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Sea usted bienvenido al curso práctico de Psicología en Línea del cual participan en conjunto

miles de estudiantes de todos los países del mundo, que anhelan a través del psicoanálisis y la
purificación espiritual, encarnar la sabiduría de todas las edades.

Les invito para que sigan atentos a cada una de nuestras clases, las cuales se enviarán cada 8
días, a partir de hoy.

Si por alguna razón, durante el desarrollo del curso, no recibe una clase, la borra por
equivocación de su casilla de correo o la extravía, por favor avísenos al remitente de cualquiera
de las lecciones recibidas, para enviársela nuevamente.

Les recomiendo imprimir cada una de las clases para que así puedan estudiarlas y por tanto
sacarles mayor provecho al ponerlas en práctica.

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contactos, mantener su cuenta de correo “desocupada” o abrir una cuenta en un correo con más
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Si tiene alguna inquietud con respecto al contenido del curso, las clases, alguna vivencia que
compartir, escríbanos a centroanael@gmail.com

Para una mayor comprensión inicial de esta sabiduría trascendental, los invito a visitar todo
nuestro sitio www.anael.org

Clase 1
Auto-observación: ¡El camino!

En un principio, los seres humanos vivíamos en el Paraíso Terrenal, en el antiguo continente de


la Lemuria , no existía el dolor, el sufrimiento, las enfermedades, las guerras, etc. Todo era amor,
felicidad y era cuando corrían ríos de leche y miel.

Pero desobedecimos la orden de Jehová de no comer el fruto prohibido, caímos en la tentación,


cometimos el Pecado Original y fue entonces cuando fuimos expulsados de aquel Paraíso;
quedamos desnudos y ciegos (espiritualmente), sometidos por la Ley del Karma a una cadena
de muertes y nacimientos y en las tinieblas del NO-SER.

Esas tinieblas son nuestros defectos o "yoes" de tipo psicológico (ira, orgullo, lujuria, codicia,
gula, pereza, envidia) que se manifiestan inconscientemente a través de nuestras formas
equivocadas de pensar, sentir y actuar. Como son múltiples defectos, (cada defecto es como una
persona dentro de nosotros mismos) ésto hace que de momento en momento, seamos personas
diferentes y por lo tanto llenos de terribles contradicciones.

Así, por un momento sentimos amor por una mujer y en otro momento la despreciamos o
sentimos odio; por un momento deseamos algo, pero al obtenerlo no nos interesa. En un instante
somos apacibles y en otro momento nos tornamos violentos, etc., etc.

Esos “yoes" o defectos al procesarse en nosotros, nos roban nuestras energías con sus
estallidos de ira, sus manifestaciones de lujuria, codicia, etc., y son los mismos mercaderes que
el Cristo sacó del Templo a latigazos (el látigo simboliza la voluntad consciente).

Es por todo ésto, que el auto-conocimiento necesariamente comienza con una rigurosa
observación de "sí mismo" ya que en otra forma sería imposible eliminar "yoes" o defectos que
no conocemos y lo que es peor, muchas veces no aceptamos tener.

Ésto de auto-observase exige por lo tanto un esfuerzo muy particular de cada uno de nosotros.
ES UN TRABAJO PERSONAL. Ningún ser humano puede hacer este trabajo por nosotros.

Sólo a través de una rigurosa observación psicológica de “sí mismo", podemos evidenciar la
tremenda realidad de que no somos uno, una misma persona; si no que a través de la
inconsciencia de nuestra máquina humana se manifiestan muchos defectos o "yoes"-personas.

La base del trabajo espiritual, del auto-conocimiento, comienza con una rigurosa observación de
“sí mismo".

AMIGOS: Rehuir el trabajo de la auto-observación o buscarle evasivas, es signo inconfundible de


degeneración, o sea, no se puede generar el hombre nuevo y la conciencia a través de esa
persona.

La transformación psicológica, es una posibilidad definida que se pierde cuando no trabajamos


sobre "sí mismos". Cuando una persona comienza a observarse detenidamente a "sí mismo", a
observar sus pensamientos, sentimientos, etc., es porque ha iniciado un trabajo serio sobre su
naturaleza interior y más adelante comprenderá ese lema de la sabiduría antigua: “Cambia la
naturaleza y hallarás lo que buscas".

Centro Gnóstico Anael

Clase 2
¿Qué es Gnosis?

