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La Guía de un Padre

para Bendecir a Sus Hijos

por David Michael

No lo ocultaremos a sus hijos, ino


que contaremos a la generación
venidera las alabanzas del
SEÑOR, su poder y las maravillas
que hizo. 5Porque Él estableció
un testimonio en Jacob, y puso
una ley en Israel, la cual ordenó a
nuestros padres que enseñaran a
sus hijos; 6para que la generación
venidera lo supiera, aun los hijos
que habían de nacer; y éstos se
levantaran y lo contaran a sus
hijos, 7para que ellos pusieran
su confianza en Dios, y no se
olvidaran de las obras de Dios,
sino que guardaran sus mandamie
Publicado en inglés con el título:
A Father’s Guide to Blessing His Children
by David Michael

Copyright © 1999, 2009, 2010 Bethlehem Baptist Church

Children Desiring God


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Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation.
Usadas con permiso. www.LBLA.com
Contenidos

Iniciando un patrón de bendición.....................................................................................................5

¿Qué es una bendición?...................................................................................................................5

Entendimiento bíblico de bendecir...................................................................................................6

La responsabilidad y la autoridad para bendecir...............................................................................7

Los frutos de bendecir......................................................................................................................8

Sugerencias para bendecir.............................................................................................................11

Una reflexión final..........................................................................................................................12

Bendiciones...................................................................................................................................13

Recursos de Niños Deseando a Dios..............................................................................................17

Una Nota del Pastor David Michael................................................................................................18


Inicio de un patrón de bendición
En la primavera de 1991, como parte de las actividades para nuestra “Semana de la Familia,” nuestra
iglesia presentó una película titulada “The Blessing” (La Bendición) con Gary Smalley y John Trent.1 Salí
de esa película sintiéndome inspirado y retado a ser una bendición para mi familia e impactado por las
dolorosas consecuencias del fracaso paterno. Más tarde esa noche, mientras me arrodillaba junto a mis
hijas de 7 y 10 años de edad, sentimientos abrumadores de insuficiencia se apoderaron de mí mientras
pensaba en el llamado y las responsabilidades de la paternidad.

Después de terminar mi oración, la bendición de Aarón en Números 6 vino a mi mente y me sentí


conmovido a decirla sobre mis hijas. Me volví primero a mi hija mayor, puse mi mano derecha sobre su
cabeza, la miré a los ojos y dije:

Amy, que el Señor te bendiga y te guarde.


Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia.
Que el Señor alce sobre ti Su rostro,
y te dé paz. ¡Amén!

Esta bendición vino como un refrescante recordatorio tripartito de que el Señor es la fuente de toda
bendición. Aunque estaba dolorosamente consciente de mi potencial de fracaso en ser una bendición para
mis hijos, vino sobre mí la seguridad de que podía ver a Aquel que no tiene posibilidad de fracaso—El que
podría ser para mis hijas lo que yo nunca podría ser como ser humano. Después de repetir la bendición
sobre mi hija menor, decidí desde ese día en adelante hacer “La Bendición” una parte normal de nuestra
rutina antes de acostarse.

Han pasado nueve años desde aquella noche. Los juegos de lucha libre después de la cena, las historias
narradas desde mi regazo antes de acostarse, y los paseos “en avión” hasta la cama ahora son o imposibles
o simplemente “pasaron de moda”. Ahora estoy mirando a los ojos de dos jóvenes a punto de convertirse en
mujeres que felizmente anticipan la bendición de su padre antes de quedarse dormidas. Para los momentos
ocasionales en que estoy fuera de casa, grabo una oración seguida de una bendición para que mis hijas las
escuchen cada noche que estoy fuera de casa.

En una de esas ocasiones, mi hija mayor, sintiendo los efectos de nuestra separación, me envió una nota
por correo electrónico que incluía esta línea: “Realmente extraño tus oraciones y bendiciones (en persona)
y no puedo esperar para que regreses a casa.” No fue ninguna sorpresa que, tanto para papi como para las
hijas, el momento de la bendición se ha convertido, por la gracia de Dios, una preciada (y muy “de moda”)
parte de nuestra rutina antes de acostarse.

¿Qué es una bendición?


Varios meses después de que comenzara a bendecir a mis hijas regularmente, me presentaron al libro de
Rolf Garborg titulado La Bendición Familiar.2 Garborg no sólo me dio un fundamento bíblico para lo que
estaba descubriendo acerca de la bendición, pero también me inspiraron con la experiencia y el testimonio
de un hombre que había estado bendiciendo a sus hijos por más de 18 años. Insto a los que aspiran ser
“dadores de bendición” a leer el libro de Garborg para una exposición mucho más exhaustiva del tema de
la que yo podría ser capaz de proporcionar en esta guía.

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Garborg identifica cuatro categorías diferentes de bendiciones en las Escrituras, una de las cuales es “la
bendición dicha por una persona a otra, a menudo en nombre de Dios.”3 Garborg explica que dentro de
esta categoría existe un uso generalizado de la palabra que simplemente significa “hablar bien de alguien,
expresar alabanza.”4 Hay también un uso más específico que define la bendición como “el acto intencional
de hablar del favor y poder de Dios a la vida de alguien, a menudo acompañado de un gesto simbólico
como la imposición de manos en la persona.”5 Este uso específico de la palabra es lo que tengo en mente
mientras promuevo la bendición en la iglesia y que especialmente en los hogares cristianos, en los que se
puede convertir en otra manera significativa para nutrir la fe de nuestros hijos y para otorgar la bendición de
Dios sobre sus vidas.

Entendimiento bíblico de bendecir


Aunque una bendición podría ser considerada como una forma de oración, hay una clara distinción entre
los dos. Dicho sencillamente, en la oración estamos dirigiendo nuestra atención hacia Dios. Le “pedimos
cosas a Dios”6 que podrían incluir Su bendición. Una bendición, por otra parte, viene de Dios y es dirigida
hacia Su pueblo. Cuando bendecimos, estamos invocando, convocando o clamando porque la bendición de
Dios beneficie a otro. Cuando bendecimos nos convertimos en un canal para que la bendición de Dios fluya
hacia otro a través de nosotros.

Vemos esto claramente en Números 6:22-27, donde el Señor, por medio de Moisés, le da esta instrucción
a Aarón y a sus hijos: “Así bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: ‘El Señor te bendiga y te guarde; el
Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; El Señor alce sobre ti su rostro y te dé
paz.’ Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.” (Énfasis añadido.)

Observe cuántas veces se identifica el nombre del Señor con la bendición que Aarón y sus hijos iban a
otorgar al pueblo de Israel. Es el Señor quien bendecirá. Es el Señor quien mantendrá. Es el Señor quien
hace resplandecer Su rostro sobre nosotros. Es el Señor quien dirige Su rostro y Su sonrisa hacia nosotros.
Y es el Señor quien da gracia y paz a todos.

