ARGUMENTO La palabra "argumento " viene
del latín argumentum, compuesto del verbo
arguere (argüir, dejar en claro) y el sufijo -
mentum (-mento = instrumento, medio o
resultado, como en monumento,
instrumento y sacramento). Este verbo se
relaciona con la raíz indoeuropea *arg-
(brillar). Esta raíz está presente en argentum
(plata, por su brillo) y de ahí Argentina y
argentífero.
Se designa con el término de argumento a
aquel razonamiento, generalmente parte de
un discurso oral o escrito, a través del cual, la
persona que lo expresa, intentará convencer,
persuadir, hacerle entender o resumirle a un
interlocutor o a un público más amplio, sobre
determinada cuestión.
Las siguientes palabras derivan de
argumento: Argumentar - Acción (-ar) de
formar argumentos. Argumentación - Acción
y efecto (-ción) de argumentar.
Argumentador - El que (-dor) argumenta.
Argumental - Perteneciente (-al) al
argumento. Argumentativo - Propio (-ivo) de
los argumentos. Argumentista - El que se
dedica (-ista) a argumentar.
ACENTO La palabra acento viene del latín
accentus, formada con el prefijo ad- (hacia)
que cambia a ac- por asimilación y cantus
(canto) participio del verbo canere (cantar).
De ahí también las palabras acentuar (de
accentuare) y acentuación (accentuatio). El
verbo canere se relaciona con la raíz
indoeuropea *kan (cantar) y las palabras
canción, chantaje, encantar e incentivo.
1. Tilde, signo ortográfico que se coloca
sobre una vocal, de acuerdo a unas normas
establecidas, indicando la sílaba tónica o
algún matiz especial de pronunciación:
acento ortográfico.
2. Pronunciación destacada de una sílaba en
el interior de una palabra, para distinguirla
de las demás: acento de intensidad o
prosódico.
3. Particulares inflexiones de voz de una
región: tiene acento sevillano.
4. Modulación de la voz: acento triste.
5.Énfasis, intensidad. Se construye con los
verbos cargar y poner: el Gobierno puso
especial acento en el problema del paro.
ADIVINANZA
NARRACIÓN La palabra narración viene del
latín narratio, narrationis, nombre de acción
con sufijo -tio(n) del verbo narrāre (relatar,
hacer a uno conocedor o sabedor de algo),
que es un denominativo formado a partir del
adjetivo latino gnarus (conocedor, quien
conoce) con pérdida de la g inicial y una
geminación de r que se explica, bien por la
síncopa de una primitiva forma *gnarurare, o
bien simplemente como geminación
expresiva. En cualquier caso narrāre en
origen significa "hacer a uno conocedor" (de
cualquier cosa), y como el adjetivo gnarus, se
asocia a una raíz indoeuropea *gnō-
(conocer), vinculada también al verbo latino
(g) noscĕre (conocer), de donde noción,
noticia y conocer, y al verbo ignorāre
(desconocer), de donde ignorar y añorar.
Pero la palabra latina narratio es un término
propio de la retórica que es acuñación, o
bien introducción desde el habla, no
podemos estar seguros, de Cicerón (s. I a.C.),
el gran orador y gran teórico de la retórica
latina, que la usa infinidad de veces en sus
tratados retóricos. Porque lo que significa
narratio propiamente en latín es una parte
fundamental del discurso, muy
reglamentado en sus partes y que se
enseñaba en las escuelas de retórica donde
los ciudadanos aprendían las artes del habla
pública. Todo discurso, fuera judicial, político
o panegírico, debía constar de unas partes
fijas. La narratio era pues simplemente la
denominación de una parte de un discurso,
lo que sucede es que por su carácter de
relación detallada, concatenada y objetiva de
unos hechos, con el tiempo adquiere el mero
sentido general de relato de algo, y en el
ámbito literario pasó a designar los géneros
en prosa que relatan cualquier historia, como
son el cuento y la novela, que llamamos por
eso géneros narrativos.
ODA La palabra oda designa a una
determinada composición poética lírica, que
admite asuntos muy diversos y muy
diferentes tonos y formas, generalmente de
alabanza, y se divide frecuentemente en
estrofas o partes iguales. Esto es así porque
el vocablo viene del latín oda, en que ya
designaba a esta modalidad poética. Pero el
vocablo es préstamo del griego ᾠδή ("odé"),
que en origen significaba canto o acción de
cantar, y pronto empezó a designar a cantos
de alabanza e himnos, a veces alegres, a
veces fúnebres, incluso cantos de guerra y
cantos mágicos, y de ahí la variedad temática
de este tipo de composiciones. El vocablo
ᾠδή es derivado del verbo ἀείδω ("aeido",
cantar), de donde también palabras como
monodia, melodía, rapsodia, prosodia,
tragedia, comedia y aedo (poeta- cantor
ambulante de épocas arcaicas de la antigua
Grecia). La raíz indoeuropea de este vocablo
es poco clara y discutida, pero algunos han
querido ver en ella una raíz indoeuropea
*aw- relacionada con el canto o el recitado.
