Lisbeth era muy joven cuando se fijó en alguien que no valía la
pena, la cual se llama Martín un hombre lleno de problemas. Era un
consumidor de drogas, además homosexual. Gracias al padre de Lisbeth ella comprobó con sus propios ojos la clase de persona que tenía a su lado. Lamentablemente ya era demasiado tarde porque cuando ella quiso expresarse con sus padres ellos no le prestaron atención. Al sentirse en una soledad opresiva fue que aceptó salir con Martín. Lisbeth al descubrir todo se sentía hundida en un fango ceganoso, asfixiada por todo lo que le estaba ocurriendo. Más aún cuando tuvo que decirles a sus padres que estaba embarazada, a sus padres lo que más les interesaba era su status social, lo qué dirán la
gente al tener en casa una madre soltera. Lisbeth sintiéndose un árbol
caído hecho leña, llorando intensamente por no haber pensado bien las cosas, se indignaba de estar viva. Su único amigo era el que llevaba dentro de su vientre el que comprendía su dolor, y que sin tener la culpa de nada, era culpable de todo. Alma quien es la hermana de Zahid siempre era testigo de las peores tragedias en su casa, nadie le tomaba en cuenta para nada. Era como si fuera un estorbo, le faltaba tanto amor por parte de su familia, tanto fue su desesperación que decidió irse de su casa donde nadie supo más de ella. Hasta que un día su hermano Zahid recibió una carta donde le pedía a su hermano que le necesitaba, que su dolor fue algo secreto y que le iba matando lentamente.
Zahid desesperado por encontrarla a Alma viajó a verla
aunque no tenía la dirección porque Alma solo en la carta mencionó Hospital San Juan. Zahid tenía que empezar de cero para saber de su hermana a pesar que él tenía la inauguración de su empresa dentro de 8 días.
Lisbeth siguió contándole su historia a Zahid. La soledad es la
que nos trae al fango, a la falta de afecto, al alcoholismo, a la droga, al adulterio, al suicido…, etc. El papá de Martín le llamó por teléfono para decirle que su hijo estaba en el hospital muy grave. Salió a la calle aunque tuvo que discutir con su papá que no lo quería dejar. Se sentía muy mal, cuando de pronto alguien se paró frente a ella, se asustó pero era su padre quien lo abrazó y ya no había en sus ojos regaños solo una gran tristeza. Ambos se perdonaron. Llegando al hospital fue grande su sorpresa al enterarse que Martín había sido casado y con un hijo de por medio y que todo lo que le había dicho no eran más que mentiras. Zahid a sus dieciocho años soñaba con ser un futbolista profesional, decidió inscribirse en el equipo de la escuela pero se encontró con un panorama triste. Sus compañeros estaban ahí por evadir el estudio. Eran un grupo donde más tarde formaron una pandilla de jóvenes rebeldes en la cual se fue mezclando con ellos por todos los problemas que pasaba tanto fuera y dentro de su casa.
Perteneciendo ya a la pandilla cometiendo robo tras robo,
abuso tras abuso, condujo a su mejor amigo Joel a la pandilla hasta que un día la policía los agarró a ellos y a varios de los pandilleros por estar robando en una tienda, donde fueron encarcelados pero por poco tiempo ya que el papá de Joel les sacó inmediatamente.
Zahid ni bien amaneció fue en busca del padre de Joel para
pedirle orientación, suplicarle que lo guiara para poder ayudar a su padre con su problema de alcohol. Entonces el padre de Joel le dijo: Que el alcohol es una droga depresora que va haciéndose amiga de el organismo y que el verdadero drama de un alcohólico es no aceptar o reconocer que tiene ese problema con la bebida, y por lo tanto que no necesita ayuda. El padre de Joel sacó un grueso libro y escribió en la portadilla el domicilio de un grupo para familiares de alcohólicos y le dijo a Zahid que asistiese a ese lugar y que leyera el libro. Zahid le dio las gracias y se retiró alegre, pero la alegría no le duró mucho porque cuando iba llegando a su casa vio a la pandilla frente al edificio, entonces Zahid huyó y logró subir a un autobús. Zahid una vez sentado en el autobús comenzó a leer el primer capítulo del libro: Libérate de la creencia de ser el protector de la humanidad. El sufrimiento ayuda al progreso de quien la padece, y no hay nada malo en el dolor pues gracias a él maduramos.