En el versículo 27 podemos ver claramente que Dios dio autoridad a los hijos de Aarón para invocar
Su bendición para un individuo o un grupo: “Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los
bendeciré.” Esta autoridad no es diferente a la que Jesús dio a sus discípulos. En Juan 20:23 Él les dice:
“A quienes perdonéis los pecados, éstos les son perdonados; a quienes retengáis los pecados, éstos les son
retenidos.” En Lucas 9:1, Él llama a los doce y les da poder y autoridad sobre todos los demonios, así como
autoridad para sanar enfermedades. Y en Hechos 3:6 Pedro le dice al cojo “No tengo plata ni oro, mas lo
que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!”

Parece que las bendiciones eran una parte regular de la experiencia del pueblo de Israel en sus hogares
y cuando se reunían como pueblo. Mientras Labán se despedía de Jacob y su familia él “se levantó...besó
a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo” (Génesis 31:55). Jacob, al final de su vida, reunió a sus hijos y “a
cada uno lo bendijo, con la bendición que le correspondía” (Génesis 49:28). Aarón “alzó sus manos hacia
el pueblo y lo bendijo [Israel], y después de ofrecer la ofrenda por el pecado, el holocausto y las ofrendas
de paz, descendió” (Levítico 9:22). Después de que Josué había dado a la media tribu de Manasés su
posesión él “los bendijo y los despidió” (Josué 22:6). El Rey David llevó el Arca de Dios a Jerusalén y
“bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos” y luego regresó “para bendecir su casa”
(2 Samuel 6:18-20).

Dos veces en los evangelios Jesús bendice a la gente. En Marcos 10 se nos dice que Él tomó a los niños en
Sus brazos y “los bendecía, poniendo las manos sobre ellos” (Marcos 10:15-16). Y justo antes de ascender

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al cielo, Lucas nos dice que Jesús condujo a sus discípulos “fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania,
y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado
arriba al cielo. Ellos, después de adorarle, regresaron a Jerusalén con gran gozo.” (Lucas 24:50-52).

Una de las bendiciones más notables en la Biblia era la bendición de Isaac que estaba destinada para
Esaú, pero que mediante el engaño fue dada a Jacob. Aquí es importante hacer una distinción entre la
bendición ordinaria que acabamos de describir y lo que yo llamo una “bendición profética.” A pesar de
que la bendición profética es similar a una bendición ordinaria, también tiene importantes diferencias que
pueden observarse en las circunstancias que rodeaban la bendición de Isaac. Esta bendición no era algo
que los hijos de Isaac habían recibido antes. Llegó cuando Isaac sabía que sus días estaban llegando a su
fin (Génesis 27:2-4), y que estaba listo para heredar su autoridad y tal vez la bendición del Pacto que le
había heredada por su padre Abraham.

Una vez pronunciada, era irrevocable. Incluso cuando Isaac se dio cuenta que había sido engañado, era
imposible para él eliminar la bendición de Jacob (Génesis 27:33). Vemos la bendición profética de nuevo
al final de la vida de Jacob cuando bendijo a los hijos de José. El intento fallido de José de quitar la mano
derecha con la que Jacob estaba a punto de bendecir a Efraín y colocarla sobre Manasés apunta a un
significado proféctico. No sólo son importantes las palabras de la bendición, sino también la ubicación de la
mano (Génesis 48:9-20).

Tales bendiciones proféticas fueron extraordinarias y estaban mayormente relacionadas con los propósitos
del pacto de Dios mientras se desarrollaban de una generación a la siguiente. Aunque no queremos
minimizar el significado espiritual de las bendiciones comunes, debemos evitar darles el peso espiritual
de una bendición profética. Cuando pongo mi mano sobre la cabeza de mi hija y digo: “Que seas una
mujer que teme al Señor, una mujer que encuentra gran deleite en los mandamientos del Señor,” estoy
invocando el favor de Dios sobre ella en la esperanza de que ella será una mujer que teme al Señor. No
estoy declarando, en un sentido profético, que será una mujer que teme al Señor porque he pronunciado
esta bendición sobre ella.

La responsabilidad y la autoridad
para bendecir
Hemos visto en el pasaje de Números 6 que las instrucciones relativas a la bendición estaban dirigidas
específicamente a los sacerdotes levitas. Esta responsabilidad se reafirmó en Deuteronomio 10:8 tras la
muerte de Aarón cuando “el SEÑOR apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del SEÑOR, y
para que estuviera delante del SEÑOR, sirviéndole y bendiciendo en su nombre hasta el día de hoy,” y otra
vez en Deuteronomio 21:5 cuando Moisés dijo a Israel: “el SEÑOR tu Dios los ha escogido [los hijos de Leví]
para servirle y para bendecir en el nombre del SEÑOR.” (Énfasis añadido.)

Aunque no hay instrucciones similares para los padres, es claro que la responsabilidad y la autoridad para
bendecir también se aplicaban a la vida familiar. Era el padre quien asumía la responsabilidad de bendecir
a sus hijos.

Partiendo de la enseñanza bíblica y de los ejemplos que hemos observado, es razonable concluir que es
bíblicamente apropiado para los líderes espirituales en el hogar y en la iglesia pronunciar bendiciones.
Además, si tenemos en cuenta el “sacerdocio” de todos los creyentes (1 Pedro 2:5) y las instrucciones
generales dadas por Jesús y Pablo (Lucas 6:28, Romanos 12:14), parecería que bajo el Nuevo Pacto
cualquier creyente debe sentir la libertad de bendecir a otros.

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Habiendo dicho esto, rápidamente animo a los líderes espirituales en la iglesia y especialmente a los
maridos y padres a asumir la responsabilidad y el privilegio de bendecir a aquellos a los que son llamados
a liderar. Creo que la iglesia es servida correctamente cuando los pastores, ancianos, líderes de grupos
pequeños, los líderes de ministerio, y los maestros de escuela dominical bendicen a su pueblo. Del mismo
modo, las familias y los matrimonios se benefician cuando los maridos y los padres bendicen a sus esposas
e hijos.

Este folleto y las tarjetas de bendición que lo acompañan han nacido de un corazón y una visión de
animar a los hombres a bendecir a sus hogares. La mayoría de los hombres cristianos entienden que
están llamados a ser los líderes espirituales en su casa, pero no todos tienen una idea clara de lo que eso
significa. Parte de la razón de ello es que muchos de nosotros crecimos con padres que no eran ejemplos
de buen liderazgo espiritual. De hecho, en las últimas generaciones los hombres han sido más propensos
a asumir roles espiritualmente pasivos en el hogar, relegando a sus esposas tanto el cuidado físico como el
espiritual de sus hijos. Entre más veo familias y matrimonios con problemas, estoy más motivado e inspirado
a animar a los hombres hacia un vivificante liderazgo espiritual en el hogar.

