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ANTROPOLOGÍA

Respuestas campesinas al
calentamiento global
Recibido: 16/06/2014
Aprobado: 29/08/2014
Román Robles Mendoza
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
<hermanovallejo@hotmail.com>

RESUMEN
En este trabajo pretendemos mostrar en microespacios, los efectos socioeconómicos del calentamiento global. Nuestro propósito
es registrar en qué aspectos de la vida cotidiana de los campesinos andinos tiene signiicación el cambio climático. Evidentemente,
es en la agricultura, actividad principal sobre la que se sustenta la vida campesina, la que recibe nuestra atención. Con este pro-
pósito nos hemos movilizado hacia tres regiones del país para investigar in situ este proceso de cambios, a manera de muestreo.
En las localidades visitadas hemos observado directamente los paisajes naturales y culturales, hemos dialogado con agricultores
en actividad y con intermediarios vinculados con el mercado y con autoridades de comunidades y distritos.
El resultado de nuestra investigación es la constatación de que el fenómeno del calentamiento global tiene efectos concretos en
la práctica cotidiana de la agricultura, tanto en la sustitución de cultivos y plantaciones como en las prácticas culturales conco-
mitantes con estos cambios. Lo destacable de estos cambios es la sustitución de los frutales por los cultivos tradicionales como el
maíz, pero también el avance del cultivo del maíz hacia espacios que antes eran dedicados al cultivo de la papa y de los cereales.

investigaciones sociales Vol.18 N°33, pp.13-31 [2014]UNMSM-IIHS. LIMA, PERÚ


Frente a este proceso de cambios, se observa que los actores sociales de los pueblos visitados se adaptan lentamente a los cambios
climáticos. Varios de estos cambios pasan desapercibidos y aparecen como nuevas experiencias que dan resultados inesperados. En
concreto, estas innovaciones son más comunes en el sistema de cultivos y en las nuevas experiencias en los consumos alimentarios.

PALABRAS CLAVE: Cambio climático, agricultura, fruticultura, pisos ecológicos, mercado.

Farmers’ responses to global warming


ABSTRACT
In this work we try show on micro spaces, socio-economic efects of global warming. Our purpose is to record what aspects of
the daily life of Andean peasants have meaning climate change. Clearly, it is in agriculture, main activity on which is based the
peasant life, which it receive our attention. For this purpose we have moved to three regions to investigate in situ the process
of change, as a sample. In localities visited we observed directly the natural and cultural landscapes, we have spoken with active
farmers and intermediaries linked to the market and with communities and district authorities.
he result of our research is the inding that the phenomenon of global warming has a concrete impact on the daily practice of
agriculture, both crop substitution and plantations as well as cultural practices concomitant with these changes. he remarkable
thing about these changes is the substitution of fruit for traditional crops like corn, but also the advancement of corn cultivation
into areas that were previously dedicated to potatoes and cereals. Against this process of change, it appears that the social actors of
the villages visited slowly adapt to climate change. Several of these changes go unnoticed and appear as new experiences that give
unexpected results. Speciically, these innovations are more common in the crop system and new experiences in food consumption.

KEYWORDS: Climate Change, Agriculture, Fruit Growing, Ecological zones, Market.

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ROMÁN ROBLES MENDOZA

Introducción todos los continentes (Cumbre de la Tierra, 1992;


Protocolo de Kioto, 1997; Morales, 2004; Miller y

E
n las últimas décadas se habla mucho acerca Spoolman, 2009). Probablemente, las informaciones
del calentamiento global y de sus efectos en en video propalados por el político norteamericano
los fenómenos de la naturaleza, en la vida de Al Gore (2006), con evidencias reales de los efectos
las sociedades humanas y de todos los seres del calentamiento global, son contundentes demos-
vivos en general. ¿En qué consiste en realidad este traciones del fenómeno que exigen tomar decisiones
fenómeno del calentamiento global? ¿Es parte del inmediatas para mitigarla antes de que sea demasiado
fenómeno cíclico que sufre el planeta tierra, como tarde.
el de las glaciaciones habidas durante el cuaternario Preocupados por los efectos devastadores del
y sus intervalos de calentamiento o es otro tipo de calentamiento global que experimenta la sociedad
comportamiento de la naturaleza? Sendos estudios de nuestro tiempo, los organismos internacionales
divulgados recientemente, apuntan a conirmar que han iniciado la sensata sensibilización del problema
el calentamiento que vivimos en estos tiempos es un a nivel mundial y han logrado con esfuerzo organi-
fenómeno que va más allá de los fenómenos cícli- zar reuniones importantes entre los gobernantes del
cos: es provocado por el hombre mismo. Se airma mundo para discutir y poner en marcha planes que
que se trata del acelerado aumento del fenómeno puedan disminuir, si no detener, el efecto invernadero,
conocido como efecto invernadero1, que se produce de lo que somos los culpables los seres humanos. En
como consecuencia de la excesiva quema de com- efecto, desde los años noventa del siglo anterior, se
bustibles fósiles, provocado por el enorme desarrollo han congregado a los representantes de los gobiernos
industrial y del transporte motorizado, que emiten para discutir sobre este problema. La «Cumbre de la
gases que debilitan la capa protectora de ozono, que Tierra» de Río de Janeiro (Brasil), realizada en 1992,
permite mayor intensidad de radiación solar sobre la sirvió para que los representantes de los gobiernos
tierra, superior a la cantidad de energía que rebota suscribieran el documento de la Convención Mar-
al espacio. co de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climá-
Estudios coniables sobre este problema estiman tico (CMNUCC). Cinco años más tarde, en 1997,
que el efecto invernadero se produce por la acumula- el documento conocido como el Protocolo de Kioto
ción del volumen de gases, como el dióxido de car- (Japón), irmado en esa ciudad por los países indus-
bono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) trializados, con excepción de Estados Unidos, es el
y de otros gases artiiciales, como los hidroluoro logro más importante para iniciar un tratamiento
carbonos (HFC), perluoro carbonos (PFC) y hexa- responsable sobre el tema del calentamiento global.
luoruros (SF2). La cantidad de estos gases es la causa En el Protocolo de Kioto, los gobiernos signatarios
fundamental del efecto invernadero, generando mayor se comprometieron a reducir en 5.2% la emisión de
calentamiento en el planeta. A su vez, este efecto tie- gases contaminantes, entre el 2008 y el 2012. Para su
ne otras consecuencias graves: provoca mayor deser- merma radical será necesario aplicar políticas ecumé-
tiicación, prolongadas sequías, torrenciales lluvias e nicas mucho más eicaces en el futuro próximo, que
inundaciones, deshielo acelerado en los cascos pola- incluya necesariamente la suscripción del documento
res y cordilleras nevadas, deforestaciones e incendios por las principales potencias industriales del mundo,
forestales, aumento de temporadas de ciclones, etc. incluido Estados Unidos.
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Estos fenómenos naturales que aparecen en diversos Con posterioridad a estas importantes Conven-
espacios del mundo, desequilibran el ecosistema y ciones, se han realizado varias reuniones de segui-
afectan el orden social y cultural de los pueblos en miento a los acuerdos tomados, tales como la III
Reunión de Bali (Indonesia, 2007), la XV Confe-
rencia de Copenhague (Dinamarca, 2009) y la XVI
1 Se conoce como efecto invernadero al fenómeno natural que consiste
en la radiación solar que afecta al planeta tierra calentándola; una Conferencia de Cancún (México, 2010). Como
parte de esta energía rebrota hacia el espacio en forma de rayos resultado de estas reuniones multinacionales, se ha
infrarrojos, pero los gases invernaderos de la atmósfera (Dióxido de
carbono, metano, dióxido de nitrógeno) la retienen y la devuelven a
establecido «La hoja de ruta» sobre los pasos a seguir
la tierra, provocando mayor calentamiento que lo normal. post 2012 y a ejecutar el «Plan de Acción» de Bali,
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

que acuerda el inanciamiento para atender las nece- glaciares están sufriendo alarmantes deshielos y los
sidades de los países más afectados y el logro de los acuíferos tienden a disminuir. En esta misma línea,
objetivos a seguir: mitigación, adaptación, inanzas la Unión Internacional para la Conservación de la
y tecnología. Veinte años después de la «Cumbre Naturaleza (UICN) ha anunciado en un reciente in-
de la Tierra» de Río de Janeiro, ha tenido lugar la forme, que la desglaciación del Chimborazo (6,310
«Conferencia Río+20» (20 al 22 de junio del 2012), msnm) de la vecina República del Ecuador retrocede
denominado también «Conferencia de las Naciones anualmente entre 0.50 y 0.70 centímetros, similar
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible», en la misma a lo que está ocurriendo con el Huascarán (6,676
ciudad, con la participación de cien Jefes de Estado. msnm) de la Cordillera Blanca en Ancash, según los
El documento inal elaborado en esta Conferencia estudios de Morales Arnao.
lleva el sugestivo título de: «El Futuro que quere- Con el presente estudio queremos hacer un apor-
mos». Consta de 283 acuerdos, reconocimientos y te antropológico en este tema, utilizando para tal
recomendaciones globales de las naciones partici- efecto el método etnográico, consistente en la des-
pantes, con excepción de Estados Unidos, Alemania cripción de los fenómenos observados y el análisis de
y Francia. En lo fundamental, la Conferencia acuer- los datos recopilados. Con este propósito nos hemos
da llevar adelante el desarrollo sostenible, median- dedicado a observar e indagar acerca de los cambios
te el aporte económico de los países ricos, acción en los hábitos de la producción agrícola, en las regio-
que conlleve desarrollar una «economía verde» en nes por donde nos hemos desplazado. Comunidades
los países afectados por el calentamiento global, que campesinas del Callejón de Huaylas y de las provin-
tienda a disminuir la pobreza, mediante la concer- cias de Ocros y Bolognesi en Ancash, localidades de
tación político económica de los países del mundo. valle del Mantaro en Junín, y comunidades del valle
Sin duda, valioso documento de buenas intencio- del Colca en Arequipa, han sido las regiones esco-
nes acordado en esta segunda Cumbre de Río, cuya gidas para el trabajo empírico. Por un lado, hemos
real ejecución reserva muchas dudas como en otros indagado acerca de los cambios físicos y biológicos,
acuerdos de carácter multinacional, tal como con el unos directamente observables otros invisibles, pero
Programa 21, acordado en Río en 1992. que el poblador andino experimenta en su vida coti-
En nuestro país, hay pocos estudios sobre los diana. Asimismo, hemos indagado sobre lo que ocu-
efectos del calentamiento global. Glaciólogos como rre con sus hábitos de cultivar la tierra, comparando
Benjamín Morales Arnao (1998 y 2004) y el ecólogo los modelos tradicionalmente practicados desde los
Antonio Brack Egg (2000) se han ocupado desde sus tiempos de sus padres y abuelos y observar cómo está
puntos de vista sobre los problemas que nos afectan, afectando a su vida doméstica.
por el fenómeno en cuestión. Morales Arnao sostiene Los objetivos de la investigación tienen que ver
la idea de que al ritmo del deshielo de los glaciares con la constatación de dos aspectos de la realidad
andinos, se corre el peligro de que en los años veni- andina: los cambios en la naturaleza y los cambios
deros la escasez de agua para el riego y para el consu- en los hábitos culturales de la vida cotidiana de los
mo se agudizará considerablemente. Brack advierte agricultores. Lo primero tiene que ver con el compor-
que muchas especies de la biodiversidad en aguas y tamiento de la naturaleza física y biológica que afecta
suelo peruanos están en peligro de desaparecer con también a los grupos humanos y lo segundo tiene
los cambios climáticos. En la medida que el calenta- que ver con las estrategias de los grupos sociales en
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miento va en aumento y aparecen fenómenos violen- respuesta a los efectos de los cambios térmicos. Re-
tos derivados del cambio climático, los problemas del sulta evidente que la vida cotidiana de las sociedades
país serán mucho más agudos, por la naturaleza de su andinas agrupadas principalmente en comunidades,
variada geografía. Por su lado, el arqueólogo Alberto experimenta signiicativos cambios sociales, econó-
Bueno (2008), hace un resumido inventario de los micos y culturales, al ritmo de los cambios en el país
grandes eventos geoclimáticos destructivos ocurridos y en el mundo. En lo económico, siguen sustentán-
en el mundo y en el Perú, tales como terremotos, el dose básicamente de la actividad agrícola y ganadera,
fenómeno ENSO o del Niño y del calentamiento principales estrategias de vida históricamente cono-
global que vivimos. Por este último fenómeno, los cidas. Por un lado, la actividad agrícola experimenta
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procesos de modernización, con la implementación acuerdo a la altitud de los espacios de cultivo. Fon-
de novedosas mejoras de la infraestructura de riego, seca (1972) establece los espacios agrícolas por la es-
uso de herramientas motorizadas2 para el barbecho pecialidad de cultivos para el caso de comunidades
de sus tierras planas, semillas mejoradas, uso cada de Huánuco: zonas de frutales, zonas de maíz, zonas
vez más incidente de abonos sintéticos y pesticidas, de papa, zonas de olluco, oca, mashua, directamente
y un proceso de cambio de mentalidades comerciales relacionados con sus hábitos alimentarios. En otros
con la sustitución de cultivos orientados al mercado. términos, zonas altitudinales de yunga, quichua, suni
A esta dinámica de cambios, se agregan el ingreso a y puna, cuyas altitudes están clasiicadas por regiones
nuevas actividades de las familias campesinas: comer- naturales (Pulgar Vidal, 1964).
cio local, restaurantes, negocios de transporte, arte- Ocurre que aproximadamente desde mediados
sanías, ingreso a proyectos de desarrollo como asa- del siglo xx, el uso tradicional de los espacios de cul-
lariado y otros. Por estos nuevos ingredientes en el tivos preestablecidos por la costumbre andina se ha
mundo rural, donde las relaciones campo-ciudad han venido modiicando, al ritmo de los cambios climáti-
acortado distancias, el campesinado de hoy tiende a cos experimentados por los mismos campesinos. Los
convertirse en un nuevo actor de la sociedad nacio- signos más notables de estos cambios lo constituyen
nal, el de productor rural para el mercado nacional e los avances altitudinales de cultivos, de abajo hacia
internacional. arriba. Esto quiere decir, que los antiguos espacios
dedicados a plantaciones de frutales avanzan con sor-
prendente éxito hacia zonas de cultivos tradicionales
Planteamiento del problema de maíz; del mismo modo que los cultivos de maíz
han avanzado hacia espacios tradicionales de cultivo
La vida cotidiana de los campesinos andinos está ex- de papas. En otros términos: los campesinos cultiva-
perimentando importantes cambios. Son varios los dores tradicionales de productos alimenticios se están
factores para este proceso. Uno de ellos viene por los asimilando lentamente al mundo de la fruticultura.
procesos de modernización de la vida socioeconómi- Evidentemente, estos cambios en las técnicas de la
ca y cultural que se experimentan en el Perú y en el producción campesina, modiican también el sistema
mundo globalizado. El fenómeno de la globalización de relaciones sociales, en lo concerniente a la comer-
incide en la vida campesina, directa e indirectamente. cialización de sus productos, los modelos simbólicos
El paso de la condición tradicional de productor para de la cultura de vieja data y los hábitos del consumo
el autoconsumo3 a productor moderno para el mer- en todas sus formas.
cado y el autoconsumo, es parte de este fenómeno Dentro de este escenario de cambios, nos hemos
global. El uso casi generalizado de insumos para pro- hecho varias preguntas, tales como éstas. ¿Qué nue-
ducir la tierra y la supeditación campesina a los co- vas actitudes están tomando los campesinos como
merciantes intermediarios vinculados con el mercado consecuencia de los cambios climáticos? ¿Cómo en-
es otro ingrediente de la modernización que vive el frentan los nuevos retos en sus tradicionales formas
Perú de hoy. Otro factor de cambios en la vida cam- de cultivos y crianza de animales? ¿Hasta qué pun-
pesina andina es por efectos del calentamiento global. to han tomado conciencia acerca del calentamiento
Este fenómeno afecta en las costumbres del sistema global y qué respuestas le dan a este problema en su
de cultivos tradicionales. Desde antiguo, el campe- vida cotidiana? A estas preguntas generales se suman
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sino ha estado acostumbrado a cultivar productos de otras preguntas más especíicas, sobre calidad de tie-
rras, formas de riego, resultados concretos de nuevos
2 En los terrenos planos del Callejón de Huaylas, Valle del Mantaro
cultivos, etc. Otro tipo de preguntas van por el lado
y de pueblos del Colca, se usa habitualmente el tractor para el de si estos cambios son positivos o negativos en la
barbecho; pero la barreta y lampa continúan siendo las herramientas vida campesina, tanto a nivel familiar como a nivel
en los dos primeros valles y la chaquitaclla en el valle de Colca, para
el barbecho de terrenos en declive. social y comunal. En general, se trata de estudiar la
3 En la literatura antropológica se conoce como producción para el vida campesina, en sus procesos de readaptación al
autoconsumo, a la lógica del campesinado tradicional que producía
bienes agrícolas y ganaderos sólo para autoabastecer las necesidades
fenómeno del calentamiento global, dando respuesta
alimentarias de cada unidad doméstica. a algunas de estas interrogantes.
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

El lenguaje térmico de la naturaleza y también desaiándoles cuando preieren continuar


con sus viejas tradiciones.
Se mantiene constante el diálogo de la naturaleza con
los seres vivos que habitan la tierra. La naturaleza se Los mensajes del cambio climático
expresa de diversas maneras: variaciones del tiempo
largamente conocidos por sus reiteraciones constan- El fenómeno más incidente en la vida del campesino
tes, como las estaciones del año, el día y la noche andino es el cambio climático. Este cambio lo experi-
o los violentos cambios en la intensidad térmica, de mentan cuando los espacios de climas históricamente
lo más caluroso hasta los climas gélidos; movimien- determinados ya no guardan regularidad con la reali-
tos telúricos de diversas intensidades en la supericie dad actual. El calentamiento va de abajo hacia arriba
de la tierra y en los océanos que destruyen campos, en el macizo andino, cuando los climas anteriormen-
caminos, puentes, pueblos, vidas humanas y de ani- te fríos se han tornado templados y los climas fríos de
males y plantas; corrientes marinas que cambian las antes son menos fríos hoy. Un campesino de la co-
habituales temporadas del año, vientos huracanados munidad de Vicos, en el valle de Huaylas, graica con
y lluvias torrenciales que arrasan con todo lo que en- conocimiento de causa estas variaciones: «El clima de
cuentran a su paso. Con el tiempo, las sociedades hu- Vicos ha cambiado, cuando era muchacho era más
manas han aprendido lentamente a dar respuestas a frío, usábamos poncho; ahora el poncho es sólo para
la violencia del lenguaje de la naturaleza, adoptando las noches y las madrugadas, de día no es necesario, el
diversas estrategias culturales para protegerse, cada tiempo es templado, en verano es caluroso». En efec-
vez con mayor eicacia, a los fenómenos naturales con to, los vicosinos usan el poncho (prenda de lana que
los que convive. Sin embargo, la fuerza de las expre- cubre casi completamente el cuerpo, desde el cuello
siones de la naturaleza, no son todavía debidamente hasta la rodilla), menos tiempo durante el día. En
controladas ni los sistemas de protección alcanzan general, las prendas de vestir de hoy para varones y
eicacia óptima deseable. Buena parte de los fenóme- mujeres son más simples que los modelos antiguos
nos destructivos que aparecen sorpresivamente, no de vestir, que en esta región era principalmente de
son todavía predecibles; otros, siendo predecibles nos bayeta de lana fabricada en telar.
encuentran desprevenidos, sumidos por lo general en Sistema de cultivos. En lo fundamental, los evi-
la lucha por la subsistencia. El fenómeno del calen- dentes cambios del clima han modiicado los hábitos
tamiento global se agrega al conjunto de fenómenos tradicionales de cultivos. Las especializaciones de cul-
naturales que han existido siempre (Huertas, 1992 y tivos climáticos se han prolongado a diferentes eco-
2007; Bueno, 2008). Este último, es producido por sistemas, modiicando viejas costumbres. Medio siglo
actividades no controladas, cuyas acciones desmesu- atrás, la comunidad campesina, el anexo o caserío,
radas tienen efectos perniciosos sobre la naturaleza tenía predestinado sus espacios por especialización de
y sus consecuencias retornan a nuestra casa global, cultivos: tierras para yuca, camote, maíz duro en zo-
afectando todas las formas de vida. Se produce aquí nas de yunga o temple; tierras para maíz dulce, habas,
un diálogo de oídos sordos entre la sabia naturaleza y calabazas, frijol andino pushpu, trigo, papa de riego
el necio proceder del hombre civilizado, que preten- en zona quichua; tierras para papa variada y arenosa,
de disfrutar de la riqueza y del confort, sin importarle oca, olluco, mashua, quinua, trigo, cebada en zonas
el futuro de la humanidad y de la vida natural en el de suni; tierras para papa amarga, maca, cebada y
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planeta. avena forrajera en la puna. Este viejo sistema de espe-


Especíicamente, el calentamiento global se ex- cialización de cultivos ya no funciona. Por el cambio
presa de diversas maneras en el espacio andino: climático, los cultivos de climas calientes se han des-
cambio climático, cambios en la secuencia de las plazado hacia el siguiente escalón y por extensión, los
estaciones del año, sequías, lluvias torrenciales, des- cultivos tradicionales siguen el mismo curso. Además
hielo de glaciares, aparición de vientos huracanados, de esta experiencia cotidiana de las tradiciones agrí-
cambio de hábitat de insectos, aves, reptiles, roedo- colas, los campesinos observan y experimentan que
res, etc. Los grupos humanos andinos conviven con junto con el cambio climático se desplazan también
estos cambios, enfrentándolos cuando son evidentes otros elementos del ecosistema.
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ROMÁN ROBLES MENDOZA

