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Primera confetencia:
Tomado de:
Fundación del Campo Freudiano -Comp. (1998) El El síntoma y el cometa
síntoma charlatán. Buenos Aires:Paidós
Jacques-AlainMiüer
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veces'como una '
. ¡Algo nuevo! ¡Algo nuevo! iAlgo nuevo! Lo digo tres ',.1
llamada, casi como un grito, casi como una orden: nos hace falta algo nue-
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vo, necesitamos, queremos, deseamosalgo nuevo a toda costa' ¿Por qué he-
mos puesto estasjornadas bajo el signo de las nuevas formas del síntoma?
parece ser que es porque nos.interesamos en la dínica en tanto que cambia,
en tanto que se vincula siempre -1o ha recordadoJorge Forbes en su po-
nencia- con el estado coritemporáneo de la cultura, con el momento ac-
'
tual de 1o que se suele llamar <el discurso universal>>.Recuerdo haber em-
pezado, hace ya muchos años, un Encuento Internacional del Campo
Freudiano con el grito ('¡La clínica cambial>, pero me parece que esta vez -
el título de nuestro Encuentro merece una interpretación. Para entendef la
fórmula <<Lasnuevas formas del síntoma>>propongo dar más énfasis a lo
nuevo, porque este elemento del título quizá nos interesa más que el propio
síntoma.
No podemos disimular que si nos reunimos bajo la fórmula de <Las
nuevasformas del iíntoman es precisamenteporque esperamosalgo nuevo
en el mismo psicoanálisis.En cierta medida, lo nuevo está presente en lo
que Lacan \lamó el pase, pues se ha podido comprobar recientemente en
Brr.no, Aires ¡ creo que hoy mismo, en Sáo Paulo, la excitación especi¿l
que produce esta novedad. sí, nosotros también, en el psicoanálisis, espe- .
.Lár dgo nuevo, y digo <<tambiénnosotros> porque en este sentido somos
como toáos aquellos con quienes compaftimos el momento actual del ma-
lestar en la culiura -en la cultura contemporánea, nosotros, psicoanalistas,
nos vemos llevados a desear algo nuevo.
Algo nuevo es la forma que adquiefe para nosotros la dimensión de la L
Ot.a la dimensión de lo dlcho en orra parte, dimensión imborrable de
"ár",
{

14 Tnrs coNF'ERENCTAS
BMSTLEñAS PnTN¡SRA ET SÍNTOU¡ Y EL COMETA
CONFERENCIA: 15

la vivencia humana. He repetido <<algo nuevó>>ffes vecesal comienzo para valoración como tal, la intensificación de este deseo por lo nuevo hasta su
hacerlessentir la tensión que conlleva este deseopor lo nuevo. Una tensión exasperación sintomática es relativamente reciente. La imitación dominó
que no me parece excesivocalificar de superyoica,vinculada con el super-
durante siglosla producción artística: el Renacimiento no se presentó sino
yó,Überich.En la medida en que el superyó, en su pura definición f..rrdiu-
'na, como la imitación de la Antigüedad, y desvincularsedel imitar a los anti-
tiene una dimensión social, se puede decir -a mi modo de ver- que guos fue la lucha de los llamados modernos, aunque nuestro nueuo dehoy
hay un superyó de la cultura, y lo que nos demanda el superyó de hoy es, ya no es lo moderno. Este último fue la forma optimista de la búsqueda de I
precisamente, <<algonuevo>>. -
lo nuevo, hasta que en nuestra edad, no tan mal llamada posmoderna, lo
¿No ha sido así_siemp¡e?Lo es -para.decirlo de la manera más sua- nuevo se desvinculó de lo moderno pata aparecer en cuanto nuevo. La exi-
ve- desde que Baudelaire,poera francés de mediados del siglo xrx, lo gencia de lo nuevo como nuevo es el axioma que circula por todas partes, y
formuló en un verso inolvidable, el último de Las flores del mal. Es el úl-
enüe nosotros, dentro del campo freudiano, también: que lo nuevo vale en
timo verso de la primera edición, o sea, sin los poemas llamados <prohi-
cuanto nuevo -no sé si perciben ustedesel horror de la situación. .i
bidos> que se tuvieron que publicar posteriormente, porque aquella era Así puntualizada, destacada,aisladala esenciade lo nuevo, apareceen
it.\.:

una época de censura; a diferencia del problema que renemos nosotros su carácter sintomático, nos dirige una mirada siniestra.La exigencia de lo
con nuestra cultura, según veremos después. <Aller au fond de l'inconu nuevo es profundamente Unheirulicb: ésta es la palal:ra alemana que utili-
pour y trouver du nouveau>>, ir hasta el fondo de lo desconocido para en- za Freud en su artículo que se suele traducir por <<Loominoso>>o <Lo si-
contrar ahí algo nuevo, éste es el último verso, a modo de mensaje que de- niestro>>.Tienen ustedesque hacer algunos seminariossobre el tema de lo
ja Baudelaire. Debo decir que, en este caso,la lengua francesa1o dice me-
IJnheimlich. ¿No les parece, bajo esta luz, que Io nuevo, el culto contem-
jor que el castellano: áice du nouueau, con un du que no es parritivo. En
poráneo de lo nuevo es el vestido mismo -vestido a la última moda, por
el verso francés no se trata de /o nuevo, tampoco de algo nuevo, sino que supuesto- de aquella vieja presenciaen la existenciahumana, es decir, ia
con esa expresión, du nouueau, se trata de la dimensión misma de lo nue- muerte?
vo, de lo n uevo en cuanto tal, de cualquier cosa que pertenezca a la di-
Algo nuevo deseamos,de algo nuevo gozamos,pero ¿cuántotiempo al-
mensión dc lo nuevo. go nuevo permanecenuevo? La respuestala sabemostodos, como hombres
La búsqueda de lo nuevo, anunciada en este verso, transcurre en la contemporáneos: cada'día algo nuevo se mantiene nuevo nlenos y menos
poesfr -por lo menos la francesa- desde Baudelaire hasta Breton, hasta
tiempo, se vuelve obsoleto cadavez más deprisa. La aceleraciónde la de-
el surrealismo, que llevó esta búsqueda de lo nuevo a un estado de incan- cadenciade toda novedad puebla nuestro mundo cotidiano de objetos ob'
dcecencis, Ca,Javez más, la búsqueda de lo nuevo se ha impuesto como
soletos que hay que tirar deprisa para reemplazarlospor el último modelo.
exi¡encie inopclablc en todas las producciones de la cultura, y domina aho-
En este punto preciso surge la inquietud del suieto por no ser tan nuevo,
ru dcsclcel artc hastala industria. Detengámonosun momento en el arte: si
por volverse él mismo obsoleto.
la figura de l)icassodominará en el arre del siglo xX, ya casiel siglo pasado, '
El culto de lo nuevo, de manera inexorable, hace del propio sujeto un -.
si permanecc conro r¡n paradigma del arte de esté viejo siglo, es porque él
objeto obsoleto, un desecho,y no es casual que en la misma época se haya
nunca se limitó u r¡¡rcstilo fijo, sino que experimentó un número incalcula-
inventado el obieto (a). En verdad,Lacan lo inventó justo antes de que es- i:
ble dc formas y no dcsistió de ir siempre hasta el fondo de lo desconocido
to se evidenciaraen nuestra cultura, en nuestro malestarde hoy. El culto de -,
para encontrilr algo nucvo, Él sabía que para nosotros nada vale si no es
lo nuevo supone también la bien conocida valoración de la juventud, un
nucvo, quc n() g()z¡tm()ssino dc lo nuevg. -- síntoma de la cultura de hoy. Ahora que tengo más de cincuenta años, el ,
En este scntitlo,lo nucv() cn 1á cultura de hoy mismo es el síntoma, es
culto a la juventud me parece un síntoma, aunque decirlo tiene mérito, por
la nueva fornru sintomitica rlcl malestar en la cultura, y digo que es una
mi parte, porque la desesperaciónante el envejecimientoes, precisamente,
nueva forma porquc n. sicm¡rrc ha sido así:hasta el corte que he situado de
un síntoma nuevo. Siempre se había aceptado envejecer,volverseviejo, pe- t:
forma aproximaclacon cl vcrs,, clc Baudelaire,hasta ese corte, lo que se es- . ro hoy',debido a las posibilidades que nos ofrecen los productos de la cien-
peraba no era algo nucvo, sino rnásde lo mismo. El anhelo por lo nuevo, su J cia. el techazo a enveiecer es claramente un síntoma soci¿I.

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t6 TnsscoNF'rRErucrAs
nRasrmñAs PRIMERAcoNFERENCTA:
Er sl¡¡ro¡m y EL coMETA 11