La Gnosis es una sabiduría del alma y como tal es un conocimiento metafísico y trascendental
desconocido por las ciencias, las filosofías, las religiones y por todos los seres humanos.
La Gnosis ha sido entregada a la humanidad a través de los mensajeros de lo divino de todos los
tiempos: Buda, Krishna, Mahoma, Confucio, el conde San Germán, Jesús. Y ha sido plasmada
en los libros sagrados: la Biblia , El libro de los muertos, el Corán, etc., y en el único idioma en
que se le puede entregar lo divino a los humanos: velado bajo el símbolo y la parábola, para
protegerlo de los profanadores del Templo.

La Gnosis es el Quinto Evangelio, es la develación de los cuatro y se constituye en el Evangelio


del Reino anunciado para los tiempos del fin por San Lucas en las Sagradas Escrituras.

Como sabiduría se encuentra dentro de nosotros mismos, dentro de nuestra propia alma y si
queremos conocer la Gnosis o sabiduría divina, debemos comenzar por conocernos a nosotros
mismos; en ese sentido la Gnosis es un conocimiento psicológico. La palabra Psicología deviene
de psiquis (alma) y logos (estudio).

La Gnosis es un estudio del alma y como tal, un conocimiento metafísico y trascendental. En


esta forma difiere de la psicología académica y contemporánea, ya que los psicólogos modernos
desconocen el alma (la confunden con la mente) y niegan la conciencia.

Explicamos: El ser humano en sí, es un compuesto de cuerpo y alma, (al alma en la Gnosis la
llamamos Cuerpo Astral). El cuerpo físico está unido al alma a través del Cordón de Plata y ésto
es algo que cualquiera puede comprobar al salir conscientemente en cuerpo astral. Más
información en: http://anael.org/astral/index.htm

Cuando el ser humano duerme, el alma o cuerpo astral se desdobla inconscientemente a la


quinta dimensión de la naturaleza. Ese cuerpo que vemos cuando soñamos es nuestra propia
alma que está inconsciente y por éso no hacemos conciencia de que es otro cuerpo y que nos
encontramos en la quinta dimensión de la naturaleza.

Cuando dormimos, el alma sale del cuerpo físico y en éste no queda nada, por éso Cristo en la
Biblia nos enseña que el sueño es una muerte chiquita. Cuando despertamos, el alma penetra
nuevamente en el cuerpo y se puede decir que resucitamos a la vida.

Como conclusión, lo real en nosotros no es el cuerpo si no el alma, el cuerpo es sólo un vehículo


de manifestación de nuestra alma, pero el alma está inconsciente y esclava de nuestros defectos
y es esa inconsciencia de nuestra alma la que se manifiesta a través de nuestro cuerpo.

La Gnosis y la sabiduría de todas las edades nos enseñan que todo ser humano, debe
conocerse a “sí mismo”.

El lema máximo de la sabiduría, que fue entregado por las profetizas de Tebas a los siete sabios
de Grecia, entre los que se encontraban Solón y Tales de Mileto, e inscrito con letras de oro en
el pórtico del Templo de Delfos, es: “HOMO GNOSCETE IPSUM","Hombre conócete a ti mismo
y conocerás al universo y a los Dioses".
*
Para una mejor comprensión de esta clase, les invito a ver el video de la conferencia de 1ª
Cámara que se dictó en el Centro Anael:
http://www.anael.org/video/camaraa/quesgnosis.htm

Clase 3
Los defectos.

Es urgente comprender la necesidad de aprender a vivir sabiamente.


Si queremos un cambio definitivo, es necesario que ese cambio se verifique dentro de nosotros
mismos. Si internamente no cambiamos, externamente la vida continuará con sus dificultades.
Es necesario hacernos dueños de “sí mismos”, si es que queremos gobernar las circunstancias
difíciles de nuestra existencia.

La vida de cada ser humano es un eterno vía crucis y cada cual recoge el fruto de su propia
cosecha, de sus propias obras. Esta tierra es como dicen las Sagradas Escrituras, "un verdadero
valle de lágrimas", donde nadie es feliz, los pobres sufren y los ricos también.

¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿para qué vivimos?, ¿por qué vivimos?.
Desafortunadamente, el pobre ser humano no sólo no sabe, sino que ignora "que no sabe".

Lo peor de todo, es la situación tan difícil y tan extraña en que nos encontramos. Ignoramos el
secreto de todas nuestras tragedias y sin embargo, estamos convencidos de que lo sabemos
todo. El ser humano cree que puede desenvolverse maravillosamente en la vida, con sus
estudios de colegio y la universidad, o con una buena cantidad de dinero. Desafortunadamente,
detrás de tantas letras, buenos modales, títulos y dinero, bien sabemos que cualquier dolor de
estómago nos entristece y que en el fondo continuamos siendo infelices y miserables.