«Ahora estamos sembrando maíz donde antes cia y ausencia de las lluvias, de la que dependen sus
sembrábamos sólo papas, ocas y cebada», dicen los vidas. Ellos mismos dicen que ahora las lluvias no lle-
campesinos de Cabanaconde en el valle de Colca. Sin gan en su tiempo o llegan inesperadamente en otros
embargo, los comuneros y parceleros de Cabanacon- meses y esto hace cambiar las acciones programadas
de, continúan cultivando el famoso maíz cabanita, por el campesino.
tanto en los espacios tradicionales como en zonas de Consideran que en el 2008, el tiempo les ha ju-
mayor altura en las que antes no desarrollaba el maíz. gado una mala pasada. Por costumbre, en toda la sie-
A su vez, en sus tierras pueden sembrar además de rra, las cosechas de cereales: trigo, cebada, avena, se
maíz, nuevos productos que antes no producía, es el hacen en agosto y setiembre y a veces se prolonga
caso de los frutales. Para unos este cambio es positivo, hasta octubre, de acuerdo al ritmo de las lluvias que
porque les permite ampliar su sistema de producción, han condicionado la siembra. Ese año ha llovido en
que sus padres no podían. A otras familias no los be- casi toda la sierra en setiembre, cuando la cosecha de
neicia porque antes como ahora tienen terrenos es- cereales todavía no se había efectuado. Por la presen-
pecializados para maíz, que es el producto que han cia inesperada de lluvias demasiada tempranas, «los
cultivado desde el tiempo de sus abuelos y les resulta trigales se han mojado y podrido por las lluvias». Esto
difícil adaptarse a nuevos cultivos y plantaciones. Lo quiere decir, que las cosechas se han perdido. «Ni el
real es que el clima de «antes» ya no es el mismo, «hoy chancho come cuando la cebada está podrida», se la-
es más caliente que antes», aunque hay temporadas menta un campesino. Por otro lado, las lluvias de se-
de frío intenso. tiembre condicionan al campesino para el inmediato
Estaciones inciertas. Para los campesinos de hoy, barbecho de sus campos para la siembra de papas.
el comportamiento de las estaciones no tiene regula- Esto es lo que han hecho. Con la humedad de las llu-
ridades como en otros tiempos. Lo regular para ellos vias, la tierra está apta para el barbecho y los campe-
es que el tiempo de lluvias comienza en diciembre y sinos inician el proceso de remoción de la tierra para
concluye después de la Semana Santa4. Es el tiem- sembrarla semanas después. Sin embargo, las lluvias
po habitual de las siembras en secano, con las llu- primerizas no dan seguridad plena al campesino. En
vias primerizas de octubre y noviembre, y en zonas este caso, juegan al riesgo andino, que aparece en ci-
de riego, con las aguas de los manantiales. Los meses clos de largos intervalos, pero que ahora aparece con
siguientes de abril, mayo y junio son meses loridos, más frecuencia. Para ellos, las lluvias de setiembre no
con hermosos campos que brindan color y alegría de son seguras en su continuidad, a veces son un enga-
toda la naturaleza, es la primavera serrana. El tiempo ño. «La lluvia de setiembre es mentirosa, llueve por
de sequía son los meses de julio, agosto, setiembre y un tiempo y luego para y viene una larga temporada
octubre, meses de escasez de pastos y disminución de de sol, con lo que se secan las semillas que hemos
agua para el riego. Esta regularidad estacional de los sembrado», comenta un viejo campesino del valle de
viejos tiempos se ha tornado esquivo en estos tiem- Yanamarca en Junín. Él explica que con la lluvia de
pos. Por eso, un campesino del alto Pativilca dice setiembre no hay seguridad de que salven las semen-
de lo que ocurre ahora: «El tiempo está como loco, teras. Si la lluvia se detiene hasta enero, ese sembrío
cuando quiere llueve en pleno verano, el tiempo de no se salva, a menos que sea en chacras de riego. Por
lluvia a veces ni se aparece, esperamos y esperamos eso lo llaman «lluvia mentirosa» y no les sobra razón.
y no llega. Por eso, a veces no sembramos a tiempo Tampoco las temporadas de lluvia de diciembre a
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o cuando sembramos se pierde la cosecha por falta abril son seguras en estos tiempos. Según ellos, a ve-
de lluvia.» La lógica campesina se fundamenta en el ces llueve unos días en enero y luego viene una sequía
comportamiento del tiempo cotidiano, de la presen- hasta ines de febrero. En este caso también las cose-
chas se malogran por exceso de calor solar, Cuando
4 Para los campesinos andinos, la Semana Santa (fecha movible) es el retorna la lluvia en marzo, se han secado las semen-
tiempo límite del invierno serrano. Ellos mismos maniiestan que a
veces continúa lloviendo dos o tres semanas después de la Semana teras y no se recupera si la sequía ha sido prolongada.
Santa, pero es casi seguro que paraliza la lluvia. En igual forma, En cambio, si hay intervalos cortos de días de lluvia y
según la sabiduría de los selváticos, se produce un «veranillo» en
Navidad, que aprovechan para quemar el follaje desbrozado para sus
días de sol entre los meses de enero a marzo, las cose-
sembríos temporarios. chas salvan. Para los campesinos estas irregularidades
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

del clima traen otros perjuicios climáticos: gusanera lacos y desnutridos», nos comenta un ganadero de
de papas, rancha (enfermedad de papa), plagas de in- Oncoy (Ocros), mientras pasta su ganado en un po-
sectos y roedores, poco desarrollo de los productos trero de alfalfa, un forraje que cultivan en los pueblos
sembrados. Por todo esto, el comportamiento indeci- andinos en diferentes altitudes, preferentemente en
so del tiempo es un factor negativo para el campesino zona quichua y suni.
acostumbrado a esperar regularidades anuales. Para mitigar las sequías y propiciar las lluvias
Frecuentes sequías. Probablemente la sequía es el practicaban en el pasado, varias ceremonias religiosas
peor mal climático que le llega al campesinado andi- o paganas, como también sabias estrategias de etno-
no. Esto ocurre cuando la lluvia es escasa en un año ciencia. Entre los rituales cristianos se acostumbra-
determinado y es peor cuando la escasez de lluvia tie- ba pedir a los santos patronos del pueblo, mediante
ne una secuencia de varios años. Por estos tiempos de misas y procesiones, que intercedan para que vengan
calentamiento global, la sequía en la zona andina es las lluvias. Más de las veces se realizaban ceremonias
un mal recurrente, aparece con frecuencia y se mani- religiosas de origen prehispánico, consistente en el
iesta de varias maneras. Este fenómeno crea una gran pago a las deidades tutelares andinas, popularmen-
incertidumbre entre los campesinos. En estos casos, te denominado chacchapada o pagapu. Si recurrían a
hay duda entre sembrar y no sembrar. La aparición de estos recursos, a través de los sacerdotes andinos -lla-
lluvias les entusiasma, su paralización les desanima; mados en los pueblos del sur peruano como alto mi-
especialmente en las poblaciones altas, que dependen sayoj-, encargados de intermediar; ellos se encargaban
de los dos tipos de cultivos: de secano y de riego. La de subir a los cerros sagrados a realizar el ritual, con
incertidumbre por la temporada de lluvias crea des- todos los elementos tradicionales que se utilizaban
concierto. Los que se dedican sólo a la agricultura no para estos casos (Polia, 1996; Valderrama y Escalan-
pueden sembrar con seguridad y si lo hacen pierden te, 1988; Fernández, 1997). En otros casos, los que
sus cosechas. Aquí se da el caso de los que no siem- tenían conocimientos y experiencias tradicionales,
bran en previsión de la irregularidad de las lluvias llevaban agua del mar en botellas con tapa de cor-
y de los que desaiando al tiempo sí siembran en la cho. Luego iban a las alturas y lo dejaban en un lugar
conianza de que las lluvias aparecerán como todos predeterminado, quitándole el corcho para que se
los años. El azar es un riesgo que enfrentan con fre- evapore. Según sus creencias, la evaporación de estas
cuencia los agricultores, unos aciertan, otros fracasan aguas marinas provoca la aparición de nubes espesas
en sus decisiones. Los que se dedican además o exclu- y cae la lluvia. «Eso hacían nuestros abuelos, ahora la
sivamente a la crianza de ganado sufren mucho más gente ya no cree en esas cosas», asevera un campesino
la falta de lluvias. El ganado vacuno que crían en los de Cajamarquilla, Ancash. En efecto, ya no practican
alfalfares y en las pasturas naturales de la comunidad, estas antiguas costumbre de propiciación de lluvias.
no disponen de pasturas para mantenerse. Cuando Lluvias torrenciales. Lo contrario de las tem-
los campos están secos y las chacras de alfalfares (me- poradas de sequías son las lluvias torrenciales. Este
dicago sativa L.) no desarrollan lo suiciente por fal- tipo de lluvias tienen también un historial de larga
ta de riego, la escasez de pastos se agudiza y no hay data, pero aparecen con más frecuencia y con mayor
comida para el ganado. Informan los crianderos que intensidad en las últimas décadas, causando inunda-
recurren a la deforestación de los campos, quemando ciones sobre poblaciones, destrucción de caminos,
las espinar de cactus (Opuntia subulata) para darle al canales de riego y erosionando campos. Según viejas
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ganado la pulpa jugosa con la que disfrutan. Los ovi- experiencias de campesinos, las lluvias torrenciales se
nos se alimentan de lo que encuentran en los arbustos aparecen normalmente en el mes de marzo, que es
y en el suelo, recogen de todo para alimentarse y so- el mes de la despedida de la temporada de lluvias.
brevivir. El ganado caprino sufre menos porque ellos Se caracterizan por ser lluvias fuertes, pero de escasa
depredan de todo: comen pasto, hojas, tallos, lores, duración, llueven a gotas grandes y luego solea; por
espinas, corteza de arbustos. En general, la falta de eso los campesinos dicen: marzu tamia, locu tamia
lluvia es un desastre para el criandero. «Los animales (lluvia de marzo, lluvia loca): violenta, rápida y es-
enlaquecen, mueren de hambre. Cuando hay sequía porádica. Los que aparecen en estos últimos tiempos
ni se puede vender el ganado, nadie compra animales son lluvias torrenciales de larga duración, que destru-
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ROMÁN ROBLES MENDOZA

ye y perjudica campos de sembríos, infraestructuras de nieve donde los deportistas practican el esquí ha
de riego. Los más destructivos son las lluvias torren- disminuido su espacio y cada vez más aparecen a la
ciales que caen en diciembre, enero o febrero, meses vista las rocas de la supericie.
lluviosos de la sierra. Cuando aparecen en diciembre, Huayhuash, la cordillera más hermosa y va-
son violentas y destructivas, porque caen sobre tierra riada de esta parte central de los Andes, situada al
seca y polvorienta, sus torrenteras cargan con todo lo sur de Pastoruri, ha perdido igualmente gran parte
que encuentran a su paso. Cuando estas lluvias están de la capa de nieves perpetuas que lo caracterizaba
acompañadas de vientos fuertes son más destructivos, en tiempos pasados. Las huellas de la desglaciación
destechan las casas de calamina y provocan espanto superan ampliamente los 50 metros y cada vez más
en las poblaciones. los picos nevados muestran rocas vivas salpicadas de
Por lo general, la llegada de las lluvias causa ale- nieve. Una prueba de este rápido proceso de deshie-
gría en la gente, porque sus vidas están supeditadas a lo es lo que cuenta Eduardo Aldave de Chiquián. Él
la bondad de la lluvia anual. «Cuando llega la lluvia ha sido testigo del descubrimiento de los restos del
nosotros bailamos en el charco porque llega la vida», avión Tam, que en 1954 se estrellara al pie del nevado
asevera otro campesino de Cajamarquilla. Pero cuan- Jirishanca. Los restos de este avión siniestrado fue-
do llega la lluvia torrencial con vientos fuertes, cunde ron buscados infructuosamente por los montañistas
el temor entre la gente. Es la presencia del peligro de de los años cincuenta y no encontraron sus huellas,
destrucción. Por eso, cuando hay lluvias torrenciales porque el avión se incrustó al cerro nevado y fue cu-
de larga duración, algunos campesinos acuden toda- bierto por el hielo endurecido. Ha tenido que pasar
vía a pedir auxilio a sus dioses cristianos y/o prehispá- casi cincuenta años, para que el deshielo natural deje
nicos. En la zona norte de Ancash y en pueblos rurales al descubierto las piezas del Tam y de algunos restos,
de Huánuco van a la iglesia y rezan. En ocasiones de que luego en 1998 se recuperaron encima de la lagu-
intensa lluvia sacan en procesión a sus santos patro- na de Solteracocha. Esta situación es similar en los
nos: Santiago, San Pedo, San Francisco, Santa Rosa, nevados del Mismi y del Hualca Hualca, situados en
Virgen del Rosario, Virgen de las Mercedes, Mama ambos extremos del valle de Colca en Arequipa. Aquí
Huarina, según cada localidad y región. En el valle también las nieves perpetuas han disminuido de tal
del Colca de la sierra de Arequipa, también acuden al manera que la nieve sólo queda en la parte del pico,
santo cristiano de las comunidades; igualmente pue- con abundantes partes oscuras, que indican desgla-
den oiciar la iranta o «pago» a los dioses ancestrales, ciación acelerada. El Misti ya no tiene nevado. En
especialmente a los nevados Mismi y Halca Halca, general, la cordillera blanca, que recorre todo el terri-
montañas benefactoras de las lluvias y por tanto del torio peruano, tiene esta característica: considerable
luir de los manantiales, mediante ceremonias espe- disminución de nieve perpetua, aloración de rocas
ciales oiciados por los alto misayoj. vivas y una amplia franja oscura por debajo de la nie-
Deshielo de glaciares. Los campesinos que viven ve, que nos indica que en el pasado toda esta parte
cerca de los nevados de la cordillera de los Andes, oscura estuvo cubierta de nieve.
observan con temor el lento proceso del deshielo Qué consecuencia se prevé de la desglaciación de
de los nevados. Este fenómeno de disminución de nuestras montañas nevadas? A simple vista, la con-
las capas de hielo de las montañas andinas está a secuencia inmediata será la disminución del recurso
la vista de todos: habitantes locales y visitantes. La hídrico en toda la zona andina. Así vaticinan tam-
investigaciones sociales 332014

cordillera Blanca en Ancash luce su blancura desde bién los especialistas en estos asuntos. Por ejemplo,
la Pampa de Lampas y se prolonga hasta las altu- Benjamín Morales Arnao (1998) ha dado la voz de
ras de Caraz y de Pomabamba, en más de 200 km. alerta desde la década del noventa, sobre los varios
A lo largo de la cordillera blanca, desde Pastoruri problemas que afectan a la cordillera de los Andes y
hasta Alpamayo, la huella dejada por la nieve per- a los usuarios de los recursos hídricos de su entorno.
petua se deja ver en una franja oscura. Pastoruri, el Basta leer los títulos de los escritos de la pluma de este
glaciar más visitado por los turistas, es por sí solo glaciólogo peruano: «La desglaciación nos va dejando
una muestra de la rápida desglaciación. La cueva sin agua», «286 lagunas de origen glaciar en la cordi-
emblemática del nevado ya desapareció y el manto llera blanca penden como una espada de Damocles
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

sobre el Callejón de Huaylas», «Cumbres nevadas: son vientos continuos que destechan las casas, ma-
preocupante futuro», «Desglaciación y disminución logran las sementeras y asustan a los animales y a
de recursos hídricos», «Los eternos nevados en el Perú los niños. Este nuevo fenómeno viene apareciendo
están retrocediendo en forma cada vez más acelera- de año a año y más de las veces vienen acompaña-
da», son algunos trabajos publicados por el autor, en dos con lluvia y otras veces con granizo. «Es raro,
el Boletín de la Sociedad Geográica de Lima, en la ya nos ha sorprendido varias veces haciendo volar
publicación del Consejo Nacional del Ambiente, en las calaminas de las casas», airma un informante.
el Instituto Cuánto, en la página web, etc. La mayo- Esto quiere decir, que los vientos semihuracanados
ría de estos trabajos apunta a enfatizar que el mayor son fenómenos nuevos en las regiones andinas, que
peligro que se viene derivando de la desglaciación el calentamiento global condiciona a la naturaleza,
es la disminución del recurso hídrico. Si esto viene disturbando la regularidad del ambiente natural.
ocurriendo en la Cordillera de los Andes, el volumen Son nuevas experiencias que preocupa al campesi-
de agua que se desprende de los nevados hará que no. Todavía no han ocurrido grandes desgracias por
los manantiales y riachuelos disminuyan sus caudales la presencia de vientos huracanados, pero es posi-
de agua; las lagunas naturales también se secarán a la ble que se presenten en el futuro. La prensa limeña
larga y los ríos disminuirán cada vez su caudal. Como ha reportado en estos últimos años varios casos de
se ve, el problema hídrico afecta fundamentalmente vientos que han destruido viviendas en poblaciones
a la agricultura y también al consumo humano. Por rurales. Pueden ser fenómenos todavía menores que
extensión, al consumo de agua de todo el ecosistema, anuncian otros más devastadores.
animales y plantas, están en peligro de desaparición
por la sequedad inminente. La naturaleza viva obedece al lenguaje de la
Vientos huracanados. Los huracanes son fenó- naturaleza física
menos desconocidos en los Andes peruanos, en su
verdadera magnitud; son frecuentes en las naciones Cuando en la naturaleza se producen cambios tér-
colindantes con el mar Caribe y el sur de los Estados micos, los seres vivos en su conjunto se adaptan a las
Unidos. Esto no quiere decir que en la sierra peruana nuevas situaciones físicas que experimentan. El cam-
no aparezcan ventarrones semihuracanados, especial- bio de hábitat por el calentamiento de algunos seres
mente durante el estío. Los pequeños ventarrones son vivos, especialmente de algunas variedades de ani-
comunes en la sierra andina, nos informa un campe- males comunes, son observables directamente por la
sino. «Aparecen en tiempo de sequía y nunca llegan gente común; en otros casos son menos perceptibles.
a ser peligrosos», según su experiencia. Una dama del Cuando estos cambios se dan en el reino vegetal son
alto Pativilca nos agrega: «A esos vientos que aparecen aún más imperceptibles. Algunos ejemplos de estos
formando remolinos y levantando mucha polvareda cambios de espacio de la naturaleza viva, informada
lo llaman shucucuy; los muchachos se meten dentro por los campesinos andinos son ilustrativos para este
del remolino cuando aparece en los campos polvo- estudio.
rientos», comenta sobre lo que ha visto. En efecto, Insectos voladores. Otro fenómeno que expe-
los shucucuy son pequeños ventarrones que se despla- rimenta cotidianamente el campesino andino es el
zan por el campo, formando remolinos y levantando desplazamiento de insectos, aves, reptiles, roedores y
todo elemento liviano que a su paso encuentran. Los todo tipo de vida animal rastrero o volador. Estas for-
investigaciones sociales 332014

niños, juegan con este fenómeno introduciéndose en mas de vida se desplazan por efectos del aumento tér-
el remolino para experimentar sus efectos. Comentan mico en zonas más altas, porque su habitan anterior
que «para los niños es una especie de deporte, los chi- se ha ampliado hacia arriba. Esto está ocurriendo en
cos valientes entran, los cobardes no lo hacen». todas partes. En las afueras de Arequipa, denomina-
Sin embargo, en los últimos tiempos (desde los da campiña, abundan los mosquitos procedentes de
años ochenta), aparecen en los pueblos de la sierra cabeceras de costa o de las quebradas; la gente que va
vientos huracanados que no se conocían antes. Es- almorzar a las picanterías típicas situadas en campo
tos vientos son intensos, según los informantes. No abierto se queja del picazón de estos insectos que han
aparecen formando remolinos como los shucucuy, invadido la ciudad y a la campiña. «Antes no habían
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ROMÁN ROBLES MENDOZA

mosquitos que pican, ahora abundan», se queja un fermedad de la verruga5, cuyo agente etiológico es la
parroquiano citadino. En distintas regiones ocurre bacteria Bartonella bacilliformis, pero es también un
este mismo fenómeno, moscas, moscones, bichos vo- magníico afrodisiaco que cura el mal de la disfun-
ladores de hábitat quichua y de chaupi yunga (límite ción eréctil de varones, recomendado por los médicos
de costa y sierra) se han desplazado hasta la región y curanderos. La pulga (Pulicidae), parásito sin alas,
suni, disturbando el ecosistema y causando molestias que se desplaza a saltos y que se alimenta de sangre
a los humanos y a los animales. Uno de estos insec- humana y de todo tipo de mamíferos, ha ampliado su
tos voladores que se ha desplazado a la región suni es hábitat hacia la sierra alta. Habitualmente, la pulga
el insecto lepidóptero conocida popularmente como común ha tenido como hábitat las regiones de yunga
polilla (Tineola bisselliella), bicho de zona yunga de y quichua baja, mientras que el pique, una variedad
varios tipos, muy nocivo, que consume ropas de lana de pulga más pequeña que suele poner sus huevos de-
y algodón y también ataca a los granos del maíz y el bajo de las uñas de los humanos, ha sido y sigue sien-
frijol. Otro bicho destructivo de frijoles, maíz, arroz do habitante de yunga. Por el calentamiento global,
y otros productos comestibles es el gorgojo (Cuculio- hoy se puede encontrar pulgas comunes en la región
nidae). Desde antiguo ha sido una práctica habitual, de quichua alta y hasta en suni.
llevar las cosechas de la quebrada a la sierra, por enci- Roedores y aves. Junto con las ratas (Rattus no-
ma de los 3,300 msnm, para protegerlo de la picadu- vergicus), roedores que son de zonas calientes y tem-
ra de las polillas y gorgojos. Hoy ya no lo pueden ha- pladas, también algunas variedades de reptiles han
cer eso, las polillas y también los gorgojos habitan ya cambiado y ampliado su hábitat y conviven con los
estas regiones y destruyen las cosechas. Cultivadores campesinos de hasta los 3,700 msnm. En la región
parceleros de la quebrada de Huanchay en Ancash, suni, habitualmente de clima frío, ha habido desde
han dejado de guardar sus cosechas en Ocros (3,400 antiguo variedades de pericotes, tanto los que con-
msnm), como lo hacían desde antaño. Hoy las poli- viven con las familias en las habitaciones domésticas
llas obligan a los huanchaínos a vender cuanto antes como las que depredan las cosechas de cereales de la
sus cosechas de frijol y maíz, porque los insectos de sierra alta. En la actualidad, los pericotes o ratones
zonas calientes se han desplazado hasta sus antiguas compiten con las ratas en la búsqueda de alimentos
despensa semirrefrigeradas de la sierra. en las unidades domésticas como en el campo. Asi-
El zancudo (Anophelinae) es otro insecto volador mismo, muchas aves de zonas templadas también se
muy común en las zonas tropicales y en las quebradas aventuran a buscar alimento en la región de suni. El
calientes de cabecera de costa. Ha sido históricamen- comentario de un comunero de Ocros es ilustrati-
te un insecto muy temido por los habitantes de la sie- vo sobre estos cambios: «Los ruiseñores y los chivi-
rra, por ser el transmisor de la malaria, comúnmente llos nos visitan ahora de vez en cuando; se regresan
conocido como terciana o enfermedad del chuccho a la chacra cuando no encuentran qué comer aquí».
(sacudimiento), que felizmente ya está controlado Ruiseñores (Luscinia megarhynchos) y chivillos (Dives
por la ciencia médica. Como otros insectos de su warszewiczi) son aves graneros, se alimentan de las
tipo, los zancudos también se han trasladado hasta la pepas de frutos naturales y del maíz en choclo que
región quichua, que succionan sangre de animales y siembran los campesinos. Los cambios en los hábitos
humanos con su ponzoña especializada para perforar de cultivos son más lentos que el desplazamiento de
la piel. Otro insecto parecido al zancudo, es la titira la naturaleza viva hacia zonas con climas similares,
investigaciones sociales 332014

