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Lateral
A m io tró fic a
Una enfermedad tratable
ERRNVPHGLFRVRUJ
P R O U S S C I E N C E
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Indice de autores
Prólogo
J. Berciano................................................................................................................................ XI
Presentación
J.S. Mora Pardina....................................................................................................................XIII
1. Historia y terminología
E. Gutiérrez-Rivas......................................................................................................... 3
II. PATOLOGÍA
5. Clínica
J. Pardo y M. N o y a ..................................................................................................... 81
6. Formas evolutivas
J.A. Salazar y J. Bautista L o rite............................................................................... 95
7. El proceso diagnóstico
C. Cernerá Radigales, F. Graus Ribas y A. Cervera Áívarez.............................109
8. Diagnóstico diferencial I
J.A. Martínez Matos y J. Pascual Calvet............................................................... 121
9. Diagnóstico diferencial II
J. Pascual Calvet v J.A. Martínez M atos............................................................... 141
VIII índice
11. Neuroimagen
J. Patrignani, J. Castro y M. Pérez........................................................................177
12. Neuropatología
I. Ferrer...................................................................................................................... 191
13. Epidemiología
M.L. Viguera, T. Puig y J. Pradas..........................................................................207
III. PATOGENIA
15. Excitotoxicidad y EL A
A. Guerrero.................................................................................................................231
IV. TERAPEUTICA
Éste es el primer tratado español que aborda la nosología de la esclerosis lateral amiotrófica
(ELA) en su totalidad. En sus capítulos el lector podrá encontrar cumplida respuesta a las
cuestiones que surgen en la práctica clínica de esta trágica enfermedad, tales como etiopato-
genia, fisiopatología, cuadro clínico, evolución y pronóstico, técnicas diagnósticas, terapéuti
ca (incluyendo aquí aspectos puntuales sobre rehabilitación, alimentación, asistencia respira
toria y psicológica, y medicación) y formas genéticas. Hay, además, capítulos específicos
dedicados a la anatomía y la biología del sistema motor, a los mecanismos de excitotoxicidad
y apoptosis que, como es bien sabido, están implicados en la fisiopatología de la degeneración
de las neuronas motoras, y a los modelos experimentales de la enfermedad.
La ELA probablemente sea la enfermedad neurológica más cruel: ante un paciente con
plena lucidez mental, el médico debe afrontar el reto de tratar lo incurable, pero es evidente
que la atención médica del enfermo con ELA ha mejorado en los últimos años, especialmen
te en lo que concierne a las medidas de soporte a las que tanta atención se presta en el libro.
Las novedades terapéuticas han venido de la mano de los avances genéticos. Sabemos que
en un 10% de los enfermos con ELA la enfermedad tiene carácter hereditario, sea con trans
misión autosómica dominante o recesiva. Se han identificado cuatro loci (cromosomas 21, 11,
9 y 2). El defecto génico de la enfermedad ligada a los marcadores de los cromosomas 21 y
11 ha sido identificado y consiste en mutaciones puntiformes de los genes de la enzima super-
óxido-dismutasa 1 y de la subunidad pesada de los neurofilamentos. Los mecanismos mole
culares de la neurodegeneración en estas dos formas familiares de ELA se desconocen, aun
que todo apunta a una cascada de acontecimientos que se inicia con un incremento patológico
del calcio citosólico, mediado por receptores glutamatérgicos. La consecuencia final es una
atrofia de las motoneuronas o la muerte inducida por apoptosis. Pese a su escasa frecuencia,
las formas familiares de ELA han abierto una perspectiva inédita para comprender los meca
nismos de la degeneración de las neuronas motoras, así como para emprender nuevas estrate
gias terapéuticas, tales como fármacos inhibidores de la transmisión glutamatérgica, entre los
cuales el riluzol constituye una medicación pionera.
Los grandes avances terapéuticos futuros de la ELA dependerán, indudablemente, de un
mejor conocimiento etiopatogénico de la enfermedad, esto es, de los mecanismos genéticos y
celulares que la rigen. El reto inmediato para los neurólogos es una adecuada definición del
fenotipo y, en su caso, de la genealogía de la enfermedad. Sólo así los genetistas tendrán en
sus manos las herramientas necesarias para ampliar nuestros conocimientos sobre los defectos
subyacentes. Para este fin, el libro que hoy me complace prologar será de inestimable ayuda.
Y a buen seguro que éste ha de ser el camino para hacer una plena realidad la segunda parte
de su título: “una enfernedad tratable”.
J. Berciano
Servicio de Neurología,
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla,
y Universidad de Cantabria,
Santander.
Presentación
E sc lero sis
L ateral
A m io tró fic a
Una enfermedad tratable
HISTORIA Y BASES
ANATOMOFISIOLÓGICAS
1
HISTORIA Y TERMINOLOGÍA
E. Gutiérrez-Rivas
RESUMEN
Aunque existen algunas descripciones previas, fue Charcot, en 1865, quien describió el
cuadro clínico-patológico de la esclerosis lateral amiotrófica, tal y como hoy se acepta
esta enfermedad. Hasta establecerse claramente los límites nosológicos de este proceso
se han publicado diversas descripciones de casos, con afectación predominante de mus
culatura bulbar o medular, con o sin piramidalismo, lo que ha dado origen a terminología
muy variada. Las enfermedades de las neuronas motoras engloban aquellos procesos en
los que existe degeneración primaria o secundaria de las neuronas motoras de la corteza
cerebral, de los núcleos motores del tronco del encéfalo -respetando generalmente los
núcleos oculom otores- y de las astas anteriores de la médula espinal. Algunas de estas
formas tienen entidad propia, como ocurre con el grupo de las amiotrofias espinales cró
nicas, pero otras no son sino formas de comienzo o formas incompletas de la enferme
dad de la motoneurona o esclerosis lateral amiotrófica. En este capítulo se recogen los
hitos históricos más importantes de la esclerosis lateral amiotrófica y se recopilan los
diferentes síndromes relacionados con las enfermedades de las neuronas motoras, para
una mejor comprensión de los términos utilizados en este libro.
Año Autor
gicos (23-27) en esta población de enfermos toras de la corteza cerebral y/o d é lo s nú
de ELA, con estudios histopatológicos publi cleos motores del tronco del encéfalo (pre
cados en 1961 por Malamud y cois. (28). En servándose habitualmente los núcleos oculo-
1954 se publica la asociación ELA-Parkin- motores) y/o de las astas anteriores de la
son (29). El com plejo ELA-Parkinson- médula espinal (38-40).
demencia de Guam quedó plenamente acep
tado a partir de los trabajos de Hirano y cois. Enferm edad de la m otoneurona
(30-32).
Suele utilizarse como sinónimo de ELA.
La ELA de la península de Kü
Enferm edad
Una área geográfica con alta prevalencia de
de la m otoneurona inferior
ELA (a veces asociada a Parkinson y demen
cia) es la península japonesa de Kii, en la Es un grupo de procesos que afecta de ma
isla de Honshu (33,34). Algunos de estos ca nera exclusiva a las neuronas motoras del
sos tienen una supervivencia más larga que tronco del encéfalo y/o las astas anteriores
la de las formas habituales de ELA (35). No de la médula espinal, sin piramidalismo. Las
ha podido demostrarse que se trate de una en formas que afectan a la médula espinal de
fermedad hereditaria (36). forma hereditaria se denominan amiotrofias
espinales crónicas (39, 40).
La ELA de N ueva G uinea La forma no hereditaria se denomina atro
En 1963 Gadjusek publicó su primer trabajo fia muscular progresiva, enfermedad de Aran-
sobre una zona de gran prevalencia de ELA Duchenne o poliomielitis anterior crónica.
en el oeste de Nueva Guinea (37). Las áreas Se acepta que la mayoría de estas formas no
geográficas de ELA endémica (Kii, Nueva hereditarias desarrollan posteriormente un
Guinea), con alta prevalencia de la enferme síndrome piramidal y se convierten en ELA.
dad, especialmente si no se ha encontrado Si la afectación es exclusiva o de predomi
una evidencia de transmisión hereditaria, nio bulbar se denomina parálisis bulbar pro
sirven para alimentar las hipótesis tóxico- gresiva. La mayor parte de estos casos de
ambientales de su origen. sarrollan posteriormente un síndrome de mo
toneurona superior y se transforman en for
T E R M IN O L O G ÍA ____________________ mas comunes de ELA.
Poliom ielitis anterior crónica 4. Charcot, J.M., Joffroy, A. Deux cas d ’alrophie
musculaire progressive. Arch Physiol 1869; 2:
Enfermedad de Aran-Duchenne o atrofia mus 354-367.
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ELA de N ueva G uinea el chronique des cellules nerveuses de la moelle
et du bulbe rachidien. A propos d 'une observa
ELA esporádica, endémica del oeste de Nue
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va Guinea, de patogenia desconocida, posi Physiol 1870; 3: 499.
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ANATOMIA FUNCIONAL
DEL SISTEMA MOTOR
J J . Muñoz-Torrero Rodríguez y E. Diez Tejedor
RESUMEN
Se aborda la anatomía del sistema motor desde un punto de vista funcional. Se estudia el
sistema motor somático, que controla la actividad del músculo esquelético y es el que se
afecta en las enfermedades degenerativas de la motoneurona (1). El sistema motor visceral
controla la musculatura lisa y las glándulas y no será tratado. Cuando se hable de sistema
motor nos referiremos exclusivamente al somático. El funcionamiento del sistema motor se
basa en la relación entre la primera motoneurona o motoneurona superior y la segunda mo
toneurona o motoneurona inferior. La primera se encuentra en la corteza motora cerebral
y se puede definir como aquélla de la que parte la orden de movimiento hacia la segunda
motoneurona. Ésta se encuentra en el tronco del encéfalo o en la médula espinal y es el
nivel final del SNC hacia el músculo esquelético. El sistema motor se organiza en varios
niveles funcionales (Fig. 1). El primero lo constituyen la corteza cerebral, los ganglios de
la base, el cerebelo y el tronco del encéfalo. El siguiente es la primera motoneurona y otras
neuronas de las que surgen vías motoras que en conjunto se denominan vías motoras de
proyección descendente (Fig. 2); se las suele agrupar en dos tipos: vía o tracto piramidal y
vías o tractos extrapiramidales. El tercero es la segunda motoneurona, que lleva el estímu
lo al músculo esquelético. Estos planos se organizan de forma jerárquica y en cada nivel
también existe jerarquía entre los diferentes sistemas neuronales. El nivel más alto del sis
tema motor es la corteza motora cerebral. También presentan una organización paralela:
múltiples subsistemas cooperan para llegar a un único fin. Los sistemas sensoriales deben
colaborar estrechamente con el sistema motor aportando información del exterior a cada
uno de sus niveles.
CORTEZA M OTORA:
Á R E A S F U N C IO N A L E S
No existen divisiones claras entre los cen
tros motores corticales y otras partes del sis
tema nervioso central. Cualquier movimien
to, por simple que sea, requiere la participa
ción de numerosas estructuras del córtex. La
contribución de cada sistema neuronal al
control del movimiento es compleja y no
comprendida del todo. Hoy por hoy se han
identificado varias áreas motoras, todas ellas
interrelacionadas (Fig. 3) (3):
1) Corteza motora primaria: abarca la parte
posterior de la circunvolución precentral
del lóbulo frontal, en el área 4 de Brod-
mann. Sus aferencias proceden de las re
giones corticales premotoras (área 6), las
áreas sensoriales somáticas (áreas 3, 2,
1), el córtex parietal posterior (área 5) y
el tálamo (especialmente el núcleo ven
trolateral). Da origen a la mayoría de las
fibras del tracto piramidal (en tomo al
40%), pero además conecta con otras
áreas corticales a través de fascículos de
asociación y con núcleos subcorticales
(ganglios de la base, tálamo, núcleo rojo,
formación reticular y los núcleos ponti-
nos) que participan en el control motor a
través de vías extrapiramidales. Citoar- Figura 3. Areas motoras de la corteza cerebral. A:
norma lateral. B: norma medial.
quitectónicamente tiene una gruesa lámi
na 5 (y una delgada capa 4, a diferencia
de las áreas sensoriales y de otras áreas importante le llega de las áreas de aso
corticales) en la que se originan las pro ciación límbica y corteza prefrontal. Se
yecciones descendentes desde las células proyecta hacia el tracto corticoespinal y
piramidales gigantes de Betz y piramida hacia la corteza motora primaria.
les pequeñas o fusiformes. Estas proyec
3) Área premotora: está situada lateralmen
ciones son las que tienen un acceso más
te en el área 6. La aferencia principal
directo a las motoneuronas inferiores.
proviene del núcleo lateral ventral del tá
2) Area motora suplementaria: se encuentra lamo, que a su vez recibe la información
principalmente en la superficie medial del cerebelo. Amplias regiones de esta
del hemisferio cerebral, en el área 6. Su corteza se proyectan hacia la formación
principal aferencia procede del núcleo reticular, el núcleo rojo y los ganglios ba-
anterior ventral del tálamo, a través del sales (Fig. 2). También conecta de forma
cual se proyecta una parte importante de importante con la corteza motora prima
los ganglios de la base. Otra aferencia ria.
Anatomía funcional del sistema motor 17
4) Área motora del cíngulo: se encuentra en vidual no está controlado por un pequeño
la superficie medial del hemisferio cere grupo de neuronas corticales, sino que la
bral, en las áreas 6, 23 y 24, adyacente al corteza se organiza para activar numerosos
área motora suplementaria. músculos que persiguen un objetivo conjun
to. Por ejemplo, si se destruyera la zona de
5) Áreas para la motilidad ocular: en los ló
la corteza motora primaria que controla la
bulos frontal (campo ocular frontal), pa
flexión del dedo índice, no dejaríamos de ser
rietal y temporal.
capaces de flexionarlo, pero sí de usarlo de
forma voluntaria e independiente (fracciona
EL C O N TR O L D E LOS miento del movimiento) de los otros dedos
M O VIM IENTOS VOLUNTARIOS para lograr un objetivo prefijado, como por
ejemplo coger un objeto, y mucho menos
Las neuronas de las regiones motoras de la para realizar acciones más complejas, como
corteza tienen diferentes funciones. Hay tocar el piano. Nuestro movimiento del dedo
neuronas que sólo se activan para iniciar un se empobrecería. Se puede decir que la cor
movimiento, otras sólo lo hacen mientras teza motora primaria, a través del tracto pi
dura el movimiento y otras controlan la fuer ramidal, da al movimiento más calidad que
za de la contracción muscular. Hay algunas cantidad. Cuanto más fino, voluntario y
que incluso en ausencia de actividad muscu complejo es un movimiento, más se requie-
lar mantienen a otras preparadas para iniciar
un movimiento según los estímulos que lle
guen al sistema nervioso central (4).
La corteza motora primaria (área 4) tiene
un papel primordial en el inicio de los movi
mientos voluntarios finos. Ejerce los efectos
más directos y poderosos sobre la motoneu-
rona inferior. Por ello, las motoneuronas su
periores que conectan monosinápticamente
(directamente, sin intemeuronas) con la mo-
toneurona inferior se hallan en esta área, en
especial las que controlan los músculos dis
tales de las extremidades, particularmente la
musculatura intrínseca de la mano.
Una zona desproporcionadamente gran
de de esta corteza controla las manos, los la
bios y la lengua, en comparación con la pe
queña región que controla los músculos de Las neuronas de las regiones más laterales de la
la espalda y el abdomen (Fig. 4). Ello es de convexidad del hemisferio cerebral envían sus axo-
nes al tronco encefálico a través del tracto cortico
bido a que una mayor precisión y riqueza en
nuclear (CN) para controlar la musculatura craneal
los movimientos de una determinada parte
mediante los pares craneales motores. El resto lo
del organismo requiere un mayor número de hacen hacia la médula espinal; las que controlan las
músculos y, por tanto, un mayor número de extremidades (la mayoría) envían sus axones por el
neuronas que los controlen. Sin embargo, la tracto corticoespinal cruzado (CEC) y las que con
somatotopía de la corteza motora primaria trolan el cuello y el tronco (muchas menos) lo hacen
sólo es real de forma muy grosera (como el por el tracto corticoespinal directo (CED). (Modifi
homúnculo motor), ya que un músculo indi cada de Pent'ieid y Rasmussen.)
18 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
nalmente aparece el más elevado centro de ten del sistema. En estas funciones el-siste-
control motor: la corteza cerebral y su siste ma extrapiramidal es apoyado por el cerebe
ma piramidal. Así, el papel del sistema ex- lo, el sistema vestibular y el sistema senso
trapiramidal sería ocuparse de una motilidad rial propioceptivo, a través de sus conexio
que sirve de sostén a la más compleja, que es nes talámicas. Para llevar a cabo éstas y
la voluntaria. otras tareas, .se establecen varios circuitos
Como se ha dicho, los ganglios basales funcionales (6):
reciben proyecciones de todo el córtex cere
1) Circuito esqueletomotor: cortezas soma
bral, incluyendo áreas motoras, sensoriales y
de asociación, además del sistema límbico, tosensorial, motora primaria y premoto-
de forma ipsilateral. El núcleo que recibe ra-> pu tam en -^ pálido interno y sustan
estas proyecciones y que es la puerta princi cia negra reticular—>tálamo (ventroante
pal de entrada al sistema es el neoestriado. rior y ventrolateral)—>corteza motora
Otra aferencia le llega del núcleo centrome- primaria, premotora y área motora suple
diano del tálamo, que a su vez recibe infor mentaria.
mación del cerebelo. El neoestriado es inhi 2) Circuito oculomotor: corteza parietal
bidor y ejerce su efecto sobre el pálido. posterior a c u e r p o del caudado—>sus
Entre él y el subtalámico se establece una
tancia negra reticular y pálido interno—>
vía bidireccional de retrocontrol. El neoes
tálamo (ventroanterior y mediodorsal)
triado recibe otra aferencia de la sustancia
—acampo ocular frontal. Este circuito y
negra compacta, que reduce su acción inhi
bitoria (vía nigroestriada, dopaminérgica). el anterior participan en el control de la
Recíprocamente, el neoestriado envía fibras musculatura del cuerpo y de los múscu
inhibitorias a la sustancia negra reticular los extraoculares.
(vía estrionígrica, gabaérgica), produciéndo 3) Circuito asociativo: corteza parietal pos
se otro arco neuronal de retrocontrol. La sus terior y corteza premotora—>cabeza del
tancia negra también envía axones ascen caudado —>sustancia negra reticular y pá
dentes al tálamo y axones descendentes que lido interno-> tálamo (ventroanterior y
recorren el tronco del encéfalo a través de m ediodorsal)^corteza prefrontal. En la
una vía de asociación: el tracto central de la cognición crea mapas del espacio extra-
calota (Fig. 2). Las eferencias del pálido se
personal.
dirigen en su mayor parte a los núcleos ven-
trooral anterior y ventroanterior del tálamo, 4) Circuito límbico: lóbulos temporal y for
aunque otras van hacia la formación reticu mación hipocampal—>zona ventral del
lar de la que parte una vía de proyección neoestriado—>sustancia negra reticular y
descendente: el tracto reticuloespinal. El tá pálido interno—>tálamo (mediodorsal y
lamo es la puerta de salida principal del sis ventroanterior)-^corteza cingular orbi-
tema y se proyecta somatotópicamente hacia tofrontal. Se encarga de la regulación
el córtex cerebral motor. Entre él y el tálamo motivacional de la conducta por las emo
se forman circuitos reverberantes que facili ciones y por ello es importante para la
tan o inhiben la actividad de campos moto puesta en marcha del movimiento.
res corticales individuales, para permitir que
los movimientos voluntarios sean realizados En definitiva, los ganglios de la base co
suavemente y sin interrupción. Los movi laboran, subordinados jerárquicamente, con
mientos automáticos asociados se controlan la corteza cerebral en funciones motrices y
también por las vías descendentes que par cognoscitivas.
20 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
i.
CEREBELO nes a través del sistema sensorial propiocep- *
Su función no se conoce totalmente. A modo tivo, y envía sus eferencias al núcleo rojo.
de “director de orquesta” de! sistema nervio Desde aquí los impulsos toman dos vías:
so central, mide el tiempo e indica de forma hacia el tracto rubroespinal que se decusa y
precisa el momento exacto de activación o conectará con la segunda motoneurona o,
como ya se ha visto, hacia el tálamo (núcleo
inhibición de las neuronas. Al actuar de este
centromediano) por la vía rubrotalámica y
modo sobre el sistema motor coordina el
de aquí al cuerpo estriado de los ganglios de
movimiento, pero también podría hacerlo
la base para influir en la coordinación de
sobre otras funciones del sistema nervioso.
estas estructuras. La acción combinada del
Cada hemicerebelo posee una representa
paleocerebelo y el archicerebelo controla el
ción somatotópica del hemicuerpo ipsilate-
tono muscular y coordina de forma precisa
ral, al que controla.
los músculos agonistas y antagonistas para
El cerebelo recibe información de vías de
mantener el equilibrio durante la marcha y la
proyección descendente (tractos cortico-
bipedestación.
pontocerebelosos, Fig. 2) y de tres sistemas
El neocerebelo recibe aferencias de toda
sensoriales: el sistema vestibular (vía vesti-
la corteza cerebral, especialmente de las
bulocerebelosa), el sistema sensorial propio-
áreas 4 y 6, a través de los tractos cortico-
ceptivo (vías espinocerebelosas y vía trigé-
pontocerebelosos. Los axones de la corteza
minocerebelosa) y el sistema visual (no
cerebral conectan ipsilateralmente con los
existe ninguna vía que lleve directamente la
núcleos del tronco; después éstos envían sus
información visual al cerebelo).
fibras tras decusarse al cerebelo contraíate-
Filogenéticamente el cerebelo se estruc ral. Le aportan información de los movi
tura en tres regiones interrelacionadas que mientos voluntarios planificados. Compa
tienen significación funcional (7). Son el rando esta información con la del sistema
archicerebelo, el paleocerebelo y el neoce- sensorial propioceptivo, el neocerebelo sabe
rebelo. en cada momento si el movimiento planeado
El archicerebelo recibe información de la coincide con el movimiento realizado y mo
posición de la cabeza y de los giros de ésta difica o corrige la actividad de las vías mo
desde el vestíbulo y los canales semicircula toras de proyección descendente por medio
res que conectan con él por la vía vestibulo- de su principal eferencia, la vía cerebelotala-
cerebelosa. Tras procesar la información mocortical, que se decusa y termina donde
envía eferencias sobre la formación reticular los impulsos motores nacen, es decir, en la
y los núcleos vestibulares del tronco, de los corteza motora.
que parten vías motoras de proyección des Como se ve, ninguna de las eferencias
cendente (tractos reticuloespinal y vestibu- del cerebelo influye directamente sobre la
loespinal). Además, los núcleos vestibulares motoneurona inferior, sino que lo hacen
conectan con la cintilla longitudinal medial. sobre las vías de proyección descendente
A través de estas vías modula sinérgicamen- que la controlan.
te los impulsos motores que llegan a la mo-
toneurona inferior y asegura el equilibrio
corporal y la coordinación de los músculos T R O N C O D E L E N C É F A L O __________
extraoculares. El tronco del encéfalo (Fig. 5) comprende el
El paleocerebelo recibe aferencias que le mesencéfalo (cerebro medio), la protuberan
informan del estado de contracción de los cia o puente (metencéfalo) y el bulbo raquí
músculos y de la posición de las articulacio deo (mielencéfalo). Se extiende desde el ori-
Anatomía funcional del sistema motor 21
Pedúnculo
cerebeloso medio
' Decusación
piramidal
C olfculo
N úcle o
V ía rojo
piram id a l
Tracto
tectoespinal
Tracto
Tracto
lubnwspinal
Oüva XII tectoespinal
bufcar
Decusación
Vía piramidal
Figura 6. Núcleos motores del tronco encefálico. A: Visión basal de! tronco y salida de los pares craneales.
B: Visión lateral y cortes a nivel de mesencéfalo (a), protuberancia (b) y bulbo raquídeo (c).
Anatomía funcional del sistema motor 23
Figura 7. Disposición de los núcleos motores a lo largo del neuroeje. A: compárese la similitud entre la dis
posición de los núcleos motores en la protuberancia de un embrión y la médula espinal. B: columnas motoras
del tronco encefálico.
berancia y en el bulbo (Fig. 6 b, c). Estas fóvea. Los lentos pueden ser conjugados,
fibras conectan con los núcleos motores como los movimientos de persecución
del tronco de forma bilateral (aunque lenta, o no conjugados, como la conver
más o menos predomine el contingente gencia. El campo ocular frontal (área 8,
de fibras cruzadas), salvo en el caso de Fig. 3) envía sus axones por el brazo an
las destinadas a la musculatura facial in terior y la rodilla de la cápsula interna y
ferior, que sólo lo hacen contralateral- dirige los movimientos sacádicos volun
tarios (hacia los objetos que nos intere
mente.
san), y la corteza parietal posterior (área
2) Desde las áreas corticales motoras que 7) envía sus axones por el brazo posterior
controlan la motilidad ocular hasta los de la cápsula interna y dispara los movi
núcleos motores oculares a través de la mientos sacádicos reflejos (hacia objetos
vía corticom esencefálica. Los m ovi que se mueven o hacia una fuente de so
mientos de los ojos son de dos tipos; rá nido). Para ios movimientos horizonta
pidos y lentos. Los primeros son conju les, estas vías conectan con una región de
gados en condiciones normales y su fun la formación reticular contralateral: la
ción es llevar rápidamente la imagen a la formación reticular pontina paramedia-
24 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
na. Sus neuronas conectan con el núcleo falo y sinaptan directa o indirectamente a
del VI par de su mismo lado para la ab través de intemeuronas con la motoneu-
ducción ocular ipsilateral y con el fascí rona inferior. La motoneurona inferior se
culo longitudinal medial que asciende y encuentra en los núcleos motores del
conecta con el núcleo del 111 par contra- tronco del encéfalo o del asta ventral me
lateral para la aducción ocular contraíate- dular y es de dos tipos: motoneuronas
ral. Para los movimientos verticales estas alfa, que inervan las fibras musculares
áreas conectan con un núcleo mesencefá- extrafusales, y motoneuronas gamma,
iico: el núcleo intersticial rostral del que inervan las fibras intrafusales de los
fascículo longitudinal medial, que conec husos musculares. Las intemeuronas mo
ta con los núcleos del III y IV par. En el toras se encuentran en el asta ventral o en
caso de la corteza parietal posterior, la la zona intermedia de la médula y en la
conexión con estos centros se hace a formación reticular en el tronco del encé
través del colículo superior (8). falo; suelen participar en arcos reflejos.
Los movimientos de persecución lenta El control de los músculos craneales, de
son controlados por áreas temporales visua los axiales y de las extremidades tiene
les, que al enviar sus axones por el brazo una organización similar.
posterior de la cápsula interna conectan con 2) Vías que regulan el proceso sensorial
los núcleos pontinos. Éstos conectan con el somático; se originan también en el cór
archicerebelo que controla los núcleos vesti tex y el tronco, pero terminan fundamen
bulares y éstos, a su vez, a los núcleos ocu- talmente en neuronas del asta dorsal de la
lomotores lanzando axones a través del médula y en los núcleos de relevo senso
fascículo longitudinal medial. Este circuito rial del tronco (núcleos de Goll y Bur-
es importante para estabilizar la posición de dach y núcleos aferentes del tronco).
los ojos al mover la cabeza (8). Controlan el flujo de información senso
La formación reticular ocupa el tegmen rial somática que llega al sistema nervio
to de todo el tronco. Recibe aferencias de la so central. Un ejemplo de ello es la regu
médula espinal, de los núcleos de los pares lación de la puerta de entrada del dolor a
craneales, del cerebelo y del cerebro, y envía la médula según el estado anímico.
proyecciones polisinápticas a estos mismos
lugares. Sólo algunas células influyen en el 3) Vías descendentes que regulan el sistema
sistema m otor a través de las conexiones con nervioso autónomo: parten de diversas
los núcleos de los pares craneales y de di estructuras encefálicas, como el córtex
versas vías descendentes que se tratarán des cerebral, el núcleo amigdalino, el hipotá-
lamo y el tronco encefálico. Sinaptan con
pués. Además, tiene la función de estimular
el córtex cerebral para mantener la vigilia y neuronas autónomas preganglionares del
otras funciones autonómicas diversas (10). tronco cerebral y de la médula espinal.
No se tratarán por pertenecer al sistema
vegetativo.
VÍAS D E PR O Y EC C IÓ N Las fibras que controlan los músculos
D ESC E N D E N TE_____________________ distales de las extremidades son casi exclu
sivamente cruzadas y descienden por regio
Funcionalmente son de tres clases (3):
nes más laterales de la médula hacia moto-
1) Vías de control motor somático: parten neuronas o intemeuronas situadas en la re
del córtex cerebral y del tronco del encé gión más lateral del asta anterior Las no cm-
Anatomía funcional del sistema motor 25
zadas y las bilaterales controlan los múscu sula interna muestra un brazo anterior y otro
los proximales de las extremidades y del posterior unidos por la rodilla. El tracto pi
tronco y abdomen, descienden mediales y ramidal ocupa parte del brazo posterior. Las
actúan sobre motoneuronas e intemeuronas fibras corticonucleares se sitúan en la región
situadas en la región más medial del asta an posterior de la rodilla. Las fibras proceden
terior (Fig. 8). tes de la corteza motora primaria y del área
Las principales vías motoras de proyec motora suplementaria (área 6) se sitúan en la
ción descendente se describen a continua rodilla y en el brazo anterior. Todas estas fi
ción. bras son una minoría del total de las que
contiene la cápsula interna. Además existen
Vía o tracto piram idal otros tipos de fibras descendentes y fibras
ascendentes (5).
Como ya se ha mencionado, toma su nom El tracto piramidal atraviesa el pedúncu
bre de las pirámides del bulbo raquídeo, que lo cerebral (Fig. 5 B) y entra en la protube
están formadas por las fibras corticoespina- rancia, dispersándose; en las pirámides se
les. Estrictamente, tracto piramidal equivale aísla de otras fibras y se hace compacto. En
a tracto corticoespinal; sin embargo, en la el nivel más caudal de éstas, la mayor parte
práctica se suele denominar tracto piramidal de las fibras se decusan en un porcentaje va
al tracto corticoespinal y al tracto corticonu riable y entran en la médula por el cordón la
clear juntos. teral como tracto corticoespinal cruzado o
Una gran proporción de fibras del tracto lateral. El resto continúa sin cruzarse hacia
piramidal comienza en neuronas situadas en el cordón anterior de la médula como tracto
áreas anteriores al surco central (algo menos corticoespinal directo o anterior, aunque
de la mitad): áreas 4 (corteza motora prima unas pocas siguen hacia el lateral. Algunas
ria) y 6 (área motora suplementaria y área fibras, antes de conectar con la segunda mo-
premotora). El resto proviene de áreas pos toneurona, se dividen y la inervan bilateral
teriores al surco central: área somatosenso mente.
rial primaria (SI y Sil, áreas 3a, 3b, 2 y 1) y Las fibras varían de grosor. Las más
córtex parietal posterior (áreas 5 y 7). La gruesas son las de conducción rápida y sue
mayor parte de las fibras que proceden de SI len provenir del área 4. Las de la región me
provienen del área de Brodmann 3, concre dial van hacia la intumescencia lumbosacra
tamente de la denominada 3a (adyacente al y las de las regiones laterales hacia la intu
área 4), que es la que recibe información mescencia cervicotorácica medular; a lo
sensorial de los receptores de posición pe largo de la médula mantienen la somatotopía
riféricos (propiocepción). Las fibras del (Fig. 8) hasta que conectan con la segunda
tracto piramidal que provienen de SI y del motoneurona (3).
área 5 probablemente tengan que ver más Las fibras que provienen de las áreas 3, 2
con el control de la transmisión de las seña y 1 acaban predominantemente en las astas
les sensoriales somáticas que con la inicia posteriores (láminas I-VI de Rexed, Fig. 8),
ción de los movimientos (3). mientras que las que lo hacen del área 4 aca
Las fibras del tracto piramidal se reúnen ban en las anteriores (láminas VII-IX). Las
progresivamente, pasando a formar parte de procedentes del área 3a, el área que recibe la
la corona radiada primero y de la cápsula in sensibilidad propioceptiva, acaban en los
terna después (Fig. 5 A). A este nivel se en núcleos del asta posterior a los que llega la
cuentran reunidas en un fascículo compacto. primera neurona propioceptiva; las del área
En cortes horizontales del encéfalo, la cáp 3b, área que recibe la sensibilidad de los me-
26 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
Los núcleos vestibulares reciben pocas tor y contienen las motoneuronas inferiores,
aferencias del córtex cerebral, por lo que su cuyos axones forman las raíces anteriores o
función es bastante automática. motoras; los del asta posterior son de carác
ter somatosensorial y reciben la información
periférica a través de las raíces posteriores o
Tractos m onoam inérgicos descendentes
sensoriales, formadas por las prolongacio
Son tractos que descienden a la médula nes centrípetas de la primera neurona senso
desde el locus coeruleus y el núcleo del rafe. rial que se halla en el ganglio raquídeo, fuera
Usan como neurotransmisores las monoami- del neuroeje (Fig. 9). Los núcleos de la zona
nas serotonina y noradrenalina, respectiva intermedia son de carácter visceral (12).
mente, que actúan bajando el umbral de ex La organización funcional de la médula
citabilidad de las neuronas. Se distribuyen guarda muchas semejanzas con la del tronco
de forma difusa en la médula y difícilmente cerebral (Fig. 7 B). La sustancia gris medu
pueden transmitir órdenes motoras. Es más lar se encuentra formada por agrupaciones
probable que transmitan influencias facilita celulares funcionales denominadas láminas,
doras difusas a la motoneurona inferior, de descritas inicialmente por Rexed en el gato
manera que cuando reciben un impulso es (Fig. 8), y equivale a las columnas de los nú
pecífico, como el piramidal, reaccione más cleos del tronco. Los núcleos del asta ante
vigorosamente. Estas vías también conectan rior se corresponden con las columnas mo
con las astas dorsales y regulan la entrada de toras somáticas, los del asta intermedia con
aferencias al neuroeje. las columnas vegetativas y los del asta pos
terior con las columnas aferentes somáticas.
Tanto en la médula como en el tronco
O R G A N IZA C IÓ N FU NC IO NA L
existen vías ascendentes y descendentes que
DE LA M É D U L A ESPINAL__________
en la médula forman la sustancia blanca.
La médula espinal tiene el aspecto de un En el tronco las columnas están inmersas
tallo cilindrico con dos engrosamientos en en la formación reticular. En la médula los
sus extremos llamados intumescencias cer núcleos están rodeados por los haces de aso
vical y lumbar. En un corte transversal se ciación medular, formados por axones as
observa la sustancia blanca y la sustancia cendentes o descendentes de dos tipos de
gris (Fig. 9). La sustancia blanca es periféri neuronas: la primera neurona sensorial y las
ca y está formada por tractos o vías (Fig. 8) intemeuronas (12).
ascendentes o descendentes. La sustancia Al ingresar en una metámera medular, la
gris está rodeada por los haces de asociación primera neurona sensorial se divide y,
o fascículos propios medulares. La médula además de conectar con los núcleos corres
está dividida en cordones por las raíces me pondientes del asta posterior de esa metáme
dulares (12, 13). ra o pasar a formar parte de una vía ascen
La sustancia gris, formada por columnas dente hasta centros más superiores, su axón
de núcleos neuronales, está atravesada en su conecta con núcleos aferentes de otras metá-
punto medio por el epéndimo. Su región an meras. Los reflejos polisegmentarios usan
terior se denomina asta anterior o motora y estas vías.
la posterior asta posterior. Ambas se unen Las vías descendentes deben conectar
por la zona intermedia, que en la región torá con la motoneurona inferior de la lámina IX
cica presenta una pequeña excrecencia pos de Rexed. Lo hacen directamente a través de
terior denominada asta lateral. Los núcleos una conexión monosináptica o, con mayor
del asta anterior son de carácter somatomo frecuencia, indirectamente a través de cone-
28 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
xiones disinápticas o polisinápticas median (Fig. 11). Cuando un axón motor abandona
te neuronas intercalares o intemeuronas (3). una motoneurona, emite colaterales que si-
Estas intemeuronas, además de conectar las naptan con las células de Renshaw. Éstas
vías descendentes con la motoneurona infe transmiten una señal inhibidora a través de
rior, relacionan los diferentes segmentos de un axón corto ramificado a la motoneurona
la médula espinal (Fig. 10). Discurren por y a las vecinas, de modo que se establece un
los facícuios intrínsecos de la médula y son umbral regulable de despolarización para la
de dos tipos: primera y se tiende a inhibir a las de su alre
dedor (inhibición recurrente). Además, la
1) La neurona segmentaria o intrasegmen-
célula de Ranshaw también se ve influida
taria tiene un axón corto que se ramifica
por centros superiores a través de vías des
en un único segmento de la médula para
cendentes que modulan su actividad, hacién
sinaptar con las motoneuronas. Se en
dola más o menos sensible al estímulo reci
cuentra fundamentalmente en la zona in
bido de la motoneurona. Este sistema permi
termedia y en el asta ventral, aunque
te la focalización de la señal transmitida e
también existe en el asta posterior. No
impide que disminuya su intensidad al evitar
sólo recibe aferencias de las vías descen
que difunda por otras intemeuronas a moto-
dentes, sino de diferentes tipos de recep
neuronas vecinas.
tores somatosensoriales periféricos para
el control reflejo de los movimientos.
Por ejemplo, las intemeuronas que reci M O TO N EU R O N A IN FER IO R
ben impulsos nociceptivos median el re
flejo de retirada ante el dolor. Se localiza en los núcleos motores del tron
2) La neurona propioespinal o intersegmen co y en la lámina IX de Rexed del asta ante
taria es la base de los reflejos interseg rior. En la médula, el soma de la motoneuro
mentarios. Tiene un axón que se proyec na inferior se agrupa en diversas columnas
ta hacia múltiples segmentos espinales y logitudinales con distribución somatotópica
que puede ser largo o corto. En el primer dentro de la lámina IX, de modo que las mo
caso, la neurona propioespinal participa toneuronas tienen una localización más me
en el mantenimiento de la postura coor dial, si controlan los músculos axiales y más
dinando músculos axiales con los de las proximales de las extremidades, y una loca
cinturas. Además podría participar en la lización más lateral cuanto más distal sea un
músculo en las extremidades (Fig. 8). Las
coordinación de los movimientos de las
intumescencias existen por el mayor número
extremidades superiores con los de las
de columnas a este nivel para cada grupo
inferiores durante la marcha. La neurona
muscular de las extremidades. Cada colum
propioespinal corta conecta segmentos
na se extiende por varias metámeras, por lo
vecinos, por ejemplo dentro de la intu
que cada músculo está inervado por axones
mescencia cervical. En este caso sería
provenientes de más de una raíz. La destruc
importante para regular las acciones co
ción de una raíz no suele producir parálisis,
ordinadas de los grupos musculares de
sino paresia en mayor o menor grado.
una extremidad.
Las dendritas de las motoneuronas for
Existe un tipo especial de intemeuronas man un amplio árbol, de modo que la ma
íntimamente ligadas a la motoneurona infe yoría de las sinapsis que reciben las moto-
rior. El sistema inhibidor de la célula de neuronas son de tipo axodendrítico. Este
Renshaw (2) se localiza en el asta anterior árbol dendrítico sale de los límites del área
Anatomía funciona! del sistema motor 29
motoneuronas también varían según el tipo dula, hasta las más superiores, como IS cor
de esfuerzo para el que están preparadas (2). teza cerebral (2).
Las destinadas a producir grandes esfuerzos Los componentes del arco reflejo son el
tienen mayor tamaño y gruesos axones (fá receptor, la vía aferente, el centro integra-
sicas), para transmitir rápidamente el impul dor, la vía eferente y el órgano efector. Pue
so nervioso, justo al contrario que las de pe den ser simples (monosinápticos) o poli-
queños esfuerzos (tónicas). sinápticos (Figs. 10 y 12). La latencia es el
Las motoneuronas tónicas tienen un um tiempo entre la estimulación del receptor y
bral de excitación más bajo que las fásicas, la obtención del estímulo. El centro integra-
de modo que siempre son las primeras en dor puede modular el reflejo; por ello, a
excitarse al inicio del movimiento, sea éste mayor complejidad (polisinápticos), mayor
del tipo que sea (ley del reclutamiento según latencia.
el tamaño) (14). De este modo, cuando se Los reflejos polisinápticos posibilitan
requiere un movimiento gradual y preciso, o que de un estímulo se obtengan varios tipos
de tipo sostenido, se activan motoneuronas de respuesta, y esto es más cierto cuanto
tónicas, que participan en unidades motoras más complejo es el centro integrador que
pequeñas y que sinaptan con fibras de tipo L media el reflejo. Hay reflejos polisinápticos
Si se requiere más fuerza se puede aumentar que, empleando intemeuronas inhibidoras,
suavemente reclutando otras motoneuronas consiguen que el músculo antagonista se re
sim ilares. Cuando se requiere producir laje cuando se contrae el agonista (inhibi
mucha fuerza intervienen las fásicas, con ción recíproca, Fig. 12).
grandes unidades motoras y fibras de tipo IL Uno de los reflejos más estudiados e im
Si desde el principio se necesita un movi portantes para el control motor son los refle-
miento potente, también se activan primero
las motoneuronas pequeñas, pero rápida
mente se reclutan las de mayor tamaño.
Como se comprenderá, todo este juego
de reclutar en mayor o menor número a unos
u otros tipos de unidades motoras está in
fluenciado por la respuesta elaborada que
llega desde centros superiores por la prime
ra motoneurona a la segunda, pero también
está modulado por intemeuronas y por afe-
rencias periféricas para adecuar el movi
miento no sólo a lo planificado, sino tam
bién al logro conseguido a medida que se va
ejecutando en un determinado entorno. Para
ello, también desempeñan un papel funda-
mentel los reflejos.
REFLEJOS
Se consideran una respuesta constante, es
tereotipada y automática a un estímulo. Son
innatos y no se aprenden. Pueden implicar ronas. Se presentan intemeuronas intra e interseg
desde estructuras inferiores, como la mé mentarias.
32 J.J. Muñoz-Torrero y E. Diez Tejedor
hace el músculo o cuando se contraen las fibras intrafusales excitadas por las motoneuronas gamma. Las fi
bras la y II recogen los impulsos generados en el huso e informan del grado de estiramiento del músculo y de
sus cambios de longitud. Actuando sobre la motoneurona alfa se regula la longitud muscular. Ante la brusca
tracción de un músculo se produce su contracción refleja. La motoneurona gamma está controlada por vías
descendentes y periféricas, lo que permite una modulación del reflejo. Reflejo miotático osteotendinoso: el ór
gano tendinoso de Golgi recoge el grado de tensión muscular. Envía una señal por fibras tipo Ib que conectan
con una intemeurona inhibidora, que a su vez conecta con la motoneurona alfa del mismo músculo o de mús
culos agonistas. Así se protege el músculo de una tensión excesiva.
Ya se comentó el papel trófico del estímu ford University Press, New York 1997; 339-
lo nervioso sobre la fibra muscular. Por eso, 369.
en procesos que destruyen la segunda moto- 5. Duus, P. Motor system. En: Duus, P. (Ed.). To
pical diagnosis in neurology, 2"^ ed. Thieme,
neurona, toda la unidad motora correspon
New York 1989; 29-69.
diente se ve afectada y se produce la llamada 6. Martin, J.H. Los ganglios banales. En: Martin
amiotrofia (atrofia neurógena), en la cual la J.H. (Ed.). Neuroanatomía, 2" ed. Prentice Hall,
atrofia muscular afecta a las unidades moto Madrid 1998; 323-350.
ras individualmente. Si el proceso continúa, 7. Duus, P. Cerebellum. En: Duus, P. (Ed.). Topical
hay intentos de reinervación de las fibras diagnosis in neurology, 2"'* ed. Thieme, New
York 1989; 160-175.
musculares denervadas por parte de los axo-
8. Martin, J.H. Las funciones motoras somática y
nes supervivientes, y los nuevos axones rege
visceral de los nervios craneales. En: Martin,
nerados pueden tener una excitabilidad y con J.H. (Ed.). Neuroanatomía, 2" ed. Prentice Hall,
ducción inestables, dando lugar a fenómenos Madrid 1998; 383-416.
como las fasciculaciones. La destrucción de 9. Martin, J.H. Organización general de los núcle
la motoneurona inferior implica la desapari os de los nervios craneales y del sistema trigé
ción del brazo eferente del arco reflejo y se mino. En: Martin, J.H. (Ed.). Neuroanatomía, 2*
ed. Prentice Hall, Madrid 1998; 353-382.
produce hipo o arreflexia e hipotonía. Tam
10. Duus, P. Brainstem and craneal nerves. En:
bién se producen estos fenómenos si se des Duus, P. (Ed.). Topical diagnosis in neurology,
truye la motoneurona gamma. Si la pérdida 2"“ ed. Thieme, New York 1989; 70-159.
de motoneuronas es intensa y prolongada se 11. Orts Llorca, F. Vías nerviosas. En: Orts Llorca,
origina una atrofia muscular por desuso, con F. (Ed.). Anatomía humana, 6* ed. Científico-
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P. (Ed.). The central nervous system, 2"^ ed. Ox 255.
BIOLOGIA CELULAR
DE LA MOTONEURONA
M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
R ESUM EN
El significado de las señales transportadas por una neurona depende del papel que
desempeña cada una de ellas en el funcionamiento del sistema nervioso como un todo.
En una motoneurona las señales representan órdenes para la contracción de un músculo
determinado, utilizando mecanismos de señalización activos. Todas sus características
celulares están encaminadas a la correcta realización de dicha función. Las motoneuro-
nas deben combinar la información recibida de un conjunto complejo de numerosas
sinapsis y reaccionar, bien originando y conduciendo señales a lo largo de su axón, o bien
permaneciendo en reposo. La motoneurona puede ser considerada como una célula
secretora que libera el neurotransmisor a gran distancia del soma celular, lugar donde se
sintetizan las macromoléculas. Las proteínas estructurales y de secreción se transportan
a lo largo del axón y las dendritas mediante mecanismos de transporte rápido, gracias a
pequeñas vesículas que se desplazan entre los microtúbulos. En todos sus terminales axó-
nicos la motoneurona secreta el mismo neurotransmisor, pero produce tipos diferentes de
proteínas receptoras y las concentra en regiones postsinápticas de su superficie. En cada
una de estas regiones, el estímulo de la célula presináptica provoca la abertura o el cie
rre de un grupo específico de canales, produciendo una variación característica de volta
je que provoca una despolarización.
tliiales. No se debe olvidar que la mayor Éste se extiende hasta las dendritas y*el axón
parte de las proteínas mitocondriales están formando las cisternas hipolémicas que se
codificadas por el DNA nuclear. El genoma encuentran directamente debajo de la mem
initocondrial humano contiene aproximada brana plasmática y se continúan con el retí
mente 16.500 nucleótidos y codifica dos culo endoplásmico rugoso. Estas cisternas
moléculas de RNA ribosómico, 22 molécu secuestran Ca’^ y contienen proteínas, por lo
las de RNA de transferencia y 13 cadenas que se ha propuesto que podrían funcionar
polipeptídicas diferentes. como conductores para la distribución de
A la célula en general y en el caso con proteínas por toda la célula.
creto a la motoneurona, le es muy difícil Las proteínas sufren cambios una vez
mantener un sistema genético diferente. sintetizadas o incluso durante su formación;
Durante un tiempo se justificó que las pro tales cambios son muy variables y dependen
teínas que se sintetizaban en el interior de del tipo de proteína que se esté consideran
este orgánulo, al igual que ocurría en los clo- do. Las proteínas citosólicas y sintetizadas
roplastos de células vegetales, eran demasia por polisomas experimentan pocas modifi
do hidrofóbicas para poder llegar desde el caciones, como por ejemplo la fosforilación
citosol hasta su lugar en la membrana mito- de los residuos de serina, treonina o tirosina.
condrial, pero estudios más recientes han Otra variación importante es la adición de
confirmado que subunidades más hidrofóbi ubiquinina a la molécula de Usina, lo que
cas que las sintetizadas en el interior de las representa una forma de marcar las proteínas
mitocondrias tienen origen en el citosol. para ser degradadas por proteasas. Este
Además, si bien los complejos enzimáticos mecanismo supone para la célula un recam
mitocondriales están altamente conservados bio proteico.
a lo largo de la evolución, no está conserva Durante la síntesis y la secreción de pro
do su lugar de síntesis. La diversidad en la teínas de membrana son fuertemente modifi
localización de los genes que codifican pro cadas. Se establecen enlaces disulfuro y se
añaden oligosacáridos durante el procesado
teínas funcionalmente equivalentes en dis
en el retículo endoplásmico rugoso y el apa
tintos organismos hace difícil explicar la
rato de Golgi. Las proteínas de secreción se
ventaja evolutiva de los sistemas genéticos
sintetizan como un precursor de cadena
de dichos orgánulos semiautónomos. Quizá,
larga que va sufriendo cortes secuenciales
siguiendo la hipótesis endosim biótica,
específicos durante su paso por ambos orgá
podríamos postular que el proceso de trans
nulos. Estas modificaciones bioquímicas
ferencia genética de los endosimbiontes al
provocan que las proteínas en las neuronas
núcleo no llegó a completarse del todo, que
se secreten y compartimentalicen de forma
dando un remanente en ellos.
precisa y ordenada. Estos componentes
abandonan el aparato de Golgi en una gran
Proteínas de m em brana y de secreción variedad de vesículas, siendo especialmente
Son sintetizadas en el retículo endoplásmico importantes las vesículas sinápticas y sus
rugoso. En las motoneuronas son muy abun precursores (1,2).
dante, con numerosas cisternas en distribu
ción paralela no constante y se sugiere que
TR A N SPO R TE A X Ó N ICO ___________
las diferencias pueden relacionarse con las
condiciones fisiológicas y patológicas cam Las membranas y las proteínas de secreción
biantes. Asimismo, por todo el cuerpo neu son transportadas activamente. Las moto-
ronal se observa retículo endoplásmico liso. neuronas son células muy polares, pues los
42 M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
somas y los terminales nerviosos están situa Los sistemas de transporte también pue
dos a gran distancia; así, por ejemplo, en una den diferenciarse según la velocidad del
motoneurona espinal que inerva los múscu tran.sporte de los materiales:
los del pie, la distancia al soma es de alrede
1) Transporte lento: lleva el material del
dor de un metro. Por ello se requiere un
transporte especial de proteínas, tanto de las cuerpo celular hasta el botón terminal a
estructurales, que renuevan las membranas, una velocidad entre 0,2 y 4 mm/día. Sólo
como de los productos de secreción. Debido aparece en sistemas anterógrados.
a que la actividad sintética de la neurona se 2) Transporte rápido; lleva material en
concentra en el pericarion, se requiere un ambas direcciones (es un sistema anterógra
transporte axónico para llevar el material do y retrógrado) a una velocidad de 20-
recién sintetizado a todo el axón. Este trans 400 mm/día.
porte también actúa como una forma de
Los elementos estructurales tales como
comunicación intercelular, llevando molécu
moléculas de tubulina, actina y las proteínas
las e información desde el terminal axónico
que forman los neurofilamentos son trans
hasta el pericarion (Fig. 2).
portadas desde el soma mediante transporte
Según la dirección, se puede clasificar el
transporte en: lento. Lo mismo ocurre con las proteínas de
matriz citoplásmica, calmodulina y las enzi
1) Anterógrado: lleva material desde el soma mas del metabolismo intermediario que se
hacia la periferia.
sintetizan en los ribosomas libres.
2) Retrógrado: lleva material desde la ter Los orgánulos limitados por membrana,
minal axónica y las dendritas hacia el so como el retículo endoplásmico, las vesículas
ma.
sinápticas, las mitocondrias y materiales de
bajo peso molecular, como azúcares, amino
ácidos, nucleótidos, algunos neurotransmi-
sores y Ca^+, son transportados hacia la ter
minal axónica mediante transporte anteró
grado rápido. Estos mismos materiales,
junto a las proteínas y moléculas captadas
por endocitosis en los terminales axónicos,
utilizan un transporte retrógrado rápido para
llegar al pericarion.
El transporte axónico rápido ha sido estu
diado mediante observación directa y con
tinúa utilizando videoam pliaciones de
microscopía óptica; se ha observado que las
partículas grandes se mueven de manera sal
tatoria en ambas direcciones, hacia y desde
Figura 2. Transporte axónico. En e.ste caso la dineí-
el soma neuronal. Se incorporaron aminoá
na lleva unida una vesícula sináptica que está tras
cidos con isótopos radiactivos y al medir la
ladando hacia el final del axón, donde vertirá su
contenido en una sinapsis. Una de las hipótesis so distribución de proteínas marcadas a tiem
bre el movimiento de la dineína es que salta con uno pos diferentes tras la incorporación, el expe
de los extremos de su molécula para volver a con rimento proporcionó información sobre la
tactar con el microtúbulo que la guía, con el consi distribución del transporte. Utilizando estas
guiente gasto de energía. técnicas se demostró que el transporte rápi-
Biología celular de la motoneurona 43
lid depende críticamente de la producción de res. También ,se encargan del manteríTmiento
,\TP con fines energéticos. de la forma neuronal. Ninguna célula tiene
El transporte anterógrado rápido depende una forma fija; el cambio en las motoneuro-
lie los componentes del citoesqueleto. Los nas es particularmente importante y se debe
niicrotúbulos constituyen un camino estable a que la naturaleza dinámica del citoesque
por el que se mueven los orgánulos de forma leto neuronal provoca que las fibras estén
saltatoria. Esto se ha demostrado utilizando alargándose o acortándose constantemente.
sustancias como colchicina y vimentina, que Como se verá más adelante, los microfila-
alteran los microtúbulos y que también mentos y microtúbulos están en flujo conti
interfieren en el transporte rápido. La molécu nuo en la motoneurona y forman, junto con
la responsable del movimiento anterógrado los neurofilamentos, los tres componentes de
rápido es una ATPasa asociada a microtúbu su citoesqueleto (Fig. 3).
los, la cinesina, que puede observarse
mediante microscopia electrónica constitu M icrotúbulos
yendo puentes cruzados entre microtúbulos Son fibras largas formadas por 13
y orgánulos en movimiento. En el transpor protofilam entos que constituyen un haz
te retrógrado rápido, como en el anteró tubular, con un diámetro de 25 a 28 nm. Los
grado, las partículas se mueven a lo largo de protofilamentos se disponen como pares ali
los microtúbulos pero la molécula implicada neados de subunidades de a y p tubulina. La
directamente es un isómero de la dineína; se unidad estructural de los microtúbulos es la
trata también de una proteína ATPasa aso molécula de tubulina, un heterodímero com
ciada a microtúbulos. puesto de dos subunidades a y |3 de peso
El transporte retrógrado sirve como siste molecular aproximado de 50 KDa. Cada
ma necesario de limpieza, pero hay eviden
cias de que informa al soma de lo que suce
de en las prolongaciones axónicas distantes.
Durante el desarrollo se ha estudiado cómo M IC R O TÚ S U L O N E U R O F ILA M E N T O M IC R O FILA M E N TO
8 7-
el factor de crecimiento nervioso, liberado en 9 M o n ó m e ro
Protofibrilla
C ITO ESQ UELETO
DE LA M O TO N EU R O N A
Las proteínas que constituyen el citoesque
leto participan en el movimiento de los orgá
nulos desde una región de la célula a otra y Figura 3. El citoesqueleto de la neurona se compo
sirven para fijar determinados constituyentes a ne principalmente de tres elementos: microtúbulos.
las membranas, como por ejemplo recepto neurofilamentos y microfilamentos.
44 M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
monómero es capaz de unir dos moléculas de veces más neurofílamentos que microtúbulos
GTP o una de GTP y otra de GDP. Puede en las células nerviosas maduras.
actuar como una GTPasa hidrolizando sólo En procesos neurodegenerativos las pro
uno de los GTP. teínas que constituyen los neurofílamentos se
Los microtúbulos tienen una polaridad modifican, dando lugar a unas estructuras
estructural inherente porque sus subunida- caracten'sticas que se denominan ovillos neu-
des de tubuiina están dispuestas en el polí rofibrilares.
mero con una orientación determinada. Por
ello los dos extremos son diferentes, uno de M icrofílam entos
crecimiento rápido, que se define como
Son los más finos y tienen un diámetro de 3 a
“extremo más” y otro definido como “extre
5 nm. Están formados por una apretada héli
mo menos”. Puede observarse que el prime
ce de monómeros de actina, denominada acti-
ro se alarga al menos a una velocidad tres
na globular o actina G; cada uno puede unir
veces superior al segundo.
se a una molécula de ATP o de ADR Al igual
En los microtúbulos se produce un inter
que los microtúbulos, un filamento de actina
cambio rotatorio de monómero en los extre
es una estructura polar, con un “extremo
mos, como se verá en los microfilamentos,
menos” relativamente inerte y de crecimiento
pero parece que predomina un fenómeno
lento y otro “extremo más” de crecimiento
denominado “inestabilidad dinámica”, con
rápido. La velocidad de polimerización es
sistente en un crecimiento lento o un acorta
distinta en los dos extremos del microfila-
miento rápido de los microtúbulos. Esta
mento y esta diferencia es mucho mayor que
inestabilidad es consecuencia de la hidrólisis
en los microtúbulos. La situación de la actina
retrasada de GTP después del ensamblado
en las células se controla a través de varias
de las subunidades de tubuiina.
proteínas que pueden unirse a ella y bloque
En el axón, los monómeros de tubuiina
ar la polimerización al cubrir el extremo en
que constituyen el polímero están dispuestos
crecimiento, dividiendo el microfilamento o
longitudinalmente, orientados siempre en la
controlando los monómeros de actina dispo
misma dirección. Esta disposición sirve para
nibles. Otras proteínas de unión, asociadas a
especificar la dirección del transporte axóni-
m icrofilamentos, pueden entrecruzar los
co rápido, el anterógrado y el retrógrado.
filamentos o agruparlos en haces. Gran par
Aunque los microtúbulos de las motoneuro-
te de la actina neuronal está asociada a la
nas son largos, no se extienden a lo largo de
membrana plasmática.
todo el axón o de la dendrita y no se continúan
En el axón, los microfilamentos están
con el soma neuronal.
orientados longitudinalmente y se unen a la
membrana a través de proteínas asociadas a
N eurofílam entos la actina, las cuales se consideran periféricas
Son proteínas fibrilares de 10 nm de diámetro, de la membrana. También interaccionan con
muy abundantes en el axón y que se extienden proteínas de la matriz extracelular, por
a lo largo de él, formando su componente cito- medio de proteínas transmembrana denomi
esquelético primario. Están polimerizados y nadas integrinas (1,2).
orientados, mostrando un extraordinario en-
trecruzamiento de los haces a través de puen
CA NALES IÓ N IC O S_________________
tes de proteína, una configuración que propor
ciona una gran resistencia a la tensión en este Las neuronas reciben en sus dendritas y en su
largo apéndice celular. Hay de tres a diez soma celular muchas señales sinápticas exci
Biología celular de la motoneurona 45
tadoras e inhibidoras diferentes que se com pues ocurre a favor del gradiente electroquí
binan, mediante la suma espacial y temporal, mico. La mayor parte de los canales selec
produciendo un potencial postsináptico prin cionan los iones que pueden cruzar la mem
cipal en el soma celular. Para su transmisión brana a través de ellos. Discriminan iones
a larga distancia, la magnitud del potencial según su carga y dentro de ellos son selecti
postsináptico se traduce en frecuencias de vos, permitiendo el paso de un solo ion
descarga de potenciales de acción, mediante fisiológico.
un sistema de canales iónicos presentes en la La propiedad cinética de permeabilidad
membrana del cono axónico. iónica es la conductancia del canal, que se
La comunicación neuronal depende de determina midiendo el flujo iónico que atra
cambios rápidos en el potencial eléctrico a viesa el canal abierto en respuesta a una
través de la membrana plasmática. Las neu fuerza electroquímica impulsora. Esta fuer
ronas y otras células se encuentran polariza za se debe a dos factores, la diferencia de
das desde el punto de vista eléctrico con un potencial eléctrico a través de la membrana
potencial en reposo de -7 0 mV, debido a las y el gradiente de concentración iónica que se
diferencias de concentraciones de iones den establece a ambos lados de la membrana
tro y fuera de la célula. El es más eleva producido por las bombas iónicas de Na*-
do dentro que fuera, mientras que el Na* y el K-^, de Ca-+ y de Cl", entre otras.
C1 son más elevados en su interior. Durante En todos los canales iónicos cada proteí
el potencial de acción, el potencial de mem na tiene dos o más estados conformacionales
brana cambia súbitamente. Estos cambios estables de modo que cada canal tiene al
rápidos son posibles gracias a los canales menos un estado de apertura y uno o dos de
iónicos, proteínas integrales de membrana cierre. Los mecanismos moleculares impli
que se encuentran en todas las células del cados en la activación de los canales son
organismo. En las neuronas y fibras muscu poco conocidos, a excepción de que dicha
lares se encuentran canales que conducen activación se produce en respuesta a varios
iones a velocidades muy elevadas: hasta estímulos e implica un cambio temporal en
100.000 iones por segundo pueden atravesar su estructura. Hay canales pasivos que están
un solo canal, proporcionando un flujo sig abiertos habitualmente y contribuyen signifi
nificativo de corriente iónica que causa los cativamente al potencial de reposo.
cambios rápidos en el potencial de membra Los canales se regulan de tres formas;
na. La suma de todos ellos genera un poten
cial de acción. 1) Por voltaje: canales activados por un
Los lípidos de la membrana son hidrófo cambio de diferencia de potencial.
bos, mientras que los iones situados en el 2) Por transmisores químicos: canales acti
interior y en el exterior celular son hidrófilos vados por ligandos (molécula transmiso
y atraen con fuerza a las moléculas de agua. ra que se une al receptor), llamados neu-
La atracción entre los iones y el agua se pro rotransmisores.
duce porque las moléculas de agua son dipo-
3) Por presión o estiramiento: canales activa
lares; por este motivo los iones se rodean de
dos mecánicamente.
agua atraída electrostáticamente. Debido a
ello, los iones atraviesan la membrana
C anales activ ad o s p o r vo ltaje
mediante las proteínas integrales que consti
tuyen canales iónicos. El estado del canal es marcadamente depen
El tlujo de iones a través de los canales diente del potencial de membrana. La
es pasivo y no requiere gasto de energía. energía para la activación del canal proviene
46 M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
otras moléculas hidrosolubles entre los res mucho la concentración de Ca-'^ o baja
pectivos citoplasmas, acoplando las células demasiado el pH intracitoplásmico y, por el
tanto eléctrica como metabólicamente. contrario, estará en conformación abierta
Estudios electrofisiológicos demuestran cuando la concentración de Ca^^ sea baja o
que aplicando un gradiente de voltaje a haya un pH elevado en el interior de la célu
través de las regiones de unión e insertando la. Una pequeña rotación de cada subunidad
electrodos de registro en cada una de las supone el cierre del canal.
células se observa un flujo eléctrico, lo que Cuando se despolariza una célula por un
indicaría que los iones circulan libremente. potencial de acción, las neuronas que estén
Experimentos posteriores demostraron que acopladas eléctricamente por uniones tipo
también pasaban moléculas fluorescentes de gap van a sufrir también despolarizaciones.
hasta 1000 Da. Estos resultados indican un Si esta despolarización excede el potencial
diámetro de poro de 1,5 nm. Después las umbral, los canales de la célula postsinápti-
células acopladas com parten moléculas ca activados por voltaje se abren y generan
pequeñas como iones (que causan la despo un potencial de acción. La transmisión eléc
larización de membrana), azúcares de bajo trica produce una activación rápida y sincro
peso molecular, aminoácidos, nucleótidos y nizada de las células interconectadas, pro
vitaminas, pero no macromoléculas como porcionando una transmisión instantánea y
proteínas, ácidos nucleicos y polisacáridos. bidireccional de la señal (1, 2, 6) (Fig. 4).
Las uniones tipo gap están compuestas
por seis proteínas transmembrana formadas Sinapsis quím icas
por estructuras llamadas conexones. Cuando
los conexones de dos células adyacentes Un cambio en el potencial eléctrico en la célu
están alineados forman un canal acuoso con la postsináptica desencadena la liberación de
tinuo que conecta ambos citoplasmas. Los una pequeña molécula, señal conocida como
conexones entran en contacto de tal manera neurotransmisor, que se almacena en vesícu
que las membranas plasmáticas implicadas las sinápticas rodeadas de membrana y se
se encuentran separadas por una “hendidura” libera por exocitosis. El neurotransmisor
(gap). Cada unión de tipo gap puede contar difunde rápidamente a través de la hendidu
con un grupo de más de varios cientos de ra sináptica y provoca un cambio eléctrico
conexones. Un conexón está compuesto por de membrana en la célula postsináptica
un anillo de seis subunidades proteicas idén mediante un canal iónico regulado por trans
ticas denominadas conexina, cada una de las misor.
cuales tiene 4 a-hélices que atraviesan la Se cree que los neurotransmisores se for
membrana. Las seis conexinas forman un man en el pericarion y se almacenan en las
canal mayor y más permeable que el de las vesículas sinápticas. Sin embargo, en
cinco subunidades de las barreras de neuro- muchas ocasiones parece que el pericarion
transmisores de canales iónicos o que el de produce tan sólo las enzimas necesarias para
cuatro subunidades de los canales iónicos la síntesis que sería catalizada por dichas
regulados por voltaje. Estos canales son es enzimas en los botones terminales (Fig. 5).
tructuras dinámicas que, al igual que los Una vez que el neurotransmisor ha sido
canales iónicos convencionales, son regula secretado, se elimina rápidamente, bien por
bles; pueden sufrir un cambio conformacio- enzimas de degradación específicas de la
nal reversible que cierre el canal en respues hendidura sináptica, bien por recaptación
ta a cambios en la célula. De este modo, (tanto por la terminal nerviosa que los ha
tendrá conformación cerrada si aumenta liberado como por astrocitos que recubren la
50 M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
U n ió n tipo
C é lu la - 1
nicos que generan un flujo de Na^ que des para desencadenar un potencial de acción
polariza la membrana postsináptica hacia el cuanto más cerca estén del segmento ini
potencial umbral que dispara un potencial de cial del axón.
acción. Los neurotransmisores inhibidores, - Sinapsis axodendríticas: se dan en dos
con el ácido Y-aminobutírico (GABA) y la zonas, las espinas o en el tallo de las den
glicina, por el contrario, abren canales de dritas. Suelen ser excitatorias. La espina
Cl^, lo cual suprime el disparo y polariza la es una zona de aferencias muy especiali
membrana postsináptica. La concentración zada. Consta de un cuello muy delgado y
de Cl" es mucho mayor fuera que dentro de una cabeza más bulbosa. Cada una de las
la célula. Por ello, la abertura de estos cana espinas tiene como mínimo una sinapsis.
les tenderá a hiperpolarizar la m embrana - Sinapsis axoaxónicas: frecuentemente
al entrar más Cl” cargado negativamente al moduladoras. Afectan la actividad de la
interior de la célula. En este caso, la abertu
postsinapsis neuronal mediante el con
ra de los canales de Cl" hace más difícil des trol de la cantidad de neurotransmisores
polarizar la membrana y, por lo tanto, exci que se liberan desde sus terminales a la
tar la célula.
célula postsináptica próxima.
