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De este modo, por eemplo, cuando se describ el sistema polio im peranteen el gio se pont el acento en io restingide del iso, en el aude y el cackuismo (ocaudlism), en la existent de voto censitaro en numerosos paises, en laimposilidad de que los analfabeos las mu jeres pudieran ejrcer sus derechos civcos Si bien todo eso es estricia- Tents certo, se suele olvidar que en la mayor parte de Europa exstian Sistemas semcjantesy que en buena pare de los palses amentanos lain- troducetén del volo unversal fue bastante femprane en comparacion con Io aue ocurrig en otras regiones del mundo ‘Pix tou esto, ese bro estas Leno de interogantes y de duds, de cuestones sin tenminar de resolver, que espero no desanimen al lector, Sino que lo mpulsen a nuevas lectures, Por exo do a su propia niciatva, Ya mu inquieua la posblidad de que pueda llegar, a par de sus propias Preguntas, desentranar algunos de los misterio yas sombxas due pl heen sobre el pasado, el presente y ol uuro de América Latina 12 1. Las economias exportadoras desde fines del siglo x1X hasta la crisis mundial de 1930 11, El desarrollo de las economias exportadoras En tomo a 1880 la consolidacién de las economias primario exportado- ras era ya un hecho en la practica totalidad de los paises de América La- tina, La incorporacién al mercado intemacional de nuevas areas producto- ras de materias pnmas se vio favorecida por los cambios operados en el comercio exterior y por la expansién de las finanzas internacionales, pero también por las transformaciones que se estalvan produciendo en el inte= rior de cada uno de los paises americanos. Esta situacion aceleré el creci- miento econ6mico latinoamericano, pero, como siempre ocurre en estos casos, fue a costa de importantes desequlibrios que primaron el ascenso de determinadas regiones y condenaron a otras al olvido, al atraso y al subdesarrollo. El crecimiento de la demanda de materias primas, insumos y alimentos en los mercados de las naciones mas industrializadas y el descenso ope- rado en los precios relativos de ciertas manufacturas, como consecuencia de la cteciente mecanizacion que se estaba produciendo, aumenté la im- portancia del comercio internacional, De este modo, en América Latina, se 3ncrementaron las exportaciones de materias primas y productos alimenti- 13 me roduocién d 4 portaciones de manufacturas, i od vs aioe que van hasta la Primera Guerra Munghay, capital ca ‘as crecieron mucho mas cone ue |; jones de ers pas (un 45% arual frente a un 3%) en meade my ocurdo en la segunda mitad del siglo xt. Eg inva digo ce manulacres inci, de alguna forms, lay ep Spomias atnoamericanas, Ya que el Volumen de las imp cies yanable que dependia directamente de lag ae ‘Ls producci6n agricola y ganadera templada, con epicentrg 4 enna, pero que también afect6 a otras regiones Pray.ol su de Brasil y el centro de Chile, conocié una 14 Ta produccion argentina y uruguaya de lana, carne y no, cebada, tc), Se vio directamente beneficiada, tpentos diferentes, y las exportaciones crecieron de: fo Gracias a oo las arcaicas estructuras agricolas dejar -apitalists claramente onentadas hacia el 1 En Argentina, la produccién de cereal comenzé a expan de 1860, en detnmento de la ganadetia lanar, En grammed ‘bid a la ampliacion de la zona de cultivo Gracias a la Con de veras nuevas. Sin embargo, el gran moter dela tniccién ferronansa, que permitio acercar las zonas prodi s exportadores. Otro elemento importante fue la casi total peligro indigena, todavia presente en algunas zonas de las pr Buenos Aires, Santa Fe y el sur de Cordoba, La fuerte 98 las provincias argentinas permitio solucionar el probleme ta de mano de obra existente y fue otro factor que facilité del cltvo de cere, especialmente de trig y mala. En mily be ‘Comercio de granos y harinas iba a ser monopolizado as exportadoras, algunas pertenecientes a saciedadles eh panvaicanas y ottas de capital argentino, como era’ el ca an. Patt de carne, los frigorificos ingleses que ee cone si = ns ioe afios del siglo xix tuvieron q ugar cada ver mayor en el mercad \gorificos 2 Ganaderiaproductora de came tenia. su (e Buenos Altes, que en torno a 1914 ya habia im ¢l mas importante foco producior de eee cereales y también las i }elorar sensi le ganado, En mento de tierras, que de cultivos, ya que los arrendatarios tras producir cereales durante 1a W gencia de su contrato (que no era mayor de cinco afios), debian cultivar forraje antes de cambiar de explotacién: De este modo se posibiltaba el paso a la cria de vacunos y se daba lugar a una produccion agricolagana- Gera solidamente integrada y muy rentable para todas las partes contra- tantes (no s6lo para los terratenientes) llas exportaciones de carne congelada se dirigian mayoritariamente al mercado briténico, que era de lejos el principal centro consumidor de la produccién argentina, En la medida que las técnicas de enfriado mejora- ron y se desarrollaron los buques frigorificos, aumentaron las exportacio- nes de chilled (carne enfriada), que se habla convertido en la gran favorita de los consumidores briténicos, tanto por su precio como por su gran ca- lidad. Esta variedad de came es mucho mas sabrosa que la congelada y mantiene en mayor grado sus cualidades nutrtivas. Los frigorificos que levaban el peso de estas exportaciones, eran mayonitariamente de capi- tal inglés, aunque a partir de 1908 comenzaron a implantarse otros de capital estadounidense, que serian finalmente los que terminarian contro- Jando el sector. Esto no exclufa la existencia de algunos frigorificos de ca- pital nacional, que controlaban una parte minoritaria del mercado. ‘La expansion de las exportaciones de productos agropecuarios reque- Ha de fuertes inversiones en infraestructura, realizadas tanto por el Estado como por inversionistas extranjeros. De este modo se amplié considera- pplemente la red ferroviaria argentina (que pas6 de contar con 2.500 ial6- metros en 1880 a 33.000 kilémetros en 1914) y también se construyeron los puertos de Buenos Aires, La Plata-Ensenada y el de Rosario. Las obras pt bblicas permitieron al pais contar con la infraestructura suficiente como pa- 1a ampliar él volumen de su actividad econémica Uno de los productos de la agricultura tropical que conocié una rapida y considerable expansion fue el café. La expansién de sus cultivos en el continente americano transformd el paisaje de las zonas intertropicales de ‘media altura, tanto en Brasil (S40 Paulo), como en algunas zonas de Co- lombia, Venezuela, México y América Central y desplaz6 a los producto- tes tradicionales estableidos ens Antillas, que vieron PeNGTes Soo ciones adquiridas en el pasado. En 1898, exportaciones brasilefias se ifraban en cerca de los 25 millones de libras estetlinas (practicamente ban al mismo nivel que las argent eS glo xx Brasil 408 y también las importaciones de manufactura pital. En los afios que van hasta \a Primera Guerra Mundial, las exporta tones de manufacturas crecieron mucho més aprisa que las exporta 1¢5 de materias primas (un 4,9 % anual fren. wwerso al ocurrido en la segunda mitad del siglo xix. E) aumento en las nportaciones die manufacturas indica, de alguna forma, la vitalidad de mu. has economias latinoamericanas, ya que el volumen de las import '@ una variable que dependia directamente La produccién agricola y ganade! 4 argentina, pero que tambiér , insumos y bienes de un 3%), en un movimiento las exportacion fa templada, con epicentro en la pam: alecié a otras regiones del pais, a Uru way, el nur de Brasil y @! centro de Chile, conocié una répida expansion 4 produccién argentina y uruguaya de lana, carne y cereales (trigo, matz, enteno, cebada, etc:), se vio directamente be lentos diferentes, y las exportac forma espectacular ras agricolas dejaron paso a explota ones capitalistas claramente orientadas hacia ¢ En Argentina, la produccion de cereal comenz6 a expandirse a partir * 1860, en detrimento de la ganaderfa lanar. En gran medida esto se de. 6419 ampliacion de la zona de cultivo gracias ala conquista y roturacion ‘Heras nuevas. Sin embargo, el gran motor de la ampliacion fue la cons. seci6n ferroviania, que permitio acercar las zonas productoras a los puer + exportadores, Otro elemento importante fue la casi total eliminacion del ligro indigena, todavia presente en algunas zonas de las provincias de venos Airaa, Santa Fe y el sur de Cordoba, La fuerte inmigracién que lle {2 la provineias argentinas permitié solucionar el problema cronico de falta de mano de obra existente y fue otro factor que facilité la expansion | cullivo de cereal, especialmente de trigo y matz, En muy poco tiempo, comercio de granos y harinas iba a ser monopolizado por muy pocas fir 8 exportadoras, algunas pertenecientes a sociedades europeas y nor \nericanas y otras de capital argentino, como era el caso de Bunge y 1m. En materia de carne, los frigorfficos ingleses que tuvieron un papel *ponderante en Jos tiltimos afios del siglo xix tuvieron que ir dejando un ar cada vez mayor en el mercado a los frigorificos estadounidenses, >ecialmente a 1o8 asentados en Chicago, ba ganaderla productora de carne tenfa su principal centro en la pro: ia de Buenos Aires, que en torno a 1914 ya habia desplazado a Santa como el mas importante foco productor de cereales del pais, La intro- “clon de reproductores de raza, fundamentalmente de origen inglés arthior y aberdeen angus), la mejor seleccién de las especies y el alam: ido de los campos, se acentué en ¢) ultimo cuarto del siglo x1x y permitio. Jorar sensiblemente las condiciones en las que se desarrollaba la cria y “duecion de ganado. En la provincia de Buenos Aires se difundié el arren- niento de terras, que facihtaba a los grandes terratenientes la rotacion e cultivos, ya que los arrendatarios tras producir cereales durante la vi- ‘ncia de su contrato (que no era mayor de cinco afios), debian cultivar forraje antes de cambiar de explotacion. De este modo se posibilitaba el aso a la cria de vacunos y se daba lugar a una produccién agricolagana- dera s6lidamente integrada y muy rentable para todas las partes contra. \antes (no s6lo para los terratenientes), Las exportaciones de carne congelada se dirigian mayoritariamente al mercado briténico, que era de lejos el principal centro consumidor de Ia produccién argentina. En la medida que las técnicas de enfriado mejora- ron y 9 desarrollaron los buques frigorificos, aumentaron las exportacio- nes de chilled (carne enfriada), que se habia convertido en la gran favorita de los consumidores bnténicos, tanto por su precio como por su gran ca- \idad. Esta variedad de carne es mucho més sabrosa que la congelada y mantiene en mayor grado sus cualidades nutritivas. Los frigorificos que lievaban el peso de estas exportaciones, eran mayoritariamente de capi- tal inglés, aunque a partir de 1905 comenzaron a implantarse otros de capital estadounidense, que serfan finalmente los que terminarian contro- lando el sector. Esto no exclufa la existencia de algunos frigorificos de ca- pital nacional, que controlaban una parte minoritaria del mercado. La expansion de las exportaciones de productos agropecuarios reque- ta de fuerte inversiones en infraestructur,realizadas tanto por el Estado ‘como por inversionistas extranjeros. De este modo se amplié considera- blement la red ferronaria argentina (que paad de confar con 2800 6. metros en 1880 a 33.000 kilémetros en 1914) y también se construyeron los puertos de Buenos Aires, La Plata-Ensenada y el de Rosario. Las obras pii- blicas permitieron al pais contar con la infraestructura suficiente como pa- ra ampliar el volumen de su actividad econémica. Uno de los productos de la agricultura tropical que conocié una répida y considerable expansion fue el café. La expansion de sus cultivos en el Continente americano transformé el paisaje de las zonas intertropicales de media altura, tanto en Brasil (Sio Paulo), como en algunas zonas de Co- lombia, Venezuela, México y América Central y desplazé a los producto- res tradicionales, establecidos en las Antillas, que vieron peligrar las posi ciones adquiridas en el pasado. En 1898, las exportaciones brasilefias se cifraban en cerca de los 25 millones de libras esterlinas (précticamente eataban al mismo nivel ques ageing) ¥ 8 pine del acho Bea ntrolaba el 70% del comercio mundial del c: oorfta situacion colocé @ los terratenientes brasletios, especialmente a Jos paulistas, en una posicién mucho mas fuerte que la de sus restantes colegas hispanoamericanos, de modo que pudieron defenderse mejor de 1h oxctiaclréa de lot precios el rae a nes de los grandes comerciantes. En 1906, para hacer frent ctisis de sobreproduccién, los productores brasilefios decidieron almace- ios y también las importaciones de manufacturas, insumos y bienes de capital. En los afios que van hasta la Primera Guerra Mundial, las export ciones de manufacturas crecieron mucho més aprisa que las exportacio- nes de materias primas (un 4,5 % anual frente a un 3%), en un movimiento inverso al ocurmido en la segunda mitad del siglo xix. El aumento en las importaciones de manufacturas indica, de alguna forma, a vitalidad de mu: chas economias latinoamericanas, ya que el volumen de las importaciones: era una variable que dependia directamente de las exportaciones. La produccién agricola y ganadera templada, con epicentro en la pam pa argentina, pero que tambien afecté a otras regiones del pais, a Uru guay, el sur de Brasil y el centro de Chile, conocié una rapida expansién La produccién argentina y uruguaya de lana, carne y cereales (trigo, maiz, centeno, cebada, etc.), se vio direclamente beneficiada, aunque en mo mentos diferentes, y las exportaciones crecieron de forma espectacular, Gracias a ello las arcaicas estructuras agricolas dejaron paso a explota clones capitalistas claramente orientadas hacia e! mercado. En Argentina, la produccion de cereal comenzé a expandirse a partir de 1860, en detrimento de la ganaderia lanar. En gran medida esto se de bié a la ampliacién de la zona de cultivo gracias a la conquista y roturacién de tierras nuevas. Sin embargo, el gran motor de la ampliacion fue la cons: ‘tmucci6n ferroviaria, que permitio acercar las zonas productoras a los puer: tos exportadores, Otro elemento importante fue la casi total eliminacion del peligro indigena, todavia presente en algunas zonas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y el sur de Cordoba. La fuerte inmigraci6n que lle~ 6 a las provincias argentinas permitié solucionar el problema crénico de la falta de mano de obra existente y fue otro factor que facilité la expansion. del cultivo de cereal, especialmente de trigo y maiz, En muy poco tiempo, el comercio de granos y harinas iba a ser monopolizado por muy pocas fir~ mas exportadoras, algunas pertenecientes a sociedades europeas y nor teamericanas y otras de capital argentino, como era el caso de Bunge y Born, En materia de carne, los frigorificos ingleses que tuvieron un papel preponderante en los ultimos afios del siglo xx tuvieron que ir dejando un lugar cada vez mayor en el mercado a los {rigorificos estadounidenses, especialmente a los asentados en Chicago. La ganaderia productora de carne tenia su principal centro en la pro- vincia de Buenos Aires, que en torno a 1914 ya habia desplazado a Santa Fe como el mas importante foco productor de cereales