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BOLILLA 9. ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES.

El derecho diplomático puede definirse como “la parte del Derecho Internacional Público que regula las relaciones entre los órganos
de los sujetos de aquel derecho, encargados de manera permanente o temporal de sus relaciones exteriores”.
La diplomacia se encauza por diversos canales: frecuentemente se desplazan altos funcionarios del Estado, cancilleres o aun jefes de
Estado al exterior o reciben a sus pares en el país. También ha aumentado la cantidad de conferencias o reuniones internacionales que,
paralelamente a las actividades desarrolladas en numerosos organismos internacionales, exigen el envío de delegaciones especiales.
Asimismo, los cónsules tienen funciones, que si bien difieren de las diplomáticas, se relacionan con ellas y son regidas por ppios parecidos.
Se puede distinguir entre órganos centrales, como el jefe del Estado o el de Gobierno y el Ministro de relaciones exteriores y los
periféricos como los agentes diplomáticos.
1) Órganos estatales centrales. Éstos tienen capacidad para obligar al Estado y no necesitan poderes especiales para representarlo.
Jefes de Estado y Jefes de Gobierno. El Jefe de Estado ejerce la más alta representación del Estado. En ciertas Constituciones, como la
nuestra, es titular del poder ejecutivo y está a la cabeza de la administración. En otras, como la británica o italiana, tiene escasos poderes o se
limita a funciones meramente representativas y las ejecutivas son asumidas por el Jefe de Gobierno, normalmente un primer ministro.
Facultades y prerrogativas. Será el Derecho interno de cada Estado el que establezca las facultades concretas del Jefe de Estado o del
Jefe de Gobierno en sus relaciones con otros Estados.
En líneas generales, tales competencias del jefe de Estado en el plano internacional consisten en la alta dirección de la política
exterior, la ratificación o la adhesión a los Tratados, el poder de declarar la guerra y de concluir la paz, la facultad de enviar y recibir agentes
diplomáticos y nombrar los consulares, así como el de conceder el exequatur a los cónsules extranjeros. En general corresponde al Jefe del
Estado la competencia de declarar la voluntad del Estado respecto de los otros Estados, aunque la competencia para formar la referida
voluntad le es atribuida generalmente por los ordenamientos internos en colaboración con otros órganos del Estado, como el Gobierno y las
Cortes, Cámaras o Senado.
En los regímenes dualistas por su parte, la dirección y coordinación de la acción política del país, en la que queda incluida la política
exterior, son competencia del Jefe de Gobierno, que en consecuencia es el superior jerárquico del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Privilegios e Inmunidades. Ambos personajes, por la importancia de sus funciones, son acreedores a los mimos privilegios e
inmunidades cuando están en territorio extranjero y a parecido trato protocolar. En los casos en que visiten Estados extranjeros, gozarán de
los siguientes privilegios e inmunidades:
- Protección en su persona o su honor contra cualquier ataque físico o verbal.
- Inmunidad absoluta en materia penal. Se ha discutido si existe en materia civil por actos realizados a título privado. La doctrina actual
parece inclinada a aceptar su inmunidad en cuestiones originadas en responsabilidad contractual y acciones reales o en juicios universales.
- Exención de impuestos directos y tasas, salvo sobre bienes poseídos a título personal.
Ministros de Relaciones Exteriores. Es cabeza del Ministerio a cargo del manejo de las relaciones internacionales del Estado.
Existen síntomas de la importancia creciente del Ministro de Asuntos Exteriores en el profundamente internacionalizado mundo de
hoy. Primero, el aumento de los acuerdos en forma, simplificada en la práctica de los Estados y en los que la firma del Ministro de Asuntos
Exteriores es habitual. Segundo, la existencia dentro de las Organizaciones internacionales de órganos formados por los ministerios de Asuntos
Exteriores.
Ejemplos.
- Jefes de Estado y Gobierno: ARGENTINA: Mauricio Macri; BOLIVIA: Evo Morales; BRASIL: MICHEL TEMER; CHILE: Michelle Bachelet; etc.