Aunque bendecir a su esposa e hijos no hará de un hombre un líder piadoso, he encontrado que es un
lugar donde muchos hombres pueden comenzar. La disciplina de bendecir a sus hijos antes de acostarse
puede comenzar a dar a un hombre la sensación de que está haciendo algo espiritualmente importante por
sus hijos. Le ayuda a sentirse más como un líder y por lo tanto más propenso a aceptar la responsabilidad
más amplia de animar espiritualmente a su esposa e hijos. Le ayuda a aumentar su confianza cuando ve la
obra de Dios a través de una cosa tan simple.

Les invito, queridos hermanos, a unirse a mí en ser una bendición para nuestros hogares. Insto a mis
hermanas a animar y apoyar a sus maridos en esta visión para la fe y el gozo de la próxima generación.

Los frutos de bendecir


En los años en que he pronunciado bendiciones sobre otros en mi papel como padre y pastor, he
descubierto, a través de mi propia experiencia y la experiencia de otros, que además del beneficio y la
alegría de ser un instrumento de bendición en la vida de otro, hay otros frutos también. Aquí hay una
“prueba” de lo que he disfrutado a lo largo de los años.

1. La bendición exalta a Dios como la fuente de todas las bendiciones para el gozo de Su pueblo.
Basados en la comprensión bíblica de la bendición, el beneficio más obvio es que es un canal de
bendición de Dios a Su pueblo. Si bien hemos reconocido la distinción entre la oración y la bendición,
la respuesta de Dios a nuestra bendición es similar a Su respuesta a nuestras oraciones. El Señor se
deleita en magnificar Su nombre al cumplir los deseos de aquellos que le temen (Salmo 145:19). Él
no está obligado a actuar de acuerdo a las bendiciones que invocamos más de lo que está obligado a
darnos lo que pedimos en la oración. Sin embargo, nosotros bendecimos en la misma confianza con
la que oramos, sabiendo que Dios es fiel a Su Palabra y se deleita en actuar en respuesta a la fe de Su
pueblo.

2. Las bendiciones tocan el futuro.


Las bendiciones tienen una visión futura. Esto es evidente en la bendición profética de los patriarcas,
pero también es cierto de las bendiciones ordinarias. El hecho de que muchas bendiciones fueron
dadas en momentos de partidas o separaciones apunta a la orientación futura de la bendición. Cuando
le decimos a alguien, “El Señor te bendiga y te guarde,” no sólo estamos buscando la bendición de Dios
para ese momento, sino que deseamos que la bendición de Dios continúe mientras esa persona se va.

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Los encomendamos al poder de Dios que los mantendrá, con la confianza de que Él “no permitirá que
su pie resbale” y que “el sol no los herirá de día ni la luna de noche” y que el Señor guardará “su salida
y su entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121:3-8).

A medida que mis hijas se dirigen hacia la edad adulta, tengo cada vez menos y menos oportunidades
de cuidar de ellas personalmente. Las horas de separación se convertirán en días, y los días pronto se
convertirán en semanas y meses o incluso años. Un día voy a salir completamente de sus vidas, así que
hoy las bendigo con una aguda conciencia de mi fugaz influencia sobre ellas. Para mí, la bendición se
convierte en una oportunidad de tocar sus vidas el día de hoy y el día en que el tiempo y las millas o la
muerte nos separen.

Mientras me enfrento a estas separaciones, me siento alentado por la idea bíblica de que El Señor
almacena las oraciones de Su pueblo y las derrama en Su tiempo. Un lugar en el que yo veo esto es en
Hechos 10:4, cuando el Señor habló a Cornelio y le dijo: “Tus oraciones y limosnas han ascendido como
memorial delante de Dios.” En el momento adecuado, Dios respondió aquellas oraciones y dio a este
Gentil el arrepentimiento que conduce a la vida.

Otro lugar en el que veo esto es en Éxodo 3:9 cuando el Señor habló a Moisés y le dijo: “El clamor de
los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.”
Estos gritos habían estado ascendiendo al Señor por más de 400 años. En el momento adecuado, Él
derramó el fruto de esas oraciones.

Mientras bendigo a mis hijos en la presencia de Dios, estoy consciente de que Dios escucha y recuerda
la bendición. Se acuerda de la bendición de hoy sobre mis hijos, y se acordará de ella en 70 años,
cuando sea el momento adecuado, y derramará Su favor sobre mis hijas octogenarias en respuesta a la
bendición de su papá hecha décadas atrás.

Voy a tomar esta idea un paso más lejos y diría que incluso más allá de la vida de mis hijos, espero que
haya fruto de estas bendiciones. Muchas de las bendiciones que le doy a mis hijos reflejan mi deseo
de que el fruto de la obra de Dios a través de mí se extenderá mucho más allá del fin de mi vida: “El
Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121:8), “para siempre será
recordado el justo” (Salmo 112:6), “en la casa del Señor morarás por largos días” (Salmo 23:6), “Aún
en la próxima generación sean benditos tú y tus hijos” (adaptado del Salmo 112:2), “que el Señor te dé
deleites a su diestra para siempre” (adaptado del Salmo 16:11).

Desde que comencé a bendecir a mis hijas, he tenido una visión de una noche, 160 años después
la fecha actual. Me imagino a un joven de rodillas al lado de la cama de su hijo, pronunciando la
misma bendición que su bis tatarabuelo Michael pronunció sobre su tatarabuela. Esto es más que un
deseo sentimental. Está enraizado en una ferviente oración de que un río de fe fluirá a través de mis
descendientes y que todos ellos temerán al Señor.

3. La bendición le da a mis hijos una visión de lo que yo más deseo para ellos.
La bendición no sólo se da en la presencia de Dios, sino también en la presencia de los que están
siendo bendecidos. Como padres, nos importa que nuestros hijos tengan una buena educación, buena
salud, un buen cónyuge y un buen trabajo. Gastamos una gran cantidad de energía y recursos hacia
estos fines. Aunque estas cosas son importantes, se desvanecen cuando se comparan con aquellas
cosas que tienen valor eterno. La bendición es una manera en que mis hijos pueden escuchar y
entender lo que su papá más desea para ellos.

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Noche tras noche me oyen expresar mi deseo de que puedan temer al Señor y deleitarse en hacer Su
voluntad. Ellas escuchan la esperanza de que el Señor será su consejero todos los días de sus vidas y
de que ellas puedan poner siempre al Señor delante de ellas. Obtienen una visión de ser como el Monte
Sión, que no puede ser sacudido, sino que permanece para siempre (Salmo 125:1), y de que sus
nombres sean recordados por el Señor para siempre (Salmo 112:6).