(Phlebotomus verrucarum), que habita en una estrecha por lo que todavía no experimentan sembrar maíz en
franja abrigada, a una altura aproximada a los 2,000 estas alturas; los ruiseñores y chivillos se ven obliga-
msnm, también ha ampliado su espacio de vida hacia dos a regresar a la zona quichua donde sí encontrarán
arriba. Sube por las noches hasta la zona de quichua maíz en choclo y muchos frutos naturales con qué
baja, pero retorna a su hábitat para alimentarse de alimentarse. Pero un paseíto exploratorio por nuevos
la sustancia aceitosa que emana de la planta carnosa
del huanarpo (Jatropha macrantha), que abunda sólo 5 Llamada también «enfermedad de Carrión», por haber
experimentado en su propio cuerpo al agente transmisor que sufrían
en ecosistemas muy deinidos. El huanarpo es planta los trabajadores del ferrocarril Lima-Huancayo, en 1885, que años
vital para la vida de las titiras, trasmisores de la en- más tarde fue conirmado por el médico Alberto Barton.
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

territorios no les queda mal, pronto encontrarán lo va. El campesino se basa en esa respuesta positiva para
que buscan. readaptarse en sus nuevos cultivos.
Si este desplazamiento de quichua a suni está
ocurriendo con insectos, roedores, aves, reptiles y pa- Ampliación del espacio de cultivo del maíz dulce
rásitos, otros elementos de la fauna y también de la
lora deben estar desplazándose hacia arriba en cada En el Perú se cultivan varios tipos de maíz (Zea mays),
una de la varias zonas ecológicas de los Andes. La mo- de los muchas variedades existentes en América. Se
vilidad por nuevos hábitat de los elementos vivos es distinguen dos grandes variedades de maíz en el Perú:
necesariamente sistemática, integral, por ser de orden el maíz duro o amarillo, que se cultiva en climas ca-
natural. No se trata de que se desplacen sólo unas lientes de la costa y la selva y en maíz amiláceo de va-
especies de seres vivos, se desplazan un conjunto de riados colores y tamaños de grano que se cultivan en
ellos, adaptándose a los cambios en el ecosistema, en la región quichua de la sierra. Los campesinos distin-
función del calentamiento global que favorece a este guen estos dos tipos básicos de maíz a las que llaman:
proceso. maíz amarillo o «maíz de gallina» y el «maíz dulce», a
la que llaman también «maíz cancha»6 (1,500 a 3,000
msnm aprox.). Hay igualmente muchas variedades
Respuestas campesinas a los cambios térmicos de maíz dulce, que es uno de los productos agríco-
las básicas para la alimentación andina, desde hace
¿Qué respuestas le dan los campesinos andinos a los aproximadamente hace 7,500 a. C., calculado para
mensajes térmicos de la naturaleza? Para el hombre y la el maíz de la cultura maya en Centroamérica (Antú-
sociedad andina, la naturaleza es su hogar, es también nez de Mayolo, 1980). Denominan maíz dulce por
su fuente y es su madre-padre protector (a) de su vida. su exquisito olor y sabor y también por su suavidad
No sólo convive con la naturaleza cotidianamente, le en la masticación del maíz tostado. Para los peruanos
hace constantemente nuevas preguntas y de acuerdo a de la época prehispánica, el maíz ha sido, junto con
las respuestas que recibe actúa y construye nuevas for- la papa, la alimentación preferente de la población
mas de subsistencia. Esas preguntas y respuestas son andina (Horkheimer, 1973; Antúnez de Mayolo,
las que están experimentando en estos tiempos con el 1980). En nuestros días se consume de muy variadas
fenómeno del calentamiento global. Veamos algunas formas: tostado, sancochado, pelado, molido, que-
respuestas campesinas al fenómeno del calentamiento mado, germinado, tanto al natural, como procesado
global en las comunidades estudiadas. domésticamente, salado o endulzado. Las familias
Lo más signiicativo y novedoso en la vida cam- campesinas lo consumen en cancha, mote, mote pe-
pesina de hoy es su lento proceso de adaptación a lado, humitas, tamales, cashpado, semitas horneadas,
las nuevas condiciones que le ofrece el clima, en sus en sopa, mazamorra y otros preparados regionales.
principales actividades: la agricultura y la crianza de Por su importancia, el maíz es un alimento privilegia-
ganado. Lo primero tiene mayor relevancia a lo largo do de la sociedad andina y de la sociedad humana en
y ancho del espacio andino, la crianza de ganado expe- general (Sabogal, 1981; Glave y Remy, 1980; Cavero,
rimenta otros cambios, en la medida que los animales 1986; INIA, 2010).
domésticos se han adaptado desde antiguo a variados Cultivo tradicional del maíz dulce. Por larga expe-
microclimas, con excepción de los caprinos, que tam- riencia los campesinos han cultivado el maíz dulce en
investigaciones sociales 332014

bién han ampliado su espacio de pastoreo. Lo de la esta franja ecológica denominada por Pulgar Vidal,
actividad ganadera lo dejamos para otra oportunidad, quechua, que aquí denominamos quichua para no
para dar paso a la respuesta favorable de la naturaleza a confundir con la lengua y la etnia quechua. Es decir,
la pregunta de si puede sembrar productos nuevos en cultivo de clima templado, ni muy caliente ni muy
climas de mayor altura. En esta metáfora, la pregunta frío, pero que necesita de una rigurosa asistencia de
campesina es la prueba de cultivar productos de climas
semicalientes en climas más altos a lo tradicionalmen- 6 Denominan cancha al maíz tostado. Lo consumen acompañado
de queso, requesón, charqui y como acompañante de las comidas
te cultivados. Si la cosecha es positiva, una y otra vez, habituales, sopas, guisos y frituras. Es también el iambre
quiere decir que la respuesta de la naturaleza es positi- indispensable.
23
ROMÁN ROBLES MENDOZA

riego, deshierbe y aporque. No se cultiva en secano. Arequipa, las tierras de las comunidades de Cabana-
Por tradición, las tierras maiceras han sido tierras es- conde, Pinchollo, Maca, Madrigal y Lari han sido
peciales. Lo fueron en la época inca, cuando las tie- las principales productoras de maíz dulce. Hasta
rras maiceras eran escogidas para destinarlo al inca y hoy, los campesinos de Cabanaconde se consideran
a los dioses, preferentemente. En nuestros tiempos los verdaderos cultivadores del mejor maíz dulce
han seguido siendo tierras de pueblos especializados, del valle, con la variedad conocida como Cabani-
de familias y grupos dominantes, de privilegio social ta (maíz de granos pardos) y lo siguen siendo en
y cultural7. verdad. La producción de Cabanaconde abastece de
En el Callejón de Huaylas del departamento de maíz a todos los pueblos del valle y también al mer-
Ancash, las tierras maiceras por excelencia han sido cado de la ciudad de Arequipa. Esto equivale a decir,
las de Caraz y se extendía por el lecho del valle hasta que en todos los pueblos andinos, las poblaciones
Yungay, Marcará y hasta Carhuaz, como también al especializadas en cultivos de maíz amiláceo son co-
mismo Huaylas por el lado oeste. Al sur de Ancash, nocidas y se llaman ellos mismos «pueblos maice-
en Ocros, las tierras maiceras, desde la época de los ros». Hasta esta localidad de los cabanas llegaban
incas, eran las tierras de Lacchas, una meseta situada de todas las poblaciones pastoras de las partes altas
en quichua baja. En las ricas tierras cercanas a Ocros a realizar el trueque de productos derivados del ga-
(3,500 msnm) no producía el maíz, por lo que eran nado por el maíz para cancha. Eran muy estimados
tierras especializadas en papas de varios tipos, espe- y siguen siéndolo. Pero el sistema de intercambio
cialmente de la variedad conocida como jalka huarmi directo de productos entre los ganaderos del altipla-
(muchacha de la puna). Cerca de Ocros han habido no y los agricultores del valle ya está en su fase de
desde antiguo pueblos especializados en el cultivo de extinción. Ferias locales y la presencia de interme-
maíz dulce: Llipa en sus tierras de Pampa; Raján, en diarios en todo el ámbito andino están sustituyendo
sus tierras de Pircash y Huántar; Huanri en sus tierras el tradicional modelo de trueque, consistente en el
de Huashaticra; Aco y Pimachi en sus tierras irriga- intercambio de producto por producto.
bles cercanas de ambos centros poblados; de Santiago Cultivo moderno del maíz dulce. En nuestros
de Chilcas, en sus tierras de Antapa, Huascachacra, días, todo lo anterior se ha alterado por el cambio
La Merced y Punhuash; de San Pedro de Copa, en climático. Las tierras tradicionales para el cultivo
sus fértiles tierras de Huántar. Todas estas tierras con del maíz dulce están dando paso a otros cultivos y
nombres propios han sido espacios especializados el maíz ha ampliado su espacio de desarrollo a zonas
para el cultivo del maíz dulce en sus múltiples varie- que antes eran semifrías y no aptas para el cultivo de
dades andinas. En la región central del país del valle esta gramínea. Por su importancia en la alimenta-
del Mantaro, las tierras maiceras eran las correspon- ción popular del pueblo andino, el maíz dulce sigue
dientes a los pueblos colindantes con Huancavelica: cultivándose en otras tierras que antes servían para
Chongos Bajo, Huayucachi, hasta Chupaca. En las cultivar papas y otros productos. La viaja especiali-
tierras de las comunidades de mayor altura en este zación de «pueblos maiceros» y tierras maiceras ha
valle, principalmente las de la provincia de Jauja, no cambiado bruscamente en poco más de tres décadas
se ha cultivado maíz hasta hace unas tres décadas, por y sigue avanzando siempre hacia arriba, por encima
lo que se han caracterizado por ser pueblos con tie- de los 3,200 msnm. Por estos cambios, Vicos y San
rras aptas para papas, habas, ocas, ollucos, quinua y Miguel en el Callejón de Huaylas, hasta los años
investigaciones sociales 332014

cereales8. En el sur peruano del valle de Colca en setenta se caracterizaban por ser «pueblos de pape-
ros», hoy se han tornado en maiceros y con mucha
7 En comunidades todavía tradicionales se considera que el pobre
fuerza. Para los vicosinos, por ejemplo, el cultivo
come sólo papa, chocho y cebada; la tenencia de propiedades del maíz en sus tierras tiene ahora dos subespecia-
parcelarias maiceras es considerada como privilegio social y cultural, lizaciones: por un lado, siguen cultivando el maíz
propio de familias pudientes.
8 Hay un dicho popular antiguo de los jaujinos en torno a los dulce tradicional, de colores variados, que es des-
huancaínos que graica esta situación, cuando les señalaban como: tinado para el consumo doméstico local; mientras
masca canchas; los huancas les enrrostraban a los jaujinos con el
apelativo de tanta cargas. En la actualidad se cultiva el maíz hasta
que por otro lado, han aprendido a cultivar el maíz
cerca de Pachacayo (SAIS Tupac Amaru). blanco de semilla mejorada, que lo destinan para
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

la venta al mercado9. Desde hace unos pocos años, Concepción y Jauja, incluyendo el microvalle de Ya-
los campesinos de los microvalles del Callejón de namarca y localidades cercanas a Pachacayo, próximo
Huaylas, del lado de la cordillera Blanca han apren- a la Oroya.
dido a sembrar maíz blanco para venderlo en choclo Como hemos mencionado líneas arriba, Caba-
para el mercado de Huaraz y Lima. Los interme- naconde (3,287 msnm) ha sido tradicionalmente
diarios se encargan de comercializarlos, comprando el pueblo maicero por excelencia en la margen iz-
toda la cosecha en chacra. Esta nueva costumbre ha quierda del valle de Colca, mientras que Huambo
ampliado el universo de la producción para el mer- Madrigal y Lari en el lado derecho competían con
cado, que antes producía solamente papa y otros el primero. Desde la década del setenta, los campesi-
productos tradicionales. nos de los pueblos más altos que Cabanaconde han
En Ocros, el maíz dulce se sembraba solo en las venido experimentando con éxito el cultivo de este
tierras bajas de Lacchas, situada en la cabecera de producto. Hoy, los tres pueblos mencionados no son
quebrada de Huanchay, a unos 2,200 msnm. Las tie- los únicos especializados en cultivar maíz dulce, lo
rras por encima de Lacchas servían para papa, habas y hacen igualmente otros pueblos como Ichupampa,
otros productos de la zona, además de alfalfa, que en Achoma, Yanque, Coporaque (3,575 msnm), incluso
Ocros ha tenido mucho éxito desde el siglo xix, por en los alrededores Chivay (3,651 msnm). Los centros
la introducción de ganado lechero. Desde los años poblados del valle de Colca, que en el pasado esta-
sesenta se ha ido experimentando, cada vez con ma- ban distribuidos por pisos ecológicos, especializados
yor éxito, el cultivo de maíz dulce en la ex-hacienda en cultivos de distintos productos agrícolas, era una
Llipllipa (2,400 msnm) y en la década siguiente en magníica despensa para alimentar con diversidad de
las tierras alrededor de la población ocrosina. Desde productos, no sólo a la población del valle, sino a las
entonces, en las abundantes tierras de Ocros (3,500 muchas poblaciones de pastores de punas, situadas
msnm) hoy produce maíz dulce de todo tipo. La di- en las nacientes del río Colca, tales como Callali, Si-
icultad que tienen los ocrosinos y en general todas bayo, Tisco, Caylloma y otros, así como a la ciudad
las localidades de la sierra es la invasión del kikuyo de Arequipa, situada a más de 160 km. Aun cuando
(Pennisetum clandestinum), una grama gruesa venida casi todo el valle produce maíz dulce, Cabanaconde
del África, que se multiplica rápidamente, ocupando se considera la cuna del mejor maíz de la región.
todo el espacio cultivable, diicultando el barbecho.
Ese mismo problema tienen otras poblaciones veci- El maíz le abre paso a los frutales
nas: Chilcas, Acas, Copa, Congas, Vista Alegre, Chi-
quián, Huasta, Aquia. En estas poblaciones también Del mismo modo que la papa le ha abierto espacio
el cultivo del maíz dulce ha ampliado su espacio hacia al maíz dulce, el maíz está obligado por la naturale-
arriba, hasta donde es posible irrigar. Varias poblacio- za a abrirle paso a los frutales y productos de chaupi
nes disponen de deiciente infraestructura de riego y yunga. El manejo cultural de los productos agrícolas
escasés del recurso hídrico para ampliar la frontera de estos tiempos se desplaza de abajo hacia arriba en
agrícola más arriba de lo que ya tienen desde tiempos las tierras andinas por efectos del calentamiento glo-
antiguos. Cosa similar pasa en el valle del Mantaro, bal con el que convive el hombre del campo. Como
el cultivo del maíz dulce, tanto para consumo como siempre ocurre con los campesinos, la prueba y el
para la venta al mercado, vía intermediarios que error, constituyen los procesos de experimentación
investigaciones sociales 332014

transportan a Lima en grandes camiones, se ha am- práctica con la naturaleza. Desde antiguo, el campe-
pliado prácticamente a todo el valle. Se cultiva maíz sino andino ha deseado tener en su propio suelo to-
en la actualidad en poblaciones de las provincias de das las variedades de cultivos, incluyendo los frutales.
Por eso ha ensayado una y otra vez, plantar frutales
en sus tierras bajas, más de las veces sin éxito. «Desde
9 En los principales valles interandinos del Perú se cultiva el maíz
blanco mejorado, que los campesinos lo comercializan para las antes hemos probado plantar manzanos en nuestras
ciudades a través de los intermediarios. En las tiendas de expendio chacras, pero no daba, crecía pero no daba frutos o
de semillas venden hasta cuatro variedades de semillas de maíz
para la comercialización; sólo en el valle del Colca, la semilla más
daba frutos pequeñitos que ni los pájaros querían
cotizada sigue siendo la «cabañita» de color pardo azulejo. comer», comenta un campesino de San Miguel en
25
ROMÁN ROBLES MENDOZA

Carhuaz. Pero a pesar de estas pruebas de error, han Pimachi y Aco: pioneros de la fruticultura
continuado experimentando y desde mediados del si-
glo anterior el experimento comenzó a dar sus frutos Estas dos comunidades campesinas de la provincia de
en lento proceso. «No teníamos conianza, por eso Ocros (Ancash) han sido desde antiguo especializa-
teníamos pocas plantas, sólo para probar», corrobora das en el cultivo del maíz dulce, en sus pocas tierras
otro campesino fruticultor del valle de Purísima en el irrigables de zona quichua. Sin embargo, por tener
alto Fortaleza. tierras en cabecera de costa, de Mayush junto al río
Por nuestras indagaciones hemos constatado que Pativilca, han tenido también experiencia antigua
en varias poblaciones de climas templados se han en plantaciones de frutales. Los pimachinos cuentan
experimentado con plantaciones de frutales desde la con entusiasmo la historia de su paso a la fruticultu-
primera mitad del siglo xx. En algunas poblaciones ra. En sus tierras de quichua sembraban en un 80%
se ha cultivado desde épocas pasadas algunas variedad maíz dulce y en 20% otros productos andinos pro-
de frutales, como el lúcumo, el pacae, el manzano, el pios de la región, incluyendo algunos frutales para
melocotón, la granadilla; se trata de poblaciones con consumo doméstico en los bordes de sus chacras.
tierras semicalientes de cabecera de costa y en zonas El gran cambio se produjo en los años setenta, años
de quichua baja. En el valle del Fortaleza, comuni- de la reforma agraria, cuando por inluencia de fru-
dades como Raquia, Colquioc; en el alto Pativilca, ticultores del valle de Huaral y la incentivación de
las comunidades de Aco de Carhuapampa y Pimachi, la comercialización de los productos agrícolas que
tienen tierras calientes de cabecera de costa, a las que venía del gobierno militar de entonces, se aventura-
llaman «Mayush», por estar en la ribera del río. En ron a plantar frutales en escala mayor. En poco más
estas tierras, como dicen ellos, «siempre han tenido de diez años, los comuneros de Pimachi, plantaron
plantaciones de frutales», tales como mangos, pal- en sus parcelas maiceras de riego, melocotoneros y
tos, nísperos, como también han cultivado camote, manzanos, con relativo éxito. Las buenas cosechas de
yuca y ají, que se desarrollan igualmente en tierras los primeros años enfrentaron muchas diicultades
calientes. Estas mismas poblaciones han experimen- para su comercialización. Un factor importante era
tado con mejores resultados que otras poblaciones la la distancia de estas localidades con ciudades de la
plantación de algunos frutales en sus tierras de qui- costa; otro factor en contra fue la diicultad para ha-
chua. A pesar de su éxito en la producción de frutales cer llegar los productos al mercado; a esto se agregaba
no se dedicaron a la fruticultura comercial, su fuen- la diicultad de trasladar los frutales cosechados, de
te tradicional ha sido el cultivo del maíz dulce. Sin Pimachi hasta Mayush, a una distancia de 9 Km de
duda, Colquioc, Raquia, en el Alto Fortaleza; Aco y camino muy precario y de mucha pendiente. Tenían
Pimachi, en el Alto Pativilca han sido por eso pueblos que trasladar sus productos a lomo de burro hasta
especializados en el cultivo de maíz dulce. Otros pue- Mayush y esperar que el bus que viene de Cajatambo
blos de esta misma región, sin linderos en cabecera los levante con sus costales y cajones rumbo a Barran-
de costa, como Huanri, Llipa, San Pedro de Copa, ca. Primero los comuneros de Pimachi y luego los de
de la actual provincia de Ocros, del sur de Ancash, se Aco de Carhuapampa, tuvieron que acostumbrarse
han caracterizado igualmente por ser eminentemente a estos trajines para vivir de la comercialización de
«pueblos maiceros», así lo reconocen los habitantes frutales, por las que habían sustituido masivamente
de pueblos vecinos con poca especialización en cul- sus antiguas tierras maiceras.
investigaciones sociales 332014

tivo de maíz. El intercambio del maíz con otros pro- Con los años, los novatos fruticultores de Aco y
ductos como la papa de Acas, las habas de Congas Pimachi encontraron un mercado propicio en ciuda-
y Chilcas, los quesos de Ocros y las carnes, cueros des creciente de la costa: Barranca, Huacho y Para-
y lana de las poblaciones de pastores en la región se monga. Luego, los intermediarios se encargaron de
hacían con estos pueblos maiceros. En años posterio- ampliar el mercado hacia las poblaciones del norte:
res el sistema de intercambio producto-producto fue Casma, Chimbote, Trujillo, Piura. Y cuando el mer-
desapareciendo por la red de carreteras de enlace a cado exigía mayor producción, casi todos los campesi-
todos estos pueblos y también por el desplazamiento nos anteriormente cultivadores de maíz cubrieron sus
de la producción de frutales por el de maíz. parcelas con plantaciones de duraznos. Asistidos por
26
RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

los cultivadores de frutales del valle de Huaral, fueron todos los pueblos que controlan tierras semicalientes
mejorando sus plantaciones, mediante el sistema de de quichua. La plantación de frutales en estas tierras
injertos, para encontrar mejor calidad de sus produc- por los campesinos de todos los valles occidentales
tos. De este modo, estas dos poblaciones se convir- de los Andes es ya una costumbre arraigada, que si-
tieron en fruticultores exclusivos y abandonaron casi gue creciendo incentivado por la comercialización de
deinitivamente el cultivo del maíz. El transporte si- fruta en los mercados urbanos de la costa, principal-
guió siendo el problema principal por muchos años. mente de la megaciudad de Lima, secundado por el
Trasladar la fruta 9 km cuesta abajo hasta Mayush, crecimiento de las fábricas envasadoras de jugos de
signiicaba alquilar burros en la misma población y fruta, que se destinan tanto al mercado interno como
en las comunidades vecinas, a precios de alquiler cada el externo.
vez más altos. El otro problema que enfrentaron pi- Hay plantaciones de melocotones, manzanos y
machinos y carhuapampinos era la lenta adaptación al paltos en las poblaciones de mayor altura del Calle-
cultivo y el especial tratamiento de los frutales, que ha jón de Huaylas, tales como Yungay, Marcará, Car-
signiicado, según ellos mismos, «mucho sacriicio», huaz, hasta las cercanía de la ciudad de Huaraz, ca-
aprenderla deinitivamente. «Cultivar fruta no es lo pital del departamento de Ancash. «Caraz dulzura»,
mismo que cultivar maíz, son dos maneras diferen- denominación que le diera Raimondi, precisamente
tes. Cultivar la fruta cuesta más dinero y más trabajo», por sus frutales abundantes del siglo xix, según los
nos relata un pimachino. Valió la pena el sacriicio, ancashinos, queda sólo como un apodo. Ya no es la
inalmente se adaptaron y bien a su nueva estrategia única población que cultiva dulzuras, esta práctica se
económica. Las penurias por trasladar la fruta hasta ha generalizado en buena parte de este valle. Los tra-
Mayush llegaron a su in recién en el año 2006. Una dicionales espacios de maizales son ahora campos con
carretera acariciada desde los años setenta se inauguró plantaciones de duraznos, que es la fruta que mejor
ese año y hoy los fruticultores transportan sus produc- ha pegado en los valles y en el paladar de los consu-
tos en camiones directamente desde sus tierras hasta midores. A su vez, el maíz dulce se cultiva en pueblos
el mercado costeño. Igualmente, cada unidad familiar de mayor altura, que antiguamente estaban especiali-
de estas dos comunidades ha aprendido a vivir de sus zados en cultivar principalmente tubérculos.
plantaciones, se dedica a este trabajo en exclusiva, se Qué está pasando en los pueblos de Aco y Pima-
provee de insumos en Barranca que es el centro ur- chi en la provincia de Ocros? Por más de cuarenta
bano más cercano. Viven en sus mismas chacras para años vienen imitado la experiencia de las comunida-
dedicarlo al cuidado de sus plantaciones a tiempo des pioneras en fruticultura. Habiendo sido un pue-
completo: riego, poda, injertos, aplicación de pestici- blo tradicional de cultura maicera, han modiicado
das e insecticidas, cuidado de la depredación de aves su estrategia económica especializándose en la plan-
durante el día y de murciélagos durante la noche. La tación de frutales en sus tierras de clima semitem-
cercanía de los dos centros poblados de Pimachi y Aco plado. Acas y Chilcas, que están por el lado norte de
a las chacras de frutales ha favorecido a esta metamor- Aco y Pimachi, no habían modiicado sus tradicio-
fosis cultural. Sustituir frutales por el tradicional cul- nes agrícolas hasta comienzos del siglo xxi, cuando
tivo del maíz ha costado mucho trabajo y sacriicios, en Chilcas se inició una experiencia de sustitución
pero han preferido esta nueva forma de vida, de la que del maíz por los frutales. El 2006 era ya una iebre
hoy sienten comprensible orgullo. El crecimiento ur- social por acogerse a la plantación de frutales que
investigaciones sociales 332014

bano de las poblaciones de la costa, después del sismo incentivaban las ONG y también la Municipalidad
de 1070, ha puesto su cuota para la adaptación a la Distrital. Dos grupos de campesinos fruticultores se
fruticultura, ha favorecido la comercialización masii- han formado en Chilcas: el de La Merced, y el de
cada de sus productos. Punhuash, que agrupan a familias campesinas cada
vez más crecientes. Todos ellos han adquirido plan-
El boom de la fruticultura actual tones y con el apoyo de técnicos en la materia vienen
realizando plantaciones de duraznos, manzanos, pal-
Hoy en día ya no es novedad la sustitución del cul- tos y últimamente de pimentones, en sus antiguas
tivo del maíz por los frutales. Es la generalidad en chacras maiceras de ambos anexos. Lentamente, los
27
ROMÁN ROBLES MENDOZA