Los botones sinápticos aparecen rodea
Según su ultraestructura distinguimos:
dos de prolongaciones astrocitarias que aís
lan la sinapsis del resto de zonas adyacentes. - Tipo I: la hendidura sináptica es más
Estos botones no contienen neurofilamentos ancha y la membrana subsináptica es
ni neurotúbulos, pero presentan mitocon- más ancha y más densa; se extiende por
drias y gran abundancia de vesículas sináp- toda el área de contacto.
ticas, generalmente pequeñas y claras, que - Tipo II: es más estrecha y las zonas se
se agrupan contra la membrana presináptica. limitan sólo a algunos puntos. La densi
Con microscopía electrónica las membranas dad subsináptica está menos desarrollada
pre y postsinápticas presentan condensacio y a la asimetría no aparece claramente.
nes densas a los electrones. La densidad pre Y según su función se pueden clasificar en:
sináptica puede visualizarse con una tinción - Excitadoras: la mayor parte localizada en
especial, pudiendo apreciarse su estructura las dendritas.
trabeculada que le da aspecto de rejilla, for
- Inhibidoras: la mayor parte localizada en
mada por espacios hexagonales. Se supone
el soma.
que las vesículas pasan a través de estos
espacios hasta la membrana sináptica y - Moduladoras: la mayor parte localizada
en el axón.
durante la estimulación los contenidos se
vacían en la hendidura sináptica. H a
bitualmente la zona densa de la membrana Transmisión
postsináptica es más ancha y densa que la en la sinapsis neurom uscular
presináptica. En la parte citoplásmica de la Los músculos esqueléticos son inervados
membrana postsináptica aparecen cisternas por grandes fibras nerviosas mielinizadas
marginales del retículo endoplásmico liso (1, que se originan en grandes motoneuronas de
2. 6 , 8 ). las astas anteriores de la medula espinal.
Existen varios tipos de sinapsis según se Cada fibra nerviosa se ramifica muchas
atienda a su localización, estructura o fun veces y estimula entre tres y varios cientos
ción. Según su localización pueden ser: de fibras musculares esqueléticas. La célula
- Sinapsis axosomáticas: son frecuente postsináptica está inervada por un solo axón,
mente inhibidoras y más determinantes aproximadamente en el punto medio de la
52 M.T. Solas Alados y J. Clement Serrano
fibra muscular, de mode que el potencial de motoneurona se atrofia y muere. Las células
acción se propaga en ambas direcciones. diana suministran factores neurotróficos que
Esta región de unión especializada se deno nutren a las neuronas presinápticas durante
mina placa terminal y la totalidad de ella la formación de las conexiones sinápticas fun-
está cubierta por una o más células de cionales.
Schwann que aíslan esta estructura del La unión neuromuscular se hace visible
medio circundante. con microscopía óptica. En el músculo el
Cuando un axón motor en desarrollo se axón de la motoneurona se ramifica en
acerca inicialmente a su diana (la fibra mus varias terminaciones; cada una forma múlti
cular), ninguno de los dos puede transmitir ples abultamientos con forma de expansio
señales. El cono de crecimiento del axón no nes varicosas que se denominan botones
es semejante a un terminal presináptico sinápticos. Estos penetran hasta una región
maduro pero cuando alcanza la masa mus especializada de la membrana de la fibra
cular se establece una forma primitiva de muscular, la placa terminal, perdiendo su
sinapsis, por lo que el axón debe ser capaz recubrimiento de mielina y quedando sepa
de liberar su neurotransmisor, acetilcolina, rados de dicha membrana unos 50 nm, que
antes de que pueda contactar con la célula constituyen la hendidura sináptica. Cada
postsináptica; ésta debe ser capaz de respon botón sináptico contiene mitocondrias y
der a la acetilcolina antes de que pueda ser vesículas agrupadas alrededor de las zonas
alcanzada por el axón de la motoneurona. activas que se localizan en el lugar de libe
Antes de establecerse la unión neuro ración del neurotransmisor colinérgico y
muscular, los receptores para acetilcolina se penetran mediante profundas depresiones en
distribuyen uniformemente sobre la superfi la superficie de la fibra muscular a través de
cie muscular. Cuando el axón de la moto- los pliegues de unión. En ellos hay gran can
neurona alcanza el músculo, los receptores tidad de receptores colinérgicos. La fibra
se incrementan en la zona de inervación. Se muscular se recubre por una membrana o
redistribuyen difundiéndose por el plano de lámina basal que contiene dichos pliegues y
la membrana e inmovilizándose en el lugar está constituida por una red de tejido conec
sináptico. Además hay un incremento en la tivo, colágeno y glucoproteínas.
síntesis de receptores que se insertan en los El neurotransmisor, la acetilcolina, se
lugares donde se establecen las sinapsis. localiza en el interior de las vesículas sináp
La influencia nerviosa en la distribución ticas y se libera en la zona activa, donde hay
de los receptores se realiza mediante proteí canales de Ca^'^ activados por voltaje que
nas que se liberan en el terminal presinápti dejan pasar el Ca^-" en el terminal por cada
co. Una de estas proteínas, la agrina, causa potencial de acción. El Ca-+ produce la fu
el agrupamiento de los receptores existentes. sión de las vesículas y la membrana de la
Otra, la aria, aumenta el número de recepto zona activa por exocitosis. Cada una de estas
res de la fibra muscular. Además de influir zonas está situada frente a un pliegue de
en su distribución, el terminal de la moto- unión en la célula postsináptica. En ella se
neurona activa cambios en los receptores, agrupan los receptores colinérgicos como un
tiene una vida media más larga, se inmovili enrejado, con una densidad de aproximada
za y cambia sus propiedades eléctricas y su mente 10.000 receptores p o r|jm -(l, 2, 6, 8)
conductancia iónica. (Fig. 6).
La capacidad de un axón motor para El receptor de acetilcolina de la fibra
alcanzar su fibra muscular es esencial para muscular esquelética está compuesto por
su supervivencia. Si la diana está ausente, la cinco polipéptidos transm embrana, dos
Biología celular de la motoneurona 53
%
A
les aparecen en la porción distal del seg tipos de metaloproteinasas, la gelatinasa-A &
mento inicial y en el primer intemodo de (metaloproteinasa 2), secretada por astroci
axones mielinizados. Los patrones de acu tos, y la gelatinasa-B (metaloproteinasa 9),
mulaciones filamentosas en los cuerpos secretada por neuronas. En pacientes con
esferoidales no son específicos de la ELA, ELA se ha observado que la proporción de ge
observándose también en enfermedades latinasa-A es muy baja. En el proceso de la
diferentes tanto en animales de experimenta enfermedad de Alzheimer se degradan fibras
ción como en humanos. Pueden ser induci de colágeno alrededor de los cuerpos ami-
dos cambios similares por inyección en el loides. La gelatinasa-B aumenta en las neu
pericarion de IDPN (P, P’-iminodipropioni- ronas piramidales de la corteza motora y en
trilo), un tóxico procedente de Lathyrus las motoneuronas de la médula espinal en
odoratus. El daño selectivo afecta al trans pacientes con ELA. El aumento de esta pro
porte axónico lento sin modificar el transpor teína, que por alguna razón se encuentra
te axónico rápido retrógrado. Los cuerpos activada, puede provocar la destrucción de
esferoidales en el axón proximal y los cuer la organización de la matriz extracelular, lo
pos de Bunina pueden estar presentes al que posiblemente dará como resultado la
mismo tiempo. desconexión de las sinapsis (18).
El estudio de la ultraestructura de neuro La trombospondina es una glicoproteína
nas cromatolíticas demuestra la dispersión y de matriz extracelular. Un descenso en la
la disminución de las extensas membranas trombospondina y un aumento en sus frag
apiladas del retículo endoplásmico rugoso. mentos proteolíticos en pacientes con ELA
En algunas de estas neuronas existe una puede indicar un aumento de la actividad
anormal acumulación de neurofilamentos de enzimática proteolítica. Con una incontrola
sección igual que de cuerpos densos, gránu- da proteólisis de glucoproteínas sinápticas,
los de lipofuscina y mitocondrias. Existen incluyendo la trombospondina, peligra la
numerosos gránulos eosinófilos que mues integridad sináptica. Ello puede establecer
tran una ultraestructura diferente, aparecien una cascada de situaciones que desembo
do como gránulos lipidíeos, mitocondrias caría en la rotura de la sinapsis neuromuscu
alteradas en acúmulos cristaloides, cuerpos lar, donde la trombospondina es lisada a lo
de Hirano y retículo endoplásmico rugoso largo del progreso de la degeneración de la
desorganizado, así como otras estructuras. mitocondria. Se ha encontrado en el endote-
Se sabe que en el proceso de la ELA se lio, las células gliales, el músculo liso y
altera la matriz extracelular. Aunque los otras células. En los músculos de pacientes
datos son muy escasos, es un hecho de con ELA, comparado con controles, se ha
importancia debido a la repercusión que la hallado un aumento en la deposición de
alteración de distintas proteínas tiene sobre trombospondina (19).
el funcionamiento neuronal. Se ha descrito una reducción en la inmu-
Las metaloproteinasas son una familia de notinción de sinaptofisina en motoneuronas
enzimas con función de colagenasa y gelati- de pacientes con ELA. La sinaptofisina es
nasa. Se ocupan de la degradación y la una proteína que contribuye a mantener
rem odelación de la matriz extracelular unida la sinapsis. Se han encontrado varias
Contienen Zn^* y su acción depende de la alteraciones sinápticas como conglomerados
concentración de Ca^+. Son secretadas por densos de mitocondrias oscuras y vesículas,
neuronas y astrocitos en forma desactivada, acumulación de neurofilamentos y acumula
las serina-proteasas (por ejemplo catepsina- ción de vesículas presinápticas. Los botones
G) y por radicales superóxidos. Existen dos presinápticos fueron separados frecuente
Biología celular de la motoneurona 57
mente por la membrana celular de astrocitos nimiento del axón, como elementos del cito-
que ocupan el espacio dejado desde el botón esqueleto, retículo endoplásmico liso y espe
sináptico y la membrana postsináptica (20). cialmente mitocondrias. Un mecanismo
Se están realizando numerosos estudios similar podría ser una de las causas desenca
sobre la enzima superóxido dismutasa-l denantes de la ELA en humanos (22).
(SOD-I), cuya mutación del gen está rela
cionada con la aparición de la ELA. Es una
enzima antioxidante que destoxifica radicales BIBLIO G R AFÍA __________________
superóxidos desde peróxido de hidrógeno a
1. Alberts, B., Bray, D., Lewis, J., Raff, M.,
agua y oxígeno molecular. Si no funciona
Roberts, K., Watson, J.D. Biología molecular de
correctamente, los radicales superóxido se
la célula, 3* ed. Omega, Barcelona 1996.
acumulan pudiendo dañar el DNA nuclear y
2. Bear, M.F., Connors, B.W., Paradiso, M.A.
mitocondrial, así como las membranas mito-
Neuroscience. Exploring the Brain. Willians and
condriales y plasmáticas, enzimas y proteí Wilkins, Canada 1996.
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SOD-1 reaccionan intensamente con los na, 6‘ ed. El Ateneo, Buenos Aires (Argentina)
cuerpos de Lewy y también con los cuerpos 1990.
esferoidales en neuronas con citoplasma 4. Guyton, A.C. Tratado de fisiología médica. 8*
morfológicamente intacto de la médula espi ed. Interamericana-McGraw Hill, Madrid 1992.
nal. Sin embargo, la SOD-2 reacciona con 5. Kahle, W., Leonhardt, H., Platzer, W. Atlas de
los astrocitos reactivos y la microglia, pero anatomía. Sistema nervioso y órganos de los
para los cuerpos de Lewy es negativa, al sentidos. Omega, Barcelona 1992.
igual que para los cuerpos esferoidales. Los 6. Kandel, E.R., Schwartz, J.H., Jessell, T.M.
cuerpos de Bunina son negativos a la SOD- Principies of neural science, vol. 3. Prentice-
I y la SOD-2. Estos resultados indican que Hall International Inc., USA 1991.
la SOD-1 interviene en la formación de los 7. Kandel, E.R., Schwartz, J.H., Jessell, T.M.
cuerpos de Lewy, especialmente en la ELA Neurociencia y conducta, Prentice Hall, Madrid
familiar, pero no siempre en la formación de 1997.
los cuerpos esferoidales y los cuerpos de 8. Rawn, J.D. La transmisión del impulso nervio
Bunina, mientras que la SOD-2 puede no so y la transducción de señales en los sistemas
intervenir en la formación de estas estructu sensoriales. Vol. II: Bioquímica. Interamericana
ras anormales relacionadas con dicha enfer McGraw-Hill, Madrid 1989.
medad. (21). 9. Cavanagh, J.B. The “dying back " process. Arch
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La acum ulación de neurofilam entos,
10. Mulder, D. W. The clinical syndrome - Whal does
según algunos autores, puede ser la causa de
it tell us o f etiology? International Congress
la disfunción neuronal. Al examinar el trans
ALS, Kyoto Meeting 1987; Abst. 33.
porte axonal de proteínas recién sintetizadas
11. Hirano, A. Progress in the pathology o f motor
en ratón que están sobreexpresando el gen
neuron diseases. En: Zimmerman, H. (Ed.).
humano NF-H, se observaron defectos en Progress in neuropathology. Grune & Stratton.
dicho transporte, no sólo en el de proteínas New York 1973; 2: 181-215.
de los neurofilamentos sino también en otras 12. Bunina, T.L. On intracellular inclusions in fa
proteínas como tubulina y actina. Se ha pro milial amyotrophic lateral sclerosis. A H Neu
puesto que la acurnulación observada de ropathology Psikhit Korsakov 1962; 62: 1293-
neurofilamentos en estos ratones causa 1299.
degeneración axonal por retrasar el transpor 13. Chou, S.M. Pathology o f intraneural inclusions
te de componentes requeridos para el mante in ALS. En: Tsubaki, T , Toyokura. Y, (Eds.).
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NEUROTRANSMISORES,
RECEPTORES Y
SEGUNDOS MENSAJEROS
J .C . L ó p e z -G a r c ía y J . L e rm a
R ESUM EN /. '■
transmisión se ha ocupado de las acciones si- diatos y efímeros, sino que su acción pue
nápticas de este aminoácido, particularmen de extenderse a medio y largo plazo.
te en tres frentes:
3) El estudio del papel de los diferentes ti
1) La identificación y la caracterización de pos de receptores en la función cerebral.
sus moléculas receptoras. El descubrimien Si cada tipo de receptor afecta de una ma
to de agonistas y de antagonistas específi nera específica a la transmisión sináptica,
cos de los efectos excitadores del gluta- ¿cómo se refleja esta especificidad en el or
mato estableció inequívocamente la exis ganismo íntegro? Aunque las herramien
tencia de entidades moleculares capaces tas farmacológicas existentes han permi
de interactuar con el aminoácido y permi tido obtener algunas respuestas a esta pre
tió la identificación y la clasificación ini gunta, la generación de organismos modi
ciales de los receptores causantes de su ficados genéticamente (animales que ca
acción sobre las células nerviosas. Más re recen específicamente de algún subtipo
cientemente, la utilización de técnicas de de receptor de glutamato) ha comenzado
biología molecular ha conducido a la clo a tender un puente entre la biología mole
nación de los genes que codifican estas cular y la conducta con resultados fasci
proteínas receptoras, avance que ha per nantes. Más aún, las alteraciones observa
mitido el análisis detallado de su estruc das en estos animales, tales como proble
tura y que ha comenzado a brindar infor mas mnemónicos y cambios en la pro
mación fundamental sobre su funciona pensión a las convulsiones, tienen impor
miento. tancia terapéutica pues servirán como mo
2) La elucidación del papel que desempeñan delos experimentales para la comprensión
los diferentes tipos de receptores en la de condiciones similares en humanos.
fisiología sináptica. La gran variedad de
los receptores de glutamato revelada por
EXISTE UNA GRAN D IV ER SID A D
los estudios farmacológicos y molecula
ENTRE LO S R EC EPTO R ES
res implica necesariamente su diversidad
DE GLUTAMATO____________________
funcional. Aunque en un principio el glu
tamato fue considerado un neurotransmi- Como se ha mencionado, existen dos clases
sor de acción rápida mediada por la acti fundamentales de receptores de glutamato:
vación de receptores ionotrópicos (es de los ionotrópicos, moléculas diseñadas para
cir, canales iónicos), numerosos estudios permitir el paso de iones a través de la mem
indican que su papel no se limita a provo brana tras la unión del neurotransmisor, y
car la despolarización de la neurona post- los metabotrópicos, proteínas que, mediante
sináptica. Por un lado, la presencia de re su interacción con proteínas G, activan cas
ceptores en la terminal presináptica su cadas de segundos mensajeros que transdu-
giere su participación en la modulación cen y amplifican la señal glutamatérgica (Fig.
de la liberación de neurotransmisores. Por 1). Sin embargo, numerosos experimentos
el otro, la existencia de receptores meta- farmacológicos han revelado que esta divi
botrópicos acoplados a diversos sistemas sión es demasiado simplista, pues ambas cla
de transducción de señales y la demostra ses de receptores agrupan a varios subtipos
ción de que la expresión génica neuronal con características funcionales específicas.
puede presentar cambios en respuesta a la Así, se han identificado tres tipos de receptores
acción glutamatérgica, apuntan a que los ionotrópicos: receptores sensibles a AMPA
efectos del glutamato no son sólo inme (a-am ino-3-hidroxi-5-m etil-4-isoxazolpro-
w
62 J.C. López-García y J. Lerma
G LUTAM ATO
^ ^ ^ ^
NMDA AMI*A KAIN A TO niG luK l, 11, III
K XTRACELU LA R
IN TR A C ELU I.A R
NR A 2
SUBIJNIDADES N R l+ ^ ^ ®
NK C 2 m (;iu R l- 8
NR D 2
V____
V ------------- Y
lO N O T R Ó P IC O S M E T A B O T R Ó P IC O S
Figura 1. Los receptores de glutamató se dividen en ionotrópicos (canales iónicos) y metabotrópicos (aco
plados a proteínas G). Los receptores ionotrópicos se subdividen en función de su activación selectiva por los
agonistas NMDA, AMPA y kainato. Por su parte, los metabotrópicos se subdividen con respecto a la homo
logía de sus secuencias en los grupos I, II y III. En la figura se incluyen también los nombres de las subuni-
dades conocidas hasta la fecha para cada uno de los diferentes tipos de receptor y, en el receptor de NMDA,
se indican los diferentes sitios de modulación que se conocen. AdC: adenilato ciclasa; PLC: fosfolipasa C- PA-
poliaminas.
pionato), receptores sensibles a kainato y re fiesto una riqueza estructural cuyo significa
ceptores sensibles a NMDA (A^-metil-o-as- do funcional comienza a dilucidarse.
partato). Igualmente, se han definido tres
grupos de receptores metabotrópicos de glu-
tamato (grupos I, II y III), los cuales, además LO S R EC EPT O R ES DE AMPA
de diferir en su sensibilidad a agonistas y an M E D IA N LA
tagonistas específicos, están acoplados a N E U R O T R A N SM ISIÓ N RÁPIDA
distintos sistemas de transducción de seña Los receptores de AMPA forman canales ióni
les. Es más, la clonación de los genes que cos selectivos al paso de cationes. Mediante
codifican la secuencia de todas estas proteí la utilización de estrategias de clonación por
nas ha confirmado la validez de ambas cla expresión (5) fue posible identificar la pri
sificaciones farmacológicas y ha mostrado mera subunidad correspondiente a un re
que la diversidad de los receptores de gluta- ceptor de esta familia (GluRI). Este trabajo
mato es mucho mayor de lo que se había an abrió la puerta para el aislamiento subse
ticipado. La identificación de más de veinte cuente de tres subunidades adicionales clo
subunidades diferentes (Tablas I y 2) y la nadas por homología (GluR2-R4). Tales pro
observación de que los RNA mensajeros teínas tienen un peso molecular cercano a
correspondientes a algunas de ellas pueden 100 kDa y la expresión de cada una de ellas
ser editados para dar origen a proteínas con conduce a la formación de sitios de alta afi
secuencias alternativas han puesto de mani nidad para la unión de A M PA . M ás aún, los
Neurotransmisores, receptores y segundos mensajeros 63
Coagonistas Glicina
Canal iónico
■N H ,
Figura 2. Topología de los receptores de glutamato. A: Los tres tipos de receptores ionotrópicos poseen tres
dominios transmembranales (1, 3 y 4) y un .segmento hidrofóbico que se introduce en la membrana de mane
ra incompleta (2) formando la pared del canal iónico. El sitio de unión del glutamato está formado por ami
noácidos de la región N-terminal y del asa entre el tercer y el cuarto dominio transmembranal. También se
muestra la posición de los diferentes sitios modificados por la edición y el procesamiento alternativo de los
RNA mensajeros que codifican estos receptores y que se discuten en el texto. B: Los receptores metabotrópi-
cos poseen siete dominios transmembranales análogos a los observados en otras familias de receptores aco
plados a proteínas G. El sitio de unión del glutamato está formado exclusivamente por aminoácidos del seg
mento N-terminal. C: La disposición en el plano de la membrana de las subunidades que conforman un recep
tor ionotrópico revela que se trata de un tetrámero en el que el segmento hidrofóbico M2 se ubica hacia el
centro de la molécula formando el poro del canal.
Neurotransmisores, receptores y segundos mensajeros 65
co propuesto para los receptores de kainato empieza a ser superada con el desarrollo de
sea muy similar al de aquéllos (Fig. 2), aun antagonistas selectivos para los receptores
que con algunas diferencias que merecen de AMPA (15).
señalarse. Por ejemplo, aunque el sitio Q/R A pesar de que la existencia de recepto
del segmento M2 también existe en los re res de kainato en las neuronas está bien do
ceptores de kainato, su papel en el control de cumentada, el bloqueo simultáneo de los re
la permeabilidad al calcio no está del todo ceptores de AMPA y de NMDA elimina por
claro, pues aunque algunos autores han en completo la corriente sináptica en casi todas
contrado que la presencia de una glutamina las conexiones glutamatérgicas, por lo que
en esta posición se traduce en una mayor se ha desconocido durante mucho tiempo la
f>ermeabilidad a cationes divalentes (22), función de los primeros (18, 19). De hecho,
otros han comunicado lo contrario (23). Por hasta hace poco se habían registrado co
otra parte, existen dos sitios adicionales lo rrientes con las propiedades del receptor de
calizados en el segmento M I y que también kainato únicamente en el sistema nervioso
pueden editarse en ciertas subunidades del periférico, en concreto en los ganglios de la
receptor de kainato (Fig. 2), pero no en las raíz dorsal (26). Recientemente se ha obser
del receptor de AMPA (23). Aunque estos vado que es posible evocar respuestas sináp-
dos sitios han sido igualmente implicados en ticas resistentes al antagonismo de los otros
la regulación del paso de calcio, las eviden
tipos de receptores de glutamato en neuro
cias que apoyan esta idea no son definitivas.
nas centrales bajo circunstancias particula
El sitio de unión del kainato en sus
res (27, 28). Así, la estimulación a alta fre
receptores está formado por aminoácidos en
cuencia de las fibras musgosas del hipocam
posiciones homólogas a las descritas para el
po, una de las vías con el mayor número de
receptor de AMPA. Además del kainato y
sitios de unión de kainato, está acompañada
del glutamato, el domoato, contaminante de
por la aparición de una corriente de desarro
algunos moluscos cuya ingestión produce
llo lento en la célula postsináptica aun en
epilepsia y amnesia anterógrada (24), es un
presencia de GYKI 53655 y del antagonista
agonista muy potente para esta clase de re
ceptores. Curiosamente, a pesar de que el recep de los receptores de NMDA 2-amino-5-fos-
tor de AMPA es sensible al kainato, el AMPA fonovalerato (APV). Más aún, esta corriente
sólo es capaz de activar a homómeros for está ausente en ratones mutantes que care
mados por GluR5 y únicamente a concentra cen de la subunidad GluR6 (29). Tales ob
ciones muy elevadas. Por otro lado, hay muy servaciones han sido interpretadas como
pocas diferencias entre los dos tipos de re evidencia de la existencia postsináptica de
ceptores con respecto a su sensibilidad a an los receptores de kainato. Sin embargo, la ci
tagonistas competitivos. CNQX y DNQX nética tan lenta de esta corriente es sorpren
son capaces de competir por el sitio del kai dente dadas las velocidades de activación y
nato con una eficacia similar a la comunica desensibilización de este tipo de receptores,
da para los receptores de AMPA. La molé aunque es posible que la existencia de otras
cula NS-102 muestra cierta selectividad por subunidades desconocidas o de otras proteí
los receptores de kainato, pero también afec nas postsinápticas modifiquen las constantes
ta significativamente a las respuestas media cinéticas del receptor. Una explicación alter
das por AMPA (25). En definitiva, no existe nativa de la cinética de esta corriente es que
ningún antagonista específico para los re se debie.se a la activación de receptores
ceptores de kainato, carencia que ha limita extrasinápticos por el glutamato que, al acu
do el estudio de la función de éstos pero que mularse con la activación repetitiva, difunde
68 J.C. López-García y J. Lerma
más allá de la hendidura sináptica (19). La siva, la liberación de glutamato reduciría pro
función fisiológica de la activación mediada fundamente la eficiencia de las neuronas in
por receptores de kainato está por demostrar, hibidoras, dando lugar a la aparición de la
pero sin duda añade grados de libertad a la actividad epileptiforme tan característica de
integración sináptica. esta región del cerebro. De hecho, tres ob
Otra función de los receptores de kainato servaciones independientes sugieren la par
descrita muy recientemente no requiere su ticipación de los receptores de kainato en el
participación postsináptica. Se ha encontra origen de fenómenos epilépticos: primero, la
do que la liberación del neurotransmisor de administración intrahipocámpica de kainato
term inales hipocám picas inhibidoras se a dosis bajas induce un patrón de descargas
reduce en presencia de kainato mediante una similar al status epilepticus (30); segundo,
acción presináptica (30). Aunque queda por los ya mencionados animales sin GluRó tie
definir el origen del glutamato que podría ac nen una menor propensión a desarrollar con
tivar a los receptores de kainato in situ, una vulsiones en respuesta a la administración
posibilidad muy interesante es que provenga de kainato (29); y tercero, ciertas variantes
de sinapsis glutamatérgicas vecinas desde alélicas de GluR5 han sido asociadas a una
donde difunde tras su liberación (Fig. 3). De mayor propensión a la epilepsia tipo pequeño
ser así, es posible proponer un modelo fun mal en humanos (31). Así, los receptores de
cional en que la activación de las vías exci kainato son un blanco potencial para el desa
tadoras del hipocampo contaría, en primera rrollo de fármacos antiepilépticos.
instancia, con un mecanismo de retroalimen- Sea cual sea el origen del glutamato que
tación positiva que aumentaría el “contras actúa sobre los receptores presinápticos de
te” entre las entradas excitadoras e inhibido kainato, el estudio de éstos ha arrojado un
ras. Sin embargo, si la activación fuese exce hallazgo sobresaliente en el campo de la fi
Hipocampo
Figura 3. La liberación de glutamato de terminale.s hipocámpicos excitadores puede afectar la eficacia de las
sinapsis inhibitorias (GABAérgicas) mediante la activación presináptica de receptores de kainato. En este
modelo, el neurotransmisor tendría que difundir más allá de los contmes del espacio sináptico (flechas), por
lo que posiblemente requiera de la activación de las fibras glutamatérgicas a frecuencias altas. De manera
similar, la activación de los receptores postsinápticos de kainato necesita de la estimulación a alta frecuencia
de las aterencias excitadoras, lo que ha llevado a proponer una localización extrasináptica para aquéllos.
Neurotransmisores, receptores y segundos mensajeros 69
no y del NMDA, los ácidos iboténico y qui- ga alucinógena que produce un estado simi
nolínico son buenos agonistas del receptor, lar a la esquizofrenia (35). también son anta
mientras que el APV y el carboxipiperazinii- gonistas del receptor de NMDA aunque su
propilfosfonato (CPP) son sus antagonistas acción no es competitiva, sino que bloquean
competitivos más específicos. El anestésico la permeación iónica al interaccionar con un
ketamina, el MK-8ÜI y la fenciclidina. dro sitio específico dentro del canal iónico. Igual-
Neurotransmisores, receptores y segundos mensajeros 71
secuencias, su sensibilidad a agonistas rela III son insensibles al ACPD pero son activa
tivamente específicos y el sistema de segun dos selectivamente por el 2-amino-4-fosfono-
dos mensajeros con el que se acoplan (3, 4, butirato (APB), análogo estructural del gluta
48). El grupo I incluye a mGluRl y R5, mo mato. Aunque se ha propuesto que el deriva
léculas acopladas a la activación de la fosfo- do a-metilado del APB (MAP4) es un anta
lipasa C, a la movilización del calcio intra- gonista selectivo del grupo III, su uso en el
celular y a la activación de la proteincinasa estudio de los receptores metabotrópicos no se
C (Fig. 4 y Tabla 2). Dependiendo del tipo ha generalizado.
de célula en que se ha estudiado, la acción El papel de los receptores metabotrópi
de los receptores del grupo I oscila desde cos de glutamato en la función neuronal es
una sensibilidad parcial a la toxina pertúsica muy heterogéneo. Por un lado, regulan la ex
hasta ser prácticamente insensibles. Por lo citabilidad de las células nerviosas mediante
tanto, se ha propuesto que estos receptores su acción indirecta sobre canales catiónicos,
pueden estar acoplados tanto a proteínas de principalmente de potasio (Fig. 4). Cuando
la familia G / Gg como a proteínas G . éstos se cierran, las neuronas tienden a des
Además de su sensibilidad al glutamato, polarizarse, a aumentar su frecuencia de dis
estos receptores también son activados por paro y la duración de sus potenciales de
el quiscualato y por el ácido 1-aminociclo- acción es mayor (51). Por otra parte, este ti
pentano-l,3-dicarboxílico (ACPD), pero su po de receptores es capaz de reducir la libe
agonista más específico es la 3,5-dihidrofe- ración de neurotransmisores mediante su ac
nilglicina (DHPG). No se conoce ningún ción sobre terminales excitadores e inhibido
antagonista específico de este grupo de res (Fig. 4), comportándose de manera simi
receptores, aunque otros análogos de la lar a los receptores de kainato, como se ha
fenilglicina, como la 4-carboxifenilglicina descrito anteriormente (52, 53). Sin embar
(4CPG), y su derivado a-metilado (MCPG), go, las acciones mejor entendidas de los re
actúan preferentemente sobre mGluRl y ceptores metabotrópicos son postsinápticas.
mGluR2. En la retina, por ejemplo, la información vi
Los receptores del grupo II (mGluR2 y sual es segregada en dos poblaciones de cé
R3) y del grupo m (mGluR4 y R6-R8) están lulas bipolares, ON y OFF. La conexión
acoplados negativamente a la cadena de se entre los fotorreceptores y estos dos tipos de
ñalización de la adenilato ciclasa. Su activa células es glutamatérgica. Se ha observado
ción inhibe la formación de AMP cíclico de que las células OFF responden al glutamato
manera muy sensible a la toxina pertúsica, utilizando receptores de AMPA, mientras
observación que implica la participación de que las células ON expresan mGluRó. En res
proteínas G/Gg (Fig. 4 y Tabla 2). La inhibi puesta a la luz, los fotorreceptores reducen
ción de la adenilato ciclasa por los recepto su liberación de transmisor, lo que resulta en
res del grupo II es más potente que la media una disminución de la actividad de las célu
da por los del grupo III. Sin embargo, la las OFF pero en una intensa activación de
principal diferencia entre los dos grupos ha las células ON. Este efecto se debe a que
sido establecida farmacológicamente. Ade mGluRó está acoplado en las células bipola
más de su sensibilidad al glutamato, al qui.s- res a una fosfodiesterasa encargada de hi-
cualato y al ACPD, los receptores del grupo drolizar GMP cíclico. Cuando la fosfodies
II también son sensibles a una serie de car- terasa está inactiva, aquel segundo mensaje
boxiciclopropilglicinas; DCG-IV y L-CGG- ro se acumula y activa canales catiónicos
I los activan, mientras que MCCG los blo que producen la despolarización de las célu
quea. Por su parte, los receptores del grupo las ON. lo que explica la activación de éstas
Neurotransmisores, receptores y segundos mensajeros 75
en ausencia del neurotransmisor. De manera han revelado un papel modulatorio para este
recíproca, la ausencia de luz tiene el efecto tipo de receptores en la potenciación de la
contrario y la liberación de glutamato con neurotransmisión en la región CAI (61).
duce a la activación de la vía OFF y la inac
tivación de la vía ON (48, 54). Esta segrega
ción de la información es fundamental para C ONCLUSIO NES____________________
la detección del contraste y de cambios de En el plazo de cuarenta años, el glutamato
iluminación durante la estimulación visual y ha pasado de ser ignorado como candidato a
la participación de mGluRó en el proceso ha neurotransmisor por tratarse de una molécu
sido corroborada en ratones mutantes que ca la ubicua, sin especificidad alguna, a con
recen selectivamente de este subtipo de re vertirse en la pieza central del mayor siste
ceptor (55). ma de comunicación intemeuronal del cere
Los receptores metabotrópicos de gluta bro de los vertebrados. A pesar de los avan
mato también participan en algunos fenóme ces sustanciales en su estudio, algunos de los
nos de plasticidad sináptica, particularmente cuales se han cubierto en este capítulo, aún
en la corteza cerebelar. La activación si quedan algunos problemas por resolver y
multánea de las fibras trepadoras y las para que serán objeto de investigación exhaustiva
lelas conduce a una reducción duradera de la en un futuro inmediato. En primer lugar, la
potencia de la sinapsis entre éstas y las célu determinación de la estructura de los recep
las de Purkinje. Este cambio plástico, cono tores de glutamato basada en el análisis fun
cido como depresión de larga duración (48, cional de cambios puntuales de su secuencia
56) y que parece estar implicado en el apren ha dado muchos frutos, pero todavía se halla
dizaje de ciertas formas de condicionamien a la espera de resolución cristalográfica. La
to pavloviano, requiere para su inducción de purificación de cristales de alguno de los
la despolarización de la célula de Purkinje y receptores y la obtención de su patrón de
de la coactivación de los receptores meta difracción de rayos X (62) brindará la es
botrópicos y los de AMPA (57). Además, la tructura definitiva de estas proteínas, lo que
depresión de larga duración es sensible a la permitirá, entre otras cosas, el desarrollo
acción de la toxina pertúsica y es bloqueada racional de fármacos específicos para cada
por inhibidores de la proteincinasa C (58). subtipo de receptor.
Estas observaciones, junto con la localiza En segundo lugar, el análisis genético de
ción postsináptica de mGluRl en los contac la función de los receptores de glutamato ha
tos entre las fibras paralelas y las células de mostrado su gran utilidad pero también sus
Purkinje (47), sugieren que dicho subtipo de limitaciones. Por ejemplo, animales sin NRl
receptor metabotrópico participa activamen o 2B no sobreviven más allá de unas cuantas
te en la generación de la depresión sináptica. horas, con lo que muchas de las conclusio
La generación de un ratón carente de mGluR 1 nes referentes a la función de estas molécu
e incapaz de mostrar depresión de larga du las se vuelven necesariamente triviales (40,
ración ha corroborado la validez de esta idea 63, 64). Igualmente, los ratones sin NR2C o
(59). Igualmente, los receptores metabotró 2D no muestran ninguna alteración fenotípi-
picos de glutamato también están involucra ca (65, 66), posiblemente porque otros
dos en fenómenos plásticos en el hipocampo. miembros de la familia son capaces de com
Animales carentes de mCluR2 tienen de pensar su carencia. En este sentido, la elimi
ficiencias análogas en la formación de de nación selectiva de NRl en la región CAI
presión de larga duración en las fibras mus del hipocampo, ejemplo discutido anterior
gosas (60), mientras que ratones sin mCluR5 mente (43), muestra el camino a seguir y la
76 J.C. López-García y J. Lerma
aplicación de dicha metodología a otros re 6. Rosenmund, C., Stern-Bach, Y., Stevens, C.F
ceptores de giutamato constituye uno de los The tetrameric structure o f a glutamate receptor
retos en este campo. channel. Science 1998; 280: 1596-1599.
Por último, si bien se ha propuesto que el 7. Hollmann, M., Maron, C., Heinemann, S. N-gfy.
giutamato participa en condiciones neurode cosylation site tagging suggests a three trans
generativas como la enfermedad de Alzhei membrane domain topology fo r the glutamate
receptor C luRI. Neuron 1994; 13: 1331-1343.
mer, la corea de Huntington y la ELA (10,
8. Hollmann, M., Hartley, M., Heinemann, S. Ca^*
67), e incluso se han encontrado alteraciones permeability o f KA-AMPA-gated glutamate chan
en la transmisión glutamatérgica asociadas a nels depends on subunit composition. Science
ellas, aún no se ha establecido de manera 1991; 253: 1028-1031.
definitiva una relación causal entre estas al 9. Sommer, B., Kohler, M., Sprengel, R. y cols.
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11
PATOLOGIA
CLINICA
J. Pardo y M. Noya
RESUMEN
Los síntomas y signos de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) derivan de la degenera
ción progresiva de la motoneurona superior e inferior a distintos niveles (córtex motor,
protuberancia, bulbo raquídeo y asta anterior medular). Su conocimiento es primordial de
cara al diagnóstico de la enfermedad, dado que no se dispone de ningún marcador
diagnóstico y éste deberá establecerse con bases puramente clínicas. La coexistencia de
un síndrome de neurona motora superior con síntomas y signos de afectación de neuro
na motora inferior, de carácter progresivo, en ausencia de signos de afectación de otras
estructuras del sistema nervioso, sentarán los pilares diagnósticos clínicos de la enfer
medad. Sin embargo, esta afectación dual no siempre estará presente, lo que dificultará
su diagnóstico, sobre todo en las fases iniciales. A continuación se analizarán los sínto
mas y signos dependientes de la afectación de neurona motora inferior y superior en la
médula espinal, las características clínicas de la afectación bulbar, otros síntomas de la
ELA (respiratorios, pérdida de peso, fatiga) y aquellos signos considerados como atípl
eos (alteraciones sensitivas, demencia, parkinsonismo, parálisis oculomotoras, altera
ciones esfinterianas y alteraciones del sistema nervioso autónomo). Por último se descri
birán las formas más frecuentes de presentación clínica de la enfermedad.
AFECTACIÓN DE LA Debilidad
M O TO N EU R O N A IN FER IO R
La pérdida de fuerza muscular constituye
Los síntomas y signos derivados de la dege una manifestación cardinal de la ELA. Se
neración de las neuronas motoras del asta debe a la pérdida de unidades motoras se
anterior en la médula espinal incluyen debi cundaria a la degeneración de la neurona
lidad, atrofia muscular, hipo/arreflexia, motora inferior y aparece cuando se han
hipotonía o flacidez, fasciculaciones y perdido más del 50% de las motoneuronas
calambres musculares (Tabla 1). (1). La debilidad no se acompaña de altera-
82 J. Pardo y M. Noy a
ciones sensitivas, es casi siempre focal al ximal y distal de las extremidades superiores
inicio y se extiende progresivamente a mús e inferiores, el cuello y el tronco, es conve
culos vecinos. Los diversos patrones de niente evaluar determinadas actividades que
afectación muscular en extremidades supe requieren la participación de varios grupos
riores e inferiores se describen con mayor musculares, como levantarse o sentarse en
detalle en las formas de inicio de la enfer una silla y caminar.
medad. El grado de debilidad muscular se
cuantifica generalmente con la escala del A tr o fía m u s c u la r
British M edical Research Council (2) o va Es consecuencia de la pérdida progresiva de
riantes de la misma, como es la subdivisión neuronas motoras y, según Wohlfart, apare
del grado 4 en 4, 4- y 4+ para indicar movi cería cuando se han perdido más del 30% de
lidad contra una resistencia ligera, moderada las motoneuronas del asta anterior (6).
y fuerte, respectivamente (Tabla 2). Deter Clínicamente se traduce en la disminución
minaciones más reproducibles se obtienen del volumen y el tamaño de los músculos
con la medida de la contracción voluntaria afectos. Suele iniciarse en la parte distal de
máxima isométrica (3), de la fuerza muscu las extremidades. En las extremidades supe
lar isocinética (4), o con la ayuda de un sim riores, la atrofia del músculo primer interó
ple dinamómetro portátil (5). Además de la seo dorsal produce un marcado hundimiento
valoración individual de la musculatura pro- en la cara dorsal de la mano, entre los dos
Tabla 2. Escala modificada del Medical Research Council para la gradación de la fuerza muscular.
Figura 1. Marcada atrofia muscular en ambas manos en una paciente con ELA de inicio espinal en las extre
midades superiores. Se evidencia la posición del pulgar en el mismo plano que el resto de los dedos (A) y una
llamativa amiotrofia del primer músculo interóseo dorsal (B).
primeros metacarpianos (Fig. 1). La atrofia versias, se cree que surgen de una hiperexci-
progresiva del resto de musculatura intrínse tabilidad de los axones motores distales (8,
ca de la mano, junto con la debilidad de la 9). Pueden ser observadas, palpadas y a
musculatura extensora de los dedos, da lugar veces escuchadas mediante un estetoscopio.
a una “mano en garra”. Aunque aparente Es importante disponer de una buena ilumi
mente simule una afectación de nervio cubi nación para visualizarlas (preferentemente
tal, se podrá comprobar que la afectación es con una luz oblicua) y su aparición se puede
más difusa. En las extremidades inferiores, facilitar percutiendo ligeramente el músculo
la atrofia del músculo tibial anterior produ o con el enfriamiento. Son difíciles de obje
cirá un ángulo prominente de la tibia. tivar en personas obesas o en músculos pro
fundos, situaciones en que el estudio elec-
H ipo/arreflexia tromiográfico será de gran ayuda, así como
en casos en que la inspección clínica ofrez
Se debe a la contracción muscular deficitaria ca dudas en la diferenciación con temblor o
por la pérdida de unidades motoras activas. mioquimias. Aunque las fasciculaciones
están presentes en casi todos los pacientes
H ipotonía o flacidez m uscular con ELA no son patognomónicas, pudiendo
Traduce la disminución o pérdida de la resis aparecer en otras situaciones de afectación
tencia del músculo normal a la manipulación de la neurona motora inferior como en la
pasiva, estando el músculo inerte y flácido. poliomielitis, la siringomielia, las radiculo-
patías o las neuropatías periféricas axonales,
e incluso en personas sanas. En este último
Fasciculaciones
caso se suelen designar como fasciculacio
Son contracciones musculares involuntarias nes benignas, ya que no se acompañan de
breves, arrítmicas e indoloras, a menudo otros signos de afectación de neurona moto
percibidas también por el enfermo, que se ra inferior como atrofia o debilidad muscu
objetivan en el músculo en reposo como lar. En la ELA es raro que aparezcan de
resultado de la contracción espontánea de un forma aislada, sin atrofia ni debilidad, y sue
grupo de fibras musculares dependientes de len desaparecer en las fases finales de la
una sola unidad motora (7). Aunque su ori enfermedad, cuando el proceso de regenera
gen todavía es objeto de múltiples contro ción axonal disminuye o desaparece.
84 J. Pardo y M. Noya
a la respuesta o porque la respuesta sea repe inferior (reflejo de triple retirada). Otros
titiva y persistente (clonus). reflejos de equivalente significado son el de
La existencia de hiperreflexia en una Chaddock (tras estimulación del borde late
extremidad con debilidad, amiotrofia y fas- ral del pie), el de Oppenheim (deslizamiento
ciculaciones es virtualmente patognomónica fírme a lo largo de la espinilla de los nudillos
de ELA (11, 12). Sin embargo, en ocasiones de los dedos índice y medio del examinador,
será difícil establecer con claridad la exis empezando por debajo de la rodilla y bajan
tencia de hiperreflexia u otros signos de do el estímulo poco a poco al tobillo), el de
afectación de neurona motora superior en un Gordon (presionando los músculos de la
paciente con avanzados signos de afectación pantorrilla), el de Stransky (consiste en sol
de neurona motora inferior, debido a varias tar rápidamente el quinto dedo del pie tras su
razones. Puede que exista ya un número abducción lenta y vigorosa durante uno o
insuficiente de unidades motoras que logren dos segundos) y el de Gonda (similar al
mantener el arco eferente (motor) del reflejo anterior, pero tras una flexión y tracción
muscular, pero también puede ocurrir que el simultáneas del tercero o cuarto dedos).
paciente no tenga una forma típica de ELA, Curiosamente, la respuesta plantar extensora
sino otras formas de enfermedad de neurona sólo está presente en aproximadamente la
motora que cursan con afectación exclusiva mitad de los pacientes con ELA (11, 15).
de neurona motora inferior (atrofia muscular Otro reflejo patológico que aparece tras la
progresiva, atrofia muscular espinal heredi estimulación plantar es la precipitación de
taria u otras enfermedades neurológicas aso contracciones repetitivas en el músculo ten
ciadas a alteración difusa del asta anterior sor de la fascia lata, en la parte lateral del
medular). Otras veces, los reflejos muscula muslo. Tiene la misma significación clínica
res pueden parecer “vivos”, sobre todo en un que el signo de Babinski y es de gran utili
contexto de debilidad y amiotrofia, aunque dad en casos de parálisis de los músculos
no llegue a existir una verdadera hiperrefle extensores de los dedos del pie (16).
xia y tampoco se objetiven respuestas plan En las extremidades superiores buscare
tares extensoras ni clonus. Esta situación fue mos la aparición del signo de Hoffman: tras
denominada “ELA con probables signos de soltar rápidamente el dedo medio después de
neurona motora superior” (13, 14), termino realizar una flexión forzada de la articula
logía que hoy se considera incorrecta. ción interfalángica distal se produce una fle
La abolición de reflejos cutáneos (abdo xión y aducción refleja del pulgar ipsilateral.
minales, cremastérico y cutaneomuscula- Lo mismo ocurre tras golpear la cara palmar
res), típicos de la afectación de la neurona de la última falange del dedo medio (signo
motora superior, no suele observarse en los de Tromner). Cuando estos reflejos aparecen
pacientes con ELA. junto a otros signos de afectación de neuro
na motora superior o en un solo lado deben
considerarse como patológicos. Sin embar
Reflejos patológicos
go, en caso de ser bilaterales pueden no ser
Son aquellos que indican una disfunción (no significativos, ya que se han descrito en
necesariamente orgánica) del sistema ner sujetos jóvenes con ansiedad (16).
vioso. El signo de Babinski es uno de los
más destacados del síndrome de afectación
de neurona motora superior y representa el AFECTACIÓN BULBAR _____________
componente más distal de la respuesta sinér- La afectación bulbar ocurre en casi todos los
gica nociceptivo-flexora de la extremidad pacientes con ELA y tiene marcadas impli-
86 J. Pardo y M. Noya
Tabla 4. Diferencias entre la parálisis bulbar flácida (lesión de motoneurona inferior) y espástica
(lesión de motoneurona superior).
descritos para los complejos ELA-demencia vedad y la localización de los cambios dege
y ELA-Parkinson. nerativos en las motoneuronas del tronco
cerebral y la médula espinal, sin olvidamos
Parálisis ocuiom otoras de la afectación del córtex motor y las vías
La musculatura extraocular casi nunca se corticobulbares y corticoespinales. Sin
afecta en la ELA. Existen descripciones embargo, el comienzo suele ser focal, en las
excepcionales de algunos pacientes con extremidades superiores o inferiores (inicio
oftalmoplejía, sobre todo en casos de super espinal), o bulbar. En la mayoría de los
vivencia prolongada mediante ventilación casos los primeros síntomas se deberán a la
mecánica (46-48). En la autopsia se confir afectación de la neurona motora inferior y
ma una pérdida neuronal en los núcleos de girarán en torno a la debilidad, que el
los pares craneales III, IV y VI. Otra minoría paciente podrá referir de diferentes maneras.
de pacientes con ELA presenta diversas alte La forma de inicio espinal es la más fre
raciones visuales como lentificación de cuente (Tabla 6), con aparición de síntomas
movimientos sacádicos y parálisis de la dependientes de la afectación de neurona
mirada vertical (49), e incluso se han descri motora inferior en extremidades superiores
to casos con nistagmo (50). (40% a 60%) o inferiores (20%). En las
extremidades superiores el comienzo es dis
A lteración de esfínteres tal y asimétrico en la mayoría de los casos
(84%), con un patrón típico de afectación
Las alteraciones esfinterianas urinarias y
que se inicia con debilidad en la musculatu
anales están típicamente ausentes en la
ra intrínseca de la mano, seguida de pérdida
ELA, dada la integridad de las neuronas
de fuerza para la dorsiflexión de la muñeca
motoras del núcleo de Onuf en la médula
y los dedos de la mano. El bíceps braquial,
sacra que controla la musculatura de los
el deltoides y el infraespinoso se suelen
esfínteres vesicouretral y anal, así como la
afectar antes que el tríceps (23). Desde la
musculatura del suelo de la pelvis (51, 52).
aparición de los primeros síntomas, se
Sin embargo, se han descrito alteraciones
observa una atrofia de la eminencia tenar y
urinarias (incontinencia o retención, gene del primer interóseo dorsal que acabará pro
ralmente de escasa intensidad) en un 5% a duciendo una “mano de simio”, en la que el
17% de los pacientes con ELA (53, 54). pulgar se sitúa en el mismo plano que el
resto de los dedos. El progreso de la amio-
A lteraciones
trotla y la debilidad llevará a una “mano en
del sistem a nervioso autónom o
El sistema nervioso autónomo suele estar
clínicamente respetado en la ELA, aunque
Tabla 6. Formas de presentación clínica según
en algunos pacientes se han descrito altera
la localización de la debilidad.
ciones en la frecuencia cardiaca, hipotensión
ortostática, alteración de la motilidad gastro-
Frecuentes:
esofágica y función sudomotora (55-57). - Forma espinal (extremidades superiores
o inferiores)
- Forma bulbar
FO R M A S DE Infrecuentes:
PR ESEN TA C IÓ N CLÍNICA__________ - Forma hemiparética (variante de Mills)
- Comienzo generalizado
No existe un patrón de inicio característico
- Forma pseudopolineurítica
de la enfermedad. Este dependerá de la gra
92 J. Pardo y M. Noya
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FORMAS EVOLUTIVAS
J.A, Salazar y J. Bautista Lorite
RESUMEN
La evolución clínica de la ELA es muy variable y la supervivencia media de los pacien
tes que la padecen se establece en tomo a los 4 años, con ligeras oscilaciones según los
diferentes estudios publicados. Se considera que deben morir hasta un 30% de las neu
ronas motoras antes del desarrollo de los síntomas, por lo que generalmente se acepta una
fase preclímca de la enfermedad que puede durar años. Se han identificado diversas
variables que influyen en la evolución de la ELA; entre ellas, suponen un peor pronósti
co la afectación bulbar o el inicio en edades tardías. Por otra parte, la duración y la gra
vedad de la ELA están claramente relacionadas con el intervalo de tiempo comprendido
entre el comienzo de la enfermedad y el momento en que se establece el diagnóstico,
siendo éste más corto cuanto más rápida es la progresión de la enfermedad. Las formas
familiares tienen, en general, mejor pronóstico que la forma esporádica, pero también son
muy variables.
hasta veinte veces entre los cursos más lentos puntos de la muy aceptada escala de "valora
y rápidos. En un año, el 19% tuvo un curso ción unificada de la enfermedad de Parkinson
lento con cambio de menos de 13 puntos; el (UPDRS), y construyeron un sistema de pun
47% evolución intermedia, con cambios entre tuación de 10 grupos {ALS-Functional Rating
13 y 48 puntos, y el 34% curso rápido, con Scale) que incluye valoración del habla, sali
más de 48 puntos. Como cabe esperar por la vación, deglución, escritura manual, uso de
variabilidad de la afectación muscular en la cubiertos o utensilios de gastrostomía, vesti
ELA, la puntuación total de la escala es más do e higiene, giro en la cama, caminar, subir
adecuada que la de cualquiera de los subgru- escaleras y respiración. La puntuación va de
pos, ya que hay pacientes con gran deterioro O (el paciente es incapaz de hacer la tarea) a 4
bulbar y escaso deterioro de la fuerza en (función normal).
miembros o al contrario. En su estudio de 75 pacientes, los autores
Jablecki y cois. (8) describieron en 1989 comprobaron una buena correlación con la
una nueva escala con el propósito de cuanti- fuerza muscular medida por dinamometría
ficar la discapacidad en la ELA, analizar las isométrica, así como con las pruebas de fun
distintas variables clínicas, su relación con ción pulmonar y las actividades cronometra
la supervivencia y, como novedad, presentar das, tanto en las valoraciones iniciales como
un sistema predictivo del tiempo de supervi en el deterioro del paciente. Por su facilidad
vencia a partir de una única evaluación. de empleo puede ser un instrumento muy
Su escala se compone de 12 áreas que útil en la selección de gran número de enfer
valoran habla, deglución, disnea, deambula mos para ensayos clínicos, como medida
ción y extremidades superiores e inferiores; funcional cuando el examen muscular no
en el examen de extremidades se puntúa la puede hacerse directamente o como comple
fuerza muscular, medida manualmente (del mento a la miometria.
toides, bíceps, flexor de pulgar, primer
interóseo dorsal, iliopsoas, cuádriceps, tibial
EV O LU CIÓ N NATURAL
anterior y tibial posterior) y la inspección de
D E LA EL A ESPO R Á D IC A
calambres o fasciculaciones. El valor máxi
mo de incapacidad es de 40 puntos. Los
autores calculan el ritmo de progresión divi ¿Existe una fase preclínica en la ELA?
diendo la puntaación total de la escala por el
Algunos autores opinan que en la ELA
tiempo de duración de la enfermedad. El
puede existir una fase preclínica, con altera
tiempo estim ado de supervivencia se
ciones patológicas pero sin síntomas (11,
hallaría con la fórmula;
12). Esta presunción, que carece de marca
Q: 40-ELA puntuación total/ELA dores neurofisiológicos, bioquímicos o neu-
ritmo de progresión ropatológicos que la sustenten, sí tiene
Usando un modelo de regresión lineal, se modelos teóricos e interesantes observacio
construye una tabla que permite hallar los nes clínicas de apoyo. Al igual que en la
percentiles de supervivencia, conociendo la enfermedad de Parkinson (otra enfermedad
edad y el valor Q. del adulto mayor de 50 años), se considera
Una novedad con respecto a los sistemas que en la ELA deben morir al menos un 30%
anteriores es la escala propuesta por el grupo de las neuronas motoras antes del desarrollo
que desarrolló el ensayo de tratamiento con de los síntomas. Fleet y Watson (13) publi
factor neurotrófico ciliar (9). Partiendo de caron en 1986 la historia de un paciente
una escala previa (10), añadieron algunos diagnosticado de enfermedad de motoneuro-
98 J.A. Salazar y J. Bautista Lorite
na cuatro años después del inicio de sus sín - En ocasiones el proceso se inicia con sín
tomas; inicialmente, en 1980, el paciente se tomas que indican pérdida de motoneu-
quejó de calambres y saltos musculares en ronas (fasciculaciones, calambres, falta
piernas, que después se extendieron al resto de resistencia) que pueden enmascararse
del cuerpo. En los primeros exámenes, los o compensarse durante años.
médicos observaron abundantes fascicula- - Puede haber fases de enlentecimiento o
ciones pero el paciente no mostraba debili freno de la progresión que dependen de
dad, atrofia ni ninguna otra anomalía en la la capacidad de reinervación de las moto-
exploración neurológica; el electromiogra- neuronas restantes.
ma mostraba, además de las fasciculaciones,
La posibilidad de identificar a los sujetos
ondas positivas, fibrilaciones y un patrón que van a padecer la enfermedad antes de la
interferencial pobre; la biopsia de músculo aparición de la debilidad muscular será de
deltoides ya presentaba atrofia por denerva- suma importancia, sobre todo si comienzan a
ción. No fue hasta 1984 cuando el paciente usarse fármacos cuya mayor eficacia teórica
se quejó de menos fuerza muscular y apare se da en los estadios precoces del proceso.
ció evidente atrofia.
En 1988 Swash e Ingram (12) comunica E volución clínica de la ELA
ron el caso de un paciente diagnosticado de
Existen multitud de trabajos que estudian,
ELA a los 42 años de edad. En los dos años
en mayor o menor número de casos, la evo
anteriores a la aparición de la debilidad mus
lución de la ELA. La mayoría de los autores
cular se había quejado de calambres fre
coinciden en el patrón característico de debi
cuentes al hacer ejercicio y, curiosamente, al lidad focal asimétrica, que progresa tanto en
menos 6 años antes, había presentado fallos la región inicialmente afecta como en otras
al realizar trabajos físicos que previamente vecinas o distantes. Por regla general, los
hacía bien (correr cargado con una mochila); pacientes tienen un patrón de evolución de
sorprendentemente superaba sus fallos con la enfermedad bien establecido (11): a partir
sesiones extraordinarias de entrenamiento, de síntomas iniciados en una región corporal
que cada año se hicieron más frecuentes concreta, los enfermos notan afectación de
hasta resultar inútiles. Otro de sus pacientes, otras partes del cuerpo, y esa progresión
diagnosticado a los 34 años, presentó debili refleja la lesión de regiones anatómicamente
dad de una mano a los 29 años, que perma contiguas a la medula espinal (segmentos
neció estable; dos años más tarde mostró cervicales a otros segmentos cervicales,
debilidad en un pie, que incluso mejoró en lumbares a lumbares), antes que un deterio
los meses siguientes hasta que otros dos ro en sentido rostral o caudal a lo largo del
años después apareció un cuadro progresivo neuroeje. Así, si un paciente comienza con
de debilidad y atrofia generalizadas. síntomas unilaterales de brazo o pierna, apa
Las historias de estos pacientes son ilus recerán antes síntomas del mismo nivel que
otros a nivel bulbar. Por la misma razón, los
trativas de hechos e incógnitas sobre la
enfermos con comienzo en brazos desarro
enfermedad de la motoneurona:
llarán síntomas bulbares más rápidamente
- Se desconoce cuándo empieza la enfer que los de comienzo en piernas.
medad, que puede estar presente de En su serie de 547 enfermos de comien
forma diseminada, como demuestran los zo espinal y 155 de inicio bulbar, Brooks
electromiogramas, sin que aparezca de (11) demostró también la existencia de dife
bilidad muscular. rencias topográficas en el deterioro de la
Formas evolutivas 99
puntuación total de la escala. Por el contra enfermos) las formas de inicio bulbar son de
rio, el retraso diagnóstico, es decir, el tiem peor pronóstico que las de inicio distal,
po entre el primer síntoma y el examen incluso después de ajustar los datos por eda
médico, fue un indicador significativo de des, aunque la edad avanzada también es un
mayor supervivencia: a mayor retraso, más dato independiente de mal pronóstico.
duración de la enfermedad. En nuestro país existen dos estudios
La localización de los primeros síntomas importantes sobre la evolución de la ELA.
también se relacionó con la supervivencia López-Vega y cois. (24), en su análisis de 62
pero sólo en virtud de la edad, dado que los enfermos, se centraron más en los datos epi
mayores desarrollan más a menudo síntomas demiológicos que en los del seguimiento. En
bulbares. Los autores insisten en que es poco su serie merece destacarse el alto número de
importante dónde aparece el primer síntoma casos bulbares (36%) y las largas supervi
ya que sólo el 7,5% de los que presentan sín vencias alcanzadas por un número importan
tomas bulbares de inicio son predominante te de pacientes: el 18% estaban vivos a los 5
mente bulbares (es decir, el subtotal bulbar años y el 6 % a los 10 años.
de la escala es más del 25% del total); igual Martí-Fábregas y cois. (25) publicaron
mente sólo el 18,5% de los de inicio en pier en 1996 un estudio prospectivo de 71 enfer
nas y el 6,3% de los que comienzan con sín mos, reunidos a lo largo de 6 años y segui
tomas en miembros superiores mantienen dos trimestralmente hasta la muerte o el fin
ese predominio en exámenes siguientes. del estudio; el seguimiento medio fue de
Varios estudios realizados en Europa 13,6 meses; el 70% iniciaron la enfermedad
muestran datos discordantes entre sí y con en extremidades y casi el 30% con síntomas
las series previamente reseñadas en cuanto a bulbares. Un 25% de los enfermos sobre
la influencia de la forma de comienzo en el vivía a los 5 años de inicio de la enfermedad.
pronóstico. Khristensen y cois. (19) confir En su análisis, la edad de inicio fue un fac
maron en 186 pacientes un predominio de tor pronóstico decisivo en la supervivencia,
formas espinales en las edades más jóvenes más larga en los inicios más tempranos, sin
y mejor pronóstico que en las avanzadas. La influencia de los antecedentes familiares ni
media de supervivencia fue corta (12 meses) de la forma clínica de comienzo, bulbar o
comparada con otros estudios; es más corta espinal. Recomiendan, con lógica, que en
en los inicios bulbares, pero sólo por el pre los ensayos clínicos terapéuticos los grupos
dominio en edades avanzadas. de pacientes se emparejen por edad u otros
Por el contrario, Tysnes y cois. (20, 21) factores pronóstico.
mantienen que el pronóstico es peor en las El último trabajo sobre evolución y
formas bulbares, con independencia de la pronóstico en la ELA se ha realizado con
edad de comienzo. En su serie de 148 pacien 245 enfermos del grupo placebo del ensayo
tes hay un gran número de formas bulbares con factor neurotrófico ciliar (26). Entre las
comparadas con otros estudios (69 bulbares, variables analizadas, se encontró que la
79 espinales) y, además de la forma clínica, menor supervivencia se asociaba con la edad
encuentran que los datos de peor pronóstico avanzada, la baja capacidad vital forzada,
son la edad, el corto intervalo entre el inicio las cifras bajas de cloruro sérico al inicio del
y el diagnóstico, y las formas de predominio estudio (reflejo del grado de acidosis respi
de neurona motora inferior (con mejor evo ratoria), el intervalo más corto entre el inicio
lución de las formas casi puramente espásti- de los síntomas y la consulta médica, y la
cas). Otros autores llegan a conclusiones mayor pérdida de peso en los dos meses pre
similares (22, 23). En la serie francesa (158 vios al estudio. A la luz de esos datos, pos-
102 J.A. Salazar y J. Bautista Lorite
los casos y demencia en el 7%, lo que sugie casos familiares bien documentados la rela
re que los cambios anatómicos en la ELA ción hombre;mujer era de 0 , 8 : 1; sumando los
familiar pueden no estar limitados a neurona datos obtenidos de familiares, pasaba a
motora inferior y superior (30). 1,06:1, todavía por debajo de los esporádicos
Compararon sus pacientes con otros afec (1,6:1). De su serie sólo son rigurosamente
tos de ELA esporádica (32) y de ELA de las familiares el 5% del total, que sube al 10% si
Islas Marianas; en las tres formas, la esencia se consideran los casos con información
de la enfermedad es la debilidad focal y la indirecta. Los autores consideran que la edad
atrofia, que se extiende a otras regiones, res más precoz de aparición podría deberse al
petando los músculos oculomotores y los fenómeno de mayor vigilancia en familias
esfínteres. La debilidad de inicio en piernas afectas; sin embargo, si se tiene en cuenta la
se daba más frecuentemente en las formas fa menor duración de la enfermedad debe con
miliares que en las otras dos. Los síntomas siderarse que es un fenómeno independiente.
sensitivos menores se dieron en las tres for En la serie de Norris (15) los casos fami
mas en porcentajes similares, alrededor del liares representan el 7%, con una edad media
25%. La supervivencia fue menor en las for de comienzo de 52,1 años (57,8 años en las
mas familiares pero no estaba asociada a la formas esporádicas). Existe un marcado pre
edad, al contrario que en la forma esporádi dominio masculino en el grupo de edad entre
ca, de peor pronóstico por encima de los 65 25 y 44 años (4,5:1), que se invierte entre los
años. Según estos datos, algunas característi 65 y 74 años (mujeres 1:varones 0,6). La
cas clínicas pueden llevar a la sospecha de supervivencia media es de 41 meses (entre 6
ELA familiar; comienzo precoz, sexo feme y 293 meses) en los casos familiares, más
nino, menor supervivencia, inicio más fre larga que en los esporádicos (36,5 meses) y
cuente en piernas y posibilidad de ausencia que en otras series (19).
precoz y persistente de los reflejos aquíleos. El descubrimiento de la asociación de
En 1988 Smith y cois. (42) estudiaron las casos de ELA familiar con mutaciones del
diferencias evolutivas entre la ELA esporádi gen que codifica la CuZn superóxido dismu-
ca y la familiar. De entre 580 casos, encon tasa (SO D l) ha provocado un aluvión de
traron 2 0 familias con más de un miembro publicaciones que analizan no sólo las muta
afecto. En 16 de las 20 familias se evidenció ciones del gen sino sus correspondientes fe
transmisión de padres a hijos, lo que sugiere notipos. La variedad de datos y las diferen
transmisión autosómica dominante; en tres cias geográficas en las distintas mutaciones
familias sólo había afectación de otros hacen aconsejable la cautela y la necesidad
parientes y en una, de gemelos. En su estudio de esperar un tiempo prudencial hasta que se
la edad de comienzo era menor que en los consoliden las distintas aportaciones.
casos esporádicos (52 años frente a 56) y la La edad de comienzo, gravedad y dura
supervivencia más corta ( 1,1 año frente 2 ,6 ). ción de la enfermedad, el sitio de inicio y la
Se dispuso de historias detalladas en 27 presencia o ausencia de signos de neurona
casos y con menos detalles en otros 37, con motora superior son muy variables entre dis
información obtenida del propositus. Los tintas familias e incluso dentro de la misma
sitios de comienzo de los síntomas no alcan familia en los casos de mutaciones del gen
zaron diferencias significativas entre los SODl (29). Como ejemplo extremo cabe
casos familiares y los esporádicos: en pier señalar uno de los pacientes de Robberech
nas, en el 37% en ambos; en brazos, 44% de ( 3 3 ), que presentó una forma focal de la
esporádicos y 48% de familiares; en bulbo, enfermedad en extremidad superior y de
19% esporádicos y 15% familiares. En los curso aparentemente no progresivo al cabo
104 J.A. Salazar y J. Bautista Lorite
llanto incontrolados, que casi conduce a crado diferentes factores que pueden incidir
la anartria; se asocia a paraplejía espásti- en el pronóstico de la ELA (Tabla 2). En
ca. La afectación de segunda motoneuro- cuanto a la edad de inicio de la enfermedad,
na es muy escasa y muy tardía, pero bien existen diferencias significativas en el
documentada por la presencia de atrofia,
pronóstico entre grupos de diferente edad;
fasciculaciones y alteraciones de dener-
en los pacientes más jóvenes la duración de
vación en los casos en que se realizó
la enfermedad es mayor (14, 15), con mayor
electromiograma. Se han publicado 12
supervivencia a los 5 años.
casos pertenecientes a una familia muy
numerosa. La edad de inicio es de 6,5 Probablemente el sexo no influya en el
años de media, con un comienzo pseudo pronóstico de la ELA, ya que existen contra
bulbar en 6 de los 12 casos y el resto dicciones en los datos obtenidos de las dife
como trastorno de la marcha. rentes series: la mujer vive más que el hom
bre (14) o al contrario (15, 25).
