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Jaime Ramos-Arenas24
Universidad Nacional de Colombia
▶ Introducción
– 124 –
La autonomía del lenguaje psicológico – 125
ceptos y explicaciones de la psicología no las clases en las que se organizan los fenó-
pueden reducirse a los conceptos y expli- menos tratados en cada una de esas cien-
caciones de las ciencias básicas.27 cias, deben poder definirse en términos
En un famoso ensayo titulado Sensa- de los predicados de clase de las ciencias
tions and Brain Proccesses (1959) el filóso- más básicas, la química y la física. Mu-
fo J. J. C. Smart sostenía que el referente de chos filósofos de la ciencia consideraban
algunos términos psicológicos, en particu- que mediante la construcción de las leyes
lar de los términos de sensaciones como puentes apropiadas se podrían definir los
“dolor”, son estados cerebrales. Smart predicados, por ejemplo, de la biología en
retomaba la distinción hecha por Frege términos de la química, y estos a su vez en
entre el referente y el sentido de una ex- términos de los predicados y leyes de la
presión. Las expresiones “Melanie Klein” física, construyéndose así una ciencia uni-
y “la más influyente psicoanalista infantil ficada que tendría a esa ciencia en su base,
inglesa” nombran a la misma mujer, pero de ahí el nombre de fisicalismo. La tesis
no la nombran de la misma manera, no afirmaba que dado que todos los fenóme-
tienen la misma connotación. De manera nos de la naturaleza son físicos (el princi-
análoga, según Smart, las expresiones “do- pio de la generalidad de la física) entonces
lor” y “la excitación de las fibras C” (hoy todos los fenómenos debían poder ser ex-
diríamos de los nociceptores) nombran el plicados en última instancia en términos
mismo evento, aunque no son expresio- de las clases y leyes de la física. Pero como
nes sinónimas pues no tienen el mismo argumentaron Putnam y Fodor, aunque
sentido. Más aún, las dos expresiones pue- todo objeto y todo evento son físicos, esto
den nombrar lo mismo sin que el usuario no significa que cada evento o cada objeto
del lenguaje sepa que nombran lo mismo. solo pueda recibir una descripción desde
La tesis sostenía que si un término predicados físicos. Se puede describir un
psicológico denota un estado mental en- objeto como un cilindro muy corto de n
tonces denota un estado neurofisiológi- milímetros de altura y m centímetros de
co, ya que todo estado mental es idéntico diámetro hecho de acero y cobre con un
a un estado neurofisiológico.28 peso de x gramos, etc., o se le puede des-
Según el materialismo de clases (o fi- cribir como una moneda de cinco centa-
sicalismo de clases) los predicados de las vos (de euro). “Reloj”, “moneda”, “silla”
ciencias especiales (p. ej., de la economía, y “ratonera” son todos predicados fun-
la psicología y la biología) que designan cionales que aplicamos a objetos físicos.
De manera análoga “oferta”, “combate”,
“boda”, etc., son predicados no físicos que
27 Churchland, en realidad no defiende la reducción de los aplicamos a eventos físicos.
conceptos psicológicos a los conceptos de la neurología,
sino que aparentemente, ante la imposibilidad de tal cosa, Inspirados en los algoritmos del cé-
opta por sugerir que se eliminen simplemente los concep-
tos de la psicología popular.
lebre matemático Alan Turing, las deno-
28 Téngase en cuenta que una expresión psicológica puede minadas máquinas de Turing, Putnam
no designar un estado sino una disposición. Los positivistas (1964/1975, 1967/1975) y Fodor (1968,
favorecían un análisis disposicional de las actitudes propo-
sicionales (x cree que p, x desea que p, etc.) Por ejemplo, x 1975) desarrollaron una teoría metapsi-
cree que va a llover haría alusión a las disposiciones a llevar cológica que llegó a ser conocida como
un paraguas, a cerrar las ventanas, etc. Nótese, sin embargo,
que solo se tienen esas disposiciones si x no quiere mojarse. el funcionalismo de máquinas de Turing.