llfe interesa ver qué pasari en China, porque allí, durante siglos, desde
Intel, ya se anuncia -en el momento mismo de comprarlo- que denho
siempre, lo que se ha valorado es la vejez, la juventud es cuando h"y qu" de
seis meses su velocidad quedará multipiicada por dos. El micioprocessor
perar para ser viejo y así ser escuchado por los demás. ".- es
En china yo sería un objeto que no se ve, situado en el interior del ordenaclor,y.rro plantea-
demasiadojoven para dar un discurso que fuera escuchado.H"y qú"
.rp.- ba un problema para su valoración en el mercado. Al geniá que áirige
rar a los setenta, ochenta,o noventa años, porque, por offa parte, parece la t
empresa Intel, Andrew Grove, se le ocurrió hacer poner una etiqueta,
que con la valoración delavejez los viejos vi,"'en baitan¡e. pero exi_
¿q.ré .ru u gió la presencia visible de la etiqueta Intel-Inside.-Esta fórm.la,'qrr.
pasaren china ahora que se abre a nuestros síntomas?vale pena á.bo,
la obser- decir que admiro, es una fórmula poética, con una aliteración: in -in,Intel-
var si los chinos van a ser-alcanzadosno solamente por el .apitaiismo
arran- Inside.Es el nombre del nuevo agalma,objeto maravilloso escondido
zado.,sino también por los síntomas que lo acompañ¿n. En fin, lo que en el .
se interior, como decía Alcibíades de Sórrates, que tenía denmo un
puede ya anticipar es que a medída que los balry boomers.la generación obieto ma-
in- ravilloso que nadie podía ver. pero la novedad ahora es que ye se
mediatamente posterior a la SegundaGueria Mundial, se ua'haciendo ,ub. q,,r" ,
ui.- este agalma se convertirá en poco tiempo en un desecho para thar.veo
ja, que es más o menos ahora, vamos a ver un boom hoy
delavejez,es decir, un en este Intel-Inside un modelo universal: cada suieto de ia cultura
interés acentuado por lavejez y los medios para detenerla. o sea que para contem-
poránea lleva en la frente un invisibie Inter-lnsitre a modo de
invertir en la industria me parece que hay que ir en esa dirección --yo un mensaje
no que anuncia a los demás,así como a él mismo, su propia decadencia.
lo hago, pero es un consejo gratuitg que les doy.
' No se puede resistir a estemovimiento de fondo de la cultura. 4 está
Lo: profesionalesque ahora rnanipulan el goce en pro del consumo, in-:,
. es surrección del ser q'e nos atrapa. Por esta razón no me niego a hacer
decir, dirigen nuestro goce hacia esa salida qrr" rro, propone la sociedad en-
trar ala Asociación Mundial de psicoanálisis en la era de Inte-rnet. Hay
hoy, que consiste en comprar y consumir, .llo, una
muy bien y desde rebeldía posible: lo único que realmente puede resistir al caráctetsinámá-
hace mucho tiempo el poder de la palabra nüeuo "onoci'
par^vender, Ne¿. pense- tico de lo siempre nuevo esptro síntoma. Lo pue<loilustrar con un ejemplo
mos, por ejemplo, en eseproducto eminentemente contemporáneo que -,
es que voy a buscar a una clínica que estudio regularmente, es decir,
la información. Da lugar a una enorme industria creciente áorrd" mi pio_
se h^c.n pia clínica, mi clínica como suiero. Invité a todos los miembros
algunas de las grandes forrunas de hoy. de ta AMp
¿eué vende esta indus*ia de la in- a entrar en Ia era de Internet, supuestamenteyo debía hacer lo mismo,
fbrmación? vende lo nuevo en cuanto nuevo. vende enunciados En
sobre lo casatenemos dos ordenailores, pero yo no los utilizo directamente. Así que
nuevo' cuyo valor reside en la rapidez y la frescura de la comunicación.
Ra- volviendo de Buenos Aires, del Encuentro Internacional de julio-agosto,
dio, televisión, Internet... todo ello implica que lo nuevo permanecenuevo
pensé en comprarme uno propio. Empecé por informarme:
menos y menos tiempo. Así, el goce de la no,üedadse hace cadavezmás busquéiodos
in- los documentos, compré todas las revistas de informática, me entrevisté
sistente, más exigente, en su rivalidad mortífera con lo obsoleto. No
sé si\ con varios amigos ya más avanzados,cada uno de ros cuares tenía
ustedes saben que háy caaales de televisión que suelen reservar un sus pre-
ángulo ferencias, y, finalmente, conciuí. En el momento de pasar ar acto, ll.g, '
de Ia pantalla para el desfile continuo de las cifras indicadoras de las .rnu
va'ria- inforrnaciónr este modelo tan bien estudiado ua queda*upe.udo "enpo-
ciones en las grandes bolsas del mundo, veinticua*o horas ar día. Esa
ca- cos mesespor otra maravilla. Dudé, perdí esegoce " '
dena significante, presentificadade estaforma, que sin detenerseva de tener el último orá.-
cifran- nador, de tenerlo como objeto, porqr¡s y. no ..u el último _éste
do los valores de intercambio de la cuhura d. úoy, pone de.*ranifiesto es el
la enuneiado-, y empecé a soñar en el próximo. Hasta que llegué a
pulsión de muerte. Presenra esta operación que no desiste y quetice: la con_ ,,
lo clusión de que real¡nente no sabía integrarme en la cad-enadJ las novedu-
nuevo sólo es nuevo en el minuto Dresente.
des. insertarse en la cadena de las novedades es alienación, no hacerlo
otro ejemplo: ninguna indusiria ha acelerado tanto la pro.ducción es
. de , separañrrMi€iñft;iñélüñá'experiencia
lo nuevo y la producción correlativa de lo obsoleto como la industria en la que es realmenre el su-. r-,,
in- jeto -cn este caso' yo- el que se experimenta a
formática, que marca el rumbo a todo el mercado universal. Apenas ', sí nlismo como desecho
se *-dgl4 gr itur:acontemporánca.
compra el último ordenador, ya queda superado por un modelo á" ,r,r.u. {i Sl oREivainos-e$ó-éri Ia perspecriva clínica, se reconoce en mí la pre-..*
generación. Apenas aparece en el mercado el último microprocesador
de senciade un síntoma de dpo obsesivo-debo decirlo_ o ,.u, p".* pá,
el
\'-1