- Regímenes dualistas: ESPAÑA: Jefe de Estado: Rey Felipe IV, Jefe de Gobierno: Mariano Rajoy; HOLANDA: Jefe de Estado: Rey Guillermo
Alejandro, Jefe de Gobierno: Mark Rutte; REINO UNIDO: Jefe de Estado: Reina Isabel II; Jefe de Gobierno: Theresa May; etc.
- Ministro Relaciones exteriores: ARGENTINA: Susana Malcorra, próxima a ser reemplazada por Jorge Faurie.
2) Agentes diplomáticos: concepto, funciones. Los diplomáticos son agentes que un Estado envía ante otro Estado para desarrollar
las relaciones internacionales entre ambos.
Las funciones de una misión diplomática, enumeradas en el art 3 de la Convención de Viena, han sido clasificadas en dos grupos:
Primero, las funciones normales, divididas a su vez en 2 clases: por una parte, las que constituyen objetivos, que son las siguientes: a) proteger
en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales dentro de los límites permitidos por el DI; b) fomentar las
relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor; y c)
ejercer ciertas funciones consulares. Por otra parte, las funciones que constituyen medios para alcanzar los objetivos citados: a) representar al
Estado acreditante ante el Estado receptor; b) negociar con el Gobierno del Estado receptor; c) informarse por todos los medios lícitos de las
condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor; y d) informar al Gobierno del Estado acreditante sobre el Estado
receptor. Segundo las funciones excepcionales ejercidas cuando un Estado acepta la protección o representación de intereses de Estados
terceros, Estados recientemente independientes o Estados que han roto relaciones con el Estado receptor.
Convención de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas: designación, comienzo y término de la misión, jerarquías, prerrogativas
e inmunidades diplomáticas, inviolabilidad, exenciones. Situación de los agentes diplomáticos en terceros estados .
- DESIGNACIÓN. El nombramiento del jefe de Misión es de competencia interna del Estado acreditante, pero debe obtener el
consentimiento del Estado receptor, lo que se llama pedido de placet o agrement. Tal pedido puede ser rechazado sin explicar las razones de
tal actitud.
- COMIENZO DE LA MISIÓN. El jefe de misión se considera en funciones desde que presenta al jefe del Estado receptor las cartas
credenciales, firmadas por el jefe de su Estado, que lo acreditan oficialmente para ejercerlas. Los encargados de negocios, tienen cartas de
gabinete firmadas por el ministro de Relaciones Exteriores del Estado acreditante para ser presentadas ante su par del Estado receptor. La
fecha de presentación de credenciales o de comunicación de llegada, según sea la práctica del Estado receptor, determinará el orden de
precedencia entre los jefes de Misión.
- TÉRMINO DE LA MISIÓN. Cuando el Estado acreditante, ya sea por razones de rotación interna dentro del servicio exterior o por
razones políticas o particulares, que conciernan a la persona del jefe de Misión (jubilación, enfermedad, etc.), pone fin a sus funciones, lo hace
mediante la presentación de un documento análogo a las cartas credenciales denominado cartas de retiro o recredenciales, que el jefe de
Misión presenta antes de su partida al jefe de Estado receptor o, en el caso de los encargados de negocios en propiedad al ministro de
Relaciones Exteriores.
- JERARQUÍAS. La convención de Viena de 1961 se ocupó en su artículo 14 de los Jefes de misión, que divide en tres clases o
categorías: a) Embajadores o Nuncios acreditados ante los Jefes de Estado y otros Jefes de misión de rango equivalente; b) los enviados,
ministros e internuncios acreditados ante los Jefes de Estado; y c) los Encargados de Negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones
Exteriores.