del pais. La intro- duceién de teproductores de raza, fundamentalmente de origen inglés (shorthorn y aberdeen angus), la mejor seleccién de las especies y el alam- nado de los campos, se acentud en el tiltimo cuarto del siglo xtX y permitié ‘sneyorar sensiblemente las condiciones en las que se desarrollaba la cria y |produceion de ganado, En la provincia de Buenos Aires se cifundié el arren- “damiento de tierras, que facilitaba a los grandes terratenientes la rotacién 14 ‘es de cambiar de explotacién. De este modo se aba ol tants (no ato para oa tetris) mat portacones de came conglada se dnigian mayoetriamente al cdo bitanic, due era do lose principal eto Consumior de Prosuorénargenin. Ena media ue las tcnicas deena ‘on 38 desarolatn os bus figoitos, smentron las enpriags ngs de child (care enfada) que se haba convert enla gra faerie lores brtnicos, tanto po a de scone precio como ie ‘daa Esa varedad de came es mcho mas sabtoa que la ergelata inhene en mayor grado sus cualidade eos. Y monte es muvas Los got levaban el peso de estas expartacones, eran mayeritanamene eeeee inglés, aunque a partir de 1905 come ot ceptaletadouridente que sein ial ando el sector. Esto no exc la a aoe existoncia de algunos pal nacional, que conttlaben une parte minontaria del ereaaa abd erPansion dels exporaciones de productes agropectanos "ia de fueres versiones en nfaestrctra, eazadas nto pore Etta Sune ba vee extranjeros. De este modo se amplié consider: nte la red ferroviaria argentina (que pasé de contar con 2500 kalo metros en 1880 a 33.000 kilémetros en 1914) y también se construyeron los ra ampliar el volumen de su a ueas Jos productos de la Y Considerable expansién fue el café. cultivos | contnente amecano onsformbel paisa de lasses oneal ‘media altura, tanto en Brasil (Sao Paulo), como en ace zonas | ie lombia, Venesuela, Mexico y América Cental y desplaad a oe arctanes, tes tradicionales, establecidos en las Antillas, que vieron ed mS ‘ones adquiridas en el pasado. En 1898, las fh cilraban en cerca de los 25 millones de libras esterlinas ‘estaban al mismo nivel que las argentinas) y a principios. s vontrolaba €1 70 % del comercio mundial del café. : Fsta situacién coloco a los terratenientes brasilefios, los: paulistas, en una posicién mucho mas fuerte | la ‘ologas hispanoamericanos, de modo que pudiercn a ls oseilaciones de los precios en el mercado i wes de los grandes har los excedentes disponibles, que sélo serian vendidos de forma ara- dual, a fin de evitar la caida en picada de los precios. Los beneficiarios del sistema no fueron sélo los productores, sino también aquellos bancos que financiaron la actividad. La prdctica de retener productos en épocas de sobreproduccion y pre cos bajos se extenderia en el futuro, pero se trataba de una practica muy Costosa, que requeriria del auxilio financiero del Estado. Tanto el gobierno Central como el del estado de Séo Paulo se alternaron en conceder subs Gios a los exportadores del café, pero en 1930, en medio de la gran crisis ‘Comercial mundial, este sistema terminé por desplomarse definitivamente, Si bien puede sonar como bastante parad6jico, la practica brasilefia de proteger su produccion del desplome de los precios causado por la sobre: Produccién no bereficié s6lo a los productores locales, sino que tuvo re- percusiones favorables en el extranjero. En estos afios las exportaciones Eolombianas de café se expandieron considerablemente a la sombra del paraguas protector brasilefio, En Brasil, el café se convirtié répidamente en el motor de su creci- miento econdmico. La explotacion del café mediante técnicas extensivas Supuso un alto consumo de tierra y mano de obra. En Ja medida en ave nistia una oferta de tierras abundante y barata, una vez agotadas las te tras donde se realizaban los cultivos, éstas se abandonaban facilmente y Jas explotaciones se trasladaban a un nuevo emplazamiento. La frontera cafetera se desplazaba continuamente hacia el interior en busca de nue: Yas zonas que roturar. La explotacion tenia lugar en el marco de la gran propiedad y la abundante mano de obra requerida recibia una parte de su pago en dinero y la otra en especie. Para satisfacer la gran demanda de trabajadores, los terratenientes pau listas recumeron a los inmigrantes (en su mayoria italianos, pero también habia una presencia abundante de espafioles). El fujo inmigratorio fue ‘considerable, a tal punto a que con anterioridad al estallido de la Primera Guerra Mundial llegaron al pais casi 2 millones de inmigrantes, pero estos fueron insuficientes para cubrir todas las necesidades existentes. El creci- miento demografico repercutié en las ciudades y el principal centro cafe. {alero, Sao Paulo, pas6 de contar 65,000 habbitantes en 1890 a tener 380.000 en 1905. Si paises como Brasil 0 Argentina se habian convertido en atractivos para los inmigrantes europeos se debia a que las condiciones econmicas vil imperantes eran mejores que en sus lugares de origen y que las posibi- lidades de enriquecimiento también eran mayores. Un factor que era tenl- ‘do muy en cuenta por aquellos que apostaron por la aventura era el hecho Ge que los salarios que se pagaban en estos paises eran mas elevados que los que podian haber percibido de haber permanecido entre los suyos bien [a vida del inmigrante era muy dura, y por cada uno que hacia «la 16 Amc habia muchos cya experiencia opi catlogatse co 8 es de vi fenian que ver con la miseria que Bio deja as: En defintva, oe puede seal ea cxpecivas do inmigrantes frente a los paises receptores eran muy elevadas En otras zonas latnoamericanas las circunstancias bajo las cual prod ol cal eran dst alas brasleiasespecalment pre come Bartamiento de slates de prodiceién (era, abajo y capa Sen Bras se contaba con una gan abundahc de eras vitgenes ue per liar de un modo casi indefinido la frontera del café. en los testan- tes paises existia una mayor disponiblidad de mano de obra, producto de lu imperante crecimiento demogréfico (Colombia 0 El Salvador) o bien de cue las comunidades indigens se habia vnclado a a eonoma de rercado de n modo mucho mas car, comofue el caso de Guatemala, que obligaba a sus miembros a trabajar a cambio de un salano Los sistemas de explotacion vanaban de un paisa otro, de una regién cua dependin seamen del regimen de propiedad dela ere exe tent: Mientras en Guatemala y México habia grandes haciendas cfeae- "as en Colombia pedominaba la medianaexpltacen Pese a eta diver sidacon las expotaciones, on ca eos fos casos destacaba ia debidad fe os productores frente a quienes detentaban el control de la comercial zacién, Uno de os motivos de esta debildad eta excasa leiblidad del caltivo del café para reaccionar con rapidez a las variaciones de la de- manda, Dado el prolongado tiempo de maduracion de los cafetos, cuando maduraban los que se habian sembrado en una coyuntura de aumento de precios, el productor se podia encontrar con que la situacién halbia cam- biado radicalmente y que sus nuevas plantas incrementaban los efectos de la sobreproduccién y de la caida de los precios. la especulacin estaba a la orden del diay e vela favorecida tanto por las variaciones estacionales de precios, como pot las importantes oscila~ ones que se producian en los mercados internacionales, especialmente cuando se producian crisis de sobreproduccion. Las cnsis se repitieron con cierta frecuencia: 1896, 1906, 1913. Gracias a ellas los comerciantes alemanes establecidos en Colombia pasaton a contolar el 60 % de las tie- tras dedicadas al cultivo del café, que explotaron mas productivamente tue las nacendas que permanecian en manes de es eratenenes lca es. Una ver finalizada la Primera Guerra Mundial, k sles fe contin con oa pic Ga oes nae ae inente a partir de 1924, momento en que la sobreproduccién se hizo perma- wnle. Se cred en Sao Paulo el Instituto del Café, encargado de comprar la \otalidad de la produccién brasilefta, Y si bien esta préctica permitié man- tener los precios altos, también perpetud la sobreproduccién, impulsada jor la existencia de los mismas precios altos, ya que los productores care- ww an de estimulos para disminuir sus cultivos, en la medida en que sabian fe el estado les pagaria un precio sostén mas elevado que el precio que pagaba en los mercados internacionales por sus cosechas En lo que respecta a otros cultivos tropicales, el azicar también ocupé jugar destacado, especialmente en Cuba, Puerto Rico y Peru, siendo el srcado de los Estados Unidos el principal consumidor de la produccion pana. En todos estos paises se tendié a una concentracion de la propie- id en manos de las empresas industrializadoras, En las islas del Caribe, singenios eran los que controlaban la produccién, gracias a las compras 1e realizaban a los productores. De este modo, estos ultimos terminaban adiendo su autonomia y debian enfrentarse a ganancias decrecientes, (Otros cultivos tropicales que alcanzaron una relativa importancia en los lercados internacionales fueron e! henequén (que en 1898 representaba 15% de las exportaciones mexicanas) 0 el banano, cultivado en las zo- 1s bajas y himedas del litoral canbefio (Guatemala, Honduras, Nicara- 1a, Costa Rica, Panam, Colombia, Venezuela) y en las costas pacificas > Bouador y Costa Rica. A principios del siglo xx 1a compaiiia norteamen- sna United Fruit alcanzaba una sdlida posicién en la regién, a tal punto ae en casi todos esos paises llego a adquin importantes extensiones de urras, no dedicadas unicamente al cultivo de especies tropicales. Las eportaciones bananeras se convirtieron en el principal nubro de exporta~ én en varios paises centroamericanos, siendo otra vez el mercado esta- sunidense el principal comprador. La cercania a los mercados se convertia {este caso en una importante ventaja comparativa de la produccion cen- oamericana frente a la procedente de otros continentes. En contraposicion con la prolongada prosperidad bananera encontra- 108 la efimera explotacion de caucho en el Amazonas, gracias al «san- rado» de drboles silvestres, Si bien esta explotacion generé un boom de onsecuencias practicamente increibles, fue incapaz de mantener una si \acion prolongada de estabilidad. Pese a lo depredador de la empresa la selva brasilefia, esta actividad fue mucho mas destructiva en los sec res amazénicos de Colombia, Ecuador, Periy Venezuela. Tanto la explo- ‘cion de la mano de obra como la eliminacién de arboles era mucho 1s intensiva. En un breve lapso de tiempo, las exportaciones crecieron a un ritmo spido y espectacular, multiplicando su volumen en varias veces. Las ex- ‘ortaciones de caucho brasilefias que en 1899 suponian el 19% del total e las ventas del pais al exterior pasaron en muy poces afios, en 1910, a ‘gnificar la cuarta parte. La accién de los siringueiros (recolectores de cau- ho) permitié la répida penetracién, a través de los afluentes del Amazo- 43s, de la frontera amaz6nica en el Brasil, a tal punto que en 1902 Brasil ompré a Bolivia el inmenso ternitono de Acre. La cludad de Manaus, que ego a contar con 100,000 habitantes, se convirtio en el simbolo de esa ra- 8 pida expansién, que beneficié principalmente a los comerciantes. Esta si tuaci6n finali26 muy pronto, cuando en Malasia y las Indias holandesas se desarrollaron plantaciones caucheras, que reemplazaron rapida y efecti ‘vamente la explotacion de los arboles silvestres del Amazonas. En lo que respecta a la mineria, la plata continué siendo por su valor, a lo largo de todo el siglo xix, el principal mineral explotado en América La- tina. En este sentido vale la pena consignar que pese al duro golpe que ‘supuso la emancipacién, el sector pudo recuperarse mas o menos rapida- mente a partir de mediados del siglo xix de la situacion catastréfica en que se encontraba, gracias a fuertes inversiones de capttal. En los tltimos afios del mismo siglo, la produccion de México, Pera y Bolivia alcanzaba los me- jores resultados desde la epoca colonial, La reactivacién del sector se logré gracias a la importacion de una tecnologia extractiva mucho més efi- Giente y a fuertes inversiones en comunicaciones (fundamentalmente ferro- cartiles), que lograban reducir el precio de venta del producto en los puer- tos exportadores. En México y Peni fueron inversores norteamericanos y briténicos los que destacaron claramente en el sector. Las inversiones de este origen habian comenzado tras la independencia, pero salvo algun caso aislado como ol de la compafiia anglo-mexicana Real del Monte no habian logra~ do tener éxito en la primera mitad del siglo. En Bolivia fueron los »patriar- cas de la plata», prohombres locales sostenidos por financistas chilenos y priténicos los que hicieron posible ese crecimiento. Las exportaciones de plata fueron considerables y muy pronto México se convertiria en uno de los mayores productores mundiales. Con 7.500.000 libras esterlinas, la plata significo el 60% del total de exportaciones mexi- canas en 1898. En Bolivia supusieron 1.500.000 libras y el 70% del total en 1897 y en Pert un millon de libras. Pero muy rapidamente la produccion de Bolivia y Peri se estancé, entre otras razones por el avance del patron oro en casi todo e} mundo y por el consiguiente abandono de la plata como metal de amonedacién que esto supuso. A lo largo del siglo Xx, la extrac- cion de otros metales, como el cobre y el estafo, reemplazarian en Amé- rica del Sur a la produccién de plata como la principal actividad minera. En Chile, los yacimientos de salitre habian sido el botin mas importante de la quera librada contra la alianza peruano-boliviana. Su principal utii- dad erala de ser un excelente fertilizante de gran demanda por la agricul- tura europea, pero también destacaba por ser un importante insumo en la fabricacién de pélvora. La produccion salitrera dominé claramente dentro de las exportaciones chilenas hasta la Gran Crisis de los afios 30, Sin em- bbargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial y el desarrollo de fertii- zantes sintéticos en Alemania supondrian el comienzo del declive del sec~ Antofagasta de pttos productos manufacturados a estos enclaves mineros permitié un es- Pectacular crecimiento econémico en toda la regién central del pais, La capacidad del salitre, en tanto principal acuvidad exportadora, para ‘omentar el crecimiento econémico de otras reaiones y actividades econo. nicas no es un fenémeno exclusivamente chileno. En realidad, en todos los >aises latinoamericanos, la actividad exportadora tuvo un caracter bene. ico para el conjunto de la economia y fue el principal estimulo del creci niento, Después de la guerra y del desplome del salitre que afecté bésica- nente a Chile pero también al Peri, su lugar seria ocupado por el cobre ona produccion minera de esos paises. En Peri, fue la compafia nortea nencana Cerro de Pasco Copper Corporation la que controls la explota on a gran escala de los yacimientos del Cerro de Pasco. Alli, a mas de }.000 metros de altura, surgié un complejo minero-industrial dotado de la nds moderna tecnologia disponible en el mundo, Una obra maestra de la ‘genieria que permitia unir el centro minero con el puerto de El Callao, alvando enormes accidentes geogréficos, En Chile, donde encontramos 98 yacimientos de cobre a cielo abierto mas grandes del mundo, fueron ambien los capitales norteamericanos quienes controlaron las explotaciones. A partir de los afios 20 las explotaciones petroliferas, antes bastante Uspersas por el continente, comenzaron a concentrarse en grandes cen- “08 productores, El pais que marchaba a la cabeza era México, sequido {e Venezuela, Colombia y Peri. En plena revolucion, el petréleo mexicano © convirtié en el principal producto de exportacién, Las compariias ingle- a8y norteamericanas lograron mantener en funcionamiento, desde el puer- > de Tampico, todo el sistema de transporte y comunicaciones que garan. aba la continuidad de las exportaciones del petroleo mexicano, En la Venezuela de Gomez, la costa de Maracaibo se cubrie de torres “perforacién y de pozos de explotacién, al tiempo que en la vecina Cura~ *°la Royal Dutch Shell, una compafiia de capital anglo-holandés, instal6 > ‘einerfas necesarias para la obtencion de combustibles a partir del cru- ““exezolano, Por su parte las compafias norteamericanas, entre las que = 2¢aba la Standard Oil, refinaban en los Estados Unidos. En Colombia c1,Y hasta en Argentina (donde una empresa estatal, Yacimientos Petto. 