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CICLO No.

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ASIGNATURA: REPRODUCCION ANIMAL I
PROFESOR: MARCO GONZALEZ TOUS

EXAMEN DEL TRACTO GENITAL DE LA VACA

Durante la reproducción, la hembra recibe mayor atención que el macho y existen varias
razones para ello; ante todo, la hembra representa el resultado final de la reproducción;
representa, a su vez, la unidad productora y, finalmente, hay mayor proporción de hembras
que de machos. Esta atención, por lo tanto, es bien merecida, pero su sobrevaloración puede
conducir a falsas interpretaciones, especialmente en el caso de esterilidad. Los trastornos
orgánicos y funcionales del sistema reproductor de la hembra son responsables, es verdad,
de algunos casos de problemas de esterilidad, pero no de todos.

En cuanto a la hembra, el clínico afronta los siguientes problemas y preguntas:

¿Está preñada la vaca o novilla?


¿Es normal la preñez?
¿Cuanto tiempo tiene de preñada?
¿Está vacía?
¿Es normal que esta hembra se encuentre vacía?
¿En que etapa del ciclo estral se encuentra?
¿Existen cambios actuales que expliquen ciertos trastornos tales como anestro, hiperestro,
incapacidad para concebir y otros?

Probablemente el examen del tracto genital completo, asociado con el manejo general de
los animales puede dar respuesta a la mayoria de estas preguntas.

Historia. La veracidad de la historia de la reproducción depende principalmente de sus


fuentes. Los datos obtenidos correctamente sobre animales BIEN IDENTIFICADOS
representan las mejores fuentes de información. Las observaciones subjetivas (muy
comunes en nuestro medio), separadas o en combinación con el RECUERDO de
acontecimientos y su evolución son inútiles en el mejor de los casos. Puesto que el error
humano es siempre posible, se recomienda tomar una actitud crítica (constructiva) frente a
la historia del ganado mejor dirigido. Por otro lado, la ignorancia de la historia daría como
resultado la falta de datos importantes. Por lo tanto se debe adoptar un sistema ordenado de
toma de datos, bien sea para la elaboración y análisis de registros manuales o
sistematizados. La complejidad de los registros dependerá del interés de cada productor y
asistente profesional en particular, especialmente cuando se adelanten serios programas de
selección. No obstante, la experiencia ha demostrado que los registros sencillos tienen en
general, mayor aceptación

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Inspección visual. El valor del examen visual en la hembra es muy discutible en vista de la
situación oculta del útero, ovarios y otras partes importantes del tracto genital dentro de la
cavidad pélvica y abdominal. Sin embargo, la observación y/o evaluación de los siguientes
parámetros o estados puede proporcionar buenos datos acerca del animal; a saber:
- Evaluación de la conformación general
- Evaluación de la condición corporal
- Observación de la presencia de descargas vulvares
- Evaluación del estado de la glándula mamaria
- Evaluación del comportamiento general del animal
- Determinación de la raza o cruce
- Observación de suciedades en los costillares
- Observación de peladuras en la base de la cola
- Observación de costras o películas brillantes en la cola o muslo
- Observación de relajación y tumefacción de la vulva

Examen vaginal. No se utiliza el examen vaginal de rutina. Sólo está indicado en ciertos
casos seleccionados. La necesidad de utilizar vaginoscopios individuales para cada animal
o esterilizar éstos después de cada examen, hace impracticable el uso rutinario. No
obstante, ya existen en el mercado internacional vaginoscopios desechables para uso en
grandes animales. Estos son generalmente fabricados en cartón endurecido e impermeable.
De todas maneras es IMPORTANTE antes de realizar la palpación rectal examinar
RUTINARIAMENTE la vulva. Con la mano opuesta a la que se palpa se debe abrir los
labios vulvares para percatarse de descargas anormales, presencia de semen, contusiones o
magulladuras en vacas recién paridas, estados anémicos evidentes con la presencia de
mucosa pálida, etc. De acuerdo con el hallazgo, se tomarán las medidas correspondientes
de acuerdo con el criterio de cada profesional.

Cuando está indicado, puede practicarse el examen minucioso del orificio externo del
cérvix, mucosa vaginal y vestibular. Generalmente, se seleccionan animales para examen
vaginal después del examen rectal, limpiando completamente genitales externos y región
perineal con una solución desinfectante. El vaginoscopio debe lubricarse con vaselina o
cualquier otro lubricante ojalá estéril. La inserción se realiza suavemente en un ángulo de
aproximadamente 45 grados con respecto al dorso del animal a fin de pasar sobre el arco
isquiático. Al momento de la introducción se debe girar suavemente.

La mucosa normal aparece de color rosado y de aspecto húmedo. Durante el estro se


observa discreta congestión de la mucosa del tracto genital externo, pero no es muy
marcada y constante para considerarla como característica. La salida de material purulento
por el canal cervical, el exudado que se encuentra en el piso vaginal, congestión marcada,
pápulas, pústulas o úlceras en mucosa vaginal y vestibular son signos que indican estados
patológicos.

Estos últimos signos se observan con frecuencia en la vulvovaginitis pustular infecciosa.


Otras anormalidades son contusiones, abscesos y apertura de conductos fistulosos.

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Observaciones generales.

Equipo. Se debe tener una manga de goma látex o plástica desechable, de las cuales
existen en el mercado de numerosas marcas y calidades. Esta manga se DEBE utilizar por
razones sanitarias, estéticas, además de brindarle la debida protección al profesional. Es
posible entrenar ambas manos para el examen rectal. La anotación de datos es tan
importante como el examen mismo; por lo tanto Zemjanis (1962) recomienda palpar con la
mano que no utilice para escribir. En mi caso, preferí aprender a palpar con la mano que
tengo destreza (la derecha) y aprendí a medio escribir con la izquierda. No obstante, los
que palpamos con la mano derecha, también debemos estar entrenados con la mano
izquierda para realizar inseminaciones, lavados uterinos especializados, colección de
embriones, colocación de embriones y en el caso de realizar ecografías debemos manejar la
pantalla e impresora del ecógrafo con la mano izquierda y el transductor con la derecha.

También forma parte del equipo unas botas de caucho, bombachos o enterizos, o si prefiere
delantales impermeables y utensilios para aseo personal y del equipo (jabón bactericida,
cepillos, toallas, talcos, etc.). Además, se debe contar con el equipo e instrumental
profesional indicado para la práctica de la ginecología y obstetricia veterinaria.

Inmovilización del animal. La inmovilización del animal es imprescindible para asegurar


la integridad del profesional, operarios y de los animales. Se recomienda construir una
manga apropiada con las puertas y medidas pertinentes. También se puede utilizar los
bretes o “apretaderos” para inmovilizar a los animales. Son muy peligrosos los
movimientos laterales bruscos cuando el brazo del examinador está introducido más allá del
codo. Igualmente, los golpes súbitos contra postes, rieles, o tabiques que pueden provocar
lesiones tanto del brazo del examinador como lesiones en el animal. Por las razones
anteriores, cuando se está trabajando en el corral y especialmente en las mangas para
palpación, se debe estar atento a las actividades que se están realizando, incluso para
corregir eventuales fallas en el manejo que se les dá a los animales.

Entrada del recto. El primer obstáculo al paso de la mano cerrada en cono en el esfínter
anal. Una vez dilatado el ano, no presenta mayores dificultades. El contacto con la ampolla
rectal despierta el reflejo de defecación, el cual se manifiesta como peristalsis o tenesmo.
En algunos animales esta actividad es bastante intensa y hace imposible el examen. La
mayoria del ganado relaja en cierto grado el esfínter, permitiendo ello completar el examen.
Este debe suspenderse durante una onda peristáltica. Las materias fecales deben eliminarse
para facilitar la exploración, de modo que la mucosa del recto sea la única estructura entre
los dedos y el órgano examinado. Si la mano se retira del recto durante la eliminación de
materias fecales, la presión negativa que existe en la cavidad abdominal provoca aspiración
de aire al interior del recto con la consecuente distinción del mismo. La distención hace la
mucosa rectal rígida e inflexible. Cualquier intento de examen a través de la pared del
recto distendido conduce a lesión intestinal y debe, por lo tanto, evitarse. La distensión
desaparece tirando hacia arriba el pliegue contraído y exprimiendo para dar salida al aire
mediante la realización de movimientos suaves dirigidos hacia atrás.

