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REBECCA’S COVE

de LJ MAAS

TRADUCTORA: © 2017

REVISADA POR: charisen


SINOPSIS

BJ Warren originaría de Chicago, viaja a la isla de Ana Lia, en Florida,


para cuidar la casa de su abuela después que ésta sufra un accidente y se
rompa la cadera. Nada ni nadie en la isla está cerca de lo que BJ llamaría
normal. Los habitantes de la isla existen en un mundo que se preocupa poco
por lo que la gente hace en el continente. El centro de actividad de su sociedad
gira en torno a un restaurante llamado Rebecca's Cove, donde la egoísta BJ
aliena a casi todos los miembros de la pequeña comunidad. Pero, ella
encuentra su fósforo en una mujer local, Hobie Lynn Allen.

Esto no es una historia de amor a primera vista, ya que ambas mujeres


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se encuentran entre sí completamente molestas y egoístas. Sin embargo, la
isla -y Rebecca’s Cove- tienen una manera extraña de cambiar la manera que
la gente ve su mundo y la gente alrededor de ellos. A veces no es una cuestión
de lo que estás viendo, sino más bien la posición desde la que lo ves.

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Para C.B.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 1

—¿Esa es la mejor línea que se te ocurre? —La rubia tocó sus uñas
perfectamente cuidadas en la mesa cubierta de lino.

—Bueno, con tan poco tiempo, —se burló la morena. Tomó un saludable
trago del vodka con ginebra en su codo.

Hobie Allen estaba empezando a disfrutar de esto. Pensaba que cenar


en un restaurante sola sería terriblemente aburrido, pero las mujeres de la
mesa junto a ella, sin saberlo, proporcionaban algo de entretenimiento de
primera. Era difícil no escuchar a escondidas cuando su mesa estaba a sólo 5
unos metros de distancia de la pareja discutiendo.

—¿Eres una escritora y la mejor excusa que puedes imaginar es que


esto no está funcionando?

—Tienes que darme crédito. Estoy terriblemente borracha, —dijo la


morena. Sonrió ante su propia ingenuidad.

—Habría pensado que me clasificabas mejor. Después de todo, hemos


estado saliendo durante dos semanas.

—No, querida, hemos estado teniendo relaciones sexuales durante dos


semanas. No hemos ido a ninguna parte... hecho nada. Sólo ha sido sexo en
cada ascensor y motel en Chicago. Técnicamente, señaló a su alrededor con
una mano, esta es nuestra primera cita.

—Eres la más arrogante, superficial...


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—¿Me estás llamando superficial? Eres, con mucho, la persona más


egocéntrica que he conocido y debo conocer. Hasta ahora, yo era la persona
más egocéntrica que había conocido.

—¡Disfruta tu cena, perra! —El siguiente acto fue de manual, y todos en


el restaurante lo vieron venir, todo el mundo excepto la morena ebria. La rubia
se levantó y con un rápido movimiento lanzó su bebida en la cara de la otra
mujer.

La beneficiaria del baño de vino blanco saltó para mantener el resto de


la bebida fuera de su regazo. Agarró una servilleta y se secó la cara, aliviada
que la mayor parte del líquido la hubiera eludido. Ahora de pie, la mujer se
alzaba sobre los camareros que ansiosamente corrían a su alrededor.

Hobie la observó por el rabillo del ojo. Obviamente, esta mujer era
alguien. El personal cayó por todas partes tratando de ayudarla. Aunque Hobie 6
era de una altura por encima de la media de 1,70 metros, esta mujer parecía
tener más de 1,80 metros de alto. Tenía el cabello oscuro que caía justo en la
parte superior de sus orejas y se separaba en un lado. Cuando miró hacia
abajo para secarse sus pantalones, Hobie echó un vistazo. Las piernas largas,
los hombros anchos y los ojos grises suaves llenaron el paquete. Cuando la
mujer miró hacia atrás, miró directamente a la mirada de Hobie. La pausa
embarazosa duró más de lo que las buenas costumbres pidieron, pero Hobie
se sintió atrapada. El pelo corto de la desconocida se sumergió
seductoramente sobre un ojo de una manera que recordó a Hobie a un joven
Elvis.

De repente, le guiñó un ojo a Hobie y se encogió de hombros como si


estuviera atrapada haciendo algo tonto. Hobie se sintió sonreír hasta que se dio
cuenta que se sentía como un coqueteo. Al instante, sus defensas subieron y
sintió el calor de un rubor subiendo por su cuello. Apartó la mirada de la mujer
de pie y se concentró en el trabajo que había traído a la cena.
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A lo largo de su comida, Hobie no podía superar la sensación que


alguien la estaba mirando. No se atrevió a mirar a la morena otra vez. Eso es
todo lo que necesito. Recuerda, Hob, te vas a casa mañana. No te vuelvas loca
en la gran ciudad. Hobie leyó el diario ante ella, haciendo una pausa ocasional
para hacer una nota en su agenda electrónica. Los cinco días de conferencias
habían sido maravillosos. No sólo había aprendido algunas técnicas
interesantes para llevar a sus pacientes, una semana en Chicago había sido
unas vacaciones muy necesarias.

Un mensaje pasó por la PDA1 de Hobie. Dejó de masticar el extremo del


lápiz óptico. Una frase apareció en la pequeña pantalla.

Me gustaría saber lo que se siente al besarte.

Inmediatamente, la cabeza de Hobie se sacudió. Esperando que se


detuviera en la mirada de un empresario de Michigan Avenue, miró la 7
habitación. Por supuesto, eso era probablemente lo que el acosador de la
computadora quería, pero ella no podía evitarlo. Era como si alguien le dijera
que no mirara a la persona sentada en la mesa de al lado. Su primer impulso
siempre había sido mirar. Mucho más tarde, Hobie se dio cuenta que fue su
siguiente acción lo que cambió su vida por completo.

Ella no vio una mirada maliciosa, sino que encontró un par de


deslumbrantes ojos grises que hicieron que sus pulmones olvidaran por qué
estaban allí. Para cuando Hobie contuvo el aliento, se dio cuenta que estaba
sonriendo de nuevo a la morena que había metido una delgada PDA en el
bolsillo de su chaqueta.

¡No sonrías, Hobie Lynn! ¿Estás loca? Esto es una orden. ¡No sonrías!
No la animes. La voz en la cabeza de Hobie le gritó. Esa voz le impedía hacer
algo completamente estúpido en su vida, cuando la escuchaba. Le gustaba
ignorar la voz. Cada vez que sus acciones producían consecuencias
desastrosas, siempre juraba que la próxima vez, escucharía. Rara vez lo hacía.

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Agenda electrónica
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Esta noche no fue diferente ya que Hobie sintió una tensión en su


abdomen ante la hermosa mujer. Había pasado mucho tiempo desde que
había sentido esa sensación. Hobie realmente no había dicho sí o no cuando
encontró a la extraña sentada frente a ella y al camarero que les traía bebidas
frescas.

—No podría dejarte salir de este restaurante sin decirte que me gustaría
hacer de esta noche la noche más emocionante de tu vida, —dijo la
desconocida.

—¿Me llevas a Disneyland? —Replicó Hobie. Ella habría reído en voz


alta en la primera línea si alguien más lo hubiera formulado. La encantadora
sonrisa de la morena nunca vaciló y parecía completamente confiada, como si
ser rechazada fuera un concepto extraño. A pesar, que los ojos de la extraña

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no revelaron nada, Hobie pudo decir que había consumido una buena cantidad
de alcohol. Había una insinuación definida en su discurso y una inestabilidad
en la manera en que ella sostenía su cuerpo. Por desgracia, esos pequeños
defectos la hicieron aún más atractiva.

—Eso es bueno. Eres rápida. Me gusta eso. Sin embargo, estoy


terriblemente atraída por ti.

—También estás muy borracha, ¿verdad?

—Oh, no, no de ninguna manera. No me permito emborracharme hasta


después de la medianoche. Sólo estoy moderadamente borracha.

Hobie no tenía control de la risa liviana que se le escapaba. Borracha o


sobria, la mujer que estaba frente a ella era condenadamente encantadora.
Hobie sospechaba que también lo sabía. La mujer tomó la reacción de Hobie
como aquiescencia y deslizó su silla más cerca. Hobie notó la sutil maniobra.

—Dime, ¿no acabaste con alguien en la mesa?


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—¿Quién, yo? No. Era mi secretaria. Tuve que despedirla. —Se inclinó y
murmuró—: Ella roba. Es un caso triste. Me temo que es compulsivo.

—Roba, ¿eh? —Hobie se inclinó hacia atrás y miró a la mujer—. ¿Qué


robó?

—¿Qué?

—Robar. ¿Qué robó?

—Um... Wite-Out2.

—¡Oh, por favor! —Hobie se rio y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Bueno, no quería decir esto... también había Post-it de notas. Estarías


sorprendida de cómo se puede sumar eso, puede llevar a una compañía de
Fortune 500 por las tuberías.
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—¿Estás segura que no estás en una noche de liberación de algún
centro de salud mental?

—Está bien, sí. —La morena se rio y se sentó derecha—. No sobre la


liberación, pero la estaba viendo. Ya no estoy. Sin embargo, odio morir en el
dolor. Así que fuera lo viejo y bienvenido lo nuevo.

—Sin duda no te tomó mucho tiempo para superar la angustia


interminable. —Hobie no pudo evitar participar en la burla juguetona.

—Sano muy rápido y, después de todo, —la frente de la mujer se


arrugó—, fue hace bastante tiempo.

—¿Bastante tiempo? ¿Llamas a esperar dos horas antes de buscar a


otra mujer bastante tiempo?

—Bueno, —replicó la desconocida a Hobie con la misma sonrisa


burlona—, esperé una hora después de cenar antes de venir aquí. Una hora es

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Corrector
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la cantidad correcta de tiempo, ¿no? ¿O era nadar? Siempre me confunden las


dos.

Hobie rio tan fuerte que las lágrimas le llegaron a los ojos. Con una
expresión de satisfacción, la morena se recostó en su silla.

—Eres incorregible y estoy segura que ni siquiera debería estar


hablando contigo. Diría que eres el tipo de mujer que mi madre me advirtió.

La morena se inclinó de nuevo. —Diría que tu madre era una mujer muy
inteligente. No, realmente, vamos. Al menos déjame llevarte por la ciudad. Es
una noche hermosa.

—Ni siquiera sé tu nombre.

—BJ Warren. —Le tendió la mano.

—Hobie Allen, —respondió la mujer de cabello pelirrojo. Sacudió la 10


mano ofrecida.

—Allí, ahora estamos debidamente presentadas. ¿Qué me dices?

Hobie apenas podía oír hablar por encima de los gritos de la voz en el
fondo de su mente. —Está bien, saldré contigo.

—No lo lamentarás.

—Sabes que no tengo intención de dormir contigo, —dijo Hobie.

BJ sonrió.

—Tengo que insistir en un reconocimiento verbal de ese hecho.

BJ hizo una pausa. —Reconozco que en este momento, crees


firmemente que es cierto.

Hobie sacudió la cabeza. No podía entender por qué estaba de acuerdo


con esto. Era completamente opuesto a cómo vivió su vida. —Realmente eres
otra cosa.
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Las mujeres se levantaron y BJ tuvo que detenerse momentáneamente


para sacudir las telarañas de su cerebro.

—Dime que no estás conduciendo, —dijo Hobie.

—Hay tres reglas a las que siempre me adhiero.

—¿Y son?

—Siempre pago mis impuestos para el 15 de abril, nunca tengo sexo


desprotegido con alguien que no conozco, y nunca bebo y conduzco.

—Eres una chica de póster para el estilo americano.

—Una hace lo que se puede, —dijo BJ con una sonrisa.

Salieron del restaurante y Hobie se sorprendió que BJ no estuviera


tropezando con ella. O bien había tenido una gran experiencia funcionando 11
mientras estaba ebria o el alcohol no la había afectado tanto como Hobie
pensaba. El aire era mucho más frío de lo que había sido antes cuando Hobie
caminó hacia el restaurante. Se frotó las manos a través de la piel de gallina en
sus brazos.

—¿Te importaría que volviera a mi habitación de hotel a buscar una


chaqueta? —Preguntó Hobie.

—En absoluto, lo siento. ¿Dónde te estás quedando?

Hobie señaló el edificio al que estaban de pie.

—Bueno, eso es conveniente, ¿no?

—Déjame preguntarte algo, —comenzó Hobie mientras entraban en el


vestíbulo—. Actúas como si supieras que no vivo aquí.

BJ se encogió de hombros. —Tienes esa mirada turística en ti. Además,


no muchos nativos de Chicago tienen ese buen bronceado en abril.

—Oh. Um, ¿por qué no esperas aquí y vuelvo enseguida?


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—¿Por qué no te llevo?

—Sólo un segundo.

—Y tienes miedo que voy abordarte en el ascensor.

—No, no dije eso.

—Tal vez tengas miedo después de todo, que no puedas resistirme.

—No veo que eso suceda.

BJ soltó con su aliento unos cuantos ruidos bajos de cloqueo. Era la


última gota proverbial.

—¡No soy una gallina! Ah, vale. Venga.

—Qué oferta encantadora.


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Hobie se volvió para mirar a BJ, que levantó rápidamente las manos.

—Sólo bromeaba, —dijo.

Para Hobie, el silencio en el ascensor era ensordecedor. Se aclaró


nerviosamente la garganta mientras se preguntaba una vez más por qué
estaba haciendo esto. —En el restaurante, ¿cómo supiste que era gay? —La
pregunta la había fastidiado desde el principio.

—No lo hice, —dijo BJ. Se apoyó contra la pared y fijó una mirada en
Hobie que se sentía todo el camino hasta los dedos de los pies.

O esta mujer tiene toda la confianza en el mundo o ella es realmente


muy buena, pensó Hobie. Se dejó perder en la penetrante mirada de la otra
mujer. Estaba hipnotizada, y Hobie se sentía como si haría cualquier cosa que
la mujer le preguntara mientras la miraba así.

—Oh, —dijo Hobie suavemente. Las puertas del ascensor se abrieron


antes que ella pudiera seguir esa línea de pensamiento más lejos.
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Una vez dentro de la habitación, Hobie recuperó la chaqueta blanca de


lino que iba con su falda. —Está bien, lista para salir.

—¿Te importa si uso su baño? —BJ sonrió cansadamente a Hobie.

—Por supuesto que no, está justo ahí. ¿Te sientes bien?

—Claro, solo será un minuto.

Hobie se paró ante la ventana mirando hacia el paisaje iluminado por la


luna de Chicago. Oyó el agua corriendo en el baño y se preguntó de nuevo lo
que estaba haciendo en su habitación de hotel con una extraña borracha. Sólo
quiero compañía, eso es todo. Quiero decir, dejé claro que no voy más allá de
tomar unas copas. Oh, buen Dios, Hobie, no mientas, especialmente a ti
misma. Sabes muy bien que si te mira una vez más como lo hizo en ese
ascensor, vas a olvidar tu resolución. Vas a olvidar quién eres y de dónde
vienes, y vas a saltar a la cama con ella. Sólo hay una respuesta. Tengo que
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cancelar esto simple y llanamente y enviarla en su camino.

—Vista impresionante.

Hobie sintió un cálido aliento a lo largo del borde de su oreja derecha y


esperó que el escalofrío que corría a través de su piel no se notara. —Um, sí.
La ciudad es hermosa por la noche.

—Esa no era la visión de la que estaba hablando.

Las puntas de los dedos se deslizaron a lo largo de la piel de los brazos


de Hobie. Cerró los ojos ante la agradable sensación y se dio cuenta de cuánto
tiempo había pasado desde que alguien la había tocado de esa manera.
Suaves labios en la parte posterior de su cuello volvieron su mente a la
realidad.

Se giró en los brazos de BJ y la detuvo mientras se inclinaba para


reclamar los labios de Hobie en un beso. Hobie empujó contra su pecho con
ambas manos.
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—Oh, no, no lo haces. Esto es exactamente lo que no necesito,


—protestó Hobie. Se escapó al otro lado de la habitación.

—¿Eso te suena tan poco convincente como a mí? —La voz de BJ fluyó
a través de los sentidos de Hobie como una cálida miel. BJ lentamente hizo su
camino a través de la habitación. Hobie levantó la vista con grandes ojos
verdes que parecían hechizados—. Porque, Hobie, creo que en el fondo crees
que esto es exactamente lo que necesitas.

Hobie sospechaba que era la misma frase que usaba BJ todo el tiempo.
Algunas de las palabras podrían cambiar de vez en cuando, pero ella tenía la
sensación que el sentimiento siempre las atrajo. BJ sonrió de una manera que
Hobie sospechaba que ninguna mujer había resistido mucho tiempo antes de
inclinarse una vez más, pero esta vez Hobie no la detuvo. Hobie parecía un

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pequeño conejo asustado, demasiado asustado para correr y demasiado
asustado para no hacerlo.

BJ rozó sus labios contra los de Hobie, suavemente al principio.

El gemido estrangulado que salía de la garganta de Hobie era un claro


indicativo. Deslizó los brazos alrededor del cuello de BJ y compartieron un beso
como ninguna de las dos había experimentado.

Un sonido como puro deleite escapó de los labios de BJ mientras las dos
se separaban para respirar. Segundos después, Hobie enredó sus dedos en el
corto pelo oscuro de BJ y la atrajo hacia abajo para otro beso apasionado. BJ
deslizó sus manos bajo la chaqueta de Hobie y la acercó.

—Buen Dios, eso fue... quiero decir... ¿dónde aprendiste a besar así?
—BJ tartamudeó sin aliento cuando se separaron para respirar.

El sonido de la voz de BJ cortó directamente a través de la neblina


libidinosa de Hobie. —¿Qué diablos estoy haciendo? —Trató de dar un paso
atrás, pero BJ todavía la abrazaba fuertemente entre sus brazos.
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—Bueno, si no lo sabes, déjame ser la primera en decirte que eres


natural, —dijo BJ mientras su cuerpo se balanceaba de un lado a otro.

—Dios en el cielo, ¿qué estoy haciendo?

—Oye, no es tan malo. —BJ estaba arrastrando sus palabras más que
antes.

—¿No es tan malo? —Hobie casi gritó—. ¡Estoy saliendo con una
completa extraña que está tan borracha que apenas puede sostenerse!

BJ confundida frunció el entrecejo. —¿Quieres decir que todavía estoy


de pie?

—¡Oh Dios! ¡No creo que esto esté pasando! —Hobie se liberó del
abrazo de BJ y giró alrededor—. Yo no hago este tipo de cosas. Nunca dejo
que mi cuerpo piense por mí. Quiero decir, no soy yo. Soy una romántica 15
desesperada, no el tipo de mujer que se acuesta con cualquiera. Necesito
tiempo para conocerte, romance... quizás algunas flores. Lo siento mucho, BJ.
Pareces una mujer increíble, pero no puedo...

Hobie se volvió y la vista la hizo congelar. Le tomó cinco segundos antes


que su cerebro pudiera resbalar e impulsar su cuerpo hacia delante. —¡Oh, no!
¡No, no, no, no, no!

Hobie corrió hacia la cama y BJ, que estaba tumbada sobre ella. —¡No
te atrevas! BJ, despierta. ¡Despierta, maldita sea! —Hobie se sentó en la cama
y golpeó ligeramente la mejilla de la mujer inconsciente—. Oh, Dios, por favor
no me hagas esto. Lo juro, jamás haré esto de nuevo. Si me ayudas con esto,
te prometo que iré más a misa y prometo que jamás volveré a actuar como una
puta.

Hobie miró a la mujer tumbada y se dio cuenta que la ayuda no vendría


de arriba, al menos no pronto. —BJ, por favor, no puedes quedarte aquí.
—Hobie sacudió los hombros de la mujer una vez más.
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BJ hizo un pequeño sonido y se volvió, abrazando la almohada a su


lado. Llevaba una expresión agradable, con las comisuras de la boca en una
leve sonrisa. Hobie se rindió con exasperación, sus brazos cayendo a sus
lados y la derrota en sus ojos. —Es por eso que no hago cosas como estas,
—dijo en voz baja a la mujer dormida—. Esto sólo podía sucederme a mí.

BJ no podía entender por qué había una camarera caminando en el


techo hasta que se dio cuenta que su cabeza colgaba sobre el extremo de la
cama. La delgada mujer de piel morena que se acercó a BJ lo hizo de cabeza.
La vista hizo a BJ mareada, lo que causó que su estómago comenzara su
protesta del consumo de alcohol de la noche anterior.

—¿Puedo limpiar la habitación ya, señora? —Preguntó la camarera del


hotel.

BJ tragó y examinó cautelosamente el interior de su boca con su lengua. 16


Había estado segura que encontraría allí algodón metido. Al no encontrar tal
sustancia, tragó unas cuantas veces más. —¿Tiempo? —Finalmente raspó.

—¿Disculpe?

—¿Qué hora es?

—Son las dos de la tarde, señora. La otra dijo que no la despertara


hasta después del mediodía. Dijo que trajera una comida si no estaba despierta
por ahora. ¿Tiene hambre? —Levantó la tapa de plata abovedada que cubría
un plato de porcelana blanca.

El aroma, que en circunstancias normales hubiera sido tentador, golpeó


a BJ como un golpe invisible en el estómago. Podía sentir el pequeño
retumbar. —Te daré cien dólares si llevas esa comida lo más lejos posible de
esta habitación.

—Sí, señora.
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Cuando la sirvienta hizo girar el carrito hasta el ascensor y mandó que


un camarero lo devolviera a la cocina, BJ estaba sentada al lado de la cama.

—Te bendigo, —murmuró—. Aquí tienes. —Le ofreció un billete de cien


dólares.

—Oh, no, señora, no tiene que hacer eso. Su amiga me dio una propina
bastante grande para hacerme el día.

—No tengo amigas, —dijo BJ instintivamente. Luchó por recordar quién


era la mujer con la que había estado la noche anterior. “He estado con” tendría
que ser utilizado vagamente, ya que BJ había despertado en la cama por sí
misma y completamente vestida. ¿Quién diablos era ella?

—Bueno, esta chica salió y me pagó para hacer lo que hice por usted
hasta ahora. Incluso pagó por un día extra porque dijo que probablemente
dormiría hasta tarde, —explicó la sirvienta.
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No es exactamente la primera vez que me desmayo, pero ni siquiera
recuerdo qué diablos hice, eso es nuevo. BJ se pasó los dedos por el pelo y se
masajeó el cuero cabelludo. Su cabeza se sentía tan pesada como una bola de
boliche. No podía creer que una desconocida se hubiera preocupado tanto,
sobre todo después que ella se hubiera desmayado. Tenía un extraño
sentimiento acerca del encuentro. No podía recordar ningún detalle, pero había
algo allí. Era algo distinto a lo que había conocido antes. Pensando de nuevo,
hizo un espacio en blanco en la noche después de romper con... ¿cuál era el
nombre de esa chica?

—No creo esta mierda, —dijo en voz alta. Ni siquiera puedo recordar el
nombre de la chica que he estado jodiendo durante las últimas dos semanas—.
Eres un caso, Warren. Por eso no hago cosas como estas, —le dijo a la
indiferente camarera—. Esto sólo podía suceder a mí.
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CAPÍTULO 2

—Mira, ¿por qué no golpeas un par de teclas y buscas el nombre de la


mujer que se quedó en 8312 anoche? Estoy segura que incluso alguien
mentalmente desafiado como tú debería ser capaz de hacer eso.

BJ estaba en forma rara cuando debatía con el conserje. Tenía una


resaca tan grande como Wyoming y la mitad de Montana. Quería conseguir un
nombre y número, pero el personal del hotel no había sido nada cooperativo.

—Como he dicho, señorita Warren, tenemos...

—Y como he dicho, Sydney, no me importa el culo de una rata tus 18


jodidas reglas. ¿Cuántos problemas podría haber para darme esta
información?

—Quizá si fuera familia...

—Si ella fuera un maldito miembro de la familia, ¿necesitaría que me


dieras su número de teléfono?, —BJ gritó. La inquebrantable actitud del
secretario la enfureció aún más—. Está bien, aquí está el trato, Sydney.
—Comenzó a contar billetes de la delgada cartera que sacó del bolsillo interior
de la chaqueta. Dejó su billetera y luego se inclinó sobre el escritorio y metió el
fajo de billetes en el bolsillo delantero del hombre—. Aquí hay quinientos
dólares. Es todo tuyo. Todo lo que tienes que hacer, —añadió cada palabra
lentamente—, ¡es empujar un pequeño botón en tu computadora y darme el
nombre de la jodida mujer que se quedó en esa habitación! —Cuando terminó
la frase, gritó de nuevo.

El hombre suspiró y miró hacia arriba. Los oficinistas y los botones


estaban seguros que estaba pidiendo al cielo alguna ayuda intercesora. Sacó
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el dinero de su bolsillo, lo colocó en el mostrador y se dirigió hacia su


computadora.

—Ahora estamos llegando a algún lugar, —dijo BJ con aire presumido.

Sydney apagó la computadora.

—Bueno, en realidad no era el botón correcto, ¿verdad Sydney? —BJ


observó cómo el hombre se despidió y dejó el escritorio a través de una puerta
trasera—. Rata bastarda, —murmuró a la figura en retirada.

BJ hizo que el portero le llamara un taxi. Una vez dentro, tragó la


aspirina que había comprado en la tienda de regalos del hotel. Tomó todo lo
que tenía para conseguir las píldoras en su garganta seca. —Lake Shore
Towers, —le dijo al taxista y sacó su teléfono celular.

Recorrió los números almacenados y seleccionó el que marcaba a Jules. 19


Escuchó la serie de tonos que representaban el número de trabajo de su
agente y esperó impaciente, mirando distraídamente por la ventana al lago
Michigan.

BJ había conocido a Juliana Ross casi toda su vida desde que estaban
juntas en segundo grado en la escuela parroquial. La familia de Juliana se
mudó a los Estados Unidos desde Londres, Inglaterra-Essex, para ser exactos.
Juliana había pagado poderosamente por su lugar de nacimiento una vez que
una BJ de trece años, que estaba de vacaciones en Inglaterra, descubrió lo que
significaba ser una chica de Essex. Las chicas de Essex tenían una reputación
de ser cabezas huecas y libres con sus afectos, al igual que los estereotipos de
las rubias americanas. BJ hacía mucho tiempo llamaba a su amiga “chica de
Essex,” a pesar de que Juliana no sólo era muy inteligente, si no que
éticamente y moralmente tenía altos estándares como sabía BJ.

Si Juliana no era la mejor amiga de BJ, probablemente habría sido la


última persona a la que BJ llamaría. Sin embargo, BJ se encontró obsesionada
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con la extraña de la noche anterior, y estaba decidida a encontrarla, aunque


todavía no estaba absolutamente segura de por qué.

—Jules, necesito que me encuentres una chica, —dijo tan pronto como
su amiga la atendió.

—Te lo he dicho cien veces, no soy ese tipo de agente. Ve a Rush


Street, es como una mezcla heterogénea allá abajo, —dijo Juliana. Su acento
hizo que sus palabras salieran en un rápido revoltijo de sílabas caídas, pero BJ
estaba acostumbrada.

—Eso es muy lindo. No me refiero a esa clase de chica. Necesito


encontrar a la chica con la que estuve anoche. —En la mente de BJ, podía ver
la cabeza de su amiga temblando.

—Sé que suena extraño. De hecho, suena un poco patético ahora que
estoy diciendo las palabras en voz alta. —BJ rápidamente le contó el resto de
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la historia—. Mira, sé que esto suena loco, pero todo lo que sé es que tengo
que encontrar a esta chica de nuevo. No entiendo por qué, pero es como si
todo mi futuro dependiera de volver a verla.

Juliana pensó en lo que BJ acababa de decirle. Esto se apartaba de la


actitud arrogante habitual de BJ con respecto a mujeres. Con los años, BJ se
había convertido en una belleza regular y la bestia se convirtió todo en uno. Era
absolutamente linda y podía ser encantadora cuando quería algo, pero también
tenía la más desagradable disposición de cualquier persona que Juliana
hubiera conocido.

Su amistad perduró porque BJ parecía capaz de derribar los muros y ser


ella misma con Juliana, que, siendo agente literario, estaba acostumbrada a
tratar con escritores temperamentales. Sus egos necesitaban acariciarse
veinticuatro horas al día y BJ no era diferente. De hecho, su ego era más frágil
que la mayoría. La ironía era que, aunque BJ probablemente necesitaba y
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quería el amor más que nadie, su actitud, ira y comportamiento egoísta nunca
le permitían a nadie la oportunidad de acercarse.

—Está bien, está bien, Señorita Melodramática. Tengo a alguien a quien


puedo poner. Entonces, ¿dónde ocurrió toda esta magia?

BJ le dio a Juliana toda la información que pudo sobre la noche anterior.

—Oye, hablando de donde estabas anoche, compañera, tu abuela me


llamó, —interrumpió Juliana.

—¿Tanti? ¿Por qué te llamó?

—Porque tu teléfono estaba apagado. ¿Nunca revisas tus mensajes?


Dijo que no era de vida o muerte, pero sí dijo que tenía que hablar contigo hoy.
¿Necesitas que la llame por ti?

—No, no. Estoy llegando ahora a casa. Planeo remojarme en un baño 21


caliente y luego suicidarme si esta resaca no desaparece. La llamaré antes de
eso.

Juliana se rio entre dientes. —Todo bien. Sólo recuerda no sangrar


demasiado en la alfombra. Nunca te devolverán el depósito si lo haces.

BJ gimió de placer ante la sensación del agua caliente del baño en su


piel. Estiró el cuello y se estremeció. Desmayarse y dormir en una cama
extraña le había torcido el cuello y los músculos de los hombros. Estaban
gritando en represalia. Sorbió el vodka Chopin3 helado y sujetó el pesado vaso
a un lado de su cabeza. El frio vaso detuvo el dolor en su sien por un breve
instante, pero luego los latidos se reanudaron.

BJ había telefoneado a la casa de su abuela seis veces durante las


últimas horas sin respuesta y estaba empezando a preocuparse. Su abuela
vivía en la costa de la Florida, en una isla llamada Ana Lia. BJ sólo había
estado allí unas cuantas veces en su vida. Ni siquiera podía recordar su última

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Marca de vodka
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visita. Pensó que debió haber sido después de su graduación universitaria


cuando sus padres seguían vivos.

Evelyn Warren era la madre de su padre. La anciana había adorado a


BJ, pero tenía algún tipo de pelea con su hijo. Ninguno habló de ello, pero el
padre de BJ nunca la había animado a visitar a su abuela. BJ siempre había
encontrado el amor y la aceptación de la anciana, a pesar de que pensó que
era rara la mayor parte del tiempo.

Su Tanti, como BJ la llamó, había sido una renombrada fotoperiodista. El


nombre de Evelyn Warren había estado en numerosas revistas Life desde 1940
a 1970. Un accidente de jeep durante una misión en Guatemala a principio de
los años setenta la dejó herida, y ella y su mejor amiga Aimee se habían
retirado después de eso a casa de la isla de Evelyn. Aimee era una enfermera,

22
que funcionaba bien. Evelyn había sido una mujer obstinada en ese entonces,
y el presionar y empujar de Aimee había sido la razón por la que Evelyn hizo su
terapia física, lo que finalmente le permitió caminar de nuevo.

BJ sonrió mientras recordaba cómo las dos ancianas solían gritar a


través de la casa la una a la otra. Después de Aimee falleció, la abuela de BJ
estuvo más solitaria, contenta de permanecer dentro de su casa en la isla, no
importa cuántas veces BJ le animó a trasladarse a Chicago. BJ habló con ella
dos veces por semana y atendió sus necesidades financieras, aunque todavía
no había ido a la isla como tampoco lo había hecho cuando su padre estaba
vivo. Su ausencia se debió en parte a la extrañeza de la isla. La gente de allí
parecía descentrada, como si estuvieran al margen de los pensamientos
modernos. La segunda razón era el miedo de BJ al agua. Tuvo que conducir
sobre un puente terriblemente largo a través del Golfo o tomar un ferry a la isla.
Ninguna de esas opciones había tenido mucho atractivo para ella.

El teléfono celular de BJ sonó, aunque sonaba más como un grito en su


dolorida cabeza. Extendió la mano y presionó el botón de hablar.

—¿Sí?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Baylor?

—¡Tanti! —BJ se sintió aliviada, pero inconscientemente se estremeció.


Su abuela era la única familia viva que le quedaba y la única persona que
todavía la llamaba por su nombre—. Tanti, ¿dónde has estado? Llevo horas
llamándote.

—Bueno, ahora, las cosas no están tan mal.

—¿Qué quieres decir con tan mal? ¿Por qué debería ser malas? ¿Estás
enferma?

—No, querida, tuve un pequeño accidente.

—¡Un accidente! —BJ se sentó en la bañera, ignorando el dolor en su


espalda—. Tanti, ¿qué pasó? ¿Estás bien?

—Tuve una pequeña caída, parece que me rompí la cadera y la muñeca. 23


—Voy a buscarte. Necesitas estar en un hospital, no...

—Baylor, querido corazón, cálmate. Estoy en un hospital.

—¿Estás en el continente?

—No, estoy aquí en Ana Lia.

—¿Tienen un hospital en la isla?

—Pues sí, querido corazón. Sólo tiene cinco camas, pero es como estar
en un hotel.

—Tanti, ¿cómo diablos...?

—Baylor... Necesito tu ayuda. —La voz de la mujer mayor, que siempre


había parecido tan fuerte y confiada, de repente fue suave y necesitada. Nunca
antes había pedido ayuda a BJ.

—Lo que sea que necesites. Solo pide.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ recordó esa promesa durante bastante tiempo. Culpó mucho de lo


que le sucedió en su futuro a ese voto. Si tuviera alguna habilidad clarividente o
intuición femenina, nunca habría pronunciado sus siguientes palabras.
—Tomaré un vuelo a primera hora de la mañana, Tanti. Puede contar conmigo.

—No lo entiendo, Tanti. ¿Te has caído? ¿Cómo estaban las


condiciones? ¿Tengo que llamar a mi abogado?

—Baylor, por favor siéntate. Me estás haciendo marear.

BJ pasó de un extremo a otro la pequeña habitación del hospital. Al ver a


su abuela en tracción la afectó, parecía pequeña y pálida. Su día no había ido
bien y se sentía mareada por la combinación de cafeína y privación de sueño.
Más temprano esa mañana, tomó tres tazas de café Starbucks mientras
esperaba en O'Hare. En el vuelo a Florida, brevemente contempló la noción de
una bebida, sin embargo no quiso aparecer en la cama de su abuela oliendo a 24
alcohol. Ella se acomodó para más café en su lugar.

La agencia de alquiler de coches en el aeropuerto de Tampa había sido


una experiencia en sí misma. BJ no estaba segura de sí había sido la increíble
ineptitud del empleado o la cafeína que había cambiado su cólera a un nivel
superior. Sólo le tomó un año más o menos explicarle al empleado que había
reservado un auto como el que tenía, un Jaguar XK8, y que un Toyota Corolla
claramente no era lo mismo. Se retiró del aeropuerto llamando a todo el
mundo, desde los mozos de equipaje hasta el empleado de alquiler de coches,
ratas bastardas.

La humillación de BJ para el día alcanzó su cenit cuando el anciano que


manejaba el transbordador la recordó. Por supuesto, no se debía a su
asombrosa capacidad de recordar. Habían pasado al menos quince años
desde que había cruzado por última vez a la isla. BJ adivinó que era la única
persona que había visto sentada en el coche mientras el ferry cruzaba el agua
con los ojos bien cerrados y un agarre mortal en el volante, repitiéndose todo el
tiempo: —No me hundiré. No me hundiré.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Baylor, estás en tensión como un reloj que está listo para romper un
resorte. Respira hondo y ven a sentarte a mi lado. —Evelyn señaló la silla junto
a la cama.

BJ respiró hondo y se sentó junto a su abuela.

—¿Has volado o conducido?

—Volé, pero alquilé un coche en el aeropuerto.

—Ah, ¿qué es lo que está conduciendo ahora?

—Un Jaguar. —BJ se rio entre dientes. Nunca podía entender el interés
de su abuela por sus coches.

—Y apostaría que es rojo.

—Me conoces demasiado bien. —BJ se rio rotundamente, luego se puso 25


seria—. Tengo la sensación que estás posponiendo lo que realmente quieres
preguntar.

—No exactamente aplazando. Es más como... bueno...

—Tanti, —advirtió BJ en un lento arrastre de la palabra.

—Ah, vale. Necesito tu ayuda con algo.

—Por supuesto. Sabes que todo lo que tienes que hacer es pedir.
Cualquier cosa que necesites.

—Necesito que te quedes en mi casa y te ocupes de las cosas hasta


que yo sea capaz de hacerlo yo misma.

—¿Qué? ¿Vivir aquí? —La voz de BJ se elevó como su cuerpo—. Oh,


no, Tanti. No puedo vivir aquí.

—Pero acabas de decir cualquier cosa.

—¿Es eso lo que dije? Lo que quise decir era casi cualquier cosa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Baylor... —Evelyn levantó la vista con una expresión patética—. Mi


invernadero... pequeño Arturo. Alguien tiene que cuidar de ellos.

BJ podía sentir que empujaba todos los botones correctos. —Sabes lo


que siento por estar en la isla. Me asusta.

—Es tu padre el que habla, Baylor Joan Warren, —replicó Evelyn.

—No, esto es algo que descubrí por mi cuenta. La gente en esta ciudad
está al límite de la cordura en el mejor de los casos. Me ponen incómoda.

—Eso es porque caminas como si tuvieras un palo en tu trasero.

—¡Tanti!

—Sólo toma algún tiempo acostumbrarse a todo. Iniciar una


conversación en algún momento. Ser amable con la gente.
26
—No hay suficiente conversación en el mundo entero para que estas
personas parezcan normales. Y soy amable.

—Por favor, Baylor. Eres la única familia que tengo.

Evelyn había jugado su carta de triunfo y BJ lo sabía. —Está bien,


—concedió a regañadientes. Señaló con el dedo a su abuela—. Pero sólo
hasta que pueda contratar a alguien para que venga y se encargue de las
cosas.

—No quiero a extraños en mi casa.

—¿Quién está cuidando ahora el lugar?

—El sheriff dijo que llevó a Arturo en el consultorio del veterinario y la


señora Wedington se ocupa del invernadero. Por favor, al menos piensa en
ello, querido corazón. —El término cariñoso llegaba a BJ cada vez.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Evelyn sacó una carpeta de debajo de la almohada y la tendió a BJ.


—Escribí algunas instrucciones para que no te perdieras. Puedes encontrar la
respuesta a cualquier pregunta que tengas aquí.

—Buen Señor. —BJ levantó la carpeta en una mano—. He entregado


manuscritos que pesaban menos.

—Dime que cuidarás las cosas y que no volverás corriendo al continente


en medio de la noche, al menos no antes de avisarme.

—Bueno. Sin embargo, no hay promesas sobre quedarme. Voy a ir esta


noche, pero si la casa resulta estar embrujada o algo extraño sucede.

—Tienes que darle a tu imaginación un descanso. ¿Qué podría salir


mal?

27
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPITULO 3

—De acuerdo, —comenzó su ayudante mientras cerraba la puerta de la


oficina privada de Hobie—, cuéntame todo y no saltes los pedacitos jugosos.
Hobie se echó a reír. Laura había hecho su misión personal en la vida ver a
Hobie involucrada con alguien... Cuando Hobie le había confiado que tenía una
experiencia romántica en Chicago, Laura estaba extasiada.

Ella y Hobie habían sido amigas durante años. La joven no había nacido
en la isla, pero cuando sus padres se retiraron, se habían mudado a Ana Lia.
Tan pronto como Laura terminó la universidad, también hizo la isla su hogar
permanente. Cuando Hobie comenzó su práctica, Laura apareció en la puerta 28
esperando ser contratada. Desde entonces habían sido las mejores amigas.

—Créeme. No es tan jugoso, —dijo Hobie antes de relacionar la historia.

—No puedo creer que fueras a descartarla. Alta, oscura, y hermosa


simplemente no viene a lo largo cada día. ¿Que estabas pensando?

—No lo sé. —Hobie se quitó las gafas de montura metálica que siempre
le caían por la nariz—. Supongo que todos esos años de escuela católica. Las
palabras «puta de Babilonia» siguieron corriendo por mi mente.

Laura rio tan fuerte que casi perdió su asiento. Finalmente, se enjugó las
lágrimas de los ojos y miró a su amiga. —Hobie Lynn, tienes que relajarte,
chica.

—Lo sé. Estoy desesperada, ¿verdad?

—Nah. Desesperada nunca la hubieras besado en primer lugar, —dijo


Laura con un guiño—. ¿Dormiste en la misma cama con ella?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bueno, a 250 dólares por noche, no estaba a punto de dormir en la


bañera. Cuando me fui, ella todavía estaba roncando. Además, creo que
estaba mintiendo sobre quién era ella.

—¿Por qué dices eso?

—Miré su nombre en cada base de datos de libros en línea que conozco.


No hay no hay nadie que se llame BJ Warren.

—Figura. Los bombones suelen ser idiotas.

Hobie sonrió y miró la pelota de peluche acurrucada en una cesta de


mimbre en la esquina de su escritorio. El único contraste con la piel blanca
como la nieve era una nariz de carbón negro y dos ojos igualmente oscuros.
Hobie rascó bajo la barbilla del perro. —No todos los bombones son malos,
¿verdad?
29
Un golpe en la puerta principal de la oficina hizo que las mujeres miraran
sus relojes. —¿Cheryl viene a trabajar hoy? —Preguntó Hobie.

—Sí, pero no hasta las once. Debe ser un paciente. Hoy empiezan
temprano.

Ambas se levantaron y entraron en la gran sala de espera. Laura levantó


la cortina que cubría la puerta de cristal para revelar a una anciana, con los
brazos cargados de folletos.

—Buenos días, queridas. La mujer se secó los ojos llorosos con un


pañuelo precioso.

—¿Se siente mal, señora Emberly? —Preguntó Hobie.

—Sólo enferma de corazón, querida. Perdí a mi querido Petey.

Laura y Hobie intercambiaron una mirada. Petey era el caniche Toy de la


anciana y su único compañero desde que su marido había fallecido. Sin
embargo, Petey había vivido mucho más allá de su apogeo. Tenía diecinueve
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

años, ciego y sordo, había perdido una pierna por cáncer, y le faltaba la mayor
parte de su cola debido a un Doberman del barrio que pensaba que el caniche
haría un buen aperitivo.

Petey no era muy juguetón, pero era un compañero de primera clase


para la mujer mayor. Su único trabajo en la vida era acostarse sobre una
almohada a su lado y agitar su cola casi inexistente cuando se le acariciaba.
Puesto que nunca había aparecido con ningún dolor o angustia evidente, nadie
había mencionado nunca que tal vez la Sra. Emberly podría querer considerar
enviar a Petey a esa gran casita de perro en el cielo. No fue ninguna sorpresa
para cualquiera de las mujeres más jóvenes que Petey finalmente había
muerto.

—Lo siento mucho, señora Emberly. Debería haberme llamado, —dijo

30
Hobie.

—Bueno, querida, ya tenía a algunos de los vecinos ayudando. Además,


estoy segura que volverá.

La señora Emberly se creía una médium aficionada. Juró que podía


comunicarse con los muertos. Una vez, le dijo a Hobie que Winston Churchill
estaba más loco que una gallina mojada porque FDR4 murió debiéndole a él
diez libras. Aquellos eran los días en que Hobie asintió y rezó para que su
propia muerte la llevara antes que la senilidad. Sin embargo, hubo momentos
cuando la señora Emberly sabía cosas que hubieran sido casi imposibles de
saber a menos que se hubiera comunicado con alguien que había pasado.

Hobie, que había vivido en la isla el tiempo suficiente para saberlo mejor,
nunca descartó las creencias de nadie. Era una isleña, y los isleños habían
visto lo extraño y lo imposible en Ana Lia. Si la señora Emberly dijo que habló
con los muertos, entonces por Dios, eso es lo que creían sus vecinos. Todo
tenía sus límites, por supuesto, y eso incluía la ingenuidad de Hobie.

4
Franklin D. Roosevelt, presidente de EE.UU de 1933-1945
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Laura y Hobie se miraron de reojo. Silenciosamente negociaron quién


haría la inevitable pregunta. Hobie pudo ver que había perdido lanzando la
moneda.

—¿Volver? —Es lo que Hobie se arriesgó a preguntar.

—Por supuesto. —La anciana parecía tan lamentable que Hobie y Laura
se sintieron instantáneamente culpables por su deseo de llamar a la furgoneta
o al comité de bienvenida conducido por los hombres de batas blancas.

—Bueno... —Hobie sacó la palabra, rezando para que algunas palabras


de consuelo y sabiduría vinieran a ella.

—Oh, sé lo que los médicos están entrenados para decir, Hobie Lynn.
Nunca dé una falsa esperanza. Entiendo cariño. Por eso pensé en preguntarte
si le importaría poner uno de estos folletos en la ventana de tu consultorio. En
caso de que alguien vea al pobrecito simplemente vagando por ahí.
31
—¿Folletos? —Laura volvió a tomar el papel. Hobie pudo ver que su
amiga iba a reírse en cualquier momento—. ¿En caso que Petey... regrese?
—Preguntó Laura, incrédula.

—Pues sí, querida. Así es como se hace, ¿no?

De repente, Hobie tuvo una extraña sensación. Como si algo estuviera


justo delante de ella, pero lo había estado perdiendo todo el tiempo. La golpeó
entre los ojos justo cuando Laura abrió la boca.

—En realidad, señora Emberly... —comenzó a decir Laura.

—Señora. Emberly, cuando dice que perdió a Petey, ¿quiere decir que
se alejó?

—Por supuesto, cariño. ¿Qué crees que quise decir?

—Bueno, pensamos... —comenzó Laura.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Exactamente lo mismo! —Interrumpió Hobie—. Estaríamos


encantadas de poner esto al frente y mantendré los ojos abiertos cuando salga
a visitas a domicilio.

La anciana cerró la puerta segundos antes que Hobie y Laura se


pusieran a reír. —Oh, Dios mío, —dijo Laura a través de su risa—. Pensé que
ella quería decir...

—¡Yo también! —Hobie se rio—. Tengo un flash de Petey regresando de


la muerte como en una mala película de terror.

La vieja campana de la puerta sonó cuando el primer paciente del día


entró en el consultorio. —Bastante diversión por una mañana, vamos a ello,
—dijo Hobie.

—Lo tienes, jefa. Oye, recuerda, es tu turno de ir a almorzar al Cove hoy.


32
Hobie guiñó un ojo a su amiga y los dos comenzaron su jornada laboral.

BJ colocó la bolsa de papel en el asiento trasero del descapotable


abierto. Se sentía como si estuviera en una deformación del tiempo. La
estrecha calle principal, junto con el resto del centro de Ana Lia, era una réplica
casi exacta de la ciudad ficticia de Mayberry5. Sin embargo, el único semáforo
la frenó. Miró por la calle y vio a dos o tres coches a cierta distancia,
caminando lentamente por el complejo y complicado dibujo de las calles.

—Los padres fundadores obviamente no sabían cuál era el ángulo


correcto, —BJ gruñó para sí misma.

Un momento después, alzó la cabeza hacia un olor tentador en el aire.


Vio la panadería al otro lado de la calle.

Preparándose para cruzar la calle, BJ miró hacia el letrero que la miraba


acusadoramente. Estaba a unos cinco metros de la intersección y el cartel le
recordaba que no debía cruzar por el medio de la calle ni contra la luz.

5
Ciudad donde se desarrollaba la serie de televisión de los años 60 El Show de Andy Griffith.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Están bromeando? —Miró por la calle desierta—. No he visto una señal


como esa desde que estaba en el tercer grado.

BJ sacudió la cabeza mientras salía de la acera. —Sí, claro, —le dijo a la


señal.

Hobie empujó sus gafas por el puente de su nariz una vez más mientras
conducía la vieja camioneta con su otra mano. Redujo la marcha cuando se
acercó a la calle principal. Su mente vagó y se preguntó si le había dicho a
JoJo del restaurante que duplicara su orden de papas fritas.

Después de echar un rápido vistazo a la flecha verde de la derecha,


Hobie giró el volante. Una vez más, empujó sus gafas por el puente de su
nariz. La luz del sol la cegó por una fracción de segundo y parpadeó. Al ver a
alguien en el medio de la calle, llevó los dos pies contra el freno.

Hobie sintió que toda la acción cambió repentinamente en una extraña


33
mezcla de tiempo real y cámara lenta, como el efecto especial de un cineasta.
Oyó el chirrido de sus frenos mientras los neumáticos de la camioneta
trabajaban duro para agarrar el pavimento seco. Pensando en ello más tarde,
decidió que lo que veía en medio de esa calle era el producto de una libido
demasiado tiempo negada. En un instante, Hobie sabía que cualquier cosa que
sucediera después de ese momento daría el tono para el resto de su vida. No
tenía idea de cómo o por qué lo sabía, sólo que era una certeza.

Una cabeza oscura se abrió de repente y lanzó unos sorprendidos ojos


grises hacia la camioneta que se aproximaba. El resplandor de la luz del sol se
reflejaba perfectamente en las gafas de Hobie, casi cegando a BJ.

La maltratada camioneta blanca chirrió unos pocos centímetros antes de


entrar en contacto con BJ, lo cual no habría sido malo si Hobie hubiera puesto
el pie en el embrague. Sin embargo, todavía tenía los dos pies en el freno, y
cuando el camión se detuvo, se sacudió hacia adelante, golpeando a BJ en la
cadera.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Oh, Dios mío! —Gritó Hobie mientras ponía el freno y saltaba del
vehículo—. ¡Oh, Dios mío! —Repitió cuando miró al cuerpo inconsciente de BJ
Warren.

George y Maggie, los propietarios del supermercado local, fueron los


primeros en escuchar la conmoción. Estaban de pie en la acera fuera de su
tienda, sin saber qué hacer.

—¡Llama a Mack! —Gritó Hobie a la pareja. George desapareció dentro


de la tienda inmediatamente.

—Dios, por favor, —le rogó Hobie—. Por favor, no me dejes matarla.
—Se arrodilló junto a BJ y localizó un fuerte pulso en su arteria carótida. La
pierna derecha de BJ estaba doblada debajo de su cuerpo. Hobie
inmediatamente diagnosticó la rotura al echar un vistazo al ángulo extraño del
tobillo. 34
—¡No puedo creerlo!. ¡No puedo creerlo! ¿Hay alguien para mí en la
vida? —Hobie gritó. Ya podía oír la sirena de Mack.

Mientras tanto, Maggie se acercó y le acarició tranquilamente la espalda


de Hobie. —Está bien, Hobie Lynn. No fue tu culpa. Estaba cruzando contra la
luz. Los del continente... nunca aprenden.

Hobie asintió ante las palabras compasivas. Maggie no tenía manera de


saber que Hobie ya conocía a la desconocida. Tampoco el tendero tenía idea
de lo que pasaba por la mente de Hobie en ese momento.

Figúrense. La única mujer de la que me he sentido atraída en los últimos


diez años y voy y la atropello. Dios, tengo la sensación que va a ser un día muy
largo.

Hobie se frotó meticulosamente las manos. Se perdió en sus


pensamientos mientras apretaba más jabón de Betadine en su palma. Añadió
artículos a la lista de cosas por hacer en su cabeza. No quería llamar a su
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

agente de seguros... de nuevo. Sus primas de seguro de automóvil habían


aumentado tres veces en dos años, y agregar este incidente ciertamente no
ayudaría.

Sabía que tenía derecho de paso, pero teniendo en cuenta que ella y la
mujer que yacía en la habitación de al lado tenían algún tipo de pasado, se
ofrecía a pagar por cualquier gasto. Hobie odiaba entrar en el fondo fiduciario
que su padre había creado para ella, pero no lo había tocado desde que pagó
sus préstamos estudiantiles, así que pensó que tenía derecho.

—Estamos listas para ti, doctora, —dijo Cheryl.

Hobie saltó al sonido. Realmente tenía que calmarse. El doctor Elston no


le habría pedido que entrara y pusiera la pierna de BJ si no hubiera sido una
rotura limpia y se hubiera reducido fácilmente. Hobie sonrió, pensando que el
doctor no quería cortar sus vacaciones. Era un procedimiento de libro de texto 35
y había una parte de ella que siempre disfrutaba de este aspecto de la
medicina, intervenir para ayudar a alguien.

Su ceño frunció mientras se preguntaba cómo explicaría a BJ


exactamente lo que pasó. Su estómago se retorció en un nudo aún más
apretado mientras pensaba en quién era BJ. ¿Cómo podía ser la nieta de
Evelyn? Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?

Las mariposas comenzaron otro ataque aéreo en su estómago cuando


Hobie entró en la pequeña área quirúrgica de su consultorio y vio la forma
inconsciente de BJ acostada sobre una mesa. Le había dado una inyección y
BJ se había dormido casi inmediatamente.

Las manos de Hobie se estremecieron inusitadamente. Pensó de nuevo


en lo que había sucedido en Chicago y en cómo se presentaría a BJ cuando
despertara. Sacudió la cabeza para disipar la energía negativa. Eso fue todo lo
que tomó para llevar su enfoque de nuevo a la situación antes de ella. Respiró
hondo y empezó.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ya he terminado aquí... ¿Todavía está saliendo de eso? ...Está bien,


no la apresures... Lor, déjame ver esa radiografía una vez más... ten cuidado
con esa cadera... no, pero ella tiene un moretón bastante desagradable allí...

BJ oyó la suave voz de la mujer del hotel. ¿Con quién está hablando y
por qué hay otras personas en la habitación de hotel con nosotras? Recuerdo
ese olor picante y sutil de su perfume... Dios, qué bueno se sentía en mis
brazos.

El perfume desapareció cuando un áspero olor antiséptico tomó su lugar.


¿Dónde diablos estoy? Una voz más vieja y femenina reemplazó a la gentil en
la mente de BJ.

—¿Baylor? Baylor? Despierta ahora para nosotros.

—No me llames Baylor, —BJ gruño, luego tosió.


36
—Aquí, cariño. Tómate un sorbo. —BJ sintió una paja entre los labios y
bebió el líquido frío con avidez.

—No demasiado, Cheryl. Asegurémonos que regresa de la tierra del


nunca jamás primero, —Hobie susurró sobre el hombro de Cheryl—. Intenta
llamarla BJ.

—BJ, abre los ojos, —le ordenó Cheryl.

BJ hizo lo que le dijeron, principalmente para averiguar qué tipo de


sueño que estaba teniendo. Tan pronto como lo hizo, lo sentía. Era como si la
luz y su capacidad para sentir dolor estuvieran conectados. Los
acontecimientos del día llegaron corriendo a su mente consciente tan
rápidamente como el dolor registró con su cerebro.

—¡Oh, Dios! —Gruñó ella.

—¿No debería tomar algo más para el dolor, doctora? —Preguntó


Cheryl.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Aún no. El disparo va a tener que mantenerla un poco. Lor, llama a


Mack y dile que está despierta. —Hobie se volvió hacia Cheryl—. No quiero
drogarla más hasta que sepamos exactamente lo que vamos a hacer con ella.

—¿Dónde diablos estoy? —Grito BJ.

Cheryl fue la primera en responder. —Tuviste un accidente y te rompiste


el tobillo. La doctora lo puso en su lugar. Aún estarás un poco aturdida por el
anestésico. No te dimos más de lo que tendrías para una extracción dental,
pero la doctora pensó que estarías más cómoda de esa manera. Ahora todo
está bien.

BJ se apoyó en un codo y miró hacia abajo la monstruosidad de yeso


blanco unido a su pierna hasta la mitad del muslo. —Entonces, ¿quién es este
Dr. Kildare6 y que puso en mi pierna?

Hobie sabía que era ahora o nunca. Se adelantó hacia la línea de visión
37
de BJ. —Um, esa sería yo.

BJ frunció el ceño. La mujer le resultaba familiar. —¿Y tú eres?

Hobie no estaba segura de lo que esperaba, pero ciertamente no era


eso. La pregunta la tomó por sorpresa. En una epifanía apresurada, Hobie
comprendió que le habían concedido un respiro. BJ no recordaba más a Hobie
de lo que recordaba cuántos vodka Gimlets bebió aquella noche en Chicago.
Esa comprensión no hizo feliz a Hobie. Debería haberlo hecho, pero al mismo
tiempo, estaba un poco molesta, vacilando entre la profunda gratitud por su
anonimato continuo y su justa indignación por ser tan olvidadiza para BJ
Warren.

—Oh, lo siento, —dijo Hobie una vez que se dio cuenta que BJ estaba
mirando sin que le hiciera gracias—. Hobie Allen. Mira, lo siento mucho...

6
Está haciendo referencia a serie de televisión estadounidense de los años 60 titulada Doctor Kildare
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Entonces, Doc, además de estar en completa agonía, ¿cuál es el daño


aquí? —Gruño BJ, no habiendo captado lo que Hobie estaba tratando de decir.

—Bueno, te rompiste el tobillo. Lo puse en su lugar.

—Vaya, ¿puedes intentar no lanzarme tanta jerga técnica de una vez?

Hobie arqueó una ceja. —Todo bien. Técnicamente, sufrió una fractura
oblicua de su peroné con la dislocación del pie. Se llama comúnmente una
fractura de Pott. Es una lesión común. De hecho, es una de las áreas más
frecuentemente dañadas de la articulación del tobillo. Era más bien de libro de
texto. A unas tres pulgadas del tobillo, tuviste una fractura con el peroné.
Además, el maléolo medial se rompió, pero afortunadamente el extremo de la
tibia no fue desplazado de la superficie correspondiente del astrágalo. Al mismo
tiempo, el pie se revolvió y los músculos de la pantorrilla levantaron el talón.
Reposicione el pie flexionando la pierna en ángulo recto con el muslo, que 38
relaja todos los músculos opuestos, y haciendo la extensión del tobillo y contra-
extensión en la rodilla.

BJ se apoyó en un codo y miró en silencio durante unos segundos.


—Sabes, a nadie le gusta un espectáculo.

—Lo siento. —Hobie trató de no sonreír. Intentó dar una explicación


plausible de lo que había sucedido y de cómo había estado involucrada. Estaba
enferma de su estómago de la preocupación y decidió decirle a BJ la verdad.
Por desgracia, antes que pudiera llegar a una manera brillante e ingeniosa de
decirlo, el asunto fue empujado a la luz por su paciente.

—Pareces familiar. ¿Dónde te has graduado, de todos modos? —Gruño


BJ.

—¿Dónde lo hice? —La pregunta tomó Hobie por sorpresa. Había


estado tan concentrada en explicar las circunstancias del accidente que no
estaba segura de haber oído correctamente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No vas a decir que no te graduaste, ¿verdad? —BJ logró una sonrisa,
a pesar de que el dolor en su tobillo tenía la mayor parte de su atención.

—Por supuesto no. Sucede que soy una médica con licencia completa.
Pero…

—No, no digas, pero. Mira, cada vez que hay un pero, hay malas
noticias después.

—Bueno, no es así, pero...

—Mira, esa palabra de nuevo.

—Bueno, déjame tomar otra ruta con esto. Hobie se frotó las sudorosas
palmas de sus pantalones de algodón. Sabía exactamente por qué estaba tan
nerviosa. Dar la noticia a esta mujer iba a causar fuegos artificiales. Hobie lo
sabía. Le diría a BJ que había sido responsable de golpearla, entonces BJ le 39
diría a su abuela, entonces la licencia médica de Hobie no valdría ni un
centavo.

—Eres una doctora, ¿verdad?

—Sí, soy una buena doctora. —Hobie se preguntó si parecía tan


defensiva para los demás como para sí misma.

Cheryl y Laura intercambiaron miradas con Hobie. Laura se encogió de


hombros como para decir que no podía entender por qué su paciente estaba
tan obsesionada con las credenciales de Hobie.

—Verás, en cierto modo, en realidad soy dos doctores. Hobie sonrió y


estaba a punto de hacer la broma que utilizaba con todos sus pacientes.

—¿En cierto sentido? Al igual que en la forma ¿“fui a la escuela de


medicina y se graduó”? ¿O la forma de obtener mi grado de una caja de
cereal?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

En ese momento, un chillido ensordecedor atravesó el aire. Era evidente


que el aullido no era humano. El sonido provenía de la sala de espera exterior y
dejó en silencio a las cuatro mujeres en el área quirúrgica.

—¿Qué mierda fue eso? —BJ sacudió la cabeza como si la anestesia


todavía la sujetara. El chirrido había sonado como un cerdo.

—No te preocupes, ese es nuestro próximo paciente, —dijo Cheryl.

No fue hasta ese momento que Hobie se dio cuenta que BJ no tenía
idea de qué tipo de doctora era. Hobie daba por sentado que todo el mundo lo
sabía. Cuando levantó la vista, BJ Warren la miraba como si le estuviera
lanzando cuchillos. Hobie se encogió. Podía ver su vida desmoronándose
frente a ella.

BJ tomó su entorno como si fuera por primera vez. —¿Por qué no me


dices qué está pasando aquí?
40
—Sé que esto va a sonar un poco extraño. Soy una doctora. En realidad,
soy un MD7 y...

—¿Dónde está tu diploma? —Preguntó BJ con voz fría y plana.

Hobie estaba orgullosa de ese diploma, pero en ese momento, las


palabras le fallaron. Sólo podía levantar un dedo para señalar la pared detrás
de la mujer expuesta.

BJ estiró el cuello y leyó el documento enmarcado en voz alta. —Bla,


bla... certifica que Hobie Lynn Allen... Medicina Veterinaria... Universidad de
Flor…

Hobie se congeló. Deseaba un terremoto, una marea o cualquier otro


desastre natural. No quería nada más que la tierra la tragara entera y escupiera
las partes malas. Cuando BJ se volvió para mirar a Hobie, Hobie juró que
estaba mirando a una desconocida. La mirada enojada de esta mujer no se

7
Doctora en Medicina
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

parecía en nada a los ojos grises brillantes del dormitorio donde Hobie había
perdido en un día y medio antes.

—¿Medicina veterinaria? —La voz de BJ sonaba tensa, pero controlada


mientras decía las palabras.

Hobie finalmente se impulsó a la acción. En realidad, era mucho más


como retroceder y arrastrarse. —Está bien, mira, eso es lo que...

—¿Eres veterinaria?

Las mujeres del consultorio podían oír la voz contenida que empezaba a
destrozar en los bordes.

—Técnicamente, sí. Pero no sólo una veterinaria. Yo…

—¿Una doctora para animales? —La voz de BJ se elevó en volumen y


tono. Era evidente que el control estaba mostrando pequeñas rupturas. 41
—Bueno, no lo haría...

—¡Una veterinaria! —Gritó BJ cuando cualquier semblante de


autocontrol se abrió de par en par y desapareció por completo.

Hobie había estado tratando de conseguir una palabra en el borde, pero


BJ no le daría una oportunidad de explicar. La mayoría de la gente quedó
impresionada una vez que les dijo que había ido a la escuela de medicina,
años después, estudió medicina veterinaria. De alguna manera, Hobie no se
imaginaba que BJ estuviera impresionada.

—¿Dejarías de decir eso como si fuera algún tipo de crimen? —Hobie


finalmente gritó de vuelta.

—¿Crimen? ¡Vosotras no sabríais un crimen si saliera y les mordiera en


el culo! ¡Una maldita veterinaria acaba de poner mi pierna! ¡Eso tiene que estar
rompiendo por lo menos una docena de leyes!

—Déjame explicar…
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—¡Puedes explicarle a mi abogado! —Exclamó BJ. Su pierna se deslizó


de los sacos de arena que lo mantenían en su lugar y gimió de dolor.

Hobie se apresuró a ayudar. —Aquí, déjame...

—¡No me toques! ¡No te atrevas a tocarme!

Fue alrededor de esta vez que Mack, el sheriff local, entró en la


habitación. —¿Qué diablos está pasando aquí? Era un hombre alto, de
hombros anchos, de cabello castaño claro, moteado de ojos plateados y
azules. Su físico se tensó contra el uniforme a medida que usaba. Llevaba un
bigote bien arreglado. A pesar de su buen aspecto, quizás fue el último en
saberlo. Su sonrisa suave y su inagotable oferta de sabiduría le convenían bien
para un trabajo en la aplicación de la ley. Sin embargo, su paciencia y sentido
del humor lo convirtieron en el perfecto sheriff de la isla Ana Lia.

—Oficial, arrestarlas. —BJ señaló a Hobie y a sus asistentes.


42
—¿Todas ellas? —Preguntó Mack confundido.

—Hasta la última de ellas. ¡Están todas en ello, pero especialmente ella!


—BJ miró amenazadoramente a Hobie.

—Ella, ¿eh? —El bigote de Mack cubrió la mayor parte de su divertida


sonrisa—. ¿Hobie Lynn? —Miró hacia abajo a la mujer mucho más baja.

—Mack, —dijo Hobie con desaliento. Su día había empezado tan bien.
Se preguntó cómo había ido tan mal tan rápido. No sabía si debía preocuparse
por sus tasas de seguro pronto a dispararse, llorar por el hecho que BJ la había
encontrado completamente olvidable o gritar ante la actitud superior de la mujer
enfurecida.

—Bueno, ¿vas a arrestarla?

—¿Por qué quieres que la detenga, señorita Warren?


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—¿Por qué? —Gritó BJ—. ¡Mira, Gomer, ella realizó un procedimiento


médico sin mi consentimiento, y para colmo, ni siquiera es una doctora! ¿Qué
diablos tengo que hacer, dibujar un mapa?

Mack respiró hondo. Ya había hablado con Evelyn, y sabía todo sobre el
carácter infame de Baylor y su actitud franca. Evelyn llamó a su nieta “fuerte”.
Mack pensó que la anciana estaba siendo amable. Recordaba a BJ como una
joven mimada y egocéntrica.

—Primero, señorita Warren, no fue tratada sin consentimiento. Hablé


personalmente con tu abuela. Evelyn firmó un formulario de consentimiento y
Hobie incluso consiguió un consentimiento verbal de un... —Abrió una pequeña
libreta negra—. ... una tal Juliana Ross.

—¿Cómo has encontrado a Jules?

—Su tarjeta estaba en tu cartera. Hobie se acercó a la camilla y tendió la


43
billetera de la mujer furiosa.

—¿Registraste mí cartera? —Preguntó BJ fríamente.

Hobie se dio cuenta que probablemente no era el mejor momento para


mencionar ese hecho. —Yo, um... supongo...

Mack se acercó y puso una mano en los brazos de Hobie. Él


suavemente empujó su espalda un paso para estar con los otras. —No ayudes
más, ¿de acuerdo?

—¡No es una auténtica doctora! —Exclamó BJ.

—Al contrario, señorita Warren. Hobie es un médico con licencia en el


estado de Florida. La voz baja rasposa de Mack tenía una manera de hacer
que todo lo que dijera sonara como si estuviera hablando con alguien de una
cornisa.

—Pero ella... vi... —BJ señaló el diploma de la Universidad de Florida


colgado en la pared.
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—Está bien. También es doctora en medicina veterinaria. Ella no trata


regularmente a los pacientes, excepto para su práctica con animales. En una
emergencia, sin embargo, ella se levanta y nos da una mano. Doc Elston, el
médico regular de la ciudad, está de vacaciones. Fue por su recomendación
que Hobie te restableció la pierna. Dijo algo sobre el tiempo y dolor de
curación. Así que probablemente deberías estar agradecida a estas personas y
no gritarles.

La voz calmante de Mack tranquilizó a todo el mundo. Hobie lo había


conocido toda su vida y no podía recordar nunca que él encadenara muchas
palabras juntas a la vez.

BJ, por otro lado, parecía como si la parte superior de su cabeza iba a
explotar. Hobie podía oír las palabras “ella sopla” en el fondo de su mente.

—Tú... —BJ levantó un dedo al sheriff y se encontró con su franca 44


mirada—. Ella —BJ señaló a Hobie—. Ellas... —BJ no sabía por dónde
comenzar con sus acusaciones.

Hobie recuperó los anteojos de su bolsillo de camisa y los puso. Tan


pronto como levantó la vista, el sol, que brillaba a través de una ventana
orientada hacia el oeste, se reflejaba en las lentes y en los ojos de BJ.

BJ recordó que había visto la misma imagen justo antes que la


camioneta la hubiera golpeado en la intersección. Los ojos de Hobie se
encontraron con los de BJ y BJ se congeló.

—¡T-tú! Fuiste tú. ¡Ahora te recuerdo!

Hobie se dio cuenta que el juego había terminado. BJ finalmente había


recordado que era la mujer de la habitación del hotel. —Sí, fui yo, —admitió ella
en la derrota.

BJ gritó de nuevo.
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—No creo que puedan arrestar a la gente por eso, —dijo Hobie en una
voz suave y confusa.

—Haz tu trabajo, arréstala.

—¿Por qué esta vez? —Mack parecía tan confundido como todos los
demás.

—¡Ella es la que me ha atropellado!

Hobie no sabía si debía estar aliviada o asustada. BJ apareció tan llena


de rabia justa que parecía que estaba teniendo un colapso.

—Sí, señorita Warren, ella te golpeó con su camioneta, pero no hay


nada por lo que pueda arrestarla.

—¿Nada? ¿Qué clase de ciudad es ésta? Una multa. Al menos debería


pagar una multa. 45
—¿Qué clase de multa? —Mack se rio y Hobie lo miró furiosa por incitar
a BJ. BJ estaba tan concentrada en el castigo de Hobie que no había notado
que Mack la condescendía.

—¡Cientos... miles de dólares! —Todos en la sala pudieron ver que BJ


estaba perdiendo.

—Espera un momento aquí... —Hobie se adelantó para defenderse. Su


comprensión y compasión por su paciente se habían detenido abruptamente.

—Echemos un vistazo a esto, señorita Warren. Primero, quieres que


arreste a la mujer que, en su tiempo, arregló tu pierna para que se curara
correctamente. La mujer que está pagando todas sus facturas médicas.
¿Quieres que la multe?

BJ miró alrededor de la habitación y supo que estaba saliendo de


control. Podía verse como si estuviera de pie en un rincón mirando todo el
escenario. Podía verse actuando como un completo culo, pero era impotente
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

para detener sus acciones. ¿Cómo podría tantas cosas malas suceder a una
persona en tan poco tiempo?

—Seguramente, la policía sabe cómo escribir una multa aquí en


Mayberry. —Se burló BJ. En su defensa, su tobillo estaba realmente
empezando a doler y sólo quería ir a casa y dormir—. Pones multas aquí, ¿no?

Hobie se estremeció ante las mordaces observaciones y se preguntó


cómo podría haber sido atraída por esta mujer arrogante.

Encontró casi imposible creer que ésta era la nieta de Evelyn. Miró a
Mack para ver cómo iba a manejar este ataque a su reputación. Como siempre,
estaba imperturbable.

—Bueno, señorita Warren, esa es la primera cosa sensata que has dicho
hoy. Creo que una multa está definitivamente en orden. Puesto que no
presencié el incidente, voy a ir en la evidencia que tengo. —Mack alcanzó la
46
parte inferior de su espalda y sacó una carpeta pequeña y gruesa de donde la
mantuvo metida en su cinturón de servicio. Se acercó a Hobie, abrió el libro y
extrajo un multa que había escrito antes.

—Hobie Lynn. —Le entregó la citación. Hobie abrió la boca por no estar
de acuerdo, pero Mack la detuvo—. Y no trates de discutir. Tuviste el derecho
de paso y no pudiste haber detenido el accidente, pero ella es una peatona y
tú, por encima de todos los demás, conocen la ley.

Hobie cerró la boca. Lo odiaba cuando Mack tenía razón, sobre todo
porque lo hacía con tanta frecuencia. Metió la multa en el bolsillo y cruzó los
brazos sobre el pecho. BJ Warren parecía el proverbial gato después de la
desaparición prematura del canario. Hobie tenía un intenso deseo de irse y
golpear la expresión satisfecha de su rostro. No tenía ni idea de dónde venía
esa sensación. Ella era una persona pasiva y no violenta. Sin embargo, Hobie
estaba a punto de tener la última risa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Mack regresó a la camilla de BJ y sacó otra multa. —Esta es para ti,


señorita Warren.

—¿Qué... —BJ miró con silencio mudo el papel que tenía en la mano.
Todos en la habitación sabían que era la calma antes de la tormenta.

—Creo que es mejor que vuelva a programar a algunos de esos


pacientes, —dijo Laura mientras salía por la puerta.

Hobie notó que Cheryl también se apresuró a salir. ¡Cobardes! pensó.

—¿Estás loco? —La voz de BJ llevaba todo el camino hasta Main


Street—. Ella trata de matarme... homicidio imprudente... ¿y me das una multa
por conducta temeraria? Estaba cruzando la calle, por el amor de Dios, y ella
vino disparada...

—Tenía el derecho de paso —interrumpió Mack—. Sra. Warren, hay una 47


razón por la que hay cruce imprudente, de la que eres culpable y porque hay
un semáforo en esa intersección. Es un rincón ciego. La luz se vuelve roja para
los coches en el carril izquierdo, pero los coches en el carril derecho tienen una
flecha verde. Si hubieras estado en el cruce de peatones, cruzando con la luz
en lugar de contra ella, no estarías acostada aquí ahora mismo. Déjame decirte
algo más. Tal vez no me recuerdes, Baylor, pero te recuerdo. Unas palabras de
consejo. Pierde la actitud y tratar de llevarte bien con la gente mientras estás
en la isla. Si no, personalmente te escoltaré de Ana Lia.

Después de un breve momento de silencio, BJ entrecerró los ojos a


Mack. —¿Debería conocerte?

—No necesariamente. Te golpeé cuando tenías ocho años. Hiciste llorar


a mi hermana.

Se miraron durante unos segundos más antes que BJ retrocediera de la


mirada inquietante de Mack. —Todos hacemos cosas torpes cuando somos
niños, —murmuró. Era evidente que BJ se había quedado sin vapor.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Por qué no vemos cómo llegar a casa? Hobie Lynn, ¿es seguro?
—Preguntó Mack.

—Por supuesto. Le daré algunas píldoras para el dolor y escribiré


algunas instrucciones.

—¿Dónde están mis ropas? —Baylor levantó la manta para revelar su


atuendo, una bata de hospital.

—Oh, lo siento muchísimo, pero tuvimos que quitarte los pantalones,


—dijo Hobie.

Antes de que BJ pudiera comenzar otro discurso, Mack intervino.


—Tengo un par de pantalones de entrenamiento en el maletero. Puedes cortar
una de las patas si quieres. No te preocupes, acabados de lavarlo, —añadió
antes de que BJ pudiera responder.
48
—Lor, —Hobie llamó a su asistente. Una cabeza se asomó a la
habitación—. Corre a la tienda de regalos y consigue a la señorita Warren una
camisa limpia que puede llevar a casa, ¿de acuerdo? Dile a Allison que me lo
cargue. —Hobie se volvió hacia BJ— Está bien, ¿no?

BJ arqueó una ceja. —¿Me compras una camiseta y se supone que lo


hará mejor?

Hobie suspiró. Vamos a prepararte unas muletas.

Veinte minutos y cincuenta miligramos de Demerol más tarde, BJ estaba


vestida con pantalones de chándal del Departamento del Sheriff de Ana Lia y
una bata de hospital. Finalmente había dejado de luchar contra Hobie y le
había permitido instruirla en el arte de caminar con muletas. Al principio, BJ no
tuvo la idea que sólo porque tenía un yeso en su pierna no significaba que
pudiera ponerle peso a su pie.

Hobie se mordió el labio y tomó algunas respiraciones profundas para no


atacar a los comentarios franco y frecuente de BJ. Había aprendido mucho
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

acerca de su paciente en esos veinte minutos, concluyendo que Baylor Joan


Warren no tenía idea que sus comentarios fueran otra cosa que la verdad. No
los veía como hirientes o crueles. Era como si, en algún punto de la línea, BJ
se hubiera convencido que era moral o intelectualmente superior a los que la
rodeaban. Hobie se preguntó si BJ habría sido una niña mimada o si esta
arrogancia había sido gradual. No podía entender cómo una mujer podía sentir
que sus necesidades eran tan superiores a las de los demás.

Laura apareció en la puerta, pero Hobie notó que ella vacilaba en


acercarse mucho más. —Um... la tienda de regalos estaba cerrada, pero la
panadería estaba abierta. —Jugueteó con la bolsa de papel en sus manos.

BJ fijó una de sus patentadas miradas frías sobre Laura. —Creo que
llevar pastelitos a casa puede provocar conversación.

—Bueno, ellos tenían este trato. Si comprabas esto, —Laura sacó 49


algunos dulces del paquete de papel, y a BJ se le hizo la boca agua ante la
visión—, ¡entonces tú consigues esto! —Saco una camiseta musculosa rosa
fuerte de la bosa.

No había palabras necesarias cuando BJ sujetó la prenda hasta su


pecho. Con el logo a través del frente en letras negras grandes era el lema
turístico de la panadería, “Estoy confundida sobre la isla de Ana Lia”.

—Qué apropiado, —objetó BJ en dirección de Hobie.

Mack aceptó llevar a BJ a casa en su coche patrulla. Hobie dispensó


suficiente medicación para llevarla hasta el día siguiente, luego le dio las
pastillas a Mack y le susurró unas cuantas palabras a su oído.

—Vendré a verte mañana, señorita Warren. Es decir, si puedes soportar


verme durante unos días más hasta que el doctor vuelva, —dijo Hobie.
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—Voy a contar las horas. —BJ guiñó un ojo a Hobie mientras Mack la
ayudaba al auto. Hobie sabía que el Demerol había entrado en el sistema de su
paciente; el encanto de BJ Warren estaba de vuelta en toda su fuerza.

—Chica, seguro que sabes cómo elegirlas, —dijo Laura—. Tienes razón
sobre esa noche. Debió de haber estado muy destrozada para no recordarte.
Es bueno que hayas descubierto lo que realmente es.

—Supongo que esa voz mía estuvo bien esta vez. Dios mío, ella es
como Jekyll y Hyde. —Hobie masajeó sus sienes para combatir el leve mareo
que sentía. El estrés de la situación no había ayudado a su condición física—.
¿Qué te parece correr al Cove y recoger algo de cena? No puedo seguir hasta
que ponga algo de comida en mí.

—Claro, estaré de vuelta en un instante.

Hobie comenzó a limpiar el área de la cirugía. No podía evitar pensar en


50
las palabras de Laura. Era cierto, Hobie debería haber estado contenta que BJ
no la recordara. También debió sentirse bien al ver los verdaderos colores de
BJ. Sin embargo, no se sentía bien. No esperaba volver a ver a BJ Warren
nunca más. Por supuesto, ahora no tenía ningún deseo de pasar más tiempo
del absolutamente necesario con la mujer egocéntrica. Hobie no sabía por qué,
pero ese pensamiento la puso triste.

—No estoy seguro de que me sienta demasiado cómodo en dejarte a ti


misma por tu cuenta, —dijo Mack. Había llevado el coche a la entrada y lo más
cerca posible del porche. Él y BJ se sentaron en silencio por un momento—.
Sabes, si yo le preguntara, Hobie podría venir y quedarse…

—No si estuviera sangrando a cubos, —dijo BJ—. Mira, —pasó sus


dedos por su cabello corto y oscuro y lo sintió pegado en ángulos extraños—,
sé que estoy siendo un poco extraña, pero si apilas cada mal día que he tenido,
uno en la parte superior del otro, todavía no podían igualar lo que he pasado
hoy.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí, lo entiendo. Está bien, vamos.

Mack le ayudó a BJ a entrar en la casa y se sorprendió cuando no le dio


pena por sentirse cómoda. Pensó que era el medicamento para el dolor lo que
la hacía tan agradable. Hizo el sofá con una sábana y una manta e incluso
arregló un sándwich y una taza caliente de té para ella. Antes de marcharse,
colocó el sobre que contenía sus píldoras en la repisa de la chimenea.

—Me dijeron que te hiciera saber que podría tomar uno de estos
después de las diez, pero no debo dejarlo cerca de donde duermes.

—¿Qué hacen... explotan?

Mack sonrió. —Hobie dice que cuando los pacientes mantienen sus
medicamentos para el dolor cerca de la cama, se despiertan en medio de la
noche y se olvidan si toman uno o no, por lo que toman otro. Ya conoces el
resto de la historia.
51
—El que vaciara mi estómago haría mi día mejor. Me hago una idea. La
linda pelirroja no quiere que me tire a la piscina, ¿verdad?

—Sí, algo así. —Mack captó la referencia a Hobie pero la dejó ir.

—Oye, Mack, —BJ gritó mientras se giraba para irse—. ¿Qué le dije a tu
hermana para hacerla llorar?

—Le dijiste que era fea.

—Mierda. Los niños son tan jodidamente estúpidos a veces.

Mack asintió y se volvió para irse. —Duerme un poco...

Antes de que terminara, notó que BJ ya estaba tendida a lo largo del


sofá y roncaba ligeramente.

—¿Alguna vez reduces la velocidad? —Preguntó Mack a Hobie, que


estaba pasando la fregona en el piso de la cirugía.
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—¡No puedo creer que me hayas dado una multa! —Dijo sin levantar la
vista.

—Hey, es bueno ser rey.

Hobie extendió la mano y se estabilizó con la mano contra la pared de


azulejos. Su cuerpo se balanceó y sintió que el mango de la fregona se
deslizaba entre sus dedos. Antes de que pudiera decir algo, los brazos fuertes
la levantaron y la llevaron a la otra habitación.

Mack la colocó suavemente en un sofá de cuero desgastado en la


oficina. —Hobie, ¿cuándo fue la última vez que comiste?

—Um... —Luchó por recordar—. Laura ha ido a buscar algo. Voy a estar
bien, sólo dame un segundo. —Lentamente se sentó, luego se movió en su
silla de escritorio, metió la mano en el cajón del escritorio y sacó una barra de
chocolate.
52
—¡Oye! —Gritó cuando Mack le arrancó el caramelo de sus dedos
mientras estaba lista para dar un bocado. Lo tiró a la basura antes de sacar
una botella de leche de plástico de la pequeña nevera que estaba en una
esquina de la oficina.

—Mamá te dijo mil veces que no comiera chocolate cuando tu nivel de


azúcar en la sangre está tan bajo. Caramba, Hob, pensarías que un médico lo
sabría mejor. Bebe esto.

Hobie bebió la botella entera. Cinco minutos más tarde, se sentía más
como su viejo yo. —Gracias, —dijo finalmente—. ¿Has conseguido que la
señorita alta y poderosa se encuentre bien?

—Sí. Ella te cree linda.

—Oh, deja eso.

—No estoy bromeando. Esas fueron sus palabras exactas.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Estaba en lo alto de Demerol, —dijo Hobie—. ¿Qué? —Añadió en


respuesta a la mirada divertida de Mack.

—¿Me vas a contar la historia entera de vosotras dos o qué?

—Primero, no hay historia. En segundo lugar, ¡definitivamente no hay


“nosotras dos”!

Mack asintió y estiró las piernas, cruzándolas y apoyando sus botas en


la esquina del escritorio de Hobie.

—No te vas a ir hasta que te cuente, ¿verdad?

Mack sonrió maliciosamente.

—¿Por qué has pasado toda mi vida torturándome?

—Porque eres mi hermana pequeña y eso es lo que hacen los hermanos 53


mayores. —Mack rio mientras Hobie bajaba la cabeza hasta que su frente
descansaba contra su escritorio.

—Este ha sido el día más largo de mi vida. —Gimió.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 4

Hobie miró a través de la ventana de la puerta principal, más allá de las


cortinas de encaje y encontró una vista que la hizo sonreír a pesar de lo que
había estado pensando acerca de BJ Warren. BJ yacía en el sofá. Su pierna
lesionada ocupó más espacio que el viejo sofá tenía para ofrecer. Parecía que
en algún momento, había movido la mesa de café más cerca y descansó su
pierna enyesada encima de ella.

Hobie no quería despertar a la mujer dormida, así que se deslizó de


nuevo por el porche y caminó hacia la parte trasera de la casa. Sacó una llave
dorada del bolsillo delantero de sus vaqueros y entró en la cocina. Colocó una 54
cesta cubierta de tela sobre la mesa de la cocina y dijo: —Quédate aquí.

Empezó a guardar los pocos víveres que había comprado en la tienda,


sin saber por qué seguía haciendo lo posible por alguien que probablemente no
lo apreciaría. Probablemente se despertará y me disparará por invasión. Fue
después de ese pensamiento que Hobie oyó el grito.

Lo que Hobie no notó mientras se paseaba por la cocina, fue que la


pelota de nieve blanca se retorcía en la cesta libre de debajo de la tela. Evaluó
su entorno mientras su cola se movía hacia adelante y hacia atrás al ver la
chimenea y el hogar. Salió silenciosamente de la canasta y miró la inmensa
distancia hasta el suelo. Él era pequeño, siendo el enano de la camada, y
parecía un largo camino hacia abajo. El Bichon Frise8 puede no haber sido
conocido por su capacidad atlética, pero tenía un cerebro de primera clase. La
réplica de bola de algodón acolchada llegó al final de la mesa, saltó a la silla y
se trasladó con seguridad al siguiente nivel. Una vez en el suelo, estaba fuera.