agricultores de esta localidad están entrando a la fru- fue desde mediados de los sesenta el único fruticul-
ticultura comercial, que en el siglo pasado era una tor conocido. Aun cuando en las chacras de cultivo
ocupación desconocida. Si solucionan el problema diversiicado hubo en ese mini valle frutales desde
de agua para el riego sostenido, también Antapa, la tiempos antiguos, no se practicó la plantación para
principal tierra del maicera, se cubrirá con frutales ines de comercialización masiva. Tardíamente, desde
en el futuro cercano. los años ochenta, los agricultores del valle de Purísi-
Por el lado sur de esta misma región, están las ma imitaron a los Pariasca. Hoy se han convertido
comunidades de Huanri y de Llipa, ambas de añeja en los mejores productores de chirimoyas, papayas,
tradición maicera. Huanri por estar ubicado en zona duraznos, paltos, para comercializarlos hacia los mer-
quichua baja, siempre ha tenido frutales en sus pe- cados de la costa. En poco más de tres décadas, los
queños huertos conocidos como Michca, consistente campesinos de estos microvalles se han transformado
en granadillas, nísperos y manzanos, para el consu- de productores para el autoabastecimiento a produc-
mo doméstico. Hoy están pensando en los frutales tores para el mercado.
a escala mayor, pero aún no se animan por falta de
carretera para sacar estos productos al mercado. En La sustitución de cultivos se generaliza
cambio la comunidad de Llipa, en sus ubérrimas tie-
rras maiceras de la Pampa de Llipa, tuvo desde los En el estudio se constata que en todos los lugares vi-
años setenta, un sólo campesino que se aventuró a sitados, la sustitución de cultivos de frutales en tierras
plantar frutales con éxito: don Gregorio Kitamura, de maíz y de otros productos va en aumento acelera-
comunero nisei descendiente de japoneses. Su fami- do. Eso está ocurriendo en el Callejón de Huaylas,
lia vendía manzanos, naranjos y nísperos desde los en los pueblos de las provincias de Bolognesi y Ocros
años ochenta en las poblaciones vecinas, durante las al sur de Ancash y en el valle de Colca. En el valle
iestas patronales, pero ninguna otra familia llipana del Mantaro se da una excepción, cuando las tierras
lo imitaba. Recién, al comenzar el nuevo siglo, por cultivables continúan dedicados principalmente a
iniciativa de uno de los migrantes más dinámicos productos de consumo cotidiano, especialmente del
con residencia en Barranca, don Dagoberto Godoy, maíz para choclo, habas, trigo, verduras, hortalizas y
se ha iniciado una masiva plantación de melocoto- en las partes más altas la quinua. El predominio del
neros. Si la iebre por cultivar frutales sigue su curso, cultivo de maíz dulce para el mercado sigue vigente
dentro de unos años, la Pampa de Llipa estará cu- en este valle, por su cercanía del mercado limeño y
bierta de frutales y el cultivo de maíz dulce habrá pa- porque en las partes irrigables pueden producir has-
sado a segundo plano, habiendo sido el más cotizado ta dos campañas por año. El cultivo novedoso en el
de la región. Pampa de Llipa es considerada una de valle es la alcachofa (Cynara scolymus), producto para
las planicies de mejor producción de maíz dulce en la exportación que han adoptado preferentemente las
esta parte del Alto Pativilca. Aquí también, el maíz comunidades de la provincia de Concepción. Por esta
se pone a un costado para dar paso a los frutales, que razón, en el valle del Mantaro, la sustitución de cul-
es la competencia de la producción rural más impor- tivos no es por los frutales, es por la alcachofa, pro-
tante de estos tiempos. ducto que se está generalizando en los últimos años.
Ese mismo proceso de sustitución se viene produ- Los campesinos en distintas zonas están apren-
ciendo en las tierras maiceras de San Pedro de Copa, dido a cambiar sus hábitos de cultivo en base a las
investigaciones sociales 332014

en el lado norte de la misma provincia de Ocros. Sus pruebas realizadas y cuando han visto que es propicio
tierras de clima templado de Huántar y las semifrías lo aplica de inmediato. El calentamiento climático es
cercanas a la población se han cubierto de plantacio- una realidad objetiva que el campesino experimen-
nes de duraznos, manzanos y paltos. El maíz es ya ta cotidianamente, favoreciendo a nuevos cultivos
un cultivo secundario en Copa. Localidades vecinas en tierras que tradicionalmente estaban dedicadas a
del mini valle de Purísima: Llampa, Colquioc, Espe- otros cultivos regionales. Esta práctica está cambian-
ranza, parte baja de Huayllacayán, se han convertido do sus vidas de varias maneras. Por un lado, son ac-
en tierra de frutales. En Llampa apareció un pionero tores directos de la sustitución de cultivos en dos pi-
en plantaciones de manzanos, la familia Pariasca, que sos ecológicos importantes como son la quichua y la
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RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

suni, donde el maíz ha ganado espacio en zonas más lentamiento global. Qué efectos tiene sobre nuestra
altas y los frutales vienen sustituyendo los espacios apacible vida campesina. En qué medida, los cambios
del maíz. Por otro lado, los campesinos andinos ya no climáticos modiican la arraigada cultura productiva
se contentan con cultivar de acuerdo a la lógica tra- de nuestros agricultores a lo largo y ancho del terri-
dicional del autoabastecimiento, hoy están mejor in- torio andino peruano. Con el propósito de indagar
centivados en la producción para el mercado. Ahora, sobre estos temas, durante estos últimos años, nos
los campesinos saben muy bien lo que les conviene, hemos dedicado a indagar, dialogar y a observar estos
como expresa un agricultor del Callejón de Huaylas: cambios, en dos espacios regionales de Ancash, en el
«El maíz que cultivamos nosotros también se vende, valle del Mantaro en Junín y en el valle de Colca en
pero la fruta es mejor, en Chimbote y en Lima se Arequipa, como casos muestrales que nos den infor-
vende a buen precio». Exigencia del mercado, mayor maciones para aproximarnos a generalizar el proble-
liquidez contante y sonante, experiencia adquirida ma sobre todos los Andes peruanos. Y lo que hemos
en la fruticultura, uso de nuevas tecnologías, son in- encontrado es la conirmación de la hipótesis que nos
gredientes de un mismo proceso económico que el planteamos en nuestro proyecto de investigación del
campesino de hoy acepta con agrado. Este es el nuevo 2008, con el enunciado de que el calentamiento glo-
rostro de la agricultura andina de hoy, inmerso den- bal afecta signiicativamente las prácticas cotidianas
tro de la vorágine del calentamiento global y de la de la cultura productiva de nuestros campesinos. Lo
globalización de la economía, de las comunicaciones afecta, porque es una realidad física, cuando el cli-
y de la cultura en general. ma de la región donde viven está cambiando, des-
plazando la temperatura de mayor calor solar hacia
zonas cada vez más altas. Esta realidad, no sólo se
Análisis y discusión maniiesta con los cambios térmicos en distintos pi-
sos ecológicos de las cuencas y valles de los Andes;
Para nadie es una fantasía el calentamiento global, es junto con el desplazamiento térmico, todo el ecosis-
una realidad que afecta a toda forma de vida. En todo tema se desplaza hacia arriba: insectos, aves, reptiles,
el mundo, los gobiernos, las instituciones y la gente roedores, etc. Al producirse el cambio climático, al
común, tiene hoy, clara conciencia de lo que signiica mismo tiempo se experimenta el cambio de hábitat
este fenómeno. En general, todos somos conscien- de todos los seres vivos que habitan esos espacios; es
tes que el calentamiento global tiene efectos sobre el decir, animales y plantas. Lo que se comprueba en
ecosistema y sobre toda forma de vida en el plane- esta indagación, es que los hábitos de la cultura pro-
ta. Es esta toma de conciencia la que ha empujado a ductiva están cambiando al ritmo del desplazamiento
movilizar a los gobiernos del mundo, desde la última térmico. Dentro de este proceso, lo visible y compro-
década del siglo pasado, para sensibilizar y poner en bable es la presencia de bichos y animales menores,
marcha planes que puedan de alguna manera dismi- desplazados hacia nuevos ecosistemas, lo mismo que
nuir la emisión de gases de efecto invernadero, como los productos agrícolas más importantes como son
la cumbre de Río o producir documentos como el la papa, el maíz y los frutales, se están desplazando
Protocolo de Kioto, ambos realizados en la década lentamente de abajo hacia arriba.
del noventa. El Foro Mundial del APEC realizado Los cambios observados en estas tres regiones son
en Lima en noviembre del 2008 ha tenido también fenómenos culturales inevitables. El calentamiento
investigaciones sociales 332014

en agenda discutir este agudo problema, a pesar de condiciona a nuevas formas de vida, aprender nuevas
que el problema de la crisis económica mundial ha conductas, adaptarse a lo que la naturaleza les con-
acaparado las mayores expectativas, por su compren- diciona y les obliga. Eso es lo que está ocurriendo en
sible magnitud. El problema del cambio climático ha Ancash, en Junín y en Arequipa, nuestros laborato-
tenido su propia cobertura en este Foro, porque es rios operativos. Los campesinos se adaptan, especial-
también un problema ecuménico que afecta por igual mente los jóvenes que entienden mejor el problema
a todo el planeta. que los ancianos, sobre los beneicios y las bondades
Lo que nos interesa en este estudio es dar cuenta del mercado, como un recurso de vida moderna, en
cómo nos afecta en concreto este fenómeno del ca- oposición a la economía doméstica de autoabasteci-
29
ROMÁN ROBLES MENDOZA

miento10 que ha imperado históricamente en el espa- los espacios tradicionales del cultivo de papas (suni)
cio rural andino del país. En estos lugares estudiados, se han convertido hoy en tierras de cultivo del maíz
que siempre dependen de la inluencia del mercado amiláceo; del mismo modo, los espacios tradicionales
de consumo urbano, los campesinos tienden a cam- de cultivo del maíz (quichua) están dando paso a la
biar sus hábitos e insertarse a un universo mayor de la plantación de frutales o de la alcachofa. Este proceso
que depende su producción y por extensión el futuro de sustitución de cultivos rompe con los hábitos tra-
de sus vidas. dicionales de la cultura productiva andina y dinamiza
La mejor manera de explicar este fenómeno, es su adecuación al cultivo de nuevos productos que an-
demostrando que la conducta del campesino está en tes no se practicaban.
proceso de adaptación a nuevas realidades, obligado Por su misma naturaleza, la sustitución de culti-
por el cambio climático y por los cambios sociopolí- vos agrícolas en espacios tradicionalmente conocidos
ticos de la sociedad nacional y mundial. Es por esta como especializados en cultivos de papas y del maíz
constatación que, sin proponernos, encontramos que supone el aprendizaje cultural de nuevos hábitos en
la cultura andina tradicional está en cuestión. Sus raí- el manejo de otros productos de las que antes no
ces históricas son todavía sólidas, pero la erosión de tenía experiencia. Especialmente en tierras de zona
sus viejas estructuras está siendo afectada, de tal suer- quichua, el campesino andino se viene adecuando
te que en un tiempo no muy lejano podemos estar al tratamiento especial de los frutales, en oposición
hablando del pasado y no del presente de lo que hasta del tratamiento del maíz dulce al que ha estado acos-
hoy entendemos por cultura andina. Por lo mismo, tumbrado históricamente. En las tres zonas estudia-
los cambios culturales de la realidad andina saltan a la das, los campesinos agricultores se ven obligados a
vista. La realidad social y cultural que viven los pue- adecuarse a las nuevas circunstancias, con éxitos y
blos andinos está en un proceso de modernización. fracasos en las cosechas y en el proceso de comercia-
Por un lado, se refuerzan las identidades culturales lización de sus nuevos productos. Un sector de ellos,
de pueblos y regiones, a través de distintos recurso al no adaptarse a nuevos cultivos, continúa con sus
de readaptación; por otro lado, asumen nuevas iden- modelos tradicionales, otros abandonan sus planta-
tidades que vienen de los procesos de la modernidad ciones, traspasan o las arriendan para migrar hacia las
y la globalización que avizoran conigurar la nueva ciudades más cercanas. Los mejores ejemplos de éxito
isonomía de la cultura andina de estos tiempos. en esta nueva adaptación cultural son los campesinos
de Aco y Pimachi en la provincia de Ocros (Ancash).
Haber adoptado la fruticultura comercial de manejo
Epílogo familiar, ha sido un factor importante. Haber inicia-
do este proceso de sustitución en una época propicia
La cultura productiva en los pueblos andinos estu- del crecimiento del mercado urbano ha sido el otro
diados viene sufriendo un signiicativo proceso de factor que les ha dado buenos resultados.
transformaciones de la cultura productiva, incen- La generalización de sustitución de los cultivos
tivada por los cambios térmicos en la naturaleza, se amplía a todo el territorio andino, exigido por los
que modiica sustancialmente el proceso productivo efectos de los cambios térmicos y por el crecimiento
tradicional que lo ha caracterizado. Este proceso se del mercado de consumo en el país. Con el proce-
maniiesta principalmente en la lenta sustitución del so de masiicación demográica de las urbes, por la
investigaciones sociales 332014

sistema de cultivos en los pisos ecológicos especia- migración masiva del campo a las ciudades y con las
lizados. En diferentes ámbitos regionales del país, alentadoras posibilidades de exportación de produc-
tos no tradicionales y de frutales, especialmente a los
10 En los estudios antropológicos de mediados del siglo xx se ha países con los que el Perú ha irmado acuerdos bila-
entendido por producción para el autoabastecimiento, a la forma terales como los TLC, el éxito de las sustituciones en
de producción de bienes agrícolas y ganaderos dedicados al
consumo de las unidades domésticas para el período de tiempo el proceso productivo andino va por buen camino.
anual. En este caso, la lógica productiva del campesinado centraba La sobreproducción de frutales, que algunos analistas
su preocupación en el mantenimiento óptimo de la familia con lo
producido por sus propios medios y por el sistema de intercambio
pronostican para el futuro, retraerá sin duda el entu-
de bienes en espacios locales y regionales. siasmo de la sustitución de frutales por maíz que hoy
30
RESPUESTAS CAMPESINAS AL CALENTAMIENTO GLOBAL

se vive. La duda y la desconianza del campesino so- Miller, G. Tyler y Spoolman, Scott E. (2009). Principios
bre estos procesos no deja de tener sustento, cuando de ecología, México (Quinta edición).
constata los vaivenes del mercado o cuando algo no Morales Arnao, Benjamín (2004). El desarrollo de la Re-
funciona bien a su favor. En estos casos, el campesino gión Ancash y el medio ambiente, Huaraz.
deja de producir lo que los técnicos han incentivado Morales Arnao, Benjamín (1999). «Perú: vulnerabilidad
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investigaciones sociales 332014

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REVISTA IIPSI ISSN IMPRESA: 1560 - 909X
FACULTAD DE PSICOLOGÍA ISSN ELECTRÓNICA: 1609 - 7475
UNMSM VOL. 18 - N.º 1 - 2015
PP. 17 - 28

Concepciones y prácticas de consumo y endeudamiento en


adolescentes de la ciudad de Temuco, Chile1
Consumption and indebtedness practices of urban adolescents in schools from
Temuco

SOLANGE BARROS B., VALERIA CÁRDENAS C., MARIANELA DENEGRI C.2

UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA, CHILE

(RECIBIDO 15/04/2015, ACEPTADO 20/06/2015)

RESUMEN
La adolescencia constituye una etapa del desarrollo psicosocial que se ve influenciada por
los contextos económico-político, social y cultural. Estos no solo inciden en la conforma-
ción de identidades sociales, sino también en la subjetividad y en las prácticas de consumo
y endeudamiento de los[as] adolescentes. Aunque estos temas han sido de interés para la
mercadotecnia, también constituyen un espacio de debate en los ámbitos de la psicología
económica, social y del desarrollo. En este artículo se examinan las prácticas de consumo
y endeudamiento de adolescentes escolarizados[as] urbanos[as] de la ciudad de Temuco en
la Región de La Araucanía, Chile. Mediante un diseño de investigación cualitativa de tipo
descriptivo, con diseño de casos múltiples, se realizaron grupos focales donde participaron
30 adolescentes, encontrándose diferencias en las prácticas de consumo y endeudamiento.
Los resultados reportan la dimensión emocional implicada en casos de compras exitosas y
frustradas, cuestionando a estudios anteriores que señalan déficits de previsión y ahorro de
los[as] jóvenes.
Palabras clave: Adolescencia, consumo, endeudamiento, ahorro, emociones.

ABSTRACT
The adolescence is a stage of psychosocial development that is influenced by economic-
political, social and cultural contexts. They not only affect the formation of social identities,
but also the subjectivity, consumption practices and indebtedness of adolescents. Although
these issues have been of interest for marketing, they also hold a space for debate in the fields
of economic, social and developmental psychology. This article describes the differences
in consumption and indebtedness practices of urban adolescents in schools from Temuco,
Region of La Araucania, Chile. Through a qualitative descriptive research design of multiple
cases, focus groups were performed with 30 adolescents finding differences in consumption

1 Este trabajo fue financiado por el Proyecto Fondecyt Nº 1150665. Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
2 Docente del Departamento de Psicología, Universidad de La Frontera. E-mail: marianela.denegri@ufrontera.cl
CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE CONSUMO Y ENDEUDAMIENTO EN ADOLESCENTES DE LA CIUDAD DE TEMUCO, CHILE

and borrowing practices. The results reported an emotional aspect involved in cases of
successful and frustrated shopping, questioning previous studies that indicate deficits in the
foresight and savings of these adolescents.
Keywords: Adolescence, consumption, indebtedness, savings, emotions.

En las últimas décadas, Chile se ha convertido en una referencia en cuanto a


apertura a mercados extranjeros, experimentando importantes cambios a nivel de
producción y tecnología, así como a nivel institucional y social, contribuyendo
a generar un contexto sociopolítico y económico-cultural complejo y cambiante
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], 1998). Uno de
los cambios culturales relevantes se ha producido en los significados que la po-
blación atribuye al consumo y a sus prácticas, lo cual ha implicado una nueva
configuración de los segmentos de consumidores y de sus necesidades y expec-
tativas, impactando en la construcción de la identidad personal y social de los
individuos (Denegri y Martínez, 2004).
En este contexto, no solo los adultos se involucran en las decisiones económicas
de la familia, sino también niños y adolescentes, los cuales desde temprana edad
comienzan a relacionarse con la realidad económica, a partir de experiencias
cotidianas, como escuchar las frecuentes conversaciones que tienen sus padres y
otros adultos sobre “lo económico” o ir al mercado (Amar, Llanos, Abello y De-
negri, 2003). Por otra parte, las estrategias de mercadotecnia han ido cambiando
de manera drástica, incorporando dentro de sus objetivos a nuevos segmentos que
se caracterizan en muchos casos por no tener renta propia, pero sí un alto poder
de influencia dentro de la familia, como es el caso de niños y jóvenes.
De esta manera, los jóvenes adolescentes son un segmento que resulta cada vez
más de interés para el mercado, razón por la que muchas de las estrategias de
mercadotecnia van orientadas a influir en sus patrones de consumo e impac-
tar afectivamente en ellos. Este interés radica en sus particulares características
como mercado de consumo, las cuales comparten con los niños, ya que de hecho
aglutinan tres mercados distintos, uno presente porque comienzan a manejar di-
nero de forma autónoma a temprana edad, uno de influencia por su impacto en
las decisiones de consumo de su familia, especialmente en productos tecnológicos
y de ocio, y un mercado futuro en la medida que pueden ser fidelizados tempra-
namente (Denegri, Lara, Córdova y Del Valle, 2008). Este hecho es fundamen-
tal si se considera su etapa evolutiva de consolidación de la identidad donde se
instalarán muchos de los patrones que les acompañarán en su vida adulta. Esta
transcurre en un entorno donde el consumo se constituye en un articulador de los
imaginarios sociales (Bauman, 2007), de tal forma que el acceso al consumo y
a la posibilidad de compra y posesión de bienes deseados les permiten el acceso
a símbolos y signos que favorecen la autorrealización y, además, favorecen la
incorporación al grupo de pares (PNUD/INJUV, 2003).

18 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1


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Por lo anterior, el proceso de construcción de identidad (personal, social y cul-


tural) es un factor clave para comprender la aproximación al consumo en los
adolescentes, dado que este se convierte en un vehículo de construcción de iden-
tidades ideales y en una forma de relación con otros que consideran “sus iguales”
(Friedline, Elliot y Nam, 2012; Oyserman y Destin, 2010).
Según el Instituto Nacional de la Juventud, el 30% de los jóvenes entre 15 y 29
años declara tener algún tipo de deuda (INJUV, 2012), mientras que del total
de niños y adolescentes chilenos, un 3.8% de entre 5 y 14 años y un 16.5% de
los adolescentes de entre 15 y 17 realizan alguna actividad económica o tienen
un trabajo (Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA),
2013). El mayor porcentaje de niños y adolescentes que trabaja o realiza algu-
na actividad económica se encuentra en el sur de Chile (10.1%) (Ministerio de
Desarrollo Social, 2013), aspecto importante si se considera que la región de
la Araucanía, según la encuesta de caracterización socioeconómica [CASEN],
(2011) es la región con el índice de pobreza más alto del país (22.9%), con un
8.5% por sobre el promedio, lo cual se ve agravado si se considera que de la
Región de la Araucanía, en Temuco, el 61% de la población señala estar endeu-
dado. Lo anterior indica que existe un alto número de adolescentes que maneja
dinero, por lo cual no son entes pasivos en la economía del país; influyen en
el desarrollo de ella no solo a través de sus padres, sino también a través de su
propia capacidad adquisitiva.
Respecto a las prácticas de consumo de los adolescentes, en Chile existen escasos
estudios que permitan indagar en el perfil de los adolescentes como consumidores
y en sus hábitos de uso del dinero. Uno de los escasos estudios previos es el de
CNTV y McCann-Erikson (2005), que señala que independientemente del nivel
socioeconómico, la mayoría de los adolescentes entre 13 y 17 años maneja dinero
de forma regular (montos varían entre $5.000 y $20.000) y toman decisiones
autónomas acerca de sus gastos, los cuales se orientan fundamentalmente a snacks,
golosinas, música, videojuegos, ropa y accesorios. En este mismo estudio se
observó que los adolescentes regularmente no destinan dinero al ahorro, e incluso
el 55% declaró que le gustaría contar con más dinero para sus gastos.
Otra investigación acerca de la compresión del funcionamiento bancario, ahorro
y endeudamiento en jóvenes de 14 a 18 años encontró que el conocimiento finan-
ciero de los adolescentes era muy rudimentario, observando diferencias por nivel
socioeconómico, de tal forma que la comprensión de los adolescentes de los seg-
mentos D y E era similar a la de niños menores de 10 años (Denegri, Martínez,
Etchebarne, 2007).
Por su parte, en estudios que evalúan actitudes hacia el endeudamiento en la
adolescencia, los jóvenes reportan una comprensión teórica sobre la importancia
de la austeridad frente al consumo, como una protección ante el endeudamiento;
no obstante, esto no se condice con sus prácticas de uso del dinero, puesto que
estas aparecen poco sistematizadas, sin planificación y con escasa presencia de

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1 19


CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE CONSUMO Y ENDEUDAMIENTO EN ADOLESCENTES DE LA CIUDAD DE TEMUCO, CHILE

ahorro (Denegri, Cabezas, Páez, Sanhueza, Vargas, Zapata y Sepúlveda, 2010;


Denegri, Lara, Córdova y Del Valle, 2008).
Por otra parte, un punto importante a tratar en los adolescentes es la emocionalidad
asociada a la compra, ya que Bigné y Andreu (2004) afirman que los clientes con
emociones positivas presentan mayor probabilidad de volver al centro comercial,
que los clientes que no sienten esas emociones; además, estos autores plantean
que cuando los consumidores sienten emociones positivas al comprar, muestran
mayor satisfacción y lealtad hacia los entornos comerciales que frecuentan (Bigné
y Andreu, 2004).
En síntesis, los antecedentes expuestos muestran que los adolescentes son
un segmento que resulta cada vez más de interés para el mercado; y por las
características de la etapa evolutiva de la adolescencia, en donde la construcción
de identidad es una tarea prioritaria (Baumann, 2007), los coloca en una situación
de riesgo futuro si no se considera su preparación para un manejo financiero
racional que les permita mantener un equilibrio entre sus recursos y necesidades,
ello porque las actitudes, hábitos y conductas económicas que se establecen en la
adolescencia sustentarán gran parte del comportamiento económico adulto.
A partir de estas consideraciones, emerge la pregunta que orienta la presente
investigación: ¿Cuáles son las concepciones y prácticas de consumo y endeuda-
miento en adolescentes escolarizados de la comuna de Temuco?
De acuerdo con esto, se propone como objetivo general: Caracterizar las prácti-
cas de consumo y endeudamiento en adolescentes escolarizados de Temuco.
Como objetivos específicos se plantea:
- Describir las concepciones y prácticas de consumo en adolescentes escolarizados
de Temuco.
- Describir las concepciones y prácticas de endeudamiento en los adolescentes
participantes del estudio.
- Identificar las emociones asociadas a la compra en adolescentes escolarizados
de Temuco.