4. La bendición puede ser un medio de consuelo y seguridad.


La bendición es un recordatorio de la presencia de Dios y de Su cuidado por nosotros: “Aún mientras
duermes, que el Señor instruya tu corazón” (adaptado del Salmo 16:7), “que el Señor sea tu guardador
y sea tu sombra a tu mano derecha para que el sol no te hiera de día ni la luna de noche” (adaptado
del Salmo 121:5-6), y “que el Señor te responda cuando ores y te alivie en la angustia” (adaptado del
Salmo 4:1).

He escuchado varios testimonios de padres cuyos hijos tenían diferentes problemas relacionados con
tener temor de noche. En muchos de estos casos hubo un cambio notable después de que el padre
comenzó a bendecir al niño antes de acostarse. Como pastor a menudo he bendecido a personas
en entornos hospitalarios, y eso se convirtió en una manera de ministrar la paz del Señor a las almas
ansiosas en espera de cirugía o luchando con una enfermedad grave. Para aquellos que sufren, la
bendición ha traído esperanza y consuelo mientras invoco al Dios de la esperanza para que los llene de
todo gozo y paz mientras ellos confien en él, para que puedan abundar en la esperanza por el poder del
Espíritu Santo (Romanos 15:13).

5. La bendición puede ayudar a sanar las relaciones rotas.


La bendición puede darles seguridad a los niños del amor de sus padres después de un día duro. No
es raro que hayan días en que un padre y su hijo se irriten o se enojen el uno con el otro y tal vez digan
o hagan cosas que son hirientes. También hay días en que un niño desobedece y es castigado por
la misma mano que le bendice. Al final de un día como ese puede ser un gran estímulo para el niño
escuchar las palabras de bendición dirigidas hacia él. Es un medio para que los padres digan: “A pesar
de lo que ha ocurrido hoy entre nosotros, yo aún te amo y el deseo de mi corazón es tu bien”.

La bendición puede tener este efecto en los adultos también. Se elimina toda oposición cuando una
bendición se pronuncia sobre alguien en una relación tensa. Es muy difícil seguir enojado con una
persona que te está bendiciendo sinceramente. Las defensas a menudo comienzan a desaparecer
mientras que las puertas del perdón y la reconciliación comienzan a abrirse.

6. La bendición puede ayudar a fortalecer los lazos de afecto entre padres e hijos.
Pronto vendrá el día en el que pasaré por dos habitaciones vacías y las alegrías de acostar a mis niñas
en sus camas con una oración y una bendición serán sólo recuerdos preciosos. Mis hijas saben mis
defectos y errores y han sentido el dolor de mis palabras descuidadas y acciones necias. Pero mientras
miran hacia atrás a los años cuando eran pequeñas, ruego que ellas recuerden el corazón de un papá
que deseaba, más que nada, que ellas fueran llenas de Dios y lo disfrutaran para siempre.

Creo que las bendiciones han ayudado a mis hijas a ver este deseo en mí. Dios ha usado las
bendiciones para entretejer nuestros corazones con un profundo afecto y amor que espero durará
toda la vida. Por sí misma, la bendición no puede tomar el lugar de la fiel crianza de los hijos. No se
deje engañar pensando que puede bendecir a sus hijos una vez al día, pero ignorarlos a ellos y a sus
necesidades el resto del tiempo. Sin embargo, cuando se combina con la crianza fiel de los hijos, la
bendición puede ser una herramienta poderosa en el fortalecimiento de los lazos de afecto y establecer
a nuestros hijos firmemente en la fe.

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7. La práctica de bendecir anima a los hombres en sus roles como líderes espirituales.
En la sección anterior, “La responsabilidad y la autoridad para bendecir,” animé a los esposos y padres
a iniciar la práctica de la bendición en sus hogares y di las razones por qué creo que tanto la iglesia
como el hogar se beneficiarían por ello. No hay más que decir excepto dirigir al lector a esa sección
nuevamente y enfatizar que uno de los frutos que he visto en los hombres que regularmente están
bendiciendo en sus hogares es que también toman el liderazgo espiritual en otras áreas de sus vidas
personales y familiares.

Sugerencias para bendecir


1. Este folleto está diseñado para ser un compañero de los conjuntos de tarjetas de bendiciones que
preparé en un inicio para mi uso personal. A pesar de que las bendiciones en estas tarjetas se pueden
aplicar a una variedad de situaciones, tenga en cuenta que todas ellas fueron preparadas ya sea con
mis hijas o con los niños que crecían en la Iglesia Bautista Bethlehem en mente. Las tarjetas están
diseñadas para ayudar a las personas a empezar a bendecir, pero le animo a crear las suyas propias
para poder reflejar su corazón a la gente que está bendiciendo.

2. Dos cosas que me parecen importantes al bendecir a alguien son el contacto visual y el toque físico.
Hago todo lo posible por mirar a la persona a los ojos mientras la estoy bendiciendo. Uso mis ojos para
comunicar tanta sinceridad y amor como me sea posible. Colocar una mano sobre el hombro, la cabeza
o la espalda de alguien no es sólo una manera de comunicar el afecto que se asocia a menudo con la
bendición, sino que es también un símbolo de “impartir” o “invocar” una bendición de Dios sobre ellos.
Esta misma idea se comunica en ambientes de grupo al levantar una o ambas manos sobre el grupo
mientras se pronuncia la bendición.

3. Las bendiciones están disponibles en tarjetas por dos razones. En primer lugar, pueden ser fácilmente
tomadas en una mano dejando la otra mano libre para colocar sobre la persona siendo bendecida. La
segunda razón es para que sean portátiles y por lo tanto estén disponibles para ser memorizadas o para
una oportunidad inesperada para bendecir a alguien.

4. Animo firmemente a las personas a memorizar las bendiciones que están utilizando. Esto no sólo nos
ayuda a mantener el contacto visual con las personas que estamos bendiciendo, sino que también
ayuda a que las palabras de la bendición fluyan desde el corazón. Esto es muy fácil de hacer si usted
está utilizando la bendición a diario con sus hijos o cónyuge. Cuando estoy aprendiendo una bendición,
me tomo unos quince minutos para memorizarla y luego mantengo la tarjeta conmigo durante las
primeras noches en el caso de que se me olvide. Yo uso la misma bendición cada noche durante una o
dos semanas hasta que la pueda pronunciar sin vacilar y luego una vez por semana durante un tiempo
hasta que esté bien establecida en mi mente y corazón.

5. Algunas de las bendiciones son citas directas de una porción de las Escrituras. Otras bendiciones
fueron inspiradas por un texto y adaptados para ajustarse a un formato de bendición. Pero no hay nada
mágico en la combinación de palabras que he utilizado, así que no se limite a estas bendiciones en
particular. Le animo a preparar sus propias bendiciones.