8
Raza de perro de pelaje blanco y esponjoso.
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Había cosas nuevas en el suelo de la sala. Le encantaban los nuevos


olores. Después de inspeccionar el equipaje en el piso, se trasladó a su nueva
compañera. Podía ver que era muy grande y sabía que tendría algunas partes
agradables y blandas contra las que podría acurrucarse. De hecho, le gustaba
dormir igual que a él. Se dio cuenta con aprecio de la manera en que la manta
y la sábana estaban encogidas y enredadas alrededor de su cuerpo. Miró con
nostalgia la mullida masa de las cubiertas. La forma en que se imaginaba, que
era su sofá y que la manta era demasiado atractiva para resistir. Saltó con
cuidado hacia la mesa de café y se dirigió hacia el sofá. A partir de ahí, era sólo
cuestión de encontrar el punto más suave. Sabía que había tomado una buena
decisión mientras se acomodaba en el vientre de la mujer.

55
BJ se había levantado en medio de la noche y se las arregló para
encontrar el baño y las píldoras para el dolor sin suicidarse. Se topó con una de
las puertas que había dejado entreabierta más temprano en el día, y luego se
dirigió al sofá, convencida que en el proceso sólo se había roto tres o más
costillas. Durmió profundamente durante el resto de la noche debido a las
píldoras e hizo una nota mental para comprar, tan pronto como llegara a casa,
acciones farmacéuticas adicionales. —Mejor vivir a través de la farmacología
avanzada, —murmuró antes de quedarse dormida.

BJ ahora despertó, su mente a un estado semiconsciente y se convenció


de que estaba teniendo una reacción alérgica al medicamento para el dolor.
Nunca había tenido una reacción alérgica a nada antes, pero la presión en su
pecho estaba dificultándole mucho la respiración. En todas las historias que
había escrito, ese fue el primer síntoma. Unos minutos más tarde, estaba
completamente despierta y se preguntaba por qué el sofá temblaba. No era
tanto el sofá como su cuerpo. Fue más que agitación. Era un movimiento
rítmico, como si...
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ abrió un ojo y miró a lo largo de su cuerpo. No llegó lejos. A unos


veinticinco centímetros de su rostro, se encontró con unos ojos negros, una
nariz negra de medianoche y una diminuta lengua rosada. La lengua entró y
salió de la boca igualmente pequeña, con el mismo ritmo que BJ sintió
moviendo su cuerpo. Más tarde culpó a un efecto residual de la medicación
para el dolor, pero eligió ese momento para gritar. Más que sólo gritar. BJ se
oía gritar como una niña.

—¡Aah! —Gritó de nuevo BJ cuando vio una figura entrar en la


habitación. Se detuvo cuando se dio cuenta de que era Hobie—. ¿Qué
demonios estás haciendo aquí? No, no contestes eso, ¡saca esta... cosa…
fuera de mí!

Hobie sacó rápidamente al perro del pecho de BJ. Ahora que sabía que

56
no había ninguna emergencia real, estaba tratando desesperadamente de no
reírse de la mujer tumbada. —Es sólo Arturo. ¿Te asustó? —Preguntó
sonriendo divertida.

BJ, al darse cuenta de que acababa de hacer un ridículo total con un


perro, trató de cubrir su propio error al identificar al pequeño animal. —Pensé
que era una rata.

Esta vez, Hobie se rio; no podía evitarlo. —Tienes muchas ratas albinas
de más de dos kilos en Chicago, ¿verdad?

BJ fijó una mirada fría en la dirección de Hobie. Estaba convirtiéndose


rápidamente en su expresión de marca registrada. —Estamos llenos de ellas,
—dijo con calma—. Mira, ¿qué demonios haces tú... ¡Vaya!

BJ se había vuelto para mirar a la mujer de pie y de repente sintió que la


mesa de café se deslizaba lejos del sofá con la pierna herida todavía en ella.
Trató de retroceder, pero la manta envuelta alrededor de sus piernas impidió el
movimiento adecuado. Sólo le tomó cinco segundos para que terminara boca
abajo en el suelo alfombrado.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Oh, Dios mío! Hobie soltó a Arturo y se inclinó para ayudar.

—Mierda, eso dolió, —dijo BJ. Intentando levantarse, sintió que la


coronilla de su cabeza se conectaba con la parte inferior de la mesa de café.
Una vez más, se hundió en el suelo y gimió.

—Vaya, te vas a matar a ti misma. Deja que te ayude.

—¡No me toques! Por favor, no me toques.

BJ se dio la vuelta y se quedó allí. Miró a Hobie con una expresión


similar al asombro. —Te ves tan normal, pero eres realmente el presagio del
desastre. ¿Eres una asesina? Quiero decir, ¿alguien me puso precio o algo?
¿Y tal vez pidieron que fuera una muerte lenta y tortuosa?

—Realmente lo siento. —Hobie no estaba segura de por qué se estaba


disculpando, pero parecía lo que debía hacer. 57
—¿Por qué intentas matarme? —Preguntó BJ con una pequeña voz
derrotada.

—Realmente, no estoy haciendo tal cosa. No puedo explicarlo, —dijo


Hobie con una sonrisa comprensiva—. Al menos déjame ayudarte.

—¡No! No, por favor no me ayudes. —BJ empezó a levantarse por su


cuenta—. Francamente, no creo que mi cuerpo pueda recibir más ayuda de ti.

Hobie se sintió peor al ver a BJ luchando para sentarse en el sofá.


Parecía como si el bienestar físico de BJ estuviera en peligro siempre que
Hobie se acercara a ella. Salió de la habitación y regresó un momento después
con una taza humeante.

—¿Bebes café?

—¡Gracias a Dios! —BJ lo aceptó ansiosamente.

—Tomaré eso como un sí y gracias.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ hizo una pausa antes de tomar un sorbo, la taza a centímetros de sus


labios. —¿No tienes para ti? —Miró a Hobie sospechosamente.

—Oh, por Dios. —Hobie agarró la taza. Se la llevó a la boca y tomó un


buen trago—. Mira, no hay arsénico ni nada. —Devolvió la taza.

BJ miró en silencio el líquido negro.

Hobie pensó que la mujer estaba haciendo pucheros. —¿Ahora qué?

—Ahora tiene tus gérmenes.

—¿Quieres relajarte ?

—Oye, todavía no he renunciado por completo a la teoría del asesinato.

—Buen Señor, eres peor que mi... —Hobie se detuvo abruptamente.

—¿Quién? ¿Peor que quién? 58


Hobie salió de la habitación y regresó con una taza de café.

BJ lo olisqueó cautelosamente antes de tomar un pequeño sorbo.

—¿Siempre eres un paranoica? —Preguntó Hobie.

—¿Tienes el valor de preguntarme eso después de lo que me has hecho


pasar en las últimas veinticuatro horas?

—¿Qué... tengo... Ok, ¡para! —Hobie pasó los dedos de ambas manos a
través de su corto pelo pelirrojo. Luchó por controlar su temperamento.
Siempre había pensado que era una mujer tranquila y razonable, pero la actitud
de BJ parecía despertar cada hueso pendenciero en su cuerpo. —Podemos
hacer esto, sé que podemos.

—¿Qué? —Preguntó BJ confundida.

—¡Ser amables la una con la otra! —Gritó Hobie casi exasperada.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tal vez deberías empezar primero, teniendo en cuenta que eres tú


quien me ha atropellado ayer.

Hobie colocó una mano en su cadera y retuvo su dura respuesta.


Respiró hondo y luego habló. —Está bien, tal vez amable es mucho esperar.
¿Qué tal si somos corteses. Seguramente, podemos manejar eso.

BJ se sentó allí con los brazos cruzados sobre el pecho, aparentemente


reflexionando sobre la petición, pero no del todo convencida de la sinceridad de
la otra mujer.

—Mira…

—Lo intentaré, —dijo por fin BJ.

—Oh. Muy bien entonces, —dijo Hobie—. Mira, esto no es tan malo.

BJ arqueó una ceja. 59


—Es un comienzo, de todos modos. ¿Por qué no me dejas mirar tu
pierna? ¿Cómo se siente?

—Duele como el infierno.

—Necesita conseguir algo de alimento en tu estómago y puedes tomar


una píldora del dolor. Recogí algunos alimentos básicos, todos sin veneno.
—Hobie ignoró la sonrisa de BJ—. No conseguí mucho, pero si me das una
lista, puedo recoger cualquier cosa que necesites.

—Sin ofender, pero prefiero hacerlo yo misma. Oh, hombre, mi Jag.

—Mack lo trajo esta mañana temprano. Está en el camino de entrada.


Hobie examinó la pierna de BJ mientras hablaba, notando que la hinchazón
había disminuido considerablemente. —¿Puedo hacer una pregunta?

—¿Puedo detenerte? Está bien, está bien, no pierdas los nervios, —dijo
BJ en respuesta a la mirada de exasperación de Hobie—. ¿Qué?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Cómo planeas conducir ese coche con esta cosa?

Hobie le dio un golpe suave al yeso.

BJ miró su pierna. —Mierda.

—Estoy obligada a decirte que no sólo es peligroso intentarlo, también


es ilegal.

—Apuesto a que también te cepillas después de cada comida, ¿verdad?

—Todo lo que estoy diciendo es...

—Lo sé, lo sé. Maldición, tengo que andar por ahí. Voy a estar loca
atrapada en este lugar. Tengo que ver a mi abuela, y necesito ropa. De
preferencia, los que pueda cortar una pernera sin demasiados problemas. Me
pregunto qué haría Jules. Lo sé. Llamaré a un taxi.
60
Hobie sacudió la cabeza.

—Déjame adivinar. No hay servicios de taxis en la isla.

—Así es.

—¿Bus, transbordador, carrito de golf?

—No, ni uno. Supongo que soy un poco más indispensable de lo que


pensabas, ¿eh? —Hobie bromeó mientras llevaba una sonrisa de una milla de
ancho.

—No empujes tu suerte. —La respuesta ácida de BJ borró la sonrisa del


rostro de Hobie.

—Lo siento, no quise regodearme.

—Claro que sí, pero supongo que no puedo culparte. Es lo que yo


hubiera hecho.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Eso es tranquilizador. Bueno, antes de que volvamos a entrar...


—Hobie vio que BJ se preparaba para otra respuesta agresiva y la
encabezó—. No abro el consultorio los martes hasta la una. ¿Por qué no te
llevo a la ciudad? Puedo mostrarte dónde comprar para que los lugareños no
piensen que eres una turista, pero la primera parada será Rebecca's Cove para
conseguirte un poco de desayuno.

BJ no respondió, pero sólo miró a Hobie. Finalmente, hizo una pregunta


que Hobie no esperaba. —¿Estás haciendo todo esto por mí porque te sientes
culpable o qué?

—En realidad, me gustaría pensar que soy una persona así, pero
reconozco que me siento un poco responsable de tu condición actual.

BJ no sabía qué hacer con la mujer. Su primera reacción fue de


escepticismo. Siempre había sido una consumada cínica, pero sabía que nadie 61
podía ser tan dulce y modesta como Hobie. BJ decidió que Hobie era una
mentirosa empedernida o estaba clínicamente loca. Se preguntó de estar sola
con ella, pero no le quedaba otra opción. ¡Tengo que salir de esta isla... pronto!

—Está bien, —dijo BJ.

En el momento en que las dos comenzaron su camino, Hobie comenzó a


pensar que su alianza incómoda podría funcionar. BJ había rechazado
cualquier ayuda para conseguir asearse, aunque Hobie le enseñó el truco de
atar una bolsa de basura alrededor de su molde para tomar una ducha rápida.
BJ ahora llevaba una camiseta descolorida “No Lights in Wrigleyville” 9 y los
pantalones de deportivos de Mack.

—¿Eres fan de los Cubs10? —Preguntó BJ, sorprendida, mientras Hobie


se colocaba la gorra azul con la C roja en la cabeza.

9
No luces en Wrigleyville. Wrigleyville es un barrio de Chicago.
10
Equipo de beisbol profesional de Chicago.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Acababan de salir de la casa y Hobie sabía lo que vendría después.


Había sentido dolor la mayor parte de su vida por su eterna lealtad a su equipo
de béisbol favorito, aunque constantemente perdiera. —¿Es eso un problema?

—Oye, no conmigo. Sólo pensé que los habitantes de Chicago eran los
únicos interesados en las situaciones desagradables.

—Supongo que vas a mostrar que sobre gustos no hay nada escrito y
que el Medio Oeste no tiene la patente sobre el masoquismo.

—Touché.

—¿Tu auto o el mío? —Preguntó Hobie cuando llegaron a la entrada—.


Sería feliz de conducir tu Jaguar.

—Apuesto que lo haría. De ninguna manera. ¿Sabes cuánto me han


cobrado por un seguro para alquilar esta cosa? Incluso los recargos tenían 62
recargos. Además, he visto cómo conduces. De cerca, ¿recuerdas?

—Muy divertido. Entonces es la camioneta. —Hobie trató de ocultar su


decepción.

—Ah, el automóvil de la muerte, —dijo BJ mientras se acercaban la


camioneta Ford blanca—. Fingió no prestar atención a Hobie sacando la lengua
por el comentario.

Hobie abrió la puerta del conductor y empezó a recoger algo de basura y


limpiar el asiento. —Está un poco desordenada, lo admito. Normalmente trato
de limpiarla antes de que vaya a cualquier parte, pero la primavera es mi
estación ocupada.

BJ se quedó mirando la ventana abierta del lado del pasajero. El pelo de


los animales, las hojas, las ramitas y la suciedad cubrían la cabina de la
camioneta. Recogió algo que parecía un mechón de algodón del asiento.

—¿Qué diablos hubo aquí la última vez?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Um... ovejas.

BJ miró por la ventana a Hobie, que estaba de pie al otro lado de la


camioneta. No hubo palabras necesarias durante los largos y dolorosos
segundos que BJ miró furiosa a Hobie.

—Vamos, doctora Doolittle11, estamos cogiendo el Jag.

63

11
Doctor Doolittle, serie de libro infantiles escritos por Hugh Lofting sobre los que luego se hicieron varias películas en
diferentes épocas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 5

—Eres el ángel de la muerte. Lo sabes, ¿no? Nunca he tenido tantas


cosas terribles que me sucedan en tan corto espacio de tiempo. ¿Seguro que
tu apellido no es Mengele12?

BJ cruzó los brazos contra el pecho y se apoyó en el Jaguar rojo. Miró a


Hobie, que estaba arrodillada en el suelo.

—Oh, por el amor de Dios, es sólo un neumático, y no fue mi culpa,


—replicó Hobie. Estaba con calor y tener que justificar sus habilidades de
conducción ante BJ Warren era más de lo que podía soportar—. Fue un clavo.
64
Lo siento, pero estos son sólo gafas normales. Me olvidé de usar mis increíbles
gafas de visión para poder ver un clavo en el centro de la carretera.

Hobie se quedó atónita que hubiera pasado treinta y ocho años sin
desear un daño grave a nadie, pero una hora con BJ Warren y Hobie quería
estrangular a la mujer. —No puedo creer que no sepas cómo cambiar un
neumático.

—No dije que no sabía cómo hacerlo. Simplemente dije que no cambio
neumáticos.

Hobie hizo una pausa lo suficiente para mirar a BJ. No entendió lo que
pasó después. Ciertamente no sabía por qué. Todo parecía alcanzarla de
inmediato. Trató de decirse a sí misma que estaba con calor y malhumorada
por cambiar el neumático y que todavía no había comido el desayuno.
Razonaba que las últimas veinticuatro horas y de nuevo encontrase con BJ,
literalmente, había sido una mezcla caótica de deleite e irritación. No importaba

12
Josef Mengele, médico alemán conocido por el sobrenombre de Ángel de la Muerte por sus experimentos con
prisioneros judíos en Auschwitz.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

cómo Hobie tratara de racionalizar su próxima acción, el simple hecho era que
tiró el hierro del neumático al suelo y comenzó a llorar.

Casi instantáneamente, BJ parecía como si la hubieran arrojado a un


tanque lleno de tiburones. Una expresión como el pánico se posó en su rostro.
—¿Qué... qué estás haciendo?

—Estoy llorando, ¿de acuerdo? ¿Está bien contigo?

—No, no está bien... detente, —dijo BJ suavemente—. Por favor.


Vamos, detente, —suplicó ella.

—¿Por qué demonios te importa si lloro?

—Porque no me gusta cuando las mujeres lloran. —BJ avanzó hacia


adelante, apoyándose en el coche, luego extendió la mano y apenas tocó el
hombro de Hobie—. Sobre todo no me gusta cuando soy la responsable. Mira, 65
sé que puedo ser... difícil.

Esa declaración parecía hacer la diferencia para Hobie. Unas palabras


tiernas y sus lágrimas se calmaron al instante. Pensó dos veces en lo que
había oído, pensando que tal vez sus oídos habían estado jugando con ella. La
BJ Warren que Hobie conocía no era el tipo de mujer para disculparse con
nadie. Hobie se secó la mejilla con el dorso de una mano y levantó la vista.
Nunca había visto una expresión más contrita.

—Está bien, —dijo BJ—. Puedo ser más que difícil. Puedo ser una perra
algunas veces. Sé eso. Sin embargo, realmente no quería hacerte llorar.

Para Hobie, en ese instante, BJ Warren se hizo humana. Podía ser


maleducada, molesta y egoísta, pero había mostrado su propia fragilidad
humana. También era consciente de sus propias acciones. Por primera vez
desde que conoció a BJ, Hobie se preguntó si el comportamiento de BJ no
estaba enmascarando sus propias inseguridades. —Gracias. Eso ayuda más
de lo que sabes.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Así que ya terminaste? Quiero decir, ¿estás bien? —Preguntó BJ,


aunque no podía mirar a Hobie.

—Sí. —Hobie se secó los ojos con un pañuelo del bolsillo—. Ya he


terminado. —Recogió el hierro del neumático una vez más y apretó la última
tuerca. Se puso de pie y colocó de nuevo las herramientas en el maletero del
coche—. No te preocupes. Es probablemente sólo PMS13. Estoy a dos días de
mi período.

—De acuerdo, TMI, TMI.

—¿Huh?

—Demasiada información. Quiero decir, lo siento y todo, pero no quiero


saber nada más.

—Lo siento. No sabía que tenías una constitución tan débil. Hobie sonrió 66
débilmente y BJ suspiró aliviada.

—¿Entonces estamos listas?

Hobie asintió con la cabeza. Estaba un poco más que avergonzada ante
sus súbitas e inesperadas lágrimas, pero también quedó atónita ante la
reacción de BJ. BJ había pasado de ser arrogante a arrastrarse en cuestión de
segundos. Así que las lágrimas son tu kryptonita, ¿eh? Tienes tanta suerte de
no sea manipuladora. Se sonrió para sí misma cuando se dio cuenta de que
algún día, alguien llegaría y capitalizaría la debilidad secreta de BJ.

—Ojalá me hubieras dejado llamar Ayuda en Carretera para cambiar


eso, —dijo BJ al subir al automóvil.

—¿Estás bromeando? ¿Y tener a Bubba del continente volviendo a


decirles a todos sus amigos que tuvo que cambiar un neumático para una
mujer indefensa en Ana Lia? Vamos, cuando estás sana, haces este tipo de
cosas, ¿verdad?

13
Síndrome premestrual
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Qué clase de cosas?

—Esto... cambia un neumático, el aceite, un faro ocasional.

—¿Estás loca?

—Gracias.

—Lo siento, —murmuró BJ—. Sólo quería decir que, bueno vivo en la
ciudad, nacida y criada. La mayoría de las veces, ni siquiera conduzco mi
coche. Tomo un taxi o el tren a menos que me vaya de la ciudad.

—¿En serio? —La admisión sorprendió a Hobie.

—Oye, sigo enojada porque acabaron con las gasolineras de servicio


completo. Apenas sé cómo desbloquear la tapa para obtener gasolina en la
cosa. Sin embargo, espero que esto siga siendo confidencial.
67
—El hecho de que seas una cereza total cuando se trata de automóviles
irá conmigo a la tumba.

La amplia sonrisa de Hobie era la única señal que BJ necesitaba para


ver que Hobie se sentía mejor. —Muy divertido. Sólo conduce, Doc.

Estuvieron de acuerdo en que la comida debería ser su próxima


prioridad. Tres minutos más tarde, Hobie tiró del Jag en el estacionamiento al
lado del lugar de comidas.

—No me di cuenta de que estaba tan cerca, —dijo BJ mientras extraía


cuidadosamente sus largas extremidades del vehículo.

—Sí, una vez que tengas tus piernas funcionando bajo tu mando, por así
decirlo, probablemente podrías pasear por la ciudad.

—Vaya, estoy contando los días.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie decidió ignorar las indirectas de BJ. Su filosofía era que tal vez,
como un matón del patio de la escuela, BJ Warren eventualmente se cansaría
de lanzar sus comentarios sordos si ya no recibían la respuesta deseada.

BJ contempló el edificio de madera con su balcón blanco. Había


esperado un neón barato con unas pocas secciones de de luces fundidas. En
lugar de eso, un letrero de madera pintado en un poste junto a la calle declaró
que la construcción era “Rebecca's Cove, la Llave Dorada del Golfo”. Había
visto esos tipos de consignas en restaurantes en áreas turísticas alrededor de
la Florida, pero nunca lo pensó dos veces en ellos, ya que por lo general sólo
significaba algo para los propietarios o los fundadores de los establecimientos.
Ella se preguntaba sobre éste. Palmeras de sagú y plantas de yuca
perfectamente cuidadas, rodearon lo que parecía haber sido una vez una casa
de dos pisos. Dos enormes palmeras sombreaban la acera hasta la puerta.

Justo cuando estaban a punto de entrar en el restaurante, un hombre


68
mayor se puso delante de BJ.

—Oye, ¿podemos decir “espacio personal”, capullo? —Preguntó.

—¿Viste el partido anoche? —Él preguntó. Parecía tener alrededor de


setenta años. Tenía el pelo blanco bajo su gorra de béisbol azul y oro. Llevaba
pantalones y un rompe vientos, lo que BJ pensaba extraño teniendo en cuenta
el calor.

—Qué diablos... —dijo ella sorprendida.

—¿No has visto el partido? —Él repitió.

—Sí, entrenador Cassidy, estábamos allí, —Intervino Hobie para decir.

—Ah, bueno... bueno. —El viejo miró a BJ de arriba y abajo—. Se hirió


durante el partido, ¿eh? —Le indicó la pierna.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ miró a Hobie en busca de ayuda. —Sí, entrenador, —dijo Hobie—.


En el partido de anoche. —Dio una mirada suplicante a BJ, esperando que su
expresión transmitiera la idea de que BJ debería ir junto con su charada.

—¿Qué posición? —Preguntó a BJ.

—¿Huh?

—¡Posición! ¡Fútbol14! ¿Qué eres, sorda? ¿Qué posición juegas?

—Um... ¿defensa media? —Dijo débilmente BJ.

—¡Aja! Tienes el físico adecuado para ello. El viejo golpeó el brazo de


BJ y BJ arqueó una ceja indignada. Hobie tuvo que taparse la boca con una
mano para ocultar su sonrisa.

—Hobie Lynn, ¿verdad? —El anciano volvió su atención a la pelirroja.


69
—Muy bien, entrenador.

—¿Eres una animadora?

—No, señor, banda de música.

—Ah. Bien, bien. Seguiremos adelante.

—Gracias, entrenador.

—¿Qué diablos fue todo eso? —Preguntó BJ mientras veían cómo el


hombre se alejaba.

—Ese fue Walter Cassidy. Que fue perdiendo la cordura hace varios
años después que su esposa murió. Era el entrenador de fútbol cuando yo
estaba en la escuela secundaria. Su familia siempre ha sido importante en Ana
Lia.

14
Se refiere al Football, juego parecido al rugby inglés.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Una gran cosa como en los lugares que pasamos por aquí, como
Cassidy High, Cassidy Football Field, Cassidy Library?

—Exactamente.

—El tipo es un loco. ¿Por qué no lo tienen encerrado en alguna parte?

—Porque cuando eres rico, no eres un loco, eres excéntrico. En


realidad, es bastante inofensivo, sólo un poco separado de la realidad, es todo.

—¿Un poco separado? No puedo creer que la gente le deje caminar por
las calles como si fuera... normal.

Hobie hizo una pausa y miró a BJ con una sonrisa vigilada. —No lo sé.
Estoy empezando a creer que “normal” es un término subjetivo.

Antes de que BJ pudiera responder, Hobie mantuvo la puerta abierta


para permitir que BJ entrara primero. —Después de ti, —dijo—. Una de esas 70
mesas en la parte de atrás debería ser lo más fácil para que puedas sentarte.

BJ se sentía como un pez de colores en un tazón de vidrio. Era como si


toda la acción en el restaurante se hubiera detenido cuando entraron. BJ no
pudo evitarlo. Dejó de andar a mitad del camino a su mesa y miró a los
comensales.

—¿Qué estás haciendo? —Preguntó Hobie.

—Dejándoles tener una buena y larga mirada, —dijo BJ en voz alta para
que los que estaban sentados a su alrededor lo oyeran.

Decenas de rostros avergonzados volvieron a sus propios platos, y la


conversación volvió a llenar el restaurante.

—Te gusta hacer eso, ¿verdad? —Preguntó Hobie.

—¿Hacer qué?

—Llamarla atención sobre ti, —dijo Hobie mientras se sentaban.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Es la única manera de mantenerse por delante de la gente. Además,


no me gusta que la gente me vea como si fuera una especie de fenómeno.

Hobie notó que BJ dijo aquella última parte con un borde herido en su
voz. —Suenas como una mujer que has tenido que pasarlo antes.

BJ miró a Hobie, sin saber si quería revelar algo de su vida personal. Dio
en un pequeño pedacito. —Una mujer que tiene 1,86 metros se acostumbra a
ser mirada, pero sólo porque estoy acostumbrada a ello no significa que me
guste.

—Comprensible. No pretenden tratarte mal. Sólo son curiosos. Creo que


toda la ciudad sabe quién eres ahora. La noticia viaja rápido en Ana Lia y no es
porque crean que eres un monstruo. Son gente agradable, pero es una
comunidad pequeña. Todo el mundo conoce los negocios de todo el mundo
aquí. Si les dieras una oportunidad a algunos de ellos, podrías encontrar que 71
tenéis mucho en común.

—Me parece muy improbable, —dijo BJ con su típico estilo altivo.


Apuesto a que eres una de las que prefiere pasar desapercibida, ¿no? Sólo
haz lo que se espera. No hagas olas y nunca muevas el bote.

—En su mayor parte... supongo que lo soy. ¿Hay algo malo con eso?

—No si eres un lemming15.

Una camarera dejó dos vasos de agua helada sobre la mesa,


deteniendo abruptamente su conversación. —Buen día. Nos preguntamos
cuando llegaste, Hobie Lynn.

—Buenos días, JoJo, —dijo Hobie—. Esta es la nieta de Evelyn, BJ


Warren. Sra. Warren, ésta es Joanne Hart, la propietaria del Cove.

—Es muy agradable finalmente conocerte, Sra. Warren. Tu abuela habla


de ti todo el tiempo.

15
Pequeño roedor
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Gracias. Tienes... un lugar bonito aquí.

—Gracias de vuelta. El restaurante ha estado en mi familia desde hace


años.

—Su abuela es Rebecca Ashby, la mujer que le dio el nombre al Cove,


—explicó Hobie.

—Ya veo. —Asintió BJ. Siempre la sorprendía, pero para una mujer que
se ganaba la vida con las palabras, nunca era buena en la charla y se
preguntaba qué debía decir a continuación.

—Sí. Tendrá noventa y cinco años este verano. Ella se pone mucho más
lenta en estos días, pero todavía lo tiene todo aquí arriba. —JoJo golpeó un
dedo índice contra su sien—. Dile Hobie Lynn que te lleve a la casa algún día.

—Uh, claro. Gracias, —dijo BJ. 72


Ni BJ ni Hobie sabían decirle a JoJo que éste era el momento más
civilizado que habían tenido desde su reunión accidental, pero brutal. Lo más
lejano de la mente de cada mujer era convertirse en amigas y socializar.

—Entonces, ¿qué va a ser para vosotras, señoras? —JoJo sostuvo una


pluma y una libreta de recibos en una mano.

—¿Qué tal una moca java con expreso doble y canela extra? —Preguntó
BJ mientras contemplaba el menú.

—Por supuesto. ¿Quieres leche descremada, dos por ciento o leche


entera?

Hobie se rio de la expresión aturdida en la cara de BJ.

—Um... dos por ciento.

—¿Un zumo de naranja, Hobie Lynn?

—Sí por favor.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Déjame traer las bebidas y regresaré para vuestro pedido. —JoJo se


dirigió a la cocina. En su camino, recogió platos sucios e intercambiaron
algunos chistes con los clientes.

—Y pensaste que la isla estaba atrasada. —Hobie sonrió—. ¿Estás un


poco más feliz ahora que sabes que el Cove es la respuesta de Ana Lia a
Starbucks? Puedo decir, como un profesional médico, que creo que has estado
experimentando los comienzos de un síndrome de abstinencia del expreso.

—Muy gracioso.

—Vale, amigas. JoJo volvió a tomar su orden. —¿Qué puedo traeros?

BJ ordenó huevos escalfados, tostadas de trigo integral y fruta fresca.


Luego se sentó en un silencio aturdida mientras escuchaba a Hobie darle la
orden a la camarera.
73
—Tres huevos, jamón, tostadas, patatas fritas. Espera, suspende la
tostada. Voy a tener panqueques a un lado en su lugar, y puedo tener otro jugo
con mi comida? Oh, ¿y puedes añadir otro huevo a eso?

JoJo se fue a hacer su pedido.

BJ miró debajo de la mesa a los pies de Hobie.

—¿Qué? —Preguntó Hobie.

—Nada. Sólo quería ver si tenías huérfanos hambrientos allí debajo, que
planeabas alimentar.

—Muy divertido. Tengo un metabolismo extremadamente alto. Quemo


todo demasiado rápido. Puedo estar de pie en una esquina de la calle y ¡ zas!
Mi nivel de azúcar en la sangre se agota y estoy en problemas. —Hobie intentó
detenerse. Sentía como si le diera demasiada información a BJ, pero parecía
que no podía dejar de hablar. Finalmente, se aclaró la garganta nerviosamente
y esperó el tono burlón que estaba seguro de que vendría.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Banda de música, ¿eh? —BJ sorprendió a Hobie cambiando el


tema—. ¿Era verdad, lo que le dijiste al viejo?

—Oh eso. Sí.

—Déjame adivinar. Flauta o clarinete.

—Flauta, sabelotodo. ¿Cómo supiste?

—Era obvio. Sabía que tenía que ser una tipo de instrumento femenino.

—¿Femenino? ¿Estabas en la banda?

—Clase de la escuela secundaria de 1977. En realidad, he tocado en


bandas de la escuela durante ocho años. Sólo intenta marchar en Chicago. Me
congelé el culo durante el invierno y prácticamente me derrumbe por
agotamiento por calor cada verano. Tengo en serio una aversión que desarrollé
a las celebraciones de temporada a causa de la banda de música. Es 74
probablemente Halloween es mi fiesta favorita por qué... no hay desfiles.

—¿Y cuál era ese instrumento masculino que tocabas... la tuba?

—Oh, eres un comediante. No, era la trompeta.

—Vaya, ¿qué tan difícil puede ser la trompeta? ¡Sólo tienes tres pistones
en la cosa y puedes verlos!

—Es mucho trabajo cuando lo odias.

—¿Por qué lo hacías si lo odias?

—Una pequeña rata bastarda me dijo que estar en la banda era una
manera fácil de conseguir chicas. Esa teoría resultó ser una gran decepción.
No puedo empezar a decirte lo miserable que hice a Joey Bruder durante el
resto de la escuela secundaria.

—¿Así que pasaste ocho años tocando un instrumento que odiaste?


Qué miserable.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tú me estás diciendo. En realidad, me gustó la cosa cuando la obtuve


por primera vez. Tuve el típico encantamiento de “objeto brillante” pero eso
duró unos dos meses. Una vez que me di cuenta de que querían que practicara
treinta minutos al día, la fiesta había terminado.

—Es curioso lo que los educadores aprendieron de nuestra generación,


¿no? Los niños que toman un instrumento ahora tienen práctica de banda u
orquesta todos los días, al igual que las matemáticas o el inglés. De esa
manera, no terminan obligados a practicar en casa.

—¿De Verdad? Las pequeñas ratas bastardas no saben lo bien que lo


tienen. ¿Cómo lo sabes? —Preguntó BJ.

—Oh... um... Veo a muchos de los niños en mi consultorio con sus


mascotas. Así que lo odiaste, pero seguiste con ello.

BJ se encogió de hombros. —Mi madre me obligó. Me encerró en mi


75
habitación media hora después de la escuela todos los días. A medida que
crecía, pensé que se vería bien en la solicitud de la universidad. ¿Qué?
—Preguntó cuándo Hobie negó con la cabeza.

—Nunca he visto a nadie antes hacer algo en su beneficio por apatía.


—BJ se rio de la observación, y Hobie soltó un suspiro de alivio.

—Apática y orgullosa de ello. Había cuatro trompetas en la banda de la


escuela media. Era la trompeta del cuarto asiento hasta la escuela secundaria.
Siempre duran, pero el último es muy subestimado. Cuando estás en el
peldaño inferior de la escalera, la gente no espera tanto de ti. Mi primer año,
me cambie a la tercera silla. La única razón fue porque el chico delante de mí
se mudó.

—Habría pensado que eras el tipo de persona con más ambición que
eso.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Por qué? —BJ se apresuró a explicar—: La ambición está


decididamente sobrevalorada. Además, sólo sirve para decepcionar.

—Suenas más como una mujer amargada que un filósofo.

BJ sonrió brevemente. —Ninguna de las anteriores. Simplemente una


realista.

La conversación se detuvo repentinamente y ambas mujeres parecían


revisar sus propios recuerdos de juventud. Los sonidos de JoJo entregando su
desayuno las sacaron de sus pensamientos. Una vez que se había alejado de
la mesa, BJ continuó.

—He descubierto que tener poca o ninguna ambición permite una forma
de vida más espontánea. No sé si siempre tendré éxito. No es que no me
importe, es sólo que se necesita más energía de la que quiero gastar para
asegurarme de que permaneceré en la cima. Tal vez es que no he encontrado
76
la única cosa en la vida digna de todo ese trabajo. Por otro lado, tal vez es sólo
que nunca he sido capaz de aplazar mis propias indulgencias.

Hobie sólo se sorprendió un poco de la actitud hedonista con la que BJ


vivió su vida. Tenía curiosidad de saber cuánto de la manera de pensar de BJ
era verdad y cuánto era un encubrimiento para sus propias inseguridades.
Ninguna de las dos mujeres parecía ansiosa por continuar la conversación. Se
concentraron en su comida, pero en el fondo de sus mentes, tenían la
sensación de que había más que decir.

El estilo art deco del restaurante hizo que BJ se sienta como en casa. Le
recordaba a todos los restaurantes a los que había ido, creciendo en el lado sur
de Chicago, los lugares que servían el desayuno veinticuatro horas al día. La
decoración incluyó un montón de acero inoxidable y plástico colorido. Ella
había pasado muchas borracheras y una noche de juerga en esos
establecimientos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Una vez que terminó su comida, BJ pasó la siguiente hora manteniendo


el final de la conversación. Se aferraban a temas seguros como los deportes y
las computadoras, dándose cuenta de que otros temas abordaban demasiados
puntos polémicos. A BJ le pareció extraño que la única persona en la ciudad
que se las arreglaba para ponerla nerviosa en un abrir y cerrar de ojos era la
misma persona con la que de repente le resultaba fácil conversar.

Se encontraba observando a la gente la mayor parte del tiempo.


Rebecca's Cove sin duda parecía ser el centro de operaciones de la isla. La
gente no sólo venía a comer, sino a encontrarse, a escuchar noticias y a coger
un chisme jugoso o dos. Siempre parecía haber suficiente espacio, aunque el
restaurante parecía completo.

Hobie había tenido razón cuando dijo que todo el mundo conocía a todos

77
los demás en Ana Lia. Casi todos los comensales se detuvieron para saludar e
intercambiar bromas con Hobie. Ella tenía una sonrisa y una buena palabra
para cada persona que conoció, lo que molestó a BJ. La gente que era
demasiado amable siempre la había molestado.

—Dije, ¿estás lista para ir?

BJ se dio cuenta de que sus propios pensamientos habían capturado tan


completamente su atención que no había oído una palabra que Hobie había
dicho. —Oh, sí, lo siento. Voy a... —Buscó su cartera, que llevaba en el bolsillo
trasero de sus vaqueros y rápidamente se dio cuenta de que su cartera no
estaba allí porque sus vaqueros no estaban allí. Todavía llevaba los pantalones
de Mack— ¡Mierda!

—¿Qué?

—Olvidé mi billetera.

—Oh, ¿eso es todo? No te preocupes, lo tengo. Hobie tomó la cuenta


que JoJo había puesto sobre la mesa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Te pagaré de vuelta, —dijo BJ con vergüenza.

—No estoy preocupada por eso.

—Sí, pero la ropa que quería recoger. Simplemente no quiero...

—¿Deberme? —Hobie terminó el pensamiento de BJ.

—Nada personal. No me gusta estar en deuda con nadie. Me hace


sentir... No sé, obligada.

—Por favor, —dijo Hobie—. Mira, no hagamos un gran trato con eso. No
es como si planeas comprar pantalones de Versace, ¿verdad?

BJ sonrió a pesar de sí misma. Entonces recordó que tal


comportamiento complaciente y no pretencioso la molestaba. No podía dejarse
enamorar de la sonrisa encantadora de Hobie. BJ intentó recordar la última vez
que tuvo que guardarse contra tal cosa. ¿Cuándo había sido fácil que le 78
gustara alguien, especialmente cuando ese alguien era una mujer? La cosa era
que no podía recordar un momento.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 6

—Pensé que estábamos comprando ropa. —BJ parecía confundida.

—Estamos.

BJ siguió la iniciativa de Hobie y se bajó del vehículo. Se pararon delante


de una vieja casa victoriana. Tejas de cedro en el tejado, ventanales y pintura
blanca brillante hacían que pareciera el lugar que BJ había soñado con
convertir en una librería. Desafortunadamente, no había muchas de estas
construcciones en el centro de Chicago. El gran ventanal presentaba una
muestra de los libros más vendidos. BJ sonrió para sí misma cuando vio la
79
última novela de Harriet Teasley en el frente. —Esto parece una librería.

—Lo hace, ¿no? —Hobie sonrió y continuó—. Simplemente llamémosle


una tienda privada de ropa. Las propietarias son las hermanas Dilby.

—¿Qué, esos libros en la ventana son sólo falsificaciones y todo el


frente de la tienda se abre como una puerta de garaje, ¿verdad? ¿Se abre en
una especie de cueva de murciélagos?

—¿Estás hablando en serio? —Preguntó Hobie.

—Déjame pensar un minuto. Hmm, no.

—Las hermanas Dilby tienen una pequeña librería, pero es una tienda
dentro de una tienda.

—Te refieres a un frente.

—Una tienda privada.

—Bien. Un frente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie soltó un suspiro audible. —Haces que parezca que hacen libro
sobre los caballos en un cuarto trasero.

—Lo siento, —dijo BJ con una sonrisa tímida. No había expresado su


pesar por sus acciones en años, pero era por lo menos la tercera vez ese día
que se había disculpado con Hobie.

—Déjame explicar. Si los lugareños compráramos nuestra ropa en los


mismos lugares que los turistas, nos iríamos a la quiebra. Es eso o ir al
continente. Nuestra respuesta es la tienda de hermanas Dilby.

—Me siento como si estuviera en una novela de espionaje surrealista.

—Vamos, —dijo Hobie mientras los dos subían las escaleras hacia el
gran porche.

—Esta casa es una obra de arte. Es magnífica. 80


Hobie no esperaba un tono tan sincero de parte de BJ. Todo era
normalmente una broma para ella. Se volvió para mirar la expresión de
ensueño en el rostro de BJ.

BJ se dio cuenta de repente que Hobie la miraba y bajó la cabeza.


—Supongo que es sólo porque no ves casas como esta en la ciudad.

—Supongo que es a lo que estás acostumbrada. Es probablemente lo


mismo que sentí cuando visité Chicago. Bajé del tren en el Daley Center y me
paré en la esquina de la calle como si fuera una palurda, estirando mi cuello
para mirar hacia los edificios altos.

—¿Has estado en Chicago?

—Sí, sólo... Hobie cerró rápidamente la boca, habiendo olvidado a quién


estaba hablando. —Voy allí de vez en cuando para seminarios y semejantes.

El rostro de BJ tomó una extraña expresión. —Huh, —fue todo lo que


dijo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Se pararon frente a la puerta con su ventana de vidrio grabada, y BJ no


pudo evitarlo. —¿Hay un golpe secreto, tal vez una señal de código Morse que
debo usar? ¿Tendré que conocer el apretón de manos?

—Cállate, —dijo Hobie con una sonrisa. Abrió la puerta y entraron en la


tienda climatizada.

—¡Hobie Lynn! —Una mujer mayor, quizás de unos setenta años, se


acercó a ella. Era baja y rechoncha. No es exactamente gorda, pero construida
de una manera compacta. Tenía el pelo tan corto y tan negro que era evidente
que se lo teñía. Llevaba una blusa y una falda que se clavaban alrededor de su
cintura demasiado ajustada—. ¿Qué podemos hacer hoy por ti?

—Hola, Helen. En realidad, estoy aquí con... Hobie no pudo terminar la


frase. No tenía ni idea de cómo llamar a BJ Warren. ¿Qué era ella para Hobie?
Apenas podía llamarla amiga. Afortunadamente, Helen Dilby la salvó de la 81
vergüenza.

—La nieta de Evelyn. Estuvimos viendo ayer a Evie y nos contó todo
sobre ti, Srta. Warren. Es tan bueno finalmente conocerte. La anciana se volvió
y gritó hacia el fondo de la tienda—. Katie, ven a ver quién está aquí.

BJ se giró ante el sonido de una puerta chirriante. Otra mujer,


aproximadamente la misma edad que Helen Dilby, caminó a través de un
conjunto de estanterías que se separaron misteriosamente. BJ tuvo que hacer
una doble toma para ver, que de donde la mujer mayor salió, en realidad era
una extraña puerta corredera. El diseño trampantojo16 se parecía a una
elegante biblioteca con una zona de estar. Fue increíble y BJ se dio cuenta de
que debido a la calidad del trabajo, debe haber costado a las propietarias una
buena cantidad de dinero.

—Mira, te dije que había una cueva de murciélagos, —murmuró BJ a


Hobie.

16
Ilusión óptica o trampa con que se engaña a una persona haciéndole creer que ve algo distinto a lo que en realidad
ve.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Detente, —le susurró Hobie.

—Katie, esta es la nieta de Evie, BJ, —dijo Helen.

—Katherine Dilby, —dijo la otra mujer con voz grave. Agarró la mano de
BJ y la sacudió bruscamente.

Aunque las dos mujeres mayores parecían tener aproximadamente la


misma edad, su aspecto físico era tan diferente como la noche y el día.
Katherine era alta y delgada. Su cabello parecía rubio cuando era más joven.
Estaba tan cerca de su cabeza que se elevaba incluso en picos. Llevaba una
camiseta tipo polo y pantalones de algodón, pero su ropa parecía arrugada y
desgastada en comparación con el traje fuertemente apretado de Helen.

—BJ necesita conseguir algunas cosas, especialmente unos pantalones


para cortar una pernera, —dijo Hobie, asintiendo con la cabeza hacia el yeso
de BJ.
82
—Oh vaya. Evie no dijo nada sobre eso, —dijo Helen.

—Es un evento reciente. Mi abuela todavía no lo sabe.

—Estoy segura de que podemos cuidar de todo lo que necesites,


querida. ¿Por qué no sigues a Katie a la parte de atrás? Ella es la experta en
ropa y puede mostrarte dónde está todo.

Katherine abrió paso por la puerta corredera. BJ miró con asombro los
bastidores de ropa a su alrededor, luego dejó escapar un silbido bajo mientras
miraba a su alrededor, aceptando la selección. Pasó los siguientes treinta
minutos recogiendo un surtido de ropa. La actitud sensata y en ocasiones
brusca de Katherine atraía a BJ, y la mujer mayor fue servicial en la selección
de las tallas correctas.

Hobie caminó alrededor de los estantes de los libros. Vio la gran


exhibición de novelas románticas y cogió una de ellas, examinando la
sobrecubierta. Después de leer la sinopsis y una explicación sobre la autora del
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

libro, Harriet Teasley, Hobie arrojó el libro sobre la mesa. —¿Quién compra
estas cosas? ¿Llaman a esto escritura?

—Oh, te sorprenderías, querida. No puedo mantener las novelas de


Teasley en el estante.

—Imagínate. Entonces, ¿cómo estaba Evelyn cuando la vio? —Preguntó


Hobie—. Hace un par de días que no la veo.

—Ya lo sabes. Todo lo que hace es hablar de su nieta. —Helen miró


hacia el fondo y bajó la voz—. Escuché que... bueno, que BJ no es
exactamente... um, ella es un poco diferente de la chica tranquila que Evie
describió.

Hobie se rio entre dientes ante la observación. —Ese es el eufemismo


del año. No puedo creer que esa mujer esté relacionada con Evelyn.
83
Helen sonrió, casi para sí misma. —Bueno, no conocías a Evie cuando
tenía tu edad. Era muy diferente de lo que es ahora.

—Posiblemente ella no podría haber sido nada como su nieta. En un


minuto ella es tan arrogante que sólo quiero dejarla noqueada, entonces te da
una de esas miradas encantadoras o va y dice algo agradable o dulce, y yo...
yo.

—Simplemente no puedo evitar sentirme atraída por ella, —concluyó


Helen.

—Sí, —dijo Hobie de manera distraída—. ¡No! —Gritó rápidamente—.


No en un millón de años, Helen. Saca esa sonrisa de tu cara ahora mismo. Esa
mujer es demasiado, bien, demasiado demasiado para mí. No puedo creer que
Baylor Warren pudiera cambiar lo suficiente para que yo quiera pasar más que
momentos pasajeros con ella.

—Hmm, eso es comprensible. También está Noah. Sin embargo, es


gracioso. Cuando veo la forma en que esa chica y tú se ponen, me recuerda a
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Katie y a mí. Como el fuego y el agua la mayor parte del tiempo,


completamente opuestas. Pasamos más tiempo chocando una con la otra, pero
en realidad es sólo juego. Es curioso como es la vida, ¿eh?

Hobie sonrió a la mujer mayor. —Katherine parece ser capaz de lidiar


con ella lo suficientemente bien. Debe estar comprando la tienda allá atrás. Oh,
eso me recuerda, ¿me puedes cobrar por las cosas de BJ?

—¿Oh?

—Ella olvidó su cartera. No es más que eso.

—Podemos facturarle directamente si eso ayuda.

—Creo que a ella le gustaría mucho más. No es muy buena en hacer


que otros lo hagan por ella. Me sorprendería que Katherine no se arrancara el
pelo ahora mismo. 84
—Hablando de eso, le dijiste a BJ sobre Katie antes de dejarlas solas,
¿verdad?

—¿Qué hay de ella?

—Me refiero a Albert. ¿Le contaste a BJ sobre Albert?

—¡Oh, mierda! —Gritó Hobie. Corrió la librería y entró en la tienda de


ropa. Esperaba que llegara a tiempo.

—¿De qué diablos estás hablando? No veo a nadie allí. —BJ estaba
cerca del final de su paciencia cuando vio a Hobie corriendo hacia ellas.

—¿Qué quieres decir con que no puedes verlo? ¡Está sentado tan claro
como la nariz en tu cara!

—No hay nadie ahí, estu...

En el momento en que Hobie corrió hacia las dos mujeres, casi se


abalanzaron sobre ella. —¡Hobie! —Exclamaron al unísono.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie miró de una mujer a la otra. Katherine y BJ tenían la cara roja. BJ


llevaba una expresión que Hobie estaba aprendiendo a reconocer. La mirada
significaba que en otros cinco segundos estaría cortando a alguien con esa
lengua afilada suya.

—¿Quiere decirle a esta mujer que me dé mi ropa para que podamos...?

—¡Se sentó en Albert! —Katherine casi gritó.

—¿Quién diablos es Albert? BJ gritó de vuelta.

BJ sabía que probablemente no debería estar maldiciendo a una


anciana, pero su paciencia había terminado. Katherine había estado poniendo
la ropa nueva en bolsas cuando BJ decidió descansar su pierna y sentarse en
la silla de aspecto cómodo al lado de la caja registradora. No tenía ni idea de lo
que estaba mal cuando la anciana normalmente silenciosa había empezado a
gritarle histéricamente.
85
BJ se había levantado de un salto, sólo para estar envuelta en uno de
los argumentos más intrépidos en los que había estado involucrada. Katherine
insistió en que BJ se había sentado allí a propósito, diciéndole que incluso
Albert tenía mejores modales.

—Estoy segura de que no lo vio, Katherine, —dijo Hobie con dulzura.

—¿Cómo no pudo verlo?

—¿Ver a quién? —Gritó de nuevo BJ. El tenue agarre que tenía de su


temperamento se desvaneció rápidamente.

—¿Ves a lo que me refiero? Es como los doctores de Tampa. No sé si


podemos hacer negocios con tu amiga, Hobie Lynn.

—Hobie, —dijo BJ tranquilamente, tal vez con demasiada calma, según


Hobie. Hobie prácticamente podía oír los dientes de BJ moliendo juntos—.
¿Ves a ese Albert en esa silla?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie se mordió el labio inferior mientras miraba en medio de las dos


mujeres una vez más. Si le decía a BJ la verdad, se arriesgaba a perder la
confianza de Katherine. —Um... ¿sí?

BJ miró a Hobie mientras Katherine resoplaba en triunfo. BJ miró la silla


una vez más, empezando a sentir como si fuera la loca. —¿Entonces
realmente ves algo... aquí? —Agitó su mano delante de la silla aparentemente
vacía.

—¡Por supuesto que lo hace, y no es algo, es Albert! —Intervino


Katherine—. Y deja de golpearlo en la nariz con tu mano, ¡imbécil!

—Hablando de golpear a alguien en la nariz... —BJ dio un paso más


cerca de la mujer enojada.

Hobie se interpuso entre ellas. —¿Podemos hablar aquí por un


segundo? —Susurró, tirando del codo de BJ.
86
—No puede verlo. La gente como ella nunca lo hará, —dijo Katherine.

—Apuesto a que era sólo la luz, Katherine. Mira lo oscuro que está aquí.
—El tono convincente de la voz de Hobie hizo que Katherine hiciera una pausa
para mirar a su alrededor. Durante esos momentos, Hobie logró maniobrar a BJ
a pocos metros de distancia.

—Si incluso piensas en decir que realmente viste algo por allá, te voy a
tirar por la ventana y correr por mi vida, —BJ siseó entre dientes.

Si la situación no hubiera sido tan grave, Hobie se habría reído en voz


alta ante la confusión y la incertidumbre en el rostro de BJ. —Mira, ¿alguna vez
has visto esa vieja película con Jimmy Stewart?

—¡Querido Dios en el cielo! ¿No vas a decirme en serio que Albert es un


conejo blanco de 1,80 metros? —Susurró BJ.

—Por supuesto no. No seas ridícula. Tiene sólo 90 centímetros de altura


y es un hámster.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Qué? BJ levantó su voz. —¿Qué es esta isla una central de


lunáticos?

—Shh. Por favor, acompáñame con esto y te lo explicaré más adelante,


lo prometo. ¿Por favor?

Hobie miró a BJ con una expresión tan suplicante que BJ se dio cuenta
en ese momento que no podía haberle negado nada a Hobie. Grandes ojos
verdes tiraron de las fibras sensibles de BJ. Esa visión hizo que BJ se sintiera
incómoda. Nunca se había sentido así antes.

—Me debes una grande, —fue su respuesta.

Diez segundos después, BJ estaba de pie junto a la misma cómoda silla.


Hizo un gesto con un brazo. —Por supuesto. ¡No puedo creer que no lo viera!

—¡Patrañas! —Exclamó Katherine—. Ahora lo estás inventando. 87


—De acuerdo, eso es todo. Voy a regresar a Chicago. —BJ se volvió
para irse.

—¿De qué color es? —Katherine habló de repente.

BJ miró rápidamente a Hobie, que se tiró del cuello de su camiseta.

—Marrón.

—¿De qué color son sus ojos? —Katherine levantó una ceja
sospechosamente.

Hobie y BJ entraron en pánico, pero por diferentes razones. Una rápida


mirada hacia Hobie mostró que parecía estar señalando su propio ojo. Al
menos eso es lo que BJ esperaba que significara.

—Verdes, —dijo BJ con una sonrisa de confianza.

—Ahí tienes. —Katherine le dio una bofetada a BJ en el hombro con


entusiasmo. BJ sabía que tendría un moretón allí antes de que terminara el día.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Era como si Katherine hubiera olvidado que momentos antes había estado a
gritos con BJ. —Supongo que estaba demasiado oscuro para que lo vieras.
Tendré que hablar con Helen sobre más luces aquí.

El hecho de que BJ conociera el color de sus ojos no se había perdido


en Hobie. Era una cosa tan pequeña, pero se le metió en la mente de una
manera que la preocupaba. Hasta ahora, encaja en la misma categoría que
muchos de sus otros tratos con BJ Warren. No sabía si sentirse halagada o
preocupada. —Gracias por el respaldo, —susurró sarcásticamente a Helen
mientras ella y BJ salían de la tienda.

—Creo que las dos lo hicisteis muy bien. Además, tengo que vivir con
Katie. Siempre es mejor que me mantenga al margen del debate Albert, a
menos que este demasiado fuera de control.

—Adiós, a las dos, —gritó Katherine detrás de ellas—. Volver pronto. 88


—No en esta vida, —murmuró BJ, de modo que sólo Hobie pudo oírlo.
Mirando hacia atrás a las dos mujeres mayores, BJ arqueó una ceja en la
forma en que Katherine había puesto su brazo alrededor de la cintura de Helen.
A juicio de BJ, parecía haber algo más que una familiaridad fraternal en ello.

Una vez que estaban en su camino al hospital, BJ se volvió a Hobie.


—Me debes una historia muy grande sobre Albert el gigante, pero invisible,
hámster.

—Lo sé. Déjame explicarte.

—Ah, y por cierto, —añadió BJ—, si esas dos diques son hermanas,
entonces soy la Madre Teresa.

—Así que conociste a las hermanas Dilby, —dijo Evelyn Warren.

Hobie y BJ se sentaron junto a su cama. La anciana había sentido un


gran dolor al ver el yeso de su nieta. Cuando Hobie explicó lo que pasó, pero
dejó de lado el hecho de que era la conductora del vehículo que golpeó a
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor, Evelyn levantó una ceja hacia ella. La expresión de remordimiento de


Hobie aparentemente transmitía más de lo que las palabras podían manejar
porque Evelyn le dio una palmadita afectuosa en la mano. Pasó los siguientes
veinte minutos tratando a BJ como una inválida indefensa, llegando a llamar a
la enfermera para que se sintiera más cómoda. BJ, por supuesto, bebía la
atención tan descaradamente sobre como Artur recibía un frotamiento del
vientre.

—Sí, conocí a las hermanas Dilby y utilizo la palabra “hermanas” a la


ligera.

—No nos corresponde juzgar, Baylor.

—No estoy hablando de juzgar, Tanti, sólo pienso que es un crimen que
tengan que esconder quiénes son. ¿Por qué no se mudan? Hay muchos
lugares más progresistas en su forma de pensar. Key West no está tan lejos. 89
—Eran mujeres jóvenes que vivían en otro tiempo, querido corazón. No
tiene nada que ver con el lugar donde viven. Es algo que acostumbraban a
hacer por necesidad. No es un reconocimiento de bien o mal. Algunas cosas en
la vida, bueno, sigues haciéndolas porque te has puesto cómoda con las cosas
de esa manera. El cambio puede ser duro para el alma. A veces, simplemente
aceptas cosas y personas de la manera que son. Así que, —continuó con una
mirada traviesa en el ojo—. ¿Conociste a Albert?

Hobie se rio y BJ la miró. —Se sentó en él, —Hobie dejó escapar su risa.

—Oh vaya. ¿Qué hizo Katherine?

—Sus ojos casi se salieron, su cabeza giró alrededor y el humo salió por
sus oídos, —dijo BJ—. Pensé que estaba teniendo algún tipo de ataque.

Hobie no podía dejar de reír.

—Y ésta, —BJ señaló a Hobie—. Se quedó allí y alentó a la mujer


delirante.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tenía que hacerlo, —dijo Hobie sobriamente.

—Estoy de acuerdo, Baylor. A Katherine le llevó mucho tiempo llegar a


donde está hoy. Hubiera hecho más daño que bien a Hobie Lynn negar la
existencia de Albert, —dijo Evelyn.

—Dijiste que me contarías toda la historia, —le dijo BJ a Hobie.

—Supongo que puedo decírtelo mejor, teniendo en cuenta que estaba


allí cuando ocurrió todo, —dijo Evelyn.

Hobie asintió con la cabeza.

—No es una gran historia como probablemente estás esperando.


Katherine Dilby era una investigadora científica, una hazaña en la década de
1950. No había muchas mujeres haciendo ese tipo de trabajo en esos días.
Supongo que nadie sabe lo que hace a la gente ponerse un poco chiflada. Creo 90
que Katherine finalmente diseccionó demasiados animales de laboratorio. Tuvo
una crisis y se negó a hablar o comer. La tuvieron en un hospital de Miami por
varios años. Nunca le dijo una sola palabra a nadie. Ahí es donde conoció a
Helen.

—¿Por qué eso no me sorprende?, —BJ interrumpió para decir.

—Helen no era una paciente del hospital, era una voluntaria. Ella
empezó a venir todos los días a leer a Katherine. Igual de rápido cómo había
comenzado, terminó. Un día, Katherine se despertó y era ella misma. Sólo
hubo un pequeño cambio.

—Déjame adivinar. Albert nació, —dijo BJ.

—Correcto. Los médicos pensaron que la creación de Albert era la


manera de Katherine de compensar los años de experimentos con los animales
que amaba. La liberaron poco tiempo después y ella y Helen comenzaron su
relación.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No puedo creerlo. Una mujer les dice a los médicos de un hospital
psiquiátrico que ve un hámster de 90 centímetros por todas partes que va, ¿y la
liberan?

—Honestamente, Baylor, ¿de dónde vienes con toda esta falta de


compasión? ¿No viste lo que tu padre te enseñó? Katherine no lastima a nadie.
Es una pareja maravillosa y fiel a Helen y una amiga leal a aquellos que se
toman el tiempo para conocerla. Aprende a aceptar, querido corazón. Acepta a
la gente tal y como son, incluyendo todos sus defectos.

—Lo siento. Intentaré, pero francamente, la gente en esta isla me está


dando demasiado para pensar.

—¿Qué piensas del resto de nuestra isla?

—Creo que si lo que he visto de la gente hasta ahora es tan profundo


como la herencia genética recibida, entonces alguien va a partirse la crisma por
91
zambullirse.

—Oh para. Me alegró ver que las dos se han hecho amigas, —dijo
Evelyn con un movimiento de cabeza en la dirección de Hobie.

—Sí, bueno. —BJ sonrió—. Tuvimos una especie de… nos topamos.

Hobie devolvió la media sonrisa de BJ y exhaló un suspiro de alivio


cuando ella no dio detalles. Sin embargo, Hobie pensó en otra cosa más. BJ
parecía amar humillar a las personas. ¿Por qué no le había dicho a su abuela
que Hobie era la culpable por el tobillo roto?

Se sentaron y hablaron durante otra hora hasta que Evelyn se cansó.


Hobie mencionó que deberían irse de todos modos ya que tenía que estar en
su consultorio en un par de horas.

Evelyn agradeció nuevamente a su nieta por cuidar de su querida casa.


—Cuida bien de Arturo, —dijo justo antes de que las dos mujeres jóvenes se
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

fueran—. Y cuídate mejor, Baylor. Suenas como si te estuvieras volviendo


propensa a los accidentes.

BJ apretó los dientes. Detestaba que su abuela pensara que el tobillo


roto era su propia culpa, pero por alguna razón, no tenía el corazón para
implicar a Hobie. Lo curioso era que no tenía ni idea de por qué. Besó la mejilla
de su abuela y dijo que volvería tan pronto como pudiera.

92
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 7

—¿Y ahora dónde? —Preguntó BJ una vez que se acomodaron en el


Jaguar rojo.

—Después de que te llevara a casa, iba a dar un paseo al Cove y


almorzar, entonces tengo que ir a la consulta.

—Oh. —BJ parecía decepcionada. —Has comido allí hace unas horas.

—Tengo que comer muchas veces. No son todas tan grandes como el
desayuno, pero por lo general como cada tres horas. Eres bienvenida a unirte a
mí. 93
—No, todavía no tengo hambre.

—Mira, si tu pierna lo permite, quizás quieras deambular por el centro,


yo podría comer el almuerzo mientras echas un vistazo. Entonces puedo
llevarte a casa y llevarme mi camioneta.

—Hmm, estoy segura de que sería tan emocionante como ver crecer la
hierba, pero supongo que es mejor que mirar esa pelota de algodón del chucho
para el resto del día.

—Eso me recuerda. Alimenté a Arturo mientras tomabas una ducha esta


mañana. Su comida está en el armario sobre la nevera. Se alimenta por la
mañana y a la hora de la cena.

—Lo tengo. Entonces, ¿qué piensas sobre el Jag?

—Creo que me estropeó después de una mañana de conducirlo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí. Realmente obtienes lo que pagas con estas cosas. Se mueve


como si estuvieras deslizando a lo largo de la seda.

—Lo sé, se maneja muy bien. Esta mañana temprano, pensé que estaba
en el cielo.

—¿Qué quieres decir antes ?

—¿Qué?

Dijiste que lo manejaste antes. ¿Qué quieres decir? Más temprano


¿cuándo?

—Um...

BJ se enderezó en su asiento. —Mack no lo llevó a la casa de Tanti,


¿verdad?
94
Hobie sacudió la cabeza.

—¡Lo hiciste!

Hobie asintió lentamente.

—¡Mierda, mujer! ¿Qué te pasa? Cada vez que hablamos, te atrapo en


una mentira. ¿Es un problema compulsivo?

—¿Cuándo te he mentido?

—¡Cada vez que hablamos! Comencemos con la conversación “Soy una


doctora pero,” entonces esta ese entrenador que engañas, la mujer chiflada y
su hámster. Y no le dijiste a mi abuela por qué mi pierna estaba realmente en el
yeso.

—Bueno, no le dijiste en un principio.

—Seguro que no saltaste para hacer cualquier admisión.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Mira, no quise mentir sobre el automóvil. Es sólo que nunca había


conducido un Jag antes, así que Mack tomó mi camioneta y... ¡mierda! Lo
siento.

—Sientes que lo hiciste, o ¿sientes que te atraparon?

—Bueno, ambos, supongo, si lo vas a decir así.

—¿Cómo obtuviste una licencia médica?

—¡Soy una muy buena doctora!

—Quién no puede decir la verdad.

—Apuesto a que nadie dice la verdad cuando están cerca de ti.

—¿Qué diablos se supone que significa eso?

—¡Significa que no sabrías la verdad si estuviera justo delante de tu cara 95


en un cartel escrito en letras de quince metros de alto! La verdad es que,
Baylor Warren, eres la persona más obstinada, egocéntrica y más insensible
que he conocido.

—Detén el automóvil, —gritó BJ.

—¿Qué?

—¡Dije que pares el maldito automóvil!

Hobie miró en su espejo retrovisor y se metió en un estacionamiento de


arena desierto. —¿Estás bien?

—Sal.

—¿Qué?

—¡Dije que salgas de mi automóvil ahora mismo!

—¿Estás loca?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No voy a sentarme aquí y dejar que una doctora de los animales de
una Ciudad de Mala Muerte de Estados Unidos me hable así...

Hobie se quitó el cinturón de seguridad, abrió la puerta del coche y saltó.


—¿Sabes qué? Tienes que escuchar porque no tiene otra opción. ¡Por una
vez, alguien te va a decir lo que piensan de ti!

—¡Cállate! —Gritó BJ.

—¿Oh si? ¿Quién me obligará?

—Te juro que te golpearé con esta muleta.

—Pero no puedes alcanzarme, ¿verdad?

—No me hagas tirarte esto.

—¡Apuesto a que no puedes golpear el ancho de un granero con ella! 96


—Hey, he jugado softball17.

—¡Estoy sorprendida! ¡Dado que es un deporte tan femenino! —Hobie


gritó a todo pulmón—. No voy a caminar más de tres kilómetros de regreso a la
ciudad sólo por tu... egoísmo magullado!

—¡Es mi automóvil! Seré yo la que decida quién conduce y quién


camina. Déjame decirte otra cosa...

—¡Olvídalo! ¡Me voy de aquí! Puedes tener tu coche de lujo y la actitud


para ir con él. ¡Si nunca te vuelvo a ver, será demasiado pronto!

—¡Bien, vete!

—¡Bien!

—¡Bien!

17
Especie de béisbol
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Se miraron la una a la otra, sin querer ser la primera en admitir la


derrota. Cada mujer había llegado a la conclusión de que estaba en un
problema sin la otra.

—Bueno, creo que vamos a tener que replantear esto, al menos


temporalmente.

Hobie se sentó en silencio y cerró de golpe la puerta del coche. —Muy


bien, pero en cuanto regresemos a la ciudad, nunca volveré a hablar contigo.

—Eso está bien para mí.

Momentos después de que estuvieran en marcha, ambas mujeres se


sintieron estúpidas, no que la emoción hizo algo para apagar su ira, pero al
menos sentían una pequeña cantidad de pesar. Por supuesto, siendo las
mujeres racionales que eran, ninguna estaba dispuesta a admitirlo. Se miraron,
pero rápidamente apartaron la mirada.
97
Hobie respiró profundamente. Incluso cuando era una niña, le tocaba a
ella jugar a pacificadora. Ella y Mack habían luchado incesantemente como
niños. Por lo general, se inició debido a sus burlas despiadadas, pero la madre
de Hobie le había enseñado que se necesitaba una persona mucho más fuerte
para extender primero la rama de olivo.

Otra respiración profunda y Hobie sabía lo que tenía que hacer. —Um...
¿todavía... sabes, quieres caminar por la ciudad?

—No lo sé. ¿Estaré a salvo? ¿Planeas conducir mucho? —Respondió


BJ sarcásticamente.

Hobie cerró los ojos y agarró el volante con fuerza. —Bueno, Baylor,
este es el trato.

—¿Debes llamarme siempre así?

—¿Qué, Baylor? Creí que ese era tu nombre.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Lo es, pero lo detesto. Tanti es la única persona de la que puedo


tolerarlo.

—Oh, lo siento. No me di cuenta. Bueno, Bay… um, BJ, lo que iba a


decir es que parece bastante obvio, por la interacción que hemos tenido hasta
ahora, que nos lastimamos la una a la otra. No sé por qué, pero supongo que
sucede. Sin embargo, estamos en una situación en la que estamos unidas por
el momento. Esta es una pequeña ciudad y no veo a ninguna de nosotras llegar
lejos sin interactuar con la otra al menos de vez en cuando. —Hobie podía oír a
BJ rechinar sus dientes, pero la otra mujer seguía sentada con los brazos
cruzados sobre el pecho, Mirando hacia adelante.

—Propongo que hagamos nuestro mejor esfuerzo para evitarnos la una


a la otra. Una vez más, entiendo que es una ciudad pequeña y que

98
eventualmente nos podremos encontrar con la otra. Puede ser más de lo que
nos importa, pero te pido que cuando estamos en la misma compañía, nos
tratemos con una pequeña cantidad de respeto y mantengamos un lenguaje
civilizado. Incluso ignorarnos la una a la otra puede ser más fácil con los
niveles de estrés que hemos estado experimentando. ¿Cómo suena eso?
Quiero decir, ¿cómo te sientes acerca de mi oferta?

—Como si estuviera haciendo un trato con Satanás.

Hobie suspiró. —¿Entonces no estás de acuerdo?

Hubo una larga pausa antes de que BJ contestara. —Yo... supongo que
sí.

—Está bien entonces. ¿Tenemos un trato? —Le tendió la mano.

BJ contó hasta diez antes de responder. No era que todavía estuviera


enojada con Hobie, pero algo dentro de ella nunca se soltaba de una discusión.
Cuando BJ dio un paso atrás, dentro de su cabeza, y miró la situación, se dio
cuenta de que realmente no quería pelear con Hobie.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—De acuerdo, —dijo finalmente. Tal vez permanecer lejos de Hobie era
lo mejor después de todo.

—Está bien, —dijo Hobie—. ¿Todavía quieres mirar alrededor mientras


yo como?

—Si, Por qué no. Mejor que un mondadientes en el ojo

Acordaron volver al coche una hora más tarde. Hobie se fue al Cove y
BJ agarró sus muletas y decidió explorar la ciudad.

—Bueno, eso fue divertido. —BJ se apoyó en el coche y miró su reloj.


Sacudió la muñeca para asegurarse de que estaba funcionando—. Ahora todo
lo que tengo que hacer es pensar en algo que hacer durante cincuenta minutos
más.

BJ bostezó, se estiró y escuchó su estómago retumbar. ¡Maldita sea! 99


Miró con anhelo la entrada del Cove. Detuvo a un transeúnte y le preguntó al
hombre si había otro sitio para comer en la ciudad.

—¿En cualquier otro lugar?

—Sí, además de Rebecca's Cove, —dijo—. La conversación no tenía


muchas promesas.

—El Cove está abierto, —dijo confundido.

—Lo sé, pero... es una larga historia. Sólo quiero saber si hay otro lugar
para comer en la ciudad.

—¿Por qué querrías comer en otro lugar cuando el Cove está ahí?

BJ suspiró y pensó seriamente en preguntarle al hombre si era Rod


Serling18, pero pensó que él no apreciaría la ironía. —Así es, —le dijo en voz
alta—. ¿Qué podría haber estado pensando? Será el Cove.

18
Guionista y productor de televisión norteamericano, cuya serie de ciencia ficción The Twilight Zone (1959-1964), era
muy combativa contra la política, la sociedad y la moralidad de esa época.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Entrar en Rebecca's Cove por segunda vez ese día fue una experiencia
totalmente diferente. Nadie parecía notarla, excepto por el hombre que le abría
la puerta.

—¿Qué dice, entrenador?

—El defensa medio. —Walter Cassidy le señaló con el dedo.

—Correcto de nuevo.

Una vez dentro, BJ vio que casi todas las personas en Ana Lia vinieron
al Cove para el almuerzo. Dos camareras adicionales corrían alrededor de las
mesas, mientras JoJo se ocupaba del mostrador. Los sonidos de
conversaciones ruidosas y platos que chocaban juntos llenaban el aire.

Examinó el restaurante en busca de un asiento vacío, pero no había


ninguno disponible. Un estrecho reservado estaba libre, pero sabía que nunca 100
podría conseguir su pierna encajonada en el pequeño espacio. Estaba a punto
de darse la vuelta y salir cuando vio un asiento vacío en el mostrador. Estaba a
medio camino a través del restaurante cuando se dio cuenta quién estaba al
lado del asiento vacío. Esta es la historia de mi vida.

Hobie se volvió para sonreír a quien se sentaba a su lado. La sonrisa se


congeló en su rostro. Arqueó una ceja.

—Mira, no me gusta más que tú, —dijo BJ—. Sólo estoy sentada aquí
porque es el único asiento disponible.

Hobie se encogió de hombros y se dio la vuelta. —Realmente no


importa.

—Me sentaría en otro lugar si pudiera.

—Está bien.

—Es sólo que con este yeso, bueno, los reservados están un poco fuera,
y…
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Mira, realmente no me importa!

—Bien, bien. Susceptible. ¿Qué hay de bueno para comer aquí para el
almuerzo? —Preguntó BJ, mirando a su alrededor los platos de los clientes.

—Las hamburguesas de aliento de pato.

—Bueno, si no vas a ser seria...

Hobie agarró el menú de la mano de BJ y señaló la sección de


sándwich.

—Oh... hamburguesa de aliento de pato. Bueno, ¿ahora qué es bueno


comer que no estuviera graznando en el patio trasero ayer? Está bien, está
bien... no me des esa mirada. ¿Qué diablos es eso, de todas formas?

En ese momento, JoJo puso un plato en el mostrador frente a Hobie.


Contenía una hamburguesa enorme y una generosa porción de patatas fritas 101
de corte grueso.

—Se ve bien, pero ¿por qué el nombre?

Hobie levantó el plato y lo sostuvo bajo la nariz de BJ.

—¡Vaya, mamá! —BJ declaró ante el olor abrumador de ajo—. Espero


que a tus pacientes no les importe.

—Soy veterinaria. Veo animales todo el día. Probablemente piensan que


soy uno de ellos.

Hobie volvió a ignorar a BJ, y BJ siguió examinando el menú. Los rasgos


distintivos de la conversación se elevaron por encima de todos los ruidos de
fondo y BJ miró por encima de la lista para ver una televisión montada en la
pared. Sus cejas se juntaron después de haber escuchado por unos
momentos.

—¿Están todos viendo esa televisión? —Le preguntó a Hobie.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí.

—¿Lo estás mirando?

—Lo estoy intentando.

—Muy divertido. ¿Cómo se llama este programa?

—El lado oscuro del Amor.

—¿El lado oscuro del amor? —Sonrio BJ.

—¿Eso es lo que significa?

—Sí. ¿Todos están viendo este espectáculo en particular?

—Casi todo el mundo.

—¿Cada día? 102


—Por años ahora.

—¿Y tú?

—Desde que regresé a Ana Lia, —dijo Hobie—. Es una especie de


tradición.

—¿Sabes que es una telenovela española? ¿Que no hablan en inglés?

—¡Por supuesto que sí!

BJ hizo una pausa pero no pudo dejarlo pasar. —Hobie, ¿hablas


español?

—No.

BJ esperó unos instantes antes de hacer su siguiente pregunta


inevitable. Sin embargo, no estaba segura de querer oír la respuesta. —¿Hay
alguien aquí que hable español?

—Mmm, no que yo sepa.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

JoJo se acercó para tomar la orden de BJ. —¿Qué va a ser, señora


Warren? —Preguntó, seguida de una sonrisa brillante.

—Una saludable dosis de cordura, por favor. Oh, qué diablos, la


hamburguesa de un pato, cargada de ajo.

—Buenos días, Dra. Allen. Buenos días, señorita Grant.

Hobie y Laura gemían mentalmente. Lisa Carini era una niña precoz de
diez años de edad que anhelaba ser una veterinaria. Tenía una pequeña casa
de fieras en casa, y cada vez que traía una de sus mascotas al consultorio, se
convirtió en una sesión de preguntas y respuestas durante todo el día. Ella era
inteligente y conocedora pero la niña alrededor era irritante. Dentro de su
carrito Red Ryder19 estaba Percival, su pitón de metro y medio. En su mayor
parte de color verde con una franja de color azul-blanco en la espalda, yacía
allí, inmóvil, un gran bulto en su mitad. 103
—¿Qué tenemos aquí? —Hobie puso su voz de médico.

—Lo que tenemos aquí es Percival. Tu memoria no es demasiado


buena, ¿verdad?

—¡Lisa!— La señora Carini reprendió a su hija.

Hobie respiró profundamente y empezó de nuevo. No podía encontrar


mucha culpa con Lisa. Ella había sido así de niña.

—De acuerdo, ¿por qué no me dices por qué Percival está aquí?
—Preguntó Hobie.

—No se mueve. No lo entiendo. Lo tuve ayer en el patio trasero y fui a


limpiar la piscina. Él estaba envuelto alrededor de su árbol cuando me fui, pero
cuando volví, él estaba así. Leí que los machos pueden volverse letárgicos en
ciertas épocas del año.

19
Pequeños carritos de metal pintados en rojo de cuatro ruedas y un mango para tirar de ellos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Laura y Hobie se miraron y se prepararon para una de las tiradas


zoológicas de Lisa.

—Sin embargo, como no estoy criando a Percival, no lo entiendo. —Lisa


se rascó el codo y continuó—. Entiendo que si una serpiente está sentada todo
el día, puede crecer obesa y estreñirse, por eso estamos aquí hoy, doctora.

Hobie hizo un examen superficial del reptil. Lo empujó, haciendo


cosquillas en su vientre con la punta de un gancho romo hasta que se aflojó y
sacó su cabeza de dentro de su enroscadura. Fácilmente vio el problema, pero
Lisa y su familia probablemente nunca lo habían visto en esta forma porque no
le dieron nada más grande que ratas pequeñas.

—La buena noticia es que no hay nada malo en él que unos días no
curen, —dijo Hobie.

—No creo que esté estreñido. Rastreo todas las fechas de su defecación
104
de heces para su horario de alimentación, —dijo Lisa de una manera auto-
importante.

Sólo espera hasta que crezca. Se va a divertir en las fiestas, pensó


Hobie. —Lisa, creo que la razón por la que Percival está actuando perezoso es
que ha comido una comida más grande que de costumbre.

—Pero yo no le he dado nada diferente, —replicó Lisa.

—No estoy seguro de cómo decir esto, pero ¿has perdido alguno de tus
conejos, los grandes?

—No, ni uno. Me habría dado cuenta, —dijo la señora Carini—. Además,


no están en el patio donde Percival estuvo ayer. Tienen las conejeras o jaulas
fuera de la verja.

De repente, Hobie tenía una sensación horrible. Se dio cuenta


exactamente de lo que Percival había comido. El bulto era del tamaño
adecuado. No tenía el corazón para decirle a la niña o a su madre.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Parece como si se hubiera apoderado de un pequeño animal. No me


preocuparía demasiado. Debería digerir dentro de los próximos tres a cinco
días. Mientras tanto, mantenlo fuera de la luz del sol y déjalo descansar.
Debería hacer todo el trabajo bien por sí mismo. El peor de los casos sería que
tenemos que traerlo y empaparlo en agua caliente si se convierte en
estreñimiento o que debido a la mayor cantidad de la comida, que podría sufrir
un prolapso rectal.

—Lo entiendo, doctora, —dijo Lisa—. Seguiremos sus instrucciones con


precisión.

—Lisa, señora Carini, ¿puedo ser franca?

—Por supuesto, Hobie Lynn, —dijo la señora Carini.

—Percival se ha convertido en un poco más grande que la mayoría de


los machos de su especie. Sé que lo consideras una mascota, pero puede que
105
sea hora de pensar en dárselo a alguien que tenga espacio para una serpiente
de su tamaño.

—Él es como uno de la familia. —Lisa parecía molesta.

—Lo sé, cariño, pero esperaría que de todas las personas comprendan
que lo que realmente cuenta es lo mejor para el animal.

Lisa frunció el entrecejo y parecía pensar en lo que haría un veterinario


de verdad.

—Supongo que tienes razón, —dijo—. Pero ¿cómo puedo encontrar a


alguien bueno para dárselo?

—Sabes qué. Tengo un amigo con el que fui a la universidad que trabaja
en Busch Gardens en Tampa. Apuesto a que sería capaz de encontrar un gran
lugar para Percival. ¿Quieres que le pregunte?

—Busch Gardens, sí, sí. Eso sería un lugar perfecto para Percival. Sería
como una verdadera selva para él.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Muy bien. Lo contactaré el lunes.

La señora Carini dio las gracias a Hobie y a Laura y siguió a su hija fuera
del consultorio.

—Si fuera mi hija... —Laura dejó escapar su pensamiento mientras negó


con la cabeza.

Hobie se rio, luego se puso seria. —Lo peor es que sé lo que Percival
comió.

—¿Qué? —Preguntó Laura.

—¿Recuerdas cuando la señora Emberly estaba aquí buscando a


Petey?

—Sí.
106
—Los Carinis viven justo detrás de la señora Emberly. —Hobie miró a su
amiga, esperando a que la captara.

—Oh, —respondió Laura distraídamente—. ¡Oh! —Exclamó al darse


cuenta—. Oh hombre. No quieres decir...

—Sí. Me temo que el pobre Petey jugó su parte en el círculo de la vida.

BJ abrió la puerta principal de la casa de su abuela y entró en el interior


fresco. Se sentó en el sofá familiar que se había convertido en su lugar de
descanso y su cama. El mando a distancia para el televisor se situaba a la vista
en la mesa de café y BJ lo tomó. Recorrió los canales, pero no tardó en darse
cuenta que Evelyn no tenía cable ni antena parabólica. Pasó por tres grandes
cadenas, una de las cuales era apenas visible a través de la nieve, un canal
local y una estación de televisión pública.

—La vida al límite, —dijo mientras veía a una mujer en la estación local
explicar cómo plantar una palmera de sagú.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Un sonido a la derecha de BJ capturó su atención. Miró contra la pared


donde había dejado su maleta. Recordó dejar la parte superior abierta, pero
ahora toda su ropa estaba dispuesta en una pila junto a ella. Se quedó mirando
el suelo. Una pequeña bola de pelusa estaba en medio de la ropa. Arturo
parecía tan feliz como un perro podría serlo. Su trasero se movía hacia
adelante y hacia atrás hasta que se sentó de nuevo en su nido de prendas de
vestir.

—Pequeña rata bastarda. —BJ lo miró furiosa. Se inclinó y levantó


fácilmente Arturo con una mano y lo llevó hasta el nivel de los ojos. Tú y yo
tenemos que hablar, chucho.

El trasero de Arturo continuó moviéndose hasta que parecía una bola de


algodón vibrante. De repente, se acercó con una pequeña lengua rosada y

107
lamió la nariz de BJ.

—Oh, asqueroso. ¡Gérmenes de perro! —BJ se dejó caer en el sofá,


dejando a Arturo en su regazo. Se pasó la mano por la nariz sólo para que el
perro lamiera la parte superior de su mano libre—. Bueno, ahora deja eso. Deja
eso, te he dicho.

El pequeño perro corrió hacia adelante y hacia atrás a través del sofá,
saltando sobre el regazo de BJ. Finalmente, se detuvo y bajó la nariz, con la
parte trasera en alto, como si retara a BJ a ir tras él. Cuando ella lo alcanzó, se
lanzó del sofá y corrió por el suelo. Cogió un pequeño juguete y se dirigió hacia
el sofá. Se levantó de un salto, depositó el juguete en el regazo de BJ y luego
rodó de inmediato sobre su dorso.

BJ no pudo evitar reírse. Le rascó el estómago hasta que su lengua salió


de su boca y parecía estar completamente relajado. —Si no fueras tan lindo,
estarías en el horno ahora mismo.

BJ se recostó en el sofá y se dio cuenta de lo cansada que estaba.


Había tomado una pastilla para el dolor después del almuerzo y empezaba a
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

sentir sus efectos. —Bueno, estoy muy bien, ¿y tú? —Arturo se subió al
estómago de BJ y dio media vuelta antes de que cayera todo el cuerpo como
señal de su acuerdo—. ¿Es necesario?

Arturo cerró sus negros ojos de carbón y soltó un largo suspiro.

—Oh, está bien, —dijo BJ con un bostezo—. Pero definitivamente no es


un arreglo duradero.

Estaba tan tranquilo y pacífico que inmediatamente se durmió. El barrio


era prácticamente silencioso, un ambiente al que BJ no estaba acostumbrada.
Viviendo en la ciudad toda su vida, nunca había sabido lo que era dormir sin los
sonidos de los coches, de los trenes, y de la gente. Tal vez fue la profundidad
de su sueño que causó su sobresalto cuando sonó el timbre de la puerta.

—¡Vaya! —El sonido desapacible asustó a BJ en la medida en que se


olvidó de su tobillo roto. Intentó alejarse del sofá, pero una pierna nunca siguió.
108
Por segunda vez ese día, terminó boca abajo en el suelo junto al sofá. Gimió
de dolor mientras buscaba sus muletas.

Con algunos intensos gruñidos y refunfuños, Arturo tenía los dientes


apretados en una de sus muletas y estaba tratando desesperadamente de
arrastrarla más cerca de la mujer boca abajo.

—Gracias, Lassie,20 —dijo BJ mientras sus dedos se envolvían


alrededor de la muleta—. ¡Voy! —Gritó mientras el timbre seguía sonando.

Lentamente cruzó la sala de estar y entró en el amplio pasillo que


conducía a la puerta principal. —¿Sí? —Le preguntó a la anciana que estaba
en el porche.

—¿Baylor Warren?

BJ hizo una mueca ante el sonido de su nombre. —¿Tengo elección?

20
Perra de raza collie, que comenzó siendo un personaje de ficción literaria para pasar después al cine y a la
televisión convirtiéndose una perra muy famosa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Disculpa? ¿Eres la nieta de Evelyn?

—Sí, señora. ¿Qué puedo hacer por usted?