Ciertamente, lo que importa es el modo de ser de cada persona. Algunos sujetos serán
borrachos, otros abstemios; aquellos honrados y otros sinvergüenzas; de todo hay en la vida.
Nadie puede negar que existen distintos niveles sociales, hay gentes de iglesia, de prostíbulo, de
comercio, de campo, etc. Así también existen distintos niveles del Ser.

Los defectos nos hacen sufrir: los celos dividen los hogares; la lujuria genera adulterios,
violaciones y engaños a la mujer, abortos, enfermedades, etc.; la horrible codicia vuelve al ser
humano un miserable esclavo del vil dinero y en vez de servir, humilla y explota, generando
hambre y violencia. El asqueante orgullo nos hace sentirnos grandes, ya sea por poseer un
título, una posición o por tener riquezas, cuando en realidad de verdad, no somos más que
miserables leños que navegamos en las aguas tormentosas del océano de la vida.

El iracundo es impaciente, exigente, todo le molesta, se hiere a sí mismo, hiere a los que lo
rodean ya que no conoce la paciencia. Al perezoso no le interesa trabajar y siempre justifica su
pereza.

De esta forma cada cual se convierte en un imán psicológico que atrae lo que interiormente es, y
así, el violento atrae violencia; el lujurioso, escenas, dramas y hasta tragedias de lascivia; el
borracho atraerá borrachos y estará siempre metido en bares y cantinas, etc.
¿Qué atraerá el usurero?, ¿el egoísta?, ¿cuántos problemas, cárceles y desgracias?

Sin embargo, la gente cansada de sufrir tiene ganas de cambiar, de voltear la página de su
historia. ¡Pobre gente! Quieren cambiar y no saben cómo, no conocen el procedimiento, están
metidas en un callejón sin salida. Lo que les sucedió ayer, les sucede hoy y les sucederá
mañana. Repiten siempre los mismos errores y no aprenden las lecciones de la vida, ni a
cañonazos. Todas las cosas se repiten en su propia vida, dicen las mismas cosas, hacen las
mismas cosas, se lamentan de lo mismo.

Esta repetición aburridora de dramas, comedias y tragedias continuará mientras carguemos en


nuestro interior los elementos indeseables de la IRA , CODICIA, LUJURIA, ENVIDIA, ORGULLO,
PEREZA, GULA, ETC., ETC.

Mientras no cambiemos interior y psicológicamente, continuará la repetición de todas nuestras


miserias, escenas, desgracias e infortunios. Todas las cosas, todas las circunstancias que se
suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son el reflejo de los que
interiormente llevamos. Con justa razón podemos aseverar solemnemente lo que en alguna
ocasión mencionó Enmanuel Kant: "Lo exterior es el reflejo de lo interior".

Ciertamente, no resulta tarea fácil eliminar las emociones negativas, perder toda identificación
con nuestro propio tren de vida y problemas de toda índole: negocios, deudas, pago de letras,
hipotecas, teléfono, agua, luz, etc. Los desempleados, aquellos que por cualquier motivo han
perdido el empleo, evidentemente sufren por falta de dinero y olvidar su caso, no preocuparse ni
identificarse con su propio problema, resulta de hecho espantosamente difícil.

Aquellos que sufren y lloran, aquellos que han sido víctimas de alguna traición, de un mal pago
en la vida, de algún fraude, realmente se olvidan de “sí mismos”, de su Dios interior y se
identifican con su tragedia moral. Una persona que se encuentra desesperada por algún
problema sentimental, económico o político, obviamente, se ha olvidado de “sí mismo”.

Si tal persona se detiene un instante, si observa la situación y trata de recordarse a “sí mismo” y
luego se esfuerza en comprender el sentido de su actitud, si reflexiona un poco, si piensa "que
todo pasa", que la vida es ilusoria, fugaz y en que la muerte reduce a cenizas todas las
vanidades del mundo; si comprende que su problema, en el fondo no es más que "una llamarada
de petate", un fuego FATUO que pronto se apaga, verá con sorpresa que todo ha cambiado.

Realmente, los seres humanos reaccionamos mecánicamente ante las diversas circunstancias
de la vida, ésto nos convierte en víctimas. Si alguien nos adula, sonreímos; si nos humillan,
sufrimos; insultamos si nos insultan; herimos si nos hieren y en fin, nunca somos libres, pues
nuestros semejantes tienen el poder de llevarnos de la alegría a la tristeza, de la esperanza la
desesperación.

Es necesario que el ser humano conozca las técnicas y claves psicológicas que enseña la
sabiduría gnóstica, las cuales nos permiten conocernos a nosotros mismos y eliminar, con
técnicas especiales, a esas fuerzas internas y ocultas llamadas AGREGADOS PSICOLÓGICOS
o defectos, que son los que actúan en nosotros y nos hacen reaccionar mecánicamente ante las
diversas circunstancias de la vida.