Eran conceptos que penetraban en su entendimiento como
proyectiles y hacían pedazos todas sus ideas.
Cerró el libro y volvió a abrirlo y vio la dirección que don Jorge
había anotado en la portadilla, entonces decidió ir a ese lugar, pero llegó muy temprano, en el transcurso de la espera leí todo el libro, olvidé el cansancio y el hambre, había hallado de verdad una piedra de rescate para su vida.
Lisbeth ante la insistencia de Martín de conversar con ella, decide
darle una oportunidad para aclarar las cosas. Cuando Martín llegó a Lisbeth ya no le impresionaba su automóvil o su bello rostro, simplemente le dijo que le llevase a un lugar tranquilo donde pudieran conversar. Cuando Lisbeth se da cuenta de que estaban entrando a un hotel, le dijo que se fueran de ahí inmediatamente, entonces Martín encendió el auto y salieron del hotel, iban tan rápido que por unos minutos Lisbeth pensaba que se iban a matar. Finalmente Martín detuvo el coche en un paraje rodeado de árboles donde sólo había una pequeña cabaña abandonada, estaba tan oscuro que no había forma de escapar de ese lugar. Martín comenzó a desabotonar la blusa de Lisbeth, ella con la desesperación abrió la puerta del coche e intentó huir, pero en esos momentos aparecieron dos jóvenes y uno de ellos lo cogió a Lisbeth de los cabellos.
Entre los tres le quitaron la ropa y comenzaron a arrojarle a los
brazos de uno a los de otro sin dejar de reír.
Lisbeth gritó, lloró y suplicó que no lo hicieran pero fue en
vano, abusaron de ella. Lo más absurdo fue que cuando terminaron, le obligaron a vestirse y a subir al auto como si nada hubiese pasado.
En el transcurso del camino hablaban que a las mujeres les
gusta un poco de fuerza, era increíble lo que Lisbeth estaba escuchando; es cierto que la mujer puede disfrutar un acto sexual pero no se puede comparar un momento de entrega amorosa con una ofensa humillante y denigrante. Lisbeth llegó a su casa desecha física y moralmente por el abuso que había sufrido, lo único que deseaba era acabar con su vida. Es así que decide ir a contarle a la psicóloga de su universidad, una vez enterada la psicóloga se quedó impactada por el problema sucedido con Lisbeth.
Lisbeth toma la decisión de ir a denunciar el abuso cometido y
no callar por vergüenza, llegando así hasta las últimas consecuencias, fue acompañada de su psicóloga. Dio todos los datos de Martín y de sus dos amigos y los expertos le aseguraron que pronto detendrían a los agresores.
Los del Ministerio Público le recomendaron a Lisbeth que
asista a un grupo de apoyo para mujeres, donde le ayudarán a superar a todo el trama sufrido. Estando ya en el lugar lo hacen comprender las diferencias sexuales. Que las mujeres a los doce o trece años comienzan por su ciclo menstrual y los hombres a tener un ciclo hormonal. El hombre y la mujer cometen el garrafal error de considerarse iguales unos a otros, cosa que no es así: Los varones reaccionan ochenta por ciento con sexualidad y veinte con romanticismo. En cambio en la mujer se da todo lo contrario. En ese lugar le asesoraron y apoyaron a recuperar la confianza en sí misma; y sobre todo a comprender que no debe condenar a la humanidad masculina, tan solo por que fue agredida por uno de ellos. Zahid recordó durante el viaje cómo conoció a Lisbeth, su esposa. Fue durante el grupo para mujeres mientras él esperaba la reunión para familiares alcohólicos. Tú no eras una teoría, eras una muestra viva de que si era posible liberarse. Zahid se quedó cautivado al escuchar a Lisbeth, de pronto el cuidador lo descubrió y enfadado le dijo que debía esperar afuera. Cuando salió estaba hecho un mar de confusión, derrepente recordó la amenaza de su ex pandilla, teniendo el presentimiento de que algo malo pasaba con su hermana Alma. Cuando llegó a su casa le recibieron con una pistola en la nuca, toda su familia estaba en peligro. Quiso ayudar, cuando recibió un fuerte golpe en el rostro con la cacha de la pistola, quedando inmóvil en el suelo.