MÉTODO
Participantes
Se utilizó un muestreo intencionado homogéneo. La muestra estuvo compuesta
por 30 adolescentes, de ambos sexos, pertenecientes a establecimientos educacio-
nales municipales y subvencionados de la ciudad de Temuco en el sur de Chile,
distribuidos en 5 grupos focales de 6 adolescentes cada uno.

Diseño
Este estudio corresponde a una investigación cualitativa de tipo descriptivo, con
diseño de casos múltiples.

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SOLANGE BARROS B., VALERIA CÁRDENAS C., MARIANELA DENEGRI C.

Técnica
La recolección de datos se realizó a través de grupos focales, para lo cual se uti-
lizó un guion de entrevista semiestructurado que abordaba temas como el acceso
al dinero, cantidades manejadas y quienes se las entregan, prácticas de consumo
y de uso del dinero, endeudamiento temprano y emociones asociadas al acceso a
compras deseadas.

Procedimiento
Los grupos focales se realizaron en los establecimientos a los que asistían los
escolares, después de solicitar la autorización de la dirección de cada institución.
Para mantener los resguardos éticos necesarios, se solicitó a los padres la firma
de un consentimiento informado y a los estudiantes la firma de un asentimiento.
Cada grupo contó con un facilitador entrenado para el diálogo con adolescentes,
este hacía las preguntas base para estimular el diálogo y luego se estimulaba a
todos los participantes a dar su opinión, cuidando que no se produjera una con-
centración excesiva en algunos de ellos. Los diálogos realizados en cada grupo
fueron registrados electrónicamente y luego transcritos literalmente en un proto-
colo para su análisis.
Para el estudio de los datos se realizó un análisis cualitativo de contenido jerár-
quico ponderado, el cual tiene por finalidad la conceptualización del fenómeno
en estudio a través de la caracterización diferencial de este, basándose en dimen-
siones de criterio usadas en la segmentación de la muestra.
De acuerdo con esto, inicialmente se realizó una codificación abierta de cada
entrevista grupal a través del software para análisis de datos cualitativos Atlas
ti, con el fin de representar con conceptos las ideas centrales, los cuales fueron
comparados y revisados basados en la totalidad de los grupos focales. Poste-
riormente, se realizó una categorización y subcategorización de estos códigos y
posteriormente fueron sistematizados en un dendograma que permite la organiza-
ción visual de los resultados. Finalmente, se realizó un sumario porcentual de los
códigos obtenidos, pues entrega el peso relativo de cada uno de estos.

RESULTADOS
Como se grafica en el dendograma de la figura 1, los resultados obtenidos se
agruparon en tres núcleos centrales, el primero corresponde a las prácticas de
consumo que presentan los adolescentes; el segundo se refiere a las prácticas de
endeudamiento; y el tercero agrupa las emociones asociadas a la compra.

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1 21


Figura 1. Dendograma.
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Prácticas de consumo
Los adolescentes participantes del estudio reportaron que las principales fuentes
de obtención de dinero son los padres (62.5%), becas (16.7%), trabajo personal
(16.7%) y, en menor medida, los familiares (4.2%). La frecuencia con que reci-
ben estos ingresos es principalmente mensual (42.9%), por medio de lo que los
jóvenes denominan “mesada”; así también se observa que reciben dinero a diario
(28.7%), semanalmente (17.9%) y de forma esporádica (17.9%).
Respecto al uso del dinero, los adolescentes señalan invertir en gastos persona-
les (46.2%), ocio (30.8%) y alimentación (23.1%); dentro de los primeros se
encuentran gastos en transporte (47%), vestimenta (13%), imprevistos (13%),
materiales escolares (10%), tecnología (3%), regalos (3%) y otros (10%). Por
su parte, en la categoría ocio se encuentran las salidas con amigos (70%), viajes
(20%), cine (20%) y, por último, fiestas (5%).
En cuanto a la decisión de compra, los adolescentes refieren considerar la opi-
nión de otros (68%), opinión personal (11%) y opinión relacionada al precio
(21%). En la primera categoría especifican que influye lo que opinen los padres
(84%), familiares (11%) y amigos (5%). En la segunda solo influye su opinión
personal, y en la última categoría plantean que en la compra de productos de ma-
yor costo influye la opinión de los padres (50%), no así en la compra de artículos
de menor costo, en donde la decisión es solo individual (50%). Por otra parte,
en la decisión de compra, los jóvenes también identifican que existen aspectos
a considerar (68%), los cuales están asociados al producto (47%), asociados al
consumidor (30%) y asociados a factores externos (23%).
Dentro de los asociados al producto se encuentra el precio (50%), la calidad
(32%), la marca (14%) y, en menor medida, la utilidad (4%). En los elementos
considerados asociados al consumidor, se destaca el gusto personal (44%), la
práctica de cotización (39%) y la necesidad (17%). Finalmente, los aspectos
asociados a factores externos, y que influyen en la decisión de compra de los ado-
lescentes, son la publicidad (57%), la información de Internet (36%) y la moda
que muestran en televisión (7%).

Prácticas de endeudamiento
Respecto a las prácticas de endeudamiento se encontró que los adolescentes so-
licitan préstamos de dinero (55%), cuyas principales fuentes (55.3%) son los
padres (43%), amigos (33%), familiares (24%) y otros (5%) referidos a indivi-
duos cercanos al núcleo familiar. Los motivos (44.7%) por los que solicitan los
préstamos son para cubrir necesidades (53%) de alimentación (56%), transporte
(33%) y vestimenta (33%); también utilizan estos recursos para comprar produc-
tos (35%) como materiales escolares (50%), tecnología (33%) y regalos (17%); y
por último destinan el dinero solicitado como préstamo para solventar actividades
de ocio (12%).

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1 23


CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE CONSUMO Y ENDEUDAMIENTO EN ADOLESCENTES DE LA CIUDAD DE TEMUCO, CHILE

Como práctica antagónica al préstamo de dinero, los adolescentes reportaron


llevar a cabo conductas de ahorro (44.9%), dentro de ellas se encuentra que los
principales instrumentos de ahorro (39%), señalados por los participantes, son
las tarjetas bancarias (50%), alcancía (50%), tenencia personal (17%) y tenencia
familiar (8%). Por su parte, los motivos de ahorro (61.3%) se relacionan con
actividades de recreación (37%), que se refieren a ocio (57%), vacaciones (29%)
y salir con amigos (14%). Otros motivos de ahorro son el cubrir gastos futuros
(32%) y realizar compras (32%) en tecnología (33%), regalos (33%), calzado
(17%) y materiales escolares (17%).

Emoción asociada a la compra


Dentro de los resultados, se evidenció que los adolescentes atribuyen emociones
a la compra, diferenciando si esta fue exitosa (compraron lo que deseaban) o
frustrada (no pudieron comprar el producto que deseaban).
De esta forma, en la compra exitosa (42%) las principales emociones reportadas
fueron la satisfacción prolongada (38%), felicidad (19%), satisfacción momentá-
nea (15%), satisfacción por logro personal (15%) cuando el dinero es del joven,
remordimiento por compras impulsivas (8%) y tranquilidad (4%).
Por otro lado, en las compras frustradas (58%) se encontró una subdivisión que
hace alusión a la emoción que les genera (72%) y la conducta que llevan a cabo
(27.8%). Respecto a la emoción, se destaca la frustración (31%), resignación
(31%), indiferencia (12%), rabia (12%), pesar (8%) e impotencia (8%). Por su
parte, a nivel conductual se encuentra ahorrar para adquirir el producto (60%), es-
perar ofertas (30%) y, por último, insistir a otros para adquirir el producto (10%).

DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos muestran que el consumo y el endeudamiento están
ampliamente generalizados entre los adolescentes.
5KDKGPNCRTKPEKRCNHWGPVGFGſPCPEKCOKGPVQUQPNQURCFTGUUGQDUGTXCSWGGZKUVGP
QVTCUHWGPVGUEQOQGNVTCDCLQNCUDGECUQGNſPCPEKCOKGPVQFGNCHCOKNKCGZVGPUCNQ
EWCNNGURTQXGGFKPGTQFGNKDTGFKURQUKEKÎPEQPſTOCPFQRQTNQVCPVQNQOGPEKQPCFQ
RQT&GPGITK.CTC%ÎTFQXC[&GN8CNNG
 SWKGPGUCſTOCPSWGNQULÎXGPGU
EQOKGP\CPCOCPGLCTFKPGTQFGHQTOCCWVÎPQOCCVGORTCPCGFCFGKPƀW[GPCO-
pliamente en las decisiones de consumo de su familia. Aunque este último aspecto
no se indagó en las entrevistas realizadas, los participantes mencionan que en oca-
siones critican las compras realizadas por sus familias: “…cuando mi mamá llega
con algo y yo veo el precio… y costaba veinte mil pesos me enojo… le digo que lo
devuelva porque a veces podemos encontrar la misma más barata”.
/KGPVTCUSWGTGURGEVQCNCFGEKUKÎPFGEQORTCNQURCTVKEKRCPVGUCſTOCPSWGNC
mayoría de las veces las compras las realizan en conjunto con sus padres, pero

24 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1


SOLANGE BARROS B., VALERIA CÁRDENAS C., MARIANELA DENEGRI C.

cada vez más se ve una tendencia a que compren y tomen decisiones por sí solos,
lo cual se relaciona con la etapa evolutiva en la que se encuentran y concuerda
con lo planteado por CNTV y McCann Erikson (2005) respecto a que los jóvenes
tienden a tomar decisiones autónomas de sus gastos. Ahora bien, contrario a lo
GURGTCFQNCKPƀWGPEKCFGNQUCOKIQUPQCRCTGEGEQOQUKIPKſECVKXCGPNCRTGUGPVG
investigación, lo cual no se condice con los antecedentes teóricos, en donde se
señala que el consumo y la posibilidad de compra favorece la incorporación al
grupo de pares, y por ende la opinión de estos constituiría un aspectos relevante
a considerar al momento de consumir (PNUD/INJUV, 2003).
En relación con las prácticas de consumo, generalmente los adolescentes gas-
tan su dinero en gastos personales como tecnología (principalmente celulares o
computadores), vestimenta y regalos, así como en alimentación y ocio (salida
EQPCOKIQU[ſGUVCU %068[/E%CPP'TKMUQP
 UGCEGTECPGPCNIWPQU
aspectos en esta categoría al mencionar que los adolescentes entre 13 y 17 años
manejan dinero regularmente y sus compras están orientadas fundamentalmente
a snacks, golosinas, música, videojuegos, ropa y accesorios.
De igual modo, en este mismo aspecto se rescata una conducta de compra de los
adolescentes, donde se destaca que en la compra de productos de un precio alto
se realiza en conjunto con los padres, no así en productos que tienen un costo
menor. Este aspecto es destacable a esta edad, ya que si bien son autónomos en
algunas compras, aún queda un rezago de una conducta más infantil donde nece-
sitan un asesoramiento de los adultos.
Por otro lado, se encontró que los adolescentes a la hora de comprar tienen en
cuenta diversos aspectos, entre los cuales se hallan aquellos asociados al produc-
to, como el precio, la calidad o la marca y aquellos asociados al consumidor,
como la capacidad de cotización de los mismos y el gusto personal. Pero uno de
NQU JCNNC\IQU O¶U KORQTVCPVGU SWG EQPſTOC NQ SWG KPXGUVKICEKQPGU CPVGTKQTGU
JCPRTQRWGUVQGUNCKPƀWGPEKCSWGVKGPGGN+PVGTPGVQNCRWDNKEKFCFGPNCEQORTC
Estos resultados se asocian a lo que menciona Denegri, Lara, Córdova y Del
8CNNG
 SWKGPGUCſTOCPSWGNQUCFQNGUEGPVGUUQPWPUGIOGPVQSWGTGUWNVC
cada vez más de interés para el mercado, por lo que el marketing va orientado a
KPƀWKTGPRCVTQPGUFGEQPUWOQKORCEVCPFQCHGEVKXCOGPVGGPGNNQU
Otro aspecto importante de mencionar es el alto endeudamiento presente en los
CFQNGUEGPVGURWGUWPRQTEGPVCLGUKIPKſECVKXQFGNQUGPVTGXKUVCFQUJCDÈCPRGFKFQ
dinero prestado, en algunos casos sin devolución prevista, lo cual coincidió con
NQ TGRQTVCFQ RQT GN +0,78
  FQPFG CſTOCP SWG GN  FG NQU LÎXGPGU
entre 15 y 29 años declara tener algún tipo de deuda, aunque se rescata que no
TGRQTVCVGPGTFGWFCUEQPGPVKFCFGUDCPECTKQUQſPCPEKGTCU[CSWGNCUHWGPVGUFG
endeudamiento son familiares o amigos.
Respecto a la capacidad de ahorro de los adolescentes, si bien no se indagó en si
GNCJQTTQGUCEVWCNQRCUCFQNCOC[QTÈCFGNQUGUVWFKCPVGUCſTOCJCDGTCJQTTCFQ
siendo sus formas de ahorro más comunes las tarjetas bancarias, las alcancías y la
tenencia personal. Estos datos se diferencian de los encontrados en estudios an-

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1 25


CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE CONSUMO Y ENDEUDAMIENTO EN ADOLESCENTES DE LA CIUDAD DE TEMUCO, CHILE

teriores, donde se observó que los adolescentes regularmente no destinan dinero


al ahorro e incluso el 55% declara que le gustaría contar con más dinero para sus
gastos (CNTV y McCann Erikson, 2005). De igual modo los adolescentes mos-
traron una adecuada comprensión de la importancia del ahorro, principalmente
RQTNCFKſEWNVCFFGUWURCFTGURCTCEQORTCTNGUNQSWGFGUGCP
Uno de los datos emergentes de este estudio y que pocas investigaciones ante-
TKQTGUJCPVTCVCFQUGTGſGTGCNCUGOQEKQPGUCUQEKCFCUCNEQPUWOQ[SWGRWGFGP
KPƀWKTFKTGEVCOGPVGGPNCUFGEKUKQPGUFGEQORTC'PVTGNCURTKPEKRCNGURQFGOQU
GPEQPVTCTNCUCVKUHCEEKÎP[HGNKEKFCFCWPSWGCNIWPQUCFQNGUEGPVGUCſTOCPUGPVKT
remordimiento luego de comprar, principalmente por la falta de cotización, ya
que creen que pudieron haber encontrado más barato el mismo producto. Las
GOQEKQPGU KPƀW[GP HWGTVGOGPVG GP NCU FGEKUKQPGU FG EQORTC RGTQ PQ UQNQ GP
CSWGNNQUKPQVCODKÃPGPNCſFGNK\CEKÎPFGNQUENKGPVGU[CSWGEWCPFQNQUEQPUW-
midores sienten emociones positivas muestran mayor satisfacción y lealtad hacia
los entornos comerciales que frecuentan (Bigné y Andreu, 2004). Por lo cual es
necesario poner atención en estos aspectos ya que se está creando un lazo co-
mercial en una etapa evolutiva, en donde se está construyendo la identidad como
tarea prioritaria (Bauman, 2007).
Por su parte, las emociones asociadas a cuando no pueden realizar las compras
que desean se caracterizan principalmente por la frustración, la rabia y el pesar,
de igual modo reconocen sentirse insatisfechos y con sentimientos de impoten-
cia. En menor grado se puede encontrar la indiferencia y la aceptación a que la
compra no se puede realizar. En cuanto a las conductas asociadas a una compra
frustrada, son principalmente esperar a que el producto esté más barato o aho-
rrar, de lo cual se puede disgregar que el principal motivo por el que no se puede
realizar una compra tiene que ver con motivos económicos.
Finalmente, dentro de los resultados, llama la atención que los adolescentes des-
tinen dinero a imprevistos, e incluso reportan ahorrar para gastos futuros, lo cual
evidencia que a pesar de lo expuesto en investigaciones anteriores, en donde se
planteaba que las prácticas de consumo de los jóvenes tienden a ser poco siste-
OCVK\CFCUUKPRNCPKſECEKÎP[EQPGUECUCRTGUGPEKCFGCJQTTQ
&GPGITK%CDG\CU
Páez, Sanhueza, Vargas, Zapata y Sepúlveda, 2010), los adolescentes en este
estudio muestran conciencia de sus gastos e intentan llevar a cabo prácticas que
les permitan suplir de forma adecuada necesidades futuras.
En conclusión, las prácticas de consumo de los adolescentes de Temuco se
ECTCEVGTK\CPRQTWPſPCPEKCOKGPVQFGNQURCFTGUOC[QTKVCTKCOGPVGFGOCPGTC
mensual, donde el dinero se utiliza principalmente para el transporte diario y
la salida con amigos. A la hora de comprar toman en cuenta en primer lugar
la publicidad, posteriormente el precio y el gusto personal. Los adolescentes
generalmente se endeudan con sus padres y amigos para alimentarse, comprar
materiales escolares o pagar pasajes. En este estudio, se observaron prácticas
de ahorro, las cuales se realizan en tarjetas bancarias o alcancías. Por su parte,
la compra se caracteriza por una alta satisfacción por parte de los adolescentes,

26 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 18, N.º 1


SOLANGE BARROS B., VALERIA CÁRDENAS C., MARIANELA DENEGRI C.

pudiendo ser esta prolongada o momentánea, mientras que cuando no pueden


realizar la compra sienten frustración y resignación.

CONCLUSIONES
Si bien se encontraron prácticas similares a las observadas en estudios anteriores,
es relevante destacar la presencia de ahorro y la visualización de gastos futuros,
lo cual evidencia el inicio de un cambio de actitud frente al consumo y endeuda-
miento, debido posiblemente a la información a la que están expuestos los jóve-
nes y a la existencia de programas que buscan disminuir las conductas de riesgo
respecto al endeudamiento.
La principal limitación de la presente investigación se relaciona con la falta de
información respecto a variables sociodemográficas como el nivel socioeconó-
mico y género de los participantes, ya que aquello habría permitido realizar
análisis comparativos. De acuerdo con esto, se propone como futuras líneas de
investigación realizar una comparación de las prácticas de consumo y endeuda-
miento según variables sociodemográficas como nivel socioeconómico y género,
profundizar en el rol que juega el grupo de pares en las prácticas de consumo y
endeudamiento de los adolescentes, y describir estas prácticas en población ado-
lescente de sectores rurales.

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REVISTA IIPSI ISSN IMPRESA: 1560 - 909X
FACULTAD DE PSICOLOGÍA ISSN ELECTRÓNICA: 1609 - 7475
UNMSM VOL. 17 - N.º 2 - 2014
PP. 77 - 92

Construcción y validación de la escala de tipo de espectador de


violencia entre pares (TEVEP)
Construction and validation of scale type of violence pair viewer (TEVEP)

ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L.,
GABRIELA RUIZ S., NAYÚ GARCÍA Z., EDUARDO MORAS R.

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS, LIMA, PERÚ


(RECIBIDO 05-08-2014, ACEPTADO 20-10-2014)

RESUMEN
Se presenta el estudio de las propiedades psicométricas de un instrumento para identificar
tres tipos de espectadores reconocibles en situaciones de violencia entre pares. La muestra
de estudio estuvo conformada por 480 adolescentes, de 14 a 18 años (media = 16.17), de
nivel socioeconómico medio-bajo y bajo, pertenecientes a instituciones educativas de Lima
Metropolitana. La escala tipos de espectadores de violencia entre pares (TEVEP) se elaboró
mediante una metodología cualitativa/cuantitativa, mediante cuatro fases, siendo el objetivo de
este trabajo la cuarta fase consistente en un análisis factorial confirmatorio hipotetizando un
modelo trifactorial (Espectador pro social, espectador indiferente-culpabilizado y espectador
antisocial). En conclusión, luego de un análisis exploratorio intermedio, el Tevep cuenta con
propiedades psicométricas adecuadas para promover estudios que consoliden tales indicadores.
Palabras clave: Violencia entre pares, tipos de espectadores, validez, análisis factorial
confirmatorio, TEVEP.

ABSTRACT
The aim of this paper is the study of the psychometric properties of an instrument to identify
three types of viewers that can be found in situations of violence among peers. The study
sample consisted of 480 adolescents, aged 14 to 18 years (mean = 16.17), middle - low and
low socioeconomic status and of educational institutions from Lima. Scale Types Viewers
Violence Peer (STVVP) was developed through a qualitative/quantitative methodology
consists of four phases, with the aim of this work the fourth phase was aimed at the imple-
mentation of a confirmatory factor analysis hypothesizing one three-factor model (Prosocial
Spectator, indifferent-feels guilty Spectator, and Antisocial Spectator). In this regard, based
on the evidence found, after an intermediate exploratory analysis, STVVP has adequate
psychometric properties to promote studies that consolidate such indicators.
Keywords: Peer violence, types of viewers, validity, confirmatory factor analysis, TEVEP.

1 Docente principal de la Facultad de Psicología de la UNMSM, Perú. E-mail: albertolqp@hotmail.com


CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

INTRODUCCIÓN
Desde hace varias décadas, el mundo progresivamente ha observado cómo la
violencia se ha convertido en tema principal y encabezado de muchos titulares,
en los periódicos y otros medios de comunicación masiva como la radio, tele-
visión, internet, mostrándose imágenes sin censura, noticias sobre homicidios,
parricidios, conflictos internacionales, guerras internas y todo tipo de violencia.
Al respecto, en sus inicios los espectadores, en su gran mayoría, veían con alarma
estas manifestaciones de violencia y se preguntaban si acaso el mundo se dirigía
a su inminente destrucción. Sin embargo hoy por el contrario, pareciera que han
incorporado este fenómeno como parte de su diario devenir, ante la exposición
continua de información sobre violencia ocurrida en las calles, en los hogares y
también en las escuelas. Es en este último ámbito, que muchos investigadores de
diferentes ciencias en nuestro país, han tomado interés, hace pocos años, por esta
problemática que recibe el nombre de bullying o violencia entre pares, una forma
de intimidación y maltrato entre escolares (Avilés, 2006).
La escuela constituye un ambiente de fuerte incidencia y hasta de cultivo de ciertas
actitudes agresivas debido al carácter aislante o competitivo de muchas de sus
actividades. Dichas actitudes, aun cuando no llegasen a convertirse en conducta
antisocial delictiva, son motivo de preocupación para los padres, maestros y pares.
Al respecto, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas en su II
Estudio Nacional de Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria,
reveló que uno de cada cuatro escolares, es decir, el 24,3%, ha sido víctima de una
o más agresiones físicas en lo que va de su vida escolar. El 15,3% señala que el
agresor o los agresores fueron compañeros de clase, mientras el 9,9% manifiesta
que fue un profesor, auxiliar u otra autoridad escolar, hecho que va marcando, sin
lugar a dudas, una influencia en las relaciones de convivencia entre los alumnos.
En nuestro medio, al igual que en el resto del mundo (Quintana & Ruiz, 2013), las
investigaciones empíricas sobre el tema de bullying o violencia entre pares centran
su atención en la relación víctima-victimario, mientras que dejan de lado, en la
mayoría de las veces, a un actor que puede jugar un papel, tanto de reforzador de
la conducta violenta como de inhibidor de ésta: el espectador. Cuando hablamos
de espectador, nos referimos a aquel alumno que observa, activa o pasivamente,
las agresiones del victimario contra la víctima. Las razones del espectador para
actuar o no pueden ser variadas, desde el temor a no entrometerse en el asunto
para “no ganarse un pleito”, hasta el espectador que simplemente se acostumbró
a ver las agresiones y se mantiene indiferente bajo la creencia de que “ya nada se
puede hacer”. Dentro de estos tipos de espectadores, también podemos encontrar
a aquellos que, de una manera directa o indirecta, se enfrentan al victimario para
poder evitar los abusos que éste comete con la víctima.
En referencia a estas conceptualización nuestro equipo de investigación (Quinta-
na, Montgomery, Malaver, 2009) elaboró una versión preliminar de 30 ítems del
presente instrumento, con la cual se han llevado a cabo una serie de investigacio-
nes empíricas referentes, por un lado, a los modos de afrontamiento y conducta
resiliente; por otro lado a estilos explicativos y habilidades para la gestión de

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ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L., GABRIELA RUIZ S.

negociación de conflictos; y, finalmente, a la capacidad de disfrute y percepción


del apoyo comunitario; todo ello utilizando muestras de adolescentes espectadores
de episodios de violencia entre pares (Quintana, Montgomery, Malaver & Ruiz,
2009, 2010, 2011), obteniéndose valiosos datos y conclusiones. Por ejemplo, se
ha verificado que el espectador de tipo pro-social utiliza estrategias de afronte
para solucionar el problema de tipo instrumental, de planificación, de apoyo en-
tre otros, es más resiliente, posee en mayor grado habilidades para la gestión de
conflictos interpersonales, tiende a explicar sus éxitos en las relaciones interper-
sonales gracias a su propio esfuerzo y habilidad, tiene más capacidad de disfrute,
sentimiento de bienestar subjetivo y percepción subjetiva de apoyo comunitario,
sin embargo habiéndose realizado estos hallazgos con una versión preliminar
ahora se requiere reproducir estos análisis a fin de consolidar de una forma más
rigurosa el presente instrumento.
Ello evidencia la importancia de tener un instrumento que detecte en el contexto
escolar los tipos de espectadores, de manera que nos permita considerarlos actores,
con un rol activo en la intervención frente a los abusos cometidos por los bullies.
Que éstos últimos observen que su entorno rechaza sus actitudes y además, tanto
el espectador como la víctima formen alianzas que contribuyen a que estas con-
ductas no adecuadas se minimicen o hasta desaparezcan. De ahí la importancia
de difundir el instrumento Tevep, el cual, en base a un cuestionario tipo Likert
de 26 preguntas, nos ayuda a reconocer los tres tipos de espectadores que según
Monjas y Avilés (2006) se encuentran en este tipo de violencia.

