6. Moreno, F.(2005). La madre del dictador.

Otra lectura para el otoño del

patriarca. Revista chilena de estudios Latinoamericanos, (6), 13-35.
Fernando Moreno inicia su interpretación de la novela El Otoño del patriarca rastreando

en la crítica literaria y en el imaginario colectivo la figura del dictador en Latinoamérica,

mostrando los posibles orígenes de las «novelas del dictador» y de los «dictadores de novela»

(16). Su interpretación toma como elemento principal, no ya la figura del dictador,

omnipresente en casi la mayoría de estudios que cita, sino la de la santa matrona, Bendición

Alvarado, madre del protagonista. Al mismo tiempo, Moreno se propone indagar por la

historicidad de la mujer en la representación de las culturas Latinoamericanas, su incidencia

en el imaginario colectivo, y el tributo simbólico que ejerce en la formación cultural y social

de estas comunidades. La sorpresa es que la efigie de la mujer se encuentra en casi todas las

cultura amerindias, ya sea en la forma de divinidad o de personificación terrenal, cumpliendo

la función de orientadora espiritual y símbolo de revolución (23). Además, Moreno analiza

el papel de la mujer en la inserción de los individuos al vasto mundo cultural a través de una

configuración de identidad y de identificación con valores maternos, ligados a una

interpretación del cuerpo como creador de vida. De esta manera y de acuerdo al punto central

de Moreno, Bendición Alvarado se convierte en el símbolo que reúne todos los sincretismos

latinoamericanos y que configura parte de la identidad del personaje central de la novela.

Que el personaje central no tenga un padre y no haya mención de él, da paso a Moreno

para inmiscuirse en la historicidad del patriarca, no ya en términos políticos, es decir,

queriendo buscar al dictador latinoamericano que este encarna, sino en su linaje genealógico.

Así, Moreno determina los linajes y la mezcla de razas característica de las comunidades

amerindias, y sobre todo del papel que tienen en la literatura. También encuentra como tema

recurrente el «bastardismo», propio de las novelas del periodo de la violencia y de la

dictadura, lo que lo lleva a subsumir El Otoño del patriarca dentro de narrativas con este

tema. De manera que el patriarca sólo puede construir su identidad en la figura de Bendición

Alvarado, y ésta a su vez se convierte en la raíz materno-filial de la construcción de

identidades (27). Dicho esto, la interpretación de Moreno es una singularidad en la crítica

literaria, pues no dirige la atención a la figura del dictador como un derrochador de poder o

desencadenante de violencia. Antes bien, su interpretación se dirige a subsanar la crítica

tradicional representada en la violencia-poder y optar por una genealogía-identidad.