208 Piscales, tenia un lugar destacado en la explotacién), la produccién “a muy lentamente 2 Las inversion extranjer: Elaporte on de las ente a tra del capital extranjero fue de gran importancia para la expan- economias latinoamericanas. Este se captaba fundamental- ‘ves de la contratacion de empréstitos en los principales merca- gos europeos de capitales, especialmente en Londres, y también en Nueva York. Pero no se trataba sélo del capital extranjero, ya que hay que tener sn cuenta que el endeudamiento externo fue una via de financiacicn mas, Somplementada eficazmente por las inversiones intemas. En este terreno Gestaca el endeudamiento interno de los Estados (mas el de las provincias Y ayuntamientos) y también las inversiones privadas, que si bien fueron menos cuantiosas jugaron un papel muy eficaz en el proceso de creci miento econémico. De todas formas, la importante participacion de las in versiones extranjeras en un medio caracterizado por la falta de capitales ayudé considerablemente a que los inversionistas europeos y norteamert, anos ocuparan posiciones predominantes, que les permitieron controlar rapidamente sectores econdmicos claves en los paises latinoamericanos, especialmente los vinculados con el transporte y la comercializacion de los productos exportables, 1a Primera Guerra Mundial, con su secuela de transformaciones, tam- bien infuiria en América Latina, En primer lugar, los intercambios ge ve. tian seriamente afectados por la evolucién de la contienda y especialmente or los ataques que sufrian los barcos mercantes que atravesaban el Atlan. {ico, Al mismo tiempo, los paises europeos afectados por la guerra despla_ zaron la mayor parte de su esfuerzo en la produccidn de armas y perire- hos bélicos, por lo que la produccién de manufacturas y bienes de equipo Para la exportacién se contrajo sensiblemente. De este modo, la importa. ion en América Latina de manufacturas europeas se resintio, Fue en estos momentos cuando se produjo la primera experiencia de industrializacion por Sustitucién de importaciones. En aquellos paises que ‘enfan una cierta capacidad instalada se comenzaron a producit las manu. facturas que habian dejado de llegar, con el animo de seguir abasteciendo al mercado interno. Muchos talleres de reparacién se convirtieron en ff. bricas y en muchos casos fue necesario aumentar el nimero de turnos de trabajo con el objeto de incrementar la produccién, En segundo lugar habria que sefialar que la Guerra Mundial cambié la Correlacion de fuerzas entre las principales potencias implicadas en la re- gion. Mientras Gran Bretafia salia muy debilitada de la contienda, la posi- cién de Estados Unidos se veia reforzada, a tal punto que adquiria un pa- pel protagonico en la escena internacional, que hubiera podido ser mayor en caso de haberlo deseado. De todas formas, habria que esperar a los. afios 30, y especialmente a la conclusion de la Segunda Guerra Mundial, con el mayor debilitamiento briténico, para que esa situacién quedara cla. Tamente perfilada Seguin Halperin Donghi, el réemplazo de la dominacién briténica por la estadounidense en América Latina se ejemplifica con el final de la era del ferrocarril y el inicio de la expansién automovilistica. Los caminos de hie- mo se cambiaron por el asfalto. Tras la Guerra Mundial la presencia nor- al jeamericana se intensificé en los paises del Pacifico, También se hizo sen- aren Brasil, Argentina y Uniguay. A diferencia de lo ocurrido anterior mente con las inversiones europeas, canalizadas a través de empréstitos aegociados con los gobiernos o de la biisqueda del control de empresas de transporte o comerciales, os capitales norteamericanos se invertian di- ‘ectamente en actividades productivas. Muy répidamente un nimero con- aderable de empresas norteamericanas se instalaron en América Latina, sien para fabricar sus propios productos, o bien para ensamblatlos Asi como en el siglo X1x la evolucién de los términos de intercambio fue avorable para las materias primas, a lo largo del siglo xx el signo comen: a cambiar. El ascenso de los Estados Unidos como primera potencia nundial, que necesitaba en un grado menor que Europa a los mercados niemnacionales como el lugar més idéneo para colocar sus excedentes, y ‘hecho de que su produccién primaria fuese directamente competiiva ‘on algunos productos latinoamericanos (carne, cereales, minerales) pro- (006 un ascenso del proteccionismo, que sin embargo todavia no alcanza- ia las cotas a que lego después de la crisis del 30. En los aftos 20 la presencia norteamericana en la regién se vio refor- ada por la magnanimidad de la politica crediticia de numerosos bancos \orteamericanos. La llamada «danza de los millones» drené dinero facil y varato hacia las economias de paises como Peni y Colombia, creando una ebre de especulacion muy intensa, en un fenémeno similar al fuerte en- ‘eudamiento que en los afios 70 provocaron los petrodélares. Cuando en. 928 se interrumpieron los fujos de capitales al exterior, las repercusiones obre la balanza de pagos de los paises antes favorecidos por los créditos seron muy serias, Las misiones Kemmerer en los paises del Pacifico, que Jeon un importante impulso para la creacién de Bancos Centrales y para ‘denar los sistemas monetarios, muestran claramente el aumento de la ‘fluencia norteamericana en una regién que s6lo algunos afios atras res- ondia a otros intereses Una pregunta que se suele formular con bastante insistencia a la hora © estudiar el problema del crecimiento econémico latmoamenicano esta neulada con las razones de la tardia industrializacion. La explicacion de uae América Latina opto, o fue obligada, a jugar un determinado papel en esquema de division internacional del trabajo, resulta poco satisfactoria ot la cantidad de cabos sueltos que deja, Habria que comenzar sefialando que a los terratenientes les resultaba uucho mas rentable invertir en actividades vinculadas con la exportacién ae en la produccién de manufacturas, Por eso, se trataba de una eleccién talmente racional y no forzada por las presiones de los comerciantes wim- =tialistas». Al mismo tiempo es posible constatar que la falta de empresa- 2s y de capitales era una traba importante en el camino de la industrial scion. Las distancias, el mal estado de los caminos y las comunicaciones, los accidentes geogrticos, eran fatores que impedian la formacion de un mercado interno homogeneo, que se conviriera en un estimulo adecvado para la industnalizacion, Con allos costs de produccion y une demanda Tmitada era diel, y poco rentable, dediearse sla industria Sin embargo, y pose alas difculades,exsteron en América Lain al- cmos casos desaeados que vale la pena mencionar por su importencia fire Ene los mas importantes destacan Monterrey, on Mixico, la region de $80 Paulo en Bras y 1s alrededores de Buenos Aires, en Argentina Si then la produccién se centro bisicamente en artes de consume, en Mon- terey I ndustea sderurgice alcancaia una importancia nada desdena, tio La industria desartllada en estos aos tenia a ventaa de consti en buena parte isumos nacionales Io que no afectabe negatwvamenté a la Dalanca de pagos, 2 diferencia de lo que ccutrifa con las indusinas desa- ‘Roladas despues de los afoe 30 a parte de Ia experiencia sutiuiva 2. Auge y decadencia de la industrializacion por sustitucién de importaciones (1930-1960) 21, La Gran Depresién En octubre de 1928 la crisi con el menor coste posible. Y si bien esa filosofia perjudicaba directa- mente a la mayor parte de los paises latinoamericanos, fue posteriormente adaptada por esos mismos paises segun sus propias realidades, a tal pun- to que esta concepcién de la realidad econémica arraigé con mucha ma- yor fuerza que en aquellos lugares donde se habia iniciado, La posguerra de la Segunda Guerra Mundial sefialé claramente el pro: gresivo cierre de las economias latinoamericanas, gracias fundamental- ‘mente a la continua difusion de la industrializacién via sustitucién de impor- taciones. Esas economias permanecerian cerradas hasta bien entrada la década de los 80, cuando una nueva crisis, también de alcance continen: tal, derrumbé las pesadas barreras de proteccién y autarquia que enton- ces se habian construido. Los afios que nos ocupan en este capitulo fueron los afios en los que se gestaron las politicas proteccionistas y autarquicas a las que aludimos y los afios en los que esas politicas y las sociedades Jatinoamenicanas se adaptaron a los cambios que marcarfan su camino durante las largas décadas de aislamiento, Una de las consecuencias de la crisis con alcances mas duraderos fue el desplazamiento de Gran Bretafia como primera potencia econémica mun- dial y el ascenso de los Estados Unidos ocupando su lugar. Este hecho se sintio sobre todo en América del Sur, tradicionalmente un area bajo la do- minacién de la libra esterlina, mucho mas que en América Central, Mé- xico y el Caribe, donde la influencia norteamericana ya era mayor. En mu- cchos paises habria que esperar al fin de la Segunda Guerra Mundial para que este proceso se consolidara de una forma irreversible Elrelevo no fue automatico, ya que entre los problemas existentes hay que tener en cuenta las fuertes resistencias de los Estados Unidos a asumir su condicién de lider de la economia internacional, ya que en ese entonces se preferian las ventajas relativas proporcionadas por el aislamiento inter- nacional. La asuncién del liderazgo s6lo ocurrirfa a partir de los acuerdos de Breton Woods, en 1944, que significarian el surgimiento del Fondo Mo- netario Intemacional y la consolidacién de la economia del délay. 2.2. La recuperaci6n tras la crisis Ena perspectiva de la Historia Econémica latinoamericana mas tradi- ional, 1930 fue una especie de hito fundacional para la industrializacion del continente. A tal punto que se habla del antes y el después de la crisis, Mientras el antes estaba marcado por el predominio de las economias ex- Portadoras, el después se colocaria bajo el signo de la industrializacién y de la expansi6n del mercado interno, gracias a la implantacion de politicas claramente autarquicas. Esta opinion debe, sin embargo, ser bastante matizada, Si se observa el panorama de una forma mas detallada se ve que los paises que mas rapi- damente comenzaron a transitar por el camino de la industrializacién susti- tutiva eran aquellos que mas habian crecido en los afios anteriores a la ensis y que ya habian comenzado a diversificar sus economias. Aquellos que ya tenjan un mercado interno, que ya tenian industrias y que ya tenian ‘empresarios, técnicos y trabajadores fueron los primeros en vindustriali- zarse» después de los afios 30, La contraccién en las importaciones, espe- cialmente en lo referente a articulos de consumo, obligé a desempolvar una receta utilizada en numerosos paises durante la Primera Guerra Mun- dial, de modo que las industrias y los talleres locales comenzaron a produ- «ir aquellos productos manufacturados que hasta entonces se importaban De este modo, resulta inconveniente plantear a la crisis del 30 como un pperiodo bisagra, como una divisoria de aguas que sefialaria claramente un antes y un después. El antes se corresponderia con el periodo exporta or y el después con la industrializacion, con una industrializacion que par- tiria de cero, sin precedentes significativos en las décadas anteriores. Las consecuencias de la crisis sobre las economias latinoamericanas variaron de pais a pais, pero en casi todos los casos podriamos sefialar que hacia mediados de la década ya habla comenzado la recuperaci6n. Mientras Argentina salia bastante répidamente de los efectos de la depre- sién, en Chile la profundidad de la misma era mucho mayor. La recesion fue menos profunda de lo que se suele afirmar y sus efectos sobre las eco- nomias latinoamericanas fueron poco duraderos. Gracias al impulso recibido en las décadas de los 90 y los 40, la indus- ‘wializacion avanz6 sensiblemente en la produccién de bienes de consumo final: alimentos y bebidas, textiles, calzado, electrodomésticos, bicicletas y motocicletas, ensamblado de automéviles, algunos productos quimicos y farmacéuticos, etc. Sin embargo, en la medida en que se fue profundi- zando en la industrializacion sustitutiva la dependencia de las importacio- nes extranjeras no ces6 sino que se modific6, Si antes se importaban los articulos listos para consumir, ahora habré que importar materias primas, insumos y maquinaria con los que fabricar lo que antes se compraba fuera. Esta situacion, sumada a la disminucién casi generalizada en las exporta- clones tradicionales, fue la causa de constantes crisis en la balanza de pagos. ese a las enormes expectativas depositadas al respecto, la industria lizacién no terminé ni con las desigualdades ni con los desequilibrios exis~ tentes en América Latina. Muy por el contrario, tendié a profundizar muchos de los problemas vigentes. Por un lado, y como ya se ha sefialado, todo ‘crecimiento es causa de desequilibrios. Por el otro, en la medida en que la industrializaci6n tba a descansar sobre la autarquia y el proteccionismo, el exceso de subsiios a sector tercaro ibaa difcutarcuslquer posbiidad de lograr un crecimiento arménico. BIBLIOTECA A las politicas autarquicas se llegarfa como consecuencia de la con- traceion pavorosa ocurrida en el comercio y los flujos financieros interna: cionales. La caida de la demanda derrumbs los precios de los productos de exportacién y la interrupcién en la legada de dinero fresco provocé la Suspension de muchos proyectos en marcha, especialmente obras publi- cas, ante la falta de financiacién externa. La mayor parte de los paises de- Claré la interrupcion en el pago del servicio de sus deudas externas, ya que las finanzas estatales se vieron perjudicadas por la caida en la recau- dacién fiscal, ante la disminucién de las exportaciones, y como consecuen- ia de ello de las importaciones. La excepcién fue la Argentina que deci- dio seguir pagando a fin de mantener el crédito internacional, Todo lo di- cho redund6 en menores impuestos aduaneros, que eran hasta entonces Ja principal fuente de ingresos publicos en la mayoria de los paises lati- noamericanos, La caida del sistema financiero internacional también supuso la inte- Tmupcién en la llegada de una de las principales fuentes de capital, tanto publico como privado, que financiaban actividades productivas