Cuando despertó escuchó un alarido desgarrador de Alma,
Zahid se sentía impotente ya que no sabía cómo salir del cuarto donde le habían encerrado, con mucho esfuerzo logró hacerlo, y llegó a tropezarse con su padre quien estaba borracho y no podía mover ni un dedo para auxiliarlos. Cuando estaba por el pasillo tres tipos enmascarados jaloneaban a Alma, el terror me paralizó, Alma le miró de reojo y en su mirada le pedía que la ayudara por piedad. Conoció al hombre que estaba manoseando a su hermana era nada menos que el líder de su ex pandilla. Agarró un tubo y con todas sus fuerzas le dio, pero solo le abrió una herida, los otros soltaron a Alma y se acercaron a Zahid golpeándole en el abdomen, la cara, etc., la lluvia de golpes era brutal. Dejándolo casi inconsciente y con algo tan penoso como reventándole un ojo. Los pandilleros querían matarlo pero su salvación fue la policía quienes llegaron. Al despertar Zahid un intenso dolor le hizo gritar por toda la desgracia que le estaba pasando.
Alma quien estuvo a su lado todo el tiempo le agradeció por
salvarla y protegerla, además le dijo algo: Te quiero hermano, para Zahid escuchar eso le llenó de mucha felicidad comenzando a llorar y diciéndole también que ella era el mayor tesoro de su vida. Alma estuvo pendiente día y noche durante su estancia de Zahid en el hospital. Es allí que donde él aprendió lo que significaba tener una hermana a la que él no conocía e ignoraba sus nobles sentimientos.
Cuando a Zahid le dieron ya de alta tomó la decisión de
vengarse de los que le habían causado tanto daño, decidió ir a la delegación a asentar la denuncia, dándoles datos de los que robaban, violaban y golpeaban a la gente, pero a cambio Zahid necesitaba que le pongan en contacto con alguien para que le diera una paliza al que le sacó su ojo, los policías le dijeron que atraparán a los delincuentes y lo juzgarán, que ellos no están para ensuciarse las manos con lo que él le pedía. Cuando él se estaba retirando un sujeto extraño que le dijo que él podía contactarle con dos ex policías pero que le cobrarán una buena cantidad de dinero. Entonces Zahid decidió ir a ver al padre de Joel para que le otorgara el dinero. Frente al señor le dijo que le prestara plata para que tome cartas en el asunto de quiénes le habían hecho perder su ojo.
Don Jorge le contestó que no era lo correcto, que con su
venganza sembró el mal y ahora que estaba cosechando, deseas volverlo a sembrar, cuándo te detendrás le dijo: ¿Hasta que te maten?. Si actúas fuera de la ley y todo lo que hagas se volverá en tu contra. Todos pagamos nuestros errores, nadie se salva. La parte que merece la tienes, la parte que te quitaron de más, la vida se la quitará a ellos y te la devolverá a ti. Nunca debiste haber vuelto al escondite de la pandilla, solo sembraste el mal. Ahora estamos intactos.