18 TRES CONFERENCIASBRASILEÑAS EI- sÍNrolr,q y EL coMETA


PnItffin¡ CONFERENCTA: 19

saber para elegir el objetó. Efectivamente, si uno exige un-saber exhausti- toma social, un síntoma del malestar en la cultura, y en algunos sectores
vo, ello le impide elegir, porque siempre apareceun significante suplemen- ahora se anuncia que las neurociencias lo volverán obsoleto. No lo creo en
tatró, üüo, a la vez, esto es un síntoma con respectoa la norma de la cultu- absoluto, en parte porque la esperanzao el temor de la muerte siempre han
ra:Éñé¡;fó'caso,1á f iopia norma social es sintomática, y puede'ser que lo acompañado al psicoanálisis,desde su nacimiento, como a un fenómeno
sano sea no insertarse.Creo que aquí se hace palpable la inquietud ante el que puede resistir un tiempo y despuésha de decaer.Pero, sobre todo, mi
Oro, la inquietud que constituye el malestar en la cultura de hoy. Esta in- confianza se basa en la misma relación del psicoanálisis con lo nuevo, muy
quietud, que se podría formular así, como la inquietud del malestár con- distinta de la relación común con lo nuevo en la cultura contemporánea.
témporáneo: <¿Quién estáenfermo, la cultura o yo?>>. Y surge una parado- Los analistastemen la i-nfiltración del síntoma social porque no están lo
ia: en nuestro culto de lo nuevo cadavezse hace más evidente la repetición bastante en la orientación propia del psicoanálisis.
de lo nuevo, su programación. Dos, tres, cuatro vecesaLaño, está prevista <<Irhasta el fondo de lo desconocido para encontiar algo nuevor>,dicé
la aparición de lo nuevo, tanto en los ordenádorescomo en los cochesy los Éiudeiaire. ! ¿quién Io ha hecho .r* siglo de -u".rá-;ññt#áef,,.,
más patente, con más resonancia,que "r
vestidos. Este ritmo periódico de la novedad vino, quizá, con la moda fe- Sigmund Freud, médico de Viena?
menina, pero se extiende hoy a todos los sectoresde la producción y de ma- <Ir hasta el fondo di lo desconocido para encontrar algo nuevorr,también
nera cadavez más insistente. El ritmo en la industria informáiica es c¿da es la historia de cada análisis. Pero ¿qué es este <<algonuevo>>que descubrió
año más apresurado. Freud en el fondo de lo desconocido? Para dar una respuestarápida: es
Es decir, nos hemos instalado o hemos sido instalados,alienados,en es- precisamentela repetición, regla implacable del <más de lo mismo>. Es la
:-.
ta paradojafantástíca que es el automatismo de lo nuevo. Y aquf está la pa- presenctaen caclauno de algo vlelo, antlguo, obsoleto, que sigue activo, vi_
ndoja, porque 1o nuevo automatízado es un <<nuevo>>, alavez, sin sorpre- gente, operativo, más poderoso que lo nuevo. Algo cuya instancia inmemo-
sas, ya que podemos conocer de antemano su obsolescencia.Esto es lo rial domina a lo nuevo. El descubrimiento deTiád apunta a lo ántiguó
nuevo en la cultura de hoy, un nuevo ya mortificado y mortífero, por esta que se háce presénte y de manera siempre intempestiva, el..algo r,r.uoo
misma razón, más insaciabletodavía. Lo nuevo como síntoma de la cultura freudiano desordena todas las coordenadas temporales, hasta tal punto que
es, pbr excelencia,glotón: devora, y esaglotonería es el rasgo que apunta a i lo viejo y lo antiguo confluyen. Freud fue hasta el fondo de lo desconocido,
l4&g d.Lggperyó. Para l¡acerlo entender puedo también acudir a mi pro- \ pero para encontrar, nd lo nuevo ¡ sin duda, no lo falsamentenuevo de la
pia clínica con un ejemplo personal. Lo que dije el domingo pasado en novedad merc¿ntil, sino lo antiguo.
Buenos Aires ya está en Internet, en la lista de comunicación de la AMP, En la época del cientificismo optimisra de la segunda mitad del siglo
que se llama AMP Varia, es decir, lo que dije ha llegado a Brasil antes que anterior, Freud fue el hombre que logró vincular las formas nuevasdel sín-
yo. Algunos amigos ya me lo cuentan,-lo habían leído antes de mi venida y toma con la cultura de su época.Por ejemplo, en aquella época no se decía
me lo comunican a mi llegada; es decir, ya no lo puedo utilizar. Si no, ¿qué <depresión>, se decía <<neurastenia>>,'ésa era la maladie,la enfermedad de
dirán? <<Millerha repetido en Sáo Paulo lo que dilo en Buenos Aires, ¡qué moilá. Fíeud, en su épocF,Iffiñcular las formas nuevasdel síntoma con
vergüenza!>> Así, la AMP Varia, dirigida por un grupo de amigos,muy ami- Ias formas antiguas, y para nombrar ese algo nuevo que descubrió en el fon-
gos míos, se ha vuelto mi superyó personal, y si no tengo ideas nuevas en- do{ef qdq,cp.npsidaeffiff
-o*cú"bS.no,$.L.eq.q'].ii;9jjguglj,ldno;ii6;6t6ñél
re el domingo y el viernes ya estoy obsoleto. nombrede Edipo,con los nomh,rqq
d.e'ErcsyT.ánator.-Logró óáñrtfiei
Ahora, pensemosen el psicoanálisis.Ha sido algo nuevo, nacido con el nüésiiá relabión suLjetiva con la cultura tanto antigua como contemporá-
siglo, y en este fin de siglo ya no lo sigue siendo. FIay que ver la inquietud nea. El estilo freudiano, que puede gustar o no, está hecho de esta mezcla,
que despierta en algunos sectoresdel psicoanálisisque la cultura nos pue- ya un poco posmoderna, entre elementos actualesy otros de los rnás anti-
da volver obsoletos.Están tan infiltrados por el síntoma de la cultura con- guos, hasta los dioses de Egipro. Por supuesto, este estilo tiene siempre al-
temporánea, que tiemblan de saber que tendrán cien años dentro de poco. go de kitscb, pues mezcla lo nuevo con lo antiguo.
Nosotros, que vinimos al psicoanálisiscon Lacan, somos un poco más jó- Nada está m7s aléjádb delpsicoanálisis que las utopías, estilo New Age,