—Ida Wedington. —La mujer se presentó de la manera cortante que BJ


había notado que utilizaban la mayoría de los isleños con los continentales—.
Vi que Hobie Lynn te trajo de regreso a casa esta misma tarde. Quería darte un
tiempo para arreglarte antes de que viniera y me presentara.

—Oh, sí, es la vecina de Tanti. La recuerdo. Un placer verla de nuevo.

—Veo que Hobie Lynn trajo a Arturo a casa. ¿Has tenido algún problema
hasta ahora?

—No. —BJ tenía la sensación de que si contaba todas las experiencias


que había tenido en la isla hasta ese momento, la anciana huiría asustada.

—Quería hacerte saber que puedo seguir cuidando los invernaderos y 109
las tareas exteriores, especialmente porque parece que estás volando sobre un
ala. La anciana rio entre dientes.

BJ encontró la actitud de la mujer mayor un poco condescendiente. La


sensación de que la gente podría haber estado riéndose de ella a menudo
eliminó a BJ. A veces, como en este caso, se dio cuenta de que había
construido los sentimientos en su propia mente, pero eso no le impidió hacer
algo tonto en respuesta.

—No hace falta que se moleste. Puedo manejarlo.

Ida alzó una ceja en respuesta. —¿Estás segura de eso? Es un poco...


complicado.

BJ rio entre dientes. —Tengo un título universitario. Estoy segura de que


seré capaz de hacerlo.

—Bueno, —dijo Ida lentamente. Su expresión decía que tenía sus


dudas—. ¿Quieres que te lo muestre por primera vez?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No, gracias. Tanti escribió algunas instrucciones muy detalladas.

—De acuerdo, pero si encuentras que es demasiado, solo dame un grito.


¿ De acuerdo?

—Por supuesto, —dijo BJ, preguntándose por qué la mujer estaba


haciendo un gran alboroto de regar algunas plantas.

—Aquí tienes, entonces. Ida sacó de su cartera de lona un enorme anillo


de llaves.

—¿Qué diablos es esto? —BJ aceptó el considerable juego de llaves—.


Tiene que haber cincuenta.

—Cincuenta y dos, para ser exactos. Están marcadas en la parte


superior de cada llave. Los invernaderos, cobertizo, y todo el resto son para el
sistema de riego. ¿Estás segura de que no quieres que te muestre todo esto 110
solo una vez?

—No, no, no es necesario en absoluto. —BJ se sentía como si estuviera


por encima de sus posibilidades, metida hasta el cuello o sobrepasada, pero
siendo la mujer que sabía que era, no estaba a punto de admitir ese hecho.

Ida no estaba convencida, pero Evelyn había dicho que si Baylor quería
manejar las cosas, Ida debería dejarla.

BJ cerró la puerta después de dar las gracias a Ida, y una vez más probó
el peso del llavero en la palma de su mano. Miró a Arturo antes de hablar.
—Parece que somos el guardián de las llaves, amigo. —Arturo meneó la cola y
bailó alrededor de sus pies.

—Oye, es alrededor de la hora de la cena, —dijo BJ cuando el reloj de


abuelo en la sala de estar sonaron las seis—. ¿Tienes hambre?

Obviamente, Arturo conocía esa palabra. Se dio la vuelta en un círculo


apretado unas cuantas veces, sus pies apenas tocaban el suelo, luego se
apresuró hacia la cocina.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Voy a tomar eso como un sí, —dijo BJ con una risa divertida. Ser
propietario de una mascota nunca había tenido ningún atractivo para BJ, pero
Arturo parecía diferente.

—Ni siquiera he estado en esta isla durante dos días y ya estoy


hablando con animales. De acuerdo, dijo que tu comida estaba en este
armario.

BJ sacó una gran lata, la abrió y la miró confundida. —¿Cuánto de esto


obtienes? —Preguntó BJ a su compañero canino. Arturo ladró una vez y bailó
alrededor de un plato de comida de acero inoxidable en el piso de la cocina.

—Hmm... Bueno, aquí tienes. —BJ vació la lata entera en el cuenco del
perro—. ¿Y ahora qué hay de mí?

BJ miró a través de los armarios. Sólo tenía hambre de un aperitivo y


encontró una caja cerrada de Cheez-Its21 en la despensa. No le gustaba nada
111
mejor que Cheez-Its y una buena cerveza fría. Estaba agradecida de haber
hablado con Hobie para hacer una breve parada en el tendero antes de volver
a casa.

Brevemente BJ se detuvo en el refrigerador y se armó con una fría


botella de Corona. Depositó sus tesoros encima de la mesa de café y encontró
el sobre que contenía las instrucciones de su abuela para dirigir la casa. BJ
tomó un largo trago de la botella y abrió el enorme manual. Miró a Arturo, que
estaba acurrucado junto a ella.

—Hola, podemos hacer esto, ¿eh? —Tomó otro trago—. No me digas


que es demasiado complicado. ¿Qué aspecto tengo, alguien que voltea
hamburguesas para ganarse la vida?

Comenzó a leer y se concentró en las muchas pequeñas tareas


necesarias para mantener funcionando los invernaderos. BJ miró con asombro

21
Galletitas saladas
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

los detallados dibujos que Evelyn había proporcionado. —Debe haber estado
escribiendo esto durante un año.

—Vaya. —“Alimenta a Arturo en el desayuno y la cena. Un cuarto de lata


por cada comida”—. No es de extrañar que hayas actuado tan feliz, chucho,
—dijo BJ a Arturo. El perro pequeño, al oír el nombre que se estaba
convirtiendo rápidamente en familiar, se levantó y sacudió el sueño de su
cuerpo. Miró a BJ, eructo, y se acurrucó contra los cojines del sofá.

BJ pasó el resto de la noche leyendo la misiva de su abuela y hablando


por teléfono con Juliana. Le explicó toda la historia a su agente, quien casi se
reía sin sentido.

—Sabes, —dijo Juliana—, si esa doctora no me hubiera llamado, juraría


que estabas inventando todo esto.

—Confía en mí, esto no es broma. Me siento como si estuviera viviendo


112
en una mezcla surrealista de Mayberry se reúne con Twin Peaks22. Le prometí
a Tanti, pero no voy a durar aquí, lo sé.

—Quédate ahí, compañera. Estoy segura de que encontrarás unas


cuantas señoras que pueden mantenerte ocupada durante el verano.

—¿Estás bromeando? Jules, no sabes cómo es este lugar.

—Sí, bueno, la voz de esa doctora sonaba muy sexy. Se extendió un


poco, pero tenía la más linda risa.

—¿Ella rio? ¿Cuándo? —BJ arqueó una ceja ante su amiga invisible.

—No recuerdo lo que dije. Probablemente estaba afectada por mi


malvado carisma y encanto.

—Muérdeme.

Juliana rio con ganas. —Oye, ¿tienes tu computadora portátil contigo?

22
Serie también norteamericana de misterio y thirller psicológico que se desarrolla en la ciudad ficticia de Twin Peaks
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí, ¿por qué?

—Bueno. Puedes hacer algo de trabajo mientras estás allí.

—¿Esperas que sea creativa y que escribas un best-seller aquí?


Imposible, no puedo hacerlo.

—Sí, puedes. Sólo tienes que relajarte, compañera. Pídele a esa doctora
que te dé algo de Prozac si tienes que hacerlo, pero relájate, tómalo con calma
y trabaja en ese maldito manuscrito.

—¿Alguno de tus otros clientes saben que eres una esclavista


despiadada, que eres promotora de drogas?

—Sí, y me quieren.
113
—Eso es lo que piensas, —murmuró BJ mientras colgaba.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 8

El tercer día de BJ en la isla comenzó sin incidentes. Ella y su sombra,


un cachorro Bichon, comenzaron el día con el desayuno. Arturo miró con
nostalgia a su tazón después de que BJ pusiera la cantidad de comida prescrita
en él.

—Acostúmbrate a ello, Chorro. Me sorprende que no explotaras después


de anoche.

Café caliente y el periódico local suficiente como desayuno para BJ. Se


enorgullecía de sus habilidades culinarias por encima de la media, pero
114
encontró que tenía poco para trabajar en este momento. El sonido del teléfono
rompió el silencio.

—¿Baylor?

BJ reconoció inmediatamente la voz de Hobie. Hizo una mueca ante el


dolor imaginario que le causaba el nombre. —¿Por qué insistes en llamarme
así?

—Oh, lo siento, sigo olvidándolo.

—Obviamente. —Hubo un silencio desde el otro extremo—. ¿Llamaste


por una razón o estás probando la línea?

—Oh sí. Um, me voy al Cove para el desayuno antes de ir al consultorio,


oh, en aproximadamente una hora. Me preguntaba, bueno, supongo que me
gustaría compensarte por haber perdido los nervios ayer. Puedo darte un
paseo allí si todavía no has comido. No tenemos que sentarnos juntas, pero...
bueno... pensé que iba a ofrecer. Mi invitación, ¿qué dices?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ miró a Arturo, que estaba sentado a sus pies. Parecía estar


escuchando atentamente. BJ puso una mano sobre el receptor.

—Ella está tratando de adular. ¿Qué piensas? Está ofreciendo el


desayuno.

Arturo se levantó y meneó alegremente la cola.

—¿Qué sabes? Sólo esperas una bolsa para perros.

—Um, ¿Bay... BJ? ¿Estás ahí?

—Claro, suena como un plan.

—Estupendo. Estaré aproximadamente en una hora. Adiós.

BJ colgó y miró a Arturo. —Sí, ella definitivamente sabía que estaba


equivocada. —Sonrió al cachorro—. Pensé en darle una oportunidad a la pobre 115
chica y decir que sí. Le eché un hueso. ¡Decir Ja! ¿Entiendes, lo coges, ya
caes? Le eché un hueso. ¿Sabes un poco de humor para perros?

Arturo ladeó la cabeza a un lado.

—Tengo que conseguir un perro con un mejor sentido del humor,


—murmuró BJ mientras salía en busca del manual de instrucciones de Evelyn.
Ya era hora de regar las plantas.

Nunca se había aventurado dentro de los invernaderos de su abuela.


Evelyn Warren tenía dos hectáreas de tierra. Cuando BJ era una niña, la tierra
consistía en matorrales y palmeras. Más tarde, cuando creció y sus visitas se
hicieron menos frecuentes, Evelyn había creado su sueño.

Algunos de los edificios eran como grandes garajes, y BJ supuso que


tenían sus propias fuentes de luz independientes. Desde el exterior, parecía
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

que sólo el techo largo del invernadero principal estaba hecho de vidrio. El
resto del edificio se parecía a todos los demás: impecable metal corrugado23.

BJ se preguntó por qué los edificios nunca habían tenido ningún interés
para ella antes. Incluso más extraño era el hecho de que Evelyn nunca le había
mostrado a BJ el interior de los edificios. Lo único que diría era que los
invernaderos eran algo que le recordaba sus viajes alrededor del mundo con su
amiga Aimee.

Cuando entiendas la llave de la felicidad, Baylor, podrás apreciar mis


invernaderos.

BJ podía oír la voz de Evelyn como si estuviera a su lado. —Es curioso


que no recordaba que me lo había dicho hasta ahora, —reflexionó en voz alta.

—Bueno, ¿Chorro, tú conmigo? —BJ miró a Arturo. Mientras


maniobraba sus muletas, al mismo tiempo tenía el manual de operaciones de
116
Evelyn en una mano y las llaves en la otra,

Atravesaron la puerta trasera de la casa, que condujo al invernadero


principal. BJ se sorprendió al encontrar un pasillo de 1,20 metros y otra puerta.
Un letrero en la puerta decía: “Entorno controlado por temperatura: Mantenga
la puerta cerrada.”

—Bueno, eso es diferente, —dijo BJ. Arturo ladró en aparente acuerdo.

BJ abrió la puerta para entrar en el invernadero y se volvió para cerrarla


sin mirar dentro. Apretó la puerta y de inmediato sintió que un calor húmedo la
rodeaba. Volviéndose y levantando la vista, se tambaleó en consternación
atónita.

Qué diablos... quiero decir, ¿dónde demonios estoy? —El invernadero


era un paraíso tropical—. Es una jungla.

23
Planchas o paneles de metal con acanaladuras
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ dio algunos pasos cautelosos y observó cómo Arturo ladraba y se


dirigía hacia una gran piscina, con una cascada de roca de cuatro metros y
medio. El perro nunca se perdió un paso cuando se lanzó al agua. Recuperó un
objeto flotante y saltó de la piscina. El pequeño cachorro parecía aún más
pequeño goteando agua hasta que se sacudió con absoluto vigor, suavizando
su piel de nuevo en forma. Corrió hacia BJ y dejó caer la pelota de tenis a sus
pies.

—Ah, eres un habitual aquí, ya veo, —dijo. Arturo meneó la cola en


respuesta—. ¡Este lugar es increíble! —Con una sonrisa maravillada, se volvió
en un círculo—. Es como tu propio pequeño Shangri-La24. ¡Mola mucho!
Entonces, Tanti, ¿por qué me has estado ocultando esto todos estos años?

Armada con las instrucciones de su abuela, BJ siguió un camino de

117
piedra hacia el lado oeste del invernadero. Las plantas tropicales eran densas
en esta parte del edificio, y estaba caliente y sudorosa cuando llegó a su
destino. Sin los dibujos detallados de Evelyn, BJ nunca habría encontrado las
cajas ocultas de plástico y metal que contenían los controles del sistema de
riego.

BJ miró la llave número dos. Estaba marcada en la parte superior como


“principal: cajas de cierre 1-3.” Abrió fácilmente las tres tapas con bisagras y
miró el contenido de las cajas. Cada uno contenía diez mandos que parecían
ser válvulas de cierre de agua. Cada fila de mandos tenía un revestimiento de
plástico con un color diferente. Las letras identificaban cada mando y cada
mando tenía números alrededor de su base como un reloj del uno hasta el
doce. —De acuerdo, —dijo BJ mientras se inclinaba para echar un vistazo.
Entrecerró los ojos y estudió los mandos con intensa fascinación.

—Ahí está, muy bien... un montón de mandos totalmente no


identificables. ¡Dios! —Sacó sus dibujos y los estudió—. ¿Qué diablos es esto,
Tanti? ¿Me veo como un ingeniero? ¿Cómo hacen esto estas ancianas?

24
Lugar ficticio descrito en la novela de James Hilton, Horizontes perdidos. Tierra de la felicidad permanente a modo
de Paraíso Terrenal.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ tuvo un rápido flashback justo en ese momento. Estaba en la casa y


la anciana de la casa vecina acababa de entregarle el enorme juego de llaves.
Muy bien, Beej. Nota personal. La próxima vez que alguien te pregunte si
deseas que revise los pasos involucrados en cualquier cosa, sólo asiente con
la cabeza educadamente y di que sí.

—Podemos hacer esto, ¿eh, Chorro? —BJ habló con Arturo, quien había
encontrado una percha alta en algunas raíces de árboles retorcidos que se
asemejaban al fondo de un manglar—. Quiero decir, está aquí en blanco y
negro. —Indicó el manual en su mano—. ¿Qué tan difícil puede ser?

Arturo soltó un pequeño gemido, que no parecía un buen presagio para


ella. Decidió pasar por alto la falta de confianza de su nuevo amigo. Por lo
general, habría sido la primera en admitir sus propias limitaciones al trabajar

118
con sus manos. Cuando lo pensó más tarde, se dio cuenta de que nunca había
hecho algo así antes. Pagaba a la gente para hacer tareas físicas mundanas,
aunque estuvieran en su ámbito de capacidad. Ella no recordaba haber
intentado hacer algo como arreglar un fregadero con fugas o cambiar su propio
neumático.

—Bueno, vamos a darle a esta imbécil una oportunidad, ¿verdad? BJ


levantó las instrucciones en una mano y empezó a girar los mandos con la otra.

Finalmente leyendo todas las letras pequeñas que Evelyn había añadido
a las instrucciones, BJ aprendió que el edificio herméticamente cerrado era una
selva tropical, con sus propias tormentas. Cuando se ajusta a las
especificaciones exactas a través de los mandos de color, el sistema controla
cada aspecto del riego del invernadero principal. El sistema sabía exactamente
cuánta lluvia agregar y cuándo agregarlo al ambiente cuidado cuidadosamente.
La clave era establecer los controles de forma diferente cada día de la semana,
y comenzar de nuevo el lunes.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Rojo H-4... Azul C-10... Verde F-1. Caramba, siento que estoy jugando
a Twister25, o al menos llamando al bingo. Bueno, sólo quedan unos cuantos
más. —BJ completó las últimas vueltas según indicaban las instrucciones—.
¡Ja! No me digas que no tengo habilidades. —Se retiró y cruzó los brazos
sobre su pecho, una sonrisa satisfecha en su rostro.

Echando un vistazo a las instrucciones de nuevo para revisar su trabajo,


BJ miró con incredulidad el siguiente párrafo. “Bajo ninguna circunstancia
debes ajustar el último mando de la serie antes de asegurarte que tiene un
camino claro a la puerta exterior. El sistema comienza dos minutos y medio
después del último ajuste del mando.”

—¡Oh, Tanti! ¿Crees que podrías haber escrito esto antes de que me
dijeras cómo mover el último mando? —BJ gritó con frustración.

Un latido más tarde, una sirena sonó sobre la cabeza de BJ, causando 119
que involuntariamente se agachara. —Oh, eso no puede ser bueno. Vamos,
Chorro. Tenemos que salir o podríamos terminar en medio de un tifón.

Ese era el punto donde las cosas comenzaron a desmoronarse para BJ.
De repente se encontró con la tarea poco envidiable de agarrar el manual, las
llaves, un pequeño perro ondulado y las muletas y salir de la densa maleza de
plantas tropicales. También todo habría estado bien, si no hubiera sido por los
tapones de goma en el extremo de sus muletas.

BJ soltó un suspiro de alivio, haciendo malabares con sus objetos. La


puerta que salía hacia el patio trasero estaba a la vista. Sin embargo, su
progresión se detuvo bruscamente cuando su muleta se deslizó entre las rocas
en el camino. Ella tiró una vez para liberarse, pero sobreestimó la fuerza de su
tirón. Todos los objetos que había equilibrado precariamente entre sus manos
salieron volando, incluyendo a Arturo.

—¡Mierda!

25
En este juego el tablero consiste en 4 líneas de círculos, cada línea tiene un color diferente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

El perro hizo un aterrizaje perfecto de cuatro patas y se quedó ladrando


ante la puerta.

—¡Oh, mierda con esto! —BJ arrojó la muleta atrapada al suelo. Saltó
sobre un pie y abrió la puerta para que Arturo escapara. Un sonido parecido a
un trueno lejano y veloz vino de lo alto—. Genial, efectos de sonido para
arrancar.

BJ se inclinó para recuperar el manual y lo lanzó a través de la puerta.


Se dio la vuelta para agarrar las llaves y fue golpeada en la cara con un chorro
de agua de un aspersor que estaba oculto entre las plantas. —Jesús Cri…

No se necesitó un científico de cohetes para saber qué pasaría después.


Mientras BJ estaba ocupada luchando contra el agua, perdió el equilibrio en las
piedras, ahora resbaladizas. Sin embargo, su buena suerte siguió aguantando.
Se cayó, pero en lugar de abrirse el cráneo en el camino pedregoso, aterrizó en 120
un parche de plantas de oreja de elefante. La mala noticia era que para
entonces, los vaporizadores y aspersores habían llegado con toda su fuerza. El
parche de orejas de elefante era mucho más suave que las piedras, pero no
había tardado mucho en que la tierra pasara a barro.

—Hijo de pu… —BJ rodó hacia el sendero, cubierta de barro y


empapada, justo cuando otro aspersor la golpeó en la cara con un repentino
chorro de agua. Se arrastró, rodó y finalmente lanzó su cuerpo a través de la
puerta del invernadero.

Cayó al suelo y rodó sobre su espalda. Se quedó así bajo el calor del sol
durante unos momentos, que se sentía mucho más de lo que realmente era.
Abrió los ojos, los entrecerró y levantó una mano para protegerse de la brillante
luz del sol. Una cabeza familiar apareció en la vista, elevándose sobre ella.

—¿Por qué sabía que estabas en la zona? —Dijo BJ.

—Dios mío, ¿qué te pasó? —Hobie miró a BJ, que parecía como si
acabara de rodar a través de un charco de barro.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Arturo eligió ese momento para subir al estómago de BJ para formar


parte de las cosas.

—¿Quién... nosotros? Oh, nada más, sólo haciendo un poco de


jardinería.

Hobie no quería sonreír ante su situación, pero la visión de Baylor


Warren, la mujer normalmente guay, poseída por sí misma, tumbada en el
suelo cubierta de barro y trozos de hojas con un pequeño perro unido a ella,
era más de lo que podía ver. Sonrió, luego tuvo que mantener su mano sobre
su boca para sofocar su risa. —Déjame echarte una mano.

—No, no, estoy bien, gracias. —BJ rechazó la oferta con una ola. Limpió
ocasionalmente un poco de barro de su mejilla y juntó sus manos ligeramente a
través de su centro. Estaba allí como si fuera la cosa más natural del mundo.
—¿Entonces cómo estás? 121
Ahí es cuando Hobie se perdió. Quería parar, sobre todo cuando se dio
cuenta de que cuanto más se reía, la expresión glacial de BJ crecía.

—¿Está todo terminado? —Preguntó BJ cuando Hobie finalmente frenó


a intermitentes risitas.

—Lo siento, pero tienes que admitir...

—Sí, sí... reírse de una mujer cuando se cae. Veo muy claro de qué vas.

—Venga. Déjame ayudarte a limpiarte.

—No, sigue. Llegarás tarde al trabajo.

—Hey, soy la jefa. Tengo que hacer las reglas. Vamos. —Hobie le tendió
la mano una vez más.

—Caray, me estoy cayendo a pedazos, —dijo BJ.

—Sí, es un infierno envejecer.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No, quiero decir que estoy realmente cayéndome a pedazos. —BJ


sostuvo un pequeño trozo de yeso para la inspección de Hobie.

—Vaya, eso no debería estar sucediendo. —Hobie se agachó para


examinar la parte superior del yeso de BJ.

—¿Tú crees? —Las palabras sarcásticas de BJ se perdieron en Hobie,


que parecía más preocupada por el yeso de su paciente.

—De acuerdo, Evel Knievel26 es hora de arreglarte.

—Será mejor que te quites esa ropa en la puerta o vas a tener barro en
todos lados, —dijo Hobie.

—Um, no, no lo haré. Todo irá bien.

—¡Estás cubierta de pies a cabeza con barro que tiene tres centímetros
de grosor! 122
—No es tan malo, —replicó BJ.

—Mira, soy una médica. Ni siquiera tienes que quitarte la ropa interior si
tu sensibilidad es delicada.

—Simplemente no puedo, ¿de acuerdo?

—Dios mío. No seas tan tonta. —Hobie hizo un movimiento hacia la


cintura de BJ y el cordón de sus pantalones.

—Mira, dije que no necesito ayuda. —BJ dio una palmada en las manos
de Hobie.

—Estoy tratando de ayudarte...

—No estoy usando ropa interior, —dijo BJ en voz alta.

—¿Qué?

26
Motociclista acrobático de la época de los 60.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Qué, no crees que los vecinos oyeron lo que dije la primera vez?

—Oh, —dijo Hobie. De repente, tenía una visión de exactamente lo que


Baylor Warren parecía sin la prenda mencionada cubriendo la parte más íntima
de su cuerpo. Podía sentir el calor aumentando dentro de su propio cuerpo,
subiendo por su cuello y acomodándose en su rostro.

—¿Qué te sucede?

—¿Huh? Oh, um... nada.

—¿Te estás sonrojando?

—¡No! Por supuesto que no.

—Sí, lo estás. —BJ se rio y añadió una sonrisa por si acaso—. Estás
pensando en cómo me veo ahí debajo, ¿verdad? —Se inclinó más cerca—.
Debería darte vergüenza, Doc. 123
—¡No lo estoy! Además, ¿por qué no llevas ropa interior?

BJ arqueó una ceja.

—Oh, Dios, olvídate que pregunté eso. No es asunto mío y realmente no


quiero saberlo.

BJ sonrió mientras el rubor de Hobie aumentaba. No tenía el corazón


para seguir avergonzando a la mujer nerviosa. Se puso seria y bajó la voz,
aunque no había nadie por allí. —No puedo conseguirlo. Mis brazos no son lo
suficientemente largos con este yeso. Como es, tengo que usar una percha
para levantar los pantalones de chándal. Entre tú y yo, nunca he pensado que
vestirme podía ser un deporte de equipo. Lo prefiero sola, si no te importa.

Una oleada de simpatía pasó por Hobie. Se dio cuenta de lo difícil que
debió ser para BJ admitirlo. No es que ser atrapada sin ropa interior sacudiría
algo la confianza sexual de BJ, pero Hobie comprendió lo difícil que era para
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ reconocer que no podía hacer todo por sí misma. Esa admisión la hizo
parecer vulnerable y humana.

—¿Tienes una bata? —Preguntó Hobie.

—Sí, dentro del baño en este piso. Está colgada de un gancho detrás de
la puerta.

—Está bien, la tomaré, —dijo Hobie.

BJ observó cómo Hobie salía de la habitación. Se apoyó fuertemente en


ambas muletas, gracias a Hobie, que había esperado una pausa en la tormenta
tropical del invernadero y se apresuró a recuperar la muleta perdida.

BJ se desnudó, se duchó y se vistió con ropa limpia. Mantuvo su


autoestima, sobre todo, debido al tacto y experto manejo de Hobie del
incidente. 124
Montando en el ahora sorprendentemente limpia camioneta de Hobie, BJ
observaba a Hobie por el rabillo del ojo. Su salida a desayunar se había
convertido en un viaje al consultorio de Hobie para reconstruir el yeso de la
pierna de BJ. Anduvieron en silencio, pero la mente de BJ estaba cualquier
cosa menos silenciosa. Sólo podía preguntarse por la tierna compasión que
esta desconocida le mostro, pese a quien era BJ no había hecho otra cosa que
pelear. Era cierto, parecían tener encontronazos, enfrentamientos más a
menudo que no, pero esta mujer indujo a BJ a sentir algo distinto de lo que
normalmente sentía por las mujeres. Definitivamente fue una sensación que
hizo que BJ se sintiera bien, pero no estaba segura de por qué. No disfrutaba
sintiendo cosas y no saber por qué. Y cuando se trataba de Hobie Lynn Allen,
BJ constató que tenía un montón de sentimientos que ella no podía explicar.

—Gracias, Mack, —dijo BJ.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No hay problema. Gracias por esto. —Él palmeó la bolsa de papel en
el asiento junto a él—. Hobie Lynn se olvida de comer cuando se pone
ocupada, entonces ella golpea la alfombra.

—Hey, ella me ayudó esta mañana. —BJ indicó al nuevo yeso con un
movimiento de cabeza—. Su consultorio parecía bastante ocupado, así que
vine al Cove, te di una llamada, y aquí estás.

—Bueno, gracias de todos modos. A veces necesita un cuidador,


¿sabes a qué me refiero?

—Déjame preguntarte algo. —BJ se inclinó y se apoyó en la ventanilla


abierta del pasajero—. El primer día que llegué aquí, dijiste que me golpeaste
cuando éramos niños. Dijiste algo de que fue porque le dije a tu hermana que
era fea. Mack, ¿tienes más de una hermana?

—Siempre pensé que una era más que suficiente, gracias. Además,
125
Hobie Lynn me dio suficiente dolor por diez hermanas cuando estábamos
creciendo, —dijo Mack con una sonrisa.

—Mierda. BJ bajó la cabeza. —Tenía miedo de que dijeras eso.

—Si te ayuda algo, Hobie ni siquiera lo recuerda. Tenía cuatro o cinco


años, así que no me preocuparía mucho. ¿Por qué de repente te importa tanto,
de todos modos?

—Supongo que me sentía como si le debía algo. Quiero decir, ella me


arregló la pierna y... ya sabes... —BJ terminó nerviosa. ¿Por qué de repente se
sintió tan tímida hablando de Hobie?

—Correcto, —Mack aparentemente estuvo de acuerdo con una pequeña


sonrisa—. Será mejor que lleve a mi hermana su almuerzo. ¿Qué vas a hacer
después de comer? ¿Necesitas que me pase y te lleve a casa?

—No, sólo o pasear, luego intentaré caminar a casa. Puedo manejarlo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Hago un paseo por Main Street nuevamente a las tres y media. Si


encuentras que quieres que te lleve, solo sitúate en el banco afuera de la
panadería a esa hora.

—Muy bien. Gracias, Mack. —BJ se despidió y observó cómo el coche


patrulla se alejaba de la acera.

126
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 9

Veinte minutos después, BJ se sentó en la barra del Cove. Había


descubierto un aperitivo celestial cuando JoJo dejó un cuenco de lo que
parecía patatas fritas junto con su hamburguesa con queso. Los bocaditos
estaban hechos de patatas pero rellenas de queso y trozos de pimientos
jalapeños.

—¿Quieres más de esto, señorita Warren? ¿Otro té helado? —Preguntó


JoJo.

—Definitivamente, en ambos casos. Estos son geniales. ¿Qué son?


127
—Se llaman munchers. Resultan de una receta que pertenece a
Rebecca. De hecho, ella pidió esta mañana que le gustaría conocerte cuando
vinieras la próxima vez, y mira por donde... que estás aquí. Es curioso, ¿no?

—Sí... curioso, —dijo BJ lentamente—. Um, claro, estaría encantada de


conocerla.

Después de que BJ terminó su comida, JoJo la condujo a un


apartamento aparte detrás del restaurante. —La abuela vive aquí sola. Por
supuesto, alguien está al cuidado hasta que cerramos, pero ella pasa las
noches por su cuenta. Me sentiría mejor la mayoría de los días si hubiera
venido a vivir con uno de los nietos, pero dice que le gusta ser independiente y
supongo que no puedo culparla por eso.

BJ reconoció que la misma mano había decorado el restaurante y el


apartamento. Ambos parecían lugares que recuerdan a otro tiempo, como si la
edad no los hubiera alterado de sus estados originales.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Entraron en el espacio que en la terminología moderna habría sido la


sala de estar, pero BJ pensó que el término “salón” encajaba en esta habitación
en particular. El papel pintado tenía finas rayas verticales verde cazador. Una
gran alfombra persa se extendía en el suelo de madera pulida y un asiento de
amor se encontraba junto a la pared norte bajo una gran ventana. Dos sillas
mullidas con patas Reina Ana se disponían con una pequeña mesa entre ellas.

—Abuela, ésta es la nieta de Evelyn Warren. Dijiste que querías


conocerla.

—En efecto. Gracias cariño. Por favor, siéntate, Baylor.

BJ se sentó en una esquina junto a la chimenea, preguntándose cuándo


Ana Lia se habría enfriado lo suficientemente para una chimenea. Sólo podía
pensar en una palabra para describir a la mujer mayor, elegante. Recordó a
JoJo diciendo que Rebecca Ashby tenía noventa y cinco años, pero BJ habría 128
imaginado que la edad de la mujer estaría más cercana a los setenta. Tenía el
cabello de plata que brillaba en la tenue iluminación de la habitación. Llevaba
una falda de lino y una chaqueta de color champaña. Un elegante bastón
tallado con una corona enjoyada se apoyaba en una pequeña mesa a su lado.
Rebecca parecía muy diferente del resto de los residentes de la isla.

BJ se sintió de repente fuera de lugar. Miro tímidamente hacia abajo a


sus vaqueros recortados y Rebecca vio la expresión incómoda en sus ojos.

—¿Te gusta una buena hoja de té, Baylor? —Preguntó Rebecca.

—Um, supongo que sí.

—Esta es una menta marroquí, que siempre he encontrado extraña


teniendo en cuenta que la planta se cultiva en Malasia.

—Estoy de acuerdo, —dijo BJ—. Uno pensaría que lo habrían llamado


menta de Malasia o algo más de acuerdo con su lugar de origen.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Ella aceptó una delicada taza de porcelana de la mujer mayor, y luego


esperó educadamente hasta que Rebecca tomó un sorbo del té humeante
antes de hacer lo mismo. El sabor de menta era maravillosamente sutil y
refrescante.

—Es absolutamente perfecto. ¿No es así?

—Sí, lo es.

—Verás, simplemente va a mostrarte lo poco o lo mucho que importa un


nombre. Hay algunos que se niegan a probar esta infusión porque saben que la
menta nunca se cultiva en Marruecos. Qué tonto estoy segura que se sienten,
cuando descubren que un nombre es a veces nada más y nada menos que un
nombre. No tiene por qué ser el todo y el final de todo o incluso tener algún
significado oculto. Hay momentos en los que ponemos un apodo particular a
algo sólo porque se siente bien. Después de todo, ¿Que importa el nombre, eh, 129
Baylor? Incluso Freud dijo que “a veces, un puro es sólo un puro”.

BJ se sentó con la boca un poco abierta, su taza de té todavía


equilibrada en una mano. No lo pudo señalar, aunque alguien la hubiera
presionado para que lo hiciera, pero tenía la extraña sensación que Rebecca
no estaba hablando sólo de hojas de té del otro lado del mundo. Luego estaba
la manera en que ella seguía usando el nombre de Baylor, un nombre que BJ
había crecido detestando.

¿BJ realmente había odiado su nombre por cualquier otra razón que no
fuera que había sido idea de su padre? ¿Fue porque había contado
repetidamente la historia de cómo esperaba que su primogénito fuera un hijo y
lo decepcionado que había estado cuando una hija fue colocada en sus
brazos? Tal vez la extrema aversión de BJ por su nombre había llegado el día
en que se enfrentó cara a cara con el hombre que había hecho su vida tan
miserable para enfrentarlo por su abominable comportamiento. Su respuesta
había sido alejarse de su única hija para declarar que lamentaba haberle dado
a esa pervertida el nombre de su amado padre.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Te sientes mal, querida? —Preguntó Rebecca.

BJ volvió al presente y sacudió la cabeza para borrar la vieja ira que


sentía cada vez que pensaba en su padre. —Sí... sí, estoy bien. ¿Conoce bien
a mi abuela, señora Ashby?

—Oh, sí, sí. Conocí a Evie y a su amiga Aimee en Grecia en 1947.


Tiempos muy turbulentos en ese entonces, pero por supuesto, donde quiera
que se produjera un levantamiento político, allí encontrarías a Evie y a su
cámara. De hecho, fue en La Habana, Cuba, donde volvimos a encontrarnos.
Era 1953 y yo estaba en mi luna de miel. Recuerdo esas dos semanas como si
fueran ayer, ya sabes. Mi marido, Charles, conocimos a un hombre que nos
dijo sobre Ana Lia en ese viaje. Supongo que el resto es historia.

—No tenía ni idea, —dijo BJ con asombro—. Quiero decir, no recuerdo


que Tanti me haya contado cómo fue que ella vino a Ana Lia. 130
—A veces la gente nos dice todo tipo de cosas, y no es que no estamos
escuchando, sólo que no estamos listos para escuchar.

BJ no sabía qué decir. ¿Era posible que Tanti le hubiera dicho a BJ


todas estas cosas y que hubiera pagado egoístamente a su abuela sin prestar
atención?

Rebecca sacó una gruesa baraja de cartas de un pequeño cajón de la


mesa entre sus sillas.

BJ rio entre dientes. —¿Entonces es una adivina?

—Cielos, no. Es un juego, simplemente algo para pasar el tiempo. En


realidad, he oído que el tarot vino de un juego italiano llamado tarrochi27.
Algunos dicen que fue utilizado como una forma de transmitir historias que la
iglesia cristiana no quería que la gente supiera. Verás, en el siglo cuarto, una
facción particular de la iglesia fue declarada “oficial”. Hasta ese momento,

27
Nombre del tarot en italiano. LJ Maas expone ideas sobre la teoría del origen cátaro del juego.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

había muchas manifestaciones del cristianismo. ¿Quién puede decir quién


sabía la verdad y quién no? Bueno, el emperador romano Teodosio dijo de
repente que ésta era real y todas las demás eran contrarias a la creencia
aceptada.

—Entonces, ¿dónde entra el juego de cartas? —BJ había estudiado


mucha historia y literatura de culturas antiguas mientras trabajaba en su
doctorado, pero nunca había escuchado esta historia antes. Tenía que admitir
que estaba intrigada.

—Algunas personas dicen que una de las facciones heréticas se hizo


conocida como la “Iglesia Oculta”. Se cree que las cartas contaron la verdadera
historia de la iglesia. El juego se convirtió en una manera de disfrazarlos, sin
embargo, todavía sigue trasmitiendo la verdad. No tengo ni idea de si algo de lo

131
que acabo de decirle es un hecho, pero explicaría por qué la iglesia cristiana se
opone tan vehementemente al tarot, ¿eh?

—Supongo que sí. Ya sabe, realmente no creo en cosas como cartas de


tarot, tablas de güija o bolas de cristal, —dijo BJ mientras Rebecca barajaba las
cartas de una manera extrañamente diferente. Los ancianos dedos parecían
muy ágiles—. No es que crea que la gente que cree es tonta, es solo que no
creo que la vida funcione de esa manera. No lo tomo en serio.

—Bueno. Eso es un prerrequisito para mí, Baylor. Francamente, no


confío en nadie que tome las cartas demasiado en serio. Eso es jugar un juego
peligroso. —Rebecca ordenó las cartas boca abajo en tres montones en la
mesa pequeña—. Lo peor que puedes hacer es tomar el tarot demasiado en
serio o literalmente. Por otra parte, no estoy segura de confiar tampoco en
alguien que se niegue a jugar el juego.

BJ sintió que Rebecca la hubiera arrinconado con esa observación.


—Está bien, supongo que estoy dispuesta.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Excelente. Vamos a empezar. La baraja que estoy usando es la baraja


del Jinete. Me gusta la obra de arte. Los tres montones representan: tu pasado
—indicó cada pila con una mano—, tu presente y tu futuro. El tarot no es una
manera de predecir el futuro de uno. He visto las mismas cartas leídas de
modo diferente a distintas personas. Por eso es bueno no tomar demasiado en
serio lo que ves.

—Si no predicen, ¿para qué se utilizan?

—La mayoría de los creyentes sienten que son una herramienta para la
adivinación, para la exploración espiritual.

—¿Y usted? ¿Para qué los utiliza?

—Examen. Examen de la gente, sobre todo, de la naturaleza humana.


Me parece interesante, las cosas que las cartas nos hacen pensar. Dentro de
esta primera sección, podemos ver tu pasado. Más específicamente, es una
132
manera de comprender mejor los acontecimientos pasados. Tu presente te
ayudará a ver lo que sucede ahora mismo, y por supuesto, hay lo que puedes
esperar en el futuro.

—Todas las cartas tienen lo que parece un bufón de la corte o un


bromista pintado en el envés. ¿Qué se supone que significa eso? —Preguntó
Baylor.

—Muy observadora, amiga mía. Ese es el Tonto. Hay muchas formas y


se extiende al tarot. Yo elijo una forma tradicional llamada El Viaje del Tonto.
Es como una historia.

—Y yo soy el tonto, ¿supongo? —BJ levantó una ceja burlonamente.

—No te ofendas, querida Baylor. Todos somos tontos cuando


empezamos un viaje. ¿Sabías que la palabra “tonto” solía ser usada como un
término de honor?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor negó con la cabeza. Recordaba vagamente su latín de escuela


secundaria y recordaba que el Tonto desempeñaba un papel importante en la
literatura medieval.

—Un tonto era alguien que era puro... protegido. ¿Recuerdas la historia
de Parsifal?

—Sí. Fue el caballero que encontró el Grial.

—Exactamente. Parsifal era caballero de la Mesa Redonda. Encontró el


Santo Grial, sin embargo, era conocido como Parsifal, el Santo Tonto. Su
nombre en realidad significaba “Santo Ingenuo”. Verás, su madre lo mantuvo a
salvo y protegido de las heridas del mundo.

Rebecca volvió una carta de uno de los montones. —He seleccionado


una manera muy simple de leer el tarot para tu primera experiencia. La próxima
vez, intentaremos algo más complejo.
133
BJ asintió, nunca cuestionando el hecho de que habría una próxima vez.
Observó cómo Rebeca escogía una serie de cartas del montón que
representaba el pasado. Ella los volteó con cuidado, antes de hablar.

—El Emperador, la Torre, la Fuerza y la Muerte. Muestras elementos


bastante fuertes en tu pasado. Algunos dirían que tu pasado ha sido un viaje
intenso que ha dejado su marca en ti. El Emperador representa a tu padre
terrenal. —Rebecca observó cómo el labio superior de BJ se contrajo en una
mueca de desprecio—. A veces significa simplemente una persona con
autoridad. Incluso puede significar un cierto control o estructura con la que has
tenido que tratar. —Empujó la tarjeta a un lado.

—Mi padre y yo teníamos una relación muy... tensa. —BJ no tenía ni


idea de por qué lo dijo. Las palabras parecieron salir de su boca como si su voz
tuviera una voluntad propia.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Que desafortunado. Padres e hijas... esos pueden ser vínculos tan


complejos. Tu padre ha fallecido, ¿verdad?

—Sí, —dijo BJ con un apretón de su mandíbula.

—Vámonos. La siguiente carta es la Torre. Por lo general, esto


representa una ruptura de la estructura en tu vida. Quizás algo traumático, algo
que altere la vida. Esto parece indicar que el evento se centró en tu padre.
—Deslizó la carta al lado de la primera.

El silencio de BJ le dijo a Rebecca todo lo que necesitaba saber. Pasó a


la siguiente carta. —La Fuerza. Significa exactamente lo que su nombre
implica. Dadas las dos primeras cartas, no es de extrañar que tuvieras que
desarrollar fuerzas para ayudarte a enfrentar las situaciones en las que te
colocaron.

—Ya que todavía estoy viva, supongo que la carta de la Muerte está
134
mal, ¿eh? —Preguntó Baylor.

—La muerte puede significar un final o un cambio. No se trata tanto de la


muerte física como metafórica. Curiosamente, esta es una de las tres cartas
más incomprendidas en los Arcanos Mayores del tarot. Muchas veces, la
muerte puede ser una buena cosa, lo que significa que algo que ya no
necesitas se ha ido de tu vida. Puede ser una forma de vida, un hábito, tal vez
una relación, a veces la inocencia. Lo único que hay que recordar acerca de la
muerte en relación con el cambio es que cuando se lucha, puede ser doloroso.
Sin embargo, si lo aceptas puedes moverte hacia arriba y hacia adelante en la
iluminación.

—Sí, bueno, demasiado para el pasado, —dijo BJ inquieta. La lectura de


Rebecca estaba haciendo exactamente lo que ella había predicho. Estaba
haciendo pensar a BJ. Una vez había creído que había puesto todos esos
viejos terrores a descansar, pero claramente que no era el caso—. ¿Qué hay
del presente?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Rebecca dio vuelta cuatro cartas del segundo montón. El Mago, el


Carro, la Gran Sacerdotisa y la Templanza. —El Mago representa a un maestro
que trata de ayudarte a ver tu potencial. Tienes todas las herramientas y
habilidades para enfrentar la vida, Baylor. Aún no has aceptado ese hecho. Tu
maestro te ayudará a ver el poder que se encuentra dentro de ti misma.

BJ estaba sentada escuchando atentamente. No notó que Rebecca


había comenzado a personalizar la información. —Supongo que no ves un
nombre allí, ¿verdad? —Se inclinó para examinar la carta.

—Lo siento, querida, pero no funciona de esa manera. Podría ser un


amigo, un amante o un pariente. El patrón habitual es que es una persona que
se ha ganado tu confianza, alguien que cree en ti. De repente, esta persona te
aparecerá en una luz diferente.

—Un poco vago, pero supongo que puedo vivir con ello. —BJ sonrió—. 135
Bueno. ¿Siguiente?

—El Carro de guerra representa conflictos, decisiones, posiblemente


viajes. Los conflictos estarán dentro de ti, Baylor. El tarot no está tan
preocupado con las batallas que peleas fuera de ti como las que hay dentro.

—A continuación vemos a la Alta Sacerdotisa. Es tu madre espiritual,


misterio que nunca podrás explicar. Es ella quien te llama en esos momentos
de intuición cuando sigues tus instintos pero no sabes por qué.

BJ se quedó mirando el espacio. Las palabras de Rebecca la habían


atrapado. Podía verse a sí misma, no ver, pero podía sentir. Estaba dejando la
cautela de lado y actuando por instinto. Por primera vez en su vida, no se
preocupaba por las consecuencias.

La voz de Rebecca atravesó la visión de BJ. —Finalmente, hay


Templanza. Es indicativo del equilibrio entre nuestras decisiones internas. La
lección mortal que nos hace saber que hay más en la justicia que en el bien y el
mal, culpable e inocente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bueno, eso fue bastante indoloro, —dijo BJ.

—Lo ves. Puede ser muy divertido, incluso digno de alguna


introspección honesta cuando no lo tomamos muy en serio.

—¿Y mi futuro? ¿Algo por lo que debería mirar? ¿Qué viajes largos
debo posponer? ¿Además del que me trajo aquí en primer lugar?

—Echemos un vistazo. —Rebecca sacó cuatro cartas del montón


final—. El Sol, el Diablo, el Ermitaño y los Amantes. Qué interesante... todas las
entidades. Qué lugar tan emocionante será tu vida.

El entusiasmo de Rebecca por las cartas había infectado a BJ. —¿Y qué
significa esto?

—El Sol es la carta más favorable. Brilla sobre aquellos que han sufrido
durante su viaje. El brillo del Sol indica la búsqueda de la alegría o la 136
prosperidad última. Muestra que la felicidad te encontrará.

—¿No quiere decir que la encontraré?

—No, no esta vez. La felicidad es como la mariposa que elude


constantemente tu alcance. Cuando finalmente te sientes, te relajes y abras la
mano, se asienta cómodamente en la palma de tu mano.

—Huh.

—La siguiente, el Diablo.

—Ahora eso suena más a mí. —BJ sonrió a Rebecca.

—El Diablo no es tanto una persona a quien culpar, sino el infierno y el


sufrimiento que creamos en nuestra vida. Hay un viejo refrán, “Creamos
nuestros propios demonios”. La mayoría de las personas no quieren asumir la
responsabilidad de su vida diciendo que están donde están a causa de sí
mismos. Es más fácil decir “el diablo me obligó a hacerlo”. De esa manera, se
liberan de cualquier responsabilidad.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Algunas de estas cartas representan al diablo con cuerdas o cadenas.


Tú has señalado una tarjeta con una imagen que está libre de tales enlaces.
Esto expresa una habilidad para escapar de tu infierno, para romper con la
negatividad. Hacemos nuestros propios demonios. También podemos
destruirlos.

BJ se encontró haciendo una pregunta cuya respuesta temía. —¿Señora


Ashby, cree que pueden ser destruidos? ¿Puede ser así de simple?

—No confundas simplicidad con facilidad. Sí, creo que es así de simple,
y no, nunca es fácil.

BJ y Rebecca se miraron la una a la otra. BJ pensó que había más


preguntas que hacer, pero no podía pensar en ellas.

—Vamos a ver qué sigue. El Ermitaño. Qué apropiado para una solitaria
como tú, —replicó Rebecca.
137
BJ no pensó en preguntar cómo Rebecca lo sabía. Ella había tratado de
decirse a sí misma que vivía esa vida porque se estaba divirtiendo demasiado
para comprometerse, pero además de algunas buenas relaciones sexuales y
momentos divertidos, nunca se divirtió mucho. —Entonces, ¿por qué este tipo
es tan apropiado para mí?

—El Ermitaño representa dos factores: la soledad y la búsqueda de la


verdad. Mira, Baylor, debes viajar sólo cuando buscas la verdad. Es una de
esas tareas que solo tú puedes hacer. Ciertamente puedes rodearte de
aquellos a quienes amas como apoyo, pero en última instancia, depende de ti
encontrar la llave para desbloquear esa puerta.

BJ levantó la cabeza bruscamente. Esta era la tercera vez desde su


llegada a Ana Lia que había oído o leído sobre la llave de la felicidad. Miró
hacia abajo la última carta en su futuro. —Los Amantes. Me gusta cómo suena
eso.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Como con la mayoría de estas cartas, los Amantes no son literalmente


una cadena de amantes que harán su camino a tu cama. En cambio,
representan lecciones que aprenderás a través del amor, y eso incluye amarte
a ti misma, que es la lección más importante que podemos aprender. Si
podemos hacer eso, ¿cómo pueden los demás no amarnos también?

BJ se calló, pensando en todo lo que Rebecca le había dicho. Miró al


reloj que había encima de la chimenea. —No tenía ni idea de que era tan tarde.
He estado aquí por horas. Lo siento. No quise monopolizar su tiempo.

—No hay de qué. Disfruté mucho de conocerte y espero que no te


importe la pequeña distracción. —Rebecca indicó las cartas.

—En absoluto. No soy muy aficionada para ese tipo de cosas, pero esto
fue interesante.

—Espero que vuelvas y me veas de nuevo. No salgo mucho. Tengo una


138
cadera que me molesta con esta humedad. Escuché que te has hecho amiga
de nuestra Hobie Lynn. Tal vez la traigas al té una tarde.

—Me encantaría hablar con usted de nuevo. —BJ sonrió—. Hobie y yo


parecemos seguir huyendo la una a la otra. —No estaba segura de cuánto
explicar—. Pero decir que somos amigas podría estar empujándolo un poco.

—Bueno, las dos parece que os lleváis tan bien. Estoy segura de que
cuanto más te quedes en Ana Lia, más os conoceréis.

—Sí, bueno... No estoy segura que espero estar en la isla mucho más
tiempo. El médico de Tanti dijo que estaba casi lista para volver a casa. Ya que
no soy capaz de cuidarla con mi pierna de la manera en que está, solo pensé
en contratar a alguien para cuidar el lugar y Tanti.

—Déjame decir que te echaremos mucho de menos aquí, por más gente
de la que tú te imaginas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Una vez BJ estaba a salvo en su camino, Rebecca se sentó en la mesa


de la cocina y cogió el teléfono inalámbrico. Todavía miraba el objeto como si
fuera algo extraño, pero tenía que admitir que algunos cambios en la vida eran
buenos, no todos, sino algunos. Marcó y esperó.

—Hola, Sarah Jane, ¿cómo está tu madre? Sí, me alegro de que sigas
reconociendo esta vieja voz. ¿Evie está despierta esta tarde? Me pregunto si
no te importaría revisar por mí, querida. —Rebecca esperó en la línea por unos
momentos.

—¿Ella está? Maravilloso... ¿No te importaría? Gracias, y asegúrate de


decirle a tu madre que le mando saludos. —Escuchó la música grabada y
empezó a tararear “La chica de Ipanema” mientras Evelyn Warren tomaba la
línea.

—¡Evie! ¿Cómo estás, chica? Nunca creerás con quién acabo de pasar 139
la tarde con... Oh, bueno, piensas que eres tan inteligente. —Rebecca se rio
entre dientes ante la risa de su amiga en el otro extremo de la línea—. Sí,
querida, es precisamente lo que has dicho. Sin embargo, tenemos cosas más
importantes que preocuparnos ahora. —Rebecca repitió las palabras de
despedida de BJ.

—Sí, lo sé. Todo se arruinará si ahora se va. Evie, tenemos que


encontrar una manera de mantener a Baylor en esta isla un poco más.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 10

La fatiga alcanzó a BJ, y con la suerte que tenía, estaba cerca de la


panadería. Recordó la oferta de Mack del viaje y miró su reloj. Otros veinte
minutos y pasaba por allí. Los olores tentadores de la panadería atrajeron a BJ
al interior y compró un par de pedazos de dulce de azúcar. Una vez fuera, vio
el banco y cruzó la calle.

Nunca pensó dos veces en esperar la luz del semáforo aunque no había
absolutamente ningún tráfico en la calle principal. Si era consciente de que esto
era un cambio en su comportamiento normal, no dio ningún signo exterior.
140
BJ llegó al banco para encontrar a un chico que ocupaba un extremo.
—¿Te importa si tomo algo del asiento, chico? —El chico de pelo rubio parado
levantó la mirada del libro de colorear. Llevaba unas gafas redondas de
montura metálica, que con frecuencia empujaba con un dedo. Sosteniendo un
pequeño lápiz en lo alto, él la miró de arriba a abajo con un ojo cauteloso. —Mi
mamá dice que no debería hablar con extraños.

BJ sonrió. El chico tenía un ceceo casi indiscernible que lo hacía


adorable, no que a BJ le gustaran los niños de ninguna manera. —Me parece
justo. Entonces no hablaré contigo, pero me sentaré aquí mismo. ¿Está bien,
chico?

—Mi mamá dice que aprender a compartir es bueno. Está bien.

BJ estiró las piernas y apoyó los brazos en la parte posterior del banco.
El joven volvió a colorear un mapa de los Estados Unidos. —¿Hace calor, eh,
chico?

—Mi mamá dice que no es amable llamar a alguien “chico”.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ metió un trozo de dulce en la boca. El calor de Florida lo había


convertido rápidamente en emplasto marrón caliente. Tendió la otra pieza en
una mano. —¿Quieres? —Murmuró ella.

—Mi mamá dice que no es educado hablar con la boca llena.

BJ puso los ojos en blanco, pero continuó sosteniendo el convite en alto.


Sabía que él lo quería.

—Mamá dice que nunca debería tomar dulces de un extraño.

—Tu madre tiene muchas reglas, ¿no?

—Unas pocas. —Empujó sus gafas, luego sonrió a BJ. La sonrisa era
del tipo que mostraba dos filas de dientes de leche perfectamente blancos. Su
sonrisa brilló bastante y BJ supo que era uno de ellos, un chico realmente feliz.

—¿Cuál es tu nombre? —Él preguntó. 141


—¿Por qué te importa? —Respondió BJ con un guiño.

El muchacho se encogió de hombros, volvió a sonreír y reanudó su


coloración. Sus pies se balanceaban en el aire y él parecía perfectamente
contento.

—¿Cuál es tu nombre? —Preguntó BJ un momento después.

—¿Por qué te importa? —Dijo sin perder un latido.

—Oh, un chiste inteligente, ¿eh?

El joven rio.

BJ no entendía el vínculo que tenía con los niños. La última vez que
Juliana la había arrastrado físicamente a su casa para el Día de Acción de
Gracias, había recibido el impacto de su vida. Buscando a BJ por la casa,
eventualmente la encontró en el sótano, rodeada por una media docena de
niños, jugando a Candy Land. BJ no estaba más cómoda con los niños que con
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

los adultos; Los niños simplemente aceptaron su mordaz honestidad y crítica


abierta.

—Mi nombre es BJ.

—Noah. —El joven extendió su mano. BJ sonrió y lo sacudió.

—Mira, ahora no somos extraños. —Extendió el dulce y el chico


rápidamente metió el lío pegajoso en su boca.

—¿Qué vas a hacer hasta esta tarde, Bubba28?

—Mi nombre es Noah, —dijo y BJ se rio entre dientes—. Estoy


esperando a mi mamá. Está en la farmacia.

—Ah, mamá, la que tiene todas las reglas. ¿Qué tal ese dulce?

—Muy bien, ¡gracias! Mamá dice que el azúcar no es malo, si no comes 142
demasiado. Mamá dice…

BJ levantó una mano. —¿Seguro que tu madre no es la gran y poderosa


maga de Oz?

—No. —Noah rio en reacción—. ¡Ahí está ella! Hola mamá.

Noah se puso de pie en el banco y saltó arriba y abajo cuando su madre


estaba a la vista. BJ sólo pudo mirar con asombro atónito mientras se acercaba
y Noah finalmente le rodeó el cuello con los brazos.

—Hola, cariño. —Hobie besó la mejilla de su hijo y devolvió su fuerte


abrazo—. Veo que tienes una nueva amiga. —Dio una sonrisa en la dirección
de BJ.

—Debería haberlo sabido, —dijo BJ con una sonrisa torcida—. Así que
esta es tu mamá, ¿eh?

—Sí.

28
Apodo cariño dado a los niños y hombres en los estados del Sur de EE.UU.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Veo que ustedes dos han estado compartiendo un poco de chocolate,


—dijo Hobie.

—¿Cómo lo sabes? —Preguntó BJ—. Oh, —dijo al ver la barbilla de


Noah cubierta de chocolate.

Hobie limpió el rostro de su hijo con un Kleenex. —Bueno, él y luego


hay... uh... —Entregó un pañuelo limpio a BJ.

BJ frunció el ceño y se limpió la boca. —Gracias, —murmuró. De


repente se dio cuenta de que el chico se parecía exactamente a Hobie cuando
él arrugó su nariz respingona y empujó sus gafas hacia arriba. Hobie se sentó y
Noah saltó en su regazo. La conexión era fácilmente legible. Hobie llevaba una
sonrisa de un millón de dólares mientras lo escuchaba hablar de su día.

BJ se sintió un poco decepcionada por este giro de los acontecimientos.


Primero, por alguna razón, había asumido que Hobie estaba libre. Cuanto más
143
tiempo pasaban juntas, más pensaba que Hobie era gay.

Hobie no llevaba un anillo de bodas, pero eso no significaba nada,


¿verdad? La segunda razón era que BJ se sentía perdida. Observó, casi con
envidia, mientras Hobie y Noah se reían y se abrazaban. Por primera vez, se
dio cuenta de que algo faltaba en su vida, algo importante.

—Nunca dijiste que tenías un hijo, —dijo.

—Nunca has preguntado, —dijo Hobie—. Por cierto, gracias por el


almuerzo. Eso fue terriblemente dulce de tu parte. —Noah se acomodó en su
regazo y se apoyó contra su pecho.

BJ arqueó una ceja. —De alguna manera pensé que serías la última
persona en esta isla que me llamaría dulce.

Hobie se rio entre dientes. —Muy bien, fue muy agradable. ¿Mejor así?

—Mucho mejor, gracias. Tengo una reputación que defender, ¿sabes?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, es cierto. La asociación podría pedir su escoba de vuelta.

—Probablemente eres la que tiro la casa en mi hermana, ¿no?

La cabeza de Noah se balanceaba de un lado a otro mientras las veía


hablar por turnos. No creía que sonara a broma, pero se sintió mucho mejor
cuando las dos mujeres se miraron y empezaron a reír.

—¿Qué estás haciendo aquí afuera ? —Preguntó Hobie.

—Estoy esperando a Mack. Mencionó que me daría un viaje si


necesitaba uno.

—Oh, nosotros también. —Hobie movió a Noah en su regazo—. Le


presté la camioneta a mi amiga Laura.

Ambas mujeres miraron hacia arriba mientras el coche patrulla de Mack


frenaba bruscamente frente a ellas. La ventanilla lateral del pasajero se abrió y 144
Mack apareció, inclinándose sobre el asiento.

—Baylor, te he estado buscando. Necesito que entres al automóvil ahora


mismo.

Hobie supo que ese tono en la voz de su hermano nunca significó


buenas noticias. —Mack, ¿está todo bien?

—Lo siento, Hob, me olvidé de ti y de Noah. Vamos, todo el mundo,


entren, —dijo Mack—. Baylor, tu abuela ha tenido problemas.

—¿Qué está pasando? —Preguntó BJ una vez que estaban instalados.

—Lo único que sé es lo que la enfermera me relató. Dijo algo sobre


Evelyn desarrollando una fiebre alta. Supongo que llamaron a un médico del
continente y él dijo que contactara a su familia. Eso es todo lo que sé.

—¿Cristo, eso es todo lo que dijeron?

—Mamá, dijo una mala palabra, —dijo Noah.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Shh, cariño. —Hobie tiró a Noah en su regazo y le besó la parte


superior de su cabeza—. Está muy preocupada.

BJ alargó la mano y le dio un vuelco al pelo de Noah. —Lo siento,


Bubba, no me escuches, ¿de acuerdo? Puedo decir un poco más antes de que
acabe el día.

Noah se puso las manos por las orejas y BJ le sonrió. —Bueno. No


puedo oírte.

Hobie acercó a su hijo más fuerte a ella y miró a BJ, que masticaba su
uña del pulgar mientras miraba por la ventana. Parecía preocupada y nerviosa,
pero Hobie vio algo más. Hobie había visto esa expresión de angustia en
numerosas ocasiones. La había visto cada vez que entraba en una sala de
espera para hablar con un miembro de la familia. La familia que sentía la
verdad mucho antes de que los médicos lo reconocieran. Esa expresión, una 145
combinación de dolor y miedo, fue una de las razones por las que había dejado
la medicina a tiempo completo. Estaba acostumbrada a esa mirada, pero
descubrió que no le gustaba verla en la cara de BJ. Ella puso su mano en el
antebrazo de BJ.

BJ levantó la mirada alarmada, no acostumbrada quebrar esa barrera, el


espacio personal que cuidadosamente mantenía.

Hobie no tenía idea de qué decirle a la mujer que era aún más extraña
que nada. Apretó el brazo fuerte y sonrió, encontrándose con los ansiosos ojos
grises. Para su sorpresa, BJ no se apartó. Aún más sorprendente para Hobie
fue que dejó su propia mano descansando allí durante el viaje. Ninguna de las
dos mujeres parecía inclinada a alejarse.

—Mire, si no veo a este doctor muy pronto... —La voz de BJ se elevó


con cada palabra mientras gritaba a la enfermera. Se calmó cuando vio a Noah
poner sus manos sobre sus orejas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sra. Warren, —comenzó la enfermera—, sé exactamente cómo se


siente, créame, pero si el doctor Trenton deja lo que está haciendo ahora para
hablarle, entonces su abuela se queda sin su cuidado. Está a su lado mientras
hablamos, y tan pronto como pueda, saldrá y hablará con usted.

La mirada genuina de preocupación en la cara de la enfermera, junto


con el tono tranquilizador de su voz, hizo que BJ diera un paso atrás. Respiró
hondo, asintió a regañadientes y se sentó junto a Hobie y Noah.

—Sarah, ¿es Steve Trenton quien está viendo a Evelyn? —Hobie le


preguntó a la enfermera.

—Sí lo es.

—Oye, —dijo Hobie, volviéndose hacia BJ—. La buena noticia es que


Steve Trenton es un completo alarmista. Si dice que lo está haciendo terrible,
significa que no es tan malo.
146
BJ le ofreció a Hobie una sonrisa poco entusiasta. —Parece que lo
conoces.

—Un poco. Hice mi residencia bajo sus órdenes en Tampa.

BJ no podía creer que en un momento como este, en realidad sentía una


pequeña punzada de dolor por la idea de que Hobie podría haber tenido un
pasado antes de que se conocieran. —¿Tú…um, lo conocías bien?

—Supongo que sí. Así como una puede llegar a conocer a un idiota
sexista egocéntrico. —Hobie sonrió—. Por mucho que no me gusta su ego, sé
que es bueno en lo que hace.

—¿Sra. Warren?

BJ y Hobie levantaron la vista para ver el tema de su conversación


delante de ellos. Steve Trenton tenía probablemente cincuenta años, pero
podría haber pasado por cuarenta. Era delgado y moreno, con una pequeña
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

pizca de gris en las sienes. A BJ no le gustó de inmediato; le recordó al


vendedor astuto que la había convencido en comprar su Jaguar.

—¿Hobie?

—Hola Steve. Qué bueno verte.

—Uh, sí... lo mismo digo. ¿Eres un miembro de la familia?

—No, estoy aquí con... —Hobie hizo una pausa. Nuevamente, fue el
mismo aprieto. ¿Quién era Baylor Warren para Hobie?— Estoy con mí... amiga,
—dijo por fin.

Si las palabras de Hobie tuvieron algún impacto en BJ, no dio ninguna


indicación.

—Esa sería yo. —BJ sentía con ganas de agitar sus dedos delante de la
cara del hombre—. ¿Cómo está mi abuela y qué diablos le ha pasado? 147
—La versión corta es que desarrolló neumonía, —dijo el Dr. Trenton—.
Neumonía por micoplasma, para ser específico.

—Pero la vi ayer. Ella estaba bien.

—Eso es lo que pasa con los mayores. Están tan acostumbrados a ser
estoicos e ignorar dolores y molestias que cuando lo necesitan para decirte lo
que está pasando, no lo hacen.

—Todavía no entiendo cómo...

—La neumonía puede aparecer rápidamente en pacientes de edad


avanzada, especialmente en pacientes hospitalizados, —dijo—. El personal
primero pensó en una infección, común. Los pacientes postoperatorios como la
Sra. Warren reciben atención espirométrica para combatir los largos períodos
de tiempo acostados a los que son propensos, pero a veces no hay nada que
puedas hacer para detenerla.

—¿Qué está haciendo ahora por ella?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ella está en la medicación intravenosa y estamos trabajando para


mantener su fiebre baja. La hemos recuperado a una temperatura más normal.
Debería estar bien de aquí en adelante, pero creo que tal vez quisiéramos
reconsiderar su salida del hospital. Hay un gran número de cosas que pueden
salir mal con los pacientes de edad avanzada. Dudo que Medicare 29 o su
seguro lo apruebe, pero si puede pagarlo, creo que el hospital aquí en Ana Lia
es una manera de actuar más segura.

—El dinero no es un problema, —dijo BJ—. Sólo quiero que mi abuela


reciba el mejor cuidado posible.

—Entiendo.

—¿Hay un curso fijo de tratamiento? ¿La curará completamente?

—Sí, es bastante estándar. Hay buenas y malas neumonías. Las


posibilidades de una recuperación rápida son mayores bajo ciertas
148
condiciones. En el caso de la señora Warren, tiene algunas cosas en su contra,
pero eso no significa que no tendrá una recuperación del cien por ciento. Lo
cogimos antes de que tuviera la oportunidad de llegar a la etapa de tos, que es
aproximadamente lo mejor que hay.

—¿Los antibióticos ayudarán?

—Absolutamente. Ella necesita una dieta adecuada y acceso a O2 para


aumentar el oxígeno en la sangre. Puede necesitar medicamentos para aliviar
el dolor en el pecho y para aliviar una tos violenta si eso se convierte en un
problema, lo cual dudo. Esas son las razones más importantes para asegurarse
que tenga atención las 24 horas del día.

—Basta de charla. ¿Puedo verla?

29
Programa de asistencia sanitaria en EE.UU que cubre las necesidades médicas de personas mayores de 65 o más
jóvenes discapacitadas debido a graves problemas de salud.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Si por supuesto. Está muy sociable ahora, pero eso es porque se
siente mejor. Sin embargo, no mucho tiempo. El descanso es lo mejor para
ella.

—Entiendo. Oh, gracias, doctor. —Agregó en el último momento.

Caminó por el pequeño pasillo hasta la habitación de su abuela. —Tanti.


—BJ sonrió a los ojos que la encontraron tan pronto como entró en la
habitación.

—Baylor, —murmuró Evelyn con voz ronca. Parecía cansada pero en


condiciones relativamente buenas. El tono rosado de sus mejillas era más de la
fiebre que de una salud robusta—. Espero no arruinar tus planes, querido
corazón.

—Tanti, no seas ridícula. Ya sabes que siempre estoy aquí para


cualquier cosa que necesites.
149
—Pero sé que querías volver a tu casa y...

—No le des ni un segundo pensamiento, ¿de acuerdo? Además, eres mi


familia. Dondequiera que estés estoy en casa. Concentra todas tus fuerzas en
ponerte bien. No estoy tan ocupada que no pueda pasar el verano en Ana Lia.

—¿Estás segura?

—Puedo escribir aquí tan bien como puedo en Chicago.

—Gracias, querido corazón. ¿Qué haría yo sin ti?

—Supongo que no voy a dejar que lo averigües. —BJ acarició la mano


de su abuela—. Estoy realmente contenta de que vayas a quedar bien, Tanti.
Estuve bastante preocupada por un momento.

—Lo siento cariño. No era mi intención asustarte.

Hubo un tímido golpe en la puerta y la cabeza de Hobie apareció a la


vista.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Hola querida. Adelante, —dijo Evelyn.

—No quiero entrometerme, pero quería asegurarme que estabas bien,


Evelyn.

La enfermera entró en la habitación justo después de Hobie. —Lo siento,


señorita Warren, pero me pregunto si podría hacer que firmara documento para
la estancia de su abuela.

—Por supuesto. Tanti, ¿estarás bien?

—Oh, sí, ve, vete.

—Sólo estaré en recepción.

—Hobie Lynn se quedará conmigo, ¿verdad, querida?

—Por supuesto, —dijo Hobie. 150


—Quiero darte las gracias, querida, por cuidar a Baylor, —dijo Evelyn
una vez que su nieta había salido de la habitación.

—Soy la última persona en el mundo a la cual deberías estar


agradeciendo ahora mismo. Me siento responsable de todo esto.

—¿Qué? Oh eso. No le des otro pensamiento. Me preocupa que Baylor


esté muy deprimida esta noche. Pasa tanto tiempo sola. Cree que no lo sé,
pero lo sé. Su vida consiste en su escritura, bebida y andar de juerga.

Hobie trató de no sonreír, pero estaba segura de que fracasó. El retrato


de Evelyn de su nieta era extrañamente exacto. —Estoy segura de que hay
más que eso. Parece que tiene una vida muy plena.

—Ella piensa que salir a una fiesta cada noche de la semana y dormir
con una docena de mujeres al mes es socializar. No lo es, y tú lo sabes. La
clase de gente con la que pasa su tiempo en Chicago... bueno, bien podría
estar sola. Me preocupo por ella, Hobie Lynn.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Lo sé, Evelyn, lo sé. Se me ocurre una idea, ¿por qué no le pido que
venga a la casa de mamá y que todos cenemos juntos? ¿Crees que estaría
bien con eso?

—Oh, gracias, querida. Saber que estás vigilando a Baylor me


tranquiliza mucho.

—No te emociones demasiado. No estoy segura de que esté de


acuerdo. No sé si has estado al tanto de los acontecimientos actuales de la
ciudad, pero Baylor y yo no nos llevamos bien exactamente el cien por ciento
del tiempo.

—Sé que Baylor puede ser... difícil.

—Decir que Baylor es difícil es darle un nuevo significado a la palabra.


—Hobie se rio entre dientes—. Simplemente no creo que ella quiera tenerme
cerca.
151
—Por qué, no seas tonta, querida. Mi nieta está completamente
enamorada de ti.

Hobie se rio. Entonces viendo que Evelyn estaba seria, se quedó


inmóvil. —Estamos hablando de Baylor Warren, ¿correcto? Quiero decir, no
tienes otras nietas, ¿verdad?

—No. —Evelyn sonrió amablemente a la expresión aturdida de Hobie—.


Sólo una, y Baylor lo es. Ella puede parecer llena de arrogancia en este
momento, pero todavía no sabe cómo es la vida. No sabe cuál es la llave.
—Evelyn susurró esta última parte y Hobie sonrió.

—¿De qué están hablando? —Bromeó BJ mientras entraba por la


puerta. Hobie y Evelyn llevaban expresiones culpables. Hobie se ruborizó y se
volvió más rojo al examinar a BJ—. Oh, por favor, Tanti, no estás contando
historias vergonzosas de cuando yo era un bebé, ¿verdad?

—Ahora, Baylor, ¿haría yo algo así?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—En un latido del corazón, —vino la respuesta seca de BJ.

—De acuerdo, señoras, odio interrumpir, pero esta paciente necesita su


descanso, —dijo el doctor Trenton mientras entraba en la habitación.

—Tanti, tienes que llamarme por cualquier cosa que quieras o necesites,
¿entiendes? Cualquier cosa.

—Lo entiendo y lo haré, querido corazón. Ahora, ¿dónde vas a cenar?

BJ se rio. —¿Qué en el mundo tiene que ver con lo que nos ocupa?

—Si sé que no estás comiendo bien, me sentaré aquí y me preocuparé.


Estoy segura de que no puede ser bueno para mi salud. Creo que deberías
cenar con Hobie Lynn.

—¡Tanti!
152
—Um, en realidad, —Hobie llevó sus dedos al codo de BJ—, le dije que
podría preguntarte de todos modos. Quiero decir, sólo para que no tengas que
estar sola esta noche, —tartamudeó—. Mi mamá está cocinando la cena para
mí y Mack de todos modos.

—Oh, lo aprecio, pero realmente...

—Si tengo que preocuparme por ti, Baylor Joan, estaré despierta toda la
noche, —interrumpió Evelyn.

BJ arqueó una ceja. El comentario sonaba más como una amenaza que
la preocupación de una anciana. Tenía un pensamiento fugaz de que tal vez su
abuela estaba en algo, pero la expresión sincera en su rostro la convenció de lo
contrario.

—Por supuesto. Claro, eso sería genial. —BJ le ofreció a Hobie una
sonrisa torcida—. Sin embargo, tengo que detenerme y alimentar a Arturo.

—No hay problema, —dijo Hobie.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ah, Hobie, me pregunto si podría hacerte una pregunta. El doctor


Trenton se acercó a Hobie. Estaba tratando de ser discreto, pero no era lo
suficientemente sutil para BJ.

Trató de moverse entre las dos mujeres, pero Hobie se mantuvo firme
junto a BJ. —Sí, ¿qué ocurre, Steve?

—Bueno, yo... —Alzo la vista hacia la presencia algo intimidante de


BJ—. Pensé, en realidad me preguntaba si tal vez querías...

Sus ojos se encontraron una vez más con la fría mirada de BJ. Sus
labios hacían una mueca de desprecio. El mensaje fue fuerte y claro para el
aspirante a pretendiente. —Um... no importa. Qué gusto verte de nuevo.

—A ti también, Steve, —dijo Hobie distraídamente.

Salieron del hospital con Mack, que había sorprendido a BJ sentándose 153
en la sala de espera todo el tiempo. Se apilaron en el coche patrulla una vez
más y Noah se movió hacia BJ.

Ella sonrió al joven. —Ella no está bien aún, pero lo estará pronto.

—Bien, estoy contento. —Él asintió enfáticamente para puntualizar la


observación.

—Gracias, Bubba.

El chico sorprendió a BJ moviéndose sobre su regazo y mirando por la


ventana mientras conducían.

—Aquí, déjame... Hobie cogió al muchacho, pero la mano de BJ la


detuvo.

—No, está bien.

Viajaron en silencio hasta que BJ habló. —¿Tú y Noah... uh, viven


solos? —No sabía de otra manera de hacer la inevitable pregunta.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie pareció perderse la intención de la pregunta. —Vivimos con mi


mamá. En realidad, es un lugar bastante grande. Noah y yo vivimos en una
casa de invitados en su propiedad. Tiene sus altibajos. Siempre hay una niñera
para Noah y recibo comidas caseras cuando estoy demasiado cansada para
hacerlas.

—¿Y los bajos? —BJ pensó en lo que habría pasado si ella y su madre
trataran de convivir como adultos. Habría sido la Tercera Guerra Mundial.

—Bueno... es vivir con tu madre. ¿Necesito decir más?

BJ se rio entre dientes y asintió con la cabeza.

—Será mejor que le hables de mamá antes de que te sorprenda. —La


voz de Mack sonó desde el frente del coche.

—¿Sorprendida? —BJ tuvo una extraña sensación a lo largo de su 154


espina dorsal—. No ve elefantes rosados ni nada, ¿verdad? Espera, ¿hay un
hámster sobre el que deba saber?

Hobie sonrió. —Muy divertida. No, sólo necesito darte una advertencia
antes de conocer a mi madre.

—Dios mío, ¿qué ve ella que no está ahí?

—Mi padre. —Hobie continuó rápidamente cuando vio los ojos de BJ


creciendo—. No, no es como si lo viera. Mi padre murió cuando yo era un
adolescente. Mamá, bueno, —dijo Hobie con una sonrisa cansada—, actuará
como si no supiera que mi padre está muerto.

—¿No sabe que está muerto? —La voz de BJ se elevó una octava.

—No es que ella no sepa... es sólo que ella... bueno, ella...

BJ vio la tensión en la postura recta de Hobie y supo entonces lo que


estaba tratando de decir. Lo sabía muy bien. —No quiere saberlo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie miró a BJ con alivio escrito sobre sus rasgos. —Sí. Ella
simplemente no lo aceptó al principio, así que todo el mundo se fue con su
charada. Parecía bastante inofensivo. Ahora es duro. Se está haciendo más
difícil explicar las cosas a Noah.

—Alguien debería hablar con ella, —dijo BJ—. Tienes que ser honesta
con ella.

Hobie negó vigorosamente con la cabeza. —No. Perdí a mi padre, pero


perdió a su marido. No sé cómo se siente perder la otra mitad de toda tu vida.
No estoy capacitada para sentarme a juzgar y decirle que lo que está haciendo
está mal.

BJ se encogió de hombros. —Es tu decisión.

155
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 11

BJ inmediatamente se sintió cómoda en la gran casa Allen. Un largo


pasillo conducía hacia el fondo de la casa; A la derecha había una entrada a la
cocina y, a la izquierda, una abertura al salón, que se oscurecía a la sombra de
las altas palmeras del patio delantero.

—¡Abuela, abuela! —Grito Noah en cuanto entraron.

—Ahí está mi calabaza, —dijo Theresa Allen. Se inclinó y levantó al


muchacho.

—Hola, mamá, —dijeron Hobie y Mack al unísono. 156


Mack dio un abrazo a su madre y retrocedió al lado de BJ.

—MacArthur, pareces cansado, —dijo Theresa. Él se limitó a encogerse


de hombros y puso los ojos en blanco.

BJ no pudo resistirse. Se acercó a Mack mientras Hobie saludaba a su


madre. —¿MacArthur? —Susurró en voz baja—. De acuerdo, no tienes espacio
para hablar de mi nombre.

—Muy divertido. ¿Cómo te gustaría que duplicara la multa que te di por


cruzar la calle imprudentemente?

—Mamá. —Hobie le dio a su madre un beso en la mejilla y la condujo a


donde estaba BJ. —Mamá, esta es...

—Baylor Warren. Si, lo sé querida. ¿Cómo está Evelyn?

BJ arqueó las cejas. Miró por encima del hombro de Theresa a Hobie,
quien se encogió de hombros, ofreciendo una sonrisa culpable.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Las noticias viajan como un incendio forestal aquí en Ana Lia, —dijo
Hobie.

—Puedo ver eso, —dijo BJ sarcásticamente.

—Mamá te conoce... obviamente. Baylor, esta es mi madre, Theresa


Allen.

BJ sonrió a la mujer mayor, y la sonrisa que adornaba sus rasgos era


cálida y relajada. Era honesta. Tomó la mano de Teresa en la suya. —Es un
placer conocerla, señora Allen. Le agradezco que me invitara aquí esta noche.

—Ni siquiera lo pienses. Me alegro que mis hijos tuvieran los buenos
modales para invitarte. Ahora, si mi marido acaba de llegar a casa, podríamos
sentarnos a la mesa.

Hobie y BJ intercambiaron miradas incómodas, pero BJ sonrió 157


graciosamente.

—Probablemente quieras subir ese tobillo, —dijo Hobie—. Mamá, ¿por


qué no entras en el estudio y yo pongo la mesa?

—Gracias cariño.

Theresa abrió el camino en una habitación llena de todas las cosas que
BJ había imaginado que podría tener una sala de estar familiar. Dos sofás
acolchados y un gran sillón de cuero reclinable rodeaban una mesa de café de
roble. Paneles de madera clara cubrían las paredes y un piano estaba en una
esquina. BJ examinó las fotografías enmarcadas que se encontraban encima
del piano, reconociendo a Hobie como la joven pelirroja con peca en muchas
de las fotografías. Una serie de pequeñas ventanas ocupaba toda la longitud
de la pared oeste y el sol que se ponía lentamente iluminaba la habitación con
un cálido brillo. La habitación tenía un ambiente relajado que BJ podía sentir
sumergiéndose en su cuerpo el momento en que se sentó cómodamente en el
sofá suave.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Dime, Baylor, ¿cómo está Evelyn? —Preguntó Theresa.

—Parece que va a estar bien. De todos modos, eso es lo que el doctor


dijo. No se veía mal, pero el médico cree que sería mejor que se quede en el
hospital en vez de ir a casa para recuperarse.

—Sé que será duro para ella. Iré allí mañana y veré si necesita algo.

—Gracias, sé que significaría mucho para ella. Mi abuela no es


exactamente el tipo que disfruta estar encerrada en el hospital por más tiempo
del que tiene que hacerlo.

Hobie y Mack entraron en la habitación, seguidos rápidamente por Noah.


El muchacho se lanzó hacia Mack, que lo levantó en alto.

—¿Baylor, puedo ofrecerte algo de beber? —Preguntó Hobie.

—No, estoy bien. 158


—BJ, ¿por qué mamá te llama Baylor? —Preguntó Noah.

—¿Hizo eso? —Baylor no se había dado cuenta. Tantas personas la


habían llamado así en los últimos días que supuso que se había acostumbrado
a ello. Pensó que era extraño que no le hubiera causado tanto dolor como solía
hacerlo—. Baylor es mi verdadero nombre. BJ es sólo un apodo que proviene
de las iniciales de mi primer y segundo nombre.

—Ah bueno. —Noah se escapó, aparentemente satisfecho con su


explicación.

—Mamá, ¿crees que el asado está hecho? —Preguntó Hobie.

—Sólo tengo que machacar las patatas, pero no quiero que todo se
enfríe antes de que llegue aquí tu padre.

Hobie miró a Mack, que alzó las cejas pero no dijo nada. —Um, mamá...
Creo que papá dijo que llegaría tarde esta noche. Será mejor que sigamos
adelante y comencemos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, bueno, no sé... tu padre todavía podría...

BJ apoyó gentilmente su mano sobre la de la mujer mayor. —Señora.


Allen, disculpe por decir esto, pero voy a hacerlo de todos modos. Realmente
no cree que su marido regrese a casa, ¿verdad?

—Pues, no sé a qué te refieres.

—Baylor, —dijo Hobie con un tono de advertencia bajo.

BJ ignoró a Hobie y continuó con un tono triste y relajante. —Mi padre


murió cuando yo tenía diecinueve años, señora Allen. Mi madre nunca pudo
aceptar su muerte. Durante mucho tiempo, actuó como si todavía estuviera
vivo.

Theresa parecía asustada pero no podía alejarse de BJ. —Realmente no


veo cómo eso es lo mismo, querida. Mi esposo… 159
—¿Era todo su mundo, verdad? Al menos así fue para mi madre. Lo
despertó por la mañana, arregló sus comidas y limpió su ropa. Guardaba su
casa y cuidaba de él día y noche durante veinticinco años. Nunca supo lo que
era hacer algo por sí misma. No tenía ni idea de cuál era su propósito en la
vida, si no estaba cuidando de él. Después de su muerte, supongo que pensó
que no tenía ningún propósito. ¿Entiende lo que digo, señora Allen?

BJ comprendió cómo sus preguntas invasivas harían sentir a la otra


mujer. Se dio cuenta de que si Theresa reconocía sus preguntas, tendría que
aceptar la verdad de todo.

Después de varios momentos de silencio, Theresa asintió lentamente.

Mack miró a Hobie, y ellos intercambiaron miradas preocupadas, pero


ninguno de los dos parecía saber qué hacer.

—Cuando su marido murió, quería acostarse y hacer lo mismo, ¿no?


Eso fue lo que mi madre hizo finalmente .Se fue a la cama un día y nunca se
levantó de nuevo. Eso es lo que probablemente también quería hacer. Sin
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

embargo, no pudo, Tuvo hijos que dependían de usted. No hubo posibilidades


acurrucarse en un ovillo y renunciar. Apuesto a que nunca tuvo tiempo de
llorar. Sólo tenía que seguir hasta que parecía que ni siquiera sucedió.

—Sí. Los ojos de Theresa se quebraron y asintió, luego bajó la cabeza.

BJ apretó la mano de Theresa. —Señora Allen, creo que es hora que


admita que tu marido ha muerto y que no volverá.

—Vete, —siseó Hobie. Quiero que te vayas. Vete ahora mismo.

BJ levantó la vista con una expresión triste y asintió. —Lo haré si eso es
lo que quieres. —Se volvió hacia la mujer sentada a su lado—. Pero déjame
preguntarle esto, señora Allen. ¿Es eso lo que quiere? ¿Quiere que me vaya?

Theresa miró los suaves ojos grises llenos de compasión. BJ sabía lo


que estaba pensando. Podía verlo en sus ojos. Theresa se dio cuenta que 160
finalmente había alguien que sabía exactamente cómo se sentía. Por fin,
alguien que entendió lo que había pasado y cómo había dejado que todo se
multiplicase hasta este punto.

BJ y Theresa miraron hacia donde estaban de pie Mack y Hobie. Hobie


estaba indignada, eso era aparente. Mack movió su peso incómodamente de
pie a pie.

BJ volvió a mirar a Hobie. Los brazos de Hobie colgaban rígidamente a


su lado, sus manos en puños cerrados. Si BJ hubiese adivinado los
pensamientos de Hobie en ese momento, su propia muerte seguramente
habría estado arriba en la lista.

BJ vio algo que entonces pensaba que sólo existía en la prosa que
escribió. Mientras miraba el rostro de Theresa, parecía como si un velo se
levantara de sus ojos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Theresa miró a sus dos hijos, luego se volvió hacia BJ. —No, —dijo tan
suavemente que apenas era un susurro. Su voz se hizo más fuerte—. No, no
quiero que te vayas. Hobie Lynn, ¿dónde están tus modales?

