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Touraine no puede esconder su posición de los individuos son factores que suelen
intelectual como militante de la presentarse como desencadenantes de
«emancipación del sujeto», una línea de una nueva manera de pensar la realidad
pensamiento y reflexión política que se actual, a partir de un paradigma de
encontraba sistematizada en una obra carácter cultural.
anterior, ¿Podremos vivir juntos? Iguales y
diferentes (Fondo de Cultura Económica, La «primera modernidad», entretenida
1997). Pero la radicalidad de sus actuales en los avatares de la formación de los
análisis trasciende cualquier posible Estados modernos, los Estados
sesgo de ingenuidad interpretativa o nacionales y las revoluciones políticas
pose de corrección política. El Touraine del siglo XIX, había sustituido el orden
que estudiaba y teorizaba sobre los religioso y su explicación del mundo por
movimientos sociales, el mundo un orden político y un nuevo paradigma
del trabajo y los conflictos de clases dio explicativo de la realidad. La «segunda
paso, con el correr del tiempo, a un modernidad», surgida con la
intelectual cuyo campo de análisis industrialización, la urbanización y la
estaría más interesado por el «sujeto» escolarización, sería, entonces, la que
de la acción social. lograría consolidar una representación
propiamente social de la sociedad. Ésta
En ese sentido, considero que su último es la representación que Touraine
libro es una clara continuación de considera en crisis, dado que en la
¿Podremos vivir juntos? En los dos casos, actualidad ya no son los conflictos y
se trata de brillantes análisis de los problemas propios de la «segunda
cambios sociales y culturales que las modernidad» los que se presentan con
sociedades modernas han experimentado más fuerza. Al «fin de lo social», la
a lo largo de las últimas tres décadas. desocialización y la crisis de todos los
Lo que su última obra tiene de diferente valores «sociales», debe añadirse una
es una evidente preocupación por nueva imagen: «el incremento de las
incorporar a los diagnósticos una postura reivindicaciones culturales, tanto bajo
metodológica que considera ineludible una forma neocomunitaria como de
para la actualidad de la sociología. En apelación a un sujeto personal y de
efecto, al afirmar que «ya no podemos, reivindicación de derechos
ya no debemos, pensar socialmente los culturales. Hablábamos de ‘actores
hechos sociales» (p. 105), Touraine sociales’ y de movimientos sociales; en
sugiere que todo el cuerpo interpretativo el mundo en que ya hemos entrado,
en el que la ciencia social fundamentaba tendremos que hablar con mayor
su organización y sus líneas de actuación frecuencia de sujetos personales y de
ya no es funcional para comprender el ‘movimientos culturales’» (p. 27).
mundo de hoy. «Este paradigma que se
debilita se ha construido sobre la idea Afirmar que vivimos la «destrucción
de que la sociedad no tiene otro de la sociedad» –es decir, la destrucción
fundamento que lo social» (p. 63), es decir de una visión social de la vida social–
un modelo que representa y organiza la implicaría abordar un análisis «no
existencia en términos económico- social» de la realidad. Ésta es la idea
sociales, en base a categorías como clase, central que Touraine aborda en la
trabajo, producción, capital y mercado. primera parte de su libro, presentando
Según Touraine, ya no es posible explicar el conjunto de fenómenos sociales
el mundo en que vivimos a partir de sintomáticos de una desintegración social
estas categorías. El proceso de y de ruptura de los vínculos sociales.
globalización, la carencia de mecanismos En la segunda parte se presenta un
institucionales de regulación social y el esfuerzo por «construir la imagen de
progresivo aislamiento y la exclusión una sociedad que ha llegado a
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ser ‘no social’, en la que las categorías La ruina de las sociedades tiene, sin duda,
culturales reemplazan a las tantos aspectos negativos como positivos. La
categorías sociales, en la que las desocialización conduce a la destrucción de
relaciones de cada cual consigo mismo los lazos sociales, a la soledad, a la crisis de
identidad, como he dicho, pero al mismo
son tan importantes como lo fuera
tiempo libera de pertenencias y reglas
antaño la conquista del mundo» (p. 15). impuestas. Ahora bien, la modernidad no
Aquí es donde Touraine expone las solamente no se encuentra debilitada por ello,
nociones centrales del nuevo paradigma. sino que se convierte en la única forma de
Para aquellos que ya habían leído su resistencia a todas las formas de violencia y a
libro anterior, no resultará demasiado ella corresponde reconstruir instituciones que
novedoso. La descripción no estarán ya al servicio de la sociedad (…),
de la «lógica instrumental» de la sino al de la libertad creadora de cada
modernidad no necesariamente sugeriría individuo (pp. 103-104).
la desaparición de los actores sociales,
quienes «están impacientes por Según se entiende, la modernidad es
afirmarse y lograr el reconocimiento generadora de auténticas demandas de
de su libertad de sujetos» (p. 307). subjetivación, de afirmación y
reconocimiento de aspectos culturales
Recordando a Foucault, podemos y de identidad personal, un proceso
afirmar que la racionalización de la de individualización que defiende los
sociedad conduce al fortalecimiento de derechos de cada uno a controlar los
la lógica de la integración social, del juicios de valor sobre cómo comportarse
control y, por lo tanto, a la frente a los otros y consigo mismo.
materialización de una multiplicidad de Esto sin duda evidencia, para la
mecanismos de poder asfixiantes para el sociología de Touraine, la gran
individuo. En un mundo en movimiento, característica de la modernidad: su
imposible de controlar, Touraine parece continua tensión entre un universo
adherir a estos diagnósticos, advirtiendo instrumental (bajo los contornos
que lo único que se posee es un principio racionalizadores de la sociedad) y un
de resistencia y de legitimidad del universo simbólico (caracterizado por las
comportamiento: la defensa del derecho experiencias de producción y afirmación
a existir como individuo y no estar fuera de los sujetos sociales).
del mundo. Si estos derechos revestían
antes características políticas y luego Touraine propone, una vez más, una
sociales, ahora son eminentemente observación de nuestra contemporaneidad
culturales, ya que aluden a problemas que no ofrece una sola imagen, sino dos:
relacionados con la sexualidad, la la racionalización y la subjetivación, el
religión y las diversas formas de vida. universo instrumental y el universo
Invirtiendo la conocida sentencia de simbólico, la socialización y la
Habermas acerca de la «colonización del desocialización, el sometimiento de los
mundo de vida por el sistema», Touraine individuos y la libertad del sujeto. En la
pareciera sugerir que, en la actualidad, el base de sus análisis se encuentra
mundo privado ha invadido el público, nuevamente la idea de que en la actualidad
y la cultura, a la política. «existen, por una parte, fuerzas de
destrucción de los actores sociales que
Lo que Touraine manifiesta con su actúan invocando la necesidad natural y,
sentencia acerca del «fin de lo social» es frente a ellas, figuras del sujeto
parte de una madurez intelectual que (religiosas, políticas, sociales o morales)
tiene en su matriz metodológica una que resisten a lo que amenaza a la
concepción ambigua de la modernidad libertad. Entre las dos se mantienen
histórica: (o incluso se refuerzan) instituciones
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El Cotidiano
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