Conceptualización de las variables estudiadas


Violencia entre pares
Existen muchas definiciones para lo que conocemos como bullying o violencia
entre pares. En este artículo suscribiremos la definición de Avilés (2006), cuando
conceptualiza la violencia entre pares como la intimidación y el maltrato entre
escolares de forma repetida y mantenida en el tiempo, siempre lejos de la mirada
de los adultos/as, con la intención de humillar y someter abusivamente a una víc-
tima indefensa por parte de un abusón o grupo de matones a través de agresiones
físicas, verbales y/o sociales con resultados de victimización psicológica y rechazo
grupal. El resultado de este tipo de interacción interpersonal refleja diversidad
en los perfiles de los participantes (Avilés & Monjas, 2005): de víctima (pasiva,
provocativa, reactiva, agresiva), de agresor (seguro, ansioso, secuaz), de agresor
victimizado (en ocasiones agresor y en ocasiones víctima) y de espectadores (pares
culpabilizados, indiferentes o amorales y adultos).

Tipos de espectador
Los espectadores son aquellos que contemplan las agresiones sin poder o querer
evitarlas. Se ha argumentado que esto es producto del miedo a ser incluidos dentro
del círculo de la victimización y convertirse en blanco de agresiones (Lecannelier,
2006, cit. por Varela & Tijmes, 2008; Olweus, 1998). Sin embargo, es pertinente

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CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

resaltar que su presencia como testigos puede ser determinante en el episodio de


bullying, al estimular o inhibir las acciones del agresor (Trautman, 2008).
Entre los espectadores es posible distinguir tres tipos, a saber:
a) Espectador indiferente-culpabilizado, observa la agresión; pero considera que no es
un asunto de su competencia porque a él no le toca. Puede incluso considerar injusta
la agresión, sentirse afectado por lo que sucede; pero no interviene por temor a ser la
próxima víctima.
b) Espectador amoral, justifica la agresión porque considera que, en la vida, unos son
más fuertes y otros débiles o porque la víctima lo provocó.
c) Espectador pro-social, enfrenta activamente la situación, confrontando al victimario
y/o solicitando ayuda de otros compañeros o docentes (Monjas & Avilés, 2006).

MÉTODO
Participantes
Para estudiar las propiedades psicométricas de la escala en esta última fase se
trabajó con una muestra no probabilística e intencional constituida por 480 adoles-
centes de ambos sexos que cursan el nivel secundario, cuyo rango de edad varía
entre los 14 y 18 años (media = 16.17), de nivel socioeconómico medio-bajo
pertenecientes a instituciones educativas de gestión tanto estatal como no estatal
ubicadas en Lima Metropolitana.

Tabla 1. Características sociodemográficas de la muestra


Frecuencia Porcentaje
Sexo
Varón 254 52,9
Mujer 221 46,0
MD 5 1,0
Edad
14 13 2,7
15 114 23,8
16 181 37,7
17 119 24,8
18 49 10,2
MD 4 ,8

Nivel Socioeconómico
Bajo 444 92,5
Medio-Bajo 36 7,5
Grado Escolar
4to 194 40,4
5to 286 286

MD = Datos perdidos

80 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


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Instrumento y procedimiento
La escala de tipos de espectadores de violencia entre pares (Tevep) fue diseñada y
administrada para determinar los tipos de espectadores en la violencia entre pares.
Está finalmente constituida por 26 reactivos autoadministrados. Las respuestas a
los reactivos se evalúan en un formato tipo Likert que incluye cuatro opciones,
donde N = Nunca, AV = Alguna Vez, CS = Casi Siempre y S= Siempre. A
cada opción se le asigna un valor de 0, 1, 2 y 3 puntos, respectivamente. Las
instrucciones del instrumento se explican claramente para que el sujeto evaluado
no tenga inconvenientes en la elección de su respuesta.
En el anexo 1 se presenta la versión definitiva resultante de los análisis realizados.

Técnica de recolección de datos


Para la construcción de la escala, en esta última fase se aplicó el cuestionario
piloto constituido por 5 preguntas introductorias no calificables y 30 enunciados
indicativos de los tipos de espectadores previstos, a una muestra de 480 partici-
pantes, a quienes se les preguntó además algunos datos demográficos (sexo, edad,
nombre de la institución educativa, grado escolar), sometiéndose los resultados
a las pruebas estadísticas que permitieron obtener la versión final de 26 ítems
(Anexo 1) y sus datos de confiabilidad y validez.

Procedimientos
Como ya se adelantó líneas atrás para la construcción de la Escala de Tipos de
Espectadores de Violencia entre Pares (TEVEP) se siguieron las siguientes fases:
Primera fase: Elaboración y validación de criterio de expertos de las cinco preguntas de
los encabezados que componen la escala, presentándolas como preguntas
abiertas en un estudio piloto a aproximadamente 400 estudiantes de
educación secundaria entre 14 y 18 años. Las respuestas dadas por estos
adolescentes, que permiten identificar emociones, acciones y creencias,
fueron sometidas a un análisis de contenido, con el objetivo de discriminar
las que eran distintivas de cada tipo de espectador (Monjas & Avilés, 2006),
desechando las ambiguas. Luego se seleccionaron las más frecuentes y
representativas de cada tipo de espectador, realizándose una adaptación
de su parafraseo, con otros adolescentes de secundaria, a fin de que las
identifiquen como auto verbalizaciones de respuesta a las preguntas de los
encabezados que ellos se harían así mismos (como ego-sintónicas).
Segunda fase: Elaboración de la primera versión psicométrica de la escala, constituida por
59 ítems. Aplicándola a 192 participantes y sometiéndola a una confiabilidad
por la técnica de ítems pares e impares en la que se obtuvo una correlación
positiva y significativa (r = .555, p<.001), y validez por criterio de jueces
obteniendo V de Aiken que oscilaron predominantemente entre 0.80 y 1.00
para cada ítem.

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2 81


CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

Tercera fase: Diseño de una versión modificada de la escala, reducida a 30 ítems.


Aplicándola a 480 participantes. En esta versión se incluía a manera de
introducción la transcripción del encabezado y de los 5 primeros ítems del
cuestionario para mejorar el conocimiento sobre uno mismo y sobre las
relaciones con los demás, de Collell y Escudé (2003); del PRECONCIMEI
como recurso para que el examinado se introduzca inadvertidamente al
tema, por ello solo se califica el instrumento a partir del sexto ítem.
(Quintana, Montgomery, Malaver & Ruiz, 2009)
Cuarta fase: En este trabajo se presenta la cuarta fase en la elaboración del instrumento.

Análisis Estadístico
Una vez aplicados y codificados los datos en la base electrónica, se efectuaron
los análisis estadísticos utilizando el programa LISREL para el análisis factorial
confirmatorio, FACTOR para el análisis factorial exploratorio y un módulo para
el cálculo del alfa ordinal (Domínguez, 2012).

RESULTADOS
Análisis previo de datos
Antes de proceder con el análisis factorial confirmatorio, se llevó a cabo un
análisis de estadísticos descriptivos (Tabla 2), en el cual se constató que todos
presentan indicadores de asimetría y curtosis adecuados, los cuales no exceden el
rango +/- 1.5 (Pérez & Medrano, 2010; Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010).

Análisis factorial confirmatorio


Fue realizado el análisis factorial confirmatorio hipotetizando un modelo trifac-
torial (Espectador Pro social, Espectador indiferente-culpabilizado y Espectador
Antisocial), de factores correlacionados, propuesto inicialmente a partir de las
conceptualizaciones de Monjas y Avilés (2006). El método de estimación fue el de

Tabla 2. Estadísticos Descriptivos del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (Tevep)
Desv.
Media Asimetría Curtosis
Estándar
Ítem 6 1.812 .825 -.363 -.339
Ítem 7 1.030 .918 .417 -.835
Ítem 8 1.205 .982 .277 -.992
Ítem 9 1.253 1.025 .256 -1.092
Ítem 10 1.407 .953 .062 -.932
Ítem 11 1.951 .916 -.498 -.629
Ítem 12 .812 .884 .909 .045
Ítem 13 1.044 .921 .529 -.592
Ítem 14 1.692 .863 -.309 -.511

82 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L., GABRIELA RUIZ S.

Ítem 15 .793 .847 .763 -.296


Ítem 16 1.327 .979 .132 -1.013
Ítem 17 1.481 .887 .030 -.723
Ítem 18 1.593 .865 -.131 -.632
Ítem 19 1.354 .958 .195 -.895
Ítem 20 1.470 .842 -.172 -.615
Ítem 21 1.259 .945 .274 -.834
Ítem 22 2.044 .905 -.721 -.246
Ítem 23 2.008 .921 -.650 -.419
Ítem 24 1.627 .913 -.111 -.802
Ítem 25 1.287 .913 .136 -.845
Ítem 26 1.479 .924 -.027 -.842
Ítem 27 1.156 1.009 .326 -1.065
Ítem 28 1.880 .959 -.419 -.820
Ítem 29 1.949 .887 -.374 -.760
Ítem 30 1.017 .995 .532 -.891
Ítem 31 1.422 .995 .030 -1.058
Ítem 32 1.236 .967 .255 -.941
Ítem 33 2.167 .936 -.785 -.498
Ítem 34 1.268 .918 .332 -.682
Ítem 35 2.120 .864 -.725 -.210
máxima verosimilitud, y aunque no se da el cumplimiento de supuesto de normali-
dad multivariada, presenta un adecuado indicador multivariado de asimetría (G1=
162.309; p > .05), pero no de curtosis (G2 = 1083.498; p < .05). Se analizaron
las matrices de covarianzas, estableciendo la varianza de los factores a uno.
Asimismo, se usaron los indicadores de ajuste absoluto más frecuentes en inves-
tigación: F² (chi-cuadrado), Índice de Bondad de Ajuste (GFI), Índice Ajustado
de Bondad de Ajuste (AGFI), Índice de Aproximación de la Raíz de Cuadrados
Medios del Error (RMSEA), Índice de la Raíz del Cuadrado Medio del Residuo
(RMR) y un indicador de incremento como el Índice de Ajuste Comparativo (CFI)
el cual compara el modelo estimado (en este caso, el modelo de tres factores)
con el modelo nulo que indique independencia entre las variables estudiadas (Fe-
rrando & Anguiano-Carrasco, 2010; Ruiz, Pardo & San Martín, 2010; Sánchez
& Sánchez, 1998).

Tabla 3. Índices de Ajuste del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (Tevep)
&² g.l. CFI GFI AGFI RMR RMSEA
2065.3* 560 .656 .828 .801 .078 .076
* p<.001
En base a los resultados, los valores obtenidos indican que los datos no se ajustan
al modelo de tres factores propuesto por los autores del instrumento. En tal sentido,
se necesitaría realizar un análisis exploratorio complementario a fin de conocer la
estructura subyacente a los datos en la muestra estudiada (Bollen, 1989).

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CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

Análisis factorial exploratorio


Se realizó un análisis factorial por Mínimos Cuadrados No Ponderados, extrayén-
dose tres factores en base a los supuestos teóricos del instrumento.
De forma previa, se examinó la intercorrelación de los ítems para realizar el análisis
factorial. La matriz de correlaciones fue significativa (p< .01); se obtuvo un KMO
de .778, valor considerado adecuado (Hair, Anderson, Tatham & Black, 2004),
y un test de esfericidad de Bartlett significativo (p< .01), lo cual da cuenta de la
suficiente intercorrelación de los ítems. Cabe mencionar que se usó una matriz de
correlaciones policóricas debido a la naturaleza ordinal de los reactivos.
Los tres factores extraídos explican el 33.50% de la varianza total de las puntua-
ciones. Para decidir por el tipo de rotación, sea ortogonal u oblicua, se optó por
una rotación ortogonal (Weigthed Varimax) debido a que los supuestos teóricos
indican independencia entre los tipos de espectadores que postula el instrumento.
Asimismo, fue evaluado el ajuste del modelo factorial resultante, el cual presenta
un índice de bondad de ajuste (GFI, Ferrando & Lorenzo-Seva, 1997) de .96, lo
que indica que casi toda la varianza explicada a la que se refiere, se da en base
al modelo de tres factores.

Tabla 4. Estructura factorial del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (TEVEP)
Ítems de la versión preliminar F1 F2 F3
12 Me voy antes de que yo me convierta en lorna. .437
13 No hago nada, para evitar que también a mí me molesten. .395
Que debo evitar esas situaciones, para no meterme en
18 .370
problemas.
19 Que si no las acusas, no te van a molestar. .476
20 Que se lo merece porque seguro antes lo fastidió a éste. .545
21 Que es asunto de ellos y no el mío. .502
No, porque uno no tiene que meterse en los juegos de los
25 .416
demás.
27 No, porque serían unos “sobones agua fiestas”. .527
Que es solo responsabilidad del colegio, de los profesores o de
31 .325
los adultos parar los malos tratos.
32 Creo que no hay manera de como detenerlo. .328
34 No lo sé, porque yo no me meto en esas cosas. .355

8 Alegre, porque hacen cosas graciosas al compañero. .617


9 Contento, porque ayudan a matar el aburrimiento en el aula. .625
15 Les sigo la corriente y también fastidio. .543
16 Me río, porque es muy chistoso. .502
30 Nada, si solo es un juego. .425

84 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L., GABRIELA RUIZ S.

Siento pena del (a) que ha sido molestada (o) e intento


6 .497
ayudarla.
11 Me molesto porque la hacen sentir mal. .434
Le digo al agresor(a) o a los agresores que dejen de
14 .551
molestarla.
17 Le riño al (a) abusiva para que la deje de molestar. .549
Que no deben comportarse de esa manera y deberían de
22 .532
respetar a sus compañeros.
23 Que es algo injusto y que no debería de hacerlo. .528
28 Sí, y los malos tratos disminuirían. .587
29 Sí, intervenir para que paren de molestarla. .584
Que alumnos, profesores y padres de familia debemos
33 .570
comprometernos a detener estos malos tratos.
Dialogar con las chicas y sus padres para que no molesten a
35 .526
sus compañeros.
Valor Eigen 5.224 3.197 1.629
% Varianza Explicada 17.415 10.656 5.430

Denominación de factores
El primer factor fue denominado “Espectador indiferente-culpabilizado”, y
engloba aquellos ítems que hacen referencia a quienes observan y no hacen nada;
permanecen “neutrales“ y pueden sentirse indiferentes con la situación, no dándole
importancia en absoluto, con lo que toleran y se acostumbran a estas injustas
situaciones. A veces se muestran nerviosos e incómodos/as, pero no hacen nada.
No son responsables como agentes, pero sí como consentidores.
Las razones, que dan para no actuar y no decir nada suelen ser que: no quieren
meterse en problemas, no se atreven a afrontar al abusador, impotencia frente a
la situación, miedo a ser intimidadas, cobardía, concepto de lealtad y fidelidad
mal entendidos, ideas erróneas respecto a ser cobarde; creer que acusar es un
demérito en el código de los iguales.
El segundo factor resultante fue nombrado “Espectador Antisocial”. Este factor,
a diferencia del anterior, está constituido por aquellas expresiones que enuncian
quienes no actúan directamente, pero refuerzan de alguna manera la conducta del
abusador, por ejemplo, sonriendo o con gestos cómplices.
Están complacidos y a veces justifican el maltrato. Algunos pueden tener dudas
y sentirse mal, pero se doblegan a las presiones del grupo o del abusador, ya
que tienen miedo ellos mismos de ser objeto de burlas, intimidación o terminar
fuera del grupo. A veces el abuso se hace en pandilla o grupo; son varios los que
molestan y es difícil salirse de este grupo.
El tercer factor fue nombrado como “Espectador Prosocial”, el cual está consti-
tuido predominantemente por quienes ayudan a la víctima y hasta pueden llegar
a recriminar al agresor, verbal o gestualmente: "pata, te has pasado de la raya",
"no seas abusiva".

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2 85


CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

Se sienten afectados y suelen pedir ayuda y/o comunicárselo a los adultos.


Análisis de la confiabilidad
La estimación de la consistencia interna se realizó mediante el alfa ordinal (Do-
minguez, 2012; Elosua & Zumbo, 2008) dado que las variables no son continuas,
aspecto que es de suma importancia cuando se desea utilizar el Coeficiente Alfa
de Cronbach; además de ello, la estructura del instrumento no es unidimensional,
lo que desaconseja el uso del mencionado coeficiente.
Los hallazgos indican que el alfa ordinal fue de .707 para el factor “Espectador
indiferente-culpabilizado”; de .674 para el factor “Espectador antisocial”; y de
.801 para el factor “Espectador Pro social”.
En base a la configuración mostrada en la tabla anterior, se procedió a realizar
un análisis confirmatorio de dicha estructura trifactorial, encontrándose que los
datos se ajustan de modo aceptable al modelo de tres factores producto del análisis
exploratorio: un GFI y AGFI mayores de .80, un RMSEA y RMR menores de .10,
y finalmente, un CFI mayor de .70 (Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010; Hu
& Bentler, 1999; Manzano & Zamora, 2010; Ruiz, Pardo & San Martín, 2010;
Sánchez & Sánchez, 1998), el cual aunque si bien no es una magnitud decisiva,
es al menos satisfactoria (Hu & Bentler, 1999).

Gráfico 1. Modelo de Medición del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (TEVEP)-Revisado

86 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L., GABRIELA RUIZ S.

Segundo análisis factorial confirmatorio


Tabla 5. Índices de Ajuste del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (Tevep)- Revisado

&² g.l. CFI GFI AGFI RMR RMSEA


2065.3* 560 .721 .851 .823 .072 .076
* p<.001

Estadísticos descriptivos
Finalmente, se presentan los estadísticos descriptivos de la escala elaborada.

Tabla 6. Estadísticos descriptivos del Test de Espectadores de Violencia Entre Pares (TEVEP) -
Revisado

F1 F2 F3
Media 13.90 5.59 19.11
Desviación Estándar 5.21 3.49 5.44
F1: Espectador indiferente-culpabilizado; F2: Espectador Antisocial; F3: Espectador Pro social.

DISCUSIÓN
El objetivo fundamental del trabajo fue realizar el análisis psicométrico de la
escala, a fin de obtener evidencias de confiabilidad y validez que sustenten su uso
en el contexto nacional, y permita la identificación del tipo de espectadores en la
violencia entre pares.
Se inició el procesamiento con un análisis factorial confirmatorio debido a que su
construcción fue guiada por supuestos previos (Ferrando & Anguiano-Carrasco,
2010), los cuales son de índole teórica, y además se le considera una aproximación
fuerte a la validez de constructo (Messick, 1995; Pérez-Gil, Chacón & Moreno,
2000). De acuerdo con los resultados obtenidos, los datos no se ajustan al modelo
de tres factores planteados inicialmente.
En tal sentido, los hallazgos no aportan a la consolidación del modelo de tres
factores planteado inicialmente, y aunque otros indicadores como el GFI, AGFI,
RMR y RMSEA presenten indicadores aceptables (Browne & Cudeck, 1993;
Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010; Hair et al., 2004; Sánchez & Sánchez,
1998), el Índice de Ajuste Comparativo (CFI) de Bentler (1990) está por debajo
de lo aceptado que es .70 (Hu & Bentler, 1999). Se debe considerar además que
los resultados obtenidos dependen de la muestra analizada (Byrne, 2001).
En vista de esta situación, se llevó a cabo un análisis exploratorio, con el objetivo
de descubrir la estructura subyacente a los datos. Dicho análisis dio cuenta de
tres factores denominados “Espectador indiferente-culpabilizado”, “Espectador
antisocial” y “Espectador pro social”, los cuales explican de manera conjunta el
33.50% de la varianza total de las puntuaciones.

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2 87


CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

Con relación a la manera de organización de los ítems en los factores, no existieron


reactivos complejos, es decir, con más de una carga factorial que lo relacionaba
directamente con más de un factor. En tal sentido, esto apoya la independencia de
los factores encontrados que hacen referencia a los tipos de espectadores.
Estos factores resultantes tienen relación con los aspectos teóricos ligados a los
espectadores, en tanto son los que generalmente presencian, observan, conocen y/o
sospechan de los actos de intimidación, están bien informados sobre la existencia
de malos tratos entre compañeros, conocen quiénes son los/las maltratadores/as y
quiénes las víctimas, y son ellos los primeros a los que el/la chico/a victimizado/a
les contará su problema y les pedirá ayuda.
Finalmente, en un segundo análisis factorial confirmatorio, los datos se ajustaron
de modo aceptable al modelo de tres factores producto del análisis exploratorio
Cabe mencionar que algunos reactivos quedaron fuera del análisis debido a que
no cumplían los requisitos métricos mínimos considerados para ser admitidos.
Quizá fue debido a que, al menos en la muestra estudiada, no representan indi-
cadores de algún tipo de espectador, lo que puede estar estrechamente ligado a
los niveles socioeconómicos predominantes en este trabajo que fueron el nivel
bajo y nivel medio-bajo. En tal sentido, quedaría como recomendación ampliar
la muestra a otros niveles socioeconómicos y estudiar el comportamiento de los
cuatro reactivos eliminados.
Por último, los coeficientes de confiabilidad hallados reflejan una adecuada con-
sistencia de los factores evaluados a nivel de coeficientes alfa ordinal.
La utilidad de esta escala abarca varias aristas. Los beneficios de identificar a los
sujetos espectadores pro sociales con el fin de articular estrategias para combatir el
acoso escolar a través de su participación activa, hacen, por ello, de alta prioridad
de utilizar un instrumento confiable como el TEVEP. Pero también la identifica-
ción de los otros tipos de espectadores se puede considerar un objetivo positivo,
porque mediante la escala se evidencian las aptitudes y habilidades faltantes en
aquellos, pudiendo servir esos datos de base para la elaboración de un programa
de entrenamiento que incida en su preparación pro social a fin de prevenir el
bullying, como lo han relievado en su momento Monjas y Avilés (2006), Varela y
Tijmes (2008), y Vaquero (2010). Creemos que la seriedad de los procedimientos
con que se ha elaborado la versión final del Tevep, aquí presentada, garantiza su
utilidad como un instrumento de uso preventivo en la escuela.
Entre las limitaciones cabe destacar que la muestra de estudio es más representativa
de los escolares de nivel socioeconómico bajo, por lo cual los hallazgos presen-
tados no pueden generalizarse a todos los niveles socioeconómicos. No obstante,
dadas las fortalezas conceptuales y psicométricas de la escala, se sugiere iniciar
estudios en centros de enseñanza de distintos niveles socioeconómicos, ya que es
un aspecto relacionado con una convivencia saludable en la escuela y un aprender
a vivir en democracia.