Las aguas tarde o temprano toman su nivel y cada persona
terminará estando donde debe estar, todo lo que le quites a la vida, lo perderás multiplicado, y todo lo que le des, te será pagado, también aumentado. No hay nada más desgastante que estar envueltos en riñas con la gente. Te quita fuerzas, te distrae…, te estanca…, tú eres un hombre bueno. Sal de ese círculo vicioso. No perteneces a él. Tienes alas de águila. Eres más que un vencedor… Zahid con la cabeza hacía abajo por todas las cosas que le dijo el señor Jorge tomó conciencia de que ya no iba a vengarse pero le pidió compensar todo el mal que le rodeaba. Solo quiero ayudar a mi padre a salir de su alcoholismo. Y quiero que usted me ayude, le dijo. Muy bien le contestó. Lo primero que deben hacer tú y tu familia es dejar de consentirlo para empezar, deja que sufra las consecuencias de sus propios actos. Te voy a decir lo que hicieron conmigo. Cuando me arrestaban nadie corría a la delegación a pagar mis multas cuando chocaba el coche, yo solo me enfrentaba con la policía, después de vomitar o ensuciarme dejaban que me mosqueara hasta que yo mismo me limpiara, entre otras cosas. Mi esposa dejó de ayudarme en el trabajo, de cuidar mis papeles y de justificarme ante los demás. Cuando estaba sobrio me demostraban su cariño, dejaron de sentirse afectados por mi vicio y de tenerme lástima. Sólo así pude entender que necesitaba cambiar.
Una estrategia final para hacer razonar a los cerrazonicos es el
careo amoroso, es el enfrentamiento planeado. En un ambiente afectuoso, los seres queridos dicen al enfermo cara a cara lo que hace sin darse cuenta y las consecuencias objetivas de sus actos. Tienes que tener en cuenta algo: no deben participar personas que no puedan aguantar una discusión tensa. Recuerda Zahid que tienes dos enfermedades, en este punto solo se habrá vencido el primer mal: La cerrazón pero aún queda el alcoholismo. La persona afectada deberá asistir a un grupo de Alcohólicos Anónimos, solo eso acabará con el segundo mal. Sabe don Jorge, le dijo Zahid, ya no quiero que me preste dinero sino algo más valioso, que me acompañe a mi casa a platicar con mi familia. Don Jorge accedió a ir a casa de Zahid. Una vez que ya les presentó a su familia. Le comentó que él les ayudará con algunas técnicas para que su papá reconozca su necesidad de ayuda. El señor les explicó los pasos que se debe hacer para este careo, no se trata de un juego, hay alcohólicos que cuando ven reunidos a sus familias reaccionan con mucha violencia que provocan daños peores. De pronto llegó el papá de Zahid y se quedó asombrado al ver a su jefe y familia reunidos, era el momento, decía Zahid, había muy poco que perder y mucho que ganar, porque su padre estaba sobrio. De esta manera se dio el careo con ayuda de todos. Sus hijos necesitan ser escuchados ¿Podría darles ese regalo?, le dijo el Señor Jorge.
Zahid empezó con el correo. No pretendo culparte pero cuando
entraron los asaltantes tú estabas ebrio y casi violaron a mi hermana frente a ti. Ni siquiera te distes cuenta para defenderla. El padre de Zahid no podía salir del pasmo, la presencia del extraño le alaba de manos y le cerraba la boca a sus acostumbradas explosiones de violencia. La esposa le habló con cariño diciéndole cuánto lo amaban y querían compartir cómo les afectaba a todos el alcohol entre otras cosas. Luego Alma con voz muy baja le dijo: cuando te emborrachas ensucias y yo tengo que limpiar, además el tío Ro dice que él se puede hacer cargo de nosotros y eso no está bien. Te queremos mucho, pero te tenemos miedo porque no sabemos cómo vas a reaccionar. Hemos perdido nuestros ahorros, la casa está hipotecada, el carro chocado, etc., y ya no traes dinero a casa. Tu hermano Ro nos mantiene y Alma trabaja con él para devolverle todo lo que nos ayuda. Eran los argumentos concretos donde el padre de Zahid reconoció que tenía problemas con la bebida y que él podía dejarlo cuando a él le de la gana. Ahora es tarde porque para ir a una clínica de rehabilitación cuesta y dinero no tenía, ponía pretextos para todo.
El Sr. Jorge le dijo: Usted tiene que levantarse, su familia le está
pidiendo ayuda, hágalo por sus hijos. Gracias a este careo el papá de Zahid dijo: ¿Qué tengo que hacer? Solo ir a una clínica de desintoxicación, la empresa pagará todos los gastos.