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Lesión de la mucosa rectal. El trauma rectal, independientemente del grado de severidad,
se manifiesta por presencia de sangre en el guante o expulsión de en materias fecales
ensangrentadas. La lesión accidental, seguida de hemorragia rectal puede ser provocada por
el más cuidadoso examinador. La ética profesional señala, sin embargo, que el trauma debe
evitarse por todos los medios posibles. Las causas de trauma rectal son las siguientes:

- Aplicación de mucha fuerza en las manipulaciones.


- Realización de manipulaciones en un recto distendido (neumorecto).
- Realizaciones de manipulaciones durante la presencia de ondas peristálticas y tenesmo.
- Realización de palpaciones con uñas largas.
- Realización de manipulaciones de larga duración.

Es fácil que se presente hemorragia rectal con, o sin, lesiones manifiestas de la mucosa
rectal en animales con pared intestinal edematosa. El edema de la mucosa rectal se
manifiesta frecuentemente en animales con enteritis y diarrea crónica. También se observa
en algunos animales constipados.

El peligro de lesionar el recto se reduce con el uso de lubricantes, cuidado y paciencia. Las
manipulaciones suaves y sistemáticas proporcionan resultados fidedignos y reducen el
tiempo necesario para realizar el examen.

Orientación y puntos de referencia. El examen rectal depende del sentido del tacto y
requiere de puntos de referencia para orientación general, reconocimiento de órganos y
estructuras especiales. Además, es indispensable tener los conocimientos completos de las
estructuras que limitan la cavidad. Son buenos puntos de referencia el cervix, el borde
anterior de la pelvis, la espina ilíaca y los agujeros obturadores. El borde anterior de la
pelvis, en virtud de su situación central, proporciona un excelente punto de referencia para
orientación general durante el examen del tracto genital a través del recto.

Uno de los errores diagnosticados más frecuentemente en el examen transrectal del tracto
reproductivo es la incapacidad para identificar con certeza el útero. Es necesario una vía de
acceso sistemática como primer paso, incluyendo la localización de una parte, característica
y fácilmente reconocible del útero. En el ganado, EL CERVIX se constituye en un punto
de referencia muy útil debido a su característica distintiva y a su posición relativamente
uniforme. Ubique SIEMPRE el cervix y no tendrá inconvenientes para su diagnóstico.

Examen y situación del cervix. La situación del cervix representa el primer paso en el
examen del útero. La posición del cervix proporciona valiosa información para vías de
acceso posteriores. El cervix se localiza introduciendo la mano hasta la muñeca e
inmediatamente con los dedos ligeramente encorvados se desliza la mano desde un lado de
la pared de la cavidad pélvica pasando por el piso de la misma hasta el lado opuesto. Esta
maniobra se debe repetir introduciendo un poco más el brazo hasta cuando sea localizado el
cervix. Este se reconoce como una estructura firme, cilíndrica, un tanto nodular, que se
encuentra en la línea media del piso pélvico. Después de determinada la situación, se debe
continuar con el examen para determinar tamaño, forma y posición del mismo.

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Tamaño. Varía con la edad, etapa del ciclo, raza y presencia de anormalidades. Tiene
longitud variable (7 a 10 cm). El diámetro del extremo posterior oscila entre 3 y 4 cm. La
edad avanzada y el número de partos dejan un cuello de gran tamaño. Las variaciones de
tamaño debido a procesos patológicos se acompañan casi siempre de cambios de forma y
consistencia.

Forma. Debido a su forma característica, el cérvix no puede confundirse con otra


estructura de áreas vecinas. La presencia de 3 ó 4 pliegues circulares de la mucosa cervical
da la sensación de pequeñas lobulaciones, comúnmente llamados anillos. Las
anormalidades más comunes del cervix manifiestas clínicamente, son cervicitis con
distintos grados de distorsión y abscesos cervicales o peri y para cervicales.

Posición. En la mayoria de las vacas vacías casi todo el cervix se localiza en la cavidad
pélvica. No obstante en algunas razas el cervix es predominantemente abdominal,
característica que también pueden tomar ciertas vacas y que se hace necesario consignarla
en la tarjeta reproductiva respectiva. El cervix de un útero grávido puede levantarse
libremente hasta los 60 a 70 días de gestación aproximadamente.

DIAGNOSTICO DE PREÑEZ EN LA VACA

Comentarios generales. El estado de preñez en la vaca puede ser determinado por métodos
clínicos y de laboratorio. Los clínicos incluyen efecto doppler, eco-pulsos ultrasónicos,
radiografía, ecografia y palpación rectal. Los de laboratorio incluyen la determinación de
hormonas, factor temprano de preñez, gonadotropinas, antígenos y biopsia vaginal, entre
otros.

A pesar de la existencia de múltiples métodos, la palpación rectal del tracto reproductivo y


su contenido es el método más usado tanto para el diagnóstico de preñez como para la
estimación del tiempo de preñez en la vaca.

Los factores más importantes a tener en cuenta en la palpación transrectal del tracto genital
son una apropiada orientación anatómica y un acceso siempre metódico. Muchos de los
errores resultan por la omisión de estos dos principios fundamentales.

Ambos cuernos deben ser palpados en toda su longitud antes de declarar una vaca como
vacía o preñada. Para cumplir con esto, el recto debe ser vaciado y el útero retraído si es
posible. Es importante no hacer manipulaciones vigorosas mientras ocurren ondas
perstálicas o en un neunorecto, porque en ambos casos se producen traumas en la mucosa y
resulta un examen inadecuado.

Retracción del útero. Las señales de referencia de mayor importancia en el examen rectal
como se anotó anteriormente, son el cervix, espina ilíaca, agujeros obturadores y el borde
anterior de la pelvis. La retracción de úteros vacíos o con preñeces recientes hacia la
cavidad pélvica, es esencial para asegurar el examen.

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La retracción puede usualmente realizarse en vacas vacías y en preñeces menores de 90
días. Después, el procedimiento es más difícil o resulta imposible. Para esta época, no
obstante los placentomas y algunas partes fetales así como algunas membranas o
estructuras pueden palparse con o sin retracción.

Métodos para hacer la retracción. Los siguientes procedimientos son sugeridos como
guía; sin embargo, cada persona desarrollará sus propias técnicas. El principio esencial es
conseguir una completa retracción, así como una orientación definida dentro de la cavidad
pélvica.

El cervix es una estructura cilíndrica firme de 8 cm de longitud aproximadamente. Se


localiza generalmente en la línea media, cerca al borde anterior a la pelvis. Una vez sea
localizado se debe ejercer tracción suavemente hacia atrás y elevarlo dentro de la cavidad
pélvica tanto como sea posible, de tal manera que cervix y útero tomen una conformación
similar a la de la letra “S”. El pulgar debe ser colocado en la parte más alta de la S y los
otros dedos alrededor del cuerno izquierdo o derecho, dependiendo de la mano con que se
este palpando.

A partir de esta localización los cuernos deben ser palpados en toda su longitud, los dedos
pueden ser colocados en el ligamento intercornual ventral o en el cuerpo del útero, para
tratar de doblar los cuernos y facilitar su palpación. Otra alternativa es colocar el pulgar
entre los cuernos para mantener la retracción y palpar los cuernos.

Otra técnica es la introducción de la mano hasta el borde anterior de la pelvis para tomar el
ligamento ancho y dependiendo del peso del útero se hace la retracción. Lo importante es
hacer movimientos suaves y palpar todas las estructuras pertinentes antes de emitir algún
diagnóstico.

También se describen los métodos directo e indirecto. El primero consiste en tomar el


cervix y tirar hacia atrás hasta donde sea posible. El surco situado entre ambos cuernos se
acompaña hacia delante hasta que se palpa el borde anterior del ligamento intercornual o
intercórneo dorsal. Se hace poca tracción sobre este ligamento para hacer aparente el
ligamento ventral, el cual se toma completándose como se describió anteriormente. Este
método fracasa en animales muy grandes, en animales con útero en cavidad abdominal y en
animales con recto rígido y mesorrecto corto.