6. Si observa el texto bíblico que inspiró las bendiciones que he preparado, podrá ver la forma en que fue
adaptado para tener un formato de bendición. Casi todas estas bendiciones nacieron en el contexto de
la lectura de la Biblia y la oración. A menudo me conmueve un texto y comienzo a orar esa verdad o esa
promesa para mis hijas y luego la convierto en una bendición para ellas. Usted verá cosas en la Biblia
que yo no he visto, y que le inspirarán a orar por personas y circunstancias que yo no conozco. Así que

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mientras Dios habla a través de Su Palabra y toca su corazón para bendecir, transforme Su verdad en
una bendición y vea a Dios ministrar Su bendición a través de sus palabras y su corazón.

Una reflexión final


Comencé este folleto narrando acerca de un momento en mi vida en el que sentí una necesidad
desesperada de ser una bendición para mis hijas y cómo la práctica de bendecir surgió de esa necesidad.
Hoy me siento menos desesperado, pero más responsable que nunca, en el llamado que está en mi vida
a ser un medio de bendición para mis hijas, mi esposa, y para los hermanos y hermanas que sirvo en la
Iglesia Bautista Bethlehem. Pronunciar bendiciones a menudo me ha dado un recordatorio diario de que
Dios es, en última instancia, Aquel que se ocupará de que mis seres queridos sean bendecidos, que es lo
que ayuda a minimizar la desesperación que siento.

Las bendiciones son también un recordatorio diario para mí de que soy un canal de bendición, no sólo con
un determinado conjunto de palabras y la imposición de una mano, sino por la forma en que vivo mi vida y
muestro mi fe ante los que me miran como un ejemplo. Mientras comienza o continua bendiciendo a otros,
quiero dejarle con una de mis bendiciones favoritas que refleja mi ferviente oración y deseo que Dios le use
para bendecir a otros con sus palabras y con su vida.

Que pueda bendecir como una persona que teme al Señor,


Que pueda encontrar gran deleite en los mandamientos del Señor.
Que sus hijos sean poderosos en la tierra;
Aún en la próxima generación sean benditos usted y sus hijos.
Que encuentre sus bienes y sus riquezas en Dios,
Que permanezca en la justicia para siempre.
Incluso en la oscuridad, que la luz resplandezca para usted.
Que sea una persona clemente, compasiva y justa.
Que nunca sea sacudido.
Y que su nombre, y los nombres de todos a los que bendiga,
sean recordados por el Señor, para siempre. ¡Amén!
Salmo 112:1-6

Notas
1
The Blessing, producido por Jeff Bowden, 60 min, Thomas Nelson, 1991, video.
2
Rolf Garborg. La Bendicion Familiar: Un Acto Sencillo Que Cambiará por Completo el Futuro de Su Familia.
(Miami: Editorial Unilit, 2002).
3
Traducido del libro The Family Blessing por Rolf Garborg (Dallas: Word Publishing Company, 1990), 12.
4
The Family Blessing, 13.
5
The Family Blessing, 13.
6
John Piper. “Devote Yourselves to Prayer,” Desiring God. http://www.desiringgod.org/ResourceLibrary/Sermons/
ByDate/2000/2_Devote_Yourselves_to_Prayer/ (consulta 30 de oct 2009).
La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos 12 Children Desiring God
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Bendiciones

Génesis 48:15-16 Salmo 1


La Bendición de Jacob ¡Que el Señor te bendiga! Que el Señor te dé
Que el Dios delante del cual anduvieron Abraham e Isaac, la valentía de no andar en el consejo de los impíos;
el Dios que ha sido mi pastor hasta este día, la fe para no detenerte en el camino de los pecadores;
y que me ha rescatado de todo mal– y la resolución para no sentarte en la silla
Te bendiga y haga que Su nombre viva en ti de los escarnecedores.
y en tus hijos después de ti. ¡Amén! Que siempre te deleites en la ley del Señor
y medites en ella día y noche.
Que seas como un árbol plantado junto a corrientes de
Números 6:24-26 agua,
que da su fruto a su tiempo
Que el Señor te bendiga y te guarde.
y su hoja no se marchita.
Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
Que el Señor prospere todo lo que haces para Su gloria,
y tenga de ti misericordia.
Y que el Señor te guarde todos los días de tu vida
Que el Señor alce sobre ti su rostro
para que puedas permanecer en el día del juicio
y te dé paz. ¡Amén!
y unirte a la congregación de los justos para siempre.
¡Amén!
Deuteronomio 28:3-6
Bendito(a) seas cuando obedezcas al Señor tu Dios. Salmo 4
Bendito(a) seas en la ciudad.
Que el Señor te responda cuando clames
Bendito(a) seas en el campo.
y te alivie en la angustia.
Bendito sean tus hijos.
Que Él alce sobre ti la luz de Su rostro
Bendito sea el trabajo de tus manos.
y ponga alegría en tu corazón
Bendito(a) seas cuando entres.
mayor que toda la alegría terrenal.
Bendito(a) seas cuando salgas.
Que el Señor te establezca como
Bendito sea el nombre del Señor en tu vida,
un hombre piadoso o una mujer piadosa
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
que confía en Él.
Que el Señor te haga habitar seguro.
1 Reyes 8:57-61 Y cuando te acuestes, que puedas dormir en paz. ¡Amén!
Que el Señor nuestro Dios esté contigo como lo ha
estado conmigo. Salmo 13:5-6
Que nunca te deje ni te desampare.
Que el Señor te colme de bienes
Que Él incline tu corazón hacia Él
todos los días de tu vida,
y te haga andar en todos Sus caminos.
Y que confíes siempre en la misericordia
De día y de noche, que tus oraciones estén cerca de Él.
del Señor.
¡Que el Señor mantenga tu causa
En los días de tristeza y oscuridad,
y la causa de todo Su pueblo
que puedas gozarte en la salvación del Señor
Para que tú y todos los pueblos de la tierra conozcan
y que cantes a Él por siempre. ¡Amén!
que el Señor es Dios, y no hay otro! ¡Amén!

Children Desiring God 13 La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos


© 2010 Bethlehem Baptist Church
Salmo 15 Salmo 103:1-5
Que seas bendecido(a) con la presencia permanente Que bendigas al Señor todos los días de tu vida.
del Señor. Con todo lo que está dentro de ti,
Que andes en integridad y obres en justicia. que bendigas Su santo nombre.
Que el Señor guarde tu lengua del pecado Que nunca te olvides de los beneficios de Aquel que
y mantenga tus relaciones puras. perdona tus iniquidades,
Que seas honorable, cariñoso(a), sana tus enfermedades
y generoso(a) con tu dinero. y rescata tu vida de la destrucción.
Que el Señor te mantenga en Su camino Que el Señor colme de bienes tus años
para que no seas conmovido(a), y te corone de bondad y
sino que permanezcas en la justicia para siempre. tierna compasión para siempre. ¡Amén!
¡Amén!