Se ha demostrado ligamiento genético
El inicio bulbar de la ELA tiene peor
del tipo 3 con el cromosoma 2q33, pero el
pronóstico que las formas espinales (19-21),
análisis de las familias con el tipo 1 no lo
presentan ni tampoco con el gen de la SODI tanto en la duración media de la enfermedad
(cromosoma 2 1 q 2 1 ), lo que demuestra la como en la supervivencia a los 5 años. Sin
heterogeneidad genética de la ELA recesiva. embargo, otros autores no encuentran dife
rencias pronósticas entre pacientes con ini
cio bulbar o espinal (14, 24) o en las formas
PRO NÓ STICO D E LA ELA__________ pseudopolineuriticas, donde las diferencias
La duración de la ELA es variable (entre 27 no son significativas. También muestran una
y 43 meses), dependiendo de la serie anali mayor supervivencia las formas espásticas
zada. La supervivencia a los 5 años es del cuando se comparan con las formas predo
25% como media (Tabla 1). Se han involu minantemente atróficas ( 2 1 ).
Tabla 2. Factores que pueden sugerir un mejor estimulación repetitiva (36), o concentracio
pronóstico en la ELA (43).
nes bajas de cloruros en el suero (9 ).
No se ha demostrado un valor pronóstico
Pacientes más jóvenes (edad <35-40 años) en el análisis de otros factores como la pre
sencia o no de demencia, síntomas sensiti
Tipo de ELA vos o trastornos de esfínteres.
- Inicio espinal (brazos o piernas)
- Tipo atrofia muscular progresiva
- Tipo esclerosis lateral primaria BIBLIO G R A FÍA
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1
EL PROCESO DIAGNOSTICO
C . C e r v e r a R a d íg a le s, F. G r a u s R ib a s y A . C er v e r a Á lv a re z
R ESUM EN
manifiestos. Será necesario, por ello, efec El VIH y otros virus pueden asóciar sín
tuar exploraciones de neuroimagen, funda dromes semejantes a la ELA (1), por lo que
mentalmente resonancia magnética nuclear, se pueden determinar serologías de dichos
y electrofisiológicas. virus en el rastreo de una enfermedad de
Más raramente, trastornos semejantes motoneurona siempre que se tengan sospe
pueden observarse en la enfermedad cervi chas fundadas de infección, aunque no es
cal artrósica. En este caso, la exploración necesario efectuarlos de forma rutinaria.
diagnóstica idónea es la neuroimagen, tomo- En los periodos iniciales de un síndrome
grafía axial computarizada o resonancia paraneoplásico pueden aparecer alteraciones
magnética nuclear. clínicas que simulan una ELA, pero la rare
La amiotrofia focal de Hirayama (3) pro za de esta situación y las diferencias entre
duce síntomas semejantes a los que presenta ambas entidades no exige protocolizar el
la ELA común en su inicio. La evolución clí
rastreo de una neoplasia.
nica y la electrofisiología son las que indi
El síndrome pospoliomielítico puede, en
carán la existencia de una lesión focalizada
una primera fase, evocar una agresividad
sin tendencia a la progresión. Además apa
sospechosa de ELA. Por supuesto, no exis
rece en varones jóvenes, lo que puede ser
tirá alteración de primera motoneurona. El
indicativo de esta entidad. Por el contrario,
estudio neurofisiológico demostrará signos
los estudios de neuroimagen tienen un valor
de denervación activa en zonas donde no
fundamentalmente académico.
La neuropatía motora con bloqueos existía clínica previa. Sin embargo, los sig
puede presentarse con alteraciones semejan nos de poliomielitis antigua con trastorno de
tes a la ELA de inicio común, pero sin afec los reflejos profundos en algunas áreas y la
tación de la primera motoneurona. Esta enti presencia de amiotrofia de distribución irre
dad carece de la agresividad de la ELA y gular (normalmente ya conocida por el en
tiene una evolución mucho más lenta. En fermo) permitirá sospechar esta entidad.
ocasiones aparecen síntomas sensitivos,
aunque de forma discreta. Los estudios elec- Form as proxim ales de extrem idades
trofisiológicos demostrarán la existencia de
Algunas enfermedades de los músculos pue
bloqueos de la conducción y, aunque puedan
den entrar en el diagnóstico diferencial de la
observarse alteraciones de la vertiente sensi
ELA (Tabla 2). La polimiositis se manifiesta
tiva, son siempre muy leves en comparación
con debilidad de cinturas, sobre todo la esca-
con la motora. En estos casos se deben estu
pular. La electromiografía suele mostrar
diar los anticuerpos antigangliósido IgM.
fibrilación. No es raro que en la ELA exista
Situaciones semejantes se observan en el
un aumento de las enzimas musculares.
transcurso de enfermedades que cursan con
gammapatías monoclonales, como la macro- Pueden observarse elevaciones de la creatin-
globulinemia de Waldenstrom. cinasa de cuatro a cinco veces la cifra máxi
En enfermos que padecen linfomas se ma normal. Esta alteración se achaca a la
puede observar, aunque raramente, una propia amiotrofia neurogénica. Las formas
enfermedad sistémica de la segunda neurona de inicio de la ELA en cinturas, fundamen
motora sin alteración de la vía piramidal. talmente la escapular o de Vulpian-Bemhard,
Esto obliga a efectuar un rastreo para el son las que pueden plantear problemas
diagnóstico diferencial cuando en una ELA diagnósticos con dichas miopatías. Es nece
los fenómenos motores iniciales sean exclu saria una exploración neurofisiológica con
sivamente de segunda motoneurona. cienzuda para evitar la biopsia muscular que.
112 C. Cervera Radigales, F. Graus Ribas y A. Cervera Alvarez
mediante técnicas histoquímicas, demos- ma puede mostrar alteraciones del jitter muy
trana la existencia de una atrofia neurógena. parecidas a la miastenia.
También debemos considerar las enfer
medades tiroideas. El hipotiroidismo es una Form a crural
entidad a considerar en el diagnóstico dife
rencial de la ELA, por lo que debe incluirse Las formas crurales se denominan de Pierre
el estudio hormonal del tiroides en su proto Marie-Patrikios o pseudopolineuríticas. Ge
colo diagnóstico. Más raramente, en el hipo neralmente se inician por pérdida de fuerza
tiroidismo es posible observar procesos de la extensión dorsal de un pie. Son clara
subagudos de debilidad de extremidades mente asimétricas y no se acompañan de
conformando la tetraparesia basedowiana, trastornos sensitivos. Al principio se pueden
que tam bién deben descartarse. En el abolir los reflejos aqufleos, por lo que es
diagnóstico inicial de una paresia hipertiroi- lógico hacer el diagnóstico diferencial con
dea pueden existir pocos datos que hagan las polineuropatías (Tabla 3). Ya que la asi
sospechar la endocrinopatía. metría es más característica de las multineu-
La miastenia gravis normalmente no ropatías, deberán descartarse las multineuri-
ofrece dificultades diagnósticas en las for tis y, por ello, las vasculitis, conectivopatías,
mas generalizadas, pero sí en las bulbares. crioglobulinemias, algunas hemopatías con
No debe olvidarse que en estos casos la gammapatía monoclonal, VIH, etc.
prueba del Edrofonio es engañosa, ya que El síndrome pospoliomielítico también
puede ser positiva en la ELA. Asimismo, el debe ser considerado en el diagnóstico dife
estudio de fibra simple en el electromiogra- rencial de esta fase precoz. Más adelante.
El proceso diagnóstico 113
cuando la afectación es bilateral, debe dife cia no es rara si se tiene en cuenta la canti
renciarse de las polineuropatías, en especial dad de músculos requeridos para realizar
de las genéticamente determinadas sensiti- tales funciones de forma correcta. Los pa
vomotoras, fundamentalmente las de tipo cientes con ELA que presentan afectación
axonal. También, en esta fase, debe diferen bulbar suelen notar inicialmente defectos en
ciarse de las amiotrofias espinales distales la articulación de palabras cuyas consonan
crurales. tes precisen una pronunciación lingual
El estudio clínico evolutivo y el estudio (como la r) o palatina (como la g). Si hay un
electromiográfico deben ir dirigidos a de predominio de afectación pseudobulbar la
mostrar la presencia de signos y síntomas de fonación se hará irregular, con grandes
afectación de segunda motoneurona a otro variaciones de intensidad, siendo, a veces,
nivel lesional superior. Esto permitirá poten difícil de diferenciar de la palabra escandida
ciar la sospecha de ELA. Cuando existen del paciente con afectación cerebelosa. Es
signos evidentes de alteración de primera probable que el paciente refiera síntomas de
motoneurona asociados a los de la segunda, labilidad emocional con episodios incontro
el diagnóstico de ELA forma crural queda lados de risa o, más frecuentemente, de llan
suficientemente claro. to sin relación con una circunstancia externa
que lo justifique.
Además de los trastornos fonatorios, es
Form as de presentación bulbar
frecuente la dificultad en la masticación y en
Alrededor de un 25% de los pacientes con la deglución, aunque son de aparición más
enfermedades de motoneurona se presentan tardía. La deglución es, inicialmente, más
con síntomas de la región bulbar y proble fácil para sólidos. Los líquidos pueden ser
mas de fonación y disfagia (4). Esta inciden regurgitados por la nariz. Si la afectación es
114 C. Cervera Radigales, F. Graus Ribas y A. Cervera Alvarez
en cuenta el aumento de la creatincinasa. está presente, sino que incluso puede ser
Recuérdese que en el electromiograma de muy vivo en las personas mayores.
estos procesos se halla fibrilación, lo que
explicaría que en la biopsia de algunos C alam bres
enfermos con ELA bajo la sospecha de poli-
miositis se haya encontrando atrofia por Los calambres musculares son tan frecuen
denervación. En el síndrome pospoliomielí- tes en las personas normales que, muy a
tico existe una elevación de la creatincinasa menudo, no son relatados por los pacientes
similar a la de la ELA (14). afectos de ELA más que cuando se les pre
gunta directam ente por ellos durante la
Reflejos anamnesis. La valoración de los calambres
debe ser cuidadosa por lo frecuente de su
Un problema frecuente en las formas de aparición en personas sanas y en procesos
ELA de inicio en las extremidades es la neurogénicos o de otra índole. Sin embargo,
valoración de otras afectaciones, en especial su presencia en lugares poco comunes como
supramedulares. La presencia de signos de el abdomen, la espalda, la parte anterior del
alteración de segunda motoneurona, como tórax (intercostales, etc.), la cara (músculos
fasciculaciones mentonianas, áreas de atro de la masticación y otros), el cuello, etc.,
fia en esta misma localización, o bien pre debe ser considerada patológica y muy sos
sencia de afectación de la lengua, son signos pechosa de ELA (14).
muy aclaratorios. Se observan calambres en numerososs
En cambio, la búsqueda de signos de procesos denervatorios, como amiotroflas
lesión de primera motoneurona es más com espinales, polineuropatías y neuronopatías,
plicada. Una metodología clínica para eva en procesos miógenos como las miopatías
luar esta circunstancia es la búsqueda de endocrinas, en metabolopatías como la hipo-
reflejos que impliquen dicha afectación. El calcemia, la hipomagnesemia, la hipopota-
reflejo maseterino es un reflejo de tracción, semia, etc. Todos estos procesos se tendrán
es decir, muscular profundo, trigémino-trige- en cuenta en el diagnóstico diferencial.
minal. Su valoración no es sencilla. Una res
puesta muy viva puede interpretarse como Fasciculaciones
positiva siempre que los reflejos profundos
Las fasciculaciones, a diferencia de otros
en extremidades sean normales. En caso con
signos de hiperactividad de fibra muscular,
trario, la evaluación puede ser muy subjetiva.
se observan con frecuencia en personas nor
El reflejo policomentoniano también es
males. Se denominan fasciculaciones benig
útil, sobre todo cuando la positividad es
nas o fisiológicas. A diferencia de lo que
asimétrica. Se valora como positivo la inten ocurre con los calambres, las fasciculacio
sidad de la respuesta, la falta de agotamien nes pueden ser relatadas por los pacientes, al
to de la misma y, sobre todo, el aumento del igual que ocurre con las personas normales a
área de provocación (15). Los reflejos pal- las que preocupan estas manifestaciones clí
momentoniano, braquiomentoniano o tora- nicas. Pero tan sólo el 50% de los enfermos
comentoniano tienen más visos de afecta manifiesta espontáneamente este síntoma,
ción supramedular que el puramente polico quizá por la presencia de otros síntomas
mentoniano. La presencia de un reflejo poli acompañantes mucho más preocupantes,
comentoniano en una persona joven puede como la debilidad muscular y la atrofia. El
interpretarse como patológica con reparos. hallazgo de las fasciculaciones se obtiene
No debe olvidarse que este reflejo no sólo casi siempre como signo exploratorio y/o
El proceso diagnóstico 119
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DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL I
J.A. Martínez Matos y J. Pascual Calvet
RESUMEN
El diagnóstico de la ELA continúa siendo clínico, con la importante ayuda del electro-
miograma. Con síntomas y signos de afectación de la motoneurona inferior, la miastenia
gravis y algunas miopatías faríngeas deben tenerse en cuenta. Radiculopatías degenera
tivas metabólicas, así como neuropatías compresivas, deben ser consideradas en cuadros
de atrofia y paresia de miembros. Bloqueos en la conducción nerviosa motora son defi
nitivos en la neuropatía motora multifocal, como lo es la biopsia muscular en la miosi-
tis por cuerpos de inclusión y otras miopatías. El piramidalismo es el signo principal de
la parálisis pseudobulbar y de diversos tipos de lesión medular, entre los que destaca el
cervicoartrósico. Las pruebas de neuroimagen aclaran el origen. La radiculomielopatía
por cervicoartrosis supone un desafío diagnóstico al asociarse signos de motoneurona
superior por compresión medular con signos de motoneurona inferior por lesión radicu
lar. Este capítulo revisa las características clínicas de entidades nosológicas que en dife
rentes aspectos anatómicos necesitan ser diferenciadas de la ELA.
ras para el paciente y su familia. Los princi Un ejemplo de falso diagnóstico positivo
pales motivos que inducen a una reevalua sería:
ción diagnóstica son:
Hombre de 49 años de edad, escultor.
- Ausencia de progresión de los síntomas. Tiene una hermana tres años mayor que él
- Aparición de síntomas/signos clínicos con trastorno de la marcha atribuido a
atípleos. gonartrosis. Cinco años antes presentó un
síndrome vertiginoso a raíz de un traumatis
- Exploraciones neurofisiológicas, neuro-
mo auditivo. Debido a su profesión realiza
rradiológicas o estudio neuropsicológico
ba un esfuerzo físico importante, especial
que sugieran otro diagnóstico.
mente con el brazo derecho, y trabajaba con
En nuestra serie, la ausencia de progre poliéster y .soldadura eléctrica. En el mes de
sión de los síntomas durante dos o más años abril de / 994, a la edad de 45 años, sin sen
en 9 (8,5%) de los 95 casos revisados plan tir ningún dolor, notó debilidad y atrofia
teó la revisión del diagnóstico de ELA. En progresiva de la mano derecha, motivo por
todos ellos se ha confirmado otro diagnósti el que acudió a la consulta. En aquel
co mediante exploraciones complementarias momento la exploración evidenció una clara
o por los hallazgos clínicos atípleos: atrofia de músculos interó.seos de la mano
- Lesión medular cervical isquémica: 3 ca derecha y de eminencias tenar e hipotenar,
sos. con reflejos musculares profundos conser
vados y debilidad que alcanzaba, además de
- Síndrome pseudobulbar por infartos lacu- los interóseos, a los músculos abductor
nares múltiples: 2 casos. largo y corto del pulgar, con fasciculaciones
- Mielopatía cervical: 3 casos. en músculos de antebrazo, sin alteraciones
- Amiotrofia espinal distal: 1 caso. sensitivas. La resonancia magnética cervi
cal mostró discopatía C5-C6-C7, sin signos
En otros 7 casos, todos ellos con debili de compromiso radicular. Sin embargo, la
dad y/o atrofia limitada a extremidades infe e.xploración electromiográfica realizada en
riores, la lenta progresión clínica y hallazgos julio de ¡994 mostró signos de denervación
o antecedentes de otras enfermedades plan y reinervación en diversos músculos distales
tearon dificultades diagnósticas con: de la extremidad superior derecha y en
- Miositis por cuerpos de inclusión. algunos de la izquierda que sobrepasaban
- Síndrome postpolio. cualquier territorio troncular o plexular La
neurografía sensitiva era normal. Se orientó
- Aracnoiditis espinal postquirúrgica. como probable enfermedad de motoneurona
- Amiotrofia espinal tipo Hirayama. en fase inicial. Un nuevo electromiograma
- Esclerosis múltiple. realizado a los 3 meses seguía mostrando
signos de actividad espontánea en la muscu
Ante la sospecha diagnóstica de otra latura intrínseca de ambas manos, de pre
enfermedad, es imprescindible realizar un dominio derecho. Se informó al paciente del
estudio exhaustivo de las entidades conoci diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófi-
das capaces de com prom eter de forma ca, motivo por el que visitó nuestro servicio.
exclusiva o predominante a la motoneurona Un nuevo estudio electromiográfico
inferior y/o superior. Sin embargo, determi (noviembre 94) mostró fasciculaciones en
nadas exploraciones sólo tienen que reali las cuatro extremidades, de predominio en
zarse en aquellos casos en que exista la sos la parte distal de extremidades superiores,
pecha razonable de otro diagnóstico. sin evidencia de bloqueos motores en la neu-
126 J.A. Martínez Matos y J. Pascual Calvet
los más representativos, con hipo/arreflexia atrofia (rara vez hipertrofia) de gemelos.
bicipital y estilorradial. Los síntomas sensi Existe arreflexia aquilea como signo más
tivos se localizan en el dermatoma corres frecuente. El trastorno sensitivo habitual es
pondiente, en la mano referido al primer el dolor ciático con hipoestesia en el borde
dedo (en ocasiones al segundo). externo y la planta del pie.
(Cycas circinalis), que ha sido implicada en de los demás antes de llegar al diagnóstico
la etiopatogenia del complejo ELA- de esclerosis lateral primaria, considerada
Parkinson-demencia de la isla de Guam. como un subtipo de enfermedad de moto-
Ambos aminoácidos, por acción directa neurona.
sobre los receptores de glutamato no- Las dudas diagnósticas más frecuentes
NMDA, y los ciánidos a través del trastorno en las formas de afectación de motoneurona
oxidativo mitocondrial, actuarían en la pato superior se plantean con la mielopatía cer-
genia de las enfermedades de la neurona vicoartrósica y, en menor grado, con el sín
motora por un mecanismo de excitotoxici- drome pseudobulbar, compresiones medula
dad debida a hiperactividad del glutamato res y la esclerosis múltiple.
(33, 34).
Criterios indicativos de ELA
M ieiopatía portocava_________
- Signos clínicos o neurofisiológicos de
Es una rara complicación de la encefalopatía denervación generalizada.
hepática. Los afectados tienen historia de - Ausencia de signos o síntomas de otras
encefalopatía crónica o episódica y deriva vías largas, sensitivas.
ciones portocava espontáneas o quirúrgicas.
- Ausencia de trastornos esfinterianos.
La mielopatía se manifiesta como una para-
paresia espástica con hiperreflexia, hiper - Normalidad en pruebas de neuroimagen.
tonía y signo de Babinski que empeora tras
cada episodio encefalopático. Los cambios
patológicos son de degeneración microcavi-
Tabla 7. Causas de fasciculaciones.
taria de la vía corticoespinal y pérdida de
células de Betz (35). 1) Localizadas
Siringomielia
Paraplejía espástica fam iliar__________ Poliomielitis
Radiculopatías
De herencia autosómica dominante, rara vez
Atrapamientos o traumatismos de troncos
recesiva y excepcionalmente gonosómica. nerviosos
Existen formas puras con afectación pirami
dal exclusiva y formas combinadas con 2) Generalizadas
otros síndromes neurológicos. Entre las pri Mielopatía cervical
meras, la aparición antes o después de los 35 Polirradiculoneuritis: Guillain-Barré
años delimita los subtipos I o IL Son las for Neuropatías con lesión motora:
mas puras tipo II las que plantean el Charcot-Marie-Tooth
diagnóstico diferencial con la ELA con Hipocalcemia
Hipertiroidismo
manifestaciones de motoneurona superior.
Fármacos:
Los antecedentes familiares son diagnósti
- Anticolinesterásicos
cos en las paraparesias fam iliares, no - Organofosforados
pudiendo realizarse en los casos esporádi - Carbamatos
cos. - Succinilcolina
La presencia de un síndrome piramidal - Amonios cuaternarios
como único síntoma o signo supone una par - Antagonistas betaadrenérgicos
ticular dificultad diagnóstica en la práctica Síndrome “calambres-fasciculaciones"
clínica. La negatividad de los cuadros más Fasciculaciones benignas
frecuentes obliga a un exhaustivo descarte Hipotermia
138 J.A. Martínez Matos y J. Pascual Calvet
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DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL II
J. Pascual Calvet y J.A. Martínez Matos
RESUMEN
De acuerdo con los criterios diagnósticos de El Escorial, la ELA debe ser oiierenciada
de otros síndromes que pueden cursar con manifestaciones clínicas similares a ella y que
se agrupan bajo el concepto de “síndromes semejantes a la ELA”. Se dividen en: 1) tras^-
tomos de motoneurona inferior; síndrome post^liom ielítico, neuropatía motora multi-:
fw al con bloqueos, lesiones medulares, plexopatías o radiculopatías postradioterapia; 2)
síndromes de motoneurona superior: paraplejía espástica familiar, latirismo, paraparesia
espástica tropical; 3) trastornos que cursan con signos de ambas motoneuronas: déficit
de hexosaminidasa A, hipertiroidismo e hiperparatiroidismo, intoxicaciones por metales
pesados y otras alteraciones de laboratorio de significado desconocido o asociadas a cán
cer, linfoma o alteraciones inmunitarias y 4) síndromes bulbares de origen héi«ditario
inmunitario o infeccioso. Existen también “variantes” de la ELA: 1) geográfica, que
comúnmente aparece como complejo ELA-Parkinson-Demencia; 2) degeneraciones de
asta anterior asociadas a atrofia multisistémica o a la enfermedad de Creutzféldt-Jakob,
y 3) ELA asociada a parkinsonismo, disautonomía, demencia o alteraciones sensitivas.
Las diversas formas de amiotrofia espinal hereditaria pueden llevar a confusión cuando
no pueden determinarse antecedentes hereditarios.
Hereditarios:
Adquiridos:
gión abdominal o pélvica por procesos malig aparecen al cabo de meses o años de la irra
nos (2 , 8 ). Afecta a un 2% a 10% de los casos, diación: calambres, fasciculaciones y debili
especialmente cuando la dosis de radiación dad muscular en extremidades inferiores junto
empleada supera los 3,3 Gy. Los síntomas con arreflexia, que progresan rápidamente.
Clínica:
Edad de inicio (años) 40-50 55-65
Proporción hombres/mujeres 1,0:1,5 1 ,8: 1,0
Distribución debilidad Focal 0 multifocal Inicio focal pero con
y asimétrica posterior generalización
Fasciculaciones Dispersas Difusas
Afectación bulbar y respiratoria Ausente 20% a 25% casos
Signos de motoneurona superior Ausentes Presentes
Dolor Frecuente Raro
Progresión Lenta Rápida
Neurofisiología:
Amplitud de los potenciales Disminuida en proporción a Disminuida (incluso en
de unidad motora la atrofia muscular extremidades asintomáticas)
También pueden afectarse los plexos ner distal de miembros inferiores o proximal sin
viosos, en cuyo caso aparecen debilidad y alteración sensitiva y con anticuerpos anti
atrofia muscular de distribución plexular, sin G M l, pero sin los característicos bloqueos
dolor. El estudio electromiográfico muestra en la conducción (14). La lenta evolución del
descargas mioquímicas espontáneas carac cuadro los diferencia de la ELA.
terísticas. Algunas formas de neuropatía desmieli-
nizante inflamatoria crónica pueden apar
Neuropatía m otora m ultifocal tarse de su forma clásica; paresia progresiva
con bloqueos de conducción múltiples (2) de instauración en dos o más meses o remi
tente* recurrente, con arreflexia y trastornos
Clínicamente se caracteriza por atrofia y
sensitivos distales, hiperproteinorraquia en
paresia focal, con frecuencia de musculatu
el líquido cefalorraquídeo y trazado elec
ra intrínseca de mano, extendiéndose de
tromiográfico desmielinizante. Algunos ca
forma lenta durante años a otros territorios.
sos pueden presentarse como una neuro
El territorio afectado se corresponde de
patía motora multifocal con bloqueos en la
manera estricta con troncos nerviosos indi conducción y sin anticuerpos anti G M l,
viduales, pudiendo permanecer limitada simulando en gran manera a las formas de
durante largo tiempo (9). Los miembros ELA con predominio de motoneurona infe
inferiores suelen afectarse con menor fre rior, de la que sólo se diferencian por la no
cuencia, al menos al inicio. Los reflejos rara hiporreflexia y algunos sutiles trastor
suelen estar disminuidos, pero no es excep nos sensitivos (15).
cional que se encuentren exaltados ( 10 , 11 ).
La sensibilidad es normal, por lo que la clí
nica puede considerarse superponible a una Síndrom es sem ejantes a la ELA
ELA. En un alto porcentaje de casos se con síntom as en extrem idades
encuentran títulos elevados de anticuerpos y signos de m otoneurona superior
antigangliósidos G M l, que se unen a los La aparición de signos de motoneurona su
nodulos de Ranvier en animales de experi perior (espasticidad, hiperreflexia, signo de
mentación, por lo que podrán influir en la Babinski) en una o más extremidades, sin
patogenia de la enfermeda (12). En estu evidencia de signos clínicos o neurofisiológi-
dios anatóm icos se ha observado des- cos de motoneurona inferior, plantea el
mielinización focal con formación de “bul diagnóstico diferencial con entidades ya des
bos de cebolla” (13). El diagnóstico se rea critas en el capítulo precedente: esclerosis
liza por el electromiograma, que muestra múltiple, paraparesia espástica hereditaria
los característicos bloqueos segmentarios (Strumpel- Lorraine), patología vascular
en la conducción motora con normalidad de cerebral (síndrome pseudobulbar), latirismo
la conducción sensitiva, en lugares no habi y paraparesia espástica tropical por virus
tuales de compresión o atrapamiento. El HTVL-1 (excepcional en nuestras latitudes).
tratamiento inmunosupresor con ciclofos- Dentro de este apartado es necesario
famida o la administración de inmunoglo- mencionar la esclerosis lateral primaria (16)
bulina intravenosa a dosis altas suele ser (Tabla 4). Todavía se discute si debe consi
eficaz; sin embargo, estos pacientes no res derarse una entidad diferente de la ELA o si
ponden al tratamiento con plasmaféresis ni a se trata del mismo proceso (17, 18). En
los corticoides. nuestra opinión, determinados casos tienen
Se han descrito otros cuadros semejantes que considerarse como entidad distinta de la
al anterior, con atrofia y paresia asimétrica y ELA. Cuando se manifiestan exclusivanicn-
146 J. Pascual Calvet y J.A. Martínez Matos
te por afectación de la motoneurona supe Sin embargo, hay pacientes con parálisis
rior, en ausencia de signos clínicos y neuro- bulbar progresiva, especialmente de edad
fisiológicos de motoneurona inferior duran avanzada, en quienes no se detectan signos
te todo el curso de la enfermedad; no hay bulbares de motoneurona inferior (atrofia y
atrofia ni fasciculaciones; el electromiogra- fasciculaciones linguales) y la exploración
ma no muestra signos de motoneurona infe electromiográfica en las extremidades es
rior y progresan más lentamente, durante incapaz de detectar signos de motoneurona
más de 6 años. La resonancia magnética inferior, pero en los que la enfermedad pro
puede demostrar una alteración de la señal en gresa rápidamente y, al cabo de uno o dos
las vías corticoespinales (Fig. 1) y atrofia años, en un estadio ya muy avanzado, apare
cortical focal localizada en las áreas motoras. cen los signos de motoneurona inferior.
Figura 1. Resonancia magnética cerebral de un paciente con esclerosis lateral primaria (corte coronal con
secuencia potenciada en T2). Se observa hiperintensidad bilateral y simétrica de ambas cápsulas internas.
Diagnóstico diferencial II 147
FO RM AS VARIANTES DE LA ELA
Bajo esta denominación (Tabla 5) se agru oeste de Nueva Guinea (36). La incidencia
pan aquellas enfermedades cuya forma de pre de enfermedad en estas regiones es anormal
sentación es característica de la ELA, pero mente elevada. Se diferencian de la ELA tí
que se acompañan de hallazgos clínicos o pica por asociar demencia y parkinsonismo,
neuropatológicos adicionales que hacen sos ser de inicio más precoz y tener mayor dura
pechar alteraciones de otros sistemas funcio ción. El estudio neuropatológico de estos ca
nales neurológicos, además del sistema mo sos evidencia la presencia de ovillos neuro-
tor (32). Estos hallazgos se detectan en el 5% fibrilares de distribución difusa en todo el
a 10% de los pacientes con ELA; córtex cerebral.
1) Alteraciones sensitivas.
ELA asociada a atrofía m ultisistém ica
2) Parkinsonismo.
3) Demencia. En algunas atrofias multisistémicas, como la
enfermedad de Shy-Drager, la enfermedad
4) Trastornos disautonómicos (hipotensión
de Machado-Joseph y la atrofia olivoponto-
ortostática, esfínteres).
cerebelosa tipo IV, el compromiso motor
(atrofia muscular y debilidad generalizada)
Variantes geográficas
puede predominar sobre el resto de hallazgos
En este grupo se incluyen las variantes geo clínicos (37). Lo mismo sucede con la va
gráficas de la isla de Guam (33, 34), de la riante motora de la enfermedad de Creutz-
península de Kii en Japón (35) y de la zona feldt- Jakob (38).
150 J. Pascual Calvet y J.A. Martínez Matos
1) Valorar los datos demográficos inusuales, 2) Gen NAIP {Neuronal Apoptosis Inhibi
por ejemplo sujetos jóvenes, duración de tory Protein), localizado en una región
la enfermedad anormalmente prolongada. vecina al gen SMN (exón 5). Se encuen
2) Detectar síntomas y signos atípicos de tran deleciones en un 35% de las amio
ELA (demencia, alteraciones sensitivas, trofias espinales, siempre asociadas a la
esfinterianas, autonómicas, cerebelosas, deleción del gen SMN. Se relaciona con
oculomotoras, extrapiramidales). la gravedad de la enfermedad (en el tipo I
3) Ante la sospecha de variante realizar es se detecta en el 45% a 66% de los casos).
tudios complementarios: resonancia mag 3) Factor de transcripción basal (Btf2-p44).
nética, tests de disfunción autonómica, Se encuentran deleciones en el 15% de las
estudio neuropsicológico. amiotrofias espinales.
Diagnóstico diferencial II 151
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IdD
DIAGNOSTICO ELECTROFISIOLOGICO
J. Montero Horns y J.M. Fernández Rodríguez
R ESUM EN __________________________________________________________________
El estudio electrofisiológico es esencial en el diagnóstico y el seguimiento de la ELA.
Demuestra la existencia de signos electromiográficos de denervación activa de carácter
difuso, pérdida de unidades motoras funcionantes, alteraciones en la arquitectura y la
estabilidad de dichas unidades motoras y la ausencia de alteraciones en la vertiente sen
sitiva. Permite descartar asimismo la presencia de bloqueos de conducción motora que
caracterizan determinados procesos de etiología autoinmunitaria y pueden simular enfer
medades de la motoneurona inferior. Los criterios diagnósticos de El Escorial consen
suados por la World Federation o f Neurology integran los hallazgos electrofisiológicos y
la exploración clínica. Algunas técnicas especiales, como las de recuento de unidades
motoras, el estudio de reflejos, la electromiografía de fibra simple, los potenciales evo
cados somatosensoriales y la estimulación magnética transcraneal, pueden aportar más
datos, ayudar en el establecimiento de criterios cuantitativos en la evolución y mejorar el
conocimiento fisiopatológico de las enfermedades de la motoneurona inferior.
cíales aislados de unidad motora, que llevó a nución importante del número de unidades
describir una pérdida de unidades motoras motoras (53%) en tan sólo 6 meses de evo
en prácticamente todas las enfermedades lución. Si se tiene en cuenta que la pérdida
neuromusculares, incluidas las distrofias en los sujetos control es del 1,3% por año,
musculares. este dato indica la gran agresividad del pro
Posteriormente ha despertado interés de ceso.
nuevo, sobre todo al introducirse variantes
más sofisticadas del mismo método que Técnica de la onda F
mejoran la precisión y la exactitud del origi
nal. Las respuestas F se utilizan también en la
obtención de la amplitud media de los
Estim ulación en m últiples puntos potenciales aislados de unidad motora (22,
23). Para ello se seleccionan aquellas res
Es una variante del anterior en que se esti puestas que se repiten con la misma forma,
mula el nervio en varios puntos con muy de tal manera que pueden considerarse como
baja intensidad, midiendo sólo el primer verdaderos potenciales de unidad motora
potencial aislado de unidad motora obtenido aislados. Stashuk y cois. (22) realizaron esta
en cada punto. El valor del medio de los selección mediante un software específico.
potenciales aislados de unidad motora obte Sin embargo, al igual que la técnica de
nidos es el denominador del cociente para la incrementos múltiples, tiene el inconvenien
obtención del número de unidades motoras te de que no resuelve completamente la
(20, 21). El objetivo fundamental de esta
posible alternancia.
técnica es evitar el problema de la alternan
cia. El método es reproducible, con un bajo
Técnica de la prom ediación
coeficiente de variación (4%) cuando se rea
liza un retest. En 8 pacientes con ELA, Tiene dos variantes: la de Brown y cois.
Wang y Delwaide (21) hallaron una dismi (24), en la que se registran los potenciales
Diagnóstico electrofisiológico 163
so estudio, Mills y Nithi (33) han demostra criterios establecidos en 1992 por la
do un aumento de la excitabilidad cortical American Association o f Electrodiagnostic
en territorios en que aún no se observa Medicine (39) diagnostican enfermedad ge
denervación en el estudio con electromio- neralizada de motoneuronas inferiores si los
grafía convencional. Sin duda, estos hechos cambios neuropáticos son documentados
amplían de forma notable la utilidad del por la electromiografía en músculos inerva
estudio electrofisiológico en la determina dos por diferentes nervios y raíces en, al
ción de la lesión de la primera motoneurona menos, tres extremidades (o dos extremida
y en el estudio evolutivo de la enfermedad. des y músculos craneales) además de los
Los criterios de El Escorial (4) y su modifi criterios referidos a la electroneurografía.
cación reciente consideran “compatibles” A pesar de que tales criterios “neuropáticos”
con afección de primera neurona: no son explícitos, tácitamente se ha coasen-
1) Aumento de un 30% en el tiempo de con suado que se refieren a la denervación aguda
ducción central. o reciente (fibrilación, ondas positivas y pér
2) Frecuencias bajas de descarga de los dida de unidades motoras funcionantes) y
potenciales de unidad motora con esfuer reinervación (potenciales de unidad motora
zo voluntario. de amplitud y duración aumentadas). Por
su parte, los criterios que fueron estableci
dos en El Escorial por la World Federation
ESTU D IO DE LO S R EFLEJO S o f Neurology en 1994 (4) y su modificación
Se sabe que en los pacientes con ELA y sín más reciente difieren de los de la American
tomas prominentes de lesión de la motoneu Association o f Electrodiagnostic Medicine
rona superior la amplitud de la onda H en los en tres aspectos que conciernen a la electro
músculos de la pantorrilla está aumentada en miografía. En primer lugar, la clasificación
relación a la am plitud de la onda M. topográfica de los músculos de diferentes
Además, el estudio de las curvas de excita raíces y nervios necesariamente afectos
bilidad mediante estímulos pareados indica varía y aquí se refiere a “regiones” (bulbar,
una recuperación más rápida en estos cervical, torácica y lumbosacra).
pacientes (3). Ello no difiere de lo que suce Para la región bulbar es suficiente encon
de en otras enfermedades que comportan trar cambios neurógenos en un solo múscu
también lesión de la primera motoneurona. lo. En la región torácica es suficiente demos
Sin embargo, en el estudio electrofisiológico trar cambios electromiográficos en los mús
habitual, la extensión de este reflejo puede culos paraespinales por debajo de 0 6 o en
ser útil en aquellos casos en que la debilidad los músculos abdominales. En las regiones
en los músculos del grupo posterior del cervical y lumbosacra es necesario encontrar
muslo no se corresponde con signos eviden cambios electromiográficos en al menos dos
tes de denervación, demostrándose así el músculos inervados por distintos nervios y
origen en la afectación de la neurona supe raíces. Por tanto, en una “región” determi
rior. nada la alteración unilateral tiene el mismo
significado diagnóstico que si es bilateral.
Además, desaparece la obligatoriedad de
ELEC TR O M IO G R A FÍA
explorar al menos tres extremidades a la vez
DE A G U JA COAXIAL_______________
que se consolida la práctica del estudio de
El estudio con electrodo concéntrico es uno los músculos paravertebrales dorsales. Por
de los pilares diagnósticos de la ELA. Los último, los criterios de denervación activa y
166 J. Montero Horns y J.M. Fernández Rodriguez
Tabla 1. Fasciculaciones.
Benignas
Malignas
Frecuencia (0,8/seg)
Frecuencia baja (3,5/seg)
Localizadas en una zona del músculo
En todo el mú.sculo, “impredecibles”
Más “vigiladas” por el paciente Paciente indiferente a ellas
Cesan transitoriamente al frotar No cambian
Potenciales de unidad motora normales Potenciales de unidad motora polifásicas
Predominantemente en pantorrillas En cualquier lugar
Pueden .ser evocadas voluntariamente
Pocas veces reproducibles voluntariamenle
Diagnóstico electrofisiológico 167
Figura 3. Patrón de máximo esfuerzo muy deficitario constituido por potenciales de unidad motora de gran
voltaje y duración aumentada, indicativos de un proceso de reinervación crónica.
tre atrofia o pérdida de fuerza. Este incre mos con la aguja de electromiografía da
mento del área de potenciales de unidad lugar a la aceleración de las ya activas y es
motora se debe al mayor número de fibras indicativo de pérdida de unidades motoras
musculares dependientes de la misma unidad funcionantes. Se ha propuesto un método
motora. El proceso de reinervación colateral práctico y rápido para evaluar este paráme
en la arborización axonal terminal permite tro: la frecuencia de la unidad motora más
disminuir el número de fibras musculares rápida de las observadas dividida entre el
denervadas en el mismo territorio por la pér número de unidades motoras que en el mis
dida de neuronas motoras. Este hallazgo no mo momento se detectan en el trazado
es patognomónico de la ELA y puede obser durante 1 segundo, debe ser aproximada
varse en cualquier proceso de denervación y mente 5. Así, por ejemplo, ante una frecuen
reinervación, mucho más intensamente en cia máxima de 20 Hz y dos unidades moto
aquellos que guardan cierta cronicidad y per ras en el trazado, la razón es 10, valor que en
miten desarrollar por completo procesos de los músculos de las extremidades debe ser
crecimiento de axones colaterales. ya catalogado como anormal (47).
Otro importante aspecto en la evaluación El análisis automático del patrón electro-
electromiográfica de estos pacientes es el miográfico interferencial, en particular el
análisis del patrón de reclutamiento, que ha llamado Turns-Amplitude (48), es un méto
sido evaluado como anormal en el 86% de do muy utilizado con fines diagnósticos y
los casos, incluso durante los periodos ini para monitorizar la enfermedad (Fig. 4).
ciales de la enfermedad (46, 47). La dificul Normalmente al menos el 95% de los puntos
tad estriba en la necesaria colaboración del caen dentro de la “nube” normal, que es
paciente y la subjetividad del explorador en diferente para cada músculo y edad. Un
la evaluación de este parámetro. En realidad, resultado se considera neurógeno cuando
es necesario poner de manifiesto la activa dos puntos o más sobre 20 caen por encima
ción de un número de unidades motoras nor de la “nube” normal, y miopático cuando
mal para la frecuencia de descarga que se dos o más puntos caen en el cuadrante infe
observa. La ausencia de reclutamiento de rior derecho.
nuevas unidades motoras ante el incremento Los registros con macroelectromiografía
de frecuencia de disparo de las que detecta en pacientes con ELA demuestran un
Diagnóstico electrofisiológico 169
1
J . V
8
UP A ip A re a «A vg 30000 [u V is ]
1 6370 27270 53
2 5811 23206 24
3 2617 10120 38 ■X
4 12585 38928 30
5808 24888 137 Á •
6 7378 30419 52 r
7 3901 17632 60 e ■
3989 19186 80 a ■
&
2300 13362 74
la n a s 5808 23206
0 Aid fu V l 7500
Figura 5. Macroelectromiografía de un tibial anterior en una ELA poco agresiva. Nótese la gran amplitud de
los potenciales. Los valores macro normales para este músculo (tibial anterior) y edad (65 años) son: ampli
tud (media de las medianas); 207 ± 63,7; área: 1033.
descargas.
31.8 m/s -3 % -0 % -8 %
Figura 7. Bloqueo de conducción en el nervio mediano de un paciente con neuropatía motora multifocal. Al
estimular la axila el potencial es de muy baja amplitud.
Diagnóstico electrofisiológico 173
15. Andres, P.L., Hedlund, W., Finison, L. y cols. 27. Bromberg, M.S., Forshew, D.A., Nau, K.L. y
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(Capíüiiill® 11 . ; ;
n e u r o im a g e n
resum en
Siempre ayuda en la detección de una plano tánico. Para poder analizáT estos
afección de la encrucijada cervicooccipital o tiempos de relajación se pueden variar
en la mielopatía cervicoartrósica. algunos aspectos de la técnica: por un
lado, variar el pulso de radiofrecuencia y
R esonancia magnética nuclear (RMN) la distancia en el tiempo entre un pulso y
el siguiente en milisegundos, llamado
tiempo de recuperación (TR). Otro as
elementales para la obtención
pecto que se puede variar es el momento
Ja iimíaenes p o r RM N
en el cual se recogen las señales eléctri
Al intrtxlucir un organismo dentro de un cas de la resonancia protónica mediante
generador magnético, muy superior al de la procesador, llamado tiempo de eco (TE).
naturaleza, los protones se alinean en la Si ponemos un TR corto, por ejemplo
dirección del campo. Para desarrollar la ima entre 200 y 800 mseg, se recuperan más
jen se seleccionan los protones de los áto- m ídeos de hidrógeno en los tejidos con
HHis de hidrógeno, teniendo en cuenta que el tiempos de relajación T, cortos, o sea
ctmtenido acuoso del organismo humano es que habrá más m ídeos de hidrógeno de
nmy alto, aunque teóricamente es posible estos tejidos que han “resonado” cuando
utilizar los protones de otros átomos. El pro- llegue el próximo pulso de energía.
ccw) de resonancia sigue varios pasos (6-9): Las secuencias ponderadas en T, se
1) Una vez alineados los vectores eléctricos adquieren utilizando un TR corto y un
do los protones en la dirección del campo TE corto (de 20 a 40 mseg). Cuanto más
magnético, se aplica un pulso de radio se prolongue el TR, mayor será el por
frecuencia que los desvía 90° de su vec centaje de protones de hidrógeno que
tor base. Al terminar el estímulo de retomen al plano longitudinal antes de la
radiofrecuencia, los vectores de los pro llegada del próximo pulso, por lo tanto
tones tienden a regresar a su posición ini mayor será la señal generada.
cial y al hacerlo generan señales eléctri Para un valor concreto de TR, los teji
cas, conocidas como “resonancia”, que dos que tienen un tiempo de relajación T,
son recibidas por un ordenador que las corto mostrarán una intensidad en la
procesa. señal más elevada que aquellos que ten
2) lil vector no vuelve a su posición en un gan un T | prolongado. Si se disminuye
Noli> plano sino que lo hace de forma ios valores de TR la señal proveniente de
helicoidal, dando lugar a dos tipos de los tejidos disminuye y también lo hace
recogida de datos, conocidos como los el contraste, debido a las diferencias de
tiempo de relajación T I y T2. El T I o los tiempos de relajación. Por supuesto
tiempo de relajación longitudinal repre esto depende de la densidad de los iones
senta el tiempo que tarda el vector del hidrógeno, de la composición de cada
protón de hidrógeno en volver a su posi tejido y de los diferentes materiales de
ción inicial, teniendo en cuenta un solo que esté compuesto el elemento analiza
pliino y no considerando el recorrido en do, con lo cual habrá diferentes velocida
otros planos de su trayecto. El T2 o tiem- des para cada tejido.
P<’ (le relajación transversal representa el En la TAC los valores en gris representan
iicmpo que tarda el vector del protón de el grado de atenuación de rayos X, mientras
hidrógeno en hacer el recorrido comple- que en la RMN representan la densidad
l<> del trayecto helicoidal a través de los anatómica de hidrógeno en las diferentes
‘lifcrenics planos y no solamente en un estructuras.
180 J. Patrignani, J. Castro y M. Pérez
Hipira I. Varón dc 58 años. Tres años de evolución, Figura 2. Varón de 70 años. Un año de evolución.
'in M^’nos huiharcs. Sin signos bulbares.
182 J. Patrignani. J. Castro y M. Pérez
Figura 4. Varón de 65 años. Tres años de evolución. Sin signos bulbares ni factores de riesgo vascular (4a,
4b).
por la vida media física del radionúclido uti c) Área frontal: hipoperfusión tanto en lá
lizado para el mareaje, habitualmente unas región dorsolateral como en la inferome-
seis horas. dial.
En el hombre sano el flujo sanguíneo d) Corteza temporal: hipoperfusión izquier--
cerebral se mantiene constante por un meca da o derecha, y con menor frecuencia*
nismo de autorregulación, variando entre 50 bilateral.
y 60 ml/min/100 g de tejido. Las funciones
e) Corteza parietal: hipoperfusión bilateral
cerebrales normales se conservan aun con
en más del 50% de los casos, con mayor
valores del flujo sanguíneo cerebral tan
intensidad en el lado izquierdo. ;
bajos como 20 ml/min/100 g, ya que el teji í
do nervioso aumenta la extracción de oxíge En líneas generales puede asegurarse que
no de la circulación. Valores por debajo de la menor proporción de los pacientes con
este límite se asocian con cambios electro- ELA presentan alteraciones exclusivamente
encefalográficos, y al llegar a 15 ml/min/100 en el área motora, mientras que la mayoría
g se alcanza el grado crítico de isquemia, presenta también alteraciones en otras áreas ^
cuya prolongación produce daños celulares de la corteza cerebral (Figs. 7 y 8). :
irreversibles.
En general existe un acoplamiento entre Interpretaciones
la actividad metabólica cerebral y el flujo Estas alteraciones pueden interpretarse
sanguíneo cerebral regional por mecanismos como debidas a la degeneración primaria de
neurohumorales que ajustan la oferta de oxí las neuronas motoras de la corteza motora
geno sanguíneo a la demanda celular. Así primaria, y secundariamente como una desa-
pues, esta técnica informa sobre la perfusión ferentación que afecta al resto de las áreas
sanguínea regional/local e indirectamente corticales, sobre todo en la corteza premoto
sobre el metabolismo de somas celulares de ra, parietal descendente y temporal, áreas
la corteza cerebral, y, por tanto, no sobre la que por proximidad parecen estar más direc
sustancia blanca. tamente relacionadas.
La correlación de estas alteraciones con
A portaciones de la SP E C T a la ELA la clínica es más discutible. El flujo sanguí
neo cerebral regional frontal y temporal
En la mayoría de los pacientes diagnostica
anterior, dism inuido en la ELA (27, 28),
dos de ELA probable o definitiva, según los
parece presentarse de forma similar a como
criterios de El Escorial, se han encontrado
sucede en las enfermedades con lesiones
defectos de perfusión en distintas áreas de la
degenerativas frontales. En este tipo de
corteza cerebral tanto de forma única como
estudios existen semejanzas con la enferme
bilateral. La SPECT cerebral de flujo ha
dad de Pick, la enfermedad de Alzheimer y
mostrado la existencia del efecto de perfu
la enfermedad de Creutzfeld-Jakob. El com
sión en más del 90% de los casos. Las alte
plejo demencia frontal-ELA puede ser inter
raciones se han distribuido de la siguiente
pretado como un estado intermedio, una
forma: interfase entre una demenciación de tipo
a) Área motora: hipoperfusión, más fre frontal y una ELA sin demencia (29, 30). La
cuente bilateral que unilateral. utilización com binada de RMN y SPECT de
b) Área premotora: hipoperfusión en cerca flujo puede ser útil para reflejar la progre
del 40% de los casos, casi siempre bila sión de la degeneración de las motoneuro-
teral. nas y de otras áreas de la corteza cerebral
Neuroimagen 185
Figura 7. Varón de 66 años. Dos años de evolución. Sin déficit cognitivos. Comienzan signos bulbares (hipo-
perfusión frontoparietal bilateral, más manifesta a la derecha).
(31). La atrofia del cuerpo calloso, sobre estado normal y patológico de cerebros
todo de sus regiones anteriores y especial humanos in vivo. Los grupos N-acetil
mente del cuarto anterior, está asociada con (NA), N-acetilaspartato (NAA), N-acetilas-
trastornos neuropsicológicos (32). partatoglutamato (NAAG) y otros grupos
NA son la principal causa de las prominen
Imagen espectroscópica tes señales en el espectro protónico del teji
por resonancia magnética (H-MRSI) do cerebral normal. Estos grupos acetilos
Esta técnica de imagen no invasora puede se encuentran localizados exclusivamente
evaluar la distribución química regional en en neuronas y en sus procesos y no en las
186 J. Patrignani, J. Castro y M. Pérez
Figura 8. Mujer de 59 años. Dieciocho meses de evolución. Sin signos buibares. Trastornos de condurt
desde hace unos dos meses (hipoperfusión difusa e irregular prefrontal, parietal superior y temporal
de predominio izquierdo).
RMN Densidad de los iones de Sobre la estructura química Diagnóstico diferencial con
hidrógeno de la estructura (anatómica y algunos datos enfermedad cervicoencefá-
anatómica. funcionales). lica y para valorar el estado
del proceso degenerativo
(escasa correlación de los
hallazgos con la gravedad
de la clínica).
SPECT: Estudia el flujo sanguíneo Sobre el estado funcional de Confirmar lesión de la pri
cerebral regional y el meta grupos celulares en corteza mera motoneurona y diag
bolismo de la corteza. y ganglios basales (escasa o nosticar afectación de otras
nula información anatómi áreas corticales. Puede ser
ca). un índice de progresión del
proceso degenerativo y pre
decir la aparición de afecta
ción cognitiva.
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NEUROPATOLOGIA
I. Ferrer Abizanda
RESUMEN
La ELA afecta a la motoneurona superior e inferior con pérdida de neuronas piramidales
de Betz y de motoneuronas del asta anterior y de distintos núcleos del tronco del encéfalo.
Estos cambios se acompañan de pérdida de fibras en los haces piramidales anteriores de la
médula espinal y nervios motores, así como de atrofia por denervación de los músculos
estriados! La afectación de otros sistemas del SNC es variable. Se ha demostrado una alte
ración temprana del aparato de Golgi y acúmulos de filamentos fosforilados en las moto-:
neuronas del asta anterior. Se observan inclusiones neuronales y balonamientos axonales.
Las inclusiones neuronales son de distintos tipos: cuerpos de Bunina, inclusiones hialina,
inclusiones irregulares algodonosas e inclusiones basófilas. Los cuerpos de Bunina contie
nen cistatina C. Las inclusiones hialinas están formadas por agregados de filamentos de 10-
20 nm de diámetro y las inclusiones irregulares algodonosas lo están por agregados de fila
mentos de 10-15 nm y son inmunorreactivas para ubicuitina. Las inclusiones basófilas
están constituidas por agregados de filamentos de 10-20 nm y agregados granulares.
Los esferoides axonales, en las astas anteriores y en los haces corticoespinales, están for
mados por agregados de filamentos de 10-15 nm. Las alteraciones neuropatológicas son
similares en la ELA esporádica y en las formas familiares con herencia autosómica domi
nante. Se revisan también hallazgos en modelos animales, así como en ELA asociada a par
kinsonismo y demencia.
tcza motora (34). Por otra, se ha descrito una También puede verse la alteración de la vía
S u cción de Bcl-2 y un aumento de Box en piramidal con tinciones que ponen de mani
las motoneuronas del asta anterior en fiesto grasas neutras y macrófagos, lo que
pacientes con ELA (36). Dado que Bcl-2 muestra la presencia de productos de degra
puede actuar como agente favorecedor de dación mielínica, así como la retirada de
supervivencia neuronal y Box como agente cuerpos residuales por parte de los macrófa
proapoptótico (37), estas observaciones son gos (38). Las raíces anteriores de la medula
sugestivas de que miembros de la familia presentan pérdida de axones. Finalmente, en
Bcl-2 pueden desempeñar un papel en la lo que respecta a los nervios motores, existe
muerte celular de motoneuronas en la ELA. una reducción del número de axones y pre
Junto a la pérdida de motoneuronas, exis sencia de cambios degenerativos en los axo
te una alteración de la vía piramidal, las raí nes restantes, consistentes en acumulo de fila
ces motoras y los nervios motores en los mentos, mitocondrias y vesículas, con un
pacientes con ELA. Los fascículos piramida patrón de tipo dying-back (39). La mayor o
les directo y cruzado están dañados, con menor afectación de la motoneurona superior
mayor afectación de las zonas distales que de o de la inferior explica la preponderancia de
las proximales, es decir, con un patrón de tipo síntomas piramidales o la mayor afectación
dying-back. Estas alteraciones pueden obser de motoneurona inferior y de amiotrofia, res
varse con tinciones para mielina o para axo- pectivamente, en cada paciente (Fig. 2).
ncs, manifestándose como palidez mielínica Las modificaciones en el músculo estria
o como rarefacción de fibras nerviosas, res do son características de atrofia por denerva-
pectivamente, y destacarse con tinciones que ción, con atrofia de fibras musculares de for
visualizan la degeneración de fibras nerviosas ma aislada o en grupos, agrupación por tipos
(tinción de Marchi), lo que permite ver no las de fibras indicativa de reinervación colateral
fibras restantes sino las fibras degeneradas. y atrofia global del músculo (Fig. 3).
• l'l
Figura 4. Balonamientos axonales e inclusiones M ^
las motoneuronas del asta anterior. A: Balon^|
miento axonal (flecha) entre neuronas (n)
vientes (hematoxilina-eosina). B; BalonamienK)| ;
axonales argirófilos (flechas) junto a una
Figura 3. Atrofia por denervación en el músculo superviviente (n) (Gross-Bielchowsky). C.
estriado. A: Pequeños grupos de fibras atróficas namiento axonal con acumulo de neurofilameiW |
junto a aisladas fibras hipertróficas (hematoxilina- (nf) (microscopía electrónica). D; Inclusión h ia lW |
eosina). B: Aumento de la actividad oxidativa en (flecha) con aspecto de cuerpo de Lewy (hem at0^i|
las fibras atróficas (NADH). C: Grupos de fibras lina-eosina). E: Inclusiones hialinas y cuerpo*
atróficas y agrupación por tipos, indicativa de rei Bunina (flecha) en una neurona con palidez del
nervación colateral (ATPasa miosínica a pH 4,3). plasma (asterisco) y rechazo periférico de
(Las fibras oscuras son fibras tipo 1.) na (hematoxilina-eosina).
Neuropatología 197
198 I- Ferrer Abizanda
M O DELO S A N IM A LE S D E ELA
La producción de animales transgénicos con
modificaciones en el gen de la SOD-1 ha
sido utilizada como modelo de ELA.
Ratones con sobreexpresión de secuencias
de glicina 37 hasta arginina (G37R) sufren
de enfermedad de motoneurona. Sin embar
go, las lesiones difieren de las formas huma
nas: no se encuentran inclusiones anómalas
ni acúmulos de neurofilamentos. La lesión
estructural más evidente es la vacuolización
de las mitocondrias en el soma y en los pro
cesos celulares (79). Ratones con sobreex
presión de la secuencia glicina 85 hasta argi
nina (G85R) desarrollan un cuadro más
parecido a las formas humanas. Estos rato
nes sufren pérdida de neuronas que se acom
paña de acúmulos de neurofilamentos en las
neuronas restantes y de inclusiones inmuno-
rreactivas para SOD-1 y para ubicuitina.
Además, el asta anterior muestra un aumen
to de astrocitos con inclusiones ya en las
fases tempranas de desarrollo de la enferme
dad (80). Los ratones transgénicos con
sobreexpresión de la secuencia glicina 93
hasta alanina (G93A) presentan alteraciones
diversas, según el número de copias del
transgén. Los ratones con un número bajo de
fTfiura 5. Balonamientos axonales y figuras de
copias presentan degeneración de motoneu-
«^generación axonal (flechas) inmunorreactivos con
ronas, depósitos de neurofilamentos en las
anticuerpo frente a neurpfilamentos fosforilados
■fc alio peso molecular. A y B: Inmunohistoquímica neuronas restantes e inclusiones inmunorre-
el anticuerpo RT97. (Secciones contrastadas activas para ubicuitina, así como astrocitosis
‘'Gilmente con hematoxilina.) (81, 82); sin embargo, los ratones con un
200 I. Ferrer Abizanda
cialmente en las^ capas III y V. Junto a estos 3. Brown, R.H. The molecular biology o f thé^nhe-
cambios se ha enfatizado la presencia de rited motor neuron diseases: An overview. En:
inclusiones intraneuronales inmunorreacti- Rosenberg, R.N., Prusiner, S.B., DiMauro, S.,
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vas para ubicuitina, así como dendritas anó
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tina en la corteza cerebral, hipocampo, fascia 4. Lowe, J., Lennox, G., Leigh, P.N. Disorders o f
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inclusiones son semejantes a las que se 281-366.
observan en regiones subcorticales en las 5. Figlewicz, D., Krizus, A., Martinoli, M, y cols.
formas clásicas de ELA (44, 95-98), si bien Variants o f the heavy neurofilament subunit are
la presencia de inclusiones inmunorreactivas associated with the development o f amyotrophic
para ubicuitina son excepcionales en la cor lateral sclerosis. Hum Mol Genet 1994; 3:
teza cerebral e hipocampo de pacientes con 1759-1761.
ELA sin demencia (97, 98). Por otra parte, 6. Zum D., Dongm, D.L.Y., Cleveland, D.
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las inclusiones intraneuronales inmunorreac
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tivas para ubicuitina en la corteza cerebral,
655-661.
así como las neuritas inmunorreactivas para
7. Hirano, A., Kurland, L., Sayre, G. Familial
ubicuitina, también se han descrito en la amyotrophic lateral sclerosis: A subgroup cha
demencia de tipo frontal sin amiotrofia (100, racterized by posterior and spinocerebellar
101). Es improbable que las neuritas inmu tract involvement and hyaline inclusions in the
norreactivas para ubicuitina en la corteza anterior horn. Arch Neurol 1967; 16: 232-246.
cerebral tengan un valor específico en la 8. Deng, H.X., Hentati, A., Tainer, J. Amyotrophic
demencia de tipo frontal con o sin amiotro- lateral sclerosis and structural defects in Cu.Zn
fia, ya que se han descrito alteraciones seme superoxide dismutase. Science 1993; 261:
jantes en la corteza cerebral en enfermedades 1047-1051.
tan poco relacionadas como la enfermedad 9. Rosen, D.R., Siddique, T., Patterson, D. y cols.
de cuerpos de Lewy difusos (102). Es preci Mutations in Cu/Zn superoxide dismutase gene
are associated with familial amyotrophic lateral
so señalar que, aunque los cambios son limi
sclerosis. Nature 1993; 362: 59-62.
tados, la implicación de las neuronas de las
10 Tsuda. T., Munthasser, S., Fraser, P.E. y cols.
capas superiores del córtex en la demencia Analysis o f the functional effects o f a mutation
de tipo frontal supone una alteración de las in SODI associated with familial amyotrophic
conexiones corticocorticales cuya disrupción lateral sclerosis. Neuron 1994; 13: 727-736.
sería el probable sustrato anatómico de la 11. Borchelt, D.R., Lee, M.K., Slum, H.S. y cols.
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r
M
i
•Cíipíilimll®, 13.. . i'..
EPIDEMIOLOGÍA
M.L. Viguera, T. Puig y J. Pradas
RESUMEN
El creciente aumento de casos diagnosticados de ELA, el cada vez mayor interés por el
análisis de Jas diyersas teorías etiopatogénicas y la reciente introducción de tratamientos
qiae modifican el curso de la enfermedad hacen necesaria la realización de estudios epi-
deimológicos prospectivos, basados en criterios unificados, que permitan una compara-
ción dé los resultados. La creación de registros nacionales e internacionales de ELA,
d eM d ó s como un proceso de recogida sistemátic^^ completa y continua de datos, per
mitirá conbceí de ÍForma fidedigna datos relativos a la incidencia, prevalencia de morta-
lidáíl y distribución geográfica. Asi mismo, facilitará el estudio de factores de riesgo y la
aplicación de programas de prevención primaria, secundaría y terciaría, en caso de que
sean modificables. Por último, será de gran ayuda a la hora de evaluar los efectos de los
tratamientos recientemente introducidos o en fase de experímentación.
últimas décadas de la vida. Parece, sin embar medio rural y el urbano. Un 16% de los pa
go, que estos datos podrían modificarse consi cientes tenían antecedentes de traumatismo
derando el reciente aumento de la incidencia grave, pero sólo la mitad guardaban una rela
detectado en algunos trabajos (10, 11). ción temporal y espacial atribuible. Se
Los estudios de incidencia y prevalencia se encontró historia familiar en un 4,8% de los
han realizado mediante estudios de población casos.
a través de datos recogidos de distintas fuen El posible aumento progresivo de la inci
tes. Un trabajo realizado por Brooks (6), en el dencia es un punto muy debatido. Para algunos
que se analizan diferentes estudios europeos, autores se trataría de un aumento real (10, 11)
norteamericanos y uno de oriente medio, se ha en el que influirían factores exógenos ambien
emcontrado una incidencia de 1,4 a 2,6 por tales, para otros sería consecuencia de un
100.000 habitantes con una prevalencia de 2,7 mejor diagnóstico y un tercer grupo opina que
a 3,1. Similares resultados se han observado correspondería a un incremento en la esperan
más recientemente en Escocia, a través de un za de vida, que aumenta la población suscepti
estudio basado en un registro de enfermedad ble de padecer la enfermedad (14). En la
de la neurona motora (12). En dos estudios de mayoría de trabajos el pico de máxima inci
países mediterráneos se observó una menor dencia se sitiia entre los 60-70 años, aunque
incidencia, en tomo a 0,6-0,7 nuevos casos, algunos autores han observado que puede
mientras que la prevalencia fue superior, lle seguir aumentando en las siguientes décadas,
gando a 3,1-4,3 por 100.000 habitantes (6), de forma proporcional al aumento de la pobla
coincidiendo con la prevalencia mundial esti ción de riesgo (9, 12).
mada por Emery (4,16 por 100.00 habitantes), El análisis de la historia natural ha demos
en su revisión de la literatura mundial (8). trado que el curso es lineal en cada paciente,
En España, el único estudio epidemiológi aunque con una amplia variabilidad de unos a
co se ha realizado en Cantabria (13) durante un otros (15). El tiempo de supervivencia es por
periodo de 12 años. Muestra una incidencia de ello variable, con un plazo promedio de tres
1,01 por 100.000 habitantes y una prevalencia años (16, 17). Se considera que alrededor de
de 3,52 por 100.000 habitantes. La relación un 20% de los pacientes viven más de 5 años y
hombre/mujer fue de 1,78/1 y la supervivencia un 10% más de 10 años. Se ha intentado rela
media de 26,6 meses, con un 18% superior a 5 cionar la forma de presentación con la variabi
años y un 6% superior a 10 años, sin diferen lidad en la supervivencia. Mientras que algu
cias significativas por sexos ni por forma de nos autores encuentran una menor superviven
presentación. La edad de inicio mostraba un cia en los casos de inicio bulbar (16), otros no
pico de mayor incidencia a los 60-69 años para han encontrado diferencias estadísticamente
los hombres y superior a 70 años para las significativas o lo atribuyen a la mayor edad
mujeres (media 60,5 años). En cuanto a las de presentación en este grupo (17, 18). Tam
diferentes formas de presentación, la media de bién hay estudios que sugieren una mayor
edad se situaba en 60 años para la ELA, en 68 supervivencia en pacientes con un inicio en
años para la parálisis bulbar progresiva y en 48 forma de atrofia muscular progresiva, y de
para la atrofia muscular progresiva. El interva nuevo hay quienes opinan que ello se debe a
lo entre el primer síntoma y el diagnóstico fue una edad de inicio inferior, mientras que otros
de 11 meses. La forma de presentación fue co no encuentran dicha diferencia (10, 13, 16-18).
mo ELA clásica en el 53%, de inicio bulbar en En numerosos estudios se ha constatado un
un 35% y en forma de atrofia muscular pro incremento de la mortalidad por ELA en las
gresiva en un 11 %. A diferencia de otros estu últimas décadas (10, 11, 14). Lilienfeld y cois.
dios, no se encontraron diferencias entre el (10) realizaron un estudio analizando la morta-
210 M.L. Viguera, T. Puig y J. Pradas
fue superior en el grupo con edad inferior a 45 el aire, el agua y la dieta; el más conociJo es la
años (5,8 años) frente al grupo de mayor edad relación que inicialmente se estableció entre el
(2,2 años) (17). consumo de la semilla de Cycas circinatis y
En cuanto a los casos familiares, en la los focos epidémicos de Guam, aunque estu
mayoría de las series el pronóstico es similar al dios posteriores no confirman esta teoría. La
de la ELA esporádica; sin embargo, algunos relación con traumatismos, con actividad físi
autores apuntan una menor supervivencia en ca importante y con la exposición a radiacio
los casos familiares y otros una mayor, quizá nes terapéuticas ha sido ampliamente debatida
basándose en el hecho de una menor edad de en la literatura sin que se haya llegado a un
presentación. consenso (6, 7, 20). La asociación con neopla
En cuanto al sexo, algunos autores recurren sias, gammapatías monoclonales, virus y otras
a factores hormonales para intentar explicar la alteraciones del sistema nervioso también han
mayor incidencia en varones. Otros estudios llamado la atención de diferentes investigado
clasifican a un grupo de mujeres con un inicio res. Ello ha llevado a postular diferentes
bulbar y mayor edad y con una más rápida teorías que han implicado desde la autoinmu-
evolución, mientras que otros señalan que el nidad hasta las alteraciones genéticas, pasando
factor edad sería el único factor pronóstico que por alteraciones del metabolismo e infecciones
influiría en la supervivencia (17, 18, 22). Sí es por virus. En la actualidad los estudios se cen
cierto que, si bien la enfermedad predomina en tran en otros supuestos factores que interac-
varones en las edades más tempranas, a medi tuarían en la génesis de la enfermedad. Éstos
da que aumenta la edad de inicio, la propor incluyen la excitotoxicidad por glutamato, los
ción hombre/mujer se iguala e incluso tiende a radicales libres, los factores tróficos y el trans
invertirse en los casos de mayor edad. porte axonal (21, 24).