El método indirecto involucra la localización del cervix, se tira también hacia atrás hasta
donde sea posible. Luego se intenta alzar el útero moviendo el cervix retraído hacia arriba.
El útero puede sostenerse en esta posición colocando el pulgar debajo del cuerpo. El
siguiente paso es la toma del borde anterior del ligamento ancho, que puede llevarse acabo
conservando el pulgar en la posición descrita anteriormente, girando la mano hacia fuera,
bajando los dedos encorvados y enganchando el ligamento ancho por debajo. Una vez
tomado el ligamento ancho, se levanta y dirige hacia la línea media y el cuerno se sostiene
en la palma de la mano. El cuerno se hala hacia atrás y los dedos se deslizan más allá de la
línea media hasta sostenerlo firmemente del ligamento intercornual ventral. La falsa

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bifurcación se dirige hacia atrás y se flexiona. Esto sitúa los cuernos del útero en la parte
posterior de la cavidad pélvica, completándose la retracción.

Determinación de la preñez. Los cuernos uterinos deben ser palpados en toda su


longitud para determinar su consistencia. Si los cuernos están vacíos, deben tener
consistencia a la palpación de un pedazo de carne, si existe preñez deben estar presentes
líquidos en uno o en ambos cuernos. El aumento de tamaño del útero, particularmente del
cuerno grávido, produce asimetría de los cuernos uterinos. Esta asimetría puede ser
insignificante en preñeces de 35 días, o menos, si la preñez anterior se localizó en el cuerno
opuesto.

Fluctuación. El aumento de tamaño del cuerno se asocia a producción y acumulación de


líquidos fetales. A la palpación, la presencia de líquidos da una sensación de fluctuación. La
distensión del útero se acompaña de adelgazamiento de la pared uterina, lo cual no es
aparente en preñeces iniciales, en que se aumenta el tono de la pared. Un error muy común
es intentar conseguir deslizamiento de membranas fetales sin antes detectar fluctuación. Un
falso deslizamiento de membranas se puede presentar al palpar el ligamento ancho u otras
estructuras, diagnosticando una vaca vacía como preñada.

Posición del útero. El primer cambio de posición del útero que se observa es
desplazamiento, con frecuencia hacia un lado, de la gran curvatura del cuerno. A esto sigue
inmediatamente un descenso ventral que se inicia alrededor de los 75 días de preñez y se
completa aproximadamente a los 140 días. Una vez que el útero llega al piso abdominal se
observa una gran expansión, primero en sentido horizontal y luego dorsalmente. El ascenso
comienza a los 7 ó 7.5 meses de gestación. La palpación rectal del útero entre el cuarto y
séptimo mes de gestación, puede ser relativamente difícil.

Existen solamente cuatro signos clínicos positivos de preñez a la palpación transrectal del
útero:

1. Deslizamiento de las membranas fetales


2. Palpación de la vesícula amniótica
3. Palpación de los placentomas
4. Palpación del feto

Deslizamiento de las membranas fetales. La membrana que se reconoce por palpación


rectal como “membrana fetal deslizable” es la corioalantoidea; se percibe como una
estructura diferente que recubre la cavidad de los cuernos uterinos. La presencia del doble
pliegue puede palparse desde los 30 a 33 días de gestación.

No existe una unión o relación normal entre las membranas úterofetales y las áreas
interplacentomales, por lo tanto en estas localizaciones de la membrana corioalantoides
puede ser deslizada. La percepción de la membrana fetal deslizable se facilita si el examen
se realiza en la parte más amplia del cuerno, donde la pared es delgada, rodeándose
totalmente el cuerno antes de que el contenido resbale por los dedos.

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Una porción de la parte llena de líquido de la pared uterina puede ser agarrada suavemente,
permitiendo el deslizamiento entre los dedos pulgar e índice. La corioalantoides y la pared
uterina se deslizan entre los dedos, dando una sensación característica en cuernos preñados.
La sensación que se percibe es como un resbalón fino y tirante como si un cordón o cordel
de nylon pasara entre los dedos. A esto lo denominan algunos autores el fenómeno del
“brinco”. A medida que avanza la preñez, ambos cuernos se van llenando, y el cuerno
grávido se va tornando túrgido.

A las diez semanas a menudo es fácil detectar preñez por deslizamiento de membranas en el
cuerno no grávido, el cual está menos tenso y es más pequeño que el cuerno grávido. Con
amplia experiencia en el uso del deslizamiento de membranas y la palpación de la vesícula
amniótica es posible diagnosticar gestaciones desde lo 30 - 35 días.

Palpación de la vesícula amniótica. El amnios que contiene al embrión y el líquido


amniótico forman la vesícula amniótica. Esta puede palparse como una estructura muy
turgente, con aspecto de fríjol, unida a la membrana corioalantoidea por un pedículo
relativamente largo. Esta unión permite a la vesícula flotar un tanto libremente dentro del
líquido alantoideo y a menudo escapa a la palpación. Debido a esto, es conveniente usar el
pulgar en un lado del cuerno y los dedos restantes del lado opuesto a fin de abarcar un largo
segmento del cuerno.

La palpación de la vesícula amniótica es posible a partir del día 30 al día 65 de gestación.


Antes del día 30 es demasiado pequeña y después del día 65 es demasiado larga y blanda
para la palpación completa de ella. En estos casos se estima su tamaño por el recorrido
parcial que se haga de ella con la mano.

La vesícula amniótica se localiza en el cuerno preñado en la vecindad del mayor contenido


de líquido, encontrándose concómitamente en este sitio las paredes más delgadas.

La vesícula puede ser tomada entre la palma de la mano o entre los dedos y el pulgar,
recorriendo suavemente el cuerno en toda su longitud. La palpación del amnios no debe ser
utilizada como rutina para la demostración de la preñez porque existe el peligro de romper
la vesícula amniótica o el saco del corazón fetal resultando en el aborto o la reabsorción
embrionaria. La palpación suave está justificada cuando es necesario determinar la edad de
preñez. La longitud aproximada de la vesícula puede ser medida comparándola con la
anchura de los dedos (véase anexos).

Palpación del feto. La palpación del feto representa por si sola la prueba de preñez de
más confianza. Los movimientos oscilantes de la palma de la mano sobre el útero crecido
provocan el movimiento del líquido fetal y como consecuencia se produce el rebote del feto
sobre la mano. La palpación del feto es importante a partir del día 65-70 de gestación,
tanto para diagnóstico positivo como para la estimación del tiempo de preñez.

La medida digital del tamaño de la cabeza del feto es especialmente valiosa a este respecto.
Para adelantar esta práctica, el cuerno que contiene más liquido es tomado suavemente
entre los dedos y el pulgar, hasta encontrar la cabeza procediendo inmediatamente a realizar
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su medición mediante la comparación con la anchura de los dedos, la cual debe ser
conocida obviamente por cada persona (véase anexos). Es importante mencionar que en
muchas vacas el feto está fuera del alcance de las manos entre los 5 y 7 meses de
gestación. En general a medida que avanza la gestación, la estimación del tiempo de
gestación es menos precisa por la variación fisiológica y la dificultad en la palpación de las
estructuras que permiten más precisión en la estimación del tiempo de preñez.

Palpación de placentomas. Las estructuras conocidas como placentomas están formadas


por la fusión de carúnculas y cotiledones. Se reconoce como formaciones bien limitadas
que se palpan a través de la pared del útero. Son más grandes en las zonas cercanas al sitio
de unión del pedículo (centro del cuerno preñado) y son pequeños hacia la periferia (parte
craneal y caudal del cuerno preñado). El tamaño aumenta a medida que progresa la
gestación, alcanzando hasta el tamaño de un puño de la mano al final.

Placentomas pequeños pueden ser palpados desde los 70-75 días de gestación. La palpación
de los placentomas es un importante criterio diagnóstico en gestaciones avanzadas, porque
su aumento de tamaño y el incremento de la flacidez del útero los hacen fácilmente
palpables. Los placentomas no son un buen criterio para la estimación de la edad de preñez
como si lo es el tamaño de la cabeza del feto.

Existe tendencia a subestimar el cálculo del tiempo de preñez mediante la palpación de los
placentomas. Vale la pena mencionar que es un error frecuente de personas que fallan en la
orientación y toman los ovarios por placentomas y viceversa.

Adicionalmente a los cuatro signos positivos de preñez comentados anteriormente, se


encuentran otros que en algún momento pueden servir como complemento para un
diagnóstico y son:

- Palpación de la arteria uterina media


- Tamaño del útero
- Tamaño del feto

Palpación de la arteria uterina media. La arteria uterina media es rama de la arteria ilíaca
interna. Puede originarse individualmente, pero a menudo abandona la arteria ilíaca de una
rama común con la arteria umbilical. En la vaca adulta vacía, mide aproximadamente 5 mm
de diámetro en su origen. Se dirige lateral, posterior y ventralmente a lo largo del borde
medial del ala ilíaca casi 4 a 5 cm. Luego deja la pared pélvica para descender
ventralmente. En su recorrido describe una curva en forma de letra S y penetra al ligamento
ancho para dividirse en ramas terminales.