- PRERROGATIVAS E INMUNIDADES DIPLOMÁTICAS, INVIOLABILIDAD, EXENCIONES. El ejercicio de las funciones diplomáticas con la
libertad necesaria requiere una serie de garantías, conocidas por privilegios e inmunidades, que suponen para el Agente una condición jurídica
especial respecto a los extranjeros que residen en el territorio del Estado receptor. Muchos de estos privilegios e inmunidades han sido
recogidos en normas de carácter consuetudinario y aceptadas por los miembros de la Comunidad Internacional. La convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas ha codificado la materia:
I. Privilegios:
a) Utilizar la bandera y escudo del Estado acreditante en los locales de la Misión, en la residencia del Jefe de Misión y en los medios de
transporte de éste.
b) El que se le preste ayuda por el Estado receptor para obtener, conforme a sus propias leyes, los locales necesarios para la Misión y,
en caso necesario, para los miembros de la misma.
c) La exención de impuestos para el Estado acreditante y el Jefe de Misión sobre los locales de la misma de los que sean propietarios o
inquilinos.
d) La libertad de circulación y tránsito por el territorio del Estado receptor a todos los miembros de la Misión, salvo lo prescripto en las
leyes y reglamentos respecto a las zonas de acceso prohibido y de seguridad.
e) El permitir y proteger la libre comunicación de la Misión a todos los fines con su Gobierno y demás misiones y consulados del Estado
acreditante por todos los medios de comunicación adecuados, salvo el de instalar y utilizar emisoras de radio si no están expresamente
autorizadas por el Estado receptor.
f) La exención fiscal sobre los derechos y aranceles que percibe la Misión por actos oficiales.
g) La exención para todos los agentes diplomáticos de todos los impuestos y gravámenes personales o reales, a excepción de los
impuestos indirectos incluidos normalmente en el precio de las mercancías, los impuestos sobre sucesiones y sobre el capital invertido de
empresas comerciales del Estado receptor, y los impuestos y gravámenes por servicios particulares prestados, bienes inmuebles privados e
ingresos que tengan su origen en el Estado receptor.
h) La exención del derecho de aduanas sobre los objetos para uso oficial de la Misión y los de uso personal del Agente diplomático y su
familia, incluidos los de instalación.
II. Inmunidades.
a) La inviolabilidad de los locales de la Misión.
b) La inviolabilidad de los archivos y documentos dondequiera que se hallen.
c) La inviolabilidad de la correspondencia oficial de la Misión.
d) El personal del Agente diplomático gozará de inviolabilidad y no podrá ser objeto de detención ni arresto.
e) El Agente diplomático gozará de la inmunidad a la jurisdicción penal del Estado receptor y de la civil y administrativa.
f) El agente diplomático está exento en el Estado receptor de cualquier prestación personal, de todo servicio público y de las cargas
militares de toda índole.
La Convención ha llegado a una práctica equiparación del personal administrativo y técnico de la Misión al Personal Diplomático,
salvo en lo relativo a la inmunidad de jurisdicción civil y administrativa por los actos realizados fuera del desempeño de sus funciones. Para
gozar de los referidos privilegios e inmunidades se requiere no ser nacional del Estado receptor ni tener su residencia permanente en él.
La Propia convención, extiende ciertos privilegios e inmunidades a los miembros de la familia del diplomático que formen parte de su
casa y no sean nacionales del Estado receptor; y a los miembros del personal de servicio de la Misión que tampoco sean nacionales del Estado
receptor ni tengan su residencia permanente en su territorio.
Convención de Nueva York 1969. La Convención de Nueva York de 1969 sobre Misiones Especiales la define como una misión
temporal, con carácter representativo, enviada por un Estado a otro Estado, con el consentimiento de este último, para tratar con él asuntos
determinados o realizar ante él un cierto objetivo. Su régimen general es análogo al de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
La misión especial, puede estar encabezada por el jefe de Estado o Gobierno, ministro de Relaciones Exteriores o algún funcionario
de alto rango, cuyos privilegios e inmunidades serán los acordados en cada caso por el derecho internacional, además de los que otorga la
propia convención.
Se considera que la misión especial entra en funciones cuando toma contacto oficial con el Ministerio de Relaciones Exteriores del
Estado receptor o con el órgano que se hubiere convenido, sin ser necesaria la presentación de cartas credenciales. La misión especial finaliza
por mutuo consentimiento entre las partes, por cumplimiento de su cometido, por expiración del período señalado para ella o la notificación
del Estado que envía o del Estado receptor.