Muchas personas que han conocido y practicado estas claves psicológicas han logrado cambios
extraordinarios que les han permitido vivir mejor y conocer el AMOR, el cual transmiten a sus
semejantes.
La GNOSIS y el Centro Anael orientan a la humanidad para un cambio radical en el estado
psíquico actual, inaplazable e imprescindible si se quiere alcanzar la realización.

Ese estado psíquico que cada uno de nosotros lleva, es producto de un largo y complicado
proceso por el que hemos pasado. Una educación de tipo familiar, escolar y social, ese es el
molde en el que todos hemos sido formados. Nos queda difícil despojarnos de este molde en la
medida que estemos identificados y absorbidos con dichas costumbres.

En la antigua Grecia, las profetisas de Delfos, que profetizaban a las multitudes en medio de
antorchas, le entregaron a los 7 sabios de Grecia entre los que se encontraban Solón y Tales de
Mileto, el lema máximo de la sabiduría: "HOMO GNOSE TE IPSUM" que significa: "Hombre,
conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses".

El Centro Gnóstico Anael es una escuela de real sabiduría que revive y devela para bien de la
humanidad, los grandes misterios e indica el camino para la perfección del hombre sin distinción
de raza, color o sexo.

El problema del dolor humano reside exclusivamente en nuestros defectos. Por culpa de ellos,
cada uno va sembrando en su vida el dolor, el sufrimiento, la miseria, la enfermedad, sufrimos y
aun hacemos sufrir al resto de la humanidad, aunque sea a nuestra propia familia.

Gracias a la Gnosis y al maestro Samael Aun Weor, sabemos que el defecto es la causa del
dolor humano, él nos enseña a conocernos y a conocer el defecto que actúa en nosotros, para
eliminarlo.

Si nosotros pudiéramos disponer de una práctica que nos permitiera conocernos a “sí mismos” y
a nuestras equivocadas formas de pensar, sentir y actuar, es lógico que eliminaríamos nuestros
defectos, no cometeríamos errores y haríamos de nuestras vidas algo mejor.

Pero la humanidad está indefensa. Por culpa de los defectos sembramos nuestro propio dolor:
cárcel, muerte, violencia, hogares separados, etc. Por un defecto de ira, por una insignificancia,
se pelean los esposos, sufren los hijos y se separan los hogares. La humanidad se encuentra
ante un callejón sin salida, pero la GNOSIS ha abierto las puertas del conocimiento espiritual
para liberamos del dolor.
*
Para una mejor comprensión de esta sabiduría, les invito a ver el video de la conferencia
de 1ª Cámara que se dictó en el Centro Anael:
http://www.anael.org/video/camaraa/alma.htm
*

Clase 4
La ley de la Recurrencia.

La palabra recurrencia significa “volver a ocurrir", en virtud de esta ley, todo en la vida del ser
humano tiende a repetirse tal y como sucedió en la vida anterior. Se repetirán los mismos
amores, las mismas disputas, las mismas separaciones, los mismos amigos y enemigos. Por
ésto decimos que la vida de cada ser humano es como una película. Al morir, nos llevamos esa
película para la eternidad, para revivirla en forma retrospectiva, para revivirla en el juicio que se
le realiza a nuestra ALMA en el plano ASTRAL, luego al retornar en un nuevo cuerpo físico,
proyectamos y repetimos la película de la vida sobre el tapete de la existencia.

En los Evangelios, San Pablo nos dice: “Es necesario que muera el hombre viejo y nazca el
hombre nuevo". El hombre viejo son todos esos hábitos, costumbres, mecanicidades y defectos.
El hombre nuevo es el CRISTO en cada uno de nosotros.
Recordemos que Cristo y Jesús son dos términos diferentes. Cristo es el Hijo de Dios.
Jesús es el más grande maestro que ha venido a la Tierra , encarnó al Cristo; desde ese
momento pasó a ser Jesucristo.

Cuando nos transformamos nace dentro de nosotros el Cristo y entonces nos convertimos en
maestros de sabiduría. En la Biblia el Cristo y los apóstoles nos invitan a un nacimiento segundo
y a una real transformación. Es por ésto, que si no conocemos y eliminamos los defectos, todo
nuestro sufrimiento volverá a repetirse en la próxima existencia.

La LEY DE LA RECURRENCIA es una de las 48 leyes que rigen a la naturaleza humana.