—Pero yo... yo... —balbuceó Hobie.

—Creo que mi comportamiento ha durado bastante. Os lo agradezco


hijos, pero nunca quise hacerles pasar por esto...

—No, mamá, está bien. —Mack se movió rápidamente para arrodillarse


ante su madre.

—No lo está, pero eres dulce en decirlo. No puedo creer que haya
continuado por tanto tiempo. Hobie...

Hobie giró y salió corriendo de la habitación. Segundos después, la


puerta de tela metálica del porche trasero se estrelló. 161
—Voy a ir a buscarla, mamá, —Mack habló.

—No, Mack. Creo que soy con la que está disgustada. Déjame ir, —dijo
BJ.

—Estoy seguro de que no voy a pelear contigo por ello.

BJ se levantó sobre sus muletas, pero antes de que pudiera alejarse,


Theresa se acercó a ella.

—Gracias, Baylor. Tomó valor para que me revelaras ese pedazo de ti...
a todos nosotros. Es increíble, realmente, después de todos estos años que tus
palabras fueran las que necesitaba para hacerme ver. No entiendo eso. Tal vez
si haces lo mismo con Hobie Lynn, estará perdonándote. Es una buena hija.

BJ sonrió y asintió con la cabeza, dando un guiño a la mujer mayor antes


de que ella se marcharse. —Lo sé, y trataré de seguir su consejo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Miró a través de la puerta mosquitera y vio a Hobie paseando por el


patio mientras Noah corría tratando de atrapar luciérnagas. Él ignoraba la
agitación emocional que lo rodeaba.

Respirando hondo, BJ abrió la puerta y entró en el porche. La mirada de


dolor y rabia en la cara de Hobie cuando miró a BJ tomó cualquier pensamiento
de lucha de la mente de BJ. Simplemente se desinfló mientras se sentaba
pesadamente en el columpio del porche.

Hobie se volvió hacia el océano y se quedó en silencio antes de cruzar el


césped. BJ se preparó para uno de sus ahora infames enfrentamientos.

—¿Te das cuenta de lo que podrías haber hecho? —Preguntó Hobie con
una voz fuertemente contenida.

—Sí, y lo siento, pero sentí que tenía que hacerlo.


162
—Te pedí que no dijeras nada. Te pedí específicamente que no
interfieras.

—Sí, lo sé.

—¿Qué pasa contigo? ¿Siempre andas haciendo exactamente lo que


quieres sin pensar en las consecuencias para los demás?

—Sí, bastante. Hasta aquí, de todos modos.

—¡Eso te hace increíblemente egoísta!

—Lo sé.

—¡Eres imposible!

—También lo sé.

Hobie interrumpió bruscamente su diatriba. Parecía cansada, como si


hubiera sido un gran esfuerzo para aferrarse a su ira. Dio unos pasos más
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

hacia BJ. —¿Cómo puedo gritarte si vas a estar de acuerdo con todas las
malditas cosas que digo? —Cruzó los brazos sobre su pecho.

BJ intentó parecer contrita. No estaba acostumbrada a responder por su


comportamiento; Más bien, estaba acostumbrada a soltarse con su forma de
honestidad brutal. Dispensar una verdad templada de compasión era algo
nuevo para ella.

—¿Te haría sentir mejor si pudieras golpearme? Adelante. Solo déjame


que lo tenga. —BJ cerró los ojos, frunció el rostro y se preparó para un golpe.

—Para con eso.

—No realmente. Lo digo en serio. Clávame uno bueno. Te garantizo que


te hará sentir mucho mejor.

Hobie retiró su flequillo de sus ojos y se sentó junto a BJ. —Eres tan 163
extraña, —dijo finalmente exasperada, a lo que BJ sonrió.

Después de un momento de silencio cómodo, Hobie habló. —Lo siento,


—dijo, luego dio un soplo de aire hacia arriba para empujar su flequillo de su
frente—. No debería haberme enfadado tanto, especialmente contigo. Quiero
decir, mira lo que has hecho por mi madre. En tan sólo unos minutos, has
cambiado nuestras vidas.

—Para mejor, espero.

—Creo que sí.

—¿Entonces por qué te enfadaste tanto?

Las lágrimas llenaron los ojos de Hobie, y BJ no creyó que estuviera


preparada para esto. Un mes antes, había arrojado a una novia y nunca había
pensado dos veces sobre las lágrimas de la mujer. Sentada junto a la llorosa
Hobie, tenía el inexplicable impulso de abrazarla. Por alguna razón, que no
podía explicar, quería proteger a Hobie, quería evitar que algo malo le pasara.
La enormidad de ese deseo golpeó a BJ como un puñetazo en el estómago.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Era aún más fuerte que el día en que Hobie había empezado a llorar después
de que el Jaguar había tenido la rueda pinchada.

—Oye, no vale la pena llorar. Soy muy dura. Me costaría más que
gritaras para herir mis sentimientos, —dijo BJ en un intento de consolar a
Hobie.

Hobie se secó los ojos. —Me enojé tanto porque supongo que quería a
alguien para sacarlo adelante.

—¿Sacar qué?

—El hecho de que yo soy muy mala como hija.

BJ se rio en voz alta antes de que pudiera detenerse. —¿Qué quieres


decir? Hobie Lynn Allen, eres el sueño de una madre que se hace realidad.

—No lo soy. —Hobie negó con la cabeza—. Estoy enojada conmigo 164
misma, Baylor. ¿No lo ves? —Miró a los ojos de BJ hasta que BJ se preguntó
si iba a continuar.

—Debería haber sido yo. Debería haber sido tan honesta con mi madre.
Debería haber tenido la fuerza para ser tan honesta con ella. Debería haberla
amado lo suficiente como para decirle la verdad.

—Debería, debería, debería... esa palabra puede meterte en tantos


problemas. Tómalo de mí, crecí como la reina debería, —dijo BJ—. Hobie, si
querías contarle a tu mamá, ¿por qué no lo hiciste? ¿Estabas simplemente
asustada? —Continuó rápidamente—, porque entiendo perfectamente. Es
mucho más difícil cuando se trata de tu propia familia.

Hobie negó con la cabeza una vez más. —No, creo que casi podría
perdonarme si era una cuestión de miedo. Lo que hice... —Volvió a mirar a
BJ—. Creo que me mantuve callada por egoísmo. Soy egoísta, simple y
llanamente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Eres la persona menos egoísta que he conocido, —dijo BJ—. ¿Por


qué piensas eso?

—Porque es verdad. —Hobie tomó una respiración profunda y esperó en


silencio por un momento—. Creo que una parte de mí disfrutó el hecho que mi
madre vivía en ese pequeño mundo de fantasía donde papá todavía estaba
vivo y nada de nuestras vidas había cambiado. Era como... —Bajó la cabeza y
su voz se redujo a un susurro—. Casi como si estuviera todavía aquí, ¿sabes?

Ahí estaba, al descubierto. BJ no podía simpatizar en absoluto con el


amor de Hobie por su padre, pero estaba envidiosa.

—Era casi fácil creer que no se había ido realmente cuando mamá
mantendría un plato de comida calentándose en el horno para él o llevaría sus
trajes a limpiar. Supongo que tampoco quería que se fuera, así que dejé que
mamá continuara. Era egoísta. Debería haber sido más fuerte. 165
—Ahí está de nuevo esa palabra “debería”. —BJ se acercó a Hobie. Se
sentía incómoda. El afecto físico no era algo que BJ mostraba fácilmente. El
sexo era una cosa, pero un toque compasivo y tierno que se ofrecía
simplemente por amistad era algo completamente diferente.

Puso la palma de su mano suavemente contra la espalda de Hobie.


—Quizás también quieras cortarme un poco ¿Cuántos años dijiste que tenías
cuando murió tu padre?

—Trece.

—Oye, Hobie, todavía eras una niña. Mira, puede que no te ayude, pero
es natural que te sintieras como lo hiciste, así que deja de golpearte.

—Gracias. —Hobie sonrió y pareció aliviada—. Ayuda mucho. ¿Por qué


eres tan amable conmigo?
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—Podría discutir contigo si te hace sentir mejor. La verdad es que sabía


lo enfadada que estarías si decía la verdad a tu mamá. Es sólo que... tenía que
hacerlo.

BJ se pasó los dedos por el pelo, dejando sus flequillos llenos de puntas.

—¿Por qué crees que tienes que hacerlo?

BJ hizo una pausa antes de hablar. Perdió momentáneamente el curso


de su pensamiento mientras respiraba el perfume de Hobie. Era un perfume
picante que no podía colocar, pero de alguna manera olía familiar. No estaba
segura de lo que le recordaba, sólo que era un buen recuerdo.

—Todo lo que le dije a tu madre era verdad. —La expresión de BJ se


volvió sombría—. Mi madre pasó por lo mismo. Sólo desearía que alguien
hubiera venido a hablar con ella, a decirle la verdad. No vi lo que le estaba
pasando hasta que era demasiado tarde. Estaba tan atrapada en mis propios
166
sentimientos por la muerte de mi padre que no podía ver que mi madre no
estaba mejorando. Estaba tan enojada con mi padre por morir antes de que
tuviera la oportunidad de realmente decirle lo que sentía por él. Supongo que la
verdad es que estaba enojada con mi madre por pensar que él era todo su
mundo.

—¿Ella eventualmente llegó a enfrentarse a ello?

BJ sacudió la cabeza y miró hacia el agua. —No, ella no... nunca. Un


día, decidió tomar una botella de pastillas e irse a la cama. Nunca se despertó.

—Oh, Baylor, lo siento mucho. Perder a tu madre y tu padre. Debe


extrañarlos terriblemente.

BJ se encogió de hombros. —Mi madre... casi siempre extraño la idea


de mi madre. Sin embargo, hubo algunas veces... —Se giró para poder ver a
Hobie y se reclinó contra el lado del columpio del porche—. No éramos una
familia muy cercana. Cuando estaba disponible para mí, era buena, pero la
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

mayoría de las veces, las necesidades de mi padre consumían toda su vida. Lo


mejor que mi madre hizo fue convencer a mi papá de que estaba bien para mí
pasar tiempo con Tanti. Sin embargo, mi viejo... Espero que ese hijo de puta
esté ardiendo en el infierno.

Hobie no respondió de inmediato. —Sé que no es asunto mío, pero eso


parece un poco duro, incluso de ti.

BJ le dio una sonrisa amarga. —Así podría parecer mirado desde fuera.

—A veces ayuda a entender las cosas diciéndolas en voz alta. ¿Quieres


hablar acerca de ello?

BJ negó con la cabeza. Hizo una pausa y no pudo evitar las lágrimas
que llenaban sus ojos. —Sí, —susurró.

Había pasado mucho tiempo desde que BJ había llorado por su pasado. 167
Había jurado nunca caer en la trampa de la autocompasión, por muy tentadora
que fuera la perspectiva. Era imposible evitar las lágrimas esta vez, a pesar de
que Hobie era la última persona que BJ quería frente a ella.

Se secó los ojos y soltó una breve e irónica carcajada. —Cómo puedes
ver no me siento bien con los sentimientos.

—¿Estás bromeando? Eres una experta y debo saberlo. Me parece que


has pasado la vida sosteniéndolos.

—Tal vez, pero es lo que me hace seguir adelante.

—Baylor... tu padre. ¿Te hizo algo?

—Sí, lo hizo bien, pero no lo que estás pensando. —BJ se secó los ojos
otra vez y se pasó la mano por el pelo. Apretó el puente de su nariz y se
preguntó una vez más por qué estaba haciendo esto, por qué se estaba
abriendo a esta mujer.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Puede que no haya sido sexual, pero todavía fue abuso. Mi padre era
un desquiciado controlador y dominante, para decirlo sucintamente. Hizo un
hábito de decirme, casi desde el día en que nací, qué decepción era. Creo que
un día sólo decidí estar a la altura de sus deformadas expectativas de mí.
Pensé que si pensaba que estaba bebiendo y jugando, eso es exactamente lo
que haría. Cuando tenía catorce años, fui atrapada en la cama con una de
nuestras criadas. —BJ alzó la cabeza y sonrió tímidamente—. De acuerdo, así
que me he vuelto un poco salvaje, lo admito.

Hobie sonrió y extendió la mano para apretarle la mano.

BJ se preguntó si Hobie podría imaginarla como una adolescente


revoltosa y rebelde.

—¿Atrapada por tu padre, supongo?

—Por supuesto, —dijo BJ—. ¿Hay alguna otra forma de que la mierda
168
suceda aparte de grandes pilas? —Se aclaró la garganta y se puso seria.

—Decir que mi padre se asustó sería una subestimación importante. Lo


perdió. Completamente perdido. No era el único. Prácticamente, también
enloquecí. Hasta el día de hoy, ni siquiera recuerdo lo que gritábamos el uno al
otro. Me fui en su BMW. Me hizo arrestar y me acuso de robar su automóvil.

—¿Tu padre te ha hecho arrestar? —BJ soltó una breve carcajada—.


Esa no es la mitad. Cuando fui a la corte, nadie me escuchó acerca de mi viejo
y querido papá. Era los años setenta. ¿Recuerdas? Los niños entonces no
tenían cosas como los derechos. Mi padre usó a su abogado y los servicios de
un juez que eligió su dinero. El viejo sacó a relucir todos los errores y
estupideces que hice, como si los hubiera grabado en un cuaderno toda mi vida
para ese propósito. Ellos me dieron dos opciones. Una, podría hacer de tres a
cinco años en un cárcel juvenil por el robo calificado automóvil. Dos, podría
pasar un corto período de tiempo en un centro de rehabilitación.

—¿Por cuál te decidiste? —Preguntó Hobie cuando BJ hizo una pausa.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Pensé que el tiempo en rehabilitación no sería tan malo como la


prisión. Quiero decir, escuché todas las historias de otros niños. La detención
de menores era prisión, simple y llanamente. Todavía no podía creer que me
estaba pasando, ¿sabes? Es como si no fuera real, como si le estuviera
sucediendo a otra persona. Así que tomé rehabilitación. —Negó con la
cabeza—. Resulta que mi viejo no me estaba enviando a un centro de
rehabilitación tradicional para la desintoxicación de drogas o alcohol. Yo estaba
allí para un ajuste de comportamiento. Terminé en un lugar que estaba
decidido a curarme de todos mis males sociales, incluyendo la
homosexualidad.

—Oh Dios.

—Dios definitivamente no estaba en este lugar. Era el Instituto Griffin-


Ward30.
169
BJ hizo una pausa y Hobie frunció el ceño. —¿En Wisconsin?

—¿Has oído hablar de ello?

Hobie asintió con la cabeza. En la escuela de medicina. Griffin-Ward era


un caso de libro de texto del daño que el poder, el dinero y las nociones
equivocadas de algunos terapeutas fanáticos podrían hacer a los adolescentes.
Todo residente que hizo una rotación en psiquiatría oyó hablar del Instituto.

—Lo que oíste o leíste no era la mitad de él. Me golpearon a diario como
una forma de terapia de aversión. Había niños y niñas, que fueron violados,
inyectados con drogas, incluso lobotomizados. Nombra cualquiera y probaron
el tratamiento en nosotros. Los padres ricos recuperaron a sus hijos de la
manera que ellos querían. Tenían miedo de sus propias sombras, pero bueno,
al menos ya no hacían fiesta. El loco que dirigía el conjunto lo llamaba
“tratamiento alternativo”. Cualquier prisionero te diría que era una tortura
ordinaria.

30
Es un centro imaginario.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Las lágrimas cayeron de los ojos de BJ, pero apenas se dio cuenta de
ellas. Había aprendido a bloquear las emociones, a pensar en ese momento
como si le hubiera pasado a uno de los personajes de sus novelas. Ella nunca
más lo personalizó. Tenía miedo de lo que pasaría si lo hiciera.

—Supongo que fui una de las afortunadas. Soborné a uno de los


enfermeros y él envió una carta a mi abuela por mí. Nunca olvidaré el día en
que Tanti irrumpió en el lugar. —Se rio, y esta vez, la risa fue más fácil, menos
amarga—. Ella y Aimee trajeron a algunos reporteros, y hasta el día de hoy, no
tengo ni idea de dónde consiguió a esos matones enormes con los palos de
béisbol que entraron con ella.

—¿Cuánto tiempo llevas allí cuando Evelyn llegó?

—Seis meses.

—Te aplaudo, Baylor.


170
BJ miró sorprendida.

—Realmente, —continuó Hobie—. No sé si podría incluso haberme


mantenido cuerda y mucho menos convertirme en un miembro normal de la
sociedad después de una experiencia como esa.

Nadie antes le había dicho eso a BJ. Por otra parte, nunca le había dicho
a nadie acerca de esta pequeña parte de lo que le había pasado. Juliana sabía
lo básico, pero nunca había tenido conocimiento de los pensamientos de BJ
sobre esos seis meses. —Habrías estado bien.

—No. No, no lo haría, —dijo Hobie—. Somos quienes somos. Si hubiera


sido una persona tan fuerte como tú, no habría abandonado la medicina como
lo hice.

—¿Qué sucedió para hacerte cambiar de dirección?

Hobie dio la misma sonrisa que BJ llevaba antes, teñida de pesar y


dolor. —Quizá en otra ocasión, ¿eh?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Por supuesto. Ha sido un día emotivo, ¿verdad?

—Podría decirse que sí.

—Personalmente, trato de no tener más de una crisis con el estómago


vacío, —agregó BJ con una sonrisa—. ¿Me perdonas por hablar con tu madre
de esa manera?

—¿Cómo no iba a hacerlo? Seguiste tu corazón y no creo que eso sea


algo malo. Además, tengo la extraña sensación de que nunca haces lo que te
dicen.

—Estás en mí. —BJ sonrió—. Hey, hablando de estómagos vacíos,


¿podría pedirte un gran favor?

—Por supuesto.

—¿Crees que podrías alimentarme? Estoy muy hambrienta. 171


Hobie se rio en voz alta y BJ se dio cuenta de que iba a adorar ese
sonido.

—¡Oye, mamá, Baylor, mira lo que puedo hacer! —Noah se paró en el


césped y dio la vuelta en un círculo. Después de girar como una peonza por lo
menos diez veces, dio un paso adelante y rápidamente cayó al suelo. Las dos
mujeres se sentaron y escucharon las risitas del joven.

—Eso es genial, cariño, —dijo Hobie. Ocultó su rostro detrás de su mano


y miró a BJ—. ¿Me creerías si te dijera que es realmente un prodigio
disfrazado?

BJ miró al chico que yacía en la hierba y se reía de su ingenuidad.


—Qué orgullosa debe estar.

Las dos mujeres continuaron riéndose al entrar en la casa.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 12

—¡Ok, Chorro! —BJ abrió sus brazos y Arturo saltó a su alcance—.


Siento que estoy actuando un episodio de Misión: Imposible31 cada vez que
hacemos esto. —Volteó la caja cerrada de los controles del sistema de agua
del invernadero, luego saltó a la puerta y se escapó al sol antes de que la
primera gota de agua cayera.

—¿Estamos mejorando en esto, o qué? —Le preguntó a su compañero


canino.

Habían pasado dos meses desde que BJ llegó a Ana Lia. Todavía tenía
172
algunas cosas que aprender sobre la isla y sus habitantes excéntricos, pero
cada día, se sentía más cómoda. Comió la mayoría de sus comidas en
Rebecca's Cove, hablando de todo, desde libros a deportes con los otros
clientes. El invernadero, Arturo y todas las demás tareas alrededor de la casa
de su abuela se habían convertido en rutina. Incluso consiguió hacer algo mejor
de su escritura mientras descansaba con su portátil en el porche durante las
cálidas tardes.

Una cierta veterinaria tomó una gran cantidad del tiempo libre de BJ. Le
gustaba pasar tiempo con Hobie y Noah. El chico era tranquilo y tímido, pero
tenía una manera increíblemente libre e interesante de ver la vida. Nada
parecía desanimarlo; él tomaba todo con calma. La cuestión aún en la mente
de BJ era el padre de Noah. Supuso que podía haber preguntado por él, pero
eso podría haber sido forzado. No quería que Hobie pensara que estaba
interesada en ella.

31
Serie de televisión norteamericana de espionaje. En cada episodio se resolvía un caso muy complicado, de ahí el
título de la serie. Fue emitida desde 1966-73 en plena “guerra fría”.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

BJ podía ver donde Noah heredó su naturaleza reservada. Hobie era


una persona tan tierna y amable como alguna vez, había conocido. Hobie tenía
un temperamento chisporroteante cuando era provocada, pero en su mayor
parte, era paciente, incluso ante mucho sufrimiento. Eso no quería decir que BJ
y Hobie no siguieran teniendo días malos. Además de Laura, Hobie no estaba
acostumbrada a tener a nadie más con quien hablar o confiar. Parecía como si
Hobie hizo todo lo posible para mantener su espíritu de independencia.

BJ también era nueva en el campo de la amistad. Hasta el momento,


había hecho poco más que la ocasional ligero coqueteo con Hobie. No estaba
segura de por qué, pero cada vez que pensaba en tener una relación más
íntima con ella, se enfermaba del estómago. Debido a que tener una amiga era
una experiencia bastante nueva, decidió dejarla las cosas como estaban.
Aparte de Juliana, BJ no tenía otros amigos en los que pudiera confiar o
compartir confidencias. Hobie cumplía los requisitos en ambos sentidos. 173
BJ miró su reloj una vez más. Tenía que escribir algunos párrafos más
mientras los personajes seguían gritando en su cabeza o perdería la escena.
Debía encontrarse con Hobie, quien la estaba llevando al Doc Elston por
primera vez. Ella rezó para que pudiera cambiar a una bota de yeso que Hobie
había explicado que era una posibilidad si las radiografías parecían buenas. BJ
empezó a escribir una vez más. Sabía que llegaría tarde, pero tenía una regla
cuando escribía: nunca digas no a tu musa.

—No entiendo por qué no puedes poner el nuevo yeso, —dijo BJ. Ella y
Hobie estaban sentadas en el Jaguar frente al consultorio del Dr. Elston.

—En primer lugar, no sabemos con certeza si estas lo suficientemente


bien en el proceso de curación para permitir un yeso corto, y mucho menos una
bota de yeso. Es por eso que necesitas las radiografías. En segundo lugar, no
soy el médico de la ciudad. Sólo te vi ese día porque Doc Elston estaba de
vacaciones. Sería poco ético de mí tomar uno de sus pacientes.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Pero ¿y si te elijo como médico? No sería robar si me entregara a ti.


—Ambas mujeres hicieron una pausa por un momento después de ese
comentario. BJ se aclaró nerviosamente la garganta.

—Um, dijiste que tenías una licencia.

—¿Huh? —Preguntó Hobie. Su mente parecía estar todavía en la


imagen visual del último pensamiento de BJ—. Sí, sí, así es, pero creo que
debes darle una oportunidad primero al médico. Es lo que yo querría si yo fuera
él.

—Ah, vale. Vaya, ¿alguien te ha dicho alguna vez lo obstinada que


eres?

—Eso suena muy parecido a la olla terca diciendo hola a la tetera.

—Touché. 174
—Hay algo que debo advertirle acerca del doctor.

—¡Oh no! ¿Qué ve o quién cree que no está muerto?

—Eres poco graciosa. ¿Estás pensando en tomarte este acto serio?

—Tomo nota, mamá. Entonces, ¿cuál es el cuelgue de este tipo?

—Supongo que la manera más fácil de explicarlo es decir que él es un


poco olvidadizo. No es un hombre estúpido. Es un médico muy bueno, pero
puede que tengas que... mantenerlo encaminado.

—Esto va a ser divertido, puedo verlo ahora. —BJ alcanzó el asiento


trasero para sus muletas—. ¿Vienes conmigo?

—Claro, tengo algo de tiempo para matar32.

32
La traducción más ajustada de time to kill sería tiempo libre. He preferido mantener la traducción literal para que en
el siguiente diálogo una de las frases no pierda el sentido.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Voy a ver a un médico que admites que le faltan un par de tornillos.


¿Crees que podrías manejar no usar la palabra “matar”?

—Oh, vamos, —dijo Hobie mientras salía del automóvil.

—No seas tan asustadiza.

—Qué comentario más maduro, —dijo BJ, sacando la lengua a Hobie.

El consultorio del doctor era exactamente como BJ imaginaba el


consultorio de un médico de una pequeña ciudad. Había cuatro salas de
examen, pero por el silencio, adivinó que nunca había más de dos salas llenas
de pacientes al mismo tiempo. Baldosas de cerámica verde pálido y blanco
decoraron las paredes. El pesado olor de antiséptico colgaba en el aire, el olor
distintivo que distinguía los consultorios médicos de otros lugares de trabajo.

No pasó mucho tiempo antes de que BJ se sentara en una mesa de 175


examen en una de las salas traseras. El médico entró inmediatamente.

—Buenas tardes, señorita... um... —Se refirió a la gráfica en su mano—.


Señorita Warren-Baylor, —sonrió y BJ respiró hondo.

—Sólo Warren, —aclaró ella.

—¿Señorita Solo Warren? El doctor se quedó mirando los papeles en la


mano confundido, y BJ tomó otra respiración profunda.

—Mi nombre es Baylor Joan Warren.

—Ah. Tecnología, ¿eh? —Indicó la copia impresa de la computadora.

—Es una cosa maravillosa.

—¿Qué podemos hacer por usted hoy, señorita Warren?

BJ miró al médico a los ojos, luego miró hacia abajo a su pierna derecha
donde un yeso estaba desde el dedo del pie hasta la mitad del muslo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Esperaba a medias que el hombre se riera de sí mismo por no tener esa pista
tan obvia. Cuando el silencio se hizo incómodo, ella habló.

—¿Tengo un hueso roto? —Su propia incredulidad hizo que la


declaración fuera más como una pregunta.

—Ya veo. ¿Cuál?

BJ sabía que salir de esto requeriría algunas medidas desesperadas.


—Perdone doctor, pero ¿puedo confiar en usted?

—Por supuesto, señorita Warren. Se sentó en un taburete acolchado de


cromo y se acercó. Él le dio una palmadita en la mano y BJ supo que esto era
en lo que él era bueno. Era un alma bondadosa que normalmente no veía nada
más grave que resfriados, golpes y moretones durante su día. Debido a este
discernimiento, no tenía el corazón para atacarlo. Decidió jugar el juego de Ana
Lia.
176
—Doctor, me pregunto... ya sabe, estoy más acostumbrada a las
doctoras de dónde vengo. Sé que esto es una imposición enorme, pero... ¿Se
sentiría muy ofendido si le pidiera una doctora? Estoy segura que he
desarrollado algún tipo de fobia o algo así, pero soy muy sensible al respecto.

El médico sonrió y palmeó la mano de BJ una vez más. —Comprendo


perfectamente, querida. Ahora no te preocupes por esto en absoluto. Es
curioso que preguntes porque hay una colega mía en la sala de espera ahora
mismo. ¿Te gustaría conocerla? Es una buena doctora.

—Gracias doctor. Eso es tan comprensivo de su parte. —BJ puso su


sonrisa más entrañable.

—En absoluto. Por qué, sólo espera aquí un momento. ¿De acuerdo?

No más de cinco minutos más tarde, Hobie atravesó la puerta de la sala


de examen. Ella negó con la cabeza. —No sé lo que le dijiste al hombre.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Francamente, no creo que quiera saberlo, pero él piensa que eres la mujer más
dulce y distinguida que jamás haya conocido.

—Naturalmente. —Sonrió ampliamente BJ.

—No tenía el corazón para decirle la verdad.

—Oh, eso duele.

Hobie se echó a reír y sacudió la cabeza otra vez mientras se ponía una
bata de laboratorio. Llamó a la enfermera para algunos pedidos y se preparó
para cuidar a su nueva paciente.

A la mañana siguiente, Hobie se sentó en su reservado favorito en el


Cove. Miró su reloj mientras bebía su segunda taza de café. Ya había pedido
su desayuno habitual, sabiendo que BJ llegaría tarde. BJ, se las arregló para
retrasarse, no importaba cuán temprano empezara. Siempre tenía una oración 177
más para escribir. Sostuvo su musa responsable. Le había explicado a Hobie
que su musa le había dado los pensamientos y la inspiración para escribir. En
agradecimiento y gratitud, ella nunca dijo no a su musa, alegando que era la
razón por la que era una escritora tan prolífica. Mientras que la mitad de sus
compañeros sufría de una forma u otra el bloqueo del escritor, ella sacaba una
nueva novela cada año.

Hobie sonrió para sí misma. Sabía que se había metido en lo más


profundo de Baylor Warren cuando su perpetua tardanza se había vuelto
entrañable. Luego estaba el comentario que Evelyn había hecho de que BJ
sentía algo por Hobie. Hobie lo descartó como una fantasía de una anciana,
pero se quedó en el fondo de su mente. Por supuesto, también estaba
Chicago.

Hobie debatió con sí misma sobre una base diaria si confesar a BJ sobre
esa noche en el hotel. Sin embargo, cada día que pasaba hacía mucho más
difícil confesarlo. Después de unas semanas, Hobie renunció a sus
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

deliberaciones, dándose cuenta de que después de tanto tiempo, era probable


que BJ se enojara por la verdad enterrada.

Hobie tenía una sonrisa en su rostro antes de que BJ entrara en el


restaurante luciendo como un millón de dólares. El tobillo roto de BJ parecía
estar curándose muy bien, y estaba extasiada con la libertad del nuevo yeso.
Ella fue capaz de maniobrar mucho más fácil con sólo un bastón para caminar.

—¿Cómo me veo, JoJo? —Preguntó BJ cuando se sentó en el


reservado. Sacó su pierna para la inspección.

—Como si estuvieras lista para el maratón de Bostón. ¿Quieres lo de


siempre?

—Gracias y sí, por favor.

—Buenos días, —dijo Hobie con una sonrisa alegre. 178


—Igualmente.

Hablaron mientras comían, luego continuaron su conversación con unas


cuantas tazas de café. Hobie había aprendido más sobre la vida privada de BJ,
especialmente su infancia. BJ fue sorprendentemente libre con información de
esa área de su vida. Decirle a Hobie acerca del Instituto había abierto una
presa.

—¿Baylor, te molesta si hago una pregunta personal?

—Depende.

—¿Depende de qué? —Preguntó Hobie—. Espera. Déjame adivinar.


Qué personal es la pregunta. ¿Cierto?

BJ se inclinó hacia delante. —No. Depende de lo bien que lo preguntes.


—Sonrió con altivez.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ok. —Hobie ofreció su propia sonrisa edulcorada. —Evelyn siempre


me ha dicho que eres una autora exitosa. Incluso has dicho que eres escritora,
pero...

—¿Pero? —Repitió BJ.

—Supongo que me gustaría saber por qué no puedo encontrar tu


nombre en ninguna parte. He mirado bajo cada género y cada grafía de tu
nombre que puedo pensar, pero nada. La biblioteca no tiene un libro o algo de
información sobre ti. ¿Eres escritora, o es una especie de encubrimiento para
ocultar el hecho de que eres realmente un agente de la CIA33?

BJ se rio. —Hmm, ¿CIA? Nunca he pensado en eso.

—Estoy tratando de hablar en serio.

—Yo también. Mira, no pierdas los estribos. —BJ vio los comienzos del 179
temperamento de Hobie—. No estoy siendo irónica. Bueno, tal vez un poco,
pero hay sólo dos personas en todo el mundo que saben lo que voy a decir. Te
estoy confiando con mi mayor secreto, Hobie.

—Tal vez no deberías. Quiero decir, odiaría ser la que...

—No estoy preocupada. —BJ la agració con una sonrisa fácil—. Hobie,
la razón por la que no puedes encontrar ninguna información sobre mí es que
uso un seudónimo. Soy una escritora exitosa y conocida, pero cuando escribo,
no uso a Baylor Warren.

—¿Qué nombre usas?

—Soy Harriet Teasley.

BJ observó la reacción de Hobie, esperando ese momento de agradable


sorpresa. Nunca llegó. De hecho, el rostro de Hobie mostraba poca emoción en

33
Central Intelligente Agency, Agencia Central de Inteligencia. Agencia norteamericana, cuya actividad es el espionaje
a nivel mundial de: países, instituciones e individuos, sobre la base de proteger al país.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

absoluto. Tomó una mirada inexpresiva. Solo se sentó allí y parpadeó los ojos
unas cuantas veces, su cuerpo congelado.

—¿Harriet Teasley, la reina del romance? —Preguntó Hobie.

—La única e incomparable.

—Oh, —fue todo lo que dijo Hobie antes de cerrar la boca. La respuesta
mediocre de Hobie sí parecía afectar a BJ, mientras que Hobie parecía como si
estuviera sufriendo.

—¿Estás bien? —Preguntó BJ.

—¿Quién, yo? Seguro, seguro. Sólo... ¡espera un minuto! Esto no es


una broma o algo así, ¿verdad?

—No. Harriet es mi alter ego.


180
—¡Vaya! —Dijo Hobie, pero sus palabras no tenían entusiasmo—. No
tenía ni idea. ¿Qué… um. ¿Puedo hacer una pregunta?

—Por supuesto.

—¿Por qué romances heteros? Quiero decir, escribir las escenas de


amor debe ser difícil. —Hobie sabía que la pregunta era absurda, pero estaba
tratando de obtener el concepto claro en su mente. ¿Cómo podía decir lo que
realmente pensaba de las novelas de Harriet Teasley?

—Confía en mí, no trabajo de memoria. —BJ bajó su voz a un susurro—.


Nunca he sido capaz de hacer las cosas con chicos. No es que no haya
conocido chicas que lo hicieron, —añadió rápidamente.

—Pero eres gay. ¿Por qué no los romances lésbicos?

—¿Cuándo fue la última vez que viste la ficción lesbiana en la lista de


best-sellers del New York Times? Sin embargo, mi último libro estuvo allí
durante dieciocho semanas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Siento parecer tan densa, pero nunca en realidad... bueno, nunca he


leído ninguno de ellos.

—¿Qué? Oh vamos. Todos en el mundo leen al menos uno. Hay


veintidós de ellos. Los he estado sacando desde que tenía veinte años.

—Bueno... —Hobie pensó en mantener la boca cerrada. La voz en su


cabeza estaba gritando para sonreír y asentir educadamente. Sin embargo, no
podía hacerlo. No podía mentirle a BJ, no de nuevo. Se preguntó si podría
llegar a ser lo suficientemente vaga como para apaciguar a su amiga.
—Empecé uno, una vez.

—¿Empezaste uno? —Preguntó BJ—. ¿Qué te pareció?

Hobie se sintió entre la espada y la pared.

—El libro que empezaste. ¿Qué piensas de él? 181


—Bien...

—¿Te gustó?

Hobie se encogió. —Sabes, no puedo ser el mejor juez. El romance no


es realmente mi género. Además, ni siquiera lo terminé.

—Seguramente, tienes alguna opinión sobre lo que leíste. ¿Te gustó?

—¿Huh? —Hobie parecía haber perdido la capacidad de articular


mientras se apresuraba a salir de la inquisición de BJ.

—Gustar. ¿Te gustó?

—Realmente no creo que esté calificada para...

—No tienes que ser un maldito crítico para el Times para saber si te ha
gustado o no. ¿Te ha gustado? —Los dedos de BJ tamborileaban por el borde
de la mesa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie vio que BJ estaba empezando a perder la calma. —Bueno, no


creo que me guste donde esto va. Alguien puede sentirse herida.

—Mira. —BJ hizo una pausa y respiró hondo. Bajó la voz en lo que
parecía ser un intento de moderación—. Eres mi amiga. Al menos lo más
cercano a una amiga que tengo en esta isla. Yo no esperaría nada menos que
honestidad de una amiga.

BJ hizo una pausa y Hobie pensó que tal vez estaba hablando en serio.
Tal vez los escritores estaban acostumbrados a este tipo de crítica de su
trabajo. Hobie todavía estaba incierta, pero BJ parecía serio.

—¿De verdad quieres mi opinión sincera? —Preguntó Hobie en tono


tímido.

—No, quiero que me mientas. ¡Sí! Quiero que seas honesta...


brutalmente honesta. Ahora, —BJ se reclinó en su asiento—, has leído más
182
que sólo un poco de uno de mis libros, ¿no?

Hobie asintió vacilante. —Mi madre tiene todos tus libros. A veces cogía
uno de la estantería... —Sus palabras se apagaron cuando sus dedos tiraron
nerviosamente de la servilleta en su mano.

BJ dio lo que parecía ser una sonrisa burlona.—¿Y?

—Honesta, ¿verdad?

—Brutalmente honesta.

—Si realmente quieres saber, no leo las novelas por regla general
porque encuentro a los personajes superficiales y no creíbles. Las tramas son
débiles y predecibles, y todo el libro parece un manual de sexo barato velado
como literatura. Francamente, siempre me he preguntado por qué la gente
gasta un buen dinero en ellos.

Hobie levantó la mirada y se encontró con la mirada de BJ. Una vez que
vio su rostro, Hobie se dio cuenta de que había cometido un enorme error.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Apenas antes de que empezara a hablar, la voz en su cabeza le recordó que


cuando BJ pedía una opinión sincera, probablemente significaba que no quería
oír la verdad. De nuevo, Hobie debería haber escuchado esa voz.

—No puedo creer que hayas dicho eso.

—Pero tú…

—¿Quién crees que eres, un crítico del Times?

—Pero tú dijiste…

—No, ya veo cómo es ahora.

Hobie había estado asustada, luego se puso nerviosa. Ahora estaba al


límite de su paciencia. —¡Mira, fuiste tú quien dijo que querías una honestidad
brutal! No puedo evitarlo si no puedes soportarlo.
183
BJ se acercó más. —¡No tenía ni idea de que no sabías de qué
hablabas!

—De acuerdo, ya estoy harta. Esta conversación terminó. ¡No tengo


intención de sentarme aquí y ser tratada de esta manera! —Hobie buscó su
cartera y arrojó algunos billetes sobre la mesa. Recogió su cartera de cuero y
se deslizó fuera del reservado.

—¡No puedo creer que tengas el valor de actuar aquí como la victima!

Hobie se levantó y se volvió exasperada. —Fuiste la que me pidió que


fuese honesta. Intenté desviar el tema, pero no. Sólo tenías que hacerlo a tu
manera.

La gente sentada alrededor de ellas había detenido sus conversaciones


y se centró en ellas. Incluso las camareras detuvieron su trabajo para escuchar.

—¿Tenías que salirte con la tuya? Jesucristo, no podías esperar para


emprenderla contra mí, ¿verdad?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Fuiste quien dijo que quería mi maldita opinión! —Gritó Hobie. Las
palabras resonaron en las paredes del comedor, ahora silencioso. Fue en ese
momento que se dio cuenta de que cada persona en el Cove la estaba
mirando. Cerró los ojos y deseó que su presión arterial no volara lo alto de su
cabeza a las nubes.

—Estoy esperando una disculpa, —dijo BJ mientras cruzaba los brazos


sobre su pecho.

—Estás esper... —Hobie apretó el grito de su boca.

El restaurante entero parecía aguantar sus respiraciones colectivas,


esperando a que Hobie explotara.

—Esto es lo que obtendrás de mí. No quiero que me hables, Baylor


Warren. No quiero que me contactes de ninguna manera. Si me ves bajando
por la calle, ¡quiero que cruce al otro lado! ¡Eres imposible! Eres totalmente
184
egoísta y arrogante desde el primer momento que te conocí, y si es posible,
¡ahora eres aún más! —Se dirigió hacia las puertas dobles.

BJ parecía aturdida, como si nadie hubiera hablado con ella de esa


manera, especialmente con casi toda la ciudad viendo. Estaba tan enojada que
no podía formar un pensamiento coherente. Se le puso la cara roja y
chisporroteó mientras trataba de encontrar una respuesta.

—¿Oh, sí? —Fue lo mejor que pudo hacer.

Hobie se detuvo bajo la señal de salida con la mano en la puerta. Habló


sin pensar. Cuando se le preguntó más tarde, admitió que nunca pensó en las
consecuencias de sus próximas palabras.

—¡Habría esperado algo más elocuente de la gran Harriet Teasley!

Hobie miró fijamente a BJ. Los ojos grises de BJ se volvieron como


platillos antes de estrecharse a ranuras.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie no podía creer que BJ acababa de ser expuesta, pero sobre todo,
no podía creer que ella era la que lo había anunciado al mundo. Nunca había
temido por su vida antes, pero por un breve momento, cuando la mirada de BJ
se clavaba en la suya, Hobie sintió ese terror particular.

—Mierda, —murmuró justo antes de abrir la puerta e irse.

BJ cayó de nuevo en el reservado, sorprendida por lo que había


ocurrido. Había una parte minúscula de ella que sabía que había traído toda la
cosa sobre sí misma, pero siendo BJ, estaba lejos de estar lista para admitir tal
cosa. Podía oír los susurros a su alrededor. Esperaba sin esperanza que los
comensales de Rebecca's Cove no hubieran entendido el último comentario de
Hobie. Sin embargo, su esperanza duró poco cuando levantó la vista y vio a
JoJo de pie frente a ella.

La propietaria del Cove tenía una copia de la última novela de Harriet 185
Teasley de BJ. —¿Es cierto? —preguntó apretando el libro contra su pecho.

BJ suspiró. Se preguntó cuánto tiempo tardaría en que Oprah se


enterara de la noticia. Podría haber salido con algunas palabras mordaces. Al
ver a JoJo sosteniendo el libro como si fuera su primer hijo, BJ no tenía el
corazón. Más tarde recordó vagamente que no era su comportamiento habitual.

—Sí, es verdad.

—¿Te importaría mucho, señorita Warren?

BJ suspiró profundamente una vez más. —Claro, dámelo34. —Sonrió


ante su propio ingenio—. ¿Dámelo? ¿Tenedor? Ya sabes... un poco de humor
de restaurante. —Firmó su nombre y murmuró para sí misma—. ¡Aja! Aún lo
tengo. No me digas que no soy escritora.

34
En inglés dice fork it over que también se traduce como tenedor de ahí la broma
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Todos, Tanti! Me senté allí y la escucho decir casi a todos en la isla


que yo era Harriet Teasley! Dios mío, ¿Qué le pasa a esa mujer? ¿Está con
daños cerebrales o algo así? Todo en mi vida se ha ido a la mierda desde el
momento en que la conocí.

—Está bien, Baylor, suficiente, —dijo Evelyn enérgicamente—. Siéntate,


relájate e intenta restringir tu voz a un cuatro en la escala de Richter,
especialmente si vas a usar malas palabras.

BJ se desplomó en la silla de la cabecera y tiró de la parte superior de su


corto cabello oscuro, lo que hizo ponerlo de punta en ángulos extraños. —Lo
siento, Tanti. No quise avergonzarte con mi conducta.

—Baylor Joan, nunca podrías avergonzarme. Pensé que te habrías dado


cuenta de eso después de todos estos años.

BJ miró con una débil sonrisa. —Gracias. ¿Por qué eres tan buena
186
conmigo?

—Supongo que eres muy dura contigo misma. Siempre lo has sido,
querido corazón. Tu padre ha estado muerto por más de veinte años, pero tú lo
mantienes vivo.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir, querida, que el abuso de mi hijo no se detuvo con su


muerte. Él sigue lastimándote hoy.

BJ sabía que su abuela tenía razón. Por mucho que le hubiera gustado
negarlo, no podía. Su padre había sido una persona arrogante y egocéntrica.
Hasta que no había oído los comentarios cortantes de Hobie esa mañana, BJ
nunca supo que su padre le había dejado su mayor legado. Jonathan Warren III
había hecho en la muerte lo que no había podido hacer en la vida: había
convertido a su hija en una copia de sí mismo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ese bastardo me hizo igual que él. —BJ se cubrió el rostro con las
manos—. Nunca tuve una pista. ¿Lo sabías, Tanti? ¿Lo viste?

—Creo que cualquiera que dejas cerca de ti podría verlo. El problema es


que dejas tan pocas personas dentro de los límites de su corazón. No dejas
que nadie se acerque a ti.

—Lo sé. Me mantiene a salvo. Me impide terminar herida.

—Mantenerte segura no es la forma en que la vida estaba destinada a


ser vivida. Es sobrevivir, no vivir. Obtendrías mucha más satisfacción si tomas
una oportunidad ocasional. Da a lo que temes una oportunidad, sólo una vez.

—No quería ser así, ¿sabes? Nunca lo vi suceder.

—No es raro que se pierda el bosque por los árboles. La verdadera


pregunta es, ¿qué vas a hacer ahora que lo sabes? 187
—Cambiar, —dijo BJ rápidamente—. No voy a dejar que ese hijo de puta
haga esto. No le dejaré vencerme.

—No será fácil, querido corazón.

—Hey, soy una ex-fumadora. —BJ limpió las lágrimas de sus ojos—. No
me hables de lo difícil, —le cogió la mano a su abuela—. Soy de quien estamos
hablando. Quiero decir, ¿podré cambiar?

—No vas a convertirte en una santa de la noche a la mañana. De hecho,


parte de tu comportamiento arrogante te ha llevado donde estás hoy, así que
no debes tener tanta prisa en dejarlo ir. Además, querida, sospecho que ya has
empezado a cambiar más de lo que sabes.

BJ pensó en las veces en las últimas semanas que había cuestionado su


propio comportamiento. Había momentos en que se preguntaba por qué estaba
haciendo algo tan extraño para ella. ¿Fue por eso? ¿Ya había empezado a
cambiar?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ahora que tienes toda esta nueva iluminación, —Evelyn le dio a BJ


una sonrisa burlona—, ¿te gustaría reconsiderar tu confrontación de ayer con
Hobie? ¿Era realmente el ogro que pintaste. Tal vez ambas debieran asumir un
poco de culpa por las palabras de enojo que se dijeron.

BJ no respondió. Por mucho que quisiera negar cualquier


responsabilidad por su pelea con Hobie, una voz en el fondo de su mente dijo
que podría haber tenido una parte, aunque muy pequeña, en la pelea.

—¿Por qué no lo piensas? Repasas las cosas varias veces en tu


cabeza. Te sorprendería la magia que puede ocurrir aquí en Ana Lia, querido
corazón. Estoy segura de que muy pronto, Hobie y tú tendrán la oportunidad de
disculparse sin que ninguna de las dos sufra demasiada vergüenza o
humillación.

—¿Cómo lo sabes? 188


Evelyn sonrió con una sonrisa de Mona Lisa. —Porque es Ana Lia.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 13

Pasó otra semana en Ana Lia. Baylor y Hobie todavía estaban en pugna,
a pesar de que era una pelea silenciosa. Se evitaban lo más posible. Hobie se
mantenía ocupaba con el trabajo y pasaba tiempo con su hijo. Baylor odiaba
admitir lo mucho que extrañaba a Noah. Se enfurruñó alrededor de la casa, y
Arturo, que la siguió por todas partes, también se enfurruñó.

Hobie y Baylor continuaron cenando en Rebecca's Cove, cada una


negándose a hablar con la otra. La mayoría de las veces, miraban por encima
de sus platos. Había momentos en que se sentían como si hubieran llevado
todo el asunto el tiempo suficiente. Por supuesto, la terquedad parecía ser un 189
rasgo del cual cada mujer tenía un montón, por lo que ninguna sería la primera
en ceder y pedir disculpas.

El estatus de Baylor había aumentado considerablemente en la isla


desde que Hobie había transmitido involuntariamente que era Harriet Teasley.
Baylor sabía que sus libros eran populares -puede decirlo por sus cheques de
regalías pero parecía que casi todos en la isla poseían al menos un romance
de Teasley. Baylor atribuyó esto al hecho de que era una isla y que era
mortalmente caliente y húmeda en el verano, dejando a los habitantes con
mucho tiempo libre.

Cuando Katherine y Helen habían acorralado a Baylor en la calle una


mañana, Baylor ganó puntos con Katherine preguntando sobre la salud de
Albert. Las hermanas hicieron que BJ prometiera venir a firmar algunos libros, y
cuando ella apareció, había una fila de gente alrededor de la tienda esperando
su autógrafo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Era extraño en efecto, pero el hecho de que Baylor era una mujer
hermosa y se había escondido como Harriet Teasley durante tantos años
intrigó a sus fans. Para la gente de Ana Lia, se había convertido en una isleña.

Muy lentamente, la impresión de Baylor de sí misma comenzó a


cambiar. Había estado reflexionando sobre los comentarios de Hobie sobre las
novelas de Teasley. Aunque Baylor sabía que Hobie no estaba en lo correcto al
100 por ciento, se dio cuenta de que Hobie no había estado totalmente
equivocada. ¿Por qué estaría avergonzada de que alguien averiguara su
seudónimo si estaba orgullosa de su trabajo? Había aprendido hace mucho
tiempo que los seudónimos estaban destinados a esconderse detrás por una
razón u otra. Baylor se escondió detrás del nombre de Harriet Teasley porque
sabía que la escritura era deficiente. No era horrible, pero no era lo que había
soñado con escribir cuando estaba en la universidad.

Baylor se hizo la pregunta que no había pensado en años: ¿por qué


190
continúo escribiéndolos? ¿Era sólo el dinero? Cuando era más joven, se hacía
muchas preguntas. La respuesta siempre había sido la misma, pero quitaba el
razonamiento de su mente cada vez .Sin embargo, esta vez se quedó en torno
a su alrededor para fastidiarla. La respuesta siempre había sido una palabra: el
miedo.

Tenía miedo, simple y llanamente. En el fondo, tenía miedo de que si


intentaba escribir algo más, algo que realmente quería escribir, el mundo
descubriría que Baylor Warren era un fraude. Tenía miedo de ver que no tenía
talento después de todo. Sobre todo, temía que su padre tuviera razón cuando
le había dicho que nunca lograría nada.

Las dudas parecían aparecer más a menudo por la noche cuando


estaba sola, sin nadie con quien hablar. Se dio cuenta que era por eso que
había empezado en primer lugar a beber y a ir de fiesta. Cuando se
emborrachaba, se desmayaba cuando su cabeza golpeaba la almohada.
Cuando recogía a una chica en un club o una fiesta, no tenía que dormir sola.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Le sorprendió una mañana que, aparte de una cerveza ocasional, no había


bebido mucho desde que había estado en la isla.

Miró su reflejo en el espejo mientras se cepillaba los dientes. —Porque


es Ana Lia, —dijo—. Las palabras de su abuela tenían una extraña sensación
de confort para ella.

Poco después, Baylor pasó por los seis canales de televisión que recibía
Evelyn. Pasó por los canales varias veces durante veinte minutos. La falta de
programación por cable o por satélite no hizo nada para mejorar su estado de
ánimo.

—Ya estoy harta de esto, Chorro. —Al oír su voz, Arturo se levantó de
su sitio en el estómago de Baylor—. Necesitamos hacer algo desesperado para
mantener nuestra cordura aquí. —Sacó la pequeña guía telefónica de Ana Lia
de debajo de la mesa de café. Marcó cuidadosamente el número que quería y 191
esperó.

—¿Compañía telefónica? Pensé que era el número de la compañía de


televisión por cable. Oh, también ustedes se ocupan del cable. Necesito
instalar el cable. Es 912 la calle Oyster Bay. No, es mi abuela. Está bien,
pagaré la factura. ¿Estoy qué? ¿A más de 4.500 metros del OC? ¿Qué diablos
es el OC? Oh, oficina central. —Baylor se frotó una mano con la cara. No se
había preparado bastante para pedir el cable al estilo de Ana Lia.

—De acuerdo, ¿cómo podría saber cuán lejos estoy de la oficina


central? Muy bien, ¿lo sabe? ¿El tipo que viene me puede decir? Muy bien, eso
funciona. ¿Qué tal hoy? ¿Qué? En algún momento entre las ocho y el mediodía
o una a cinco. Cariño, ¿cree que podría hacerlo un poco más vago? No
importa. Entonces, ¿qué día? ¿Treinta días? —Gritó ella—. Si hay un Dios en
el cielo, no estaré aquí en treinta días.

Baylor sostuvo una mano sobre el auricular y negó con la cabeza hacia
Arturo. —¡Esto no es la civilización!
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

La voz en el otro extremo de la línea llamó la atención de Baylor hacia el


teléfono. —¿Todavía quiero pedirlo? Le digo que, puede hacer que salgan si se
sienten afortunados. Tal vez estaré aquí entre el mediodía y la una. —Cerró de
golpe el receptor.

Arturo gimió y ladró a Baylor.

—Tienes razón. Se ha convertido en algo crítico. —Baylor alcanzó su


PDA. Abrió la tapa y navegó su libreta de direcciones. Cogió el teléfono y
sonrió a Arturo—. Ahora vamos a conseguir alguna acción, te lo garantizo.

Una bonita voz respondió. —Sí, Anthony Falcone, por favor. Sí, dígale
que es BJ Warren. —Baylor tarareó junto con la música grabada. ¿Todo el
mundo usa “La chica de Ipanema”? pensó.

—¡Tony, compare35!
192
Anthony Falcone había sido el amigo y socio de Baylor en el crimen
cuando estaban creciendo. Su familia tenía dinero, así que el padre de Baylor
aceptó la amistad. Lo que no sabía era de dónde provenía todo ese dinero. El
padre de Tony manejaba el tipo de negocio del que nadie hablaba, y
probablemente era mejor para su salud si no lo hacían. Tony se hizo cargo del
negocio familiar e invirtió en suficientes negocios legítimos para mantener a los
federales y al IRS36 fuera de balance. Debido a que la madre de Baylor había
nacido en Palermo, la familia Falcone dio la bienvenida a Baylor a su hogar
como una de los suyos.

—Estoy bien, ¿y tú? ¿Cómo están tus padres? —Baylor escuchó


mientras le hablaba de su familia. En el pasado, ella abriría el correo o buscaría
una revista cuando la gente hablara sobre sus hijos o cónyuges. Ahora se
encontraba preguntando cómo iban los niños en la escuela y cuándo venia el
nuevo bebé. También Tony parecía notar la diferencia en su comportamiento.

35
Amigo en italiano.
36
Internal Revenue Service El Servicio de Impuestos Internos es la agencia federal del Gobierno de los Estados
Unidos, encargada de la recaudación fiscal y de los cumplimientos de las leyes tributarias.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No realmente, estoy bien. Estoy en Florida. ¿Te acuerdas de Tanti?


Bueno, ella se enfermó y yo vine a la isla Ana Lia, luego terminé rompiendo mi
pierna. No, ella no es tan mala y estoy bien, pero tengo un pequeño problema
que creo que podría arreglar para mí.

Baylor se sentó y apoyó la pierna en la mesa de centro. —Bueno, aquí


está la historia. Necesito una de esas antenas parabólicas instaladas aquí en la
casa de mi abuela. Ya sabes, una de esas enormes cosas que va a captar un
debate televisivo en Bangladesh. Además, lo quiero ahora, como hoy o
mañana antes de que pierda mi cordura en esta isla. ¿Qué me dices?

Cogió una pluma y un papel y anotó algunas cifras y nombres, dando su


información personal cuando Tony la pidió. Finalmente, le dio su número de
tarjeta de crédito.

—¡Tony, eres el mejor! Buona salute e ricchezza37, amigo mío, 193


—exclamó antes de colgar.

—Hey, Chorro, —Baylor frotó la cabeza de Arturo—. Esta tarde, vemos


la televisión como personas reales. Es bueno tener amigos en la mafia.

Era el desayuno en el Cove. Hobie y Laura estaban sentadas en la barra


cuando Baylor entró y se sentó en un reservado. Sin saberlo Hobie y Baylor, la
mayoría de los clientes regulares del Cove tenían apuestas con respecto a
cuánto tiempo las dos mujeres podrían durar antes de que explotaran. Todos
conocían a Hobie y habían llegado a conocer a Baylor. Esperaban todas las
mañanas en el borde de sus asientos, preguntándose si ese sería el día.

Para decepción de los clientes, la mañana terminó siendo sin incidentes.


Hobie y Baylor se turnaban para mirarse mientras trataban de no aparecer
como si se estuvieran viendo. Ambas estaban muy cerca de ceder.

—Hobie Lynn, tu madre está en el teléfono. —JoJo puso el teléfono


inalámbrico en la barra en frente de Hobie.

37
Buena salud y riqueza
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Gracias, JoJo, —le gritó Hobie a la ya retirada figura—. Mamá, ¿qué


pasa? ¿Noah está bien? —Su frente se arrugó mientras escuchaba—. ¿Por
qué lo enviaron a casa? ¿Qué quieres decir con el día de la conferencia del
profesor? Nunca dijeron nada.

La voz de Hobie se hizo más fuerte. —Mamá, ¿qué quieres decir con
que no puedes cuidar a Noah? No, no puedo tenerlo conmigo todo el día.
Tengo visitas que atender. No estaré en el consultorio todo el día. ¿Puede
Mack cuidarlo? Bien, tráelo aquí al Cove y encontraré a alguien para vigilarlo.
No, no estoy molesta contigo.

Hobie apagó el teléfono y exhaló un suspiro exasperado.

—¿Problemas? —Preguntó Laura.

—Creo que me gustaba más cuando mi mamá pensaba que papá


estaba vivo y que no tenía vida.
194
—No quieres decir eso.

—Oh, lo sé. Parece que tuvimos una mala comunicación hoy. Noah no
tiene escuela y mamá tiene planes. No solía salir nunca de la casa. Ahora está
en un club de lectura y la Hermandad de Damas, y pasa dos días a la semana
jugando a las cartas en el hospital con Evelyn.

—Uh oh.

—Sí, uh-oh está bien. Todavía no tengo que entrar en pánico. Hey JoJo.
—JoJo se volvió hacia Hobie—. ¿Hay alguna posibilidad de que puedas hacer
de niñera hoy?

—Oh, cariño, lo haría si pudiera. Vamos a tener la fiesta de aniversario


de Sally Armistead esta noche, y voy a estar ocupada corriendo entre aquí y el
continente para suministros de última hora. Lo siento.

—Oh, una locura, me olvidé de lo de esta noche. De acuerdo, no te


preocupes. Gracias.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie miró alrededor del restaurante y encontró la mirada de Baylor


antes de que Baylor se apartara rápidamente. Ni en un millón de años dejaré a
Noah solo con ella.

—Señora. Emberly. Hobie saludó a la mujer mayor, que estaba sentada


con otras cuatro mujeres. —¿Has oído algo de Petey?

—No querida. Me temo que tendré que renunciar a la esperanza.

—Lo siento. Me preguntaba si podría imponerle a una de ustedes damas


el cuidar a Noah por mí hoy. Saben lo bueno que es y...

—Oh, querida, sabes que lo haríamos, pero estamos celebrando hoy el


cumpleaños de Hannah. Tenemos reservas en Tampa para el almuerzo.

—Entiendo. Ustedes tengan un gran día y Hannah, feliz cumpleaños.

Hobie se trasladó de un reservado a otro sin éxito. Por extraño que 195
pareciera, casi todos los que conocía tenían un compromiso anterior. Después
de quince minutos, Casi había agotado todas las opciones de niñeras en la
ciudad. Cepillándose los flequillos de la frente, miró a Baylor sonriendo como
loca, con los brazos apoyados en el respaldo del sillón. Hobie puso sus manos
en sus caderas y miró hacia atrás. Estaba sin opciones cuando vio a Noah
corriendo en el restaurante.

—¡Hola mamá!

—Hola cariño. ¿Ya has desayunado?

Noah asintió con la cabeza.

—Bueno. ¿Qué tal un vaso de leche?

—¿Leche con chocolate? —Preguntó esperanzado.

Hobie se rio entre dientes. —Ve a sentarte con Laura en la barra y dile
JoJo dije que estaba bien. Voy en un momento.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bien. Hola, Baylor. —El joven saludó al pasar junto a su reservado.

—Hola, Bubba.

Hobie se paró frente a Baylor y cruzó los brazos. Baylor parecía estar
disfrutando mucho de la situación de Hobie. Su sonrisa alcanzó de oreja a
oreja.

—Supongo que me estoy viendo poco más indispensable de lo que


pensabas, ¿eh? —Baylor utilizó la misma línea que Hobie había usado cuando
Baylor se dio cuenta de que necesitaba a Hobie para llevarla por la ciudad.

—¿Alguna vez en tu vida has cuidado antes a un niño?

—Oye, soy una mujer responsable, ¿sabes? No le daré nada malo y no


voy a dejarlo solo en ningún lado. ¿Qué tan difícil puede ser?

—No tienes idea. Quiero que te quedes en casa, que no andes por ahí, y 196
espero que esté ileso y que tenga todas sus extremidades cuando vaya a
recogerlo a las cuatro.

—Por supuesto. Lo puedo hacer. ¿Está... eh, ya sabes, entrenado?

Hobie rodó los ojos y respiró profundamente. —¡Tiene seis años! —Se
dio cuenta de que eso no significaba nada para una mujer que nunca había
estado cerca de niños—. Sí, está entrenado para ir al retrete. Puede manejarlo
todo por sí mismo.

—Guay. ¿Alguna otra instrucción de última hora?

—Sí. Cuando recoja a mi hijo esta tarde, me gustaría mucho si pudiera


estar en la casa de Evelyn y no en la sala de emergencias. También me gusta
el chico inocente que es ahora. No quiero que aprenda a escupir, jurar o imitar
los ruidos de las funciones corporales. ¿Puedes manejar eso?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bueno, ahora que has eliminado todas las cosas divertidas... —Baylor
vio el fuego en los ojos de Hobie y se echó a reír—. Bromeando, bromeando.
No te preocupes tanto.

—Bien. Me siento mucho mejor.

—Oye, Bubba, —llamó Baylor—. ¿Te gustaría pasar el día conmigo?

—¡Muy bien! —Noah saltó arriba y abajo—. ¿Puedo, mamá? ¿Puedo?

Hobie parecía preocupada pero sonrió. —Claro, cariño. —Se inclinó y


susurró al oído de Baylor—. Si le sucede algo, te juro que voy a cazarte, Baylor
Warren.

Baylor se preguntó si era el suave aliento de Hobie en su oído o la


promesa susurrada que causó un escalofrío por su espina dorsal.

Se pararon primero por la casa de Hobie para que Noah pudiera traer 197
algunos juguetes. Las dos mujeres no dijeron nada sobre su pelea. De hecho,
ninguna dijo una palabra hasta que llegaron a la entrada de Evelyn.

—¿Tienes compañía? —Preguntó Hobie a Baylor.

Dos camionetas blancas sin identificación estaban en la entrada. Así se


hace, Tony, pensó Baylor. —Oh, sí. Sólo estoy haciendo un pequeño... trabajo
de instalación. —Baylor estaba agradecida de que los buenos modales de
Hobie no le permitían curiosear.

—¡Arturo! —Gritó Noah cuando entraron en la casa. El cachorro ladró


excitado, girando en círculos estrechos. Noah se arrodilló y Arturo se lamió la
cara.

—Déjame darte la geografía del lugar, Bubba, —dijo Baylor mientras


tomaba la mochila de Noah y la tiraba en una silla.

—¿Huh?

—Donde está todo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, ya lo sé. El baño está allí, la cocina allá atrás, y no es educado ir


arriba. —Noah sonrió y empujó sus gafas por la nariz.

—¿Así que has estado aquí antes?

—Sí, mucho. Mamá viene continuamente a ver a la señora Warren.

—¿De Verdad? Que interesante. Creo que tú y yo nos vamos a llevar


muy bien. —Baylor sonrió ante su pequeña fuente de información—. Oye, entra
al patio trasero conmigo. Tengo que comprobar algo.

—Bueno

—Hey allí, —dijo Baylor a los dos hombres que trabajaban en el


establecimiento de una antena parabólica de 1,20 metros.

—¿Eres Warren? —Preguntó el más alto de los dos.


198
—En carne y hueso. —Ella le estrechó la mano—. Ustedes son rápidos.
Lo aprecio.

—Soy Dave y este es Chuck. Recibí una llamada de Pete Giamatti en


Orlando. Dice que es una buena amiga de Tony Falcone. Para un amigo de
Tony, yo muevo el culo. Oh, lo siento, chico. —Miró hacia abajo a Noah, pero el
niño estaba demasiado ocupado observando a Chuck ajustar la posición del
plato con un dispositivo de control remoto para haberlo notado.

—¿Chicos puedo traerles algo para beber, lo que sea? —Preguntó


Baylor.

—No, gracias. Sin embargo, tendremos que entrar en la casa para


instalar todo allí.

—Bien.

Dos horas más tarde, Noah y Baylor sabían mucho sobre la instalación
de cables, legales e ilegales, junto con los entresijos del negocio de antenas
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

parabólicas. Dave estaba más que feliz de transmitir su experiencia. Baylor


parecía tan intrigada por todo el proceso como Noah de seis años.

—Ya está todo listo, señorita Warren, —dijo Chuck.

—Gracias a ustedes chicos. Hicieron un trabajo de de primera. —Pasó


un billete de cien dólares en la mano de Dave—. Vayan a almorzar por mi
cuenta.

—Está hecho. Si tiene algún problema, —le entregó a Baylor su tarjeta


de visita—, solo llámeme.

En el momento en que los dos hombres se habían ido, Baylor corrió


hacia el control remoto, como un niño en una tienda de dulces. Volteando a
través de los más de 250 canales, sacudió el cabello de Noah. —Bienvenido al
cielo, Bubba.
199
—Guau, —dijo Noah—. ¡Ooh, los Cubs!

—Tienes razón. —Baylor se detuvo en la estación local de Chicago—.


Estamos a tiempo, este es el espectáculo antes del partido. ¿Te gustan los
Cubs? —Preguntó, pensando en la gorra de béisbol que Hobie nunca iba a
ningún sitio sin ella.

—Oh sí.

—Tu madre te ha enseñado bien. Vamos a ponernos cómodos. ¿Ya


tienes hambre? ¿Qué tal algunos bocadillos tipo béisbol?

Noah asintió con entusiasmo y levantó las gafas.

—¿Te gusta la cerveza de raíz? —Preguntó Baylor mientras miraba a


través de la nevera.

—Sip.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Qué hay de Cheez-Its38?

—¿Qué es Cheez-Its?

—Aquí. Baylor abrió la caja y le entregó al chico una de las galletas


naranja.

—Mmm, sí. —Noah asintió mientras hablaba.

—De acuerdo, Bubba. Ve a sentarte en la sala de estar. Puedes pasar


por los canales y yo prepararé nuestro aperitivo.

—Bien

Baylor tardó un poco más de cinco minutos en reunir todos sus


aperitivos habituales. Cargó un tazón de Cheez-Its, un tazón más pequeño de
gruesas rodajas de pepperoni39, un poco de pepperoncini40 y dos vasos de
cerveza de raíz fría en una bandeja grande, que llevó a la otra habitación. 200
—Guau. ¿Baylor, mira esto?

Se volvió hacia el televisor y sus ojos se abrieron de par en par. —¡Vaya,


sí! —Sonrió a la mujer desnuda en la pantalla.

Rápidamente dándose cuenta de con quién estaba, se acercó y apartó el


mando de la mano de Noah. —Oh hombre. ¿Estás intentando que me
arresten? —Se sentó junto a Noah y se frotó la mano por su pelo de punta.
¿Qué te parece si vemos el juego en su lugar, eh?

—Bueno, —dijo con una cara roja.

—Ahora esto, amigo mío, es la forma que la televisión debía ser vista.
—Baylor señaló el nuevo televisor de cincuenta y dos pulgadas que había
pedido junto con la antena parabólica. Sabía que era una extravagancia, pero
rara vez gastaba su dinero en tales placeres y se sentía bien hacerlo.

38
Galletas de queso saladas para aperitivo.
39
El pepperoni en EE.UU es una salchicha picante.
40
El nombre exacto es pepperocino. Es chile, ají picante en Hispanoamérica. En España guindilla.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Es como estar en el juego, —dijo Noah.

—Tú lo sabes. —Baylor tomó un gran trago de cerveza de raíz—. ¿Estás


seguro de que no te gustaría leche en su lugar?

—No, me gusta la gaseosa.

—Sí, supongo que te hacen beber leche todos los días en el almuerzo,
¿eh? De todos modos, solían hacernos.

—A veces tengo leche.

—¿Por qué sólo una parte del tiempo? ¡Oh hombre! Sammy, ¿por qué te
has metido en esa pelota?

—A veces tengo dinero para la leche, pero a veces no.

Baylor se asombró de eso. Seguramente a Hobie no le faltaba dinero, ¿o 201


lo hacía? —¿Por qué no tienes dinero todo el tiempo?

—A veces se lo doy a Billy Crenshaw.

—¿Por qué?

—Porque él dice que se lo dé o va a pegarme.

—¿Toma el dinero de la leche? —Baylor se sentó más erguida.

—No lo toma, se lo doy.

—¿Pero por qué?

—Porque no quiero ser golpeado. Podría doler.

—¿Por qué no le cuentas a tu mamá o a uno de los maestros?

Noah arrugo la cara. —Parecería un bebé.

—Sí, entiendo tu punto. ¿Has pensado alguna vez en decir que no?

—Entonces él me golpea.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tal vez, pero también puedes golpearlo. A los abusadores les gustan
los niños que no se defienden. Si Billy sabe que responderías, probablemente
dejará de molestarte.

—Pero ¿cómo lo golpeo?

—¿No has golpeado a nadie antes?

Noah sacudió la cabeza.

—Vamos a trabajar en ello, ¿de acuerdo? Sin embargo, recuerda esto


es sólo entre nosotros. Es posible que tu madre no lo entienda.

—Bien. Gracias.

—No hay de qué, Bubba. Ahora volvamos a este juego, ¿eh?

202
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 14

Hobie llamó a la puerta por tercera vez. —Eso es. Ha hecho algo horrible
con él, lo sé.

Escuchó música alta que venía desde el frente de la casa donde estaba
el salón. Un rápido giro del pomo de la puerta mostró que estaba
desbloqueada. Pensó dos veces antes de entrar, pero dejó de sentirse mal
cuando pensó en lo que estaba pasando dentro. —¡Probablemente tiene el
estéreo encendido y no tiene idea de donde está Noah!

Al entrar en el salón, vio una vista increíble. Baylor y Noah estaban en


203
medio de la habitación, Noah en la mesa de café y Baylor en el suelo a su lado.
Llevaban gafas negras de sol RayBan y bailaban. Bueno, estaba muy cerca de
bailar. Noah intentaba imitar los movimientos de Baylor. Baylor, aunque
obstaculizada por su yeso, hacia un muy buen trabajo. Como si fuera una
señal, cerca del final de la canción de Sam Cooke, Noah y Baylor entraron en
una versión justa de hacer un balanceo.

Los dos estaban riendo y cantando, dejando a una atónita Hobie que no
podía dar crédito a sus ojos. Por supuesto, había algo en ver a Baylor
balanceando sus caderas perfectamente al mismo tiempo de la canción que
afectó a Hobie de una manera directa.

La canción terminó y Hobie no pudo resistirse. Aplaudió. Baylor se volvió


rápidamente y, aunque Hobie no podía ver sus ojos, podía ver sus mejillas
enrojecidas de vergüenza.

Hobie no podía quitarse la sonrisa de su rostro, lo que hizo que el rubor


de Baylor se profundizara. —Los dos son buenos, pero Noah es hora de irse a
casa. No más baile hoy.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Pero, mamá, es Motown41! —Noah miró a Hobie a través de sus


gafas de sol prestadas, sus manos en sus caderas.

Justo cuando Hobie arqueó una ceja, Baylor tomó a Noah de la mesa.
Metió el niño riéndose bajo su brazo y él colgó allí como un saco de patatas.

—No tengo ni idea de dónde aprendió eso, —dijo en un intento de


parecer casual.

—Estoy segura, —dijo Hobie—. ¿No crees que así podrías estar
lastimándolo?

—¿Te estoy lastimando, Bubba?

Noah se rio y levantó la cabeza. —No. —Él balanceó sus piernas hacia
adelante y hacia atrás.

—¿De dónde sacaste “Bubba”? Ya sabes, podría preferir su nombre. 204


—Hobie no entendía por qué estaba siendo tan mezquina, pero Baylor parecía
sacar a relucir todo comentario mezquino que ella tenía.

Baylor miró hacia abajo. —¿Noah, está bien si te llamo Bubba?

Noah rio de nuevo como si estuviera teniendo el mejor momento de su


vida. Empujó sus gafas y extendió el signo de pulgar hacia arriba.

—Mira, está bien con eso. Así que la pregunta es, ¿qué te molesta en
realidad, Hobie?

—Déjalo ir, por favor.

Baylor se encogió de hombros y liberó al joven. Noah corrió hacia su


madre y ella lo abrazó con fuerza. Baylor observó cómo el comportamiento de
Hobie cambió instantáneamente. Siempre parecía iluminarse cuando Noah
estaba cerca.

41
Motown Sound, es un estilo de música soul.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Cariño, ¿podrías por favor llevar a Arturo y jugar un rato en el patio


trasero, así que puedo hablar con Baylor?

—Bueno, —respondió Noah. En el último momento, se volvió hacia su


madre y tiró de sus vaqueros—. No vas a gritarle, ¿verdad, mamá?

Hobie cayó sobre una rodilla y sacó la gorra de los Cubs de su cabeza.
La colocó suavemente sobre la cabeza de Noah, un regalo especial. —No,
cariño, no voy a gritar.

—Bueno, porque me lo he pasado tan bien con ella.

—Me alegro. Sigue, tú, y no vayas fuera del patio trasero.

Las dos mujeres se miraron la una a la otra cuando oyeron cerrar la


puerta de la cocina. Escucharon los sonidos de la risa de Noah y los ladridos
de Arturo. 205
—¿Así que todavía quieres saber qué me está molestando? —Preguntó
Hobie con una voz tranquila.

Baylor sintió una creciente sensación de pánico, pero trató de parecer


indiferente y asintió.

Hobie bajó la cabeza y pasó una mano por su cabello. Hubo una larga
pausa.

—¡Lo siento mucho! ¡No tenía por qué decir esas cosas de ti o de tu
escritura! —Exclamó—. Lo siento tanto. Por favor, siento... —Levantó su
cabeza, lágrimas corriendo por su cara—. Lo lamento, —fue todo lo que pudo
sacar.

—No, —dijo Baylor mientras agitaba las manos—. No, no, no. Estuviste
de acuerdo. Dijiste que ya no llorarías.

—Mentí. —Hobie sollozó la palabra con exasperación.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Se dejó caer en el sofá y buscó un pañuelo de papel en una caja


cercana. Hobie observó como Baylor estaba enraizado en su lugar. Estaba
confundida hasta que recordó: era la debilidad de Baylor. Hobie no quería que
Baylor viera en sus lágrimas, pero el hecho de que no podía dejar de llorar la
hizo llorar mucho más.

—Soy una perra. Lo siento mucho, —lloró.

—Está bien, de verdad. Creo que todo fue culpa mía. —Baylor
finalmente se propulsó a la acción—. Venga, —prácticamente gimoteó. Se
sentó en el sofá junto a Hobie—. No es tu culpa, no en absoluto. Soy una perra
mucho más grande que tú, pregúntale a cualquiera.

—¡Oh, para! —Hobie le dio una palmada en el brazo de Baylor.

—¿Qué?
206
—Solo te disculpas porque estoy llorando.

—¿Cómo sabes eso?

—Porque ocurrió la última vez. Te conviertes en una torre de gelatina


temblorosa cuando las mujeres lloran, ¿no?

—Hasta ahora nunca lo hice, muchas gracias. ¿Cómo lo haces y por qué
me lo estás haciendo?

—Porque yo... —Hobie tiró su pañuelo usado en el suelo en confusión y


enojo—. Porque me gustas. Muy bien, ¿estás feliz ahora?

Baylor sonrió sin saber por qué. Supuso que era por la ridiculez de toda
la situación. Por alguna razón, su ansiedad desapareció y escuchó la voz de su
abuela en su oído diciendo algo acerca de tomar riesgos.

Baylor tragó saliva y se acercó a la llorosa Hobie. Se sentía incómoda e


insegura de sí misma. Claro, había movilizado más mujeres de las que podía
recordar, pero era diferente cuando importaba y esto importaba. Pasó un brazo
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

por el hombro de Hobie, y la cabeza de Hobie parecía gravitar hacia el hombro


de Baylor.

—Shh, vamos ahora. No tienes que llorar. Está bien. Sabes, puede que
no sea la chica más inteligente del mundo, pero no estoy segura de que así es
como funciona.

—¿Qué quieres decir? —La voz de Hobie sonó pequeña y frágil. Baylor
notó que sus lágrimas habían disminuido.

—Estoy pensando que tal vez sea mejor que empieces a gustarme un
poco al menos, o bien una de nosotras va a tener ataque.

Hobie se rio entre dientes y se limpió los ojos con un pañuelo limpio. Se
reclinó y se sonó la nariz. Baylor entregó la caja de pañuelos, y cuando Hobie
se secó los ojos un poco más, apartó el pelo de los ojos de Hobie.
207
—Baylor, no quise traicionarte. Siento haberte dicho a todos sobre tus
libros. No te culparía si nunca confiases en mí otra vez. No tengo excusa ni
racionalización para defender lo que hice. Fue... maldita sea, esto es tan difícil
de admitir, pero fue sólo porque estaba enojada y mi enojo me hizo, no sé,
perder de vista todo. Perder el control.

—Entiendo mejor de lo que piensas, y está bien. —Baylor le dio un


pequeño apretón al hombro de Hobie.

—No, no está bien.

—Realmente, lo está. —Baylor trató de encontrar las palabras para


explicar—. Hablé con mi abuela la semana pasada, justo después de nuestro
pequeño jaleo. Admito que estaba muy cabreada, pero estar enojada no es tan
inusual para mí. Esto no va a ser ningún gran choque para ti, estoy segura,
pero una gran parte de mi ira es lo que me ha convertido en una persona
bastante desagradable para estar alrededor a veces. Es como,
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

subconscientemente, tengo que atacar y humillar a la gente antes de que me lo


hagan.

—¿Por qué? ¿Te importa si pregunto?

—No, en realidad, tú eres la primera persona con la que he hablado,


aparte de Tanti. No soy un psiquiatra, pero para mí, es miedo.

—¿Miedo? ¿De qué tendría que tener miedo alguien como tú?

—El hombre que está detrás de mí, —dijo Baylor.

Hobie miró inmediatamente a Baylor y frunció el ceño. —¿Está allí


ahora? —Preguntó con recelo.

—Siempre parece estar allí.

—¿Lo ves ahora? 208


Baylor miró a Hobie extrañamente. —¿Lo veo... ¡Oh! No, no me refiero a
eso. No es como ver hámsters de noventa centímetros ni nada.

—Oh, bien. —Hobie soltó un suspiro de alivio—. Por un minuto, pensé...

—Que Ana Lia finalmente había llegado a mí, ¿eh? —Baylor se rio en
voz alta.

—Lo siento, —dijo Hobie con una sonrisa tímida—. ¿A qué te refieres
exactamente cuando dices que hay un hombre detrás de ti?

—Ha estado allí toda mi vida adulta, susurrando en mi oído. Me dice


cosas como que nunca seré suficientemente buena o talentosa. Cosas cómo
qué sólo me lastimaré si lo intento, así que es mejor no intentarlo en absoluto.
—Baylor fijó una sonrisa derrotada en su cara—. Es mi padre, y ha estado allí
desde que lo recuerdo.

—Oh Dios. Lo siento mucho. —Hobie se enderezó para mirar la cara de


BJ.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor se encogió de hombros. —Lo curioso, hasta que hablé con Tanti
el otro día, ni siquiera sabía que era él. Todo este tiempo y nunca supe que
cuanto más me esforzaba en demostrar que mi padre estaba equivocado
acerca de mí, más me convertí como él.

—¿Entonces qué vas a hacer?

—No sé si puedo deshacerme de él. Fue, una gran parte de mi vida, y


aunque fue sobre todo malo, no creas que puedes simplemente librarte de
algunos recuerdos. Ahora que reconozco quién es y qué está haciendo a mi
vida, tengo una opción. Siempre puede estar allí, susurrando, pero eso no
significa que tenga que escuchar.

—Bueno, BJ…

—Es Baylor, —dijo Baylor, suavizando su voz—. Mi nombre es Baylor.


—Sonrió.
209
—Creo que serás capaz hacerlo, Baylor.

—Gracias. Espero que tengas razón. ¿Te sientes mejor?

—No, pero al menos no estoy llorando como una loca. Empiezo y no


puedo parar. Es muy embarazoso. Realmente lo siento mucho.

—Cuidado, esas son las palabras que empezaron todo esto,


¿recuerdas? ¿Qué tal algo frío para beber, un vaso de agua o un té helado?

—El agua estaría bien, gracias. Puedo ayudar, —dijo Hobie mientras
veía a Baylor levantarse del sofá y dirigirse hacia la cocina.

Baylor se volvió para responder y se detuvo abruptamente. Hobie yacía


tirada como un papel en el suelo. —Oh, esto no puede ser bueno, —dijo Baylor
más para sí misma que para la mujer inconsciente.

—Oye, bella durmiente, —dijo Baylor desde su posición en el sofá.

Hobie trató de sentarse. —Oh, Dios, ¿todavía está Noah afuera?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor puso una mano contra el hombro de Hobie reteniéndola. —Está


bien, está bien. Él entró y le dije que estabas tan cansada que tuviste que
tomar una siesta rápida. Parece que se lo ha creído.

—Gracias. —Hobie se recostó—. Todavía creo que es muy joven para


entender por qué mamá se desmaya de vez en cuando. —Trató de levantarse
una vez más.

—Tómalo con calma. No quiero que te desmayes de nuevo. ¿Qué es lo


que tu hermano te pregunta todo el tiempo, “¿Cuándo comiste por última vez?”

—¡Maldición! —Hobie se frotó la cara—. ¿Podría ser más embarazoso


este día?

—Dime qué hacer.

—¿Tienes algún queso o un vaso de leche? 210


—Sí, tienes suerte. Tengo los dos, pero pensé que necesitarías azúcar
para volver a empezar.

—Eso es para un diabético. Contrariamente a los diabéticos que


necesitan glucosa cuando su nivel de azúcar en la sangre es bajo, un
hipoglucémico necesita proteínas, —dijo Hobie—. Si comiera algo dulce, mi
azúcar en la sangre se elevaría, pero luego eso simplemente tocaría fondo de
nuevo dentro de dos horas porque produzco demasiada insulina.

Baylor se levantó del sofá y se dirigió a la cocina. Se volvió y señaló a


Hobie. —Permanece ahí. Es una orden.

—Sí, sargento, —dijo Hobie con una débil sonrisa.

Un poco más tarde, Hobie se sentía como ella misma. Una versión
humillada, completamente avergonzada de su viejo yo. Ella y Baylor tuvieron
una ligera conversación, sobre todo acerca de cómo Baylor había pasado el día
con Noah.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Um, ¿puedo hacer una pregunta sin que te pongas cómo loca?

Hobie se rio entre dientes. —Lo dudo seriamente, pero haz tu mejor
esfuerzo. —Ambas mujeres sonrieron.

—Bueno, y no pretendo predicar ni nada, pero me parece extraño que,


como médica, dejes que esto te suceda tanto.

—Lo sé, y no suenas como un predicador. De hecho, suenas mucho a


Mack y a mi madre. Lo gracioso es que tienes razón. Debería y no hay excusa
para ello. Sólo tengo una personalidad muy torpe. —Hobie arqueó una ceja en
Baylor—. Ni una palabra.

Baylor sonrió y sostuvo sus manos en un gesto de burlona rendición.

—Lo que quiero decir es que tengo una personalidad de todo o nada.
Simplemente me concentro en cosas que no soy capaz de recordar de hacer 211
tiempo para comer, incluso cuando sé que pagaré el precio.

—¿No tienes miedo de que lo hagas cuando estés cerca de Noah?

—Eso también es gracioso. Cuando estoy alrededor de Noah, nunca


parezco tener ese problema. Es raro, lo sé. Es como si me mantuviera en tierra
de alguna manera. Lo sé, es demasiado extraño, ¿no?

—No. En realidad, tiene sentido, —dijo Baylor con una sonrisa


comprensiva—. ¿Hay algún medicamento que puedas tomar? Supongo que es
una bajada de azúcar en la sangre.

—Sí, hipoglucemia. La pérdida del conocimiento se llama shock de


insulina. Mi hipoglucemia ocurre como una condición idiopática... —Hobie se
detuvo abruptamente después de ver la confusión de Baylor—. Lo siento, no
quise hablar difícil. Eso significa que sucede sin una causa conocida. Una vez,
cuando era adolescente, estuve inconsciente durante varias horas hasta que
me dieron una inyección de glucosa. Sin embargo, eso nunca me ha pasado de
nuevo. Por lo general, no tengo ningún problema cuando como y duermo bien.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Debe ser aterrador nunca saber cuándo podría aparecer.

—Un poco. Estoy contenta de que Noah no haya heredado esos genes,
—dijo Hobie—. Lo he pensado mucho últimamente y he decidido cuidarme
mejor, al menos por Noah. No quiero que me pierda como yo perdí a papá.

Bueno... ahora sé que Noah definitivamente no fue adoptado, pensó


Baylor.