en Amé- Tica Latina. Es obvio, por un lado, que habia una parte de esos capitales que se destinaban a la especulacién, y también que junto alos flujos exter- Nos el capital interno jugd un papel importante, mucho mas del que tra- dicionalmente se le ha otorgado. En este sentido suele ser frecuente oir hablar del papel de la deuda externa en las distintas economias latino- amenicanas, pero se habla muy poco del endeudamiento intemo y del papel clave que éste tenia para las finanzas estatales, en algunas oportunidades ‘mucho més que el internacional, Hay que tener en cuenta que el ultimo era mucho mas sensible a las oscilaciones en la coyuntura internacional y que (0s gobiernos tenian miiltiples recursos para financiarse con los capitales internos, entre otros la inflacion, Enel plano comercial, los paises europeos y Estados Unidos, los princi- pales compradores de la produccién latinoamericana, adoptaron politicas proteccionistas: aumento de los aranceles, pactos bilaterales de comercio 2 defensa de los mercados coloniales (caso de la Commonwealth y el Tra- ‘ado de Ottawa), contingentacién en el intercambio de divisas, etc. Todas estas medidas dificultaban aun mas los flujos comerciales internacionales 7 afectaron directamente las balanzas comerciales de todos los paises atinoamericanos, En América Latina asistimos también al aumento en la intervencién del Sstado en la actividad econémica, en una especie de keynesianismo antes ie Keynes. De ese modo, muchos gobiernos que en el pasado habian he- ‘ho del liberalismo econémico su principal divisa, rapidamente dejaron de ado estos postulados y recorrieron el camino de la intervencién estatal, un amino eficazmente sembrado por las piedras del populismo. La caida en las exportaciones tuvo consecuencias funestas para todas Jas economias, Ya se mencion6 1a menor recaudacién en los impuestos aduaneros y la menor capacidad de importar, pero junto a ellas habia otras El establecer prioridades sobre los productos importados se convirtio en una actividad importante del Estado. Para ello se establecieron cuotas de importacién y aranceles selectivos para grupos determinados de produc- {os que tenfan por objeto facilitar la importacién de determinados articulos y disuadirla adquisicion de otros ante el aumento desmesurado de su pre- cio en el mercado interno, También se fijaron precios maximos para mu- cchos productos y se establecieron cupos méximos de produecién, con el fin de evitar que los precios de las exportaciones siguieran cayendo como consecuencia de la sobreproduccién. De este modo surgieron Juntas Reguladoras en numerosos paises, de- dicadas a vigilar la produccién, y en su caso la exportacién, de los mas diversos productos. En muchos casos los sobrantes producidos eran sim- plemente destruidos en vez de almacenados como en el pasado, tal como habia ocurrido con el café brasilefio que se utilizé como combustible para impulsar locomotoras despues de la crisis del 30. También surgieron enti- dades del tipo de la Corporacién Chilena de Fomento (CORFO), que tra- taba de canalizar el crédito publico hacia actividades productivas, especial- mente vinculadas a la actividad industrial. : ‘Otro campo de actuacion fue el de las politicas monetarias, antafiomas © menos vinculadas a la ortodoxia del patron oro. En los frecuentes perio- dos de desenganche y de inconvertibilidad de la moneda que habian ca~ racterizado a la historia monetaria latinoamericana, lo frecuente era el aumento de la emision y la financiacién mediante inflacién de las activida- des del Estado. A partir de este momento las medidas de politica econé- mica en materia monetaria serian mucho més amplias y diversas’ fjacion de distinios tipos de cambios, autorizacién para la adquisicién y venta de divisas, etc. Por este camino la politica monetaria se convertiria en un efi az método de asignacién de recursos. 5 Para mejorar la gestién en lo referente a las politicas monetarias y al control de la emisién de dinero se crearon Bancos Centrales en numero- ‘sos paises. En buena parte de los paises andinos los bancos que se crea ron siguieron el modelo de la Reserva Federal estadounidense, bajo el in- flujo de las Misiones Kemmerer, que habian recorrido las principales capi tales de la region, con sus paquetes de medidas y consejos. En otros, como Argentiria, el modelo britanico sequia pesando, y el Banco Central resul- tante se creé de acuerdo a esas pautas. a caida en el precio de las exportaciones no fue igual para todos los productos, ni todos ellos tardaron el mismo tiempo en recuperar las posi- cones que tenfan antes de la crisis. Esta situacion dio lugar a que Diaz Ale~ jandro hablara de la «loterfa de mercancias», una frase que define clara~ ‘mente que a no todos los paises les fue igual durante la crisis ni que todos _ los productos tuvieron el mismo comportamiento, Hubo a quiénes les fue eor, es el caso de Chile, cuyos precios del salitre cayeron estrepitosa- mente, y otros a quienes no les fue tan mal, como a la Argentina, que supo ‘mantener buena parte del mercado de carne inglés, vital para sus exporta. clones, gracias a la firma del Tratado de Londres con Gran Bretafia, que Permiltio reducir los efectos negativos del Tratado de Ottawa, que reser. vaba los mercados bnitanicos a los paises y territorios de la Common: wealth Si bien, como ya se ha sefialado, la crisis afecto a todos los paises lati noamericanos, el desempefio de los distintos paises ante la misma fue dis. par. En principio, y siguiendo con la clasificacién de Diaz Alejandro, se pue- de distinguir entre paises grandes y activos y paises pequefios y pasivos, El tamafio de su economia y la capacidad de los gobiernos para imponer oliticas econémicas que permitieran salir de la crisis lo mAs rapidamente Posible van a ser decisivos, junto con el mantenimiento de la estructura exportadora de cada pais. La fecha del comienzo de la recuperacion de- penderd también de esta situacién. Pafses como Argentina o Brasil se pue- den encuadrar claramente dentro de los paises grandes y activos, ya que Sus gobiernos disponian de la autonomia necesaria como para imponer las politicas econdmicas que estimaran mas conveniente. En el extremo contrario encontramos a los paises centroamericanos y a Cuba. Este ilti« mo pais estaba totalmente vinculado a la evolucién del délar, moneda de curso legal en la isla, lo que limitaba totalmente la posibilidad de su go- bierno de arbitrar politicas monetarias anticiclicas que permitieran com- batir mejor los efectos de la crisis. La industrializacién por sustitucién de importaciones Si en muchos paises a partir de mediados de la década del 30 se co- menz6 a recuperar la coyuntura econémica, la Segunda Guerra Mundial fue fuente de nuevos conflictos y en algunos casos volvieron a manifes- tarse con fuerza creciente las tendencias aislacionistas surgidas en lo mas virulento de la crisis, Pese a ello, fue en estos momentos cuando la indus- tnalizacion sustitutiva conocié un nuevo empujén, favorecida por el éxito de la experiencia anterior. El aparato industrial avanz6 en su conquista del mercado interno y en alatin caso, como el del Brasil, se lanz6 en busca de mercados exteriores. Estos se encontraban en otros paises latinoamericanos y en algunas colo- nias africanas, que estaban aisladas de sus metrépolis en guerra. Dadas las implicaciones del conflicto bélico, la tinica posibilidad de mantener un Gierto nivel en las exportaciones era contando con una flota mercante pro- ia, por lo que esto se convirtié en un objetivo de muchos gobiernos. En los 30 (casos exitosos, este fue otro de los motivos de orgullo de muchas poliicas oficiales, a la vez que una fuente de gastos importantes para los estados que pretendian desarrollarlas. La industria latinoamericana surgié con la bendicion del proteccio- hismo oficial y éste se mantendria aun después de desaparecidas las con- diciones que hicieron necesana la aparicion de la proteccion, La teoria de proteger unicamente a las industrias en crecimiento (o winfantes») era to- talmente dejada de lado. De este modo, los industriales sabedores del con- trol que tenian sobre un mercado cautivo importante, el mercado interno, dejaron de reinvertir en sus respectivas empresas, que con el correr de los afios se fueron tomando cada vez mas obsoletas y menos competitivas. A la larga se puede afirmar que la proteccién indiscriminada s6lo sirvio para financiar a costa del deficit publico empresas cada vez menos competit- vas y mas incompetentes, En numerosos casos, y pese al nacionalismo retérica que acompafiaba las politicas autarquicas, las empresas a proteger eran claramente propie- dad del capital extranjero. Esto es particularmente visible en lo referente a la fabricacion de automotores y en el sector quimico y electrénico, Si bien inicialmente hubo algunas fabnicas de capital nacional, como en Argen- tina, posteriormente la mayor parte de ellas serian propiedad de empre- sas norteamericanas 0 europeas, pero que igualmente se beneficiaban de las ventajas del proteccionismo, De este modo, la principal caracteristica de muchas de estas fabricas llegd a ser la obsolecencia de sus equipos y Ja produccién durante afios de modelos que en otras partes del mundo habian dejado de fabricarse. Durante el periodo comprendido entre el fin dela Segunda Guerra Mun- dial y 1a revolucion cubana se produjeron algunos cambios profundos en a estructura econ6mica latinoamericana, los cuales estaban directamente condicionadios por la consolidacién de las tendencias aparecidas en el pe- iodo antenor y se vinculaban directamente con las tendencias mas favo- ables a la autarquia y a la industrializacion. La afirmacién de las politicas ‘econémicas industrialistas, con el aval de la por entonces muy influyente ‘Comision Economica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAL) y de su principal impulsor, el economista argentino Raul Prebisch, supusie- ron el encumbramiento de aquellos grupos que apostaron claramente por Ja industnializacion, en detrimento de algunos sectores de la oligarquia tra- dicional exportadora, La planificacién se convirtié en una importante arma de las politicas econémicas y con ella el avance del intervencionismo esta- tal fue imparable. La apuesta por la industrializacion y el énfasis en el mercado interno levaron a descuidar las exportaciones y como consecuencia de ello dismi- ‘nuyeron los recursos generados por las ventas al exterior y los ingresos del Estado mediante la recaudacién aduanera. No sdloeso, ya que en cier- 31 {as opertunidades fue el sector exportador el que tuvo que subsidiar la aven: tura industrialista, con la consiguiente pérdida de competitividad para el Propio desarrollo, Ante la falta de recursos, la reinversién en el sector ex- Portador también comenz6 a desaparecer. Sin embargo, en ciertos casos, se pudo observar una cierta e impor: tante integracion de ambos grupos, no plantedndose la aguda division se- Aalada por cierta literatura entre la llamada burguesia nacional y la oligar. quia terrateniente y exportadora, Otro grupo, de un peso cada vez mayor, que iba a apostar por la industrializacién y por una creciente participa, ©i6n del Estado en la economia era el de la burocracia, Burécratas y tec. nOcratas a partir del aprovechamiento de los presupuestos nacionales Supieron sacar buen partido de todos estos cambios, en tanto fueron los encargados de gestionar y administrar la marcha hacia la industtializa. cién, Elintento de industrializacién sdlo pudo tener éxito en la medida en que fue capaz de aglutinar a vasios y diferentes grupos sociales en un equill- ‘brio precario y bastante inestable. En primer lugar, se necesitaban acuer. dos con los obreros industriales que disminuyeran el nivel de conilictividad Jaboral, lo que de alguna manera suponia introducir criterios de modera- ion en la explotacién de la fuerza de trabajo por parte de los patronos, extremo éste con el que no siempre concordaban. Este acuerdo no era facil de concretar, de ahi la importancia creciente de los populismos en el Continente, reforzados eficazmente por poltticas asistenciales y de previ- sin social. E! Brasil de Vargas y la Argentina de Per6n son ejemplos cla. 08, pero no los tinicos, de estas situaciones. Por otra parte, los sectores populares urbanos, en tanto consumidores, ‘se encontraban en una postura de fuerza nada desdeftable como para par. ticipar en el reparto, Lo esencial era garantizar su nivel de ingreso, su ca- pacidad de consumo y la defensa de sus puestos de trabajo, En el caso de las dos primeras situaciones, el excesivo proteccionismo supondria un en- Carecimiento de los articulos de consumo, ante la subida artificial de pre- ios favorecida por los subsidios y los aranceles, De ahi que resultara muy importante recubrir el discurso industrializador con un barniz nacionalista que planteara claramente que s6lo un pais con industria propia podia de- sarrollarse, Una vez instalados como trabajadores fabriles, la defensa de ‘8u puesto de trabajo era también la defensa del sector industrial, lo que explica claramente por qué ante la quiebra de numerosas empresas, de todo tipo, el Estado tuviera que aparecer como el padre salvador. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, y pese a las fuertes ex- Pectativas existentes sobre la répida recuperacién de la economia mun- dial, en los paises latinoamericanos se acentuaron las tendencias autarqui- cas, favorables a la industrializacion y al desarrollo del mercado interior, Esta situacion supondria una importante transferencia de recursos del sec. 32 tor primario-exportador al sector industrial, al que en diltima instancia ter minaria subsidiando. Durante la guerra, la industrializacién sustitutiva se especializ6 en la pro- duceion de bienes de consumo, especialmente concentrados en las indus- {ias alimenticia, textl, quimica y farmacéutica, para lo cual se aprovecho eficazmente la maquinaria adquirida antes del estallido bélico. La profun dizacion de la industrializacién suponia un importante esfuerzo en la in- novacién del parque tecnoldgico, si se queria continuar con el proceso de recimiento economico, Ello significaba mayor inversién, pero el exceso de proteccién tendia a primar la ineficiencia y no rentabilizaba las inversio- ‘nes que se hicieran en mejorar la tecnologia de las fabricas y mantener la competitividad de las empresas. La profundizacién en la industrializacion sustitutiva requerfa mayores importaciones de insumos y bienes de capi- tal, lo cual tendié a incrementar la dependencia de las importaciones, en vez de resolver los problemas de la balanza comercial, tal como se pre- tendia La industrializacién requeria de importantes inversiones en infraestruc- tura, desde caminos y comunicaciones hasta la produccién de energia, vi tal para la marcha de las fabricas. Dada la gran magnitud de esas inversi nes, el argumento mas generalizado era que el Estado debia suplir a los inversores privados, que carecian de semejante cantidad de capital. Este argumento reforzaba, obviamente, las tendencias mas favorables a exten. der la patticipacién del Estado en la actividad econémica, Las necesidades industriales de importar insumos y tecnologia extran: jeros llevaron a la mayor parte de los gobiernos a tener monedas sobreva- luadas frente a las principales divisas extranjeras (délar o libra esterlina, fundamentalmente), lo que tendia a recortar las ganancias de los expor- tadores, 24, Las dificultades de la industrializacién En aquellos paises que mas habian avanzado en el camino de la indus- trializacion sustitutiva, como México, Brasil o Argentina, ya a mediados de la decada de 1950 comenzaron a observarse los primeros signos de ago- tamiento de las politicas implementadas. Al limitar la industrialzacion al mercado interno, la producci6n alcanzaba rapidamente un techo, a la vez que la escala de produccién resultaba limitada, Todo esto aumentaba los costes de produccidn y reducia los tendimientos empresariales y la tinica posibilidad de superar esta situacién era mediante la ampliacion de los mercados potenciando las exportaciones, Sélo México y Brasil se plantea- ron en esta época una politica de ampliacién de exportaciones, pero bas: tante timida como para dar los resultados esperados. 