verdad, Sit silbó para alertar a los demás hombres. La mujer que
iba a representar Mata fue aniquilada allí mismo transformándose en cisne de
cuello negro y rostro mitad negro y mitad blanco como ella se estaba pintando
para hacer el papel de Matan. Del interior del hain, las demás mujeres oyeron
el silbido y enseguida apagaron el fuego sagrado (5). Los tres compañeros se
transformaron luego en los pájaros mencionados arriba. Como espías que
eran, ahora caminan sin hacer ruido, mirando hacia todos lados y
confundiéndose con su medio ambiente. Sit conserva siempre el mismo canto,
un silbido de alerta.
El marido de Luna, exasperado por esta revelación, empujó a su mujer al fuego
del hogar. Ella logró escaparse al cielo pero no sin que antes su cuñado,
Viento, también la arrojara al fuego. Con el rostro seriamente quemado y
sintiendo una cólera sin límites, jamás ha dejado de odiar a los hombres.
Cuando abandonó la tierra para siempre, convertiéndose en la Luna, su marido
se transformó en el Sol y desde entonces la persigue por el cielo intentando
atraparla, sin que hasta ahora lo consiga.
Todos los meses la Luna revive este suceso. Aparece llena como en la época
de su antiguo poderío aunque desfigurada por las cicatrices ("manchas"
lunares) que recuerdan la ofensa irreparable. Entonces disminuye hasta
desaparecer para iniciar su nuevo ciclo.
Entonces fue Sol el que enseñó a los hombres a castigar a sus mujeres.
Aunque no pudo o no quiso matar a la suya. Luna fue la única mujer hówenh
del hain femenino que logró salvarse, Sol hizo matar a su hija Tamtam la
hermosa, transformada después en Canario. Y en la sociedad humana las
mujeres selk'nam ocuparon el lugar de los hombres hówenh como
espectadoras pasivas del hain masculino, ellas entonaban el canto de Tamtam
todas las auroras mientras duraba la ceremonia.
Hubo hombres hówenh que trataron de salvar a sus hijas. Cuando Sit alertó a
los demás hombres hówenh y reveló que el hain no era sino una farsa de
mujeres, los hombres se encolerizaron y tomaron el hain por asalto y
masacraron a todas las mujeres. Pero un hombre hówenh Tari (Pato Vapor)
quiso defender a su hija que en el momento del asalto se acurrucó entre las
piernas de su padre, pero su padre no pudo contra los demás y ella también
cayó flechada. Keysaishk (Comorán) luchó contra Karkai (Carancho) para
salvar su hija, pero fue en vano.
Los hombres hówenh mataron a todas las mujeres y también a las jóvenes
iniciadas pues éstas conocían ya el secreto del hain. El secreto que había sido
tan celosamente guardado de los hombres era que los espíritus no eran
divinidades sino simples mujeres disfrazadas. Del sexo femenino sólo
quedaron las niñas pequeñas, que eran inocentes de la "perfidia" de sus
madres y hermanas mayores.
Después de la matanza de las mujeres hówenh, los hombres, niños y niñas
partieron -a los confines del mundo, al Este más allá de los mares. Allí
permanecieron mucho tiempo llorando a sus mujeres y madres. Cuando las
niñas a su vez se convirtieron en mujeres, los hówenh retornaron haciendo un
larguísimo viaje. Caminaron durante "siglos". Pasaron por las cordilleras más
allá de los mares, por las del Norte, luego las del Oeste y finalmente volvieron a
la tierra por las del Sud.
Los hówenh fundaron entonces el hain masculino. Y en este mismo tiempo vino
un hówenh del cielo del Norte trayendo consigo la Muerte. Los hówenh no
podían "convivir" con la Muerte puesto que eran ellos los inmortales. Así fue
que los más poderosos abandonaron la tierra y se transformaron en astros: las
Pléyades, Orión, Venus, etc. Otros de los más poderosos se convirtieron en el
Viento, la Lluvia, la Nieve, el Mar, etc. Y el mayor de todos hizo o se hizo la
Palabra. Otros los más humildes, se hicieron pájaros, animales, peces, cerros y
lagunas, etc. Fue por aquel "entonces" que el primer ser humano, el primer
selk'nam, fue creado de un terrón de tierra. Y a partir de entonces los hombres
selk'nam guardaban el secreto del hain para dominar a las mujeres. Así que se
originó la sociedad humana, la sociedad selk'nam, el Patriarcado.
Conclusión
Es importante destacar que este grupo “ de los de a pie” como también
se les conocía, fueron un pueblo que nos dejan un legado mas allá del que se
conoce por todos, un legado rico en su conformación interna, respecto al
respeto entre unos y otros, y en como disfrutaban de sus comidas, pues
muchas veces no tenían que comer más que vegetales, raíces e incluso solo
savia de arboles, pero cuando la naturaleza y sus esfuerzos por cazar o pescar
les proporcionaba alimentos ricos en carnes, ellos se deleitaban y aunque
comían muchas veces en grandes cantidades, para satisfacer el hambre y
también por la incertidumbre del mañana, gustaban de comer en compañía y
demostraban afecto a través de la comida, cosa bastante curiosa en un pueblo
que se podría creer es muy frio, no solo por la región en la que habitaban, sino
por ser un pueblo de tipo paleolítico que llego a tener poco contacto con los
blancos y que fue extintos por estos mismos.
Como legado culinario nos dejan, la preparación de un pan aunque no
sabroso, muy proteico en base a la harina de una semilla a la que llamaban tay,
mezclada con carne o grasa de lobo de mar, también encontramos una
preparación más conocida y que aun se mantiene en la actualidad, las
morcillas, preparación comparable con lo que hoy conocemos en nuestra
cocina como prietas, en base a intestino de guanaco usadas como tripas y
rellenas de sangre de guanaco.
Los selknam solian pintarse no solo para los ritos de iniciación , también
lo hacían por orden práctico además de estético y simbólico. El akel, la pintura
roja, era lo más común y servía para proteger el cutis del viento y del frío, y era
considerada el color mas bellos entre ellos, por eso es que hoy en día cuando
escuchamos hablr de os selknam , se nos viene a la mente la imagen de esta
tribu de gente con sus cuerpos pitados y adornados, en colores, blanco, negro
y rojo, pues ya sabemos que detrás de ellos hay mucho mas que pintura, y que
una vez más los llamados “colonizadores” terminaron por extinguir a un pueblo
que solo buscaba alimentarse y seguir subsistiendo en base a sus creencias y
método de vida. Hoy en día se ha perdido gran parte de lo que fue la lengua de
este pueblo y de muchos otros que habitaron Tierra del fuego, sin embargo
existe un termino que entiendo que sino es ona, puede ser yamán y que dice
mucho de cómo veían el mundo estos pueblos, a través del respeto y la
convivencia, icluso cuando existían enfrentamientos.
Mamihlapinatapai: "una mirada entre dos personas, cada una de las
cuales espera que la otra comience una acción que ambos desean pero que
ninguno se anima a iniciar"
Se dice que es un termino usado por los habitantes de la tierra del
fuego, muchas veces cuando existía rivalidad entre un grupo y otro, y que
definia el camino para llegar a la paz.
Bibliografía
Los indios de Tierra del Fuego. Los selknam. Padre Martin Gusinde. Publicado
por el Centro de Etnologíía Americana.
www.vocesdelatierra.com
www.pueblosoriginarios.com
www.educarchile.cl