Será como irse una semana de vacaciones y luego volver a sus
actividades. Lo que más le motivó fue que su esposa le dijera que si el aceptaba el tratamiento, contara con ella, que será su esposa real y una amiga como la que él necesita.
Está bien haré lo que me piden, dijo.
Lisbeth le dijo a su esposo, cometí varios errores garrafales, como ocultarles todo a sus padres, tanto lo que le hicieron Martín y sus dos amigos, quería mantener la máscara de mujer apacible en casa, mientras jugaba el papel de vengadora despiadada en la calle. Un día un reportero publicó una crónica. ¿Desquite o Desamor? Salió en todos los periódicos, era increíble tantas cosas falsas que decían. No quería que nadie se enterara pero sus papás llegaron a saberlo. Todo por una vecina chismosa. Lo más sorprendente fue que los papás de Lisbeth no le recriminaron nada, lo peor es que se enteraron de la peor manera. Entonces decidió Lisbeth irse de su casa, no deseaba causar más vergüenza ni dolor.
De pronto un día yendo a la Universidad se topó con Martín y
le dijo que el bebé que llevaba en su vientre era su hijo y que lo iba a reclamar, y que ella tendrá que ser su amante y estar a su disposición, si no quería que dañe al niño. Aterrado por todo buscó a la Psicóloga y le explicó todo. Tengo un amigo, le dijo trabaja frente a un orfanato me gustaría que hables con él. Estás loca le contestó Lisbeth si piensas que sería capaz de abandonar a su hijo en un lugar así. El director del albergue le explicó que las madres biológicas se ofenden cuando le dicen que de en adopción a su bebé. Son tan posesivas y egoístas que prefieren ver a su hijo muerto que con otra familia. Lisbeth estaba muy confundida no sabía qué hacer. El bebé no tiene la culpa de los padres, decía, ver tantos niños abandonados me conmueve, no quisiera ver a mi hijo en circunstancias así. Yo debería ser una madre valiente y enfrentar la vida con mi hijo. Pero también razonó que si Martín va a usar a mi bebé para manipularme golpeándolo o robándomelo entonces debería ser más valiente y darlo en adopción a una pareja que le brinde una vida digna. Entiendo que dar a mi hijo en adopción es como decirle “TE QUIERO tanto que soy capaz de hacer cualquier cosa por ti, incluso dejarte de ver para siempre si eso es lo que más te conviene”. A 2 semanas de dar a luz Lisbeth encontró a Martín, le puso el puño en la
nariz para recordarle que era suya y ni ella ni el niño escaparían de él
jamás, comenzó a gritar y a pedir ayuda. Es allí que Lisbeth toma la decisión de dar en adopción a su hijo. El director del centro le entregó una carpeta llena de papeles donde estaban los informes recopilados respecto a padres que desean adoptar un bebé recién nacido. Lisbeth hizo la elección de la pareja que daría a su bebé. Llegado el parto escuchó llorar a su hijo y pidió verlo, cosa que le fue negado por el reglamento de la adopción que lo prohibía. Lloró tanto que los médicos le otorgaron un minuto. Era un bebé varón, lo abrazó llorando, lo acarició y lo llenó de besos, habló con él lo que iba a pasar, y que lo amaba y por eso, solo por eso, permitía que se alejara de ella. El bebé se calló como si lo entendiera, por más que gritó que cambió de opinión, que quería quedarse con él, todo le fue en vano porque le anestesiaron y cuando despertó ya se le habían llevado. Pasó meses buscando a su bebé, pero no hubo poder humano que le devolviera a su hijo. Rocío, su amiga le recomendó que se acercara a Dios, que él curará sus heridas, lo hizo de a pocos y así se abrió las puertas de su corazón. Dios cambió su vida, su rostro era distinto, Lisbeth le pidió perdón a sus padres por haberse ido de su casa.