Esta ley se encuentra explicada en el primer capítulo del Eclesiastés: "¿Qué provecho tiene el
hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación va, y generación viene,
mas la tierra siempre permanece. Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de
donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus
giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar y el mar no se llena; al lugar de donde
los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Todas las cosas son fatigosas más de lo que
el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. ¿Qué es lo que fue? Lo
mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará y nada hay nuevo
debajo del sol. (Todo se vuelve a repetir). Hay algo de que se pueda decir: ¿he aquí esto es
nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay memoria de lo que precedió, ni
tampoco de lo que sucederá, habrá memoria en los que serán después..." (Nuevas vidas).

Entregamos a continuación una enseñanza del maestro Samael Aun Weor, en donde a través de
una experiencia personal nos explica claramente las leyes del Retorno, Recurrencia y su íntima
relación con la ley del Karma:

“Me viene a la memoria en estos instantes, escenas de una pasada reencarnación mía en la
Edad Media. Vivía en Austria de acuerdo con las costumbres de la época, era miembro de una
ilustre familia de rancia aristocracia. En aquella edad mis gentes, mi estirpe, presumían
demasiado con aquello de la sangre azul, los difíciles ascendientes y notables abolengos”.

“Hasta pena me da confesarlo, pero, y éso es lo grave, yo también estaba metido entre esa
botella de prejuicios sociales ¡cosas de la época! Un día cualquiera, no importa cual, una
hermana mía se enamoró de un hombre muy pobre, y es claro, ésto fue el escándalo del siglo;
las damas de la nobleza y sus necios caballeretes, pisaverdes, currucatos, lechuginos y
gomosos, desollaron vivo al prójimo, hicieron escarnio de la infeliz. Decían que ella había
manchado el honor de la familia, que habría podido casarse mejor, etc.”.

“No tardó en quedar viuda la pobre, y como resultado de su amor, es claro, quedó un niño. ¿Y si
hubiera querido regresar al seno de la familia? Empero, no era posible, ella conocía demasiado
la lengua viperina de las damas elegantes, sus fastidiosos contrapuntos, sus desaires, y prefirió
la vida independiente”.

“¿Qué yo ayudé a la viuda? Sería absurdo negarlo. ¿Qué me apiadé de mi sobrino? Eso fue
verdad. Desafortunadamente, hay veces en que por no faltar uno a la piedad, puede volverse
despiadado. Ese fue mi caso. Compadecido del niño le interné en un colegio (dizque para que
recibiera una robusta, firme y vigorosa educación) sin importarme un comino los sentimientos de
su madre y hasta cometí el error de prohibir a la sufrida mujer visitar a su hijo; pensaba que así
mi sobrino no recibiría perjuicios de ninguna especie y podría ser alguien más tarde, llegar a ser
un gran señor, etc.”.

“El camino que conduce al abismo está empedrado de buenas intenciones. ¿Verdad? Así es.
¡Cuántas veces, queriendo uno hacer el bien, hace el mal! Mis intenciones eran buenas pero el
procedimiento equivocado; sin embargo, yo creía firmemente que estaba haciendo lo correcto.
Mi hermana sufría demasiado por la ausencia de su hijo, no podía verle en el colegio, le estaba
prohibido”.
“A todas luces resaltaba que hubo de mi parte, amor para mi sobrino y crueldad para mi
hermana; sin embargo, yo creía que ayudando al hijo ayudaba también a su madre.
Afortunadamente, dentro de cada uno de nosotros, en esas regiones íntimas donde falta amor,
surge por encanto el policía del Karma, el Kaom. No es posible huir de los agentes del Karma,
dentro de cada uno de nosotros está el policía que inevitablemente nos conduce ante los
tribunales”.

“Han pasado ya muchos siglos, desde aquélla época; todos los personajes de aquel drama
envejecimos y morimos. Empero, la ley de RECURRENCIA es terrible, y todo se repite tal como
sucedió, agregándole sus consecuencias”.

“Siglo XX. Nos hemos reencontrado todos los actores de esa escena. Todo ha sido repetido en
cierta forma, pero es claro, con sus consecuencias. Esta vez tuve que ser yo el repudiado por la
familia, así es la ley. Mi hermana se encontró de nuevo con su marido; a mí no me pesa
haberme vuelto a unir a mi antigua esposa sacerdotisa conocida con el nombre de Litelantes. El
sobrino aquel tan amado y discutido, renació esta vez con cuerpo femenino; es una niña muy
hermosa por cierto; su rostro parece una noche deliciosa y en sus ojos resplandecen las
estrellas”.

