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El Estado debe invertir más educación, donde participen los órganos colegiados y ayuden

a los padres de familia a solucionar sus conflictos familiares, sociales, y por qué no a
mejorar sus condición económica con también brindarles asesoramiento para formar
pequeños negocios, o microempresas para que se fortalezcan sus conocimientos y se
amparen en una mejor condición económica y puedan solucionar o por lo menos
menguar sus problemas.

Es cierto que también gran parte de culpa las tenemos las mujeres por permitir que los
hombres nos metan la mano, la primera vez que un hombre pega a la mujer siempre lo va
a hacer así él diga lo contrario, y nosotras tenemos que ser fuertes y querernos bastante
a nosotras mismas porque no vamos a ser las primeras o las últimas mujeres que
sacamos a nuestros hijos adelante siendo madre y padre para ellos es preferible que
ellos crezcan sin un padre a que vean como ese padre maltrata a su madre y en el futuro
nuestros hijos serán como ellos, porque los padres somos modelos para nuestros hijos y
por eso debemos de esforzarnos para lograr de ellos personas de bien.

Es una lástima percibir que este problema va en aumento, sería importante educar y
hablar con ejemplo, en una sociedad machista, donde lo que faltan son ejemplos de vida
de parejas armoniosas.

Algunos municipios especialmente del interior del país no asignan recursos para trabajar
en la prevención sobre esta problemática, que importantes es trabajar en el cambio de
comportamiento de la sociedad.

La violencia contra la mujer es uno de los problemas que afecta a toda la sociedad, en la
que para su disminución tenemos que trabajar desde la familia, especialmente en el tema
preventivo, y la responsabilidad no es de un solo sector si no que nos atañe a todos.

La violencia contra la mujer tiene un desenlace funesto “el feminicidio” que no podemos
tolerar, sus arraigos viene de la familia pues al no tener una base en valores, familias no
fortalecidas, incompletas, decadentes, monoparentales, disfuncionales alimentan hijos
que crecen con sentimientos de culpabilidad con una autoestima debilitada, educación
incipiente facilitan la socialización de la violencia como cosa normal y que así debe ser.
Las instituciones de la sociedad civil tienen que trabajar este tema y buscar los medios
para erradicar esta corriente, la educación es un factor determinante que puede ayudar
con medidas preventivas desde los niños y niñas, enseñando el respeto por el otro, los
padres pueden enseñar a sus hijos con el ejemplo de la verdad.

La violencia contra la mujer desencadena hacia el feminicidio que no es tolerable. Es


cierto que a diario las noticias en la prensa publican la muerte de una mujer con
frecuencia.

Hay un victimario y la víctima que por temor no denuncia, lo soporta, lo acepta, lo


perdona y vuelve al círculo de la violencia, es una relación enfermiza que sitúa a la mujer
como protagonista de esta historia.

Necesitamos educar en valores, donde la familia cumple un papel importante, que


enseñe con el ejemplo de la verdad, el respeto por el otro, dar el paso por una educación
al alcance de la sociedad y donde todos puedan acceder solo así vamos a poder superar
la endemia de este mal. Que la mujer se valore, con una buena autoestima que se sienta
capaz para defender sus derechos a una paz y armonía, respeto y justicia, que pueda
acceder a centros de protección y sepa utilizar las redes sociales de apoyo.

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