La hipertrofia de la arteria uterina media puede ser palpada desde los 85 - 90 días de
gestación del lado del cuerno grávido. La arteria uterina media crece progresivamente con
la preñez. El frémito o “murmullo” y la sensación de zumbido resulta de la turbulencia
producida por la hipertrofia y el paso rápido de la sangre a través de la arteria. La arteria se
debe tomar suavemente entre los dedos; un exceso de presión puede producir un falso
frémito. Esta arteria tiene aproximadamente el grueso de un lápiz a los tres meses, el grueso
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del dedo meñique a los 6 meses, el del dedo medio a los 7 meses y el del pulgar a los 8 - 8.5
meses de gestación.

Tamaño del útero. El tamaño del útero puede ser usado para estimar la edad de la preñez
cuando éste puede ser retraído. Hay algunos investigadores que no tienen confianza en esta
referencia porque hay considerables variaciones entre el tamaño de útero en dos vacas
inseminadas o servidas el mismo día.

Tamaño del feto. La longitud desde la cabeza hasta el anca del feto está relacionada
linealmente con su edad. Cuando la longitud del feto puede ser estimada exactamente, la
edad de la gestación también puede ser calculada mediante la fórmula Lx2; en donde L es
la longitud del feto y 2 es una constante. Cuando L se expresa en pulgadas, dará la edad
aproximada de la preñez en meses. No obstante, resulta más difícil estimar la longitud del
feto que estimar el tamaño de su cabeza. Por eso, esta fórmula puede tener utilidad para
estimar la edad de fetos abortados, lo cual tendría correlación con algunas enfermedades
que afectan la gestación en determinados períodos de ella.

Estructuras que pueden originar error en el diagnóstico de preñez. La vejiga urinaria


se puede confundir con el cuerno preñado, sin embargo, la vejiga es redonda, no es tubular,
no tiene unido el cervix y no presenta bifurcación.

El rumen también puede ser tomado o confundido con partes fetales, pero éste es de
consistencia pastosa y tampoco se encuentra unido al cervix. Algunas enfermedades del
útero se parecen o semejan una preñez, como son: mucómetra, piómetra, hidrómetra,
neoplasias y otras condiciones patológicas del útero. Cuando un feto se momifica, se
encuentra una masa dura dentro del útero, pero no hay líquidos ni membranas. Los
placentomas están ausentes y hay un pequeño desarrollo de la arteria uterina media.

Examen de los ovarios

Los ovarios deben examinarse de rutina en todos los animales que no estén preñados. No
es necesario el examen de ovarios en animales preñados y debe omitirse, a menos que esté
indicado por condiciones tales como la sospecha de reabsorción embrionaria o amenaza de
aborto. La palpación de un cuerpo lúteo bien desarrollado ipsilateral al cuerno que presenta
una discreta cantidad de líquido, debe iniciar la búsqueda de un desprendimiento de
membranas fetales y vesícula amniótica.

La palpación y la correcta orientación de los ovarios son muy importantes en el ejercicio


de la profesión para la emisión de diagnósticos. La descripción anatómica del ovario
incluye la enumeración y definición de regiones tales como polo anterior y posterior,
superficies medial y lateral, bordes fijo (el que está fijo al meso-ovario o hilio) y libre (el
opuesto). La terminología usada para describir polos y superficies, está basada en las
relaciones de las gónadas durante el periodo embrionario. El eje mayor del ovario
embrionario es paralelo al eje del embrión, lo cual permite la explicación de la terminología
utilizada por sí misma. Posteriormente, durante el desarrollo fetal los ovarios descienden a
ocupar la posición en que se encontrarán en un animal maduro. Estas aclaraciones son
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importantes porque se pueden necesitar varios exámenes seriados a los ovarios para
determinar sí una estructura persiste o no en el mismo sitio. Je: En ovulación retardada o
persistencia de un cuerpo lúteo. La presencia de cambios cíclicos también se demuestra con
exámenes repetidos, indicando además el ovario correspondiente.

Para la sujeción y examen de los ovarios se coloca el meso-ovario (hilio) entre el dedo
anular y medio para luego proceder a examinarlos en busca de estructuras con el dedo
pulgar. En algunos casos también se pueden explorar con los dedos índice y pulgar.

La longitud de los ovarios corresponde a la distancia calculada entre los dos polos.
Normalmente está entre 3.5 a 4.0 cm; el grosor oscila entre 1.5 y 2.0 cm. La medida
desde el borde fijo hasta el borde libre oscila entre 2.0 a 2.5 cm. La variación del tamaño
de los ovarios se presenta con la edad (en vacas normalmente es mayor que en las novillas),
raza, ovarios con folículos y/o cuerpos lúteos, quistes (luteales o foliculares), ooforitis,
tumores, hembras mal alimentadas.

La forma de los ovarios cuando no presentan estructuras, conocidos como estáticos,


acíclicos, inactivos o lisos, es de una almendra o tienen forma elipsoidal. Con estructuras
pueden presentar diversas formas, pero las más comunes son las piramidales, alargadas o
de tabaco. También presentan forma redondeada frecuentemente. La forma aplanada tiene
menor presentación (< 3%). El estroma ovárico, a excepción del cuerpo lúteo funcional y
los folículos es firme y nodular. El aspecto nodular y la consistencia firme, con mucha
frecuencia son ocasionados por la presencia de cuerpos blancos que están constituidos por
casi en su totalidad por tejido conectivo.

La situación de los ovarios (cavidad pélvica o abdominal) dependerá del peso del útero que
estará relacionado en la mayoría de los casos con la gestación.

Estructuras funcionales palpables en los ovarios

La periodicidad del ciclo estral depende y se asocia con desarrollo periódico del folículo de
Graff, ovulación seguida del desarrollo del cuerpo lúteo y subsecuente regresión del mismo,
acompañada del desarrollo del nuevo folículo. Estos cambios periódicos completan el ciclo
estral y se repiten hasta que ocurra la preñez y el ciclo se detiene. El ciclo también se puede
alterar o detener por ciertos cambios patológicos en los ovarios.

Los cambios funcionales ováricos pueden descubrirse con relativa facilidad mediante
examen rectal, siempre que se tenga experiencia en la percepción de las formaciones
palpables de folículo y cuerpo amarillo.

El folículo: Es suave a la palpación, de forma redondeada, presenta tamaño variable. Su


superficie mide aproximadamente 1 cm de diámetro a la mitad del ciclo y de 2 a 2.5 cm en
su desarrollo máximo. El diámetro del folículo puede ser igual o mayor que el determinado
por exploración, dependiendo de lo profundo que esté el folículo dentro del ovario. El
folículo también aparece más grande cuando se desarrolla en el mismo ovario en que se
encuentra el cuerpo lúteo del ciclo previo. La tensión causada por la cantidad de líquido
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folicular, aumenta durante las 6 a 12 horas previas a la ovulación, cuando se palpa un área
mucho más suave en el ápice del folículo.

La experiencia en reconocer folículos se obtiene mediante la palpación de animales en estro


y la revisión histológica del folículo

Como característica importante del folículo se menciona que se deprime a la palpación, lo


que no ocurre con el cuerpo lúteo. Además, su presencia indica la producción de
estrógenos, los que a su vez actuarán sobre la capa muscular del útero provocando signos
de útero con tono a la palpación. Es importante aclarar que para efectos de la explicación
sólo se hace referencia a un solo folículo, pero como se comprenderá en el capítulo de
Foliculogénesis, son varios los folículos que crecen y generalmente en dos o tres ondas
foliculares.

El cuerpo lúteo: Su vida se inicia a partir de la ovulación en donde se forman inicialmente


los conocidos cuerpos hemorrágicos 1, 2 y 3. La depresión ovulatoria (DOV) es posible
palparla como un pequeño “cráter” circunscrito en un área que no excede 1 cm de diámetro,
de bordes dentados entre las 12 a 24 horas postovulación. Esta DOV puede estar
discretamente elevada o estar al mismo nivel de la superficie que circunda el ovario.
Durante los 5 a 7 días siguientes, la proliferación e hipertrofia de células lúteas da por
resultado un rápido desarrollo del cuerpo lúteo.