Justo en ese momento, el objeto de su conversación entró corriendo en


la habitación. —¿Mamá, has terminado con tu siesta?

—Sí, cariño, gracias por dejarme dormir.

—Está bien. Tengo hambre.

—Mmm, yo también. Es mejor que nos vayamos a casa, ¿eh?


212
—Um... si quieres... —La voz de Baylor llamó la atención de la madre y
el hijo—. Iba a poner algunas cosas a la parrilla y, bueno, tengo mucho.
Podrías quedarte a cenar. Es decir, si quieres.

—Oh, gracias, pero ya hemos abusado suficiente de ti por hoy.

—No sería una molestia en absoluto, —dijo Baylor rápidamente—. ¿Qué


le dices a una barbacoa, Bubba?

—¿Perritos calientes? —Preguntó Noah con una expresión emocionada.

—Perritos calientes... salchicha.

—Oh, salchicha —dijo Hobie—. No he tenido salchicha a la parrilla


desde que estaba en la universidad.

—Entonces es una cita, —dijo Baylor sin pensar—. De repente, al darse


cuenta de lo que había dicho, miró a Hobie para ver si también lo había notado.
Si Hobie lo hizo, no dio ninguna indicación.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

La tarde se convirtió en una noche tan agradable como Baylor y Hobie


pudieron recordar el pasado. Eran las nueve antes de que Hobie pudiera irse.
Noah durmió profundamente en el sofá con Arturo enrollado en una pequeña
bola blanca a su lado. Nunca se despertó cuando Hobie lo llevó a su
camioneta.

—¿Estamos bien? —Preguntó Hobie, apoyándose en la puerta abierta


del conductor.

Baylor sonrió. —Sí, todo está bien. Muy bien, —no pudo evitar agregar.
Aspiró el olor ahora familiar del perfume de Hobie, finalmente reconociéndolo
como Opium.

Las dos se acercaron. Parecía natural estar de pie en el mismo espacio.


Había una fuerza entre ellas, algo que no podían ver, pero si pudieran, Baylor
imaginó que habría parecido zarcillos. Los hilos tejidos alrededor y se 213
entrelazaban entre ellas, acercándolas cada vez más.

El silencio pesaba en el aire. Baylor esperó, demasiado asustada para


asumir el último riesgo de llegar a iniciar el beso. Era tan difícil, tan incómodo.
La realidad era que sería aceptada o negada. ¿Por qué era tan difícil de
enfrentar? De repente, Baylor dejó de pensar. Si estaba pensando, su mente
consciente ciertamente no era consciente de ello. Estaba tan perdida en los
luminosos ojos verdes ante ella, como Hobie parecía estar a la deriva en el gris
de los ojos de Baylor.

—Supongo... Yo, um... debería ir, —dijo Hobie en una voz de ensueño.
—¿Huh? Oh, sí... um, sí, probablemente debería, um... ya sabes, entrar.

—¿Dentro?

—Dentro... de la casa. —Baylor señaló sin apartar los ojos de Hobie.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh sí. La casa. —Hobie negó con la cabeza y el hechizo se rompió—.


Realmente tengo que ir. Muchas gracias, Baylor. —Rápidamente besó a Baylor
en la mejilla.

Nunca en un millón de años Baylor habría pensado que un beso rápido


en la mejilla podría afectarla así. Allí estaba de pie en medio de la calle mucho
después de que Hobie se hubiera ido. Le costaba creer que su mejilla todavía
pudiera hormiguear con calor después de un beso.

—¿La besaste? ¡Oh Dios mío! ¿Qué pasó? ¿Qué hizo? —Preguntó
Laura, incrédula.

Hobie y Laura estaban tomando café y donas en la pequeña cocina del


consultorio, algo que hacían los viernes, cuando disfrutaban de su desayuno,
pues abrían el consultorio más temprano. De esa manera, cerraban al
mediodía. 214
Laura estaba sorprendida por la noticia. —Detalles, mujer, detalles.

—Oh por favor. No hay detalles que contar. Fue un beso amistoso en la
mejilla “gracias y buenas noches”, —dijo Hobie.

—Oh sí. Continuamente me das un beso de buenas noches. Puedo ver


cómo pasaría eso.

—Muy divertido. Mira... —La campana interrumpió su conversación.

—No pienses que voy a dejar esto, —dijo Laura antes de volver a
preparar la sala de exámenes para su próximo paciente—. Esta conversación
continuará.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 15

—¡Hola, mafiosa42! —Juliana Ross estaba en la puerta, con los brazos


llenos de bolsas de papel.

—¡Rata bastarda! —Baylor se acercó a la mujer y la abrazó.

Juliana, de 1,78 centímetros, era casi tan alta como Baylor, pero más
delgada y no tan musculosa. Era una mujer atractiva, con pelo corto y rubio,
ojos azules y una sonrisa que fácilmente encantaba. Baylor había dicho una
vez a su amiga si Brad Pitt hubiera sido una mujer, él habría sido Juliana.

—Oye, compañera, estás aplastando mis galletas. 215


Baylor se echó a reír y la soltó. Tomó una de las bolsas y le indicó hacia
la cocina donde depositaron las bolsas sobre la mesa.

—¿Qué diablos haces aquí? —Preguntó Baylor.

—Considerando que todas las noches que he llamado en las últimas


semanas, no he recibido respuesta y que he escrito alrededor de veinte correos
electrónicos y deje ochocientos mensajes de voz en tu móvil, pensé que
volaría, tomaría un poco de sol y averiguaría si estabas muerta o viva.

—Oh, perdón por eso, compañera. —Baylor al menos tenía los buenos
modales para verse arrepentida—. He estado un poco preocupada las últimas
semanas.

Juliana fue a la nevera y sacó una botella de cerveza. Se la mostró


invitando.

42
La palabra es goombah es argot y suele utilizarse, generalmente, para mencionar a los italianos relacionados con
acciones criminales. La madre de Baylor era italiana y también tiene amigos que se pueden considerar mafiosos, de
ahí la traducción que se ha dado.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Absolutamente, —dijo Baylor.

—Preocupada, ¿eh? ¿Cuál es su nombre?

—Muy divertido. ¿Qué te hace pensar que es una chica?

—Porque te conozco desde hace más de treinta y cinco años. Siempre


es una chica contigo. ¿Cuál es su nombre?

—Hobie Lynn Allen.

—¿La loca que te ha atropellado?

—Esa misma. Creo que puede que haya estado un poco, no sé, enojada
en ese momento. Ella no es tan loca como pensé inicialmente. Es una buena
chica y solo somos amigas.

Baylor no estaba segura de por qué sentía la necesidad de añadir la 216


parte de ser amigas. ¿Qué había en Juliana que la hizo sentir que tenía que
minimizar sus sentimientos por Hobie? Supuso que era porque su amiga había
sido una compañera de viaje mientras ella se había acostado con cualquiera
por todo Chicago. ¿Se reiría ella?

Juliana sonrió. Tenía una mirada en su rostro que decía que cada vez
que alguien subrayaba el hecho de que eran “sólo amigos”, normalmente
significaba exactamente lo contrario.

—Entonces debería ser divertido conocerla.

—¿Conocerla? —Baylor de repente se puso pálida—. Oh, no sé si es


una buena idea.

—Relájate, compañera. No es que vaya a intentar robar a tu novia. Sólo


quiero conocerla.

—Ella no es mi novia. Te lo dije…


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sé que lo dijiste. Sólo amigas, —Juliana interrumpió la objeción de


Baylor—. Lo que digas. Oye, ¿no quieres abrir los regalos que traje? Supongo
que ahora debes estar pasando por un retiro culinario. Deberías haber visto las
miradas que recibí por llevar todo esto en el avión.

—Me preguntaba qué había ahí. Pensé que sólo estabas haciendo
economía cuando se trataba de equipaje.

—Ja, ja, ja, ¡qué graciosa! ¿Cómo está esa pierna?

—Estupenda. —Baylor abrió la primera bolsa—. De hecho, quizás me


quiten el yeso esta semana—. ¡Oh, Dios mío! —Exclamó cuando vio el
contenido—. La pasta de cabello de ángel de Cipriani43, los pimientos dulces
asados... Ooh, también la salsa de Cipriani. Oh, Dios, pan de Marconi44, maná
del cielo! ¡Eres maravillosa!

—Sí, sí, como si nunca antes hubiera escuchado eso. Asegúrate de


217
poner la última bolsa en el congelador.

Al abrir el artículo en cuestión, Baylor encontró bolsas de hielo seco


alrededor de los alimentos. —Aquí está. Ahora puedo morir como una mujer
feliz. ¡La pizza de masa gruesa de Geno! Espera, ¿qué localización, Geno's
East45?

—Por supuesto, —dijo Juliana con una sonrisa de satisfacción.

—Eres un regalo de Dios. —Baylor abrazó a su amiga.

—Sí, las mujeres me dicen mucho. Es una maldición.

—También eres egocéntrica46.

43
Cipriani Spaghetti & Sauce Co, es un restaurante y tienda de alimentos en Chicago.
44
Marconi Baking Company, es una empresa de Chicago dedicada a hornear pan tradicional italiano desde comienzos
del siglo XX.
45
Aunque LJ pone Geno’s debe estar haciendo referencia a un restaurante de nombre similar en Chicago Gino’s East.
La pregunta es porque en esa ciudad existe otro con el nombre de Gino’s East River North.
46
El término utilizado era egomaniac no se puede traducir como egomaníaca la RAE no recoge esa palabra en
español, por eso se ha utilizado egocéntrica cuyo significado es muy similar, como ocurre con ególatra.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Aprendí de la mejor.

—¿Entonces qué hiciste anoche?

Hobie no dijo nada, sólo miró los restos de su almuerzo.

—¿Hola? —Laura agitó su mano delante de la cara de Hobie—.


¿Alguien en casa?

—¿Uh? Para. —Hobie le dio una palmada en la mano de su amiga—. Te


oí.

—Uh-huh. ¿Qué dije?

—Um... mierda.

Laura se rio de ella. Hobie odiaba ser sorprendida haciendo algo torpe.
—Estabas pensando en ella otra vez, ¿no? 218
—¿Qué te hace decir eso? —Hobie trató de sonar indiferente.

—Primero que nada, no me preguntaste a quién me refería cuando dije


“ella”. En segundo lugar, tenías esos ojos seductores de ensueño que siempre
pones cuando te atrapo pensando en Baylor.

—Qué mala eres. —Hobie se rio—. Además, ¿cómo diablos sabrías cuál
es el aspecto de mis ojos seductores?

—No lo hago, pero si tuviera que imaginar cómo se verían, esos son. Lo
que pregunté, originalmente, qué hiciste la última anoche.

—Oh. No mucho. Vi una película con Noah.

—¿Y Baylor? —Laura sonrió.

—Sí, listilla, con Baylor. Sucede que a Noah le gusta.

—Uh-huh. Y el hecho de que la dama sexy de cabello oscuro y bien


construida mida más de 1,80 metros es una coincidencia.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Exactamente. Pero es una coincidencia por la que siempre estoy


agradecida. —Hobie sonrió—. Oye, mejor nos vamos. Tenemos al menos un
poco de trabajo que acabar antes de terminar el día.

—Lo tienes, jefa. Aquí, yo me encargo. —Laura alcanzó la cuenta—.


Con mucho gusto pagaré si mantienes la comida en el vientre y el cuerpo fuera
del suelo.

Las dos mujeres se rieron y estaban a punto de levantarse cuando


Baylor y Juliana entraron en el restaurante. Baylor se detuvo frente a su
reservado y, como de costumbre en la presencia de Hobie, encontró su lengua
poco cooperativa. Sonrió, y habría sido necesario un tonto para no ver lo que
había en el corazón de cada mujer.

—Hola, —dijo Baylor.

—Hola, —respondió Hobie.


219
Juliana se aclaró la garganta con fuerza.

—Oh. —Baylor se volvió hacia su amiga—. Esta es mi amiga y agente,


Juliana Ross. Hobie, me has oído hablar de Jules. Uh, Jules esta es Hobie
Allen y su amiga Laura.

—Qué agradable conocerte finalmente. —Hobie le tendió la mano. Laura


dio un pequeño saludo desde su lado de la mesa.

—Esta vieja chica me dijo que había una veterinaria hermosa y su


encantadora ayudante viviendo en la isla, pero no estaba preparada para esto.

Baylor se ruborizó ligeramente y no supo si se debía al coqueteo de su


amiga o que Hobie sabía que Baylor la había llamado hermosa.

Hobie tuvo que retirar la mano, mientras Juliana seguía agarrándola.


—Nos estábamos preparando para irnos, pero podemos quedarnos unos
minutos si las dos queréis sentaros. ¿Verdad, Lor?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Eres la jefa, jefa, —dijo Laura con una sonrisa.

—Oh, no creo... —comenzó Baylor.

—Eso sería estupendo, —dijo Juliana.

Baylor tenía una extraña sensación. Se estaba acostumbrando a


sentimientos extraños. Parecía que Ana Lia la ponía más en sintonía con sus
emociones, y lo que estaba sintiendo ahora se sentía mucho como celos. De
repente, no quería que Juliana conociera a Hobie. Sabía en su corazón que si
le decía algo, Juliana no pensaría en coquetear con Hobie. Ella tenía una gran
integridad, pero ¿se reiría de Baylor? ¿Sé burlaría?

Baylor cedió a la presión de las compañeras y no dijo nada. Sin ni


siquiera una mirada a Hobie, se metió en el lado del reservado donde Laura se
sentaba. Juliana parecía tan sorprendida como Hobie.
220
—¿Qué te trae a Ana Lia? —Preguntó Hobie.

Baylor estaba segura de que Hobie se preguntaba por qué se veía tan
incómoda y por qué estaba actuando como si Hobie fuera una extraña.

—Tenía un impulso increíble por ver lo que estaba manteniendo a mi


mejor compañera tan lejos de la gran ciudad. —Juliana una vez más ofreció
esa sonrisa encantadora—. Ya veo ahora qué la mantiene, —añadió, sin
apartar los ojos del rostro de Hobie.

—Así que, Jules... ¿te molesta que te llame así? —Preguntó Hobie.

—En absoluto, amor.

—¿De dónde eres originalmente?

—Mi familia se mudó de Londres cuando yo era una niña.

—Que interesante. Estuve allí para una conferencia hace unos ocho
años. Me encantó. ¿De qué parte de Londres eres?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

La sonrisa de Juliana vaciló y echó una rápida mirada a Baylor, que ya


mostraba el comienzo de una sonrisa.

—Essex.

Hobie sonrió. —Pelo rubio, ojos azules... así que, eres una chica de
Essex, ¿verdad?

Baylor resopló, intentando contener su risa.

—Lo siento, no pude resistirme, —dijo Hobie con una sonrisa


comprensiva.

—No lo hagas. —Juliana señaló a Baylor con un movimiento de


cabeza—. Sólo le encanta.

—Bueno, es mejor que no te retengamos. —Baylor se levantó


bruscamente y las otras tres la miraron. 221
—Oh, eh, sí, —aceptó Hobie—. Realmente tenemos que ponernos en
marcha. Jules, ¿te quedarás unos días?

—Sí.

—No.

Juliana y Baylor respondieron simultáneamente. Juliana sonrió


amablemente a su amiga.

—De hecho, acabo de decidir que un poco de tiempo en Ana Lia puede
ser exactamente lo que necesito, —añadió Juliana.

—Espero que nos veamos de nuevo, —dijo Hobie.

—Creo que puedo garantizarlo, —dijo Juliana, apartándose para permitir


que Hobie pasara.

Baylor y Juliana observaron cómo las otras mujeres se iban. Baylor miró
su reloj y rápidamente arrastró a su amiga a la barra.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Caray, compañera, ¿dónde está el fuego?

—Hay algo en la televisión que no quiero perderme. Oh, ¿y qué diablos


se supone que iba a estar ahí detrás? —preguntó Baylor mientras se sentaban.

—¿Qué?

—¿Qué? ¡Estabas prácticamente encima de ella, y dices qué!

—Cuando dices “ella”, ¿entiendes que te refieres a Hobie?

Baylor miró a su amiga con una expresión cínica.

—Eh, tú eres la que dijo que sólo eráis amigas y ahora estás actuando
como si te perteneciera. ¿Qué es, amiga mía?

—Yo, uh, tú... oh, cállate y comamos.

—Mira, Baylor... 222


—Jules, ¿puedes esperar hasta el próximo anuncio? Baylor levantó una
mano, sin apartar los ojos de la televisión.

Juliana observó cómo casi toda la actividad en el restaurante se detuvo


abruptamente. Tomó un momento o dos antes de darse cuenta de que todo el
mundo estaba viendo la televisión. Le llevó unos segundos más en darse
cuenta de que los actores no hablaban inglés.

—Es en español, ¿verdad?

—Sí.

—¿Hablas español?

—Tal vez un poco. Ya sabes, un par de clases en la escuela secundaria.

—Parece un espectáculo muy popular.

—Oh sí. Lo he visto desde que llegué a la isla. Es realmente adictivo,


—dijo Baylor distraídamente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Alguien aquí traduce para todos?

—No. —Baylor se volvió y miró a Juliana como si hubiera crecido una


cabeza adicional en los últimos momentos—. ¿Por qué lo harían?

—Oh, lo entiendo, muy bien, muy divertido. No hablas en serio,


¿verdad?

—Shh. —Baylor miró fijamente la televisión.

Juliana observó la pantalla, tratando de descifrar lo que estaba


sucediendo. —¿Qué están diciendo?

—No estoy segura, pero creo que la morena ha hecho algo terrible a la
rubia y creo que el viejo lo vio. O lo sabe de alguna manera.

Juliana dejó que Baylor ordenara su almuerzo, aunque se sintió


ligeramente preocupada por el sonido de las hamburguesas de aliento de pato 223
y los munchers. Cuando llegó la comida, Juliana se había involucrado en el
programa de televisión.

—¿Quién es? —Preguntó ella, haciendo estallar otro muncher en su


boca.

—Es el amante de la rubia, pero creo que puede ser gay.

—¿Cómo lo sabes?

—Besó al marido de la morena. Por supuesto, eso podría no significar


nada teniendo en cuenta que el marido de la morena terminó muerto al día
siguiente.

—Podría haber sido el beso de la muerte.

—Exactamente lo que estaba pensando.

Las dos mujeres almorzaron y vieron la televisión. Durante las pausas


publicitarias, Juliana se encontró a la deriva en el pensamiento. Amaba a
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor como a una hermana. A lo largo de los años, a menudo compitieron por
las mismas mujeres, pero con una gran diferencia: Baylor estaba interesada en
la conquista, el juego, pero tenía el mal hábito de no preocuparse por los
sentimientos de las mujeres con las que se involucraba. La mayoría de la
veces, Juliana voluntariamente renunciar a una apuesta con ella para salvar los
sentimientos de la mujer involucrada. Había visto a su amiga crecer
excesivamente celosa cuando se trataba de alguien que le interesaba, pero era
una envidia nacida de la posesión y la propiedad, no verdadero amor. Juliana
deseó que una sola vez su amiga pudiera experimentar el último.

También se preguntó por su propio comportamiento. ¿Se había dejado


llevar a este mundo de Baylor con tanta facilidad? Lo atribuyó a la capacidad
de Baylor de atraerla hacia sus planes y sueños. Ese había sido un talento de
Baylor desde que habían sido niñas.

Qué diablos, pensó Juliana. Continuó viendo a los actores en la pantalla


224
hablar en un idioma con el que ella no estaba familiarizada. Cuando estés en
Roma...47

—Déjame preguntarte algo, Jules.

Baylor y Juliana se sentaron al lado de la piscina en el patio trasero de


Evelyn, bebiendo margaritas y hablando de nada y todo, el tipo de
conversación de amigas que se sienten completamente cómodas la una con la
otra. Juliana salpicó los pies en el agua, pero la aversión de Baylor al agua
abierta incluyó la piscina. Ella estaba reclinada en una tumbona a la sombra.

—¿Qué piensas de mí? —Preguntó Baylor.

—Trato de no hacerlo.

—Como escritora.

—Absolutamente genial, compañera.

47
El refrán completo es: Cuando estés en Roma, haz como los romanos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Y qué hay de mis libros?

—¿Qué pasa con ellos?

—No juegues conmigo.

—De nuevo, has estado pensando, ¿verdad? Hace años te dije que no
escucharas a tu viejo.

—No es eso.

—¿Entonces qué? —Juliana se levantó y se sentó en la tumbona junto a


Baylor. Envolvió en una toalla seca las piernas y trató de fingir que no sabía lo
que Baylor quería decir.

—Cuando estábamos en la universidad, planeaba ser una escritora tan


diferente de la que soy ahora. Quería escribir novelas que... no sé... hacer la
diferencia o ayudar a la gente de alguna manera. En su lugar, escribo basura 225
barata. Como mínimo, siento que estoy viviendo una mentira. No me importa
escribir historias hetero, pero romance hetero? Está lejos de lo que conozco,
eso es seguro.

—Esa basura te convirtió en una mujer adinerada. Además, no hay


credibilidad en la idea de que escribir lo que sabes producirá una novela mejor.

—No pretendo ser desagradecida, contigo ni con nadie. Sólo soy yo,
supongo. —Baylor pasó los dedos por su cabello y dejó caer su cabeza contra
la parte trasera de la tumbona.

—Déjame contarte una historia. ¿Recuerdas cuando estábamos juntas


en la universidad? Quería ser una escritora como tú.

—Pensé que también lo serías. Eras mejor que yo. ¿Qué pasó con eso?

—Empecé a escribir la gran novela americana. Quería ser la Hemingway


femenina. Sentí que estaba por encima de escribir romance o misterio.
Rechacé una media docena de avances para escribir la novela. Tenía palabras
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

con enjundia dentro de mí que quería que el mundo supiera. También sentí que
lo había hecho. Finalmente intente vender mi perfecta obra maestra a todo
editor que pudiera conocer.

—¿Qué pasó?

Juliana sonrió a su amiga. —Les gustó tanto que me convertí en un


agente para poder decirles a mis autores que no se vuelvan locos por lo que no
se les pagan por escribir y disfruten el viaje que están haciendo dinero por
escribir.

—Muy divertido.

—Es cierto de una manera triste. —Juliana cerró los ojos, disfrutando del
calor del sol en su rostro—. Mira, deja de hacerte la loca, compañera. Te lo
digo por experiencia. Si quieres sentirte bien acerca de ti misma como escritora
y escribir algo diferente, hazlo, y luego ve por ello. Estaré detrás de ti todo el
226
camino. Simplemente no hagas lo que me hice a mí misma durante los
primeros diez años después de que me convertí en agente. Odiaba que sentía
que estaba traicionando mi escritura. Sin embargo, tuve mucho éxito como
agente. Los autores como tu ayudaron. —Juliana guiñó un ojo—. Así que
durante mucho tiempo, actué como ahora. Me culpé por el hecho de que no
estar trabajando como escritora. El dinero era demasiado bueno para decir que
no, así que me sentí culpable, convirtiéndome así en una persona muy
miserable el noventa por ciento del tiempo.

—Por eso siempre has sabido qué decirme, ¿no? Has estado allí, —dijo
Baylor.

—Vaya sí he estado allí.

—Entonces, ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo lo superaste?

—Supongo que finalmente hice una elección. Eso suena simple, ¿no?
En realidad, tenía treinta y cinco años y acababa de darme cuenta de que
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

tomar una decisión personal, que afectó toda mi vida, fue lo más difícil que
pude hacer. Ojalá hubiera visto la verdad de esto veinte años antes.

—Te escucho.

Juliana miró mientras Baylor asentía. Siempre se había prometido a sí


misma que tendría esta conversación con Baylor algún día. Había reconocido a
menudo el dilema de Baylor con respecto a sus novelas. Sin embargo, era
extraño que aquí, en una isla frente a la costa de la Florida, Juliana encontrara
tan fácil abrirse a ella.

Un pensamiento nervioso pasó por su mente en ese momento. Se


preguntó si debía decirle a Baylor que Evelyn le había dicho que viniera a la
isla. Evelyn le había rogado que viniera a ver a Baylor, pero en ningún caso le
diría quién había iniciado la visita. Aunque eran las mejores amigas, Juliana
había dado su palabra. 227
Ella eligió sonreír en silencio a su amiga.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 16

—Si hubiera sabido que iba a haber una fiesta, habría traído ropa más
bonita. —Juliana sujetó un delgado collar de oro, seguido de una pulsera a
juego.

Estaban preparándose para un acontecimiento social que Baylor


deseaba asistir sola, o incluso con Hobie. Era una recaudación de fondos para
la Biblioteca Pública de Ana Lia. Había donado todo un conjunto de novelas de
Harriet Teasley, y la Hermandad de Damas insistió en que estuviera allí para el
evento.
228
—Sabes, esto no va a ser muy parecido a las fiestas en los rascacielos
de la calle Lake Shore. No me imagino esto de tu agrado. Tal vez deberías
quedarte.

—Suena claramente como si no quisieras que fuera.

Baylor miró la herida expresión de su amiga. —Lo siento. No quise


decirlo de la manera en que sonaba, compañera. Por supuesto que eres
bienvenida a venir.

—Eso está mejor. —Juliana sonrió ampliamente.

Baylor odiaba mentirle a Juliana, pero fue por su amistad y la expresión


en su rostro que Baylor se rindió. La realidad era que quería mantener a
Juliana lo más lejos posible de sus nuevos amigos. ¿Acabo de pensar en los
locos de esta isla como mis amigos?

Todavía no pudo evitar pensar que Juliana ridiculizaría sus nuevos


sentimientos por este lugar, por su gente y, sobre todo, por Hobie. Jamás se le
ocurrió que Juliana podría estar aceptando todo y todos en la isla. Por lo tanto,
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

hizo lo que había sido bueno durante tantos años: cubrió sus verdaderos
sentimientos. Tuvo un pensamiento fugaz. ¿Es que no quiero a Juliana cerca
de alguna de estas personas, o simplemente Hobie?

—¿Te importaría decirme qué hay exactamente entre tú y Hobie?

—Te lo dije…

—Sí, sí, lo de sólo amigas. Sé que eso es lo que dijiste, pero ¿era lo que
querías decir?

—¿A qué te refieres con lo que “quise decir”?

—Vi cómo se miraban las dos. Había, no sé, como una especie de
chispa o algo así. ¿Estás tratando de decirme que no hay nada ahí?

Baylor vaciló durante una fracción de segundo y eso fue su perdición.


Juliana leyó la vacilación perfectamente. 229
—Me gusta, ¿de acuerdo? ¡Como amiga!

—Sólo te gusta, —repitió Juliana.

—Sí. No me gusta ella, gustarte de verdad. Sólo me gusta. ¿Qué?


—Baylor miró indignada a Juliana.

—No he oído a nadie usar esa expresión desde que estaba en el sexto
grado, —dijo Juliana antes de que se echara a reír.

—Eres la típica jodida comediante. —Baylor le dio la espalda y se puso


una chaqueta de lino sobre su top.

—Es que eres tan transparente como el cristal. ¿Por qué no le dices a
esa chica que la quieres?

—No es así entre nosotras.

—Quieres decir que eres cobarde.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡No soy cobarde! —Gritó Baylor—. ¡Solo somos amigas!

—Entonces no te importará si la invito a salir.

Si una declaración pudiera haber sido el equivalente de dejar caer una


bomba en el centro de una habitación, esa era una. Todo lo que Baylor podía
hacer era mirar a su amiga con incredulidad.

—¿Qué demonios se supone que significa eso?

—En primer lugar, no es de extrañar que no haya estado en una cita


aquí si no entiende lo que significa pedir a una mujer. En segundo lugar, creo
que es condenadamente atractiva y agradable. Si no la quieres así, bueno...

—Creo que sería una mala idea. —Baylor encontró por fin su voz—. Una
muy mala idea. —Empezó a andar, su yeso golpeando fuertemente en el piso
de madera. 230
—¿Y por qué? —Juliana cruzó los brazos sobre su pecho y miró a su
amiga con una expresión divertida, que se perdió en Baylor.

—Porque... porque... porque Hobie no necesita ningún problema en su


vida en este momento. —Baylor señaló a Juliana.

—No estaba planeando casarme con ella. Estaba pensando más en una
cena, bebidas, tal vez un pequeño besuqueo.

—Ella no es ese tipo de chica.

—Dijiste que tenía un hijo.

—¿Qué tiene eso que ver con esto?

—Quiere decir que ella fue esa clase de chica por lo menos una vez.
—Juliana movió sus cejas.

—Estás enferma, ¿sabes eso? —Gritó Baylor a través de la habitación.

Juliana se rio en voz alta. —Mira, Baylor...


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor colocó firmemente las manos contra sus orejas. —No puedo oírte.
La boca de la loca se está moviendo, pero no estoy escuchando. —Tarareaba
en voz alta, pero no pudo ahogar la siguiente pregunta de Juliana.

—Si quieres a esta chica, compañera, ¿por qué no me lo cuentas?

—¿Qué? Sólo porque creo que tal vez no deberías bailar el vals en la
ciudad y follarte a mi amiga, ¿eso significa que la quiero?

—Bastante, sí. A menos que... —Juliana hizo una pausa como si


recordara algo—. A menos que tengas miedo de admitir que te gusta esta
chica. Incluso a mí.

Baylor se puso pálida. —Yo... ya no quiero hablar más de eso, —le


volvió a dar la espalda a Juliana, cogió su cartera y se la metió en el bolsillo de
la chaqueta.
231
—¡Oh, Dios mío! —Juliana observó a Baylor frenéticamente paseando
por el comedor—. ¡Sally Ann Kapinski!

Baylor se volvió para mirar a su amiga. —¡Estuviste de acuerdo en


jamás volver a mencionarla!

—Es eso, ¿verdad? —Juliana sacudió la cabeza con asombro—.


Estabas enamorada de Sally, pero tenías miedo de admitirlo. Tenías miedo de
que todos se rieran de ti.

—Estás llena de mierda, —gruño Baylor.

—Temerosa que todo el mundo se burlaría de ti, —continuó Juliana—.


La lesbiana más elegible en Chicago finalmente teniendo sus alas cortadas y
poniendo los grilletes. Es eso, ¿verdad? Sabías que tomarías mierda de todos
nosotros, así que te acobardaste. Nunca le dijiste a Sally cómo te sentías y te
dejó por eso.

—¿Sabes qué? No me importa. Entonces no me importaba un comino


Sally Kapinski y ahora no me importa un carajo Hobie Allen. Si quieres hacer el
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

ridículo pidiéndole salir, ¡hazlo! —Baylor enderezó su chaqueta y luchó por


controlar su temperamento—. Solo déjame fuera de tu pequeño plan. Ahora,
¿podemos irnos o quieres analizar mi puta vida un poco más, doctor?

Juliana se quedó en silencio un momento más. —Estoy pensando que el


manejo del estrés podría ser algo en lo que quieres mirar, compañera.

Baylor lanzó un grito estrangulado de frustración, luego habló con voz


lenta y tranquila. —Voy a matarte un día. Voy a hacerlo lento y doloroso, lo
juro. No, aún mejor, voy a esperar mi tiempo hasta que un día, estén
manteniendo una audiencia mental para ti. Entonces voy a explicar, con gran
detalle, lo completamente loca que eres.

Juliana sonrió y cogió las llaves del Jaguar de la mesa. —Promesas,


promesas.

La carcajada alegre de Juliana siguió a Baylor mientras salía por la


232
puerta principal. Cerró los ojos y contó hasta diez, preguntándose cómo podría
llegar a empeorar su noche.

—Luces como un millón de dólares, —dijo Baylor a Hobie, que llevaba


un elegante vestido azul pálido que se aferraba a su cuerpo de una manera
que hacía difícil que Baylor se concentrara en otra cosa. Ella había hecho el
propósito de buscar a Hobie antes de que Juliana tuviera la oportunidad de
hablar con ella.

—Gracias. También te ves guapa, —dijo Hobie—. Sabes, me alegro de


que tengamos unos minutos a solas. Hay algo de lo que necesito hablarte.
Tiene que ver con Noah. Ya ves, él...

—Hola, Baylor. —Noah tiró de la pernera del pantalón de Baylor para


llamar su atención.

—Hola, Bubba. ¿Qué pasa? —Baylor miró al joven e inmediatamente se


preocupó—. ¿Qué diabl… te pasó?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Eso es lo que quería hablar contigo, —dijo Hobie.

Baylor se agachó rápidamente y recogió a Noah en sus brazos. Llevaba


una amplia sonrisa y un ojo morado.

—Noah, ¿qué pasó? —Baylor estaba más que preocupada mientras


examinaba su moretón. Su preocupación por el chico no se perdió para Hobie.

—Bueno, —comentó Noah mientras gesticulaba salvajemente con las


manos—, Billy Crenshaw se acercó a mí y me dijo: «Dame tu dinero para la
leche o si no», y yo le dije: «¿O qué?», «O bien, te voy a pegar », dijo. Así que
simplemente dije lo que me dijiste. Le dije: «¡Olvídalo, rata bastarda, mi dinero
es para mi leche!» —Noah sonrió, Hobie arqueó una ceja y Baylor se encogió
ante el lenguaje que la joven había recogido de ella.

—¿Entonces qué pasó? —Baylor parecía casi asustada al oír la


respuesta.
233
—Entonces él me golpeó. Me caí, pero ¿sabes qué, Baylor?

Baylor entendiendo meneó la cabeza.

—Cuando me golpeó y me caí me dolió, pero no me dolió tanto como lo


esperaba. Así que me levanté de un salto y levanté los puños como me lo
mostraste, con los pulgares afuera, y le dije: «Todavía no estás recibiendo mi
dinero, rata bastarda». «Te golpeó de nuevo», y le dije: «Sólo intenta». Cuando
lo intentó, le pegué un puñetazo en la barriga, tal como me dijiste. Lloró como
un bebé. Ahí es cuando la maestra llamó a mamá. —Noah soltó una risita y
balanceó las piernas.

—Guau, yo... um... —Baylor podía sentir los ojos de Hobie clavados en
ella. No sabía qué decir. Había pensado que el matón retrocedería, dándole
tiempo para explicarle la situación a Hobie. Sin embargo, todavía no había
podido encontrar el coraje para abordar el tema, típico de Baylor.

—Noah, cariño, ¿por qué no me dejas hablar con Baylor a solas? ¿Sí?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bueno, —dijo mientras Baylor lo ponía en el suelo.

—Está bien, estoy esperando. —Hobie miró a Baylor.

—Está bien... um...

—Dime que hay una buena explicación para esto. Dime que tuviste una
buena y sólida razón para enseñar a mi hijo a golpear a alguien. Dime que sólo
estoy imaginando que era una cosa estúpida, temeraria, peligrosa que hiciste.
Por favor, Baylor, dame una respuesta inteligente a todo esto.

Baylor parecía aterrada. No era exactamente así como había imaginado


la noche.

—¿Baylor? —Preguntó Hobie.

—Yo... yo... oh, mierda. Estoy tratando de encontrar algo sólido para ti
aquí, Hobie, pero hombre. La verdad es que le enseñé algunas cosas, pero 234
sólo autodefensa, lo juro. Sinceramente, pensé que el matón retrocedería,
¿sabes? Oh, diablos, lo siento mucho.

—Disculpa aceptada.

Baylor levantó rápidamente la vista de sus zapatos. Con el fin de no


satisfacer la intensa mirada de Hobie, había elegido ese momento para
encontrar algo fascinante sobre ellos. —¿Acabas de aceptar mis disculpas?

—Sí.

—Bien. —Baylor miró a su alrededor—. Tu hermano está en algún lugar


para echarme la mierda, ¿verdad?

La risa de Hobie alivió algo las sospechas de Baylor. —¿Por qué


siempre eres tan paranoica?

—Normalmente tengo buenas razones.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bueno, lo digo en serio cuando digo que entiendo por qué ayudaste a
Noah como lo hiciste. Francamente, creo que debo darte las gracias.

—¿Agradecerme?

—Uh-huh. —Hobie asintió con la cabeza—. Lo admito, tuviste suerte que


no me encontré contigo esta tarde. Mi presión arterial era bastante alta cuando
estaba camino a casa de recoger a un niño con un ojo morado, especialmente
cuando ese chico dijo que fuiste tú quien le enseñó a luchar.

—Ahora, sobre eso... —comenzó a decir Baylor.

—No he terminado, —interrumpió Hobie—. Me sentí muy molesta, como


puedes imaginar.

—Eso es comprensible, —dijo Baylor—. Sé cómo puedes ponerte.

Su última respuesta fue un poco demasiado entusiasta. Hobie arqueó 235


una ceja.

—Lo siento, —dijo Baylor.

—Como dije, estaba bastante molesta. Cuando Noah me contó toda la


historia, le pregunté por qué te contó acerca de Billy Crenshaw en lugar de mí.
Dijo que sabía que lo comprenderías. Tomé eso como que él pensó que
entenderías lo que estaba pasando. Cuando lo pensé, me di cuenta que tenía
razón. Cualquier consejo que le hubiera dado no habría ayudado a un niño de
seis años contra un matón. Supongo que me preocupo tanto en asegurarme de
que Noah crezca para ser respetuoso con los demás y un chico agradable que
me olvidé del resto del mundo no siempre es tan agradable. —Hobie miró a
Baylor con la expresión que hizo que sus rodillas fueran débiles.

—Gracias por estar allí para él.

—No hay problema. —Baylor le dio a Hobie una media sonrisa.

—Te debo una.


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Baylor alzó una ceja y miró su pierna enyesada.

—De acuerdo, te debo mucho más que una, —dijo Hobie—. Ahora a
temas más agradables. ¿Cómo está Juliana disfrutando de la isla?

La sonrisa de Baylor y su expresión amable se evaporaron. —Um,


Jules... bueno... mira, Hobie... sobre ella...

Baylor tuvo una idea. ¿Qué pasaría si enfrentara sus temores y


admitiera a Hobie lo que sentía? ¿Hobie la rechazaría? Se preguntó si era
capaz. Por mucho que odiara admitirlo, Juliana había tenido razón acerca de
Sally. La pesadilla más grande en la vida de Baylor era el miedo a que se
burlaran de ella. No importaba si era una broma afable de los amigos. Lo temía
como si fuera su propio padre burlándose de ella. Sin embargo, si no le dijo
algo a Hobie ahora, podría perder la oportunidad.

—¿Qué pasa con ella? —Preguntó Hobie con una expresión confusa.
236
—Bueno, en realidad, es menos sobre Jules y más sobre mí... tú y yo.

—¿Tú y yo?

—Tú y yo. Creo... en realidad, me pregunto... —Baylor hizo una pausa


para lamer sus labios. De repente, su boca se había secado. Puedo hacer esto.
Puedo hacer esto. Puedo decirle que la amo. ¿La amo? ¿De dónde diablos
vino eso? ¿Qué pasó con “Quiero salir con ella”? ¿Ella me gusta? Vale, mierda,
vuelve a eso más tarde. Haz que salga contigo primero, idiota. Concéntrate,
Baylor, concéntrate.

—Hobie Lynn, —Baylor respiró hondo—. Me pregunto... yo-yo... Hobie,


¿quieres...?

—Bueno, si no es mi vieja amiga favorita y mi nueva amiga favorita.

Para Baylor, la voz de Juliana parecía un cubo de agua helada que le


caía sobre la cabeza. —¿Qué quieres? —Preguntó amargamente.
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—¿Interrumpí algo?

—Sí, —dijo Baylor.

—Bueno, puedo volver más tarde.

—Por supuesto que no, —dijo Hobie, recordando sus modales—. Le


estaba preguntando a Baylor sobre ti.

—Bueno, entonces definitivamente es mi día de suerte.

Baylor reconoció que Juliana tenía una sonrisa encantadora y parecía


saber exactamente qué decir a las mujeres. Ella solía ser así. Es decir, hasta
que Hobie apareció en su vida. Baylor miró a Hobie y notó su rostro enrojecido.
¡Genial, simplemente genial!

—Disculpa, necesito un trago, —dijo antes de precipitarse hacia el bar.


237
—Me pregunto qué le ha pasado, —dijo Juliana.

—También me pregunto. —Hobie la miró con anhelo—. Supongo que


ella estará de vuelta. —Volvió su atención a Juliana.

—Supongo que me da la oportunidad de conocerle un poco mejor.

—¿A mí? —Hobie se preguntó si los dientes blancos podían ser nada
más que coronas cuando se quedó hipnotizada por la encantadora sonrisa de
Juliana.

—Siempre quiero conocer mejor a las mujeres hermosas.

—Jules, ¿estás coqueteando conmigo?

—Si tienes que preguntar, debo hacerlo mal.

Hobie se rio de la respuesta honesta. —¿Tengo un cartel en la frente


que me señala como la única lesbiana en la ciudad o qué?
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Juliana tuvo que reírse. —No, pensé que me arriesgaría y, con un poco
de suerte, me sorprenderías gratamente. En realidad, esperaba poder llevarte a
un pequeño paseo por la playa.

—Mi respuesta puede sorprenderte, pero no estoy segura de lo


agradable que será para ti.

—¿Lo que significa?

—Quiero decir que soy gay, pero no estoy en el mercado para una
novia.

—Ya veo. ¿Ya estás comprometida?

—Um... en cierto sentido. —Hobie se estaba dando una patada a sí


misma por no decirle a Baylor que se había enamorado de ella. ¿Enamorada?
¿De dónde diablos vino eso? Como ella... te gusta, eso es todo. ¿No es así? 238
—Entonces debo haberme equivocado. Lo siento, Hobie. Es sólo que
cuando Baylor me dijo que tú y ella no eran más que amigas, supongo que
pensé que tenía una oportunidad.

Juliana se odiaba en ese momento. Por supuesto, todavía no estaba


segura acerca de Baylor y Hobie; había la posibilidad de que Baylor estuviera
diciendo la verdad y que la amistad era lo único que existía entre las dos. Vio
sus palabras estallar en los ojos verdes, que de repente se estrecharon.

—¿Solo amigas?

—Eso es lo que ella dijo. ¿Me equivoco? ¿Vosotras sois más qué
amigas? —Juliana sabía cuál sería la respuesta. Si alguna vez había visto a
una mujer sorprendida por la noción de que de repente estaba sola, era Hobie.

Hobie respiró profundamente. —Si Baylor dice que somos sólo amigas,
supongo que eso es lo que somos. ¿No dijiste algo sobre un paseo?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Juliana colocó una mano en la parte baja de la espalda de Hobie y se


volvió para acompañarla por los escalones de hormigón hacia la playa. Vio a
Baylor viniendo y le guiñó un ojo. La expresión devastada de Baylor le arrastró
dolorosamente el corazón. Querido Señor, por favor deja que Evelyn tenga
razón, o una amistad de treinta y cinco años se fue por la borda.

Baylor tamborileó los dedos impacientemente en la mesa. Había elegido


un lugar cerca del borde del patio para que pudiera saber cuándo Hobie y
Juliana regresaron. Cuando lo hicieron, parecían demasiado felices para su
gusto.

—¿Dónde diablos has estado? —Baylor estaba en su tercer vodka


gimlet, lo cual no hizo nada para suavizar su estado de ánimo.

—¿Perdón? —Preguntó Hobie indignada. Juliana dio un paso hacia


atrás mientras Hobie y Baylor se miraban lanzando dagas entre sí. 239
—¿Normalmente te vas y dejas a tu hijo? —Baylor pudo ver que Hobie
estaba tratando de controlar su temperamento. También sabía que su primer
instinto sería dejar a Baylor atacar con todo lo que tenía, pero había demasiada
gente alrededor. Hobie probablemente no tenía ganas de hacer una nueva
escena delante de toda la ciudad.

—Si te interesa, —dijo Hobie con voz controlada—, mi madre está


cuidando a Noah.

—Oh, —dijo Baylor, el viento aparentemente abandonó sus velas.

—Discúlpame, creo que necesito una bebida. Jules, ¿puedo conseguirte


algo? —Preguntó Hobie.

—Uh, no, gracias de todos modos.

Hobie empezó a marcharse, pero lo pensó mejor y se volvió hacia


Baylor. Se puso detrás de ella y se agachó. Baylor se estremeció al sentir las
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

manos de Hobie sobre sus hombros. Luego hubo una voz sexy susurrando en
su oído.

—Estoy un poco sorprendida de que te preocupes tanto por dónde voy y


por quién decido ver. —Hobie se levantó y dio un empujón a los hombros de
Baylor—. ¡Considerando el hecho de que somos sólo amigas! —Se volvió y se
alejó.

Baylor miró a Juliana, que se sentó a su lado, ignorando


deliberadamente su expresión. —Mierda, compañera, ella siempre está
enojada contigo. ¿La viste? Creo que tenía pequeñas volutas de humo saliendo
por sus oídos. —Se rio de la difícil situación de Baylor, luego se acercó y robó
un sorbo de su bebida.

—¡Dame eso! —Espetó Baylor—. Eres una rata bastarda. ¿Tenías que
decirle que dije eso? Maldita sea, Jules, ¿no sabes que me gusta esa chica? 240
—Oh, Dios mío, tiempo fuera. —Juliana agitó las manos—. ¡Hola! ¿Aún
estabas en la misma habitación cuando tuve esa conversación contigo antes?
¿Con quién diablos estaba hablando?

—¡Oh, no me jodas con esa mierda!

—No, definitivamente eras tú con quien tuve esa conversación. Le dije:


«¿Te gusta?», Y dijiste que te gustaba, pero no te gustaba, gustarte de verdad.
¿Te suena algo de esto?

—¡Oh, cállate! —Baylor terminó el resto de su bebida de un trago—.


Supongo que ya le pediste que se casara contigo.

—Lo haría si pensara que tenía una oportunidad de ella diciendo que sí.

—Parecía muy ansiosa por salir a la luz de la luna contigo.

—Bueno, tal vez fue mi considerable encanto.

Baylor resopló.
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—O tal vez fue el hecho de que ella estaba tan malditamente


sorprendida al oír que la mujer por la que realmente está interesada dijo que
eran “sólo amigas”. —Juliana utilizó sus dedos para hacer citas en el aire.

—¿Ella dijo eso?

—¿Qué?, ¿qué?

—Que ella tenía interés... Quiero decir, que estaba interesada en mí. Ya
sabes, de esa manera.

—No, ella no fue directa y lo dijo.

—Entonces, ¿cómo demonios sabes que eso era lo que estaba


pensando?

—He estado alrededor de suficientes mujeres en mi vida para poder


decir cuándo me está usando porque está enojada con la mujer que realmente 241
quiere. Sabes, ni siquiera creo que tengamos esta conversación. Tienes
cuarenta y dos años, Baylor, y estamos hablando de tu vida amorosa como si
todavía estuviéramos en la escuela primaria.

Baylor comió un cubito de hielo y continuó mirando a Juliana. —Como si


fueras una gran experta en mujeres. ¿Te recuerdo que tienes la misma edad y
también soltera?

—Sí, pero tengo una cita para mañana por la noche.

—Perra. ¿Todavía vas a salir con ella, sabiendo cómo me siento?

—Eh, ser una compañera comprensiva no va tan lejos, especialmente


cuando una mujer hermosa está involucrada.

—Supongo que sé dónde está nuestra amistad, —dijo Baylor, mirando a


otro lado.

—No vayas por ahí. Si no fuera tu amiga, no te diría que la única manera
de conseguir a esta chica sería ser honesta con ella.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Jesús Cristo. —Baylor apoyó su cabeza en sus manos—. ¿Cómo dejé


que esta situación se jodiera tanto?

—Baylor, dijiste una mala palabra. —Noah causalmente estaba en


camino hacia su mesa. Él se tapó con fuerza los oídos con las manos.

Juliana sonrió ante sus payasadas. Su amistosa sonrisa y sus gafas le


hicieron reconocer al instante como el hijo de Hobie.

—Hola, Bubba. Me atrapaste. Lo siento.

—Está bien.

Sólo hazme un favor. Asegúrate de no contarle eso a tu madre, ¿eh? —


Baylor levantó a Noah en su regazo y Juliana miró, aparentemente fascinada
por lo cómoda que apareció a su alrededor—.Tengo una especie de situación
delicada con ella esta noche. 242
—¿Por qué?

—No le dije exactamente a tu mamá la verdad sobre algo.

—Oh, —Noah sacó la voz—. Mamá dice que no uses malas palabras y
siempre seas honesto.

—Hasta ahora, vas súper bien, compañera. —Juliana se rio entre


dientes.

Baylor la fulminó con la mirada. —Noah, esta mujer con la boca muy
grande, su nombre es Juliana. Puedes llamarla Jules. Es mi mejor amiga en
todo el mundo. Aparte de ti, por supuesto. —Le hizo cosquillas a Noah, quien
se rio.

—Entonces, —continuó Baylor, mirando a Juliana—, ¿crees que debo


empezar a ser honesta, eh?

—Si.
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—Honestidad, ¿eh? Bien, ¿cómo es esto para empezar con honestidad?


Bubba, ¿sabes quién es tu padre?

Noah asintió con la cabeza. —Oh, Baylor, tengo que irme. Ahora están
dando pastel y helado. —Se apartó para salir del regazo de Baylor.

—Espera, un momento, Bubba. —Baylor cogió su brazo—. Noah, ¿quién


es tu papá?

—965-2338, —dijo el niño preocupado—. Tengo que irme ahora.

Baylor soltó el brazo de Noah y lo miró mientras se dirigía a la mesa de


postre.

—¿Qué demonios haces con eso?

—No lo sé. Oh, espera. —Juliana contó los dígitos con los dedos de una
mano—. Apuesto a que es el número de teléfono del tío. 243
—Mierda, nunca pensé en eso. Si no sabe el código de área, debe
significar que es local. Me pregunto...

—No me digas que estás pensando en hacer lo que creo que estas.

—¿Qué?

—Vas a llamar a ese número, ¿no?

—Tal vez. —Baylor giró lo que quedaba del hielo en su vaso.

—Déjalo ir. Si Hobie quiere decírtelo, lo hará. Una chica como Hobie no
se presenta en tu vida todos los días. Si tienes sentimientos por ella, es mejor
que te concentres en encontrar el coraje de decirle eso.

—Encuentro sumamente interesante que digas eso, teniendo en cuenta


que vas a tener una cita con ella mañana.

—Como dije, compañera, la manera de evitar que eso suceda es


decirle... esta noche. No es un caso de ti o de mí. Confía en mí esta vez. Sólo
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

soy una suplente. Si supiera que estabas en el juego, ni siquiera estaría


corriendo.

—Así que todo lo que tengo que hacer es salir y decirle.

—La primera cosa en la que trabajar sería tu forma de expresarlo.


—Juliana intentó no reírse de su amiga—. Si no puedes decir las palabras a ti
misma, ciertamente no vas a poder decirlas a ella.

—Está bien, está bien, estoy trabajando en ello. Creo que primero
necesito beber algo más. —Sin decir otra palabra, Baylor se levantó de un salto
y se dirigió al bar.

244
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 17

—¿Hobie?

—¿Qué pasa ahora? —Hobie se volvió hacia Baylor y dejó de respirar


por un momento. El cabello corto de BJ se sumergió en su rostro, cubriendo un
ojo. Se veía exactamente como en la noche en que las dos mujeres se
conocieron. Cualquier palabra dura que Hobie pudiera haber estado preparada
para decir sobre el comportamiento anterior de Baylor se desvaneció en su
lengua.

—¿Baylor? —Hobie sólo esperaba que el efecto en su voz no hubiera


245
sido audible.

—Sí. Um, tienes un segundo porque tengo algo... de-de la... de la...
mayor importancia de hablar contigo.

El cuerpo de Baylor se balanceaba ligeramente hacia adelante y hacia


atrás. Hobie se dio cuenta de que el encanto libertino que poseía Baylor se
debía a la misma influencia que su primera reunión. Baylor Warren estaba
borracha perdida.

—Algo importante, ¿eh? —Hobie se sintió deseosa de sonreír. Era tan


difícil estar enfadada con una mujer que parecía tan adorable.

—Sí, sí... importante, muy importante. De hecho, amenaza de vida,


—dijo Baylor.

Hobie finalmente sonrió, perturbada consigo misma por ello, pero sólo
ligeramente. Baylor era preciosa y encantadora. Tenía un corazón, incluso
cuando fingía no tenerlo, y había algo inocentemente infantil en su habilidad de
no ver nada más allá de la tarea que tenía delante. A pesar de estar tan
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

borracha que tuvo que aferrarse al respaldo de una silla para mantener su
cuerpo erguido, Baylor todavía tenía la habilidad de encantar a Hobie.

—Así que... —insistió Hobie.

—¿Y qué? —Baylor frunció el entrecejo.

—Según recuerdo, quieres decirme algo que amenaza la vida.

—¿Huh? Oh, sí. No, cambia la vida, no amenaza.

—Ya veo. —Hobie esperó de nuevo, pero Baylor la miró con una media
sonrisa—. ¿Y sería? —preguntó finalmente.

—¡Oh! Sí. Um, cariño... Hobie, ¡quiero decir, Hobie!

—¿Sí, Baylor? —Dos horas antes, cuando Baylor se había acercado por
última vez a ella, Hobie había querido coger un objeto pesado y plantarlo en el 246
cráneo de Baylor; ahora no estaba segura de cómo describir lo que sentía. Era
como si estar con Baylor de esta manera llevara a Hobie de nuevo a esa noche
en Chicago. La noche en que cada parte de ella le gritaba que fuera sensata,
pero en su lugar dijo “qué diablos” y permitió que Baylor la besara de todos
modos… y ese beso era algo que Hobie no cambiaría ni aunque le regalaran el
mundo.

Baylor se quitó el pelo de los ojos e intentó concentrarse en lo que


quería decir. —Hobie, yo... Hobie, ¿quieres...?

—Hobie Lynn, ¿podemos tener un momento de tu tiempo? —Preguntó


Peter Mason, el bibliotecario jefe. Agregó que quería la opinión de Hobie como
miembro del consejo con respecto a algunos de los fondos que habían
recogido esa noche.

—Claro, Peter, solo dame un minuto, —dijo Hobie. Por desgracia,


cuando se volvió para mirar a Baylor, estaba caída redonda en el suelo.

—Oh, Baylor, —dijo Hobie a la mujer inconsciente.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oye, compañera. Vamos, despierta. —Juliana le dio unas palmaditas


en la cara de Baylor unas cuantas veces más hasta que vio que estaba
despertando.

—¡Para con eso! —Baylor apartó la mano de Juliana.

—Está de vuelta a su personalidad irritable. —Juliana miró a Hobie.

—Supongo que eso significa que está bien, —dijo Hobie—. Baylor,
¿puedes ponerte de pie?

—Pensé que lo estaba, —dijo Baylor.

—De acuerdo entonces. —Juliana sacudió la cabeza con una risita—.


Hasta que reaccionas. Compañera.

Hobie miró a Baylor y la miró a los ojos antes de declarar que, mientras
estaba embriagada, no se había herido. 247
—Dios mío, pesas mucho, —dijo Juliana a Baylor, que se inclinó
pesadamente contra ella—. Mejor te llevo a casa.

—Aquí, déjame darte una mano. Hobie se movió hacia el otro lado de
Baylor y le pasó el brazo por la cintura. Salieron de la fiesta, Baylor en el medio
con los brazos alrededor de los hombros de Juliana y Hobie.

—Odio hacerte esto, —comenzó Juliana—, pero no estoy segura de


poder manejar sola, aquí Miss Moderación.

—No hay problema, —dijo Hobie—. Esa de ahí es mi camioneta. Todas


podemos caber en el asiento delantero.

Las piernas de Baylor tuvieron problemas para moverse a un ritmo


constante. Sus rodillas parecían convertirse en líquido a cada pocos pasos y el
yeso empeoró las cosas. Se balanceó entre sus dos copilotos hasta que se
encontraba casi colgada de Hobie.

—Hueles bien, —dijo con dificultad.


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—Gracias.

—Quiero decir que hueles realmente bien. ¿No huele bien, Jules?
—Baylor inclinó la cabeza hacia su vieja amiga.

—Un verdadero jardín de flores, —dijo Juliana.

—Hablo en serio. —Baylor miró a las dos mujeres con la expresión


infantil que sólo alguien que está bastante borracho puede tener—. Siempre
hueles tan bien.

—Muy bien, suficiente olor. Agacha tu cabeza y entra allí, —Hobie


ordenó con una sonrisa cuando llegaron a la camioneta.

Condujeron en silencio hasta que Baylor comenzó a empujar el codo de


Hobie.

—¿Qué? —Finalmente Hobie soltó exasperada. 248


—No me siento tan bien.

—Oh, no, no lo sabes, Baylor Warren. Si me vomitas, te juro que te


meteré en la caja de la camioneta.

Juliana se rio de la expresión de Baylor. —Hobie, será mejor que te


detengas.

Tan pronto como la camioneta se detuvo, Baylor tardó cinco segundos


en salir de la cabina y perder el contenido de su estómago. Una toallita húmeda
envasada y unas cuantas mentas más tarde, Baylor se acomodó en la
camioneta una vez más.

—Me siento mucho mejor. ¿A dónde vamos ahora? —Baylor pudo


haberse sentido mejor, pero siguió pronunciando mal sus palabras.

—Tengo una idea, —dijo Hobie.

—Guay.
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—¿Qué tal si os dejo en casa hasta que se te pase el efecto? Luego me


voy a casa y me acuesto.

—Eso no suena divertido en absoluto.

La risa de Hobie fue una sorpresa inesperada. —Sí, es la maldición de


ser buena. Sólo llámame Hobie “no divertida” Allen.

Baylor se apoyó en Hobie. —Tal vez eso es porque nadie te dio una
razón bastante buena para ser mala.

Hobie sintió que se le hacía un nudo en el estómago. Estaba agradecida


de que Juliana estuviera en el coche con ellas porque si hubieran estado solas,
sabía que se habría detenido y habría violado a la mujer a su lado. En su lugar,
respiró hondo y agarró el volante con más fuerza.

Finalmente llegaron a la casa de Evelyn. Juliana y Hobie ayudaron a 249


Baylor a entrar y la depositaron en el sofá.

Hobie tendió dos aspirinas y un vaso de agua para Baylor. —Tómalas,


pueden ayudar en la mañana.

Baylor tragó las píldoras con obediencia. —No te vayas todavía, Hobie,
—suplicó.

—¿Qué pasa? —Hobie se sentó en el sofá junto a la mujer ahora boca


abajo.

—Yo... todo esto comenzó porque tenía algo que decirte... algo muy
importante.

—Recuerdo. “Cambia la vida”. Creo que es la forma en que lo pones.

—Exacto, Exacto. Cambia la vida.

—¿Y sería?

Juliana se quedó en las sombras observándolas.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Huh? —Baylor parecía confundida.

—¿Qué querías decirme, Baylor? —Hobie enunció cuidadosamente


cada palabra.

—Oh sí. Quería decirte... —Baylor entrecerró los ojos—. Um... quería
decirte...

Hobie tenía miedo de oír lo que era, pero estaba más aterrorizada de
pensar que no sería lo que esperaba. No tenía el valor de salir y decirlo ella
misma. —¿Querías decirme algo importante?

—Sí. Hobie, yo... yo... maldita sea, no puedo recordar. —Baylor miró a
su alrededor como si algo pudiera mover su memoria.

Hobie se levantó. —Si te acuerdas, pega un grito, —añadió con una


sonrisa amable. ¿Cómo podía encontrar fallos a la incapacidad de Baylor de 250
hablar cuando ella misma no podía reunir el coraje para hablar abiertamente de
sus sentimientos? ¿Cómo podría Hobie tomar la oportunidad de abrir su
corazón cuando Baylor podría no tener eso en mente? Entonces, ¿qué tan
tonta se vería?

Agarró la manta del extremo del sofá. Baylor ya estaba dormida cuando
Hobie la cubrió con ella. Hobie estaba casi agradecida por eso. Le dio la
oportunidad de mirar a Baylor sin ser observada.

—Es mejor que me vaya. —Hobie apartó la mirada de la figura dormida.

—Déjame llevarte fuera, —dijo Juliana.

El aire que los rodeaba todavía se sentía húmedo mientras se


encontraban en el porche, acogiendo la ligera brisa que rozaba su piel.

—Agradezco tu ayuda para que Baylor llegue a casa.

—No pasa nada. —Hobie se volvió y sonrió—. No fue un gran problema.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tenía una buena razón para emborracharse como lo hizo. ¿Quieres


saber por qué? —Juliana inclinó la cabeza y miró a Hobie.

—No. No, no me lo digas. —Hobie bajó la cabeza para ocultar un


repentino rubor—. Me gustaría usar mi imaginación sobre qué iba a decirme.

—Hobie, si quieres cambiar de opinión sobre mañana...

—No, —dijo suavemente—. No lo haría. Sólo espero que no te


decepciones demasiado.

—¿En qué… es la segunda opción? No, he sido amiga de Baylor por


tanto tiempo que estoy acostumbrada a perder con ella.

—Mira, somos...

—Querido Dios, si dices “sólo amigas” voy a gritar. —Juliana se sentó


contra la barandilla del porche—. Hobie, no estoy buscando nada mágico que 251
suceda entre nosotras. Hace mucho tiempo que no he estado con una mujer
hermosa e inteligente... una mujer agradable. Simplemente estoy deseando ver
esa maravillosa sonrisa al otro lado de la mesa frente a mí mañana, nada más,
sin ataduras.

Hobie negó con la cabeza. Hizo una pausa para empujar sus gafas.
—Entre tú y Baylor, te juro que tenéis más encanto de lo que dos mujeres
deberían tener. Creo que una velada contigo suena divertido, Jules. Gracias
por preguntarme. ¿Crees que Baylor será capaz de manejar una cita mientras
eres una invitada?

Juliana rio como si esa pregunta fuera una broma interior. —No creo que
le importara tanto sí fuera a salir con alguien que no fueras tú. No, confío
plenamente que la parte superior de su cabeza se desvanezca. Sabes, hace
mucho tiempo que a Baylor no le importaba nadie que la pusiera nerviosa. De
hecho, nunca recuerdo que sea tan malo. —Le dio a Hobie una sonrisa
diabólica—. Creo que será bueno para ella.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Nos vemos mañana entonces. —Hobie se giró para irse—. ¿Qué


dicen de las seis?

—Suena bien. Baylor todavía no lo sabe, pero planeo usar su Jag.

—No quiero estar cerca en esa pelea, —dijo Hobie mientras se alejaba.
Ella se despidió y se preguntó por la millonésima vez esa noche por qué estaba
saliendo en una cita con la mejor amiga de la mujer con la que realmente
quería salir.

Mañana debería ser un día interesante, pensó Hobie.

252
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 18

—Hobie... Hobie, —Baylor murmuró en mitad de su sueño. Había estado


soñando que ella y Hobie estaban compartiendo un beso. El beso le pareció
familiar, pero incluso en su estado de sueño, Baylor sabía que nunca antes
había besado a Hobie y no tenía ni idea de por qué lo recordaba. Se despertó
de su sueño un poco más e inmediatamente sintió el dolor de la indulgencia de
la tarde anterior. Apenas entrecerrando los ojos, encontró la fuente de los
besos húmedos.

—¡Arturo, déjame! —Baylor empujó la bola blanca de pelusa, pero lo


tomó como una invitación para jugar—. Detente, Chorro. ¡Oye, deja de masticar 253
mi oreja!

Baylor necesitó algo de tiempo esa mañana para motivarse lo suficiente


como para moverse. Llegó a la cocina, encendió la cafetera y se sentó a la
mesa. Apoyó su cabeza en la madera lisa, que se sentía fresca contra su
mejilla. Así fue como Juliana la encontró.

—¡Buenos días, mañana de gloria! Oye, ¿vamos al Cove para el


desayuno? Podría comerme unos huevos y un tocino grasiento. —Juliana echó
dos tazas de café mientras hablaba.

—Come mierda y muere. —Baylor gimió sin levantar la cabeza de la


mesa.

—Déjame arreglarte con mi patentada cura para la resaca. Tiene huevos


crudos.

—Tanti tiene una pistola y no tengo miedo de usarla.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Juliana rio, pero mantuvo la voz baja. Extendió la mano y acarició la


parte superior de la cabeza de su amiga. —Aquí, esto puede ayudar,
compañera. —Puso la taza de café en la mesa delante de Baylor.

Baylor tomó un sorbo del brebaje humeante y masajeó su sien con su


mano libre.

—¿Cuántos gimlets tuviste anoche?

—Creo que perdí la cuenta en diez. ¿Cómo he llegado como una cuba?
Dime que no hice nada para molestar a Hobie.

—Um, bueno...

—Oh no. ¿Qué hice?

—Veamos. Acorralaste a Hobie y seguías diciéndole que tenías algo que


decirle que cambiaría su vida. Entonces te desmayaste según ella. Me ayudó a 254
traerte a casa. Vomitaste, no en ella, afortunadamente, coqueteaste
descaradamente con ella en la camioneta, y eso es todo.

—¿Qué le dije?

—¿Que estás enamorada de ella? No, cuando llegamos a casa, no


podías recordar qué era lo querías decirle. —Interpretó fácilmente la mirada
asustada en la cara de Baylor—. Y, sí, me dijiste que te preocupabas por ella.

—Bueno, debí de estar borracha. Dios, ella debe odiarme.

—Por sorprendente que parezca, creo que ella todavía piensa que eres
bastante linda. Maldita sea si sé por qué.

La cabeza de Baylor surgió. —¿Linda? ¿Eran sus palabras exactas?


Quiero decir ¿ella realmente dijo que yo era linda?

—¿Podemos decir patética? —Juliana se rio entre dientes.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Cállate. Si no salió y te dijo que le gustaba, entonces ¿cómo lo sabes


con seguridad?

—Confía en mí. He perdido suficientes novias para que sepa lo que


parece cuando he sido relegada a un estatus alternativo.

—¿De verdad? —Preguntó Baylor con una pequeña sonrisa.

Juliana fulminó con la mirada. —Apreciaría un poco menos entusiasmo


en ese comentario.

—Lo siento, —dijo Baylor—. ¿Quiero decir... de verdad? —Añadió con


una expresión sombría y un tono bajo.

—Eso está mejor.

—Así que al menos no la avergoncé demasiado, ¿eh?


255
—No he dicho eso. Dije que creo que le gustas y que no la molestaste.

—¿Qué diablos se supone que significa eso?

—Significa que te avergonzaste como el infierno frente a ella. ¿No


recuerdas el baile?

—¿Baile? ¿Baile? —Baylor murmuró las palabras en voz baja—. Oh,


mierda. —Miró a Juliana, sus ojos se abrieron.

—Veo que todo vuelve a ti.

—No todo. Refresca mi memoria.

—Está bien, vamos a ver. No es que quiera hacer una escucha a


escondidas.

—Oh, naturalmente.

—Bueno, creo que empezó cuando te acercaste a la mesa en la que


estaba sentada...
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Hola. —Baylor se acercó a la mesa de Hobie. Estaba bien en su


camino hacia la felicidad embriagada.

—Hola, Baylor.

—Oye, Bubba. Hola, —dijo Baylor lentamente mientras intentaba llamar


la atención de Hobie.

—Hola, Baylor, —dijo Hobie al fin.

—¿Me concedes éste baile?

—¿Estás loca?

—¿Qué? ¿Qué dije?

—Las mujeres no bailan juntas en Ana Lia, —dijo Hobie.

—Las viejas lesbianas lo hacen. —Baylor señaló a Katherine y Helen 256


mientras se movían juntas en la pista de baile.

—Son hermanas.

—No creo que alguien realmente crea eso, ¿verdad? Vamos, vamos a
bailar.

—Vete.

—Vamos, podríamos ser también hermanas. —Baylor sonrió.

Hobie sacudió la cabeza e intentó no sonreír. —De alguna manera, no


creo que el parecido familiar esté ahí.

—Claro que lo está. Somos gemelas prácticamente idénticas. —Baylor


se dejó caer sobre una rodilla y rodeó el hombro de Hobie con un brazo—.
Bubba, ¿qué te parece? Tu mamá y yo nos parecemos, ¿no?

—Oh, para, —ordenó Hobie.

—Um... —Noah empujó sus gafas hacia arriba.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor ofreció una amplia sonrisa burlona y asintió con la cabeza para
que Noah lo viera. —Vamos, Bubba, ¿qué te parece? —De nuevo, ella asintió.

—Sí, —respondió el joven y luego se echó a reír.

—Mira, —dijo Baylor mientras se volvía hacia Hobie.

—Mi propio hijo, muchas gracias.

—Oye, mi hombre aquí sólo dice lo que ve. Así que vamos a bailar.

Hobie observó cómo Baylor usaba su bastón para ponerse de pie. —Hay
algo seriamente mal contigo. Lo sabes, ¿verdad?

—¿Qué? Apuesto a que muchas chicas aquí bailarían conmigo si se lo


pidiera.

—Bueno, por supuesto. —Hobie sonrió y abrió los brazos—. No permitas 257
que interrumpa a una maestra en el trabajo.

—Muy bien, sabelotodo. —Baylor se volvió hacia las mesas que


rodeaban el área de baile—. Ella piensa que no puedo conseguir una
compañera de baile, —se dijo a sí misma mientras buscaba el área. Notó que
allí no había muchas mujeres que no estaban cobrando la jubilación. Miró a
Hobie, que estaba sentada allí con una sonrisa de satisfacción.

—De acuerdo, así que las opciones son un poco escasas. Apuesto a
que incluso las ancianas bailarán conmigo. —Vio una cara familiar—. Señora.
Emberly...

—Oh, Dios. —Hobie gimió.

—Señora. Emberly, ¿le molestaría bailar conmigo?

—Por qué no, querida. Aunque eres bastante alta y pareces un poco
incapacitada con esa pierna.

Baylor se volvió y se acercó a Hobie. —Ves, —dijo con aire de triunfo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Eso es porque ella no sabe que eres gay.

Baylor giró sobre un talón. —Señora. Emberly…

—¡Ni siquiera lo pienses, Baylor Warren!

—Señora. Emberly, soy gay. ¿Afectaría eso a su decisión de bailar


conmigo?

—Por qué no, querida. Me encanta ver a las mujeres jóvenes felices.

—Um, no es realmente ese tipo de... no importa. —Baylor renunció


cuando vio a Hobie riendo—. Muchas gracias de todas formas, señora
Emberly.

—Ten un poco de compasión y deja de reír tan fuerte. —Una Baylor


desanimada se sentó junto a Hobie—. Un baile y te prometo que te dejaré sola
durante el resto de la noche. 258
—Sería muy afortunada. —Ay, eso duele. Bueno, supongo que tendré
que contarle a unas cuantas más de las ancianas que soy gay e intentar
conseguir un baile de ellas. —Baylor hizo como si se levantara, pero dudó lo
suficiente para escuchar la respuesta apresurada de Hobie.

—¡No te atrevas! —Hobie señaló con un dedo a Baylor—. Un baile,


entonces te comportas. ¿Verdad?

—Palabra de Scout. —Baylor dibujó una cruz contra su pecho.

—¿Por qué dudo que hayas ido alguna vez a Girl Scouts? —Hobie
inmediatamente se arrepintió de su elección de palabras. Esperaba con una
mueca que Baylor comentara de alguna manera lasciva.

—¿Qué estás mirando? —Preguntó Baylor.

—Esperaba que respondieras con una especie de indecencia sobre lo


que dije.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor sonrió. —Hmm.

—¿Qué?

Baylor se acercó a Hobie, que ahora estaba a su lado. —Oh, nada, sólo
me preguntaba.

—¿Preguntarte qué?

—Me pregunto si es el sexo en lo que siempre estás pensando o si soy


yo quién siempre estás en tu mente. —Baylor susurró las últimas palabras
contra el oído de Hobie. Puso una sonrisa arrogante cuando vio que la piel de
gallina se alzaba sobre la piel de Hobie.

—Te sugiero que te preocupes un poco menos de lo que tengo en mi


mente.

—No seas así, —bromeó Baylor—. Aunque eres un poco linda cuando te 259
enojas. Vamos, ¿qué hay de ese baile?

—Tengo una idea.

Baylor sabía que había cruzado una línea por el modo en que miraba
Hobie. —¿Sí?

—¿Por qué no vas a preguntar a una de tus amigas Girl Scouts? Mejor
aún, ve a pedir a la señora Emberly que baile contigo. —Hobie se volvió, tomó
la mano de Noah y se alejó, dejando a Baylor sin habla y sin necesidad de otra
bebida.

—Oh Dios, —Baylor gimió—. ¿Por qué me vuelvo tan idiota cuando
bebo?

—¿Sólo cuando bebes?

—Y se supone que eres mi mejor amiga.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Juliana se rio entre dientes. —Compañera, la forma en que vas, soy tu


única amiga.

—Mi vida ha terminado. —Baylor dejó caer su cabeza contra la mesa


una vez más.

Juliana había estado pensando exactamente, pero en lo que respecta a


sí misma. Sobre todo porque sabía que en muy poco tiempo, tendría que
recordarle a Baylor que iba a salir con su chica.

—No hagas esto, Baylor. Dijiste esta mañana que podrías manejar esto.

—¡Mentí! Tú, de todas las personas, debes saber lo que soy una
mentirosa compulsiva.

Juliana y Baylor se enfrentaron. Baylor era unos buenos ocho


centímetros más alta, pero Juliana se mantuvo firme. Sabía que su mejor 260
amiga nunca le haría realmente daño, aunque no habría podido decirlo ahora
por la mirada ardiente dirigida a ella.

—¿Quieres que me quede en casa? —Preguntó Juliana.

—Sí.

—Entonces dile.

Pasó un momento de silencio mientras se miraban.

—Sólo necesito un poco más de tiempo.

—¿Para qué? ¿Así puedes volver a emborracharte y arrojarte encima


esta vez?

—El momento tiene que ser el adecuado.

—A menos que el momento se convierta en adecuado en los próximos


cinco minutos, dame las llaves porque voy a salir a cenar con ella.

—Eres mala, ¿sabes eso?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Jesucristo, Baylor, me estás volviendo loca! Estoy cansada de


consentirte a través de esto. O actúa como un adulto o apártate.

—Bien, muy bien, pero voy a ir allá contigo. Trata de ir a una cita en ese
zoo—móvil que ella conduce.

—Puedes ser tan idiota a veces, —dijo Juliana exasperada—. Bien,


vamos.

Juliana se centró en el camino durante el corto viaje a la casa de Hobie.


Las mujeres se decían poco y Juliana esperaba que todo valiera la pena. Antes
había hecho una rápida llamada telefónica a Evelyn, mientras Baylor estaba en
la ducha. Evelyn le había dicho a Juliana que aunque Baylor y su amistad
parecían estar sufriendo mucho, Juliana debía hacer exactamente lo que había
estado haciendo. Sin embargo, era difícil no le gustaba ver herida a su amiga.
Aun así, había otra parte de ella que tenía que luchar para no patear a Baylor 261
en la cabeza por su comportamiento infantil.

Cuando se detuvieron frente a la casa, encontraron a Noah jugando en


el jardín delantero.

—¡Baylor! —Corrió hacia Baylor y se zambulló en sus brazos—.


¿También tú y yo vamos a salir en una cita?

Baylor se rio a pesar de sí misma. Noah tenía una manera de sacarla de


su desanimo con su entusiasmo contagioso por la vida. —No sé nada sobre
eso, Bubba. ¿Dónde está tu mamá?

—Se está vistiendo. Hola, Jules.

—Hola, Noah.

Noah le mostró a Juliana su nueva bicicleta y le explicó que planeaba


retirar las ruedas de entrenamiento tan pronto como pudiera montarla en dos
ruedas. Juliana prestó mucha atención mientras la llevaba por el patio. Explicó
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

todos sus juguetes favoritos y lugares de juego. Ella sonrió mientras hablaba de
Baylor y de lo buenas amigas que eran.

Baylor, mientras tanto, aprovechó la oportunidad para deslizarse dentro


de la casa. Lo único que quería era unos momentos a solas con Hobie.

Tal vez en ese momento, podría encontrar una manera de abrirse a ella.
No había nadie en la casa de invitados de tamaño mediano, pero Baylor oyó
una voz familiar que provenía de la parte de atrás. Silenciosamente se dirigió
hacia allí y escuchó afuera de la puerta.

—Definitivamente no es este vestido. Parezco que estoy pidiendo algo,


—Hobie dijo a su reflexión. Era el tercer traje que había probado en la última
media hora.

Parte de Hobie abordó la noche con inquietud, sobre todo porque


deseaba que hubiera sido Baylor quien la había pedido salir. El hecho
262
desalentador era que Hobie estaba enamorándose un poco más de Baylor
cada día, y Baylor aún no había mostrado ningún interés real en Hobie. ¿Por
qué no dice nada? Sí, claro, como si fueras mucho mejor. Pero, ¿y si ella no
siente lo mismo? La única conclusión era que Baylor no estaba interesado en
Hobie, por lo menos no cualquier cosa a largo plazo.

La otra mitad de Hobie estaba realmente ansiosa por salir esta noche.
Había pasado mucho tiempo desde que se había sentado frente a una mujer
inteligente, especialmente una que se veía tan bien como Juliana Ross. Ella
era todo lo que cualquier mujer podría desear en una compañera potencial. A
juicio de Hobie, sólo había una cosa equivocada con Juliana. Ella no era
Baylor.

Hobie finalmente se decidió por una camiseta verde pálido y pantalones


de color crema con una chaqueta para llevar dentro del restaurante.
Casualmente tiró la chaqueta por encima de un hombro y abrió la puerta del
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

dormitorio, casi gritando mientras Baylor caía por la puerta de su dormitorio. —


¿Qué diablos?

—Hola. —Baylor sacudió sus dedos de su posición boca abajo—.


Apuesto a que te estás preguntando por qué estoy aquí.

—¡Lo que me pregunto es cómo puedo dispararte por allanamiento y no


ir a la cárcel!

—Está bien, estás enojada, puedo entender cómo verme fuera de la


puerta de tu dormitorio podría hacer eso. —Baylor parecía estar luchando por
una forma de salir del desastre en el que se encontraba ahora.

Hobie respiró hondo y cerró los ojos. ¿Cómo la mujer con la que tenía
tantos sentimientos buenos siempre la hacía enojarse lo suficiente como para
querer infligirle daño corporal?
263
—Voy a fingir que hay una buena razón para esto. —Hobie tomó otra
respiración y abrió sus ojos—. No puedo hablar contigo mientras estás ahí
tirada. Levántate.

Baylor levantó una mano y Hobie cruzó los brazos sobre el pecho. —De
acuerdo, puedo ver que todavía estamos un poquito enojada, —dijo Baylor
mientras se levantaba—. Mira, Hobie, esto va a necesitar un poco de fe de tu
parte…

—No quiero oírlo.

—De acuerdo, sólo un poco más de fe que eso.

—Dios Todopoderoso, Baylor, ya no sé qué hacer contigo.

—Lo siento, y si me conocieras tan bien como Jules, sabrías que no me


disculpo con nadie.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

El enojo de Hobie se desvaneció tan rápido como había aparecido. La


expresión de la cara de Baylor era única. Hobie tenía miedo de que estuviera a
punto de llorar.

—Está bien, —dijo apresuradamente—. Quiero decir que no hay daño


real hecho, ¿verdad? —Se sorprendió y de repente se preguntó por qué estaba
siendo tan indulgente—. Mira, ¿qué estás haciendo aquí de todos modos?

—Oh, um, es una noche tan agradable que pensé ir a dar un paseo,
hacer algo de ejercicio. Jules me dio un paseo. Está en el patio con Noah.

—Oh. —Hobie casi había esperado que fuera por una razón más
personal—. ¿Te, um, has acordado de lo que querías decirme anoche?
—Preguntó mientras movía los pies nerviosamente.

—Yo... —Baylor tragó con tanta fuerza que emitió un sonido audible—.
¿Recuerdo? Uh, bueno, es como un... —Su boca parecía el Sahara, tenía
264
dolores en el pecho, y tenía el deseo abrumador de vomitar. Levantó la mano
para pasarse los dedos por el pelo, pero su mano temblaba tanto que se metió
en el bolsillo.

—¿Te acuerdas? —Preguntó Hobie.

Baylor se concentró en respirar y respirar. Estaba absolutamente segura


de que si no se concentraba en ese acto particular, se desmayaría. Podía sentir
la habitación encogiéndose mientras Hobie esperaba una respuesta.
Finalmente, miró los claros ojos verdes de Hobie y se dio cuenta de que si el
resto de su vida debía tener algún sentido, tenía que hacer de tripas corazón, y
decir las palabras.

—Hobie, yo... yo no recuerdo.

—Te ves bonita, mamá. —Noah entró corriendo en la casa, seguido por
Juliana.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Secundo eso, —añadió Juliana—. Me preguntaba a dónde te habías


metido, —susurró a Baylor. Podía decir por sus expresiones que Baylor no le
había dicho a Hobie—. Supongo que será mejor que nos vayamos, ¿eh?

—Supongo que sí. —Hobie dirigió una mirada anhelante a la de Baylor.

Baylor, idiota desorientada, tú, Juliana pensó en silencio. Lo siento,


compañera pero vas a pagar por tu silencio esta vez.

—Vamos, podemos encaminar a Noah hasta la casa de mi mamá


cuando salgamos, —dijo Hobie.

Las tres mujeres tenían un paseo corto pero silencioso a la casa


principal. Si hubieran estado al tanto de los pensamientos de cada una, habría
sido bastante iluminador, considerando que todas pensaban lo mismo.

—¿Qué demonios? —Hobie sacó una nota que parecía haber sido 265
apresuradamente clavada en la puerta trasera—. ¡Genial! —Agitó la nota en
Juliana—. Mamá tuvo que salir corriendo. Todo lo que dice es “vuelvo pronto”.

—¡No te preocupes! —Dijo Noah—. ¿Significa eso que Baylor puede


quedarse conmigo?

Hobie y Juliana intercambiaron una mirada. Se volvieron lentamente


para mirar a Baylor.

Las uñas cortas de Baylor se clavaron en las palmas de las manos


mientras cerraba sus puños dentro de sus bolsillos.

—Sé que es una imposición enorme... —Hobie dejó la pregunta sin


contestar.

Baylor abrió la boca para volver con una respuesta inteligente cuando
miró a Noah. El rostro del muchacho irradiaba emoción. Él empujó
distraídamente sus gafas y saltó de pie a otro en anticipación. Baylor no veía
cómo podía soportar poner una mirada de decepción allí. —Bueno, ¿qué dices,
Bubba? Pizza de Mama Lia’s para la cena?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Vale! —Noah bombeó un puño en el aire.

Después de instalar a Noah y Baylor en la casa de invitados, Hobie y


Juliana se dispusieron a marcharse. Baylor continuó fingiendo que no
importaba. Después de todo, era su culpa. La realidad de ello era que estaba
enojada y abatida. Esbozó una falsa sonrisa en su rostro.

—Sabes mi número de teléfono móvil. Mamá debe estar en casa en


cualquier momento, así que no te sientas obligada a quedarte. Gracias, Baylor.
—Hobie apretó suavemente su mano—. Es una buena cosa que estás
haciendo.

Baylor sonrió. No podía creer lo que iba a decir. —Espero que lo pasen
bien.

Juliana golpeó el hombro de su amiga y le estrechó la mano. —Gracias


compañera. Te traeré una bolsita con las sobras.
266
La sonrisa de Baylor se convirtió en una sonrisita. Bajó la voz para que
sólo Juliana pudiera escuchar sus palabras. —Tú, por otra parte, espero que te
ahogues con un pedazo muy grande de comida.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 19

—Así que estuve en un esquí y cruzando la línea de meta. Fue un


milagro que no rompiera todos los huesos de mi cuerpo. —Hobie no podía
creer que estuviera contando la historia, pero Juliana tenía una manera tan fácil
de entender que las palabras parecían derramarse—. He estado
monopolizando toda la conversación de la cena. Lo siento. Puedo hablar
bastante, pero ha pasado mucho tiempo desde que alguien quería escuchar
estas historias. Por lo general, tengo que conocer a alguien durante bastante
tiempo antes de que oigan estas cosas.

—Me has mantenido en el borde de mi asiento. —Juliana sonrió, 267


sabiendo cómo afectaba a las mujeres. Dientes blancos perfectos fueron
enmarcados por labios rosados impecables. Había soportado cinco años de
servidumbre ortodóntica como un adolescente para obtener esa sonrisa
excepcional. Lo curioso era que Hobie no parecía particularmente afectada por
ella. Ella sonrió, rio, habló, y generalmente disfrutó, pero Juliana notó que no
había tensión sexual entre ellas. Sentía que su gran noche tenía toda la
atmósfera de una cita a ciegas con su hermana. La parte buena era que a
Juliana le gustaba su hermana y siempre se lo pasaron muy bien cuando
salían—. Vi la foto en tu chimenea, la que llevas sosteniendo ese trofeo. Me
preguntaba cómo una adolescente que apenas podía soportar esos esquís
acuáticos ganó el primer premio.

—Bueno, ahora sabes que era un veinte por ciento de habilidad, un


treinta por ciento de suerte y un cincuenta por ciento de absoluta
determinación. —Hobie se rio.