La autonomía del lenguaje psicológico – 127
quina con respecto a su constitución físi- psicológicos, según la cual clases de esta-
ca o los detalles de su ingeniería, es una dos como “creer que tal cosa” o “desear
descripción más abstracta que recoge so- que tal cosa suceda” (y en general aquellos
lamente la arquitectura lógica o funcional que se engloban bajo la categoría de acti-
de la máquina. Se suponía en los años do- tudes proposicionales) deben entenderse
rados del funcionalismo que debía ser po- como estados funcionales del sujeto. Des-
sible describir la mente de un ser humano, de luego que tales estados tienen contra-
si no como una máquina de Turing, al me- partidas neuronales (la activación de tales
nos como un conjunto finito de máquinas o cuales neuronas en cierta región de la
de Turing, de tal manera que las opera- corteza cerebral) pero lo que determina
ciones de la mente se concebirían como la clase psicológica bajo la cual se clasifica
función de los datos de entrada (de los el estado neuronal no son las propiedades
estímulos para usar un lenguaje más psi- bioquímica o morfológicas del mismo,
cológico) y del estado interno en que se sino sus propiedades funcionales, esto es
encontrará el sujeto. La gran innovación su rol causal en la vida psíquica del indi-
128 – Neurociencias, reducción e integración en psicología
te, sino una teoría sobre la estructura de decir que sabemos que cualquier teoría
las teorías psicológicas (acerca de lo que posible de la mente humana, debe ser
debería constituir una explicación psico- en algún sentido sustantivo semejante a
lógica y demás). Yo me inclino por esta una descripción de un sistema económi-
concepción, según la cual el funcionalis- co o de un juego y, en cambio, funda-
mo se funda principalmente en un análisis mentalmente distinta a una teoría física
de los conceptos mentales y no en una in- o química. Aquí creo que sigo ‘el espí-
vestigación empírica de los estados y pro- ritu’ de las observaciones de Putnam,
cesos mentales. No concibo qué tipo de señalando que la descripción de un sis-
experimento podría desmentir que las ex- tema económico o de un juego se hace
presiones psicológicas puedan ser inter- en términos de agentes (jugadores) que
pretadas funcionalmente. Esto no significa realizan ciertas acciones según ciertas
que el funcionalismo sea necesariamente metas y reglas. Obviamente los jugado-
verdadero, seguramente el tipo de análi- res son seres físicos y las jugadas (ac-
sis de las expresiones psicológicas que nos ciones) son eventos en el mundo físico,
130 – Neurociencias, reducción e integración en psicología
res: el famoso caso del pulgar del panda a de la psicología evolucionista y a la tesis
que se refiere Stephen Jay Gould (1980) del papel que juega la selección natural
sería un ejemplo de esto. Block y Fodor- en moldear la estructura de la mente hu-
sugieren que es plausible que similitudes mana, deja sin piso su segundo argumen-
psicológicas entre organismos de distin- to empírico contra el reduccionismo.
tas especies puedan explicarse mediante
la convergencia por selección y sin nece-
31 Lo que es producto de la selección natural es la estructura
sidad de postular estructuras fisiológicas del cerebro, la cual, presumiblemente, no ha cambiado signi-
de la misma clase para todos los indivi- ficativamente en algo así como cien mil años. Nuestra mente
en cambio es enormemente diferente de la de los cazado-
duos (Block y Fodor, 1972, p. 81). res-recolectores de ese período. La estructura de la mente,
Soy bastante escéptico acerca de la te- la manera cómo interactúan nuestras facultades mentales,
la estructura de nuestra percepción, memoria, razonamien-
sis de que la estructura de la mente haya to, etc., depende en parte de la estructura innata de nuestro
cerebro, pero también de nuestra interacción con el medio
natural y social. Solo puede entenderse la mente de un su-
jeto si se conoce a fondo la cultura en la que crece. Este, sin
30 J. P. Changeux (1985) cita a Fodor y muestra la debilidad de embargo, es un argumento contra la psicología evolucionista
fundar el reduccionismo en la tesis de Lashley. que habría que desarrollar en detalle en otra oportunidad.