“En un tiempo cualquiera, no importa la fecha, vivíamos cerca del mar; la niña, (el antiguo
sobrino), no podía jugar, estaba gravemente enferma, tenía una infección intestinal. El caso era
muy delicado, varios niños de su edad murieron en aquélla época por la misma causa. ¿Por qué
habría de ser mi hija una excepción? Los numerosos remedios que se le aplicaron, fueron
francamente inútiles; en el rostro infantil ya comenzaba a dibujarse con horror ese perfil
inconfundible de la muerte. A todas luces resaltaba el fracaso, el caso estaba perdido y no me
quedaba más remedio que visitar al Dragón de la Ley , a ese genio terrible del karma cuyo
nombre es Anubis”.

“Afortunadamente ¡Gracias a Dios! Litelantes y yo, sabemos viajar conscientemente y


positivamente en cuerpo astral. Así pues, presentarnos juntos en el palacio del Gran Arconte, en
el universo paralelo de la quinta dimensión, no era para nosotros un problema. Aquél templo del
karma resulta impresionable, majestuoso, grandioso. Allí estaba el jerarca, sentado en su trono,
imponente, terriblemente divino; cualquiera se espantaría de verlo oficiar con esa máscara
sagrada de chacal, tal como aparece en muchos relieves del antiguo Egipto faraónico”.

“Al fin se me dio la oportunidad de hablarle y es claro que no la dejé pasar tan fácilmente: Tú
tienes una deuda conmigo, le dije. ¿Cuál? Me replicó como asombrado. Entonces plenamente
satisfecho le presenté a un hombre que en otro tiempo fue perverso demonio; me refiero a
Astaroth el Gran Duque. Este era un hijo perdido para el Padre, continué diciéndole, y sin
embargo, le salvé, le mostré la senda de la luz, le saqué de la logia negra, ahora es discípulo de
la blanca hermandad, y tú no me habéis pagado esa deuda”.

”El caso era que aquella niña debía morir de acuerdo a la Ley y que su alma debía penetrar en el
vientre de mi hermana para formarse un nuevo cuerpo físico. Así lo entendía y por ello fue que
añadí: ‘pido que vaya Aztaroth al vientre de mí hermana en vez del alma de mi hija’. La
respuesta solemne del jerarca fue definitiva: ‘Concedido, que vaya Astaroth al vientre de tu
hermana y que tu hija sea sana’. Sobra decir que aquella niña (mi antiguo sobrino), fue sanada
milagrosamente y mi hermana concibió entonces a un niño varón. Tenía con que pagar esa
deuda, contaba con el capital cósmico. La Ley del Karma no es una mecánica ciega, como
suponen muchos seudo-esoteristas y seudo-ocultistas”.

“Como estaban las cosas, resulta evidente y fácil de comprender que con la muerte posible de
mi hija, tendría que sentir el mismo dolor del desprendimiento, aquella amargura que en épocas
antiguas sintió mi hermana por la pérdida de su hijo”.
”Así, mediante la gran Ley quedaría compensado el daño, se repetirían escenas semejantes,
pero esta vez la víctima sería yo mismo. Afortunadamente, el Karma es negociable, no es esa
mecánica ciega de los astrólogos y quirománticos de feria. Tuve capital cósmico y pagué esa
deuda vieja; así, gracias a Dios, me fue posible evitar la amargura que me aguardaba”.

Comentario del Director:


En esa vida, el vehículo físico del maestro Samael Aun Weor estuvo reencarnado en Austria, en
la corte de los Habsburgo, una de sus hermanas se casó con un plebeyo, por ésto fue
despreciada por su familia.

En esa época, el cuerpo físico del maestro Samael tomó la decisión, lleno de “buenas
intenciones”, de educar al niño, o sea, su sobrino, separándolo de su madre y sin permitirle que
lo pudiera visitar. Por todo ésto la madre sufrió muchísimo y lloraba y lloraba.

En esa época y después de un tiempo, todos los personajes de esa familia y que formaron parte
de ese drama humano, envejecieron y murieron. Después de muchos siglos todo se volvió a
repetir tal como sucedió, más las consecuencias, y en virtud de la Ley de la Recurrencia y del
Karma, todos los personajes volvieron a nacer y nuevamente se reencontraron. La hermana,
vino de hermana del maestro Samael y nuevamente se volvió a casar con el mismo esposo que
tuvo en Austria. Samael nuevamente se casó con su esposa Litelantes.

En aquella época en Austria, la hermana fue repudiada por la familia y en esta vida, Víctor
Manuel Gómez, nombre del cuerpo físico de Samael, también fue repudiado por la familia y le
tocó irse de su casa por los maltratos de su padre y de su madrastra, que no le permitían ir a ver
a su madre, de la que se había separado. Hizo sufrir y ahora sufrió. Prohibió a su hermana en
esa reencarnación en Austria que viera a su hijo y ahora no le permitían ir a ver a su madre.
Comprenderemos ahora al divino Cristo cuando nos enseña: “No hagáis a otros lo que no
quisieran que hicieren con vosotros”.