—Estoy apostando que la determinación es algo que siempre has tenido


y que te sirve bien.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie se sonrojó y bajó la cabeza. No esperaba que Juliana pudiera


leerla tan bien. —Eres una agente literaria, ¿verdad?

—Sí. ¿Por qué preguntas?

—Creo que te perdiste tu vocación como terapeuta. Normalmente no


suelo conversar sobre mi pasado o sobre mí misma, sin embargo, me tienes
hablando de cosas que no he contado nunca a nadie.

Juliana sonrió con una sonrisa casi astuta. —Es por eso que soy una
agente excepcional. En realidad, se necesita un cierto tipo de persona para
manejar el gran ego de un escritor o cualquier persona que actúa, para el caso.
Ellos ponen todo lo que tienen dentro de sí mismos ante el mundo. La mayoría
de la gente no tiene idea de lo que sucede. Piensan que Grisham y King no
pasan por eso ya cuando sacan un libro nuevo. La verdad es que reciben
ataques de paranoia y dudas sobre su talento, o su último esfuerzo, aún más 268
que un nuevo novelista. “¿Es tan bueno como el último? ¿Hará tanto dinero?
¿Todavía estaré en la cima?” La lista de sus temores sigue y sigue.

Juliana hizo una pausa para tomar un sorbo de vino. —Los escritores
tienen que hablar con alguien acerca de todo esto, y no mucha gente sabe qué
decir para hablar. Los miembros de la familia lo intentan, pero a menos que
sean escritores, no pueden empatizar. Un escritor, posiblemente no puede ir a
amigos u otros autores, eso sería como admitir debilidad. Así que a las tres de
la mañana cuando el resto del mundo está dormido, llaman a la persona que
los entiende. La persona que puede acariciar su ego, les hace sentir como si
pudieran caminar sobre el agua. Llaman a su agente.

Juliana les sirvió otra copa de Tullio Zamo Pinot Bianco del 9548. —Así
que ya ves, en cierto modo, creo que soy terapeuta. Mis autores me dicen las
cosas que ni siquiera pueden decirle a sus psiquiatras.

48
Vino blanco italiano de la región Friuli-Venecia Julia.
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—Eso es absolutamente increíble. No tenía ni idea. Cariño, deberías


escribir un libro.

Juliana abrió la boca para una réplica rápida, pero vio la sonrisa burlona
de Hobie. —Muy gracioso... escribir un libro.

—Gracias, pensé que a mí me pareció bastante bueno. Al menos ahora


sé por qué me encuentro derramándote mis tripas.

—Es mi maldición, supongo. Además, conozco tu tipo.

—¿Mi tipo? ¿Que se supone que significa eso?

—Sólo que entiendo un poco sobre la gente y la naturaleza humana. Sé


cuando alguien no es el tipo de abrir por su propia iniciativa, por lo que suelo
utilizar algunos trucos y técnicas para conseguir que empiecen a hablar.

—¿Oh, en serio? ¿Y qué trucos jugaste conmigo? 269


—No estás enfadada por eso, ¿verdad?

—No lo sé. —Hobie se recostó en su silla—. ¿Por qué no me dices lo


que hiciste primero y te lo haré saber?

—No es un juego mental Jedi49 ni nada. —Juliana se rio—. No te gusta


dar información personal sobre ti. En realidad, eres un libro de texto.
Simplemente creé el tipo de ambiente en el que te sentías lo suficientemente
segura para hablar. Nada extravagante.

—Pero ¿cómo lo supiste?

—A veces es sólo un presentimiento que tengo sobre la gente. Pensé


que eras alguien que ama a la gente. Eres generosa y dadivosa. Ocho veces
de cada diez es porque alejas la atención de ti. Te gusta ser perfil bajo.
Prefieres ser un diente en la rueda que sobresalir. Nunca llenar cuestionarios o

49
En la saga Star Wars, los Jedis controlaban la mente de las personas utilizando la Fuerza, una energía intangible
que usaban para multitud de cosas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

responder a los e-mails molestos donde los amigos quieren saber todas sus
cosas favoritas, tus gustos y disgustos. Sientes que vas a regalar tu poder si la
gente sabe demasiado sobre ti. Tal vez en algún momento, alguien cercano a ti
podría haberte lastimado porque te abriste completamente. Estás decidida a no
cometer el mismo error dos veces. Y por último. pero no menos importante, tus
libros favoritos son 1984 de George Orwell, La Trilogía Cósmica de C.S. Lewis
y Mujercitas de Alcott.

—Has olvidado Matar a un ruiseñor, —añadió Hobie—. Señor, creo que


será mejor que me des tu chaqueta.

—¿Tienes frio? —Juliana empezó a levantarse de su asiento.

—No, pero me siento claramente desnuda.

Juliana se sentó de nuevo. —Touché.


270
—¿A quién le cuentas tus secretos? ¿Quién escucha al oyente?

—Hmm, buena pregunta. Baylor, supongo. Ella es la que escucha toda


mi locura.

Hobie vio la oportunidad y cuidadosamente lanzó el anzuelo. —¿Os


conocéis Baylor y tú por mucho tiempo?

—Nos conocimos de niñas. —La voz de Juliana parecía tensa, lo cual no


pasó desapercibido para Hobie.

—Lo siento, ¿te sientes incómoda hablando de esto?

Juliana sonrió. —No hay disculpas necesarias. Lo siento si parecía


abrupta. Supongo que me siento un poco extraña hablando contigo de Baylor.

—¿Extraña... por mí? —Balbuceó Hobie—. Oh Dios. ¿Qué te dijo


Baylor? Tal vez te advirtió acerca de darme información personal. ¿Y si Baylor
puso a Jules para pedirme salir sólo para perderme de vista? ¿He sido una
plaga? Espera un momento, Hob. Baylor es la que siempre está pisándote los
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

talones cada vez que das la vuelta. Es como si estuviera siguiéndote. No te


pongas paranoica aquí.

—¿Hola? —Juliana trató de hacer contacto visual con Hobie. No quería


admitir que estaba un poco preocupada por su expresión pétrea.

—Caray, lo siento. Estaba en otro código postal por un minuto.

—Más como en otra zona horaria es más claro. —Juliana se rio.

—Lo siento. ¿Dónde estábamos?

—Creo que me ibas a contar tu trabajo.

Hobie levantó una ceja. Juliana sintió que su corazón se contraía


ligeramente. Era una reproducción exacta del movimiento característico de
Baylor, y cuando Baylor lo usó, nunca fue una buena cosa.
271
—No, —dijo Hobie lentamente—. Estabas a punto de decirme por qué te
sientes incómoda hablándome de Baylor. —No estaba segura de lo que estaba
pasando, pero era evidente que había hecho algo para sacudir la actitud de
Juliana, normalmente imperturbable.

—¿Estaba? —Juliana se esforzó por recordar cómo la conversación


había ido tan mal. Hace un momento, la había tenido muy bien controlada, y
ahora Hobie se había hecho cargo. No le había dado suficiente crédito a Hobie.
Evelyn había sido explícita en sus instrucciones, diciéndole a Juliana que no
interfiriera directamente cuando se trataba de Hobie y Baylor. Juliana se
acordaba de reír cuando había dicho que la manipulación estaba bien, pero en
realidad hablar de la relación con cualquiera de las dos mujeres era algo malo.

Juliana desabrochó el botón superior de su blusa. De repente tenía calor


dentro del restaurante. —Bien...

Hobie decidió poner fin a sus propias dudas. Lo que Baylor Warren
sentía por ella, Juliana era una apuesta segura que sabía lo que era. Llegó al
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

otro lado de la mesa y cubrió la mano de Juliana con la suya. —Jules, dime
algo sobre Baylor. Algo que tal vez ella mantiene oculto.

—Um... ¿no le gustan los guisantes?

Tal vez fue la tensión nerviosa o tal vez Juliana pudo ser tan
encantadora como Baylor alguna vez fue, pero Hobie sonrió. Luego rio y
Juliana rio con ella.

—Eres tan mala como ella, ¿sabes?

—Oh, ahora, no hay necesidad de insultarme.

—¿Juegas al golf? —Preguntó Hobie de repente.

—¿Golf? Sí, trato de meterme unos cuantos hoyos cuando puedo. ¿Por
qué?
272
Hobie sonrió ante su expresión repentinamente desconfiada. —Vamos a
divertirnos un poco. Ya sabes, olvídate de Baylor y de todos los que nos
vuelven locos. ¿Qué dices?

Juliana se dio cuenta de que Hobie era realmente como su hermana,


que podía encontrar una manera de divertirse en medio de una tormenta de
nieve. Juliana volvió a mostrar su perfecta sonrisa. —Estoy jugando si tú lo
haces.

—Estupendo. Vámonos.

—Espera un minuto, —gritó Juliana mientras arrojaba algunos billetes


sobre la mesa. —¿A dónde vamos?

—Un lugar que conozco dónde de nuevo podemos ser niñas. Vamos.
Hobie tomó la mano de Juliana y la llevó adelante.

—¿Qué dices, Bubba? ¿Ya tienes espacio para una porción más?
—Baylor y Noah se sentaron en el suelo rodeados de botellas de refresco
vacías y un caja de cartón de pizza.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Creo que voy a explotar.

Baylor rio entre dientes. —Estoy contigo. Apenas puedo moverme.

—¿Oye, Baylor?

—¿Qué pasa?

—¿Te gusta mi mamá?

—Por supuesto que me gusta. ¿Creías que no? —Baylor se estiró y se


tumbó sobre su estómago, sosteniendo su barbilla en las palmas de sus
manos.

Noah imitó su postura. —Quiero decir, ¿te gusta ella o te gusta de


verdad. Como para una novia.

Vaya, los niños son mucho más avanzados hoy en día. Lo curioso de la 273
pregunta de Noah era que Baylor no sentía el pánico que tenía cuando estaba
de pie ante Hobie, frente a la misma pregunta. Era como si Noah fuera un
camarada, como Juliana. No sentía que mentir al muchacho era incluso una
opción.

—Sí, —dijo Baylor—. Me gusta.

—Guay.

—¿Eso no te molesta ni nada?

Noah sonrió, mostrando sus perfectos dientes de leche. —¡De ninguna


manera! Eres tan genial, Baylor. Desearía que vivieras aquí todo el tiempo. De
todos modos, creo que a mamá también le gustas.

—¿De verdad? —Como de costumbre, las orejas de Baylor estaban


atentas con esa declaración—. ¿De verdad dijo que le gustaba? —Soy tan
patética. Sacando provecho de un niño de seis años para obtener información
sobre su madre.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ella realmente no lo dijo, pero actúa así. Puedes saber cuándo mamá
ya no le gustas. Va por la casa gritando tu nombre.

—¿Ha gritado mi nombre?

—No. Deberías decírselo.

—Sí, bueno, sobre eso...

—¿Tienes miedo?

—Sí.

—Sé cómo te sientes.

—¿Está seguro de que sólo tiene seis años? —Preguntó Baylor con una
sonrisa divertida.

—Uh-huh. 274
—Entonces, ¿qué te hace estar tan bien informado?

—¿Huh?

—¿Cómo sabes cómo me siento? —Tradujo.

—Madison Riley. Está conmigo en la clase de la Sra. London. Es súper


bonita y también es agradable. Ella me saluda todos los días en los columpios.

—¿Qué quieres hacer con la señorita Riley?

—No lo sé. Pregúntale si se sentará conmigo a la hora del almuerzo.

—Es un buen comienzo, Bubba. —Baylor se sintió aliviada al saber que


a los seis, eso era todo lo que Noah sabía hacer con una chica.
Constantemente se sorprendió al oír el lenguaje y las proposiciones sexuales
de la boca de niños de diez años cuando caminaba por las calles de Chicago.
Pensó en su propia juventud. Su carrera sexual había comenzado demasiado
pronto según todos los indicios.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Por qué no le cuentas a esta chica? Ve hasta ella y pídele que coma
el almuerzo contigo. —Baylor rodó sobre su espalda. Apoyó las manos sobre
su estómago, y cuando se giró para mirar a Noah, vio que había imitado de
nuevo su pose. Ambas cejas se alzaron sobre sus anteojos de metal ante la
pregunta de Baylor.

Ella rio. —Buen punto. ¿Estás seguro de que sólo tienes seis años?

—Sí, —dijo Noah antes de estallar en un ataque de risitas.

—Supongo que es porque tienes miedo, ¿eh?

—Sí. ¿Y si piensa que soy un tonto? ¿Y si se ríe?

—¿Y si no siente lo mismo?

—Sí.
275
—¿Qué crees que nosotros… quiero decir, tú deberías hacer?

—Um... podría esperar. Tal vez si le gusto, dirá algo primero.

—Nah. —Baylor negó con la cabeza abatida—. No puedes hacer eso,


Bubba. Confía en mí esta vez. Tu chica terminará en una cita con tu mejor
amigo.

—¿Huh?

—Me refiero al almuerzo. Ella terminará comiendo con otra persona.

—Oh. ¿Qué debería hacer?

—Vas a tener que decírselo. —Baylor se dio cuenta que hablaba


consigo misma —. Si te gusta esta chica, quiero decir realmente te gusta de
verdad, entonces tienes que hablar. Tal vez tengas miedo, incluso puedes
sentir como que no puedes respirar o que vas a vomitar sobre ella, pero tienes
que aguantarte y decirle. Mira, lo loco es que probablemente esté tan asustada
como tú. Sí, apuesto que es eso. Tal vez tenga miedo de que no sientas lo
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

mismo que ella. Sin embargo, uno de ustedes tiene que decir algo. Supongo
que todo se reduce a lo mucho que la quieres.

—Supongo que puedo intentarlo. Sin embargo, espero no vomitar en


ella.

—Sí, —se rio Baylor—.Te lo aseguro, no les gusta de cuando haces eso.
Hey, Bubba, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Sí.

—¿Qué más sabes de tu padre?

—Él es 965-2338.

—Sé que sabes su número, pero ¿qué más puede decirme acerca de
él?
276
—Nada.

—¿Nada en absoluto?

—Bien...

—¿Qué es? ¿Qué sabes?

—Sígueme. —Noah se levantó de un salto y corrió hacia el dormitorio de


su madre.

Baylor entró vacilante mientras Noah se esforzaba por empujar una silla
de madera hasta el armario abierto. Sentía como si estuviera allí violando la
privacidad de Hobie. Miro a su alrededor nerviosamente. —¿Qué diablos estás
haciendo ahí?

Noah puso un libro grande y grueso en la silla y empezó a escalar la


montaña hecha por el mismo. Baylor se apresuró detrás de él para mantenerlo
estable.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Gracias, —dijo Noah—. ¡Aquí está! —Se revolvió y colocó una carpeta
marrón en el escritorio de su madre. Sacó un sobre y retiró su contenido, luego
alisó el papel como si fuera un mapa de algún tesoro enterrado.

—Mamá me lo mostró una vez y me dijo que era mi papá. Ella no sabe
que descubrí dónde lo guarda. No lo dirás, ¿quieres?

Baylor miró el papel y sonrió. De hecho, su sonrisa no podía ser mucho


más grande o más brillante o más feliz. —Tu secreto está a salvo conmigo.

Miraron hacia abajo la página desteñida. En el centro, alguien había


grabado una tarjeta blanca de recordatorio de citas. En la tarjeta, dos fechas
habían sido escritas a mano bajo los encabezamientos -primera inseminación-
y -segunda inseminación-. Por último, había el número que Noah había
memorizado tan obedientemente: Donante de esperma # 965-2338.

Mientras guardaban el documento, Baylor empezó a pensar en Noah y


277
cómo esto le afectó. ¿Entendía que su madre no sabía quién era su padre?

—Oye, Bubba, no te importa, ¿verdad? Quiero decir, ¿realmente no


tener un papá por aquí?

—Nah. Mamá me dijo cuando era muy pequeño, como el año pasado.
Dijo que era más especial porque ella salió a buscarme. Me deseaba tanto,
pero dijo que algunas familias tienen dos mamás o dos papás en lugar de una
mamá y papá. Leroy está en mi clase en la escuela y él sólo tiene un papá. Su
mamá se fue cuando era un bebé.

Una vez más, Baylor se sorprendió por la forma en que Noah parecía
tomar todo con calma. Sabía que esa era la influencia de Hobie.

Un golpe en la puerta los llevó a los dos al salón justo cuando Theresa
abrió la puerta principal.

—Cielos, Baylor. Siento llegar tarde. Muchas gracias por cuidar a Noah
hasta que pudiera volver. Hobie no sabe lo afortunada que es de tenerte cerca.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí, pienso lo mismo algunos días, —bromeó Baylor—. Hey, Bubba,


¿te importa quedarte con tu abuela por el resto de la noche? Acabo de pensar
en algo realmente importante que tengo que hacer. Te lo compensaré, ¿de
acuerdo?

—Bueno, Baylor. —El joven le tendió los brazos y Baylor lo levantó. Ella
le dio un gran beso en la mejilla y le hizo cosquillas hasta que se retorció y se
rio, luego lo depositó en el sofá.

—Sabes, Baylor, —dijo Theresa Allen mientras Baylor se despedía—, es


una lástima que Hobie no vea lo que tiene en ti. —Sonrió y Baylor respondió
afable.

—Voy a tratar de hacer algo al respecto, señora Allen. Deséeme suerte.

—Buena suerte, Baylor, —gritó Theresa—. Con Hobie Lynn, lo


necesitarás, —susurró en voz baja.
278
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 20

—Está bien, piensa las cosas. No te vayas de culo aquí.

Baylor condujo en el Jag, hablando consigo misma todo el tiempo. No


era fácil conducir con el yeso, pero con el yeso más ligero, al menos podía
manejar los pedales.

Baylor giró a la izquierda por Oceanside Road. El restaurante de


mariscos era el mejor de la isla y Baylor, en un momento inusualmente
benévolo, le había dado a Juliana esa información.

—De acuerdo, cuando la vea, ¿qué digo? No, no te preocupes por las 279
palabras. Sólo recuerda, no mientas, no te asustes, no te olvides de respirar, y
hagas lo que hagas, no vomites en ella.

Baylor vio la camioneta de Hobie a una cuadra de distancia. Estaba


aparcada en la calle frente al restaurante.

—Ya llegó la hora. Ni siquiera me importa si se ríe en mi cara, pero voy a


decir mi parte y rezar. No hay nada que me detenga esta vez.

Baylor se detuvo en las sombras a unos cinco coches de distancia


detrás de la camioneta de Hobie. Miró cómo Hobie y Juliana salían del edificio
riendo, bromeando y lo peor de todo, de la mano. El corazón de Baylor se
hundió en el suelo del Jag. Pasó de la alegría a la angustia en cuestión de
segundos. Juliana abrió la puerta del conductor para Hobie, se inclinó y le besó
la mano. Los dos parecían tan... felices.

Al contemplar la escena, el estado de ánimo de Baylor cambió. Tuvo la


tentación de revolcarse en la autocompasión. Durante casi un minuto completo,
se sentó allí sintiendo lástima de sí misma. Entonces, otras emociones hicieron
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

efecto: primero celos, luego ira. La cólera era una sensación de que realmente
podría envolver alrededor sus dientes.

Esas perras. Están actuando como si ni siquiera estuviera viva. No creo


que alguna vez haya pensado que Hobie era una chica tan dulce. Esa furcia
dejó a Jules poner sus garras donde quiera. Increíble... y pensé que Jules era
mi mejor amiga. ¡Mierda! Ella sabía cómo me sentía y todavía está encima de
Hobie! ¡Algunas amigas... son dos putas!

Un plan estaba elaborándose en la cabeza de Baylor en ese instante.


Más tarde esa noche, miró hacia atrás y se dio cuenta de que tal vez el plan no
había sido el mejor de las ideas. Sin embargo, sentada allí en su coche, sólo
podía pensar en una cosa para apaciguar su naturaleza celosa. Seguiría a las
dos mujeres. Escucharía sus conversaciones, observaría su conducta y las

280
confrontaría. Se enfrentaría a las Jezabeles y lanzaría sus propias acciones en
sus caras. Baylor veía que, como Hester Prynne50, ambas mujeres terminaban
con un A escarlata en el pecho.

—Me tratan como una maldita idiota. ¡Eso está por ver! —Baylor empujó
bruscamente la palanca de cambio y siguió a la camioneta blanca—. Cuidado...
no hay necesidad de apresurarse o perder el control, —dijo en voz alta.

Si hubiera podido verse a sí misma, Baylor habría detenido el coche y se


habría dado la vuelta o se habría reído histéricamente ante su propio
comportamiento ridículo. En cambio, como un personaje de una novela de
espionaje mal escrita, siguió detrás de la camioneta de Hobie a muy poca
distancia, con la intención de atrapar a las dos mujeres en algo.

—De acuerdo, déjame entender esto, —dijo Juliana mientras enrollaba


las mangas de su blusa—. Sube por la rampa, hacia la boca del payaso,
¿entonces se rodará por el cuello de la jirafa?

—¡Exactamente! —Hobie aplaudió—. Dale una oportunidad, vamos.

50
Protagonista del libro La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oye, solo trata de seguirme, campeona. Hierro tres, —ordenó Juliana


mientras le tendía una mano.

—Hierro tres. —Hobie golpeó el mango de un palo de golf en la mano de


la otra mujer.

Juliana dobló las rodillas y probó el swing antes de golpear la bola de


golf de color naranja brillante.

—¿Qué demonios están haciendo aquí? —Preguntó Baylor mientras se


deslizaba hacia el parque iluminado. Pasó por debajo de la señal que decía “La
isla de fantasía de Ana Lia: Golf Putt-Putt”. O están tratando de hacer que esto
parezca inocente, o ambas se han deslizados una o dos marchas.

—Así, ¿verdad? —Preguntó Juliana.

Hobie sonrió a la rubia. Alta y musculosa, Juliana tenía una mirada de


51
281
concentración tan intensa como cualquier Nancy Lopez podría haber
evocado.

—Espera un minuto. Asegúrate de alinearlo con el globo ocular derecho


del payaso. Aquí... —Hobie puso un brazo alrededor de la cintura de Juliana y
pasó su mano derecha por el brazo de Juliana hasta su muñeca. Ni siquiera se
dio cuenta de cuán estrechamente tenía su cuerpo presionado contra la
espalda de Juliana—. Apunta bien por allí.

Oh sí. Furcias a la vista. Baylor se deslizó detrás de un cono de helado


de tres metros y lo observó. ¡Una cita. Una puta cita y está sobre ella!

Juliana sintió el cuerpo de la otra mujer contra el suyo, pero incluso si


hubiera querido que ocurriera algo entre ellas, aunque no hubiera pensado en
Hobie como la chica de Baylor, se estaba divirtiendo demasiado para
estropearlo con sexo o insinuaciones. Sin embargo, no pudo resistirse a una

51
Jugadora de golf estadounidense que a los 12 años ganó su primer campeonato.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

pequeña provocación. —Sabes, no recuerdo haberme divertido tanto con mi


ropa puesta.

La risa de Hobie resonó. —Absolutamente incorregible. Vamos, sexy,


vamos a ver si eres todo aire caliente. —Golpeó a Juliana en todo el trasero y
se alejó.

—Oh, cariño, ahora me tienes motivada. —Juliana echó los brazos hacia
atrás y balanceó el palo de golf con una fuerza suave.

La pelota aceleró en la moqueta roja de la rampa y rebotó contra uno de


los lados octogonales. La bola se disparó en la boca del payaso, y las mujeres
vieron cómo descendía en espiral hasta que finalmente llegó al túnel de jirafas
que era su destino. La pelota dio un rodeo con gracia y cayó con un resonante
plunk en el recipiente de metal.

—Oh sí. ¡Soy buena!


282
Ambas mujeres se doblaron de risa. Juliana arrastró a Hobie en un
abrazo y le dio un rápido beso en la mejilla. —Gracias a mi excelente caddie,
—le dijo para más risas.

Baylor observó cómo las dos mujeres se alejaban, ahora cogidas del
brazo y todavía riendo. Se volvió para seguir discretamente y tropezó con una
pelota de golf que se aproximaba.

—Oye, tío ¿estás jugando o espiando? —Tres jóvenes se pararon frente


a ella.

Baylor arqueó una ceja y puso su mirada más intimidante, lo cual no fue
difícil teniendo en cuenta el estado de ánimo en el que estaba. —¿Me parezco
a un tío?

—Uh, de hecho, ¡sí! —Los tres chicos se rieron.

Baylor dio un paso más cerca del joven que había hablado. Ella se
elevaba por encima de él. —¿Cómo te gustaría tener un cono de helado de tres
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

metros de altura, metido por el culo graciosillo? —Preguntó, mirando a la


estatua a su lado.

Él trago duro y retrocedió hasta que se quedó con sus amigos. Baylor se
alejó tras Hobie y Juliana. —A veces es bueno ser rey, dijo con una sonrisa
maligna.

—Bueno, todo lo que tengo que hacer es aceptar este hoyo y seré la
campeona indiscutible del putt-putt del mundo. —Juliana saludó a una
muchedumbre imaginaria.

Hobie se rio. —El mundo entero puede estar impulsando. Digamos Ana
Lia. Además, es más difícil de lo que parece.

Diez minutos más tarde, Juliana seguía intentando el mismo hoyo,


jurando profusamente. ¡Maldita sea! ¡Esta vez lo sentí!
283
—Sabes que se supone que esto es divertido, ¿recuerdas?

—Me estoy divirtiendo, —dijo Juliana mientras apretaba los dientes—.


¿No te das cuenta? —Finalmente alzó la vista con una sonrisa tímida—. Es ese
estúpido hipopótamo. Cada vez que mi bola se acerca a entrar en su boca,
esos estúpidos dientes salen y la sacan del camino.

—De acuerdo, deja de hacer pucheros, te hace parecer a Noah. Hazte a


un lado. —Hobie empujó con gracia a Juliana a un lado del green—. Todo está
en tu sincronización y en las muñecas. ¿Estás mirando?

—Oh, sí. —Juliana sonrió mientras se agachaba sobre una rodilla. Su


postura no intencional le proporcionó una visión perfecta del trasero de Hobie.

—¡Imbécil! —Murmuró Baylor para sí misma—. Jules está haciendo


exactamente... bien, lo que haría. De acuerdo, no puedo culparla por echar un
vistazo, pero eso no me va a impedir que le pegue una paliza esta noche.

—Jules, te pregunte si estabas mirando mis muñecas, no mi culo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No, como recuerdo, dijiste, “¿estás mirando?” No especificaste


ninguna parte del cuerpo en particular.

—Touché. ¿Cómo está la vista? —Le preguntó Hobie con una sonrisa
maliciosa.

—Muy buena, si puedo decirlo sin conseguir una bofetada.

—¡Ciertamente no puedes! —Susurró Baylor en voz baja.

—Ciertamente puedes. Decirlo, quiero decir, y no conseguir tu cara


abofeteada. Como una madre de treinta y ocho años, estoy feliz de saber que
alguien todavía me mira, —dijo Hobie—. Está bien, aquí va. —Balanceó el palo
en un suave arco. La sincronización era perfecta cuando la bola rebotó en dos
dientes de plástico masticando y rodó en la boca del hipopótamo.

Hobie se llevó una mano hasta su boca y sopló en sus uñas, luego las 284
pulió en su blusa. —¿Qué puedo decir?

—Vamos, Tiger52, veamos cómo te va sobre el obstáculo de agua. Estoy


tomando un par para este hoyo, —dijo Juliana.

—Tramposa, —gritó Hobie mientras Juliana la arrastraba con un brazo.

—La tramposa tiene razón, —dijo Baylor. Se levantó de su lugar dentro


de las sombras donde se había escondido detrás de una versión grande de
pájaros que subían y bajaban para beber de un vaso de agua. Se alejó del
pájaro de colores brillantes justo cuando un grupo de chicas con uniformes
Scouts entraba en el green.

Baylor pensó más tarde que debería haberse movido más rápido, pero
en ese momento, estaba absorta viendo a Juliana y Hobie alejarse. No anticipó
que una de las niñas de ocho años obtendría un hoyo en uno.

52
Creo que LJ debe estar haciendo referencia a Tiger Woods, el gran golfista estadounidense.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Oh! —Gritó Baylor mientras el pájaro se sumergía y su pico le


golpeaba el hombro. Trató de alejarse, pero el pájaro se volvió como ella y la
picoteó agudamente en la parte superior de la cabeza.

—¡Jesucristo! —Gritó y golpeó al pájaro, que sólo provocó golpear el


sombrero bombín rojo de su cabeza. El sombrero cayó al suelo con estrépito,
pero el pájaro logró golpear a Baylor dos veces más antes de que pudiera
prever en qué dirección se movería su cabeza a continuación.

Baylor podía sentir algo -¿era sangre?- corriendo por el lado de su cara,
pero no podía detener al ave atacante lo suficiente para comprobarlo. Por
desgracia, en el preciso momento en que finalmente logró orientarse y pudo
esquivar los avances del pájaro, su pie enyesado pisó directamente dentro del
bombín. Incapaz de enderezarse, giraba mientras el sombrero se deslizaba

285
contra el hormigón.

—Hijo de p… —La última cosa que Baylor recordaba del campo de golf
putt-putt era la forma en que su cuerpo se sentía cuando volteaba sobre el seto
de casi un metro que rodeaba al green. Yacía en la tierra, y justo antes de
desmayarse, vio el rostro del pájaro. Más tarde juraría que había estado
sonriendo.

—¿Qué fue eso? —preguntó Hobie a Juliana. Las dos mujeres miraron
hacia atrás en la dirección de donde habían venido.

—Debe de haber algún tipo haciendo el tonto, —dijo Juliana mientras


caminaban hacia la salida.

—Me lo he pasado muy bien esta noche, Hobie. De hecho, ni siquiera


puedo recordar la última vez que me divertí tanto, —dijo Juliana.

Hobie pasó un brazo por la cintura de Juliana y caminó con ella de


regreso a la casa de invitados. —También me lo pasé muy bien, y muchacho,
lo necesitaba.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Se detuvieron en el escalón inferior del porche de madera. —No te


ofendas, pero no voy a tratar darte un beso de buenas noches, —dijo Juliana.
Se separaron, pero mantuvo la mano de Hobie.

—Bueno, no hay ninguna ofensa. —Hobie sonrió y frunció el ceño—. No


obstante, podrías decirme ¿por qué no?

—Por favor, no tomes esto por el camino equivocado porque lo digo


como un gran cumplido, —comenzó Juliana—. Es que salir contigo ha sido
increíblemente similar a salir con mi hermana. No me malinterpretes, amo a mi
hermana. De hecho…

—Jules —interrumpió Hobie—. Está bien. No tengo una hermana, pero


creo que sé lo que quieres decir. Fue agradable salir con una amiga y
divertirme.

—Exactamente, —dijo Juliana en tono de alivio.


286
—¿Entonces estamos en perfecto acuerdo?

—Somos grandes amigas y nada más. —Ambas mujeres se rieron entre


dientes.

—¿Quieres sentarte un rato? —Preguntó Hobie, indicando el columpio


del porche.

—Si suena bien.

—¿Puedo traerle algo para beber, tal vez una copa de vino?

—Sólo si tienes algo.

Hobie regresó rápidamente con dos vasos de pinot grigio 53 y encendió


las antorchas de bambú.

53
Es un vino blanco
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Gracias. Es hermoso aquí. No me di cuenta de que este lugar estaba


tan cerca del agua.

—Son sólo unos doscientos metros. Cuando está tranquilo como ahora,
me encanta sentarme aquí y escuchar. Tienes razón, es hermoso. Caliente,
pero hermoso.

Hablaron durante un rato de nada de gran importancia, simplemente


relajándose y disfrutando de la noche. A Juliana le divirtió la frecuencia con qué
Hobie trajo el nombre de Baylor a la conversación. Siempre había algo
interesante o gracioso que Baylor había dicho o hecho. Lo que lo hizo tan
divertido fue que Juliana estaba segura de que Hobie no tenía ni idea de que lo
estaba haciendo. Ella vaciló con respecto a su siguiente movimiento, pero no
pudo resistirse.

|—Así que, —se volvió y puso su brazo en el respaldo de la silla—, 287


cuéntame sobre Baylor. —Puso su barbilla en la palma de su otra mano.

—¿B-Baylor? ¿Decirte qué de ella? —Hobie repentinamente sintió un


calor que subía por su cuello y que tenía poco que ver con la tarde tropical.

—Háblame de ti... y de ella.

—Estoy segura de que no sé a qué te refieres. —Hobie se rio entre


dientes para aclarar la pregunta que ya la había afectado profundamente.

Juliana dirigió una mirada de complicidad hacia Hobie.

Hobie intentó reírse de nuevo, pero ningún sonido salió. Puso los ojos en
blanco y giró la cabeza como si pudiera interpretar toda la cuestión como una
broma. La expresión perspicaz de Juliana detuvo su ardid.

—¿Quieres que te cuente de mí y Baylor? —Hobie dejó su copa de vino


en una pequeña mesa de mosaico. Se levantó y empezó a pasearse—. La
mujer es certificable.

Juliana bajó la cabeza para ocultar su sonrisa.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Me doy la vuelta y ella está allí. Es como un pequeño cachorro,


pisándome los talones. Un minuto me odia, al minuto siguiente hace algo tan...
tan, bueno, tan maravilloso y dulce que hace que sea casi imposible no... —se
detuvo bruscamente, pero al parecer Juliana sabía cómo terminar la frase.

—Amarla.

Hobie parecía como si le hubieran dado una bofetada, entonces parecía


que iba a llorar. Se sentó pesadamente en el columpio junto a Juliana. —Si
piensas por un momento que estoy enamorado de Baylor Warren... ella está
loca, ¿sabes eso?

Juliana sonrió. —Es excéntrica.

—Esa es solo la manera que una persona rica dice loco, —replicó
Hobie—. Lo que da miedo es que ella piensa que el resto del mundo está loco.
Ella... oh, Dios, ni siquiera sé por dónde empezar.
288
—Veamos si puedo ayudar. Es inteligente, pero lo sabe. Es talentosa,
que no lo sabe, no cuánto, por lo menos. Los niños y los animales la adoran, y
aunque tiene la paciencia de un santo con ellos, no dará a la mayoría de los
adultos la hora del día. Además, tiene un ego del tamaño de un pequeño país
del tercer mundo y nunca ve sus propios defectos.

—Pero ella es tan... tan... bueno, tan opuesta a todo eso algunos días.
Cuando no está intentando...

—Es hosca y melancólica, —dijo Juliana.

—Hermosa. Compasiva, —añadió Hobie suavemente.

—Sarcástica. Cáustica.

—Sensible. Amable.

—Y, por último, es el mayor dolor en el culo en el mundo entero—, dijo


Juliana.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie miró a Juliana. Con expresión de afligida, se cubrió el rostro con


las manos. —Oh, Dios, Jules. ¡Estoy enamorada del mayor dolor en el culo del
mundo! ¿Cómo pasó esto?

Parecía lista para llorar. Juliana envolvió un brazo alrededor de ella y la


sostuvo por unos momentos.

Ahí es cuando Baylor regresó.

Baylor había sufrido lo que ella recordaría como una angustiosa y


traumática experiencia. El punto más embarazoso había sido recuperar la
conciencia rodeada por un grupo de jóvenes scouts de ocho años. Con
demasiada vergüenza para explicar lo que pasó, Baylor había inventado una
historia extraordinaria sobre cómo sufría de convulsiones, y las chicas estaban
encantadas de recibir crédito por encontrarla y salvarle la vida. La mujer mayor
con ellas parecía escéptica, pero la mentira servía a su propósito. Baylor dio a 289
las chicas el dinero suficiente para un helado y cuidadosamente volvió a su
coche.

Se limpió lo mejor que pudo con un paquete de Kleenex y una botella de


agua. Se preguntó si tenía una conmoción cerebral; el pájaro plástico le había
golpeado lo suficientemente fuerte como para hacerla sangrar. Estaba sucia,
sudorosa y ensangrentada, pero sólo había una cosa que hacer en ese
momento. Decidió regresar a la casa de Hobie y esperar a sus dos amigas
traidoras.

Aparcó el Jaguar, esperando fervientemente que las otras mujeres no


hubieran notado su ausencia. La casa de invitados no era visible desde la calle.
Estaba situada detrás de la casa principal y rodeada por una alheña y
buganvillas. Ahí es donde Baylor decidió montar guardia.

Podía oír el sonido de voces, pero no lo que estaban diciendo. Se inclinó


para ver mejor el frente de la casa de invitados. Lo que vio fue su mejor amiga
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

con sus brazos alrededor de Hobie, que no parecía estar haciendo mucho para
cambiar esa situación.

—Hija de per… ¡ay! ¡Maldita sea! —Baylor no tenía ni idea de que las
hermosas flores de buganvillas rojas, cuyos pétalos parecían papel de arroz,
tenían espinas del tamaño de pequeñas vías férreas. Ella se había inclinado
demasiado cerca y el hombro de su chaqueta se enganchaba en las
puntiagudas espinas. Por desgracia, cuanto más luchaba, más enredada se
quedó.

—¿Has oído algo? —Hobie alzó la cabeza del hombro de Juliana.

—No. ¿Quieres que eche un vistazo?

—No, probablemente sea sólo un caimán.

Los ojos de Juliana se abrieron de par en par y miró nerviosamente 290


alrededor de la oscuridad que rodeaba el porche.

—Es una broma. No he visto uno desde que era una niña. —La sonrisa
de Hobie regresó—. Es probablemente sólo un mapache o algo igual de
inofensivo.

—Oh, amor, tienes un buen malvado sentido del humor.

—Lo siento. Jules, no quiero que pienses que te estoy usando, pero
¿puedo preguntarte algo sobre Baylor?

—Querida, soy la autoridad más importante del mundo en Baylor


Warren. Pregunta lo que quieras.

—¿Qué le pasa? ¿La dejaron caer de cabeza cuando era bebé o qué?

La pregunta era tan seria y la expresión de Hobie tan seria que Juliana
odiaba reír, pero no pudo evitarlo. Inclinó la cabeza hacia atrás y se rio a
carcajadas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Lo siento, —dijo ella—. No puedo detenerme. Eres la primera persona


que alguna vez ha tenido el coraje de hacer una pregunta como esa sobre
Baylor.

—Hablo en serio, —replicó Hobie con una sonrisa y una risita—. Dios
mío, no era lo suficientemente malo que Noah peleara en el patio de recreo y
llamara a otro niño de 6 años rata bastarda. La semana pasada, ella le enseñó
a escupir porque dijo que todos los grandes jugadores deben saber cómo
hacerlo.

La risa de Juliana aumentó.

—Una vez, estaba en la casa de Evelyn para almorzar. Una alarma se


disparó y ella corrió hacia el invernadero con Arturo justo detrás de ella. Juro
que ha entrenado a ese perro a hacer las cosas más extrañas. Cogió un
portapapeles, salió corriendo de la cocina y quince minutos después volvió 291
como si nada hubiera pasado. Te hablé de Katherine y Helen, ¿verdad?

Juliana dejó de reír el tiempo suficiente para murmurar, —Sí, las chicas
con la rata grande.

—Es un hámster, pero ese no es el punto. Cuando Baylor llegó por


primera vez, tuve que rogarle que no ofendiera a esas mujeres.

—¿Qué está haciendo… siendo mala con ellas? Eso no suena como
Baylor, —preguntó Jules, limpiándose las lágrimas de los ojos.

—¿Mala? Va por ahí actuando como si Albert fuera real. No sólo para
ser cortés con Katherine. También, ¡habla de esa maldita rata a todos los que
quieran escuchar!

—Creí que habías dicho que era un hámster.

—¡Lo que sea! ¡Sabes a lo que me refiero! El entrenador es otro


ejemplo, —agregó Hobie—. Ella ve al entrenador cuando va al Cove. Él
merodea por del restaurante.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sí, me habló de él. El tipo del fútbol.

—Bien. La encontré una tarde en un banco del parque con el hombre.


Estaba preparando jugadas para el equipo.

—Tal vez estaba solo tratando de ayudar al tipo.

—¡No ha entrenado fútbol en veinte años! ¡No hay equipo!

—Oh.

—Ya no sé qué hacer con ella, —dijo Hobie mientras se desplomaba


una vez más en el columpio del porche—. Jules, me temo que estoy
enamorada de una loca.

Juliana emitió un sonido que era mitad risa y mitad tos. —Es curioso,
dice lo mismo de ti.
292
—¿Baylor está enamorada de mí? —Preguntó Hobie.

Juliana levantó la vista, con una expresión de miedo en su rostro. —No,


no, no dije eso.

—¡Si lo hiciste! Lo sabía. ¡Mira si lo sabía! Eso es lo que ella quería


decirme ayer.

—No, no vino de mí. No te atrevas a repetirlo. Algo malo pasará, lo sé.

—Oh por favor.

—Será. Evelyn dijo…

—¿Evelyn? ¿Qué tiene que ver ella con esto?

—¡Oh Dios mío! No dije eso. Cállate... no me hables más de ello.

—¿Quieres parar?

—No, —dijo Juliana tapándose los oídos con las manos—. No, no, no,
no, no…
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Puedes detenerte! —Hobie golpeó bruscamente el brazo de


Juliana—. Dios mío, tú y Baylor sois exactamente iguales. ¿Dónde me estoy
metiendo?

Juliana miró a Hobie con expresión contrita. —Lo siento. Solo... finge
como si no lo supieras. Le prometí a Evelyn...

—¿Qué demonios tiene que ver Evelyn con todo esto?

—Nada, nada en absoluto.

—Dios, tal vez no es Baylor quien está loca. Quizás soy yo. Siento que
la estoy enloqueciendo.

|—Mira, Hobie, —comenzó Juliana con calma—, Baylor siempre ha sido


un poco diferente. Lo interesante es que no lo ve así. Se ve a sí misma como
perfectamente normal y todos los demás como un poco locos. Tal vez ella 293
acaba de encontrar un lugar en Ana Lia donde está bien ser diferente. Tal vez
tu y Evelyn son responsables de llevar a nuestra excéntrica y ligeramente
adorable niña de cuarenta y dos años y hacerle ver que ser diferente es
aceptable.

—¿Entonces quieres decir que tengo la culpa?

Juliana se rio entre dientes. —En cierto modo, supongo. Sólo trato de
que veas el otro lado de esa moneda.

Hobie le devolvió la sonrisa, una mirada que era parte de exasperación y


parte de resignación. —No creo que pueda sacarla de mi corazón ahora ni con
una palanca. Confía en mí, lo he intentado. Dios Todopoderoso, Jules,
¿quieres saber lo absolutamente más descabellado?

—¿Y eso es?

—Estoy enamorada de la mujer que, en este mismo momento, nos está


espiando desde los arbustos.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Estás bromeando.

—Sabría el sonido de ella maldiciendo en cualquier lugar, —dijo Hobie


secamente—. Escucha.

Juliana hizo una pausa para escuchar los sonidos de la noche a su


alrededor. Débilmente, desde el lado del océano de la casa, oyó los murmullos
de Baylor.

—Maldita hija de p... —Entonces hubo un sonido de desgarramiento,


seguido por más maldiciones murmuradas.

—No lo creo, —dijo Juliana.

|—Yo sí. Lo que me pregunto es qué demonios era lo que espera ver
que estábamos haciendo.

—Con Baylor, no hay forma de saber. —Juliana se esforzaba por no 294


reírse, lo que la hacía parecer como si estuviera luchando por contener la
respiración—. ¿Qué crees que está haciendo allí para maldecir tanto? —Se
rindió y dejó escapar su risa.

—No lo sé, pero sé lo que va a ver aquí.

—¿Qué significa eso?

—Sólo sigue mi ejemplo. ¿Bien?

—Esto suena como un problema. Cuidado, Hobie.

—Voy a darle lo que ella vino a ver aquí.

—De acuerdo, jefa.

—Entonces, ¿quieres entrar para tomar una última copa? —Preguntó


Hobie en voz alta. Se levantó del columpio y extendió una mano—. Podemos
estar mucho más cómodas adentro.

—¿Qué hay de Noah? —Preguntó Juliana, siguiendo el juego.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No te preocupes, él se queda la noche con mi madre.

En ese momento, Baylor se había enredado completamente entre las


espinas puntiagudas de las buganvillas. Oyó lo que estaba sucediendo en el
porche, lo que la hizo luchar con más fuerza para salir de su situación actual.
Por supuesto, mientras más duro luchaba, más apretadas eran las largas
ramas parecidas a la vid que la sostenían en sus manos.

Juliana se levantó y tomó la mano de Hobie. Cuando llegaron a la puerta


de la casa de invitados, Hobie se dio la vuelta. Su siguiente acción tomó a
Juliana por sorpresa. Se acercó y la besó. No era un beso rápido en la mejilla y
el cuerpo entero de Juliana se fundió en el beso. En cuestión de segundos, el
beso había terminado y Hobie atrajo a Juliana por la puerta abierta.

Ese fue el momento en que Baylor se volvió loca. Abandonó su chaqueta


en las ramas sanguinarias y se lanzó con una velocidad increíble hacia la casa 295
de invitados.

Juliana seguía intentando recuperar el aliento cuando Hobie cerró la


puerta. Se apoyó en una silla. —¿Sabes cuándo te dije que salir contigo era
como salir con mi hermana?

—Sí.

—Cambié de opinión. No creo que mi hermana me besuquease así.

—Tendrás que explicar eso.

—¿Qué, besuquear? Oh, besar.

Hobie golpeó el brazo de Juliana, lo que provocó una sonrisa.


—¿Cuánto tiempo crees que le llevará?

—Veinte, treinta segundos más, —dijo Juliana.

—Y dices que conoces a la mujer. Cinco segundos más, lo máximo.


Cinco... cuatro... tres... dos...
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor golpeó la puerta. —¡Hobie Lynn, abre esta puerta ahora mismo!

Juliana se volvió hacia Hobie. —Eres muy buena.

—Lo soy, ¿verdad? —Hobie tiró el pelo a un lado mientras caminaba


lentamente hacia la puerta. Se rio de su propio comportamiento antes de abrir
la puerta para enfrentar a su pretendiente herida.

—Baylor, Dios mío, ¿qué te pasó? —Preguntó Hobie.

Suciedad y pedazos de hojas se aferraban a la ropa de Baylor, y sus


manos estaban cubiertas de moretones y arañazos. Lo peor parecía ser una
raya de sangre seca que salía de su cabello y bajaba por un lado de su rostro.

—¡Me debes trescientos dólares! —Baylor se burló.

—¿De qué estás hablando? —Preguntó Hobie.


296
—Tus arbustos comieron mi chaqueta de lino Armani.

Hobie cruzó los brazos. —Y puedo preguntar, ¿qué estabas haciendo en


mis arbustos?

Baylor abrió la boca para una respuesta enojada. Observó cómo una de
las cejas de Hobie se arqueaba y desapareció bajo los cabellos pelirrojos.
—Yo... ella... —No podía decidir a quién culpar primero. En su mente, ella no
tenía la culpa de ninguno de los eventos de la noche. Era una espectadora
inocente.

—¡Me estás confundiendo! —Señaló a Hobie con un dedo acusador.

—Buen señor. Siéntate antes de caer. —Hobie negó con la cabeza—.


Déjame conseguir el botiquín de primeros auxilios. —Salió de la habitación.

Baylor se sentó pesadamente en la silla de madera. —Ven aquí, —casi


susurró.

Juliana dio un paso más cerca. —¿Qué?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ven aquí un minuto.

Juliana cruzó la pequeña sala de estar pero se detuvo antes de llegar a


su amiga. —¿Por qué? —Arrastró las palabras con desconfianza.

—¡Porque te voy a pegar una paliza! —Gritó Baylor mientras se lanzaba


hacia ella. Cuando Hobie volvió con el botiquín, Baylor y Juliana casi habían
llegado a las manos.

—Basta ya. —Hobie se movió entre las dos mujeres—. ¡Parar ya!
—Gritó. ¿Qué diablos está pasando?

—Ella… —Juliana y Baylor hablaron al mismo tiempo. Cada una tenía


una mano levantada y un dedo apuntó a la otra.

—Sólo dejarlo ya. Parar ahora, —ordenó Hobie. Se colocó entre ellas,
un brazo contra el pecho de cada mujer, tratando de evitar que se atacaran—. 297
¿Alguna vez alguien les dijo a las dos que son amigas muy energéticas para
estar cerca?

—Pensé que lo decían en el buen sentido, —dijo Baylor.

—Confía en mí. —Hobie empujó a Baylor de vuelta a la silla—. No lo


hicieron.

Tomó un paño húmedo y cuidadosamente empezó a limpiar los cortes


en las manos de Baylor. Luego se movió para limpiar la sangre seca de su cara
y cuello.

|—¿Quieres decir que mis arbustos te hicieron todo esto? —Preguntó—.


¿Qué diablos hiciste… te sumergiste en ellos?

—No. Para que lo sepas, fui atacada por un pájaro muy grande.

—Estás bromeando. Baylor, ¿por qué no lo dijiste? —Quizás el ataque


había causado la aparente desorientación de Baylor. Tal vez por eso estaba en
los arbustos en primer lugar—. ¿Era una gaviota o un pelícano?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Creo que fue un pollo, o tal vez un loro, no estoy segura. Sin embargo,
estoy segura de que era amarillo.

Hobie hizo una pausa, y ella y Juliana se miraron.

—No sólo son pequeñas aves, sino que son muy diferentes en
comparación, —dijo Juliana.

—Esta cosa tenía mínimo casi tres metros de altura, —dijo Baylor.

—¿Qué? —Hobie se echó a reír—. Creo que podría tener una


conmoción cerebral—. Baylor, —continuó en voz alta—, ¿cuántos dedos tengo
levantados?

—No estoy mentalmente incapacitada y no me he quedado sorda, así


que deja de gritarme.

—Bueno, entonces estás muy loca. No hay pájaros de tres metros 298
vagando por Ana Lia. Estoy segura de que algo así hubiera sido notica en los
periódicos. Hubiera salido en todas las estaciones de noticias. Soy una
veterinaria. Me habrían llamado.

—Así que soy una mentirosa. Apuesto a que si lo decía ella, lo creerías.

—Oh, por el amor de Dios, —dijo Hobie—. Mira lo que estás diciendo.
Quiero decir, el único pollo de tres metros en Ana Lia es el que está en el mini-
golf…

Baylor escogió ese momento para encontrar algo fascinante en el suelo.

—Oh, no creo que hayas caído tan bajo, —dijo Hobie.

Juliana, entretanto, finalmente se dio cuenta de lo que Hobie estaba


hablando. —Baylor. —Ella respiró hondo—. Dime que no lo hiciste. Dime que
no nos seguiste por aquí esta noche como una condenada loca. Dime que no
me has avergonzado así.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Avergonzarte? —La voz de Baylor se alzó—. ¡Fui la que fue atacada


por ese maldito periquito y tuve que ser sacada de una muerte segura por un
grupo de Scouts!

—Girl Scouts. —Hobie no pudo evitar corregir a Baylor. Había visto a la


tropa de chicas detrás de ellas en el campo putt-putt.

—Apártate del camino, Hobie, —ordenó Juliana.

—¿Por qué?

—¡Porque voy a darle una paliza! —Juliana corrió hacia Baylor y las dos
estaban en ello otra vez.

—¡No puedo creer que no confiases en mí! —Gritó mientras daba un


golpe a Baylor.

—¿Confianza? Después de ese beso que vi, ¿tienes el valor de 299


hablarme de la confianza? —Baylor trató de poner una llave a su amiga.

Mientras tanto, Hobie, que era más de diez centímetros más baja que
cualquiera de las mujeres, se encontró atrapada en medio de sus
desesperados intentos de alcanzarse la una a la otra.

—¡Parar ya! —Prácticamente gritó. Se las arregló para apartarlas una


vez más, pero para ese momento, estaba completamente agotada—. ¡He
tenido suficiente! Jules, ha sido muy divertido, pero tal vez deberías irte a casa.

—Pero…

—Está bien, —le interrumpió Hobie—. Creo que Baylor y yo tenemos


que hablar.

Juliana aceptó con un breve movimiento de cabeza. El hecho de que


entendiera no quería decir que tuviera que gustarle. —Dame las llaves, —le
tendió la mano a Baylor.

—Olvídalo, usa su cacharro.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Dale las malditas llaves, —siseó Hobie.

Baylor inmediatamente cumplió. —¿Cómo se supone que debo llegar a


casa? —Le salió como un gemido más de lo que ella había pretendido.

—Tengo la maldita esperanza que te haga caminar, —dijo Juliana


mientras Hobie la conducía hacia la puerta.

Baylor dio un paso hacia su amiga.

—¡Siéntate! —Hobie ladró.

Los ojos de Baylor se abrieron de par en par ante la orden.


Silenciosamente se sentó.

—Intenta no matarla, —le susurró Juliana a Hobie—. Puede ser el mayor


dolor en el culo en el mundo, pero es realmente difícil de encontrar una nueva
mejor compañera. 300
—Voy a ver qué puedo hacer, —dijo Hobie con una sonrisa—. Sin
embargo, no hago promesas. Gracias, Jules. —Apretó suavemente la mano y
cerró la puerta detrás de ella.

—En cuanto a ti, —dijo Hobie mientras se volvía hacia Baylor que de
repente estaba sin palabras—. Caray, estás hecha un desastre.

—Lo sé, —dijo Baylor con un exasperado suspiro—. Sabes, realmente


soy una persona normal. Trabajo, pago mis impuestos, millones de personas
compran mis libros...

—¿Baylor?

—Gente como yo. De acuerdo, en realidad no me quieren, pero me


respetan...

—Baylor.

—Normalmente no soy esto-esto...


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Baylor!

Baylor hizo una pausa y levantó la cabeza como si oyera a Hobie por
primera vez.

—Quería decir que eres un desastre. Inmunda. Necesitas una ducha.

—Oh. —Baylor miró su ropa. Casualmente se quitó una ramita de sus


pantalones y, con la misma indiferencia, levantó un pedazo de su blusa que le
había roto el hombro.

—Vamos, puedes tomar una ducha aquí. —Hobie arrastró a Baylor a su


dormitorio—. Hay toallas limpias en el armario. Todo lo que necesitas está en el
baño. Mi bata está en la parte posterior de la puerta, siéntete libre. Veré qué
puedo hacer con algo de ropa limpia. ¿Necesita algo en particular?

Silenciosamente, Baylor negó con la cabeza. Estaba acostumbrada a 301


estar al mando, pero cuando Hobie estaba en la habitación, sintió como si su
control desapareciera.

—Estaré en la sala de estar entonces, —dijo Hobie mientras cerraba la


puerta del dormitorio.

Baylor miró la puerta cerrada por unos momentos más. Ok, hay algo mal
aquí. ¿Por qué está siendo tan amable conmigo? ¿A una mujer a la que acabo
de cabrear siendo demasiado amable conmigo? Eso no puede ser bueno.

—Baylor, vieja, —murmuró para sí misma al girar el grifo—, estás en un


gran problema.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 21

Baylor pasó veinte minutos en el baño y se las arregló para ponerse en


un estado de frenesí. Nunca había sabido que era posible reflexionar sobre
tantos temas en tan corto lapso de tiempo. Mirando su reflejo en el espejo,
pasó sus dedos por su cabello mojado y se preguntó una vez más cómo su
vida había ido tan lejos de su rumbo desde que había llegado a Ana Lia.

Salió cautelosamente del cuarto de baño al dormitorio de Hobie. Una


pequeña pila de ropa estaba en el extremo de la cama de Hobie con una nota
adjunta. “Mack debe comprar esas cosas por lo asqueroso, pero me asegura
que están recién lavadas”. Baylor sonrió al desplegar el pantalón deportivo y la 302
camiseta del Departamento del Sheriff de Ana Lia.

Mientras se vestía, pensó qué, en todo caso, debía decirle a Hobie. Para
empezar, ¿estarían todos mejor si regresara a casa y fingiera que nunca había
estado atrapada en la isla? Baylor siempre había tenido problemas,
especialmente con respecto a su vida amorosa. Años de terapia le habían
mostrado la fuente de sus dificultades, pero ningún análisis había logrado
exorcizar el recuerdo de la manera en que su padre la había tratado. Sabía que
ella sola tenía el poder de cambiar su incapacidad para amar. La pregunta era,
¿tenía el valor de dar el primer paso? ¿Valdría la pena?

Entró en el salón y encontró la respuesta a esa pregunta directamente


ante ella. Hobie estaba sentada con las piernas cruzadas sobre el suelo
alfombrado. Se había cambiado una blusa sin mangas azul real y un par de
pantalones cortos de algodón hasta la mitad del muslo. Sus pies descalzos
golpearon el suelo al ritmo de la música mientras hojeaba sus CDs. Su cabello
pelijorro hasta los hombros adquirió un color profundo y rico que Baylor pensó
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

que cualquier modelo de pasarela envidiaría. La vista de Hobie, tan relajada y


hermosa, golpeó a Baylor como una flecha a través de su corazón.

Hobie levantó la vista y miró a Baylor. —Oye, parece que te sientes


mucho mejor.

La brillante sonrisa desarmó a Baylor. Pensaba que Hobie se pondría


más enojada, pero parecía casi tranquila. —En cualquier caso, me siento más
limpia.

—Bueno. ¿Cómo se siente tu pierna?

—Genial, simplemente genial.

—Deberíamos ser capaces de quitar ese yeso esta semana.

—Fantástico. No hay quejas de mí.


303
Baylor se preguntó cuánto tiempo podría o debería mantener la
conversación informal. Tenía la sensación de que si Hobie empezaba, todavía
estarían de pie en el centro de la sala de estar a la mañana siguiente.
Desgraciadamente, Hobie leyó su mente.

—Baylor, ¿por qué no te sientas?

Aquí viene, pensó Baylor. —Si no le importa, creo que me reclinaré aquí.
—Apoyó su trasero contra el borde de uno de los cuatro taburetes altos de la
barra de desayunos.

—Espero que aceptes que tenemos que hablar.

—Um, sí. Supongo que pensé que estarías mucho más enojada
conmigo de lo que estas.

—¿Enojada? —Hobie se puso de pie.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

De acuerdo, tal vez le recuerde que se supone que estar enojada es una
cosa mala. Mierda, parece que está perdiendo la cabeza ahora. En realidad,
ella me recuerda... bueno, mierda... a mí.

—No estoy segura de que puedas apreciar cuán enojada estoy por tus
acciones esta noche, Baylor. Estoy segura que todavía ni siquiera sé toda la
historia. No estoy segura de querer saberlo, pero lo que sé es suficiente para
hacerme enojar desde ahora hasta el mismo momento en que el infierno se
congele.

Caminaba de un lado a otro por la pequeña sala de estar. —La falta de


fe, de confianza que debiste haber tenido, por mí o por Jules, para seguirnos
como...

—Bien, ahora sobre eso… —Baylor intentó contar una pequeña parte de
su lado de la historia. 304
Hobie continuó como si no hubiera oído a Baylor. —¡…como una
especie de acosadora desquiciada! Esto es loco. Ya sabes, me doy la vuelta y
allí estás...

—Bueno, en mi defensa...

—No sé cuánto más pueda aguantar esto. Vienes a la ciudad y primero


me odias, entonces te gusto. Yo solo…

—De acuerdo, admito que he sido un poco incoherente, pero...

—¿Incoherente? —Hobie actuó como si finalmente hubiera oído algo


que Baylor dijo—. Me has convertido en una loca. No sé qué pensar cuando
estoy cerca de ti. No sé cómo actuar ni qué decir. ¿Qué me pongo? ¿Me pongo
el perfume, o eso es enviarte algún tipo de mensaje oculto?

—Me gusta la forma en que hueles. Quiero decir, me gusta el perfume


que usas. —Baylor ofreció una pequeña sonrisa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Ves lo que quiero decir? Baylor, dices cosas así y eso me hace
pensar... Dios, no sé si puedo hacer esto. Me siento tan…

Los ojos de Hobie comenzaron a lagrimear y eso, como siempre, afectó


a Baylor más que cualquier otra cosa. Abrió los oídos y empezó a escuchar lo
que Hobie había estado diciendo. Cuando oyó las palabras, finalmente lo
entendió. Todo el tiempo había estado preocupada por Hobie rechazándola y
Hobie tenía miedo de lo mismo.

—Sabes, mi vida tiene un cierto orden. Por lo general, tengo mucho


control, —continuó Hobie—. Nunca pensé que me gustarías tanto, pero luego
haces algo o dices algo y simplemente no sé cómo describir cómo me siento.
Quiero decir, un minuto yo...

Hobie siguió murmurando, incluso después de que Baylor estuviera de


pie antes de que ella dijera su nombre. Baylor apoyó las manos en los hombros 305
de Hobie. Baylor sabía entonces que sólo habría una forma de hacerlo, sólo
una manera de convencer a Hobie, así como a sí misma. Por una vez en su
vida, tuvo que vivir y no sólo sobrevivir.

Baylor respiró hondo y besó a la chica.

A Hobie le llevó unos segundos darse cuenta que estaba siendo besada.
Tan pronto como había comenzado, todo había terminado. Baylor retrocedió un
poco para mirar a los sorprendidos ojos verdes. Sin embargo, el shock de
Hobie fue de corta duración. Sintió la atracción de la mirada cariñosa de Baylor
y las esquinas de sus labios se elevaron en una sonrisa. En un movimiento
sincronizado, las manos de Baylor se acercaron a la cintura de Hobie mientras
Hobie deslizaba los brazos alrededor del cuello de Baylor. En puntillas, Hobie
devolvió el beso de Baylor con más fervor. No fue apresurado, sino lento y
persistente, poderoso en su intensidad. Parecía como si cada una de ellas
hubiera esperado una vida por ese beso. Por extraño que parezca, Baylor sintió
que todo eso había ocurrido antes. Un beso se convirtió en muchos hasta que
la necesidad de aire separó a las dos mujeres.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Guau, —dijo Hobie con una sonrisa.

—Sí, —dijo Baylor con una sonrisa. Inclinó la cabeza para eliminar la
distancia entre ellas, y sus labios se encontraron una vez más.

Un suave calor envolvió los sentidos de Baylor. Su cerebro nadó como si


estuviera drogada. Los besos de Hobie la llevaron a un lugar que no había
visitado en años. Era un lugar seguro, un lugar donde estaba bien sentirse
vulnerable, sentirse bien, simplemente sentir. ¿Había estado alguna vez en los
brazos de alguna mujer antes de Hobie? Hubo una vez. Debe haberlo habido.
Besar a Hobie era tan familiar. Baylor estaba segura de que había sentido este
beso antes.

Su frente se arrugó mientras continuaba compartiendo caricias con


Hobie. ¿Cuándo experimentó Baylor estos sentimientos? Las imágenes
pasaron por su mente. Un vaso de vino arrojado a la cara... una extraña 306
sonriente... una habitación de hotel... la habitación del hotel donde se despertó
a la mañana siguiente... un rostro hermoso pero invisible... lentamente entrando
enfocándose.

Baylor abrió los ojos y repentinamente apartó a Hobie, sujetándola con el


brazo extendido. —¡Tú! ¡Fuiste tú!

No tenía que decir más que eso. Hobie sabía lo que quería decir Baylor.
Había esperado que nunca tuviera que explicar la situación, pero claro, nunca
había esperado saliendo por segunda vez con Baylor Warren.

—Si estás hablando de Chicago, sí. Fui yo.

—Yo-yo... no lo entiendo. ¡Te busque!

—Oh, claro. —Hobie se rio.

—De Verdad. Tenía a Jules tratando de encontrarte.

—Guau, ella es buena.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Por qué no dijiste nada cuando llegué aquí?

—Perdona, pero si piensas en ello, recordará que no estuviste nada


contenta conmigo cuando llegaste a Ana Lia.

—Muy bien, puedo ver eso, pero ¿no ha habido algún momento desde
entonces que pudieras haber mencionado que pasaste la noche conmigo?

—¿Cuándo se supone que debía decir eso? “Um, sí, creo que hoy
vamos poner un yeso, y oh, por cierto, ¿mencioné que fui la mujer en la que te
desmayaste en Chicago?”

—Puedo ver donde el momento probablemente fue un problema.

—Recuerdas que no pasó nada entre nosotros. Nada, ya sabes.

—Me lo imaginé cuando desperté completamente vestida.


307
—Supongo que debo admitir que no haberme reconocido cuando
llegaste a la isla no era muy halagador ni bueno para mi autoestima, debo
añadir. Parte de mí estaba decepcionada, pero la otra parte era feliz.

—¿Feliz? —Preguntó Baylor confundida.

—Creo que sabes que no hago cosas como llevar a las mujeres de
vuelta a mi habitación de hotel. —Hobie sonrió—. Bueno, al menos no en una
ciudad extraña. Supongo que estaba avergonzada. Me sentí como una gran
puta.

—Eso no es lo que aparece en mi mente cuando pienso en ti.

—¿Qué piensas de... cuando piensas en mí?

—Pienso en lo maravillosa que eres, en la mujer cariñosa y amorosa que


eres. Lo especial que haces sentir a la gente, sin hacer nada fuera de lo
común. Pienso en que eres una gran mamá y creo que todo el mundo en este
mundo deberían sentirse afortunados de pasar tiempo contigo. Si lo hicieran,
descubrirían lo que ya sé. Que nadie se cerca a la belleza absoluta como tú.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Chico, te he engañado, —dijo Hobie con aire consciente. Ella sacudió


su cabeza—. No tienes ni idea de en qué te estás metiendo cuando me tengas.

—¿Debo? —Baylor se estiró y dejó que sus dedos se deslizaran contra


la mejilla bronceada de Hobie—. Quiero decir, conseguirte.

Hobie sonrió ante otra respuesta perfectamente formulada de Baylor.


—Estoy pensando que estás bastante atrapada conmigo. Te amo, Baylor. —El
silencio flotaba en el aire después de la última declaración de Hobie—. Está
bien si no sientes lo mismo. Yo…

—No, pero yo sí. Siento lo mismo, —añadió Baylor apresuradamente.

—Oh. —Hobie soltó un suspiro de alivio—.Vaya. —Indicó con sus ojos y


una sutil inclinación de su cabeza que Baylor debería llevar ese reconocimiento
un paso más allá.
308
—Baylor, —dijo al fin—.¿Seguro que sientes lo mismo? Porque está
bien si no lo haces. Sólo he tenido tanto miedo de ser la primera en decirlo que
supongo que todo salió a la vez. Si necesitas tiempo para...

—No realmente. Yo-yo... —Baylor tenía una expresión de dolor—.


¿Realmente tienes que escuchar las palabras? —Preguntó, ya sabiendo la
respuesta.

—Sí, realmente tengo que escuchar las palabras. Necesito las palabras.

—Está bien... aquí va. Hobie, yo-yo...

De repente, la cara de Baylor se volvió ceniza. Se sentía como si hubiera


un tremendo peso en su pecho. Miró aterrorizada mientras sentía su brazo
izquierdo entumecido. —Oh Dios mío.

—¿Qué? —Preguntó Hobie con miedo.

—Creo que estoy teniendo un ataque al corazón.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie había visto muchos infartos durante su residencia. Siempre era


posible que Baylor estuviera teniendo uno, pero la expresión de Hobie decía
que era dudosa.

—No puedo sentir mi brazo. —Baylor miró hacia abajo a la extremidad


en cuestión—. Mierda, voy a morir.

Hobie puso los ojos en blanco, luego pellizco fuertemente el brazo de


Baylor.

—¡Ay!

—¿Lo sentiste?

—Sí, maldita sea. Eso duele.

—Entonces tu brazo no está entumecido, no estás teniendo un ataque al


corazón, ni estás a punto de morir. ¿Ves cómo todo funciona? No tienes que 309
sentir realmente nada para decir que tu brazo está entumecido.

—Puedo ver por qué saliste de la medicina con esa manera de tratar a
los pacientes. —Baylor se frotó el lugar donde Hobie la había pellizcado.

—Eso fue duro. —Su rostro formando un mohín infaltil.

—Sin embargo, apuesto a que no te sientes como si estuvieras teniendo


más un ataque al corazón. —Hobie preguntó con una sonrisa.

—No eres una mujer agradable. —Una sonrisa diminuta se formó en la


cara de Baylor—. Te amo, Hobie. —Justo así, dijo las palabras, antes de que
tuviera la oportunidad de pensar en ellas por más tiempo. No quería esperar a
ver lo que la memoria de su padre le susurraba al oído. Se encogió de hombros
ante el fantasma por primera vez en su vida adulta y se sintió bien.
Jodidamente bien.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Sólo llevó esa simple admisión para abrir las compuertas de la emoción
de Baylor. Tiró de Hobie en sus abrazos y la besó con una pasión que hizo que
sus anteriores besos en comparación parecían ordinarios.

—Quiero que te quedes aquí esta noche, —Hobie respiró contra su


cuello.

—Sí, oh, sí. —Baylor murmuró su asentimiento mientras ella y Hobie se


dejaban caer sobre el sofá mullido.

—Oh, sí. —Hobie gimió cuando el peso de Baylor se apretó encima de


ella—. Ay, ay.

—¿Qué?

—Tu yeso. Ten cuidado con esa cosa.

—¿Qué hay de ti en la parte superior? —Baylor no podía pensar en una 310


manera delicada de decirlo.

—Buena idea. —Hobie se retorció mientras Baylor se deslizaba de


espaldas contra el sofá—. Hmm. —Hizo una pausa—. ¿Estás segura de que
estás dispuesta a renunciar al poder y al control de la posición superior?

Baylor sonrió. —Me arriesgaré. ¿Dónde estábamos ahora?

—Aquí mismo. —Hobie cubrió la boca de Baylor con la suya.

—Mmm. —Baylor gimió. De repente, los gemidos se hicieron cortos y


agudos—. ¡Mmm-mmm!

—¿Qué? —Hobie finalmente tradujo los sonidos para decir que Baylor
estaba sufriendo.

—No pongas tu mano ahí, duele.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie inmediatamente levantó su mano y empujó la camiseta de Baylor.


Justo debajo de sus costillas era el comienzo de un moretón desagradable. —
¿Cómo demonios ha sucedido esto?

—En el campo de mini golf, —dijo Baylor mientras intentaba captar la


atención de Hobie sobre otras cosas con sus caricias—. Creo que fueron los
monos balanceándose. Uno de ellos me interceptó.

—Dios, Baylor, —dijo Hobie, todavía examinando el gran moretón. La


mano de Baylor se deslizó bajo la blusa de Hobie y serpenteó alrededor de su
cintura, acariciando la suave piel—. ¡Oh, Dios, Baylor! —Exclamó Hobie de
nuevo, con más entusiasmo esta vez.

—¡Ay! No te inclines por ese lado, —insistió Baylor, sin querer terminar
sus besos.

—¡Oye! —Gritó Hobie—. Bueno, ahora estas tirando de mi pelo.


311
—¡Ay, mierda! Lo siento, cariño, pero los cortes en mi mano pican.
Intentemos esto... —Baylor trató de salir de debajo de Hobie para que pudieran
al menos acostarse en el sofá, una frente a la otra.

—¡Auh! —Exclamó Hobie mientras un mechón de cabello quedó


atrapado en el anillo de Baylor.

—Casi lo conseguí... sólo un segundo... allí, no fue demasiado difícil.


¡Whoa! —Baylor se había movido un poco demasiado hacia el extremo del
sofá. Su peso la llevó hasta que estaba acostada de espaldas en el suelo.

—¡Jesús! ¿Estás bien? —Dijo Hobie alarmada. Era evidente para Baylor
que Hobie se esforzaba por no reírse de ella, sobre todo antes de descubrir si
se había herido a sí misma.

—¿Quién, yo? —Baylor trató de parecer casual—. Oh sí. Cómoda


alfombra tienes en este lugar. En realidad, me estoy acostumbrando a caer.
Creo que hay un arte.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie se cubrió la boca para ahogar su risa.

—Siento que en este punto probablemente debería dejar algo muy claro,
—dijo Baylor—. Normalmente no encuentro tantos problemas al hacer el amor.
Por lo general va mucho más suave que esto.

Hobie se echó a reír al fin. —Siempre eres esto... esto... —Buscó una
palabra que no ofendiera a Baylor.

—¿Patosa… una torpe? —Preguntó Baylor—. Esa es la parte divertida


La mayoría de las personas me consideran francamente elegante. Esto pareció
comenzar cuando llegué aquí en la isla. Por alguna razón, parece que se
acentúa cuando estoy cerca de ti.

Hobie se inclinó sobre el lado del sofá y alcanzó una mano para acariciar
la mejilla de Baylor. —Lo siento, cariño.
312
Baylor respondió con una sonrisa descuidada. El término de cariño hizo
su camino directamente a su corazón. —Um, podrías venir aquí abajo. Es
bastante cómodo. —Dio una palmada en el suelo alfombrado.

—Tengo una idea, —comenzó Hobie—. ¿Qué pensarías si dijera que


quería esperar? —Arrugó la nariz como si esperara un golpe.

—¿No quieres?

—¡No! No es eso en absoluto. —Apartó un mechón de pelo de los ojos


de Baylor—. Quiero. Confía en mí, quiero. Sólo quiero que sea... no lo sé, no
perfecto, pero muy cerca. Estaba pensando si esperábamos hasta que te quité
ese yeso y cuando te curases un poco...

—¿No mucho tiempo?

—No, cariño, no mucho en absoluto.

—Suena práctico, suena como tú. —Baylor sonrió—. Supongo que


debería...
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Sin embargo, No quiero que te vayas. ¿Te quedarías esta noche?

—¿Crees que podremos arreglárnoslas sin matarnos una a otra?

—Correré el riesgo.

—Entonces sí, —dijo Baylor suavemente—. Quiero, aunque sólo sea


para estar a tu lado.

—Puedo arreglar eso. Vamos. —Hobie se bajó del sofá y ayudó a Baylor
a ponerse en pie.

Hobie llevó a Baylor hacia el ahora dormitorio familiar. —¿Quieres dormir


en éstos? —Tiró suavemente del cordón de los pantalones de deporte
prestados de Baylor.

—Creo que si planeamos dormir, entonces mejor. Es esa cosa de no


ropa interior otra vez. 313
—Aguafiestas, —dijo Hobie con una sonrisa burlona—. Vuelvo
enseguida.

Hobie regresó un rato más tarde, su rostro recién lavado y su aliento olía
a menta. Baylor se había sentado en el extremo de la cama, insegura de
adónde ir desde allí. Hobie se paró delante de Baylor y parecía la cosa más
natural del mundo para Baylor deslizar las manos alrededor de la delgada
cintura de Hobie.

—Esta es mi ropa de dormir habitual. —Hobie miró hacia abajo en la


camiseta azul descolorida de los Cubs de Chicago—. ¿Te va a… molestar?

Baylor tragó saliva por la visión de la bikini de encaje blanco que se


asomaba por debajo de la camisa. Tiró a Hobie más cerca de ella. —Creo que
si estuvieras usando franela de la cabeza a los pies, aún me excitarías.

—Siempre sabes qué decirme.

—Después de todo, soy escritora, —dijo Baylor con aire pretencioso.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie la recompensó con un lento beso. Una leve mueca de dolor y un


gemido doloroso de Baylor le advirtieron a Hobie que se detuviera dónde
estaba. —No hay actividad agotadora para ti esta noche, —dijo Hobie,
ignorando el encantador puchero en la cara de Baylor—. Diría que pasará una
semana antes de que todos esos moretones sanen.

—¿Una semana? —Casi gritó Baylor—. ¿Cinco días?

En realidad, me refería a siete. Todavía hay siete días en una semana,


¿verdad? —Hobie se rascó la cara y empezó a contar con los dedos.

—Cuatro.

—Dije siete.

—Espera... cinco.

—Siete. 314
—¡Seis! —Imploró Baylor.

—Tienes la impresión equivocada de que tomar el consejo de tu médico


es como una velada en Sotheby's54.

—Oh por favor. Vamos, nena... —Baylor terminó el pensamiento


pasando sus manos a lo largo de los muslos de Hobie, acercándola más.

—Oh, no, no lo hagas. —Hobie se echó a reír mientras salia del agarre
del repentinamente pulpo Baylor. Había estado a pocos segundos de ceder a la
negociación sensual de Baylor.

—Una cosa que deberías aprender ahora mismo. —Hobie sostuvo la


barbilla de Baylor entre los dedos—. Ya sé lo encantadora que eres y sé cuánto
te gusta usar ese encanto, Baylor Warren. Ese muy sexy puchero y esas
manos mágicas pueden haber trabajado con esas chicas con las que saliste
antes... estamos hablando antes, ¿no?

54
Casa de subastas inglesa, hoy en día con sede en innumerables países
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor levantó tres dedos en un saludo Scout. —Solo tengo ojos para ti.

—Bueno, —dijo Hobie mientras sonreía astutamente—. Como estaba


diciendo, esa rutina puede haber funcionado con las chicas, pero ahora estás
tratando con una mujer.

—Si lo sabré yo. —Baylor le devolvió la sonrisa y el leve beso que Hobie
había puesto en sus labios.

Se acomodó en la cama, apoyando una almohada bajo el yeso. Después


de ponerse cómoda, abrió los brazos y asintió con la cabeza a Hobie, que se
acurrucó contra ella como si lo estuvieran haciendolo durante años.

—Buenas noches, —dijo Hobie mientras besaba el cuello de Baylor.

—Buenas Noche, —respondió Baylor. Besó la parte superior de la


cabeza de Hobie. Pensó que Hobie ya se había quedado dormida cuando oyó 315
su risa cantarina—. ¿Estás bien?

—Me preguntaba...

—¿Sí?

—Me pregunto si podría conseguir una copia de la cinta de seguridad de


putt-putt. Ya sabes, para ver al pájaro cuando te...

—Buenas noches, Hobie Lynn, —dijo Baylor con los dientes apretados.

Hobie no dijo otra palabra, pero durante mucho tiempo en la noche,


Baylor escuchó su risa ocasional.

—Mmm, ¿estás bien? —Preguntó Hobie al sentir que Baylor se


deslizaba de nuevo en la cama.

—Sólo tenía que hacer una parada en boxes antes del amanecer.
—Cuidadosamente colocó su yeso para que pudiera rodar sobre su lado y
acurrucarse detrás de Hobie.
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—Se siente bien, —Hobie murmuró soñoliento mientras sentía el cuerpo


de Baylor contra el suyo—. Me olvidé de advertirte que tengo que levantarme
más temprano y preparar el desayuno a Noah.

—¿No le arreglará tu mamá el desayuno?

—Es una tradición dominical. A Noah le gusta un agradable desayuno,


su delicia favorita, la hago los domingos.

—¿Cuál es la delicia?

—Panqueques con trocitos de chocolate.

—¿En serio? —Dijo Baylor excitadamente, levantando su cabeza de la


almohada.

Hobie se giró ligeramente para mirar la cara de Baylor.


316
—Es chocolate. El chocolate siempre suena bien, —dijo Baylor
defensivamente.

Hobie retrocedió y murmuró en su almohada. —Noah y tú se llevarán


bien. Le gusta el chocolate casi tanto como a ti. —Sintió un suave e inesperado
beso en su cuello cuando Baylor se acomodó contra ella.

Baylor estaba sorprendida de lo natural que sentía estar allí tumbada


con Hobie. No había ninguna de las molestias habituales relacionadas con
dormir en la misma cama con alguien por primera vez. Debemos estar
destinadas a ser, pensó antes de volverse a dormir.

El amanecer llegó antes de lo que ella creía posible. —Arturo, sal de mi


estómago, —ordenó con sueño.

Una risita siguió el orden de Baylor.

—No es Arturo, —susurró Noah—. Soy yo, Noah. Noah Allen. —Levantó
el párpado de Baylor con un dedo índice diminuto—. ¿Estás ahí, Baylor?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No, no hay nadie en casa.

Noah se echó a reír de nuevo. —Sí hay.

Baylor luchó por abrir los ojos, con cierto éxito en el segundo intento.
—Oye, Bubba. ¿Por qué estás tan despierto a estas horas?

—Panqueques. —Dijo la palabra, luego sonrió su amplia sonrisa grande


y dentosa antes de empujar sus gafas hacia arriba—. Mamá los hace.

Escuchando el nombre de Hobie, Baylor miró al otro lado de la cama.


Hobie dormía sobre su estómago, enterrada bajo un montículo de sábanas y
mantas.

—Te diré algo. —Baylor bajó la voz—. ¿Por qué no tú y yo empezamos


hacer el desayuno y dejamos que tu mamá duerma unos minutos más? ¿Qué
dices? 317
—¿Sabes cuál es mi desayuno favorito en todo el mundo?

—Por supuesto, paquenques con chispas de chocolate.

Noah abrió mucho los ojos. —¿Cómo lo sabías?

—Lo sé todo, —susurró Baylor y le guiñó un ojo—. Muy bien, dame unos
minutos y te encontraré en la cocina. ¿Acuerdo?

—Bueno. Baylor, ¿sabes cómo hacer panqueques?

—En realidad nunca antes los he hecho con trocitos de chocolate, pero
¿qué tan difícil puede ser, verdad?

—Bien. —El chico sonrió y salió de la cama.

Tal como fue prometido, sólo le tomó a Baylor unos minutos lavarse el
rostro y tratar de suavizar su cabello de dormir. Hobie le había dejado un cepillo
de dientes, todavía en su envoltorio, en el lavabo del baño. Al salir de la
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

habitación, Baylor no pudo resistirse a volver a la cama y mirar a la pelirroja


dormida.

En qué enamorado dique me he convertido, pensó Baylor justo antes de


que se agachara para colocar un suave beso en la mejilla de Hobie.

—¿Hmm? —Murmuró Hobie—. ¿Qué hora es? —Susurró con voz


ronca.

—Es muy temprano. Vuelve a dormir. —Baylor la besó de nuevo.

—Bueno, —respondió Hobie y volvió a dormirse al instante.

Baylor casi se echó a reír en voz alta por el parecido entre madre e hijo.
Entró en la cocina y encontró a Noah posado en uno de los altos taburetes.

—Mamá siempre me deja sentar aquí y mirar. Sin embargo, podría


ayudar. 318
—¿Alguna vez has ayudado antes? —Preguntó Baylor con esperanza.

Noah negó con la cabeza.

—Entonces creo que probablemente sea mejor tener en este momento


sólo una persona en la cocina que no sepa dónde está todo.

—Ve por ello, Baylor. —Noah tenía una sonrisa gigante, como si
pensara que esta era la cosa más aventurera del mundo.

Baylor extendió la mano y alboroto el cabello del muchacho. —Lo sabes,


Bubba.

Tardó unos cuantos minutos en darse cuenta que estaba sobrepasada.


Ahora Baylor se enorgullecía de sus habilidades culinarias, pero la cocina de
Hobie era una lección de inutilidad. Era bastante difícil encontrar todos los
utensilios necesarios, y mucho menos los ingredientes.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Tu mamá no tiene mezcla de panqueque en alguna parte? ¿O tal vez


harina?

Noah se encogió de hombros.

Baylor finalmente admitió la derrota cuando encontró botones en el


recipiente de la harina y una lata de polvo de hornear que parecía que había
sido utilizada por última vez durante la administración de Carter55.

—¿Estás seguro de que tu mamá es la que hace estos panqueques que


siempre tienes? —Baylor murmuró para sí misma—. Bueno, Bubba, tengo una
idea. A tu madre le gusta tanto su café como a mí. Conozco una manera
segura de despertarla. ¿Dónde guarda el café?

Hobie sonrió y se estiró cuando la luz del sol de la mañana recorrió la


cama. Respiró y olía el rico olor del café recién hecho. Fue entonces cuando
recordó quién más estaba en la casa con ella. Recordó un momento en que se
319
habría metido en la ducha, se había cepillado los dientes y se había
desmaquillado antes de dejar que su nueva pareja la viera. No podía entender
por qué no sentía esa misma urgencia ahora. Todo se sentía tan natural con
Baylor.

Ella reemplazó su camisa de dormir por una más larga y fue en busca de
la fuente del delicioso aroma. —Buenos días.

—¡Mamá, mamá! —Noah abrazó a Hobie cuando se inclinó para besarle


la mejilla.

—Buenos días, mamá, —añadió Baylor, tendiéndole una humeante taza


de café.

—Gracias. Bonito peinado que tienes allí. —Hobie señaló el remolino


que Baylor no podía mantener aplastado.

55
Presidente de EE.UU de 1977-1981.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Habla por ti misma, recién levantada. —Baylor sonrió y pasó los dedos
a través de los mechones rebeldes de Hobie. Estaba sorprendida. Había
esperado que Hobie saliera del dormitorio, pero no estaba segura de quién era
esa mujer. Las confesiones de la tarde anterior le habían hecho parecer
diferente hoy. Tan cursi como sonaba a los propios oídos de Baylor, pensó que
Hobie parecía mucho más angelical.

Ella se inclinó para un beso, sólo para que Hobie retrocediera un poco.

—Yo, um... —comenzó Hobie.

Baylor miró a Noah, que las observaba con calma. No había pensado
que estuviera en la habitación, pero Hobie obviamente lo había hecho. —Oh, lo
siento, yo...

—¡No! No, no es eso en absoluto, —dijo Hobie con una sonrisa


avergonzada. Dejó su taza de café y retrocedió hacia el dormitorio—. Todavía
320
no me cepillo los dientes. Vuelvo en un segundo.