132 – Neurociencias, reducción e integración en psicología
El tercer argumento que ofrecen los tos (en tanto sean portables y relativa-
autores reside en la posibilidad empírica mente durables). Pero las restricciones
de que algún día pudiéramos construir son mucho mayores para construir por
máquinas que compartan estados psico- ejemplo un corazón artificial o una nave
lógicos con los seres humanos (creencias, espacial. Es plausible que algo semejante
deseos, etc.), aunque su estructura física a la experiencia humana, no me refiero
no sea, en ningún sentido relevante, si- solo al pensamiento discursivo, sino a la
milar a la nuestra. Ciertamente este es un manera como se experimenta el mundo,
asunto que no se puede pre-juzgar y debe incluyendo emociones y sensaciones, no
dirimirse empíricamente.32 Debe seña- puede ser instanciado físicamente por
larse, sin embargo, que los funcionalistas muchas más clases de cosas que cuerpos
exageraron la tesis de la múltiple instan- semejantes a los humanos (no solo se
ciación física de los sistemas funcionales. necesita un cerebro, sino un cuerpo se-
Según esta tesis un mismo sistema fun- mejante al nuestro). Por otra parte, debe
cional, digamos una misma máquina de tenerse en cuenta que más de medio siglo
Turing, puede instanciarse en innume- de intensa investigación en inteligencia
rables clases de sistemas físicos distin- artificial ha producido resultados muy
tos. Esto sugiere que una mente como la limitados, lo cual no da pie para esperar
humana puede tener como sustrato físico que se puedan construir máquinas digita-
tabletas de silicio, o incluso un queso sui- les inteligentes en el futuro cercano.
zo, como sugiere Putnam (1975, p. 302)
con su habitual hipérbole. Pero la verdad ▶ Crítica conceptual al argumento
es que entre más compleja sea la función reduccionista de Crick
que un mecanismo deba realizar, más res-
tricciones se encontrarán a las posibles A pesar de la debilidad de los argumentos
instanciaciones físicas para el mismo. empíricos que presentaron Block y Fo-
Se pueden usar como monedas (como dor, comparto plenamente su conclusión
instrumentos de cambio) innumerable de que el materialismo reduccionista está
cantidad de clase de objetos distintos, equivocado. ¿Por qué llegamos a esta
de plata, cobre, hierro, cuero, madera y conclusión? Consideremos el siguiente
demás, de innumerables diseños distin- tipo de argumento contra la reducción de
un concepto funcional a conceptos de las
ciencias naturales: un concepto funcio-
32 Sin embargo, debe tomarse en cuenta la observación de
Wittgenstein (1953, § 360) de que la afirmación de que una nal como “reloj” no es definible en el len-
máquina no puede pensar no es una aseveración empírica. guaje de la física. No podemos encontrar
Pues dada nuestra manera de usar la familia de conceptos
que englobamos bajo el rotulo “pensar”, solo de los seres una propiedad necesaria y suficiente que
humanos o de algo que sea en muchos aspectos similar a los
seres humanos diremos que piensa. No es suficiente pasar el
tengan todos los relojes y solo ellos. El
test de Turing (Turing 1950/1990), para afirmar que un siste- argumento se funda en ciertas conside-
ma (organismo o máquina) piensa. Pues no solo se necesita
la conducta verbal apropiada, como cree Turing, sino la per- raciones sobre el concepto de reloj, por
tenencia a una forma de vida semejante a la humana, que ejemplo, que lo que hace de algo un reloj
puede incluir tales cosas como una cierta manera de comer y
caminar (que en los humanos tienen unas reglas y unos sen- es la función que cumple, no su consti-
tidos), pero también contar chistes, hacer promesas y arar el tución física. También consideremos que
campo. Quizás solo de un Dasein heideggeriano podemos
decir que tiene una vida mental como la nuestra. algo solo es un reloj bajo cierta descrip-
La autonomía del lenguaje psicológico – 133
ción, visto bajo cierto modo de presenta- de Francis Crick en defensa del reduc-
ción, bajo otro modo de presentación es cionismo:
un adorno o simplemente un objeto físi- Otro argumento filosófico favorito es
co con tales y cuales especificaciones.33 que el reduccionismo involucra un
Consideraciones acerca de las rela- “error categorial”. Por ejemplo, en
ciones entre conceptos son considera- los 1920s este podría haber tomado
ciones conceptuales que pueden llevarse la forma [de afirmar] que considerar
a cabo con relativa independencia de ob- que un gen es una molécula… sería un
servaciones empíricas. Son considera- error categorial. Un gen es una cate-
ciones acerca de qué entendemos por un goría y una molécula es una categoría
término y cómo lo usamos en un contex- muy diferente. Uno puede ver ahora
to dado. La cuestión de si un término es cuan vacías esa objeciones resultaron
definible en términos de otro más básico ser. Las categorías no nos son dadas
(suponiendo que se pudiera aclarar exac- como absolutas, son invenciones hu-
tamente en qué consiste la dependencia manas (1995, p. 9).