3) Misiones Especiales y Representaciones ante organismos internacionales: Diplomacia “ad hoc”. Los Estados miembros de los
organismos internacionales se hacen representar en ellos por delegaciones permanentes que les permitan ejercer los derechos inherentes a su
pertenencia a dichas entidades. En el caso de conferencias internacionales convocadas por estos organismos, se envían delegaciones
especiales.
Los Estados no miembros podrán enviar una misión especial ante el organismo para tratar alguna cuestión específica. En todos estos
casos, existe un régimen diferente al de las misiones diplomáticas o especiales que se envían de un Estado a otro, ya que la acreditación se
realiza ante un organismo internacional, sujeto diferente del Estado. Hay aquí 3 actores: El estado que envía, el organismo internacional, y el
país huésped del organismo.
El régimen jurídico de las misiones ante organismos internacionales está establecido por la Convención de Viena sobre la
representación de los Estados en sus relaciones con Organismos Internacionales de Carácter Universal de 1975.
- MISIONES PERMANENTES. Dentro de sus funciones lo más relevante es que podrá celebrar negociaciones con el organismo y dentro
de su marco.
Las misiones pueden establecerse libremente, sin necesidad de consentimiento previo del país huésped o del organismo, salvo que el
organismo hubiere establecido otra cosa.
El personal de la misión se clasifica de forma análoga con el personal de las misiones diplomáticas. El jefe de la Misión se acredita
normalmente ante el secretario general del organismo y podrá actuar en todos los órganos que lo componen y que no exijan una acreditación
especial. El resto del personal será libremente nombrado y removido mediante notificación previa al organismo, quien lo notificará a su vez al
país huésped.
El Estado que envía tendrá la obligación de retirar al miembro de la misión qua haya violado sus obligaciones en caso de infracción
grave y manifiesta a la legislación penal del Estado y de injerencia grave en los asuntos internos del país huésped.
El régimen de los privilegios e inmunidades es similar al de las misiones diplomáticas.
- MISIONES DE OBSERVACIÓN. Su régimen de privilegios e inmunidades es el mismo que el de las misiones permanentes. La función de
las mismas es estrechar los lazos con un organismo internacional por parte de Estados no miembros y tutelar sus intereses (el caso de la Santa
Sede en la ONU).
4) Agentes Consulares: Convención de Viena de 1963 y de 1975. Funciones jerárquicas, importancia actual. Los cónsules son
funcionarios destacados por un Estado en el territorio de otro para defender, dentro de los límites de su función, los intereses del Estado que
envía y de los nacionales que allí se encuentren, promover las relaciones bilaterales económicas y comerciales así como ejecutar en el
territorio el Estado receptor actos administrativos, notariales y de registro que tendrán efecto en el territorio del Estado que los envía. Por
ende: la tarea del cónsul no es política; carece del carácter representativo del Estado que tiene el agente diplomático; su misión es la defensa
de los intereses de las personas físicas o jurídicas del Estado que envía, a la misión diplomática corresponde la defensa del interés del Estado
en sus relaciones políticas.
Las funciones consulares pueden ser ejercidas por cónsules de carrera (funcionarios del Estado que éste envía para permanecer
durante cierto período en la sede, al igual que los agentes diplomáticos) o por cónsules honorarios (personas que residen normalmente en el
Estado receptor que incluso pueden tener su nacionalidad y que por su relevancia o méritos especiales, obtienen la designación consular
honoraria de parte del Estado que envía). Las oficinas consulares tienen las siguientes jerarquías, que se establecen por varios criterios, como
podrían ser la importancia de la ciudad de la sede, de los negocios con la región de la que la ciudad es cabeza, etc.:
- Consulados generales;
- Consulados;
- Viceconsulados;
- Agencias consulares.
Antiguamente, los funcionarios diplomáticos y consulares provenían siempre de dos carreras diferentes. En la actualidad, ambas
carreras han tendido a unificarse y hoy, en la mayoría de las cancillerías, al servicio exterior comprende las funciones diplomáticas y
consulares. Sus miembros desempeñan indistintamente y a veces sucesivamente cualquiera de las dos, como sucede en el servicio exterior
argentino.