Baylor rio entre dientes. Se apoyó contra el mostrador junto a Noah y


tomó un sorbo de café. Se volvió hacia él. —Mujeres. Imagínate, —dijo y negó
con la cabeza.

—Sí, —Noah aceptó, sacudiendo la cabeza de la misma manera.

Hobie volvió unos minutos más tarde con una expresión avergonzada.
—¿Crees que es humanamente posible que me avergüence más esta
mañana?

—No si no cuentas el hecho de que la parte de atrás de tu camiseta está


metida dentro de tu ropa interior, —dijo Baylor casualmente.

—¡Oh, caramba! —Exclamó Hobie, su rostro se puso rojo. Rápidamente


la alcanzó y la soltó—. Debo lucir…

—Hermosa, —terminó Baylor—. ¿De acuerdo, Bubba?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Sí! Te ves hermosa, mamá, —agregó Noah.

Hobie apoyó la frente en el pecho de Baylor mientras Baylor la rodeaba


con los brazos. —Gracias chicos. Los dos son buenos para mi ego. —Tiró de la
camiseta de Baylor para llamar su atención—. Eh, tú. Ven aquí abajo.

Baylor se inclinó y Hobie besó dulcemente sus labios. Noah se rio y


Baylor abrió un ojo, finalmente apartándose. —¿De qué te ríes, eh?

Noah señaló a Baylor. —¡Te gusta mamá!

—¡No lo hace! —Baylor le guiñó un ojo a Hobie y mostró una falsa


expresión de disgusto.

—Claro que sí. Baylor y mamá, sentadas en un árbol b-e-s-á-n-d-o-s-


e...56

—Oh, ahora vas a conseguirlo. —Baylor se movió hacia el muchacho 321


justo cuando saltó de la silla.

Hobie observó cómo los dos corrieron gritando y riéndose por la casa.
—Oye, ¿quién quiere panqueques con trocitos de chocolate? —Preguntó
después de unos momentos.

Toda la acción en la sala de estar se detuvo. Baylor había dejado a


Noah clavarlo en el suelo, pero ambos dieron la vuelta y contestaron. —¡Yo, yo!

No estoy segura de sí acabo de conseguir un amante u otro chico, pensó


Hobie mientras se movía por la cocina. La idea la asustó, pero de nuevo, el
futuro siempre asustaba a Hobie.

Ella sonrió mientras escuchaba a Baylor y a Noah en la otra habitación.


¿Con qué frecuencia encontró una mujer, una pareja que amaba a su hijo y a
quien su hijo amaba a cambio? Sin embargo, ¿algunos besos y una
declaración de amor significan necesariamente un compromiso de por vida?

56
Canción infantil burlona muy conocida en EE.UU. La canción se titula The K-i-s-s-i-n-g Song, Canción para
b.e.s.a.r.s.e.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

¿Se mudaría Baylor a Ana Lia? ¿Podría? Hobie pensó en Chicago. La ciudad
era maravillosa, con oportunidades no disponibles en ningún otro lugar, pero
¿quería criar a Noah allí?

Hobie suspiró profundamente. Ahora se preguntaba si enamorarse de


Baylor era algo bueno.

322
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 22

—Hola. —Baylor se dejó caer en la reposera al lado de la piscina, Arturo


en su regazo. Había estado feliz de verla, saltando en sus brazos desde el
momento en que había entrado en la casa.

—Oye. —Juliana levantó la vista del manuscrito que estaba leyendo.


¿Bien?

—¿Bien qué? —Preguntó Baylor.

—No me hagas hacerte daño.


323
—¿Lastimarme? Oh sí. ¿Cómo trataste de hacer anoche? Golpeas
como una chica.

Las dos amigas se detuvieron para mirarse y se echaron a reír. Habían


pasado por cosas mucho peores, durante los años, que el encuentro de la
noche anterior. Siempre seguirían siendo amigas, sin importar qué cosas
idiotas pudieran decir en el calor del momento.

—Sobre la noche pasada, —comenzó a decir Baylor—, ya sabes...


Bueno, lo siento, sólo...

—No te preocupes, compañera. —Entonces, —dijo Juliana con una


sonrisa lasciva—, ¿cómo fue anoche?

Baylor sonrió sin darse cuenta de que lo había hecho.

—Supongo que esa sonrisa lo dice todo. Ya era hora.

—No, gracias a ti. —Baylor se rio.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Juliana seguía sonriendo. Una cosa que nunca revelaría a Baylor fue
que había jugado un papel, aunque la parte más pequeña, en el encuentro de
las dos mujeres. A Baylor no le gustaba ser empujada. Si ella sentía que había
sido manipulada de alguna manera, arruinaría su vida y lastimaría a Hobie sólo
vengarse de todos.

—Entonces dime las partes buenas, —dijo Juliana.

—Todo fue bueno, pero no en la forma en que estás pensando.

—¿Le dijiste?

—Sí.

—Esa es mi chica.

—Pasamos la noche juntas, pero dormimos... eso es todo.


324
—De acuerdo, —dijo Juliana con sarcasmo—. Apuesto a que hubo un
gran besuqueo por allá.

—No, ésa es la verdad sincera. —Baylor se aclaró la garganta


conscientemente—. De algún modo acordamos esperar, ya sabes, tomarlo con
calma. Hasta que el yeso sea sacado, entonces podemos…

—Quieres decir que ella dijo que no.

—Si, más o menos. Hice todo menos arrodillarme y suplicar.

Juliana se echó a reír. —Será bueno para ti. Construye tu personalidad.


Sabes, mujeres como esta no son sólo aventuras, compañera. Hobie es la
importante.

—Lo sé. —Baylor se estiró en la reposera—. Pensarías que tendría más,


no sé, miedo de esto. ¿No es así?

—Conociéndote, tendría que responder con un gran si. Normalmente,


estarías corriendo por las colinas por algo así.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Lo sé. No puedo resolverlo. Sólo sé que no voy a dejar que ese hijo de
puta me gane más.

Juliana miró a su amiga. Sabía que Baylor se refería a su padre. Baylor


estaba tendida, con los ojos cerrados y el cachorro blanco roncando en su
regazo. Juliana no recordaba el momento en que Baylor se había visto tan
cómoda en su propia piel.

—Te mereces a esta chica, compañera, —dijo Juliana en voz baja.

—No lo sé, pero tengo que intentarlo. Será mejor que me prepare. Hobie
viene y vamos a ver a Tanti. ¿Quieres venir?

—No. —Juliana no estaba segura de poder evitar derramar secretos en


una habitación con Evelyn, Hobie y Baylor—. Voy a trabajar en mi bronceado.
Esta tarde iré a visitarla.
325
—Preguntaba. Gracias también por cuidar de Arturo mientras estoy
fuera.

—No hay problema. Es muy divertido cuando te acostumbras a ser su


almohada de cachorro.

Baylor rio entre dientes. —Sí, le metí algunos malos hábitos. Me voy a
preparar. Te veo luego.

—Hasta luego, —repitió Juliana.

—Gracias por acompañarme a ver a Tanti, —dijo Baylor. Por primera


vez en su vida, estaba disfrutando de ser una pasajera en su propio coche. Le
dio la oportunidad de ver a Hobie mientras conducía.

—No tienes que darme las gracias. Llevo años siendo amiga de Evelyn.

—Supongo que entonces es sólo una excusa para mí para pasar tiempo
contigo. —Baylor estiró su brazo por el asiento y jugó con el pelo suelto en la
nuca de Hobie. Hobie ofreció una sonrisa brillante antes de volver su atención
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

al camino. Baylor sabía que su corazón estaba completo cuando su estómago


dio un vuelco al ver esa sonrisa.

—Sabes que Evelyn nos va a dar el tercer grado, ¿no?

—No si no lo sabe, no lo hará.

—¿Así que no decimos nada sobre nosotros?

—A menos que quieras responder a muchas preguntas personales. No


sé, ¿cómo es tu tolerancia a la vergüenza? —Baylor preguntó con una sonrisa.

Hobie devolvió la risa. —Veo tu punto, pero nos van a preguntar. Ya


sabes cómo es la gente de por aquí.

—Supongo. —Baylor frunció el ceño.

Por el rabillo del ojo, Hobie vio la expresión de Baylor. No parecía que 326
estuviera totalmente satisfecha con la idea de que su relación se convirtiera en
un conocimiento común. Inmediatamente, las defensas de Hobie subieron.
—¿Es que no quieres que la gente sepa que estás en una relación o que no
quieres que sepan que está conmigo?

—¿Qué? —Baylor dejó de pensar—. No, no, cariño, no es nada de eso.


No quise decirlo como sonaba. Supongo que soy pésima para ser el centro de
atención. Esa es la parte que temía.

—Oh, —dijo Hobie en voz baja—. Pensé que tal vez...

—No pienses eso. Era lo más alejado de mi mente.

—¿Así que crees que podemos tratarnos como si nada fuera diferente
entre nosotras?

—¿Quieres decir que te puedo mirar sin revelar lo absolutamente


afortunada que me siento, sin mostrar a cada persona en la habitación cuánto
te amo?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie sonrió y negó con la cabeza. —A veces tienes una manera de


decir lo correcto.

—Además, no sé cómo Tanti reaccionará ante nosotros, ya sabes,


siendo pareja.

—¿Crees que ella tendría un problema con eso?

—Ella nunca dijo nada. En realidad ha aceptado bastante mi preferencia


sexual, pero nunca realmente hemos hablado de cómo se siente porque yo sea
gay.

—Creo que Evelyn es probablemente la última persona en la isla que


tiene un problema con eso. —Hobie se rio entre dientes.

—Hay una primera vez para todo.

—Sí, pero ¿algo así no sería como la paja en el ojo ajeno? 327
—¿Huh?

—Debido a ella y Aimee.

—¿Qué hay de ella y Aimee?

—¿Qué quieres decir, a qué me refiero?

—Quiero decir, ¿qué tienen que ver Evelyn y Aimee con lo que nos
ocupa?

—Sólo quería decir que desde que Evelyn era gay, o al menos tenía una
amante femenina en su vida, estoy segura de que ella no se sentiría
decepcionada de ti. ¿De qué pensabas que estaba hablando?

—¿Perdón? —La boca de Baylor se secó y su mente se cerró.

—Dije, ¿qué tú…?

—Escuché lo que dijiste, lo que no entiendo es por qué lo dijiste.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie llevó el coche hacia el estacionamiento del hospital. Apagó la


ignición y se giró en el asiento para mirar a Baylor. —Estamos teniendo una
enorme brecha en la comunicación aquí. ¿No es así?

—Creo que sí. —Baylor rio nerviosamente—. ¿Por qué dices que Tanti
es gay?

—Um... porque es, —dijo Hobie lentamente.

—¿Lo es? ¿Mi abuela? Estamos hablando de Evelyn Warren, ¿verdad?

—Por supuesto. Baylor, ¿no lo sabías?

—No. —Baylor se echó hacia atrás en su asiento—. No tenía ni idea.


¿Estás segura?

—Ese no es el tipo de cosas en que te puedes confundir. Seguramente


estuviste cerca de Evelyn y Aimee cuando eras más joven. 328
—Sí, pero Tanti nunca dijo nada. Lo único que hacían era bromear y
gritarse mucho. Actuaban como... bueno, no sé. ¡Discutían todo el tiempo!
—Hizo una pausa y miró a un Hobie sonriente—. Eso suena a nosotros, ¿no?

—Más o menos.

—¡Mierda! ¿Cómo nadie me dijo?

—Supongo que todos pensaron que lo sabías. ¿Tus padres alguna vez
dijeron algo cuando eras una niña?

Baylor se dio cuenta con asombrosa claridad de por qué su padre había
repudiado a su madre. —Sí, eso suena exactamente como algo que haría
—murmuró.

—¿Qué?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, lo siento. Sólo estaba recordando. Hasta donde me alcanza mi


memoría, mi padre nunca habló con Tanti. Mamá dijo que tuvieron una pelea,
pero te apuesto cualquier cosa que era más que eso.

—Vaya hijo, —dijo Hobie—. Oh, cariño, lo siento. No debería haber


dicho eso.

—No lo hagas. Es justo lo que estaba pensando. No puedo creer que


Tanti nunca saliera y me lo dijera.

—Tal vez pensó que lo sabías. Tal vez sentía que no estabas lista para
oír ese tipo de cosas acerca de tu padre. —Hobie puso una suave mano en el
brazo de Baylor—. Sea lo que fuere, sabes que Evelyn debió de pensar en ti.

—Si, tienes razón. Tanti siempre ha estado allí para mí.

—¿Sólo hazme un favor? 329


—Claro, cualquier cosa.

—Asegúrate que no, bueno, saltar sobre Evelyn con esta noticia en
cuanto llegamos allí. ¿Bien?

—Dame un poco de crédito, cariño. Puedo ser el epítome del tacto


cuando quiero ser.

—¡Bueno, si son mis dos chicas favoritas! —Exclamó Evelyn. Parecía


positivamente sana y brillante.

—¡No puedo creer que nunca me dijiste que eras gay! —Exclamó
Baylor.

Hobie dejó su cara descompuesta en su mano abierta. —Sutil, —dijo


una vez que levantó la cabeza—. ¿Qué pasó con el tacto?

—Oh, lo olvidé, —admitió Baylor—. Aun así, —replicó la atención de su


abuela—, Tanti, ¿por qué nunca me dijiste que eras lesbiana?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Porque no lo soy, —dijo Evelyn.

—Mira, —Baylor se volvió hacia Hobie sorprendida. —Te dije que era
heterosexual.

—Oh, pero tampoco soy eso.

Baylor se quedó mirando a su abuela. De repente, sus ojos se


iluminaron. —Oh. Lo entiendo. —Miró a Hobie y movió el dedo de un lado a
otro—. Porque estuvo casada una vez... es bi.

—Uh-uh. —Evelyn negó con la cabeza.

Baylor permaneció en silencio. —Está bien, estoy confundida.

—Baylor, sabes lo mucho que detesto las etiquetas. Me importó mucho


tu abuelo mientras él estuvo vivo. Entonces conocí a Aimee y... bueno, me
enamoré de ella. Si me llamo esto o aquello, parece que estoy poniendo límites 330
al amor. Todos sabemos que a veces el amor simplemente sucede, queramos
o no.

Baylor y Hobie intercambiaron una mirada de culpabilidad.

Evelyn observó a las dos mujeres atentamente. No habían dicho una


palabra al respecto, pero podía leer todas las señales. No sólo estaban
enamoradas, sino que también habían compartido finalmente sus sentimientos
entre sí. Había cambios sutiles en su comportamiento: sus sillas estaban un
poco más cerca que de costumbre, sus miradas de vez en cuando atrapadas.
Evelyn casi saltó de alegría. No podía esperar a llamar a Rebecca.

—Si hubiera pensado que no lo sabías, Baylor, seguramente te lo


hubiera dicho. Algunas cosas de mí nunca parecieron interesarte. Por ejemplo,
como que fuera una wiccana57.

—¿Eres una bruja? La voz de Baylor se elevó considerablemente.

57
La Wicca es una religión neopagana vinculada con la brujería y a otras religiones antiguas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Creo que prefieren el término “wiccana”, —dijo Hobie.

—¿Sabías de esto? ¿También lo eres tú? —Preguntó Baylor con una


mirada sospechosa.

—No seas tonta. Por supuesto que no lo sabía, —dijo Hobie—. Algunas
de las... bueno, las mujeres mayores en la isla lo son.

—Me temo que ya no somos más que mujeres ancianas, Hobie Lynn. Tu
madre es probablemente el miembro más joven de la Hermandad de Damas.

—¿Mi madre? —Hobie estaba junto a Baylor en este punto—. ¿Eso es


lo que es la Hermandad de Damas, y mi madre es una... una… bruja?

—Pensé que dijiste que les gustaba ser llamadas wiccanas, —dijo
Baylor con aire de suficiencia.

—Eso era antes que supiera que mi madre era una de ellas, —replicó 331
Hobie—. Creo que necesito sentarme. —Una expresión de asombro se fijó en
su rostro—. No entiendo. Quiero decir, he oído rumores, pero...

—Hobie, estoy segura de que no es lo que piensas. Dile, Tanti. —Baylor


buscó apoyo en su abuela—. Quiero decir, —miró a Hobie—, no es como si
bailaran desnuda bajo la luna o cualquier otra cosa. —Rio.

—En realidad, querida lo hacemos, —dijo Evelyn—. Pero sólo una vez al
año. Es más tradición que cualquier otra cosa.

—Creo que estoy perdiendo la cabeza, —dijo Hobie.

—Bienvenida a mi mundo. —Baylor apoyó una mano tranquilizadora en


el hombro de Hobie.

—Vosotras chicas actúan como si hubiera perdido la cabeza. Hobie


Lynn, estas prácticas han durado más años que esta isla. No hay nada que
temer o preocuparse. La mayoría de las mujeres más jóvenes de la isla creen
que somos sólo un puñado de ancianas locas, pero somos inofensivas. Nunca
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hacemos daño a nadie y no compartimos nuestros puntos de vista con nadie


más que con los más abiertos de mente. Sólo el pensamiento de que una bruja
que vive en el mismo bloque asusta a algunos. —Evelyn susurró la última
frase.

Hobie levantó la vista hacia la amable anciana y se sintió de inmediato


culpable. Había hecho lo que la gente le había estado haciendo a lo largo de
toda su vida: juzgar. —Lo siento, Evelyn. No debería haber sonado tan
desaprobadora. No tenía derecho.

Evelyn alargó la mano para apretar la mano de Hobie. —Ser diferente


viene con un precio. Creo que todos sabemos eso. ¿Eh? —Miró a Baylor.

—Supongo que deberíamos saber más sobre eso. —Admitió Baylor con
una sonrisa irónica.

—Baylor, me pregunto si podrías conseguirme un poco de agua, —dijo


332
Evelyn.

—Seguro, Tanti. —Baylor alcanzó la jarra en la mesilla de noche.

—No, querida, esa agua no es buena.

Baylor miró la jarra de plástico. —¿No es buena?

—La mejor agua está en la máquina expendedora en el vestíbulo, cerca


de la entrada.

—¿Todo el camino hasta allí? —Baylor alzó la voz.

—Supongo que podría llamar a una enfermera para que me la traiga…

—No, no. Puedo hacerlo. ¿Algo más que quieras? ¿Cómo algunas
nueces de Brasil sin sal que necesito ir a Brasil para conseguir?

Hobie la golpeó juguetonamente en el muslo. Baylor le sonrió y Evelyn


miró, segura de que nunca antes había visto a su nieta tan feliz.
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—Bueno. Hobie, ¿quieres algo?

—No, estoy bien.

—Supongo que no tienes una escoba que pueda usar para volar allí,
¿verdad? —Baylor sonrió a su abuela. Evelyn arqueó una ceja.

—De acuerdo, de acuerdo, lo siento. Caray, ¿ya nadie puede bromear?

Tan pronto como Baylor salió de la habitación, Evelyn rio y buscó la


mano de Hobie. —Dímelo todo.

—¿Qué? —Preguntó Hobie con una confusa risita.

—Tú y Baylor.

—No tengo ni idea de lo que quieres decir.

—Hobie Lynn, sé que a Baylor le gusta esconder sus emociones, pero 333
eso nunca ha sido así para ti. ¿Ahora tengo razón acerca de vosotras dos?

—Sí, Evelyn, —dijo Hobie—. Tienes razón.

—Bueno entonces, dime todos los detalles jugosos.

Hobie se rio. —Todavía no hay detalles jugosos para contar e incluso si


tuviera algunos, no creo que me sienta totalmente cómoda hablando con la
abuela de Baylor sobre nuestra vida sexual.

—Aguafiestas, —bromeó Evelyn—. No puedo decirte lo feliz que estoy


por ambas. Te mereces esto, un amor que durará toda la vida.

—Me gustaría pensar que durará toda la vida, Evelyn, pero en cuanto a
merecerlo, eso es discutible.

—Todavía estás preocupada por eso, ¿verdad?


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—Evelyn, no se lo he dicho a Baylor. Debí hacerlo antes porque ahora


es demasiado tarde. Ella estará tan enojada. Simplemente no sé cómo
manejarlo.

—Honestamente, no es como si no fuera un accidente.

—Sabes lo paranoica que es Baylor. Seguramente pensará lo peor, algo


terrible, como si hubiera algún tipo de conspiración detrás de todo.

—Sinceramente, no veo por qué estaría tan alterada, —protestó


Evelyn—. Creo que deberías salir y decirle. Ella lo entenderá viniendo de ti.

—Oh, piensas eso, ¿verdad? ¿Y cómo se supone que debo decirlo?


“Oh, Baylor, ¿te ha contado tu abuela cómo acabó rompiéndose la cadera?
¿No? Bueno, déjame ser la primera en decir que la lleve por delante con mi
camioneta en la misma intersección que ¡te golpeé! Pequeño mundo, ¿eh?”
334
Hobie miró al rostro de Evelyn y notó su expresión atormentada. No
comprendió hasta que se dio cuenta de que Evelyn estaba mirando más allá de
ella. Se volvió, pero sabía lo que iba a ver. Baylor estaba de pie en la puerta
abierta, mirando con la boca abierta hacia ellas.

—Oh, Dios, —Hobie respiró.

—¿Se supone que eso era una broma? —Baylor entró lentamente en la
habitación y depositó dos botellas de agua sobre la mesita de noche.

—Ahora, Baylor... —Evelyn hizo una pausa, sin saber qué decir a
continuación. Quería hacer una broma, decir algo ligero para romper la
expresión tormentosa que crecía en la cara de Baylor. Sin embargo, esa
mirada la detuvo.

—No lo creo. Dime que no es verdad. Hobie, no puedo creer que me


escondieras algo así.

—Ahora, Baylor... —comenzó Hobie.


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—¿Quieres dejar de decir, “ahora Baylor”?

—Bueno, es sólo que podemos ver que te estás enfadando...

—¡Entonces las dos sois unas malditas clarividentes! —Gritó Baylor—.


Tienes razón, me estoy molestando. No puedo creer que me ocultaras esta
información.

—Baylor, para. Fui yo quien le dijo a Hobie que no dijera nada.

—No, Tanti, no trates de cubrirla.

—¿Cubrirme? —La voz de Hobie se elevó unas dos octavas—. Te haré


saber que no necesito a tu abuela para tomar la responsabilidad por mí.

—¿Oh si? ¿Quién lo hace habitualmente? —Replicó Baylor. Hubo un


momento, un breve momento, cuando pensó que tal vez calmarse y escuchar
la razón sería una cosa inteligente. Ese punto la había pasado unos veinte 335
segundos antes. Ahora Baylor sólo tenía un pensamiento: Hobie Lynn la había
engañado deliberadamente. Por supuesto, en la mente de Baylor, la infracción
creció rápidamente de simple engaño a traición. Tal vez era su pasado, su
desconfianza natural, o el hecho de que su genio podía golpear más rápido que
el rayo. Sea cual fuere la razón, tomó unos segundos transformar a Hobie de
amante en enemiga.

En ese momento, la voz dentro de la cabeza de Hobie, la que le decía


que había ido demasiado lejos, estaba teniendo ataques de apoplejía. Sabía
que tenía una última oportunidad para pensar racionalmente. Respiró hondo,
con las manos crispadas. —De acuerdo, puedo hacer esto. Puedo
comportarme como un adulto inteligente. Ahora, Baylor...

—Juro, voy a golpear a la próxima persona que dice eso.

—Baylor, ¡debes parar! —Evelyn pudo ver todo su trabajo duro y


planeando escabullirse debido a las dos mujeres obstinadas—. Piensa en lo
que dices. Tú también, Hobie.
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—Ese es el problema, ella nunca piensa antes de hablar. ¡Deja caer sus
pensamientos en su lengua y salen de su boca como un dispensador de
caramelos! —Grito Hobie.

—¿Oh, sí? —Baylor contestó, frustrada de que Hobie la hubiera cogido


desprevenida.

—¡Oh, qué replica brillante!

—Baylor, por favor... —Las palabras de Evelyn sonaron fatigadas


mientras hacía un último intento de calmar a las dos mujeres, que ahora se
enfrentaban cara a cara—. Ciertamente no lo planifiqué de esta manera,
—murmuró en voz baja.

Desafortunadamente, Baylor escuchó el comentario. —¿Planificado?


—Baylor miró entre Hobie y Evelyn—. ¡Mierda! No lo creo, pero todo tiene
sentido. Me has metido en esta isla a propósito, —le dijo a su abuela—.Todo
336
esto fue una... una... trampa.

—¡Oh, por favor! —Hobie puso los ojos en blanco.

—¡Y tú también estas en ello! —Baylor dio un paso atrás mientras


señalaba a Hobie. Su paranoia se puso en marcha —. Eres una bruja, al igual
que el resto de ellas, ¿no?

—¡Oh, ya vas a ver qué bruja soy! —Hobie dio un paso más cerca de
Baylor.

—Has atropellado a Tanti para que viniera aquí, y entonces tú —Baylor


señaló a su abuela—, me hiciste un hechizo.

—¡Oh Dios mío! ¿Te escuchas? —Preguntó Hobie.

—Suena razonable.
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—¡La idea de que la luna está hecha de queso verde probablemente te


parezca razonable! —Volvió a gritar Hobie, como si nunca hubiera declarado su
amor por Baylor, como si fueran extrañas.

—¿Es eso una exclamación sobre mi inteligencia? Ya sabes, tengo un


doctorado. ¡Deberías llamarme doctora!

—¡Oh, por el amor de Dios! —Hobie se volvió para recoger su


chaqueta—. No puedo creer que haya pensado seriamente la idea de una
relación contigo. ¿Qué tan desesperada puede llegar a estar una mujer? No sé
cómo caí en esto. ¡Estás loca!

Hobie se dirigió hacia la puerta y había lágrimas en sus ojos cuando se


volvió para mirar a las mujeres de la habitación. —No quiero que vuelvas a
contactarme, Baylor y quiero que te mantengas tan lejos de mi hijo como sea
posible. Noah no necesita esto. Lo siento, Evelyn, —dijo antes de salir por la 337
puerta.

Baylor miró a su abuela, contemplando lo extraño que era que a veces


las cosas más pequeñas causaban el mayor impacto. La mención del nombre
de Noah le había devuelto el cerebro a la realidad. Se dio cuenta de que los
últimos momentos iban a cambiar su vida. Mientras observaba a Hobie
desaparecer por el pasillo, también comprendió que el cambio no iba a ser para
mejor.

El rostro de Baylor pareció despejarse. Sentía una presión en su pecho,


un viejo peso familiar que se sentaba pesadamente donde debería haber
estado su corazón. La realidad de lo que dijo y a quien acababa de decírselo,
se estrelló contra ella.

—Oh Dios. Tanti, ¿qué he hecho? —Baylor se sentó con un fuerte


suspiro. Bajó la cabeza entre las manos y murmuró—: Mierda, mierda, mierda.

—No creo que el maldecir pueda ayudar a nadie, —dijo Evelyn


suavemente.
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—¿Que pasa conmigo? ¿Cómo pude haber dicho esas cosas? Lo siento
mucho, no quise decir...

—¿Tienes la impresión de que eres la única culpable aquí?

—Bueno, yo... ¿Qué quieres decir? Sí, por supuesto que fue culpa mía.

—¿Por qué piensas eso, querido corazón?

—Um, yo, uh... No lo sé. Supongo que cuando suceden cosas como
estas, siempre es culpa mía. Yo y mi boca grande.

—¿Eres tu hablando o tu padre?

Baylor alzó la vista, sorprendida.

—Desde mi punto de vista, —dijo Evelyn—, las tres tuvimos culpa en


hacer un lío bastante cósmico de todo este día. No debería haberle pedido a 338
Hobie que se quedara callada sobre el accidente. Me disculpo por ese engaño.

—Tanti, no es necesario. Yo…

—Creo que es necesario y soy una anciana. No debes discutir con


ancianas.

Baylor sonrió.

—Ahí está mejor. Al menos todavía puedo hacerte sonreír. —Le tendió
la mano y Baylor la tomó.

—Hobie pudo haber estado haciendo lo que le pedí, pero fue tan
culpable como tú en perpetuar esa discusión. A veces esa chica tiene el
temperamento de una serpiente de cascabel en un día caluroso.

—¿Estamos hablando de la misma persona? —Preguntó Baylor.

La única respuesta de Evelyn fue una sonrisa críptica.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No sé cómo voy a hacer que esto esté bien, Tanti. Escucho lo que
estás diciendo, pero no creo que Hobie esté mirando esto de la misma manera
que tú.

—¿Querida, de qué tienes más miedo?

—Que no me perdone. Que la perderé, —añadió suavemente—. No sé


cómo me encargaré de eso.

—¿Tanto la amas?

—Sí. No sé cómo voy a hacer esto. No sé cómo voy a seguir adelante


sin ella. ¿Qué patético suena eso?

—Baylor Warren, suenas como si hubiera dejado el país. Ni siquiera has


intentado hablar con ella.

—¿Viste la expresión de su rostro? ¿Viste esa cólera en sus ojos? Ella 339
piensa que todo es culpa mía... y lo es. —Baylor tiró de su pelo—. No sé por
qué soy así.

—¿Cómo qué, querida?

—Como... como yo. —Baylor se levantó y caminó alrededor de la


pequeña habitación—. Hobie tiene razón. Soy egoísta y arrogante. Pienso que
soy tan superior a todos los demás que conozco. Ni siquiera sé por qué actúo
tan mal con la gente. Supongo que soy una causa perdida.

—Baylor, querido corazón, muéstrate tanta compasión como estás


aprendiendo a mostrar a otros.

—¿Yo? ¡Soy la persona menos compasiva en esta tierra!

—Eso no es lo que escucho. La gente me dice que te sientas durante


horas en la librería tomando el té con Katherine y Albert.

Baylor sintió que un espeso calor se acumulaba alrededor de su cuello.


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—Dicen que te sientas con el entrenador, sólo para mantenerlo


acompañado, que cuidas al chico de Hobie, Noah. Theresa Allen dijo que en
una noche pusiste a su familia más cerca de lo que han estado en veinte años.
¿Son las acciones de una mujer egoísta?

Baylor se negó a levantar la vista de sus zapatos.

—Hay muchas razones por las que la gente hace las cosas que hace.
Mucho de ti tiene que ver con la manera en que tu padre te trató, la ira y los
sentimientos de inadecuación que su tratamiento te inculcó. Lo siento mucho
por eso. Hubiera hecho más si hubiera podido.

—Nunca te he culpado...

—Lo sé, pero no es por eso que lo menciono ahora. Te estoy diciendo
estas cosas para hacerte ver que puedes haber sido de una manera durante
mucho tiempo, pero la gente puede cambiar. Has cambiado, Baylor. Has
340
cambiado para mejor y nunca he estado más orgullosa de ti.

—¿Te olvidas de cómo acabo de actuar?

—Todos tenemos nuestros momentos de debilidad, —comentó Evelyn.

Baylor finalmente sonrió mientras se sentaba.

—¿Eres feliz, Baylor?

—No en este momento no lo soy.

—Entonces necesitas trabajar en encontrar la llave. La llave de tu


felicidad.

—Eso es gracioso. Rebecca Ashby fue la última persona que me dijo


eso. Parece que escucho mucho sobre la llave de la felicidad por aquí.

—Encontraras que las personas que están más cómodas con ellos
mismos han descubierto lo que es. Tal vez por eso tenemos tantas personas
contentas en Ana Lia.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Entonces, ¿qué es, la llave de la felicidad?

—En primer lugar, depende de ti descubrir eso. En segundo lugar, es


diferente para cada uno. ¿Qué te hace feliz?

—Hobie. Hey, tal vez ella es la llave de mi felicidad, ¿eh?

—Tan hermoso como eso suena, déjame darte un pequeño consejo


sobre tu felicidad. No tomes esto de tu abuela, tómalo de una anciana que ha
vivido una gran cantidad de vida. Nunca dejes que tu felicidad dependa de otra
persona, ni siquiera una tan hermosa como Hobie Lynn.

—Supongo que eso tiene sentido.

—¿Qué te hace feliz, querida? —Repitió Evelyn suavemente.

—Sólo estaba tratando de pensar en eso. Tengo que decir que mirando
mi vida, no recuerdo muchas veces cuando era realmente feliz. No diría que la 341
escritura lo hace por mí. Quiero decir, me encanta, pero puede convertirse en
trabajo, ¿ya sabes? Ahí está Hobie. Noah, —agregó Baylor con una sonrisa—.
Pero si no puedo decir la gente, no lo sé. Siento como si estuviera aquí,
¿sabes? —Ella agarró el aire—. No puedo verbalizarlo. Como si fuera un
sentimiento. Maldita sea, eso no tiene ningún sentido, ¿verdad?

—Vendrá. Por lo general, cuando estás haciendo algo mundano o algo


que has hecho mil veces antes, de repente, te darás cuenta de que esto es lo
que verdaderamente te trae felicidad.

—¿Conoces la tuya? ¿Lo averiguaste? —Preguntó Baylor.

Evelyn asintió con la cabeza, esa misma sonrisa de Mona Lisa en su


rostro.

—¿Es un secreto? ¿Puedes decirme o es una cosa de bruja?

—Estás un poco atascada en eso, ¿verdad?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, no, en absoluto. Me conoces, la boca abierta, meto la pata. Lo


siento. Vamos dime.

—Me sorprende que no sepas qué es lo que me trae la mayor alegría de


mi vida, aparte de mi nieta intrépida.

—¿Aimee? No, dijiste que no dependieras de otras personas para tu


felicidad. ¿Arturo? No, Acaba de conseguirlo. —Baylor frunció el ceño en
concentración.

—Has estado cuidándolos por mí desde el primer día que llegaste


—sugirió Evelyn.

Los ojos de Baylor se iluminaron cuando las piezas cayeron en su lugar.


Las portadas enmarcadas de Life58 y las fotos de las aventuras de su abuela
llenaban su casa. Camboya, Tailandia, Perú, Colombia, Brasil, Guatemala,
México.
342
—Has estado en todas las selvas de... —Baylor miró a los ojos de su
abuela—. Tus invernaderos.

Evelyn sonrió y se reclinó sobre sus almohadas. —Finalmente me di


cuenta cuando ya no podía ir a trabajar. Las selvas y los bosques tropicales
eran lo que extrañaba más que nada. A menos que hayas estado allí, no sabes
cómo suena el rocío de la mañana, ya que gotea de hoja a hoja. Hay un olor...
tierra húmeda y limosa está todo húmedo y apacible. —Sus ojos tomaron una
expresión lejana—. Aimee y yo trabajamos para traer la selva tropical a Ana
Lia.

La discusión con Hobie llegó precipitadamente hacia Baylor. —Nunca


voy a ser así de feliz, no sin Hobie.

Evelyn sacudió sus pensamientos soñadores. —No lo harás a menos


que encuentres a esa chica y al menos intentes disculparte.

58
Revista estadounidense creada en 1883 y que perduró hasta el año 2000 con diversas etapas de desarrollo. En
1936 se inició su etapa más exitosa la del fotoperiodismo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Yo? ¿No debería ella disculparse conmigo?

Evelyn levantó una ceja, pareciendo notablemente a su nieta.

—De acuerdo, eso fue una estupidez, ¿no?

—Ves, estás aprendiendo a cambiar. En el comienzo de una relación,


encontrarás que una persona puede tener que iniciar disculpas. No siempre es
así, pero hay algunas personas que... bueno, tienen demasiado miedo de
aparecer vulnerables. Con suficiente tiempo y amor, van a superar eso.
Mientras tanto, es posible que necesites ser la primera en extender la rama de
olivo, incluso cuando sepas que tienes razón. Después de todo, ¿realmente
importa quién hizo qué a quién primero? ¿No es más importante tener a Hobie
Lynn en tu vida?

Baylor se dio cuenta de la verdad. Conseguir a Hobie de vuelta era lo


más importante.
343
—¿Hobie es una de esas personas de las que acabas de hablar, Tanti?
¿Tiene miedo?

—Hobie Lynn tiene mucho miedo. ¿Recuerdas cuando te dije que


nuestras experiencias pasadas forman quiénes somos?

Baylor asintió.

—La vida de Hobie también fue modelada por su padre. Cuando él


murió, la dejó con la sensación que la gente no es permanente. Teme vivir sin
amor, es muy fuerte su temor de amar a alguien que la dejará.

—Tengo que encontrarla. —Baylor saltó de su asiento y cruzó la


habitación hacia la ventana—. El coche todavía está aquí. Tal vez caminó.

—¿Qué harías si dijera que sé dónde encontrarla?

—Besarte. —Baylor sonrió antes de ponerse serio. Después, arrástrame,


supongo.
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—Ayúdala a enfrentar sus temores. Ella es una maestra en arrinconar


sus emociones. Si de verdad quieres a esta chica, tienes que hacer que lo
admita. Al final, valdrá la pena. Una cosa más.

Baylor se volvió.

—No hagas esto a menos que realmente vayas en serio acerca de


comprometerte con esta mujer y ayudar a criar a su hijo. Harás daño a todos y
a ti misma, si aún no sabes si esto es lo que quieres.

Baylor asintió lentamente, su cerebro trabajando sin parar. —Hobie es lo


que quiero, ella y todo sobre ella. Noah, esta isla, estos locos... todo eso, y
haré lo que sea necesario para conseguirla.

La sonrisa de Evelyn iluminó la habitación. Su felicidad en ese momento


no tenía nada que ver con sus esperanzas para el futuro de Baylor en Ana Lia.
Más bien, venia de ver a su única nieta, finalmente convertirse en la mujer que
344
siempre había esperado que algún día fuera.

—Muy bien entonces. Creo que encontrarás a Hobie Lynn en el extremo


oeste del edificio. Hay un pequeño atrio frente a terapia física. Ella ama las
flores. También descubrirás que es tan miserable por sus acciones como tú.

Baylor sonrió de oreja a oreja. —¡Gracias, Tanti! —Estaba casi fuera de


la puerta antes de que la voz de Evelyn la detuviera.

—¡Espera un minuto! —Evelyn señaló su propia mejilla—. ¿No te olvidas


de lo que acabas de prometer?

—Oh, sí. —Baylor se sonrojó y volvió a la cama de su abuela. Se inclinó


y plantó un suave beso en la mejilla de la anciana—. Gracias, Tanti. Vuelvo
enseguida. Eres la mejor.

—Sí, eso no tiene sentido, —dijo Evelyn mientras Baylor salía corriendo
por la puerta.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 23

La entrada al atrio era a través de las puertas de vidrieras de colores,


haciéndolo parecer más a una capilla. Cuando Baylor se acercó, vio una
pequeña placa atornillada a la pared. Decía: “Muchas gracias a Evelyn Warren
por el diseño y la financiación de esta parte especial de nuestro hospital”.

Baylor sonrió para sí misma. Pensó que Evelyn era la responsable.


Cómo sabía que Hobie estaría allí, Baylor no podía adivinarlo. Empujó
silenciosamente la puerta. Sin duda, Hobie estaba sentada sola en un banco de
piedra cerca de una fuente de agua burbujeante. Baylor miró boquiabierta los
hermosos alrededores. Era una versión en miniatura de los invernaderos que 345
Evelyn tenía en casa. Había incluso algunos pájaros pequeños revoloteando
entre las ramas.

El plan de Baylor era aproximarse silenciosamente a Hobie, que parecía


perdida en sus propios pensamientos. Entró en la habitación y se sobresaltó
por un fuerte graznido. —¡Jesucristo! —Gritó ella, golpeando un guacamayo de
colores brillantes en su percha. El pájaro alzó las alas y volvió a gritar.

Hobie se volvió rápidamente para ver el intercambio. —Lo imaginaba,


—murmuró. Se dio la vuelta—. ¿Qué deseas?

—Yo, um, supongo que vine a encontrarte... para disculparme.

—¿Pedir disculpas?

—De acuerdo, sí.

—¿Por qué demonios te gustaría disculparte?


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Baylor parecía sorprendida. Esperaba que Hobie estuviera enojada, pero


esto parecía algo más. —Um... porque me gustas, me preocupo por ti, —dijo
insegura.

—No debes.

—¿Huh?

—Preocuparte. No lo valgo.

—Discrepo. Mira, Hob, estoy confundida, ¿por qué suenas tan rara?

—Si me hubieras conocido lo suficiente, no te parecería extraña en


absoluto. —Hobie llevaba una sonrisa agridulce.

—No lo entiendo.

—¡Estoy loca! —Hobie se levantó y cruzó hacia Baylor—. ¡Estoy loca! 346
—¿Por mí?

—No, por mí, —dijo Hobie—. Tú estás solo... en el camino.

Baylor se concentró en no sonreír. Tenía la sensación de que sólo haría


que Hobie se enojara más, pero era tan difícil mantener una actitud seria.
Hobie parecía demasiado linda. Incluso si Baylor hubiera querido permanecer
enojada, no pudo resistirse a esa cara. —¿Puedo hacer algo para ayudar en
esta guerra que pareces tener contra ti misma? —Baylor no pudo evitarlo.
Sonrió un poquito.

Esa acción provocó un cambio en Hobie, cuyas facciones se relajaron


por un momento hasta que su frente se frunció. De repente, se cubrió la cara
con ambas manos.

—Lo siento, Baylor, no me refería a esas cosas, no me refería a nada de


eso, no lo decía en serio cuando te dije que no quería verte de nuevo, puedo
ser tan perra. Yo…
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—Cariño, cariño. —Baylor se movió para envolver a Hobie en sus


brazos—. De acuerdo, ya sabes, tuve una pequeña parte en todas esas
tonterías.

—No, no. —Hobie negó con la cabeza mientras enterraba su rostro


contra el pecho de Baylor—. Así soy yo. Puedo ser un fracaso.

—¿Un fracaso en qué?

—No lo sé. La vida. Todo.

Baylor se apartó para mirar a Hobie. Levantó el rostro de Hobie y le


enjugó las lágrimas de las mejillas. —Bien, cálmate. ¿Todo bien? No entiendo.
Probablemente eres la mujer más exitosa que he conocido. Eres una MD59 y
una DVM60, por el amor de Dios. ¿Qué quieres decir con que eres un fracaso?

Hobie respiró profundamente. —¿Podemos sentarnos? 347


—Absolutamente.

Una vez sentadas, Hobie no miró a Baylor. No se sentía capaz de


admitir esa parte de su pasado con esos suaves ojos grises que la miraban. Le
tocó el corazón cuando Baylor suavemente le agarraba las manos y esperaba
silenciosamente que ella comenzara.

—Era muy idealista cuando era una niña. Supongo que realmente se
intensificó después de que papá murió. Pase un mal momento, pero lo escondí
de todo el mundo. Sin embargo, por dentro me prometí a mí misma que nunca
dejaría que otro niño pasara por lo que tuve que pasar. Como dije, bastante
idealista.

—No puedo imaginar eso, —dijo Baylor.

Hobie sonrió. —Supongo que no soy muy diferente de esa niña pequeña
para lo que todo fue tan fácil. Tal vez también era demasiado inteligente para

59
Médica
60
Médica veterinaria
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mi propio bien. Supongo que pensé que podría hacer cualquier cosa que
quisiera mi mente. Tal vez tampoco ayudó que me graduara de la escuela
secundaria a dieciséis años y medio.

—Realmente eras una niña prodigio, ¿eh?

Hobie sonrió. —Sí, era una de esas niñas molestas que mencionaste
Los estudios me fueron demasiado fáciles. Aceleré mi educación, y cuando
llegó el momento de elegir mi carrera, fui con una rama de la medicina que se
adapta a mi personalidad. Quería ser cirujana. No tenía ni idea de que me
convertiría en un fracaso.

Baylor sólo podía mirar a la mujer sentada a su lado. —¿Cómo lo


hiciste? ¿Cómo pudiste cambiar tanto? Pareces tan feliz y segura de ti misma.
Dice que fracasaste. ¿Te refieres a la medicina?

Aquellas preguntas hicieron que Hobie se sintiera mejor. Baylor no la


348
había juzgado ni la había rechazado, sino que simplemente aceptó lo que
Hobie le había dicho como la verdad. Aceptando y deseando el mismo tipo de
cambio en su propia vida. Para Hobie, esa fue la parte más hermosa.

—Comenzó en mi tercer año de la escuela de medicina cuando estaba


viendo a los pacientes. Comencé a darme cuenta de que no se trataba de mí.
Se trataba de los pacientes y sus familias, y podía marcar la diferencia. Podría
salvar a estas personas, evitar que se vayan...

—Evitar que les pase lo que tú pasaste, —dijo Baylor, apretando las
manos de Hobie—. Eso es un impulso noble.

—Sí, lo fue, al principio. Pero después de mi rotación quirúrgica, cuando


empecé a salvar vidas, me sentí como... como si fuera casi Dios. Tenía la vida
de las personas en mis manos. Podría elegir si vivirían o morirían. Pensé que
podría engañar a la muerte. —Rio amargamente—. ¿Puedes imaginar la
arrogancia?
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—Estoy segura de que no es raro entre los cirujanos, —dijo Baylor.

—No, no lo es. Pero luego me rendí. Llegué a casa. Acababa de


terminar mi primer año de residencia cuando empecé a sentir... No sé
exactamente. Creo que fue la época en que perdí a mi primer bebé. Hicimos
todo por ella, pero era demasiado pequeña y débil. Tuvo una infección
postoperatoria y murió en medio de la noche. Fallé en la única cosa en la que
juré que sería buena. Finalmente tuve que aceptar que no importaba lo duro
que trabajara, no podía salvar a todo el mundo. Comencé a ver las caras de los
pacientes que perdí y oí a sus familias llorando en las salas de espera.

—¿Entonces fue cuando renunciaste a la medicina y volviste a la isla?


—Preguntó Baylor.

—No. Cambié a un programa de residencia de práctica familiar. Pensé


que sería mejor allí y me ayudó durante un tiempo, pero luego tuve un mes 349
terrible, fui código tras código, y por desgracia, que es cuando empecé a beber.
Al principio, era sólo un par de copas de vino cuando llegaba a casa por la
noche, algo para relajarme. Se elevó hasta el punto en el que sólo podía
mirarme en el espejo si estaba bebida, mirarme y no ver el completo fracaso en
que me había convertido. Eso generalmente significaba hasta que me
desmayara. No duró el tiempo suficiente para convertirse en un problema
importante. Fue sólo un par de meses antes de que me diera cuenta de que no
quería vivir de esa manera. Terminé mi residencia y luego volví a casa.

Baylor sonrió comprendiendo, habiendo sufrido algunos cambios


asombrosos desde que vivía en la isla. —Fue Ana Lia, ¿no? Eso te cambió.

—Supongo que es una explicación tan buena como cualquier otra. Me


sentí tan perdida cuando volví a casa. No tenía confianza ni ambición de
ningún tipo. Estaba en el limbo. Creo que fue un proceso gradual. El tipo de
cosa en la que realmente no se puede mirar hacia atrás e identificar el punto
exacto donde todo cambió. Empecé a involucrarme en la vida de las personas,
escuchando y aceptando. Pequeñas cosas tontas como comenzar un jardín de
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

flores o ayudar en la escuela primaria. Un día, me desperté y me di cuenta de


que me gustaba. También tuve algunas conversaciones con Rebecca Ashby.

Baylor sonrió. —La llave de la felicidad.

—Sí. ¿Cómo supiste?

—Ya he hablado un poco de eso. No es que esté más cerca de


averiguarlo, pero es un concepto interesante.

—Me tomó unos años para ponerlo todo junto. Comencé a trabajar con
Mary Thigpen, una veterinaria visitante. Una cosa llevó a otra y aquí estoy hoy.
No puedo decir que era una cosa, era un centenar, pero sé que no habría
pasado si no hubiera regresado a Ana Lia. La guinda de mi pastel era tener a
Noah. Él era lo único que sentía que me faltaba en mi vida.

—¿Cuál es tu llave? 350


|—Casa. Quiero decir... Oh, esto suena tonto cuando lo digo en voz alta.

—No, no lo hace. En serio, me gustaría saberlo.

—No importa dónde. Es más la noción de hogar, lo que representa.


Supongo que podría ser una choza en la playa, pero si lo que te gusta, lo que
te importa más que nada está allí, entonces es mi casa. Para mí, eso se
convirtió en la llave de mi felicidad. Me di cuenta de que mientras tuviera un
lugar en el que pensar como en casa, nunca estaría sola y nunca sería un
fracaso. Siempre tendría un lugar donde ir. Ahora mismo, ese lugar es Ana Lia.
Porque aunque no tuviera familia aquí, todavía tendría gente que se
preocupara. Siempre tendría un lugar en esta tierra para regresar y saber que
soy amada, que no tengo que ser perfecta y que lo mejor que puedo dar
siempre será suficientemente bueno.

—Así que ahora tu vida es grandiosa, ¿eh?

Hobie soltó una risa irónica. —Sí, excepto por los momentos en que
exploto contra alguien que me importa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Supongo que provoco eso, ¿eh?

—No, Baylor, bueno, quiero decir...

—Hobie, está bien. Puedes ser honesta conmigo.

—Supongo que no ayudas todo el tiempo. —Hobie acarició la suave piel


de la mejilla de Baylor—. Sin embargo, no te culpo porque no es culpa tuya.
Soy responsable de mí y de mis acciones. No voy a culpar por mi
comportamiento a otra persona. Lo estás intentando. Lo veo un poco más cada
día. Veo lo mucho que estás trabajando para encajar aquí y estoy orgullosa de
ti por eso.

—Supongo que por eso encuentro tu historia, tu pasado, tan interesante.


Realmente Hobie no lo intenté, no al principio. Es algo sobre esta isla y esta
gente, algo... No sé qué, pero sé que este lugar me cambió. Por supuesto,
ahora estoy intentando, pero al principio...
351
—Acaba de suceder. Lo sé. Eso es exactamente lo que sentí.

Baylor sonrió y se inclinó para colocar un suave beso en la mejilla de


Hobie. —Eres una mujer maravillosa, Hobie. Realmente no quiero que
conozcas a la persona que solía ser. Preferiría que sólo conocieras a la mujer
que soy ahora y quiero que esa puerta se balancee en ambos sentidos. No
tienes que tener miedo de la forma en que eras o de perderme. Me encanta lo
que eres ahora y eso es todo lo que realmente me importa.

Baylor respiró hondo. Se preguntó por qué no estaba experimentando la


misma intensa ansiedad que tenía antes. En todo caso, este fue un momento
aún más profundo.

—Te amo con todo mi corazón, Hobie Lynn.

De repente, la expresión de Hobie cambió. Sus manos se enfriaron.


Soltó las manos de Baylor y se puso de pie, caminando rápidamente a pocos
metros de distancia.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Qué está pasando? —Preguntó Baylor.

—Yo... quizá deberíamos pensar en esto.

—Creí que dijiste que también me amabas.

—Sí. Lo hago. Es sólo…

Baylor trató de mantener el dolor fuera de su voz. ¿De qué tiene miedo
cuando se trata de mí? —Hobie, no voy a lastimarte, —dijo suavemente.

—Está bien, no importa. —Hobie se volvió hacia Baylor, pero su rostro


era una máscara sin emociones.

—¡Dios, eres tan frustrante! ¿Por qué estás tan... tan...cerrada? —Baylor
tuvo que luchar por la palabra correcta—. Es como si tuvieras todas estas
paredes construidas a tu alrededor y no me dejas llegar más lejos.
352
—Correcto. Creo que contarte la historia de mi vida, como solía ser, fue
una invitación muy buena.

—No. No, no es. Te estás guardando como Fort Knox61. Me dejas en el


escalón delantero, o por la puerta, pero no más lejos. Estás actuando como si
estuvieras asustada de algo, y por mi vida, no puedo entender lo que es.

—No tengo miedo.

—¡Si lo tienes! ¿De qué tienes miedo, Hobie? —Baylor puso una mano
en el brazo de Hobie.

Hobie se soltó y se alejó. Las lágrimas bajaron por sus mejillas. —No
tengo miedo. ¡Nada me asusta!

—¡Mentira! —Baylor alcanzó a Hobie en dos pasos—. Estás aterrorizada


y quiero saber por qué. ¡Mírate! —Hizo un gesto hacia los nerviosos dedos
entrelazados de Hobie—. ¿De qué tienes tanto miedo, Hobie Lynn?

61
Base militar de EE.UU que también sirve de almacén a parte de las reservas de oro del país, así como de otros
países.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Tú! —Hobie rozó sus repentinas lágrimas—. ¿De acuerdo? ¡Tú me


asustas!

—¿De mí? —Preguntó Baylor con voz suave—. ¿Por qué te asusto?

—Porque al principio no me gustaste. No importaba lo que hiciste o


cómo actuaras porque no me importabas, entonces de repente te volviste...
agradable, y... bueno, antes podías tratar a la gente como una mierda y
caminar por todos ellos porque... ¡porque no me gustabas! —Hobie bajó la
cabeza, así como su voz—. Y ahora, me gustas. Te quiero. Realmente te
quiero.

—¿Y eso te asusta?

Hobie asintió con la cabeza.

—¿Por qué te asusta que estés enamorada de mí? Quiero decir, aparte 353
del hecho de que soy un personaje repugnante y generalmente detestable.
—Baylor sonrió, pero no pudo conseguir que Hobie retribuyera.

—Estoy pensando en Noah. —Hobie bajó la mirada de nuevo.

—¿Noah? Pero yo amo a Noah, y pensé que estaba loco por mí, al
menos...

—No es eso. Es sólo que, bueno, él está loco por ti.

—Entonces, ¿el problema sería?

—Porque le gustas, él comenzará a confiar en ti. Confía en que no le


mentirás ni lo tratarás mal. Entonces dependerá de ti. Depende que siempre
estés ahí para él y que lo ames tanto como él te ama. Y luego un día... un día
te irás.

—Hobie, en realidad no estás hablando de Noah, ¿verdad? —Limpió


suavemente una lágrima solitaria de la mejilla de Hobie—. Estás hablando de ti,
¿verdad?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie asintió y cayó en el abrazo que Baylor ofreció.

Baylor siempre había pensado en Hobie como una mujer fuerte, capaz
de cuidar de sí misma. En ese momento, sin embargo, Baylor sintió que quería,
incluso necesitaba, proteger a Hobie. El padre de Hobie la había dejado con
una impresión duradera: la había amado, luego se había ido. No importaba que
fuera la muerte la que lo llevara. Para una niña, cosas así no importaban. Lo
que Hobie siempre había recordado era que las cosas que amaba se habían
ido.

Baylor besó la frente de Hobie y se alisó el pelo. —Hobie, si tienes


miedo de amarme, bueno... conociéndome como lo haces, tienes todo el
derecho de tener miedo de eso. Puedo ser egoísta y controladora. Puedo
actuar como un niño a veces, y amar a alguien que no sea Tanti y Jules es
nuevo para mí. —Levantó la barbilla de Hobie—. Francamente, estaría más
preocupada por tu cordura si no tuvieras miedo.
354
Hobie devolvió la sonrisa de Baylor con una vacilante mirada.

—Pero si tienes miedo de algo más, algo así como... como si me fuera,
todo lo que puedo decir es que tengo algunos otros atributos que quizás aún no
sepas. Por un lado, soy muy leal. Jules y yo hemos pasado por algunas peleas
importantes, pero nunca he pensado dos veces antes de mirarla, incluso
durante nuestras peores peleas. Soy fiel, Hobie, juro por dios que lo soy. No he
podido pensar en nadie más desde que te conocí y no veo que cambie. Y sé
que pensar en alguien que no sea yo mismo es nuevo para mí, pero te amo... y
a Noah. Tengo una sensación de malestar en el estómago cuando pienso en
que algo os pudiera suceder a cualquiera de vosotros. Os quiero a los dos,
Hobie Lynn y no voy a ninguna parte.

—Podría pasar, aunque no lo quisieras, —dijo Hobie con voz frágil.

Baylor cerró los ojos y rezó para convencer a Hobie de lo contrario. —Sé
que eso es lo que le pasó a tu papá, pero eso no significa que vuelva a
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

suceder. Por favor, no vivas con miedo de eso. Si hay algo que he aprendido
de estar aquí, de amarte, es que no puedo dejar que mi infelicidad pasada dicte
mi futuro. Si lo hago, sigo cometiendo los mismos errores una y otra vez.
Incluso los niños pequeños aprenden a no tocar una estufa caliente una vez
que han sido quemados.

Se preguntó si era sólo su imaginación, pero pensó que Hobie comenzó


a mirarla de manera diferente. Ya no se aferraba a Baylor con tanta
desesperación. Baylor no creía que una declaración de ella cambiara la vida de
Hobie, pero esperaba que la mujer asustada pudiera tener una idea de lo que
estaba en su corazón.

—No puedo predecir el futuro, pero sí sé que te amo y que no tengo


ninguna intención de dejarte. Quiero estar contigo, y no me refiero sólo

355
mientras estoy en la isla o para cualquier tipo de asunto. Quiero que haya un
compromiso entre nosotras. Puedo estar aquí, en la isla, o en la luna por lo que
a mí respecta. Donde quiera que tu y Noah esten, es donde quiero que mi
hogar sea. Mi pregunta es, ¿quieres lo mismo?

—No soy fácil para convivir, Noah te lo dirá.

—¿Y crees que lo soy? —Baylor soltó un suspiro de alivio. Hobie


sonreía y se parecía más a la mujer encantadora que Baylor había llegado a
conocer.

—Sé que mis miedos no son razonables...

—Oye, ¿no lo son todos? Si fueran razonables, los llamaríamos


expectativas en lugar de temores. Cariño, ambas hemos tenido algunos
problemas, pero la mejor manera de pensar en ellos es ser honestas y hablar
una con la otra.

—¿Baylor Warren es abierta y honesta?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No dije que sería fácil, pero estoy dispuesta a hacerlo si tú lo haces.
—Baylor esperó pacientemente la respuesta que cambiaría su vida.

Hobie se puso de puntillas para colocar un suave beso en los labios de


Baylor, sonriendo mientras se alejaba. Hobie no tenía ni idea de cómo lo hizo,
pero Baylor Warren se había convertido en un completo enigma para ella. No
podía dejar de preguntarse si su reunión casual en Chicago había estado
predestinada desde el principio. No tenía ni idea de cómo la mujer que
detestaba no hacía mucho tiempo podía hacer ese cambio en ella. La idea fue
una de las muchas ocurrencias extrañas en Ana Lia que Hobie se negó a
cuestionar.

—Sí. —Hobie asintió con la cabeza—. También estoy dispuesta.

356
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 24

Nadie sabía quién estaba más sorprendido cuando Baylor y Hobie


caminaron de la mano en la habitación de Evelyn. Baylor y Hobie se miraron
mientras Evelyn y su invitada, Rebecca Ashby, intercambiaban sus propias
miradas.

—Ves, Evie, te dije que volverían juntas, —dijo Rebecca—. Estáis


juntas, ¿verdad, señoras?

Baylor y Hobie asintieron con la cabeza.

—Déjame adivinar, —dijo Baylor—. Es la bruja principal. 357


Hobie le dio un codazo en las costillas.

—Wiccana. Me refiero a wiccana, —añadió Baylor mientras se frotaba el


costado y miraba Hobie.

Rebecca se rio entre dientes. —Me gusta esta, —le dijo a Evelyn—. Por
favor, Baylor, Hobie Lynn, venir y sentaros. Tengo información que creo que os
interesará escuchar.

Una vez que se sentaron, Rebecca comenzó. —Entiendo, Baylor, que


tienes algunas preocupaciones sobre cómo has venido a visitar Ana Lia.

Baylor sintió que los bordes de sus orejas empezaban a arder.

—Lo solucionamos, —dijo Hobie.

—Sí. —Baylor le guiñó un ojo a Hobie—. Prácticamente estuvimos de


acuerdo en que reaccioné exageradamente y actué como una idiota.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tal vez pueda ayudar a Evelyn a contestar algunas de tus preguntas


de todos modos, —dijo Rebecca—. Tenía la sensación de que podría
necesitarme.

Hobie frunció el ceño. —Señora. Ashby, ¿cómo llego tan rápido?


¿Evelyn la llamó y le dijo que teníamos una discusión?

—En cierto modo, supongo que sí. Como dije, sentí que me necesitabas,
y aquí estoy.

—Es una maldita bruja, lo siento, wiccana, —dijo Hobie. Miró a Baylor,
que llevaba una sonrisa de satisfacción.

—Comencemos por el principio, para que no nos confundamos. ¿Lo


hacemos? —Preguntó Rebecca.

—Creo que ya es demasiado tarde para eso, pero hazlo lo mejor que 358
pueda, —dijo Baylor.

—Creo que debería empezar diciendo que vosotras, damas, están en lo


correcto. Soy la actual líder de nuestro aquelarre, y es verdad, preferimos
“wiccanas”, principalmente debido a la connotación que otro nombre tiene.
Puede ser de ayuda saber que no adoramos al diablo y no bebemos sangre.
En realidad, la mayoría de nosotras somos vegetarianas. —Rebecca hizo una
pausa.

—Es perfectamente aceptable reírse, —dijo mientras Baylor trataba de


tapar una risita al aclararse la garganta—. Deberíamos al menos reírnos de
nosotras mismas. Podemos hablar más acerca de nuestras creencias más
tarde, si estáis interesadas. Pensé que intentaría aliviar sus mentes. Ahora,
Baylor, hay dos cosas importantes que debes saber. El accidente en el que
Hobie Lynn y tu abuela estuvieron involucradas fue un accidente y nada más.
¿Ha quedado claro?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Um, sí. Gracias, —dijo Baylor—. Supongo que fue mi paranoia


apareciendo. Cuando pienso con claridad, sé que no hay manera de que pueda
reunir a dos personas.

La risa de Baylor se congeló en su garganta con las siguientes palabras


de Rebecca. —Sí, bueno, sobre eso...

Baylor y Hobie levantaron una ceja cada una.

—Por favor no me diga que estamos bajo algún tipo de hechizo, —dijo
Hobie.

—Cielos, no, querida. Incluso si pudiéramos hacer algo así, no jugamos


con la vida de las personas de esa manera. Servimos a la naturaleza, no cosas
que van contra la naturaleza.

—Sin embargo, hay más, ¿no? —Baylor se puso suspicaz—. Lo veo en 359
tus ojos, Tanti.

—No ponemos hechizos sobre la gente, pero sí creemos en los


Destinos. Somos estudiantes de la naturaleza humana. Simplemente...
coordinamos.

—¿Y qué significa exactamente eso con respecto a nosotras?


—Preguntó Baylor.

Rebecca respiró hondo. —Esa es la segunda cosa que te iba a decirte.


Nunca manipulamos a ninguna de las dos de ninguna manera, pero hicimos
arreglos para que estén, bueno, que se conozcan, que pasen tiempo juntas.

—¿Y no llama a eso manipulación? —Preguntó Hobie—. ¿Desde


cuándo? ¿Desde Chicago?

—¿Qué? —Baylor intervino—. Cariño, eso es imposible.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No es tan imposible. Cheryl, mi asistente del consultorio, hace todos


mis arreglos de viaje. Eso incluye reservar mis habitaciones de hotel y
recomendar restaurantes para comer.

—Eso podría ser sólo coinci…

—Y Cheryl pertenece a la Hermandad de Damas, —dijo Hobie.

Hobie y Baylor miraron a Rebecca para una respuesta.

—Sí, todo desde Chicago, —admitió Rebecca—. Pero nunca hicimos


otra cosa que arreglar para que las dos estuvierais en la misma área al mismo
tiempo. Cualquier cosa más siempre ha sido responsabilidad de los Destinos,
te lo prometo. Nunca habríamos podido hacer que las dos os améis, o incluso
una si no hubiera sido parte de vuestros destinos.

—No creo lo que estoy escuchando, —dijo Hobie enojada. 360


—Espere un minuto. ¿Está tratando de decir que Hobie y yo estábamos
destinadas a estar juntas? Eso suena como uno de los argumentos de Harriet
Teasley, —añadió Baylor con una sonrisa.

—¿Puedo preguntarle por qué hizo todo esto en primer lugar?

—Para salvar nuestra isla. —Evelyn finalmente habló—. Para al menos,


mantener su poder vivo.

—Bueno, esto está empezando a ser un poco demasiado escalofriante


para mí, —dijo Baylor.

—Creo que tenemos que contarles todo desde el principio, —le dijo
Evelyn a Rebecca.

—Qué cambio tan refrescante, —dijo Baylor.

—Somos todo oídos. —Hobie cruzó los brazos sobre el pecho.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Voy a pedir sólo una cosa, —dijo Rebecca. Rápidamente continuó


cuando ninguna mujer respondió—. Voy a pedir que escuchéis esto con una
mente completamente abierta, sin ideas preconcebidas acerca de brujas,
hechizos o cualquier cosa de esa naturaleza. Cuando termine, simplemente
preguntaos si lo que os he dicho se siente bien. ¿De acuerdo?

Baylor se encogió de hombros, lo que sorprendió a Hobie. —Está bien,


vayamos a ello.

—Antes de nada, creo que sería más fácil contaros cómo llegó a ser Ana
Lia esta isla. En 1702, España controlaba una gran parte del área que ahora
conocemos como Florida. Ana Lia, que tenía otro nombre en aquel entonces,
era una de las muchas pequeñas islas que existían en el Golfo. Los nativos
americanos en su mayoría habitaban las islas en ese momento. Fue entonces

361
cuando llegó el Conde Alejandro Santiago y su nueva esposa. El trabajo del
conde era fácil: proteger los intereses de España en el Nuevo Mundo. España
siempre buscó oro en estos nuevos territorios para financiar sus guerras.

Rebecca hizo una pausa para tomar un sorbo de agua. —La nueva
esposa del conde, la condesa Ana Santiago, tenía sólo diecisiete años, pero
tenía una gracia y dignidad en ella que pocas mujeres de su edad conocían. No
amaba al conde, que tampoco la amaba. Su matrimonio unió dos familias
poderosas y eso es todo lo que era importante en esos días. A Ana no le
gustaba el papel que la sociedad obligaba a las mujeres a jugar, pero lo aceptó
como su madre antes de que ella lo había hecho. Lo peor para Ana era que el
conde tenía tres veces su edad. Sin embargo, Ana hizo todo lo posible por ser
una buena esposa. Ella era diferente de la mayoría de las mujeres de su
tiempo. Le encantaba aprender, sobre todo escribir. Su soledad en la isla le
proporcionaba al menos el tiempo para llevar a cabo tales estudios.

—Fue durante su primer año en la isla que el conde se enfermó. La


fiebre duró semanas, luego meses. Ana lo habría llevado de vuelta a España si
hubiera pensado que podía soportar el largo viaje por el océano. Los médicos
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

del conde estaban perplejos por la enfermedad. Les preocupaba que la fiebre
que se desencadenaba finalmente fuera fatal.

—Un día, una chica se acercó a Ana. Era una muchacha nativa, una
india semínola62. Ella y su familia trabajaban para la casa del conde. Su
nombre era Lia y le explicó que su gente la conocía como sanadora. Ana y Lia
pasaron todo el día hablando y Lia finalmente, convenció a Ana de que le
permitiera ver al conde.

Rebecca se detuvo para tomar otro sorbo de agua. Las expresiones


atentas de Baylor y Hobie la animaron a continuar. —Para hacer una larga
historia un poco más corta, las hierbas y los tés de Lia funcionaron. Por
desgracia, la fiebre había había hecho mella. Nunca se recuperó
completamente, y día tras día, se quedó en su lecho de enfermo. Ahora se cree

362
que la fiebre causó convulsiones o un derrame cerebral. Ahora, el otro lado de
esta desafortunada circunstancia fue que la condesa y Lia se hicieron buenas
amigas. Debido al estado de su marido, Ana pasó cada vez más tiempo con su
nueva amiga y le enseñó español. Lia llevó a la condesa a la isla donde vivía
su pueblo y le enseñó lo que sabía sobre la curación. Las sorprendió el día que
descubrieron que estaban enamoradas.

—Porque la condesa era una mujer honorable, le dijo a Lia que nunca
podría estar con ella mientras estuviera casada con Alejandro. Lia comprendió,
y aunque le rompió el corazón, no esperó nada menos de la mujer que había
capturado su corazón. Su amor se hizo más fuerte a medida que pasaban los
días y los años.

—¿Y bien? —Preguntó Hobie cuando Rebecca dejó de hablar—. ¿Qué


pasó? ¿El conde murió? ¿Ellas...

—No sabía que fueras una romántica.

62
Tribu indígena norteamericana que habitaba en origen en el norte de la Península de Florida.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Muy gracioso, —dijo Hobie—. Sólo quería saber si alguna vez se


juntaron.

—Cariño, la isla se llama Ana Lia. Creo que es una buena indicación.

—Oh sí.

—En realidad, —dijo Rebecca—, el conde murió, pero no por otros


veinticuatro años.

—¿Años? —Preguntó Hobie—. Buen señor. ¿Qué pasó con las dos
mujeres?

—Ellas se quedaron juntas y su amor se hizo más fuerte con cada día
que pasaba. Ana le pidió a Lia que encontrara a alguien que fuera libre de
comprometerse plenamente con ella, pero Lia no podía amar a nadie más. Así
que vivieron los años en la isla, pasando sus días juntas, pero nunca sus 363
noches. Hasta el día en que murió el conde Santiago.

—Pasaron otros tres meses antes de que terminara el período de duelo


de Ana por su esposo. Ana escribió una carta de explicación a su madre, luego
abandonó la finca que había sido su casa durante veinticinco años. Se fue con
Lia y juntas navegaron a la isla donde vivía la familia de Lia. Vivieron allí el
resto de sus vidas.

—En la noche que las dos mujeres se unieron para comprometer sus
corazones y consumar su amor, un milagro ocurrió en los cielos sobre la isla.
En esa primera noche, dos estrellas que se veían más brillantes que cualquier
otra se unieron en alineación. Hasta que el sol se levantó en el cielo a la
mañana siguiente, esas dos estrellas parecían ser una sola. Cincuenta años
después, ambas mujeres murieron pacíficamente mientras dormían. A partir de
entonces, la isla se conoció como Ana Lia.

—Ahora en los años antes de su muerte, las dos mujeres vivieron vidas
llenas de amor y felicidad. Su isla se convirtió en un lugar místico, un lugar de
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

poder. En los años 150063, la gente buscaba allí la fuente de la juventud, en


vano, por supuesto. En años posteriores, perdió algunas de sus propiedades
mágicas, pero hasta el día de hoy, la gente experimenta una cierta... No sé
cómo decirlo.

—Creo que sabemos exactamente lo que está tratando de decir, —dijo


Hobie.

—De acuerdo, así que incluso si creyéramos la historia y la posibilidad


de que Ana Lia tuviera algún tipo de... cosas extrañas sucediendo, ¿qué tiene
esto que ver con conseguir que Hobie y yo estemos juntas? —Preguntó Baylor.

—Eso nos lleva a nuestra última área de discusión, —dijo Rebecca—. La


orden a la que pertenecemos, —dijo a Evelyn con un asentimiento—, la
Hermandad de Damas, ha existido desde antes de las muertes de la condesa
Ana Santiago y Lia. Somos responsables de mantener el poder inexplicable de 364
la Isla Ana Lia. Desde la primera noche en que Ana y Lia se juntaron, las
estrellas nos preparan para la recolección del evento. Sucede cada cincuenta
años. Las miembros de la Hermandad de Damas reciben... visiones, por falta
de un término mejor. Estas visiones hablan de dos mujeres con el potencial y la
fuerza para tomar el lugar de las dos amantes, Ana y Lia.

—Uh, oh. Creo que sé a dónde vamos ahora, —le susurró Baylor a
Hobie.

—¿Entonces nos ha visto? —Preguntó Hobie.

—No estábamos seguras por... digamos, la animosidad que tenías


inicialmente. Sin embargo, las señales son inconfundibles, —dijo Evelyn.

—¿Señales? —Preguntaron Baylor y Hobie.

—Sólo hay tres calificaciones, —dijo Evelyn—. Por supuesto, debes


estar enamorada...

63
Posible errata, la historia de Ana y Lia se desarrolla en el siglo XVIII. La fecha del siglo XVI hace referencia a
sucesos después de la muerte de ambas mujeres.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Comprobado. —Baylor sonrió y miró a Hobie.

—Una de vosotras debe ser hábil en la curación y la otra debe abrirse


camino en las artes...

—Vale de nuevo, —dijo Baylor.

—Finalmente, deben tener las edades que Ana y Lia tuvieron cuando se
juntaron. Ana tenía cuarenta y dos años y Lia tenía treinta y ocho años.

—Compro…oh, guau, —dijo Baylor—. Espera un minuto. ¿Qué es


exactamente lo que está diciendo, que somos una especie de reencarnación de
estas mujeres?

—No, en absoluto. —Dijo Rebecca—. Lo diré de la manera más sencilla


que pueda. Durante cientos de años, esta isla ha tenido algún tipo de poder
asociado con ella. La Hermandad de Damas trasmite el conocimiento de que 365
este poder proviene del amor.

—¿Amor? —Hobie miró a Baylor y se sorprendió de su expresión—. No


estás creyendo todo esto, ¿verdad?

—Sé que suena loco, y me conoces. Por lo general, soy la primera en


decirle a la gente que están locos, pero esto se siente... No sé cómo se siente,
pero es un poco raro.

Hobie puso los ojos en blanco. —Parte de mí quiere creer. Es una


historia hermosa, pero las cosas no suceden así en la vida real. ¿Verdad?

—Hobie, ¿puedes explicarlo? ¿Acaso no admitimos que algún tipo de


poder nos cambió a los dos? Por alguna razón, no estoy convencida de que
una emoción como el amor no tiene ese tipo de poder. Míranos. El amor casi
destruyó nuestras vidas, la mía por la falta de él y la tuya por el temor de
perderlo. No sé de ti, pero estabas hecha un desastre. Toda mi vida fue un
completo y absoluto estallido hasta el momento en que te conocí. Ahora si el
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

amor tiene tanto poder, ¿no podría suceder como dicen? ¿No podría tener un
poder aún más fuerte cuando se usa positivamente?

—Bueno, ahora no sé qué pensar, —dijo Hobie—. Supuse que serías


más escéptica que yo.

—Tal vez sea la isla. —Baylor rio mientras daba un codazo a Hobie.

—Muy divertido. Cuando te oigo, tiene sentido, pero cuando empiezo a


pensar en todo esto...

—Ah, ahí está tu problema. La Sra. Ashby dijo que escucharas con tu
corazón, no con tu cabeza. ¿Todo esto se siente bien contigo? Bueno,
¿verdad?

—Supongo...

—Entonces ahí está. No lo pienses, Hobie Lynn. 366


Hobie sonrió de repente. —¿Qué, y pierdo mi membresía en Escépticos
Anónimos? Oh, vale, tú ganas. Sí, se siente bien, y si pienso con mi corazón y
no con mi cabeza, todo esto suena perfectamente plausible. ¿Qué es
exactamente lo que quieren de nosotras?

—Me alegra que hayas preguntado, —dijo Rebecca—. El poder de Ana


Lia, que proviene de un amor a diferencia de muchos otros, cambia de manos
cada cincuenta años. Cada cincuenta años desde la primera noche que Ana y
Lia pasaron juntas, cuando las estrellas se convirtieron en una sola, las
estrellas repiten ese milagro si las mujeres seleccionadas se comprometen en
una ceremonia en esa noche. Sólo una vez la hermandad fue incapaz de
encontrar la pareja adecuada. Durante ese ciclo, el poder de Ana Lia se redujo
notablemente.

—¿Tenemos que vivir aquí por cincuenta años? ¿Y si necesitamos...?

—No. —Dijo Evelyn—. La hermandad descubrió que es la unión la que


trae el poder a la isla.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿De modo que todo lo que quieres que hagamos es tener, como una
ceremonia de boda en una noche concreta? —Preguntó Baylor.

—Correcto. Bueno, um... —Evelyn parecía incómoda.

—Lo que Evie está tratando de decir es que la ceremonia va de la mano


con la expresión física de vuestro amor.

—Oh, —dijeron Baylor y Hobie al unísono, ambas sonrojándose.

—¿No lo sé. Hobie? Quiero decir, ya estábamos de acuerdo...

—Si lo sé. Supongo. Quiero decir, no es que tengamos que beber


sangre o morder las cabezas de pollos o cualquier cosa. —Hobie le preguntó a
Rebecca.

—Tendemos a preferir el champagne y el paté en estas funciones, pero


supongo que pueden hacerse concesiones si tenéis una preferencia. 367
Baylor se rio en voz alta. —Creo que tiene sentido del humor, —le dijo a
Hobie.

Hobie no podía pensar en una respuesta ingeniosa, así que se conformó


con sacar la lengua.

—Oh, eso es atractivo.

—De repente eres una cómica, —dijo Hobie, pero no pudo evitar
sonreír—. Solo una pregunta más. ¿Y si de todos modos, no lo creemos, no
completamente? ¿Eso afectará a este poder?

—En absoluto, querida, —dijo Rebecca—. No necesariamente tienes


que creer en la magia. Todo lo que tienes que hacer para que funcione es creer
la una en la otra.

Hobie sonrió. —Eso puedo hacerlo. Supongo que la siguiente pregunta


lógica es: ¿cuándo tiene que suceder todo esto?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—En tres días, —dijeron Rebecca y Evelyn.

—¡Tres días! —Fue el turno de Baylor y Hobie de responder como una


sola.

La habitación permaneció en silencio unos instantes. Finalmente, Hobie


miró a Baylor. —¿De verdad lo vamos a hacer?

Baylor sonrió suavemente, luego se llevó la mano de Hobie a sus labios.


Después de colocar un ligero beso en los dedos de Hobie, respondió.
—Absolutamente, —dijo—. Absolutamente. —Hubo convicción en la palabra
repetida.

—Entonces creo que vamos a estar casadas, —dijo Hobie al fin.

Rebecca y Evelyn comenzaron a discutir los planes para la ceremonia. A


las otras mujeres no les importaba. En realidad, probablemente fue algo bueno 368
porque Baylor y Hobie estaban en medio de un beso que parecía que iba a
durar un rato.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 25

Hobie puso la sierra para cortar el yeso en la bandeja de metal resistente


y sacó el resto del yeso de la pierna de Baylor. —Voilà, —dijo con una floritura.

—¡Oh, Dios mío! —Gritó Baylor.

—¿Qué? ¿Qué es? —Preguntó Hobie.

—Tengo un palillo por pierna. ¿Qué le paso?

—Baylor, has tenido un yeso en ella durante más de diez semanas. Es


sólo una pequeña atrofia muscular. Volverá tan pronto como empieces a usarla
369
de nuevo.

—Me gustaba la forma en que se veía antes, —dijo Baylor con una
mueca.

—Y estará igual en esta versión nueva y mejorada. Ahora, recuerda,


quiero que te tomes las cosas con calma hoy y sigas usando tu bastón. Vamos,
a dar un paseo de práctica.

—Creo que sé caminar. —Baylor balanceó las piernas por el lado de la


mesa de examen—. Lo he estado haciendo con bastante éxito durante varios
años y me resulta sorprendentemente fácil.

—Qué cómica estas hoy.

—Gracias. ¡Oh! —La pierna de Baylor falló en el segundo paso—. Pensé


que dijiste que ya no estaba roto.

—No lo esta, pero tampoco la has usado en un par de meses, no sin


apoyo de todos modos, Señorita He Estado Caminando Toda Mi Vida.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor miró a Hobie con lo que esperaba que fuera una expresión
intimidante.

Hobie continuó a regodearse.

—Sabes, una sonrisa tan grande no es conveniente en una dama de tu


posición.

—Ya no lo hago muy a menudo. Hazme reír, —Hobie se acercó a la


puerta—. Oye, Lor, dame una mano, ¿quieres?

Una vez que Laura llegó, Hobie le dijo lo que quería que hiciera. —De
acuerdo, —le explicó a Baylor—. Pon un brazo alrededor de mi hombro y el
otro sobre el de Lor.

—Esta posición tiene posibilidades.

—¿Te gustaría? —Dijo Hobie. 370


Baylor guiñó un ojo. Al principio, hizo una mueca a cada paso, pero
después de que había aflojado algo de la rigidez, encontró que podría caminar
bien usando su bastón.

—Eres una mujer nueva, —declaró Hobie—. Está bien, vístete y sal de
mi cuarto de examen. Tengo a una San Bernardo embarazada que necesita la
cama.

—Oh, veo donde están tus prioridades. —Baylor se vistió cuando Hobie
guardó algunos de los instrumentos—. Hombre, tengo que ir a la farmacia.

—¿Qué pasa?

—Mi pierna parece que pertenece a un gorila. Tengo que conseguir


algunas maquinillas de afeitar. —Se sentía bien para finalmente usar sus viejos
jeans favoritos—. Está bien, estoy fuera de aquí. Gracias, querida.

—Espera un momento, —dijo Hobie—. ¿Olvidas algo? —Agitó el bastón


de Baylor.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh. —Baylor rio entre dientes nerviosamente—. Sí, ¿cómo podría


olvidarlo?

—Baylor, ¿recuerdas lo que te dije de tomarlo con calma al principio?

—Claro, claro, —dijo Baylor distraídamente—. Has dicho que no ande


demasiado hoy.

—No, lo que dije fue ir a casa y poner el pie en alto por un par de horas,
luego dar un corto paseo, tal vez cinco minutos. Después de eso, pon el pie de
nuevo y repite el paseo cada tres o cuatro horas.

—Seguro, seguro. Lo haré, —agregó Baylor defensivamente ante la


exasperada mirada de Hobie.

—Cariño, no quiero ser una gruñona. Recuerda que el dolor es la


manera en que tu cuerpo te dice algo. 371
—Lo sé, no lo olvidaré. —Baylor besó la frente de Hobie y se volvió para
irse una vez más.

—Baylor. —Hobie todavía sostenía el bastón.

—¡Ay, mierda, me olvidé! Es porque me estás confundiendo.

Hobie cerró los ojos y sacudió la cabeza. —Dime de nuevo, ¿qué te dice
la pierna cuando te duele?

Baylor se quedó atenta mientras repetía las instrucciones en un tono


monótono. —Si mi pierna comienza a doler, me está diciendo, “Por el amor de
Dios, Baylor, siéntate, ponte hielo y tómate otra margarita”.

Hobie frunció el ceño y levantó las gafas. —No recuerdo haber dicho
nada de margaritas.

—No, lo añadí. —Respondió Baylor con una rápida sonrisa—. Sonaba


muy medicinal.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Dios, me preocupo por ti.

—¿Quién, yo? —Baylor puso una mano en su pecho—. Sólo piensa,


cariño. Tienes que hacer esto por el resto de tu vida.

—Para algunas personas, eso sería una amenaza. Vete. Fuera. —Hobie
señaló. No pudo detener su risa. Baylor podría haber sido un dolor gigante en
el culo en cierto momento, pero en la actualidad era francamente amable. Su
encanto y su sentido del humor hicieron tambalearse a Hobie, tal como lo
habían hecho en aquella primera noche en Chicago—. Te quiero, vete a casa.

—También te amo. No olvides la barbacoa esta noche. Dile a Noah que


traiga su traje de baño y él puede nadar antes de la cena.

—De acuerdo. Le encantará jugar en la piscina contigo.

—No le des esperanzas sobre ese punto. 372


—¿Que significa eso?

—Hablaremos de eso más tarde. Jules va a recoger a Tanti y llevarla a


casa. Me parece extraño que se haya recuperado tan rápidamente después de
oír que estábamos juntas. Es probable que mi paranoia vuelva a mostrarse,
pero me pregunto si hubo alguna trampa involucrada en la enfermedad de
Tanti. Es decir, aparte de su cadera rota.

—No, no eres sólo tú. Tengo la sensación de que ni siquiera queremos


pensar en lo que la Hermandad de Damas podría haber hecho para tener éxito
con esto.

Baylor se frotó las manos una vez más. Finalmente la noche había
llegado y sus palmas se pusieron más húmedas a medida que el momento de
su ceremonia se acercaba.

—Pareces un poco vacilante, compañera. —Juliana le dio una palmada


cariñosa en la espalda.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor intentó con una sonrisa burlona. —Gran parte de mí piensa que
este es el mejor día de mi vida, pero hay una pequeña parte de mí, Jules, que
sólo se siente que quiere vomitar.

—En realidad, eso suena bastante normal, teniendo en cuenta que este
es el día de tu boda. O la noche, según sea el caso. Muy agradable de la Sra.
Ashby para tener la ceremonia aquí en su casa. Es hermoso así junto al agua.

—Sí, —dijo Baylor distraídamente. Miró por encima del hombro de


Juliana hacia la mujer que acababa de salir. A los ojos de Baylor, Hobie lucía
mejor de lo que cualquier mujer tenía derecho.

—Eh, las dos están lindas. Lleva un vestido y tienes pantalones. ¿Las
dos planean esta pequeña cosa del butch-femme? —Preguntó Juliana.

Baylor la agració con una ceja arqueada y una expresión plana. —Con
ese sentido del humor, no es de extrañar que sigas soltera, —dijo finalmente.
373
Juliana se echó a reír y se alejó. Hobie la encontró a medio camino a
través del gran césped, obviamente en su camino hacia donde estaba Baylor.
Ella le dio un abrazo.