33 Los dos sintomas mas importantes del deterioro observado fueron la inflacion y el creciente signo negativo de las balanzas comerciales. El au- mento de la inflacién result6 dificil de contener en la medida en que la emi sion monetania se empleaba eficazmente como el principal instrumento de financiacion del déficit fiscal. Los déficts solian ser cuantiosos como con- secuencia de la politica de gastos desarrollada y de los escasos ingresos, como consecuencia de la fragil estructura tributania existente, apoyada basicamente en la recaudacion de impuestos indirectos que gravaban el consumo. El desequilibrio de la balanza comercial respondia a un notable ‘aumento de las importaciones, l6gica consecuencia del crecimiento indus. ‘nal, pero también de la reduccién de las exportaciones. Por un lado, la transferencia de recursos del sector exportador a la industria convertia a Jas exportaciones latinoamenicanas en menos competitivas frente a las de ottos rivales asiaticos 0 africanos, Por el otro, el creciente proteccionismo europeo y norteamericano, afectaba considerablemente a determinados productos; siendo uno de los casos més notable el de la ganaderia y agri- cultura cerealera de clima templado. Pero también la ineficiencia indus- mal convirtio en una asignatura pendiente la posibilidad de profundizar en la industrializacion gracias a la ampliacion de los mercados y a la exporta- ion de manufacturas. Es en este contexto donde la prédica de la CEPAL tuvo un éxito rotun- do. Prebisch sefialaba la imposibilidad de aplicar politicas keynesianas en ‘economias dependientes como las latinoamericanas, con graves y serios, problemas estructurales, El control que el centro industrializado ejercia so- bre las finanzas internacionales y los medios de transporte no hacian sino aumentar la debilidad de la peniferia subdesarrollada. La posicién latinoa- mericana se hacia mas vulnerable por el deterioro creciente de los térmi- nos de intercambio, que hacia que los precios a pagar por las importacio- nes (manufacturas) fueran en aumento mientras que los precios de las ex- portaciones de materias primas se redujeran, lo cual significaba que si se queria mantener el nivel de importaciones habia que exportar mas, La tini- ca solucion para salir de] subdesarrollo, sin caer en la revolucién, era la ‘acentuacién de ese proceso de industrializacién por via sustitutiva, que co- ‘mo vimos en algunos paises ya habia comenzado en la Primera Guerra Mundial El desarrollismo rescatara los planteamientos industrialistas de la CE- PAL y en algunos paises como México, Brasil y Argentina se aceleraré la produccién de bienes de consumo durables (como automéviles 0 maqui- narnia agricola), especialmente gracias a la instalacién de filiales de com- pafiias estadounidenses o europeas. Ahora bien, dada la falta de capitales ‘en las economias latinoamencanas, el desarrollismo proclamaba la nece- sidad de abrirse a las inversiones extranjeras, a la vez que garantizaba la 34 repatriacion de los beneficios alos inversores, lo cual entraba en contra diceion con el discurso autarquista Estas versiones habian sido relativamente pequefias en los afios que siguieron a la crisis del 30, aunque se observa una presencia cada vez mas importante de capitales de origen estadounidense en actividades produc- tivas vinculadas a la fabricacién de bienes de consumo. Se trataba asi de sacar beneficio de mercados todavia no demasiado explotados, ala vez que saltar y aprovechar en beneficio propio las barreras proteccionistas levantadas por los distintos gobiernos. Dadas las caracteristicas particulares de la industrializacién sustitutiva, la capacidad de la misma para crear empleo demostr6 ser muy limitada. Las fabricas instaladas por compafiias extranjeras solian utilizar, con bas- tante frecuencia, maquinaria obsoleta ya amortizada en sus paises, que no solian ser demasiado intensivas en sus necesidades de mano de obra, De ahi, la limitada capacidad de absorcién de las industrias latinoamericanas frente a los nutrides contingentes de inmigrantes que por esta época aban- donan el campo para instalarse en las ciudades en busca de mejores con- diciones de vida y mayores expectativas de trabajo, Solo el sector de los obreros mas cualificados pudo beneficiarse de esta situacion, al contar con. una demanda asegurada en fabricas y talleres. ese a las enormes dificultades existentes en el mercado urbano de trabajo, la situacién en el mundo rural era mas catastréfica, razén por la ccual la urbanizacion se convirié en uno de los fenémenos mas importantes de esta época. Los campesinos comenzaron a agolparse en torno a las ma- yores ciudades, convirtiendo el problema del asentamiento de estos gru- pos, y la construccién de infraestructuras urbanas para los mismos, en un problema de primera magnitud. La profundizacion en la industiializacion se convirti en un estrecho cue- Uo de botella por el que solo pasaron Brasil y México. Si bien esos paises, y de una forma muy timida, apostaron por la diversificaci6n de sus exporta- ciones, los restantes siguieron dependiendo de sus estrechos mercados internos. De este modo Argentina, pese a sus esfuerzos, quedo rezagada y Chile y Peri perdieron definitivamente el tren. La tecnologia industrial por entonces desarrollada requeria de vastos mercados, ya que la escala de produccién era muy grande y el exiguo ta~ mafio de los distintos mercados nacionales comprometia el futuro de la industrializacién. Producir por debajo de un determinado nivel se conver- tia en un negocio demasiado ruinoso para las empresas, salvo que recibie- ran cuantiosos subsidios por parte del Estado. La debilidad creciente de Jas economias latinoamericanas las torné mas dependientes de las inver- siones extranjeras y los préstamos contratados en el exterior. Precisamente, fue en este periodo cuando los Estados Unidos, que ya ‘asomaban como la potencia de mayor predominio en el continente ameri- ano, decidieron asumir su liderazgo internacional, no sélo en el plano eco- 6mico, sino también en el politico y en el ideolégico, Esto se produciria en el contexto de la guerra fria y de los enfrentamientos este-oeste, Esta situa ci6n iba a influr de forma decisiva en las particulares relaciones entre los Estados Unidos y sus vecinos del sur, ya que América Latina estaba dentro de lo que los Estados Unidos consideraba su zona de influencia. El triunfo de la revolucién maoista en China y el surgimiento de la Repiblica Popu- Jar, junto con los avances soviéticos en materia de armamento atémico, agu- dizaron la naturaleza del enfrentamiento entre los Estados Unidos y el mun: do comunista, haciendo que cualquiera que se apartara minimamente de Ja norma fuera incluido dentro del mismo y exciuido de cualquier tipo de ayuda norteamericana, lo que también influiria sobre las relaciones eco: nomicas, 3. Decadencia y crisis de la economia latinoamericana (1960-1985/90) 3.1, El declive econémico La revolucién cubana iba a tener consecuencias diversas y contradicto- ias en América Latina. Si por un lado abriria una via de esperanza para muchos sectores que creian ver en el antiimperialismo y en el socialismo el mejor atajo para lograr el crecimiento econémico, por el otzo estaba prea- nunciando la mayor crisis de toda la historia latinoamericana, que estalla~ ria veinte afios después y pondria fin abruptamente a la mayor parte de los experimentos de industnalizacién sustitutiva y de crecimiento hacia aden- tro que hasta entonces se habian ensayado en el continente. El modelo cu- ano, rapidamente decantado hacia el socialismo, que en algunas areas como educacion, salud y vivienda obtuvo inicialmente unos resultados bas- tante espectaculares para los standards latinoamericanos, en materia eco- nomica tuvo un desempeiio bastante mediocre, répidamente achacado al bloqueo norteamericano y no a la mala gestion de las autoridades locales involucradas. En este sentido, las marchas y contramarchas en las politi- cas implementadas y en las consignas transmitidas al pueblo fueron uno de los principales inconvenientes que debi6 atvavesar la economia cubana, ero pese a sus limitaciones, tuvo la fuerza suficiente como para dejar cla- 3a ramente expuestas las contradicciones, las limitaciones y las dificultades ue las restantes sociedades latinoamericanas tenian en su busqueda del crecimiento y del desarrollo, Niel desarrollismo, ni el industrialismo, ni el socialismo, ni las dictadu- ras militares, ni la guerrilla nacionalista o marxista, fueron capaces de tans. formar una realidad mucho mas dura de lo que los idedlogos y los politicos Pensaban. Una realidad que se habia ido conformando y consolidando dev de los afios 30 y que habia generado una gran cantidad de situaciones cteadas, con las que estaban satisfechos buena parte de los sectores soci, les con més presencia en la vida politica, Desde los trabajadores a los gran. des empresarios que vivian de abastecer al Estado nadie queria, en ultima instancia y mas alla de las posturas declarativas de unos y ottos, que las cosas cambiaran. Entre ambos grupos se forjé una sélida comunidad de intereses que seria muy dificil de quebrar, tal como se demostraria a fines Ge Tos 80 y principios de los 90 en los distintos ensayos realizados para Tecortar el tamafio del Estado en el subbcontinente latincamericano, Esta claro que las respuestas al por qué de estas situaciones deben ser Duscadas no en la realidad econémica, sino en las politicas adoptadas por los distintos gobiernos y en la ideologia presente en esas socedades, que tban a condicionar de un modo indudable los caminos a seguir. En este Sentido, es importante constatar que el populismo, con su carga naciona lista y antiimperialista, permed todas las opciones politicas existentes, limi. tando las medidas a implementar en el futuro inmediato, Hoy, a principios de los 80, las grandes metas e ilusiones existentes en los afios 60, fueron dejadas de lado por otros objetivos mucho mas conere. {08 y pragmiaticos. Si antes la democracia era un concepto totalmente de- valuado, al que despectivamente se caliicaba de burquesa o formal, hoy se ha convertido en un valor en si mismo, que tiene importantes repercu- siones econmicas, En este sentido son destacables una serie de tratados internacionales, que garantizan ayudas al desarrollo, con clatisulas de sal. vaguarda que vinculan el mantenimiento de los préstamos a bajo interés: con la existencia de regimenes democréticos, Esta es a filosofia, por ejem- lo, de los tratados bilaterales firmados por Espafia con Argentina, Brasil, ‘México y Venezuela o del de Italia con Argentina Sélo el abandono de Ia filosofia populista ha permitido en los tiltimos afios comenzar a remontar una coyuntura enormemente dificil, al punto que Jos afios 80 fueron denominados la «década perdidan en materia econd. mica, ante las tasas negativas de crecimiento que tuvieron muchos paises Istincamericanos. Para el conjunto de América Latina, entre 1980 y 1990 la enta per capita descendié globalmente un 10 por ciento. Entre 1980 y 1989 {a tasa de crecimiento real del PIB en Argentina fue de —13,8 por ciento, en Nicaragua de ~96 por ciento, en Peni de ~5,1 por ciento y en Venezuela del ~3,8 por ciento, En Brasil, las ciftas de crecimiento del PIB per capita 38 también fueron negativas, El crecimiento demografico mucho mas acele rado que el de la renta provoc6 que en casi todos los casos el crecimiento er capita descendiera con respecto al incremento real del PIB Las politicas de ajuste y estabilizacién y la reforma del aparato del Es- tado han comenzado a dar sus frutos en paises como México 0 Chile, y de lun modo més timido en Bolivia o Argentina, El momento actual se muestra enormemente delicado y la viabilidad de las politicas econémicas depen- derd fundamentalmente de la coherencia y la firmeza de las medidas que se adopten. El éxito de tales medidas esta estrechamente vinculada a su aplicacion de forma sistemética durante una serie continuada de afios, evi- tandose los clasicos vaivenes tan caracteristicos de América Latina, Las experiencias de integracién regional ensayadas en el pasado (como 1 Sistema Econémico Latinoamericano —SELA—, la Asociacién Latinoa- mericana de Libre Comercio —ALALC—, el Pacto Andino 0 el Mercado Comtin Centroamericano), que tenian un contenido fundamentalmente eco- nomico, fracasaron ante el peso de las politicas proteccionistas vigentes en cada pais, claramente contradictorias con las tendencias integracionis: tas que se pretendia implementar. Al mismo tiempo, los intentos realizados se limitaban a contactos en la cumbre, pero no se les daba ningiin conte- nido ni continuidad. En la actualidad esas tendencias hacia la integracién resurgen con re- novado vigor, con nuevas formulas y sobre todo, con nuevos mods, de- jando de lado la improvisacion y el voluntarismo a que nos tenian acostum- bbrados, siendo el caso de la Asociacién Latinoamericana de Integracion (ALADI uno de los mas destacados, Las formulas de apertura superan el marco estrictamente latnoamenicano, siendo el ejemplo mas claro el Acuer- do de Libre Comercio con Estados Unidos y Canada que actualmente se encuentra negociando México. También vale la pena mencionar la expe- Tiencia del Mercosur (Mercado Comtin del Sur), un intento de crear un vas- to mercado que reune a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y al que se pretende vincular a Chile y Bolivia; o los tratados de libre comercio que negocian Chile, México y Venezuela. Si antes la autarquuia se habia conver- tido en la garantfa del crecimiento, hoy se vuelve al mercado, al libre co- mercio y a la apertura internacional y al fomento de la competitividad, Por otra parte, se multiplican los contactos entre los presidentes latinoameri- ‘canos y sus ministros y se crean drganos de coordinacién con participa- cién de los segundos escalones de la acministracién y de los técnicos. La conclusién mas palpable a que se llego en la dcada de los 80 era la del estancamiento, Pero esa idea ya habia allorado con anticipacion. Tras. Ja evolucién cubana el sambenito del atraso econémico y el subdesarrollo recay6 sobre la responsabilidad de las multinacionales y el imperialismo. La teoria de la dependencia, en sus distintas versiones, continuadora de. los trabajos de Prebisch en la CEPAL, denuncié estos extemos y planted aaa algunas posibles soluciones. Para ella, las causas de! subdesarrollo lati noamencano residian bisicamente en su vinculacién subordinada (depen diente) en el