de un concepto respecto a otro),34 no se
dirime empíricamente a través de ex- Parece claro que Crick hace referen-
perimentos y observaciones de hechos. cia aquí a la noción de error categorial
Si frente a la explicación dada sobre la de Gilbert Ryle (1949). Según este autor,
irreductibilidad del concepto de reloj al distintos términos pertenecen a distin-
lenguaje de la física, un interlocutor re- tas categorías lógicas (aproximadamente
plicara que no podemos estar seguros como los distintos tipos lógicos de los
acerca de la conclusión pues, es posible términos en la lógica de Russell) y no
que ulteriores investigaciones encontra- pueden combinarse con sentido térmi-
ran propiedades físicas necesarias y su- nos de distintas categorías en una misma
ficientes para ser un reloj, nos daríamos oración. Así por ejemplo, los conceptos
cuenta que la persona no ha comprendi- de color y número pertenecen a distin-
do correctamente el argumento. Quizás tas categorías lógicas por lo cual no tiene
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Sin embargo, cabe hacer aquí varias acla- generalizaciones “heteronómicas”, gene-
raciones. En primer lugar, no es el caso ralizaciones con cláusulas ceteris paribus
que se haya definido una noción funcio- ([siendo] las otras cosas iguales), que
nal en término de una noción extensional. no pueden ser refinadas en verdaderas
No es que ahora definamos la noción de leyes, sino cambiando a un vocabulario
unidades de herencia en términos de nu- distinto al psicológico (de ahí la hetero-
cleótidos. En el mejor de los casos se ha nomía), digamos al neurológico.
mostrado cómo una clase de gen (conce- La razón por la cual no pueden for-
bida funcionalmente) se instancia en ta- mularse leyes estrictas en psicología es
les y cuales cadenas de nucleótidos. Sin que el lenguaje psicológico es “holístico”.
embargo, eso tampoco es exacto, pues se Al hacer referencia a un estado psicoló-
encontró que las unidades de la herencia gico determinado, digamos la creencia
son menos discretas de lo que Mendel de x de que p, estamos simultáneamente
sugirió. No se pueden aparejar uno a uno haciendo referencia a un número indeter-
rasgos fenotípicos con genes, eso lleva a minado de otros estados psicológicos de x.