—Te ves absolutamente perversa. Esta es tu última oportunidad,


¿sabes? Todavía puedes dejar a esa chica y tener una oportunidad conmigo.
—La sonrisa de Juliana era contagiosa y Hobie se encontró riendo.

—Por favor, Jules. ¿Estás intentando comenzar una pelea? Si Baylor


oye eso, será la Tercera Guerra Mundial.

—Pensé que te enviaría con Baylor para calmarla, pero por la sensación
de estas manos heladas, parece que eres un manojo de nervios más que ella.

—Oh, muy graciosa. Ni siquiera pienses en mentirme, Jules. La


perspectiva de pasar el resto de tu vida con alguien también te haría un poco
tonta. Admítelo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Un poco? —Juliana le guiñó un ojo—. Estoy realmente celosa como


el infierno. Lo sabes, ¿no? Bueno, celosa de Baylor, en todo caso. Tú,
simplemente lo siento.

—¿Está realmente tan nerviosa? —Preguntó Hobie, mirando a Baylor.


Baylor que se mantuvo erguida y derecha, mirando hacia el océano, su postura
casi regia cuando el crepúsculo descendía a su alrededor.

—Nunca lo sabrías con solo mirarla, pero justo ahí se alza una
temblorosa torre de jalea.

Hobie se rio entre dientes y sacudió la cabeza. —Parece que está a


miles de kilómetros de distancia. Creo que voy a aliviar sus miedos.

Juliana pudo ver la emoción mezclada con temor en los ojos de Hobie.

Baylor observó cómo Juliana se encontraba con Hobie, riéndose y 374


burlándose de ella al igual que Baylor. Tenía la sensación de que estaban
hablando de ella. Se volvió y miró el agua.

Tantos cambios, pensó Baylor. Se preguntó por el futuro y cómo su vida


cambiaría con la ceremonia. Cualquiera le habría dicho que estaba loca por
pensar que iba a durar. La mayoría de los conocidos que todavía la toleraban
jugaban los mismos juegos que ella. Heterosexuales o homosexuales, pasaron
de una relación a otra sin pensar que durarían. Baylor nunca había pensado a
largo plazo antes de Hobie. Todo eso cambiaría. Baylor simplemente sabía, de
la misma manera que sabía cuál de sus historias vendería, que si seguía con
esta ceremonia, sería para siempre. Era una perspectiva escalofriante,
aterradora, si se conociera la verdad. Así que la pregunta era, ¿quería ella
echarse atrás?

Ella sonrió para sí misma, feliz de que nadie pudiera ver su rostro. Todo
el mundo pensaba que era lo bastante extraña como era. Por supuesto, para la
mayoría de ellos, “extraña” era un término relativo. Los dos últimos días habían
sido un torbellino de actividad, principalmente planeando para el futuro que
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

ahora ponderaba. Su primera discusión seria había sido sobre dónde deberían
vivir. Ana Lia había sido buena con Baylor y Hobie, y Baylor nunca había
pensado en regresar a Chicago por más tiempo que las pocas semanas que
tardaría en empacar sus cosas. No había escuela, por lo que decidieron llevar
a Noah con ellas y hacer que fuera unas vacaciones. Aunque Hobie le había
dicho que no era necesario, Baylor estaba deseando compartir con Noah
algunos de los lugares que la habían impresionado cuando era niña. Wrigley
Field64, el Lincoln Park Zoo65 y el Art Institute66 eran lugares que quería
compartir con él, y sabía que tener un perro caliente y ver a los Cubs jugar en
casa significaría el mundo para Noah.

Baylor también quería a Hobie con ella. Tenía miedo de lo que podría
pasarle una vez que saliera de la isla. ¿Volvería a sus viejas costumbres?
Aunque Hobie le aseguró que no había funcionado de esa manera para ella,
Baylor no quería arriesgarse. 375
Decidieron que construirían una casa en Ana Lia y vivirían en la casa de
invitados de Hobie mientras tanto. La familia de Hobie estaba contenta con el
arreglo y también resultó beneficioso para Evelyn. Por mucho que adorara
tener a su nieta, Hobie y Noah cerca, era una persona privada y disfrutaba
viviendo rodeada por la tranquilidad de sus invernaderos.

Baylor alzó la vista hacia el cielo nocturno. Las dos estrellas que su
abuela había señalado la noche anterior ciertamente no parecían estar más
cerca. Se preguntó qué pasaría durante la ceremonia y si había alguna verdad
en la historia de Rebecca. Miró su reloj. No tardaría mucho en descubrirlo.

—Hola, señora, ¿el autobús se detiene aquí? —Preguntó Hobie mientras


se acercaba por detrás de Baylor y le pasó un brazo por la cintura.

Baylor sonrió mientras colocaba su propio brazo alrededor del hombro


de Hobie. —Si no lo hace, lo haré para ti.
64
Estadio de béisbol donde juegan los Chicago Cubs.
65
Es el más antiguo de los zoológico de Estados Unidos fue inaugurado en 1868.
66
Es un museo y escuela de arte. Es uno de los museos más importantes del mundo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Creo que lo harías. Entonces, ¿estás parada aquí pensando,


preocupada o un poco de ambos?

Baylor volvió a mirar el agua y respiró hondo. —Me preguntaba, —dijo


por fin—. Pero no te preocupes, especialmente hoy.

—Qué tramposa eres, Baylor Warren. ¿Quieres decirme que no estás un


poco nerviosa?

—No he dicho eso. Tengo un miedo de muerte, y admito que no hay un


hueso en mi cuerpo que no esté gritando conmigo para dar la vuelta y correr
tan rápido como pueda.

—¿Oh?

—¿Y quién está engañando a quien? ¿Quieres decir que no sientes lo


mismo? 376
Hobie se rio entre dientes y estudió el suelo por un momento. —Está
bien, me doy por vencida. Pensé en interpretar la parte del hombre de pan de
jengibre67, pero sólo fue temporal.

—No te preocupes, nena, también la mía. Todavía estoy asustada…


asustada como el infierno… pero hay una cosa que no me preocupa, y es la
posibilidad de pasar mi vida contigo.

—Sólo espero que no te estés preparando para una caída. Ya sabes,


una idea de mí como la mujer perfecta.

—Creo que sé mucho más que eso.

—¡Muchas gracias! —Hobie golpeó a Baylor ligeramente en el


estómago.

67
Es un cuento de Navidad para niños muy conocido en es Estados Unidos. El hombre de pan de jengibre es una
galleta que sale corriendo de la casa que ha sido horneada para no ser comida y al final cae en las fauces de un zorro.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oye, te metiste en eso, —dijo Baylor—. No creo que tenga


demasiadas ilusiones, cariño. Tú y yo somos como fuego y hielo. Estoy casi
segura que, dado el tiempo suficiente, nos topamos con áreas en las que no
estamos de acuerdo. Ahora bien, si conozco a las dos como creo, los
desacuerdos probablemente van a conducirnos a unos buenos fuegos
artificiales. Sin embargo, al igual que los verdaderos fuegos artificiales,
explotarán y se quemarán rápidamente.

—Cuando quieres, sí que puedes poner algunas palabras agradables


juntas. ¿Sabes?

—Ni siquiera tengo que trabajar duro cuando se trata de ti.

Las dos mujeres se abrazaron. Nadie parecía estar prestando atención a


ellas; era como si estuvieran solas.

—Podemos hacer esto, ¿verdad, Baylor?


377
—Sí, nena, podemos. —Baylor colocó un beso sobre la cabeza de
Hobie. Levantó la vista hacia las dos estrellas brillantes—. Dime, ¿te parecen
más cercanas?

—Bueno, tal vez si lo intento con fuerza...

—¿Crees en algo de esto? Quiero decir, sé que estas viejas chicas son
bastante dignas de confianza, pero estoy teniendo un momento difícil con esto.

—Creo que ellas creen. Estoy contigo. No estoy segura de poder ser
todavía una firme partidaria. Pero como dijeron, no tenemos que creer para que
funcione. Ya sea que todo se reúna o no, siento que hemos ayudado un poco.

—Ídem. Bueno, ¿de acuerdo?

—Estoy dispuesta si tú lo estás.

Casi habían llegado el momento en que se llevaría a cabo la ceremonia.


Noah se precipitó hacia ellas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¡Baylor! —Gritó mientras saltaba a sus brazos.

—Eh, Bubba, te ves bien en tu traje y corbata.

—¿Os vais a casar? —Preguntó Noah.

Baylor miró a Hobie, quien silenciosamente asintió. —Um, sí.

—Bueno. Entonces puedo tener un papá.

Baylor volvió a mirar a Hobie y juró que vio a Hobie sonriendo un


poquito. —Bueno, Bubba, um... sabes que soy una chica, ¿verdad?

—Sí.

—Entonces estaría más en la línea de una mamá.

—Pero ya tengo una mamá.


378
—Supongo que veo tu punto, pero ¿qué tienes si vas a buscar un cono
de helado y te dan dos conos de chocolate en lugar de uno?

Noah se encogió de hombros.

—Sería mejor, ¿no?

—Dos conos de chocolate, ¿todo para mí? —Los ojos de Noah se


abrieron y una sonrisa comenzó a tomar forma.

—Todo para ti, Bubba. Genial, ¿eh?

—¡Estupendo!

—Ahora apuesto a que todos tus amigos solo tienen una mamá. ¿Cómo
crees que sería tener dos mamás, en lugar de una sola?

La sonrisa de Noah se ensanchó. —¡Estupendo!

—Lo sabes, —asintió Baylor—. Bueno, ve y acompaña a Jules hasta


que comencemos. Ella te dará los anillos. ¿Bien?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Bien, Baylor. —Hizo una pausa una vez que lo puso en el suelo.

—Os veis hermosas, —añadió antes de huir.

—Muchas gracias, —dijo Hobie.

—Oh, sí, gracias por echar una mano.

—Lo hiciste mejor de lo que podría haberlo hecho. Tienes talento natural
como madre.

—Eso espero. La crianza de los hijos no es exactamente el tipo de cosa


en las que se tiene una segunda oportunidad.

Baylor miró más allá de Hobie. Un arco de pequeñas flores rojas y


blancas era el escenario principal para su ceremonia. Una larga mesa estaba
situada frente al arco y varias mujeres de la hermandad estaban alrededor de
la mesa, impidiendo a la pareja ver lo que había en ella. 379
—¿Qué demonios están haciendo? —Preguntó Baylor.

—Sólo Dios sabe. Tal vez sea el sacrificio, —dijo Hobie.

—No me pongas más loca de lo que ya estoy sobre todo esto.

—Lo siento, —dijo Hobie con su risa ligera—. Estás a punto de


averiguarlo. La señora Ashby nos está saludando. ¿Lista?

—Si tu lo estas.

—¿Baylor? —Hobie buscó el brazo de Baylor mientras daba un paso.

—¿Hmm?

—Te amo y me hubiera casado de todos modos, ya sabes.

Baylor sonrió, recordando a Hobie que había otra mujer detrás de ese
caparazón espinoso. —También te amo. En realidad, probablemente fue algo
bueno. Que la Hermandad de Damas me obligó a esperar un par de días.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor y Hobie llegaron cuando la madre de Hobie le dio a Noah y


Juliana sus instrucciones de última hora. Noah estaba tomando su trabajo en
serio, escuchando atentamente a su abuela. Hobie había querido que sus
amigas del consultorio, Laura y Cheryl, estuvieran junto a ella. Eso dejó a
Baylor a falta de una amiga, pero pensó en Noah inmediatamente. Estaba
emocionado por la noticia.

—Baylor, Hobie Lynn, ¿estáis listas para comenzar?

Ambas mujeres asintieron. Los invitados se sentaron en las sillas


blancas del jardín mientras los miembros de la fiesta de bodas se organizaban,
dando a Hobie y Baylor su primera mirada a la mesa.

—¿Qué diablos es esa cosa? —Hobie le gano de mano a Baylor


preguntando.

Se quedaron mirando una monstruosidad metálica que ocupaba la


380
mayor parte de la mesa. Baylor tenía la extraña sensación de haber visto el
objeto en algún lugar antes. —¿Es un planetario?

El objeto de hecho parecía ser un modelo de latón del sistema solar.


Cada planeta formado estaba montado sobre una varilla que se movía
independientemente de las otras varillas, conectadas en el centro a lo que
parecía ser el sol. Sin embargo, parecía haber más de unos cuantos planetas
extras y simples anillos de latón redondos superaban dos de las varillas. El
área central tenía una parte superior plana que soportaba dos copas de
champán de cristal vacías. Hobie y Baylor se miraron de nuevo.

—Supongo que te estás preguntando qué es esto, —dijo Rebecca.


Estaba elegantemente vestida, como siempre y se apoyaba ligeramente en su
bastón.

—Puede que sea yo, pero siempre he pensado que las flores eran un
buen centro de mesa, —dijo Baylor.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie empujó a Baylor con el codo.

—Sé que debe parecerte terriblemente extraño, pero ambas tendréis


que confiar en mí. El Pentasium es un mapa planetario tridimensional. Es
esencial para la ceremonia y su uso se hará evidente en poco tiempo.
Empecemos, ¿de acuerdo?

—Probablemente sea una forma de comunicarse con la nave nodriza, —


susurró Baylor a Hobie.

La ceremonia se desarrolló con tanta suavidad como si todos la hubieran


realizado todos los días de su vida. Rebecca, junto con dos mujeres de la
Hermandad, encendieron la larga línea de velas sobre la mesa en orden, desde
afuera hacía dentro. Rebecca leyó varios pasajes cortos, uno en un idioma que
ni Baylor ni Hobie reconocieron.

Finalmente, se puso de pie ante Hobie y Baylor. —Es hora de que digas
381
unas palabras, Baylor.

—¿Huh? —Baylor no recordaba que nadie le dijera que tenía que hablar.
Miró a Hobie, quien se encogió de hombros—. ¿Decir algo? —Preguntó en voz
baja.

—Las estrellas piden una petición para demostrar que estáis listas.

—¿Las estrellas?

—Las estrellas sólo se unirán después de la confirmación de vuestro


amor. Todo lo que tienes que hacer es hacer una declaración con respecto a tu
amor, tu compromiso con Hobie Lynn. Dile lo que hace por tu vida y cuánto te
afecta su amor.

—Ustedes no dijeron nada acerca de hablar delante de todo el mundo,


—dijo Baylor en voz baja.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No tiene que ser el discurso de Gettysburg68, Baylor. Simple está bien,
—dijo Rebecca. Unos cuantos momentos pasaron en silencio—. ¿Baylor?

—¡Estoy pensando! —Baylor sintió un tirón en sus pantalones. Miró


hacia abajo para ver el rostro serio de Noah mirándola fijamente.

—Puedes hacerlo, Baylor. Vamos. Sonrió.

Baylor no pudo evitar sonreír. Amaba al joven que parecía tener mucho
más valor que ella. Le guiñó un ojo y respiró hondo. No tenía idea de qué decir,
pero en el momento en que se volvió y miró a los ojos de Hobie, las palabras
estaban allí. —Probablemente voy a sonar como una verdadera idiota aquí.

Hobie extendió la mano para agarrar rápidamente la mano de Baylor.

Dio un apretón para volver a tierra a Baylor. Concentró su atención en su


corazón y escuchó lo que tenía que decirle. —Hobie Lynn, lo mejor que puedo 382
pensar de ti es que me haces querer ser una mejor persona. Supongo que lo
curioso es... cuando estoy contigo, creo que lo soy.

—Creo que esa es la cosa más dulce que alguien me ha dicho, —dijo
Hobie.

Rebecca asintió agradecida y Baylor respiró un pequeño suspiro de


alivio.

—¿Hobie Lynn?

Sonriendo nerviosamente, Hobie miró a Baylor. Amaba tantas cosas


sobre la mujer obstinada, a veces excéntrica. Para elegir sólo una sería difícil,
por lo que Hobie se concentró en la única cosa que le había causado el mayor
impacto.

68
Es el discurso más famoso del presidente Abraham Lincoln.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Baylor, sabes que te quiero. Me has hecho sentir bien en el corto


tiempo que nos conocemos. Ya que decidimos estar juntas, ya no tengo miedo.
Eso suena tonto, lo sé.

Miró sus zapatos antes de devolver la mirada a Baylor. —Solía despertar


por la mañana temerosa de lo que el día traería, aterrorizada de las cosas más
pequeñas. No siento eso en absoluto, y es por ti y por el amor que me has
mostrado.

—Guau. Baylor no pudo decir más. Una declaración tan sencilla, pero
las palabras tenían tal poder.

—Ah, el momento no podría ser mejor, —dijo Rebecca. Sonrió


alegremente y señaló hacia el Pentasium.

—¿Viste eso? —Preguntó Baylor.


383
—Tal vez, —dijo Hobie lentamente—. Dime lo que viste y te diré si es lo
mismo.

—Hobie, se está moviendo.

—Sí, eso es lo que vi, muy bien.

Observaron fascinadas cuando los brazos comenzaron a moverse,


lentamente al principio, pero al final ganaron velocidad. Tardó unos momentos
en que el artefacto parecía un paseo de carnaval salvaje. Mientras giraban
alrededor del centro solar, los planetas giraban sobre sus varillas de latón.

Baylor escogió ese momento para mirar hacia el cielo nocturno. —Oh
Dios mío.

Hobie siguió la línea de visión de Baylor. Respiró hondo mientras


observaba las dos estrellas que eran el foco de la noche. —No lo creo,
—susurró—. Están más cerca.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Realmente están muy cerca, —repitió Baylor. Las estrellas brillantes


parecían estar en rumbo de colisión.

Un fuerte estallido hizo que Hobie y Baylor se sobresaltaran, y Hobie se


llevó la mano al pecho una vez que descubrió que Rebecca había abierto una
botella de champán. Maniobrando cuidadosamente alrededor de las varillas,
Rebecca vertió el champán en las dos copas. No tenía que mirar hacia arriba
para ver lo cerca que estaban las estrellas. Recordó la ceremonia anterior
como si acabara de suceder.

Justo cuando las dos varillas que llevaban los anillos de latón estaban en
perfecta alineación, Rebecca recogió un pequeño tazón que había sido tallado
a mano de un sólido pedazo de jade. Levantó la tapa y la colocó a un lado.
Dentro del cuenco verde pulido había un pequeño montón de estrellas

384
cristalinas de azúcar blanca.

—Por el amor, larga vida y Ana Lia. —Rebecca sostuvo el cuenco hasta
el cielo en el momento en que las dos estrellas chocaron.

El impacto causó que las dos estrellas explotaran en una. Su luz se


disparó a la tierra en un solo rayo, pasando directamente a través de los anillos
abiertos del Pentasium y culminando en una explosión brillante cuando
Rebecca dejó caer dos de las estrellas de cristal en cada copa. Ya fuera por la
luz o las estrellas azucaradas, el champán espumeaba y espumeaba por los
lados de las copas.

—Por Ana Lia. —Rebecca le ofreció una copa a Hobie, luego a Baylor.

—Por Ana Lia, —repitieron las damas de la hermandad.

Atónitas en el silencio, Hobie y Baylor brindaron. Sabían que iban a


discutir el tema con gran detalle un día, pero en ese momento, todo lo que
podían hacer era mirar el cielo y la una a la otra.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 26

—¿Cuánto tiempo permanecerán así, Tanti? —Preguntó Baylor.

—Hasta el amanecer, —dijo Evelyn—. Mañana por la noche, cuando las


estrellas vuelvan a salir, sus dos estrellas aparecerán exactamente como lo
hicieron antes.

Las mujeres se sentaron en un par de cómodas sillas colocadas muy


atrás en el extenso césped. El andador de Evelyn descansaba junto a su silla,
pero juró que no lo necesitaría por demasiado tiempo. Al lado del andador
yacía Arturo, dormido. Noah y sus amigos habían agotado al pobre cachorro, y
385
yacía sobre su espalda con las cuatro patas en el aire, roncando plácidamente.

Rebecca Ashby no había escatimado en gastos. El Cove había


organizado un hermoso buffet que se extendía a través de tres mesas, y
parecía como si todo el mundo en Ana Lia se detuvo a desear felicidades a
Baylor y Hobie. Había incluso un pequeño cuarteto de cuerdas en el césped
interpretando a Vivaldi.

Baylor estudió el perfil de su abuela. Evelyn parecía casi triste mientras


contemplaba el océano.

—Aimee solía amar ese sonido, —dijo distraídamente—. El sonido de


las olas rompiendo en la orilla.

Baylor observó cómo su expresión se hacía más triste. —Debes


extrañarla mucho. —No había consolado a su abuela mucho después de que
Aimee murió, no que Evelyn fuera alguien para permitir que nadie la consolara.
Baylor lamentó la profundidad de su egoísmo, lo que le había impedido ver lo
que era evidente para todos los demás.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Evelyn se volvió hacia Baylor. —Tuvimos muchos más años juntas de lo


que nadie esperaba, querido corazón. Cuando los médicos diagnosticaron el
cáncer de Aimee, nos dijeron que sólo tenía un año o dos para vivir. Vivió otros
veinte después de eso.

—Eso es increíble. No tenía ni idea. Baylor sonrió. —¿Más magia de


Ana Lia?

Evelyn se rio entre dientes y sostuvo sus manos en un gesto de “quién


sabe”.

Baylor no podía imaginar el dolor que sabía que seguiría si algo le


pasara a Hobie. —¿No estabas enfadada por algo de eso? ¿Enojada por qué
te fue arrebatada?

—Esos veinte años siempre los hemos considerado un regalo de Ana


Lia. ¿Cómo podría estar enojada cuando nos dieron mucho más tiempo de lo
386
que esperábamos?

—Eras tú, las dos, ¿no?

—¿Hmm? —Evelyn se apartó de su introspección.

—Tú y Aimee. Las estrellas se juntaron hace cincuenta años para


vosotras dos, ¿no?

—Sí, está bien, fuimos nosotras, Lo decía en serio cuando te dije que
entendía lo que estabas pasando. Aimee prácticamente tuvo que arrastrarme
pataleando y gritando a nuestra ceremonia. Soy más como tú de lo que crees,
querido corazón. —Evelyn le guiñó un ojo.

—Supongo que debería haberlo sabido. —Baylor negó con la cabeza y


sonrió—. Sabes, voy a querer saberlo todo. En realidad, quiero oír hablar de
gran parte de tu vida, Tanti. Es mi culpa, pero siento que he perdido la mayor
parte de ella.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Convenido. Tendremos nuestro tiempo, pero tienes otras cosas que


hacer esta noche.

—Tienes razón. También se está haciendo tarde. ¿Quieres que te lleve


a casa?

—¿En tu noche de bodas? No, me quedo aquí con Rebecca. ¿Has


preparado todo como querías para ti y Hobie?

—Sí. —Baylor sonrió—. Me alegro de haber descubierto que le gusta


mucho tu atrio tropical en el hospital.

—Ella estará muy contenta. Lo sé.

Baylor se levantó y estiró las piernas. —Mejor me mezclo o la gente van


a pensar que soy antisocial. Además, vi a Hobie dándome esa mirada de “¿por
qué te escondes en la esquina?”. 387
—Creo que me sentaré aquí y escucharé las olas un poco más.

—¿Estás segura?

—Absolutamente. Sigue ahora.

Baylor empezó a alejarse, luego se detuvo bruscamente. Se volvió hacia


su abuela. —Me alegro de que finalmente pueda hacer algo para que estés
orgullosa de mí, Tanti.

Evelyn extendió la mano y apretó la mano de Baylor. —Baylor Joan,


puede que no siempre he estado orgullosa de las cosas que hiciste, pero
siempre he estado orgullosa de ti.

Baylor, con los ojos llenos de lágrimas, se inclinó y besó suavemente la


mejilla de Evelyn. No podía hablar por miedo a romperse completamente.

—No fue mi intención ponerte triste, —dijo Evelyn—. No esta noche de


todas las noches.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No estoy triste, Tanti. Entre tú y Hobie, me hacen sentir mejor que
nunca. Toda mi vida, me habían dicho que era menos que nada y ahora
descubro que era algo todo el tiempo.

Baylor la besó de nuevo y rápidamente se alejó. Vio a Hobie de pie junto


a una de las mesas de bebidas, sirviendo un vaso de té helado. Baylor se
deslizó detrás de ella. —Hola, hermosa, —puso un brazo alrededor de la
cintura de Hobie—. ¿Por qué no huyes conmigo?

Hobie se apoyó contra el cuerpo alto y se rio entre dientes. Apoyó una
mano en el brazo de Baylor. —Bueno, soy una mujer casada.

—Apuesto a que ella no es la mitad de buena de lo que puedo ser, —le


susurró Baylor al oído de Hobie.

—¿Oh? Audaz conversación.


388
—Confía en mí, puedo demostrarlo.

Hubo un breve silencio, luego ambas mujeres se echaron a reír.

—Te amo, Hobie.

—También te amo. —Hobie se volvió para compartir un suave beso con


su nueva compañera.

—Lo decía medio en serio, o sea, sobre estar lista para salir, —dijo
Baylor—. ¿Estás lista para irte a casa?

—Más que lista. Espera un minuto. ¿A qué te refieres cuando dices


“casa”?

Baylor sonrió. —Me refiero a la de Tanti. Está pasando la noche aquí y


Jules es la niñera de Noah en tu casa. Tengo algo especial dispuesto para
nosotros en la de Tanti.

—Bueno, pensaste en todo.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Alguien tenía que hacerlo.

—Estaba ocupada, ¿sabes? —Hobie se defendió—. Tuve ayudar a


nacer un potro de nalgas esta tarde. Estaba hasta mis axilas en lugares que no
quieres saber.

—Oh, encantador. Ahora, tengo una bonita visión romántica de ti el día


de nuestra boda. —Baylor se rio de la expresión seria de Hobie—. Sólo te
estoy bromeando, doctora. Sé que tenías que trabajar. Además, la señora
Fazzini ya me contó cómo salvaste la vida de su yegua de 200.000 dólares, sin
mencionar el caballo bebé.

—Potro.

—Sí lo que sea. Espera un minuto, pensé que los caballitos eran ponis.

—Algo completamente diferente. No te preocupes, pronto aprenderás 389


sobre los animales.

—Sólo ten paciencia conmigo. No tenemos mucha vida silvestre en Lake


Shore Drive. Quiero decir, además de las palomas.

—Disfrutas haciéndome pasar un mal rato, ¿no? —La sonrisa de Baylor


le recordó a Hobie la sonrisa calurosa e infantil de su hijo.

—Sí, un poco sí.

—Sólo ten cuidado, querida y recuerda lo que le pasó a la joven de


Níger69.

—Ooh, ¿eso es una amenaza? —Baylor agarró a Hobie más fuerte y se


movió para hacerle cosquillas.

—Esa es una promesa, chica dura. —Hobie se retorció para eludir las
manos errantes de Baylor—. Está bien, está bien, —se rio—. ¡Chica me rindo!

69
Poema anónimo sobre una joven que cabalgaba un tigre sonriendo, luego vuelve el tigre solo sonriendo
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Fue en ese momento que levantaron la vista para ver a Juliana llevando
inerte a Noah en sus brazos.

—¿Qué pasó? —Hobie se precipitó hacia ellos.

De repente, Noah levantó la cabeza y abrió un ojo un poco. —Mamá, no


lo hagas. Estoy muerto. Luego volvió a su posición de muerto en los brazos de
Juliana.

—Jules, ¿qué estás haciendo? —Preguntó Baylor en tono exasperado.

—Estamos interpretando el papel donde la momia lleva a su víctima a la


tumba, —dijo Juliana entusiasmada.

Baylor y Hobie intercambiaron una mirada.

—Y te pedí que cuidara de él, —dijo Baylor a su amiga.


390
—Ay, Baylor, no necesito niñera. —Noah se levantó para quejarse.

—¿He dicho niñera? Quise decir amiga.

Noah sonrió y asintió con la cabeza. —Amiga.

—Ven aquí, tú, muerto viviente. —Baylor levantó a Noah—. ¿Te importa
pasar la noche con Jules mientras tu mamá y yo vamos a algún lugar especial?

Noah sacudió la cabeza. —No, Jules dijo que la gente casada se va a


algún sitio solo para que puedan besarse y esas cosas. —Sus mejillas se
pusieron rosadas y enterró la cara contra el hombro de Baylor.

Hobie ocultó su sonrisa, pero Baylor rio entre dientes ante la amable
inocencia de Noah. Él aparentemente superó su vergüenza a toda prisa porque
su mente ya estaba en un nuevo pensamiento.

—¿Puedo quedarme hasta tarde esta noche?

—Es tarde, —dijo Hobie.


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—¿Entonces más tarde?

—Más tarde, ¿eh? —Hobie se rio entre dientes—. Bueno, es una


especie de fiesta, así que está bien.

—¡Sí!

—Te vas a despedir de tu abuela y de Tanti. ¿Ok, Bubba? —Ordenó


Baylor.

—Bueno, —Noah dijo antes de acelerar en la otra dirección.

—No te preocupes, Jules. Probablemente se quede dormido tan pronto


como llegue a casa, —dijo Hobie.

—No te preocupes, amor. No me importa. Después de todo, si puedo


vivir con Baylor, un niño de seis años debería ser pan comido, ¿no?
391
—Eso es muy divertido, —dijo Baylor—. ¿Cómo te gustaría dormir junto
a la piscina para el resto de tu visita?

—Supongo que esa es mi señal para ir a recoger mi encargo para la


noche. Divertíos las dos. De hecho…

—Di buenas noches, Jules, —ordenó Baylor.

—Bien. Buenas noches, Jules, y felicitaciones, a las dos. Estoy muerta


de contenta por todo esto.

—Feliz, —tradujo Baylor.

—Oh, —dijo Hobie.

Jules le dio a cada una un abrazo antes de marcharse en busca de


Noah.

—Me preocupo tanto por tus amigas, —dijo Hobie.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Esto es muy bonito, —dijo Hobie mientras tomaba la botella de


champán colocada en un cubo de hielo plateado—. ¿Es ésta la sorpresa que
habías planeado?

—No, esto es sólo el principio.

—Guau, todavía está frío. ¿Cómo lo lograste? —Preguntó Hobie cuando


apoyó la mano en la botella.

—Esa fue la obra de Tanti.

—¿Cómo lo hizo?

—Lanzó un hechizo. —Baylor disfrutó de la expresión de ojos abiertos


de Hobie—. Es una broma. Le pidió a una de sus amigas que se detuviera en
su camino a casa y lo pusiera.

—Un hechizo, ¿eh? 392


—Lo siento.

—Tampoco es cierto.

—Lo siento, no te parece gracioso, —dijo Baylor con un puchero.

—Mi pobre bebé. —Hobie se acercó y rodeó la cintura de Baylor con sus
brazos—. Oye, el agua parece una especie de invitación, ¿eh?

—¿Qué?

—El agua de la piscina, —dijo Hobie—. Vamos a darnos un chapuzón.


¿Qué dices?

Baylor miró la expresión atractiva de Hobie, luego bajó a la piscina.


—Uh-uh.

—Vamos, cariño. Prometo que voy a hacer que valga la pena, —dijo
Hobie seductoramente. Besó el cuello de Baylor mientras desabrochaba el
botón superior de la blusa de Baylor.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh. —Gimió Baylor. Una vez más miró de Hobie y a la piscina—.


Uh-uh. —Negó con la cabeza vigorosamente.

—De acuerdo, —dijo Hobie, alejándose—. ¿Qué pasa contigo y esta


piscina? Tampoco entraste con Noah el otro día, y todo lo que sigo recibiendo
de ti es que lo discutiremos más tarde. Es más tarde. ¿Es algo sobre la
piscina? ¿Viste un caimán en ella, o qué?

Baylor negó con la cabeza. —No es sólo la piscina. Es el agua, en todas


partes. Tomar un baño me da una sensación extraña.

—¿Pasó algo? Quiero decir, ¿de qué tienes miedo?

—Hundirme, sobre todo. El miedo a hundirme. Tuve una mala


experiencia en el agua.

—Cariño, la gente sólo se hunde cuando lucha. Si te relajas y... 393


—No, casi siempre me hundo. Diablos, debería haberlo superado y
haber tomado clases o algo hace mucho tiempo, pero nunca lo hice. Era una
de esas ideas brillantes que mi padre tenía. Tírala al agua y seguro que quiere
aprender a nadar o flotar el agua o algo así, ¿verdad? Incorrecto. Me hundí
como una piedra y me desmayé. Casi me ahogo y ese bastardo todavía actuó
como si hubiera una falla de mi parte.

Baylor casi esperaba que Hobie riera. Por lo menos, esperaba que Hobie
hablara tranquilamente con ella, intentara aplazar sus temores infantiles. Lo
que Baylor no esperaba fue lo que hizo Hobie.

—¡Ese maldito hijo de puta! —Hobie comenzó a caminar junto a la


piscina—. ¡Ese bastardo lo arruinó!

—¿Qué arruinó? —Preguntó Baylor, insegura.

—¡Cosas! Él arruinó cosas en tu vida, cosas inocentes que se supone


que deberían significar algo o ser divertidas. Ese bastardo enfermo, te echó a
perder para todos los que vinieron después de él. Lo odio, y odio las cosas
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

terribles que te hizo, la forma en que te trató. Soy la que nunca te va a tratar de
esa manera, pero él ya ha jodido y arruinado todo.

—Cariño, cariño…

Baylor se acercó detrás de Hobie y la rodeó con sus brazos. Hobie


estaba casi rígida de ira y todo su cuerpo temblaba. Baylor no estaba
preparada para la respuesta apasionada de Hobie y la imagen la tocó en un
lugar que pocos habían podido alcanzar. Con la excepción de su abuela, nadie
había defendido a Baylor antes y nunca contra su padre. Estaba segura que si
hubiera conocido a Hobie años antes, la pelirroja luchadora le habría hecho
sudar tinta. Sólo saberlo ayudó a Baylor más de los diez años de terapia que
tuvo.

—Está bien, cariño. Ya no puede hacerme daño, a menos que lo deje y


no voy a dejarlo. 394
Hobie todavía estaba en silencio, pero Baylor podía sentir que su cuerpo
empezaba a relajarse. Oyó un sonido apagado y pensó que Hobie estaba
llorando. —Hobie, ¿estás bien? —Cuando Hobie se volvió, Baylor pudo ver que
se reía.

—Dios. —Hobie negó con la cabeza—. Creo que nuestra noche de


bodas va bien hasta ahora, ¿qué hay de ti?

—Estás loca, ¿lo sabes?

—Lo sé. Te lo advertí, pero no me escuchaste. Lo siento por explotar de


esa manera.

—No lo sientas. Estaba bastante impresionada.

—¿Impresionada de que pueda convertirme en una lunática delirante?

—Estaba pensando más bien en el sentido de agradecer que tengo a


alguien que me ama lo suficiente para convertirse en una lunática delirante en
mi nombre.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Gracias. —Hobie frunció el ceño—. Creo.

—Te amo, Hobie Lynn, tal como eres, todas tus debilidades y defectos
incluidos. Siempre he creído que eran los defectos de una persona lo que los
hace tan adorables.

—¿De veras? En ese caso, debería ser prácticamente irresistible.

—Lo eres, nena. Lo eres, —dijo Baylor, puntuando su respuesta con un


beso apasionado.

—Lo mismo va por ti. —Hobie le devolvió el beso con igual fervor.
—Cuando dijiste que no ibas a dejar que tu padre te lastimara más, ¿eso
significa? —Hobie suavemente colocó una línea de besos de la mandíbula de
Baylor a su clavícula—, ¿darle a la piscina una oportunidad?

—Um... —Baylor miró nerviosamente el agua. Pensó que podría ser 395
valiente si tuviera que hacerlo, pero ¿era su noche de bodas la hora de cerrar
las viejas heridas?

Hobie continuó su seducción donde la había dejado antes de su


explosión. Desabrochó dos botones más en la blusa de Baylor y la sorprendió
masajeando suavemente el pecho. Hobie podía sentir que el pezón se
endurecía inmediatamente bajo la delgada blusa de seda.

—Oh, Dios. —Gimió Baylor. Quería hablar, pero su cuerpo disfrutaba


demasiado de la experiencia. Estaba segura que su cerebro estaba haciendo
un esfuerzo consciente para evitar que su voz enturbiara toda la experiencia.

—Porque estaba pensando... —continuó Hobie. Había desabrochado


completamente la blusa de Baylor. Sus dedos se deslizaron fácilmente dentro
del sostén sedoso para burlarse aún más de Baylor—. Tienes esta experiencia
negativa en tu mente, y tal vez... —Ligeramente pellizcó el pezón endurecido,
haciendo que Baylor jadease de placer.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Tal vez sólo necesitas una experiencia positiva en el agua para


empujar ese viejo recuerdo. —Hobie acarició la piel del cuello de Baylor y la
chupó, suavemente al principio, luego aumentó gradualmente la intensidad de
la sensación.

—¡Dios mío! —Dijo Baylor.

—¿Hmm?

Baylor finalmente recibió el mensaje de su cuerpo que esto era algo


bueno y que no debía arruinarlo. —Oh sí. El positivo es bueno. Podría hacer
algo positivo. —Su cabeza se balanceaba de arriba abajo.

—Me alegro de que te sientas así. Hobie se obligó a separarse de Baylor


y se dirigió a la mesa. —¿Vas a abrir esto?

—¿Ahora? 396
Hobie asintió. Baylor hizo el trabajo rápido con el alambre y del corcho.
Se volvió con una copa llena para agarrar a Hobie desabrochando el vestido.
Hobie apartó el vestido de sus hombros y salió cuidadosamente de él, luego
dobló la prenda sobre el respaldo de una silla cercana.

—¿Qué estás haciendo? —Baylor hizo la pregunta que no necesitaba


respuesta.

—Oh, sé que eres más lista que eso, —dijo Hobie con una sonrisa
diabólica. Se quitó el sujetador.

Baylor había vuelto a perder su capacidad de hablar. Vació la copa de


champán en su mano en tres tragos. Sus ojos se abrieron y sus cejas se
perdieron en su cabello cuando Hobie arrojó la ropa interior a la silla con su
vestido. —¡Mierda!

—Me preguntaba qué dirías. —Con su dedo índice, Hobie tocó el


diminuto aro de oro que colgaba de su pezón izquierdo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Mierda.

—¿Eso es todo lo que vas a decir?

—Bueno, yo... quiero decir... no estaba realmente preparada. Dios, ¿no


te dolió? —Baylor se acercó para inspeccionar el piercing, habiendo puesto
temporalmente su pasión en espera.

—En absoluto, —dijo Hobie secamente. Golpeó a Baylor en el brazo—.


¿Estás loca? Creo que tomé Vicodin70 durante una semana sólo para ponerme
el sujetador.

—¿Cómo te sientes ahora?

—Bien, han pasado varios años. ¿Por qué no me lo dices?

Baylor no perdió más tiempo. Deslizó un brazo alrededor de la cintura de


Hobie, atrayéndola hacia un beso y su otra mano encontró su camino hasta el 397
pecho de Hobie. Rozó el cálido metal con el pulgar y el índice, masajeando
tiernamente el área.

—Mmm. —Los ojos de Hobie se cerraron—. Diría que se siente muy


bien.

—Muy, muy bien, —dijo Baylor. Besó a Hobie hasta que ambas estaban
sin aliento—. Dios, que gusto sentirte, —susurró mientras pasaba sus dedos
por la piel de Hobie.

Las manos de Hobie se movieron bajo la blusa abierta de Baylor,


finalmente descansando sobre su fuerte espalda. Deslizó las manos hacia
arriba y, con el habilidoso movimiento de dos dedos, rápidamente desenganchó
el sostén de seda blanco.

Hobie tuvo especial deleite en los sonidos procedentes de Baylor


mientras gimió en sus besos. Presionando suavemente la palma de la mano

70
Analgésico opiáceo que se utiliza para tratar el dolor moderado o severo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

contra el pecho de Baylor, sólo permitió el más mínimo contacto mientras le


hacía cosquillas con la palma de la mano, frotándola contra el pezón duro.
Repitió la acción en el otro seno.

Las manos de Baylor estaban igualmente ocupadas, y Hobie pensó


seriamente en soltarse y explotar en el orgasmo en ese momento. Nunca antes
había experimentado emociones tan intensas. La emocionaron y la enervaron
al mismo tiempo.

—Tengo que decir que estás un poco demasiado vestida para la


ocasión, —dijo Hobie.

—Tus deseos son órdenes para mí, —dijo Baylor con una sonrisa. Dio
un paso atrás y se quitó la chaqueta. El resto de su ropa rápidamente formó un
montón en el suelo. Con una última sonrisa, se inclinó para quitarse las bragas.

Hobie esperaba que el jadeo que escuchó no hubiera venido de ella,


398
pero tenía una sensación de que era una ilusión. Todavía no podía creer que
aquella mujer increíblemente hermosa le perteneciera y que también ella la
quería.

—¿Mejor? —Preguntó Baylor mientras volvía a envolver sus brazos


alrededor de Hobie.

—No tienes idea.

—¿Ahora quién lleva demasiado? Baylor pasó la punta de su dedo por el


borde superior de las bragas de Hobie.

—Oh. —Hobie ofreció una sonrisa torcida. Hizo un movimiento para


quitar la prenda en cuestión, pero Baylor la detuvo.

—Me gustaría hacer eso, —dijo Baylor suavemente. No esperó una


respuesta. Besó tiernamente los labios de Hobie, luego movió sus manos a los
lados de las bragas, deslizando hacia abajo. Se dejó caer sobre una rodilla y
esperó a que Hobie saliera de ellas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor pasó las manos por la parte posterior de las piernas de Hobie,
deteniéndose para descansar sobre su trasero. Tocó suavemente con sus
labios el muslo de Hobie. El deseo de tocar sus rizos rojizos era casi
demasiado grande para resistirse. El aroma de la excitación de Hobie tiró de
las cuerdas sueltas del control de Baylor. Se obligó a ir despacio y colocó un
suave beso en el vientre de Hobie, justo encima de la línea del vello. Luego,
mientras se levantó, permitió que sus labios y lengua se deslizaran por la suave
piel, hacia los labios ansiosos que se reunieron en un beso sin aliento.

—Ven conmigo, —dijo Hobie con voz ronca—. Tomó la mano de Baylor
y la dirigió hacia los escalones que conducían a la piscina.

Baylor hizo una pausa tan pronto como su pie golpeó el agua. Su
respiración se hizo superficial y tragó saliva.

—Está bien, cariño. Vamos a sentarnos en los escalones. El agua no es 399


profunda aquí.

Baylor asintió pero no parecía convencida de que el agua y hacer el


amor podían ser una buena combinación. —Está bien. Puedo hacer esto, y lo
pasaremos bien, maldita sea.

—Bien. Hobie sacó la voz. No pudo evitar divertirse ante el enfoque


inusualmente vehemente de su amante para hacer el amor. —Tal vez
tengamos que trabajar un poco en la actitud.

Estaban en el escalón superior, en apenas diez centímetros de agua,


cuando Hobie comenzó a susurrar en un tono bajo y seductor.

Los ojos de Baylor se ensancharon ante el lenguaje que Hobie utilizaba


para atraerla. Se sentía húmeda ante las imágenes que Hobie había creado en
su mente, sus fantasías más salvajes y sus deseos secretos. Baylor contuvo la
respiración en algunos de los escenarios, posiciones de color subido y los
juguetes que Hobie prometió.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor acercó a Hobie y la besó con brusquedad. Sus manos tocaron y


se burlaron a medida que declararon la posesión del cuerpo de Hobie. Antes de
que lo supiera, estaba sentada en los escalones de la piscina. Hobie se sentó a
horcajadas sobre ella y, al besarse, demostraron que la respiración era
innecesaria durante el acto sexual.

Momentos después, Hobie le acarició el rostro de Baylor con las yemas


de los dedos. Encontró un leve brillo de sudor en la frente de su amante.
—¿Estás bien?

Baylor parecía preocupada mientras acariciaba el cuello de Hobie.


—Mmm, sí... genial.

—Baylor, estás sudando.

—El agua está caliente.


400
—No tan caliente. Cariño, no tenemos que hacer esto si te está
asuntando tanto. —Hobie se movió como para alejarse, pero Baylor la detuvo
con un brazo alrededor de su cintura.

—Oh, no, no lo haces. Ahora que me tienes bien, definitivamente no nos


detendremos por un poco de agua.

—¿De veras? —Hobie sonrió cuando vio la pasión mezclada con


determinación en la cara de Baylor.

—Sí, eso es.

—Entonces supongo que no quieres que detenga esto. —Hobie apretó


lentamente sus labios hacia los de Baylor para un profundo beso—. O esto.
—Movió sus besos al cuello de Baylor, mordisqueando levemente su carne.
Baylor inclinó la cabeza hacia atrás y gimió, amando cada minuto.

—Y supongo que en cualquier circunstancia no quieres que detenga


esto. —Hobie se movió para sentarse en el muslo de Baylor, deslizándose por
su pierna hasta que una vez más fueron presionadas juntas. La lengua de
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie jugaba con el lóbulo de la oreja de Baylor con los mismos golpes suaves
que sus dedos acariciaban el pezón de Baylor. La doble acción hizo que Baylor
temblara de placer, seguido por otro gemido bajo.

Baylor usualmente tomaba la delantera en el juego de amor, pero estaba


disfrutando de los esfuerzos de su nueva esposa para seducirla. El agua llegó
a su cintura, pero las acciones de su amante disiparon los temores restantes.
Baylor no podía creer la sensación de que el líquido cálido, junto con el toque
sensual de Hobie, causaron contra su piel.

—Oh, sí... —Un gemido lento escapó de la garganta de Baylor. Miró


hacia abajo para ver la boca de Hobie cubrir su pezón. La carne dura reaccionó
inmediatamente, enviando corrientes de placer directamente al punto entre sus
piernas. Levantó una mano y pasó sus dedos por el cabello de Hobie y la

401
acercó, animándola. La lengua de Hobie trabajaba la carne rígida, sus caricias
cada vez más ásperas. Finalmente, aparentemente alentada por la respuesta
de Baylor, ella succionó con fuerza.

Baylor se apoyó con una mano en el borde de la piscina. —¡Dios, mujer!


—Exclamó—. Tan bueno.

Hobie se acercó al otro pecho y repitió su asalto. Cuando se enderezó


de nuevo, Baylor respiraba con rapidez. Baylor capturó la boca de Hobie en un
beso que comunicaba una pasión desenfrenada y una cierta urgencia. Hobie
no podía esperar más e interpretó que el beso de Baylor significaba lo mismo.

Le pasó la mano por el vientre de Baylor y por los rizos oscuros. Baylor
jadeó cuando sintió el contacto eléctrico entre sus piernas.

—¿Justo aquí? —Susurró Hobie.

—Sí... sí. —Baylor se esforzó por formar esa sola palabra. No solía tener
tales reacciones al ser simplemente tocada. Era como si Hobie la dominara por
completo. Baylor tenía la sensación que lo que había escrito en sus novelas
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

todos esos años era verdad después de todo. Tal vez el amor hizo la
diferencia.

—No te detengas, —se las arregló para pronunciar—. Besó el hombro


de Hobie, envolviéndola con los brazos.

—Te sientes maravillosa. Tan húmeda. —Hobie acarició la longitud del


sexo de Baylor. Hizo una pausa para rodear el sensible clítoris y Baylor gimió.

—Más. Por favor cariño.

Hobie se dio cuenta de que ambas habían esperado el tiempo suficiente.


Fácilmente deslizó uno, luego dos dedos dentro de Baylor. Baylor
involuntariamente abrió sus piernas y Hobie deslizó sus dedos más
profundamente. Empezó un movimiento continuo, deslizándose dentro y fuera.
Cuando presionó, Hobie se aseguró de frotar su pulgar en un movimiento
circular contra el clítoris de Baylor. No tardó mucho en sentir el temblor en el
402
cuerpo de Baylor.

—Te amo, Hobie. Dios, te amo, —susurró Baylor jadeando contra el


cuello de Hobie—. Se abrazó estrechamente a ella.

Baylor sintió como si estuviera nadando contra la furiosa corriente de un


remolino. Segura de que haría algo para estropearlo, retuvo su liberación por
temor a que esto nunca volviera, que estos sentimientos nunca serían
duplicados, y que sólo tendría esta vez dentro de los brazos de Hobie.

—Te amo, Baylor. Siempre estarás a salvo conmigo, —susurró Hobie al


oído de la mujer temblorosa.

Eso fue todo lo que necesitó. Un gemido estrangulado escapó de la


garganta de Baylor mientras inclinaba la cabeza hacia atrás. Podía verse
renunciando a la fuerza de la corriente. Su cuerpo se relajó y comenzó a girar
junto con el agua en una espiral descendente. Cuanto más se acercaba al
centro del remolino, más ardiente el fuego ardía dentro de su propio cuerpo.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

De repente, Baylor vio estrellas. Eran las estrellas que se habían unido
para ellas durante su ceremonia, pero esta vez, estaba volando con ellas.
Rodeadas de estrellas fugaces y de la noche azul negruzca, las dos estrellas
corrían una hacia la otra. En el momento más intenso de su placer, cuando su
liberación se disparó a través de todo su ser, las dos estrellas chocaron. El
resultado de la explosión provocó que volvieran a brotar anillos de color.

Baylor jadeó mientras abría los ojos. La visión había desaparecido.


Todavía sostenía firmemente a Hobie, su corazón palpitaba tan fuerte que
apenas podía respirar. Fue entonces cuando empezaron sus lágrimas. Baylor
no lo entendía; el sexo nunca antes había sido tan emocional.

—Es oficial, —susurró después de que trajo su respiración bajo


control—. Soy patética.

Hobie sonrió comprensiva. —Está bien, cariño. Te tengo. 403


—Entonces supongo que todo lo que puedo decir es gracias por
tenerme.

Ambas sonrieron al doble sentido.

—No, no te muevas. —Baylor sostuvo la mano de Hobie donde estaba


entre sus piernas—. Aún no. Se siente muy bien.

—Me estás diciendo.

Finalmente, se dieron cuenta de que tenían que salir del agua.


—Quédate aquí, estaré de vuelta en un segundo con unas toallas, —dijo
Baylor.

Volvió momentos después con dos toallas de baño de gran tamaño. Las
mujeres se envolvieron en la cálida felpa y se sentaron en el borde de la
piscina. Se tomaron de la mano y colgaron sus piernas en el agua tibia,
sintiéndose como adolescentes enamoradas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Después de un rato, Baylor se situó para que Hobie pudiera sentarse


entre sus piernas y apoyarse contra su pecho. Se quedaron sentadas así en
silencio con los brazos de Baylor alrededor de Hobie, escuchando la brisa
mientras crujía contra las hojas de palma de arriba.

—Eres increíble, quiero que sepas eso. Ciertamente he tenido mucha


experiencia, pero nunca nadie me hizo sentir así. Sé que suena cursi y cliché,
pero es la verdad.

—Estoy contigo, cariño. Me siento como si tuviera dieciséis años y


enamorada, y nunca antes me había sentido así con ninguna amante.

Los brazos de Baylor se tensaron. —Um, ¿ha habido muchas... sabes,


amantes?

—No vayas, Baylor Joan. No esta noche. —Hobie dio vuelta en el


abrazo y tocó sus yemas de los dedos al pliegue en la frente de Baylor—. No
404
importa de todos modos, cualquier cosa que vino antes. Siento que he estado
viviendo mi vida en una película en blanco y negro y ahora, aquí estamos en
Technicolor.

Baylor se iluminó al instante. —Gracias por el recordatorio y tienes


razón. Suena como algo que Harriet Teasley escribiría, pero siento que he sido
transparente todo este tiempo. Ahora puedo verte, y de repente, puedo verme,
la gente puede verme. Estoy entera.

—Creo que me gusta la forma en que Harriet piensa. —Hobie sonrió y


las mujeres compartieron un beso tierno—. Gracias por esta noche, por hacerla
especial.

—Creo que, hasta ahora, por la noche debería agradecerte, —dijo


Baylor, con una sonrisa tímida—. Sin embargo, tu sorpresa especial está
esperando en ese edificio justo allí.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿En el invernadero? —La voz de Hobie adquirió un emocionado


timbre infantil—. Siempre he querido saber lo que Evelyn cultivó en ese grande
de allí. Supongo que era demasiado educada para preguntar. Para decirte la
verdad, pensé que podría ser marihuana.

Baylor se echó a reír. —No es nada emocionante. Tengo un pequeño


lugar preparado para nosotras. ¿Has estado comiendo bien hoy?

—Salté un poco. Estaba un poco nerviosa y, bueno... Gracias por


comprobarlo. Sabes que es lo primero que olvido.

—Lo sé, cariño, pero no más. Ahora tienes a alguien que te insiste todos
los días. Voy a hacer que tu mamá parezca que no se preocupaba. —Baylor rio
entre dientes—. He investigado mucho en Internet sobre la hipoglucemia y
estoy preparada para hacer de tu vida de casada un infierno.

Hobie se echó a reír ante el vigor serio de Baylor, sintiéndose segura por
405
el hecho de que alguien estaba cuidando de ella para variar. —Probablemente
me harás bananas, pero me encantará cada minuto.

—¿Así que estás hambrienta?

—Mmm, ¿qué tienes en mente? —Hobie toqueteó el lugar entre los


pechos de Baylor, donde tenía la toalla anudada.

—Mucho. —Baylor dio una bofetada en la mano de Hobie y le besó la


punta de la nariz—. Pero después. Primero, vas a cenar. Vamos a hacer un
picnic.

—¿Un picnic? ¿No es un poco tarde por la noche?

—No. No dónde vamos, —dijo Baylor crípticamente—. Creo que te


encantará. Además, quiero que comas mucha comida de alta energía.

—¿Voy a necesitarlo? —Preguntó Hobie con una mirada sugestiva.

—No tienes idea, mi amor. Tu noche acaba de empezar.


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

CAPÍTULO 27

Hobie yacía de espaldas sobre las suaves mantas y levantaba los


brazos por encima de su cabeza, estirándose como un gato contento. Sonrió
tímidamente cuando capturó a Baylor sonriéndole.

—Nunca en mis sueños más salvajes habría imaginado que todo esto
estaba aquí, —dijo Hobie—. Es como un mundo diferente.

—Deberías haber visto la expresión de mi cara cuando llegué aquí.


Pensé que era el comienzo de un mal episodio de Twilight Zone71.

Las mujeres, todavía en sus toallas, descansaban al lado de la cascada, 406


rodeadas de hierbas orientales y plantas tropicales con hojas oscuras
brillantes.

—¿Comiste lo suficiente? —Preguntó Baylor mientras daba palmadas en


el vientre de Hobie.

—Absolutamente. ¿Cómo supiste que me encanta la comida griega?

—Tu mamá.

—Bueno, estos son los mejores dolmades72 que he comido en años,


—dijo Hobie—. ¿Dónde los conseguiste?

—Oh diablos. Los hice, —dijo Baylor con una sonrisa de satisfacción.

71
Conocida en España como Dimensión desconocida es una serie de televisión estadounidense especializada en el
género de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. (entre 1959 y 1964).
72
Consiste en hojas de parra o acelga rellenas de varios ingredientes, tales como arroz, carne, hierbas aromáticas y
verduras.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—¿Los hiciste? —Hobie se asomó a la cesta de mimbre, que todavía


estaba medio llena de comida—. ¿Estabas planeando que aparecieran unas
cuantas personas más?

—Muy graciosa, y sí, hice todo. Es una de mis aficiones.

—¿Te he dicho últimamente cuánto te amo?

—Déjame adivinar. No sabes cómo cocinar.

—¿Cuentan los sándwiches de mantequilla de maní y jalea?

Baylor dejó caer la cabeza con falsa consternación.

—¡Espera! También puedo hacer macarrones con queso, bueno, del tipo
que viene en una caja… para que lo sepas. Y puedo hacer panqueques.
Aunque, a partir de una mezcla.
407
Baylor no pudo aguantar más su risa. Se inclinó sobre Hobie y la besó
profundamente. —Eres tan imposible como eres hermosa, —dijo después de
apartarse para mirar a los ojos de Hobie.

—Lo intento.

Baylor se inclinó para otro beso. Esta vez, Hobie sintió una extraña
sensación. La única manera en que fue capaz de describirlo más tarde fue
decir que sentía que su destino estaba en su lugar. El beso era suave y
apasionado, tierno y a la vez hambriento. En el momento en que separó sus
labios para permitir que la lengua inquisitiva de Baylor entrara en su boca, sus
cuerpos estaban apretados firmemente. Hobie gimió ante la cálida suavidad de
la lengua de Baylor. Lamentaba que tuvieran que parar para respirar.

—Dios mío, Hobie Lynn. ¿Dónde aprendiste a besar así? —Preguntó


Baylor sin aliento. No esperó una respuesta—. Eso es lo que recordaba,
¿sabes? Tan humillante y embarazoso como admitir que me olvidé de tu rostro,
recordé ese beso.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Tomó la cara de Hobie en sus manos y la besó de nuevo. Esta vez fue
más lenta, pasando por todos los sutiles matices de la boca de Hobie.

—Baylor, tócame. —No era una orden, más como una súplica
susurrada.

—¿Y dónde te gustaría que haga este toqueteo?

—En cualquier parte. —Hobie capturó los labios de Baylor con los
suyos—. Por todas partes.

Se besaron durante mucho tiempo. Finalmente, Baylor permitió que sus


manos vagaran, y cuando cubrió el pecho de Hobie con la toalla y acarició con
su pulgar hacia adelante y hacia atrás a través del pezón, Hobie gimió.

—¡Dios, Baylor! Eso se siente...

Baylor pellizcó ligeramente el pezón endurecido a través del paño suave. 408
—¡Dios, tan... tan bueno!

Baylor se retiró ligeramente. Hobie tiró de ella de vuelta y acarició su


cuello, besando la tersa piel allí. —Baylor. Por favor, no te detengas.

Baylor miró a Hobie y tocó suavemente sus labios con besos más
ligeros. Levantando su cuerpo por un momento, Baylor quitó su toalla, luego
abrió reverentemente la toalla envuelta alrededor de Hobie. Puso su cuerpo
encima de Hobie y ambas mujeres jadearon al sentir la piel sobre la piel.

—Hobie, no puedo creer que una mujer tan hermosa como tú querría
estar conmigo. ¿Tienes alguna idea, mi amor, lo hermosa que eres?

Hobie podía sentir su piel ruborizada a un rosa intenso.

—Es verdad. Eres tan hermosa, —continuó Baylor mientras dejaba que
sus manos exploraran las suaves curvas que había debajo de ella—. Quiero
hacerte el amor. Quiero ser la única persona que alguna vez te toque de esta
manera. Quiero que el mío sea el nombre que grites cuando vengas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh sí.

Baylor movió sus manos sobre la piel de Hobie mientras presionaba su


boca contra los labios de Hobie. Chupó la lengua de Hobie rítmicamente,
igualándola al ritmo de sus movimientos contra el muslo de Hobie. Podía sentir
su propia humedad mientras frotaba su clítoris más fuerte contra los músculos
firmes.

Hobie disfrutó de la sensación del cuerpo de Baylor sobre el suyo.


Cuando los besos de Baylor se volvieron hambrientos, la pasión de Hobie
aumentó hasta que gruñó con necesidad. Los besos de Baylor corrían a lo
largo de la mandíbula de Hobie, y ella presionó su cabeza en la manta, dándole
todo su ser a su amante, instintivamente sabiendo que estaría a salvo y amada
dentro del abrazo de Baylor.

Baylor pasó su lengua en un diseño al azar a lo largo de los hombros de 409


Hobie y descendente hasta su pecho. Tomó mordiscos de piel, y Hobie jadeó
de placer y sorpresa con cada pequeña mordedura. Cuando los labios de
Baylor se envolvieron alrededor de un pezón perforado y excitado, Hobie sintió
cada tirón directamente entre sus piernas.

El primer toque fue exquisito, suficiente para mandar a ambas mujeres


fuera de sí de deseo. Baylor usó sus labios, lengua y dientes para conducir a
Hobie más y más alto. Se alternó entre los pechos, y cuando tenía la boca en
uno, utilizó su mano para tocar y masajear al otro. Deslizando la punta de su
lengua en el pequeño aro de oro, Baylor tiró suavemente, tirando más fuerte
una vez que los gemidos jadeantes de Hobie la alentaron. El cuerpo de Hobie
se estremecía constantemente. —Baylor... por favor. Por favor, no se detenga.
Nunca te detengas.

—No creo que debas temer eso, amor. —Baylor sonrió a su amante.
Una vez que tocó cada centímetro de la piel de Hobie con sus labios, lengua o
dedos, Baylor pasó la punta de su lengua por el vientre de Hobie. Se deslizó
entre las piernas de Hobie, que se separaron al instante.
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El aroma dulce y almizclado de su amante despertó aún más a Baylor.


—Perfecto, —susurró, besando la suave piel de cada muslo hasta que alcanzó
sus rizos rojizos—. Depositó numerosos besos en el suave triángulo de bello.

—¡Oh, Dios! —Gritó Hobie, empujando sus caderas hasta encontrar la


boca que permanecía tan cerca de su centro—. Oh, Baylor, —gimió,
extendiendo aún más las piernas.

Hobie casi alcanzó el clímax en el momento en que sintió la lengua de


Baylor presionar contra su carne necesitada. Levantó las caderas de nuevo
para no romper el contacto. Su excitación aumentó mientras Baylor movía la
lengua lentamente, pero implacablemente, a veces burlándose de los pliegues
con la punta de su lengua, otras veces presionando contra la abertura
resbaladiza.

Hobie giró sus caderas en un contra del ritmo persistente de las caricias. 410
Apretó su clítoris tan fuerte como pudo contra la lengua de Baylor mientras
Baylor se aceleraba. Los gemidos de Baylor mientras hacía su placentera tarea
no hacían nada para apagar el fuego en el vientre de Hobie.

Sintiendo el aumento de humedad de su amante y los estremecimientos


rápidos de sus músculos, Baylor metió un dedo dentro de ella, nunca
ralentizando el movimiento de su lengua.

—Sí. Justo como eso. —Hobie se relajó en el exquisito toque, dejando


que las llamas de su pasión la llevaran a su destino. Después de un momento,
agarrando los hombros de Baylor, luego su cabello, Hobie la obligó a aumentar
la presión de su lengua—. Baylor... Oh, Baylor, sí... por favor... más. —Gimió.

En un movimiento fluido, Baylor deslizó otro dedo adentro. Las caderas


de Hobie se congelaron por algunos interminables segundos, y Hobie trató de
recuperar el aliento ante la sensación de penetración mientras, al mismo
tiempo, Baylor envolvió su boca alrededor del área sensible de nervios y la
chupó suavemente.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Las caderas de Hobie reanudaron su movimiento, ahora con una


intensidad que la sorprendió. Baylor deslizó sus dedos casi hasta fuera y los
movió dentro de nuevo. Repitió la acción mientras chupaba más fuerte la parte
de carne entre sus labios. Por último, Hobie se estremeció y sus piernas se
abrieron lo más que pudieron. Baylor chupó más fuerte y movió la lengua
rápidamente a través de la pequeña área que traería a su amante el mayor
placer. La espalda de Hobie se arqueó y respiró hondo. Un grito de placer
escapó de sus labios.

—¡Baylor!

De repente, Hobie vio estrellas. Abrió los ojos y miró a través del techo
del invernadero. Las estrellas la rodeaban. Las dos más brillantes eran las
estrellas que se habían reunido durante su ceremonia, pero esta vez, estaba

411
volando con ellas. Rodeadas de estrellas fugaces y de la noche azul negruzca,
las dos estrellas corrían una hacia la otra. En el momento más intenso de su
placer, cuando su liberación se disparó a través de todo su ser, las dos
estrellas chocaron. La explosión resultante hizo estallar anillos de color.

Ella jadeó. Cuando abrió los ojos, la visión se había ido. Gritó de nuevo
cuando un orgasmo se mezcló en otro. Sintió que la lengua de Baylor
reemplazar a sus dedos y deslizarse profundamente en ella. Justo cuando
Hobie pensó que no podía tomar más, Baylor se apartó y una vez más entró en
ella con dos dedos, causando más oleadas de placer. Lentamente, volvió a la
realidad. Sintió los toques suaves de la lengua de Baylor mientras lamía los
jugos que la excitación de Hobie había creado.

Baylor apartó los dedos del calor satinado de su amante y sintió que
Hobie estremecerse con réplicas de deseo. Lamió los jugos dulces de Hobie,
teniendo cuidado de evitar el área demasiado sensible en la parte superior de
su hendidura.

Era suave y relajado, y Hobie no pudo evitar excitarse de nuevo. Casi


inconscientemente, y con la visión de las estrellas todavía flotando ante ella,
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

movió suavemente sus caderas en un ritmo fácil contra los golpes de la lengua
de Baylor.

—Oh, sí, —de pronto murmuró mientras Baylor se deleitaba de nuevo en


su complaciente o dispuesta carne. Hobie sintió que los fuertes brazos de
Baylor se envolvían alrededor de sus muslos entreabiertos, y la lengua de
Baylor reemplazó sus dedos. Esta vez hubo menos prisa para Hobie; en lugar
de correr hacia su clímax, esperó a que llegara hasta ella. Era lento, casi lujoso
y gritó cuando otra liberación la envolvió.

Baylor se movió hacia arriba y envolvió sus brazos alrededor de su


amante todavía temblorosa. Susurró su amor mientras Hobie lloraba. Baylor
comprendió las lágrimas, así como la incapacidad de Hobie para articular la
razón detrás de ellas. No podía explicarlas mejor que Hobie.

—De acuerdo. —Hobie se secó las lágrimas. —Es oficial. Ambas somos 412
patéticas.

Baylor rio y mantuvo a Hobie más apretada. —¿Estás bien? —No sabía
cómo expresarlo. ¿Cómo se le pregunta a la pareja de uno si tuvo el sexo más
abrumador de su vida o si era sólo un “eso estuvo muy bien” en el sexómetro?

Como con la mayoría del lenguaje abreviado de Baylor, Hobie entendió


exactamente lo que quería decir. —Eso y tú fueron y son increíbles.

—¿De verdad? Baylor se iluminó considerablemente.

—No hubiera pensado que tú, de toda la gente, tuvieras dudas sobre tus
habilidades en esa área.

—Bueno, —las mejillas de Baylor mostraron un inusitado rubor—, vamos


a hacer esto durante los próximos cincuenta o sesenta años. Sería horrible si
hubiéramos esperado hasta ahora para averiguar que no estamos bien juntas
en la cama.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie se echó a reír y negó con la cabeza, luego se alejó de Baylor y se


apoyó en un codo. —Las cosas de las que te preocupas me asustan. ¿Y qué
quieres decir con cincuenta o sesenta años? Seguro que planeas ser una vieja
activa ¿no? —Se echó a reír de nuevo—. Eso nos pondrá en cien.

—Es curioso que digas eso, —dijo Baylor mientras se acomodaba


cómodamente en su espalda.

—¿Decir qué? —Hobie se incorporó y cogió la canasta de picnic. Sonrió


avergonzada cuando vio que Baylor le sonreía.

—¿Puedo traerte más?

—No. —Hobie se metió un trozo de queso en la boca—. ¿Y qué fue tan


gracioso?

—En realidad, fue algo que Jules mencionó hoy. Entonces acabas de 413
hacer el comentario acerca de cuántos años tendremos en cincuenta años.

—¿Y?

—¿Sabías que Tanti y Aimee fueron las últimas, bueno, no sé cómo


llamarlo, sino las supuestas salvadoras de Ana Lia? Como hicimos esta noche.
Tuvieron su ceremonia hace cincuenta años.

—No tenía ni idea. ¿Es significativo de alguna manera?

—Esa parte no lo es, pero lo supe antes de que saliéramos de lo de


Rebecca y olvidé decírtelo. No, lo que Jules señaló fue la edad promedio de las
miembros de la Hermandad de Damas. Sé que Tanti tiene noventa y dos, y
creo que JoJo dijo que Rebecca tenía, ¿qué? ¿Un centenar?

—Noventa y cinco.

Juntas llegaron con media docena de nombres de mujeres en los


noventa.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Ahora déjame hacerte la misma pregunta que Jules me hizo,


—prosiguió Baylor—. ¿Alguna de estas chicas te parecen de más de setenta o
incluso ochenta?

—No estoy segura, pero una vez que tienes esa edad, supongo que se
hace más difícil de contar, ¿verdad?

—Eres la doctora. Dime tú. ¿Alguna de estas chicas se enferma mucho?


Aparte de la cadera de Tanti, ¿ha tenido alguna vez algo malo?

Hobie dejó de comer para pensar seriamente en la pregunta de Baylor.


Con la posible excepción del parto, difícilmente podía recordar que ninguna de
las mujeres locales estuviera enferma. Doc Elston había pasado más días en
su barco de pesca que en su consultorio. Había cosas de niños y accidentes
habituales, pero las mujeres de la isla eran un grupo sorprendentemente
saludable. 414
Hobie se puso seria hasta que se dio cuenta de que estaba actuando tan
paranoica como Baylor. Se echó a reír y sacudió la cabeza para disipar las
constantes dudas. —Oh por favor. Estoy segura de que hay alguna explicación
racional para ello.

—Cosas más extrañas han ocurrido.

—Oh vamos. No piensas en serio que las mujeres de esta isla tienen
algún poder especial que las mantiene jóvenes o se enferman, ¿verdad?

—Todo lo que estoy haciendo es plantear la posibilidad de que haya, no


sé, fuerzas en esta isla. Mírate a ti y a mí. Bebía como un pez antes de llegar
aquí. Creo que he tenido unas cervezas y dos margaritas todo el verano. Eso
sin contar el champán que tuve esta noche. ¿No tuviste el mismo problema
antes de regresar a casa? Nunca he querido una bebida desde que estoy aquí.
Bueno, estaba la fiesta en la biblioteca, pero considero que es un momento
extremo. ¿Qué hay de ti?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Oh, Baylor, eso es solo... —Era un escenario demasiado loco como


para considerarlo. ¿Verdad?— ¿Qué? ¿Crees que tenemos la fuente de la
juventud en Ana Lia? ¿Qué Ponce de León tenía razón desde el principio?

—Estaba pensando más en las líneas de, sabes... hechizos y… tal.

—¿Perdón? —Preguntó Hobie con la risa en los ojos.

—Oh, has oído lo que he dicho, señorita sabelotodo.

—Lo escuché, simplemente no creo que lo hayas dicho. —Hobie se rio


entre dientes—. Mira, lo que están haciendo, está funcionando, y yo, por mí
parte, no voy a cuestionar cómo lo hacen. Además, ahora somos parte. Con
nuestra ceremonia y las estrellas uniéndose, espero que si viven quinientos,
también nosotras.

—¡Oh, Dios mío! —Gritó Baylor. ¡También somos brujas! 415


—¡Baylor!

—Lo siento. Wiccanas.

—Ser políticamente correcta no era por qué te estaba gritando. —Hobie


se rio más fuerte. No quería restarles importancia a las preocupaciones de su
amante, pero la paranoia de Baylor superaba cualquier cosa que Hobie hubiera
conocido—. Te estoy gritando porque no funciona de esa manera. Es como
cualquier otra religión, por así decirlo. Tienes que tomar una decisión
consciente de seguirla. No puedes convertirte en una de ellas sin saberlo.
Estoy bastante segura que no hay tales cosas como semillas wiccanas que se
deslizan debajo tu cama por la noche.

—Bien. Vale, lo sé. —Baylor hizo una mueca, avergonzada de tener la


idea en primer lugar.

—¿Podemos pasar a algo más que probablemente te asuste?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Me alegro que te diviertas tanto con tu ingenio. —Baylor robó un trozo
de queso de Hobie. Se lo metió en la boca y se echó hacia atrás, comiendo
contenta.

—Lo estoy, gracias y… ¡oye, eso era mío!

—Si te duermes, pierdes.

—De acuerdo, ¿puedo hablar en serio un segundo?

—No lo sé, ¿verdad?

Hobie arqueó una ceja.

—Lo siento. Adelante.

Hobie apartó la canasta, se tendió junto a Baylor y apoyó la cabeza en la


palma de una mano. 416
—Algo... bueno, extraño me pasó mientras estábamos haciendo el amor.
No tanto durante, pero justo cuando... ya sabes. El momento que...

Baylor parecía divertida. —El orgasmo.

—Sí. Cariño, hablar de ello y hacerlo es realmente diferente, ¿eh?

Baylor rio entre dientes. —No lo sé. No parecías tener demasiados


problemas verbalizando mientras lo estábamos haciendo.

Hobie golpeó el estómago de Baylor.

—¿Qué fue lo extraño que pasó? —De repente, Baylor pareció


interesada.

—Vale, ahora recuerda que tenía champagne, me encontraba en medio


de un gran sexo, y estaba probablemente privada de oxígeno. ¿Bien?

—Verificado.

—Vi estrellas.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Todo es parte del servicio, mi amor, —dijo Baylor con presunción. Miró
a Hobie y se dio cuenta de que estaba hablando en serio—. ¿Qué clase de
estrellas?

—Bueno, era como justo antes de que nuestras estrellas se unieran esta
noche. Ellas…

—Chocaron entre sí.

—¡Sí! Pero…

—Estabas justo ahí...

—Rodeada por ellas, —Hobie terminó.

Se miraron la una a la otra durante un largo y silencioso momento, sólo


mirándose a los ojos.
417
—¿Tú? —Preguntó Hobie.

Baylor asintió.

Hobie explicó más. —Cuando explotaron en una, había todos estos...

—Colores, y se extendieron en grandes círculos.

Se quedaron en silencio.

—Está bien, estoy bastante asustada en este momento. ¿Qué hay de ti?
—Hobie finalmente preguntó.

—Oh sí.

—¿Es eso posible? ¿Para que eso nos pase a los dos?

—Puede que haya una de esas explicaciones racionales de las que te


gusta tanto.

—Muy divertida.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Hobie se rio en voz alta, luego su risa se hizo más fuerte.

—No me lo estoy perdiendo, ¿verdad? —Preguntó Baylor. —No, cariño.


Bastante irónicamente, creo que lo estoy encontrando.

Baylor rodó a su lado para mirar a Hobie. —Tengo miedo, pero tengo
que preguntar. ¿De qué diablos estás hablando?

—Es sólo algunos pensamientos que me impresionaron. Primero, qué


cosas extrañas nos van a pasar ahora, y no estoy diciendo que alguna vez lo
harán, pero ¿y si lo hicieran? ¿Qué pasa si sólo envejecemos cada dos años a
partir de este momento? ¿Y si Rebecca Ashby tiene la fuente de la juventud
enterrada en su patio trasero? ¿Y si las brujas de Ana Lia viven en la cuadra de
nosotros, o si vemos visiones de estrellas cada vez que tenemos relaciones
sexuales? ¿Algo de eso importa en realidad?

—Por supuesto que importa, —dijo rápidamente Baylor.


418
—¿Por qué?

—Bueno, porque... para... quiero decir, ellas... —Baylor miró a Hobie en


blanco.

—¿Ves lo que quiero decir? Sabemos que nada de eso nos hará daño.
Francamente, los beneficios nos han ayudado más que cualquier otra cosa. Me
recuerda algo que Evelyn te dijo cuándo llegaste aquí. Fue justo después de
conocer a Albert en la tienda de las hermanas Dilby. ¿Recuerdas?

—No hay mucha posibilidad que olvide nunca ese día. Aunque no estoy
segura de lo que dijo Tanti.

—Dijo que continuamos con algunas cosas en la vida porque nos hemos
sentido confortables con ellas de esa manera. Dijo que el cambio era duro para
el alma y que a veces simplemente se aceptan las cosas y las personas como
son.

—¿Mi Tanti dijo eso?


REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—Baylor Warren, estabas sentada a mi lado.

—Estaba en mi fase egoísta previa Ana Lia. Lo siento.

—No hay necesidad de que lo lamentes. Era igual de cabezota sobre


todo eso, o egoísta, como quieras llamarlo. Ese es el segundo punto del que
quería hablar. He vivido aquí toda mi vida y todas estas cosas sutiles fueron tan
invisibles para mí. No sé cómo, pero lo fueron. Es casi como si no pudiera
verlos porque no estaba lista. ¿Tiene sentido?

—A veces la gente nos dice todo tipo de cosas, y no es que no estamos


escuchando, sólo que no estamos listos para escuchar, —dijo Baylor, con una
mirada lejana en sus ojos.

—Vaya, eso es bastante profundo.

—No te emociones demasiado. —Baylor sonrió afectuosamente—. 419


Rebecca Ashby me lo dijo cuando estaba haciendo mi lectura del tarot.

—Eso es lo que quiero decir. Si piensas en ello, ahora, podría estar


llegando aquí, pero tengo la extraña sensación que estaban tratando de
decirnos de todo esto por aquel entonces. Sé que a posteriori es evidente, pero
pienso en las cosas que estas señoras nos dijeron y es como si supieran
mucho más sobre la vida, y sobre nosotros, de lo que nos damos cuenta.

—Sabes, —sonrió Baylor—, que todo esto suena como algo que Harriet
Teasley diría.

—Veo un libro fácil de esto.

—Ahora que lo mencionas, ya empecé una nueva novela. De hecho,


estoy a mitad del primer borrador.

—Eso es maravilloso. Mi madre estará encantada a morir. Ya sabes


cómo los ama...
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

—No es una novela de Harriet Teasley, —dijo Baylor en voz baja,


evitando los ojos de Hobie.

—¿No de Harriet Teasley? ¿Entonces quién?

—Um... Baylor Warren. Es un romance, pero decidí no esconderme


detrás del seudónimo. También decidí no esconder detrás del romance hetero.
Es la historia de dos mujeres.

Hobie sonrió brillantemente. —Bien por ti. Sin embargo, sea lo que sea
lo que decidas escribir, sabes que estoy contigo cien por cien.

—Han pasado tantos años que estoy encariñado con la vieja Harriet.
Puede que tenga que escribir uno de vez en cuando para hacer felices a los
fans.

—Mientras hagas lo que quieres hacer, Baylor. Creo que si haces eso, 420
no te puedes equivocar. Entonces, ¿cuál es el nombre de esta nueva novela?

Estaba pensando en Rebecca's Cove. Le pregunté a Rebecca Ashby y


ella pensó que era fabuloso.

Hobie se echó a reír y se recostó contra las mantas. —Imagínate. —Se


acurrucó contra Baylor. Baylor puso una manta sobre ellas y se quedaron allí,
mirando hacia el cielo. La oscuridad había cambiado al color pálido del previo
amanecer que anunciaba salida del sol.

—Hemos estado despiertas toda la noche y estoy cansada, pero no tan


cansada, —dijo Hobie.

—Probablemente la fuente de juventud de Ana Lia está trabajando.

—Lo más probable es el hecho de que estoy más feliz de lo que he


estado en toda mi vida. Te amo, Baylor y prometo pasar el resto de mi vida
probándote eso.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Baylor miró hacia abajo y acarició la mejilla de Hobie. —En toda mi vida,
nunca pensé que sería capaz de hacer a alguien así de feliz. Lo que me
sorprende aún más, —dijo suavemente—, es que tampoco nunca pensé que
sería tan feliz. Sin embargo, lo soy, Hobie Lynn. Estoy enamorada por primera
vez en mi vida y te prometo que nunca voy a tratar de hacer nada para
estropearlo.

Se acostaron juntas, decayendo y esperando que llegara el sueño. De


repente, Baylor rio entre dientes.

—¿Hmm? —Preguntó Hobie con sueño.

—Sólo estaba pensando...

—Mmm, siempre peligrosa.

—Muy divertida. Estaba pensando en el Cove. Más exactamente, en el 421


cartel fuera del restaurante. “Rebecca's Cove, la Llave de Oro del Golfo”.
—Baylor bostezó y sus ojos se sentían demasiado pesados para mantenerlos
abiertos—. ¿Quién hubiera pensado que un restaurante podría ser la llave de
tanta felicidad?

Escuchó la respiración profunda de Hobie y se dio cuenta de que ya


estaba dormida. Con una sonrisa fácil en su cara, renunció a su propia lucha
para permanecer despierta y deslizó en la tierra de sueños.
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

EPÍLOGO

De: BJW

Para: J Ross

Exped: Miércoles 25 de Diciembre de 2002 17:33

Asunto: ¡Hola, mujer!

Jules,

Hey, mujer, ¡Feliz Navidad!


422
Sé que estuviste aquí el fin de semana, pero sabes que no puedo dejar
pasar las vacaciones sin acosarte.

Primero, Hobie dice hola. Dijo que te dijera que las persianas verticales
para tu sala de estar llegaron y las envió de vuelta. Algo sobre la longitud
equivocada... bueno, no estaba escuchando muy bien, lo admito. Ella empieza
a mostrarme muestras y mis ojos tienden a ponerse vidriosos. Recuerdo que
murmuraba algo acerca de los continentales que no podían usar los cerebros
que Dios les había dado. Ella espera que no te importe, pero canceló la orden,
y las hermanas Dilby tienen unas en camino para ti. Conociendo a esas
mujeres, estás consiguiendo probablemente un descuento del cincuenta por
ciento. Me imagino que podrías vivir con eso.

Lo último en la lista era el mobiliario para la oficina, y Theresa dijo que


todo vino hace unos días. Hobie dijo que se ve muy bien. Theresa dice que la
casa de invitados está lista para mudarte, así que trae tu trasero aquí abajo.
Digo que no olvides traerme el pan de Marconi cuando vengas. Caramba, ¿qué
diablos vamos a hacer una vez que te mudes permanentemente aquí?
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

Tendremos que sobornar a tu secretaria para que nos envíe la comida de


Chicago.

Vamos a ver... oh, antes de que me olvide, Noah simplemente entro


corriendo y dijo gracias por la serie de Harry Potter. El los ama. Hobie está un
poco preocupada porque Noah quiere que le construyamos una habitación
debajo de las escaleras. Además, pidió una lechuza para Navidad. ¡Dios, amo
a ese chico! Hobie no entiende a los niños de la manera que lo hacemos. Mack
me dice que ella era una de esas chicas que jugaban con muñecas en lugar de
G.I. Joe73. Para gustos, los colores.

Firmé los contratos para Rebecca's Cove. Están en el correo... Los dejé
en el buzón antes de ayer. Dile a James que le agradezco que se arriesgue con
esta. ¿Puedes creer lo rápido que terminé ese tercer borrador? Debe ser el aire

423
del Golfo aquí. Sea lo que sea, me encanta.

Oye, ¿te dije que tenemos un nuevo cachorro? Tanti cruzó a Arturo con
la perra Bichon de una dama del continente. Arturo no se mostró muy
emocionado... Creo que es gay. Hobie dice que estoy loca, pero sabes cuántas
veces al día me dice eso. Pero cumplió con su deber y conseguimos a su bebé,
Harley. Lo nombré en memoria de la moto que Hobie me hizo vender. Oh, sé
que realmente no me hizo venderla, pero confía en mí... Ella me miró, cruzó los
brazos, e hizo esa cosa arqueada y torcida que hace con su ceja. Incluso soy lo
suficientemente inteligente como para saber lo que eso significa.

Por supuesto, quería nombrarlo Bubba, pero Hobie dijo que no sabría si
estaba hablando de Noah o el perro. Tengo que admitir, esta pequeña bola de
algodón es un rompecorazones, aunque si lo repites a un alma, lo negaré por
completo. Tengo una reputación de mantenerse al día y sigo amenazándolo
con meterlo en la secadora con pelusa.

Tanti envía su amor. Ahora está en la otra habitación con Hobie. Hob
tomó las fotografías, por lo que está recibiendo algunos consejos de la experta.

73
Muñecos militares
REBECCA'S COVE de LJ MAAS TRADUCTORA:

A Tanti le encanta hablar de los viejos tiempos y a Hobie le encanta oír hablar
de las expediciones de la selva, así que están en el cielo.

Tanti dijo que te pidiera disculpas. Dijo que nunca tuvo la oportunidad de
agradecerte adecuadamente por todo lo que hiciste por Hobie y por mí al
principio. ¿Qué quiere decir exactamente? Todo lo que tengo que decir es que
cuando llegues aquí... vamos a tener una charla, ¡compañera!

Bueno, Hobie… espera un segundo.

hola tía Jules soy Noah estás bien

Bien, apuesto a que puedes adivinar quién era. El tipo más rápido que
yo, siempre que no te importa hacer sin pequeñas cosas como la puntuación y
las mayúsculas. Está en mi regazo y me recuerda que le prometí ayudarle a 424
montar su nuevo telescopio una vez que oscureciera. ¡La vida de una mamá!

Oh, ¿te dije que la Junta de Educación de Ana Lia me pidió que
enseñara inglés en la escuela secundaria el próximo año? Yo, una profesora...
salvaje, ¿eh?

De acuerdo, llámame y déjame saber con certeza la fecha que planeas


para el gran movimiento. Te quiero, compañera, y no puedo esperar hasta que
vivas de nuevo en la misma calle. Tú y yo tendremos fútbol. No estoy de
acuerdo con Tanti y Hobie... No veo que nos metamos en ningún problema
aquí.

Hasta luego,

B.

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