venes, pero eso no es una solución. El propio psicoanálisisha sido un sín- que prometen lo radicalmente nuevo. La manera más ingenúa de ir hast¿iel
20 Tnrs co¡qrEnsNCrASBMSTLEñAS Pnrurn¡ CoNFERENCTA:
Er, sf¡¡ronray ELcoMETA 2L
fondo de lo desconocido para encontrar algo nuevo no conduce sino al sui- al:.queno tj.¡lS¡¿{e"cJrgl¿erro¡ el sentido.No importan los nombresque
cidio, a veces colectivo. El último suicidio colectivo, que han difundido por sele den, algometano le importan los anhelosque suscita,h"st" p.ouolu,
todo el mundo las redes de comunicación, tuvo lugar, hace poco -digo el el suicidio,no le importan los canrosque sele dirigen,las cifrasqu.
último porque ya nos prometen otros- en California, ¿dónde, si no?, tie- lan su rayectoria y su retorno. sigue su caminoeriel cierocompLtamente "al.rr-
rra de lo falso nuevo por excelencia.Tuuo lujar en una sectaexperta en In- indiferenteal discuiso.
téñÉ't;riñüii¿n.tn i{"le-Bopp. Tiene su lógica, porque hay ¿Quépasaríacon el psicoanálisissi el síntomafuera así,si el síntoma
pocas cosas tan nuevas como "l "o-.tu
un nuevo cometa. No debía verse en América fuera como el cometa?¿Quépasaríasi el síntomafuera indiferenteal dis-
Latina, dado que yo lo vi con toda claridad en el cielo nocturno de un pue- curso,si fuera de la mismanaturaleza qúeloscuerposllamadoscelestes?_ps
blecito cerca de París, llamado Guitrancourt, con su maravillosa cabelle- qagaríe.siel ¡in1.o-mq psjt-e¡tqglgl?a"ia..dimensiónde lo reli?
ra, algo que parece ir más con el género femenino. En francés, cometa es
{.:L cgg9
Alnque él no conocióel cometaHale-Bopl, éit"?üóii,nliímiifiéffitrae
femenino, se dice la cométe, y me cuesta nombrarlo en masculino. Al ver- Lacan sobrelo que descubrióFreud, y situar el síntomaen ró reJ supone
lo atravesando el cielo y ver el cielo, inmutable, modificado por aquel ob- una apuesta. Lo quedescubrióFreuden la histeria,precisamente, .r q,teel
jeto extraño y fascinante, uno no puede dejar de sentir cierta exaltación: síntomano es un cometa.En la medidaen que respondecuandosele lla-
puede ocurrir algo nuevo en lo real. Se entiende muy bien -si uno se po- ma,_cuando sele habla,y dice algo,es un mensajeque sepuedeleer,tiene
ne en el terreno de la comprensión-1 que se piense en el suicidio para un Sinn, una significación.
unirse al cometa que nos viene a buscar a nosotros, desde el fondo de lo La apariciónde cometasen la historia humanasiemprefue considera-
desconocido. da como un síntomafreudiano,mucho antesde Freud y hastala edadde la
!! qggss"psicoanalista" y además lacaniano, no se suicida, ng pue{e de- ciencia.Siemprese considerócomo un signollegadodesdeel fondo de lo
j1t*,.ypr-enJaJrayectori.adel cometa una figura, una alegoría de lo"qqg 9!- desconocido, un signodirigi{o a la humanidadque anunciabaargonuevo,
ría unainterprpfación a[alítica cq.ando logra inscribirse en lo real. Sin em- ya seael nacimientode un granhombreo la proximidad,la inmilenciade
bargó, he aquí la ironía suprema, la aparición del cometa es en realidad un peligros' amen^zas,carásmofes. Es decir, hastaque llegó el dominio de la
fenómeno periódico: el cometa ya ha estado presente hace cuaro mil años ciencia,siempresqinterpretabaa los cometas,pero no seinterpretabanlos
y volverá dentro de otros cuatro mil años. Se puede apostar con toda segu- síntomasicomo ahoralos óometas.ylos síntomasfreudianos,eranmudos.
ridad, Así pues, el cometa que encarna lo más nuevo es, a la vez, un fenó- Con Freud, y con la edad de la ciencia,se dejó de interpretlr a los co-
meno repetifivo, sin duda con un ciclo máÁ eitériso'que Ia vidá ñüriiáná, y metas-aunque algunossectariossiguenhaciéndoloesun fenómenomar-
lo único verdaderamente nuevo en el cometa es que ahora se llama Hale- ginal- parainterpretarlos sínromas.y lo admirable,con ra histeria,esque
Bopp. Se llama así porque dos tipos, dos perezosos,que no tenían nada al interpretarel síntoma,éstedesaparecía. Eso fue en la épocadel optimis-
más que hacer que mirar al cielo, lo vieron primero y se pusieron de inme- mo freudiano:cuandosele hablababien al sínroma,cuando'éráléiiloco.
diato en comunicación telefónica, o por e-mail, con el cenro asronómico rrect¿rmente y seIe comunicabasu lectura,sedesvanecía. El segundotiem-
donde se registran los descubrimientos. po fue el siguiente:Freud percibió que no desaparecía
' Lo nuevo y gug yolvía como
es el significarlqeque se.le ha dado. Que me disculpen: es un cometa'aunquecon un ciclo máscono, Es lo que sellama reacciónte-
profundamente ridículo. Es un significante ripo Laurel & Hardy. Hace po- rapéuticanegativa.con el síntoria obsesiuo,Freud vio claramenteque el
co pensaba que se hubiera podido llamar Amanda o Melancolía, recuerden fundamentomismodel slntomaerala repetición,la repeticióncompulsiva,
gue cometa es femenino en francés. ¿No protestará el cometa? ¿No pro- le Viedeúolangtzua4g. : :
testará porque no tiene nad¿ que ver con el señor Hale y el señor Bopp? La referencia a lq histeria y,lajreferenciaa l4 n.eu¡oris'ohstri-v3-_invitan,
Porque el cometa no conoce este nombre y no volverá mas rápido si lo lla- pues' a dos teorizacióriesdistintas del síntoma.La referenciaa láTtcterl,
man: <Hale-Bopp come back!,n. invita a poner el síntomaen el registrode lo simbólico,a decir qu..qfu"-
El cometa justifica la sospecha freudiana ante lo nuevo: que no es tan le a un meniajeenviadopor un oro dqsconocido.La ref.rencia a l¿ nerr-
nuevo como parece, Y, alavez, justifica la sospecha lacania¡a rs!¡s lo rg; rosisobsesiva,por el contrario, invita a poner el síntom¿en el registrodc
{