Lisbeth y Zahid llegaron a su destino. Recibimos una carta, es
mi hermano, hemos hecho un viaje muy largo, necesito información le dijo a la recepcionista. La encargada le dijo: no hay ningún expediente con ese nombre. Deberán esperar a la Psicóloga Social, Zahid se sentó junto a su esposa y trató de calmarse. Recordó la forma como la invitó a salir por primera vez. Lisbeth había sido postulada por el gobierno para recibir un premio por su labor realizada como Directora del Centro de Protección para la Mujer. Era una Psicóloga con postgrado y Zahid forma la parte del comité que otorgaba el reconocimiento. Zahid a penas la vio tuvo la certeza de conocerla, aunque su mente tardó en acordarse, el corazón reaccionó de inmediato. He hizo entrega de la diploma y la felicitó con un apretón de mano. Lisbeth agradeció al Gobierno Federal e hizo una pequeña introducción de su vida. Estuvo en un pantano de angustia, dolor y el poder superior le llenó de energía para salir adelante. Algo sorprendente dijo Lisbeth, poniendo como ejemplo para interpretarlo y tomar conciencia que todo puede ser posible. “Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano y se hallaba siempre sucio por el pantano. Cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida, el pájaro se dio cuenta que iba a morir, por lo que ya se había olvidado cómo volar. Comenzó a aletear con fuerza hasta que logró emprender vuelo
y llegó a un bosque fértil y hermoso, desde allí su vida cambió para
siempre”.
Zahid, nunca pensó que la ganadora sería una gran persona a
quien él ya conocía, se tomó la palabra y dijo: Esta mujer para mi fue una gran inspiración hace años, ella no lo sabe tal vez ni siquiera se acuerde de mi, pero yo estaba desesperado en las puertas del grupo de autoayuda cuando la conocía, comentó, para triunfar en la vida hay que tener preparación y sentido de urgencia, esto consiste en estudiar y adquirir experiencia en moverse y estar atento a las oportunidades, etc. A partir de ese día comenzó una relación amical, luego pasó a ser su esposa. De pronto despertó y vio a la Psicóloga Social, abrigó su esperanza de saber ya de su hermana. En efecto le dijo la Doctora, su hermana estuvo internada en este hospital donde llevaba un tratamiento pero se escapó y sé dónde la pueden ubicar, pero le recomendó que esperara hasta que amaneciera, dándole a entender que se podía llevar una gran sorpresa por lo que Alma era prostituta.
Para Zahid fue como si su corazón se paralizaba. Ella estaba
metida en problemas de las que no es fácil salir, como las drogas. Cuando su hermano y esposa fueron a verla a Alma se sorprendieron al ver el departamento lleno de lujos, era una zona elegante. Antes Alma llamó a sus suegros para que estén presentes para el encuentro. Zahid tuvo que decirles que Alma se drogaba y vendía también su cuerpo, fue asombrante para sus padres, se sentían a morir.
Más grande y doloroso fue para Zahid enterarse el secreto que
sus padres le habían ocultado por mucho tiempo, decidieron decirle que su tío Ro había violado varias veces a su hermana Alma. Zahid ofuscado por todas las cosas que le habían ocultado porque nunca le dijeron nada se sentía humillado por haber sido excluido.
Zahid recordó la mirada de Alma en el hospital cuidándolo.
Siempre tan solita, no pudo imaginar que su hermana esa niña inocente había vivido más que él.