El cuerpo lúteo presenta variadas formas, no se deprime a la palpación, en la mayoría de los


casos se puede palpar la corona del cuerpo lúteo, que es una extensión de tejido luteínico en
forma de prominencia de dimensiones variables que hace protrusión sobre la superficie del
mismo cuerpo lúteo, tiene consistencia suave inicialmente, después es firme. Existe una
línea que limita el cuerpo lúteo del ovario, la cual se identifica mediante la palpación rectal.

9.2. Anormalidades palpables en los ovarios

Las anormalidades de los ovarios son siempre hallazgos graves. Las anormalidades
bilaterales, si son incurables, causan esterilidad total y permanente. Otras anormalidades
van acompañadas de infertilidad. Por lo tanto, el diagnostico correcto de las anormalidades
es muy importante.

Hipoplasia ovárica. Cuando el trastorno es bilateral, se asocia siempre con esterilidad y


sólo se observa en novillas. Los animales que están afectados unilateralmente pueden
reproducirse en forma relativamente normal. Por lo tanto, la variedad unilateral se puede
encontrar consecuentemente en vacas y novillas. El grado de hipoplasia es variable. El
ovario afectado puede descubrirse como un engrosamiento que se percibe difícilmente en el
meso-ovario. En otros casos, el ovario puede ser un poco más grande.

Se debe sospecha esta enfermedad cuando las dimensiones del ovario son menores de 2.0
cm x 0.5 cm x 0.5 cm. Las gónadas afectadas son duras e inactivas. No se encuentran
estructuras funcionales. Para un correcto diagnóstico en algunos casos es indispensable un
seguimiento con exploraciones sistemáticas, especialmente para diferenciar con atrofia
12
ovárica. Se ha observado que esta enfermedad es hereditaria y es muy importante clasificar
los casos unilaterales que puedan ser transmitidos a la progenie.

Subdesarrollo ovárico en novillas. Esta anormalidad es bilateral generalmente, se


encuentra en novillas mal alimentadas. Generalmente están afectadas novillas
contemporáneas. Los ovarios son pequeños e inactivos. La consistencia de los ovarios varía
de flácida a fibrosa. El subdesarrollo del útero frecuentemente acompaña esta
enfermedad. (Atrofia parietal del útero). El Diagnostico diferencial con hipoplasia ovárica
es difícil en una sola palpación (seguimiento) y se hace necesario un nuevo examen, de
preferencia después de corregir las deficiencias alimenticias.

Atrofia ovarica en vacas adultas. Se encuentra durante los meses de verano o época seca.
Ambos ovarios se encuentran pequeños e inactivos. Ausencia de cambios funcionales
durante varios exámenes. Como regla la función ovárica se restablece cuando baja la
producción de leche y la alimentación se normaliza o se mejora. Esto indica que la
anomalía se puede corregir mediante estrategias de alimentación en épocas críticas.

Ovaritis u ooforitis. Ordinariamente la ooforitis unilateral está asociada a un marcado


crecimiento del ovario. En casos de ooforitis aguda, este aumento es debido a edema. La
ovaritis crónica se diagnostica cuando se encuentran ovarios grandes y fibroticos con
presencia de adherencias organizadas y con compromiso del mesosalpinx.

Quiste luteal. Los quistes ováricos en las hembras bovinas no causan siempre su esterilidad
sino que pueden presentarse como estructuras acompañantes, al parecer exentas de función,
durante el ciclo sexual regular y, en ciertas circunstancias – sí bien raras veces – hasta
durante la preñez normal, sin comprometerla.

Además de estos folículos con degeneración quística, denominados en la literatura


pertinente quistes foliculares tecales, se comprueban, de vez en cuando, otros quistes, cuya
pared no está degenerada sino luteinizada. Tales quistes se llaman por tanto, “quistes
foliculares lúteos” o “quistes luteales” y se distinguen, respecto a su etiología (pero no
netamente en cuanto a su morfología) de los del cuerpo lúteo. Algunos autores admiten
como quistes luteales solamente folículos con un diámetro mayor de 2.5 cm, persistentes
durante un lapso de tiempo prolongado y asociado con anestro.

Respecto a su etiología, la teoría mayormente aceptada es la deficiencia de parcial de la


hormona luteinizante (LH) circulante en el momento del celo. Esta hormona, secretada por
el lóbulo anterior de la hipófisis, al principio del celo, da lugar a la transformación de las
células tecales en luteotecales, pero no basta para desencadenar la ovulación. Además, se
considera también, etiológicamente, una luteinización de la pared aun no degenerada
completamente de quistes foliculares tecales más jóvenes, provocada por la aplicación de
GnRH, Lh o HCG. Se ha relacionado la presentación de quistes ováricos con el estrés
producido por la lactancia en vacas de alta producción. Se cree que dicho estrés interfiere
con la secreción de LH. También se incluyen problemas postparto como causas
desencadenantes. Estos son retención de placenta e infecciones uterinas en general. En el

13
caso de la endometritis, las endotoxinas o los altos niveles de cortisol inducidos por las
endotoxinas podrían interferir con la descarga preovulatoria de LH.

En su acepción clásica, los quistes luteales son estructuras, generalmente únicas, que se
destacan con poca claridad del ovario y poseen una pared gruesa luteinizada, cuyo color
amarillo varía en intensidad, lo cual está relacionado con el contenido de betacaroteno del
tejido lúteo. Además de los quistes luteales clásicos, se observan también quistes de
luteinización parcial. Por lo tanto, han de distinguirse las formas siguientes:

1. Quiste luteales clásicos, mayores que el folículo normal, de pared gruesa luteinizada
(quistes foliculares lúteos).
2. Quistes con luteinización incipiente, cuya capa celular interna muestra una luteinización
más o menos extensa; y
3. Quistes ováricos con islas lúteas, en cuya pared se hallan dispersadas pequeñas
porciones de tejido lúteo, llamadas islas lúteas.

Según el grado y envergadura de la luteinización, los quistes con luteinización incipiente y


con islas lúteas, son quistes foliculares tecales o formas mixtas o de transición. En los
quistes luteales, la luteinización se refiere a la teca interna, en tanto que la granulosa ya no
suele subsistir. El tejido luteal está separado del lumen por una cápsula de tejido conectivo.

En los quistes luteales no ocurren trastornos de la síntesis de esteroides. El líquido de los


quistes contiene cantidades variables de progesterona, pero escasas cantidades de
estrógenos. La cantidad de progesterona por ml de líquido quístico aumenta con el tamaño
de los quistes, espesor de la pared e intensidad de coloración del contenido. Lo anterior
también guarda relación con el contenido de progesterona detectado en el suero sanguíneo.

De acuerdo con algunos autores, ni el quiste luteal ni los quistes con luteinización
incipiente pueden diagnosticarse clínicamente como tales, ya que la diferenciación de un
quiste folicular tecal no resulta posible por palpación rectal, a causa de su forma,
fluctuación y espesor parietal - muchas veces - idénticos. Ciertamente, se afirma que los
quistes foliculares tecales poseen – por lo general – una pared menos gruesa, cuya rotura
manual deja sólo una cavidad del tamaño de un pulpejo de dedo. En cambio, los quistes
luteales clásicos muestran frecuentemente una pared más gruesa, todavía bien palpable,
después de romper el quiste, y eventualmente apropiada para su enucleación. Esta
sintomatología parece corresponder solamente a una parte de los quistes; sin embargo, son
numerosos los diagnósticos erróneos. Hasta la distinción de un quiste luteal y de la tercera
posibilidad, quiste del cuerpo lúteo, ofrece dificultades para al examinador experimentado
si el cuerpo lúteo quístico carece de cúspide y formación marcada de cuello, con lo que la
parte que sobresale del ovario se puede apenas palpar o no distinguirse en absoluto.

Teóricamente, la cuestión podría resolverse, sin duda alguna, por el análisis hormonal de la
sangre o leche, respecto a su contenido de progesterona. Los quistes foliculares tecales no
ceden progesterona al torrente sanguíneo y, por ello, tampoco a la leche, a diferencia de los
quistes luteales clásicos.