Salmo 112
Salmo 16 Que seas un hombre / una mujer que teme al Señor;
Que el Señor sea tu consejero todos los días de tu vida. Que encuentres gran deleite en los mandamientos del
Incluso en la noche, que el Señor instruya tu corazón. Señor.
Que siempre pongas al Señor delante de ti. Que tus hijos sean poderosos en la tierra.
Que el Señor esté siempre a tu diestra Aún hasta la próxima generación,
para que nunca seas conmovido(a). sean benditos tú y tus hijos.
Que tu corazón se alegre, que tu lengua se regocije, Que encuentres tus bienes y tu riqueza en Dios.
y tu cuerpo descanse seguro. Que permanezcas en justicia para siempre.
Que el Señor te dé a conocer la senda de la vida, Incluso en la oscuridad, que la luz resplandezca para ti.
te llene de gozo en Su presencia Que seas un hombre / una mujer clemente, compasivo(a)
y te de deleites a Su diestra y justo(a).
para siempre. ¡Amén! Que nunca seas estremecido(a).
Y que tu nombre, [nombre completo],
sea recordado por el Señor para siempre. ¡Amén!
Salmo 23
Que el Señor sea tu pastor.
Que Él te bendiga con todo lo que necesitas. Salmo 121:5-8
Que Él te haga descansar en lugares de verdes pastos, Que el Señor te guarde.
y te conduzca junto a aguas de reposo, Que el Señor sea tu sombra a tu mano derecha
y restaure tu alma. para que el sol no te hiera de día
Que Él te guíe por senderos de justicia ni la luna de noche.
por amor de su nombre. Que el Señor te protega de todo mal
Que su vara y su cayado te infundan aliento para Que Él guarde tu alma.
que no temas mal alguno Que Dios guarde tu salida y tu entrada,
aún cuando camines por el valle de sombra de desde ahora y para siempre. ¡Amén!
muerte.
Que el Señor prepare mesa delante de ti en presencia
de tus enemigos. Salmo 125:1-2
Que Él unja tu cabeza con aceite. Que el Señor aumente tu confianza en Él.
Que tu copa de alegría rebose continuamente. Que seas como el monte Sión
Que el bien y la misericordia del Señor te sigan que es inconmovible,
todos los días de tu vida. que permanece para siempre.
Y que mores en la casa del Señor por largos días. Como las montes rodean a Jerusalén,
que el Señor te rodee
ahora y para siempre. ¡Amén!

La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos 14 Children Desiring God


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Romanos 15:13 Efesios 6:10-17
Y que el Dios de la esperanza Que seas un hombre/una mujer que es fuerte
te llene de todo gozo y paz al creer en Él, en el Señor
para que abundes en esperanza, y en el poder de su fuerza.
a través del poder del Espíritu Santo. ¡Amén! Que seas bendecido(a) con toda la armadura de Dios
para que puedas resistir contra las insidias del diablo.
Que puedas estar firme
2 Corintios 13:14 con el cinturón de la verdad ceñido alrededor
Que la gracia del Señor Jesucristo, de tu cintura,
y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo y puesta la coraza de la justicia,
sean contigo ahora y para siempre. ¡Amén! y tus pies calzados con el apresto del evangelio de la
paz.
Que tomes el escudo de la fe, el yelmo de la salvación
Efesios 3:14-19 y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios
Y ahora, que nuestro gran y eterno Padre te bendiga. para que cuando el día malo venga,
Que te fortalezca en tu interior seas capaz de defender tu posición. ¡Amén!
con poder por el Espíritu Santo.
Que Cristo more en tu corazón por la fe.
Que seas arraigado(a) y cimentado(a) en amor
1 Tesalonicenses 5:23-24
para que comprendas con todos los santos Que el mismo Dios de paz te santifique por completo
la anchura y la longitud y la altura y la profundidad Que todo tu ser, espíritu, alma y cuerpo
del amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento. sea preservado irreprensible
Que seas lleno(a) hasta la medida de toda la plenitud de para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Dios Y que confíes siempre en El que te llama
según las riquezas de Su gloria. y que ha fielmente completado tu redención.
Y que exaltes Su glorioso nombre por los siglos de los ¡Amén!
siglos. ¡Amén!
2 Tesalonicenses 1:11-12
Efesios 3:20-21 Con este fin, te bendigo en el nombre del Señor:
Y a aquel que es poderoso para hacer Que el Señor te considere digno(a) de Su llamamiento
mucho más abundantemente y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe,
de lo que tú pides o entiendes, por Su poder.
según el poder que obra en ti, Y que el nombre de nuestro Señor Jesucristo
[y tu lado, y por encima de ti, sea glorificado en ti y tú en Él,
y debajo de ti, y alrededor de ti,] Conforme a la gracia de nuestro Dios
A Él sea la gloria Y de nuestro Señor Jesucristo,
[en tu vida,] en la iglesia, y en Cristo Jesús, a Él sea la gloria por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por todas las generaciones
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
2 Tesalonicenses 2:16-17; 3:16
Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro
Padre,
que te ama y por Su gracia,
te dé consuelo eterno y buena esperanza,
consuele y afirme tu corazón
en toda obra y palabra buena.
Que el Señor de paz te dé paz continuamente
y en cada circunstancia.
Y que la gracia del Señor Jesucristo
esté contigo ahora y para siempre. ¡Amén!

Children Desiring God 15 La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos


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Hebreos 12:1
Que el Señor te bendiga
como los poderosos(as) hombres y mujeres
de la fe
que han ido antes que tú.
¡Que Él te dé:
la gracia para despojarte de todo peso
y del pecado que tan fácilmente nos envuelve;
la paciencia para correr la carrera puesta
delante de ti,
y ojos que estén puestos en Jesús,
quien es el autor y consumador de nuestra fe!
¡Amén!

Hebreos 13:20-21
Que el Dios de Paz
que resucitó de entre los muertos
a Jesucristo nuestro Señor
mediante la sangre del pacto eterno
Te haga apto(a) en toda buena obra
para hacer Su voluntad,
y obre en ti lo que es agradable a Sus ojos
a través del poder de Jesucristo
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
¡Amén!

La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos 16 Children Desiring God


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Recursos de Niños Deseando a Dios
La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos es publicada por Niños Deseando Dios, un ministerio que existe
para equipar el cuerpo de Cristo para transmitir a las próximas generaciones una pasión por la supremacía de
Dios en todas las cosas, para el gozo de todos los pueblos a través de Jesucristo.

Personas de muchas denominaciones e iglesias en toda América del Norte y el resto del mundo están
utilizando los recursos de Niños Deseando a Dios para introducir a los niños, los jóvenes y sus padres la
grandeza y la gloria de Dios.

Otros planes de estudios de Niños Deseando a Dios incluyen:


• Planes de estudio para Escuela Dominical y Escuela Bíblica de Verano para utilizar con los
estudiantes de preescolar y primaria.

• Recursos para utilizar con el ministerio a los bebés y niños pequeños.