Años más tarde, Víctor Manuel Gómez se casó nuevamente con Litelantes y con sus pequeños
hijos se fue a vivir a Ciénaga, Colombia, en una casa muy humilde y cerca del mar. Viviendo allí,
uno de sus pequeños hijos enfermó gravemente. Varios niños habían muerto por la misma causa
y en la hija del maestro Samael se dibujaba el rostro inconfundible de la muerte. El caso estaba
perdido y la niña habría de morir por Ley del Karma, (ver: www.anael.org/karma)

Samael y su esposa Litelantes salieron juntos en cuerpo astral y se presentaron ante el Gran
Genio del Karma, es decir, el maestro Anubis. Resulta que el maestro Samael con la enseñanza
gnóstica logró que un perverso demonio llamado Aztaroth se retirara de la Logia Negra y entrara
en la blanca hermandad y con base en ésto, negoció con el maestro Anubis para que su hija no
muriera, fue aceptado el negocio y la hija sanó “milagrosamente”.

Vemos aquí cuan importante es comprobar, vivir y divulgar estas sagradas enseñanzas
gnósticas sobre toda la faz de la Tierra. Recordemos que el karma se puede pagar con dolor,
pero también con amor.

En esta vida y gracias a la divulgación de este mensaje, he logrado negociar karmas terribles
que me hubieran hecho hasta desencarnar. ¡Cuan maravilloso es este capital cósmico para
pagar y salir bien en los negocios!.

Para finalizar, los invito a comprobar estas leyes y divulgar en forma masiva estas enseñanzas
sobre toda la faz de la tierra.

Para una mejor comprensión de esta clase, les invito a ver el video de la conferencia de 1ª
Cámara que se dictó en el Centro Anael:
http://www.anael.org/video/camaraa/reencarnacionretornorecurrencia.htm
Clase 5
La Clave de SOL y la muerte en marcha.

Los tiempos del fin han llegado y estamos en ellos. Grandes acontecimientos se avecinan y
nuestra civilización agoniza. Por doquiera se escuchan guerras o rumores de guerra, tiembla la
tierra, ruge el huracán y se conmuevan las entrañas del Universo.

San Lucas en las señales de los tiempos del fin en los Evangelios enseña: "Y será divulgado el
evangelio del reino a todas las naciones y después vendrá el fin".La Gnosis es ese Evangelio del
Reino que devela para bien de la humanidad las enseñanzas sagradas que se encuentran
veladas en las Sagradas Escrituras.

Como su nombre lo indica la Clave de Sol es una práctica psicológica que permite conocernos a
nosotros mismos e iluminar nuestra conciencia.
La Clave de Sol tiene tres aspectos perfectamente definidos: SUJETO, OBJETO y LUGAR.

1. SUJETO.
Es no olvidarnos de “sí mismos” y practicar para desarrollar, una facultad del alma que se
encuentra atrofiada en todos los seres humanos, llamada la AUTO- OBSERVACIÓN.

Au to- Observación es un mirar hacia nuestro interior para conocer nuestras formas equivocadas
de pensar, sentir y actuar, a través de los cuales se procesan nuestros defectos de tipo
psicológico (IRA, LUJURIA, CODICIA, ORGULLO, etc.) y son los que nos hacen cometer errores
dolorosos y llevar nuestra vida en forma mecánica e inconsciente. Por lo que todo lo
desconocemos, todo lo ignoramos, ya que vivimos en un mundo de las tinieblas del no ser.

En la ciencia gnóstica, enseñamos que la humanidad vive con la conciencia totalmente dormida.
Ésto se explica, porque siempre estamos haciendo algo y al mismo tiempo estamos pensando
en otra cosa diferente; ésto ocurre desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Estos
pensamientos constituyen las tinieblas del no ser y es a través de esos pensamientos como se
procesa el sueño de nuestra conciencia.

Místicamente consideramos a la mente como una cárcel y a los pensamientos como sus
barrotes. Pensar es soñar y los pensamientos no permiten que penetre en nosotros la luz de la
conciencia. Por esto nos dice el Evangelio de San Juan: "La luz vino a las tinieblas y las tinieblas
no la comprendieron".Las tinieblas están constituidas por nuestros “yoes” o defectos,
procesándose a través de nuestros pensamientos.