Las diferencias étnicas son coyunturales y La realización de estudios de población
hoy en día todavía no hay una respuesta a esta basados en la incidencia y la prevalencia, junto
discrepancia (6, 7). En estudios realizados en con el análisis de agrupamientos de ELA
Estados Unidos la tasa de mortalidad era el esporádica y casos de ELA familiar, permitirá
doble en individuos de raza blanca, mientras la identificación de los posibles factores de
que guardaba la misma proporción en cuanto a riesgo endógenos y exógenos que pueden
edad y sexo en las diferentes etnias. Similares modificar la frecuencia de presentación en las
resultados ofrecen los estudios realizados en diferentes poblaciones. Los estudios de migra
Japón con un índice de mortalidad del 50%, ción pueden aportar información adicional en
aproximadamente, respecto al de la población cuanto a los patrones espacio-temporales y
blanca de Estados Unidos. sobre cómo actúan estos factores de riesgo en
La cada vez más frecuente descripción de diferentes poblaciones.
agrupamientos de casos de ELA esporádica ha
creado un interés creciente por el estudio de
ELA FAM ILIAR_____________________
posibles factores exógenos que pudieran in
fluir en la aparición de la enfermedad. Se han Aproximadamente un 5% a 10% de los casos
señalado factores ocupacionales relacionados de ELA son familiares (1). En casi todos ellos
con el contacto con diversos metales pesados, el tipo de transmisión detectada ha seguido un
con la exposición a plásticos y con tóxicos en patrón autosómico dominante. Un avance
la agricultura. Mientras que algunos autores importante a este respecto lo constituye la
encuentran una relación causal, otros no la localización del gen implicado en el cromoso
observan e incluso obtienen una relación nega ma 21 y el posterior hallazgo de una mutación
tiva. Se han implicado potenciales tóxicos en en este mismo cromosoma del gen que codifi-
212 M.L. Viguera, T. Puig y J. Pradas
está claro que tales terapias afecten por igual 5. Ross, M.A., Miller, R.G., Berchert, L. y cols..
tanto a los casos de ELA esporádica como a The rhCNTF Study Group. Toward earlier
diagnosis o f amyotrofic lateral sclerosis.
los de ELA familiar. Tampoco está claro que
Revised criteria. Neurology 1998; 50; 768-772.
afecten por igual a todos los grupos geográfi
6. Brooks, B.R. Clinical epidemiology o f amyo
cos. trophic lateral sclerosis. Neurologic Clinics
La valoración de los diferentes tratamien 1996; 2; 399-420.
tos supone una gran dificultad al tener que 7. Kurtzke, J.F. Risk factors in amyotrophic lateral
comparar las diferentes formas de presenta sclerosis. En: Rowland, L. (Ed.). Advances in
ción y los diferentes criterios utilizados para el Neurology, vol. 56. Amyotrophic lateral sclero
diagnóstico. Los criterios de El Escorial han sis and other motor neuron diseases. Raven
supuesto un avance en este aspecto, pero su Press Ltd., New York 1991; 245-270.
utilización estricta supone un retraso conside 8. Emery, A.E.H. Population frequencies o f neu
rable en el diagnóstico de la enfermedad y romuscular diseases-II. Amyotrophic lateral
sclerosis (motor neuron disease). Neuromusc
hasta un 25% de los pacientes pueden morir
Dis 1991; 1:323-325.
antes de cumplir los criterios (5).
9. Yoshida, S., Mulder, D.W., Kurland. L.T., Chu,
Las futuras terapias podrían significar un
C.P., Okazaki, H. Follow up study on amyotro
gran cambio en la epidemiología de la ELA phic lateral sclerosis in Rochester, Minn., 1925
familiar y esporádica. Para una mayor utilidad through 1984. Neuroepidemiology 1986; 5; 61-
de estos estudios y para una mejor estimación 70.
de sus efectos, sería necesario establecer regis 10. Lilienfeld, D.E., Chan, E., Ehland, J. y cols.
tros de ELA con criterios nacionales e interna Rising mortality from motoneuron disease in the
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REStíMEI^í . y.«
Desde el punto de vista clínico la ELA es espinal o bulbar, con síntomas de afectación
porádica y la ELA familiar son indistingui de motoneurona inferior, superior o de am
bles y los criterios diagnósticos de El Es bas (5-7).
corial (4), ampliamente aceptados, son apli Teniendo esto presente y a pesar de la
cables a ambas formas de presentación. Por gran variabilidad de expresión clínica de la
otra parte, las características epidemiológicas enfermedad entre individuos procedentes de
(edad de comienzo y duración) y los hallaz diferentes familias (variabilidad interfami
gos patológicos de ambas formas también se liar) y entre individuos procedentes de una
solapan, por lo que ninguna de estas carac misma familia (variabilidad intrafamiliar) (7-
terísticas tiene suficiente especificidad para 9), existen ciertos aspectos clínicos dignos
poder distinguirlas. La identificación de de resaltar:
otros miembros de la familia afectos de esta
a) La incidencia en la forma familiar es si
enfermedad en anteriores generaciones es,
milar en ambos sexos, mientras que en la
pues, un dato esencial para el diagnóstico de
ELA esporádica existe un predominio de
ELA familiar.
varones ( 8 , 10-12). Incluso se han publi
La gran similitud clínica, epidemiológica
cado algunos casos familiares en que las
y patológica entre la ELA esporádica y la fa
mujeres se afectan de una manera predo
miliar hacen muy probable que ambas com
minante (13, 14).
partan una vía patogénica común. En la últi
ma década, los avances de la biología mole b) La edad de inicio de la ELA familiar es
cular aplicados al estudio de enfermedades más precoz que la de la esporádica, sien
herediterias han permitido identificar el gen do la media de 49,3 años (± 12,4 años) en
defectuoso de diversas enfermedades here los casos familiares y de 55,7 años (±
ditarias sin necesidad de conocer previamen 12,9 años) en los esporádicos ( 8 ).
te las alteraciones bioquímicas responsables. c) Cerca de un 40% de los casos de ELA fa
De esta forma, la aplicación de tales técnicas miliar presenta una duración significati
al estudio de esta forma infrecuente de ELA vamente mayor que la de los esporádi
ha permitido identificar la primera causa co cos, con una media de 8,5 años y 3 años,
nocida de esta enfermedad y ha permitido respectivamente. En el otro 60% de los
avanzar en el conocimiento de la patogenia casos familiares la evolución es inferior a
tanto de la ELA familiar como de la esporá 3 años (10).
dica. El conocimiento de tales defectos permi d) Los síntomas se inician en los miembros
te el diagnóstico preciso de algunos de estos inferiores en un 46% a 83% de los casos
casos, incluso en una fase precoz oligosin-
(5, 11), en contraste con el 30% de la
tomática. ELA esporádica (10). Hasta un 75% de
los individuos afectos dentro de estas
ASPECTOS CLÍNICOS____________ familias presentan los reflejos aquíleos
disminuidos o abolidos, hallazgo que ya
fue señalado por Mulder en 1986 en
Formas del adulto_________________ pacientes que se presentaban con paresia
Como ya se ha comentado, la ELA familiar y atrofia muscular de extremidades infe
y la esporádica son clínicamente indistingui riores (10, 15); en una familia estudiada
bles y, por lo tanto, aquélla puede presentar por nosotros, la desaparición de dicho
se en cualquiera de las formas en que lo hace reflejo representa el signo más precoz y
la ELA esporádica (ver Capítulo 4): inicio constante de inicio de la enfermedad.
Genética y EL A familiar 217
e) En un 20% de los casos familiares los pa en la dominante (3,3 ± 2,0 años y 11,5 ± 8,4
cientes refieren síntomas sensitivos años, respectivamente). Además, un 80% de
(parestesias y/o disestesias) generalmente los primeros desarrolla síntomas bulbares
leves, subjetivos y circunscritos a los evidentes, mientras que éstos sólo se encuen
miembros inferiores ( 10 , 11). tran de forma aislada en los segundos ( 1).
f) Todos los pacientes con ELA familiar pre Ben Hamida ha clasificado los casos de
sentan signos de afectación de motoneu- ELA familiar juvenil con patrón de herencia
rona inferior, encontrándose signos de recesiva en tres variantes clínicas diferentes,
afectación de primera motoneurona tan caracterizadas todas ellas por iniciarse a una
sólo en el 20% de los casos (10, 11). No edad media de 12 años (entre 3 y 25 años) y
obstante, Moulard señala en una reciente por presentar una evolución muy lenta (18).
revisión de todos los casos familiares
publicados que no encuentra ninguna 1- La primera (tipo I) se caracteriza por la
familia en la que los signos piramidales presencia de un síndrome piramidal bila
no aparezcan de una manera clara en al teral asociado a amiotrofias en extremi
menos algún individuo de cada familia dades superiores y ocasionalmente en
( 10). músculos bulbares.
g) El inicio bulbar es más raro en la ELA 2- La segunda (tipo II) se manifiesta con
familiar que en la esporádica (5, 6 ) y una paraparesia espástica asociada a
cuando aparece se suele asociar a un ini atrofia peroneal.
cio más tardío y a una supervivencia
menor ( 8 , 16). 3- Por último, la tercera variante (tipo III)
se presenta como una forma espástica
h) La presencia de síntomas de afectación del pseudobulbar. Es en esta última en la que
sistema nervioso autonómico, disfunción
se ha encontrado un ligamiento genético
vesical o afectación cerebelosa es muy
al brazo largo del cromosoma 2 (región
rara, pero cuando se encuentran sugieren
2q 33). En las variantes I y II aún no se
la presencia de mutación de la SOD-1 e
ha encontrado ninguna región de liga
indican que, en ocasiones, los efectos
tóxicos de éstas sobrepasan ios límites miento, habiéndose excluido los cromo
del sistema motor voluntario (16, 17). somas 1, 2, 6 , 5, 12 y 21 en su mayor
parte (19).
tifactorial), aunque hasta la fecha no hay fermedad en el brazo largo del cromosoma
evidencia de ninguno de ellos (36). 21 (21q22.1) (28). Poco después los mismos
Figlewicz, por otra parte, encontró cinco investigadores, siguiendo una estrategia de
casos de ELA esporádica que eran portadores análisis de mutaciones en genes candidatos
de delecionés en el gen de la subunidad pesa al área de ligamiento, publicaron las prime
da de neurofilamentos (NF-H), localizada en el ras mutaciones asociadas a la ELA familiar
cromosoma 11 (37). Otros autores han buscado en el gen codificador para la SOD-1 (25).
mutaciones similares en 1(X) casos de ELA De forma simultánea se comprobó que la
familiar no asociados a la SOD-1 sin éxito (38). ELA familiar es una enfermedad genética
Por último, el hallazgo de una disminu mente heterogénea. Es decir, mutaciones en al
ción de la capacidad transportadora de glu- menos dos genes diferentes determinan un
tamato en sinaptosomas de corteza motora mismo fenotipo. Así, sólo en un 20% de los
de pacientes con ELA esporádica (39) por casos la ELA familiar se asocia a mutaciones
disminución de la proteína transportadora en la SOD-1 (1% a 2% de todos los casos de
EAAT-2 (40) ha propiciado la búsqueda de ELA). En el restante 80% se desconoce el gen
mutaciones del gen codificador en la región causante. Se han encontrado más de 60 muta
1lpl2-13, por el momento sin éxito (41). ciones diferentes en más de 250 familias in
vestigadas en todo el mundo (6,42) (Tabla 2).
Estas son altamente específicas para la enfer
ELA FAMILIAR ASOCIADA
medad, sin que se hayan encontrado en
A MUTACIONES EN LA SOD-1
ningún control sano ni en ningún individuo
En 1991, tras un esfuerzo colaborativo para afecto de otras enfermedades neurodegenera
estudiar las causas de la ELA familiar, se tivas. Tampoco se han detectado en la inmen
identificó el primer locus asociado a la en sa mayoría de pacientes afectos de ELA
Tabla 2. M utodones puntuales descritas en el gen de la SOD-1 asociadas a ELA familiar (hasta
noviembrede 1998)................ , , \ , ’’j.,
Neuronal Apoptosis Inhibitory Protein gene, cada afectación sensorial, así como vejiga neu-
NAIP) en individuos con ELA familiar. rógena y demencia (36).
En 1997 Pericak-Vanee describió un li
gamiento en el cromosoma 9 q34 en una Complejo amiotrofia-parkinsonism o-
ELA familiar autosómica dominante de ini demencia-desinhibición
cio juvenil y larga evolución. Aún no se co
También se denomina enfermedad de Wilhelm-
noce el gen implicado ni el tipo de mutación.
sen-Lynch. El gen implicado se sitúa en el
brazo largo del cromosoma 17; 17q21-23 (85).
OTRAS ENFERMEDADES Se manifiesta por alteraciones en la conduc
HEREDITARIAS ta (pueril y desinhibida), seguidos de de
DE MOTONEURONA mencia frontal, parkinsonismo, amiotrofia y
fasciculaciones.
Enfermedades hereditarias
con fenotipo de ELA Otras entidades degenerativas
del asta anterior
Deficiencia de hexosam inidasa A
Atrofia m uscular espinal
Se produce por una mutación en el gen de la
subunidad de la hexosaminidasa A en el cro En todas sus formas (infantiles, intermedia y
mosoma 15q. Se han descrito diversas muta del adulto), esta entidad muestra ligamiento
ciones puntuales en judíos ashkenazíes y en a la región q l 1.2-13.3 del cromosoma 5, don
individuos no judíos (36). Puede presentarse de se encuentran mutaciones (tipo deleción)
con atrofia muscular, simulando una ELA de los genes SMN y NAIP. No se han en
juvenil. Sin embargo, en casi todos los casos contrado alteraciones en estos genes en ca
la afectación de motoneurona es un aspecto sos de ELA esporádica o familiar (87). Los
más en el contexto de una enfermedad mul- individuos con ELA familiar se diferencian
tisistémica con deterioro cognitivo, psicosis, por la presencia de signos de afectación de
ataxia, neuropatía periférica, etc. motoneurona superior y bulbar, y una pro
El diagnóstico definitivo se realiza con gresión más rápida y asimétrica.
demostración de una actividad marcadamen
te reducida de hexosaminidasa A en suero, Atrofia m uscular espinal
leucocitos o fibroblastos de piel. escapuloperoneal autosóm ica dom inante
Se trata de una enfermedad rara, en general
Enfermedad de M achado-Joseph
poco invalidante salvo en aquellos casos ais
Se manifiesta habitualmente como un cuadro lados que muestran un curso rápido por fallo
de ataxia espinocerebelosa, si bien sus mani respiratorio ( 8 8 ). No hay evidencia clínica ni
festaciones pueden variar ampliamente, patológica de afectación del tracto corticoes-
pudiéndose asociar amiotrofias distales. Se pinal.
relaciona con una excesiva expansión de
trinucleótidos (CAG) en el cromosoma Atrofia monom élica benigna
14q32.1 (84).
En un principio puede ser indistinguible de
una ELA, pero la evolución, el hecho de
Enfermedad de cuerpos de poliglucosano detectarse con frecuencia atrofia medular en
Posiblemente sigue un patrón recesivo. Pre resonancia magnética y la ausencia de histo
cinta síntomas y signos progresivos con mar ria familiar, son elementos distintivos.
224 J. Esteban Pérez y F. Cañadillas Hidalgo
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in
PATOGENIA
EXCITOTOXICIDAD Y ELA
A. G uerrero
R ESU M EN
Se ha demostrado que los pacientes con ELA presentan alteraciones del metabolismo del
glutámico, el principal neurotransmisor excitador del SNC (que interviene en la síntesis
de otros neurotransmisores y en el metabolismo energético), como un aumento de la con
centración extracelular y disminución de la intracelular, relacionables con la presencia de
RNAm aberrante del EAAT2 (que transporta el glutámico en los astrocitos), con dismi
nución de la actividad de este transportador. Por otra parte, existe evidencia experimen
tal del efecto excitotóxico del glutámico preferentemente por una vía lenta a través del
receptor No-NMDA. La presencia prolongada de este neurotransmisor en la sinapsis, o
su presencia a concentraciones más elevadas, induce la activación de sistemas enzimáti-
cos intracelulares y su destrucción. Estos datos sugieren que, en relación con la presen
cia anómala de radicales libres y éstres oxidativo en las neuronas motoras, a lo cual
puede contribuir el exceso de glutamato extracelular, la excitotoxicidad puede desem
peñar un papel importante como factor iniciador o propagador de la ELA.
C anal d e sodio
d ep e n d ien te D e s p o la r iz a c ió n ^
del \
P o t e n c ia le s d e a c c ió n
C anal d e sodio
d ep e n d ien te
del voltaje
C an a l d e calcio
d ep e n d ie n te Recaptación
del voltaje de glutamato
C an al d e calcio
d ep e n d ien te
d el voltaje
Figura 1. Proceso fisiológico normal de la transmisión de glutamato (el neurotransmisor más común del cere
bro humano).
Excitotoxicidad y ELA 233
I Despoiarízación
Metabotrópico
1 Fallo de
T energía
i! ® )
Daño de las
mitocondrias
R adicales
libres
W Daño
nuclear
|h h « h
Canal de calcio oaño de la
dependiente membrana
del voltaje
acción de los receptores metabotrópicos está las ganglionares de la retina (29). Pos
mediada por las proteínas G, y su activación teriormente, Olney (30, 31) observó que el
se asocia con la movilización del calcio glutamato monosódico dado por vía sistémi
intracelular (23). ca era la causa de que aparecieran lesiones
El receptor NMDA es activado por el en el hipotálamo de animales recién nacidos,
glutamato, que es probablemente su ligando donde la barrera hematoencefálica todavía
n a tu ra l, y p o r e l A í-m e til-D -a s p a rta to no había madurado.
(NMDA), su ligando específico artificial. Cada vez son menos frecuentes el latiris-
Poseé además un lugar de unión “permisiva” mo y el complejo ELA-parkinsonismo-de-
para la glicina (Gli), cuya ocupación es mencia, que afectan al sistema motor y que
necesaria para la abertura del canal iónico presentan muchas similitudes clínicas con la
del receptor (24). Normalmente el canal ELA clásica. Ambas se han relacionado
iónico está bloqueado, de forma voltaje- directamente con la posible existencia de
dependiente, por un ión de magnesio, que factores tóxicos en la dieta, concretamente
evita el paso de cationes. Pero cuando la con la presencia de aminoácidos excitado
célula es despolarizada se desbloquea, y si res. El latirismo se asocia a una dieta basada
en ese momento los lugares de glicina y glu en la almorta {iMthyrus sativus), que contie
tamato están ocupados, el canal iónico se ne un aminoácido excitotóxico, el BOAA
abre y el calcio entra en la célula desde el (beta-N-oxalilamino-L-alanina) (54), que es
espacio extracelular, permitiendo también la un agonista potente del receptor No-NMDA
entrada de algún ión de sodio y de potasio. (55). El complejo ELA-Parkinson-demencia
Se han descrito una serie de lugares se relaciona con el consumo en la dieta de
moduladores de la función del receptor una palmera (Cycas circinalis), que contiene
NMDA, dentro del canal iónico cuya ocupa otro aminoácido excitador, el BMMA (beta-
ción bloquea el receptor, donde actúan W - m e t i l a m i n o - L - a l a n i n a ) (56), que a su vez
diversos compuestos, como la dizocilpina, la
también interactúa con el receptor No-
ketamina, la fenciclidina y el dextrometorfa-
NMDA (57).
no. El cinc (25) y la poliamina (26) también
Otros estudios han demostrado el efecto
poseen lugares de actuación específicos.
neurotóxico de los aminoácidos excitadores
El receptor No-NMDA (AMPA/kainato)
(glutamato y aspartato) y de sustancias rela
está ligado a un canal iónico de sodio. Se
cionadas con ellos, como el ácido kaínico,
han descrito diversas subunidades de estos
q u is q u á lic o e ib o té n ic o , el -t-y V -m e til-D -
receptores, algunas de las cuales presentan
aspartato y a-amino-3-hidroxi-5-metil-4-
una considerable permeabilidad al ión calcio
isoxazolpro-piónico (AMPA). La inyección
(27, 28), y podrían desempeñar un papel
más importante que la activación de recep cerebral de estos compuestos produce lesio
tores NMDA en el la patogenia de la EL A. nes neuronales s e l e c t i v a s (32).
Otras subunidades como la glutamato-R2, Estudios de cultivos celulares han de
sin embargo, no son permeables al calcio. mostrado que la exposición a una co n cen tra
ción de glutamato 100 veces menor de la
que hay en la corteza durante cinco minutos
NEU R O EX C ITO TO X IC ID A D destruye un 50% de las neuronas sin que
En 1957 Lucas y Newhouse observaron que afecte a células gliales (33). Esta rápida toxi
la administración sistémica de glutamato cidad probablemente está mediada por el
monosódico en animales de experimenta receptor NMDA, ya que se bloquea por
ción producía una degeneración de las célu antaaonistas selectivos.
Excitotoxicidad y ELA 235
neuronal), lo que atribuye un papel principal 9. Fairman, W.A., Vanderberg, R.J., Arriza, J.L.,
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C f filp íta ill® M
e s tr é s o x id a t iv o y e la
T. Sevilla
resum en
El estrés oxidatívo es el término que identifica la asociación de daño a las células o teji
dos por radicales tóxicos. El radical superóxido se genera a partir del oxígeno durante el
proceso de la fosforilación oxidativa. Este radical es potencialmente citotóxico y se con
vierte a peróxido de hidrógeno mediante la enzima superóxido dismutasa (SOD), el cual
puede metabolizarse a agua y oxígeno por la glutatión peroxidasa y la catalasa. Una alte
ración de la enzima SOD podría Uevar a la acumulación de radical superóxido que puede
reaccionar con sustancias como el óxido nítrico formando peroxinitrito, un potente oxi
dante que puede causar muerte neuronal. Si se produce una disminución de actividad de
las enzimas glutatión peroxidasa o catalasa, el compuesto que se acumula es el peróxido
de hidrógeno, que cuando reacciona con los metales de transición da lugar al radical
hidroxilo, que es altamente tóxico. El radical hidroxilo puede reaccionar con los lípidos
de las membranas e iniciar el proceso de peroxidación lipídica. En la ELA las mutacio
nes de la SOD se han relacionado con el estrés oxidativo a través de varios mecanismos;
disminución de la actividad de la enzima, adquisición de nuevos efectos citotóxicos, cau
sando nuevas interacciones con proteínas y efecto proapoptótico. La reducción de activi
dad de la glutatión peroxidasa en el girus precentralis y no en otras áreas del encéfalo
sugiere asociación específica con el proceso patológico de la ELA . Además de las pre
viamente citadas es posible que la alteración de otras enzimas, de los antioxidantes y de
otros factores aún no bien conocidos pudieran comprometer la defensa celular contra el
estrés por radicales libres.
Fuente Destino
Radical superóxido Transporte cadena e" mitccondrlal Ser destoxificado por SOD
Enzimas que utilizan 0 , Unirse a otras sustancias y
Activación de fagocitos producir OH*
Estimulación de receptores NMDA
Otras fuentes de producción de O j son las dos) derivadas del oxígeno, como el H^O^,
enzimas que utilizan oxígeno (xantino oxi- el ozono (O 3) y otras (3).
dasa, triptófano hidroxilasa, indolamina dio- Los estudios fisicoquímicos generalmen
xigenasa) ( 1 , 2 ) y la activación de los fago te catalogan al O j como un radical poco
citos incluyendo monocitos, neutrófilos, tóxico. De forma indirecta puede tener
cosinófilos y macrófagos de varios tipos, así acciones dañinas, puesto que se ha visto que
como las células microgliales del cerebro puede reducir el en presencia de hierro
(5). En cultivos celulares se ha demostrado (reacción de Haber-Weiss) y producir radi
que el O* se produce por la estimulación de cales hidroxilo (OH*) (2, 4, 7).
los receptores NMDA del glutamato a raíz
Oj- -I- -OH •-!- OH- + O,
de determinados efectos inducidos (aumento
del calcio intracelular y liberación de ácido
Además de los destinos citados previa
araquidónico) (6 ).
mente, el O j puede unirse al óxido nítrico
Uno de los destinos del O jes ser eliminado
(NO*) y dar lugar a una sustancia radical, el
lK)r la enzima superóxido dismutasa (SOD),
peroxinitrito (ONOO ), que al descomponer
que en presencia de protones (H’^) lo convier
se puede formar radicales hidroxilo (OH*)
to a peróxido de hidrógeno (H^O,) y O,, en
(5) y es un potente oxidante que puede dañar
lina reaccción conocida como dismutación:
los componentes celulares ( 8 ).
2 0 * + 2 H + -^ H 2 0 ,-h 0 ,
O*- +N0* -^ONOO-
Bi H ,0 , no es un radical libre puesto que
lo tiene electrones no pareados y habitual-
Peróxido de hidrógeno:
incme se identifica como una especie oxíge
fuentes y destino
no-reactiva. Este término es más general e
incluye no sólo radicales cuyo átomo central Como hemos citado, la fuente principal de
ci oxígeno sino también algunas sustan H ,0 , proviene de la dismutación del radical
cias no radicales (sin electrones no parea superóxido (Tabla 2). La proporción de
244 T. Sevilla
2) Contiene gran cantidad de ácidos grasos peroxidasa, catalasa y óxido nítrico sintetasa
poliinsaturados que lo hacen propenso al (Tabla 3, Fig. 1).
daño oxidativo por radicales libres.
3) El cerebro tiene poca actividad de la Alteraciones de la SOD
enzima catalasa y moderadas sumas de
En 1993 Rosen y cois, descubrieron las
glutatión peroxidasa y SOD.
mutaciones del gen de la SOD l en algunos
4) Varias áreas del encéfalo (por ejemplo el
casos de ELA familiar (16) y desde entonces
globus pallidus y la sustancia negra) son
se han descrito más de 60 mutaciones dife
ricas en hierro, y el líquido cefalorraquí
rentes (17). Puesto que esta enzima participa
deo contiene bajas cantidades de transfe-
rrina. en las reacciones de destoxificación de los
5) Los aminoácidos excitadores, que son radicales libres, se propuso que el aumento
abundantes en algunas partes del sistema de la toxicidad por radicales podría ser el
nervioso central, generan gran cantidad de mecanismo patogénico que implicaba a esta
radicales libres tras su liberación (1,5). enzima en la ELA familiar o esporádica.
A continuación se revisarán los hallazgos ¿Cómo se relacionan las mutaciones de la
relacionados con las enzimas que intervie SOD con el estrés oxidativo? Los hallazgos
nen en las reacciones oxidativas y de gene que se describen a continuación intentan
ración de radicales libres: SOD, glutatión aclarar esta pregunta.
Beckman y cols, postularon que la acti para catalizar la reducción del H^O^ que la
vidad de la enzima mulada debería dismi SOD l nativa (24, 25). Al añadir un sustrato
nuir alrededor del 50% puesto que sólo tiene (DMPO) al H ,0 , para oxidario y ponerio en
un alelo normal, con lo cual se duplicaría la presencia de la enzima mutada o nativa, se
concentración de superóxido. El O* reaccio observó que la concentración del producto
naría rápidamente con el óxido nítrico y se resultante (DMPO-OH*) fue mayor en pre
formaría peroxinitrito que volvería a reac sencia de la SOD mutada que en la SOD
cionar con la SOD, acabando por producir nativa. Al administrar quelantes del cobre
nitración de los residuos de tirosina. Supo (dietiltiocarbamato o D-penicilamina) ape
nen también que la mutación podría inducir nas varió la producción de OH* en la reac
un cambio estructural en la enzima permi ción en que estaba presente la enzima nativa,
tiendo al peroxinitrito y otras sustancias y su concentración disminuyó progresiva
mejor acceso al cobre. De este modo la SOD mente a medida que aumentaba la propor
mulada catalizaría una excesiva nitración de ción de quelante en la reacción en que esta
la tirosina por peroxinitrito. La nitración de ba presente la enzima mutante. La observa
las proteínas dañaría lentamente las moto- ción de que los quelantes del cobre inter
neuronas, y éstas morirían al no poder rege ferían con la capacidad de la enzima mutan
nerarse (21). Si fuera así tendrían que detec te para catalizar la producción excesiva de
tarse títulos elevados de nitrotirosina en el sustrato-OH* demuestra que algunas muta
sistema nervioso central de los pacientes con ciones de la SOD podrían producir daño en
ELA y mutaciones de la SOD. Recien las motoneuronas acelerando las reacciones
temente se ha demostrado el aumento de la oxidativas y que el cobre participa en el pro
3-nitrotirosina en la médula espinal lumbar ceso catalítico. Estas reacciones oxidativas
de pacientes con ELA esporádica y familiar del H^Oj que ocurren in vitro también
con mutaciones de la SOD en relación a los podrían ocurrir en las motoneuronas. En
controles. Estos estudios proporcionan evi cualquier caso, la diferencia más importante
dencia bioquímica e histológica entre la entre los sistemas in vitro e in vivo es que
nitración de las proteínas y la patogenia de mientras in vitro se conoce el sustrato, el de
la ELA, consistente con la posibilidad de las motoneuronas es desconocido. Identifi
que el peroxinitrito, a través de la formación car los sustratos cuya oxidación pueda ser
de nitrotirosina, pueda ser un elemento que catalizada por la SOD mutante en las moto-
contribuya a la muerte de las motoneuronas neuronas orientaría sobre la patogenia de la
en la ELA. Además sugiere que las mutacio ELA familiar o esporádica (24). En una de
nes de la SOD no son un requisito absoluto las mutaciones de la SOD (H48Q) se ha
para la formación de nitrotirosina ( 2 2 ). encontrado una actividad peroxidasa depen
Otros autores sugieren que podría ser una diente del O* (en este caso el sustrato es el
disminución de la actividad por el cinc lo O?), que no presentaban otras mutaciones
que aumentaría la eficiencia de la SOD (26).
mutada para catalizar la reacción mediada Para intentar comprobar las dos hipótesis
por peroxinitrito (23). previamente expuestas (aumento de nitra
2) Aumento de la reactividad con el peróxi ción de tirosinas y aumento de producción
do de hidrógeno. de OH*) Bruijn y cois, midieron los títulos
Como se ha mencionado, en presencia de de nitrotirosina libres y de producción de
H ,0 , la SOD puede actuar como peroxidasa OH* en dos líneas de ratones transgénicos.
y formar OH*. Se ha demostrado que deter Encontraron títulos de 3 -nitrotirosina 2 a 3
minadas mutaciones tienen mayor capacidad veces aumentados en los ratones transgcm -
Estrés oxidativo y ELA 251
cos en relación con los controles; estos títu mostrado que la SOD inhibe la apoptosis
los comenzaron a elevarse en la fase preclí- (31); por el contrario, determinadas muta
nica y continuaron mientras duraron los sig ciones de la enzima se han asociado in vitro
nos clínicos. No observaron elevación de con un efecto proapoptótico a pesar de que
OH* ni productos de lipoperoxidación a lo tales mutaciones mantienen su capacidad
largo de la enfermedad. También se han enzimática tanto en levaduras como en célu
observado títulos elevados de nitrotirosina las de mamíferos (32). La sobreexpresión
en la medula espinal de ratones transgénicos del gen bcl-2 en levaduras SOD mulantes
que expresan la SOD mutada (G37R); éstos retrasó el comienzo de la enfermedad de
comienzan a elevarse en la fase preclínica y motoneurona, pero no afectó la progresión
continúan mientras duran los signos clínicos de la enfermedad y prolongó la superviven
( 2 1 ). cia en el ratón transgénico ( 3 3 ).
Otros autores, sin embargo, encontraron
que una de las mutaciones de la SOD
Alteraciones de la glutatión peroxidasa
(D90A) mostraba reactividad normal con el y la catalasa
cobre y semejante capacidad de producir
OH* a partir del peróxido de hidrógeno que La glutatión peroxidasa ha sido considerada
la SOD nativa (28). A la luz de estos datos como el destoxificador más potente del
parece razonable afirmar que las diversas H , 0 , en el cerebro (2). En un estudio reali
mutaciones de la SOD no se comportan de la zado en muestras de cerebro postmortem en
misma manera ni con respecto a la afinidad pacientes con ELA esporádica y controles se
por el cobre ni con la capacidad para produ encontró una disminución de alrededor del
cir OH*. 40% de la actividad de la glutatión peroxi
dasa en pacientes con ELA en el girus pre-
Causar nuevas interacciones centraíis en relación con un grupo control.
con proteínas Este cambio no se observó en el cerebelo, lo
que sugiere que la reducción de la actividad
Se ha demostrado que hay dos proteínas
de la glutatión peroxidasa tiene una asocia
(lisil-RNAt sintetasa y proteína 5 translocon-
ción específica con el proceso patológico de
asociada) que interaccionan con la SOD
la ELA. Además dicha actividad fue más
matante de ratones transgénicos (G85R y
baja en los pacientes cuyo curso de la enfer
G93A) pero no con la forma nativa. Estas
medad fue más corto. Aunque una explica
proteínas se expresan en el asta anterior, por
ción a este hallazgo podría ser que la reduc
lo que la ganancia de función específica es
ción de la actividad de la enzima se debiera
selectivamente letal para las motoneuronas
(29). a cambios secundarios a la degeneración de
las motoneuronas, esto parece improbable,
puesto que en el cerebro humano la glutatión
Efecto proapoptótico
peroxidasa está fundamentalmente localiza
En la apoptosis o muerte celular programada da en las células gliales. Asimismo, la acti
la célula desempeña un papel activo en su vidad de otras enzimas destoxificadoras de
propio fallecimiento. La apoptosis neuronal radicales (SOD y catalasa) no estuvieron
íMá controlada por genes y sus efectos han alteradas (34). Contrariamente a estos datos,
i<Jo cobrando importancia en los últimos otros autores han encontrado elevación de la
“ños. El hcl-2 es un gen que protege contra glutatión peroxidasa en la médula espinal
la apoptosis y disminuye la generación de lumbar de pacientes con enfermedad de
‘^''pecics oxígeno-reactivas (30). Se ha de motoneurona esporádica respecto a un grupo
252 T. Sevilla
control (35). Las razones de estas discrepan una mejoría notable (39). Se ha detectado un
cias no están claras. aumento gradual de vitamina E en cerebro y
La actividad de la glutatión peroxidasa se medula espinal dependiente de la edad en
encontró disminuida en el plasma en un ratones no transgénicos y en ratones transgé-
grupo de pacientes con ELA esporádica res nicos que expresan la SOD nativa; este
pecto a un grupo control; en este mismo aumento no se ha observado en ratones
estudio se observó un aumento de la SOD transgénicos que expresaban la SOD muta-
plasmática y de malonil dialdehído (un mar da. Como se ha comentado, la vitamina E
cador de la lipoperoxidación). El aumento protege la membrana contra el daño oxidati-
de la SOD plasmática podría ser a expensas vo donando un átomo de a los radicales
de la SOD extracelular (S0D 3). Los autores peroxilo. La administración de suplemento
postulan que sea cual sea el mecanismo de dietético de vitamina E en ratones transgéni
elevación de la actividad SOD, podría dar cos retrasó significativamente el comienzo y
como resultado un aumento de la produc la progresión de la enfermedad con respecto
ción de HjO^ con una deficiente glutatión a los no tratados. Es posible que mutaciones
peroxidasa para metabolizarlo, y finalmente de la SOD causen peroxidación lipídica en
se daría una producción descontrolada de un ratón sin aumento de vitamina E depen
radicales hidroxilo y lipoperoxidación (36). diente de la edad (40).
frontal y en plasma en un grupo de pacientes signos clínicos de ELA. Otro posible meca
con ELA esporádica. nismo sería una ganancia de función que
Los fibroblastos de pacientes con ELA fuera tóxica para las células. Varios hechos
familiar y esporádica resultaron más sensi apoyan esta hipótesis; los ratones transgéni
bles al estrés farmacológicamente inducido cos que muestran un aumento de expresivi
por un generador de radicales libres (SIN) y dad de SOD mutada (mayor número de
H ,0 , que los fibroblastos de pacientes de un copias) desarrollan la enfermedad más pre
grupo control. Estos resultados sugieren que
cozmente, lo que no ocurre al aumentar la
el mecanismo patogénico de la ELA familiar
expresividad de la SOD nativa; tampoco se
y esporádica compromete la defensa celular
han detectado mutaciones nulas de la enzi
contra el estrés por radicales libres (4 5 ).
ma. Estos datos apoyan que la presencia de
Otro argumento a favor del fallo de la
la enzima alterada es necesaria en algunos
respuesta antioxidánte es que en astrocitos
casos de ELA familiar (48). Si las diversas
del asta anterior y no en las motoneuronas
mutaciones de la SOD actuaran por un
de pacientes con ELA se ha detectado un
aumento de la expresividad de proteínas mecanismo único, solamente podrían expli
implicadas en la transmisión de señales que carse algunos casos de ELA familiar (hay
se activan con el estrés oxidativo (46). muy pocos esporádicos en los que se han
Las neuronas pueden ser particularmente descrito mutaciones) y quedaría sin resolver
vulnerables al daño del DNA inducido por la patogenia de la mayor parte de los casos
las especies reactivas al oxígeno; éste es de ELA familiar y esporádica. Es posible que
reparado por un sistema de escisión de influyan alteraciones de otras enzimas desto-
bases. La actividad de este sistema de repa xificadoras, alteraciones de los antioxidantes
ración medido en el córtex frontal estuvo directos, factores que aceleran la apoptosis,
significativamente disminuido en los pa etc. Es importante también la posible in
cientes con ELA con respecto a los contro fluencia de las células gliales, ya que la glu-
les. Tal hallazgo sugiere que el tejido cere tatión peroxidasa del cerebro humano está
bral en la ELA es ineficaz para reparar el fundamentalmente localizada en éstas y
daño oxidativo del DNA (47). determinadas proteínas que actúan como
mediadoras de señales se han encontrado
selectivamente activadas en astrocitos. A
C O N C L U SIO N ES____________________
pesar de la heterogeneidad clínica y genéti
Se han descrito numerosos mecanismos que ca observada en la ELA, la afección de la
a.socian la patogenia de la ELA con el estrés medula espinal está caracterizada por una
oxidativo (Tabla 2 y Fig. 1). La mayor parte pérdida selectiva de motoneuronas, gliosis y
de los estudios se han centrado en demostrar alteraciones del citoesqueleto. Lo más pro
la relación entre mutaciones de la SOD y bable es que existan diferentes factores acti
‘laño por radicales libres. El mecanismo por vadores de la enfermedad que al converger
el que actúa la mutación de la SOD está aún en una vía común provoquen la muerte neu
por resolver. Aunque la disminución de la ronal (49).
•itiividad de la enzima es una posibilidad a
'encr en cuenta, es poco probable que sea la
causa, ya que en una enfermedad autosómi- BIBLIOGRAFÍA___________________
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CaipnílnfllldD 17
DISFUNCIÓN MITOCONDRIAL
EN LA ELA
A. García Redondo, Y. Campos González y J. Arenas Barbero
RESUMEN
La cadena respiratoria mitocondrial es el eslabón final del metabolismo oxidative y por
ello desempeña un papel esencial en los mecanismos de producción de energía. Está for
mada por cinco complejos enzimáticos que están sujetos a un control dual por parte del
genoma nuclear y del genoma mitocondrial. La implicación de la mitocondria en la
patogénesis de las enfermedades neurodegenerativas es hoy día un hecho incontroverti
ble. La disfunción mitocondrial produce un aumento de radicales libres (superóxido e
hidroxilo) que pueden combinarse con el óxido nítrico para formar peroxinitrito, que está
directamente implicado en la excitotoxicidad. Alternativamente, la pérdida neuronal
podría ser consecuencia de la apoptosis inducida por la generación de radicales libres vía
activación de caspasas y alteración de la homeostasis del bcl-2. Los modelos de ani
males transgénicos y de cíbridos transmitocondriales, junto con los hallazgos en tejidos
de pacientes, confirman la importante función que tiene el metabolismo mitocondrial en
la patogénesis de la esclerosis lateral amiotrófica.
las que actúan a modo de nexos de unión o mientras que el otro penetra dentro de la
lanzadera (coenzima Q y citocromo c) (5). matriz (9).
Los déficit de complejo I se diagnostican
C om plejo I___________________________ más frecuentem ente por la medida, en
homogenados de tejidos o en fracciones
Denominado NADH ubiquinona (CoQ) oxi- mitocondriales, de reacciones enzimáticas
dorreductasa, es el complejo más grande de tales como NADH-coenzima Q reductasa,
la cadena respiratoria. El complejo I cataliza NADH citocromo c reductasa o NADH des-
la transferencia de electrones desde el hidrogenasa (5).
NADH a la ubiquinona ligada a transloca
ción de protones (6 ). La estructura del com
C om plejo II__________________________
plejo I es extraordinariamente prolija. Está
integrado por al menos 25 polipéptidos (el Succinato CoQ oxidorreductasa. Contiene
complejo I mitocondrial bovino tiene 43 cuatro péptidos y es el único complejo que
subunidades), de los cuales siete están codi no tiene subunidades codificadas por el
ficados por el DNAmt, y varios componen DNAmt. Cataliza la oxidación, en la matriz
tes no proteicos, entre los que se encuentran mitocondrial, de succinato a fumarato trans
llavín mononucleótidos (FMN), ocho núcle firiendo los electrones al pool de ubiquinona
os de hierro-azufre de naturaleza no hémica (10). La SDH está formada por una subuni-
y l'osfolípidos (7). Las subunidades del com dad tlavoproteica (70 kD) y una subunidad
plejo I se disponen en una estructura de L hierro-azufre (30 kD) que contiene tres dife
(H). Un brazo de la estructura se encuentra rentes núcleos de dichas características quí
inmerso en la membrana mitocondrial, micas (10). La SDH se une a la membrana
260 A. García Redondo, Y. Campos González y J. Arenas Barbero
interna mitocondrial mediante dos polipépti- formas específicas de tejidos y otras son
d o s (15 kD y 1 3 kD) que contienen un único
reguladas durante el desarrollo. Parece ser
que sólo las subunidades V ía y V ila presen
grupo hemo (citocromo b558).
El déficit de complejo II se puede valorar tan isoformas específicas para cada tejido.
mediante de la actividad SDH, succinato Los déficit de este complejo se tipifican
CoQ reductasa o succinato citocromo c mediante la medida de la actividad citocro
mo c oxidasa en homogenado de tejido (5).
reductasa (5)
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Ultrastructural evidence for altered calcium in
CaptoEdD US
APOPTOSIS Y ELA
J. Gámez Carbonell
RESUMEN :
La apoptosis es un típo de muerte celular programada. Ocurre en condiciones normales
durante el desarrollo embriogénico, para regular el número final de motoneuronas del
asta anterior de la médula espinal. Se ha sugerido que su activación anómala o su persis
tencia podría desempeñar un papel importante en la etiopatogenia de la ELA, y similar
hipótesis se ha propuesto para explicar otras enfermedades neurológicas. La presencia de
hallazgos morfológicos y bioquünicos característicos de la apoptosis en las enfermeda
des de motoneuronas ayudan a sostener esta hipótesis. Diversos factores proapoptóticos
y antiapoptóticos modularían el desarrollo de este tipo de muerte celular programada. Así
lo confirman los estudios realizados en cultivos celulares y en los modelos experimenta
les en animales transgénicos. De todos ellos se acepta que el índice ¿cZ-2/bax es el más
útil para determinar la vulnerabilidad de células a sucumbir al proceso de muerte celular
programada. Otros factores estarían relacionados con la apoptosis, como la falta de fac
tores de crecimiento, la inhibición crónica de SOD y la capacidad citotóxica de las inmu-
noglobulinas. La función de la apoptosis en la ELA aún no está clara. Las técnicas de
mareaje de este proceso todavía no son lo suficientemente específicas y probablemente
la apoptosis sea una respuesta ante un determinado daño. En este sentido se sugiere la
realización de futuros estudios para el mejor conocimiento del papel de la apoptosis en
la ELA. De todas formas, la posibilidad de que ocurra este tipo de muerte celular pro
gramada en la ELA representarían un hecho de gran transcendencia teniendo en cuenta
que las neuronas son células postmitóticas.
A po-1, las proteasas ICE, los reguladores del bargo, bcl-2 no puede prevenir todos los
ciclo celular p53, cyclin DI y Rb, Ich-I, la tipos de muerte celular fisiológica y falla en
ubicuitina y la clusterina (26). la protección contra la acción letal de los lin-
focitos T citotóxicos.
El estadio final en el proceso de la muer
C O N TR O L G ENETIC O
te celular programada es la disolución de los
DE LA A PO PTO SIS
restos nucleares. En C. elegans, el gen nuc-I
La apoptosis depende en gran parte de la ex que codifica una endonucleasa es necesario
presión del genoma. En el nematodo C. ele- para que esto ocurra. Se desconoce si el gen
gans donde mejor se ha caracterizado este ti nuc-I es equivalente a las endonucleasas de
po de muerte celular, desde el punto de vista pendientes del calcio de las células de los
genético. De las 1090 células somáticas for mamíferos. En ambos casos de la degrada
madas durante el desarrollo, más de 100 ción de DNA se produce en estadios finales
mueren mediante un proceso apoptótico. Se de la muerte celular.
han identificado al menos 14 genes que con Dos genes parecen desempeñar un papel
curren en las diversas etapas del programa importante en la apoptosis de la ELA: bcl-2
de muerte celular. Algunos genes están im y bax. Ambos se expresan en el sistema ner
plicados en la afectación, otros están en la vioso central. La proteína producida por el
sentencia de muerte y otros son precisos protoongén bcl-2 inhibe la muerte celular
para la destrucción de los residuos. mediada por glutamato en poblaciones de
Los genes ced-3 y el ced-4 son necesa células neuronales (26, 27) y también inter
rios en el proceso de apoptosis para que la viene en la vía antioxidante. En cambio, la
muerte se produzca. No se observa muerte expresión bax promueve la apoptosis. Pro
celular programada en su ausencia. La ac bablemente se deba a su habilidad para for
ción de estos genes es antagonizada por la mar heterodímeros con bci-2 in vivo neutra
expresión del ced-9. lizando su acción (28). La relación bcl-2/bax
En el ratón transgénico, bcl-2 prolonga la puede determinar la vulnerabilidad de las
supervivencia celular (efecto antiapoptóti- células para sucumbir al proceso de muerte
co). Previene las muertes celulares mediadas celular.
por ced-3 y ced-4. Este hecho confirma que Por otra parte, una contribución muy
hci-2 es el homólogo de ced-9 e implica que importante de la genética molecular al mejor
probablemente bcl-2 está actuando en las cé conocimiento de la ELA ha sido el descubri
lulas de los mamíferos inhibiendo los efec miento de Rosen (29): algunos casos de
tos de los homólogos ced-3 y ced-4 (7, 8, 10, ELA familiar están asociados a mutaciones
24. 25). de la SOD-1, el gen que codifica la enzima su-
El protooncogén bcl-2 puede prevenir la peróxido dismutasa cobre-cinc (CuZnSOD).
muerte celular de las neuronas carentes de La SOD inhibe la apoptosis al aumentar la
tactores de crecimiento y previene la muerte actividad enzimática superoxidodismutasa.
mediada por la expresión de C-myc. Las mutaciones en SOD convierten un gen
Los efectos de bcl-2 no están sólo limita antiapopótico en un gen proapoptóptico (30).
dos a la protección celular frente a la ausen- En este sentido, Rothstein consiguió la muer
cia de factores de crecimiento sino que, te neuronal apoptótica inhibiendo la SOD en
además, protege frente al sodio, la colchici- cultivos organotípicos de médula espinal (31).
los inhibidores de la síntesis proteica, los Sin embargo, en aquellos casos de ELA
inhibidores del DNA y del RNA, los esteroi- familiar asociados a mutaciones A4V y G37R
la hipertermia y la irradiación. Sin em de la SOD, las actividades enzimáticas SOD
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(C apñítiiiifl®
RESU M EN
Los factores neurotróficos son proteínas naturales que influyen en la supervivencia, la dife
renciación, la maduración y el mantenimiento de las neuronas durante el periodo embriona
rio y en la vida adulta. Son sintetizados por distintas células, entre ellas las neuronas, las
células gliales, la células de Schwann y las fibras musculares. Actúan sobre las neuronas a
través de receptores específicos. Algunos son producidos por las células diana y alcanzan el
cuerpo neuronal por transporte axonal retrógrado. Varios factores son tróficos para las neu
ronas motoras, pero ninguno conocido es indispensable para su desarrollo. No existe evi
dencia definitiva del déficit de ningún factor en la etiopatogenia de la ELA. El factor neu-
rotrófico ciliar (CNTF) es un miembro marginal de la familia de las citocinas hematopoyé-
ticas, posee efectos tróficos sobre las neuronas motoras demostrados en cultivos de tejidos,
neuronas motoras embrionarias, modelos de axonotomía y modelos animales. Sin embargo,
en dos ensayos clínicos recientes, el tratamiento con este factor no ha aportado ningún bene
ficio a pacientes con ELA. Las neurotrofinas, excepto el factor de crecimiento del nervio
(NGF), son activas con las neuronas motoras, sobre todo, el factor neurotrófico derivado del
cerebro (BDNF). La neurotrofina 3 parece actuar sobre la regeneración axonal de las neu
ronas motoras superiores. La neurotrofina 4/5 se produce en el músculo esquelético y su pro
ducción aumenta con el ejercicio. Algunos factores de crecimiento de los fibroblastos (FGF)
ejercen efectos tróficos sobre las neuronas motoras. El factor de crecimiento semejante a
insulina-1 (IGF-1) influye en la regeneración de los axones motores, en la reinervación del
músculo denervado y posee un efecto trófico directo sobre el músculo esquelético. El factor
neurotrófico derivado de células gliales (GDNF) es también un potente factor trófico de las
neuronas motoras y dopaminérgicas.
acción de un factor concreto sobre una sis múltiple, lo que indicaría una alteración
población neuronal concreta probablemente del sistema trófico de IG F -1 en la ELA (15).
dependa de otros determinantes, como la Recientemente Anand y cois, han encon
localización anatómica, el momento en que trado una disminución de la expresión del
se produce la acción y la expresión de recep CNTF en el asta anterior pero no en la cor
tores específicos en la neurona (2, 12). teza cerebral en autopsias de pacientes con
FT A (16); sin embargo, Schorr y cois, no
han hallado diferencias significativas entre
FACTORES N EU R O TR Ó FIC O S pacientes con ELA y controles en la expre
EN LA E T IO L O G ÍA DE LA ELA sión del CNTF en varias regiones del siste
La importancia de los factores neurotrófi- ma nervioso, usando una tinción inmunohis-
toquímica con anticuerpos monoclonales
cos en relación con la ELA viene determi
nada, fundamentalmente, por el papel que (17). También se ha investigado la presencia
de la mutación “nuil” del gen del CNTF en
como agentes terapéuticos pueden desem
pacientes con ELA familiar, con resultados
peñar en esta enfermedad de terrible pro
nóstico y limitadas posibilidades de trata negativos (18).
miento. Otro punto de vista a considerar es Por último, se han encontrado títulos
altos del RNAm del factor de crecimiento
su posible implicación en la etiopatogenia
derivado de células gliales (glial cell
de la ELA.
En 1981 Appel sugirió una hipótesis uni- line-derived neurotrophic factor, GDNF) en
la medula espinal y títulos bajos en el mús
ficadora para la etiopatogenia de la ELA, la
enfermedad de Parkinson y la enfermedad culo de pacientes con ELA, resultados de
de Alzheimer, basada en un posible déficit difícil explicación en este momento (19).
del estímulo trófico adecuado en las pobla En resumen, en la actualidad no se dis
ciones neuronales afectadas en las distintas pone de evidencias definitivas de una impli
enfermedades (13). Sin embargo, esta teoría cación de los factores neurotróficos en la
etiopatogenia de la ELA, por lo que son
no se ha visto corroborada.
Se ha estudiado la concentración de dis necesarios más estudios experimentales.
tintos factores neurotróficos en tejidos de
pacientes con ELA. Entre ellos el NGF, el FACTORES N EU R O TR Ó FIC O S
factor de crecimiento tipo insulina-1 (insu EN EL TR A TA M IEN TO D E LA ELA
lin-like growth factor-1, IGF-1) y el factor
de crecimiento de los fibroblastos básico
(bFGF). Dicha concentración no se diferen Citocinas hem atopoyéticas
ciaba de los controles, lo que indica que un
déficit de estos factores es poco probable Factor neurotrófico ciliar
como etiología de la enfermedad (14).
En estudios previos no se había encon El CNTF es una proteína de unos 200 ami
trado ninguna evidencia de que una altera noácidos que se expresa en las células de
ción del IGF-1 estuviera implicada en la Schwann y células gliales, pero no en el
etiología de la ELA (2), sin embargo Torres- músculo esquelético (20, 21).
Alemán y cois, han encontrado concentra No atraviesa la barrera hematoencefáli-
ciones séricas bajas de lGF-1 e insulina ca, sino que alcanza las motoneuronas del
junto a concentraciones altas de proteínas asta anterior por transporte axonal retrógra
que se unen a IG F-1 en suero de pacientes do (22). Puede ejercer un efecto de trans-
con ELA, pero no en pacientes con esclero ducción de señal directamente en los axones
Factores neurotróficos y ELA 279
terminales mediante la unión a sus recepto (SO D 1), de modo que el CNTF podría
res específicos (20, 23). aumentar la expresión de SOD l que está
El receptor del CNTF posee subunidades implicada en el 20% de los casos de ELA
en común con el receptor de la interleucina familiar (27).
6 (IL-6) y el del factor inhibidor de leucemia El CN TFRa puede liberarse de la mem
(LIF), por lo que es considerado como un brana celular, como ocurre con otros compo
componente marginal de la familia de las nentes a de los receptores de las citocinas.
citocinas hematopoyéticas. Sin embargo, la Esto ocurre en el músculo esquelético dener-
subunidad específica del receptor del vado de forma aguda mediante axonotomía.
CNTF, llamada componente a del receptor El CN TFRa liberado puede formar comple
(CN TFRa), se expresa en altas concentra jos solubles por su unión con el CNTF y a su
ciones solamente en el cerebro, la medula vez influir en células hematopoyéticas que
espinal, los ganglios simpáticos, el músculo expresan en su membrana gp-130 y LIFR p,
esquelético y el hígado, lo que hace del como macrófagos, monocitos y posiblemen
CNTF un factor de crecimiento muy especí te fibroblastos (28). También se ha detecta
fico del sistema nervioso (2, 24). do CN TFRa soluble en líquido cefalorra
El receptor del CNTF está formado por quídeo (2).
tres componentes: el componente específico El CNTF posee un potente efecto neu-
CN TFRa, el gp-130 y el receptor del factor rotrófico sobre las neuronas motoras. Au
inhibidor de leucemia (LIFR P). El gp-130 y menta su supervivencia en cultivo de tejidos
el LIFR p son subunidades compartidas y reduce la muerte natural que se da durante
con receptores de citocinas hematopoyéti el desarrollo embrionario en estudios in ovo
cas, el primero del receptor de la IL-6 y el y en otros estudios en embriones (Tabla 2)
segundo del LIF. El CN TFRa es la proteína (2, 29, 30). En animales adultos, reduce el
a la que se une el CNTF; está ligado a la grado de amiotrofia en el músculo glúteo
membrana plasmática por un enlace de glu- tras axonotomía (31).
cofosfatidilinositol, pero no posee un domi La concentración de CNTF es muy alta
nio transmembrana que sí poseen los otros en las células de Schwann. Se libera rápida
dos componentes, que están unidos al com mente de éstas tras axonotomía y se realma-
plejo intracelular de transducción de señal. cena cuando comienza la reparación del
Tras la unión del CNTF a la subunidad a , las axón. Esto puede significar que este factor
dos subunidades P sufren una heterodimeri- actúa como factor de lesión en caso de axo
zación que activa la tirosincinasa, produce la notomía y como factor de mantenimiento de
fosforilación de la tirosina e inicia la trans los axones (32).
ducción de la señal (25). En los estudios realizados en modelos
Las cinasas implicadas en la transduc animales de ELA, el tratamiento con CNTF
ción de señal del CNTF son del tipo Jak- redujo las alteraciones motoras en los rato
Tyk, y provocan patrones de reacción es nes con neuronopatía motora primaria, en
pecíficos en diferentes líneas celulares (26). los ratones con degeneración progresiva de
Las cinasas Jak-Tyk están unidas a la proteí las neuronas motoras y en el ratón Wobbler.
na p91 y a otras proteínas relacionadas con En éste y en los ratones con neuronopatía
la p 9 1, que son translocadas al núcleo donde motora primaria se constató además una evi
se unen a las secuencias de DNA de los pro dencia morfológica del efecto sobre las neu
moters de los genes que responden al CNTF ronas motoras. Sin embargo, en estudios
(27). Una de estas secuencias es la de! pro- preliminares en el ratón transgénico con la
moter del gen de la superóxido dismutasa I mutación humana de la S O D l, el tratamien-
280 C. Márquez y M.D. Jiménez
Efecto sobre la supervivencia neuronal Síntesis det factor Presencia del receptor
Muerte
celular
Cultivos durante el Axonotomía Axonotomía Neuronas Neuronas Tratisporte
Factores celulares desarrollo facial del ciático motoras Miisculo' motoras Músculo retrógrado
CNTF S i- Sí Sí Sí 7 No Sí Sí
LIF Sí ? 7 7 No Sí Sí Sí
BDNF Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
NT-3 Sí No Leve Sí Sí Sí Sí Sí Sí
NT-4/5 Sí Sí Sí Sí 7 Sí Sí
bPGF No 9 7 No Sí 7 7
IGF-I Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí No^
GDNF Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
'Las células de Schwann probablemente sintetizan CNTF, NGF, LIF, BDNF e IL-6.
^E1IGF-1 puede disponer de un sistema retrógrado de transducción de señal.
to con CNTF no ha aportado ningún benefi bo, una dosis diaria durante seis meses, de
cio (2). Recientemente Sagot y cois, han forma aleatorizada y a doble ciego; tampo
demostrado una mejora del transporte axo co se encontraron diferencias significativas
nal retrógrado en la neuronopatía motora en los objetivos primarios ni secundarios;
primaria tratada con CNTF, con BDNF y los efectos secundarios fueron cualitativa
neurotrofina 3, pero no con GDNF ni con mente similares a los del otro estudio, pero
NFG (33). El p n del CNTF se ha adminis en menor proporción, y la mortalidad fue
trado por vía intramuscular mediante un a- mayor en el grupo que recibió dosis más
denovirus a ratones con neuronopatía moto altas de CNTF (36).
ra primaria, solo o en combinación con neu- Probablemente el fracaso de estos dos
rotrofma-3, con buenos resultados (34). ensayos clínicos dependa en gran medida de
Se han realizado dos ensayos terapéuti haber utilizado una vía de administración
cos con CNTF en pacientes con ELA. El sistémica. Actualmente están en experimen
ALS CNTF Treatment Study Group estudió tación otras vías alternativas. Una de ellas
a doble ciego 730 pacientes repartidos de consiste en colocar en el espacio subcutáneo
forma aleatorizada en tres grupos (CTNF o intratecal un dispositivo con células prepa
subcutáneo a dosis de 30 jig/kg, 15 jJg/kg o radas genéticamente para fabricar CNTF,
placebo, tres veces por semana durante encapsuladas en un polímero que permite
nueve meses). No se encontraron diferen una liberación continua del factor mientras
cias estadísticamente significativas entre los impide el acceso de la respuesta inmunitaria
diferentes grupos ni para los objetivos pri del huésped a las células productoras (37).
marios ni secundarios del estudio; los efec Controlar el ritmo de liberación del factor
tos secundarios fueron frecuentes e impor con esta técnica puede ser difícil. En un
tantes y la mortalidad fue similar en los tres ensayo clínico de fase I se ha administrado
grupos (35). En otro estudio, 570 pacientes CNTF mediante una bomba de infusión
fueron tratados con 0,5, 2, 5 ng/kg o place intratecal y se ha conseguido una buena dis
Factores neurotróficos y ELA 281
tribución del factor en el canal espinal, sin receptor Trk A responde fundamental
los efectos secundarios sistémicos de la mente al NGF y en menor medida a la
administración parenteral (38). neurotrofina 3; el receptor Trk B a
BDNF, a neurotrofina 4/5 y, con menor
F actor inhibidor de leucemia intensidad, a la neutrofina 3; el Trk C
Este factor, con diversas acciones en diferen sólo responde a la neurotrofina 3 (2).
tes tejidos, puede ser liberado por las células Esta especificidad de respuesta de distin
de Schwann en caso de lesión nerviosa y tos receptores a las diferentes neurotrofi
atraer a macrófagos y monocitos, que expre nas puede explicar la especificidad de
san el receptor del LIF en su superficie. La acción que poseen en distintas poblacio
similitud de este receptor con el del CNTF nes neuronales. La unión de la neurotro
sugiere que las células que responden a éste fina al receptor Trk provoca una dimeri-
puedan responder también al LIF (39). zación del mismo que activa la tirosinci-
Sus efectos en las neuronas motoras in nasa, la cual activa la proteína ras; ésta, a
vitro e in vivo se muestran en la Tabla 2. su vez, desata una cadena de reacciones
Aunque se desconocen sus efectos en la de fosforilación que acaban con la acti
muerte neuronal natural y en la axonotomía, vación, en el núcleo, de los genes de res
se piensa que el LIF puede ser un factor neu- puesta inmediata y de respuesta tardía
implicados en el crecimiento y diferen
rotrófico para las neuronas motoras (2).
ciación neuronal (41).
Cardiotrofina-1 2) Un receptor de baja afinidad, común a
todas las neurotrofinas, llamado LNR,
Esta citocina, clonada recientemente, posee
cuyas características son menos conoci
una secuencia de aminoácidos similar al
das y que parece ejercer una acción regu
CNTF, el LIF y la oncostatina-M (OSM), su
ladora sobre el efecto de las neurotrofi
receptor comparte una subunidad gp-130
nas sobre los receptores Trk (2). Un estu
con esas citocinas, y ha mostrado efectos
dio ha sugerido que el LNR está relacio
positivos en la supervivencia de neuronas
nado con la apoptosis, de forma que el
motoras in vitro (2, 40).
receptor no unido a la neurotrofina indu
ce la muerte neuronal (42).
N eurotrofinas
Esta familia está compuesta por cinco proteí Factor neurotrófico derivado
nas relacionadas estructuralmente: el NGF del cerebro
(que no tiene efecto neurotrófico sobre las El BDNF es una proteína dimérica de 247
neuronas motoras), el BDNF, la neurotrofina aminoácidos ampliamente distribuido en el
3, la neurotrofina 4/5 y la neurotrofina 6. sistema nervioso central y periférico (43). Se
expresa en las neuronas motoras y en el
Receptores de las neurotrofinas músculo esquelético; su receptor Trk se ex
presa en las neuronas motoras adultas, por lo
Los receptores neuronales para las neurotro
que puede ser un factor neurotrófico deriva
finas son de dos tipos:
do de la célula diana para las neuronas
1) Receptores de alta afinidad, pertenecien motoras (44). Tras la sección de un nervio,
tes a la familia de receptores de la tiro- la producción de RNAm de este factor
sincinasa llamados Trk. Existen tres aumenta en el músculo esquelético y en el
receptores Trk: Trk A, Trk B y Trk C. El cabo distal del nervio (45).