ÉPICA La palabra épica proviene de la forma
femenina del adjetivo griego ἐπικός (epikos)
compuesta de ἔπος (epos = lo que se narra
por la palabra, palabra o discurso poético y
cantado, palabra, sentencia) y el sufijo - ικος
(ico = relativo). Entendemos pues como épica
lo relativo a un género literario en principio
oral y cantado, nunca escrito. La épica se
especializó en narrar leyendas fabulosas
sobre dioses, héroes y antepasados ilustres
de una comunidad humana. Sólo después sus
cantos y versos se pusieron por escrito, como
los de Homero sobre la Odisea de Ulises, o la
Ilíada sobre la cólera de Aquiles en el asedio
a Troya. La palabra griega ἔπος contiene la
raíz indoeuropea *wekw, a la que también se
vinculan términos latinos como vox, vocalis y
vocabulum, que nos han dado las palabras
voz, vocal y vocablo.
NOMBRE Es una palabra muy antigua, cuyas
raíces se hunden en el indoeuropeo nomen
‘nombre’, de donde se derivó la voz latina
nomen, nominis. El término indoeuropeo
dejó su rastro en la mayoría de las lenguas
modernas a través del latín, en palabras
como nominar, nomenclatura, denominar e
ignominia, entre muchas otras, o por
intermedio del griego ónoma, como anónimo
y sinónimo. A las lenguas germánicas
prehistóricas, nomen llegó directamente
desde el indoeuropeo bajo la forma namon,
que evolucionó hacia el inglés y alemán
modernos name, el holandés naam, el sueco
namn y el danés navn. Ya en castellano
antiguo la palabra nombre está muy
documentada, como vemos en este pasaje
del Cantar de Mio Cid: ¡En el nombre del
Criador que non pase por al, vayamos los
ferir en aquel dia de cras!
El Nombre, es una palabra que se le designa
a cualquier objeto presente en la tierra: una
persona, un animal, un objeto inanimado,
una situación, un sentimiento, todo con el fin
que esa palabra a la que llamamos nombre,
sirva como distintivo universal entre todos
los demás. Existen siete millones de personas
en el mundo, pero cada una necesita un
nombre en particular que lo defina frente a
los demás individuos que lo rodean. Un
nombre puede ser concreto: el cual se
establece desde el momento de su creación
o nacimiento o puede ser abstracto y se le
denomina a partir de una circunstancia en
particular o una característica muy definida
que contenga.
NOVELA La palabra del latín novella, forma
femenina del adjetivo novellus (novedoso)
diminutivo de novus (nuevo). Novella en
origen significa anuncio de una cosa
novedosa, y de hecho la palabra en francés
nouvelle, no significa "novela" sino noticia. El
hecho de que a este género que se
desarrolló mucho en el Renacimiento se le
llamara novela es precisamente porque
aborda novedades en cuanto a temática y
argumentos, apartándose de las tradiciones
argumentales repetidas de otros géneros
literarios. Pero el género de la novela, relato
de ficción en prosa extensa y compleja, es
una creación literaria de la época del Imperio
Romano. Allí en efecto aparecen las primeras
novelas conocidas escritas en latín y dignas
de tal nombre, que fueron el Satiricón de
Petronio (s. I d.C.) y El Asno de Oro (también
llamada Metamorfosis) de Apuleyo (s.II d.C.),
que serían el principal modelo para la novela
picaresca del Siglo de Oro. Un poco después
en la zona oriental de habla griega del
Imperio romano se escriben en griego
algunas obras noveladas, como Dafnis y Cloe
de Longo, que será el modelo de la novela
pastoril, y otras diversas que configuran el
prototipo de la llamada "novela bizantina"
(un género de aventuras y peripecias varias
en que los protagonistas logran finalmente
sus objetivos).
la Edad Media habían varios tipos En la Baja
Edad Media se desarrolla un género de
novela llamada "de caballería", que no es
más que una variante de la novela bizantina
de aventuras, sólo que su temática y
protagonistas están sacadas de los ciclos
épicos medievales y el héroe es el caballero
andante. Es por cierto este género el que
parodia y transforma Cervantes en un
fascinante espejo crítico de su sociedad con
El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha.
Pero Cervantes es un fantástico novelista
que tocó y renovó todos los géneros, como el
bizantino en su novela "Los trabajos de
Persiles y Segismunda"y casi todas las
variantes en la serie de sus "Novelas
Ejemplares". La picaresca florece en el
Renacimiento y después ya se desarrollarán
hasta llegar a nuestra época todos los
géneros: novela costumbrista, histórica, de
tesis, fantástica, policíaca, de ciencia ficción,
etc. Todo cabe en la novela.
SIGNO La palabra "signo" viene del latín
signum (insignia,marca, seña, estandarte,
aquello que los hombres siguen). La palabra
latina signum (< *sekw-no) viene de una raíz
indoeuropea (*sekw-) que significa seguir y
que no hay que confundir con *sek- (cortar).
WEBGRAFIA

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