5) Servicio Exterior de la Nación: ppales aspectos de la ley 20957.
– La presente ley se aplicará al personal del Servicio Exterior de la Nación que, como organización fundamental del Estado nacional
para el desarrollo de sus relaciones en la comunidad internacional, es el instrumento de ejecución de la política exterior nacional, preservando,
defendiendo y resguardando la soberanía, dignidad e interés de la República en el ámbito continental y mundial.
– El personal del Servicio Exterior de la Nación estará comprendido en las siguientes categorías: A) Embajador extraordinario y
plenipotenciario; B) Ministro plenipotenciario de primera clase; C) Ministro plenipotenciario de segunda clase; D) Consejero de embajada y
cónsul general; E) Secretario de embajada y cónsul de primera clase; F) Secretario de embajada y cónsul de segunda clase; G) Secretario de
embajada y cónsul de tercera clase.
– El personal del Servicio Exterior de la Nación desempeñará indistintamente funciones en las misiones diplomáticas en las
representaciones consulares y en la cancillería conforme al sistema de rotación que se determine.
– El PE podrá designar excepcionalmente embajadores extraordinarios y plenipotenciarios a personas que, no perteneciendo al
Servicio Exterior de la Nación, posean condiciones relevantes. Este nombramiento se considerará extendido por el tiempo que dure el
mandato del Presidente de la Nación que lo haya efectuado.
– El Poder Ejecutivo podrá asignar categoría diplomática de embajador, al solo efecto del rango protocolar, a personas ajenas al
Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación, para la realización de cometidos especiales y concretos y mientras duren los mismos.
– Para pertenecer al Servicio Exterior de la Nación es indispensable: a) Ser argentino nativo o por opción y mayor de edad; b) Tener
pleno goce de los derechos civiles y políticos; c) Conducirse en forma honorable, pública y privadamente; d) Mantener una conducta
económica ordenada e inobjetable; e) Poseer, el funcionario y su cónyuge, condiciones psicofísicas y de cultura social adecuadas; f) Que siendo
casado, el cónyuge del funcionario sea argentino nativo o por naturalización. g) Prestar juramento de fidelidad a la Nación y a la Constitución
Nacional; h) Cumplir con los requisitos del ingreso establecidos en esta ley y su reglamentación.
– Son funciones de los integrantes del Servicio Exterior de la Nación: a) Representar a la Nación; b) Promover los intereses de la
República en la comunidad internacional, sostener los derechos que le acuerdan los tratados, costumbres y usos internacionales, velar por su
prestigio y fomentar sus relaciones políticas, económicas, culturales y sociales y difundir su conocimiento con arreglo a las orientaciones y
directivas emanadas del superior gobierno de la Nación; c) Los funcionarios del Servicio Exterior de la Nación a cargo de oficinas o secciones
consulares pueden autorizar todos los actos jurídicos que según las leyes de la Nación correspondieren a los escribanos públicos; su
formalización tendrá plena validez en todo el territorio de la República. Registrarán asimismo, nacimientos, matrimonios, defunciones,
reconocimiento de hijos extramatrimoniales y todos los demás actos y hechos que originen, alteren o modifiquen el estado civil y capacidad de
las personas cuando sean solicitados y/o sean de su conocimiento para su posterior inscripción en los registros de la República, de acuerdo con
las normas legales pertinentes; d) Sin perjuicio de las facultades previstas en el inciso precedente los jefes de misiones diplomáticas están
autorizados, en caso de urgencias a tomar juramentos o declaraciones de testigos residentes dentro de su jurisdicción, así como a autenticar
cualquier acto notarial con las formalidades y condiciones exigidas por las leyes de la Nación para la validez de los instrumentos públicos. Los
testimonios que expidan de dichos actos tendrán en la República el mismo valor que acuerden las leyes a los actos análogos debidamente
autorizados.
– El estado diplomático se pierde: a) Por renuncia expresa a dicho estado; c) Por condena criminal impuesta por delitos dolosos; d)
Por presentarse en concurso o ser declarado fallido; etc.

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