Zahid trató de hallarle sentido a todo eso pero no pudo. La
fundadora del Centro de Protección para la Mujer dijo: A nuestro alrededor hay miles de personas que sufren de abusos sexuales y eso les produce desconfianza, miedos obsesivos, baja autoestima, vergüenza, sensación profunda de culpa, de presión y lo más importante incapacidad para decir “no” a las presiones sexuales posteriores; y sin ayuda es imposible enfrentarla; Zahid también debes saber que el abuso sexual a niñas es el origen de la gran mayoría de la prostitución. El abuso a menores es un problema serio, que se podría evitar si le enseñáramos a los niños desde muy pequeños que su opinión es importante; que tienen derecho a estar en desacuerdo, a decir lo que piensan e incluso a objetar las órdenes de los adultos. Enseñar a los hijos a cuestionar y proponer, creándoles un carácter abierto y sin inhibiciones, puede ser difícil para los padres autoritarios, pero es la mejor forma de proteger a los niños. Nunca te amará nadie si no eres capaz de correr el riesgo de que algunos te aborrecerán. Zahid se quedó asombrado al escuchar todo eso, y comentó quizás alma esté a tiempo de recibir alguna ayuda, su esposa le miró con unos ojos sinceros y le dijo: por ti, por mí, por nuestro pasado, si me lo permites y logramos encontrarla, yo me convertiré en ese alguien que ella necesita. Zahid de pronto recordó al tío Ro y fue en busca de él, y al encontrarlo lo agarró de la solapa y le dijo: Eres un maldito, miserable
pestilente cerdo que abusó de mi hermana durante muchos años. El
tío Ro trató de huir a su recámara pero Zahid logró pescarlo y lo arrastró hasta el balcón empujándole hasta poner la mitad de su cuerpo en el aire, pero se dio cuenta que ya no era el jovencito impulsivo que destruye las guaridas de sus opositores, sólo atinó a decirle: Vivirás una amargura, morirás solo y emponzoñado; no tendrás paz jamás; el castigo que te espera es tan grande que tú mismo desearás tu muerte. Se dio la vuelta y sin decir más se fue. Zahid subió a un taxi y fue al lugar donde había dejado a Lisbeth. Quiso tocar la puerta del departamento, pero una vecina salió y le dijo: Que no podía informarles nada respecto a la persona que vivía ahí, lo único que sé, es que tiene una amiga en el sexto piso, departamento dieciocho.
Zahid y Lisbeth fueron de inmediato y llegaron al sitio
indicado. Antes de tocar, la puerta se abrió y salió una jovencita bien arreglada; ellos le preguntaron si conocía a Alma Duarte, la joven miró a la pareja con desconfianza y al ver esto Zahid sacó la carta y se la extendió a la joven. Ella la analizó con detenimiento y les dijo: Espérenme un momento por favor.
Después de un rato salió la joven y los invitó a pasar. De
repente al caminar, observaron una figura humana y se sobresaltaron. Zahid avanzó hacía ella y cuando la tuvo al frente se quedó frío por el cambio que descubrió en su rostro. Era su hermana, pero no lo era. Estaba viva, pero no lo estaba. Su aspecto avejentado lo asustó, trató de disimularlo y esbozó una sonrisa; quiso abrazarla pero ella no se dejó. Zahid le dijo: Apenas recibí tu carta, viajamos para buscarte y en el hospital nos informaron. Ella se agachó con pesumbre; Zahid no sabía cómo hablarle, tenía miedo de hacerla sentir mal; de pronto le presentó a su esposa Lisbeth y le dijo: Lisbeth es directora del mejor centro de ayuda para mujeres, si vienes con nosotros, te aseguro que las cosas cambiarán. Alma sólo atinó a decir que la dejaran en paz, que estaba decepcionada de los hombres, harta del amor, indigestada de tanta suciedad, Lisbeth se acercó tratando de calmarla pero fue en vano. Zahid acercándose a Alma le dijo: Mírame yo soy tu hermano, crecimos juntos con el mismo papá alcohólico y, la misma madre neurótica. Fuiste tú un gran soporte para mí, siempre te he amado con amor verdadero y siempre será así, puedes confiar en mí. De pronto Alma pareció una niña indefensa y sola, irrumpió en llanto, su hermano la abrazó y ella se acurrucó a él. Después de un largo rato Alma le dijo a Zahid que le perdonara, que le había fallado, desde que era muy niña cuando su tío Ro se aprovechaba de su
inocencia, pues ella creía que era normal que la abrazaran y
acariciaran y cuando se enteró del daño que le había causado su tío Ro se sintió frustrada. No sabía cómo explicarle su ruina pues él era el ejemplo a seguir, el modelo de éxito. Zahid le dijo: ya no te atormentes más y no te equivocaste al mencionar en tu carta que daría mi vista completa por ti. Lo haría no sólo mi vista, sino mi vida entera para salvar la tuya, pero con una sola condición: Que tú desearas salvarte. Alma le contestó que lo de ella no tenía solución pues tenía SIDA. Zahid y Lisbeth se quedaron pasmados al escuchar eso. De pronto tocaron la puerta, eran los padres de Alma, se llevaron una gran sorpresa al saber que Alma tenía SIDA. Al principio sus padres no parecieron comprender, pero poco a poco asimilaron la noticia. El padre de Alma preguntó si la enfermedad ya estaba activa, pero eso era lo que menos lo importaba a Alma, lo más importante para ella era tener la droga que necesitaba para inyectarse, calmar los dolores de su enfermedad. Lisbeth comentó: Todos cometimos errores, hemos sufrido y hemos sido víctimas de corrupción. Usted Señor, fue un alcohólico y conoció la más terrible degradación; ahora es una persona sana y se ha vuelto líder espiritual. Usted señora, vivió con depresiones y nerviosos pavorosos, hoy se ve bastante equilibrada.