Para desarrollar la auto- observación, debemos practicar intensamente la siguiente clave


psicológica, que nos permitirá volvernos conscientes de “nosotros mismos” y a no cometer
errores: Debemos preguntarnos a cada instante: ¿QUÉ ESTOY PENSANDO? y observar qué
estamos pensando y sintiendo. Si descubrimos cualquier pensamiento o sentimiento, ya sea
bueno o malo, es un defecto que nos hace olvidarnos de “sí mismo” y nos duerme la conciencia;
entonces debemos realizar la siguiente petición: “VIRGEN MADRE DE MI CRISTO, ELIMÍNEME
ESTE PENSAMIENTO Y ESTE DEFECTO”.

Cuando el Iniciado se pregunta ¿qué estoy pensando? y observa en su interior psicológico qué
está pensando y mira hacia su interior, en ese momento penetra la luz de la conciencia que lo
ilumina, permitiéndole ver y conocer el pensamiento y detrás de él, el defecto que le duerme la
conciencia. Recuerda siempre: Detrás de todo pensamiento se esconde tal o cual defecto.

Cada defecto que se descubra con la auto- observación, debe eliminarse con la petición:
“VIRGEN MADRE DE MI CRISTO, ELIMÍNEME ESTE PENSAMIENTO Y ESTE DEFECTO”.

Si el defecto insiste en pensar a través de nuestra mente, nuevamente lo eliminamos. Debemos


realizar esta petición con todos los pensamientos que logremos auto- observar.
A este trabajo se le llama MUERTE EN MARCHA. ¡Esta práctica es maravillosa!, ya que los
defectos nos programan a través de nuestra mente, para realizar actos que atentan muchas
veces contra otras personas o contra nosotros mismos, creándonos muchos problemas en la
vida.

Si una persona logra eliminar 100 pensamientos diarios, su vida va a cambiar en forma
maravillosa. Es cuestión de voluntad. Muchas personas lo están realizando y los hechos hablan
por sí solos: armonía en los hogares, en el trabajo, mejor salud, etc.

Realmente la humanidad se encuentra a las puertas de grandes acontecimientos y volviéndonos


conscientes de nuestras acciones estaremos preparados.

2. OBJETO.
Además de preguntarnos de instante en instante: ¿QUÉ ESTOY PENSANDO?, debemos no
olvidarnos de nuestro cuerpo físico y hacer conciencia de lo que estamos haciendo. Si estamos
caminando... caminemos, pero no pensemos en otra cosa; si estamos bañándonos... bañémonos
pero no pensemos en otra cosa diferente a lo que estamos haciendo.

3. LUGAR.
De instante en instante debemos estar conscientes del lugar en que nos encontramos y observar
detenidamente, ya sea nuestra casa, en un almacén, en la calle. Observar pero sin identificarnos
y ver qué hay de raro en ese lugar. Si hay algo raro, procedemos a dar un salto con la intención
de flotar, o nos estiramos un dedo, con la intención de que se estire. ¿Qué ocurre? Esta práctica
queda grabada en el subconsciente y se repite cuando soñamos, o sea, cuando nos
encontramos en cuerpo astral en la quinta dimensión. Como allí no hay gravedad al dar el salto
con intención de flotar, el cuerpo queda flotando. Si nos estiramos el dedo, éste se estira, porque
el cuerpo astral es elástico y entonces despertamos conciencia de que nos encontramos en el
mundo maravilloso de la quinta dimensión.

A todo defecto que vamos conociendo a través de la auto- observación hay necesidad de hacerle
una disección, o sea, dividirlo o segregarlo en todas y cada una de sus partes y eliminar cada
parte por separado y si es necesario, realizarlo repetidamente.

Por ejemplo: a un hombre casado le gusta la vecina; él debe primero auto- observarse para
conocer el defecto y ver qué le llama la atención de esa mujer, ya sean los ojos, la voz, el
cabello, el caminar, el vestir, las piernas, etc. y debe realizar la práctica de la eliminación con la
Virgen , para cada una de esas partes y si es necesario, realizar la eliminación de ese defecto
varias veces durante el día, ya que algunos defectos son más fuertes que otros porque vienen
con una mayor experiencia de nuestras vidas anteriores.

Al acostarse, el Iniciado relaja todo el cuerpo y hace un ejercicio retrospectivo, o sea, devuelve la
película de todo lo que realizó en el transcurso del día y va eliminando en sus diferentes partes,
todos los defectos que descubra.

El maestro Samael Aun Weor nos enseña: "Debéis morir de instante en instante, porque sólo
muriendo nace lo nuevo en cada uno de nosotros: EL SER". El Maestro nos invita a realizar
permanentemente la Muerte en Marcha

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