sistema capitalista internacional. Y si bien no todos los que Sostenian dicha teoria pensaban que la revolucién socialista era la sclt cién para todos los males, si coincidan mayoritariamente en que habla cau: Sas estructurales que requerian reformas profundas. Si los problemas eran ‘econdmicos, las soluciones propuestas debian ser politic 3.2, La Alianza para el Progre Un punto de partida similar seria manejado por la politica norteameri ana para América Latina, que a principios de los afios 60, coincidiendo Con el estallido de la revolucién cubana y bajo el influjo de la administra ion Kennedy, se basd en la Alianza para el Progreso. Esos afios conc! dian con el momento en que e! economista norteamericano, y asesor del Presidente, W.W. Rostow planteaba su teoria del despegue econdmico y del crecimiento autosostenido. La férmula para salir del subdesarrollo con. sistia en lograr la industrializacién (el despegue) y después sdlo un creci Miento autosostenido; para muchos apoyado en las propias fuerzas, era la garantia de cambiar del club de los paises pobres al de los paises ricos, lo ue entonces se vela como bastante posible, al menos para ciertos paises, como Brasil, Argentina © México, La integracién econémica a escala regio: nal debia ser el complemento ideal de estas polticas, Estas propueste que de alguna manera se apoyaban en el modelo de revolucion industrial buitdnica, se basaban en 1a industrializacion como tinico camino hacia e) desarrollo, invalidando cualquier otro camino, lo que evidentemente ten- dria consecuencias nefastas para América Latina El objetivo primordial de la Alianza para el Progreso era tratar de evitar estallidos revolucionarios que siguieran él ejemplo cubano, Para ello era Hecesario fomentar el crecimiento econdmico del continente (a una tasa de crecimiento anual estimada en torno al 2,8 % del Producto Interior Bruto. ~ PIB- per cépita), evitando a la vez que el atrago se convirtiera en caldo de cultivo para revoluciones comunistas, Por eso, se trataba de crear las condiciones para que las masas se integraran a la vida politica en el mar- 0 de sistemas democraticos. La iniciativa tenia sus precedentes en ante- ores propuestas latinoamericanas: la Operacién Panamericana, disefiada Por el presidente brasilefio Kubitschek y también una propuesta mucho ‘mas fantasiosa elaborada por Fidel Castro, . Unas de sus metas era la reforma agraria, que trataba de romper el estancamiento rural y crear mejores condiciones para la industrializacion, La reforma agraria impulsada por el gobierno demécrata cristiano del pre- sidente Frei, en Chile, es e! ejemplo mas claro de las reformas impulsadas 40 a Ce cee eos ee metas mas elevadas relacionadas directamente con la salvaguarda de ja entre 1960/2 y 1979/81 diez paises latinoamericanos crecieron a ta: superiores al 2,5 por ciento fijado por la Alianza para el Progreso, cifra juz gada en ese entonces como demasiado ambiciosa por muchos observ dores. Entre estos paises estaban Brasil, México y Colombia. Junto a ellos: os encontramos a otros nueve que crecieron menos del 1,6 por cent PIB per capita, entre los que se cuentan Argentina, Uruguay, Venezuela, Chile y Peru, 3.8, El neoliberalismo y las politicas monetaristas A partir de 1os 80 las concepciones existentes sobre el crecimiento eco- nomio y el desarrollo comenzaron a cambiar, especialmente a parti 248 las grandes y estrepitosas derrotes suridas por los movimientos popula: res que defendian los planteamientos nacionalistas y antimperialistas. la década anterior, y de la mano de gobiernos militares, aunque no exelu- a se comenzaron a implementar politicas econémicas de corte Aeoliberal que intentaron drasticamente reducir el deficit de la balanza de agos y achicar el tamafio del Estado para poder hacer frente al défict fis. ‘eal creciente que se habia instalado en la mayor parte de los paises de 1a region, lua caida del gobierno de Salvador Allende fue un momento importante en un movimiento de hechos significativos, siendo el itimo de ellos la de- rota electoral del sandinismo nicaraguense, E] estancamiento de los pai ses del llamado socialismo real, como Polonia o Rumania, daban el primer aldabonazo de un proceso que luego tendria en la caida del muro de Ber- lin y en la desaparicién de la Unidn Soviética sus puntos culminantes, El roceso de desintegracion que hoy vive la ex-Union Soviética es la mera Confirmacién de cuanto aqui se dice. Por otra parte, el crecimiento de los sdragones» del Pacifico, como Corea del Sur o Singapur, demostraba que habia otras formas de prosperar econémicamente, distintas de las ensaya- das tradicionalmente en la region, La economia latinoamericana, muy vinculada a la de los Estados Uni- dos desde el final de la Segunda Guerra, y por lo tanto al sistema inaugu: rado en Bretton Woods en 1944, se vio sacudida por la decision del presi- dente Nixon de declarar la inconvertibilidad del délar en oro, en 1971. Dos afios mas tarde, la primera crisis petrolera que tuvo tragicas consecuen- ias para la economia mundial, fue el inicio de una larga pesadilla para América Latina, que al final de la década de los 70 se manifestaria en toda su crudeza, El espectacular crecimiento de los precios del petréleo en los merca- dos internacionales, que contrastaba con el mas moderado de otras mate- las primas, supuso un freno al crecimiento de la economia mundial, lo que indudablemente terminaria repercutiendo en América Latina. El desorden se impuso en los mercados y la preocupacién se extendié en los principa- les centros de decision econémica. En Estados Unidos y, especialmente, en Europa se consideraba que la inflaci6n era mucho menos perniciosa que el paro, por lo cual los gobiernos no opusieron demasiada resistencia a lo que estaba ocurriendo. Pero mientras los Estados Unidos, clue eran un importante productor de petréleo, pudieron atravesar la crisis con pocas heridas, Europa occidental fue la principal afectada, Esto supuso el fin de las esperanzes para todos aquellos que esperaban recostarse en Europa para combatir la presencia de los Estados Unidos en el continente, ya que la hegemonia norteamericana sobre América Latina no iba a ser cuestio- nada por los europeos. La coyuntura introdujo importantes diferencias entre los paises menos desarrollados, que se dividieron entre los productores y los no producto- 128 de petréleo. Los primeros se nuclearon en torno a la Organizacién de Paises Exportadores de Petréleo (OPEP), Esta claro que los productores 42 de petr6leo, como México y Venezuela, y Ecuador en menor medida, fue: ron quienes se beneficiaban directamente de la situacion al contar con una gran disponibilidad de divisas, mientras los otros verian un poco mas tar- de como la recesién mundial provocada por el desmesurado aumento del precio de los productos energéticos provocaba un considerable descenso enla demanda de alimentos y materias primas, que afectaria directamente el volumen de sus exportaciones. El aumento de la factura energética inct dié de un modo poco favorable sobre Brasil y Chile, importadores netos de petréleo, asi como sobre la totalidad de los paises de America Central y el Caribe, lo que también repercutio negativamente sobre sus balanzas de ae or otra parte, el aumento de los precios del petr6leo provooS una enor- me disponibilidad de los petroddlares (el dinero percibido por los paises productores por sus ventas), que haria posible una enorme inyeccion de liquidez en el sistema financiero internacional. De este modo, se comenza- ron a conseguir préstamos a tipos de interés sumamente bajos. Inclu- sive, en algunos paises con altas tasas de inflaciGn, los intereses llegaban a ser negativos, lo que aumentaba el atractivo por conseguir dichos présta- mos. Ante el estancamiento economico de los paises centrales, los crédi- tos comenzaron a llegar a ritmos crecientes a los paises del llamado Tercer ‘Mundo, entre ellos a los de América Latina, que comenzaron un rapido proceso de endeudamiento, con la excepcién destacada de Colombia, En buena parte, los recursos generados sirvieron para mantener el creci- jento del consumo vi fl endeudamiento se apoyaba en unas exportacsones que crecieron au tomo al 20 por ciento entre 1976 y 1980 y en tasas de interés que no supe- raban el 10 por ciento anual. Estas circunstancias, sumadas a la teoria de que la deuda externa no se pagaba sino que podia ser permanentemente renegociada, reforzaban la idea de que el endeudamiento se mantendria dentro de niveles tolerables y que no habria mayores problemas para afron- tar el pago de los intereses de los préstamos recibidos. En los dos mayores paises latinoamericanos, los recursos generados por el endeudamiento se pusieron al servicio de la profundizacion de sus procesos de industrializacion, que atravesaban momentos criticos. En otros sirvieron para financiar experiencias neoliberales, como en Argentina 0 Chile, que tuvieron resultados bien distintos, $i bien en ambos paises ha- bia gobiernos militares, sélo los chilenos lograron, tras algunas dificulta- des iniciales, consolidar su programa de ajuste, mientras los militares ar- gentinos cedian una vez més ante la accion de los sindicatos y de los in- dustriales que vivian del abastecimiento del Estado. Para colmo de males, una parte considerable de los recursos llegados a Argentina sirvieron pa~ ra financiar el rearme de sus Fuerzas Armadas, ante la eventualidad de un enfrentamiento con su vecino Chile, por cuestiones fronterizas, La comupcién exi : istente en esos de una buena parte de esos capital 0s lugares de destino reapareciar 208 0 en otros establecimientos d paises también faciité la vaporizacion es, ue en ve2 de invertrse en los ted Cuentas secretas de los bancos sui aga on los cuts nance eles cule se tone més pera en os us on 1878 a Reserva Federal deo Bt dic en maton monetaria del pas) decid Se umplomentaron medidas de cts ea de interés, aunque esta medida ne on Paisescentrales, tal 2a punto ’s Unidos (la principal autori- a lucha frontal conta la 0 de rodoxa condi rislay se aumentaron fs #1 6x0 deseado por los econo. sista Ta iflacion en cuenta el endeudami iento priv miles de dares cada uno,y Argenina eran los mayores deudares del 1 res del Cendia a 423 mil millones de dé lares, mier del servicio dela cocae sae, lates, mientras que los atrasos en el page aba los 30 mil millones. 34. La crisis dela deuda externa existentes, El crecimiento econémico se redujo en 1981 y al afio siguiente tse produjo una vertiginosa caida, agravada por el estancamiento del comer- io internacional, que ponia en peligro la expansion de las exportaciones latinoamericanas, En 1982 la situacién se agravé todavia mas por la caida de los pre- ios de los productos primarios. En México, por ejemplo, 1a caida de los precios del petréleo en 1981, junto con la subida de los tipos de interés, Tesultaron fatales para la economia del pais. En febrero de 1982 el peso mexicano se devaluaba en un 60 %, inaugurando asi una serie de devaluacio- nes sucesivas acompafiadas por la fuga de capitales nacionales y extran~ jeros, que culminarfa en la nacionalizacién de la banca privada, En agosto de ese mismo afio el gobierno mexicano anuncio una moratoria de noven- ta dias sobre el pago del capital de su deuda externa, que luego se exten- deria a 1983, Junto a México, Argentina (envuelta en el conflicto de las Mal- vinas) y Brasil (también a punto de declarar una moratoria unilateral) se encontraban en grandes apuros para confinuar pagando la deuda, La su- bbida en las tasas de interés arrastré a los restantes paises latinoamerica- nos a una situacion critica, que motivaria la necesidad de renegociar la deuda. ‘Se iniciaba el complicado, larguisimo e inconcluso proceso de renego- ciacion de la deuda, en el cual jugarian un papel protagénico el Fondo Mo- etario Internacional (FMI) y la banca internacional. El proceso no estuvo exento de dramatismo, tal como se desprende de las palabras del presi- dente de Brasil, José Sarney, quien en una comparecencia ante las Nacio- nes Unidas en septiembre de 1985 manifestaba que su pafs «no pagara su ‘deuda externa, ni con la recesién, ni con el desempleo y tampoco con el hambren, Para Diaz Alejandro, lo que a principios de los 80 podria haber sido una recesion seria pero manejable, se convirtié en una grave crisis de desarrollo debido al colapso de los mercados financieros y alos cambios ‘abruptos que tuvieron lugar en las condiciones en las que se concedian los préstamos internacionales El FMT exigiria una serie de condiciones para negociar con los paises Jatinoamericanos la refinanciacién de la deuda externa. Estas afectaban totalmente las politicas econémicas, pero el peso de las mismas era muy ‘grande si tenemos en cuenta que la banca internacional condicionaba sus ‘conversaciones con los paises deudores al éxito en la negociacién con él Fondo Monetario, Se trataba de liberalizar las economias latinoameric nas, revalorizando el papel del mercado como asignador de recursos, en desmedro del Estado y sus subvenciones, a la vez. que lograr nuevamente a apertura de las economias al comercio internacional. Para ello era nece- sario reducir el sector publico y ampliar el privado. ‘Las recetas del Fondo Monetario se centraban en la reduccion del défi cit fiscal, el control de los salarios reales, la limitacion del crédito interno y 4s Ja disminucién en el endeudamiento del sector piblico, el aumento de la recauidacion fiscal, la eliminacién de los subsidios y la busqueda de un sw peravit en la balanza comercial, Todo ello debia tener lugar al mismo tiem= po que unos duros planes de ajuste intentaban luchar contra la inflacion, el principal flagelo de las economias latinoamericanas, que en la década de Jos 80 se mostr6 con especial rudeza, En paises como Bolivia o Argentina se produjeron estallidos hiperinflacionarios, que desquiciaron totalmente él tejido social, Sin llegar a esos extremos, Brasil y Peni conocieron tasas de inflaci6n francamente exorbitantes. ‘A partir de 1982 se plante6 en toda su crudeza el problema de la deuda, agravada por la importante fuga de capitales existente en casi todos los paises de la regidn. La negociacion de la deuda si bien por un lado bus- aba relanzar el crecimiento econémico latinoamericano, por el otf0 no Po- dia dejar de perder de vista la delicada situacién que atravesaba la banca internacional, en peligro ante la magnitud de la deuda mantenida con ella, y elhecho de que las deudas debian ser pagadas. Pese a ello, se realiza- on algunos ensayos para formar un Club de Deudores o para poner de acuerdo las politicas econémicas de los distintos gobiernos, pero estas es: trategias, asi como las de quienes se mostraban renuentes al pago de las deudas, fracasaron totalmente. ‘A fin de renegociar la deuda con los acreedores extranjeros, en mejo- res condiciones que sus otros colegas latinoamericanos, el presidente de ‘Mexico, de la Madrid se propuso seguir pagandola de forma escrupulosa, aunque eso no le reporté demasiados beneficias a corto plazo, Sin embar- 0, el presidente impuls6 una politica economica de austeridad y el ajuste duro a que sometié a su economia comenzo a dar sus primeros frutos en 1987, Las exportaciones comenzaron a crecer, especialmente por las indus- trias de transformacién (maquiladoras) establecidas en la frontera con los Estados Unidos. Las principales empresas norteamericanas