lo que Ernst Mayr denominó beanbag ge- No se asignan creencias a una persona
netics, (la genética de la bolsa de frijoles), una a una sobre la base de su conduc-
como si una mutación consistiera en el ta verbal, sus escogencias, u otros sig-
intercambio de un frijol de la bolsa por nos locales, sin importar cuan claros y
otro de otra clase (Sober, 1996). En rea- evidentes sean, porque hacemos sen-
lidad los rasgos fenotípicos no se heredan tido de las creencias particulares solo
de manera enteramente atómica, con in- en la medida en que son coherentes
dependencia los unos de los otros (Fodor con otras creencias, con preferencias,
y Piattelli-Palmarini, 2010, capítulo 2); la intenciones, esperanzas, miedos, ex-
tesis de las unidades discretas de la heren- pectativas y demás. [Y más adelante
cia de Mendel fue una idealización. Inclu- agrega]… El contenido de una actitud
so un atomista biológico como Richard proposicional deriva de su lugar en
Dawkins, quien postula que los genes son un patrón [de actitudes proposiciona-
las unidades sobre las que opera la selec- les]. (Davidson, 1970/1980, p. 221).
ción natural, reconoce que no se pueden
aparejar los genes con cadenas precisas de Dado lo que Davidson señala, es cla-
nucleótidos (p. ej., con cistrones) y sigue ro que no asignamos creencias, deseos y
usando, como todo el mundo, una noción demás ‘estados mentales’ similares (su-
funcional de gen (Dawkins, 1989, p. 29). poniendo que se tratara de estados) de
Volvamos al corazón del argumento manera atómica, uno a uno, sobre la base
aquí presentado; la razón por la que no de criterios puramente locales, sean estos
podemos reducir las categorías psico- conductuales o neurofisiológicos. El con-
lógicas a categorías de la neurología, se tenido mismo de una actitud proposicional
deriva de la naturaleza de los conceptos depende de sus relaciones inferenciales
psicológicos. Donald Davidson argu- con otras actitudes proposicionales.35 Pero
mentó que no existen leyes psicológicas
análogas a las leyes científicas, pues lo 35 Nótese que no se está diciendo que dado el contenido
que encontramos en la psicología son proposicional de una actitud, esta tiene tales y cuales rela-
La autonomía del lenguaje psicológico – 135
esta forma de ver las cosas lleva a la con- se con muchos otros estados mentales
clusión de que dado el holismo de lo men- como parte de un sistema racional.
tal, no podemos individualizar de manera Estas consideraciones llevan a ma-
precisa las actitudes proposicionales. Es tizar la conclusión a que llega Davidson
decir que tales actitudes tienen un carácter (1970/1980), de que aunque cada evento
esencialmente relacional; su contenido de- mental es idéntico a un evento físico, no
pende de sus relaciones con otras actitudes existen leyes psico-físicas que conecten la
proposicionales, y presumiblemente tam- descripción de los fenómenos bajo una y
bién con los estímulos (que las causan) y otra descripción; no hay leyes que conec-
conductas que ellas (en relación con otros ten el fenómeno descrito como mental y
estados mentales) generan. La atribución como neurológico. Esto es correcto para
de creencias y deseos se hace en bloque; los eventos mentales, como tener un dolor
si le asignamos a x la creencia de que p, en el instante t, pero dado el holismo del
tenemos que estar dispuestos a asignarle lenguaje psicológico, es difícil precisar en
otras creencias q, r, etc.36 La atribución de qué consiste la instanciación de una acti-
creencias y deseos presupone una cierta tud proposicional. Creer que p, desear que
racionalidad en el individuo a quien se le q, etc., no son propiamente estados men-
asignan y el uso de un criterio puramen- tales que se den de manera precisa en el
te local no se corresponde adecuadamen- tiempo.37 Aún si pienso verbalmente “p es
te con tal presuposición de racionalidad. verdadero” (donde p designa alguna pro-
Pero entonces un criterio neuronal pura- posición), eso no parece ni necesario ni
mente local, como estar en el estado neu- suficiente para decir que creo que p. No
rológico y no puede ser suficiente, y quizá es necesario porque la mayor parte de las
tampoco necesario, para atribuir a un suje- cosas que creo, las creo implícitamente y
to cierta actitud proposicional. las creo aun cuando no estoy pensando en
Obviamente, para hablar de un agen- ellas, y no es suficiente porque otros cri-
te que piensa y actúa, debe haber un sis- terios, por ejemplo conductuales, podrían
tema físico que opera de cierto modo, mostrar que realmente no creo que p
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pero no se pueden mapear uno a uno los (digo que creo en la honestidad de mi so-
estados físicos del sistema con sus esta- cio, pero insisto en verificar sus cuentas).
dos mentales, porque lo que llamamos Se sigue de lo dicho que dada la ma-
un “estado mental” no es algo que pueda nera en que usamos expresiones como
existir de manera atómica, sin relacionar- “creer” “desear” “entender” etc., estas
no hacen alusión a estados cerebrales.