Zahid convivió con los peores pandilleros y fue masacrado,
también ha salido adelante. En lo que a mí respecta fui una madre soltera que regaló a su hijo; también fui violada por unos drogadictos; ahora he triunfado. No importa cuan oscuro sea el callejón, lo que realmente importa es quién está a tu lado. Si Dios está contigo, no hay crisis que te haga daño, la tribulación es crecimiento, y el triunfo es gloria. Lo interesante aquí es que cada persona decide cuál ha de ser su compañero espiritual. Alma, sólo tú tienes la decisión. Entiende que sólo cuando le entregas tu vida, tus pertenencias, tu sufrimiento y tu amor total al Señor, hallarás una misión que le dé sentido a tu existencia. Sólo déjate ayudar, no sé si vivirás muchos años o no. Sólo sé que todo pasó por algo y para algo. No hay nada fuera de los propósitos del creador y si te acercas a él de todo corazón, quizá te dará respuestas, pero sobre todo te dará una enorme paz. Una paz que supera todo entendimiento. Se pidieron perdón y nuevamente volvieron hacer la familia unida y dispuestos a luchar contra las adversidades. Zahid comprendió que hacerse de títulos, riquezas y prestigio, pierde su valor si no se comparten con los seres que más amamos; y sólo el verdadero sentido de la vida se encuentra cuando se da amor y se ayuda desinteresadamente a los demás. Sobre todo si son nuestra familia. El padre de Joel quien fue una persona alcohólica y recuperado del todo, les hizo ver la realidad de las cosas que lo malo no los conlleva a nada bueno, que si deseaban triunfar tenían que remar contra la corriente de los mediocres quien quieren verlos hundidos. Zahid confundido con todas las palabras que les había dicho el señor. Asóciate con personas nobles y te volverás nobles, la nostalgia de haber abandonado sus anhelos, la terrible frustración de ser hijo descuidado, su enfado con su familia y su decepción, como pandillero le hizo perder la cabeza haciendo que encendiera la bodega donde la pandilla guardaba todo lo que robaba, pero llevándose algo de dinero. Cuando llego a su casa encontró a su padre bebiendo y le dijo que se uniera a la jarana, obligándole así de esta manera a hacerlo. Zahid también le comentaba a lizbeth que si hubiese conocido el concepto de las zonas de atención su vida sería otra, y no hubiese permitido que su padre ejerciera un dominio psicológico sobre el
FICHA DE METACOGNICIÓN
¿Qué pensé después de leer la obra?
Está obra nos enseña que no importa lo que hallamos vivido, no importan los errores que hallamos cometido, no importa las oportunidades que hallamos dejado pasar, no importa la edad, porque siempre estamos a tiempo para decir “basta”, es decir es la superación personal para buscar la perfección, para volar muy alto y muy lejos del pantano. “nunca es tarde para enmendar nuestros errores”