pretendian be- neficiarse de los menores salarios existentes en México. Carlos Salinas de Gortan, sucesor de de la Madrid, ha continuado con Ja politica econémica, que tendria un importante espaldarazo en la firma del tratado de libre comercio con los Estados Unidos. También se ha preo- cupado por intensificar e] ritmo de la reforma politica, con algunos logros: mayores que sus antecesores, aunque este proceso esta plagado de dif- cultades, Por fin, la aceptacién por México de! Plan Brady, que supone una considerable reduccion de su deuda externa, ha permitido que el tema de la deuda externa deje de ser el principal quebradero de cabeza de los gobernantes mexicanos. El plan Brady esta dingido fundamentalmente a los paises deudores de renta media y pretende una negociacion caso por ‘caso, Junto a México, Costa Rica y Venezuela han llegado a acuerdos favo- ables y se espera que Argentina haga lo propio a principios de 1992 Junto con Mexico, otros paises latinoamericanos han conocido el éxito 46 de sus programas de ajuste. El primero de ellos fue Chil é mer 1e Chile, quien después de la estauracion democratica continuo con ls ineamientos gnerales dela poliica econémica del pinochetismo, aunque suavizando su coste social & en el mismo camino y Argentina parece que obtiene sus pri eros éxtos en a lucha contra la inflacién yl estabidad. Pese ala dure- a de sus intervenciones y al elevado costo social ‘social que suponen, los planes de ajuste s6lo tienen posiblidades de trunto en la medida en que se ap que una politica coherente durante un plazo prolongado de tiempo, ya que de otro modo sélo se estarian aplicando patios calientes, de efimera dura- tion, 8 esl eatin Sct alee (estancamiento, retroceso 0 abandono de programas sociales, disminu- ion del poder adquisitivo de los trabajadores), existe un creciente con- senso social sobre la inevitabilidad de su aplicacion, basado en la creen- cia que el relanzamiento econdmico saldra tinicamente de all 4. La situacién politica y social 4.1, La modificacion de las estructuras politicas A lo largo de Ja segunda mitad del siglo x1%, y en buena parte de los paises latinoamericanos, e! panorama politico se fue consolidando en tor- no a un esquema que a grandes rasgos podriamos denominar bipattidista, Y que generalmente enfrentaba a liberales con conservadores, aunque tam- bién es posible encontrar la existencia otros apareamientos, como el de federales y centralistas, Estamos frente a dos concepciones diferentes de entender la politica y el manejo de ta cosa publica compartidas por los mismos grupos sociales: la anstocracia, profesionales liberales y otros qru- Pos urbanos y la burocracia. Pese al aparente bipartidismo y a las diferen- ia sefialadas, el caracter oligarquico imponia su fuerte impronta al siste~ ma, hlomogeneizando las formas de gobierno, Hay que seftalar que los sis- temas politicos eran de participacion restringida (el voto universal apenas estaba implantado) y el caciquismo y el fraude electoral eran monedas de uso corriente en todos los paises, auque es justo sefialar que en esto las practicas lalinoamericanas no se apartaban demasiado de lo que ocurria en buena parte de Europa a principios del siglo XX. En ese entonces el sistema de partidos politicos estaba muy poco es tructurado, Los lideres y sus clentelas pesaban mas que las estructura 49 politico-partidarias. Los clubes de opinién y las tertulias eran uno de los principales lugares donde se discutia de la cosa publica y en ellos los pa- dres de la patria tomaban las principales decisiones. El funcionamiento del sistema politico tendia a favorecer el gobierno de ciertas capas de profe- sionales y de las burocracias politicas, a la vez que garantizaba el control de los mismos por parte de los grupos oligarquicos. Uno de los principales problemas que debian aftontar los diversos go- biernos era la total falta de integracion al Estado de importantes regiones, geograticas y de vastos grupos humanos, siendo esto mas notable en el caso de las comunidades indigenas. Peri o México son claros ejemplos de esta situacion. Este hecho revalorizaba el papel de los caciques o caudi- llos, en tanto personajes claves que vinculaban sus regiones de actuacion con el poder central. Esta debilidad se trasladaba al plano politico y se veia reflejada en la gran inestabilidad existente en la regién. Las dictadu- ras se solian alternar con otros momentos de gran inestabilidad 0 con la convocatoria de elecciones, 42. Elsurgimiento de grupos urbanos El desarrollo de las economias exportadoras revalorizé el papel de las ciudades en América Latina. A la sombra del crecimiento econémico y ur- ano se fueron desarrollando importantes sectores medios, en gran medi da ilustrados, que comenzaron a reclamar una mayor participacion en la vida politica. El crecimiento urbano fue muy importante. Entre 1895 y 1910 México triplicé su poblacién y alcanzé el millin de habitantes si se inclu- yen los suburbios. Entre 1898 y 1918 Buenos Aires también multiplico por tres su poblacion y llegé a contar con 1.600.000 habitantes. Bogota, La Ha- bana, Lima, Montevideo y Santiago de Chile fueron otras ciudades con un crecimiento considerable. El aumento de la poblacién urbana supuso nue- ‘vos servicios y un aumento del consumo (en buena parte importado), que sélo pudo ser pagado con mayores exportaciones, todo lo cual redundé en Ja potenciacién de las grandes urbes. Sin embargo, el crecimiento de la poblacién urbana tuvo efectos mini- ‘mos sobre el gobierno local. Era corriente que los gobiernos municipales fueran muy débiles y que su falta de recursos los hiciera sumamente de- ‘pendientes del poder central. Por eso, no es de extraflar que una de las reivindicaciones presentes en algunos de los grupos politicos que surgie- ron en representacién de los sectores medios fuera la autonomia muni- Gipal, junto con la posibilidad de que el ayuntamiento pudiera recaudar | algunos impuestos y el pueblo de las cudades estuviera en condiciones de elegir a los jueces de paz 0 a los consejos escolares. El influjo de la | experiencia norteamericana era importante en este sentido, y fueron mu- cchos los viajeros latinoamericanos que se mostraban fascinados por la for- tna en que se desarrollaba el gobiemo de pueblos y ciudades en los Estados Unidos. La incorporacién a la vida politica de estos grupos medios se producira de muy distintas maneras, bien a través de la violencia, como en el México revolucionani, o bien a través del sufragio universal, que comienza a im: ponerse en paises como Argentina (1912), Uruguay y Chile. En las prime- tas décadas del siglo xx en esos tres paises se produjo un funcionamiento del sistema politico basado en la convocatonia regular de elecciones. Esta situacion coexistira con la existente en otros paises donde los gobiernos ictatoriales se sucedian de forma constante, Algunos experimentos auto- nitarios, como los desarrollados posteriormente en Chile y Peni también sirvieron al objetivo de intearar a los grupos sociales emergentes, La bata-~ lla por ampliar la base social del Estado e incorporar a los nuevos actores sociales a la vida politica, con plenos derechos, fue dura, tal como se po- dra comprobar en los capitulos siguientes de este libro. [fines de siglo se formaron los primeros movimientos politicos impul- sados desde los sectores medios y que estaban decididos a disputar el poder a las oligarquias nacionales: el radicalismo argentino, el partido de- ‘mocrata peruano y el partido colorado de Uruguay, gracias a los profun- dos cambios que en este ultimo introdujo José Bale y Ordétiez. La constitu- cidn de una alternativa no significaba en si mismo asumir posturas mas progresistas 0 mas modernizantes que las mantenidas de forma tradicio- nal por las oligarquias gobernantes. A veces eran las élites, imbuidas por posturas claramente liberales, quienes impulsaban la modernizacion del pais. En este sentido es importante ver las alianzas tempranas que se esta- blecieron entre el radicalismo argentino o el partido demécrata peruano con ciertos sectores de la reaccién catélica, molestos por el anticlerica- lismo de las éltes liberales. Tampoco estos grupos emergentes solian plan- tear alternativas de peso frente a las politicas economicas y sociales imple- ‘mentadas hasta ese momento. los vientos de cambio también Hegaron a las universdades, que esta- ban gobernadas de acuerdo a critenos claramente jerarquicos. En la vida académica se notaba un fuerte predominio del corporativismo delos cate- draticos, elitista en exceso en aquel entonces. En la Universidad de C¢ doba, Argentina, estallé en 1918 el movimiento de la Reforma t ‘que se proponia la democratizacion de los claustros rapidamente el movimiento se extendié a otras seguido posteriormente en numerosas universidades de los mas paises latinoamericanos. Buena parte de los pnncipales lide intelectuales que actuaron entre 1930 y 1960 hic r ‘en el movimiento reformista, Este fue el caso de Ge 4.3, La izquierda En la ultima década del siglo xix se observa el surgimiento del movi- miento obrero (urbano) en aquellos lugares donde se habia producido un cierto desarrollo artesanal o manufacturero. México, Buenos Aires y San. ago de Chile eran algunos de los casos mas destacables, aunque no los tinicos, Sin embargo, dada la escasez relativa de trabajadores manuales en relacién con los sectores medios, especialmente en las ciudades, la mo- vilizacion social inicial de! proletariado seria minima, Esta adquirio tonos épicos tnicamente en México y a partir del estallido de la revolucién. La importante presencia de artesanos en las ciudades y la llegada de militan tes de origen espafiol e italiano favorecié el surgimiento de movimientos anarquistas, muchos de los cuales terminaron nucleandose en torno a las Federaciones Obreras Regionales, En la medida en que el teido industrial se iba extendiendo el movimiento sindical se iba haciendo mas fuerte y esto repercutitia no sélo en la fundacién y organizacion de sindicatos obre- ros, sino tambien en la articulacion de partidos politicos que se autoprocla- maban defensores de los derechos de los trabajadores, En México se cre6 uno de los primeros partidos socialistas latinoameri- canos, gracias a la labor de los hermanos Flores Magon. La revista Rege neracion, fundada en 1901 y editada en los Estados Unidos se convirtio en el principal vocero de sus reivindicaciones. Pablo Zierold creara el Partido Socialista Obrero, En Argentina también se desarrollo un Partido Socialist fuerte bajo el impulso de Juan B, Justo, con una implantacion fundamental- mente urbana. En muy pocos afios el partido obtenfa representacién parla mentaria y Alfredo Palacios ocupaba una banca en el Congreso, desde donde impulsaria la aprobacién de numerosas leyes favorables a los tra- bajadores, Después del triunfo de la revolucion rusa y como consecuencia de esc siones en algunos partidos socialistas, se crearon partides comunistas en varios paises latinoamericanos, Esto habia ocurndo en Argentina, Brasil y Bolivia en 1921 y en Chile y Mexico a partir del afio siguiente. Sin embargo, ‘en muchos paises la ausencia de un proletariado industrial extendido difi- culté enormemente la difusién del proceso, otorgandole a algunos parti- dos comunistas un perfil netamente intelectual. En Cuba el partido se cred en 1925 y en Ecuador y Peri en 1928, En este ultimo caso, la influencia de José Carlos Maridtegui fue notable. ‘Sus programas planteaban la necesidad de impulsar la reforma agra- ria y de nacionalizar buena parte del aparato productivo y financiero, Por Jo general estas reivindicaciones se acompanaban de un fuerte antiimpe- nalismo y seguian a pies juntillas las consignas elaboradas por el Kornin- tem (Internacional Comunista 0 Tercera Internacional). En los afios treinta, y debido a la prédica de la Tercera Intemacional, el movimiento comunista, 82 Intentara consolidarse en todo América Latina. Los partidos mas fuertes ran los de Brasil, Chile y Cuba, aunque la influencia de los de Argentina, Uruguay, Colombia y Venezuela no fue nada desdeftable, Sin embargo, la {nluencia real de esos partidos, tanto en la vida politica y sindical como en. |i sociedad latinoamericana, fue bastante marginal. En ningin caso se cons- fuyeron en alternativas serias de poder, por mas que en algunos sitios hayan tenido una capacidad de movilizacién relativamente amplia (este es ‘ol caso de El Salvador, donde los lideres comunistas se pusieron al frente de la revuelta campesina de 1992 que fue duramente reprimida y que aca b6 con los intentos organizativos de consolidar el comunismo en ese pais) Coincidiendo con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los distintos partidos comunistas latinoamericanos se mostraron claros partidarios de Impulsar Frentes Populares. Esta propuesta result6 exitosa en Chile, y gta- ‘cas a ella Pedro Aguirre Cerda pudo ganar las elecciones en 1938, ‘Las alternativas anti-sistema mas exitosas fueron el producto de un gran eclecticismo, clue recogia algunos ingredientes del marxismo revoluciona- rio y de un nacionalismo con un fuerte contenido antimpenialista. Este es el caso de México durante el gobierno de Lazaro Cardenas o del aprismo de Victor Raul Haya de la Torre. La plataforma de la Alianza Popular Revolu- cionaria Americana (APRA) planteaba la construccién de un sistema revo- lucionario, impulsado por los obreros y los campesinos, aunque con la tu tela dea clase media. El aprismo tendria una fuerte influencia en América Latina en los afios posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Por lo general, los partidos de izquierda se interesaban bésicamente en el proletariado industrial y otros sectores urbanos, permaneciendo fue a del campo de sus intereses los campesinos, los indigenas y otros gru- ‘pos marginales. Este vacio fue pronto cubierto por algunas grupos de corte Racionalista que reivindicaban la realizacion de profundas transformacio- hos en la estructura aararia y la integracién de las masas campesinas a las estructuras politicas. En esta labor, algunos de estos partidos se ganaron ja enemistad tanto de los partidos oligarquicos que veian con preocupa- qién el ascenso de grupos marginales, como de los partidos de izquierda, que planteaban que de ese modo se perdia de vista quien era el verda- dero objeto hist6rico del cambio social. ‘Uno de estos grupos era el APRA, fundada por Victor Raul Haya de la ‘Torre. A partir de 1924 el APRA, que habia logrado aaiutinar a partir de las protestas universitarias a buena parte de la juventud anticivilista, se opon- Gna a la dictadura de Augusto Leguia. Se trataba de un partido de inspira~ ‘Gon marxista, que por discrepancias con los planteamientos de la Komin- tem para América Latina habia roto con el comunismo. Las lineas princi- pales sobre las que se basaba la ideologia del partido era la peruanidad Be sus planteamientos y su consecuente denuncia del imperialistno nor~ jeamericano, Si bien sus principales centros de actuaci6n estaban ubica- dos en la costa (por entonces de claro predominio blanco y mestizo), se proclamaba portavor de los intereses indigenas. Como su nombre indica, a vocacién de Haya de la Torre era convert al APRA en un partido supra: acional, que defendiera los intereses populares en toda wlndoaméricay, 44. Populismos y gobiernos militares La crisis econémica de los afios treinta