282 C. Márquez y M.D. Jiménez
una célula diana que se ha aislado en el mús rata (60). En el músculo denervado median
culo esquelético embrionario y adulto (53). te toxina botulínica, la aparición de nuevos
brotes en los axones intramusculares dismi
Factor de crecim iento tipo insulina-1 nuyó de forma importante con la administra
ción de IGFBP-4, una de las proteínas que se
El IGF-1 es un polipéptido de estructura
unen a IGF-1 y bloquean su efecto (61).
semejante a la proinsulina. Tiene acciones
También hay evidencia de un efecto
sobre el crecimiento celular, actuando como
directo del IGF-1 sobre el músculo esquelé
mediador de la hormona del crecimiento y
tico, estimulando la diferenciación y produ
de sí mismo. Se ha aislado en diversos teji
ciendo hipertrofia de las fibras musculares
dos, incluyendo hígado, pulmón, riñón,
aisladas de aferencias nerviosas, en cultivos
músculo y sistema nervioso. Está presente
de tejidos (62). Este efecto miotrófico puede
en la sangre como una hormona circulante,
estar mediado por mecanismos autocrinos o
donde forma complejos con varias proteínas paracrinos (2).
con alta afinidad de unión (54). Actúa a En el ratón Wobbler la administración de
través de un receptor de membrana que IGF-1 mejoró significativamente la fuerza y
posee un dominio intracelular de tirosincina- el diámetro de las fibras musculares (63).
sa y se supone que comparte la cascada de Posteriormente, en el mismo modelo se ha
señal con otros factores tróficos (55). El comprobado que esta mejoría de la fuerza se
receptor se expresa en las neuronas motoras, correlaciona con una disminución de las
músculo y células gliales. El IGF-1 no se fibras pequeñas atróficas en el músculo (64).
transporta retrógradamente por el axón; sin No obstante, en el modelo transgénico con la
embargo, es probable que disponga de un mutación SOD-1 humana el IGF-1 no aportó
mecanismo de transducción de señal retró beneficios (2).
grado desde el axón terminal hasta el núcleo, Se han realizado dos ensayos terapéuti
mediado por la proteína G¡, que actúa como cos con IG F -1 a doble ciego, aleatorizados y
segundo mensajero (56). controlados con placebo, en fase III, en
El IGF-1 tiene efectos neurotróficos evi enfermos con ELA en América del Norte y
dentes en diferentes modelos experimentales Europa. En el ensayo norteamericano, se
in vitro e in vivo (Tabla 2) (2). Algunos datos estudiaron 266 pacientes en tres grupos, uno
experimentales recientes apoyan que la pre tratado con placebo y los otros dos con
sencia de IGF-1 bloquea la apoptosis neuro IGF-1 subcutáneo a dosis de 0,05 y de 0,1
nal (57). Actúa sobre la mielinización, de mg/kg/día. Se obtuvo una reducción signifi
forma que el ratón transgénico con una cativa en la progresión de la enfermedad,
expresión excesiva de IGF-1 tiene un mayor probablemente dependiente de la dosis
crecimiento del encéfalo, con aumento de la administrada, sin efectos secundarios impor
mielina (58), mientras que el ratón con la tantes (65). En el estudio europeo, sin
mutación “nuil”, carente de IGF-1, tiene un embargo, aunque parece haber una tenden
marcado defecto de peso, inmadurez muscu cia al enlentecimiento del curso de la enfer
lar, defectos de sustancia blanca y el 95% medad en los grupos tratados, no se han
muere durante la gestación (59). obtenido diferencias significativas en los
El IGF-1 parece desempeñar un papel objetivos primarios (54).
importante en la reinervación del músculo Por último, en un estudio preliminar con
denervado. Su administración aumentó 10 22 pacientes con síndrome postpolio, la
veces la ramificación de los axones termina administración subcutánea de IGF-1 a dosis
les intramusculares en el músculo glúteo de de 0.05 mg/kg dos veces al día. comparada
284 C. Márquez y M.D. Jiménez
con placebo, no mejoró la fatiga inducida con neuronopatía motora primaria, el GDNF
por el ejercicio, pero sí se produjo una administrado mediante una cápsula de polí
mejoría significativa de la recuperación tras mero que contenía células renales de háms
el mismo (66). ter con el gen humano de este factor, no pro
longó la supervivencia de los animales ni
Factor neurotrófico derivado previno la degeneración de los axones moto
de células gíiales (CD NF) res, aunque sí se observó un enlentecimien-
to en la pérdida de neuronas motoras (74).
Este factor es un miembro lejano de la fami En un estudio reciente sobre neuronopatía
lia del factor de crecimiento transformador motora primaria, la terapia con GDNF no
P (67). Se descubrió como un potente factor mejoró el transporte axonal, cosa que sí
trófico para las neuronas dopaminérgicas sucedió con el CNTF, BDNF y la neurotro-
(68) y posteriormente se ha demostrado su fima 3 (33). Sin embargo, los resultados en el
acción sobre las motoneuronas (69). Su ratón Wobbler han sido favorables: median
estructura es distinta de la del CNTF y de las te la administración del GDNF subcutáneo
neurotrofinas. Su receptor no está bien iden se ha conseguido una mejoría significativa
tificado, pero parece disponer de un compo de la alteración motora, un rescate de más
nente que no atraviesa la membrana plasmá del 50% de las células del asta anterior
tica, llamado GDNF a parecido al CNTFR inmunorreactivas a aciltransferasa de colina
a , y otro componente transmembrana llama y del 20% de los axones de las raíces ven
do c-Ret, codificado por uno de los oncoge trales (2).
nes (70). Dispone de un mecanismo de La mayor parte de los datos actualmente
transporte retrógrado (71), lo que sugiere disponibles apuntan al GDNF como un
que se trata de un factor neurotrófico deriva potente factor neurotrófico para las neuronas
do de la célula diana (2). Se expresa en los motoras y dopaminérgicas, lo que lo convier
muñones de los miembros durante el desa te en un agente terapéutico prometedor en la
rrollo em brionario, en las células de ELA y en la enfermedad de Parkinson (2).
Schwann y en el cultivo de miotubos
embrionarios (2).
Los ratones con la mutación “nuil” para T R A T A M IE N T O S C O M B IN A D O S
el GDNF nacen sin riñones, sin neuronas Los efectos de la combinación de varios fac
entéricas y con una reducción marcada de tores neurotróficos se han ensayado in vitro
las neuronas motoras (72, 73). y en modelos animales de ELA.
En los distintos modelos experimentales En los estudios realizados en cultivos de
in vitro e in vivo muestra claros efectos favo tejidos, la combinación de IGF-1, CNTF y
recedores de la supervivencia de las neuro BFGF proporcionó mejores resultados que
nas motoras (Tabla 2). Recientemente se ha cualquiera de ellos por separado. Sin embar
administrado el gen de este factor, mediante go los efectos del CNTF y LIF no fueron
un vector viral, en el modelo de axonotomía mejores que los de cada uno de ellos por
facial en rata recién nacida, con buenos separado, lo que sugiere que combinar fac
resultados (47). tores neurotróficos de la misma familia, con
En el modelo de ratón transgénico con la mecanismos de acción semejantes, proba
mutación humana de SOD-1 el tratamiento blemente no aporta ningún beneficio (2). La
con este factor no aportó ningún beneficio, combinación de CNTF, BDNF y GDNF
como ha sucedido con el resto de los facto también ha mostrado efectos sinérgicos, es
res neurotróficos ensayados (2). En el ratón decir, mejores de lo que cabría esperar de la
Factores neurotró fíeos y EL A 285
simple adición de los efectos de cada uno de 9. Hempstead, B.L., Martinzanea, D., Kaplan,
ellos por separado (75). D.R. y cols. High-ajfinity NGF binding requires
La combinación de CNTF y BDNF no coexpression o f the Trk protooncogene and the
sólo enlentece, sino que detiene la progresión low-qffinity NGF receptor. Nature 1991; 350;
de la enfermedad en el ratón Wobbler, de 678-683.
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forma que los resultados sugieren un efecto
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no sólo aditivo sino sinérgico (76). En un
11. Ip, N.Y., Yancopoulos, G.D. Receptors and sig
estudio preliminar empleando un tratamiento
naling pathways o f ciliary neurotrophic factor
prolongado con ambos factores se produjo un
and the neurotrophins. Neuroscience 1993; 5;
efecto mantenido durante la administración,
249-257.
lo que sugiere que el sinergismo entre ambos 12. Korsching, S. The neurotrophic factor concept:
factores no es transitorio (2). A reexamination. J Neurosci 1993; 13; 2739-
Estos resultados son esperanzadores. Si 2748.
se confirman en posteriores estudios, los tra 13. Appel, S.H. A unifying hypothesis fo r the cause
tamientos combinados con varios factores o f amyotrophic lateral sclerosis, parkinsonism
neurotróficos pueden constituir en un futuro and Alzheimer disease. Ann Neurol 1981; 10:
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E(D
INMUNOLOGÍA Y ELA
E . G a lla r d o , C . S e r r a n o e I. Illa
R ESU M EN
Los estudios de inmunidad celular en pacientes con ELA no han mostrado diferencias
significativas respecto a los controles y no se ha observado una asociación clara con
ningún tipo de complejo principal de histocompatibilidad. Sin embargo existen eviden
cias de una activación local de poblaciones específicas de células T de interpretación
incierta. Respecto a autoanticuerpos, se han estudiado varios candidatos: contra canales
de calcio, contra acetilcolinesterasa y contra gangliósidos. Actualmente se considera que
en la FT A clásica la determinación de la mayoría de estos anticuerpos no tiene relevan
cia clínica. Los modelos experimentales autoinmunes de enfermedad de la motoneurona
mejor esmdiados son la enfermedad de motoneurona autoinmune experimental y la
enfermedad autoinmune experimental de la materia gris. Ambos presentan evidencias
electrofisiológicas y morfológicas de denervación, así como pérdida de motoneuronas en
la médula espinal. Además, la inoculación de inmunoglobulinas de los dos modelos ante
riores y las IgG de pacientes con ELA producen a su vez otro modelo murino de dener
vación. Estos hallazgos apoyarían una posible patogenia de estos anticuerpos, aunque no
está demostrado que este efecto sobre las neuronas motoras sea degenerativo. La terapia
inmunosupresora no ha tenido efecto positivo en el tratamiento de la ELA. La ausencia
de respuesta podría ser debida a; 1) que cuando aparecen los primeros síntomas, el daño
en el SNC sea ya demasiado extenso, 2) es posible que el acceso de la terapia al SNC no
sea adecuado y 3) la terapia inmunosupresora no ha sido eficaz en endocrinopatías sin
invalidar el papel de los autoanticuerpos en estas patologías.
una infección por virus lentos. Sin embargo, El número total de células T, el porcentaje
el capítulo que nos ocupa se centrará en el T4/T8, los cultivos de células NK y los cul
estudio de los trastornos del sistema inmuni- tivos mixtos linfocitarios son normales en
tario que, por fenómenos de autoinmunidad, los pacientes con ELA (4).
conducirían a la muerte neuronal. Se ha A diferencia de lo que ocurre en otras
observado una mayor incidencia de algunas enfermedades neurológicas, como la escle
enfermedades autoinmunes (especialmente rosis múltiple, que presenta una cierta aso
de tiroides) en pacientes con ELA esporádi ciación con el complejo mayor de histocom-
ca y familiares de primer orden. Asimismo, patibilidad de clase II DR2, o la miastenia
se han descrito paraproteinemias y bandas gravis con el DR3, los estudios del comple
monoclonales en algunos enfermos (3). jo mayor de histocompatibilidad en la ELA
Tanto en la ELA como en otras enferme no han mostrado predominio de ningún sub
dades, para establecer una patogenia autoin- tipo en particular. En algunos grupos de
mune deben cumplirse una serie de criterios pacientes unos autores han visto una mayor
o evidencias experimentales, entre las que incidencia de HLA-A3 y HLA-Bw35, que
cabe destacar; no se ha visto confirmada por otros grupos.
Sin embargo, algunos autores han obser
1) La presencia de depósitos de inmunoglo- vado restricción clonal en los receptores de
bulinas o inmunocomplejos en áreas las células T de los infiltrados que se en
afectadas (nervio, unión neuromuscu cuentran en el cerebro y la médula espinal
lar...). de pacientes con ELA esporádica. Estos ha
2) Detección de anticuerpos contra antíge- llazgos indicarían una activación local de
nos relevantes. poblaciones específicas de células T.
3) Existencia de un modelo animal a partir
de la inmunización con antígeno purifi A U T O A N T IC U E R P O S C O N T R A
cado. C A N A L E S D E C A L C IO E N L A E L A
4) Existencia de un modelo animal de la
Existen distintos tipos de canales de calcio
enfermedad a partir de la transferencia
dependientes del voltaje (5) que se distin
pasiva de suero o de inmunoglobulinas
guen por sus propiedades electrofisiológicas
purificadas.
y su capacidad para unir distintas neurotoxi-
Así pues, se revisarán algunos aspectos nas. Estos canales se clasifican en cinco gru
de inmunidad celular, los distintos autoanti- pos; L, N, T, R y P/Q. Los tipos N, R y P/Q
cuerpos que se han descrito en el suero de se encuentran predominantemente en el sis
estos pacientes (inm unidad humoral) y tema nervioso central y en el periférico y
modelos animales de enfermedad de la desempeñan un papel muy importante en el
motoneurona, tanto por inmunización con control de la liberación de neurotransmiso-
extractos completos o antígenos purificados res. Se han purificado los canales N y L del
como por transferencia de inmunoglobulinas músculo esquelético y, aunque son funcio
de pacientes con ELA. nalmente distintos, las subunidades que los
componen son parecidas: a , a , [i y una
subunidad variable específica para cada ca
IN M U N ID A D C E L U L A R _____________ nal. Sin embargo, todos ellos comparten
Los estudios de inm unidad celular en estructuras que pueden llegar a ser inmu-
pacientes con ELA no han mostrado diferen nológicamente similares. Se ha secuenciado
cias significativas respecto a los controles. el DNA de las unidades a , formadoras del
Inmunología y ELA 291
ionóforo de la mayor parte de los canales de dida de fuerza. El mismo grupo describió
calcio dependientes del voltaje. Las subuni- posteriormente la unión de las inmunoglo
dades a , de los canales L, N, R y Q constan bulinas de pacientes con ELA a la subunidad
de cuatro motivos, comprendiendo cada uno a , purificada de los canales tipo L mediante
seis secuencias transmembrana y dominios Western Blot.
intracitoplasm áticos y extracelulares de El grupo de Lennon encontró anticuer
tamaño variable. Existe una homología de pos contra canales tipo P/Q en un 23% de
más del 70% entre los distintos canales tipo los pacientes con ELA y contra canales tipo
L, siendo del 70% entre los canales no L. N en un 13%, utilizando técnicas de inmu-
Estos ionóforos, modulados en su función noprecipitación de canales marcados con cü-
por otras subunidades, son importantes para conotoxina marcada con '-^I (7).
iniciar la liberación de neurotransmisor en la Sin embargo, Drachman y cois, no halla
sinapsis, el control del voltaje de membrana, ron anticuerpos contra canales tipo N o P/Q
así como la regulación de procesos impor en 26 pacientes estudiados (8) y el grupo de
tantes en la muerte celular en desarrollo. Así Arsac sólo encontró títulos bajos de anti
pues, anticuerpos contra estos canales pue cuerpos contra canales tipo N en un 8% de
den tener múltiples efectos, incluyendo su los pacientes (2/25), mediante inmunopreci-
acción sobre la supervivencia de la célula. pitación con (ü-conotoxina marcada con '^^I
En un 50% de pacientes con ELA se y ELISA utilizando canales tipo N purifica
observa evidencia electrofisiológica de una dos de sinaptosomas de cerebro de rata
disfunción neuromuscular. Además, la trans mediante cromatografía secuencial (9). Así
ferencia pasiva de fracciones de inmunoglo- pues, los datos sobre la determinación de
bulinas de estos pacientes a ratones Balb/c anticuerpos contra canales de Ca^* son con
aumenta tanto la entrada de Ca-'^ en las trovertidos.
motoneuronas como la frecuencia de poten Para explicar los efectos fisiológicos de
ciales en miniatura en la placa motora medi estas inmunoglobulinas, Nyormoi y cois,
dos en la unión neuromuscular por cambios han presentado evidencias de que en tales
en la función de los canales de calcio depen preparaciones existe una contaminación con
dientes del voltaje (6). Donde mejor se han actividad proteolítica (10). Esta posibilidad
estudiado los efectos de las inmunoglobuli- ya se había discutido en un artículo anterior
nas del suero de pacientes con ELA esporá de Kimura y cois. (11) en el que las Ig de
dica ha sido en los de tipo L, que se encuen pacientes con ELA eran capaces de bloque
tran en el músculo esquelético, en los que se ar la unión de un monoclonal con la subuni
observa una alteración de la función del dad a^ del canal. Nyormoi demuestra que es
canal al añadir estas inmunoglobulinas al te bloqueo puede abortarse mediante inhibi
medio extracelular. Se ha observado altera dores de serinproteasas. Además, al incubar
ción de la cinética de unión del ligando en la subunidad a , con la proteasa sérica plas-
canales tipo L en músculo esquelético en pa mina se reproduce el efecto inhibitorio de
cientes con ELA esporádica, pero no en aque las Ig del suero de la ELA. El autor interpre
llos con ELA hereditaria. ta los resultados proponiendo que las prote-
Appel y cois. (4) describieron la presen asas contaminantes, más que inhibir la
cia de títulos altos de anticuerpos contra unión, destruían el epitopo al que se unía el
canales tipo L, purificados de músculo de monoclonal. Además sugiere que esta acti
conejo, mediante técnica de ELISA; ade vidad proteolítica per se podría ser la causa
más, los títulos de anticuerpos se correlacio de los efectos electrofisiológicos y citotóxi-
naban con la rapidez de progresión de la pér cos observados en los estudios anteriores.
292 E. Gallardo, C. Serrano e I. Ilia
Para mostrar evidencias directas del tipo P de células de Purkinje fue un aumen
papel de la inmunidad humoral, se diseñó un to de la corriente de calcio (24). Lo mismo
modelo murino consistente en la inoculación ocurría con la línea celular de motoneuronas
de las inmunoglobulinas de los dos modelos VSC4.1, en la que además se observaba un
anteriores, así como IgG de pacientes con aumento del tiempo medio de apertura de
ELA (22). El resultado fue que los animales los canales tipo L. Estas células entran en
inoculados con el suero o inmunoglobulinas apoptosis 12 horas después de haberlas incu
señalados, y no los animales control, presen bado con IgG de pacientes con ELA.
taban IgG en las motoneuronas y en la unión Tales resultados apoyarían la importan
neuromuscular. Los animales también pre cia de la entrada de calcio a través de los
sentaban un incremento de la frecuencia de canales de calcio dependientes del voltaje
los potenciales en miniatura en la placa como principal efecto citotóxico de estos
motora, con un potencial en reposo, ampli anticuerpos, aunque no está del todo claro si
tud y curso temporal normales. La habilidad su acción es directa sobre los canales o, por
de estas inmunoglobulinas para transferir el contrario, actuarían de forma indirecta
dicha disfunción de las neuronas motoras sobre otras moléculas.
estaría a favor de una patogenia de estas Ig En los modelos animales ya comentados,
en las motoneuronas, tanto en la ELA como las repetidas inoculaciones con IgG de
en los modelos animales, aunque no está en pacientes con ELA producían cambios en las
absoluto demostrado que tal efecto sobre las neuronas motoras pero no producían su
neuronas motoras sea relevante, y por tanto, muerte de forma significativa. Probable
relacionado con la patogenia de la ELA. mente los anticuerpos que aumentan el cal
cio intracelular y aumentan la liberación de
acetilcolina no se encuentran en las concen
traciones adecuadas para provocar la muerte
M O D E L O S I N V IT R O
neuronal.
D E T R A N S F E R E N C IA PASIVA
Sin embargo, la acumulación de cambios
U T IL IZ A N D O IgG
en las neuronas motoras por un ataque inmu
D E P A C IE N T E S C O N E L A
ne crónico podría llevar a procesos inflama
Dado que la liberación de acetilcolina en la torios centrales, lo que a su vez supondría
unión neuromuscular depende de un incre una disminución del transporte de glutamato
mento de la concentración intracelular de por las células de la glía que, unido a la pre
calcio en la neurona motora a través de los sencia de una respuesta inflamatoria tanto de
canales de calcio dependientes del voltaje, células T como de microglia, provocaría un
se postuló que este incremento podría facili incremento del estrés oxidativo y de radica
tarse por la unión de anticuerpos a dichos les libres que favorecería el acceso de IgG al
canales. Los experimentos se realizaron con sistema nervioso central.
fibras musculares de mamífero aisladas, por
su elevada concentración de canales de cal
FR A C A SO D E LA
cio dependientes del voltaje. La adición de
IN M U N O T E R A P IA E N L A E L A
1-3 mg/ml de IgG de pacientes con ELA
resultó en una disminución de las corrientes La inmunosupresión con esteroides, ciclo-
de calcio tipo L, así como cambios en el fosfamida o plasmaféresis, así como la irra
tiempo de apertura del canal (23). Sin diación total de la línea linfoide, no han sido
embargo, el efecto de las IgG de los pacien eficaces para detener la progresión de la
tes con ELA y no los controles sobre canales ELA. El hecho de que la terapia inmunosu-
Inmunología y ELA 295
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Caipiliiiin® 21
RESUMEN
La ELA es un síndrome heterogéneo que responde a etiologías diferentes. Algunas for
mas de ELA podrían estar relacionadas con una infección viral. Aunque se han implica
do diversos virus en la aparición de ELA, los más firmes candidatos son los poliovirus y
los retrovirus. S i bien ambos tipos presentan cierto tropismo por las motoneuronas y
podrían infectarlas directamente, la ausencia de marcadores virales en la mayoría de los
pacientes hace pensar que la infección directa es un mecanismo patogénico poco proba
ble. Más atractiva resulta la hipótesis de que estos vims desencadenen respuestas inmu-
nológicas, que serían las que, a la postre, llevarían a la destrucción de las motoneuronas.
En los próximos años, el avance previsible en el conocimiento de los mecanismos inmu-
nológicos permitirá comprobar defmitivamente la hipótesis viral de la ELA. Otro posi
ble mecanismo sería la existencia en estos virus de genes inductores o reguladores de la
apoptosis, cuya identificación podría permitir avanzar en el conocimiento de la patoge
nia de esta enfermedad.
análisis serológicos ni con técnicas de hibri porte axonal (14, 15). Además, los pacientes
dación de DNA viral. Además, la inocula que han sufrido poliomielitis pueden experi
ción de extractos de tejidos de pacientes con mentar, entre 30 y 40 años después del cua
ELA no consiguió transmitir la enfermedad dro agudo, un proceso denominado síndrome
a animales de experimentación (3). pospoliomielítico, caracterizado por la apa
Sin embargo, a finales de la misma dé rición de nuevos déficit musculares y amio-
cada, la teoría viral volvió a resurgir por di trofia, que sigue un curso lentamente pro
versas razones. En primer lugar, aparecieron gresivo (16). Sin embargo, los intentos de
evidencias epidemiológicas que asociaban la aislar poliovirus en pacientes con ELA han
ELA y la poliomielitis (4), y se demostró sido infructuosos y tampoco se ha consegui
que los poliovirus y otros enterovirus po do detectar la presencia de secuencias de
drían causar la enfermedad por mecanismos DNA o RNA de poliovirus en estos pacien
inmunológicos, incluso cuando los virus ya tes (17-21). Asimismo, sólo una pequeña pro
no son detectables (5). Por otro lado, se apre porción de pacientes con ELA tienen antece
ció que otros virus, como los retrovirus, po dentes de poliomielitis.
drían estar implicados en la aparición de No obstante, los poliovirus podrían dar
enfermedades de motoneurona (6). También lugar a una enfermedad de motoneurona por
se ha observado un aumento en la incidencia un mecanismo distinto a la infección directa.
de linfomas en pacientes con ELA (6) y se Es conocido que sólo un pequeño porcenta
ha comprobado que determinados virus pue je (1% a 10%) de los individuos infectados
den ocasionar la aparición tanto de linfomas por poliovirus sufre poliomielitis, y que apro
y leucemias como de ELA (7). ximadamente un tercio de los enfermos se
A pesar de que no haya evidencia de que recupera por completo o casi por completo
la ELA sea producida por una infección vi (22). Sin embargo, tanto los individuos que
ral, se han realizado diversos ensayos tera permanecen asintomáticos tras la infección
péuticos con fármacos antivirales, como aman- como los que se recuperan tras la enferme
tadina (8), guanitidina (9), levamisol (10), dad podrían perder un número importante de
zidovudina (11), interferón a (12) e inter- motoneuronas. Se sabe que el envejecimien
ferón P (13), todos con resultado negativo. to normal produce una pérdida de motoneu
En el presente capítulo se revisarán los ronas en el asta anterior medular (23). En los
fundamentos de la teoría viral en la ELA y individuos con infecciones por poliovirus sub-
se analizarán los distintos virus que se han clínicas, que habrían perdido parte de su re
implicado en la aparición de algunas de sus serva funcional a consecuencia del proceso
formas. viral, la pérdida “fisiológica” de motoneuro
nas que se produce con la edad podría, con
el paso de los años, rebasar el límite del 30%
PO LIO V IR U S de motoneuronas perdidas a partir del cual
Y O TRO S EN T ER O V IR U S aparecen síntomas (24), lo que daría lugar a
Las semejanzas clínicas y patológicas entre la aparición de una ELA. Para comprobar
la poliomielitis y la ELA llevó a especular la esta hipótesis, Martyn y cois. (4) buscaron
existencia de una relación entre ambas en una posible relación geográfica entre polio
fermedades. Las células diana son las mis mielitis y ELA y, efectivamente, encontra
mas en ambos procesos y la forma de exten ron que las comarcas de Inglaterra y País de
sión segmentaria de la ELA se asemeja a la Gales con mayor mortalidad por ELA en la
progresión de una infección viral, como la po década 1968-1978 eran también las que ha
liomielitis, que se extiende mediante el trans bían presentado mayor prevalencia de polio
ELA, virus y priones 299
mielitis 40 años antes (1931-1939). Si esta (5). Los virus coxsackie B pueden inducir
hipótesis es correcta, se asistirá a una dismi una miocarditis y una miositis autoinmunita-
nución progresiva de la incidencia de ELA a ria, sin que sea posible aislar el virus cuando
medida que los individuos inmunizados con aparece la enfermedad (28). Por otro lado,
tra la poliomielitis alcancen la cincuentena, en la ELA se ha descrito la presencia de in
edad a partir de la cual la incidencia de ELA filtrados de linfocitos T (30), lo que apoyaría
es mayor, lo que debería ocurrir a partir del la teoría de un mecanismo autoinmune indu
año 2000. cido por una infección viral.
Sin embargo, en una revisión de la litera
tura Armón y cois. (25) han observado que
la prevalencia de ELA entre los pacientes R ETRO VIR U S_______________________
con antecedentes de poliomielitis es menor La descripción en 1985 de un paciente con
de la esperada, lo que lleva a postular que el sida que desarrolló una ELA (31), junto con
antecedente de poliomielitis no sólo no pre el conocimiento de que en la mielopatía cau
dispone a padecer una ELA, sino que inclu sada por el virus VIH se afectan tanto los
so parece servir de protección contra ella. En tractos piramidales como las motoneuronas
ese caso, el efecto será el contrario que el del asta anterior, hizo pensar que algunas
predicho por la hipótesis de Martyn y cois., formas de ELA podrían estar originadas por
es decir, habrá un aumento en la incidencia una infección retroviral. Sin embargo, a pe
de ELA a partir del año 2000. sar del estudio clínico e histopatológico de
En la aparición de la ELA también se un gran número de pacientes, no se han des
han implicado otros enterovirus distintos de crito nuevos casos de ELA asociada a sida
los poliovirus. Woodall y cois. (26) aislaron (32). Únicamente un paciente con sida pre
secuencias de DNA correspondientes a virus sentó un cuadro clínico similar a una ELA,
coxsackie B en la médula espinal de nueve pero el estudio histopatológico demostró que
pacientes con ELA (ocho con formas espo la causa del proceso era la asociación de una
rádicas y uno con ELA familiar), de un total mielorradiculopatía junto con una miopatía,
de trece pacientes estudiados, mientras que sin afectación de las motoneuronas cortica
estas secuencias no aparecieron en ninguno les ni medulares (33). No obstante, Westarp
de seis controles sanos. Sin embargo, tales y cois. (34) encontraron tasas elevadas de
hallazgos no han sido confirmados poste IgG contra antígenos de retrovirus (HIV-2)
riormente, y Swanson y cois. (27) no encon en 5 de 14 pacientes con ELA, lo que sugie
traron estas secuencias en ninguno de los 28 re que la infección retroviral podría desem
pacientes con ELA esporádica que estudiaron. peñar un papel en el origen de algunas for
Una de las causas del redescubrimiento mas de ELA. Estos hallazgos no han sido
de la teoría viral de la ELA es la constata confirmados por otros autores (35, 36).
ción de que los enterovirus y otros picoma- El virus HTLV-I puede producir tanto
virus son capaces de inducir la aparición de paraparesia espástica tropical, altamente pre-
enfermedades autoinmunitarias en animales valente en países del este asiático y del Ca
de experimentación (28). Así, el virus de la ribe, como un linfoma de células T. Se han
encefalomiocarditis puede inducir una dia publicado datos sobre un paciente infectado
betes mellitus aguda mediada por linfocitos por HTLV-1 con un cuadro clínico similar a
CD4 en el ratón BALB cBy (29), y el virus ELA, pero sin estudio histopatológico (37).
de la encefalomiocarditis de Theiler origina Reyes Iglesias y cois, encontraron serologías
una enfermedad desmielinizante crónica en positivas frente a HTLV-I en dos de siete
el ratón SJL mediada por inmunidad celular pacientes puertorriqueños con clínica sugesti
300 J.J. Poza
va de esclerosis lateral primaria (38). Sin (49), que en muchos casos puede ser asin-
embargo, en cinco series amplias de pacientes tomático y sólo detectable mediante biopsia
con ELA pertenecientes a diversas partes del de médula ósea. La infección retroviral ori
mundo no se ha encontrado evidencia de ginaría esta asociación entre procesos linfo
infección por HTLV-I (35, 36, 39-41). proliferativos y ELA mediante dos posibles
Finalmente, el virus HTLV-II se ha aso patogénesis:
ciado también a un proceso neurodegenera 1) El retrovirus induce la aparición de un
tivo, si bien se asemeja más a una atrofia proceso linfoproliferativo, que a su vez
olivopontocerebelosa que a una ELA (42), induce la enfermedad de motoneurona
así como a formas inusuales de leucemia de por un mecanismo autoinmunitario.
células peludas. Gracia y cois, publicaron da
2) El retrovirus induce directamente tanto la
tos sobre un paciente panameño con ELA,
enfermedad de motoneurona como el pro
seropositive para HTLV-Il, pero dado que la
ceso linfoproliferativo. Esta última vía se
prevalencia de seropositividad para ese virus
ha demostrado para algunos retrovirus
en Panamá es de un 1% a 2%, la posibilidad
murinos (7).
de que la asociación sea casual es elevada
(43). Otros autores no encuentran evidencia
de infección por HTLV-II en series amplias O T R O S V IR U S _______________________
de pacientes con ELA (36, 41).
Se han publicado casos anecdóticos o series
Westarp y cois, encontraron evidencia de
cortas de pacientes con ELA (o cuadros clí
infección por otro retrovirus, el virus Foa
nicos que recuerdan a ELA) que presentaban
my, en pacientes con ELA, y llegaron inclu
simultáneamente serologías positivas para
so a proponer el uso de zidovudina para tra
tar a estos pacientes (12). Sin embargo, Ro- algún virus, entre ellos el Boma (50), el vi
sener y cois, no han confirmado tal hallazgo rus de la hepatitis B (51), el herpes simple
en ninguno de sus 34 pacientes, por lo que la tipo I (52), el virus IM (53), el de la coriome-
relación de este virus con la ELA es dudosa ningitis linfocitaria (54), el de la neuromieli-
y, por tanto, la indicación de un tratamiento tis óptica japonesa (55), flavivirus (virus de
antirretroviral no parece tener fundamento la encefalitis rusa de primavera-verano, vi
(44). rus Schu) (56, 57) y virus asociado al ade
Los retrovirus podrían originar una en novirus (58). Probablemente la mayor parte
fermedad de motoneurona por diversos me de estas asociaciones sean casuales, y es muy
canismos, tanto directos (infección de las dudoso que estos virus tengan relevancia
motoneuronas) como indirectos, asociados a como factores etiológicos de la ELA.
la respuesta inmunitaria inducida por el vi Se han identificado diversos virus muri
rus (45, 46). En este sentido, es interesante nos que originan degeneración de motoneu
resaltar la existencia de una asociación entre ronas, aunque el cuadro clínico completo di
procesos linfoproliferativos y ELA. Por un fiere claramente de la ELA. Sin embargo, su
lado, se ha observado que los procesos lin estudio tiene gran interés, pues podrían con
foproliferativos, especialmente cuando se tener genes capaces de inducir la apoptosis o
asocian a paraproteinemia, pueden ocasio bien de regular otros genes relacionados con
nar la aparición de una neuronopatía motora la apoptosis. De esta forma, la identificación
subaguda que se asemeja clínicamente a la de estos genes virales y de sus homólogos
ELA (47). Por otro lado, un 9,8% de los pa humanos puede ayudar a comprender la pa
cientes con ELA presentan paraproteinemia togenia de la ELA, de la misma forma que el
(48), y entre un 5% y un 10% un linfoma estudio de virus oncogénicos ha ayudado a
ELA, virus y priones 301
identificar oncogenes humanos y compren 4. Martyn, C.N., Barker, D.J.P., Osmond, C. Moto-
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motoneurona, si bien suelen aparecer tardía 8. Munsat, T.L., Schmidt-Easterday, C., Levys y
mente en el curso de la enfermedad y son cols. Amantadine and guanidine are ineffective
poco llamativos dentro del contexto clínico in ALS. Neurology 1981; 31: 1054-1055.
complejo que presentan estos pacientes. Sin 9. Norris, F.H., Calanchini, PR., Fallat, R.J. y cols.
embargo, existen variantes amiotróficas de The administration o f guanidine in amyotrophic
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en que los lateral sclerosis. Neurology 1974; 24: 721-728.
signos de afectación de motoneurona infe 10. Olarte, M.R., Shaffer, S.Q. Levamisole is inef
rior aparecen precozmente y son muy evi fective in the treatment o f amyotrophic lateral
dentes. Esta variante suele tener un curso sclerosis. Neurology 1985; 35: 1063-1066.
11. Westarp, M.E., Bartmann, P., Rossler, J. Anti
clínico relativamente lento y en general no
retroviral therapy in sporadic adult amyotro
es transmisible (60). No obstante, se ha des
phic lateral sclerosis. Neuroreport 1993; 4;
crito un caso con esta variante que había re
819- 822.
cibido hormona de crecimiento extraída de
12. Mora, J.S., Munsat, T.L., Kao, K.P. y cols. In
cadáveres (61), lo que podría indicar una re trathecal administration o f natural human in
lación entre determinadas formas de enfer terferon alpha in amyotrophic lateral sclerosis.
medad de motoneurona e infección por prio Neurology 1986; 36: 1137-1140.
nes. Por otro lado, Roikhel y cois. (62) han 13. Westarp, M.E., Westphal, K.P., Kolde, G. y cols.
encontrado una significativa elevación de Dermal, serological and CSF changes in amyo
los títulos de arginasa en el líquido cefalo trophic lateral sclerosis with and without intra
rraquídeo de cien pacientes con ELA similar thecal beta interferon treatment. Int J Clin Phar
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METALES NEUROTÓXICOS Y ELA
A. García Martínez
RESUMEN
Entre las diferentes hipótesis que intentan explicar la etiología de la esclerosis lateral
amiotrófica (ELA), la neurotoxicidad por metales es la de más larga historia. Existe un
acuerdo universal acerca de la existencia de síndromes relacionados con la ELA produ-
. cidos por tóxicos industriales y ambientales. En la forma esporádica de la enfermedad se
ha investigado el papel de numerosos metales pesados y oligoelementos, sin que hasta el
momento existan conclusiones definitivas. En las regiones del Pacífico occidental donde
la enfermedad es endémica, la hipótesis geoquímica, que implica un desequilibrio dieté
tico entre metales y minerales, constituye una razonable alternativa frente a la toxicidad
por Cycas circinalis.
estudio de material necrópsico obtenido des excreción urinaria de plomo (13). Parece
pués de años de evolución, son algunos de razonable considerar estos resultados un epi
los motivos que pueden explicar la dispari fenómeno y no la causa de la enfermedad.
dad de resultados. El manganeso es tóxico para el sistema
En la actualidad la ELA se considera una nervioso central. Produce un síndrome psi
enfermedad cuya etiología es multifactorial quiátrico y parkinsonismo. Está implicado en
(1). Cabe imaginar las formas familiares como el origen del trastorno motor que se observa
el prototipo de enfermedad por factores endó en una población de aborígenes australianos
genos (2). En las formas endémicas del Pa residentes en una región con un alto conteni
cífico occidental puede suponerse un origen do natural en este metal (14). Es cofactor de
exógeno (3), quizá junto a una predisposición distintas enzimas, entre ellas la superóxido
hereditaria ya que existe tendencia a la agru dismutasa mitocondrial (SOD-2). Interviene
pación familiar. Por último, la forma esporá en el metabolismo de los ácidos nucleicos,
dica puede deberse a factores exógenos, en incluyendo los mecanismos encargados de la
dógenos o a una combinación de ambos (4). reparación del DNA, y en la sinapsis inhibe
Es bien conocida la existencia de síndro de manera competitiva la neurotransmisión
mes relacionados con la ELA secundarios a la dependiente de calcio. Activa una proteasa
intoxicación por plomo (5) y mercurio (6), y neutra, normalmente activada por calcio, que
probablemente también por aluminio (7) y controla los pasos iniciales de la degradación
manganeso (8). En estos casos el aislamiento proteica intracelular. En la ELA se describe
ambiental y el tratamiento quelante pueden una disminución significativa de su concen
conducir a la regresión de los síntomas. tración en las células sanguíneas (15) y un
exceso en el asta anterior medular (16). No es
por tanto probable que la intoxicación por
TO X IC ID A D PO R METALES manganeso constituya una explicación
Y_____________________________________ ELA patogénica
ESPO RÁDICA________
en la enfermedad. El aumento de
El plomo se ha convertido en un contaminante los depósitos espinales puede reflejar una
universal. Carece de una función biológica actividad incrementada de los mecanismos
conocida y resulta tóxico para un amplio grupo antiestrés oxidativo (SOD-2), indicando indi
de sistemas enzimáticos. Algunos estudios rectamente un acumulo intracelular de radica
caso-control htin demostrado, con significa les libres (17).
ción estadística, mayor frecuencia de exposi El aluminio es el metal más abundante en
ción excesiva entre pacientes que entre contro la corteza terrestre. No existen evidencias
les (9, 10). Otros autores no han podido con sobre su papel biológico en humanos, pero su
firmar estos hallazgos (11). Tampoco la eleva potencial neurotóxico es bien conocido. Es
ción de los niveles de plomo en eritrocitos, origen de neuropatías tóxicas caracterizadas
plasma y líquido cefalorraquídeo ha sido morfológicamente por la formación de ovillos
corroborada universalmente (12). De forma neurofibrilares y dilataciones axonales, y fun
más constante, en el material de autopsia se cionalmente por la alteración del transporte
encuentran depósitos de plomo en el asta axonal lento (18). Las regiones del Pacífico
anterior medular, en mayor cantidad cuanto occidental con una alta prevalencia del com
mayor es la duración de la enfermedad o si plejo ELA-Parkinson-demencia contienen
existe historia de exposición prolongada (10). elevadas cantidades de aluminio en suelo y
Los intentos terapéuticos con agentes quelan- agua potable. En la médula espinal de los
tes fracasan en detener la progresión de la pacientes fallecidos a causa de esta enferme
enfermedad a pesar de lograr una excesiva dad se encuentran depósitos de aluminio en
Metales neurotóxicos y ELA 307
forma de hidroxiapatita (18). Los escasos radicales hidroxilo a partir del peróxido de
estudios realizados en la variante clásica han hidrógeno generado por la SOD citoplasmáti-
fracasado al intentar confirmar estos hallaz ca (SOD-1). Algunos autores han demostrado
gos (19), aunque se ha descrito el caso de un concentraciones de hierro elevadas en tejidos
paciente con la forma esporádica de la enfer renal y hepático, así como en citoplasma y
medad historia de exposición crónica a este núcleo de motoneuronas espinales (19, 24).
metal y concentraciones elevadas de aluminio Las concentraciones plasmáticas y en células
en el asta anterior medular (7). Es improbable sanguíneas parecen ser normales (25). Aún
que el metal cause la ELA clásica a menos debe establecerse si existe una alteración en
que se una a otros factores en la expresión de la homeostasis tisular del hierro en pacientes
la enfermedad. con ELA esporádica.
El selenio es parte constituyente de la Recientemente se ha descrito una dismi
enzima glutatión peroxidasa, que evita el acu nución de cobre en suero y líquido cefalorra
mulo de peróxidos intracelulares. Apenas quídeo de pacientes con la variante clásica de
existen descripciones acerca de sus conse la enfermedad (14). Estos resultados no signi
cuencias tóxicas en humanos. Cefalea, fiebre, fican necesariamente que exista una disminu
alopecia y diarrea caracterizan el cuadro clí ción en el cobre tisular. La hipótesis que
nico descrito en pacientes venezolanos con sugiere un trastorno funcional en la SOD-1,
sumidores del fruto Lecythis ollaria, que con de la que el cobre es cofactor, precisa futuras
tiene un análogo del metal (8). En un periodo investigaciones para su confirmación.
de diez años se describieron cuatro casos de
ELA esporádica en una área restringida de
Dakota del Sur (20). La intoxicación por sele TO XICID A D PO R M ETALES
Y_____________________________________ ELA EN
nio es endémica entre los animales domésti
cos de esta región y ello se debe a un alto con La constante disminución en la incidencia del
tenido de este metal en el suelo. La concen complejo ELA-Parkinson-demencia en el
tración de selenio en orina refleja con exacti Pacífico occidental sugiere un origen exógeno
tud su concentración sanguínea, y sólo en uno en este proceso (3). Estudios geoquímicos
de los pacientes la eliminación por orina era reconocen un exceso de aluminio y mangane
excesiva. En esmdios posteriores la concen so, así como un déficit de calcio y magnesio en
tración urinaria se ha encontrado dentro de la el aguda potable y el suelo como característica
norma (21), y su concentración en tejidos y común a estas regiones (3). Yase (18) propone
fluidos está elevada (15, 16) en algunas un desequilibrio dietético como causa de la
investigaciones, mientras que en otras es nor enfermedad. Los sujetos sometidos crónica
mal (22). El significado epidemiológico de mente a una dieta pobre en calcio desarrollan
agregados como el descrito en Dakota puede un hiperparatiroidismo y en estas condiciones
ser engañoso (23). Probablemente las dife aumenta la absorción de cationes divalentes
rencias en la cantidades tisulares de selenio que aceleran la degeneración neuronal. Si se
expresan una variación en el contenido dieté somete al animal de experimentación a una
tico y el selenio ambiental no es un factor de dieta de estas características, se reproducen
riesgo para el desarrollo de ELA. los cambios morfológicos observados después
El hierro ha sido implicado en la patoge de la administración parenteral de aluminio
nia de enfermedades degenerativas del siste (8, 26). Una evidencia complementaria la
ma nervioso central, principalmente en la constituye la demostración de depósitos de
enfermedad de Parkinson. La presencia de este metal en los ovillos neurofibrilares neu-
hierro intracelular facilita la formación de ronales de aquellos pacientes que fallecen a
308 A. García Martínez
causa de la forma endémica de la enfermedad 11. Gre.sham, L.S., Malgaard, C.A., Golbeck, A.L. y
(27). Para algunos autores (3, 18) esta hipóte cols. Amyotrophic lateral sclerosis and occupa
sis explica convincentemente muchas de las tional heavy metal e.xposure. A case-control
cuestiones planteadas con respecto a los study Neuroepid 1986; 5; 29-38.
focos de alta prevalencia, considerándola una 12. Mitsumoto, H., Hausom, M.R., Chad, D.A.
Amyotrophic lateral sclerosis. Recent advances
seria alternativa a la supuesta toxicidad en
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humanos de la Cycas circinalis.
Neurol 1988; 45: 189-202.
Deseamos, junto con otros autores (12),
13. Conradi, S., Rommeri, L.O., Nise, G. y cols.
que este capítulo se considere obsoleto en un Long-time penicillamine-treatment in amyotrop
futuro muy cercano. hic lateral sclerosis with parallel determination
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PARANEOPLASIA Y ELA
L. Vela Desojo y F. Graus Ribas
RESUMEN
Cuando cáncer y ELA están relacionados puede considerarse un síndrome paraneoplási-
co. Se desconoce el mecanismo por el que se lesionan las motoneuronas en presencia del
tumor. La hipótesis más probable es la autoinmunitaria, si bien no puede descartarse una
inmunodeficiencia o una infección viral. La hipótesis paraneoplásica se basa en tres
hechos; 1) la asociación de un síndrome de motoneurona con un determinado tumor,
como ocurre en la esclerosis lateral primaria y el cáncer de mama, y en la neuronopatía
motora subaguda y los síndromes linfoproliferativos; 2) la presencia de anticuerpos fren
te a antígenos expresados por neuronas y células tumorales, como los anti-Hu en la ence-
falomielitis paraneoplásica, y 3) en algunos pacientes hay remisión de los síntomas moto
res tras el tratamiento del tumor. No está indicada en todos los pacientes con ELA la bús
queda de una neoplasia oculta; sin embargo, existen algunas situaciones en que están
indicadas algunas pruebas. Éstas son: 1) mujeres con esclerosis lateral primeiria, en las
que hay que descartar un cáncer de mama; 2) pacientes con síntomas de encefalomielitis
con anti-Hu, en los que hay que descartar carcinoma de células pequeñas de pulmón, y
3) pacientes con afectación exclusiva de motoneurona inferior, de inicio temprano o pro
gresión lenta, en los que hay que descartar gammapatía monoclonal o hiperproteinorra-
quia sugerentes de un síndrome linfoproliferativo.
casual, pero en otros la ELA y el cáncer se dieron a conocer los primeros dos pacien
deben estar etiológicamente relacionados. tes con ELA y un cáncer asociado. Sin em
La hipótesis paraneoplásica de la ELA, bargo, el concepto de que la ELA podría te
unida íntimamente a la hipótesis de la auto- ner una etiología paraneoplásica surgió en
inmunidad, cobra cada vez mayor fuerza; por 1965, cuando de forma independiente dos gru
una parte, por el descubrimiento de marcado pos describieron una serie de pacientes con
res o anticuerpos en suero que reaccionan con ELA y tumores asociados. Brain y cois. (4)
las células tumorales y las neuronas; por otra, reunieron 11 pacientes con ELA paraneoplá
por la asociación de determinados tipos de sica en los que les llamó la atención que la
tumores con síndromes motores caracterís evolución del cuadro clínico era más lenta
ticos y también porque en algunos pacientes que la de la ELA típica, y Norris y Engel (5)
ha habido remisiones de los síntomas neu- estudiaron a 130 pacientes con ELA de los
rológicos tras el tratamiento eficaz del tumor. cuales el 10% padecía algún tipo de neopla
Los síndromes paraneoplásicos son afec sia, y propusieron que el cáncer podría causar
ciones neurológicas muy poco frecuentes enfermedad de la motoneurona.
que generalmente se dan en pacientes con Desde entonces han aparecido regular
cáncer y que están etiológicamente relacio mente en la literatura un gran número de ca
nadas con él, pero no por una metástasis o sos con tumores y cuadro típico de ELA. En
una invasión por el tumor (2). Los síntomas 1991 Rosenfeld y Posner (6) hicieron una
neurológicos pueden aparecer meses e inclu revisión exhaustiva de todos los casos publi
so años antes de conocerse que el paciente es cados hasta entonces con el propósito de de
portador de cáncer y en ocasiones se mo terminar si la asociación de ELA con dife
difican en relación con la respuesta ai trata rentes tipos de neoplasias era casual o si exis
miento del tumor. En los últimos 50 años han tía una relación etiológica entre ambas. Re
aparecido regularmente en la literatura artí visaron, además, los 6 estudios epidemioló
culos y revisiones que señalan la frecuente gicos publicados hasta entonces (7-12) y
aparición de síntomas de afectación de las concluyeron que no existía una mayor inci
motoneuronas en pacientes con neoplasias, dencia de tumores en pacientes con ELA. Sin
así como la alta incidencia de gammapatías embargo, consideraban posible que en un pe
monoclonales, iinfomas y otros síndromes queño número de pacientes el cáncer y la
linfoproliferativos en pacientes con ELA. ELA estuvieran etiológicamente relacionados.
Aunque los síndromes linfoproliferativos En 1985 se descubrieron los anticuerpos
forman parte de los trastornos neoplásicos, denominados anti-Hu en el suero y líquido
consideramos que su asociación con la ELA cefalorraquídeo de pacientes con encefalo-
tiene suficiente entidad como para que se le mielitis paraneoplásica y/o neuropatía sensi
dedique un apartado independiente. tiva paraneoplásica y carcinoma de células
pequeñas de pulmón (13, 14). Estos anti
cuerpos reaccionaban con una proteína de
SÍN D R O M ES D E M O TO N EU R O N A peso molecular entre 35 y 40 kDa que se ex
Y C Á NC ER presaba en el núcleo y, en menor medida, en
el citoplasma de las neuronas y de las célu
Historia las del carcinoma de células pequeñas de
pulmón, y se comprobó su depósito en el tu
En 1944, en una publicación en la que Wechs- mor y en el sistema nervioso en las autopsias
1er (3) clasificaba las enfermedades de la de dichos pacientes (15, 16). Este grupo, con
motoneurona en idiopáticas y sintomáticas. Posner a la cabeza, es el que más ha contri
Paraneoplasia y ELA 3 13
detectando en un 9,8% de los pacientes una tivo. Existen, al menos, dos posibles hipóte
proteinemia monoclonal (31). sis: que las lesiones del sistema nervioso
Willison y cois., sin embargo, llevaron a central sean producidas por un mecanismo
cabo un estudio epidemiológico de casos y autoinmunológico desencadenado por el lin
controles en Escocia y no encontraron dife foma o que tanto el linfoma, como la ELA
rencias en cuanto a la presencia de parapro tengan una causa común (33).
teinemia monoclonal entre pacientes con En la primera hipótesis, las lesiones po
ELA y controles (32). drían estar mediadas por los anticuerpos
El grupo de Rowland, el que más ha tra generados contra el tumor, si las motoneuro
bajado en la investigación de la ELA asocia nas y las células tumorales compartieran de
da a los síndromes linfoproliferativos, dio a terminantes antigénicos, o bien los produc
conocer en 1991 (33) 9 casos más de linfo- tos liberados por el tumor, como la parapro
ma y ELA que añadieron a los 25 comunica teína, tuvieran actividad de anticuerpos. La
dos previamente, y publicó una revisión en posibilidad de que la paraproteína pudiera
1997 (34) de todos los casos de la literatura, intervenir en la patogenia de la enfermedad
un total de 56, de los cuales 30 los habían de motoneurona surgió cuando Ito y Latov
observado ellos mismos. Las conclusiones a (37) encontraron que en algunos pacientes
las que llegaron, y que aún se mantienen con ELA y gammapatía monoclonal la para
(35), son que existían unos datos de labora proteína tenía actividad de anticuerpos con
torio que aumentaban la probabilidad de que tra antígenos glucoconjugados como anti-
los pacientes con ELA padecieran linfoma y G M l (38, 39). El mecanismo por el que es
que la enfermedad de motoneurona asociada tos anticuerpos llegan a las neuronas tam
con linfomas no se manifestaba exclusiva bién es un tema debatido. Algunos investi
mente con síntomas de afectación de moto- gadores dudan de que puedan atravesar la
neurona inferior, como se creía hasta enton barrera hematoencefálica e intentan explicar
ces. Los datos que hacen más probable que la entrada de los anticuerpos a las motoneu
un paciente con ELA padezca un linfoma y ronas a través de las terminaciones nervio
que, por tanto, obligan a la realización de sas, donde la barrera es mucho más débil.
una biopsia de medula ósea son la presencia Una vez dentro del axón, los anticuerpos po
de una paraproteína monoclonal y el aumen drían alcanzar el cuerpo de la célula por un
to de proteínas del líquido cefalorraquídeo mecanismo de transporte retrógrado (39,40).
por encima de 75 mg/dl. Otros motivos son Sin embargo, hay también evidencias en con
la evidencia clínica o de laboratorio de sín tra de que la proteína M influya en la patogé
drome linfoproliferativo o signos atípicos co nesis de la enfermedad (41).
mo la afectación exclusiva de la motoneuro La segunda hipótesis defiende que am
na inferior, el comienzo por debajo de los 40 bas enfermedades tienen una misma causa.
años de edad o la progresión especialmente Si fuera así, una infección viral sería una po
lenta. sibilidad (33, 42). Apoya esta hipótesis el
modelo experimental en ratones que asocia
En 1998 son ya 62 los casos publicados
un síndrome linfoproliferativo y la afecta
de ELA y linfoma (35, 36).
ción de las motoneuronas y es producido por
un retrovirus (43). No está claro si estos vi
Patogenia
rus son oncogénicos y neurotrópicos al mis
Se desconoce el mecanismo por el que se mo tiempo o bien si inducen alteraciones in-
produce la afectación de las motoneuronas munológicas que atacan a las motoneuronas.
en los pacientes con síndrome linfoprolifera Otra posibilidad es que produzcan en el pa-
316 L. Vela Desojo y F. Graus Ribas
linfoproliferativos no se ha llevado a cabo 11. Chio, A., Brignolio, F., Meineri, P. y cols. Motor
ningún estudio protocolizado, pero son po neuron disease and malignancies: Results o f a
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De los 21 pacientes estudiados por Gordon y
pulation study o f amyotrophic lateral sclerosis.
cois, solamente dos, con afectación exclusi
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va de motoneurona inferior, mejoraron con 13. Graus, F , Cordon-Cardo, C., Posner, J.B. Neu
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318 L. Vela Desojo y F. Graus Ribas
4
f
A
N F-L
NH - I -C O O H *
100 aa 310 aa 140 aa
N F-M 435 aa
NH -1
-C O O H
KSP
N F-H 677 aa
NH -B
-C O O H
KSP
Figura 1. Representación de las tres subunidades de polipéptidos de los neurofilamentos: NF-I, NF-M y NF-
H. Las tres contienen un dominio central de unos 310 aminoácidos que conserva una estructura alfa-helicoi
dal y posee tres regiones enrrolladas en espiral. La principal diferencia entre las tres subunidades estriba en su
lado carboxiterminal, tanto por su extensión como por el contenido en tripéptido KSP, punto donde tiene lugar
la fosforilación.
Neurofilamentos y ELA 321
presan una subunidad NF-L mulante revela mencionado anteriormente, en los estudios
la pérdida de neuronas, y en las neuronas
histológicos de pacientes con ELA y de
supervivientes inclusiones argentófilas y
modelos animales se tiene constancia de una
anomalías en el pericarion, los axones y las
alteración del transporte axonal, tanto del
dendritas (19).
lento como del rápido, este último afectando
Rosen y cois, comunicaron en 1993 que
a otras organelas distintas de los neurofila
mutaciones sin sentido en el gen de la
mentos (23). En estudios con ratones
superóxido dismutasa (SOD-1) se asociaban
transgénicos que expresan en exceso el gen
a un subgrupo de pacientes con formas fami
humano de la subunidad NF-H se observaron
liares de ELA (20). La mutación G93 A de
graves defectos en el transporte axonal, no
dicho gen es una de las que aparecen en
sólo de las proteínas de los neurofilamentos
algunas formas familiares de ELA. Los rato
nes transgénicos que expresan tal mutación sino también de otras proteínas como la
desarrollan un cuadro de parálisis y atrofia tubulina y la actina. El análisis ultraestructu-
muscular, observándose en las neuronas ral de la médula de estos ratones reveló la
supervivientes inclusiones hialinas filamen escasez, en los axones degenerados, de ele
tosas que ultraestructuralmente contienen mentos del citoesqueleto, de retículo
neurofilamentos orientados al azar (21). Sin endoplásmico liso y especialmente de mito-
embargo, a diferencia de muchos de los rato condrias. Es de esperar que una reducción de
nes transgénicos, incluido este último men las mitocondrias causara una alteración
cionado, los cambios espongiosos no son grave del metabolismo energético, produ
una característica de la ELA. Se han descri ciendo una neuropatía. Este modelo de dege
to casos de coexistencia de ELA familiar y neración nerviosa dying back ha sido pro
esporádica con mutación del gen de la SOD- puesto también como un posible mecanismo
1 y un intenso acumulo de neurofilamentos en la patogenia de la ELA. El defecto del
en las neuronas motoras (22). metabolismo energético podría conducir a
una cascada metabólica que en último lugar
generaría radicales libres que dañarían algu
PAPEL D E LOS
nas macromoléculas imprescindibles para la
NEU R O FILA M EN TO S supervivencia de la neurona motora y, de este
EN LA PATOGENIA D E LA ELA modo, desencadenaría la ELA.
Aunque el grado en que las anomalías de los La alteración del transporte axonal
neurofilamentos contribuyen a la patogéne secundaria al acumulo de neurofilamentos
sis de la ELA continúa sin conocerse, cada es un mecanismo patogénico que guarda
vez hay mas evidencias que sugieren que la relación con ciertos aspectos de la ELA. En
acumulación de neurofilamentos puede pro primer lugar, explicaría la especial selectivi
vocar la degeneración selectiva y la muerte dad de la enfermedad. Las grandes neuronas
de las neuronas. Estas evidencias se basan motoras son especialmente vulnerables a las
principalmente en los estudios con ratones anomalías de los neurofilamentos debido a
transgénicos que expresan en exceso las pro su alto índice de síntesis de proteínas de
teínas NF y en el descubrimiento de muta neurofilamentos (24); y en segundo lugar,
ciones por deleción en el gen NF-H en algu con la edad se produce un progresivo enlen-
nos casos de ELA. Como mecanismo tecimiento del transporte de los componen
patogénico se ha propuesto la interferencia tes del citoesqueleto (25), factor que puede
que originan los neurofilamentos desorgani predisponer a la enfermedad. Se ha propues
zados en el transporte axonal. Como se ha to una regulación a la baja de la expresión de
324 C. Escamilla Crespo
los neurofilamentos como posible forma de ción con la disminución de los neurofila
retrasar la progresión de la enfermedad. mentos axonales y el aumento de las subuni
Las mutaciones de los neurofilamentos dades localizadas en el pericarion. Parte de
como causa de la muerte selectiva de las este efecto beneficioso se debería a la poten
neuronas motoras se ha confirmado en rato ciación del transporte axonal y parte al efec
nes transgénicos. Sin embargo, a pesar del to protector que un aumento de las proteínas
descubrimiento de dos pequeñas deleciones de los neurofilamentos en el cuerpo neuro
dentro del dominio de la subunidad NF-H en nal tendría sobre la homeostasis del calcio,
cinco pacientes con ELA esporádica de 356 al tener aquéllas múltiples puntos de fijación
estudiados, y no en 300 individuos sanos del calcio. Si, en efecto, las proteínas de los
(26), no se ha encontrado ninguna mutación neurofilamentos actuaran como quelantes
de este tipo en más de 100 casos de ELA del calcio, la intensa disminución de la can
familiar estudiados (27). No obstante, es tidad de RNAm de los neurofilamentos que
probable que el acumulo anormal de neuro se ha comunicado que ocurre con el enveje
filamentos axonales contribuya a la progre cimiento, y en mayor grado en las enferme
sión de la enfermedad en la ELA (28). dades neurodegenerativas como la ELA,
Mención especial merecen los casos de ELA podría contribuir a un aumento de la suscep
esporádica o familiar con acumulo anormal tibilidad de ciertas poblaciones neuronales a
de neurofilamentos debidos a mutaciones en la muerte celular mediada por el calcio.
el gen de la SOD-1 y en los ratones transgé
nicos que expresan mutaciones de la SOD-1,
BIBLIO G R A FÍA _____________________
que sugirieron una posible relación causal
entre los neurofilamentos y la SOD-1 (29). 1. Franke, W.W. Nuclear lamins and cytoeskeletal
En estos casos los neurofilamentos pueden intermedíate filam ent proteins: A growing mul
ser diana del estrés oxidativo secundario al tigene family. Cell 1987; 48: 3-4.
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ducida por mutaciones del gen SOD-1, pro 4. Julien, J.P., Mushynsky, W.E. Multiple phos
bablemente por la capacidad de las proteínas phorylation sites in mammalian neurofilament
NF para quelar el calcio. El efecto protector polypeptides. J Biol Chem 1982; 257: 10467-
se ha demostrado en ratones que expresan 10470.
5. Lee, M.Y.V., Otvos, L., Carden, M.J. y cols.
un exceso de la subunidad NF-H conjunta
Identification o f the major multiphosphorilation
mente con una mutación SOD-1; por otra
site in mammalian neurofilaments. Proc Natl
parte, se ha comunicado que la ausencia de Acad Sci USA 1988; 85: 1998-2002.
neurofilamentos reduce la vulnerabilidad 6. Carpenter, S. Proximal axonal enlargement in
selectiva de las motoneuronas y enlentece la motor neuron disease. Neurology 1968; 18:
enfermedad en dichos ratones. La explica 842-851.
ción a esta aparente contradicción está en 7. Griffin, J.W., Hoffman, FN., Clark, A.W. y
que en los ratones en que se consigue una cols. Slow axonal transport o f neurofilament
proteins: Impairment by fi. f i '-iminodipropioni-
expresión de la NF-L los títulos de las otras
trile administration. Science 1978; 202: 633-
subunidades M y H se ven muy disminuidos
635.
en los axones, pero aumentados en los cuer 8. Troncoso, J.C., Price, D.L., Griffen, J.W. y cols.
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Neurofilamentos y ELA 325
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1
4
ANDROGENOS,
RECEPTORES ADROGÉNICOS Y ELA
J. Masjuan Vallejo y J. Mascias Cadavid
RESUMEN-, ■‘.’f'T.-'.w-
¿JS . r x í . í ''
h ipóteis de que Ips andrógenos ejercían en efecto neurotrófico sobre las motoneuro-
nas surgió a principios d éla década de 1980, a raíz de ciertos hallazgos epidemiológicos
y experm entdes. NÓ. obstante, pasó desapercibida hasta el descubrimiento de la genéti
ca mqlgculíur d^ otra entferniedad de la motoneurona, la atrofia muscular bulbo-espinal o
síndrome de'Kennedy, en la que existe una mutación del gen que codifica el receptor
androgénico. S in , embargo, los resultados de los estudios realizados al respecto en
pacientes con ELA, incluyendo ensayos terapéuticos, no han demostrado que los andró-
genos tengan un papel relevante en la patogenia de la enfermedad.
los núcleos de los pares craneales V. VII, IX regeneración de las neuronas motoras (6).
y XII (neuronas generalmente afectadas en En la rata existen núcleos sexualmente
la ELA) y, en cambio, eran escasos en los dimórficos que son andrógeno-dependien-
núcleos oculomotores, núcleo dorsal motor tes. Estos actúan a través de los receptores
del vago y núcleos sensoriales (estructuras androgénicos previniendo la muerta neuro
que no se suelen afectar (1, 4). Daba la nal en el núcleo masculino durante el desa
impresión de que existían receptores rrollo fetal (7). Los andrógenos, como diji
androgénicos en las neuronas afectadas en la mos anteriormente, pueden atenuar la muer
ELA. Weiner (1) propuso la hipótesis de que te celular en ratas adultas cuando se seccio
los nervios y músculos normales sufrían nan los axones (3). En ambos casos se cree
diversos ataques a lo largo de la vida por que la degeneración neuronal se produce por
parte de toxinas, virus o traumatismos pero muerte celular program ada (apoptosis),
que, gracias al estímulo trófico de los andró- pudiendo los andrógenos suprimir este pro
genos, las neuronas podían reparar sus axo- ceso (es conocida la capacidad de los andró-
nes. Según esta teoría, la disminución de los genos para suprimir la apoptosis en la prós
títulos de andrógenos con la edad en los tata).
varones, asociada a una pérdida de los En los pacientes con atrofia bulbo-espi
receptores androgénicos podría producir la nal ligada al cromosoma X, la función del
degeneración de las motoneuronas. receptor androgénico es adecuada para pro
Esta teoría pasó desapercibida hasta hace ducir una diferenciación sexual masculina,
diez años, cuando se descubrió la genética virilización y fertilidad normales. A lo largo
molecular de la atrofia muscular bulbo-espi de los años se produce una progresiva gine-
nal o síndrome de Kennedy. Se trata de una comastia, azoospermia, atrofia testicular e
enfermedad hereditaria con un patrón de impotencia (8). Diversos estudios han inten
herencia ligado al cromosoma X. En el tado averiguar la capacidad funcional de
brazo proximal de este cromosoma hay una estos receptores androgénicos mutados. Esta
expansión del triplete CAG en el primer capacidad funcional se mide utilizando un
exón del gen que codifica al receptor modelo experimental que consiste en ver la
androgénico. La población normal tiene capacidad de unión que tienen los andróge
entre 13 y 30 repeticiones del triplete, frente nos a los receptores androgénicos en culti
a las 40-62 que presentan estos pacientes vos de fibroblastos de piel genital. Estos
(4). estudios han demostrado que hay una dismi
Muchas estructuras del sistema nervioso nución de la capacidad de unión receptores
central tienen receptores androgénicos. androgénicos-andrógenos en los pacientes
Entre ellas están el tronco cerebral, el con síndrome de Kennedy (9-11). El desa
hipotálamo, el cerebelo y las amígdalas (5). rrollo progresivo de ginecomastia e infertili
El cerebro de la rata no presenta diferencias dad podría estar relacionado con un descen
importantes en su expresión entre machos y so gradual en los títulos de testosterona, que
hembras. Los receptores androgénicos se ocurre en todos los varones según van enve
encuentran fundamentalmente en las neuro jeciendo (12), aunque la mayoría de los indi
nas aunque también pueden expresarse en viduos continúan teniendo valores de testos
las células gliales. Se han observado tam terona dentro del rango normal a lo largo de
bién receptores androgénicos en las células toda su vida (13).
del asta anterior. La disminución de la capacidad de unión
Los andrógenos desempeñan un impor máxima sugiere que la expresión de los
tante papel en el crecimiento, desarrollo y receptores androgénicos también está dismi
Andrógenos, receptores androgénicos y ELA 329
Se han descrito casos aislados de pacien and morphology in a sexually dimorphic rat
tes con síndrome de Klinefelter (cariotipo spinal nucleus. J Comp Neurol 1992; 326: 147-
XXY) con amiotrofia neurógena benigna, en 157.