88 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


ALBERTO QUINTANA P.1, WILLIAM MONTGOMERY U., CARMELA MALAVER S., SERGIO DOMINGUEZ L., GABRIELA RUIZ S.

Este último instrumento demostró ser útil en la detección de tipos de espectadores


de violencia entre pares con las características de validez y confiabilidad adecuada
para la población estudiada.
Queda pendiente para futuras investigaciones ampliar la muestra y obtener eviden-
cias de validez convergente, considerando las correlaciones con otros constructos.
Asimismo, se recomienda examinar las diferencias de acuerdo al sexo, estrato
socioeconómico, etc.; son aspectos importantes a tener en cuenta.

CONCLUSIONES
1. La estructura teórica de tres tipos de espectadores se ve reflejada en la estructura
factorial del instrumento, demostrando evidencias de validez de constructo.
2. Los indicadores no son concluyentes debido a las particularidades de la muestra, por
lo cual pueden plantearse estudios posteriores que los superen.
3. La confiabilidad por el método de consistencia interna es adecuada.
4. El uso del instrumento permite identificar el tipo de espectador predominante, lo que
facilitará el planteamiento de estrategias para el desarrollo de programas de promoción
y prevención de la violencia entre pares en el ámbito escolar.

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90 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


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Prevenci%C3%83%C2%B3n-de-la-violencia-escolar-Paz-Educa.pdf

ANEXO 1
LA VERSIÓN FINAL DE LA PRUEBA

Siempre
siempre
Nunca

nunca
Casi

Casi
¿Cómo te sientes cuando ves que algun@ de tus compañer@s molesta
a otr@?

13. Siento pena de el(@) que ha sido molestad@ e intento ayudarlo(@). N CN CS S


14. Alegre, porque hacen las cosas graciosas al compañero. N CN CS S
15. Contento, porque ayudan a matar el aburrimiento en el aula. N CN CS S
16. Me molesto porque l@ hacen sentir mal. N CN CS S

¿Consideras que tus compañer@s deberían tratar de impedir que


molesten a otr@ compañer@

17. No, porque uno no tiene que meterse en los juegos de los demás. N CN CS S
18. No, porque serían unos "sobones agua fiestas". N CN CS S
19. Sí, y los malos tratos disimularían. N CN CS S
20. Sí, intervenir para que paren de molestarl@. N CN CS S

¿Qué piensas que se debe hacer para evitar que se sigan molestando
unos a otros?

21. Nada, si solo es un juego. N CN CS S


22. Ques es solo responsabilidad del colegio, de los profesores o de los N CN CS S
adultos parar los malos tratos.
23. Creo que no hay manera de como detenerlo. N CN CS S
24. Que alumnos, profesores y padres de familia debemos
N CN CS S
comprometernos a detener estos malos tratos.
25. No lo sé, porque yo no me meto en esas cosas. N CN CS S
26. Dialogar con l@s chic@s y sus padres para que no molesten a sus
N CN CS S
compañer@s

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2 91


CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE TIPO DE ESPECTADOR DE VIOLENCIA ENTRE PARES (TEVEP)

TEVEP

Con este cuestionario tratamos de ayudarle a mejorar el conocimiento sobre tus acciones
y reacciones con los demas. También queremos saber como van las cosas y que podermos
hacer entre todos para mejorarlas. Por esto te pedimos que contestes con sinceridad.
Lee las preguntas detenidamente. Para responder marca con un aspa (X) la frecuencia con
que haces, piensas o sientes lo se afirma en cada frase.
N Nunca
CN Casi Nunca
CS Casi Siempre
S Siempre

Siempre
siempre
Nunca

nunca
Casi

Casi
¿Si ves a alguien molestando a otr@ compañer@ en la escuela, que
haces?

1. Me voy antes de que yo me convierta en lorna. N CN CS S


2. No hago nada para evitar que también a mí me molesten. N CN CS S
3. Le digo al agresor@ o a los agresores que dejen de molestarl@. N CN CS S
4. Les sigo la corriente y también fastidio. N CN CS S
5. Me rio, porque es muy chistoso. N CN CS S
6. El riño al@ abusiv@ para que l@ deje de molestar N CN CS S

¿Qué piensas cuando ves que algun@ de tus compañer@s molesta a


otr@?

7. Que debo evitar esas situaciones para no meterme en problemas. N CN CS S


8. Que si no l@s acusas no te van a molestar. N CN CS S
9. Que se lo merece porque seguro antes lo fastidió a éste. N CN CS S
10. Que es asunto de ellos y no el mío. N CN CS S
11. Que no deben comportarse de esa manera y deberían de respetar a
sus compañeros. N CN CS S

12. Que es algo injusto y que no debería hacerlo. N CN CS S

92 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 17, N.º 2


REVISTA IIPSI ISSN IMPRESA: 1560 - 909X
FACULTAD DE PSICOLOGÍA ISSN ELECTRÓNICA: 1609 - 7445
UNMSM VOL. 16 - N.º 2 - 2013
PP. 61 - 87

ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES


IMPLICADOS EN CIBERBULLYING
PARENTING STYLES AND EMPATHY IN ADOLESCENTS INVOLVED IN
CYBERBULLYING

ALBERTO QUINTANA*, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS.

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS, LIMA, PERÚ


(RECIBIDO 20-08-2013, ACEPTADO 22-10-2013)

RESUMEN
El presente estudio tuvo como finalidad analizar la relación entre los estilos de socialización
parental, el proceso de empatía y el fenómeno del ciberbullying, cuyo ámbito se expande
más allá de las fronteras físicas de la escuela, pudiéndose direccionar desde el hogar de los
adolescentes a los escenarios digitales. Al respecto se investigó a los alumnos provenientes de
instituciones educativas públicas y privadas de Lima Metropolitana obteniendo una muestra
de 560 adolescentes de ambos sexos entre 13 y 17 años. A esta muestra se le administró la
escala de estilos de socialización parental en la adolescencia (ESPA 29), que proporciona
los estilos de socialización parental de la madre y el padre, el Interpersonal Reactivity
Index (IRI), que mide el grado de Empatía y el Cuestionario de Ciberbullying de Calvete,
(E., Orue, I., Estevez, A., Villardón, y Padilla, P., 2009), que mide tanto la realización
de ciberbullying como hecho de ser víctima de ciberbullying. Se recogió la información
mediante un diseño de tipo descriptivo-correlacional, con un muestreo por conglomerados
de la población a estudiar. Se encontraron correlaciones entre los estilos de socialización
parental y el grado de empatía; y entre el grado de empatía y la participación en episodios
de ciberbullying, sea en el rol de víctima o en el de victimario, comprobándose tres de las
cuatro hipótesis formuladas, a la vez que no se encontró correlaciones significativas entre los
estilos de socialización parental y la participación en episodios de ciberbullying, rechazándose
la cuarta hipótesis. Habiéndose logrado la mayor parte de los objetivos propuestos en esta
investigación estos resultados coadyuvaran al desarrollo de un Protocolo de intervención en
ciberbullying, que facilitará el desarrollo de estrategias de promoción de comportamientos
prosociales en la población afectada.
Palabras clave: ciberbullying, estilos de crianza, empatía, adolescentes

* Docente Principal de la Facultad de Psicología de la UNMSM. E-mail: albertolqp@hotmail.com


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

ABSTRACT
He present study aimed to analyze the relationship between parental socialization styles,
the process of empathy and the phenomenon of cyberbullying, the scope expands beyond
the physical boundaries of the school, being able to route from home to teenagers to digital
scenes. In this regard we investigated students from public and private educational institutions
of Punjab obtaining a sample of 560 adolescents of both sexes between 13 and 17 years old.
This sample was administered the scale of parental socialization styles in adolescence (ESPA
29) that provides parental socialization styles of mother and father, the Interpersonal Reacti-
vity Index (IRI), which measures the degree of empathy and Questionnaire of Cyberbullying
(Calvete, E., Orue, I., Estevez, A., Villardón, and Padilla, P., 2009) that measures both the
realization of cyberbullying as being a victim of cyberbullying. The Information was collected
through a design-correlational descriptive, with a cluster sampling of the study population.
Correlations were found between parental socialization styles and degree of empathy, and
between the degree of empathy and participation in episodes of cyberbullying, whether in
the role of victim or perpetrator of and found three of the four hypotheses, to while no
significant correlations were found between parental socialization styles and participation
in episodes of cyberbullying, rejecting the fourth hypothesis. We are having achieved most
of the objectives in this research these results will contribute to the development of an in-
tervention protocol in cyberbullying, which will facilitate the development of strategies to
promote prosocial behaviors in the affected population.
Keywords: cyberbullying, parenting Styles, empathy, adolescents

INTRODUCCIÓN
En estudios precedentes (Quintana, et al., 2009, 2010) investigamos alumnos es-
pectadores de bullying a fin de conocer cómo su presencia afecta a la dinámica de
este tipo de violencia, reconociéndose que el espectador es un actor fundamental
en su incremento o ausencia, dependiendo del rol reforzante o sancionador que
desempeñe. Sin embargo al abordar este fenómeno sistémico observamos que la
violencia entre pares trasunta los linderos geográficos de la escuela y opera también
en espacios digitales, adquiriendo “personería” en el ciberbullying que encuen-
tra en la tecnología un aliado para su propagación, anonimato, diversificación y
permanencia. Por lo cual continuando con nuestra línea de investigación sobre
violencia en contextos educativos consideramos relevante abordar la temática del
ciberbullying.
1. Planteamiento del estudio
Actualmente esta modalidad de bullying viene siendo estudiada por las reper-
cusiones globalizadas, la prevalencia que va adquiriendo y su devastador efecto
punitivo en la víctima (Ortega y cols., 2008; Avilés, 2009; García y cols., 2010),
donde el acosador suele ser anónimo, y utiliza textos e imágenes cibernéticas en-
viadas desde fuentes remotas (correo electrónico, chat, Facebook, mensajes por
celular, Twitter), y operativizadas desde sus hogares o utilizando las cabinas de
Internet (hasta en un 70% dice el Grupo Telefónica del Perú). Estas caracterís-
ticas multiplican e intensifican los efectos lesivos, punitivos del acoso por varias

62 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


ALBERTO QUINTANA, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS

razones, entre las cuales se hallan: 1) la impotencia e indefensión que genera en


las víctimas el anonimato del agresor, 2) la vergüenza que provoca el hecho de
ser masivamente difundido, en el sentido de poder ser visto públicamente en la
web, y 3) su posibilidad de ser visionado varias veces (García y cols., 2010). Al
respecto, nuestra investigación pretende contrastar la información respecto a si la
socialización parental familiar influye sobre el comportamiento de las personas
implicadas en episodios de ciberbullying, entendiendo que el núcleo familiar repre-
senta la primera entidad formativa y referente para las autopercepciones de valía
personal, desarrollo de principios, valores y conducta moral, constituyéndose los
padres en eficaces modelos del uso de normas, refuerzos y castigos, mostrándole
a los hijos cómo actuar y/o asumir la toma de sus propias decisiones.
Por ello nos propusimos los siguientes objetivos en este estudio:
Determinar si existen relaciones significativas entre los estilos de socialización
parental y el grado de empatía en escolares adolescentes.
Determinar si existen relaciones significativas entre los estilos de socialización
parental y el comportamiento de ciberbullying en la escuela que presentan los
adolescentes.
Determinar si existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el
comportamiento de ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes.
Determinar si existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el ser
víctima de episodios de ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes.
Siendo la meta fundamental explorar la relación entre los estilos de socialización
parental, el grado de empatía y el comportamiento de ciberbullying que presentan
los adolescentes, a fin de comprender mejor este fenómeno para su afrontamiento
y complementar los estudios realizados por nuestro equipo en esta línea de in-
vestigación.
La identificación de relaciones entre la participación en actos de ciberbullying, los
grados de Empatía y los Estilos de socialización parental de adolescentes prove-
nientes de las instituciones educativas investigadas, contribuirá al desarrollo de un
Protocolo de intervención en ciberbullying, que a su vez facilitará la articulación
o el auspicio de estrategias de promoción, prevención, de desarrollo de compor-
tamiento prosocial en la población afectada. Proponer programas de intervención
para el desarrollo una convivencia pacífica y tolerancia a la inclusión.
Promover en entidades formadoras el desarrollo de actividades de perfecciona-
miento profesional en relación con el tema investigado.
La crianza de los hijos y los Estilos de Socialización Parental
Las conductas concretas de los padres en las relaciones con sus hijos pueden variar
en sus formas, pero hay puntos de convergencia importantes entre los miembros de
una misma comunidad y, en concreto, en la actuación de los padres. Asimismo, la
socialización implica que se delimite si los comportamientos son o no adecuados,

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 63


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

lo cual está en función de la valoración que hacen los padres de las normas sociales
en sentido amplio. Pero, en última instancia,independientemente del contenido
específico, el aspecto relacional que supone la responsabilidad de los padres ante
los comportamientos de los hijos es una constante que trasciende a la diversidad
de las normas sociales (Darling y Steinberg, 1993, en Musitu y García, 2001).
Las pautas de comportamiento de los padres con los hijos en múltiples y diferentes
situaciones, permiten definir un estilo de actuación de los padres que podríamos
denominar estilo de socialización. Los estilos de socialización parental se definen
por la persistencia de ciertos patrones de actuación y las consecuencias que esos
patrones tienen para la propia relación paterno-filial y para los miembros implica-
dos. Si el hijo se comporta conforme a las normas familiares, la expectativa de este
será que sus padres reconozcan su comportamiento expresando su complacencia y
reconocimiento; en caso contrario, el hijo interpretará que los padres actúan con
indiferencia. Si consideramos que ante la misma actuación significativa del hijo
las respuestas de aprobación no son compatibles con las de indiferencia, puesto
que es imposible que se produzcan simultáneamente las dos en un mismo tiempo
y espacio, entonces, cuando el hijo se comporte de acuerdo con las normas, se
podría valorar este comportamiento situándolo entre los dos extremos de la dimen-
sión implicación/aceptación: la aceptación o el cariño parental en un extremo, y
la indiferencia en el otro. El estilo de los padres de implicación/aceptación como
una forma de actuación parental que se refleja tanto en las situaciones convergen-
tes como divergentes con las normas de funcionamiento familiar. Se relaciona
positivamente con las muestras parentales de afecto y cariño cuando el hijo se
comporta de manera adecuada y, negativamente, con la indiferencia paterna ante
esas mismas conductas. A su vez, cuando el comportamiento del hijo viola las
normas, este estilo se relacionará positivamente con el diálogo y, negativamente,
con la displicencia. Si el estilo de los padres se caracteriza por una alta implica-
ción/aceptación, los hijos perciben que sus conductas acordes con la norma son
estimadas por sus padres, mientras que cuando no lo son, los padres utilizan,
predominantemente, el razonamiento y el diálogo. Por el contrario, si el estilo
de los padres se caracteriza como de baja implicación/aceptación, actuarán con
indiferencia cuando los hijos se comporten de acuerdo con las normas, y actuarán
de forma displicente cuando las quebranten. Por otro lado, la coerción/imposición
es un estilo de socialización que solo puede tener lugar cuando el comportamiento
del hijo se considere discrepante con las normas de funcionamiento familiar. Esta
forma de actuación pretende, normalmente, suprimir las conductas inadecuadas
utilizando simultánea o independientemente la privación, la coerción verbal y la
física. Estas estrategias que, aparentemente, suelen ser más efectivas que el diálogo
y la comunicación, implican intervenciones drásticas con gran contenido emocio-
nal que pueden generar resentimiento en los hijos hacia los padres, problemas de
conducta, de personalidad, etc., especialmente cuando se utiliza el castigo físico.
Por otra parte, estas intervenciones, por su alta carga emocional pueden conseguir
un control de la conducta inmediato, pero si no se acompañan del razonamiento
y del diálogo, el control será temporal o estará limitado a la presencia del padre,
que actuará como estímulo inhibidor.

64 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


ALBERTO QUINTANA, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS

Al confluir las dos dimensiones los estilos de socialización de los padres pueden
tipificarse en cuatro categorías, cada una de las cuales es caracterizada por una
forma peculiar de afrontar la socialización de los hijos (Figura 1). (1) Estilo Au-
torizativo. Alta Aceptación/implicación y alta Coerción/imposición, son aquellos
padres que se esfuerzan en dirigir las actividades del hijo pero de una manera
racional y orientada al proceso; estimulan el diálogo verbal y comparten con el hijo
el razonamiento que subyace a su política; valoran tanto los atributos expresivos
como los instrumentales, las decisiones autónomas y la conformidad disciplinada.
En consecuencia, ejercen el control firme en puntos de divergencia, pero utilizando
el diálogo. Estos padres afirman las cualidades presentes del hijo, pero también
establecen líneas para la conducta futura, recurriendo tanto a la razón como al
poder para lograr sus objetivos.

Figura 1. Modelo bidimensional de socialización y tipologías

(2) Estilo indulgente; Alta Aceptación/implicación y baja Coerción/imposición.


Estos padres intentan comportarse de una manera afectiva, aceptando los impulsos,
deseos y acciones del hijo. Consultan con ellos las decisiones internas del hogar y
les proporciona explicaciones de las reglas familiares. Permiten a sus hijos regular
sus propias actividades tanto como sea posible, ayudándoles con las explicaciones y
razonamientos, pero evita el ejercicio del control impositivo y coercitivo, y no les
obliga a obedecer ciegamente a pautas impuestas por las figuras de autoridad, a no
ser que estas sean razonadas. (3) Estilo Autoritario. Baja Aceptación/implicación
y alta Coerción/imposición. Son los padres que intentan: modelar, controlar y

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 65


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

evaluar la conducta y actitudes del hijo de acuerdo con un conjunto de normas de


conducta, normalmente de forma absoluta. Valoran la obediencia como una virtud
y favorecen medidas punitivas y de fuerza para doblegar la voluntad (la terquedad)
cuando las acciones del hijo o las creencias personales de ese entran en conflicto
con lo que ellos piensan que es una conducta correcta. Confían en la inculcación
de valores instrumentales como el respeto por la autoridad, respeto por el trabajo
y respeto por la preservación del orden y de la estructura tradicional. No potencian
el diálogo verbal, y creen que el hijo debería aceptar solamente su palabra que es
la “absolutamente” correcta. (4) Estilo negligente; baja Aceptación/implicación
y baja Coerción/imposición. Aquellos padres que tienen serias dificultades para
relacionarse e interactuar con sus hijos, al igual que para definir los límites en
sus relaciones con ellos, permitiendo con indefensión que sean los propios hijos
quienes las definan; aceptan con dificultades los cambios evolutivos de sus hijos
y tienen pocas expresiones de afecto; no se implican en las interacciones con ellos
y no supervisan constante y consistentemente las actividades de los hijos.
La Empatía
La respuesta empática incluye la capacidad para comprender al otro y ponerse
en su lugar, a partir de lo que se observa, de la información verbal o de infor-
mación accesible desde la memoria (toma de perspectiva) y además la reacción
afectiva de compartir su estado emocional, que puede producir tristeza, malestar
o ansiedad. Davis (1983) considera a la empatía como un constructo multidimen-
sional que incluye componentes cognitivos y emocionales y cree que en realidad
constituye un conjunto de constructos relacionados con la sensibilidad hacia los
otros. Basándose en este modelo desarrolló el Interpersonal Reactivity Index (IRI)
(Davis, 1980). El cual consta de cuatro factores dos cognitivos y dos emociona-
les: Toma de perspectiva (PT), tendencia o habilidad de los sujetos para adoptar
la perspectiva o punto de vista de otras personas; Fantasía (FS), la tendencia de
los sujetos a identificarse con personajes ficticios como personajes de libros y
películas; Preocupación empática (EC), tendencia de los sujetos a experimentar
sentimientos de compasión y preocupación hacia otros; Malestar personal (PD),
tendencia de los sujetos a experimentar sentimientos de incomodidad y ansiedad
cuando son testigos de experiencias negativas de otros.

Figura 2. Factores cognitivos y emocionales de la empatía.

66 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


ALBERTO QUINTANA, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS

Por ello, es muy importante verificar el tipo de disciplina y prácticas de socialización


parental predominantes en el hogar, ya que la efectividad disciplinaria paterna se
liga al método particular de socialización parental utilizado (Samper, 1999; Samper
y cols., 2006). Visualizándose con el estudio de Mestre (2007) que la expresión
de reconocimiento, gratitud, evaluación positiva por parte de los padres hacia
sus hijos, así como también de apoyo emocional, estimulación en el desarrollo
de su autonomía y coherencia en la aplicación de normas resulta ser el estilo de
socialización parental más positivo, incentivando la respuesta empática en sus
hijos, como refiere Valiente (2004, citado por Mestre, 2007), entendida cogniti-
vamente como un proceso que involucra la habilidad para reconocer e interpretar
sentimientos, pensamientos y puntos de vista ajenos, facilitando la comprensión de
sus motivaciones, de sus sentimientos hacia ellos, siendo mediadora para la dismi-
nución de conductas agresivas y desarrollo de conductas prosociales o altruistas.
Ciberbullying, Tipos
En sentido estricto hablar del ciberbullying y el acoso cibernético no es hablar
de nuevos temas, sino más bien de las nuevas herramientas que se utilizan. Es
decir, estamos hablando del acoso entre pares o bullying, por ello es necesario
explicitar los nuevos escenarios que contextualizan esta forma de violencia entre
pares. Motivados por el desarrollo de las nuevas tecnologías y su accesibilidad a
la población general, han surgido contextos y escenarios de relación interpersonal
virtual: Hotmail, Hi5, Facebook, Messenger, Twitter, entre otros. La aparición
de estos nuevos escenarios de interacción con sus iguales les brinda la oportunidad
a los escolares de poner en juego, en un nuevo espacio, los mismos patrones de
interacción que están presentes en las relaciones que mantienen con sus iguales en
otros contextos de interacción (Castells, 1999), lo que supondría por tanto que las
manifestaciones de violencia entre iguales sean adaptadas ahora a las particulari-
dades propias de este nuevo medio. Por ello no resulta extraño que la presencia
de un patrón de interacción de abuso, dominiosumisión o violencia entre pares
que se hace presente en las interacciones que se establecen entre los adolescentes
y jóvenes, termine exportándose a los otros espacios o relaciones donde los ado-
lescentes participan. El ciberbullying, es la conducta agresiva e intencional que
se repite de forma frecuente en el tiempo, que se lleva a cabo por un grupo o un
individuo mediante el uso de medios electrónicos, y se dirige a una víctima que no
puede defenderse fácilmente por sí misma (Smith, Mahdavi, Carvalho y Tippet,
2006). Es decir, el ciberbullying no es otra cosa que el bullying utilizando las TIC
(Internet: correo electrónico, weblogs, páginas personales, etc,; telefonía móvil).
Kowalski, Limber y Agatston (2010) identifican ocho tipos de acoso cibernético:
1. Insultos electrónicos (PO), Peleas online o flaming: intercambio breve y aca-
lorado entre dos o más personas con un lenguaje hostil y vulgar, que tiene lugar
a través de alguna de las nuevas tecnologías. Intercambio de e-mails privados o
intercambio en contextos públicos como chats… Intercambio mutuo de insultos
entre varias personas implicadas. 2. Hostigamiento: mensajes ofensivos reiterados
enviados a la persona elegida como blanco por correo electrónico, en foros públi-
cos como salas de chat y foros de debate; envío de cientos o miles de mensajes de

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 67


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

texto al teléfono móvil de la persona elegida como blanco. Difiere de los insultos
porque el hostigamiento es más a largo plazo, es más unilateral (incluyendo a uno
o más ofensores frente a una única víctima). 3. Denigración (D): modalidad que
implica descalificar a alguien online difundiendo información despectiva y falsa
respecto a la persona que es colgada en una página web o difundida vía e-mails,
mensajes instantáneos…, por ejemplo, mediante el envío de imágenes crueles o
rumores acerca de una persona para dañar su reputación o relaciones con amigos,
de fotos de alguien alteradas digitalmente, sobre todo de forma que refleje actitu-
des sexuales o que puedan perjudicar a la persona en cuestión (foto alterada para
que parezca que una adolescente está embarazada, comentarios maliciosos que
se escriben en un “cuaderno de opiniones” online en el que se insinúa que una
adolescente es sexualmente promiscua…). 4. Suplantación (S): infiltración en la
cuenta de alguien para enviar mensajes que hacen quedar mal a su propietario, le
ponen en situación problemática o en peligro, o dañan su reputación y amistades,
por ejemplo, el acosador se hace pasar por la víctima, la mayoría de las veces
utilizando la clave de acceso de la víctima para acceder a sus cuentas online y, a
continuación, enviando mensajes negativos, agresivos o crueles a otras personas
como si hubieran sido enviados por la propia víctima. 5. Desvelamiento y son-
sacamiento (R) o Revelación: Difamación mediante la divulgación de secretos o
información embarazosa de alguien, por ejemplo, implica revelar información
comprometida de la víctima a otras personas, enviada de forma espontánea pero
privada por la víctima o que ha sido sonsacada a la víctima y después difundida
a otras personas. 6. Exclusión (E): no dejar participar a la persona de una red
social o de un grupo on line específica. 7. Ciberpersecución o ciberacoso (CA):
envío de comunicaciones electrónicas reiteradas hostigadoras y amenazantes.
8. Paliza alegre (Happy Slapping) (PA): consiste en grabar mediante la cámara de
los teléfonos móviles imágenes en las que se agrede a una persona, frecuentemente
en situación de minoría. La imagen o el video luego es compartido con amigos,
colocado en algún espacio online o distribuido electrónicamente para que la vean
miles de personas.
Recapitulando, con esta investigación se busca complementar los estudios que
venimos realizando sobre acoso escolar entre pares, a fin de conformar un modelo
funcional-integral que tenga en cuenta tanto los antecedentes como las consecuencias
potenciales del bullying y ciberbullying, tal como se da en nuestro país. La investi-
gación también aportará datos sobre la fiabilidad y validez de las pruebas utilizadas.
La exploración de la violencia entre pares, sus manifestaciones y los anteceden-
tes y consecuencias que controlan este tipo de comportamiento son cada vez más
numerosas, dado el alcance de los efectos negativos que tiene sobre los aspectos
afectivos y cognitivos de la conducta escolar. En este contexto, el ciberbullying se
constituye como una de las modalidades que más daño potencial representa, por
su carácter expansivo, anónimo, diversificante y continuo en el escenario que le
brinda los recursos de la tecnología de la información y comunicación (TIC), por
ello se requiere recopilar, generar, analizar y sistematizar información acerca de
sus características, dinámica, factores intervinientes, incidencia en nuestro país, y
así contribuir al afrontamiento y control del fenómeno de la violencia escolar.