tendra importantes consecuen- Cias politicas, aunque no tan espectaculares como una cierta historiografia acostumbra argumentar. En este sentido, el principal cambio estaria dado Por el derrumbe del llamado Estado oligarquico. Mas alla de que resulte dificil generalizar al respecto, lo cierto es que en la mayor parte de los pai ses la forma del Estado se mantuvo sin cambios radicales después de la crisis econémica. La principal excepcién fue el Brasil, donde la revolucién de 1930 ponaria fin a la Republica Velha. Con el gobierno de Vargas se in} ciarian una serie de transformaciones de un claro tono popullista Sin embargo, una serie de golpes de Estado alteraron el funciona- miento normal de muchos gobiernos y abrieron el paso al centro de la vida politica a las Fuerzas Armadas, un lugar en el que se mantendrian hasta los alos 80. En algunos casos, se agit6 el peligro de la revolucién social como uno de los principales argumentos para justificar la intervencion ar- mada, Todavia en esta época el ejército respaldaba al caudillo militar que encabezaba el golpe y posteriormente asumia el poder a titulo individual Con el correr del tiempo, y especialmente a partir de la formulacién de la doetrina de la «Seguridad nacional, las medidas de fuerza seran tomadas por las Puerzas Armadas como corporacién. Elafio 1930 fue un afto de grandes cambios politicos. En Argentina, el pre- sidente Yngoyen, del Partido Radical, fue derrocado por un golpe militar de corte nacionalista y corporativista (con ciertas tonalidades facistoides) en- cabezado por el general Uriburu. Algo similar le ocurrié a Leguia en el Pe- mayen el Brasil los militares instauraban a Vargas en el poder. Ese rismo afio Trujillo comenzaba su prolongada dictadura en la Reptiblica Domini- cana. Al affo siguiente se ponia fin a la dictadura «progresista» de Isidro Ayora en Ecuador y del coronel Carlos Ibafiez en Chile y comenzaban los gobiernos dictatoriales de Ubico en Guatemala y de Hernandez Martinez en El Salvador. En Uruguay, el presidente constitucional Gabriel Terra dio lun autogolpe que supuso la instauracion de un gobierno dictatorial. Sélo Mexico parecia escapar a esta situacion, aunque no debe olvidarse que el pais estaba bajo los efectos del movimiento revolucionario, El eclecticismo ideolégico que hemos descrita en la izquierda latinoa- mericana también se observa en la derecha, que intent6 renovarse bajo el influjo del catolicismo o del fascismo. De estos intentos surgieron dos mo- vimientos nuevos en la region: el integralismo brasilefio y el sinarquismo 84 mexicano. El integralismo era un movimiento disefiado por el intelectual y politico paulista Plinio Salgado, que tenia como modelo politico al Portugal de Oliveira Salazar, pero con un importante movimiento de masas que basi- camente respondia a los lineamientos organizativos y formales del fas- ccismo. El sinarquismo era un movimiento rural de reivindicaciones milena- Nistas y de raiz catolica integrista, que unia su profunda identificacion con Ja causa franquista con la admiracion por el ejemplo de Ghandi. Pese a esto, hay que seflalar que el fascismo, como sistema de organizacién poli- lica no arraigé en los sectores dominantes latinoamericanos con la misma fuerza que lo habia hecho en Europa. 48. La urbanizacién y el aumento del descontento social El crecimiento urbano se aceleré de forma considerable a partir de los afios 30, Uno de los principales factores de esta aceleracion fueron las enor- mes expectativas depositadas por los campesinos que habitaban en re- giones claramente deprimidas en la vida que se desarrollaba en las gran- des urbes. La mayor movilidad social, los mejores sueldos y las posibilida- des de progreso fueron un poderoso iman que provocé desplazamientos masivos de poblacion. De este modo, el éxodo rural se convirtio en un fe- némeno sin precedentes en toda América Latina. Si en 1925 se calculaba que el 25 por ciento del total de la poblacién latinoamericana vivia en ciu- dades, en 1940 la cifra habia crecido al 42 por ciento y veinte afios mas tarde al 47 por ciento. En ese momento, 1960, los paises con mayor pobla- cién urbana eran Uruguay (70 por ciento), Argentina (63 por ciento), Chile y Venezuela (61 por ciento) y México (53 por ciento). Si en 1955 habia en America Latina 48 ciudades de mas de 100.000 habitantes, de las cuales tres tenian mas de un millon, en 1976 el numero se habia elevado a 188. De estas tiltimas 33 pasaban los $00,000 habitantes y 17 el millon, Estas cifras hablan de un modo contundente de los cambios sociales que se estaban produciendo en América Latina y de la magnitud de los cambios politicos que iban acompajiando a dichas transformaciones. Uno de los problemas mas serios que se planteaban a los sectores dirigentes era la incorporacion de estos nutridos contingentes sociales a la vida poli- tica. Una de las vias preferidas por los politicos latinoamericanos fue el po- ‘pulismo, siendo el varguismo brasilefio y el peronismo argentino dos de las mas claras manifestaciones, aunque ee ice See ae jorar al proletariado industnal a la vida politica y social con el menor: oatble. Bn este sentido el éxito ae Argentina fue mucho mayor que el de otros populismos latinoamericanos. ‘ "El cambio socal que estaba teniendo lugar en América Latina iba a estar condicionado por la incorporacion creciente de nuevos grupos a la graciones internas que produjeron el agudo proceso de urbanizacién que hemos desento. Algunos de estos cambios comenzaron a gestarse en la década de 1920 y se consolidaron con posterioridad. El crecimiento demo: grafico implicé, en un primer momento, una mayor presién campesina so bbre la terra (especialmente visible en paises como Colombia o El Salvador) que en caso de no ser satisfecha suponfa un factor de inestabilidad y tam- bien de expulsiones de tabajadores rurales hacia las ciudades. Estos se apifiarian en cinturones de vida miserable (villas miserias en Argentina, fabelas en Brasil, pueblos jovenes en Peru, etc.), con una arave deficiencia en infraestructuras basicas, especialmente vivienda, agua, sanidad y elec: tricidad, La agricultura se convirtié en un problema crucial en América Latina, En parte por su baja productividad, que suponia limitar el numero de con: sumidores y por lo tanto limitar el tamafio del mercado vital para la indus- tria. Por otra parte, la baja productividad agricola suponia materias primas. e insumos mas caros para una industria poco campetitiva, a la vez. que ali mentos a mayor precio para los consumidores, con la correspondiente p dida en el poder de compra de los salarios de los obreros industriales. De este modo la reforma agraria se convirtio en un tema clave en la agenda de muchos politicos latinoamericanos y como tal fue asumida a principios de la década del 80 por las revoluciones guatemalteca y boliviana, y tam- bién por otros paises que con cambios menos radicales intentaron trans- formar sus sociedades, Los contingentes de campesinos que comenzaron a apifiarse en las ciu- dades en busca de mejores condiciones de vida tuvieron dificultades para lograr un encuadramiento politico homogéneo. Esta gente iba a ser ten. tada desde la izquierda y la derecha, generalmente con mensajes populis- tas, en la biisqueda de determinados sectores politicos por ampliar su ba~ se electoral 4.6. La violencia politica La revolucién cubana tuvo importantes consecuencias sobre la evolu- cién politica latinoamericana de las tres tiltimas décadas. Buena parte de Jos intelectuales latinoamericanos se sintié inicialmente atraido por el influ- jo de la revolucién cubana, Los premios literarios Casa de las’ Américas, otorgados por Cuba, se convirtieron en un referente cultural de primera importancia, Pero no sélo eso, ya ue para muchos intelectuales y politicos Cuba se convirtié en el camino a seguir. Para algunos, lo importante era la profundidad de las transformaciones impulsadas por el socialismo, mien- tras que para otros la lucha armada se habia convertido en el modelo a imitar, Pero junto con los partidarios de la revolucién nos encontramos a todos 56 aquellos que vieron en la misma algo a evitar, por todos los medios si fuera thecesario. Buena parte de los grupos dominantes latinoamericanos comen- tron a ver con temor la experiencia que se estaba desarrollando en el Caribe, temor al que répidamente se sumaron los Estados Unidos. Tras la tadicalizacion del gobierno de Castro y después de su claro alinearniento ‘Con la Unién Soviética, el gobierno de los Estados Unidos dispuso un estric to bloqueo econémico a la isla El aislamiento con el que Estados Unidos estaba sometiendo a Cuba debia ser roto, segiin los propios lideres cubanos, mediante la ampliacion del campo socialista en América Latina. Para ello Cuba estaba dispuesta, mas o menos abiertamente, a exportar su revolucién y su modelo revolu- Cionatio (lucha armada y foco guernillero) al resto del continente, Esto sig- nificaba el enfrentamiento con la mayorfa de los Partidos Comunistas lati- hoamericanos, partidarios del frentismo y del gradualismo, y en absoluto partidarios de la lucha armada. Un intelectual parisino, Regis Debray (pos- teriormente asesor del presidente Miterrand), se convirtid en uno de los principales portavoces del focuismo. El foco querilero, instalado en el cam- po, una vez consolidada su posicion, debia expandir la lucha armada al Testo del pais y propiciar la toma del poder por parte de las fuerzas re- volucionarias. El apoyo a los movimientos guerrilleros latinoamericanos era funda- mentalmente testimonial, ya que eran pocos las armas y pertrechos que Cuba podia hacer llegar a los remotos campos de lucha. Sin embargo, la jsla servia de retaguardia y de centro de formacion e instruccién para los revolucionarios latinoamericanos. La Tricontinental se convirtié en una he- rramienta propagandistica de primera magnutud en la lucha por hacer rea- iidad la consigna del Ché Guevara: «Crear uno, dos, res, muchos Vietnam». in la lucha contra el comunismo se desarrollé la doctrina de la segurt- dad nacional, que mas que una teoria impuesta desde Washington y el Departamento de Estado a los ejércitos y los gobiemos latinoamericanos se trato de una reelaboracion local de algunas de las doctrinas poliicas Imperantes. De todas formas, la consolidacién de esta doctrina sirvio para extender la presencia politica de las Fuerzas Armadas y para extender la ‘presencia de dictaduras militares en América del Sur y Central en las déca- Gas de los 60 y los 70, tal como tendremos oportunidad de ver en el cap tulo correspondiente. ‘ ‘La legada de Reagan a la Casa Blanca permitio adoptar algunos de los puntos de vista de la derecha republicana en relacion a. ‘America Latina, cm que convertia a la lucha contra el comunismo y contra la ate 3 “ ae wrillera en algo prioritario, por encima inclusive de la defensa de los dere Thee martes lo que perm una revalorzacion de las dictaduras mitares | thee ‘en Washington. Jeane Kirkpatrick, embajadora de los Estados Uni¢ la ONU justificaria la politica de su presidente i ferencia que existia entre el totalitarismo comunista y el autoritarismo de algunas dictaduras, como las latinoamericanas, que eran preferidas por su gobierno. Al convertirse en priontaria la lucha contra el comunismo, los conflictos de America Central (especialmente El Salvador y Nicaragua) se convirtie. ron en un tema destacado de la agenda de los Estados Unidos, que con- trastaba con el olvido que gozaban otras regiones del continente. Uno de os casos mas dramaticos es el de la extension de la actividad de Sendero Luminoso en el Peru, frente a la casi total inhibicion de Washington, En los afios 80, ante la apertura de procesos democratizadores én un buen mimero de paises latincamericanos, la administracion norteameri- cana decidié apoyarlos, en contraste con la politica mantenida en las dé- cadas anteriores. En estos afios la intervencién militar de Estados Unidos se dio de forma directa en 1983 con la invasion a la isla de Granada y en 1980 con la invasion a Panama, para acabar con la experiencia de Noriega, juzgada como nefasta por la administracién Bush. Simultaneamente hay que consignar el apoyo dado a la «contra» nicaragtiense y a los militares hondureftos y salvadorefios. Los cambios que amenazaban al continente también llegaron a la Igle- sia catolica. Los nuevos aires introducidos por el Concilio Vaticano Il y las expectativas generadas por la revolucién cubana favorecieron el desarro- llo de la Teologia de la Liberacién y en algunos paises, de los llamados Curas para el Tercer Mundo, con un alto compromiso revolucionario, Lo que se llamo la opcién prioritaria por los pobres fue determinante en esta toma de postura Este clima se modificaria a partir de los afios 70, Desde el Vaticano y bajo el impulso de Juan Pablo Il se comenzé a atacar a la teologia de la liberacion en la figura de los mas destacados tedlogos de esta comente, ya que la vuelta al tradicionalismo suponia restaurar la estructura autorita Tia de la Iglesia Elmovimiento estudiantil fue otro punto de referencia de los movimnien tos revolucionanios latinoamericanos, La revolucion cultural china no supu: 0 s6lo una revalorizacion de! maoismo, sino una nueva inyeccian de espe- ranza para el movimiento estudiantil. En 1968, aflo paradigmatico por las protestas estudiantiles en todo el orbe, México fue el estallido latinoameri- ano mas resefiable, sin dejar de mencionar las importantes manifestacio- nes ocurridas en Brasil o Argentina Lo que es indudable es que en los tiltimos afios el nacionalismo y el antiimperialismo se han convertido en sentimientos mucho menos movi zadores que en el pasado. Pero esto es mas producto de los profundos cambios politicos ¢ ideologicos que se han producido en América Latina, comenzando por la valorizacion de la democracia, que confiera un cambio en las dificiles y complicadas relaciones con los Estados Unidos, 58 5. El 98 y el fin del imperio espafiol en América 5.1, Los inicios del independentismo en el Caribe Después de 1825, el otrora vasto imperio espafiol habia visto reducidas sus posesiones amenicanas tinicamente a Cuba y Puerto Rico. Y si bien hasta fines del siglo xix la metropoli se esforz6 por mantener firmes los ‘nexos coloniales existentes, habria que preguntarse hasta qué punto Espa- ‘ta se beneficiaba de tales posesiones. En realidad, los mayores beneficios eran obtenidos por un pequefio grupo de peninsulares que tenia fuertes intereses en los negocios coloniales, junto con los grandes plantadores lefios. El costo de mantener el imperio fue elevado, y no solo desde un pun- to de vista material, lo que redundaba en contra de la metrépoli Por otra parte, ya desde la segunda mitad del siglo xix se habia despe- jado bastante el panorama en lo referente a los socios y a los flujos comer- ciales que comenzaban y terminaban en las colonias caribefias. La impor- tancia para Cuba del mercado norteamericano fue creciendo a lo largo de Ja segunda mitad del siglo xix y la incidencia de las adquisiciones estadou- nidenses sobre las exportaciones cubanas (especialmente de azticar) era a todas luces mayor que las que se efectuaban desde la Peninsula, con el consiguiente beneficio para los comerciantes norteamericanos, En 1850, Cuba exportaba productos a Espafia por valor de 7 millones de pesos y a

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