14
Un alto contenido de progesterona, asociado a una formación grande y fluctuante sobre los
ovarios sería, pues, un indicio de quiste luteal. Sin embargo en algunas vacas con quistes
foliculares tecales, puede hallarse, simultáneamente, un cuerpo lúteo o tejido lúteo
esparcido en el ovario, secretores de progesterona. No obstante, los cuerpos lúteos no son
siempre palpables y el tejido lúteo como tal, nunca. El resultado negativo de la
determinación de progesterona en la sangre o leche excluye solamente la presencia de un
quiste luteal clásico. En cambio, quistes con luteinización incipiente o quistes con tejido
lúteo esparcido en la pared pueden ceder, ciertamente, cantidades importantes de
progesterona al líquido folicular; pero ésta apenas pasa al torrente sanguíneo y, por lo tanto,
no pueden determinarse en el suero.

De lo anterior, se desprende claramente que el quiste luteal no se puede comprobar por una
exploración clínica de los ovarios y tampoco puede detectarse con seguridad por el análisis
hormonal del suero sanguíneo o de la leche ni por laparoscopia. Solamente el análisis
hormonal del liquido quístico permitiría un diagnostico, sí bien en condiciones muy
complicadas. En estos casos prestaría una excelente ayuda en la actualidad la realización de
un examen ecográfico de los ovarios (transductor endorectal), en donde se visualizarían las
características de los diferentes quistes para su correcta clasificación y consecuente
tratamiento. Además, para la extracción de liquido quístico para su correspondiente análisis
hormonal, cabría la posibilidad de utilizar un transductor sectorial de 5.0 a 7.5 Mhz con
adaptador para punción ovárica (OPU).

Respecto al tratamiento existen opiniones muy divergentes. McKentee afirma que sobra
cualquier medicación ya que estos quistes no bloquearían el ciclo estral. Zemjanis por su
parte recomienda la terapéutica acostumbrada de los quistes tecales. Por esta razón, no
considera necesaria, en condiciones prácticas, la diferenciación de las diversas formas
quísticas. Gunzler por su parte recomienda para los quistes luteales la utilización de
prostaglandina F2 o la de sus análogos. De todas maneras los tratamientos y detalles sobre
este tema serán vistos más ampliamente en el capítulo correspondiente.

Quiste folicular. Esta condición se observa más frecuentemente en las mejores vacas de
todas las razas lecheras, también se presenta en vacas de carne. La mayor incidencia se
observa entre la tercera y quinta lactancia. Pueden estar afectados animales de todas las
edades, incluso terneras vírgenes. Se han observado casos unilaterales. De cualquier
manera, en la mayoría de los casos es bilateral.

Los ovarios de animales afectados están aumentados de tamaño. La gran variación en el


tamaño de los ovarios depende del tamaño y número de quistes que presenta el ovario. Se
han encontrado ovarios hasta de 7.5 x 5 x 5 cm. Por otra parte, hay casos en los que estaba
presente, en cada ovario, un solo quiste no mayor de 2.5 cm de diámetro. Con relación al
aumento de tamaño, los ovarios que contienen quistes foliculares también muestran una
alteración de la forma, especialmente cuando hay dos o más quistes. Los quistes foliculares
se reconocen generalmente como masas relativamente grandes, suaves y protruyentes de la
superficie ovárica. Un minucioso examen de estas masas permite percibir una pared
delgada y franca fluctuación.

15
Cuerpo amarillo quístico, cuerpo lúteo quístico o quiste del cuerpo lúteo. Son
denominaciones sinónimas. Patogénicamente distintos a los anteriores. Prácticamente todas
las estructuras son idénticas a las encontradas en el cuerpo lúteo normal. La característica
diferencial decisiva es la sensación de fluctuación dentro de un cuerpo lúteo de aspecto
normal. Se presenta más frecuentemente en el postparto de las vacas y no influye en la
función reproductora del animal, ya que puede mantener una gestación y tampoco se afecta
la duración del ciclo estral, cuando este tiene característica de periódico.

Algunas diferencias clínicas, morfológicas, endocrinas y conductuales en hembras que


presentan quiste folicular y quiste luteal

Quiste folicular Quiste luteal


Puede ser único o múltiple Generalmente es único
Puede estar en uno o en ambos ovarios Sólo se encuentra en un ovario
Presenta paredes delgadas Presenta paredes gruesas
Fácil de romper a la palpación Difícil de romper a la palpación
La fluctuación a la palpación es mayor La fluctuación a la palpación es menor
El crecimiento del ovario (s) afectado es mayor El crecimiento del ovario afectado es menor
Su presentación es más frecuente Su presentación es menos frecuente
Se presenta con niveles bajos de progesterona Se presenta con niveles altos de progesterona
Se presenta con niveles altos de estrógenos Se presenta con niveles bajos de estrógenos
Provoca relajación de diafragma pélvico y vulva No produce relajación de pélvica ni vulvar
El útero se palpa con demasiado tono El útero se palpa sin tono
Cursa con presentación de hiperestro Cursa con presentación de anestro
(machorras)

10. Recomendaciones para emitir un diagnóstico de la palpación transrectal del útero.

La regla de oro que se debe tener siempre es no mentir nunca. Los desaciertos en los
diagnósticos se “riegan” entre productores y profesionales del sector muy rápidamente en
contra del profesional implicado. Ningún animal debe ser tratado a menos que el veterinario
esté seguro de que el animal no está preñado; para asegurarlo, el útero debe ser retraído y
ambos cuernos deben ser palpados cuidadosamente en toda su longitud. Igual
recomendación se hace para declarar una vaca como preñada, pero en este caso se buscarán
y reconocerán los signos positivos de preñez.

Existen ciertos animales, ciertas patologías y ciertas etapas de la preñez en que es difícil o
imposible hacer un diagnóstico aun para el veterinario experimentado. La regla en estos
casos es admitir ante el propietario que no se puede hacer el diagnóstico y se recomienda la
reexaminación del animal en un periodo de tiempo determinado de acuerdo con el
problema en particular. Si bien es cierto que esta puede ser la segunda regla de oro,
considere que su abuso denotara incompetencia o falta de entrenamiento en la técnica de
palpación transrectal del tracto reproductor. Esto trae como consecuencia la desconfianza
del productor, lo que como en el caso del desacierto antes citado, se difunde rápidamente.

16
Ponga en conocimiento del productor el margen de error normal estimado para cada caso y
el suyo en particular, como por ejemplo en hembras vacías (ciclando y/o estáticas), hembras
preñadas (precisión del diagnóstico cuando el tiempo de gestación es mayor de 4 meses).
Patologías tanto ováricas como del útero y sus anexos. Utilice la confirmación de
diagnósticos, así como pruebas de laboratorio cuando lo estime conveniente. Sea claro y
seguro. Haga uso de convenciones o abreviaturas (véase anexos).

Ejemplo:

OE = Ovarios estáticos; VOE = Vacía ovarios estáticos; FOD = Folículo ovario derecho;
UCT = Utero con tono; CL3OD = Cuerpo lúteo tres ovario derecho; QLOI = Quiste
luteal ovario izquierdo.

No se recomienda emitir diagnósticos como “positiva” o “posible preñez” ya que denota


inseguridad y/o falta de entrenamiento en el área. Igualmente no se recomienda los
diagnósticos de “vacía normal” ya que tampoco ofrecen nada al ganadero y no permiten
tomar decisiones sobre manejo ya que no informa sobre particularidades del ciclo. En otras
palabras los ovarios están estáticos o están ciclando y dentro de este último es importante
precisar la o las estructuras presente(s) para implementar acciones medicas, zootécnicas o
administrativas a seguir (administración de hormonas, alimentación estratégica, manejo del
amamantamiento, manejo del ordeño, venta, destetes, etc.).

Comentario final. La revisión del presente tema se ha basado en la literatura consultada y


relacionada en algunos casos, con la experiencia que el profesor tiene sobre esta materia. Se
recomienda además de las explicaciones pertinentes tanto en la parte teórica como práctica,
consultar individualmente el tema tratado. Adicionalmente, deben consultarse los 11 anexos
relacionados en el presente escrito, los cuales serán de mucha ayuda tanto para el estudio
mismo como para el ejercicio de la profesión.

Bibliografía consultada
Ball, L. (1980). Pregnancy diagnosis in the cow. In: Current therapy in Theriogenology:
Diagnosis, treatment and prevention of reproductive diseases in animals. Edited
by David A. Morrow. W.B. Saunders Company, Philadelphia.