68 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


ALBERTO QUINTANA, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS

Figura 3. Tipos de ciberbullying, según Kowalski, Limber y Agatston (2010).

Hipótesis
1. Existen relaciones significativas entre los estilos de socialización parental y el grado
de empatía en escolares adolescentes.
2. Existen relaciones significativas entre los estilos de socialización parental y el
comportamiento de ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes.
3. Existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el comportamiento de
ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes.
4. Existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el ser víctima de
ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes.

MÉTODO
El diseño es de investigación básica descriptivo-correlacional y de tipo transversal.
La muestra está conformada por adolescentes provenientes de diversos centros
educativos de Lima.
Variables del estudio
Variable 1: Ciberbullying en el contexto escolar.

Figura 4. Distribución de los tipos de ciberbullying en la muestra

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 69


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

Variable 2: Empatía en adolescentes.

Figura 5. Distribución de los niveles de empatía en la muestra.

Variable 3: Estilos de socialización parental (crianza)

Figura 6. Distribución de los estilos de socializacion parental de la madre en la muestra.

Figura 7. Distribución de los estilos de socialización parental del padre en la muestra.

70 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


ALBERTO QUINTANA, WILLIAM MONTGOMERY, CARMELA MALAVER, GABRIELA RUIZ, NAYÚ GARCÍA, EDUARDO MORAS

Variables controladas:

Nivel socio-económico B, C, D
Instrucción (Secundaria)
Sexo (ambos).

Figura 8. Distribución de los sujetos de la muestra en función del sexo


Área geográfica (Lima Metropolitana).

Técnicas e instrumentos de recolección de datos


1. Ficha demográfica: Permite registrar algunas características relevantes de los sujetos
estudiados: lugar de residencia, edad, sexo, grado de instrucción, etc.
2. Cuestionario de ciberbullying de Calvete, E., Orue, I., Estevez, A., Villardón, y
Padilla, P. (2009), tanto la versión para la víctima que cuenta con 11 reactivos en las
que el adolescente debe marcar la frecuencia con la que ha recibido maltrato virtual,
como la versión para el abusador que cuenta con 17 reactivos en las que el adolescente
debe marcar la frecuencia con la que ha enviado agresiones virtuales. De los ocho
tipos de acoso cibernético identificados por Kowalski, Limber y Agatston (2010), este
instrumento permite identificar los siguientes: Insultos electrónicos, Peleas online o
flaming (PO), Denigración (D), Suplantación (S), Desvelamiento y sonsacamiento o
revelación (R), Exclusión (E), ciberpersecución (CA) o ciberacoso, y paliza alegre o
Happy Slapping (PA).
3. Interpersonal Reactivity Index, IRI (Davis, 1983). Esta prueba consta de 28 ítems con
un formato de respuesta tipo Likert con cinco opciones de respuesta, puntuables de 0 a
4 y permite evaluar la disposición empática a través de cuatro factores, dos cognitivos:
Toma de perspectiva (PT) y Fantasía (FS), y dos emocionales, la Preocupación empática
(EC), y el Malestar personal (PD). Los coeficientes de consistencia interna varían entre
0.70 y 0.78 (Pérez - Abéniz y cols., 2003).

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 71


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

4. Escala de Estilos de Socialización Parental en la Adolescencia (ESPA29), de Musitu


y García (2001). Es un instrumento que permite al adolescente valorar la actuación de
su padre y madre en 29 situaciones significativas obteniendo una medida global para
cada figura parental en las dimensiones a) Aceptación / Implicación; que comprende
las subescalas: afecto, indiferencia, diálogo e indiferencia y b) Coerción / Imposición
constituida por las subescalas: coerción física, privación y coerción verbal; A partir de
las puntuaciones alcanzadas en estas dos dimensiones, se tipifica el estilo de socialización
de cada padre : autorizativo, indulgente, autoritario o negligente. Los autores reportan
las estimaciones de fiabilidad: La consistencia interna del conjunto global de la escala
es de 0,968 según alfa de Cronbach. Madre: afecto 0,943; indiferencia 0,918; diálogo
0,930; displicencia 0,840; coerción verbal 0,897; coerción física 0,901 y privación
0,913. Padre: afecto 0,940; indiferencia 0,922; diálogo 0,931; displicencia 0,820;
coerción verbal 0,901; coerción física 0,907 y privación 0,916. Y de Validez: Los
hijos y las hijas percibían que la acción socializadora del padre respecto de la madre,
se caracterizaba por un grado mayor de Aceptación/Implicación. No existen diferencias
entre las edades (Musitu y García, 2001).

DISCUSIÓN
Se presentan y discuten los resultados resumidos mediante gráficas y tablas orga-
nizados en relación a las hipótesis sometidas a contrastación.

Existen relaciones significativas entre los estilos de socialización parental y la


empatía en adolescentes escolares
En consonancia con lo que se postulaba en la primera hipótesis existe una corre-
lación directa y significativa, entre el grado de empatía que muestran los adoles-
centes y los estilos de socialización parental que perciben en su entorno familiar.

Figura 9. Componentes de la autoestima según los estilos de socialización de ambos padres.

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Tabla 1. Correlación entre los estilos de socialización parental con la empatía y sus
componentes en la muestra estudiada

Tau_b de Kendall
Estilo de Socialización de la Madre Estilo de Socialización
del Padre
Coeficiente de correlación ,084 ,164**
Empatía Sig. (bilateral) ,116 ,004
N 559 552
Coeficiente de correlación -,001 ,142*
Toma de perspectiva
empática Sig. (bilateral) ,986 ,014
N 559 552
Coeficiente de correlación ,035 ,067
Identificación con
personajes o Fantasía Sig. (bilateral) ,513 ,247
N 559 552
Coeficiente de correlación ,044 ,136*
Preocupación empática Sig. (bilateral) ,421 ,019
N 559 552
Coeficiente de correlación ,144** ,124*
Malestarpersonal Sig. (bilateral) ,008 ,032
N 559 552
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

Específicamente, se puede observar en la Tabla 1 y Figura 9, el grado de aso-


ciación altamente significativo entre la empatía y el Estilo de Socialización del
Padre (.164), asociación que se presenta también entre el Estilo de Socialización
del Padre y los componentes Toma de perspectiva empática (.142), Preocupación
empática (.136) y Malestar personal (.124) de la empatía. De otro lado, si bien no
se encuentra una correlación significativa entre el grado de empatía que muestran
los adolescentes y Estilo de Socialización Parental que perciben en la madre, sin
embargo, si se encuentra una correlación directa y altamente significativa, entre el
estilo de socialización parental de la madre y el componente Malestar personal de
la empatía (.144). Concretamente, como se observa en la Figura 9, los adolescentes
que perciben en sus padres un estilo de socialización parental autorizativo van a
tender a presentar menos empatía que los adolescentes que perciben en sus padres
un estilo de socialización parental autoritario, sobre todo si quien presenta este
estilo de socialización es el padre, a excepción del componente Identificación con
personajes o Fantasía, de la empatía, posiblemente porque este componente implica
menos compromiso emocional que los otros componentes (Davis, M, 1983). Esto
tendría que ver con el hecho de que en la práctica aún se le asigna al padre la fun-
ción de ejercer el control y la disciplina en las familias limeñas (Oblitas B; 2009).

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 73


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

Existen relaciones significativas entre los estilos de socialización parental y el


comportamiento de ciberbullying en la escuela que presentan los adolescentes
En cuanto a la segunda hipótesis formulada en este estudio, no se corroboró
ninguna correlación ni con la variable total ni con sus componentes que resul-
tara significativa, es decir, no se aprecia correlación alguna entre el estilo de
socialización parental familiar y la práctica del ciberbullying en los adolescentes
estudiados. Resultado perfectamente explicable por el hecho de que los jóvenes se
están adaptando a una cultura nueva regida por la tecnología y que se impone al
modo de vida de baja tecnología de sus padres (García, F. 2010), el adolescente
sería probablemente más suceptible de ser influenciado por sus pares, de hecho
más competentes en estos escenarios y en consecuencia modelos más adecuados
para imitar (Bandura y Walters, 1978).

Existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el comportamiento


de ciberbullying que presentan los adolescentes escolares
En consonancia, con lo que se postulaba en la tercera hipótesis existe una corre-
lación inversa y significativa, entre el grado de empatía que muestran los adoles-
centes y el dedicarse a hacer ciberbullying a sus compañeros (-,119), y así mismo,
entre los componentes de la empatía y los tipos de ciberbullying evaluados en el
presente estudio, a saber: existe una correlación inversa y significativa entre la
empatía y enfrascarse en actividades de Denigración (-,105), Suplantación (-,160),
Ciberacoso (-,135) o de Happy Slapping (-,116) contra sus compañeros.

Tabla 2.- Correlación entre los tipos de ciberbullying y la empatía en la muestra estudiada

Tau_b de Kendall

Empatía Toma de Identificación


Preocupación Malestar
perspectiva con
empática personal
empática personajes
Coeficiente de
-,119** -,141** -,076 -,092* -,057
correlación
Ciberbullying
Sig. (bilateral) ,008 ,002 ,095 ,046 ,218
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,059 -,130* -,040 -,043 ,020
Realiza correlación
insultos
Sig. (bilateral) ,240 ,011 ,432 ,404 ,689
electrónicos
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de * * *
-,105 -,115 -,060 -,102 -,043
Realiza correlación
Denigración Sig. (bilateral) ,028 ,018 ,217 ,035 ,374
N 560 560 560 560 560

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Coeficiente de
,007 -,042 ,013 ,033 -,012
Realiza correlación
Revelación Sig. (bilateral) ,898 ,429 ,804 ,536 ,825
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,160** -,100 -,094 -,081 -,131*
Realiza correlación
suplantación Sig. (bilateral) ,002 ,055 ,071 ,123 ,012
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,095 -,116* -,014 -,065 -,066
Realiza correlación
exclusión Sig. (bilateral) ,064 ,026 ,783 ,210 ,207
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,135** -,128* -,080 -,069 -,103*
Realiza correlación
ciberacoso Sig. (bilateral) ,008 ,013 ,121 ,180 ,046
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,116* -,105* -,049 -,117* -,071
Realiza correlación
Happy Sig. (bilateral) ,021 ,040 ,339 ,023 ,165
Slapping
N 560 560 560 560 560

De igual forma, existe una correlación inversa y significativa entre el componente


de la empatía de Toma de perspectiva empática y enfrascarse en actividades de Cy-
berbullying en general (-,141) o en el de alguno de sus tipos, como realizar Insultos
electrónicos (-,130), la Denigración (-,115), la Exclusión (-,116), el Ciberacoso
(-,128) o el Happy Slapping (-,105). En el mismo sentido, existe una correlación
inversa y significativa entre el componente de la empatía de Preocupación empática
y enfrascarse en actividades de Cyberbullying en general (-,092) o en el de alguno
de sus tipos, como realizar Denigración (-,102) o realizar Happy Slapping (-,117).
Por último, existe una correlación inversa y significativa entre el componente de
la empatía del Malestar personal y dedicarse a actividades de cyberbullying del
tipo hacer Suplantación (-,131) o hacer Ciberacoso (-,103). Coincidiendo con los
hallazgos de otros investigadores acerca de la violencia entre pares (Kowalski y
Limber, 2007; Ortega, Calmaestra y Mora Merchán, 2008; Ortega, Sánchez y
Menesini, 2002; citados por Garaigordobil, M., 2011)

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 75


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

Existen relaciones significativas entre el grado de empatía y el ser víctima de


ciberbullying en los adolescentes escolares

Tabla 3. Correlación entre los tipos de victimización por ciberbullying y la empatía en la


muestra estudiada

Tau_b de Kendall
Empatía Toma de Identificación Preocupación Malestar
perspectiva con
personajes empática personal
empática
Coeficiente de
-,024 -,108* ,009 ,024 -,017
Víctima de correlación
ciberbullying Sig. (bilateral) ,611 ,024 ,845 ,611 ,728
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,078 -,110* -,034 -,054 -,031
Le hacen correlación
denigración Sig. (bilateral) ,122 ,033 ,509 ,293 ,550
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,054 -,047 -,045 -,008 -,038
Le hacen correlación
revelación Sig. (bilateral) ,291 ,366 ,390 ,882 ,466
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,088 -,036 -,103* ,061 -,103*
Le hacen correlación
suplantación Sig. (bilateral) ,087 ,488 ,049 ,247 ,049
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,027 -,136** -,014 ,046 ,014
Le hacen correlación
exclusión Sig. (bilateral) ,601 ,010 ,784 ,379 ,791
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
,028 -,049 ,080 ,013 ,002
Le hacen correlación
ciberacoso Sig. (bilateral) ,572 ,336 ,110 ,800 ,973
N 560 560 560 560 560
Coeficiente de
-,052 -,046 ,055 -,116* -,061
Le hacen correlación
Happy Slapping Sig. (bilateral) ,314 ,378 ,292 ,027 ,248
N 560 560 560 560 560

En la Tabla 3, se observa que si bien no existe una correlación estadísticamente


significativa entre la empatía en general y el ser víctima de ciberbullying, sin
embargo, en consonancia con la hipótesis formulada en este estudio la Toma de
perspectiva empática guarda correlaciones inversas y significativas tanto con el
hecho de ser víctima de ciberbullying en general (-,108) como de ser víctima de

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Denigración (-,110) o de Exclusión (-,136). De otro lado, los componentes de la


empatía de Malestar personal, Identificación con personajes y Preocupación empá-
tica muestran también correlación inversa y significativa con ser víctima de Happy
Slapping (-,116) y ser víctima de Suplantación (-,103; -,103), respectivamente.
Concretamente a más competencia de un adolescente para la Toma de perspectiva
empática, la Identificación con personajes o fantasear, la Preocupación empática
o el Malestar personal, sería menos probable que sean víctimas de ciberbullying
en general o bien en alguno de los tipos de ciberbullying mencionados. Resultados
que sería interesante en estudios posteriores investigar más específicamente, puesto
que estos análisis específicos habitualmente no se hacen en las investigaciones
previas consultadas.
A manera de resultados complementarios, presentamos las Figuras 10 y 11, en
las que se grafica el porcentaje de participación de los adolescentes de nuestro
estudio en episodios de los distintos tipos de bullying medidos, en tanto víctimas
o acosadores.
Como se puede observar en la Figura 10 hay una mayor predominancia de la
participación en el rol de abusadores de los alumnos varones que de las niñas, en
todos los tipos de ciberbullying evaluados, siendo esta diferencia aún mayor en
los tipos realizar Insultos electrónicos o peleas online (un 13% de diferencia) y
realizar Happy Slapping (un 22% de diferencia).
En la figura 11 se puede observar que existe una participación similar de ambos
sexos en el rol de víctimas, a excepción de ser víctima de Happy Slapping (pero
con una diferencia de apenas 6%).

Figura 10. Porcentaje de alumnos que hacen los distintos tipos de ciberbullying en relación al sexo.

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 77


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

Figura 11. Porcentaje de alumnos víctimas de los distintos tipos de cyberbullying en relación al sexo

CONCLUSIONES
Del análisis de los resultados se puede concluir que:
1. Los adolescentes que perciben en sus padres un estilo de socialización parental, o de
crianza, caracterizado porque sus progenitores se esfuerzan en dirigir sus actividades
pero de una manera racional y orientada al proceso; estimulando el diálogo verbal y
compartiendo con ellos el razonamiento que subyace a sus decisiones; valorando sus
decisiones autónomas así como su conformidad disciplinada. Es decir, padres que si
bien ejercen un control firme a sus comportamientos divergentes, sin embargo utilizan
el diálogo para convencerlos de subordinarse. Son adolescentes que van a mostrar una
capacidad para comprender al otro y ponerse en su lugar, a partir de lo que observan,
de la información verbal o de la información recordada (toma de perspectiva) y la
consecuente reacción afectiva de compartir el estado emocional de los otros, que les
podría llevar a experimentar tristeza, malestar o ansiedad, inferior a la capacidad
empática de los adolescentes que perciben en sus padres un estilo de socialización
parental, o de crianza, Autoritario. Estilo de socialización parental caracterizado por
su intento de modelar, controlar y evaluar la conducta y actitudes del adolescente de
acuerdo con un conjunto de normas de conducta, normalmente de forma absoluta.
Padres que valoran la obediencia como una virtud y favorecen medidas punitivas y de
fuerza para doblegar la voluntad (la terquedad) cuando las acciones del adolescente
o las creencias personales de este entran en conflicto con lo que ellos piensan que es
una conducta correcta. Padres que valoran el respeto por la autoridad, respeto por el
trabajo y respeto por la preservación del orden y de la estructura tradicional. Padres
que no potencian el diálogo verbal, y creen que el hijo debería aceptar como ley su
palabra pues, creen que es la única “absolutamente” correcta (Figura 9 y Tabla 1).
2. No existe una asociación directa entre las pautas de comportamiento de los padres con

78 REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2


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los hijos en múltiples y diferentes situaciones, ni las consecuencias que esos patrones
de comunicación tienen para la propia relación paterno-filial, y la conducta agresiva e
intencional que se repite de forma frecuente en el tiempo, que se lleva a cabo por uno o
más adolescentes mediante el uso de medios electrónicos (las TIC, sea Internet: correo
electrónico, weblogs, páginas personales etc; o sea la telefonía móvil), dirigida a una
víctima que no puede defenderse por sí misma fácilmente. Posiblemente porque dado
que en estos escenarios virtuales se podría decir que los padres son usualmente migrantes
incipientes (García, F. 2010), el adolescente sería probablemente mas suceptible de
ser influenciado por sus pares, de hecho más competentes en estos escenarios y en
consecuencia modelos más adecuados para imitar (Bandura y Walters, 1978).
3. Los adolescentes que muestran una capacidad para comprender al otro y ponerse en
su lugar, a partir de lo que observan, de la información verbal o de la información
recordada (toma de perspectiva) y experimentan la consecuente reacción afectiva de
compartir el estado emocional de los otros, que ocasionalmente les lleva a experimentar
tristeza, malestar o ansiedad por el otro, no van a tender a presentar la conducta agresiva
e intencional que se repite de forma frecuente en el tiempo, que se lleva a cabo por
uno o mas adolescentes mediante el uso de medios electrónicos (las TIC, sea Internet:
correo electrónico, weblogs, páginas personales etc.; o sea la telefonía móvil), dirigida
a una víctima que no puede defenderse por sí misma fácilmente. Es decir, conforme
aumenta su empatía disminuye su propensión a realizar ciberbullying en cualquiera de
sus modalidades (Tabla 2).
4. Conforme los adolescentes presentan más competencia para adoptar la perspectiva o
punto de vista de otras personas y mayor tendencia a experimentar sentimientos de
compasión y preocupación hacia otros; o a experimentar sentimientos de incomodidad
y ansiedad cuando son testigos de experiencias negativas de otros (Tabla 3).Es menos
probable que sean víctimas de ciberbullying en general o de a) ser descalificados por
la difusión de información despectiva y falsa respecto a su persona, la cual es colgada
en una página web o difundida vía e-mail, mensajes instantáneos, b) ser infiltrados
en su cuenta de correo para enviar mensajes que les hagan quedar mal, poniéndolos
en situación problemática o en peligro, o dañando su reputación y amistades,
c) ser grabados mediante la cámara de un teléfono móvil o fotografiados mientras son
agredidos, en situación de minoría. Siendo esa imagen o video más tarde compartido
con sus compañeros, colocado en algún espacio online o distribuido electrónicamente
para ser humillado delante de miles de personas.
5. Del análisis complementario de los datos se puede concluir que, a desmedro de lo
reportado por algunos estudios previos en el sentido que siendo el ciberbullying un tipo
de violencia más relacional que física, se esperaría que las mujeres presenten una mayor
prevalencia de este tipo de maltrato que los varones, se encuentra que hay una mayor
predominancia de la participación en el rol de abusadores de los alumnos varones que
de las niñas (Figura 10), como por ejemplo a enfrascarse en el intercambio mutuo de
insultos breves y acalorados con otra persona con un lenguaje hostil y vulgar, mediante
el Intercambio de e-mails privados o intercambio en contextos públicos como chats, o
bien, grabando mediante una cámara de teléfono móvil imágenes en las que agreden a

REVISTA DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA - VOL. 16, N.º 2 79


ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

una persona en situación de minoría. Compartiendo más tarde la imagen o el vídeo con
compañeros, colgándola en algún espacio online o distribuyéndola electrónicamente
para que la vean miles de personas. Mientras que se presentan en ambos sexos similares
porcentajes de ser victimizados mediante alguno de los tipos de ciberbullying medidos
(Figura 11).

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ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

ANEXO 1. PRUEBA PARA EVALUAR CIBERBULLYING

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ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

ANEXO 2. PRUEBA PARA EVALUAR LOS ESTILOS DE CRIANZA FAMILIAR

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Análogo a este formato es la versión utilizada para la evaluación del estilo de


socialización parental del padre.

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ESTILOS DE CRIANZA Y EMPATÍA EN ADOLESCENTES IMPLICADOS EN CIBERBULLYING

ANEXO 3. PRUEBA PARA EVALUAR EMPATÍA

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