Supongamos que tomamos una muestra
ciones inferenciales con otras actitudes (es incompatibles estadísticamente significativa de sujetos
con tales, implica tales otras, etc.). Sino que se hace una
inversión y se afirma que dadas las relaciones inferenciales
que tiene la actitud (digamos, cree que p), eso determina el
contenido de lo que entendemos por “cree que p”. 37 No se puede cronometrar la posesión de una creencia,
36 Alguien solo puede creer que mañana va a llover, si tam- como se puede cronometrar tener una sensación de dolor.
bién cree que habrá nubes sobre el cielo, que el planeta se- ¿Cuándo empieza alguien a creer que los objetos son só-
guirá existiendo mañana, etc. Es inconcebible que pudieran lidos, cuándo puede afirmar tal cosa o cuándo interactúa
existir organismos con solo una creencia, y esto no se debe con los objetos de cierta manera? ¿a quién podemos atri-
a algún principio empírico contingente, como cree Jerry buir tal creencia, a un niño de dos años, de 6 meses, a los
Fodor, más bien esto se deriva de la gramática lógica de la conejos que saben distinguir el suelo sólido sobre el que
noción de creencia. pueden caminar, de la superficie del agua?
136 – Neurociencias, reducción e integración en psicología
y 3) cómo los programas del cere- las que contratan, las que se comprometen,
bro generan la conducta (Cosmides y las que asumen responsabilidades, etc. No
Tooby, 1997, p. 4). basta con tener la estructura biológica de
En el mejor de los casos, tal descrip- un ser humano para ser una persona. Un
ción sería apropiada para la neurociencia humano que nazca y crezca entre animales
cognitiva y para la neuropsicología, pero no piensa como una persona, no se com-
claramente excluye muchas otras ramas porta como una persona, no vive como una
de la psicología. Es típico también de los persona y no tiene sentido en ese contex-
neurocientíficos, como es el caso de Jean to hablar de derechos ni deberes. Es de las
Pierre Changeux (1985) y Francis Crick personas de las que decimos que son inte-
(1995), hacer aseveraciones que sugie- ligentes, generosas o crédulas, no de sus
ren que las investigaciones sobre la mente cerebros. Ciertamente el cerebro de un ser
deben fundarse primariamente, y quizás humano tiene que funcionar más o menos
exclusivamente, en nuestra comprensión adecuadamente para que pueda desempe-
de los procesos cerebrales. Considero, ñarse como persona, pero no podemos en
sin embargo, que creer que vamos a re- un lenguaje puramente biológico describir
emplazar enteramente nuestras viejas y a las personas sus acciones y sus rasgos.
queridas explicaciones psicológicas por Estrictamente hablando son las personas
explicaciones puramente neurológicas es las que piensan, no sus cerebros y es la per-
un error y más aún una confusión. Afir- sona la que escribe, no su mano. En este
mar como dice el doctor Rodolfo Llinás como en muchos otros casos lo que se pue-
“Yo soy mi cerebro” es a mi modo de ver de predicar con sentido de un todo no se
una confusión conceptual, las personas puede predicar con sentido de sus partes.
no somos cerebros, ni la suma de un cere- Yo no tengo idea de lo que vaya a su-
bro, un corazón, unos pulmones, etc. y no ceder con la psicología. No sé si la dis-
porque tengamos un alma inmaterial, sino ciplina podrá seguir existiendo como
porque el concepto persona tiene una ca- una disciplina unitaria y si seguirá pre-
tegoría lógica que no permite reducirlo a tendiendo ser un híbrido entre arte y
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