• Los recursos para empezar un programa de memorizar la Biblia, incluyendo el “Versículo


Espada” y “Mis Primeros Versículos” para utilizar con niños en edad preescolar hasta adultos.

• Recursos visuales y de audio descargables gratuitamente para la formación y la fusión de la


visión para los maestros, líderes de grupos pequeños, y los padres en
www.ninosdeseandoaDIOS.org.

• Recursos para padres para enseñar y modelar las verdades de Dios a los niños.

• Conferencias para los líderes del ministerio de niños, diseñados para inspirar, animar y
equipar a los que enseñan a los niños y los jóvenes.

P.O. Box 2901 • Minneapolis, MN 55402-0901


888.346.4700 • ninosdeseandoaDIOS@desiringGOD.org
www.childrendesiringGOD.org
www.ninosdeseandoaDIOS.org

Children Desiring God 17 La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos


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Una nota del Pastor David Michael
acerca de las tarjetas de bendición
Nunca esperé que esta colección de bendiciones bíblicas fuera a ser más que las fichas escritas
a mano que solía llevar en el bolsillo de mi camisa. En 1991, empecé a tomar porciones de la
Escritura y a transformar cada una de ellas en una bendición. Pronunciar estas bendiciones sobre
mis hijas a la hora de dormir se convirtió en una forma simple de poder expresar mi oración a Dios
y el deseo de mi corazón a mis hijas. También se convirtieron en una forma de comunicar la visión
para el tipo de mujer que yo quiero que ellas sean.

Luego, incorporamos una bendición en cada uno de nuestros servicios de dedicación de bebés.
Las comparto con usted en la esperanza de que le alientarán en sus esfuerzos de ser un canal de
bendición de Dios para otros. Tambien espero que, por la gracia de Dios, este esfuerzo establecerá
más firmemente la tradición bíblica de la bendición en el hogar cristiano.

Cada bendición de esta colección tiene como título el texto de la Escritura que la inspiró. Algunas
de las bendiciones siguen el pasaje textualmente. La mayoría se han adaptado para que fluya más
fácilmente en la forma de una bendición.

Si usted no lo ha hecho, le animo a que tome unos minutos para leer el folleto que acompaña a
estas tarjetas, La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos, la cual explica la visión detrás de
estas bendiciones y ofrece una serie de sugerencias sobre cómo utilizarlas y cómo incorporarlas a la
familia y a la vida de la iglesia.

Que Dios le bendiga a medida que bendice a otros para Su gloria


y para el gozo de todas las generaciones.

La Guía de un Padre para Bendecir a Sus Hijos 18 Children Desiring God


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Génesis 48:15-16 Números 6:24-26

La bendición de Jacob Que el Señor te bendiga y te guarde.


Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
Que el Dios delante del cual anduvieron Abraham e y tenga de ti misericordia.
Isaac, Que el Señor alce sobre ti su rostro
el Dios que ha sido mi pastor hasta este día, y te dé paz. ¡Amén!
y que me ha rescatado de todo mal–
Te bendiga y haga que Su nombre viva en ti
y en tus hijos después de ti. ¡Amén!

Deuteronomio 28:3-6 1 Reyes 8:57-61

Bendito(a) seas cuando obedezcas al Señor tu Dios. Que el Señor nuestro Dios esté contigo como lo ha
Bendito(a) seas en la ciudad. estado conmigo.
Bendito(a) seas en el campo. Que nunca te deje ni te desampare.
Bendito sean tus hijos. Que Él incline tu corazón hacia Él
Bendito sea el trabajo de tus manos. y te haga andar en todos Sus caminos.
Bendito(a) seas cuando entres De día y de noche, que tus oraciones estén cerca de Él.
Bendito(a) seas cuando salgas. ¡Que el Señor mantenga tu causa
Bendito sea el nombre del Señor en tu vida, y la causa de todo Su pueblo
por los siglos de los siglos. ¡Amén! Para que tú y todos los pueblos de la tierra conozcan
que el Señor es Dios, y no hay otro! ¡Amén!
Salmo 1 Salmo 4
¡Que el Señor te bendiga! Que el Señor te dé Que el Señor te responda cuando clames
la valentía de no andar en el consejo de los impíos;
y te alivie en la angustia.
la fe para no detenerte en el camino de los pecadores;
y la resolución para no sentarte en la silla de los escarnecedores. Que Él alce sobre ti la luz de Su rostro
Que siempre te deleites en la ley del Señor y ponga alegría en tu corazón
y medites en ella día y noche. mayor que toda la alegría terrenal.
Que seas como un árbol plantado junto a corrientes de agua, Que el Señor te establezca como
que da su fruto a su tiempo
y su hoja no se marchita.
un hombre piadoso o una mujer piadosa
Que el Señor prospere todo lo que haces para Su gloria, que confía en Él.
Y que el Señor te guarde todos los días de tu vida para que puedas Que el Señor te haga habitar seguro.
permanecer en el día del juicio Y cuando te acuestes, que puedas dormir en paz. ¡Amén!
y unirte a la congregación de los justos para siempre. ¡Amén!

Salmo 13:5-6 Salmo 15

Que el Señor te colme de bienes Que seas bendecido(a) con la presencia permanente
todos los días de tu vida, del Señor.
Y que confíes siempre en la misericordia Que andes en integridad y obres en justicia.
del Señor. Que el Señor guarde tu lengua del pecado
En los días de tristeza y oscuridad, y mantenga tus relaciones puras.
que puedas gozarte en la salvación del Señor Que seas honorable, cariñoso(a),
y que cantes a Él por siempre. ¡Amén! y generoso(a) con tu dinero.
Que el Señor te mantenga en Su camino
para que no seas conmovido(a),
sino que permanezcas en la justicia
para siempre. ¡Amén!
Salmo 16 Salmo 23
Que el Señor sea tu pastor.
Que el Señor sea tu consejero todos los días de tu vida. Que Él te bendiga con todo lo que necesitas.
Incluso en la noche, que el Señor instruya tu corazón. Que Él te haga descansar en lugares de verdes pastos,
Que siempre pongas al Señor delante de ti. y te conduzca junto a aguas de reposo, y restaure tu alma.
Que Él te guíe por senderos de justicia por amor de su nombre.
Que el Señor esté siempre a tu diestra Que su vara y su cayado te infundan aliento para
para que nunca seas conmovido(a). que no temas mal alguno
Que tu corazón se alegre, que tu lengua se regocije, aún cuando camines por el valle de sombra de muerte.
Que el Señor prepare mesa delante de ti en presencia
y tu cuerpo descanse seguro. de tus enemigos.
Que el Señor te dé a conocer la senda de la vida, Que Él unja tu cabeza con aceite.
te llene de gozo en Su presencia Que tu copa de alegría rebose continuamente.
y te de deleites a Su diestra Que el bien y la misericordia del Señor te sigan todos los días de tu vida.
Y que mores en la casa del Señor por largos días.
para siempre. ¡Amén!