Bearden, J.H. y J.W. Fuguay (1982). Reproducción animal aplicada 1a. ed. Editorial El
Manual Moderno, S.A. México. D.F.

Hafez, E. S. E. (1987). Anatomy of female reproduction. In: Reproduction in farm


Animals. Edited by E.S.E. Hafez. 5th ed. Lea and Pibije. Philadelphia. pp. 35-64.

Vatti Giuseppe. (1992). Ginecologia y Obstetricia Veterinaria. 1ra. Reimpresión.


Editorial Limusa. México.

Zemjanis, R. (1980). Reproducción Animal. Diagnóstico y Técnicas Terapéuticas. 5a.


Reimpresión. México. Editorial Limusa.
17
Anexo 1.

Estimación del tiempo de preñez por palpación de la longitud de la vesícula amniótica

Días de preñez Longitud en cm Tamaño de la vesícula (ancho)


35 0.7 0.5 Dedo
42 1.5 1 Dedo
48 3.5 2 Dedo
53 5.5 3 Dedos
58 7.5 4 Dedos
62 9.0 Mano menos el pulgar
65 10.5 Mano más pulgar

Anexo 2

Tamaño aproximado de la vesícula amniótica de acuerdo con el tiempo de gestación

Tiempo de preñez en días Tamaño de la vesícula (*)


35-40 Frijol cargamanto
40-45 Huevo de Paloma
45-50 Huevo de gallina
50-60 Naranja mediana
60-75 Badea mediana
75—85 Badea grande
85-100 Balón de Fútbol
(*) La comparación se hace con objetos muy conocidos para facilitar su aprendizaje. En
éstas medidas no se incluye el grosor del cuerno que contiene la vesícula.

Anexo 3.

Estimación de la preñez por palpación del tamaño de la cabeza del feto


(Desde el occipital hasta la nariz)

Días de preñez Centímetros Tamaño de la cabeza


60 – 70 1.5 1 Dedo
80 3.5 2 Dedos
90 5.5 3 Dedos
100 7.5 4 Dedos
110 9.0 Mano menos el pulgar
120 10.5 Mano más pulgar

18
Anexo 4

Estimación de la edad del feto de acuerdo con su longitud

Edad del feto Centímetros sugeridos para Longitud occipito-coccígea


(días) adicionar por día del feto en cm
30 0.15 0.8 – 1.0
40 0.30 1.7 – 2.5
50 0.15 3.5 – 5.5
60 0.30 6.0 – 7.0
70 0.30 7.0 – 10.0
80 0.40 10.0 – 13.0
90 0.50 13.0 – 17.0
120 0.43 22.0 – 32.0
150 0.50 32.0 – 45.0
180 0.50 45.0 – 60.0
210 0.33 55.0 – 75.0
240 0.50 60.0 – 85.0
270 0.50 70.0 – 100.0

Anexo 5.

Estimación del tiempo de preñez por palpación del tamaño de los placentomas
(Largo por ancho; método 1).

Días de preñez Tamaño de los placentomas (cm)


70 0.80 x 0.50
80 1.00 x 0.50
90 1.50 x 1.00
100 2.00 x 1.25
120 2.50 x 1.50
150 3.00 x 2.00
180 4.20 x 2.50
210 5.00 x 3.00
240 6.00 x 4.00
270 8.00 x 5.00

19
Anexo 6

Estimación del tiempo de preñez por palpación del tamaño de los placentomas
(Sumatoria de la longitud más la constante; método 2).
Días de Meses de Longitud de los Constante Suma de L + K
gestación gestación placentomas (K) = Gestación
(L) (meses)
70 2.30 0.80 1.5 2.25
80 2.63 1.00 1.5 2.50
90 2.95 1.50 1.5 3.00
100 3.28 2.00 1.5 3.50
120 3.94 2.50 1.5 4.00
150 4.93 3.00 1.5 4.50
180 5.91 4.20 1.5 5.70
210 6.90 5.00 1.5 6.50

Anexo 7

Estimación del tiempo de preñez de acuerdo con el grosor de la arteria uterina media

Tiempo de preñez en meses Grueso de la arteria Grueso de la arteria en cm


3 Grueso de un lápiz 0.8
6 Grueso del dedo meñique 1.3
7 Grueso del dedo medio 1.8
8 Grueso del dedo pulgar 2.0

Anexo 8
Estimación de la edad del feto de acuerdo con su longitud y la aparición del pelo
Edad al final de cada mes Largo desde occipital hasta la Aparición del pelo en diferentes
(meses) base de la cola partes del cuerpo
1 0.8 - 2.2 No
2 6.0 - 7.0 No
3 8.0 - 13.0 No
4 13.0 - 28.0 Pelusa fina en ángulo del ojo.
5 25.0 - 35.0 Angulo ocular y mentón
6 25.0 - 50.0 Arcada orbitaria, mentón, labios,
párpados, borde de la oreja, zona
de los cuernos, y punta de la cola
7 42.0 - 60.0 Miembros hasta las articulaciones
del carpo y del tarso
8 60.0 - 80.0 Pelo completo pero corto, sobre
ombligo y el vientre.
9 65.0 - 85.0 Pelo más largo y completo también
sobre el ombligo y el vientre

20
Anexo 9

Fases del cuerpo lúteo relacionadas con el ciclo estral

Descripción de hallazgos Abreviaturas Días del ciclo


Depresión ovulatoria DOV 1 - 2 Estro
C.L. blando menor de 1 cm. CH1 2 - 3 Metaestro
C.L. blando entre 1 – 2 cm. CH2 3 - 5
C.L. blando mayor de 2 cm. CH3 5 - 7 Diestro
C.L. totalmente desarrollado CL3 8 - 17 Diestro
C.L. duro entre 1 y 2 cm. CL2 18 - 20 Proestro
C.L. duro menor de 1 cm. CL1 20 - 21 Estro

Anexo 10

Correlación de hallazgos que indican las etapas del ciclo estral y la fecha probable del
siguiente estro

Descripción de hallazgos (*) Etapa del ciclo (días) Estro probable en días
Ovarios Utero
1 2
F - CLI UCT 20 – 21 (estro) 0
DOV - CLI UCT 0 18 – 21
CH1 - E UE 1–3 19 – 20
CH2 - E UN 3–5 15 – 18
CH3 - E UN 5–7 13 – 17
CL3 - F UCT 7 – 17 6 – 11
CL2 - F UCT 17 - 19 1–4
CL1 - F UCT 20 – 21 0–1

(*) F = Folículo; CL = Cuerpo lúteo; UCT = Útero con tono o turgente;


DOV = Depresión ovulatoria; CH = Cuerpo hemorrágico; E= Estático;
UE = Útero edematoso; UN = Útero normal.

21
Anexo 11

RELACION DE ANIMALES QUE SE DEBEN INCLUIR PARA LA


EVALUACION REPRODUCTIVA RUTINARIA EN UNA FINCA

Por: Marco González Tous, M. V. Z., M. Sc.


Reproducción Animal

1. Hembras con 25 o más días de paridas. En estos animales se


evaluará el estado uterino
postparto, es decir el desarrollo de la involución uterina, ya que es
necesario que sea normal
en el tiempo en que se evalúa para garantizar el primer paso de la
próxima concepción.

2. Todas las hembras diagnosticadas vacías en la palpación


anterior y que se relacionan a continuación:

 Vacías con ovarios estáticos (OE): Son animales que no


están ciclando, es decir no muestran celo o calor.

 Vacías con involución uterina normal (IN): Son animales


que parieron y no presentaron alteración del desarrollo
de la involución uterina, así como tampoco ninguna patología
clínica postparto del útero.

 Vacías ciclando (UCT, Fp, F, CL3, CL1): Son animales que


probablemente van a entrar en celo (UCT, Fp, F, CL1) o estuvieron
en celo (CL3). En otras palabras son animales que se
encuentran en diferentes etapas fisiológicas dentro del ciclo
estral. A continuación se detalla la explicación de cada
diagnóstico y su significado práctico:

UCT: Este diagnostico puede tener dos interpretaciones:

a) Son animales a los que no se les palpa ninguna estructura ovárica,


pero el útero se encuentra “contraído”. Esta contracción la
provoca los estrógenos que se producen en los folículos ováricos
que son muy pequeños para ser detectados manualmente. Los
estrógenos actúan entonces sobre la capa muscular del útero
(miometrio). Por lo tanto se puede afirmar que existe el desarrollo
de una onda folicular.
22
b) También puede corresponder en una pequeña proporción, pero
que hay que tener en cuenta, a vacas que han ovulado
recientemente (menos de 5 días) y que como en el caso anterior no
se palpa ninguna estructura ovárica y tan sólo se percibe la
tonicidad o “contractilidad” del útero por influencia de los
estrógenos. Estos animales en un programa de monta natural
continua pueden salir preñados a la siguiente palpación y no
representan ningún error en el diagnóstico profesional.