22 TRES CoNFEpGNcIAS BRASILEÑAS


Pnlurna coNFERENCIA:Et slt¡tol,t¡ y EL coMETA 2)
.l

lo-fs¡rL." la medida en que vuelve siempre al mismo lugar y es muy resis-


Así es su fórmula de las formaciones de síntomas, que se encuenma en
tente a ser modificado mediante el reconocimiento de su sentido. Freud ya
su grafo. En realidad, pone mucho énfasis en la relación de lo simbólico
lo había peréibido: el síntoma no tenía solamente Sinn, signlficación desci-
con lo imaginario. Tan sólo en su última enseñanza Lacan privilegia, diga-
frable, sino también Bádrrtirg, ¡elación con lo real.'Freud había visto ya
mos, el modelo olsesivo'del_sínto¡Rq que el síntoma'ed füiiáámé-rití-l$SgS
.que detrás del síntoma había fantasmas fundamentales y que detrás del ¡
real en la medida en que resiste al decir. Es el síntoma tal como se le mani-
conjunto de fantasmas fundamentales había una fijación, algo inmóvil, una ¡\
festó á Freüd-iuando'forinul¿ a .*üiiáie reacción terapéutica negari-
inscripción imbomable de un primer encuentro con el goce, un primer en-
{ .va, p-o.¡-9j9r-n'rpjs.
Es,decir, riS:_g-l_SíSlg.!CI.a.no
lo és póiqrré*ié?Eñáfiffia
cuentro siempre traumático.
cüando se habla bien, sino porque se repite como un cometa. "
Ya lo comenté en Barcelona, el pasado mes de diciembre, a partir de
Entonces, ¿de qué sirve vincularlo con la palabra? Ésté es el cuestiondl
las conferencias XIXy XXIII de Freud. Hubiera deseado que se publica- '.4
miento radical, por parte de Lacan, de la posibilidad misma del psicoanáli-
ra este seminario en Opgao Lacaniana, pero se publicó en Freudiana, de
sis. Situar el síntoma en 1o real pone en cuestión la propia posibilidad del í!
Barcelona, y sus responsablesse negaron a verlo publicado en OpgaoLa-
psicoanálisis.De manera que no me dan miedo, me dan risa, los cuestiona- {
caniana, porque dicen que Freudiana se lee mucho en Brasil. Quizás así .
mientos actualesdel psicoanálisispor parte de los ideólogos, no los neuro-
les hago propaganda. Esas dos conferencias de Freud -que estoy resu-
- científicos, sino los ideólogos de las neulociencias,porque ninguno de,esos
miendo de manera muy rápida- nos dan los términos del problema: eli
cuestionamientosdel psicoanálisisva tan lejos como el de Lacan.
síntoma implica, alavez, una relación con lo simbólico y con lo real, y i
En la perspectiva histórica, la primera perspectiva,sueño,lapsus, acto ,
también una relación de los dos entre sí. Propongo escribirlo de la si- ;
fallido, chiste y síntoma pertenecen al mismo registro porque se descifran,
guiente manera:
y eso es lo que Lacan llam{ las formacíones del inconscientp.Se descifran,
se leen, tienen se.ltido..De ahí la exaltación que uno puede seniiü"iééilós'-
>(s0R)
" priinCéTt&toi'léFrlud. Pero en 1" p"r.p..tiuu obsesiva sobre el síntoma,
surge una discrepancia:se pone de manifiesto que el síntoma no está en el
nuestra letra para el síntoma, y entre parénte- ,
Esto es la leüa <<sigma>>,
mismo nivel que las otras formaciones del inconsciente. El síntoma, en sí,
sis, la relación de lo simbólico con lo real. Está claro que para Freud, en la
' no parece relativo a un querer deci¡, hasta tal punto que en su estado sal-
conferencia XXIII, esta relación entre lo simbólico y lo real en el síntoma
t vaje le puede pasar desapercibidoal sujeto. Sólo en un segundo tiempo, e¡
pasa por el fantasmacomo imaginario. h
el análisis, por ejemplo, el síntoma obsesivo puede convertirse en el obj.g.19
Lacan adoptó, de enrada, una perspectivaunilateral sobre el síntoma, -
en cuestión en su querer decir: ..¿Qué quiere decir este síntoma?rr.Peio,
según la cual es puramente simbólico: el síntoma se'desvanececuando el
inmediatamente, no pafece ser del orden de la significación. Y hay que
sujeto admite una verdad, no lgverdad, sino una verdad, una verdad inter-
pensar que el síntoma es capazde decir algo para luego descifrarlo. Como
pretativa. De manera que ponía el síntoma al mis¡no nivel que la interpre-
dice Lacan, lo que constituye al síntoma como analítico es,en primer luga¡
tación que lo hace desaparecer.Para resumirlo, su primer punto de vista ,
un fenómeno de creencia. Hacefaltacreer en el síntoma como en una,enti-
era que el síntoma es un decir, está animado por un querer decir que él es-
\ dad que puede decir algo. Ahora no creemos que un cometa dice algo, pe-
cribió de esta manera: s(A) y se traduce como <<significadodel Ono>. El
ro un síntoma existe como analítico si quiere decir algo. Por eso hay que
síntoma como mensajedel Oro. Luego situó -pero en un segundo tiem-
creer en é1.
po- la incidencia del fantasma en este mensaje del Otro. Esto, lo recuer-
1 A la vez, estámuy claro que el síntomu ,"trp".," del acro fallido, del
do para los conocedoresde Lacan, lo escribió así:
fapsus, del chiste, los cuales responden todos a una temporalidad del ins-
(f 0 a) -+ s(A) Iante y, gl gp.ssecuenciatno.se repiten. Mientras que lo esencial del sínto-
F lna'es la duración, ]4.pqrma+e.r-9i.a,.larepe.tición. ParáEiilóffiti:*-
presién dé Laián: el etcétera del síntoma, como hay el etcétera del cometa,
cuando aparece.".

ulü\rynsDAD
DEA¡rImQuA
EIBLIOTECACENTRAL
'" -r' r /-lFlf{lY ? ,'