7. Sengelaub, D.R., Jordan, C.L., Kurz, E.M.,
los que el estudio genético del receptor
Arnold, A.P. Hormonal control o f neuron num
androgénico fue normal. Está por ver si la
ber in sexuality dimorphic spinal nuclei o f the
presencia de un cromosoma X extra desem
rat II. Development o f the .spinal nucleus o f the
peña alguna función en la alteración de las bulbocavernous in androgen-insensitive (Tfm)
motoneuronas (18). En los pacientes con rats. J Comp Neurol 1989; 280: 630-636.
ELA no se han detectado anormalidades en 8. MacLean, H.E., Warne, G.L., Zajac, J.D. Spinal
el metabolismo de los andrógenos y los and bulbar muscular atrophy, androgen recep
ensayos terapéuticos con andrógenos no han tor dysfunction caused by a trinucleotide repeat
demostrado eficacia alguna. En un estudio expansion. J Neurol Sci 1996; 135: 149-157.
se comprobó que el número de repeticiones 9. Warner, C.L., Griffm, J.E., Wilson, J.D. y cols.
CAG en el gen mutado del receptor an X-linked spinal bulbar muscular atrophy: a kin
drogénico en pacientes con ELA esporádica dred with associated abnormal androgen recep
típica era similar al de los controles, indi tor binding. Neurology 1992; 42: 2181-2184.
10. MacLean, H.E:, Choi, W.T., Rekaris, G. y cols.
cando que el polimorfismo de la secuencia
Abnormal androgen receptor binding affmity in
CAG del gen del receptor androgénico pro
subjects with Kennedy’s disease (spinal and
bablemente no desempeñe ninguna función bulbar muscular atrophy). J Clin Endocrinol
(19). Por tanto parece improbable que alte Metab 1995; 80: 508-516.
raciones del receptor androgénico puedan 11. Danek, A:, Witt, T.N., Mann, K. y cols.
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ELA EXPERIMENTAL.
MODELOS ANIMALES
P. Larrodé Pellicer e L Hernando de la Bárcena
*
RESUMEN
r ^Los modelos aniinales de E Í A penhiteri conocerlos m ecánism ¿rde lesión y muerte dé '
la motoneuronai'desarróUarmbdeldÍ5'etíológicosy én say ^ ’trateim éntbs!Erifc l o s i n o ^ *■
. V.I0 S de enfermedad natural destacan'el ratón Wolibleri'el ratóft'con deg^^
r neurona, el ratón con neuroñopatía motora p r o ^ s iv k ’y’lá átrófiá museWar canina heiié-' s
ditaria. Existen modelos etiológicos, inducidos éxpénriíentalinénté. neurbtóxicosrvirales
■í.- e inmunomediados. El desarrollo de ratones transgénicos portádores dé úna mutación del ’
gen que codifica la superóxido dismutasa de Cu/Zn (SOD-1) representa un avance fun
damental. El ratón transgénico que expresa bajos niveles de SOD-1-G93A es él que más "
fielmente reproduce la ELA humana, por lo que se está utilizando ampliamente; en cam-
;. bio, el ratón transgénico que sobreexpresa subühidades de néurofilaméntos h u n c o s sé .
. usa más para explorar los mecanismos patogénicos. Los modelos tranágénicos permiten
conocer el papel de las proteínas mutantés específicas eñ los mecanismos patogénicos.
• En el ratón transgénico SOD-1 una dieta antioxidante con vitamina E y seleniOi y dos •
inhibidores glutamatérgicos, riluzol o gabapentina, m uestra'úna prolongación de la
..supervivencia.” ' :
Figura 1. Anormalidades en la posición de las patas delanteras del ratón Wobbler (1) que representan esta
dios progresivamente avanzados de la enfermedad: normal (grado 0), ligera atrofia digital (grado I), intensa
atrofia digital (grado 2), moderada contractura de las patas delanteras (grado 3), e intensa contractura de las
patas delanteras (grado 4) (Pioro y Mitsumoto, 1996).
336 P. Larrodé Pellicer e I. Hernando de la Bárcena
M O DELOS IND UC ID O S
Atrofía muscular espinal canina
hereditaria EX PER IM EN TA LM EN TE
(M ODELOS ETIO LÓ G IC O S)
La enfermedad es transmitida de forma
autosómica dominante y el comienzo se pro
M odelos neurotóxicos
duce entre las seis semanas y el año de edad.
Clínicamente se caracteriza por pérdida de
peso, debilidad muscular progresiva (gene Excitotoxinas: neurotoxicidad p o r
ralizada, aunque de predominio proximal) y glutam ato y otros agentes excitotóxicos
dificultad respiratoria. No hay afectación
Algunos autores (6) producen neurotoxici
sensorial. Los reflejos tendinosos están dis dad en primates alimentándolos con grandes
minuidos y los estudios neurofisiológicos cantidades de beta-metilamino-I-alanina, es
muestran fasciculaciones y potenciales de un agonista de receptores N-metil-D-aspar-
fibrilación. En la médula espinal es evidente tato. Clínicamente los animales muestran
una agregación de neurofilamentos en el una alteración corticoespinal, hallazgos par-
pericarion de la neurona motora, en dendri kinsonianos y una alteración del comporta
tas y axones proximales, formando esferoi miento; hay evidencia histológica de cro-
des, lo que parece deberse a una anormali matólisis y degeneración en las células del
dad en el transporte axonal lento de estas asta anterior.
proteínas citoesqueléticas. El tamaño del Una neurotoxina similar, la beta-oxalila-
cuerpo celular de la motoneurona es más minol-alanina, una agonista de glutamato
pequeño en animales afectados que en com encontrada en una especie de garbanzos
pañeros de camada sanos, lo que indicará (Latirus sacivus), produce evidencia clínica
que en esta enfermedad las motoneuronas no y electrofisiológica de déficit corticoespinal
alcanzan el tamaño normal o se atrofian. Sin después de administrarla durante largo tiem
embargo, el número de motoneuronas del po a estos primates (7). Este modelo animal
asta anterior es normal. La enfermedad pre desarrolla predominantemente alteración de
senta tres formas de distinta gravedad (cró motoneurona superior y es útil para estudiar
nica, intermedia y acelerada) que resultan de el latirismo y la relación entre excitotoxinas
diferentes dosis del gen. En contraste con la y enfermedad de neurona motora superior
atrofia muscular canina hereditaria, la atro (6, 7).
fia muscular espinal humana no tiene esfe
roides axonales y la ELA demuestra impor ¡DPN {I3,p ’-im inodipropionitrilo)
tante pérdida de motoneuronas del asta ante El com puesto P,P’-iminodipropionitrilo
rior. Así pues, la enfermedad canina es más causa hiperactividad en las ratas, caracteri
útil para estudiar los mecanismos de forma zada por un síndrome de “baile” (rodeo con
ción de esferoides en una enfermedad de mo tinuo y encorvamiento de la cabeza) y pro
toneurona natural y la relación entre la gra gresiva parálisis (8). La sustancia interfiere
vedad de la enfermedad y dosis del gen (5). con el transporte axonal lento y la histología
338 P. Larrodé Pellicer e I. Hernando de la Bárcena
Tabla 2. Hallazgos característicos de modelos animales con enfermedad de motoneurona natural com
parados con ELA (1).
D en erv ació n + + 7 + 4-
A fectació n + ± ± - -
m oto n eu ro n a
superio r
O tras + + + -1- N in g u n a
neuronas
G en an o rm al S O D -I 7 9 7 7
(E L A fam iliar)
E nsayos + + + + -
clínicos
+: p re s e n te o p o s itiv o ; - : a u s e n te o n e g a tiv o ; ?: d e sc o n o c id o .
ELA experimental. Modelos animales 339
ELA familiar (24) y en algunos casos de espinal y el tronco cerebral. Desarrollan una
ELA esporádica (25-27). Se han generado enfermedad caracterizada por vacuolas pro
varias líneas de ratones transgénicos con minentes, pequeñas y grandes, que represen
distintas mutaciones en el gen SO D -1 iden tan mitocondrias dilatadas y retículo endo-
tificadas en la ELA familiar humana G93A, plásmico en las neuronas motoras, así como
G86R, G37R y A4V (28-30). Gumey y cois. marcada pérdida de éstas en la médula espi
(28) han producido un ratón transgénico, nal y tronco cerebral (28, 30). Concomi-
obtenido a partir de la expresión transgénica tantemente las neuronas motoras en el ratón
de una forma mutante de SOD-1 humana G93A también contienen esferoides ricos en
que contiene una sustitución del aminoácido neurofilamentos en sus axones proximales,
Gly 93 —> Ala (G93A), y de él se han pro así como inclusiones cuerpos de tipo Lewy
ducido varias líneas con diferente evolución en el pericarion; ambas lesiones simulan las
y gravedad de la enfermedad que se correla anormalidades características de la ELA
cionan con el número de copias del gen humana (31). Además la fragmentación del
mutante que expresan estas líneas (sobreex- aparato de Golgi se identifica en estados
presión). El ratón transgénico que expresa preclínicos de enfermedad de la motoneuro-
bajos niveles de SOD-1 (G93A) es el mode na en el ratón G93A de forma similar a lo
lo que más fielmente reproduce la ELA que ocurre en la ELA humana. Así pues, el
humana (34).
ratón transgénico G93A exhibe los principa
Clínicamente estos animales desarrollan les aspectos de las características de la ELA
debilidad de patas traseras, aspecto tosco y (32, 33). En cambio, el ratón transgénico
descuidado y disminución de la zancada a G37R muestra poca o nula afectación en
los 3-4 meses de edad. La enfermedad pro neurofilamentos. Así pues, la diferencia en
gresa rápidamente y el ratón está moribundo la extensión de los neurofilamentos en los
a los 5 meses de edad. En este modelo, han
ratones G93A frente a los G37R puede
establecido los parámetros de la afectación deberse a diferencias en el sitio de la muta
clínica (35):
ción o en el grado de expresión de los trans
1) Comienzo de la enfermedad: presencia genes en esas dos líneas. Se ha sugerido que
de temblores o sacudidas en los miem las mutaciones de la SO D -1 no son necesa
bros al suspender al ratón en el aire rias para causar afectación de los neurofila
(debido a desinhibición de reflejos espi mentos y que pueden requerirse otros facto
nales y degeneración walleriana en trac res para inducir la formación de inclusiones
tos descendentes). neurofilamentosas. Tales diferencias en los
2) Capacidad funcional: carrera espontánea ratones G93A y G37R pueden reflejar dife
en una rueda (valora fuerza y movilidad rentes niveles de expresión de la SOD.
y declina conforme aumenta la pérdida
de motoneuronas). Sobreexpresión del gen
3) Estadio final: el ratón no puede cambiar de neurofílam entos hum anos
de posición en decúbito lateral, momen El ratón transgénico que sobreexpresa sub-
to en que son sacrificados por ser incapa unidades de neurofílamentos humanos se ha
ces de alimentarse. usado con frecuencia para explorar mecanis
La neuropatología en los ratones transgé mos patogénicos de la enfermedad (Fig. 2):
nicos G93A y G37R es muy similar y, al a) Los ratones transgénicos que expresan
igual que la ELA humana, aparece principal en alto grado la subunidad ligera de neu
mente en las neuronas motoras de la médula rofilamentos humanos (NF-L) desarro-
342 P. Larrodé Pellicer e I. Hernando de la Bárcena
dicho gen. Se analizan los efectos de la Esto es más evidente a los siete meses, ya
ausencia de productos genéticos para identi que en este momento puede apreciarse una
ficar específicamente el significado biológi debilidad muscular ligera, pero estadística
co de éstos.
mente significativa, en las patas delanteras.
Masu y cois. (41) han producido ratones Estos hallazgos demuestran que el CNTF es
en los que el gen del factor neurotrófico ciliar esencial para el normal mantenimiento y
(CNTF) es interrumpido (CNTF-I). Los ani supervivencia de las motoneuronas en el
males mulantes de 4 semanas no muestran periodo posnatal. No se sabe si la degenera
anormalidades morfológicas en las motoneu- ción se produce en el córtex o fuera del sis
ronas de la médula espinal lumbar en com tema motor. Este modelo puede ser de
paración con ratones normales (CNTF +/-I-). importancia para las enfermedades de moto-
La expresión del gen CNTF, por tanto, no es neurona humana, ya que estudios prelimina
necesaria para el desarrollo de neuronas res han revelado una marcada reducción del
motoras normales en la médula espinal. Sin CNTF en el asta anterior de la médula espi
embargo, a las ocho semanas de edad los nal de los pacientes con ELA (42). Los
ratones C N T F -/- muestran progresiva dege hallazgos característicos de estos modelos de
neración y pérdida de neuronas motoras en la ratones genéticamente diseñados se resumen
médula espinal y el núcleo del nervio facial. y comparan con la ELA en la Tabla 3.
344 P. Larrodé Pellicer e I. Hernando de la Bárcena
Mutación Sobrexpresión
ELA familiar NF-H Mutación Eliminación
Hallazgo ELA SOD-1 humana NF-L murina gen CNTF
Pérdida
células del + + Tardía + Tardía
asta anterior
Afectación
motoneurona + - 9
superior
Otras + + + + -
neuronas
NF-H: subunidad pesada de neurofilamentos; NF-L: subunidad ligera de neurofilamentos; CNTF: factor neu-
rotrófico ciliar; +: presente o positivo; ausente o negativo; ?: desconocido.
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f
IV
TERAPÉUTICA
TRATAMIENTO INTEGRAL
DEL PACIENTE CON ELA
D. Chaverri Rada, J.S. Mora Pardina y J. Mascias Cadavid
RESUMEN
Aun siendo la ELA una enfermedad que sigue un curso inexorable, la calidad de vida de
los pacientes, e incluso su tiempo de supervivencia, cambia significativamente con una
actuación médica correcta. Recientemente se ha aprobado el primer fármaco indicado
para el tratamiento de la ELA. Este tratamiento prolonga la supervivencia de los pacien
tes pero no evita la progresión de la enfermedad. Por ello, la calidad de vida de los
pacientes va a depender en gran medida de la calidad de la atención que reciban. Desde
el punto de vista médico, esta atención se basa en un buen conocimiento de la enferme
dad por parte de todos los profesionales implicados, una correcta información a pacien
tes y familiares, accesibilidad de los servicios médicos, provisión de ayudas técnicas, tra
tamiento de los síntomas, indicación oportuna de métodos alternativos a la alimentación
oral y asistencia ventilatoria, atención domiciliaria con ayuda del centro de salud y ase-
soramiento y apoyo hasta el final. Esta atención debe integrarse en centros de referencia
donde los distintos especialistas actúan coordinadamente para una mayor eficacia. Los
problemas cardinales son la debilidad, la disartria, la disfagia, la dificultad respiratoria,
las alteraciones psicológicas y sus consecuencias somáticas. Tales problemas tienen un
tratamiento específico en las diferentes fases de la enfermedad. No debe olvidarse el tra
tamiento de otros problemas, en apariencia menores para el médico, pero que inciden
significativamente en el bienestar de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
---------------------- - miento sea difícil para todas las partes
Durante el proceso diagnóstico, la esclerosis implicadas. La actitud del neurólogo ha
lateral amiotrófica (ELA) no difiere de otras pasado de un cierto nihilismo a una conduc-
enfermedades neurológicas. Sin embargo, a ta activa e intervencionista con un objetivo
partir del diagnóstico su carácter de enfer- claro; mejorar la calidad de vida de los
medad progresiva y fatal hace que su trata- pacientes.
356 D. Chaverri Rada, J.S. Mora Parclina y J. Mascias Cadavid
Durante la fase de estudio de un pacien sus preguntas, que a su vez van a constituir
te que acude al clínico en primera instancia el mejor guión para el médico. Es habitual
o buscando una segunda opinión, el interés que los pacientes pregunten por la causa de
se centra en los resultados de las pruebas y su dolencia, si el médico ha tratado muchos
los análisis. Una vez se tiene certeza del enfermos en similares circunstancias, si es
diagnóstico, se produce un punto de infle una enfermedad hereditaria o contagiosa.
xión muy claro en la vida del paciente. El Estas preguntas son poco comprometidas y
recorrido por diversos centros y consultas, se pueden contestar abiertamente, sirviendo
así como la repetición de exploraciones como punto de partida.
complementarias, deben terminar. A partir
de ese momento es preciso que el paciente Sobre la evolución
sepa qué enfermedad tiene, qué supone tal
enfermedad y qué tiene que hacer. En cuanto a la evolución hay que ser pru
dente, pero no se debe ocultar que la debili
dad muscular es irreversible y que probable
INFORMACIÓN AL PACIENTE mente se producirá una progresión que no se
sabe si será muy rápida. Se debe adaptar la
Sobre el diagnóstico información a la situación concreta del
paciente. Por ejemplo, un paciente bulbar
Informar al paciente con ELA sobre su enfer con disartria seguramente no necesita saber
medad es uno de los momentos más difíciles. en esta fase si sus miembros van a quedar
Cada médico tiene su forma de abordar la completamente paralizados, pero sí que la
cuestión y también cada paciente requiere enfermedad puede afectar a distintos grupos
una aproximación distinta según su persona musculares y no se va a limitar a los impli
lidad y circunstancias. No se puede dogmati cados en el habla. El paciente debe conocer
zar sobre cuánta información debe propor el carácter progresivo de la enfermedad,
cionarse en cada estadio de la enfermedad, pero también en este aspecto hay que guiar
pero sí es posible ofrecer unas normas gene se por el deseo del paciente de recibir más o
rales. La información al paciente debe ser, menos información, algo que suele estar
por supuesto, siempre veraz. Hoy existe con bastante claro. Siempre se debe dejar una
senso respecto al derecho que tienen los puerta abierta a la esperanza, basada en las
enfermos de conocer lo que padecen. Que la notables diferencias de evolución que se
información sea veraz no significa que deba observan entre unos pacientes y otros.
ser exhaustiva o estándar; tiene que estar
individualizada. La sintonía con el paciente
Sobre el tratamiento
no siempre se consigue; es muy importante y
se debe aspirar a ella, ya que de la confianza En cuanto al tratamiento también hay que
que se genere en estos primeros contactos ser realistas: el paciente debe saber en qué
dependerá lograr una posición desde la que situación se encuentran los médicos, es
realmente sea posible ayudar al paciente y su decir, que en este momento no se dispone de
familia a vivir con la enfermedad. ningún tratamiento capaz de curar o detener
El diagnóstico debe darse sin utilizar el proceso de la enfermedad. Hay que añadir
medias palabras. El nombre de la enferme que se ha aprobado el primer fármaco capaz
dad es importante, ya que proporciona al de ralentizar el curso de la enfermedad, el
paciente unas coordenadas en las que situar riluzol. El paciente debe saber que no se es
se. Si se crea el clima adecuado, el paciente pera que el tratamiento detenga la enferme
tendrá la confianza suficiente para plantear dad o la mejore, pero sí que interfiera de
Tratamiento integral del paciente con ELA 357
A) Pacientes en los que existe evidencia de clase I de que el riiuzol puede prolongar la supervivencia:
1. ELA definida o probable según los criterios de El Escorial.
2. Tiempo de evolución de los síntomas menor de 5 años.
3. Capacidad vital forzada por encima del 60% del valor esperado.
4 . No traqueostomía.
B) Pacientes en los que no existe evidencia de clase I, pero que pueden ser beneficiados en opinión de
los expertos:
1. ELA posible o sospechada según los criterios de El Escorial.
2. Duración de los síntomas mayor de 5 años.
3. Capacidad vital forzada menor del 60% del valor esperado.
4 . Traqueostomía para prevención de aspiración, pero no dependiente de ventilador
(Je adquirirlos, pues tienen que estar adapta Es importante mentalizar al paciente con
dos a la persona que los va a utilizar; en caso antelación sobre la posibilidad de recurrir a
contrario es frecuente que resulten inservi ésta técnica y llevarla a cabo en las mejores
bles y ya se habrá desembolsado la cantidad condiciones posibles. Se recomienda que la
correspondiente. capacidad vital se encuentre por encima del
50% del valor teórico esperado. Se ha
Disfagia demostrado que una indicación precoz de la
gastrostomía endoscópica percutánea mejora
En los primeros estadios de la disfagia se no sólo la calidad de vida, sino también la
recomienda la modificación de la consisten supervivencia de los pacientes bulbares (7).
cia de la dieta, que debe ser blanda y de tex En algunos pacientes con afectación
tura homogénea. En ocasiones el paciente espinal predominante y grave que mantienen
no refiere espontáneamente la disfagia si no una buena capacidad de alimentación oral
es interrogado directamente sobre atraganta- hasta fases muy avanzadas, se plantea el
mientos, aparición de tos al comer, abundan problema de una deficiente nutrición/hidra-
cia de flemas o regurgitación de líquidos por tación en una situación de deterioro del esta
la nariz. Cuando predomina la disfagia para do general que no hace aconsejable la reali
líquidos, se aconsejan los espesantes. El zación de la gastrostomía. En tales casos se
mantenimiento del cuello en flexión máxima aconseja colocar una sonda nasogástrica
facilita la deglución en casos de disfagia para asegurar el aporte caloricoproteico e
moderada. hídrico mínimo. La sonda nasogástrica
Se debe pesar a los pacientes. Una dis puede ser también una solución provisional
creta disminución de peso es habitual por la en un paciente pendiente de gastrostomía.
atrofia muscular; si es excesiva, se requerirá La disfagia, junto con la debilidad de los
un balance de alimentación e hidratación y labios y la anomalía de la postura, puede ser
resolicitar la valoración del especialista en causa de exceso de saliva en la boca, muy
nutrición. molesto y que en ocasiones produce babeo.
Cuando la disfagia progresa se hace ne Es posible reducir la producción de saliva
cesario un sistema alternativo a la alimenta utilizando localmente gotas de atropina
(colirio de solución de sulfato de atropina al
ción oral. Se han utilizado diversos métodos
2%) y por vía general con antidepresivos
de alimentación enteral; actualmente la gas-
tricíclicos como la amitriptilina, en dosis de
trostomía es el más utilizado y ha desplaza
25-75 mg en toma única nocturna, ya que
do completamente a los demás (yeyunos-
por su actividad anticolinérgica reduce la
tomía o esofagostomía). La simplificación
producción de saliva (8).
de la técnica, al ser realizada por vía per-
Este tratamiento puede ser contraprodu
cutánea, con anestesia local y control cente en pacientes con exceso de secreciones
endoscópico, así como la buena tolerancia, en la faringe, con dificultad para movilizar
han hecho de la gastrostomía endoscópica por su disfagia y también por la debilidad y
percutánea el sistema de elección. poca eficacia de la tos. En tales casos se indi
Se remitirá al paciente al gastroenterólo- cará un aumento de la ingesta de líquidos,
go cuando sufra pérdida de peso significati mejorar la higiene bucal, evitar los productos
va (5% a 10%), presente atragantamientos lácteos y en ocasiones mucolíticos durante
casi diarios, refiera accesos de tos al ingerir periodos cortos. No hay que olvidar que
(supone riesgo de broncoaspiración) y en estas secreciones pueden deberse a que el
pacientes que hayan sufrido una neumonía. paciente esté aspirando repetida e impercep-
362 D. Chaverri Rada, J.S. Mora Parclina y J. Mascias Cadavid
espinales éstas son fiel reflejo de su situa profeno. Otras causas de dolor son las lesio
ción; en cambio, en los bulbares se obtienen nes cutáneas por presión, los calambres y la
a veces cifras por debajo de las reales, ya rigidez, que tienen su tratamiento específico.
que la afectación bulbar les impide realizar Ocasionalmente, pacientes con dolores ge
correctamente la prueba. En estas situacio neralizados muy intensos y de causa no bien
nes se valorarán los síntomas y, en su caso, establecida pueden necesitar tratamiento con
la gasometría. dosis altas de clomipramina o carbamacepi-
Cada vez se reconoce de forma más uná na.
nime la idoneidad de la asistencia ventilato-
ria no invasora con mascarilla nasal y pre Espasticidad
sión positiva inspiratoria o inspiratoria y Aunque todos los pacientes tienen afecta
espiratoria para mejorar la situación de estos ción de motoneurona superior, la espastici
pacientes. La asistencia ventilatoria suele dad franca no es tan frecuente. Sin embargo,
utilizarse en la mayoría de los casos durante en algunos enfermos es muy pronunciada.
la noche, de forma que favorece el descanso, El tratamiento de la espasticidad debe reali
el paciente se encuentra también mejor zarse con prudencia, ya que a veces un trata
durante el día y se corrige la hipoventila- miento enérgico puede poner más en eviden
ción. Es necesario un ingreso hospitalario de cia la debilidad, dando como resultado final
unos pocos días con el fin de determinar los que el paciente tenga menos autonomía. El
parámetros con los que debe utilizarse el fármaco más usado es el baclofeno en dosis
aparato en cada caso, para que el paciente se paulatinamente crecientes, valorando la res
adapte a él y los cuidadores aprendan a puesta y los efectos secundarios desde 5 mg,
manejarlo. La oxigenoterapia en general no tres veces al día, hasta alcanzar una dosis
es recomendable, ya que al disminuir el estí media alrededor de 75-100 mg/día dividida
mulo del centro respiratorio puede producir en 3-4 tomas. Casos con espasticidad grave
una mayor retención de carbónico y empeo pueden llegar a necesitar dosis mucho más
rar la situación. Sí puede ser útil en una altas. Recientemente ha aparecido la tizani-
situación de distrés agudo o en fase terminal, dina, con la que se tiene aún poca experien
utilizándose siempre a dosis no superiores a cia y que se utiliza a dosis de 4 mg cada 6-8
1 1/min. h. El diazepam, aun siendo útil, se utiliza
poco como tratamiento básico de la espasti
cidad por la sedación que produce; sí es útil
OTRO S SINTO M AS (Tabla 3)
combinado con baclofeno para utilizar dosis
más bajas de ambos y minimizar los efectos
D olor secundarios.
El dolor suele producirse por afectación arti
Calam bres _______________________
cular relacionada con la inmovilidad y el
mantenimiento prolongado de las posturas. Son muy frecuentes y aparecen de forma más
Este problema debe prevenirse o, en su caso, o menos caprichosa a lo largo de la enferme
tratarse, mediante fisioterapia pasiva para dad. al contraerse un grupo muscular. El sul
mejorar el recorrido articular. Además suele fato de quinina a una dosis de 200-300 mg/día
ser necesario asociar medicación analgésica en dosis única nocturna suele ser muy eficaz
o antiinflamatoria. Se utilizan preferente para evitar su aparición. La Food and Dnig
mente los antiinflamatorios no esteroideos y, Administration ha desaconsejado su utiliza
entre ellos, ibuprofeno, naproxeno o keto- ción por haber sido comunicados algunos
364 D. Chaverri Rada, J.S. Mora Pardina y J. Mascías Cadavid
efectos adversos de carácter fatal (12). En Es la pared abdominal y hacer pensar en una
paña no se han observado en ningún caso efec angina de pecho o una afección abdominal
tos adversos con este tratamiento, y opinamos urgente. En su tratamiento también son úti
que a las dosis referidas y utilizadas de forma les los anticom iciales como la carbamace-
no continuada no es un tratamiento de riesgo. pina o la difenilhidantoína a las dosis antie
No hay que olvidar que los calambres pilépticas habituales, así como el diaze
pueden aparecer en músculos del tórax o de pam.
Tratamiento integral del paciente con ELA 365
Fasciculaciones
paciente. Es necesario explicar a la familia
En la mayoría de los pacientes, aunque son que éste es un síntoma más de la enfermedad
claramente percibidas, no resultan molestas y no significa que el paciente esté loco, haya
y no hacen necesario un tratamiento especí perdido su capacidad intelectual o esté
fico. Sólo en algunos casos y en determina terriblemente deprimido. Si los accesos son
dos momentos de la enfermedad se hacen muy frecuentes o intensos resultan muy
muy frecuentes e intensas y producen ner molestos y dificultan la comunicación con
viosismo. El lorazepam reduce su intensidad los demás.
y mejora la ansiedad (13). Los excitantes, La amitriptilina a dosis medias de 50-75
como la cafeína y la nicotina, aumentan las
mg en toma única nocturna controla en
fasciculaciones.
buena medida este síntoma y puede ser otra
Edemas indicación en pacientes que se pueden bene
ficiar además de su efecto antidepresivo y
Los edemas maleolares aparecen en relación del control de la sialorrea. También es posi
con la inmovilidad y la posición declive. Se ble utilizar otros tricíclicos, con las limita
deben recomendar los cambios posturales y ciones habituales de este grupo de fármacos
mantener las piernas elevadas durante cier derivadas de sus efectos anticolinérgicos;
tos periodos de tiempo para evitarlos. Si el
elevación de la tensión ocular y retención
problema no se resuelve o es especialmente
urinaria en pacientes con patología prostáti-
acusado, se puede utilizar un diurético
ca. La utilización de los nuevos antidepresi
suave. En este caso se recomienda uno que
vos inhibidores de la recaptación de la sero-
no produzca hipopotasemia, como los que
asocian una tiazida con un diurético distal tonina también está dando buenos resulta
tipo amilorida o triamtereno. También son dos. Otros fármacos útiles son el carbonato
útiles las medidas clásicas. de litio a dosis bajas y la levodopa (14).
Estreñimiento Sialorrea
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TRATAMIENTO ETIOPATOGÉNICO
J,S. Mora Pardina, D. Chaverri Rada y J. Mascías Cadavid
R ESUM EN_________________________
- Enzimas pancreáticas, germen de trigo, “polen de abeja”, veneno de serpiente, veneno de abeja.
- Calcio-EAP, letrile, bromelina, oroato de magnesio, oroato de potasio.
- “Células frescas”, “células embrionarias”, “células fetales”, “terapia hepática”, “terapia enzimática”
- Homeopatía, acupuntura, “rayos láser”, quiropraxia, “reñexoterapia”, dietas macrobióticas.
- Vacunas antialérgicas, reticulasa.
Tabla 3,, Ensayos basados en las últimas hipótesis con sustancias que tienen como objetivo producir
neuroprotección.
(1-5). La experimentación con sustancias que mostrado un efecto beneficioso en dos ensa
interfieren los procesos patogénicos que se yos clínicos controlados con placebo (7, 8).
creen presentes en la neurona degenerada En este capítulo revisaremos el estado actual
acaba de empezar (Tabla 3 y Fig. 1) (6), y por de los estudios clínicos con sustancias que pa
primera vez en la historia de esta enfermedad recen interferir el estrés oxidativo o la excito-
un fármaco, el riluzol, cuyo mecanismo de toxicidad y los ensayos con factores neurotró-
acción interfiere uno de estos procesos, ha ficos, y analizaremos las perspectivas futuras.
Tratamiento etiopatogénico 371
sos deban ser mucho más altas. Y el felba- vivencia o el tiempo hasta la traqueostomía,
mato, otro antiepiléptico, no ha resultado mientras que las secundarias fueron el dete
eficaz en un estudio piloto (Eisen, comuni rioro en la fuerza o la función motora medi
cación personal). La disponibilidad comer das por escalas. Los análisis estadísticos se
cial de ambos compuestos dificulta la reali realizaron sobre intención de tratamiento.
zación de ensayos a gran escala, a doble El primer estudio comparó 100 mg/día
ciego y con diferentes dosis. de riluzol y placebo en 155 pacientes (7). A
El riluzol es un derivado benzotiazol que los 12 meses el porcentaje de supervivencia
inhibe la liberación de glutamato mediante del grupo tratado con riluzol (74%) era sig
la estabilización del estado inactivo de los nificativamente mayor que el del grupo que
canales de sodio dependientes de voltaje en recibió placebo (58%). A los 21 meses la
los terminales presinápticos. También inhibe diferencia permanecía significativa (49%
los efectos producidos por la estimulación frente a 37%). La mortalidad en los pacien
del receptor NMDA, y algo menos la del tes del grupo riluzol fue un 38,6% menor a
receptor de kainato, mediante la activación los 12 meses y un 19,4% menor a los 21
de procesos dependientes de la proteína G meses. Las pruebas de fuerza muscular mos
(Fig. 2) (37). El riluzol ha mostrado efectos traron un 33,4% menos de deterioro en los
neuroprotectores in vitro e in vivo en diver pacientes que recibieron riluzol a los 12
sos estudios (38). meses de tratamiento.
Su eficacia en la ELA ha sido evaluada Para confirmar los resultados y obtener
en dos ensayos clínicos estratificados, alea- respuestas a las cuestiones planteadas por el
torizados y controlados con placebo (7, 8). estudio se realizó un gran ensayo multina
En ambos estudios se agruparon pacientes cional que incluyó 959 pacientes aleatoriza-
con diagnóstico de ELA definitiva o proba dos para recibir riluzol (50, 100 o 200
ble, según criterios diagnósticos de El mg/día) o placebo durante 18 meses (8). El
Escorial (39), según fueran de inicio bulbar estudio confirmó el efecto positivo sobre la
o espinal. La variable primaria fue la super supervivencia (Fig. 3). Las diferencias en las
Canal d e sodio A : In h ib ic ió n d e la
dependiente
lenie lib e ra c ió n d e g lu ta m a to
d e voltaje
taje / Receptor de AMPA
, r
8 : B lo q u e o d ire c to , n o
Terminal
axónico
L ib e ra c ió n d e G lu
L ib e raic iu n
c ió n a
M C uerpo de
m otoneuronas
d a G l u ( ^ o l e l n a G ] -----------------------------------m l n s ^ ^ a l í o s
c o m p e titiv o , d e lo s
re c e p to re s d e lo s
a m in o á c id o s
— J m ensajeros e x c ita to rio s
Ifa g Receptor de NMDA
C : In a c tiv a c ió n d e lo s
Canal de calcio
dependiente
^ / c a n a le s d e s o d io
d e p e n d ie n te s d e v o lta je
d e voltaje
® (BK
) ¿ -
D : E s tim u la c ió n d e u n a vía
de t ra n s d u c c ió n d e la
s e ñ a l d e p e n d ie n te d e la
p ro te in a G
Canal de calcio
dependiente
de voltaje
70 ■
65
57.7
|2 55 -
50
,12 m e s e s , , 1 2 m e se s
□ P la c e b o I R i l u z o l l O O m g /d Ia
para producir CNTF humano encerradas en bleció por el SIP (perfil de impacto de la
una cápsula semipermeable que impide la enfermedad). El IG Fl produjo en efecto
entrada de inmunoglobulinas; estas células beneficioso significativo y dependiente de la
son viables durante meses, producen CNTF dosis, tanto en la escala Apple como en el
y no presentan efectos adversos serios (53). SIP. Además, fue bien tolerado, siendo los
efectos adversos más comunes dolor en el
sitio de inyección, crecimiento y engrosa-
Factor de crecim iento
miento del vello y dolor articular.
sim ilar a la insulina 1 (IG F l)__________
En el segundo estudio, de igual diseño y
El IG Fl es un polipéptido natural que media con 183 pacientes que recibían rhIG Fl (0,1
la actividad de la hormona de crecimiento y mg/kg s.c.) o placebo la mejoría no alcanzó
posee amplios efectos tróficos (54) sobre el significación estadística (57). Un análisis
cual se han publicado dos ensayos controla combinado de ambos estudios mantuvo el
dos de fase III. En uno de estos estudios efecto beneficioso en cifras significativas
(55), 266 pacientes recibieron 0,05 o 0,1 (58) (Tabla 4).
mg/kg/día de rhIGFl por vía s.c. o placebo Después de muchas reuniones, la FDA
durante nueve meses. La variable de eficacia consideró al rhIG Fl “potencialmente apro
primaria fue el cambio en la puntuación total bable” en espera de la presentación de infor
de la escala Apple (56). La escala mide mación adicional procedente de estudios en
cinco componentes; función bulbar, función marcha. Estos estudios probablemente debe
respiratoria, fuerza muscular y funciones de rán ser un ensayo de fase 111 con mayor
brazos y piernas. La calidad de vida se esta poder estadístico.
Tratamiento etiopatogénico 377
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T R A T A M IE N T O R E H A B IL IT A D O R
O. Pérez Moro y M. Ramos Solchaga
R ESUM EN
3) Alcanzar una capacidad óptima no sólo los ejercicios de alta resistencia pueden
física sino también social y emocional. aumentar la fuerza muscular. El aumento de
En definitiva, mejorar la calidad de vida. la intensidad de los ejercicios se hará de
modo gradual y el periodo diario de su rea
lización se adaptará a la tolerancia de cada
C IN ESITERA PIA____________________ paciente.
Dentro del tratamiento físico se encuentra la No hay estudios que demuestren diferen
cinesiterapia, que, aplicada por los fisiotera- cias en la progresión de la enfermedad en
peutas, tratará mediante diversas técnicas de grupos control con la realización de un pro
mantener los recorridos articulares para evi grama periódico de ejercicios (5), por lo que
tar o retrasar la aparición de deformidades sería razonable llevar a cabo estudios futu
con movilizaciones activas, activoasistidas o ros con pacientes en fases muy tempranas y
pasivas (1,2). restringirlos a los grupos de progresión
Otro objetivo será mantener la potencia lenta, con ejercicios submáximos aeróbicos
muscular: en definitiva, lograr durante el y de alto nivel de resistencia.
mayor tiempo posible el mantenimiento de En la segunda fase, cuando suele ser
la función. necesario el empleo de ortesis (por debilidad
El programa de cinesiterapia se aplica de de los músculos dorsiflexores del pie) o
un modo diferente en cada fase, atendiendo extensores de la muñeca, se instruirá y ani
a la situación general del paciente, a las mará al paciente para su uso y se poten
posibles deformidades ortopédicas para tra ciarán selectivamente los músculos sanos;
tar de reducirlas y, en el caso de déficit esta también se continuará con los ejercicios de
blecidos, se prescribirán las ortesis adecua estiramiento para evitar las contracturas de
das y se instruirá a los pacientes en su utili los grupos musculares más débiles (3).
zación. En la tercera fase ya decrece la indepen
En una primera fase se insiste en los ejer dencia para las actividades de la vida coti
cicios de estiramiento y de control postural diana por debilidad en las muñecas, las rodi
para el mantenimiento de los recorridos arti llas y los tobillos. Hay que tratar de mante
culares, con especial atención a los tríceps ner la independencia con la prescripción de
surales y a los pectorales; una vez superada una silla de ruedas y continuar con las movi
la fase de aprendizaje, estos ejercicios lizaciones articulares activas asistidas o
podrán llevarse a cabo por el paciente en su pasivas y con los ejercicios de musculación
domicilio sin la ayuda del fisioterapeuta y isométricos. En los casos en que exista un
éste sólo acudirá de forma esporádica para la adecuado soporte familiar, puede ser intere
supervisión de su correcta realización. La sante enseñar a la familia un programa com
musculación será general, contra resistencia plementario para el domicilio.
y según tolerancia, sin llegar nunca a la fati Para las fases posteriores, en que el
ga (3, 4). paciente se encuentra en silla de ruedas con
También se animará al paciente a que debilidad y/o espasticidad importantes,
realice de modo independiente las activida además de las movilizaciones pasivas y con
des de la vida cotidiana, así como cualquier tracciones musculares isométricas es funda
actividad aeróbica que sea de su agrado (por mental el papel del terapeuta ocupacional,
ejemplo, ciclismo, natación, marcha rápida), que enseñará a la familia las modificaciones
para de este modo mantener o mejorar la recomendables para llevar a cabo en el
tolerancia al esfuerzo. Algunos estudios domicilio que facilitarán la vida al paciente
demuestran que si la afectación no es grave y a los que le rodean.
Tratamiento rehabilitador 387
a la pared torácica de un modo primario o ción intrínseca del parénquima. Dicho pro
factores sobreañadidos. Padecer una esco blema se acrecentará si existen infecciones
liosis mayor (de más de 60”) produce enfer de repetición (8).
medad pulmonar restrictiva y favorece el La disminución de la distensabilidad, así
desarrollo de microatelectasias en el lado como las atelectasias, incrementan el trabajo
próximo a la convexidad de la curva (9, 10). respiratorio y demandan un consumo ener
Las deformidades en el plano sagital, como gético mayor que el fisiológico para un
la cifosis de amplio grado y en mayor medi mismo trabajo a unos músculos respiratorios
da los casos de lordosis torácica, contribu ya debilitados (11).
yen al desarrollo del trastorno ventilatorio Con la afectación de los músculos espi
restrictivo. En los casos de deformidades ratorios se entorpece el mecanismo de la tos,
torácicas hay un factor asociado: la pérdida con la consiguiente dificultad para expulsar
de la distensibilidad. La insuficiencia mus las secreciones. La tos eficaz requiere una
cular unida a la escoliosis aumenta cinco inspiración profunda, un cierre de la glotis y
veces el trabajo de los músculos respirato un flujo pico de tos de alrededor de 6 litros
rios. En pacientes afectos de curvas graves por segundo con una prensa abdominal eficaz
se observa hipoxemia arterial, existe una que se coordine con la abertura de la glotis.
perfusión regional alterada con derivación El seguimiento de estos pacientes puede
arteriovenosa y la sangre que perfunde no realizarse mediante pruebas funcionales res
está oxigenada; esto se ha demostrado en piratorias, prestando especial atención a la
curvas que sobrepasan los 55-65° (10). La capacidad vital, al flujo pico de tos, a la pre
mayoría de los autores coinciden en que el sión inspiratoria máxima y a la presión espi
pulmón del lado convexo se encuentra más ratoria máxima. Se debe prestar especial
afectado. En curvas mayores y progresivas, atención a las disminuciones de la capacidad
como son las que se pueden encontrar en la vital por debajo del 50% de los valores esti
ELA, puede estar indicado adaptar una orte- mados para la edad y el sexo del paciente,
sis para su contención; dicha ortesis, al dis así como a las disminuciones de las presio
minuir la movilidad de la caja torácica, tam nes inspiratorias y espiratorias máximas por
bién favorece la enfermedad pulmonar res debajo de 15 c m H ,0 y al flujo pico de tos
trictiva, por lo que en la actualidad se suelen inferior a 6 litros por segundo (5 ,8 , 12, 13).
colocar adaptaciones en los respaldos de las El riesgo pulmonar aumenta con el incre
sillas de ruedas de estos pacientes. mento de la retención de anhídrido carbóni
En los casos en que se desarrolla obesi co que se produce cuando la capacidad vital
dad por inmovilidad, hay una mayor dificul cae por debajo del 50%; por lo general
tad para el recorrido diafragmático; éste es entran en funcionamiento mecanismos de
otro de los factores negativos a tener en com pensación, apareciendo alcalosis
cuenta, así como el colapso hipofaríngeo metabólica. En el sistema nervioso central
debido a la debilidad muscular producido en dicha alcalosis produce depresión del centro
algunos casos durante el sueño. respiratorio y desarrolla una mayor tenden
Los pacientes con síndromes restrictivos cia a la hipoventilación.
paralíticos que no realizan insuflaciones El desarrollo de hipoventilación alveolar
profundas y que tragan con un patrón rápido crónica puede causar vasoconstricción pul
pueden sufrir microatelectasias en una hora. monar con desarrollo de fallo en el ventrícu
Estas microatelectasias, unidas a la falta de lo derecho. Este fallo, así como las altera
inspiraciones profundas, reducen a largo ciones del equilibrio ácido-base, pueden
plazo la distensibilidad y desarrollan restric revertir con el uso de ayudas respiratorias.
Tratamiento rehabilitador 389
En los pacien tes con hipoxem ia <50 corrección postural, tratando de evitar acti
mmHg es noimal encontrar desaturaciones tudes cifoescol¡óticas (14, 15) (Fig. 1). Se
de oxígeno durante el sueño <85%, por lo entrenará al paciente en la potenciación de la
que hay que prestar especial atención al musculatura inspiratoria y espiratoria, insis
empleo de fármacos que puedan deprimir o tiendo en ejercicios de abertura torácica con
alterar la función respiratoria. inspiraciones profundas y trabajando dicha
La malnutrición, la obesidad, la acidosis, musculatura contra resistencia manual o con
las alteraciones hidroelectrolíticas, la infec ayuda de cinchas; asimismo, se instruirá al
ción, la fatiga y el desuso muscular son posi paciente en ejercicios de coordinación abdo-
bles factores negativos que en algunos casos minodiafragmática. La afectación del dia
pueden corregirse o mejorarse.
fragma suele ser tardía salvo cuando están
Un signo clínico temprano que alerta
afectadas las neuronas que inervan al nervio
sobre la afectación de la capacidad vital es la
frénico en la zona espinal, en cuyo caso será
disminución del volumen de la voz. Por lo
llamativa la ortopnea desarrollada por el
general, en estos pacientes el fallo respirato
empuje de las visceras abdominales.
rio se desarrolla de un modo insidioso y se
Siempre debe respetarse la regla princi
pone de manifiesto por una infección sobre
pal de la no fatiga y plantear un programa
añadida que produce un fallo agudo. En la
suave de tolerancia al ejercicio aeróbico,
hipoventilación alveolar crónica hay tenden
submáximo e interrumpido.
cia a patologías del sueño: más de 10 apneas
(interrupción de la respiración durante más Si dentro de estas fase el paciente sufrie
de 10 segundos) e hipopneas centrales (dis ra una infección respiratoria, se le realizará
minución del volumen corriente más de un un adecuado drenaje postural del lóbulo
30%) por hora que se asocian con desatura afecto y la eliminación de las secreciones
ción en un 4% y que pueden agravarse por vendrá facilitada por la práctica de la tos
apneas obstructivas por colapso hipofarín- asistida, con vibración suave de la zona por
geo (8). Sobre estos problemas deben aler parte del fisioterapeuta (16) (Figs. 2 y 3).
tamos síntomas como: cefalea matutina, hi- En relación al desarrollo de la hipoventi
persudoración nocturna, fatiga e hipersom- lación alveolar crónica hay varias estrategias
nolencia. a seguir:
En la ELA, la rehabilitación respiratoria - Obtención de un consentimiento infor
tratará en primer lugar de llegar a un cono mado del paciente para no aceptar sopor
cimiento preciso de la situación general del te ventilatorio.
paciente mediante un análisis funcional
- No tratamiento de la hipoventilación
general que, además del problema respirato
alveolar crónica y sólo ho.spitalización
rio, valore los posibles problemas asociados
urgente en el caso de fallo respiratorio
descritos anteriormente (deformidades del agudo.
tronco, situación nutricional, situación emo
cional). A continuación se elaborará un pro - Tratamiento de la hipoventilación alveo
grama personal para cada paciente que lar crónica y del fallo respiratorio agudo.
tendrá como objetivo mejorar o mantener la La pauta más corriente de actuación es
situación funcional en cada fase y prevenir ignorar la hipoventilación alveolar crónica y
el desarrollo de complicaciones. sólo ofrecer tratamiento en el fallo respirato
En una primera fase de trastorno ventila- rio agudo, aunque numerosos estudios de
torio restrictivo leve se realizarán ejercicios muestran que el uso de ayudas ventilatorias
de estiramiento de escalenos, pectorales y de puede alargar la supervivencia (17).
390 O. Pérez y M. Ramos
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TRATAMIENTO DE LOS PROBLEMAS
DE COMUNICACIÓN
J . M a s c ía s C a d a v id , J .S . M o r a P a r d in a y D . C h a v e r r i R a d a
R ESU M EN
Se c a lc h a que en un 25% de los casos los problemas de comunicación pueden ser el sín-
toma micial de la enfermedad y en su evolución casi todos los pacientes los sufrirán Su
impacto puede ser enorme, sobre todo si coexisten disfagia o sialorrea. Su gravedad
puede vanar desde dificultades apenas perceptibles hasta la anartria. El habla es un pro
ceso complejo, que requiere la actuación de la musculatura respiratoria y la inervada por
los pares XH, X, IX, VH y V. Existen dos tipos básicos de trastornos del habla en la FT a -
as disartnas, que son trastornos de la articulación y las disfomas, que son trastornos de
la fonación. Entre las disartrias, y dependiendo de la afectación motoneural predominan
te están la disartria espásüca. la disartria flácida y la mixta. El tratamiento de los proble
mas de comunicación es sintomático. Exige un enfoque individualizado, llevado a cabo
el Ipgopeda de forma continuada a lo largo de la progresión de la enfermedad.
Inicialmente, mientras exista capacidad de comunicación oral, el tratamiento se basará en
conservarla y sacarle el máximo partido. Cuando el grado de afectación impida la comu
nicación, hay que introducir ayudas técnicas. Los rápidos avances en este campo están
faciUtando que los pacientes de ELA mantengan la capacidad de comunicarse a lo largo
de toda su enfermedad.
cion con los demás va a constituir la base de áreas del cerebro diferentes al hemisferio
su vida social. Si además, como ocurre a dominante o incluso a problemas extracere-
menudo en la práctica, se añaden al cuadro brales.
trastornos de la deglución (disfagia, sialo- Existen cuatro tipos básicos de trastornos
rrea), secundarios también a la afectación de del lenguaje y el habla de origen neurológico
la musculatura bulbar, las consecuencias ( 1):
pueden ser dramáticas. Por este motivo, 1) Las afasias o disfasias, que se caracteri
siempre hay que interrogar al paciente sobre zan por una alteración en la génesis o en
este aspecto cuando acude a la consulta, la comprensión del lenguaje hablado o es
pues no cabe duda que su trascendencia es crito debida a una lesión cerebral adqui
mucho mayor para él que el grado de fuerza rida, frecuentemente de origen vascular.
muscular, de atrofia o de fasciculaciones,
2) Las disartrias, trastornos motores puros
parámetros a los que frecuentemente se
caracterizados por un defecto en la arti
dedica más tiempo, descuidando en ocasio
culación sin afectación de la función men
nes los verdaderos problemas cotidianos de
tal, de la comprensión ni de la memoria
los enfermos. verbal, originados por debilidad, lentitud
Se entiende por comunicación (2) cual
o incoordinación de la musculatura en
quier acto a través del cual una persona
cargada de la producción del habla y que
transmite o recibe información sobre las
no son, por lo tanto, trastornos del len
necesidades, deseos, percepciones, conoci
guaje en sentido estricto.
mientos o estado emocional de otra persona.
La comunicación puede ser o no ser delibe 3) Las afonías o disfonías, trastornos de la
rada y realizarse mediante signos conven voz secundarios a una afectación de la la
cionales o no convencionales. Puede ser ringe o su inervación, o causados por de
lingüística o no lingüística y llevarse a cabo bilidad o incoordinación de la muscula
a través del habla u otros mecanismos. Es tura respiratoria.
precisamente este último tipo, la comunica 4) Las apraxias, trastornos motores debidos
ción hablada, la que tiene el papel más a la pérdida de los patrones, secuencias y
importante en el ser humano. estructuras del habla aprendidas, a causa
Aunque con frecuencia nos referimos al de una lesión de los centros motores del
lenguaje y al habla de forma indistinta, se hemisferio cerebral dominante.
trata de dos funciones estrechamente rela
Los trastornos del habla son muy fre
cionadas, pero no realmente sinónimas (1).
cuentes en la ELA (3). Se calcula que en un
El lenguaje abarca la com prensión, la
25% de los casos constituyen el síntoma ini
formulación y la transmisión de ideas y sen
cial de la enfermedad y, con la evolución,
timientos mediante el uso de signos conven
prácticamente todos los pacientes los pre
cionales, señales, sonidos y gestos agrupa
dos según las reglas de la gramática. Los sentarán en mayor o menor grado.
Inicialmente pueden consistir en un cam
trastornos del lenguaje son siempre secunda
bio del tono o de la intensidad de la voz,
rios a lesiones del hemisferio cerebral domi
dificultades para cantar o tararear o en un
nante.
habla nasal o poco clara. Con la evolución,
El habla, sin embargo, se refiere más a
el paciente puede llegar a perder por com
los aspectos fonéticos y articulatorios de la
expresión verbal. Los trastornos del habla pleto la capacidad de hablar (anartria), sien
pueden tener un origen similar a los del len do sólo capaz de emitir gruñidos inmteligi-
guaje, pero también deberse a lesiones en bles.
Tratamiento de los problemas de comunicación 403
Este paso gradúa también la nasalidad (can toneurona superior) presentan menor fuerza
tidad de aire que es expulsado por las fosas y rapidez de movimientos en las estructuras
nasales). orofaciales. Curiosamente, los pacientes con
La articulación, finalmente, es el proceso afectación espinal y sin afectación bulbar de
que convierte los sonidos en fonemas, pala tectable clínicamente también presentan dé
bras o frases. Es posible gracias a las con ficit no significativos en estos parámetros (8).
tracciones de la faringe, el paladar, la man Además, tanto en los casos con afecta
díbula, la lengua y los labios, que alteran o ción fundamental de la motoneurona inferior
interrumpen los sonidos vocales. Las voca como en los de la superior, se observa dete
les son de origen laríngeo, pero la mayoría rioro de las dos variables (fuerza y rapidez
de las consonantes se forman durante el pro de movimiento), aunque el grado de déficit
ceso de articulación. suele ser mayor en los pacientes con afecta
Cuando alguno de estos procesos falla, ción de motoneurona inferior. Este hallazgo
inicialmente se ponen en marcha una serie choca con la idea habitual de que la afecta
de mecanismos compensadores, lo que ex ción de la motoneurona superior causa pri
plica que haya pacientes con clara afecta mariamente lentitud de movimientos y la de
ción bulbar en la exploración que no presen la inferior debilidad muscular. Por tanto, la
tan trastornos del habla. diferenciación entre pacientes bulbares y
pseudobulbares puede ser útil clínicamente,
pero no implica que no exista afectación del
FISIOPATOLOGÍA otro sistema motoneuronal. De hecho, mu
D E LO S TR A STO R N O S chos pacientes pseudobulbares pueden tener
D EL H A BL A EN LA ELA afectación subclínica de motoneurona infe
En el contexto de la ELA se observan dos rior, ya que es necesario que mueran entre el
tipos fundamentales de trastornos del habla; 30% y el 50% de las motoneuronas para ob
servar signos clínicos como atrofia o fasci-
- Alteraciones de la articulación (disartrias).
culaciones (8).
- Alteraciones de la fonación (disfonías). Dentro de las estructuras orofaciales, la
Estos trastornos se deben a la progresiva lengua es la más gravemente afectada, aun
degeneración de las motoneuronas (superio que algunas de sus funciones se deterioran
res e inferiores) que inervan la musculatura más que otras (9).
del habla. Sin embargo, la afectación de uno La gravedad de la disartria se relaciona
de estos sistemas puede predominar sobre el más con la lentitud de movimientos orofa
otro en ciertos pacientes, dando lugar a pa ciales que con la debilidad muscular. Se sabe
trones clínicos más o menos característicos. que normalmente utilizamos menos del 20%
Parece ser que si la musculatura bulbar de la fuerza muscular de las estructuras oro-
se afecta después de la musculatura de las faciales para hablar, mientras que tendemos
extremidades, la laringe y la lengua son las a hacerlo casi a nuestra máxima velocidad.
primeras estructuras afectadas. Si, por el Por ello, un pequeño deterioro en la veloci
contrario, la enfermedad comienza con tras dad se percibe rápidamente como anormal,
tornos del habla, son los labios y el paladar mientras que es necesaria una pérdida signi
blando los más afectados (7). ficativa de fuerza muscular para detectar una
Estudios llevados a cabo en pacientes han afectación del habla (8).
revelado que tanto los que presentan una Aparte de los descritos, existen otra sene
afectación predominantemente bulbar (o de de factores que pueden intervenir de forma
motoneurona inferior) como los pseudobul- indirecta en los trastornos del habla, como
bares (con afectación fundamental de la mo son la debilidad de la musculatura cervical o
Tratamiento de los problemas de comunicación 405
el acúmulo de saliva y secreciones en la fa dividir la vía aérea superior en tres regiones
ringe y en la cavidad oral, secundario al tras anatomofuncionales: articulatoria, velofarín-
torno concomitante de la deglución que sue gea y fonatoria.
le darse en los pacientes con afectación bulbar.
La afectación de la musculatura respira 1) Región articulatoria, que comprende las
toria, sin embargo, parece tener un papel siguientes estructuras:
muy poco relevante (4, 10). - Boca:
Clásicamente se acepta que, al tratarse de • Observación en reposo.
una enfermedad del sistema motor, el len
guaje, entendido según la definición ante • Se pide al paciente que realice di
rior, y las funciones cognitivas permanecen versos gestos faciales como sonreír,
intactos. Sin embargo, existen estudios neu- besar, soplar...
ropatológicos y de neuroimagen que sugie - Lengua:
ren que el proceso degenerativo es más am • Observación en reposo (atrofia, fas-
plio de lo que se creía, extendiéndose a las ciculaciones).
sustancias gris y blanca cortical, dando co
• Fuerza (protrusión, lateralización).
mo resultado trastornos en estas funciones
que históricamente se consideraban respeta • Movimientos rítmicos.
das (11). - Mandíbula:
• Tono y trofismo muscular.
EX PLO R A C IÓ N CLÍNICA • Movimientos de abertura, cienre y
DE LA DISA R TR IA (4,5) lateralización.
seas. A1 igual que con otros reflejos, organillo. Excepto en invierno, que es
se encuentra exaltado en los casos de cuando hay hielo o nieve, cada día da
afectación de la motoneurona superior. un pequeño paseo por la calle. Fre
cuentemente le decimos que camine
3) Región fonatoria:
más y que fume menos, pero él siem
- Observación de las cuerdas vocales, pre contesta: ¡chorradas! Al abuelo le
que será llevada a cabo por el otorri- gusta utilizar el lenguaje moderno.»
nolaringólogo.
- Prolongación de las vocales: se pide
al paciente que inspire y a continua TIPO S D E D ISA R TR IA ______________
ción pronuncie la vocal /a/ de forma Dependiendo del sistema motoneuronal (su
clara y regular, observando las carac perior o inferior) que se encuentre predomi
terísticas del tono emitido. nantemente afectado, en la ELA existen tres
Algunas alteraciones típicas de la fo variantes anatomoclínicas básicas de disar-
nación producidas por afectación de tria (1,4-6, 12):
la motoneurona inferior son; 1) Disartria flácida: se produce por afecta
• La hipofonía, caracterizada por una ción de las motoneuronas inferiores que
voz débil y monótona, que también inervan la musculatura del habla, locali
puede ser secundaria a afectación de zadas en los núcleos de los pares cranea
la musculatura respiratoria. les previamente descritos. El habla se ca
• La diplofonía, que se caracteriza por racteriza por ser nasal (cavernosa) y mo
la producción de dos frecuencias so nótona, y existen dificultades para pro
noras debido a diferencias en la vi nunciar inicialmente las consonantes lin
bración de las cuerdas vocales. guales (1, n, r) y posteriormente las labia
• La denominada “habla húmeda” o bur les (b, m, p, f, v), dentales (d, t) y gutu
bujeante, producida por acumulo de rales (k, g). Las frases son cortas y puede
existir diplofonía y “habla húmeda”.
secreciones en la orofaringe.
Puede existir una inspiración audible y
- Coup de glotte: se pide al paciente emisión nasal de aire, al no producirse co
que produzca un gruñido, para va rrectamente el cierre velofaríngeo. En la
lorar la fuerza de aducción de las exploración observaremos debilidad, atro
cuerdas vocales. fia y fasciculaciones musculares, espe
4) Otras pruebas: cialmente evidentes en la lengua.
- Habla contextual: se pide al paciente 2) Disartria espástica: se produce por lesión
que lea un párrafo, como el “pasaje bilateral de los tractos corticobulbares. Su
del abuelo”, para tener una muestra del causa más frecuente son las enfermeda
habla: des vasculares cerebrales. En este caso no
«¿Te gustaría saber todo sobre mi abue hay atrofia ni fasciculaciones en la mus
lo? Bien, tiene casi 93 años de edad, culatura, que es espástica y parética. Pue
aunque él cree que está tan bien como den asociarse otros signos de afectación
siempre. Se viste con un viejo abrigo piramidal como viveza de reflejos facia
negro, al que le faltan varios botones. les (maseterino, palmomentoniano, nau
Tiene una gran barba, lo que le con seoso) y falta de control emocional (cri
fiere un aspecto de gran respeto a sis de risa y llanto espasmódicos). El ha
todo el mundo que lo mira. Dos veces bla en este caso es áspera, forzada y len
al día toca hábilmente y con ánimo un ta, con un tono bajo. Las consonantes son
Tratamiento de los problemas de comunicación 407
que al percatarse de sus déficit específicos - Hablar más despacio (sobrearticular las con
les resulta más sencillo el uso de técnicas sonantes y prolongar las vocales) y va
compensadoras (4, 10, 18) (Tabla 1). riando la entonación. Aprender a mante
Inicialmente, cuando el paciente aún man ner un ritmo de respiración y de pausas
tiene ciertas capacidades comunicativas, la adecuado.
actuación estará encaminada principalmente - Utilizar la expresión facial y corporal pa
a preservarlas y sacarles el máximo partido, ra ayudar y dar pistas al oyente.
sobre todo preservando la energía muscular,
- Tener siempre a mano lápiz y papel, por
para posteriormente valorar la introducción
si fuera necesario en un momento dado.
de ayudas técnicas más o menos complejas.
He aquí algunos consejos sencillos y úti - No beber ni comer mientras se habla. Con
les para los pacientes en estas fases iniciales esta medida también se evitará el riesgo
(4, 6 ,7 , 10, 18, 20,21); de aspiración.
- Mantener una actitud tranquila y relajada - Tener en cuenta al oyente, pues de él de
a la hora de hablar, especialmente en los pende en gran medida el éxito del proce
casos en que predomina la espasticidad so comunicativo:
de la musculatura. En los pacientes con di- • Intentar que no se ponga nervioso por
sartria flácida, por el contrario, es mejor
creer que no va a entender lo que le dicen.
mantener una actitud más enérgica y
agresiva a la hora de hablar. • Prestar la máxima atención y mirar a la
cara del interlocutor.
- Procurar un ambiente silencioso.
• Hacer preguntas cuya respuesta pueda
- Utilizar frases más cortas, incluso tele
gráficas, eliminando las palabras innece ser “s f ’ o “no” , o bien ofrecer diferen
sarias. tes opciones.
Ambos modelos admiten modificacio 11) Sistemas basados en el EEG. Estos apa
nes para facilitar su uso a pacientes con ratos, auténticas “máquinas de leer el
pensamiento”, se encuentran aún en
dificultades motoras en las manos, y per
miten el almacenamiento y emisión de fase experimental. Con ellas se preten
mensajes pregrabados. Sus principales in de conseguir un sistema de comunica
convenientes son su relativa dificultad de ción válido para pacientes sin ninguna
manejo y su precio, teniendo en cuenta actividad motora, utilizando señales
que se trata de equipos que no se pueden cerebrales. Se basan en el conocimiento
de que el ser humano puede aprender a
alquilar.
regular ciertos componentes de su acti
vidad eléctrica cortical a voluntad, con
cretamente los potenciales lentos (slow
cortical potentials, SCP). Los SCP son
cambios de voltaje cortical con una
duración que varia entre unos cientos
de milisegundos y varios segundos, que
reflejan el nivel de excitabilidad de las
áreas corticales subyacentes. Tras un
entrenamiento prolongado el paciente
puede aprender a controlar el voltaje de
los SCP. Estas diferencias son poste
riormente transformadas en movimien
tos verticales u horizontales de un cur
sor en una pantalla situada frente ai
paciente, lo que le permite, con la
Figura 1. Canon communicator.
Tratamiento de los problemas de comunicación 41;
R ESUM EN
res faríngeos. De este modo la comida no y los líquidos se escapan de la boca; el proce
pasa hacia las fosas nasales (1, 5). so de comer se hace más lento y pesado.
Termina cuando el bolo llega a la porción El paciente nos contará que tiene más
posterior de la lengua. En ese momento dificultad con los sólidos, que se le quedan
no debería quedar alimento en la boca, y en la garganta (2). La debilidad de la lengua
se desencadena el reflejo troncoencefáli- produce dificultad para manejar el bolo y
co de la deglución (4). retrasa el inicio de la deglución (cuesta pasar
3) Fase faríngea: es involuntaria y consiste el bolo a la garganta). Además, algunas
en el transporte del bolo hacia el esófago. partículas de alimento pueden caer a la larin
ge, lo que provoca tos aun antes de tragar.
Para evitar que vaya hacia la vía aérea, la
A continuación aparece la clásica tos al
úvula debe elevarse y cerrar la rinofarin-
tomar líquidos, sobre todo agua a temperatu
ge. Se cierran las cuerdas vocales y la
ra ambiente. Se tiende a beber menos, con
epiglotis cubre la entrada a la laringe
peligro de deshidratación. Es preciso cam
para prevenir el paso del alimento a la
biar la consistencia de los alimentos. Una
vía aérea; se detiene el movimiento res
dieta blanda suele ser el primer consejo,
piratorio (5). La laringe está elevada,
pero pronto pasaremos a una dieta pastosa,
fuera del avance del alimento. Los movi
semisólida o líquida.
mientos peristálticos de la faringe des
Como la epiglotis no cubre correctamen
plazan el bolo; se relaja entonces el mús
te la vía aérea, tienen lugar microaspiracio-
culo cricofaríngeo (esfínter esofágico
nes repetidas (7). Se producen incluso des
superior).
pués de tragar, ya que la menor peristalsis
4) Fase esofágica; el reflejo de la deglución faríngea hace que se acumulen secreciones
inicia los movimientos peristálticos, que en las valléculas y los senos piriformes.
llevarán el bolo hasta el estómago. Pueden manifestarse sólo como disnea y
ronquera. También se observa regurgitación
nasal por debilidad del velo del paladar, o
TR A STO R N O S DE LA D EG LU C IÓ N
sólo una disartria y, por la noche, ronquidos
EN LA ELA__________________________
y apneas obstructivas (8).