Salmo 103:1-5 Salmo 112


Que seas un hombre / una mujer que teme al Señor;
Que bendigas al Señor todos los días de tu vida.
Que encuentres gran deleite en los mandamientos del Señor.
Con todo lo que está dentro de ti, Que tus hijos sean poderosos en la tierra.
que bendigas Su santo nombre. Aún hasta la próxima generación,
Que nunca te olvides de los beneficios de Aquel que sean benditos tú y tus hijos.
perdona tus iniquidades, Que encuentres tus bienes y tu riqueza en Dios.
sana tus enfermedades Que permanezcas en justicia para siempre.
y rescata tu vida de la destrucción. Incluso en la oscuridad, que la luz resplandezca para ti.
Que el Señor colme de bienes tus años Que seas un hombre / una mujer clemente, compasivo(a)
y te corone de bondad y y justo(a).
tierna compasión para siempre. ¡Amén! Que nunca seas estremecido(a).
Y que tu nombre, [nombre completo],
sea recordado por el Señor para siempre. ¡Amén!
Salmo 121:5-8 Salmo 125:1-2

Que el Señor te guarde. Que el Señor aumente tu confianza en Él.


Que el Señor sea tu sombra a tu mano derecha Que seas como el monte Sión
para que el sol no te hiera de día que es inconmovible,
ni la luna de noche. que permanece para siempre.
Que el Señor te protega de todo mal Como las montes rodean a Jerusalén,
Que Él guarde tu alma. que el Señor te rodee
Que Dios guarde tu salida y tu entrada, ahora y para siempre. ¡Amén!
desde ahora y para siempre. ¡Amén!

Romanos 15:13 2 Corinthios 13:14

Y que el Dios de la esperanza Que la gracia del Señor Jesucristo,


te llene de todo gozo y paz al creer en Él, y el amor de Dios,
para que abundes en esperanza, y la comunión del Espíritu Santo
a través del poder del Espíritu Santo. ¡Amén! sean contigo ahora y para siempre. ¡Amén!
Efesios 3:14-19 Efesios 3:20-21
Y ahora, que nuestro gran y eterno Padre te bendiga. Y a aquel que es poderoso para hacer
Que te fortalezca en tu interior mucho más abundantemente
con poder por el Espíritu Santo. de lo que tú pides o entiendes,
Que Cristo more en tu corazón por la fe. según el poder que obra en ti,
Que seas arraigado(a) y cimentado(a) en amor
[y tu lado, y por encima de ti,
para que comprendas con todos los santos
la anchura y la longitud y la altura y la profundidad y debajo de ti, y alrededor de ti,]
del amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento. A Él sea la gloria
Que seas lleno(a) hasta la medida de toda la plenitud de Dios [en tu vida,] en la iglesia, y en Cristo Jesús,
según las riquezas de Su gloria. por todas las generaciones
Y que exaltes Su glorioso nombre por los siglos de los siglos. por los siglos de los siglos. ¡Amén!
¡Amén!

Efesios 6:10-17 1 Tesalonicenses 5:23-24


Que seas un hombre/una mujer que es fuerte en el Señor Que el mismo Dios de paz te santifique por completo
y en el poder de su fuerza. Que todo tu ser, espíritu, alma y cuerpo
Que seas bendecido(a) con toda la armadura de Dios
sea preservado irreprensible
para que puedas resistir contra las insidias del diablo.
Que puedas estar firme para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
con el cinturón de la verdad ceñido alrededor de tu cintura, Y que confíes siempre en El que te llama
y puesta la coraza de la justicia, y que ha fielmente completado tu redención.
y tus pies calzados con el apresto del evangelio de la paz. ¡Amén!
Que tomes el escudo de la fe, el yelmo de la salvación
y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios
para que cuando el día malo venga,
seas capaz de defender tu posición. ¡Amén!
2 Tesalonicenses 1:11-12 2 Tesalonicenses 2:16-17; 3:16

Con este fin, te bendigo en el nombre del Señor: Que nuestro Señor Jesucristo mismo,
Que el Señor te considere digno(a) de Su llamamiento y Dios nuestro Padre,
y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe, que te ama y por Su gracia,
por Su poder. te dé consuelo eterno y buena esperanza,
Y que el nombre de nuestro Señor Jesucristo consuele y afirme tu corazón
sea glorificado en ti y tú en Él, en toda obra y palabra buena.
Conforme a la gracia de nuestro Dios Que el Señor de paz te dé paz continuamente
Y de nuestro Señor Jesucristo, y en cada circunstancia.
a Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Y que la gracia del Señor Jesucristo
¡Amén! esté contigo ahora y para siempre. ¡Amén!

Hebreos 12:1 Hebreos 13:20-21

Que el Señor te bendiga Que el Dios de Paz


como los poderosos(as) hombres y mujeres de la fe que resucitó de entre los muertos
que han ido antes que tú. a Jesucristo nuestro Señor
¡Que Él te dé: mediante la sangre del pacto eterno
la gracia para despojarte de todo peso Te haga apto(a) en toda buena obra
y del pecado que tan fácilmente nos envuelve; para hacer Su voluntad,
la paciencia para correr la carrera y obre en ti lo que es agradable a Sus ojos
puesta delante de ti, a través del poder de Jesucristo
y ojos que estén puestos en Jesús, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
quien es el autor y consumador de nuestra fe! ¡Amén!
¡Amén!
El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia;
el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz.
números 6:24-26
Esta colección de bendiciones ha sido preparada con la esperanza de que las bendiciones
pronunciadas sean tan comunes en el hogar cristiano así como se encuentran al final de muchos
de los servicios de la iglesia. Como un padre y un Pastor, David Michael está convencido de que
pronunciar bendiciones sobre nuestros hijos es una forma poderosa para abogar por la gracia de
Dios sobre ellos y darles una visión de lo que esperamos que ellos se conviertan. Cada bendición
en esta colección se basa en textos bíblicos y fluye del corazón de un padre para sus hijas y el
corazón de un pastor para los hijos de su iglesia.

David Michael es el pastor de Discipulado de Padres y Familia en la Iglesia Bautista de Belén (Pastor for Parenting
and Family Discipleship at Bethlehem Baptist) en Minneapolis. Él y su esposa Sally han servido en Belén desde el
1980. Durante muchos años, sus exhortaciones, su sabiduría y consejo sobre la crianza de los hijos han beneficiado
la iglesia. Tienen dos hijas, Amy y Kristi. También han escrito y promovido programas de estudios de Escuela
Dominical, y el programa de memorización del Versículo Espada de la Escritura a través de Niños Deseando a Dios.

Niños Deseando a Dios 1.888.346.4700


P.O. Box 2901 niñosdeseandoaDIOS@desiringGOD.org
Minneapolis, MN 55402-0901 www.niñosdeseandoaDIOS.org

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