Fp: Este diagnostico corresponde a la detección de un folículo


pequeño (menor de 9 mm) que puede o no ovular. También se debe
palpar un útero con cierto tono, que dependerá como se mencionó
anteriormente de los estrógenos circulantes.

F: Este diagnostico corresponde a la detección de un folículo mucho


mayor de 9 mm con alta probabilidad de que ovule. Además, el útero
debe presentar buena tonicidad por la influencia de los estrógenos
que produce dicho folículo, que como se conoce, el folículo pre-
ovulatorio, es tal vez el que más produce estrógenos.

CL3: Este diagnostico corresponde a la detección de un cuerpo lúteo


bien desarrollado en uno de los ovarios. Este hallazgo indica que la
vaca presentó una ovulación (estuvo en celo). El cuerpo lúteo tres se
detecta entre los seis y veintinueve días después de la ovulación. Es
decir, que este cuerpo lúteo puede corresponder a cualquier día entre
los rangos dados anteriormente. En este periodo no existe ningún signo
positivo de preñez detectable y evidente manualmente. En caso de que
los animales estén en monta natural continua existe una altísima
probabilidad que estén preñados; partiendo del supuesto que los
reproductores no tienen problemas de fertilidad. En cualquier caso, la
preñez, si existe, se confirmará en la siguiente palpación. En caso de
detectar CL3 en programas de Inseminación Artificial, indica que el
inseminador no está haciendo su labor correctamente y está dejando
pasar los celos. RECUERDE que por cada celo no detectado se
PIERDE 1/13 de ternero.

CL1: Este diagnostico corresponde a un cuerpo lúteo en regresión y


debe cursar simultáneamente con un útero con tono (UCT) en caso de
que las vacas se encuentren ciclando. En otras palabras, este animal va

23
a entrar en celo muy pronto. Es frecuente encontrar esta estructura sin
detectar el folículo (s) en crecimiento.

3. Vacías con patologías o problemas de diverso orden que


afectan la fertilidad como: Quistes foliculares o luteales, útero
edematoso, metritis, vaginitis, cervicitis, involución uterina
tardía (IT), hembras con informes de abortos, hembras
repetidoras de servicios, hembras con neoformaciones en
el tracto reproductivo, adherencias, inflamaciones, etc.
Corresponde a animales que han tenido alguna patología, por lo
tanto, hay que evaluar el tratamiento instalado, así como el
curso de la anomalía correspondiente en caso que los animales
permanezcan en el hato por recomendación del profesional. Por favor,
haga SIEMPRE seguimiento y evaluación.

4. Hembras en tratamiento médico y/o manejo especial de


cualquier orden para la valoración respectiva.

Manejo alimenticio, manejo del amamantamiento, inducción de


celos, aplicación de
gonadotropinas, etc.

5 Novillas que van a entrar a servicio (MN y/o IA): Para evaluar el
desarrollo de ovarios, cuernos, cervix, y cavidad pélvica para
evaluar la facilidad de partos. De acuerdo con el resultado de la
evaluación existe la posibilidad de hacer descartes o
recomendaciones inmediatamente para ganar tiempo y evitar
problemas posteriores. Se parte de la base que las novillas que
entran a servicio deben tener edad y peso adecuado. Este último
corresponde al 60 ó 70 % del peso de la vacada adulta del hato. Para
obtener el cálculo de este peso, se deberán realizar las valoraciones
pertinentes de los animales que conforman dicho hato.

6 Todas las hembras con diagnóstico de gestación menor de 90


días en la visita anterior: En este caso se evaluará la presentación
de posibles abortos desapercibidos que ocurren durante el primer
trimestre de gestación. En este caso sólo se realizará una
confirmación de preñez sin emitir diagnostico “nuevo” de tiempo a
menos que no coincida con los intervalos contemplados de acuerdo
con la frecuencia de palpación.

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7 Hembras con fecha de parto y que no han parido (> 15 ó 20
días): En esta categoría se evaluará la posibilidad de presentación
de momificaciones, maceraciones, abortos o diagnósticos erróneos.
También se podrá diagnosticar una gestación prolongada.

8 Hembras servidas con más de 36 días para diagnostico de


gestación:
Cuando existen antecedentes, (fechas de servicio) se debe procurar
palpar animales con 36 días o más porque en el día 35 de
gestación termina la implantación en los bovinos. Este proceso de
implantación implica el desarrollo de una placenta y, de hecho el
establecimiento de un firme contacto del nuevo ser (conceptus) con
el endometrio, por lo que habrá que obrar con mucho cuidado. No
obstante, en fincas en donde se utiliza la monta natural continua, el
profesional experimentado diagnosticará preñeces a partir de los
treinta días.

ACLARACIONES E INTERPRETACIONES DE LOS


DIAGNOSTICOS

1. Los diagnósticos de preñez entre 30 y 115 días son bastante


precisos, es decir la diferencia con el servicio real es normalmente
de pocos días (0 - 10 días). Esto se debe entre otras cosas, a que las
estructuras que se palpan para calcular el tiempo de gestación están
siempre al alcance de la mano en la cavidad pélvica o apenas
descendiendo a la cavidad abdominal.

2. Los diagnósticos de gestación mayores de 115 días son más difíciles


para realizar el cálculo el tiempo de gestación porque las
estructuras que se palpan, contrariamente al punto anterior ya no
están siempre al alcance de la mano, pues se encuentran en la
cavidad abdominal. Por lo tanto, en esta etapa es posible cometer
errores en el cálculo del tiempo de gestación hasta de 1 y 2 meses.
No obstante, si se sigue una evaluación reproductiva sistemática
(cada 4 -12 semanas) a la tercera palpación no habrá que palpar
animales demasiado preñados para diagnostico inicial, con lo cual
los errores se reducen sustancialmente.

3. De todas maneras existe un error en cualquier diagnóstico por


palpación trasrectal del tracto reproductivo. Esto significa que cada
profesional deberá conocer en lo posible su margen de error en la
palpación (estructuras ováricas, patologías, tiempo de gestación,
quistes ováricos, involución uterina tardía, etc.) y comunicárselo al

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productor y/o administrador para que tenga conocimiento de las
bondades y debilidades del método.

4. Lo importante es palpar los animales vacíos y determinar por qué no


se preñan. Es aquí en donde tiene la MAYOR IMPORTANCIA el
profesional que ofrece asesorías en el área de reproducción animal.
En ese sentido, se deberán adelantar los tratamientos y/o manejos
pertinentes para conseguir los objetivos de la empresa pecuaria:
AUMENTAR LA TASA DE NATALIDAD y por ende disminuir el
intervalo entre partos, con lo que finalmente se obtendrán
mayores ingresos bien sea por venta de leche o de carne.
RECUERDE que cuando el intervalo entre partos es de 365 días
significa que la natalidad es del 100 % y cuando es de 366 días la
natalidad es de 99.7 %, lo que significa que por cada día que se
aumente el intervalo entre partos del “IDEAL” de 365 días, la
natalidad se disminuye en un 0.30 %... por eso, es importante velar
por una buena reproducción.

5. Finalmente, se debe procurar realizar las evaluaciones reproductivas


en los intervalos técnicamente establecidos y/o recomendados para
cada sistema de producción, teniendo presente también el tamaño
del hato, sistemas de apareamiento, épocas, biotécnicas, etc.
Generalmente la frecuencia de la visita de evaluación reproductiva
variará entre cuatro y máximo doce semanas.

6. En todos los casos se recomienda realizar tratamientos médicos


inmediatamente, por que se sugiere tener un “paquete” de drogas
que se utilizan rutinariamente en un examen reproductivo, tales
como prostaglandinas, progestágenos, antibióticos, infusiones
intrauterinas y minerales entre otros. Igualmente, se recomienda
señalar los animales a que haya lugar para realizar posteriormente
manejos específicos tales como manejo del amamantamiento,
alimentación estratégica, destetes precoces o estratégicos, lotes de
apareamiento con toros, etc.

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