Las dificultades para tragar son frecuentes Poco a poco la dieta oral se hace más
en la ELA. Puede ser el síntoma de presen complicada y penosa, y la ingesta es insufi
tación hasta en un 10% a 30% de los pacien ciente, por lo que ha de complementarse con
tes (6). A lo largo de la enfermedad, casi suplementos calóricos equilibrados. Puede
todos los pacientes van sufrir disfagia en llegarse a la aversión a la comida por miedo
mayor o menor medida. La pérdida de moto- al atragantamiento. La pérdida de peso aca
neuronas del córtex y de los núcleos de los rrea mayor fatiga y falta de ánimo. Es el
pares craneales V, VII, IX, X y XII lleva a momento de indicar la alimentación por
combinar debilidad muscular y atrofia con sonda. A través de ésta se aportarán la mayor
espasticidad, lo que provoca anomalías en la parte de las calorías y nutrientes, pero la ruta
fase oral y en la faríngea. La fase esofágica oral no estará vedada; la reservaremos para
es normal en la ELA. mantener el gusto por los alimentos más
Las primeras dificultades aparecen cuando apetecidos por el paciente, que así actuará
la comida queda alojada en los márgenes de la como un “catador” .
cavidad oral, por debilidad de la musculatura Algunos pacientes llegan a atragantarse
facial. La deglución aún es buena, pero existe con su propia saliva y deben adoptarse
dificultad para masticar. La saliva se acumula medidas para reducir las secreciones orales
Tratamiento de la disfagia. Atención nutricional 415
enfermedad. Como consecuencia, caen los datos son contradictorios, esto podría retra
parámetros antropométricos por la pérdida sar la aparición de mayor disfonía o disfagia.
de masa muscular y de grasa corporal. Es Existen distintos cambios posturales que
probable que las amiotrofias y la debilidad alteran las dimensiones de la faringe (Tabla
muscular impongan al músculo restante una 4). Para poder indicar una u otra deberá
mayor demanda para mantener la motilidad saberse con precisión dónde radica la difi
y, sobre todo, la respiración. Es evidente que cultad para tragar (10).
los pacientes con ELA presentan un estado Los logopedas enseñan maniobras deglu-
deficitario crónico de energía, pero no nece torias que conllevan cambios voluntarios
sitan suplementos hiperproteicos sino hiper- sobre alguno de los aspectos motores de la
calóricos y más cuanto más cerca estén de la fase faríngea (Tabla 5). El único inconve
fase final de la enfermedad. niente es que requieren un esfuerzo extra,
por lo que su utilización será más difícil en
los pacientes en fases avanzadas.
TRATAM IENTO DE LA DISFAGIA El aumento de tono en el músculo crico-
faríngeo de algunos pacientes condujo a rea
Por el momento las medidas que se reco
lizar intervenciones funcionales (miotomía
miendan son paliativas, ya que no existe un
del cricofaríngeo) (15). Tuvieron poco éxito,
tratamiento específico de estos síntomas.
dado que las alteraciones de la fase oral no
Al inicio del proceso de debilidad facial,
mejoraban. En estudios con técnicas de ma-
oral y faríngea, la rehabilitación puede nometría no se observaron signos de espas
mejorar la calidad de vida y retrasar la nece mo del esfínter esofágico superior; se con
sidad de nutrición enteral (26). Algunos au cluye que esta miotomía no es adecuada
tores preconizan la terapia miofuncional como tratamiento paliativo de la disfagia en
sobre cada músculo afecto, de forma tanto la ELA (9, 16). Sin embargo, otros grupos
activa como pasiva, insistiendo en la motili continúan utilizándola y ofrecen buenos
dad de los labios y la lengua (27). Aunque resultados, que incluyen un grado de satis
no se ha realizado ningún estudio y algunos facción de los pacientes cercano al 90% (17,
Barbilla hacia arriba Tránsito oral poco eficaz Aprovecha la gravedad para impulsar el bolo
Barbilla hacia abajo Retraso del reflejo de la deglución Amplía las fauces y estrecha la glotis
Barbilla hacia abajo Residuos en la base de la lengua Empuja la base de la lengua hacia la pared
posterior de la faringe
Barbilla hacia abajo Aspiración mientras se deglute Estrecha la laringe y desplaza la epiglotis
Tumbarse de lado Disminución de la faringe Elimina el efecto de la gravedad sobre el
residuo faríngeo
Rotación de la cabeza Residuo en seno piriforme Reduce la presión de reposo del esfínter
por disfunción cricofaríngea cricofaríngeo
Tratamiento de la disfagia. Atención nutricional
419
zadas hay un catabolismo neto, con aumento bebidas frías y las carbónicas son más fáci
de la demanda energética basal (sobre todo les de tragar (6).
para mantener la respiración) y depleción de Si consideramos la ingesta insuficiente,
músculo y de los depósitos de grasa (23). El añadiremos suplementos ricos en calorías
dietista debe intervenir para proporcionar pero sin excesivas proteínas, complejos vita
una dieta equilibrada, no hiperproteica, con mínicos y minerales. El papel del estrés oxi-
las calorías suficientes, incluyendo extras dativo en la patogenia de la enfermedad, así
para compensar la pérdida de masa corporal. como los resultados prometedores en mode
los animales, hacen recomendables los antio
M odifícaciones xidantes, entre los que destaca la vitamina E
en la consistencia de la dieta (34). Dado que es bien tolerada y relativa
mente barata, no es un problema utilizar dosis
A medida que aumenta la dificultad para
altas (15(X)-2000 mg/día), pero se necesitan
mantener la dieta habitual, se hace necesario
más datos sobre su efecto en la ELA esporá
modificarla. Primero insistiremos en mante dica y familiar. También se ha probado que en
ner una postura totalmente recta, comer des la ELA disminuye la densidad ósea, debido a
pacio y sin hablar hasta no haber tragado la inmovilización, la disminución del aporte
cada bocado. Se debe comer más a menudo de vitamina D y la falta de exposición solar
(cinco o seis veces al día) y cada toma ha de (35). Tendremos que prestar atención a estos
ser menos copiosa. factores para facilitar el calcio y, sobre todo,
La consistencia deberá ser pastosa. El pan la vitamina D necesaria.
es más fácil de tomar si se moja en leche, Algunos estudios demuestran un retraso
como en el tradicional desayuno a base de del vaciado gástrico, que puede ocasionar
“sopas”. La fruta y las legumbres pueden sensación de plenitud y mejorar con pro-
hacerse puré, o bien aplastarse con un tene cinéticos (cisaprida) (36).
dor. El pescado es más fácil de tragar que la
carne. Las natillas, los flanes y la leche frita A lim entación m ediante sonda entera!
aportan calcio y proteínas, pero además pro
porcionan muchas calorías en un volumen Llega un momento en que la hora de la
escaso. Los líquidos más densos, como los comida se convierte en un suplicio; hay que
zumos naturales con pulpa, son más sencillos hacer esfuerzos para no atragantarse y un
de tragar. Existen espesantes naturales, como almuerzo normal se hace interminable. Es
la gelatina o la harina de maíz, pero cambian imprescindible la intervención del dietista,
el sabor de los alimentos. Se pueden utilizar de manera coordinada junto con el logopeda
y el neurólogo. Se trata de “utilizar” el tubo
preparados farmacéuticos espesantes sin
digestivo y aprovechar íntegramente sus
sabor, para añadir a cualquier líquido o
funciones, manteniendo la flora y la integri
guiso. Deben evitarse los alimentos secos,
dad de la barrera gastrointestinal.
crujientes o excesivamente duros.
Existen dos métodos para la nutrición
Tomar los líquidos se hace más seguro a
enteral: la sonda nasogástrica y la gastrosto-
cucharadas o sorbiendo a través de una paji-
mía percutánea, bien endoscópica o radioló
ta. Esta última técnica obliga a “meter la
gica (37).
barbilla”, con los beneficios antes apuntados
(Tabla 4).
Sonda nasogástrica
Como inevitablemente se va a beber
menos agua, debe aumentarse el consumo En ocasiones se utiliza la sonda nasogástrica
de otros líquidos, frutas y verduras. Las para proporcionar alimentación enteral a los
Tratamiento de la disfagia. Atención nutricional 421
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424 J. Carbó y S. Rodríguez
G A S T R O S T O M IA E N D O S C O P IC A P E R C U T A N E A
J. Carbó y S. Rodríguez
R ESU M EN
posición semisentada, y fármacos procinéti- rar a los seis meses (19). Estos “botones”
cos. ha preconizado en estos casos la son fáciles de insertar, en la mayoría de los
yeyunostomía endoscópica percutánea, si casos no requieren control endoscópico y
bien su eficacia es discutida (15). son más confortables y estéticos que la
sonda de gastrostomía.
Además de la técnica de Ponsky-
D ESC R IPC IÓ N DE LA TÉC NIC A Gauderer por tracción hay otras menos utili
Previamente al comienzo de la prueba se zadas, como la de Sach-Vine. Se utiliza en
procede a la desinfección de la cavidad pacientes con esófago parcialmente obstrui
bucal con povidona yodada y a la adminis do, pues reduce el traumatismo producido
tración intravenosa de 1 g de cefazolina. por la sonda en la hipofaringe y el esófago
Asinnismo, 10 minutos antes se comienza a (20). Las principales diferencias con el
administrar O j mediante gafas nasales hasta método de tracción son que el alambre guía
el final de la prueba. Se controlarán la satu del kit es simple en vez de doble y la sonda
ración de O j y la frecuencia cardíaca por de gastrostomía se inserta en él a través del
medio de oximetría del pulso. esófago, el estómago y la pared abdominal
Se realiza en primer lugar una endosco- con técnica de Seldinger gracias a un intro
pia convencional para descartar una afec ductor de silicona rígida.
ción gástrica como varices o úlcera, que Para la técnica del introductor se utiliza
podrían dificultar la técnica, y ver asimismo una sonda de Foley que es insertada por vía
el punto de máxima transiluminación a percutánea directamente en el estómago por
través de la pared abdominal. Allí se realiza medio de una vaina que se introduce sobre
la punción de la cavidad gástrica, con técni una guía de alambre en J (21). Este método
ca estéril a través de la pared abdominal. requiere una única introducción del endos
Luego, por el catéter de punción se introdu copio. Está indicado especialmente cuando
ce una guía metálica que se exterioriza por una estenosis esofágica impide el paso de la
la boca y a la cual se enlaza la sonda de gas- sonda de gastrostomía convencional (22).
trostomía (2, 16).
A continuación se introduce por la boca RESULTADOS____________________ ___
hasta el estómago la sonda de gastrostomía
arrastrada por el alambre y se exterioriza el Si la realizan endoscopistas experimentados,
catéter hasta alcanzar un tope que contribu del 89% al 91% de las gastrostomías en-
ye a su anclaje en la pared interna gástrica. doscópicas percutáneas se efectúan con
Después de realizada la gastrostomía se éxito. Se han realizado estudios sobre la
comienza con nutrición enteral a las 24 influencia de esta gastrostomía en la evolu
horas. Se utilizará bomba de infusión conti ción de la ELA, observándose que, si bien la
nua, administrando cantidades y concentra mortalidad es similar a la del control duran
ciones progresivamente crecientes. Se suele te los seis primeros meses, posteriormente
administrar una dieta polimérica. Se revisará es inferior en el grupo de pacientes a los que
la gastrostomía a los 15 días y posterior se realiza la gastrostomía (23).
mente cada 2 ó 3 meses. Cuando la fístula Asimismo se ha demostrado un manteni
gastrocutánea está madura (17), se suele miento e incluso un aumento del peso en
reemplazar la sonda de gastrostomía por un este grupo, con mejoría de los parámetros
“botón” (17). El momento óptimo es discu nutricionales (aumento del índice de masa
tido. Hay autores que lo aconsejan a partir corporal y normalización de la albúmina en
de los tres meses (18) y otros prefieren espe sangre). Otros autores refieren que después
Anexo: Gastrostomía endoscópica percutánea 427
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A S IS T E N C IA R E S P IR A T O R IA
La asistencia respiratoria precoz a los pacientes con ELA mejora su calidad de vida y*-»
supervivencia. L a debilidad muscular que presentan estos pacientes determina la alte-;:
ración de los volúmenes y la mecánica respiratoria, con síntomas por hipoventilación '
alveolar dependientes de la intensidad de la debilidad del diafragma; La monitoriza „
- cióii de la función pulmonar debe realizarse desde el diagnóstico de la enfermedad, con
controles periódicos de la CVF y presiones musculares (PIM, PEM ). El soporte veriti-;>
latorio mecánico es eL único tratamiento eficaz de la disfunción respiratoria, acon-
fsejándose instaurarla desde sus estadios iniciales en función de la presencia de sííi’to- -'
mas respiratorios, acompañados o no de alteraciones gasométricas o de: pruebas
cionales. La ventilación mecánica dom iciliaria puede hacerse con acceso no invasor de • - *
la vía aérea (mascarilla nasal, BiPAP) o invasor (traqueostomía, respirador volumétri--^;,
co). Para conseguir buenos resultados con este tratamiento és necesaria una inform a-i 1
ción adecuada, así como la conformidad del paciente y familiares, además de la coia- ■?
boración de un equipo multidisciplinario. ¡ ; r ¡
la opinión del paciente y sus familiares, de- El control neurológico respiratorio de
bidaittente informados. pende de neuronas situadas en la formación
reticular bulbar (inspiración por el grupo
dorsal; espiración por el grupo ventral);
FISIO LO G ÍA RESPIRATORIA envían eferencias a las motoneuronas del
Los músculos respiratorios (Tabla 1) man asta anterior de la medula espinal, con
tienen el flujo de gases a través de las vías decusación en las pirámides. El grupo dor
aéreas. La inspiración consiste en un movi sal recibe eferencias inhibitorias de la for
miento de la caja torácica que aumenta su vo mación reticular pontina superior (centro
pneumotáxico) y excitatorias de la inferior
lumen, creando una presión negativa intra-
torácica. El 85% de las fibras musculares de (centro apneústico) (7).
los músculos inspiratorios son resistentes a
la fatiga. La espiración se realiza a través de A LTER AC IÓ N D E LA FU NC IÓ N
un movimiento pasivo permitido por las pro R ESPIRA TO R IA EN ELA____________
piedades elásticas del pulmón; los músculos
La debilidad muscular determina la altera
espiratorios intervienen cuando aumenta la
demanda ventilatoria. En la protección de la ción de los volúmenes y de la mecánica res
piratoria, que a su vez provoca el desarrollo
vía aérea participan los reflejos tusígeno, nau
de hipoventilación alveolar, ventilación no
seoso y de contracción de la vía aérea supe
homogénea y cambios en la relación ventila
rior y la faringe (5, 8).
ción/perfusión (V/Q). La consecuencia final
es la insuficiencia respiratoria hipoxémica e
lí ^ ^ ^ if r a s c u lo s respiratorios. hipercápnica (PaOj <60 mmHg, PaCO^ >45
mmHg) (Fig. 1) (9, 10).
Inspiración: Otras consecuencias de la ventilación cró
Diafragma (C3-C5; nervio frénico) nica con bajos volúmenes son la aparición
Intercostales paraestemales (D1-D7) de microatelectasias por alteración en la dis
Intercostales externos (D l-D ll) tribución de tensioactivo (11) y las infeccio
Escalenos (C4-C8) nes intercurrentes con neumonías secunda
E ste m o c leid o m asto id e o s
rias e insuficiencia respiratoria aguda (favo
(C1-C2; n e rv io a cceso rio esp in al)
recidas por tos ineficaz y acumulación de
Escapulares (serratos, elevador de la escápula:
secreciones). Después de un primer episodio
C5-C6)
de neumonía aspirativa el 50% de los pa
Trapecios (C3-C4)
cientes fallecen; la mitad restante lo hace tras
Pectorales (C5-C6)
el segundo episodio (12).
Espiración:
El deterioro de la función respiratoria pre
Intercostales internos (D I-D I2) senta una gran variabilidad individual (13),
Abdominales: transverso, rectos, oblicuos con progresión paulatina (14, 15) y sin co
(D7-L1) rrelación con el inicio de la clínica neuro
muscular en miembros superiores (16) o in
Protección de la vía aérea: feriores (8), pero sí con la presencia de alte
Faringe (pares IX, X, XII) ración bulbar (17) por mala protección de la
Laringe (par X, C 1) vía aérea. Se han descrito cinco patrones evo
Glotis (par IX) lutivos de deterioro en su historia natural (Ta
Lengua (pares XI, XII) bla 2) (18). Otros autores clasifican el dete-
Asistencia respiratoria 431
Debilidad muscular
h
Alteración en los
volúmenes en la elasticidad I ventllatorio centros respiratorios
Hipoxemia
Hipercapnia
rioro respiratorio en ocho estadios diferen vivencia en estos casos es malo y el estudio
tes, cada uno con distinta actitud terapéutica histológico muestra intensa pérdida de moto-
(Tabla 3) (19). neuronas en la medula espinal cervical (27).
En un 2% a 4% de los casos (4, 20) la Los síntomas secundarios a hipoventila
enfermedad debuta con insuficiencia respi ción alveolar (Tabla 4) dependen de la inten
ratoria rápidamente progresiva, por debili sidad de la debilidad diafragmática (28). El
dad diafragmática (21-26). Su diagnóstico primer síntoma suele ser disnea en decúbito
suele darse en la UCI, con el paciente en res supino y posteriormente ortopnea franca, res
piración asistida y sin información previa so piración paradójica, disnea diurna y clínica
bre su enfermedad. El pronóstico de super de insuficiencia cardiaca derecha.
432 J.L. Muñoz-Blanco. P. de Lucas Ramos y J.M. Rodriguez González-Moro
I O 90-110 90-110 O
n Mínima 80-95 65-90 +/-
III Ejercicio 60-85 <50 +
IV Al hablar 30-70 <25 +
V Constante <30 <15 ++ +
VI Sin ventilador <20 No medible -H--H +/-
VII Respiración ineficaz <10 No medible ++-H-H O
VIH Apnea O No medible O
- Control clínico: contar hasta 20 en una inspiración, tiempo de fonación ("ah'') en una espiración,
fuerza de la tos, frecuencia respiratoria
- CVF en sedestación y decúbito supino (caída <20%)
- PIM y PEM
- Otros parámetros funcionales: FEV,, VRE, VR, TLC, VVM
- Oximetría nocturna
- Según datos clínicos: gasometría arterial, radiografía tórax, gammagrafía pulmonar isotópica
VRE: volumen de reserva espiratoria; FEV,: volumen espiratorio forzado en un segundo; CVF: capacidad
vital forzada; VVM: ventilación voluntaria máxima; PEM: presión espiratoria máxima; PIM: presión inspira-
toria máxima;VR: volumen residual; TLC: capacidad pulmonar total.
Tabla
VRE: volumen de reserva espiratoria; FR: frecuencia respiratoria; CRF: capacidad residual funcional; CVF:
capacidad vital forzada; MMEF: flujo meso espiratorio; VVM: ventilación voluntaria máxima; Pdimax: pre
sión transdiafragmática máxima; PEF: presión espiratoria forzada; PEM: presión espiratoria máxima; PIM:
presión inspiratoria máxima; VR: volumen residual; TLC: capacidad pulmonar total; VT: volumen corriente.
El esfuerzo ventilatorio es eficaz en el miento. Una CVF alrededor del 50% puede
intercambio gaseoso con CVF >10-15 mi/Tcg asociar hipoxemia nocturna; con cifras <30%
y PIM-PEM >25 cmH^O, pero la tos es inefi aumenta el riesgo de complicaciones respi
caz para eliminar secreciones con PEM <40 ratorias graves. Una pendiente de caída rápi
(35). En pacientes con CVF >50%, los cua da de los valores de CVF, PIM y PEM (41).
dros de dificultad respiratoria aguda tienen su una disminución del cloro sérico (32) y un
origen en alteraciones distintas a la debilidad aumento en la PaCOj (42) se correlacionan
muscular de base, como por ejemplo un tapón con mala evolución por insuficiencia respi
mucoso bronquial (13, 28). La gasometría ratoria progresiva (75% casos) o neumonía
arterial, salvo en los casos anteriores, no es aspirativa (15%) (43, 44).
útil en el seguimiento periódico del paciente,
pudiendo mantener cifras de O, diurno nor
males hasta fases terminales (CVF <20%). ESTU D IO N EU R O FISIO LÓ G IC O
El descenso de los valores de CVF puede DEL SISTEM A RESPIRATORIO
ser lineal (36-38) o curvilíneo (39, 40), con El estudio electromiográfico del diafragma
caída más rápida cuando se acerca el falleci muestra actividad espontánea y potenciales
,, v l„ ñ „ ,-B l..c o . P. H. 1 .„cas Ramos y 3.M. Rodripuez G o n rfle z -M o a .
434
-
Inspirómetro de esfuerzo: ejercicios Medidas sintomáticas
durante 10 minutos, tres veces al día
1) Procesos intercurrentes:
(63). Su utilización está cuestionada
porque puede potenciar la aparición - Control de la hipoxemia en pacientes
con soporte ventilatorio o en fase ter
de fatiga muscular.
minal mediante oxigenoterapia.
- Drenaje postural (59); posición de Tren
- Tratamiento precoz y agresivo de los
delenburg (comprobar que el pacien
episodios de bronquitis, broncoespas-
te la tolera) con percusión torácica en
mo, neumonía aspirativa (flora oro-
decúbito supino, prono y ambos cos
fan'ngea) y cuadro de dificultad respi
tados; posterior aspiración de secre
ratoria secundario a aspiración (con
ciones. Está contraindicado si el pa
tenido gástrico).
ciente es obeso, toma dieta enteral o
no tiene vía aérea permeable. - Alivio de calambres musculares, fas-
ciculaciones, inmovilidad o dolor que
- Mucolíticos para aumentar la fluidez
aparecen durante el sueño.
de las secreciones.
2) Tratamiento de la disnea:
- Evitar fármacos que disminuyan la
humedad de las secreciones (tricícli- - La disnea es un problema difícil de con
cos, etc.). trolar en la ELA. En muchas ocasiones
no asocia criterios de insuficiencia res
3) Prevenir la aspiración:
piratoria; su origen puede estar en la
- Detección precoz por datos clínicos: pérdida de equilibrio entre la presión
tos durante la deglución, test de inges inspiratoria desarrollada con la ventila
ta de agua positivo (100 cc) (64). ción basal y la capacidad de generar
- M odificar las técnicas de deglución presiones inspiratorias máximas.
y cambiar la consistencia de los ali - Control de las causas reversibles: bron-
mentos. coespasmo, insuficiencia cardiaca, neu
- Aspirar secreciones con frecuencia y monía, hiperhidratación.
disminuir la secreción de saliva. - Medidas auxiliares: explicar el proble
- Gastrostomía percutánea; es aconse ma a los familiares para transmitirles
jable realizarla con una CVF >11 y tranquilidad; permitir su presencia
una PaCOj <45 mmHg (65). junto al paciente; colocar al enfermo
4) Prevenir infecciones respiratorias: de forma adecuada (elevar el tronco,
- Vacunación antineumocócica (66); su postura en extensión del cuello); fisio
utilidad es controvertida. terapia, paños fríos y mantener espa
cio libre a su alrededor.
- Vacunación antigripal (anual).
- Disnea intermitente aguda: loraze-
- Los pacientes con CVF <60% deben
pam sublingual (0,5-1 mg) o diaze
evitar el contacto con personas que ten pam rectal (2,5-5 mg), opiáceos inha
gan infección de vías respiratorias altas. lados (morfina 5 mg), midazolam i.v.
5) Mejorar la respuesta ventilatoria a la hi- (5-10 mg) lento, hioscina i.v., clor-
poxia y la hipercapnia: promazina i.v.
’ - Evitar la administración de fármacos - Disnea continua: morfina (2,5 mg/4
que disminuyen esta respuesta: anta horas y aumentar la dosis), codeína,
gonistas del calcio, aminoglucósidos, diazepam o midazolam (2,5-5 mg/noc-
esteroides, benzodiacepinas. tumo); asociar laxantes y antieméticos.
436 J.L. Muñoz-Blanco, P. de Lucas Ramos y J.M. Rodríguez González-Moro
No invasora
I. Presión negativa: no requiere acceso a la vía aérea
II. Presión positiva: mascarilla nasal, bucal
1. Volumétrica: Respiración de 250-500 mi (4-8 ml/kg), con presión variable
2. Soporte de presión: Control de presión a 8-20 cm H ,0, presión espiratoria final a 0-6 cmH^O
y volúmenes variables
2.1.BÍPAP: Presión inspiratoria de 6-14 cm H ,0 y espiratoria de 3-5 cm H ,0,
con volúmenes variables
Invasora
Presión positiva: traqueostomía
438 J.L. Muñoz-Blanco, P. de Lucas Ramos y J.M. Rodriguez González-Moro
"i.fi'
Tbbla 10. Comparación entre ventilación invasora y no invasonú'
ción dental, retención de secreciones, aspira Existen varios posibles mecanismos be
ción con el vómito, dificultad en la tos) y pér neficiosos de la ventilación no invasora;
dida de eficacia ventilatoria. revierte la insensibilidad a la hipercapnia,
La ventilación no invasora tiene ventajas disminuye el trabajo respiratorio y la fatiga
respecto a la invasora (Tabla 10) y es látil muscular, mejora la hipoxemia diurna, la
para la adaptación a un respirador antes de distensibilidad pulmonar y la estructura y
plantear soporte ventilatorio invasor perma calidad del sueño. Estos objetivos se alcan
nente. El 72% de los pacientes con ventila
zan manteniendo la saturación arterial de
ción no invasora se adaptan bien al sistema
>90% (pulsioximetría) y controlando las
(80, 89), incluso si se mantiene a lo largo del
cifras de PaCO^ (capnografía).
día, como ocurre en algunos casos (35, 80).
El tiempo que se tolera diariamente la mas
carilla nasal depende de la fuerza conserva Ventilación invasora
da en la musculatura bulbar, sin influir la
Es el patrón de referencia en ventilación me
disminución de la CVF (62, 90); el 25% de
cánica prolongada; los pacientes pueden al
los pacientes ventilados por este método lo
abandonan (55). canzar diez años o más de supervivencia (80).
Consigue una mejoría de los parámetros Se utilizan respiradores volumétricos (IPPB)
gasométricos, de la CVF y la PIM, y de la (92, 93). Sus desventajas dependen de la su
supervivencia (entre 6 y 64 meses) respecto presión de la vía aérea superior en el proce
a los pacientes no ventilados (62, 90, 91). La so respiratorio y en la fonación (Tabla 10).
relación coste-beneficio es especialmente bue En varios países occidentales, incluyendo Rei
na cuando se utiliza en el control de la hipo- no Unido (4), no se ofrece esta modalidad de
ventilación nocturna (8-10 horas diarias) (4). soporte ventilatorio a los pacientes con ELA.
440 J.L. Muñoz-Blanco. P. de Lucas Ramos y J.M. Rodriguez González-Moro
Pacientes con ventilación prolongada 10. Serisier, D.E., Mastaglia, F.L., Gibson, G.J. Res
piratory muscle function and ventilatory control
Los pacientes que han mantenido más de un
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TRATAMIENTO DEL PACIENTE
EN FASES AVANZADAS
A. Pou Serradell
ré t-
. ,,
~r
^
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^ -- -------------------------------- ----- . ' ....................... ............... w ,
■'^ 'A pesár-Hel interés por la ELA en l6s últimos años, el curso de la enfeimedaB'sigu^sieu^^
'®>do ineluctable y, por lo t^to, es iinprescindible que la posición frente á estadios’a^aS^'’
Wdos se base en protocolos que hoy por hoy no están bien éstablécidos. I^ Étí\iÍÓ*ffivofu^’
«fecra erestado cognitivo del paciente/ él neurológó decidirá bajó plena con fiáñ ^ ae”los
l i ’famiH^es más próximos'y ásaiinirá al paciente en su global forma d é 's e r r v a lt)^ el
it ampacto que sobre su estado psíquico y* afectivo genera la afectíón y ^soinéteiá' érpdder
informativo a la-“voluntad de saber'’. Las fases avanzadas-de la ELA com poitm ia deMi-'
? parición de cualquier actitud psicológica de defensa, entonces se hace impíésciiidiblé'el
soporte anfimco con ayuda famacológica, en la mayoría de casos a base déántideptóívos
¿> tricíclicos::La g^trostomía endoscópica percutánea evita compücáciones por aspiración y
;ír corrige e t deficitario aporte energético inherente a la propia enfermedad y*al'distress res--
V piratoiio.' En la£ fases avanzadas se ha de enseñar a toser ^ paciente y tratar Ik disnea con
benzodiazepinas ó derivados moifínicos. La ventilación mecánica se llevará'a cí¿ o áiite'el
■í.-ftac^o de estas medidas y siempre según deseos exphcitos del paciente'y-ifamiliares m&
próximos. No se trata de alargar una agoma sino de prolongar una vida.:Los equipos de
cuidados, paliativos ofrecen inestimable apoyo a familiares y cuidadores en las últimas
^ % es de la enfermedad, facilitando que transcurrran en el domicilio del paciente. í • < , :
mación, dar consejos y resolver aspectos medad específica de la ELA y que, por razo
técnicos (ya sean económicos, de modifica nes obvias, aquí no se va a considerar. Otra
ción de vivienda, bajas laborales, etc.). Sin fase en que el diagnóstico se halla en vías de
embargo, siempre será (o debería ser) el confirmación y que comporta una progresi
neurólogo quien, a lo largo de todo el curso va repercusión psicológica. Es preciso con
evolutivo de la enfermedad y disponiendo siderar esta fase, ya que el impacto psicoló
de la plena confianza del paciente y de su gico que se derive de ella puede condicionar
familia, informe y responda a las demandas decisivamente todo el curso de la enferme
que se le formulen, sin avanzar al paciente dad, con la consiguiente repercusión en las
informaciones que no le sean explícitamente fases finales. De cara a la repercusión psi
solicitadas; después deberá indicar las medi cológica que supone el conocimiento de la en
das terapéuticas paliativas en el momento fermedad y su diagnóstico definitivo, se pro
que crea más oportuno y en su caso la hos curará que el impacto para el paciente sea lo
pitalización del paciente; deberá, en suma, más atenuado posible, aunque éste exija una
erigirse en el auténtico médico de cabecera o información clara y veraz. En las primeras
en su caso en el consejero de éste, haciendo fases de la enfermedad se indicará la reco
valer su carácter de especialista idóneo nocida dificultad que puede existir durante
capaz de asumir plenamente el indefectible algún tiempo para establecer el diagnóstico
curso evolutivo de la afección y de tomar las definitivo, como así lo sugieren algunos tra
decisiones que crea necesarias. bajos. Por ejemplo, en un estudio de 60 pacien
El trayecto de un estado normal de salud tes con ELA (4) en que el tiempo medio para
a las últimas fases de la ELA constituye sin establecer el diagnóstico había sido de 12,3
duda todo un reto para la fortaleza espiritual meses, se observó que un 27% había sido ini
y psicológica del paciente. Si bien este tra cialmente mal diagnosticado. Nosotros (6)
yecto se presume emocionalmente doloroso también hemos demostrado varios aspectos
y a medio plazo terrorífico, con el franco so de la patología general en que los síntomas
porte del médico, cuidadores y familiares, el del paciente podían remedar los de una ELA
paciente puede enfrentarse a ello aunque, ob y las exploraciones complementarias o el cur
viamente, tal capacidad queda condicionada so evolutivo demostraban que no se trataba
por la idiosincrasia de cada paciente, su for en realidad de esta afección sino de otras cir
ma de ser y sentir, inherente a la personali cunstancias, algunas de ellas tributarias de
dad y condicionada por su bagaje educativo tratamiento eficaz (7).
y cultural. Independientemente de estos con Es obvio que la información al paciente
dicionamientos individuales (y para el enfo debe darse paulatinamente y nunca antes de
que práctico del mejor apoyo psicoafectivo que se considere suficientemente preparado
que en algunos casos puede ofrecerse al pa para recibiría, habiendo transmitido, en cual
ciente con ELA aun en fases avanzadas de quier caso, toda la información a los fami
su enfermedad) se revisarán algunos estudios liares más próximos o a aquellos que consi
(4, 5) sobre el perfil psicológico evolutivo deremos aptos para recibirla. Cuando se ha
que seguirían los pacientes con ELA, aso realizado este último proceder (información
ciándolos a la manera de dar a conocer el completa a familiares próximos) nuestra ex
diagnóstico definitivo. periencia, al igual que la de otros autores (8),
Gould considera tres periodos en la evo indica que a menudo no es necesario expli
lución del paciente con ELA; una fase pre car con detalle la enfermedad al paciente; la
via al diagnóstico con escasa o nula repercu experiencia nos enseña que va aceptando la
sión psicológica derivada de la propia enfer pérdida progresiva de sus funciones moto
450 A. Pou Serradell
ras, omitiendo, en general, preguntas aclara 10% a 16% de pacientes sobreviven más de
to r ia sobre el pronóstico a corto plazo u 10 años, independientemente de la edad. Se
otras precisiones evolutivas. U na clara procurará transm itir al paciente que su afec
información de tal proceso evolutivo se hará ción comporta una limitación estricta de
sólo cuando el paciente la reclame de forma estructuras nerviosas dañadas y sobre todo
explícita y con el consentimiento y asenti que otras permanecerán siempre indemnes,
miento del familiar más próximo. Llegado se le insistirá sobre los avances obtenidos en
este extremo, se transmitirá al paciente la el conocimiento de la ELA y que, si bien no
certeza de que no afrontará solo la enferme pueden deducirse de ellos procedimientos
dad, sino que estará siempre asistido. Se terapéuticos eficaces, sí que por lo menos
indicará que el curso evolutivo puede diferir abren nuevas esperanzas, al igual que los
del habitual, existiendo casos en que la ensayos terapéuticos basados en experien
enfermedad se ha prolongado varios años. A cias científicas que modifican o pueden
este respecto, nuestro caso 28 del estudio mitigar los mecanismos a través de los cua
epidemiológico sobre la ELA en Cataluña les se produce la degeneración de las neuro
(9), de 38 años en la actualidad (1998) e ini nas motoras.
cio de la enfermedad a los 20, vive [y pre Otros autores (11) han insistido en que
senta signos graves de afectación de las tres existiría una asociación entre ELA y un esti
motoneuronas (bulbar con avanzada atrofia lo de adaptación psicológico frente a la mis
lingual, cortical con intensa espasticidad de ma (que sería variable en relación con el
ambas extremidades inferiores, y espinal tiempo de supervivencia, siendo mayor el con
con máxima atrofia y arreflexia en ambas trol psicológico en pacientes con un tiempo
extrem idades superiores)], ha contraído evolutivo de enfermedad entre 1 y 2 años y
matrimonio hace tres años. El famoso caso menor en pacientes que llevan evolucionan
del físico nuclear Hawking sería otro ejem do menos de 1 año y más de 2 años), carac
plo de ELA de muy larga evolución. Ambos terizado por una fuerte tendencia a mantener
casos son de inicio relativamente juvenil, sin un alto grado de independencia, un gran
que ello presuponga que el curso prolonga dominio de la propia actividad, e incluso un
do se dé siempre en estas formas de comien rechazo consciente del malestar. No obstante
zo precoz. Otros casos en que la enfermedad este control se perdería en los últimos esta
se ha iniciado antes de la cuarta década no dios de la afección (5), en casos considera
han seguido, de acuerdo con nuestra expe dos en tercera fase con evolución superior a
riencia, un curso tan prolongado; un pacien los dos años. Para estos autores, la negación
te cuya enfermedad empezó a los 22 años de la enfermedad tendría una importante fun
(en forma de paraparesia espástica, tratada ción adaptativa, ayudaría a evitar la pérdida
durante meses como si de una esclerosis de relación con los cuidadores y enmascara
múltiple se tratara) ha alcanzado los 8 años ría la desesperanza y el pesimismo. Si bien,
de evolución, otros fallecieron a los 3-5 años por propia experiencia, consideramos que se
del inicio de la enfermedad y aún se podría da en muchos pacientes este “perfil psicoló
mencionar el caso de una joven de 20 años gico del paciente con ELA” cuya respuesta
cuyo curso evolutivo fue de año y medio o el psicológica positiva (especialmente en se
de un hombre de 26 años que falleció en gundo y tercer años de evolución) puede con
menos de 2 años, ambos con antecedentes de tribuir, y de hecho así lo hace en muchos ca
traumatismo (fractura de antebrazo en la sos, a enmascarar estados de depresión y de
joven y de calcáneo en el varón). Como seña desánimo, en otros pacientes no es así. En
la J. Pascual en su tesis doctoral (10), un algunos casos, se ha observado negación de
Tratamiento del paciente en fases avanzadas 451
la prevención de aspiraciones son las princi ello comporta no podría invertirse en otros
pales finalidades del tratamiento de la nutri aspectos sanitarios con mejores perspectivas,
ción en pacientes con ELA. La sonda naso- por lo menos en cuanto a pronóstico. Los es
gástrica constituye una buena medida a cor casos estudios sobre este particular muestran
to plazo. La gastrostomía endoscópica per- una disparidad de criterios según los niveles
cutánea (PEG) se erige en la técnica de elec- culturales y las costumbres de diferentes paí
' ción cuando se trata de ofrecer nutrición ses. En realidad la documentación sobre cómo
adecuada a largo plazo (16). Es fácil de se aborda el final de la vida en diferentes
practicar y de poco riesgo, siempre que la culturas es muy escasa (18). Ya se han indi
lleve a cabo un especialista. El momento de cado las preferencias en EE.UU. y Japón. En
su puesta en práctica puede ser crítico para Francia las decisiones en tales aspectos vie
el paciente y ser perjudicial en aquellos con nen condicionadas por aspectos legales, pro
capacidad vital reducida en más de 50%. La fesionales y por recursos comunitarios más
mayoría de los autores opinan que se tolera que por preferencias individuales. En algu
bien, es beneficiosa para la supervivencia y nos países los pacientes son sedados en los
que es preferible indicarla con anticipación últimos días de sus vidas, en parte para ali
(17). En nuestro hospital suele indicarse viar el sufrimiento y en parte para aliviar la
antes de que la disfagia sea demasiado conveniencia de exponer y discutir el diag
importante, procurando que siempre sea lle nóstico y el pronóstico con el propio pacien
vada a cabo por el mismo gastroenterólogo y te (19). En nuestro ambiente hospitalario se
que haya una valoración previa y de la insu ha prolongado la vida con ventilación mecá
ficiencia respiratoria al objeto de poder, en nica a largo plazo hasta un año o más, con el
un futuro próximo, desarrollar un protocolo paciente ingresado en la UCL En ningún mo
que permita precisar el momento de la acti mento se ha sugerido la hipotética descone
tud intervencionista. xión ventilatoria. A un paciente le era posi
En los últimos estadios de la enfermedad ble salir de la UCI y en la propia camilla o la
han de seguir respetándose los deseos del pa silla de ruedas dar algunos breves paseos. En
ciente, aunque éste haya perdido todo grado algún otro caso, el afán de sedación ante un
de autonomía. No se trata de alargar una conflicto ventilatorio progresivo llevó a un
agonía, sino de prolongar una vida. Si el pa desenlace fatal antes de que se instituyera la
ciente ya necesita frecuente atención duran ventilación mecánica a largo plazo. No obs
te el día y los familiares más próximos que tante, en la mayor parte de casos, con o sin
habitualmente están a su cuidado precisan se ventilación mecánica domiciliaria, con o sin
guir trabajando, se recurrirá a vecinos, pa gastrostomía endoscópica percutánea, prefe
rientes u otras personas que puedan dar al rimos, y la mayor parte de los pacientes y
paciente alimento, bebida o ayuda miccional. familiares así lo desean, que el enfermo per
Los servicios sociales, asistenciales, o priva manezca en el hogar el mayor tiempo posible.
dos pueden hacerse cargo de su cuidado du Los equipos de cuidados paliativos (PADES)
rante las horas en que los familiares no pue facilitan en muchos casos la presencia del pa
den estar presentes. Deben considerarse los ciente en su domicilio, donde sus familiares
aspectos éticos y judiciales derivados del efec hacen que se sienta en todo momento acom
to que cualquier decisión individual tiene pa pañado. Importa evitar el agotamiento no tan
ra la sociedad. Aunque resulta obvio que todo to del paciente sino de los cuidadores y aten
paciente con ELA ha de ser sometido a tra der a los recursos sanitarios disponibles. De
tamiento paliativo para prolongar su vida, la todo ello se hace mención en el libro de Cop-
sociedad puede cuestionarse si el gasto que perman Dying at home: Care o f the family.
454 A. Pou Serradell
^.RESUMEN
Se describe la necesidad de ayudar al enfermo d e^ E L ^ Y j^a^ ^u fra^ ^ en ^ l^
* e s t é pr 9 cero y mortal, l i enfem edád jr o ^
'■?ímpactb psicológico tanto.en el que la padece como^enjloi que, están^iCCTca p^erite^^^^^
^^presentándose una serie de'réacciones emocionales’.q u e ^ e n ^ d ^ " reajústes _y p^^^ . ^
•’' í cuáles;!va ¿ser'necesarid intervénir;itender y dar apoyo,enicKÍqn^^^
' ‘“ém ocioná'es'ayudar a la iinidad fámiliar a afrontar.Iaenférniédád;intentándo’cbnM '■
■*‘'‘bTenet)ar ps^^^ El a ^ y o no puede darse sólo coaóm a persona y desde‘una sola
" ■‘áreársm o que tiene'que cubrir distintas n e c e s i d a d e s psicosociales; tarea a re a liz ^ por m
equipo interdisciplinario formado por médicos, psicólogos, físioterapéutas, t e r a ^ ú ^
' ocúpacióiiálés, die'tistas, logopedas, trabajadoras spci^es, voluntarios y f ^ U a . E l ^ ü i - -
,, po interdisciplinario propwrcioria apoyo emocional escuchando, e n te ^ ^ e^mfor
“mando, permitiendo la expresión dé las emociones, ayudando a a fro n tó y cbnftontar los
• miedos, las preocupaciones y las necesidades con. minchó tactp y respeto.^Hay^^ue
, en cüentá que el concepto de enfermedad y muerte está xgacionadoj:on cu
'' ceso de cambió que Ueva como consecuencia uña rüptüíia'y un adiós a ^ g b . Cada día es :,
un ádiósv esto es una realidad nunca tomada en curato y ,que se hace consciente cuando ^
uno tiene que prepararse para una enfermedad irreversible cbino la j E ^ . . ......
al rechazo, a ser una carga, a perder la auto- de inseguridad, angustia, insatisfacción, sor
nomfa. Sus preocupaciones se focalizan en presa. El sufrimiento, el rechazo y el pánico
las despedidas, separaciones, aspectos eco social que provoca la ELA se tienden a pro
nómicos, hijos, trabajo. Van sintiendo la pér yectar negativamente en la aceptación y el
dida de la fuerza, la salud empeora, sus ex afrontamiento de la enfermedad, ya que exis
tremidades se van atrofiando, empiezan a de ten prejuicios sociales que estigmatizan a los
pender de los demás, sienten que pierden el pacientes y les inducen conductas de miedo,
control de su vida, su papel dentro de la fa soledad, ansiedad y de inadaptación ante la
milia o en el trabajo, sus amigos empiezan a enfermedad y la vida (3).
desaparecer, la familia se aleja, no pueden rea Las experiencias y conductas de dolor
lizar sus pasatiempos, sus actividades coti pueden controlarse en la praxis médica con
dianas, el lenguaje verbal se hace cada vez relativo éxito. No así las causas y manifesta
más ininteligible (1). ciones de sufrimiento, cuya etiología es más
¿Qué está pasando? La persona se en compleja y su tratamiento desborda los lími
cuentra dentro del proceso de una enferme tes de la medicina tradicional, a la que social
dad que desconoce, que no puede controlar y profesionalmente se le atribuye una fun
y, si tiene alguna información de ella, es que ción preventiva y curativa de la enfermedad.
se trata de una enfermedad discapacitante, sin De acuerdo con Chapman y Gravin, se pue
vuelta atrás. La ansiedad del paciente tiende de definir el sufrimiento como “un complejo
a ir en aumento, presentando conductas de estado afectivo, cognitivo y negativo, carac
mayor vulnerabilidad y mucho sufrimiento terizado por la sensación que tiene un indi
frente a esta situación límite. viduo de sentirse amenazado en su integri
Se sabe que las conductas del dolor/sufri dad, por el sentimiento de impotencia para
miento tienen como objetivo prioritario po hacer frente a dicha amenaza y por el agota
ner al hombre en estado de alerta en lo psi- miento de los recursos personales y psicoso-
cosomático y atraer, en gran medida, la aten ciales que le permitirían afrontar dicha ame
ción, la ayuda, la asistencia y el consuelo. Las naza” (4). El sufrimiento entra en el ámbito
personas que sufren esperan que los demás de las percepciones internas, en el mundo de
los comprendan y ayuden en su situación lo psicosomático y de lo psicogénico, en lo
penosa e indigente. En el fondo de la natura mental y lo afectivo/emocional. El sufrimien
leza humana se hallan la fragilidad, el dolor to es una experiencia sensorial, afectiva y
y el sufrimiento, realidades que la sociedad emocional desagradable, experimentada por
del bienestar trata de ocultar, rechazar o sos la persona ante situaciones que implican do
layar. Sin embargo, en el desarrollo del ciclo lor, temor, estrés, ansiedad, pérdidas signifi
vital humano surge el inevitable encuentro cativas y perturbaciones psicopatológicas de
con las polaridades, de lo positivo con lo ne la personalidad (5). “No todas las personas
gativo, de la salud y la enfermedad, el bie que padecen dolor sufren, ni todas las que su
nestar y el malestar, estímulos que pueden y fren padecen dolor.” Dolor y sufrimiento no
deben abordarse (2). son términos sinónimos. Las personas sufren
Consecuentemente, las causas del sufri cuando el origen de sus malestares es desco
miento pueden estar localizadas o ser de ín nocido.
dole difusa, aunque por lo general son de ca Un paciente con ELA que sufre con su
rácter multidimensional. No siempre se ver- enfermedad nos pide, sobre todo, que se le
balizan. Las respuestas emocionales, las ex trate como a una persona, quiere sentirse es
presiones corporales y la comunicación no cuchado, respetado y valorado. El deseo de
verbal pueden denotar estados emocionales una vida agradable no desaparece en este en
Asistencia psicológica 457
dad progresiva de los músculos, que se ma dad de tener más control para persistir y
nifiesta en la incapacidad para articular pala superar la enfermedad. Con el paso del tiem
bras, los problemas para comunicarse, la de po sin conseguir la cura, el lugar de control
glución, la debilidad en la respiración, la falta ha cambiado hacia la percepción del control
de destreza manual y la dificultad en la mar externo, moviéndose más hacia la creencia
cha. A causa de esta relativamente rápida de existencial o espiritual.
clinación en las funciones motoras, se pro Para el paciente afectado por una debili
duce un complejo conjunto de reacciones dad o discapacidad, es habitual experimen
psicológicas y emocionales. No es sólo el pa tar cambios en las relaciones sociales. Un in
ciente el foco de esta reacción emocional, dividuo que no pueda mantener una activi
sino que los miembros de la familia y otros dad física, incluyendo un trabajo profesio
cuidadores están expuestos a los desafíos emo nal, deberes en casa, o aspectos básicos co
cionales de tratar con la ELA. mo peinarse, vestirse o comer, pérdida de las
Los pacientes de ELA presentan las mis habilidades en la comunicación escrita o ha
mas características, el mismo perfil psicoló blada, puede sufrir una significativa depre
gico que un paciente con otras enfermedades sión o “pérdida de control”, con grandes
neurológicas o de otro tipo (cáncer, sida, es dificultades emocionales (10). Todo depen
clerosis múltiple). No se puede hacer distin de del tipo de paciente (personalidad, grave
ción cuando se considera la presencia de dad, actitud, carácter).
psicopatologías, depresión, ansiedad y otros La depresión puede ser la consecuencia
mecanismos de defensa. de una discapacidad física. Ésta puede em
Un estudio reciente (8) ha revelado que peorar las funciones físicas, cognitivas y so
los factores psicológicos pueden ser impor ciales en pacientes con una enfermedad co
tantes para predecir el tiempo de superviven mo la ELA (11). Frecuentemente la depre
cia del paciente. Algunos pacientes manifes sión en la ELA se produce como reacción a
taban tener menos resistencia a la enferme una presión interna. Esta depresión reactiva
dad y un menor tiempo de supervivencia si es el resultado de una respuesta a la enfer
mostraban con gran evidencia el seguimien medad. La depresión puede surgir después
to de factores que representan sufrimiento del diagnóstico inicial de la ELA o como
psicológico: depresión, desesperanza, estrés, ajuste a su nueva situación de pérdida. Pue
menor control percibido sobre el cuidado de den aparecer síntomas como tristeza, irrita
la salud y carencia de expresiones de enfado. bilidad, desesperanza, insomnio. Los esta
El riesgo relativo de morir en pacientes con dos depresivos con síntomas graves afectan
sufiimiento psicológico fue significativamen las actividades sociales y laborales, con alte
te mayor que en pacientes con un buen esta raciones significativas en el sueño, el apeti
do psicológico, incluso cuando era posible to, la digestión y mucha preocupación por el
controlar los factores de confusión como la futuro.
edad, la duración de la enfermedad y su gra Gould (9) publicó que, mientras que sus
vedad. series de 40 pacientes de ELA mostraron
Gould (9) explica en su estudio que, en disparidad, sólo el 22% respondió al diag
un primer momento, los pacientes hacen car nóstico de depresión clínica.
go de su enfermedad al medio, se ven como Finalmente, en un estudio reciente publi
beneficiarios del cuidado médico externo. cado por McDonald (12), el 60% de 144 pa
Durante el primer año sin cura, los indivi cientes había mostrado alguna evidencia de
duos cambian su lugar de control a signifi depresión. De acuerdo a mi experiencia con
cados más internos, expresando su necesi estos pacientes, la depresión se presenta de
Asistencia psicológica 459
forma menos significativa que los procesos Una enfermedad con las características
ansiosos. de la ELA produce un desequilibrio a causa
La ansiedad, una depresión suave, puede de la percepción de sentirse paralizado y la
formar parte de una apropiada respuesta a la evaluación de la carencia de recursos, mani
aceptación del diagnóstico de ELA. La festándose un alto grado de estrés. Las res
ansiedad surge cuando el paciente se enfren puestas emocionales, cognitivas y conduc-
ta a la mayoría de los cambios en la capaci tuales se presentan de forma desadaptada.
dad funcional y en el estilo de vida. Del Se da un aumento excesivo de necesidades
mismo modo suelen aparecer ataques de personales y una disminución de los recur
pánico, caracterizados por síntomas que in sos. Es fundamental, en la medida de lo po
cluyen dificultad en la respiración, palpita sible, disminuir las percepciones de amena
ciones, vértigo, temblor, sudoración, náuseas, za y fortalecer los recursos tanto internos co
entorpecimiento, picores, dolor en el pecho mo externos.
y miedo a no tener ningún movimiento físi En toda enfermedad grave, si junto a la
co, a quedarse totalmente paralizado, miedo sensación de amenaza para la propia vida y
a estar solo, terror a la asfixia, miedo a no la integridad de la persona aparece la per
poder comer, miedo a la muerte (13). cepción de falta de control, surge el sufri
El fenómeno de la autotortura ofrece una miento. La desesperación que sienten los pa
gama inacabable de variaciones. Se ponen cientes destruye su Yo, en un vano intento de
hacerse autosuficientes. Es muy difícil con
obstáculos en el camino, se padece de agra
trolar un proceso que no se conoce, no se
vios y terrores imaginados, hay amenazas del
acepta y lo único que se desea es que jamás
propio enfermo. Invocación de imágenes del
hubiese existido (14).
pasado, se escogen minucias de realidad pa
El profesional sanitario tiene una gran
ra confirmar desolación y sufrimiento (14).
oportunidad para facilitar apoyo en este sen
No se observa dolor como síntoma de la en
tido. Los pacientes necesitan y piden ayuda
fermedad, pero sí ocasionado por la inmovi
sobre todo a sus médicos, no sólo clínica
lidad, deformidad, atrofia, posturas y, proba
mente sino también apoyo, información y
blemente, por cambios importantes intrínse
orientación para superar los momentos críti
cos causados por la enfermedad dentro del
cos. Es deber del médico empatizar con su
propio sistema nervioso. paciente, no abandonarle y ofrecerle soporte
emocional. Para ellos es una tarea muy difí
APOYO PSICOEMOCIONAL cil; normalmente su misión es curar, dar
buenas noticias, prolongar la vida; cuando
El reconocimiento de factores psicológicos se trata de un mal pronóstico, las cosas cam
en los afectos de ELA se ha convertido en bian mucho (15).
una parte de creciente importancia a la hora Para afrontar el sufrimiento es necesario
de establecer un modelo de conducta especí escuchar, dialogar y observar al paciente,
fico con estos pacientes. Reconocer las pre analizar las actitudes de los otros hacia el
ocupaciones de los enfermos, contenerlas, en enfermo y el nivel personal de soportabili-
tenderlas, compartirlas y ayudar a su restitu dad de la enfermedad. Hay que evaluar los
ción es, en sí mismo, de gran ayuda. Como estados psíquicos y el posicionamiento del
hemos dicho, cuando no es posible curar es paciente ante las amenazas futuras y la posi
de igual importancia seguir cuidando. El aban ble desintegración de su persona.
dono sólo puede incrementar el dolor emo Un mismo acontecimiento, con similar
cional. intensidad de un síntoma o de una sensación
460 M.T. Salas y M. Lacasta
milia se encuentra rodeada de muchas per darle soporte emocional, con qué recursos
sonas que, por lo general, opinarán que hay sociales, físicos, humanos se cuenta para pa
que guardar el secreto para evitar malos ra liar la enfermedad y cómo manejar sus pro
tos al paciente (18). pias emociones. Son numerosas las reaccio
Entre las muchas formas de morir sin nes emocionales intensas que acompañan a
compañía, una de las más molestas y solita dichos cambios: ansiedad, rabia, indefensión,
rias es aquella en que se oculta al enfermo su temores, miedos, depresiones. La familia asu
situación. A pesar de que los seres queridos me la problemática del enfermo más que la
se encuentren presentes a la hora de la muer suya propia. Sufre con el enfermo y por el en
te, permanecerá solo y aislado con el secre fermo. Tiene una sobrecarga física, psicoló
to, o más bien la sospecha de una realidad gica y social que no existía antes de la enfer
que ya intuía. medad.
Los propios moribundos soportan la res- Moro (19) llega a la conclusión de que
ponsa;bilidad en un engañoso intento de no los cuidadores de referencia de los pacientes
herir a aquellos cuya vida se encuentra en terminales suelen mostrar signos de inesta
trelazada a la suya. Muchas veces, quizás sin bilidad emocional e irritabilidad y requieren
darse cuenta y con la mejor intención, se cae incluso mayor necesidad de ayuda psicoló
en uno de los peores errores que pueden co gica que los propios pacientes. Un 68% de
meterse durante la enfermedad terminal. To los cuidadores se siente deprimido, en espe
da la familia, incluido el enfermo, contradi cial las madres y las esposas.
ciendo sus principios de vida en común has Desde siempre la familia se ha hecho car
ta ese momento, deciden de manera equivo go de los cuidados de cualquiera de sus miem
cada que es importante protegerse unos a bros enfermos; su éxito depende en gran
otros de la aceptación abierta de una verdad
parte del apoyo proporcionado. La familia
dolorosa, en vez de intentar lograr una parti
es la principal ayuda para el enfermo, la
cipación final que podría conducir a un con
principal receptora. El modo en que la fami
suelo perdurable e, incluso, de añadir algo de
lia reacciona, se enfrenta y afronta la situa
dignidad al angustioso hecho de la muerte.
ción va a repercutir de forma importante en
Así, el enfermo se preocupa por los familia
el bienestar o malestar del enfermo. La fami
res y éstos por aquél, seguro cada uno de que
lia es un potencial agente de salud, de gene
el asunto es demasiado grave como para que
ración y transmisión de medios y recursos,
el otro lo soporte. De modo que se crea la
para afrontar la crisis y los cambios vitales.
vieja escena que tan a menudo proyecta una
La familia se halla en una situación espe
sombra sobre los últimos días de vida de una
cialmente difícil:
persona mortalmente enferma: los familiares
saben, el enfermo sabe, los familiares saben - Debe afrontar una pérdida afectiva más o
que el enfermo sabe y el enfermo sabe que los menos inminente (duelo) y al mismo tiem
familiares saben. Y sin embargo se instaura po está en contacto continuo con el sufri
una conspiración de silencio, una farsa hasta miento.
el final, que priva a unos y otros de un inter - Debe aprender a manejar los miedos y emo
cambio de afectos y un crecimiento mutuo. ciones del enfermo, así como los suyos.
Con la ELA aparecen numerosos cambios
- Se enfrenta con cambios en las relacio
en el núcleo familiar a los que hay que adap
nes, responsabilidades, nuevos roles.
tarse rápidamente, sin que suela estarse pre
parado para ello. Hay desconocimiento so - Suele presentar un desconocimiento de re
bre cómo atender al enfermo, hablar con él. cursos físicos, psicológicos y sociales ade-
464 M.T. Salas y M. Lacasta
te dolorosa, la soledad en el momento de mo tiene que prepararse para un proceso en una
rir y muerte por asfixia. enfermedad irreversible.
El paciente presenta una trayectoria en su El modelo de Lazarus (Lazarus, Folk-
devenir hacia la muerte. Pattison ha estudia man, 1969) menciona que el estrés psicoló
do con detenimiento las fases y las crisis que gico se produce cuando el individuo percibe
el paciente experimenta una vez que conoce como amenazante cualquier elemento del me
la malignidad de su enfermedad: crisis dio y evalúa que los recursos que posee son
aguda, crisis crónica vivir-morir, crisis ter insuficientes para hacerle frente. Si, por el
minal. Dichas fases provocan que la persona contrario, ante una sensación de amenaza
se integre o no al proceso. Kubler Ross (20) percibe que tiene los suficientes recursos
apunta como estadios: negación, ira, pacto, (personales, familiares y sociales), tendrá un
depresión y aceptación (no son lineales). buen morir y, en última instancia, se rehabi
Sporken habla de ignorancia, inseguridad, litará el sentido apropiado e íntimo del morir
negación implícita, información, negación digno y personal.
explícita, rebelión, regateo, depresión y El duelo empieza a elaborarse desde el
aceptación de la muerte. Rodabough hace momento en que se tiene conciencia de la
pérdida (diagnóstico-pronóstico). El apoyo
hincapié en los atributos de la personalidad
psicoemocional en esta área va a facilitar la
del moribundo que inciden en la alternancia
adaptación a la nueva situación, alcanzando
de las fases. El último modelo utilizado en la
el máximo bienestar posible para tener una
actualidad es el de Stedeford, modelo circu
buena muerte.
lar que sigue la propuesta de Kuber Ross con
Wallston, Burger, Smith y Baugher han
las siguientes variaciones: crisis del conoci
acuñado el concepto “calidad de muerte” con
miento, shock-paralización, negación psicoló
once elementos que describimos a continua
gica, rabia, pena- aflicción, aceptación. De la
ción:
pena se puede pasar a la negación activa-
desviación de la atención y luego a la acep - Estar en el lugar deseado.
tación, o de la pena a la resignación y luego - Ser físicamente capaz de hacer lo que se
a la aceptación, regresando el paciente al ini desea.
cio: crisis del conocimiento. - No padecer dolor.
Las personas (tanto paciente, familiares - Sentirse en paz consigo mismo, con Dios...
como cuidadores) necesitan prepararse en el
- Participar en las actividades diarias habi
terreno práctico y en el emocional. Hay que
tuales.
considerar que la principal fuente de sufri
miento es la pérdida de una persona afecti - Ser capaz de permanecer en el hogar
vamente importante y, por la propia desapa tanto tiempo como desee.
rición del mismo enfermo, es decir el duelo, Y en menor medida:
atender a estas personas es una tarea delica - Morir dormido, sin conciencia.
da y de gran importancia para la salud men - Sentirse en plenitud de facultades men
tal. Un buen afrontamiento va a conseguir tales.
aprender a vivir el presente, vivir más cons
- Poder completar alguna tarea que consi
cientes del tiempo que se tiene de vida, en
dere importante.
frentarse a nuevos retos y aprovechar los re
cursos con los que se cuentan. Cada día es un - Ser capaz de aceptar la muerte.
adiós, esto es una realidad nunca tomada en - Vivir hasta que ocurra un acontecimiento
cuenta que se hace consciente cuando uno que considere crucial.
466 M.T. Salas y M. Lacasta
Los instrumentos para conseguir los ob - Calidad de vida es la valoración subjeti
jetivo^, antes mencionados y facilitar el pro va que el paciente hace de diferentes as
ceso de adaptación a su nueva situación, pectos de su vida en relación con su esta
alcanzando el máximo bienestar posible y do de salud. La diferencia fundamental es
una buena muerte, son: que el término calidad de vida está cons
- El control de síntomas. tituido por aspectos que poseen cierto gra
do de estabilidad y cuya suma algebraica
- Una buena comunicación.
nos suele proporcionar un índice global, el
- El soporte emocional. cual no tiene por qué coincidir con el
- La resolución de problemas. grado de bienestar que está experimentan
do el paciente en un momento dado.
Para el buen uso de tales medios (espe
cialmente de los tres últimos, ya que el pri Se habla más de calidad de vida cuando
mero es competencia primordial, aunque no se trata de enfermos crónicos y de bienestar
exclusiva, de médicos y enfermeras), la ac cuando se trata de enfermos terminales (22).
ción del psicólogo, directa o indirectamente, La calidad en el morir está condicionada
constituye una pieza fundamental. Incluso por variables tan dispares como la edad, las
en el control de síntomas es preciso tener en creencias, los roles sociales y las actitudes
cuenta, además de la dimensión biomédica, ante el dolor/sufrimiento. Además existen co-
la influencia de los factores psicológicos en factores sociales que incitan al bienestar,
la posible aparición y mantenimiento de consumo y comodidad que chocan frontal
algunos síntomas por parte del paciente y el mente con el proceso de morir, que implica
control de los síntomas emocionales. Es tan malestar, dolor y desgarros.
negligente no calmarle los dolores con una Dentro de los criterios de calidad en la
analgesia suficiente como dejarle que sufra vida-muerte se hallan los niveles de satisfac
innecesariamente de miedo, tristeza o confu ción y bienestar físico-mental en función de
sión mental (21). que las necesidades y los deseos se satisfa
La calidad y la dignidad en el proceso de gan dentro de un marco referencial concreto.
morir se fundamentan en el diálogo y en una La muerte saludable y digna se relaciona
información adecuada, oportuna, soportable con la vida saludable. Sucede cuando el mo
y en el momento justo. Una información con rir es apropiado y la interacción del paciente
gruente sobre la enfermedad y los posibles con la familia y los sanitarios es de mutua
tratamientos produce en los enfermos mayor confianza, existe control del dolor y no hay
satisfacción, mejor control de la enferme excesivo intervencionismo exterior.
dad, restaura la autoestima y provoca una su En el II Congreso de Cuidados Paliativos
perior cooperación. La toma de decisiones (mayo 1998) M arian Lacasta decía: “A
requiere información previa veraz, adulta, pro nadie le gusta morir. No hay ninguna perso
porcional a la situación y que no quite la es na que no quiera vivir un día más, excepto
peranza. aquellos que por circunstancias determina
Para poder hablar de los términos bienes das sienten que morir es lo único que los
tar y/o calidad de vida habrá que definirlos: podría liberar de su sufrimiento”.
- Bienestar es la sensación global de satis Cuando se pierde la fuerza suficiente
facción o alivio de las necesidades físicas, para vivir (falta de respiración, incomunica
psicoemocionales, sociales y espirituales ción verbal, parálisis en los miembros supe
que experimenta un enfermo de forma in riores e inferiores e incapacidad para mo
termitente, continua o esporádica. verse, ningún control de la salivación) apa
Asistencia psicológica 467
rece el drama de la vida, la mente de esa per El equipo que se va a hacer cargo de la
sona se decanta a favor de la muerte, la deci atención integral, individualizada y conti
sión de prolongar su vida artificialmente per nuada de los enfermos con ELA, recibe el
tenece al paciente. nombre de equipo de soporte. Consta de in
Nuestra labor es restablecer la emoción; tegrantes con una vocación y formación es
los psicólogos, como equipo de apoyo, de pecíficas, siendo su objetivo básico terapéu
ben animar al paciente a vivir lo mejor posi tico la consecución de la calidad de vida y
ble, pero respetando en último término su “li bienestar tanto en el enfermo como en la fa
bertad para morir”. El respeto a la vida que milia. Este objetivo se consigue mediante el
da superado por el respeto a la persona que control de síntomas, el soporte emocional, la
quiere morir con dignidad. No es la duración atención social, la rehabilitación fi'sica, el acom
de la vida lo que importa sino su calidad. pañamiento, etc. Gracias a estos profesiona
La calidad de vida/calidad de muerte de les, el enfermo podrá elegir dónde quiere
los pacientes debería ser evaluada por los morir, ya que tanto él como su familia es
mismos enfermos y no sólo por los sanita tarán atendidos de forma correcta y adecua
rios o por la familia. La calidad en el morir da a sus necesidades.
está en relación directa con la información, El equipo interdisciplinario de soporte de
la comunicación, la atención y la prepara bería estar constituido por médicos (neuró
ción profesional y humana que el paciente logo, médico de familia, neumólogo, gastro-
percibe. Los protagonistas principales deben enterólogo, foniatra), psicólogo, enfermera,
ser el enfermo y la familia, para que puedan fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, dietista,
participar activamente en la toma de deci logopeda, trabajador social, voluntarios, asis
siones y en el afrontamiento de los procesos tente espiritual. La familia, además de for
terminales. mar parte de la unidad asistencial, debería
El paciente que muere pierde el mundo, formar parte del equipo.
la familia pierde al paciente, se crean heridas La metodología de trabajo en equipo im
profundas de sufrimiento. El grupo de apoyo plica disponer de un tiempo y un espacio
deberá conseguir que el deudo se ajuste y se adecuados para reunirse y coordinar los ob
adapte a la pérdida de forma gradual, facili jetivos específicos de todos los profesiona
tando un desarrollo saludable social y emo les, toma de decisiones sobre un caso, mejo
cional. ras en aspectos organizativos, compartir ex
periencias con otros profesionales y recibir
soporte no sólo desde, sino también para ese
EQUIPO DE SOPORTE___________ equipo en beneficio personal de cada miem
En nuestra sociedad se rinde culto al cuerpo, bro, ya que va a tener un contacto diario con
al bienestar y a la juventud, y se percibe la realidades tan duras como el sufrimiento y la
muerte como un fracaso en lugar de consi muerte, con las dificultades y el desgaste que
derarla como una etapa final, de importancia genera la propia dinámica de trabajo inter
por ser la última. Los profesionales de la sa disciplinario (23).
lud que nos hallamos frente a este aspecto de La dinámica se basa en la valoración y
la vida tan rechazado, con tantos tabúes y a descripción de problemas y necesidades en
la que se tiene tanto miedo, debemos consi un plano físico (control de síntomas), emo
derar que cuando no se puede curar se puede cional (nivel de comunicación e informa
cuidar (23), siendo tan importante lo uno ción, adaptación a la enfermedad, autoima-
como lo otro: curar alivia el dolor, cuidar pro gen), social (cuidador principal, familiares,
duce bienestar. amigos), terapia ocupacional (adaptación al
468 M.T. Salas y M. Lacasta
medio donde vive, actividades físicas de la edad avanzada (23). Sería necesario poner en
vida diaria), fisioterapia (mejora de la calidad marcha una unidad de cuidados paliativos,
de vidS), espiritual (valores, creencias, ritos). entendiendo por cuidados paliativos los pro
Las actividades se concretan en: gramas de tratamiento destinados a mejorar
- Atención directa de enfermos y familia el bienestar de los enfermos en fase termi
res tanto en el hospital como en el domi nal, a través del control integral de las mo
cilio. lestias físicas, psicosociales y del apoyo de
la familia. No sólo se controla el dolor y
- Actividades regulares de trabajo interdis
ciplinario. otros síntomas molestos sino también se ali
via el sufrimiento, consiguiendo que estos pa
- Formación interna y externa. cientes vivan en plenitud sus últimos meses
- Evaluación de resultados. o días y tengan una buena muerte. La termi-
- Soporte y conexión con otros recursos. nalidad es un hecho natural, no un fracaso mé
dico, que puede ser dotado de sentido y dig
nidad (24).