I
Pnrnmne coNFERENcIA:El slNtolr¡,q y EL coMETA 25
24 Tnrs coNrsRENCrASBRASTLEñAS

El estado actual de la cultura no tiene nada que ver con el estado vic-
Por lo tanto, si se adopta esta perspectiva -que estoy resumiendo a
toriano. Si debiéramos caracterizarla con un adjetivo, no podríamos ir a
partir de algo que desarrollo en mi seminario con Eric Laurent en París-,
buscarlo a Inglaterra. Nadie duda qr¡e,sedebería buscar en los Estados
nueva¡fsrm.as
{91¡in1o11sinmatizarel.sentido
" itj**-:."f1!.llt.dg.les
g9JoJ0uevo-"
Unidos. Hablaríamos de un estado ólintoniano de la cultura. Parece ri-
dículo, porque no es de rrlnguniñffi"ñ-iñbolo tan fuerte como el de
Hay que tener en cuentaque en la cultura contemporánease llevan al
la reina Victoria, y no parece que guste ser llamado clintoniano como les
analistatrastornosque no le llegabanen otrasépocas,esdecir,seconfíaen
gustaba a los contemporáneos de la reina Victoria decir de ellos mismos
el analistapara hacerhablar a esostrastornosa los que antesnadie pensa-
que eran victorianos. El mismo ridículo que denota ese adjetivo no es una
ba en hacerhablar.Por ejemplo,tomemosl*lgTicomanía,la drogadicción,
malatraduccióndela d;¿áa-ñ¿ü;Ciuái áliiiiinirii,ñié'am;.'Di¿;'; deoiia
qqg.p9 s!.t' ropi amen te un sínt oma analiti coTiiin;rñAó?e eñ¿óñt iñ tin
manéra,el vectorddlacultufaáptiiitaenIá direcciónsiguienté: paraggz?\ ,.
.r góceletal]generalmente letal, hay que distinguir segúnlasdrogas,por su- ya no se necesitala represión social del decir. La voluntad contemporánea
fpu¡erugén cortocircuito, sin pasarpor el Otro, sólo por el vendedor de
dé jocé pasa,cada veimás, por la'aceptaciónsocial de decir, casipor la e*i-
droga.Setrata de convenceral drogadictode que sepuededar sentidoa lo
gencia socíal de decir. La idea de que <<sialgo va mal, hay que hablarlor>
que no esun síntomaanalíticosino una prácticade goce,esdecir,t5anqfol-
forma parte del sentido común, y hoy día existe la creencia popular de que
mar su práctic4_degoce en síntomaanalítico.Ahorabien,el suietosesuele
si uno no habla de lo que no va, enferma. El decir-todo, el impulsg { decir-
Ésiitir a esta..t.rlorfo.i., r. ¿íiiñá ruliliuir el valor de gocéde su prác-
todo inspira hoy todas las produccioneq de !¡ cultura. El último best-.siller'
tica por un valor de sentidoque le ofrecela práctica analírica.La cuestión
no¡teamericano es el relato que hace una hija de su seducciónpor parte de
clínicagira en torno a estepunto: si sepuedesustituir el valor de gocepor
su padre. Es una novelista conocida que acabó contando cómo la sedujo su
un valor de sentido.El fenómenonuevoes que patologíasque semantení-
padre. Por otra parte, el decir-todo es considerado en sí mismo como un /'
ñr$i;A; Aé$ $álabra-salvo de la palabrainvestigadoradel médico-
tratamiento, en general:cuá¡do algo no va,hay que hablarlo. Ésta.s la res- ;
quedan atrapadasen el psicoanálisis.Si no en el psicoanálisispropia,mente
puesta universgl.
, dicho, por lo menosen susversionesprácticas,en lasvariasprácticasdel Así,la decadencia del significanteamo,de los ideales,nosremite,para
decir que se suelenllamar psicoterapias.Y lo nuevoen esoes que se traen ,
J conocer lo bueno y lo malo, parasaberquéhacerconlasproducciones ins-
síntémas"mudos que antesno setr'aíanal análisiso al decir, selos ffae aho-
{ piradas por la ciencia,a los llamados comitésde ética,que estudiamoseste
n alas prácticasdel decir.Esto sí tieneque ver con el estadoactualde la
cultura. \ año con Erib Laurent en París,dandoun sentidogeneralizado a estaex-
I presión. {n la ggltu-ra*.hoy,va oo teoenos.un Ofrqcon mayúsculaen el
Si pensamos en el estadodgla culturaen la épocade Freud,lo pode-
lugar\de la vüáád. La democraciageneralizadasignifiiá qa-ed-supuesto

r
mos iáfá[ferizar comq'üictoriano]Enlíneasgenerales, sepodíahacerde to- I
sujetode saberno estásinodondenosotrosestamos. El Otro somosnoso-
do, siempreque lo qulsa&icf#u en 1oreferenteal goce no se mosrara y,
tros, en nuestrapatéticaignoranciade lo que hay que hacer.Ahora empie-
además, no ¡e dijera.En el psicoanálisis, el conceptoprincipalerael de.Ís-
za el reino del debate,del debatesobrelo que hay,del comité. Díganmey
É*u y^ que la significacióny el fantasmade la represión
.Ve:d:¿,tgung, les diré, y ya veremos.
eranel e,eoe la vroasocialdé aqu.ellaépoca.Por esoel psicoanálisisestaba
No se puedeignorar el papel que ha tenido el psicoanálisis en esta
eh cbisóñáiiciá,eraarmónicocon las diversasteoríasde la revoluciónpro-
transmutaciónde la cultura:el psicoanálisis confluyócon la Constitución
letaria,hastaconfluir en el freudomarxismo,que tuvo una repercusiónuni-
de los EstadosUnidosy susenmiendas parainstalarcomoejede la cultura
versal,Tanto, que segeneróla idea.deqqe la represiónen el sentidofreu-
actualel derecho! el empujeal decir-todo.Lasobrasdel marquésde S¿de,
diano se debíaa la represiónsocial.Y no sólo debíaproducirse,debido al
aún prohibidaspor la justiciafrancesaen los añoscincuenta,ya sepublican
ffi-ríñi5mó;Ta desapariciónde la explotacióndel hombre por el hombre,
ahoraen <<La Pléiade>>,la másprestigiosacolecciónfrancesade obrasmaes-
b, sinoquela desaparición de la neurosisresultaríade la curacióndel síntoma
por la revolución.Esta inspiraciónestuvovigenteen la cultura hastahace
tras. Así gse,s*¡gggodg1q9hg;gC.$phngEnfe agozar aJa,igessre.$¡gg*gp;
bg*g¡[gftdo. Ya sedibuja una cultura basadaen una democraciadel goCé
poco,hastael 68, d los añossetenta.
i
I
{