CONCLUSIONES________________
El objetivo del apoyo emocional es ayudar AGRADECIMIENTOS____________
al paciente y a su familia a afrontar la enfer
A nuestra colega Pilar Arranz Carrillo de Albornoz,
medad, conseguir un bienestar psicológico y
quien se tomó la molestia de revisar este escrito, lo
llegar a disfrutar una vida buena y digna, en
analizó y nos hizo llegar sus comentarios de la for
la medida de lo posible.
ma más constructiva, permitiéndonos mejorar nues
Para conseguir tales objetivos hay que tros conocimientos sobre el tema tratado, que ella
partir del supuesto de la multidimensionali- domina. A M* Luisa Fajardo, que con sus conoci
dad humana, con una intervención interdis mientos y humanismo corrigió este capítulo desde
ciplinaria, integral e integrada y al mismo la óptica de la medicina. A la Asociación Española
tiempo personal, permitiendo de esta forma de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ADELA), por
dar respuesta a las diversas necesidades que ofrecemos la oportunidad de trabajar con estos
se presentan en un enfermo con ELA. pacientes y por el gran apoyo prestado en el desa
Todos los profesionales e integrantes del rrollo del trabajo.
equipo pueden dar apoyo emocional, espe
cialmente los médicos, que son los primeros
en establecer contacto con el paciente en la
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ASPECTOS ETICOS Y LEGALES
J.R. Ara Callizo y J.L. Capablo Liesa
A n a liz a o s , diferentes problemas éticos que tenemos que afrontar en la asistencia á los
í , enfermos de ELA: ’ r.
- Lainfoim ación y la toma de decisiones. Se analiza el derecho del paciente a una infor-
.1 m acióit suficiente para la toma de decisiones, la necesaria sensibilidad del médico
' para dar una infoimación veraz, de forma progresiva y adaptada a la situación psi-
' cológica del paciente, las posibles excepciones al deber que tiene el médico de infor-
, m ar y la utilidad de las directrices previas.
- Los trateunientos de sostén vital. Se discuten diversos términos comúnmente emplea-
1.^ .dos en la valoración ética de estos tratamientos, como son: acciones y omisiones,
^ medios ordinarios y extraordinarios de preservar la vida, futilidad, resultados directos
, . . e indirectos, principio del doble efecto y calidad de vida. Se realiza un análisis más
•: • específico de las condiciones de uso y retirada de la ventilación mecánica y de la nutri-
: ción e hidratación artificial. '
- Eutanasia y suicMio asistido. Se realiza una aclaración terminológica y se comenta su
situación legal en España. Por lo general, desde el punto de vista legal se consideran
• hcitas la eutanasia pasiva por acción, la eutanasia pasiva por omisión y la eutanasia
acüva mdirecta. Se consideran iKcitas la eutanasia activa directa voluntaria, la euta
nasia activa directa no voluntaria y la eutanasia activa directa involuntaria.
- Problemas relacionados con la investigación. En relación con patologías como la ELA
se discute la legitimidad moral de privar a los pacientes de tratamientos posiblemen
te eficaces, como los que se someten a prueba en los estudios clínicos
Si sólo puedes ver lo que revela la luz, ¿Cómo se puede abordar esta situación
y oír ifflda más lo que anuncia el sonido, en la relación clínica, donde cotidianamente
entonces, en verdad, ni ves ni oyes. se plantean nuevos conflictos éticos?
Existe un marco general normativo dado
Gibram Jalil Gibram por las leyes y los códigos deontológicos que,
a pesar de tratar muchos de los problemas
posibles, no agota en absoluto su diversidad y
CUESTIONES ÉTICAS____________ peculiaridad. Es en este contexto de necesi
La práctica de la medicina conlleva tomar dad de respuestas donde, a comienzos de la
decisiones que afectan a la vida de las per década de 1970, surge la bioética, un proce
sonas. Estas decisiones, traducidas en actos dimiento racional de análisis y de toma de
concretos, tienen un componente técnico, decisiones éticamente correctas en medicina.
que viene dado por el estado actual del Dentro de los diversos enfoques meto
conocimiento científico, y un componente dológicos de la bioética, quizá uno de los
más utilizados, tanto en países anglosajones
ético derivado de la toma en consideración
como en el nuestro, sea con algunas varian
de los valores implicados, del paciente, del
tes el enfoque principialista (1). Se acepta un
médico y de la sociedad.
sistema de referencia moral con una premisa
Diversos factores explican el llamativo
ética: todos los seres humanos son iguales y
incremento de la conflictividad ética en la merecen igual consideración y respeto. A
práctica de la medicina. Actualmente la partir de aquí se formulan cuatro principios
medicina tiene un poder real sobre la vida y básicos que permitirán una correcta toma de
la muerte de las personas e incluso, con la decisiones:
manipulación genética, de sus descendien
- Principio de no maleficencia; obligación
tes, hecho impensable no hace más de 60
de no hacer daño.
años. Por otra parte, en los últimos años los
médicos han ido incorporando de forma pro - Principio de justicia: obligación de pro
mover una distribución equitativa de los
gresiva en su propio sistema de valores algo
recursos, evitando la discriminación en el
que tenía ya algunos siglos de reconoci
acceso y proporcionando tales recursos
miento en otras estructuras sociales: el dere
según las necesidades de cada persona.
cho de toda persona a decidir lo que consi
dera más conveniente para su propia vida. - Principio de autonomía: derecho de las
Asumir el derecho de autodeterminación de personas a decidir en lo que respecta a su
las personas supone asumir la convivencia propia vida.
en un marco de pluralidad ideológica, con el - Principio de beneficencia: obligación de
único límite que marcan los derechos de las promover el bien, con el consentimiento
demás personas. Al limitar algunos derechos del interesado.
individuales, estos derechos del conjunto de Aunque algunos autores consideran los
personas que forman la sociedad, el “bien cuatro principios de idéntico rango (2), en
común”, constituyen un tercer elemento opinión de Diego Gracia los principios de no
generador de conflictividad ética. maleficencia y de justicia se diferencian de
En el marco donde se establece la rela los principios de autonomía y de beneficen
ción médico-enfermo-sociedad, el primero cia en que obligan con independencia de la
debe tomar las decisiones técnicamente ade opinión y de la voluntad de las personas
cuadas respetando los valores/derechos del implicadas, y por tanto tienen un rango
enfermo y de la sociedad. superior a los otros dos, por lo que en caso
Aspectos éticos y legales 473
embargo, desde un punto de vista moral por la dificultad de precisar lo que es un tra
no se considera que existan diferencias tamiento de soporte vital extraordinario.
relevantes. En todo caso, puede ser más Así, se denominaba tratamientos extraordi
sencillo justificar éticamente la retirada narios a los que eran muy caros, inusuales,
de un tratamiento que no iniciarlo, ya muy dolorosos, de alto riesgo o tecnológica
que en el primer caso habitualmente se mente complejos (8). En los últimos años se
dispone de más información para permi está sustituyendo esta distinción por la de
tir tomar la decisión correcta (12). tratamientos proporcionados o despropor
cionados, en dependencia del balance bene
2) Causar la muerte intencionadamente y
ficio-cargas que supongan para el enfermo.
dejar morir: algunas personas describen
la acción de retirar un tratamiento de Tratamiento fú til
soporte vital como “dejar morir” y sos
tienen que es la enfermedad y no la reti Un tratamiento es fútil si se considera que
rada del tratamiento la única causa de la no alcanzará la meta para la cual se va a uti
muerte. Sin embargo, lo cierto es que en lizar (13). En un intento de concretar mejor
este caso la muerte sucede por la con su significado, Schneiderman y cois, distin
junción de la enfermedad y de la retira guen entre “futilidad cuantitativa” y “futili
da del tratamiento de soporte vital; am dad cualitativa” (14). La futilidad cuantitati
bas serían causas necesarias pero no va se refiere a cualquier esfuerzo para alcan
suficientes por separado, en ese momen zar un resultado que es posible, pero que la
to concreto. En el hecho de causar la razón o la experiencia sugieren altamente
muerte intencionadamente, la acción es improbable y que no puede ser sistemática
la única causa de la muerte. Otras consi mente producido. En principio, al depender
deraciones que ayudarían a calificar la directamente del conocimiento científico, la
moralidad de la acción, como son la futilidad en este caso estaría determinada
intención del médico, la voluntad del por el médico. La futilidad cualitativa define
paciente, las circunstancias de la acción cualquier tratamiento que meramente man
y las consecuencias, pueden ser simila tiene en vida a un paciente en inconsciencia
res en ambos casos (8). permanente o que supone la dependencia
total del paciente de cuidados médicos
intensivos. Esta última definición supone
M edios ordinarios y extraordinarios valoraciones de calidad de vida y, por tanto,
de preservar la vida si es posible, el paciente debería participar
Esta distinción se originó hace varios siglos en dicha valoración antes de decidir que un
en la teología moral católica. La idea funda tratamiento es fútil.
mental que subyace a esta distinción es que
aunque la vida humana es un valor impor Resultados directos e indirectos
tante, la ética no obliga a las personas a uti
lizar medios extraordinarios para preservar Los actos médicos pueden dar lugar a diver
la. Actualmente es una distinción que está sas consecuencias, unas buenas y deseadas,
cayendo en desuso debido, en primer lugar, otras malas e indeseables. Algunas de estas
a que su utilización favorece la tentación de consecuencias son imprevisibles e inespera
confiar en dicha distinción como categoría, das y, por tanto, moralmente irrelevantes.
más que en el razonamiento y la delibera Las consecuencias previsibles sí son moral
ción moral a la hora de determinar la actua mente relevantes. En la distinción entre con
ción moralmente correcta; en segundo lugar. secuencias buenas y deseadas (denominadas
476 J.R. Ara Callizo y J.L. Capablo Liesa
directas) y las malas y no deseadas (denomi En la práctica se observa que los pacientes
nadas mdirectas) se basa el “principio del tienen dificultades para poner por escrito sus
doble efecto”, cuya justificación asentaría en deseos sobre el tratamiento, en parte por el
la intención del agente: los efectos directos deseo de evitar pensar en algo desagradable
serían los que realmente motivan la acción y preferir atrasarlo o hablarlo, pero no escri
del agente; los indirectos, aunque se conoce birlo. Existe también una actitud fatalista o
que ocurrirán, no son los que mueven la un deseo de dejarlo todo en manos de los
intención. Aunque esta distinción, originaria médicos (20). Por otra parte, también se
de la moral católica, pueda ser en algunas sabe que aunque se dejen directrices previas,
ocasiones un argumento útil, actualmente se en un 20% a 40% de los casos los médicos
pone en entredicho. En la evaluación moral, no las siguen (21), principalmente con los
la intención del agente no es finalmente lo pacientes más ancianos y con médicos de
más importante, sino las consecuencias pre gran experiencia. No obstante, cuanto más
visibles y esperadas, ya sean éstas intencio precisas y específicas son las directrices,
nadas o no, de nuestra conducta (15). mayores son las probabilidades de que se
tengan en cuenta. En nuestro país, en rela
Directrices previas ción a su situación legal y grado de obliga
toriedad, y en concreto sobre el tema de los
Hay que tener en cuenta que los estudios de testamentos vitales. Romeo Casabona afir
concordancia entre los deseos de los pacien ma que si bien no existe ninguna regulación
tes sobre criterios de tratamiento o reanima al respecto, tampoco hay ninguna base legal
ción y cómo los interpretaban sus familiares que se oponga expresamente al testamento
o médicos coinciden con la misma frecuen vital; de hecho, teniendo en cuenta las pre
cia que el azar (16). Este hecho y las dificul cauciones debidas, este documento debería
tades que surgen con la toma de decisiones tener en principio los mismos efectos que si
en los pacientes no competentes, recomien la declaración se hubiera emitido en el mo
dan la puesta en marcha de tales procedi mento de decidir sobre la continuación del
mientos. tratamiento y, en cualquier caso, no debe
Las directrices previas pueden definirse desconocerse su valor indicativo sobre las
como las declaraciones que realizan los preferencias del paciente (22).
pacientes anticipándose a una situación en la
que quizás sean incompetentes o incapaces A um entar la calidad de vida__________
de decidir sobre su propia atención, estable
ciendo sus preferencias de tratamiento o Aunque no existe un tratamiento satisfacto
autorizando a una tercera persona a tomar rio para la ELA, todos los síntomas que pro
decisiones por ellos (17). Las directrices duce pueden ser mejorados con las apropia
previas (o directivas anticipadas) engloban das medidas paliativas que liberan del dolor
diversos procedimientos, como los testa y del sufrimiento. En este sentido el objetivo
mentos vitales, los poderes notariales, la de los cuidados paliativos no es adelantar la
designación de tutores, las directrices par muerte, sino permitir que ocurra de la mane
ciales, las órdenes de no reanimación, etc. ra más confortable posible.
(18). En algunos países, como Estados A la hora de afrontar estos temas se debe
Unidos, estos procedimientos se usan cada tratar de dar respuestas técnicas, resolviendo
vez más (19), especialmente a partir de la los problemas médicos que en muchas oca
ley de autodeterm inación del paciente siones subyacen en las peticiones de los
(Patient Self-Determination Act) de 1991. pacientes y en la aparición de conflictos éti-
Aspectos éticos y legales 477
estas consideraciones sobre las indicaciones pacientes. En este sentido, en una encuesta
de la ventilación asistida y los beneficios sobre tratamientos de soporte vital en enfer
percibíaos por los pacientes indican que la mos con ELA, las preferencias de informa
escasa utilización de estas técnicas está pro ción y participación manifestadas por los
bablemente relacionada con una falta de pacientes se mantuvieron estables a los seis
sensibilización sobre el problema y con eva meses, pero no así las preferencias para rea
luaciones excesivamente pesimistas de la nimación cardiopulmonar (30). De ahí se
calidad de vida de los pacientes por parte de deduce que una vez establecidas las directri
los médicos. ces previas, y a fin de asegurar su validez
Es poco probable y nada deseable que la real, conviene que sean revisadas periódica
decisión de iniciar la ventilación mecánica mente con el paciente si se producen cam
tenga que tomarse durante una crisis de bios sustanciales en la evolución clínica y
insuficiencia respiratoria. El proceso de cuando se le ingrese en una institución sa
información debería comenzar previamente nitaria (32).
para preparar al paciente de cara al momen
to en que precise la asistencia respiratoria.
R etirada de la ventilación m ecánica
Aunque un variable número de pacientes
quizá no deseen conocer lo que les puede El último problema a abordar en relación
suceder en el futuro (28, 30), el médico debe con la ventilación mecánica es el del mo
tener la disposición de informarles, así como mento de su retirada.
de encontrar el momento más apropiado. De Si se considera la calidad de vida, no en
hecho, esta tendencia favorable a la infor cuanto a resultados de salud (mortalidad,
mación se ve reflejada en el incremento del número de reingresos, alivio de síntomas),
porcentaje de pacientes con los que se man sino como el valor asignado a la duración de
tiene precozmente una discusión sobre la la vida por el propio individuo, será com
oportunidad de la ventilación domiciliaria prensible la variabilidad extrema entre las
en los últimos años (19). Pese a todo, el 16% valoraciones personales sobre un mismo
de los enfermos de esta serie habían sido estado de salud a igualdad de diagnósticos o
traqueotomizados de urgencia sin su confor de síntomas (33). Desde este punto de vista,
midad. los mecanismos psicológicos positivos liga
Estas discusiones previas permiten que dos a la instauración del tratamiento de
la voluntad de los pacientes pueda plasmar soporte pueden romperse en algunos casos
se en unas directrices, que ayudarán en la con la progresión de la enfermedad.
toma de decisiones cuando el paciente sea Por un lado, las cargas del tratamiento
incompetente. En este tema el papel del pueden no evidenciarse hasta después de su
médico es fundamental; su motivación, prin instauración. Sivak y cois, refieren que nin
cipios o experiencias previas influyen de guno de sus pacientes sometido a ventila
forma determinante en la formulación de las ción mediante traqueotomía entendió por
directrices (31). Sin embargo, estos procedi completo su decisión hasta algún tiempo
mientos no agotan la problemática de las después de que el soporte ventilatorio fuera
decisiones que se deben tomar. Suelen haber colocado (34). Tres de los 22 pacientes
claras imprecisiones en las previsiones reali (14%) de los casos descritos por Norris (35),
zadas o darse circunstancias que modifican así como el 17% del grupo de Moss (28) eli
el entorno para el cual se dictaron las direc gieron la desconexión pasado un tiempo de
trices. Otro problema es el de la estabilidad su instauración. Estos cambios en los deseos
de las preferencias formuladas por los pueden estar relacionados con sentimientos
Aspectos éticos y legales 479
de miseria mientras se está intubado, miedo corresponda con la voluntad del pacien
y depresión, o enfado y frustración por pro te; pero tampoco un delito de omisión del
blemas de comunicación. Los pacientes deber de socorro (art. 489 ter), puesto
también relatan el grave malestar producido que existe la disponibilidad del médico
por la aspiración de secreciones (30). Por de «auxiliar» al paciente y, en este senti
otro lado, la evolución natural de la enfer do, ya no puede afirmarse que éste se
medad del paciente conectado de forma cró encuentre «desamparado», como previe
nica al respirador es hacia un síndrome de ne como presupuesto del delito el art.
cautiverio en el que una efectiva comunica 489 ter” (22).
ción puede ser imposible (8% de la serie de 2) Cuando el paciente no es competente y
Moss) (19). Todos estos hechos hacen que el no ha formulado claras directrices pre
paciente sometido al tratamiento ventilatorio vias al respecto; en la situación de insu
crónico pueda en algún momento decidir ficiencia respiratoria irreversible con
retirarlo. ventilación mecánica y falta de compe
Así, en la práctica, básicamente pueden tencia del enfermo para decidir, habrá
distinguirse dos situaciones: que sopesar la posible futilidad cualitati
1) Cuando el paciente es competente y va del tratamiento en este momento.
desea que se le suspenda el tratamiento, Dado que el paciente no puede manifes
o si no es competente ha formulado cla tarlo, habrá que evaluar su situación
ras directrices previas al respecto; en este desde el punto de vista de la calidad de
caso, la voluntad del paciente, manifesta vida, conjuntamente con sus familiares y,
ción del principio de autonomía, tiene si hay acuerdo en que su calidad de vida
prevalencia sobre la posible obligación se encuentra bajo mínimos (36) y que la
del médico de proseguir el tratamiento, única indicación del tratamiento es man
ya que el principio de beneficencia se tener la vida orgánica, dicho tratamiento
expresa hacia el paciente únicamente podrá considerarse fútil y por tanto reti
cuando éste lo solicita o lo permite, aun rarse de acuerdo con los principios de no
siendo conscientes de que nuestra acción maleficencia y beneficencia. Desde el
de suspender el tratamiento, juntamente punto de vista legal, “la eutanasia pasiva
con la enfermedad que padece el pacien por acción” (que suprime procedimien
te, le conducirán a la muerte. Desde el tos técnicos orientados a los fines indica
punto de vista legal, sin consentimiento dos, por ejemplo desconexión del respi
no hay derecho del médico a curar, ni rador artificial) se reputa del mismo
deber de hacerlo, ya que ello vulneraría modo lícita en los casos en que aún no ha
el artículo 10 de la Constitución; en con sobrevenido la muerte cerebral siempre y
secuencia, al no instaurar o suspender un cuando no se vislumbren en absoluto (en
tratamiento vital por rechazo expreso del caso de duda la terapia debe continuarse)
paciente competente “no se podrá impu posibilidades de recuperación del pa
tar un delito de auxilio al suicidio por ciente. En tales casos se argumenta que
omisión (art. 409 del Código Penal), “si nadie hubiera exigido ya la ejecución
puesto que desaparece la obligación de de la acción distanásica* tampoco debe
intervenir, o sólo en la medida que se prohibirse su supresión mediante una
*Se entiende por distanasia la prolongación artificial de la vida biológica de un paciente con una enfermedad
irreversible.
480 J.R. Ara Callizo y J.L. Capablo Liesa
acción; no se daría en tales casos la ver nasogástrica. Esta solución, poco atractiva y
tiente objetiva del tipo del delito de molesta, tiene como alternativa la gastros-
Hbmicidio del art. 407 del Código Penal tomía percutánea por vía endoscópica. Sin
por faltar la imputación objetiva del embargo, no hay datos de que ello reduzca el
resultado a la acción dado que el resulta riesgo de neumonía por aspiración en la dis
do (muerte) que eventualmente se pro fagia neurogénica y los perjuicios derivados
duzca no es concreción de una acción de la colocación de la sonda pueden ser gra
que cree para el bien jurídico un riesgo ves (39). En una cohorte de 7369 pacientes
jurídicamente desaprobado (criterio del que fueron sometidos a una gastrostomía
fin de protección de la norma).... y es percutánea endoscópica, el 23,5% falleció
lógico pensar que tal desaprobación no durante el ingreso en el que se realizó la gas
existe en los casos que nos ocupan pues trostomía (40), y en la serie de Wolfsen
para llegar a la conclusión contraria fallecieron un tercio de los enfermos (41).
habría que considerar que el Ordena Hay que considerar, no obstante, que en
miento Jurídico aprueba la acción de pro estas series muchos de los pacientes estaban
longar la agonía, lo que, como se ha di en fase terminal de sus enfermedades. En un
cho, no es una hipótesis aceptable” (37). estudio sobre pacientes con ELA la mortali
Cuando no haya acuerdo entre el médico dad ascendió al 11,5% (42).
y la familia sobre la conducta a seguir, Por otra parte, hay que tener en cuenta la
será conveniente recurrir al comité asis- relativamente larga supervivencia de los
tencial de ética del hospital; si su conse pacientes con ELA desde que se inicia la
jo no fuera asumido por alguna de las disfagia y que la pérdida de masa muscular
partes implicadas, habrá que consultar es un efecto combinado de la enfermedad y
con el juez. de la baja ingesta calórica secundaria al fallo
Una vez decidida la retirada de la venti de la deglución (43), lo que redunda en una
lación mecánica, ya sea por petición expresa mala y progresivamente peor calidad de
del paciente o por ser considerada un trata vida. Mazzini y cois., al comparar un grupo
miento fútil y desproporcionado en un pa de enfermos con gastrostomía percutánea
ciente y una situación clínica determinada, con otro que no la llevaba, demostraron dife
aceptamos que la muerte del enfermo se rencias significativas a favor del grupo con
producirá por la propia enfermedad y por la gastrostomía, tanto en la mortalidad a los
retirada de la ventilación. Por tanto, la única seis meses de seguimiento como en el índi
función de la sedación será evitar el sufri ce de masa corporal (44).
miento de la agonía. No es preciso utilizar el Dada la inexistencia de recomendaciones
principio del doble efecto para justificar la explícitas sobre cuándo y en qué procesos
sedación, sobre todo considerando que su indicar la gastrostomía percutánea endoscó
fundamento ético está actualmente en entre pica, Rabeneck y cois, propusieron reciente
dicho (38). mente un algoritmo de toma de decisiones
para ofrecer y, en su caso, recomendar la
gastrostomía (45). En los pacientes con dis
N utrición e hídratación artificial
fagia complicada, es decir, en un contexto de
Cuando en la progresión de la enfermedad enfermedad progresiva subyacente como la
aparecen disfagia intensa, episodios recu ELA, el médico debería ofrecer una infor
rrentes de broncoaspiración, neumonía, des- mación de los hechos relevantes tanto en
hidratación o m alnutrición, el paciente relación con la enfermedad de base como
puede necesitar la colocación de una sonda con la gastrostomía y posibles alternativas
Aspectos éticos y legales 481
En el estado normativo actual de la cues clínicos. Sin embargo, hasta que no se plan
tión, lo que consideramos más recomenda teen nuevas estrategias de investigación
ble a fin de defender los derechos de los equiparables a éstos, parece razonable man
pacientes es promover que éstos formulen tener la necesidad de obtener evidencias sufi
directrices previas en las que se plasmen sus cientes de eficacia y seguridad de los nuevos
preferencias y deseos en relación con los tra productos antes de introducirlos en el merca
tamientos de prolongación y soporte vital, do. Sí, en cambio, pueden programarse aná
de forma que los familiares y los médicos
lisis intermedios que permitan detener el
puedan decidir teniendo en cuenta sus indi
ensayo según los resultados en ese momento
caciones cuando ya no sean capaces de ex
(tanto por eficacia manifiesta como por lo
presarlas. Igualmente, sería conveniente que
contrario o efectos adversos) (52).
de alguna manera se regularan legalmente
Otra cuestión importante en estos casos
estos procedim ientos para garantizar lo
es si la validez del consentimiento puede ser
mejor posible su validez y cumplimiento.
cuestionable, ya que la escasez de alternati
vas y la gravedad de la enfermedad pueden
PR O BL EM A S R ELA C IO N A D O S conducir a los pacientes a expectativas irre
CON LA IN V ESTIG A C IÓ N ________ ales y en consecuencia a asumir riesgos des
proporcionados. Por ello, los investigadores
El ensayo clínico controlado y aleatorizado
y los comités éticos de investigación clínica
se considera como el método más fiable para
deben tener especial cuidado en asegurar
la evaluación de tratamientos médicos. Las
autoridades sanitarias de los países desarro que los sujetos potenciales comprenden y
llados exigen para el registro de nuevos fár aprecian cómo puede afectar a su vida diaria
macos que éstos estén avalados por ensayos la participación en la investigación (53).
clínicos. En nuestro país la realización de Así mismo, también se plantea que cuan
ensayos clínicos está sujeta a la regulación do el paciente está manteniendo una prolon
legal del Real Decreto 561/1993 de 16 de gada relación con su médico por la enferme
abril, por el que se establecen los requisitos dad que padece, como puede ser el caso de
para su realización con medicamentos. En él los pacientes con ELA, la solicitud para
se especifica que únicamente podrán llevarse entrar en un ensayo clínico sea formulada
a cabo cuando los datos preclínicos del pro por otro médico no implicado en la investi
ducto sean razonablemente suficientes para gación, a fin de asegurar que el paciente
minimizar los riesgos para el sujeto, esté jus comprende que se trata de un tratamiento
tificada su realización por el conocimiento experimental, evitar que el paciente pueda
previsible a obtener, el diseño permita obte sentirse internamente “obligado” en razón
ner conclusiones válidas, no se nieguen de la relación de confianza con su médico y
terapéuticas validadas a los sujetos del grupo minimizar el conflicto de intereses del médi
control, todos los sujetos otorguen su con co responsable del paciente.
sentimiento informado y sean aprobados por Como conclusión, habría que destacar la
el correspondiente comité evaluador (co importancia que tiene el reconocimiento y la
mités éticos de investigación clínica) (51). integración de los valores en la práctica clí
En relación con enfermedades progresi nica asistencial y de investigación. En
vas y mortales, como la ELA, se discute la ambos casos, reconocerse como personas en
legitimidad moral de privar a los pacientes igualdad de derechos, merecedores de la
de terapéuticas posiblemente eficaces, como misma consideración y respeto, permitirá un
las que se someten a prueba en los ensayos mejor ajuste de las posibilidades técnicas a
Aspectos éticos y legales 483
las necesidades reales del enfermo, en cuan town University Press, Washington 1995; 49-
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486 J.R. Ara Callizo y J.L. Capablo Liesa
T E S T A M EN T O V IT A L
A mi médico y equipo de cuidadores, mi familia, mi abogado y a todas las personas que les
concierna: esta declaración está hecha en un momento en que estoy capacitado mentalmente y
después de una cuidadosa reflexión.
Yo COMPRENDO QUE MI VIDA PUEDE SER ACORTADA POR LA DENEGACIÓN ESPECÍHCA DEL TRATA
MIENTO QUE HAGO EN ESTE DOCUMENTO.
Deseo que se comprenda que temo la degradación y la indignidad más que la muerte. Pido
a los médicos que me atienden que tengan esta declaración en mente cuando deban tomar deci
siones en circunstancias no claramente especificadas en este texto.
Y o ME RESERVO EL DERECHO A REVOCAR ESTAS DISPOSICIONES en Cualquier momento, verbal
mente o por escrito, pero a menos que yo lo haga, debería ser considerado que representan mis
instrucciones permanentes. Por la presente, deliberadamente, acepto el riesgo de que no pueda
ser capaz de revocar esta declaración, a cambio de excluir un riesgo que es muy importante para
mí, a saber, el que podría vivir en circunstancias inaceptables.
Instrucciones adicionales:
Por si en algún momento decido que la opinión de alguna persona en particular sea tomada en
consideración durante la toma de decisiones con respecto a mis cuidados médicos;
Nombre de mi representante....................................................................................................................
Teléfono.................................. Dirección.................................................................................................
Para mi representante: por favor trata de asegurar que las decisiones sean tomadas:
(marcar sólo una) □ Como creas que yo las habría tomado □ Usando tu propio mejor juicio
Los deseos del representante pueden ser tomados en consideración, pero no tienen fuerza deci
siva en la ley española, como tampoco los deseos de la familia'.
Yo he discutido este documento con mi médico □ Marque aquí si es así^.
Nombre del m édico.................................................................................................................................
Teléfono del m édico.............................Dirección.................................................................................
1-
RESUMEN
En ios últimos 20 años han surgido eñ los países más desarrollados asociaciones'de^afec^
tados de ELA para apoyarse mutuairiente, intercambiar información, impulsar lá mejora
ÍÍH**
de la asistencia sanitaria y social, estimular y financiar investigación sobre las causas y "
posibles'tratamientos, promover lá educación sanitaria, sensibilizar sobre los* efectQS'"i
devastadores de la enfermedad a profesionales y sociedád en general,'y estimijlár él apo-’ 'i
yo público á la búsqueda de soluciones; El reciente y creciente auge dé lá investigación
sobre la ELA de los últimos años está muy relacionado con la existencia de las asocia--
dones. En España, ADELA, la Asociación Española de ELA fundada en 1990, es la
única organización no gurbemamental (ONG) dedicada exclusivamente a la lucha contra
esta enfermedad en todo e l territorio nacional. Existen pocas ayudas sociales, de las cua
les puede informar el trabajador social o la Asociación. Finalmente, se enuncian y reco
miendan los diez mandamientos del Dr. Norris para el tratamiento del paciente con ELA.
andadura amargamente críticas con la falta de entre utilizar sus escasos recursos en el objeti
progr^os en investigación, con el extendido vo a largo plazo de erradicar la enfermedad o
derrotismo de las respuestas clínicas tradicio en el paliar su sufrimiento a corto plazo, mien
nales, y con el abandono de las administracio tras se les exige resultados rápidos y de aplica
nes sanitarias. Sin embargo, las asociaciones ción inmediata en la investigación que finan
han madurado rápidamente. El ímpetu en la cian.
recaudación de fondos para investigación ha Para los clínicos la era que viene no es
permitido la realización de muchos proyectos menos difícil. Estamos entrando en un periodo
que de otro modo hubieran tenido mucha difi de cambios rápidos en el tratamiento de la
cultad en su consecución o no se hubieran rea enfermedad empujados por el optimismo en la
lizado, y la mayoría de los avances en investi investigación terapéutica. Incluso antes de que
gación de los últimos años han sido posibles los avances biomédicos hagan posible prolon
gracias a las asociaciones. La deficiente asis gar la vida, habrá cada vez más medios técni
tencia clínica en el cuidado del paciente ha cos y mayor presión para hacerlo. Los ejem
conducido a las asociaciones a desarrollar su plos sobre la mejoría de las expectativas de
propia experiencia, y en muchos casos a ser supervivencia en la distrofia de Duchenne y en
reconocidas nacionalmente como los motores la fibrosis quística, como resultado de la mejor
del progreso en esta área. Lo que empezó atención sanitaria, hacen suponer que progre
como organizaciones de autoayuda, constitui sos similares son posibles en la ELA. Por
das literalmente por personas no profesionales ejemplo, muchas decisiones negativas sobre
bien intencionadas, ha llegado a ser punta de soporte respiratorio, tomadas basándose en la
lanza para el avance en investigación y en complejidad de la organización o de los costes,
práctica clínica y terapéutica. Las asociaciones deben ser ya diferentes con la nueva genera
son a menudo definidas como organizaciones ción de ventiladores ligeros, baratos y genui-
no profesionales, pero esto es cada vez más namente portátiles. El determinismo tecnoló
incorrecto ya que están adquiriendo un profe gico de este tipo ha hecho ya que la gastros-
sionalismo y experiencia distintivos en aspec tomía endoscópica percutánea haya desplaza
tos que abarcan desde la vida diaria de los do prácticamente a la sonda nasogástrica y sea
afectados a la educación sanitaria y al estable ofrecida en muchos países de forma rutinaria.
cimiento de prioridades en investigación. Como resultado, la muerte por desnutrición o
Las asociaciones no difieren de la profe deshidratación antes de que la enfermedad
sión médica, de la comunidad científica, y de haya recorrido todo su curso disminuirá sus
las compañías farmacéuticas y tecnológicas en tancialmente. Todavía se conoce poco sobre el
su objetivo final de tratar y curar la ELA, sino mecanismo de fallecimiento en la ELA, y un
en su perspectiva. Los problemas que cada uno entendimiento mayor del mismo bien puede
de estos grupos encontrará en los próximos hacer posible diseñar estrategias para pospo
años serán cada vez mayores, y sólo podrán nerlo. La capacidad para hacerlo coincidirá en
resolverse mediante su estrecha colaboración. algún momento con la demanda de pacientes o
Investigaciones genéticas, epidemiológicas, sus cuidadores. Si los medios están al alcance,
clínicas o terapéuticas necesitan el recluta ¿quién de nosotros podría resistir el ruego de
miento rápido de muchos pacientes. Infor supervivencia hasta el nacimiento de un hijo, o
maciones, a menudo incorrectas, sobre pro cualquier otro evento importante? Las deman
ductos en estudio circulan libremente por las das de soporte mantenido de la vida, ahora
redes de comunicación libre. En ambos casos, desestimadas porque no existen generalmente
la colaboración con las asociaciones es nece los medios adecuados, tendrán que ser toma
saria. Estas, a su vez, se debaten internamente das seriamente. Simultáneamente, desde lúe-
Autoayuda y ayuda social 491
go, el debate sobre la terminación de la vida paciente tiene que aprender sobre el diagnósti
para disminuir el sufrimiento parece estar ya co de una enfermedad de la cual no conoce
preparado para aumentar en intensidad, incluso absolutamente nada, rápidamente comenzará a
en los países donde el debate en si mismo ha padecer discapacidades que le son enteramen
sido previamente considerado tabú. El indecible te extrañas y simultáneamente tendrá que
sufrimiento y angustia de algunos pacientes con aprender a sobrevivir en la desconcertante casa
ELA pone a prueba la moral y los escrúpulos de los espejos que constituye el sistema de
legales del médico más insensible. En algunos asistencia sanitaria y social de la mayoría de
países los marcos legal y ético son escasamente los países.
capaces de tratar estas circunstancias. En el momento actual cada aspecto de este
Ha pasado el tiempo en que estos asuntos proceso es nuevo y terrorífico para la mayoría
sean tratados solamente por los profesionales de los pacientes. Los procedimientos diagnós
médicos. Los pacientes y sus cuidadores, por ticos, desagradables y poco explicados, son un
ellos mismos y a través de sus asociaciones, misterio total. La mayoría de los pacientes
tendrán un papel cada vez más importante en conocen muy poco sobre los mecanismos más
el establecimiento de nuevos marcos éticos y básicos de la enfermedad, que conocerían si
legales, como ya han llegado a hacer en el con estuvieran sufriendo de enfermedad cardiaca o
texto de la elección del paciente sobre inter de ulcera gástrica. La información suele darse
venciones terapéuticas ahora disponibles. en momentos estresantes, más que en aquellos
Deben ser elaboradas normativas más sofisti en los que la situación emocional y mental del
cadas con respecto a los problemas que plantea paciente es mejor. En respuesta a la pregunta
el tratamiento de la ELA, ya que el paciente “¿qué puedo hacer yo?” hay muy a menudo un
llega a ser físicamente muy dependiente, la ensordecedor silencio por parte de los clínicos
comunicación puede ser muy difícil y las nece e investigadores. Hasta ahora la iniciativa para
sidades del cuidador también deben tenerse en proveer información y educación de forma sis
cuenta. tematizada y accesible para los afectados ha
La importancia de lograr una comunidad estado mayoritariamente en manos de las aso
informada de afectados, pacientes y cuidado ciaciones de voluntarios. En el futuro todos los
res, y de cambiar la cultura existente de temor grupos involucrados deben participar en este
e ignorancia, tiene mucho que ver con la asis proceso y necesitan aprender cómo hacerlo.
tencia clínica y la investigación. Son posibles También debe modificarse la atención que se
mejoras significativas en la calidad de vida de presta a la fase terminal de la enfermedad para
los afectados si éstos son capaces de participar asegurar que el inevitable final sea tan digno y
debidamente informados en la organización y poco traumático cómo sea posible, no sólo
prestación de su asistencia o en la investiga para el paciente sino también para quienes le
ción. Para ello se requiere un clima de infor sobreviven. Aunque la joven disciplina de la
mación adecuada desde los estadios más ini medicina paliativa tiene una importante fun
ciales del diagnóstico. Una parte clave del pro ción que desempeñar, las lecciones que se
ceso educativo debe ser el reconocimiento de extraigan deben ser conocidas por todos los
que, aunque la enfermedad pertenece al clínicos implicados desde el inicio de la enfer
paciente, buscar su curación debe ser fruto de medad.
una colaboración. Estudios de supervivencia El hecho real es que ésta no es una batalla
muestran que la ocasión para facilitar informa para ser medida solamente por criterios de
ción es transitoria, y por ello son esenciales economía, ni de biomedicina o tecnología. El
programas de educación e información cuida relativamente pequeño número de pacientes y
dosamente diseñados. Después de todo, el la rápida evolución de la enfermedad se esgri-
492 N. Rodríguez Vargas, M. Solas Alados e I. Rodriguez Gamarro
Para la mejor consecución de sus objetivos, borar con ella. Uniéndose a un grupo de apoyo
la Asociación estimula la creación de grupos local o participando en su formación, emple
de autoayuda en todas las ciudades, como ger ando un poco de su tiempo o sus conocimien
men de futuras agrupaciones territoriales. Su tos profesionales en actividades y necesidades
trabajo es realizado mayoritariamente por de la Asociación, p con donaciones. Sea lo que
voluntarios que, frecuentemente, cuentan con fuere que usted pueda hacer, las dos personas
la colaboración o asesoramiento de profesio que son diagnosticadas de ELA cada día en
nales sanitarios. La Asociación dispone de un España se lo agradecerán.
banco de ayudas técnicas para prestar y, cuan Si usted quiere recibir mas información
do es posible, facilita a los afectados recursos sobre la Asociación Española de Esclerosis
o asesoramiento en fisioterapia, terapia ocupa- Lateral Amiotrófica y sus actividades, pónga
cional y psicoterapia. se en contacto con:
ADELA ha editado folletos y manuales
ADELA, Asociación Española de ELA
divulgativos sobre cuidados del paciente y
c/ Hierbabuena, 12
atención de problemas que la enfermedad pro
28039 Madrid
duce, tanto para afectados como para profesio
nales sanitarios (Tabla 1). La Asociación edita Tel. 902-142142 y 91-3113530
bimensualmente la revista ADELA Informa. Fax 91-4593926
Donde publica noticias de interés para los aso Correo electrónico: adela@readysoft.es
ciados, novedades significativas en la lucha
contra la enfermedad y actividades de sus
ASISTENCIA SOCIAL_____________
voluntarios. Periódicamente añade un suple
mento científico de divulgación general. La ELA produce una grave alteración de la
ADELA patrocina o colabora en la organi vida personal, tanto del paciente como de cada
zación de conferencias y seminarios educati uno de los miembros de su familia inmediata.
vos destinados a los afectados, a los profesio El papel que cada uno desempeña en la fami
nales sanitarios o al público en general, sobre lia es alterado y aparecen numerosos proble
cualquier aspecto de la enfermedad o de la mas de tipo personal, familiar, laboral o social.
atención al paciente. La atención sanitaria, que debe ser llevada a
La Asociación, en representación del cabo por un equipo multidisciplinar bien coor
colectivo de afectados españoles, intenta sen dinado, es frecuentemente muy deficitaria por
sibilizar a la Administración sanitaria para que la ausencia de previsión o adecuación de
provea los medios necesarios para atender a recursos del sistema sanitario, y eso sólo con
los afectados por la ELA del mismo modo que lleva el agravamiento de la situación. La aten
en los países de nuestro entorno. ción social es frecuentemente olvidada o igno
rada, y sin embargo, la participación del traba
jador social en el equipo asistencial facilita a
UN COMPROMISO DE TODOS
los afectados la información y ayuda necesa
El diagnóstico de ELA cae sobre sus afectados rias para la obtención de la asistencia social
como una maldición, dejándoles aislados en disponible, aunque ésta sea frecuentemente
una sociedad que los ignora. Hoy existe una escasa. El trabajador social informa y orienta
asociación, ADELA, que les hace sentir que sobre soluciones a problemas de adecuación
no están solos y que les ayudar a luchar física personal, familiar, laboral o social, obtención
y emocionalmente contra la enfermedad. Si de subvenciones o ayudas, tramitación de
usted piensa que la labor de la Asociación transporte en ambulancias, información sobre
merece la pena, hay muchas maneras de cola residencias o centros de día, etc.
494 N. Rodríguez Vargas, M. Solas Alados e I. Rodríguez Gamarro
confirmado de forma independiente ya que decidir sobre qué es lo mejor para él. Su
es enteramente clínico y no hay una prueba decisión debe ser siempre respetada. Las
objetiva específica. La ELA es habitual difíciles decisiones sobre soporte vital o
mente letal y cada paciente merece la con asistencia respiratoria deberían ser discuti
firmación de su terrible diagnóstico por das abiertamente, de forma precoz y sin
expertos. prejuicios, y ser tomadas por el paciente
2) La esperanza es lo último que se pierde. antes de que las actuaciones sean necesa
Incluso si ningún otro diagnóstico parece rias. El rechazo del paciente a participar en
probable, la esperanza de un pronóstico investigaciones o recibir soporte vital o el
menos ominoso debe ser preservada. No deseo de autoadministrarse tratamientos
podemos asegurar ninguna evolución, la alternativos no deben ser motivo para
ELA puede “quemarse”, otras formas de desentenderse de su asistencia.
enfermedad de motoneurona son menos 8) El paciente es quien decide. No olvidar
malignas. No destruyas toda esperanza. nunca que a lo largo de toda la enferme
3) Esta es una enfermedad de toda la familia. dad el paciente es quien debe tomar las
Toda la familia debería involucrarse tan decisiones. Médicos y otros profesionales
pronto como el diagnóstico se confirme, sanitarios deben asesorarle y asistirle, y
porque la carga de la enfermedad la llevará ayudar luego a la familia a manejar la
tanto el paciente como sus familiares. Ellos situación lo mejor posible.
deberían estar presentes en todas las visitas 9) Atención a la situación económica. Debe
y exploraciones. prestarse atención a la economía familiar,
4) Intervención precoz para aliviar los sínto sobre todo cuando el paciente es el que
mas. Muchos síntomas pueden ser alivia aportaba los ingresos principales de la
dos con tratamientos sencillos, amorti familia. Por ejemplo, debe advertírseles
guando los efectos de la progresión. No sobre gastos innecesarios provocados por
hacerlo es una negligencia. Si llega una tratamientos heterodoxos fraudulentos.
situación terminal, se deben utilizar narcó 10) Mantén la moral y el ánimo del paciente y
ticos de forma generosa para garantizar su familia a lo largo de todo el proceso.
bienestar en los últimos días. Esta es quizás la consideración más
5) No estás sólo y abandonado. La participa importante en el tratamiento de la ELA.
ción en tratamientos experimentales en Todo, incluyendo el cuidado médico y
cuanto sea posible le confirma al paciente sanitario, va invariablemente de mal en
que no está abandonado y que investigado peor cuando el ánimo esta bajo, y, de igual
res en todo el mundo están dedicándose a modo, una moral alta puede compensar
buscar soluciones a su enfermedad. problemas aparentemente difíciles.
6) Como en casa en ningún sitio. En la mayoría (Norris, F.H. Ten Commandment fo r the
de las circunstancias el cuidado en el domi Management o f MND. II International Sim-
cilio es el mejor. Ingresos breves en el hos posium on ALSIMND, Birmingham, Ingla
pital para resolver problemas puntuales pue terra, 1991. El Dr. Norris fue uno de los neuró
den ser apropiadas cuando la enfermedad logos pioneros en la atención especializada de
está avanzada. De nuevo, alguien de la fami pacientes con ELA. En su honor, la Alianza
lia debe estar presente incluso de noche. Internacional de Asociaciones de ELAIEMN
7) Un paciente informado va mejor. Mantener concede anualmente el galardón Forbes H.
a cada uno tan informado como sea posible Norris, que premia las cualidades humanas y la
sobre lo que puede ocurrir inmediatamente trayectoria profesional de neurólogos dedica
después respeta su inteligencia y le permite dos a la ELA.)
LA E LA ,
U N A E N F E R M E D A D F A M IL I A R
Testimonios
Hace poco más de dos años la ELA irrumpió abruptamente en mi cuerpo. El primer año se
perdió en indagaciones traumatológicas y neurológicas infructuosas, hasta llegar al diagnósti
co y a un tratamiento específico de rehabilitación diaria e ingestión de antioxidantes que pare
ce haber ralentizado el inexorable avance de este azote inmisericorde que, tengo entendido,
cada vez se encuentra más acorralado y más visible la luz final del túnel. Hecha esta especie
de vivisección, expongo las sensaciones de mi personal lucha contra la ELA, que resumo.
Dos son, principalmente, los sujetos activos en esta lucha. Por un lado el enfermo, con toda
su carga de posible desesperación, y por el otro las personas de nuestro entorno, tan impor
tantes como nosotros mismos.
En el caso del “elático”, para mí está claro que lo único que no debemos hacer es caer en
desfallecimiento alguno. Es el momento de aferramos a un afán de superación y de propia
estima. ¿Se trata de una enfermedad cruel? Lo es. Pues bien, aquí estamos nosotros para dis
minuir al máximo su ataque. Debemos afrontar nuestra creciente invalidez con valentía y de
forma pragmática y positiva, me explico.
La vida actual, inmersa en un innecesario consumo y agresividad ambiental, tiene compo
nentes que me atrevo a calificar de superfinos. ¿No podemos conducir un coche? Tomemos
un taxi. ¿No podemos ir a salas de conciertos? Utilicemos una minicadena y buenos CD. ¿No
podemos asistir a estadios deportivos u otros e, incluso, a la Iglesia? Valgámonos de la tele
visión. ¿No podemos pasear por un prado o por las quebrantadas aceras? Que nuestra diaria
rehabilitación nos mantenga en la mejor forma física. Hay más ejemplos, evidentemente.
Debemos aceptar el tener que desechar lo no imprescindible y conformamos con lo posible.
Conforta sobremanera volcarse en aquellas actividades antes quizás no fomentadas, pero
que pueden llegar a ser tan compensadoras como no imaginábamos. Pintura (todos podemos
pintar o dibujar, con mayor o menor, digamos, calidad), música (siempre tan grata la de nues
tro agrado), escritura (poner en blanco y negro nuestras inquietudes y vivencias resulta de lo
498 Testimonios
más confortante), coleccionar (proseguir la abandonada o iniciar una nueva, será bueno), lec
tura (lee?*o releer resulta siempre agradable). Como es natural, hay más.
Comentaré ahora un punto esbozado en el quinto párrafo y que considero vital, siempre, y
para un ciático más. Se trata de la fe, esperanza y caridad que la Iglesia se encarga, con mejor
o peor fortuna, de transmitir desde hace dos milenios, desde el punto de vista cristocéntrico.
Está más que claro el sufrimiento de los eláticos. Como señala Juan Pablo II en su inaccesible
libro Cruzando el umbral de la esperanza, del que escribiré someramente más adelante,
“Cristo crucificado es una prueba de solidaridad de Dios por el hombre que sufre” (pág. 79),
y hay que traspasar el umbral de la esperanza: “No detrás de sí mismo con la Cruz del
Salvador, sino detrás del Salvador con la propia cruz” (pág. 218). Pensar en Jesucristo y en lo
que representa para la humanidad siempre me sirvió de apoyo. Ahora más.
Consideremos el otro objeto antes mencionado. Su labor es básica para que nuestro ánimo
no decaiga. Me atrevo a pediries que no sólo nos den su cariño, sino que nos brinden su com
prensión, aunque tengan que disculpar algún exabrupto o emoción incontrolada. Su silenciosa
tarea es, en ocasiones, incomprendida, puesto que los eláticos llegamos a exigir demasiado.
Sugiero a nosotros mismos la aportación de un diálogo sosegado. Dejemos aflorar todos al
psicólogo de buena voluntad que llevamos dentro. A nuestros “cuidadores” les pido algo con
creto: los eláticos tenemos, en mi opinión, el derecho y obligación personal de conocer nues
tro estado y posibilidades, pero nos conforta mucho que se nos exponga de forma positiva.
¿Hablamos de la enfermedad? Sí, pero haciendo hincapié no en su atrocidad, sino en los pro
gresos de su investigación, lo que nos aportará un aliento de esperanza, ¿Hablamos de minus
valías? Sí, pero no de las que nos invaden, sino de aquello de lo que nos vamos “librando”.
Explico las comillas. Si un familiar regresa de la calle, parece que nos alegra saber que el trá
fico es horroroso.
Me refiero seguidamente al maravilloso libro de Juan Pablo II. Lo he leído y releído y me
ha impresionado de forma concreta, directa y sosegadora. Tanto es así que he sentido la nece
sidad de convertirlo en mi catecismo personal. Con tal fin, he tenido la osadía de sacar los
párrafos en los que todas y cada una de sus palabras no sean responsables, apropiadas y nece
sarias. Sencillamente, he confeccionado un librito que se ha convertido en mi catecismo.
Nuestra asociación, ADELA, es el tercer vértice del triángulo del elático. Representa un
inestimable apoyó para nosotros y, por ende, para nuestros personales colaboradores. Hay en
ella tres “ángeles de la guarda” (Nieves, M* Carmen y Paz) que se desviven en nuestro favor
con su información, concreta y amplia, ayudas y buen hacer. Es lástima que nuestra Asociación
no disponga de mayores posibilidades, humanas y económicas, que representarían una mejor
aportación cuantitativa (la cualitativa insisto, existe) para con los eláticos. Si nos acercamos a
ella con nuestra generosidad personal no vendría mal.
En fin, roguemos al Espírim Santo que inspire a los investigadores y nosotros demos con
el mazo de nuestra rehabilitación y fuerza de espíritu.
Agustín Solas
VIVIR A TOPE*
Me llamo Caty (háganme el favor de la Y griega, gracias) Salom Parets, tengo 25 años. Nací el
21 de julio de 1972. Siempre he sido la elática más joven de España. No sé si lo sigo siendo
todavía. Les escribo a través de un tío mío con el que mucho nos comprendemos. Solamente
puedo comunicarme a través de una pantallita de plástico transparente. En los bordes de dicha
pantalla están pintadas las letras, agrupadas de cuatro en cuatro. Con mis ojos indico el grupo
de palabras. Cuando se me indica la que quiero, cierro los dos ojos. Si no es la letra adecuada,
me quedo con los dos ojos abiertos. Gracias a Dios las más difíciles de cazar son las dos pri
meras. Luego ya me adivinan la palabra entera. Con esta palabra forman la idea que creen quie
ro decir. Si adivinan, cierro mis dos ojos. Si no, corrijo lo necesario hasta que logro manifestar
lo que deseo. Todo para decir que este TESTIMONIO es mío, desde el principio hasta el fin.
A los 11 años me gustaba mucho el deporte. Jugaba al baloncesto. A veces me fallaba la
rodilla. A los 19 años recién terminado primero de derecho, me fui a Burundi, donde vivía mi
tío misionero. El índice de mi mano izquierda ya se me estaba encorvando. Las dos falanges
superiores jorobaban el dedo. Se me habían recetado unos ejercicios sencillos para activarlo.
En agosto de 1991 me estaba bañando en una piscina de una vecina de casa. Conmigo había
otros vecinos que se bañaban. La dueña de la casa me pidió que le llevase a un niño que se
estaba bañando con nosotras. Entonces, al intentar sacarlo de la piscina... no pude.
Y desde entonces han pasado siete años. Me encuentro totalmente paralizada, aunque gra
cias a Dios domino mis ojos.
Sé que este mi testimonio es para una revista científica que leerán médicos, principalmen
te neurólogos. Permítanme que les diga a los señores neurólogos que tendrían que ser más
comprensivos con nosotros. Sé que somos malos enfermos. Sin curación posible; pero no tiren
ustedes tampoco la toalla. Claro que no tienen que engañamos; pero acójannos, por lo menos.
Digamos que no saben que hacer con nosotros; pero dígannoslo bien dicho, sin huimos.
Ustedes son los únicos que pueden comprendemos, ¿por qué nos evitan? Si esto me pasa a mí,
la más joven de España, muy coqueta por cierto, todo el mundo me lo dice, que harán a mis
compañeros hombres y mujeres mayores.
Pasé casi cuarenta días en Burundi. Un día estaba con mi tío que iba preguntando a los nati
vos por qué no acudían al médico, también nativo, que recién habían recibido. Por qué en vez
de ir al hospital (con personal de su pueblo) preferían seguir con los bmjos y hechiceros anti
guos. Me dijo mi tío que le contestaron “los doctores no saben acogemos, los bmjos nos aco
gen mejor”.
No quiero negar que los enfermos presos de una enfermedad como la ELA somos capaces
de cualquier disparate. Principalmente en el comienzo. Yo misma los he cometido. Y si llegué
tan lejos (como a las mismas filipinas) fue por una acogida exagerada y engañosa. El curan
dero filipino que bien sabía acoger, casi te curaba con sus magias. Y como es el enfermo el que
cuenta, tu familia y tus amigos aportan enseguida lo necesario (mucho dinero entre otras cosas)
para que puedas sanar. Después, como decía, una se deja llevar por las maravillas que otros le
cuentan y te dispones a todo. Mucho más cuando sólo tienes 18 años. Pues sí, con mi mamá
llegamos hasta Filipinas en busca de salud que teníamos más que asegurada. Luego siguió la
gran desilusión, decepción total.
Seguramente querrán saber cómo vivo mi ELA. Pues con muchos altos y bajos, con
muchas ilusiones y desesperos. Con ganas de vivir y de morir. Pero gracias a Dios, son más
las ilusiones. En una palabra, es para mí más importante lo positivo. ¿Qué me ayuda a ello?
500 Testimonios
Acabo de insistir en el primer remedio: la familia. Muy unido a éste necesito de la amistad,
amistades... Cada año los reúno en una comida de amistad. Son unos cuarenta que viven tam
bién nuestra ELA y animan nuestra ADELA-Balear. Yo, debido a mi ELA no puedo ni mover
me, ellos por mi ELA vienen a mí para -ju n to s- ir hacia todos los ELÁTICOS. ¿Qué más qui
siéramos en todas las ADELAS que poder afiliar (nunca palabra fue mejor dicha) afiliar a
todos los enfermos de ELA? Los amigos, las amigas, la amistad es el motor para mover a la
ciática (inmóvil) que soy yo. Y la amistad sólo puede darse en el marco de una familia, que
invita, acoge, comparte... Recuerdo haber leído en algún sitio que SE VIVE DONDE SE
AMA, NO DONDE SE ESTA. La Familia hace vivir por y para el amor, por y para la amis
tad. No sé los otros enfermos -m e imagino que tam bién- pero nosotros los ciáticos necesita
mos toneladas de amor... “un millón de amigos”.
3° PUEBLO: El hombre, el ser humano es un animal social. Siempre me sentí de mi pue
blo. Santamariense, el pueblo se llama Santa Maria del Camí. En él he nacido, crecido, enfer
mado. En él tengo mis amistades. En él ha nacido y crecido ADELA-Balear. Es un pueblo de
linos 4000 habitantes. En él tenemos un centenar de miembros de ADELA. Cada año más de
500 vecinos compartimos una cena popular pro-ADELA. En las ferias montamos nuestra
caseta ADELA. Cuando me pasean en mi silla de ruedas mucho son los que me animan. Me
siento muy querida por todos y me lo demuestran con sus aportaciones para ADELA. La
revista mensual del pueblo, Coanegra, me da ocasión de compartir con todos mis vecinos. Se
hace eco de todas nuestras actividades, con mucho cariño.
4“ ACTIVIDADES: Mi cuerpo olvidó el movimiento; pero nunca había movido a tanta
gente, a tantos amigos. Solamente puedo mover mis ojos y ellos a su vez mueven gran activi
dad. Soy presidenta de la Junta Directiva de ADELA-Balear. Un objetor de conciencia me
ayuda para todo el papeleo que no es poco. He tenido la suerte de haber colaborado con cua
tro objetores. Una fisioterapeuta, tres veces por semana, desentumece mis “extremidades”.
Cada mes tenemos, por lo menos una reunión de la Junta de ADELA. Algunas más cuando
tenemos que organizar la cena anual pro-ELA, la Jomada Mundial, las ferias del pueblo, las
rifas... Mucha es la actividad que llevamos. Que hago llevar a puro guiño de ojo, al ritmo de
mi gran amor de corazón. Nunca había amado tanto. Nunca me había sentido tan amada.
5° FE CRISTIANA: Jesucristo es mi gran amigo. Este punto quise ponerlo en primer lugar.
Para nru Él, Jesucristo, es la razón, el fundamento de mi familia, de mi todo. Hace poco, a mi
tío cura, durante dos horas compartí con él mi fe cristiana.. Le dije tres frases que para mí resu
men mi vivencia. Jesús es un amigo que me entiende. Si no fuera ciática no estaría tan unida
a Él. Hablo con Jesús siempre. Jesucristo para mí es mi gran amigo. Hace años como que qui
siera rebelarme contra Él. Luché con Él; pero me venció. He comprendido que vive en mí por
su Espíritu. Nunca lo había entendido tan claramente. Ahora que mi cuerpo quedó reducido a
mis ojos, a mi corazón, creo en el Espíritu. Jesús vive en mí la Cruz de la ELA. Ahora com
prendo aquellas palabras suyas de! capítulo 25 de San Mateo: “Estaba enfermo y me visitas
teis. Y los justos en el último día le preguntarán cuando estuviste enfermo y le visitamos...?”.
Y Jesús contestará: cuando visitasteis a uno de estos hermanos más pequeños a mi me visi
tasteis...” ¿Habrá alguien más pequeño que una pobre elática como yo? Jesús grita en mí a su
Padre Dios: ¿Por qué me has abandonado? Y al mismo tiempo: en tus manos, en tu corazón
pongo MI ESPÍRITU! A Él, en la Cruz poco más le quedaba que su Espíritu, como a mí... Es
su espíritu que nos une. Siempre, en todos mis estudios, tuve muy buenas notas. Si no hubie
se sido por la ELA hace dos años que sería abogada y pensaría en otros valores, que ahora.
502 Testimonios
desde mi ELA no me lo parecen tanto. Los valores que valoro son del orden del ser y no del
tener. Coüsprar y vender. Me siento ser mucho. Para con Dios que es el que Para con mi fami
lia, amistades, mi pueblo... Me siento muy unida a Dios. Su Espíritu Defensor, Consolador lo
siento en mí... Hablo con Él. Se lo comento todo. Él me da su voz. Mi vida es abandono en el
corazón de Dios porque su Espíritu está en mí. (Bueno en todos los que se dejan hacer por él,
todos los que le abren la puerta). Quería decir que la dimensión espiritual cristiana a mí me ha
resucitado. Tal como suena; vivo en mi cuerpo, en lo que queda de él, entre las quejas del dolor
y el abandono en el Corazón de Dios.
6” VIVIR ES HACER VIVIR: Noto que en tomo mío se consume mucho pero se vive
poco. Se tiene mucho, demasiado; pero se es poco. Es lo que contaba al principio de este docu
mento. Lo que me dijo mi madre (me repite muchas veces) ‘T ienes que vivir para que los futu
ros enfermos de ELA puedan curar. Vivir”. Y yo se lo repito a ella, cuando se desanima. Le
llega muy pocas veces. Los que conocemos y nos dejamos amar por Jesús lo comprendemos
porque así lo ha vivido Él. Yo soy la vida nos dice. Y es la vida porque encama, hace vivir en
los más “muertos” de hambre, de sed, de desnudez, de enfermedad, como yo de prisión, de
extranjería. Él mismo proclama lo que vive; ¡no hay amor más grande que dar la vida! Una
vive, es vivida a medida que la entrega la da, la comparte. Vida que es siempre muerte y resu
rrección. En el grano que se pudre y da fruto. Sólo resucita quien muere. Y a la medida que
uno muere. Así, la ELA, que es muerte rápida para los más, se transforma en vida cuando uno
trata de vivirla...
Caty Salom i Parets
♦Caty ha escrito el libro Soy Caty Salom. Tengo esclerosis lateral amiotrófica, en el que relata
toda su experiencia vital con la enfermedad. Caty falleció el 2 de noviembre de 1998, tres días
antes de la presentación oficial del libro.
La ELA, una enfermedad familiar 503
Siempre había estado sentado en el salón y, después de ese momento, entrabas, esperabas
verle ahí, y Dios mío, que desilusión cuando veías que allí no estaba. Eso fue lo peor de todo.
Ahora tengo diecisiete años. Mi padre murió el día siete de octubre, una semana antes de mi
catorce cumpleaños. Ese día no se borrará nunca de mi mente.
Patricia
Si cualquier lector observa algún día a un bebé al que cualquiera de las personas citadas arri
ba le esta dando de comer apreciará que el niño tienen los labios, la barbilla, el babero y hasta
las manos llenas de papilla, puré, sopa o lo que sea. Pues bien, por muy rebelde que sea el niño,
por mucho que cierre la boca o que ladee la cabeza o que bracee, estoy en condiciones de afir
mar que el 90% de la culpa no es del niño.
Imaginaos ahora que en lugar de un niño están alimentando a una persona adulta que se
supone que no cierra la boca, que no ladea la cabeza, que no bracea porque si lo hiciera se ali
mentaría solo, y que tiene mucho interés en no aparecer como el niño con los morros llenos de
comida.
Si en cualquier encuesta se preguntara cuál es la fórmula correcta para dar de comer a un
niño/inválido, todos contestarían que introduciendo los cubiertos por el centro de la boca, hasta
el centro de la boca, de forma plana y sin ladearse.
Efectivamente, ésta es la única forma correcta, pero contra ella hay más de doscientas for
mas incorrectas de hacerlo. Y no exagero. Lo voy a demostrar.
Aun suponiendo que la cuchara entre por el centro se pueden dar las siguientes situaciones:
- Que se quede en la entrada de los labios, con lo cual el comensal si quiere alcanzar el boca
do tiene que hacer como las truchas cuando embocan la cucharilla, es decir Adelantar la
cabeza y cerrar la boca enseguida.
- Que la cuchara llegue hasta el fondo de la campanilla con lo cual tanto al niño como al
adulto se le provocan náuseas.
- Que tanto si se queda a la entrada, como llegue al centro o bien hasta la campanilla, esté
inclinada hacia am ba, o hacia abajo. Si es hacia arriba, antes de que el comensal controle
el bocado ya lo tiene en la garganta con el riesgo subsiguiente de atragantamiento. Si entra
inclinada hacia abajo lo más normal es que no llegue nada a la boca porque se habrá que
dado en el camino.
- Que partiendo del caso anterior, entrada, centro, campanilla, la cuchara entre además esco
rada a babor o a estribor.
- Que entrando por el centro luego se ladee a la izquierda o a la derecha.
- Que en lugar de entrar por el centro lo haga por la comisura derecha o la izquierda, con
todas las situaciones anteriores: comisuras, centro, campanilla, inclinada arriba o abajo,
escorada a babor o a estribor, y ladeada a izquierda o derecha.
Pueden darse casos especiales que no encajan en ninguno de los expuestos anteriormente.
Por ejemplo:
Uno de mis cuidadores hace una maniobra compleja, inicia la entrada por el centro con la
cuchara inclinada hacia abajo, pero a medida que avanza, llegando hasta la campanilla, cam
bia bruscamente la inclinación de la cuchara hasta tocar con su mango la punta de la nariz y
volcando todo el contenido como si se tratase de un volquete de camión.
Una de mis hijas se pone de lado para darme de comer y cuando usa el tenedor lo intro
duce tan atravesado que algunas veces la mitad de la horquilla pincha la comisura de los labios
pero...jj¡por fuera!!!.
506 Testimonios
Ahora cualquier principiante de matemáticas puede hacer con todas estas variables un cál
culo y p tede afirmar que salen más de doscientas formas erróneas, por lo que yo sigo con
fiando que algún día podré decir: ¡¡¡ECCO, BINGO, ENTRÓ, ENTRÓ...!!!.
Eso sin contar con el tema de las pautas, el ritmo o las distracciones paralelas (conversa
ciones, televisión...). Imaginaos lo cabreante que es para un adulto que le metan la segunda
cuchara antes de haber terminado la anterior, o bien que le dejen unos segundos con la boca
abierta en espera del próximo bocado.
Cada cuidador tiene su forma especial y yo estoy en condiciones de afirmar que con los
ojos vendados podría acertar quién es la persona que me introduce la comida.
Angel Puy