26 Tnes coNrr,nrNcIAS BMSILEÑAS

o, más exactamente, del decir dgl gqS". Me parece que las consecuencias
Segunda conferencia:
sontrágicas,
enlu ,neJlffiáii lli,ÉTiiá irrtrro, .r el malestar
dela cultura
. de ho¡ no gozat placenteramente no tiene excusa. Los que sufren no sola- El síntoma como aparato
mente sufren, sino que se sienten culpables. Los que envejecen no sola-
mente envejecen,sino que tienen la culpa de no parecer jóvenes,etc. Hoy,
Jacques-Alain Miller
laJelfa"dS.gqgg qs lq imperdonable y la llamada depresi-ón es, por eso, el
Tglp¿fadigpático de una cultura que sólo se orienta en función del plus
de goce, un más de goce, que ya no está velado, sino que es exhibido de to-
t das las formas posibles.

¿Cómo decirlo, en resumen? En la época victoriana de Freud, la neu-


rosis, especialmentela obsesiva,era el ideal social. En la nuestra, es la 99¡;
..yq¡ót lo que se hace cVd,a.:rczmáspfeseote como nueva norma social. Di-
go perversión en un sentido generalizaáo, como gode que se deshace del
Otro, del Otro sexo. La homosexualidad se desprende del Otro de la vet-
<<Aprimeira conferencia,ontem, foi !ara produzir algunsmal-entendi-
dáSffóiqüó¿T flus de goce supera a la verdad. La época neurótica era la
dos, a segunda,hoje, para corrigiJos. Lacan elucidado.> Ésta es una frase
época de la justificación social, pasión del neuróiico. La é¡rgcJr_cuya ten-
mía, pronunciada en castellano,en Sáo Paulo, en julio de 1989. Acabo de
dencia se dibuia ahora es la del permiso a la perversión, al goce,'pft's el
repetirla, pero en portugués, y como es una cita, es cita de mí mismo. He ci-
propio goce es ya, hoy día, su propia justificación. <Los justos -dice la cul-
tado esta frase, que dice que la primera cónferencia es para producir ma-
tura, si no la de hoy, la de mafiana- serán los gozadores.>>
lentendidos y la segunda para comegirlos, porque me parece justa -debo
decirlo, aunque mi inmodesiia pueda ser molesta-. Esto tiene que ver con
En este sentido sí, üpsicoanálisis es),-rnsíntoma social que Ie permite
la estructura misma del significante, la relación del Sr con el Sr' El sentido
al neurótico encontrar al Otro que necesita,al Otro de la justificación. Ello
del S, le viene del Sr. Siempre necesitamosun significante más para revisar
no impide que se utilice también el psicoanálisispüa gozar.Lo cual crea un
el sentido de lopn¡eriqia-lávéi,piéñó clüe esá frasé dé 1989 es tarit6Gñ
problema para los psicoanalistasque desconocenestalógica. Se quedan es-
;éidaá-hoy ñ.q"" tienen la misma estructura.Hay un
tancados en el problema del fjn del anális-is,pues lo piensan como un pro- "o"tttot.n.u.nrro,
efecto de repetición, pero, por supuesto, no voy a repetir el mismo estilo.
cedimiento de saber, un procedimijn_t_o-eflitérnicd¡r se resisten todavía a
Ayer fue un día de apertura, un poco solemne, era necesario tálar tnavía,
pensarlo como un procedimiento grQ¡iqo.un procedimiento en el cual ló
también recorrer cierto camino. Esta ve2, quiero un estilo, digamos,más re-
epistémico y lo erótico confluyen. Para Freud, la transferenciafue una sor-
lajado, un estilo más de seminario -tan necesario,por otra parte, porque
pr9gl. !o sorprendente de los psicoanalistasde la IPA fue la increíble de-
quizátocaré temas mas técnicos que ayer-. Así, se puede decir que ayer
saparición de la sexualidad en sus teorizaciones,durante años. Ahora tra-
fue mas estético,como algunos me han dicho, y esta vez estarámás dentro
tan de recuperar la dimensión de la sexualidad. Diré, para terminar, que
del campo analítico.
esto no tiene mérito, dado el desastre histórico dela Ego Psychology delos
Debo decir que hay bastantescosasque me parecen bien en este libro.
años cuarenta y cincuenta.
Puedo juzgarlo porque desde que pronuncié esasconferenciasyo también
me he desplazado.He releído cosasque, realmente, había olvidado total-
* mente haber pronunciado. Ayer noche no pude resistirme al placer de ho-
jearlo y me complació, también, ver la presencia -a través de sus nom-
bres- de mis viejos compañeros desde hace años. Evidentemente, sería
preciso publicar un segundo libro para corregir los malentendidos suscita-
dos por el primero, pero, dado que este libro representa un período de

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